Variaciones Fortuitas o Ingeniería Genética Natural 2012

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Variaciones fortuitas o Ingeniería Genética Natural: no es lo mismo (1) Felipe Aizpun | Genética | marzo 9, 2012 Felipe Aizpun La forma diríamos que abrupta (saltacional, y no gradualista) en que los permanentes descubrimientos de la ciencia están descabalgando al paradigma darwinista del lugar de honor que ha venido ocupando en las últimas décadas hace que resulte necesario intentar acomodar los nuevos datos dentro del discurso naturalista al que parece que la comunidad intelectual occidental no está dispuesta a renunciar. Es por ello habitual escuchar que “la teoría de la evolución” no es necesariamente ya darwinista, que Darwin vivió hace muchos años y que los nuevos descubrimientos han ido puliendo la teoría completándola y configurándola con los datos de la ciencia más actual. Se nos quiere vender que los mecanismos de cambio biológico ahora conocidos han ido enriqueciendo el modelo sin que éste haya cambiado en lo fundamental. Por supuesto lo fundamental tiene dos puntos esenciales. Uno es el hecho de que las variaciones experimentadas por los seres vivos son fortuitas, es decir, no están orientadas a una finalidad concreta, no son respuestas específicas al entorno ni están determinadas a proporcionar al organismo una mejor adaptación al medio. El otro es que la generalización de los rasgos novedosos y la consolidación por tanto de las nuevas especies es fruto de la mayor capacidad reproductiva de los organismos mutantes, es decir, es obra de la selección natural. Es el hecho, sin embargo, que los conocimientos actuales de la biología espoleados por el avance de la biología molecular y la biología del desarrollo, apuntan a la existencia aparente de mecanismos de cambio biológico que escapan a lo que se podía esperar del modelo tradicional. Los nuevos datos no parecen encajar en los viejos conceptos que configuraban el paradigma dominante. Un ejemplo de ello es la propuesta de autores como James A. Shapiro y su “ingeniería genética natural” (IGN) de la que ya hemos

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  • Variaciones fortuitas o Ingeniera Gentica Natural: no es lo mismo (1)

    Felipe Aizpun | Gentica | marzo 9, 2012 Felipe Aizpun

    La forma diramos que abrupta (saltacional, y no gradualista) en que los permanentes

    descubrimientos de la ciencia estn descabalgando al paradigma darwinista del lugar de

    honor que ha venido ocupando en las ltimas dcadas hace que resulte necesario

    intentar acomodar los nuevos datos dentro del discurso naturalista al que parece que la

    comunidad intelectual occidental no est dispuesta a renunciar. Es por ello habitual

    escuchar que la teora de la evolucin no es necesariamente ya darwinista, que Darwin vivi hace muchos aos y que los nuevos descubrimientos han ido puliendo la

    teora completndola y configurndola con los datos de la ciencia ms actual. Se nos

    quiere vender que los mecanismos de cambio biolgico ahora conocidos han ido

    enriqueciendo el modelo sin que ste haya cambiado en lo fundamental.

    Por supuesto lo fundamental tiene dos puntos esenciales. Uno es el hecho de que las

    variaciones experimentadas por los seres vivos son fortuitas, es decir, no estn

    orientadas a una finalidad concreta, no son respuestas especficas al entorno ni estn

    determinadas a proporcionar al organismo una mejor adaptacin al medio. El otro es

    que la generalizacin de los rasgos novedosos y la consolidacin por tanto de las nuevas

    especies es fruto de la mayor capacidad reproductiva de los organismos mutantes, es

    decir, es obra de la seleccin natural.

    Es el hecho, sin embargo, que los conocimientos actuales de la biologa espoleados por

    el avance de la biologa molecular y la biologa del desarrollo, apuntan a la existencia

    aparente de mecanismos de cambio biolgico que escapan a lo que se poda esperar del

    modelo tradicional. Los nuevos datos no parecen encajar en los viejos conceptos que

    configuraban el paradigma dominante. Un ejemplo de ello es la propuesta de autores

    como James A. Shapiro y su ingeniera gentica natural (IGN) de la que ya hemos

  • hablado en diferentes ocasiones en estas pginas. Shapiro representa un desafo abierto

    para quienes se empean en proclamar que no pasa nada y que los nuevos mecanismos de cambio descubiertos suponen simplemente una extensin del modelo

