Vallejo, Americo - Para Una Epistemologia Del Psicoanalisis (Axis)

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obras de epistemología aménco valíejo para una epistemología del psicoanálisis seguido de “ubicación teórica de las epistemologías” editorial axis república argentina 1975

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Vallejo, Americo - Para Una Epistemologia Del Psicoanalisis (Axis)

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  • obras de epistemologa

    am nco valejo

    para una epistemologa del psicoanlisisseguido de ubicacin terica

    de las epistem ologas

    editorial axisrepblica argentina

    1975

  • para M artha M aria y Nicolas

  • obras de epistemologa

    Tapa: Norberto J. Puzzolo

    1? Edicin: C . E . P . , 1973

    2? Edicin: Corregida y aumentada, 1975

    Copyright para todas las ediciones.Por Editorial AxisRosario - Repblica ArgentinaQueda hecho el depsito que previene la ley 11.723 Impreso en Argentina - Printed n Argentine

    Libros de Edicin Argentina - Tarifa reducida - Inscripcin N? 23/D to. I 9

  • contenido

    PARA UNA EPISTEMOLOGIA DEL PSICOANALISIS......................................... 9

    APENDICE:

    Ubicacin terica de las epistemologas ................................................ 27

    NOTAS ......................................................................................................................... 43

    BIBLIOGRAFIA............................................................................................................ 51

  • El presente trabajo tiene todas las limitaciones que devienen de la necesidad de ordenar el material sobre el tema, a los efectos del dictado de una clase para la ctedra de Psicopa- tologa General, ante una amable invitacin del Dr. Claudio Bermann, Profesor Titular Interino de la misma, en la Facultad de Filosofa y Humanidades de la Universidad Nacional de Crdoba (Julio 1973).

  • ' . . . S i !os hombres captasen inmediatamente las conexiones, para qu servira la ciencia? 1."Toda ciencia estara de ms, si la forma de manifestarse tas cosas y la esencia de stas coincidiesen directamente" "La forma exterior. . . a diferencia de la realidad sustancial que en ella se exterioriza. . . est sujeta a la misma ley que todas las formas exteriores y su fondo oculto. Las primeras se reproducen de un modo directo y espontneo, como formas discursivos que se desarrollasen por su cuenta; el segundo ha de ser la ciencia quien ha de descubrirlo"3 .

    Estableceremos primeramente un encuadre a nuestra tarea. En este discurso no pretendemos hacer una total y exhaustiva fundamentacin epistemolgica del psicoanlisis sino brindar mnimos elementos para una introduccin a tan debatido tema. Estos elementos no sern, sin embargo, extrapolaciones producto de una prctica ideolgica * a modo como las pretendidas "ciencias humanas" adjudican cientificidad desde "afuera" de las ciencias mismas5. Lo que trataremos de hacer ser un rodeo terico en torno al psicoanlisis a fin de establecer pautas conceptuales que puedan dar cuenta de esa prctica cientfica que pretendidamente es el campo que nos ocupa.

    Comenzaremos citando un prrafo del artculo de Althusser 6 sobre la ideologa:

    "El autor, al escribir las lneas de un discurso que pretende ser cientfico, est completamente ausente como sujeto de ese discurso (pues todo discurso cientfico es, por definicin, un discurso sin sujeto. No existe un sujeto de la c iencia.. . ) .

    Nuestra tarea (que no "dejamos para otro momento") 7 consistir inicialmente en trabajar la frase NO HAY SUJETO EN LA CIENCIA para tratar de conocer: a) en qu se funda la cientificidad de las ciencias,- y b) en qu radica su reinscripcin ideolgica, ya que esa es la causa de que "la revolucin freudiana haya terminado, curiosamente, por liberar discursos ideolgicos sobre el deseo, el sujeto, la conciencia. En lugar del anlisis del sistema de conceptos freudianos, se asiste al desarrollo de un discurso filosfico ideolgico que utiliza de manera asociativa, subjetiva, literaria y analgica los conceptos psicoanalticos" 8.

    Podramos partir de la siguiente topologa marxista que nos muestra a la sociedad como estructurada en dos grandes campos: la base real o infra

  • estructura (sistema de contradicciones representada por la estructura econmica fuerzas productivas y relaciones sociales de produccin y la uber- bau (superconstruccin) o superestructura edilicia que sobre ella se levanta y donde se dan el Aparato Represivo de Estado y los Aparatos Ideolgicos del Estado todo aquello que se nos figura como "aprendizaje" en todas sus manifestaciones. (Ver Cuadro I).Sin embargo ,esta topologa, grfica y descriptiva fenomnica , no da cuenta del verdadero funcionamiento del verdadero sistema estructural del todo social. No es un concepto cientfico (terico) sino una aproximacin de re-conocimiento metafrico, se mueve dentro del campo de la "abstraccin- concretizacin" positivista equvoco ideolgico por carencia de la distincin terica entre objetos formales-abstractos y objetos reales-concretos 9 .( Los primeros se dan a nivel de la teora y solamente por ellos pueden ser conocidos los segundos. En base a esto reemplazaremos la tipologa grfico-descriptiva por el concepto modo de produccin (formal-abstracto) que permite conocer una formacin social determinada (real-concreto)10. (Ver Cuadro II)."Por modo de produccin no se designar lo que se indica en general como econmico (las relaciones de produccin en sentido estricto) sino una combinacin especfica de diversas estructuras y prcticas que, en su combinacin n , aparecen como otras tantas instancias o niveles, en suma como otras tantas estructuras regionales de aquel modo. Un modo de produccin, como dice de manera esquemtica Engels, comprende diversos niveles o instancias: lo econmico, lo poltico, lo ideolgico y lo terico12, entendindose ah de un esquema indicativo y que puede operarse una divisin ms completa. El tipo de unidad que caracteriza a un modo de produccin es el de un todo complejo con predominio, en ltima instancia, de lo econmico, predominio para el que se reservar el nombre de determinacin. Este tipo de relaciones entre las instancias se distingue del que presentan ciertas interpretaciones del marxismo. No se trata, por ejemplo, de una totalidad circular y expresiva, fundada sobre una instancia central-sujeto categora fundadora de los orgenes y principio de gnesis de la cual las otras instancias, partes totales, slo seran la expresin fenomnica 18. Tampoco se trata de relaciones de simple analoga o correlacin entre instancias externas la una con respecto de la otra. No se trata, en suma, de una causalidad lineal, de una mediacin expresiva ni tampoco de una correlacin analgica. Se trata de un tipo de relacin (la unidad como relacin funciona como concepto dialctico marxista: A.V.) en cuyo interior la estructura determinante del todo exige la constitucin misma la naturaleza de las estructuras regionales, asignndoles su lugar y distribuyndoles fun

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  • dones: las relaciones que constituyen as a cada nivel nunca son simples, sino que estn superdeterminadas por las relaciones de los otros niveles 14.

    Ms an-, la determinacin en ltima instancia de la estructura de todo por lo econmico no significa que lo econmico retenga siempre all el papel dominante. Si la unidad que es la estructura con predominio (en Althusser: dominante: PM, 166, traduccin de M. Harnecker) implica que todo modo de produccin posee un nivel o instancia predominante, lo econmico en realidad slo es determinante en la medida en que asigna a tal o cual instancia el papel dominante, es decir, en la medida en que regula el desplazamiento de predominio debido a la descentralizacin de las instancias.

    As Marx nos indica cmo, en el modo de produccin feudal, la ideologa en su forma religiosa es la que detenta el papel predominante, lo que est rigurosamente determinado por el funcionamiento de lo econmico en aquel modo 15. Lo que distingue, pues, un modo de produccin de otro, y que, por consiguiente, especifica un modo de produccin, es esa forma particular de articulacin que mantienen sus niveles: es lo q u e . . . se designar con la palabra matriz de un modo de produccin. Dicho de otro modo, definir rigurosamente un modo produccin consiste en descubrir de qu manera particular se refleja, en el interior de ste, la determinacin en ltima instancia por lo econmico, reflejo que delimita el ndice de predominio y de superdeterminacin de aquel modo" 16.

    Esta larga y polmica cita de Poulantzas que he utilizado para ir insertando clarificaciones terico-metodolgicas a modo de notas sirve tambin a los efectos de mostrar con rigor conceptual y dentro del ms alto grado de desarrollo de la teora, el efecto que en la estructura general de la prctica social como totalidad (unidad) ejerce cada una de las prcticas (niveles) en su especificidad correspondiente. Por ejemplo, la lucha ideolgica que se da a nivel de la teora incide evidentemente no slo sobre la prctica poltica o sobre la ideologa, sino tambin sobre la prctica econmica facilitando su modificacin o transformacin, en una formacin social especfica.

    Los conceptos de determinacin, superdeterminacin y dominancia permiten dar cuenta de los obstculos que la realidad pone para su conocimiento 17 y transformacin.

    Este nuevo concepto dinmico de la sociedad, no como el esquema topo- lgico del edificio, sino como una estructura fundada en la articulacin de prcticas (niveles), nos obliga a preguntarnos acerca de qu es fundamentalmente el efecto-de-una-estructura, y en qu radica fundamentalmente la

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  • configuracin de una ideologa. Y esto porque si nosotros hacemos caso c la definicin dada por Althusser en el artculo citado, de que "la ideologa es la representacin de una relacin imaginaria de los individuos con sus condiciones reales de existencia", tendremos que preguntarnos de dnde viene esa representacin, cmo llega a constituirse como imaginaria, si es el efecto de un sujeto-conciencia o si es el efecto (producto) de una estructura del tipo del conceptualizado aqu. En su artculo el filsofo francs no da respuesta a esto no es una pregunta de su problemtica fior un enclave pscologista, como tratamos de sealarlo en una lectura18 anterior. (Vase: LECTURA DE LA IDEOLOGIA DESDE ALTHUSSER, que publicamos en REVISTA DE ESTUDIOS INTERDISCIPLINARIOS, 1973).Pero antes de seguir adelante es necesario puntualizar que cuando se habla aqu de estructura, en forma alguna caemos en el formalismo guestl- tico y mucho menos pensamos que su conocimiento cientfico elimine la conciencia espontnea que de ella tenemos (relaciones sociales inmediatamente visibles): una estructura forma parte de lo real, pero no de las relaciones visibles, y es del todo necesario conocer el funcionamiento interno de ella antes de proceder al estudio de su gnesis y evolucin (nica posibilidad de superar la ideologa historicista).Estas aclaraciones eliminaran el peligro de una "descripcin" de la sociedad more formaiis, a la manera estructural-formalista, donde los elementos objetivos mecnicos e inertes configuraran el mundo de las-cosas-a- conocer: maniquesmo cognocitivo metafsico que escinde reduplicativamen- te la imagen ntida de lo Bueno y lo Malo en forma de Sujeto/Objeto.Estructuralmente no hay Sujeto (sino un proceso de pensamiento) ni un Objeto (sino un proceso real). No hay escisin ontolgica sino diferencia de niveles. El proceso real y el proceso de pensamiento son distintos pero relacionados en la totalidad: el concreto-de-pensamiento da cuenta (produce determinaciones) del concreto-real, en el seno de una formacin social determinada. No hay exterioridad a la conciencia sino totalizacin de la estructura de lo real.

    Nuestra pregunta sera, entonces, por esta totalidad de la estructura donde se incluyera la "materialidad" de la existencia y la "sustantividad" del sujeto-actuante; es decir, la actividad prctica de los individuos haciendo la realidad o el "mundo" donde se hacen y son hechos. Tendramos que caracterizar, pues, cules son las funciones que cumple una estructura. Estas son dos: a) la accin de la estructura, y b) la subjetividad que encontraremos en forma de sometimiento sometida; o como dice Althusser:

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  • sujeto que es sujeto de acciones que realiza, pero tambin sujeto a una sujecin, es decir, a la sujecin del Sujeto as, con mayscula 19. Para dar solamente un ejemplo de la subjetividad sometida pensemos en los rituales que rodean a| hecho del Nacimiento (cosa estudiada tambin por Freud) donde el nio no nace en su individualidad sino en la preasigna- cin de un destino que abarca los deseos y expectativas de sus padres y parientes y donde la anterioridad "social" de sus antepasados canaliza no slo las expectativas del grupo familiar sino la destinacin del rol que la sociedad en conjunto necesita para reproducir su propio funcionamiento, ya que este individuo tendr que aprender determinadas (en el sentido ms fuerte del trmino) habilidades en el sistema escolar vigente para conseguir "su puesto" en esta sociedad. . . que "espera lo mejor de l". Entonces, esta sujecin a una preasignacin que le llega y una designacin que le marca un destino es lo que llamaremos subjetividad sometida.