    (The Extended Synthesis) pero no una contradiccin al mismo. Si antes se tomaba la variacin gentica por mutacin como la base de la emergencia de novedades, basta con

    incluir en el modelo otros tipos de mecanismos de variabilidad como la transferencia

    gentica horizontal, las transposiciones, las deleciones, las inversiones, las

    duplicaciones etc, y argumentar que nada ha cambiado en el modelo toda vez que los

    cambios as alcanzados siguen reputndose fortuitos, es decir, no intencionales o

    dirigidos y que la seleccin natural sigue siendo el eje o motor del proceso creativo en la

    evolucin.

    Pero las cosas no son as. Lo que autores como Margulis, Shapiro o Jablonka y Lamb

    han venido contando durante los ltimos veinte aos es que el sistema no funciona

    como se nos ha querido contar y que las interpretaciones y consecuencias que de ello se

    derivan implican un cambio esencial en el modelo. En una reciente resea realizada por

    Adam Wilkins del libro de Shapiro Evolution: a view from the 21st century podemos encontrar una exposicin clara y concisa de lo que supone realmente el libro de Shapiro

    para el paradigma oficial. Vaya por delante que Wilkins es un prestigioso bilogo

    britnico perfectamente alineado en el sector ms afn al neo-darwinismo convencional

    y que su resea, si bien es respetuosamente crtica con las propuestas de Shapiro, no

    puede dejar de reconocer los desafos que su trabajo representa para la ciencia actual.

    Shapiro, recordmoslo, propugna que las observaciones de la Naturaleza nos muestran

    inequvocamente un predominio de los cambios experimentados por los organismos

    sobre la base de mecanismos genticos de ingeniera, es decir, ejecutados por la clula

    en base a una respuesta precisa a diferentes presiones ambientales y por medio de

    maquinaria molecular especfica encargada de ejecutar las complejas operaciones de

    reorganizacin de las secuencias de nucletidos del genoma.

    El hecho de que esta propuesta no pueda ser presentada como un mecanismo aadido a

    un modelo esencialmente intacto no solamente es reconocido por Wilkins de forma

    rotunda sino que adems l mismo seala las aportaciones de otros profesionales que

    han abundado en este tipo de anlisis mediante trabajos bien documentados y altamente

    considerados en el seno de la comunidad cientfica, como son los trabajos de Lynn

    Caporale, Jablonka y Lamb o Miroslav Radman. Wilkins reconoce de forma clara que

    las diferentes aportaciones de stos y otros cientficos han terminado por romper la

    unidad monoltica tantas veces invocada de la comunidad cientfica en torno a la teora

    darwinista de la evolucin. Dice Wilkins:

    La afirmacin controvertida del libro de que la importancia de la seleccin natural ha

    sido grandemente exagerada representa un punto de vista con un creciente nmero de

    adherentes. (Hace algunos meses me sorprendi escuchrselo, en los ms firmes

    trminos, a otro muy eminente microbilogo). Mi impresin es que la biologa evolutiva

    se est separando de forma creciente en dos bandos, divididos precisamente por esta

    cuestin. En un lado estn los genetistas de poblaciones y los bilogos evolucionistas

    que continan creyendo que la seleccin natural tiene un papel crucial y creativo en la evolucin y, en el otro lado, hay un nmero creciente de cientficos (especialmente

    aquellos que han llegado al evolucionismo desde la biologa molecular, la biologa del

    desarrollo o gentica del desarrollo, y microbiologa) que lo rechazan.

  • La opinin de Wilkins sobre la existencia de una quiebra en el tradicional consenso en

    torno a la teora de la evolucin se confirma por ejemplo en estos ltimos das con la

    publicacin reciente de un trabajo

    firmado por David J. Depew y Bruce H. Weber (California State University) bajo el

    ttulo The Fate of Darwinism: Evolution After the Modern Synthesis. De su resumen inicial extraemos lo siguiente:

    Describimos la historia de la Sntesis Evolutiva Moderna y de la gentica darwinista en

    general, con la perspectiva de mostrar por qu, incluso en su versin ms actualizada,

    no puede ya servir como marco general de una teora de la evolucin. La razn

    principal es emprica. La gentica darwinista no puede explicar el papel del proceso de

    desarrollo (y de los genes en dicho desarrollo) en muchos procesos evolutivos.