    En cuanto a la accin estructurante de la estructura: es una accin homognea, una accin donde no hay tiempo estructural indiferencia sujeto/ objeto es la posicin de la realidad en cuanto unidad que mantiene a todos sus elementos "sin fisuras" (en una metfora "naturalista" podramos compararla con un rbol vivo: no hay diferencia entre la clula de la raz y la ltima pigmentacin cloroflica de sus hojas o el cmulo de acciones que hacen a la vitalidad de su savia. Es decir, toda esa totalidad del rbol es el efecto de su estructuracin como rbol, su ponerse como rbol).

    Este efecto estructurante, accin de la estructura, marca una acumulacin de tiemfpo estructural que imposibilita la diferenciacin de sus elementos salvo desde un mtodo especfico.

    Desde este mtodo estructural y dinmico podremos ver qu ocurre en lo homogneo de la estructura cuando se incluye al sujeto-reflexivo, principio activo que rompe la imanencia de lo instintivo en el mbito de la realidad.

    Entonces, cuando aparece este elemento reflexivo o este principio activo en la estructura (reiteramos que no es una inclusin del tipo continente/contenido) se abre un tiempo estructural: se "marca" una diferencia (en eso consiste el "tiempo") entre la totalidad de los elementos de la estructura en su estructura y su asuncin por eso que por el momento llamaremos "conciencia". Es as como este principio activo que abre el tiempo en la estructura, produce la diferencia y asume la totalidad de los elementos (por Wvir y en cuanto es para l vida-vivida la totalidad de su mundo)

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  • produce uno distorsin en dicha estructura, puesto que rompe lo homogneo del tiempo y la indiferencia en una "representacin de la totalidad, produce la re-duplicacin "en imagen" de lo estructurado. Esta distorsin que produce el principio activo implica que, por un lado, l se encuentra como dueo (o mejor dicho, se cree encontrar como dueo) de sus propios actos; y por otro lado, que l se encuentra "comprehendiendb" a cada uno de los fenmenos respecto de las causas que el mismo adjudica; y por ltimo, al desconocer el efecto estructurante de la totalidad de la estructura (l incluido) le da a su representacin la categora de estructurante de sus propias representaciones: este reemplazo de lo estructurante de la estructura (que se desconoce) por el sistema de las propias representaciones (que se reconoce en los fenmenos) constituye la tercera funcin nacida de la torsin en la estructura, y establece la dupla reconocimiento/desconocimiento, lo ideolgico. Pero como sta se produce como efecto-de-estructura, habra que. reemplazar la palabra desconocimiento (que hara las veces de una no-verdad, error, lo otro metafsico de la ciencia, etc.) por ocultamiento jugado en la sobredeterminacin estructural. El reemplazo producido por la torsin del sistema estructurante por el sistema de representaciones (de las relaciones imaginarias con las condiciones reales de existencia) es una especie de "cemento que cohesiona las prcticas el habrselas con el mundo por medio de un cierto conocimiento pero que por ello mismo oculta y produce el ocultamiento de esa ausencia que est manifiesta en la torsin. (Ver Cuadro III).

    En este punto habra que precisar que los Aparatos Ideolgicos del Estado, "materializacin de la ideologa, son el producto de la actividad de los individuos que "hacen" sus representaciones de las relaciones imaginarias que ellos producen, con las condiciones reales de existencia (la estructura en cuanto unidad sobredeterminada y estructurante. . . ocultada por esa torsin y en ese pliegue falsamente transparente que es la conciencia). Los A.I.E. no son anteriores a la ideologa como si la Sociedad los fabricara primero a fin de poder ellos, despus, encargarse de "hacer la ideologa de cada uno de los sujetos.

    Por lo tanto, de todo lo anterior es dable reconocer que existe:

    1 Una ausencia; esto es, lo virtual en toda estructura, lo que hay queconocer, lo ocultado, lo estructurante.

    2 Una actualidad, lo patente, lo manifiesto; es decir, lo que ha dado

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  • en llamar "la experiencia o lo vivido" (los "sntomas" de lo estruc-+. i m n f a n n r n In r i e n r n lturante para la ciencia)

    3 Una estructura terciaria, que es la torsin que el elemento reflexivo produce en |a estructura, que responde a una ordenacin imaginaria que el sujeto hace de la totalidad de la estructura y por lo cual es constituido como sujeto; es lo que se llama la "coherencia del sistema".

    Entonces, hay un ordenamiento de tipo torsional (representacin de relaciones imaginarias) establecido como sistema a partir de lo vivido y que acta un reconocimiento que oculta el plano virtual estructurante, la ausencia que produce la posibilidad de torsin por inclusin del sujeto.

    Esto me plantea inmediatamente el primer interrogante epistemolgico: si todos los individuos mantienen con la estructura una relacin de torsin por su inclusin como principio activo o reflexivo en ella, si todos los individuos pertenecientes a esta estructura realizan una estructura terciaria o edificio sistemtico cohesionante, llamado ideologa, con la cual suturan, yapan, tapan este tiempo estructural abierto y ocultan la ausencia; si todos los individuos estn inmersos en alguno de los Aparatos materiales que corporezan las representaciones que reconocen/ocultan la realidad de lo

    . structurante de la estructura.. . de qu manera puede explicitarse la ausencia, sin remitirnos a un discurso meramente repetitivo, a un discurso de lo imaginario en lo imaginario? En otras palabras y desde el psicoanlisis de qu manera se rompe la imagen especular del sujeto-ideolgico con el sujeto-soporte?

    Es decir que si dentro de la ideologa (en el sujetamiento sutura como mecanismo de produccin/reproduccin del sujeto ideolgico) hago un discurso que no llegue a salirse de ella (a producir el desujetamiento o ruptura, con sus correspondientes efectos sobre el concreto-real) no estoy diciendo nada fuera de m, estoy sigo estando en la repeticin de las representaciones, reitero las relaciones imaginarias, eternizo el narcicismo. Por lo tanto la pregunta es, ?qu discurso establece lo virtual en contra de lo vivido? Cmo instaurar un discurso cientfico?

    Pero para preguntar por la manera de caracterizar la cientificidad de lo cientfico mediante la cual se hace explcito lo ocultado por la representacin de la relacin imaginaria, tendr que preguntarse antes en qu consiste fundamentalmente esta categora de lo imaginario.

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  • Al ser lo imaginario uno de los tres registros fundamentales del psicoanlisis, se patentizan en l las siguientes actividades que el sujeto realiza con respecto a la estructuracin de su persona: en el plano intra-sujetivo lo imaginario se muestra como el elemento narcisista por antonomasia ya que, cuando produzco la imagen que me representa no la produzco desde la asuncin de mi totalidad sino que la recupero" desde los elementos exteriores a m y por los cuales me voy formando (pecho bueno/malo, etc.).En el plano inter-subjetivo se da una relacin dual, donde el sujeto es recuperado como sujeto no por lo que | es sino por lo que es el otro segn vimos ; por lo tanto esta relacin dual marca una completa ausencia (por el narcisismo) del mismo con uno mismo pinsese que en el narcisismo el "amor" es por la imagen reflejada y no por una autovaloracin actuante real . Entonces, lo intrasubjetivo me produce una vivencia (mi propio esquema corporal, etc.), que me vaca de m mismo, porque al tener una relacin dual, al hacerme por el otro, no soy yo sino el otro. Y en este sentido deber preguntarme cul es la relacin que establece lo imaginario con el umvvelt, con el entorno. Este sujeto que se hace por el otro y se constituye como el otro tiene, con respecto a la totalidad de su enclave social, unas prcticas o modo de obrar guestltico - mimtico; es decir, l acta no como centro decididor de su propio mecanismo sino de acuerdo a la totalidad de los centros de decisin de los otros: en una relacin imaginaria el individuo no se hace ni hace lo suyo sino que es hecho se torno efecto por los dems.

    En cuanto a la significacin que guarda el sujeto con sus propias prcticas, hay que decir que entre significante y significado hay una igualdad donde el sujeto se siente l cuando se siente los otros. (En el caso de la ideologa religiosa: yo me siento "soy" cristiano cuando soy "me siento" como la totalidad del Pueblo de Dios unificado por la Palabra, la Ley, etc. ). Esta identificacin es la que me marca una coalescencia entre el significado y el significante, que est dado por la guestal de comportamiento en el entorno, por la relacin dual en el plano inter-subjetivo y por la estructuracin narcisista en lo intra-subjetivo. Es en este punto que la instancia ideolgica definida por el materialismo como efecto de estructura, entra en relacin directa con los objetos construidos por el psicoanlisis; no al modo de objetos transportados por lo ideolgico; tampoco "reduciendo" el inconsciente a la ideologa (idealismo), ni siquiera las "concepciones idealistas complementarias del objeto del psicoanlisis, ya sea como psico- biologa o como teora del significante, que comparten, por lo menos, el supuesto de que el objeto del psicoanlisis puede ser definido sin referen-

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  • cio. . . constitutiva a lo ideolgico" 19. Es en este punto que se puede pensar la cientificidad del psicoanlisis como una disciplina particular del continente del materialismo histrico, donde su objeto, el inconsciente, "no es ni el lenguaje ni la condicin del lenguaje", es una de las condiciones de lo ideolgico, su dispositivo de embrague sobre los individuos-soportes...

    El conocimiento de los objetos producidos por la teora psicoanaltica se inscribe en la teora de la ideologa en una forma doble.

    I) Una determinacin objetiva general de todos los procesos que tienen lugar en las formaciones sociales es la de poner en juego los "soportes", qye se representan a s mismos, gracias a la ideologa, como "sujetos". Es n el nivel de los mecanismos de asignacin y ocupacin de esos lugares de sujetos, que intervienen los conocimientos psicoanalticos. Para definir exactamente esta intervencin, es indispensable distinguir realidades esencial-

    ' mente diferentes.

    a) Con el trmino de (sujeto)-soporte, se designar la individualidad biolgica. . . en tanto que es la base material a partir de la cual son requeridos para su funcionamiento por las relaciones sociales. Queda d a-

    V ro que el concepto de (sujeto)-soporte no es un concepto biolgico.b) Por sujeto ideolgico se entender un lugar en el proceso de los dis

    cursos y las prcticas ideolgicas, lugar, de hecho, especficamente constitutivo de stos, que tiene por funcin asegurar la entrada de los (sujetos)-soportes en los diferentes procesos sociales. . .

    c) Se llamar sujeto de la ideologa a una variante terica, una racionalizacin ideolgica del sujeto ideolgico, elaborada por la ideologa del sujeto; es el enunciado explcito de un cierto nmero de predicados de dicho sujeto ideolgico (por ejemplo: en el caso de la filosofa clsica occidental: unidad, unicidad, permanencia, etc., en la cual la ideologa del sujeto juega un rol muy importante).

    d) El sujeto en sentido psicoanaltico, ser definido, provisoriamente, segn la teora de J. Lacan, como una posicin respecto del significante, inducida en el (sujeto)-soporte, efecto de su estructuracin por los significantes.

    Estas distinciones permiten definir la inscripcin de la teora psicoanaltica en la teora materialista de las ideologas de la siguiente manera: los lugares de (sujeto)-soporte de los procesos sociales no pueden ser ocupados

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  • sin de fin ir. . . las posiciones de sujeto en sentido psicoanaltico; es decir, sin que las relaciones sociales, en relacin a las cuales los individuos en funcin son sujetos, se constituyan, a su vez, en soportes de posiciones subjetivas.

    Esta dialctica de los soportes excluye toda causalidad mecnica. Un proceso de formacin social no puede nunca engendrar ms que los lugares de (sujeto)-soporte, los requerimientos que emite no pueden concernir sino a los elementos homogneos a la estructura de ese proceso. Sin embargo, pa ra defin ir sus lugares de soporte, induce posiciones subjetivas, y por a ll sujeta al soporte como sujeto ideolgico. Debe entenderse de esto que, el requerimiento que no puede ser cumplido ms que por la va de la representacin, comporta, inevitablemente, una posicin de sujeto (en sentido psicoanaltico) que opera la ubicacin id e o l g ic a . . .

    29) Pero la operacin que ha sido analizada no puede, e lla misma, ser realizada, si no existe un proceso especfico de produccin de las posiciones subjetivas de los soportes. . . un proceso de estructuracin especfico, el complejo de Edipo, que aparece como la condicin de la reproduccin de los soportes, bajo las distintas formas de sujetamiento/desujetamiento en relacin a la ideologa.