    Existe por lo tanto de manera inequvoca una brecha en la comunidad cientfica en torno

    a los elementos centrales de la teora de la evolucin dominante y no precisamente en

    trminos de discrepancias o interpretaciones interesadas por parte de autores afines a

    ideologas o planteamientos estrictamente filosficos. Existe una brecha de carcter

    estrictamente cientfico que nos hace ver que nuestro conocimiento en torno al hecho

    evolutivo, supuestamente inexpugnable, no era sino un dolo con pies de barro. Decimos

    por tanto que los elementos en disputa son precisamente los que constituyen la esencia

    del discurso tradicional, es decir, el carcter aleatorio de las variaciones emergentes en

    los organismos vivos y el papel predominante de la seleccin natural como justificacin

    del proceso de generalizacin de dichas variaciones en el seno de las poblaciones

    afectadas. Lo cual no es de extraar en el sentido de que variaciones aleatorias y

    seleccin natural son inevitablemente las dos caras de una misma moneda.

    En efecto, lo que discute Shapiro por un lado es el carcter fortuito o aleatorio de las

    variaciones. Dicho carcter viene explicado comnmente como la indiferencia del

    sentido de la variacin en relacin al entorno y a su finalidad adaptativa. Es decir, por

    un lado las variaciones no pueden ser entendidas como efecto o consecuencia especfica

    de los cambios en el entorno si no como un hecho fortuito. Y segundo no se trata de una

    variacin orientada a afrontar el nuevo desafo experimentado por el cambio ambiental.

    Lgicamente esta perspectiva incluye la idea necesaria de que las variaciones as

    producidas no pueden nunca suponer una regla en el seno de la poblacin ya que no

    existe una regularidad esperada ni un factor casual que produzca un cambio general en

    la poblacin entre sus individuos. Como consecuencia de ello la idea de que tal

    variacin ocasional y aislada pueda llegar a generalizarse en el seno de una poblacin

    determinada resulta difcil de entender y es por ello que la mayor capacidad

    reproductiva, en una visin catastrofista de lucha por la supervivencia, se convierte en el

    discurso imprescindible para poder hacer creble el relato de la evolucin no guiada en

    los organismos vivos. De la misma manera, la seleccin natural slo puede ser una

    explicacin satisfactoria y desbancar a cualquier otra intuicin de causalidad del

    proceso de cambio all donde la aparicin de las variaciones no obedezca a causa alguna

    orientada a finalidad.

    Es por eso que autores como Shapiro, (tambin conceden lo mismo Jablonka y Lamb)

    una vez concebido el sentido de la aparicin de variaciones como un episodio no

    fortuito sino como un evento de naturaleza finalista en el que la maquinaria molecular

    de las clulas responden de forma especfica a los desafos del entorno cambiante,

  • consideran en consecuencia que no puede ser la seleccin natural el mecanismo rector

    del proceso sino el propio sentido finalista de las modificaciones las que justifican la

    generalizacin del proceso de los rasgos novedosos entre una poblacin dada. No es por

    tanto extrao que Shapiro diga cosas como stas:

    La innovacin y no la seleccin, es el punto crtico del cambio evolutivo. Sin variacin y novedad, la seleccin no tiene nada sobre lo que actuar El papel de la seleccin es eliminar las novedades evolutivas que no verifican ser funcionales e interfieren con las

    necesidades adaptativas. La seleccin opera como una fuerza purificadora, no como

    una fuerza creativa.