    Bien entendido, este proceso de reproduccin de los soportes es, l mismo, histrico social 20.

    Este extenso rodeo desde la ideologa como efecto-de-estructura, pasando por la funcin constituyentes de lo im aginario hasta la teora de M. Tort sobre los modos constituidos del sujeto por la estructura que lo incluye, nos permiten aproximarnos a una crtica de la ideologa como contenido con- dencial (la representacin) producido "desde fue ra " hacia los individuos.

    La accin de un Sujeto (interpelacin, en Althusser) que produce sujetos, al no estar especificada en su articulacin estructural dinmica, funciona a modo de sujeto no objetivado, de sujeto metafsico. El "a fu e ra de una estructura que no incluya al sujeto en su proceso de estructuracin especfico, es un afuera metafsico, extemporal, fetichizado. (Ver Cuadro IV).

    Ahora estamos en condiciones de preguntarnos por la cientificidad. En la medida en que el discurso terico no sea " lo O tro " de la ideologa (a modo de la Verdad contra-puesta al Error) sino un traba jo con los materiales ideolgicos, en contra de lo ideolgico, recin entonces podr hacer la

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  • "ru p tu ra " que des-centre a l sujeto ideolgico y sus representaciones y fun da as el punto de sutura en la estructura total.

    Haciendo una caracterizacin general de las rupturas 21 de las ciencias con respecto a los momentos ms importantes del desarrollo de stas en el ltim o siglo, Ral Sciarreta dice que " la formulacin copernicana no slo sacude la ilusin del narcisismo, sino tambin la de los sentidos,- pone un hiato al sentido comn, porque la nueva perspectiva no slo es un cambio de posicin, sino una reformulacin de la relacin, puesto que la frm ula est invertida. Lo que vemos (representacin) es efecto del movimiento del sistema y de la posicin que tenemos en el sistema" 22. Es en esta refo rm u- locin del sistema que radica la cientificidad. Es manifiesto que todos oyen, dicen y aceptan de manera manifiesta o implcita que "e l sol sale y se oculta todos los das", es decir, "que e| sol gira a lrededor de la t ie rra ; en este discurso ideolgico se texti-fica la evidencia de los sentidos, el reconocimiento desde el punto ax ia l de la tierra, del movimiento de "g iro alrededor de "este punto". Lo evidente es el modo "n a tu ra l como vivo mi insercin en el sistema. La evidencia es el producto (efecto) del sistema solar: as como el sol es el eje sobre el cual g ira la tierra y porque la tierra gira y yo a mi vez estoy en ella, es que puedo ver esta evidencia que es, p a ra m, evidencia de que el sol gira a lrededor de la tierra.

    Por lo tanto, la evidencia de los sentidos producida (como efecto) por el sistema solar sobre los sentidos, produce a su vez un discurso especular re- duplicativo del eefcto del sistema. Es as como el conocimiento como un ver, como evidencia, cae dentro del sistema y es la forma de relacin que tengo con la to ta lidad del sistema; y mi discurso, el ideolgico, el que dice esa frase, es tam bin un discurso del sistema (efecto de l) y construccin encubridora del sistema. Y se habla de "construccin" puesto que tanto el efecto del sistema como la elaboracin especular mediante la cual me represento ni puesto y los efectos dentro del sistema, estn codificados. Toda realidad se muestra cifrada: pide una lectura y una interpretacin. La rea lidad del sistema (y del puesto de sus elementos) slo se da por el des-ci- framiento.

    Entonces, lo actual indica la evidencia; la evidencia indica el efecto del sistema, es decir, el encubrimiento de la verdadera rea lidad (el modo estructurante del sistema). Lo actual ev idencia lo real, pero esta "re a lid a d no es la rea lidad del sistema, sino el efecto de ese sistema, el modo como "se encubre (jeroglfico) la accin de la estructura al sujeto que incluye. Lo

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  • que la ciencia hace es producir un discurso del t ipo la Tierra g ira a lrededor del Sol", inversin to ta l, escndalo de la evidencia.

    Este nuevo discurso efecto de lectura/in terpretacin tambin l- que es una reelaboracin del sistema permite al menos dos cosas:

    1 Determinar que la evidencia mi representacin de mi relacin im aginaria con la rea lidad era un efecto del sistema (determinacin de la inclusin o puesto del sujeto en el sistema).2 Evitar el mecanismo especular de reproduccin y des-centrar el conocimiento de la produccin especular. Este discurso me saca del sistema y me permite comprender mi inclusin dentro del sistema; es decir, puedo conocer mi posicin en una Tierra que se mueve alrededor del Sol y sobre su propio eje, y por realizar este doble movimiento creer que es el Sol el que realiza la operacin de movim iento traslativo; me permite descubrir lo falso de mi representacin la falsedad de la evidencia y descubrirlo como efecto del sistema.

    Esta nueva elaboracin del sistema no tiene nada que ver con el sujeto.Est, evidentemente, incluido en ella pero slo a modo de obstculo removido. No hay sujeto ya que el sujeto como puesto del actuante de la evidencia est encontrado desde la teora cientfica como componente constitutivo de la frm ula ideolgica especular y en el sistema mismo como una torsin de ste, pero no en el discurso que descifra lo manifiesto a modo de sntomas de la to ta lidad de lo real. Este discurso cientfico es as la teora que revela (en un descifrar) la realidad y no tiene en s sujeto; y como ta l pertenece a toda la humanidad y en cuanto conocimiento puede ser "usada " por la to ta lidad de la hum anidad. . . y por lo tanto tambin re-inscripta ideolgicamente en otro discurso especular como efecto tambin del sistema en un intento de frenar y encubrir la accin de sus propias contradicciones. (Ver Cuadro V ) . Aqu es importante destacar que cuando un cuerpo terico, una reformulacin del sistema logra darme la falsedad de la evidencia, mi enclave como sujeto dentro del sistema que produce esa evidencia especular, su primer efecto es una impulsin a un compromiso de accin: por ejemplo, dentro de la prctica de produccin (econmica) conocer que el concepto de plusvala re-elabora el encubrimiento del t rmino "sa la r io " y pone en descubierto el plus de fuerza de traba jo no p a gada, no queda ms que una opcin: o seguir defendiendo el efecto del sistema (explotacin encubierta por el "sa la r io ") tratando de "perfecciona r" el salario, o jugarse desde el concepto cientfico explic itando las con

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  • diciones materiales del ocultamiento, sus contradicciones y fuerzas actuantes, y la posib ilidad de transformacin total de la estructura y sus efectos.

    Este compromiso con la teora es lo que nos remite al compromiso con las prcticas-tcnicas de cada ciencia, y del psicoanlisis en particular.

    "Lacan empieza su obra diciendo: Freud fund una ciencia. Una ciencia nueva, la ciencia de un objeto nuevo: el inconsciente".

    A firmacin rigurosa. Si el psicoanlisis es una ciencia, al ser la ciencia de un objeto propio, ser una ciencia estructurada como cualquier otra ciencia, poseyendo una teora y una tcnica (mtodo) que permitan el conocimiento y la transformacin de su objeto en una prctica especfica. Como en toda ciencia constituida, la prctica no es el todo de la ciencia, sino un momento tericamente subordinado; es el momento en que la teora convertida en mtodo (tcnica) entra en contacto terico (conocimiento) o prctico (la cura) con su propio objeto (el inconsciente)" 23.Esta caracterizacin de la estructura de lo cientfico reformula el esquema ideolgico de ciencia.

    Para la concepcin ideolgica de la ciencia, sta estara articu lada en una dupla necesitante: Teora/Prctica; es decir, un cuerpo de verdades de pensamiento y una empira, como comprobacin en la accin o como verdad de la teora. Doble articulacin a todas luces metafsica todo empirismo es un idealismo ya que eterniza la relacin especular Sujeto/O bjeto que est a la base del maniquesmo cognocitivo. Adems, hab lar de la ciencia es escamotear la constitucin real y el desarrollo histrico de las distintas ciencias en pro de una concepcin universal y abstracta que diese cuenta de " la T o ta lida d ". Se oculta as el t ipo de determinacin que sobre lo real-concreto ejerce el sistema especfico de cada ciencia, y el modo histrico de variacin de sus contenidos.

    Por lo tanto, para constituirse como ciencia una disciplina debe lograr, en el campo de la teora del discurso elaborar su obeto-de-conocmiento, desarrollar sus propios contenidos conceptuales, articu lar su mtodo (como prctica tcnica que interpreta y fbrica modelos) y transformar un mbito de la realidad, produciendo en ella no slo determinaciones cognocitivas.

    Porque toda ciencia es una prctica, y toda prctica es un traba jo y todo trabajo es la transformacin de una materia prima mediante instrumentos adecuados para producir un efecto (producto) especfico.

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  • Pero el primer traba jo que constituye a una ciencia como ta l es la ruptura epistemolgica, el pasaje de una problemtica ideolgica a l campo estructurado de los problemas pertinentes a una nueva lgica un ificadora . El momento de fundacin de una ciencia es el momento (y el lugar te rico ) de la estructuracin del objeto-de-conocimiento, no como "a lg o conocido" sino como posibilidad de conocimiento real.

    En el caso del psicoanlisis es importante tener en cuenta esto ya que de no saber cul es la verdadera funcin epistemolgica del Inconsciente se pasa a "creer" que la inversin copernicana realizada por Freud consiste en un simple reemplazo de objetos-cosas humanos, ayer el ser-consciente, hoy "las oscuras profundidades de los instintos". La fundacin del psicoanlisis produce un descentramiento donde el sujeto conciente de su saber y conocimiento de s pasa a ser sujetado a la estructura del inconsciente que lo estructura. "En adelante entonces, el sujeto va a ser donde no se sabe y va a saberse donde no es. Queda as escindido entre su verdad y su saber" 2*. Por lo tanto el psicoanlisis, como dice Tort, no tiene ms que un objeto: el sujetamiento como mecanismo de produccin/reproduccin del sujeto ideolgico. Entonces, la teora de inconsciente no tiene como objeto el inconsciente de Fulano o Mengano, sino "un producto terico, un instrumento especial terico con el cual se pueden abordar los efectos psquicos a partir de los cuales es posible desentraar esa estructura, ese orden de determinaciones y ese campo antes desconocido que es el campo del in consciente. El objeto est directamente abordado a partir de la produccin terica" (Sciarreta).

    Los elementos de una prctica son homogneos, por esto es que en la prctica terica los datos no son la " re a lid a d " sino que son materiales cogno- citivos, pertenecen al nivel en que se desarrolla la prctica y produce en operaciones especficas (tambin ellas cognocitivas) efectos del mismo orden: esto es, el proceso de conocimiento. En este proceso se construye el objeto del psicoanlisis.Desde la prctica terica es posible modificar la prctica transformadora de tipo " re a l" , la prctica tcnica; y no slo m odificarla sino tambin re- de fin irla , reorganizarla y reinstrumentarla: funciones stas que cumple la teora desde la "produccin de determinaciones conceptuales (en el sentido de estructuras formales, objeto-de-conocimiento) que determinan invariantes de un dominio de ob je to ". Pinsese, por ejemplo, en la interpretacin cabalstica de los sueos o en la hipnosis y su posterior modificacin por los conceptos de Inconsciente, Represin, etc.

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  • Si un discurso cientfico se define por )jn objeto especfico (objete-de-conocimiento), una relacin especfica con ese objeto (operaciones terico-con- ceptuales) y un producto (efecto de conocimiento), las transformaciones reales solamente se producen por medio de una tcnica pertinente, una tcnica que traba ja ese campo y sus posibilidades. Quien da cuenta de los procesos hacindolos intelig ibles, definiendo sus condiciones, leyes y mecanismos, es la te o r a . . . pero la realizacin de la transformacin se da POR la prctica tcnica. La pertinencia de una prctica tcnica a una teora fundamenta en ltim a instancia la cientificidad de una ciencia. (Ver Cuadro VI).Por lo tanto, toda tcnica es siempre la prctica tcnica de su campo terico. . . y esta prctica tcnica es la que NO puede tener una teora (en convivencia parale la con la teora cientfica). No puede haber una teora DE la prctica tcnica, puesto que sta es el modo de articularse con lo real, de las prcticas cientficas. El mtodo que una ciencia utiliza, est en constante relacin con la prctica terica y, al mismo tiempo, con la prctica tcnica.