    Wilkins se convierte en este artculo en testimonio de autoridad para sancionar la

    existencia de una discrepancia abierta en el seno de la comunidad cientfica entre

    quienes siguen abonndose al viejo discurso tradicional y quienes creen ver en los

    nuevos datos que la ciencia nos depara un proceso de cambio mucho ms abrupto y

    especfico que el tipo de proceso gradualista de cambio casi imperceptible por el que

    abogara Darwin. Las partes enfrentadas en el debate, nos dice Wilkins, lejos de dialogar

    se ignoran de forma evidente, y eso, aade, no es precisamente una situacin

    constructiva, si bien sera prematuro todava hablar de un cambio de paradigma al estilo

    de las revoluciones cientficas explicadas por Kuhn. Para Wilkins, Shapiro ha

    presentado un argumento slido a favor del cambio finalista y en contra de la suficiencia

    de las variaciones aleatorias como fuente del material para la variacin gentica. Ha

    evidenciado la existencia de un amplio repertorio de mecanismos que permiten invocar

    que los cambios genticos en gran medida se producen como respuesta a los cambios

    del entorno. Lo que toca ahora, concluye Wilkins, es ver en qu medida dichos procesos

    de cambio de naturaleza teleolgica constituyen la base de los cambios genticos

    heredables y son por tanto evolutivamente significativos. (continuar)

    Variaciones fortuitas o Ingeniera Gentica Natural: no es lo mismo (2)

    Felipe Aizpun | Gentica | marzo 15, 2012

    Felipe Aizpun

    Veamos en el anterior comentario que se nos ofrecen dos formas muy diferentes de

    explicar el hecho del cambio evolutivo. Por una parte la explicacin tradicional de la

    ocurrencia de variaciones aleatorias (no guiadas) seguidas de un proceso de seleccin

    natural. Por otra un proceso de cambio producido desde la propia clula como respuesta

    especfica a cambios ambientales por mecanismos de ingeniera gentica natural (IGN).

  • Adems de la discrepancia de ambos modelos sobre las cuestiones que constituyen el

    ncleo central del paradigma reinante, la causalidad en trminos de azar y necesidad por

    un lado y el finalismo teleonmico por otro que propone Shapiro, hay un anlisis ms

    fino que se hace imprescindible y que afecta igualmente a la bsqueda de explicaciones

    causales.

    Las mutaciones fortuitas constituyen el ms emblemtico ejemplo de variacin casual y

    ha constituido durante dcadas la imagen del cambio en la teora de la sntesis moderna.

    Este tipo de evento tiene una caracterstica principal y es que se trata de un cambio

    padecido, experimentado de forma antinatural por el organismo. Una mutacin es

    generalmente un desarreglo e incluso en el caso de que tal desarreglo del orden propio

    del sistema tuviera de rebote alguna ventaja colateral para el organismo, tal variacin

    supondra una alteracin del curso natural de los acontecimientos. Una mutacin es una

    violencia ocasionada por factores externos al organismo, una modificacin no deseada,

    un accidente imprevisto que trastoca la dinmica natural del organismo y que le impone

    desde fuera un resultado no predecible.

    Por el contrario, el evento de variacin que propone Shapiro como mecanismo del

    cambio evolutivo es un evento que se produce desde dentro de la propia clula. El

    organismo responde, por el motivo que sea, con una respuesta concertada, un prodigio

    de ingeniera en el que participan maquinarias moleculares especficas que en la

    realizacin del evento estn desarrollando la funcin que les es propia, es decir,

    reorganizar el genoma en respuesta a presiones ambientales obteniendo de manera

    finalista resultados aparentemente programados que aportan ventajas adaptativas al

    organismo. El cambio experimentado no es un resultado impuesto desde fuera sino un

    resultado obtenido por un proceso natural; una respuesta natural a un cambio en el

    entorno. La clula no es aqu el sujeto pasivo del evento sino el sujeto agente que

    produce su propio cambio para generar una funcin novedosa y provechosa para el

    organismo.

    La diferencia fundamental en uno y otro caso es que en el primero la clula es sujeto

    pasivo de un proceso fortuito y en el segundo la clula es agente y actor del cambio.

    Desde el punto de vista de la explicacin en trminos de causalidad, la diferencia es tan

    abismal que la idea de que los nuevos mecanismos que han entrado a formar parte del

    discurso evolucionista como alternativas a la mutacin aleatoria para generar la

    variacin pueden ser admitidos sin afectar al discurso en trminos de justificacin

    ltima es sencillamente inaceptable. En palabras del propio Wilkins, en el modelo de

    Shapiro la clula es su propio agente, su propio ingeniero. Conclusin; en el modelo neo-darwinista la variacin es algo que LE PASA a la clula. En el modelo de Shapiro (y otros) la variacin es algo que la propia clula HACE.

    Esto nos sita de lleno en el problema de los organismos vivos como sujetos agentes y

    nos vuelve a los aos 40 del pasado siglo cuando el premio Nobel Edwin Schrdinger

    en su todava famoso libro What is Life? caracterizaba precisamente a los organismos vivientes en contraste con la materia inanimada por el hecho de que aquellos hacen cosas, se mueven, se relacionan con el entorno. Pues bien, no solamente eso al parecer, adems son capaces de gobernar y dirigir su propia evolucin si tenemos que hacer caso

    de lo que Shapiro considera perfectamente acreditado a la luz de las inmensas

    evidencias cientficas exhibidas en su libro que sustentan esta hiptesis y que el propio

    Wilkins reconoce como perfectamente confirmadas. Pero, cmo se explica esta

  • dinmica? Este es un enigma central en torno a la vida, la persecucin activa de un fin

    propio, la lucha por la supervivencia, la reproduccin y la dinmica por la vida hasta el

    agotamiento de los recursos biolgicos en los organismos pluricelulares, hasta la

    propagacin por divisin de la propia energa vital al infinito en los organismos

    unicelulares. La agencia (del latn, agens, agentis: el que hace) es un problema central que es preciso afrontar si se quiere dar una explicacin satisfactoria al enigma de la vida

    y as lo entiende uno de los filsofos darwinistas y materialistas por excelencia Daniel

    Dennett, que se refiere al problema de la agencia con unas palabras y unas explicaciones

    que haran sonrojar a cualquiera con un poco ms de pudor y de vergenza torera pero

    que a Dennett le dejan aparentemente tan tranquilo. Dice Dennett en su libro Darwins dangerous Idea: Evolution and the Meanings of Life:

    a travs del microscopio de la biologa molecular, llegamos a ser testigos del nacimiento de la agencia, en las primeras molculas que tienen la complejidad

    suficiente para hacer cosas Hay algo extrao y vagamente repulsivo en la cuasi-agencia que descubrimos a este nivel, este repulsivo ir y venir, y sin embargo, no hay nadie ms Te guste o no, fenmenos como este muestran el poder de la idea de Darwin. Una pequea pieza de maquinaria molecular, robtica, impersonal, no

    reflexiva, carente de mente, es la base ltima de toda agencia, y por lo tanto, de todo

    significado, de toda consciencia en el Universo.

    Nada ms inexacto, nada ms falto de rigor e intencionalmente confuso. Nadie ha sido

    nunca testigo, nadie ha visto nunca nacer el dinamismo de los seres vivos al

    microscopio, la emergencia de la vida en su actividad febril, el paso de la materia inerte

    a la vida. Todo lo que sabemos es que la vida procede siempre, segn nuestra

    experiencia, de otra vida, pero de dnde surgen los primeros organismos vivientes, eso

    no lo sabemos. Podemos intuir la necesidad de una causacin ms all de las puras leyes

    inertes, faltas de propsito o finalidad que condicionan el movimiento y el cambio de la

    materia y gobiernan la capacidad de expresin de la energa contenida en el cosmos,

    pero los mecanismos concretos que hayan hecho realidad la primera forma viva, eso lo

    desconocemos, y si Dennett hubiera tenido la suerte de descubrirlo al microscopio

    debera ser algo ms explcito al respecto.

    El artculo de Wilkins sobre el libro de Shapiro es interesante por muchos conceptos.

    Otro de ellos es por ejemplo la crtica que hace a la propuesta del bilogo de Chicago en

    el sentido de que si bien resulta irreprochable su exposicin en cuanto a la existencia de

    infinidad de episodios y mecanismos de IGN observados en el campo de la

    experimentacin, no todos ellos ni mucho menos pueden ser descritos como episodios

    evolutivos ya que una gran mayora de los procesos de ingeniera molecular observados

    tienen lugar en clulas somticas y no en clulas germinales; es decir, se trata de

    procesos que representan respuestas concretas al entorno por parte de diferentes clulas

    y tejidos del organismo a nivel del individuo, pero no a nivel de poblaciones en su

    conjunto ya que se trata de eventos que no son transmisibles por herencia.