    Por lo tanto la interpretacin y fabricacin de modelo hacen a las dos prcticas, terica y tcnica: se interactan y construyen dialcticamente, y su escisin marca una inscripcin ideolgica 25.

    La ideologizacin producida por el existencialismo y la fenomenologa, el ocultamiento del pensamiento freudiano real con su tcnica correspondiente, libera un discurso ideolgico sobre la conciencia (contenidos intencionales, etc.) que ejerce a su vez una tcnica de la dominacin.Preguntmosnos entonces, desde dentro del psicoanlisis qu es la conciencia. Por un lado tenemos que decir, con Rafael P az26, que la conciencia nunca es transparencia"; la conciencia es lo que en nuestro anlisis estructural hemos recuperado como la estructura terciaria y sus distintas estructuraciones como sujeto; se ha disuelto entonces el cogito cartesiano, la conciencia como dato ltim o e inmediato, y aparece la mera funcin de reconocim iento/ocultamiento "producto term inado de una estructuracin que debemos llegar a conocer en la prctica analtica. Por eso la falsa transparencia de la conciencia no es nada ms que la ilusin de una cierta capacidad de decisin que encubre la rea lidad de las pulsiones, etc.

    En la medida en que un discurso intente recuperar la conciencia como contenidos de conciencia, fuerzas intencionadas, epifana del mundo real, zona del pro-yecto, etc., se cae en una concepcin del individuo como receptculo

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  • transparente de la to ta lidad del mundo. Por el contrario "Freud nos ense a no confundir la conciencia ideolgica la del contenido manifiesto que nunca es ingenua, sino construccin abstrada y producto de la estructura subyacente, con la conciencia v e rd a d e ra . . . ligada solamente a l desciframiento del contenido latente, inagotable tambin l . . . (Szpilka).

    Por eso es que en una prctica tcnica ideologizada el objetivo de cura expresado en la frase "hacer condente lo inconsciente", significara poner en la transparencia lo oculto. . . que es lo mismo que decir, analticamente, poner en la zona de la represin lo que no perfenece a la represin.

    Por lo tanto, sera un discurso especular que se oculta a s mismo: hacer lo que no puedo hacer. En este sentido "hacer condente lo inconsciente sera lo contrario al objetivo de cura, sera adaptacin: poner al individuo en reproduccin constante de las representaciones de sus relaciones imaginarias, reforzar el sujetamiento, consolidar la sutura, eternizar la estructura terciaria (ideologa). Por eso, en nuevos trminos epistemolgicos, "hacer condente lo inconsciente" se traducira terico-prcticamente como un hacer explcito lo vivido, no slo como un conocimiento de vivencias traumticas sino fundamentalmente cul es el efecto de una estructura total que en un momento histrico determ inado produce en l esa fabricacin del sujetamiento ideolgico sea como sistema coherente "sano o como estado patolgico derivado del deterioro de esa cierta no rm alidad .

    Este procesamiento del efecto de una estructura no se da slo en el an a lizando sino tambin en el terapeuta cuando realiza su prctica tcnica, "en la transferencia , en el ejercicio de la pa labra. Ejercicio que se ejerce p le namente cientficamente cuando se ha pasado por la experiencia d idctica del anlisis, cuando se ha recorrido los dos polos de la articulacin cientfica. Pretender hacer una tcnica solamente "desde la teora es caer en el cientificismo. . . variante ideolgica del empirismo idealista.

    Estas breves notas dejaran planteado a nivel de apretada sntesis el problema epistemolgico. Evidentemente hay una gran cantidad de problemas que se anuncian detrs de este planteo. Sealaremos algunos:

    1 Si la prctica cientfica del psicoanlisis consiste en ese desarrollo de sus propios conceptos, en la reorganizacin histrica continuada de los conceptos, qu pertinencia determina la prctica tcnica? Hay una tcnica "o rtodoxa y permite sta la "im portacin de conceptos" de otra ciencia? (Pinsese en Lacan y la lingstica).

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  • 2 Si el objetivo de cura analtica es hacer explcito lo v ivido, esa expli-citacin de la ausencia, de lo estructurante y v irtua l de la estructura, no nos estar remitiendo no a una cura meramente ind iv idual sino "socia l"?

    Y por lo tanto, qu relacin tiene el psicoanlisis con la prctica poltica, con la transformacin de las relaciones sociales (efecto de esta estructura) por nuevas relaciones sociales?

    Por ltimo: si la cura es entendida como desujetamiento to ta l, cmo se articula con la lucha ideolgica? Sirve el psicoanlisis para adap ta r o para liberar?

    Evidentemente, estas preguntas exigen respuestas que no estn contenidas en la letra de Freud, pero s en la explicitacin de la cientificidad de esto que es el psicoanlisis como prctica cientfica.

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  • apndice

    ubicacin terica de las epistemologas

  • La primera pregunta es: qu es esto de la Ciencia? Y he cado en la consideracin de que hay que afirm ar nuevamente que l Ciencia no existe, sino que existen una serie de continentes tericos que explicitan sus pro pios contenidos conceptuales a partir de la edificacin de objetos regionales que crean disciplinas particulares llamadas Ciencias a secas; y que estas Ciencias tienen su historia en el momento de la fundacin de su objeto de conocimiento, lo cual me hace elim inar la nocin de Saber, entendido como desarrollo continuo, y f ija r para el tema de la Ciencia una posicin discontinuista. Esta posicin discontinuista hace que el proceso que d ife rencia el conocimiento de lo otro del conocimiento marque en prim er lugar a lo otro del conocimiento, como conocimiento comn u opin in fundado en lo fenomnico, por lo tanto el comienzo de cada una de las Ciencias no tiene nada que ver con los orgenes de las ciencias, sino que la constitucin est marcada por una ruptura constituyente que depende del cmulo de determinaciones y sobredeterminaciones tericas-histricas, y por lo tanto, las ciencias se desarro llan no slo en el p lano del discurso cientfico que la e x p l i c i t a con el objeto especfico que la define, sino tambin por una re la cin especfica que tiene con su objeto (las operaciones terico-conceptua- les), y por el producto que es el efecto de conocimiento o el conocimiento en s y adems por la relacin tcnico-prctica sobre el campo en el cual opera, a lo que hay que agregar los efectos sociales pertinentes. Si esto es as!, la constitucin de ias ciencias depende tanto de la ruptura que las establecen en su discontinuidad como de las demarcaciones o cortes intra- ideolgicos, que preceden lgicamente a esta ruptura, llmese a estos cortes perfeccionamientos, correcciones, crticas, etc. (sera el proceso de preparacin de la coyuntura terica que establece el obstculo epistemolgico para la ruptura). Este movimiento de preparacin es lo que constituye, ha ce, produce, fabrica el punto sobredeterminado por la acumulacin de determinaciones ideolgicas considerado en forma sucesiva. En este punto por ser sobredeterminado intervienen elementos capaces de ser determ inados tericamente pero que en realidad son histricos (por ej. dcada del 60 coyuntura especfica para el estructuralismo).