    Pero cualquiera que sea el valor de esta objecin en relacin al intento de Shapiro de

    consolidar una teora alternativa al paradigma evolucionista, tal objecin carece de valor

    alguno frente a las pretensiones de los postulados del Diseo Inteligente. Algunos

    parecen confundir a menudo el objeto cientfico del DI tomndolo por una mera

    alternativa explicativa a la exposicin darwinista del proceso de cambio de las formas

    vivas. Nada menos exacto. El DI referido a la biologa tiene por objeto la deteccin de

  • patrones de diseo en las formas vivas, entendiendo por diseo, la disposicin

    organizada de partes para la realizacin de funciones biolgicas complejas que no puede

    razonablemente esperarse sean producto del azar. En este sentido y tal como el propio

    Wilkins reconoce, sin embargo, tales mecanismos y procesos, entre los que sin duda se

    cuentan por ejemplo el sistema inmune adaptativo de los mamferos, son (indeed!)

    ejemplos de ingeniera gentica y tienen un valor de supervivencia efectivo para los

    organismos que los detentan. Pues bien, es este rasgo de ingeniera y de respuesta

    especfica a los desafos del entorno lo que nos permite inferir legtimamente la

    existencia de una causa inteligente en el origen; esta inferencia para nada condiciona la

    indagacin sobre el origen evolutivo del organismo. El diseo no se deriva del

    conocimiento del mecanismo de evolucin, ni condiciona respuestas a tal enigma, sino

    que procede del conocimiento de las caractersticas y disposiciones propias del

    organismo tal como lo conocemos en la actualidad.

    Shapiro, por su parte, sostiene que mecanismos de ingeniera del tipo de los que l

    describe como fruto de la observacin estaran en la base del proceso de evolucin de

    las formas vivas. Por supuesto se trata de una suposicin y de ser cierto no podemos

    menos que reivindicar la inferencia de finalidad y propsito en el proceso evolutivo al

    amparo de tales observaciones. Pero con independencia de que tal propuesta pueda

    algn da ser validada, la existencia verificada (y pacficamente aceptada en la

    comunidad cientfica) de procesos de ingeniera gentica molecular, tengan o no

    importantes implicaciones evolutivas, provocan inferencias ineludibles de diseo.

    Por supuesto ni Wilkins ni Shapiro estaran de acuerdo con estas consideraciones toda

    vez que ambos son respetuosos con el naturalismo metafsico ms o menos

    generalmente extendido, pero si les preguntsemos a ambos sobre cul es su explicacin

    para la emergencia de los mecanismos de ingeniera exhibidos por los organismos sus

    respuestas seran previsibles. En el caso de Shapiro, la callada por respuesta; ya ha sido

    preguntado en ms de una ocasin por ello, negndose en todo caso a dar una respuesta

    concreta a tal pregunta y alegando que el desconocimiento que tenemos de tal

    emergencia es similar al que tenemos sobre el origen mismo de la vida. En cuanto a

    Wilkins su respuesta ofrecida en la propia resea comentada es rotunda: debemos

    simplemente alegar que la seleccin natural sea la explicacin suficiente para la

    emergencia del fenmeno por la sencilla razn de que no hacerlo nos obligara a tener

    que admitir una causa sobrenatural en el proceso.

    Tremendas palabras stas de Wilkins; a pesar de que Shapiro, como tantas otras veces

    multitud de autores han recordado, seala que la seleccin natural no puede nunca

    explicar el carcter creativo de la evolucin, la seleccin natural se convierte en el clavo

    ardiendo que nos puede librar de tener que admitir las inferencias de diseo y la causa

    sobrenatural en el proceso. Me gustara aadir una cosa. A menudo se critican las

    inferencias de diseo alegando que cualquier invocacin a una causalidad ms all del

    mbito de la Naturaleza es simplemente un argumento desde la ignorancia, una

    invocacin al dios de los huecos un argumento inaceptable en el seno del discurso racional. Wilkins, como en su da pusimos de relieve en otros autores en referencia al

    enigma del origen de la vida (Eugene V. Koonin por ejemplo), reconoce con esta frase

    que las inferencias de diseo, lejos de ser una va de escape para la ignorancia,

    constituyen la conclusin lgica y legtima cuando los datos que la observacin

    cientfica nos proporciona no encajan con los procesos y mecanismos naturales cuya

    capacidad limitada de causacin nos es perfectamente familiar.