    El concepto de ruptura no es un concepto que dependa de la subjetiv idad de los trabajadores del campo y ni siquiera pertenece al ejecutor de la ruptura, ya que no es un proyecto voluntarista de salto, puesto que solamente queda determ inado como salto luego de efectuado el corte; ya que la prehistoria de una ciencia es ta l por la constitucin efectiva de la misma como ciencia; solamente hay prehistoria del psicoanlisis a partir de! establecimiento del objeto del psicoanlisis y los conceptos que expli-

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  • citan el campo: inconciente, represin, etc. Si esto es as lo que tenemos que ver es cules son los efectos de la ruptura.

    Primer efecto de la ruptura: Es un efecto de corte, sin embargo tenemos que elim inar la tentacin visualista e ideogrfica de este corte, ubicar el corte en el discurso terico, y no en la imaginera ideolgica. El corte es ta l porque establece un punto de no retorno, este punto de no retorno es el punto de la im posib ilidad de pensar los problemas de la "C iencia" (de la prehistoria de la ciencia) con el objeto de conocimiento nuevo y una vez establecido el objeto de conocimiento. Por eso es que el punto de no retorno o ruptura no es un movimiento cclico, sino que es el resultado de la produccin terica, es decir, de la constitucin del objeto. Este resultado o producto corta con la ideologa precientfica, no porque no quiera saber ya nada ms con ella (actitud voluntarista), sino porque no puede ver nada ms con ella dado que sus problemas pertenecen a otra problemtica.

    Segu.ndo efecto de! corte: Es que esta ruptura permite el trazado de- marcatorio en el terreno filosfico, sin embargo no debe entenderse a la demarcacin por un juego form al exterior al proceso de conocimiento y al proceso de constitucin de la ciencia como si uno pusiera desde afuera de la teora y dijera esto pertenece a la historia, la prehistoria, etc.; sino que aqu hay que retomar nuevamente el concepto de retardo en filosofa.

    Cuando se habla de retardo en filosofa, qu quiere decir especficamente? que no hay una filosofa que le corresponda obligatoriam ente a cada una de las ciencias, sino que a toda modificacin estructural en el campo terico le adviene una provocacin que logra estructurarse como la filosofa orig inal, nueva, que intenta elaborar esta modificacin; entonces habra una especie de movimiento articu lado entre ruptura, modificacin estructural del campo y constitucin de un discurso que traba ja esa m odificacin. Aqu viene lo novedoso en lo que estbamos viendo, tan to la ciencia como la filosofa son sntomas de la nueva problemtica; por lo tonto, causa-efecto de la misma, entonces no hay importacin de la problemtica de la ciencia a una filosofa que constituira a partir de a ll su objeto, sino que el objeto que funda la ruptura desplaza a la antigua problemtica y elabora los nuevos conceptos de esa ciencia y es el que le da a la filosofa la justificacin de su discurso, ya que como filosofa traba ja siempre sobre el vaco, producido por la ruptura. Por lo tanto, por muy "c ientf ica que sea una filosofa siempre traba ja sobre aquello que la ciencia aparta o produce como vaco; por lo tan to siempre la filosofa es un rumiar

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  • (A lthu sser), pero mientras una, traba jando la modificacin, intenta suturar la ru p tu ra , la otra traba jando sobre la modificacin intenta dos cosas:

    1 . A m plia r el campo de la problemtica y trazar las demarcaciones necesarias para el desarrollo de sus conceptos.

    2 . Operar mediante este mecanismo 1) en la real y efectiva articulacin de la prctica tcnica de esa ciencia sobre el campo real de su aplicacin. Esto es lo que se llama la toma de partido en filosofa.

    Este panorama permite visualizar que lo importante es el proceso de constitucin de objeto y por lo tanto la conquista de este objeto contra las evidencias ideolgicas y contra el acecho ideolgico. Dnde? En el punto sobredeterminado. Y por lo tanto, se puede decir que el objeto cientfico no es ni abstrado ni extrado de los comportamientos o fenmenos empricos, sino que esta conquista es una conquista constructiva; y sta sera otra de las caractersticas de nuestra epistemologa de base bachelardiana: por un lado es discontinuista, y por otro construccionista. Este construir el objeto por esa ciencia hace que dicho objeto pueda ser tericamente p lan teado como no-real, no fenomnico, no existendal y por lo tan to que su no abstraccin-extraccin sea reemplazada cognoscitivamente por el concepto de produccin. Y por lo tanto, que esta produccin sea reglada por el mecanismo de la produccin: materia prima, instrumentos y producto. Es decir, que sea proceso, que sea tratam iento de lo ideolgico, manejo de lo instrumental y establecimiento de lo nuevo; y como todo proceso/trabajo tenga que ver articuladamente con el proceso real. Entonces el objeto de una ciencia no es el objeto ideolgico traducido en cientfico ya que si fuera as la ciencia sera la verdad de una ideologa; sino que el objeto de una ciencia pone en el campo de lo terico otro tipo de producciones/ transformaciones traba jado sobre otro tipo de materia prim a, con otros t i pos de instrumentos para rematar en otro tipo de producto. Es as que este objeto cientfico es abstracto si rea lidad e ideologa quiere decir lo mismo, pero es real si tiene en cuenta el mecanismo articulado to ta l de una ciencia,- articulacin: prctica terica, prctica tcnica. Entonces )a primera "evidencia" de esto que estamos diciendo es que no existen evidencias sino producciones, y por lo tanto, la prctica filosfica (epistemologas de esas ciencias) es una prctica insertada en el proceso de produccin cientfica. No es un afuera de la ciencia que la legitim iza como ta l, ni es un adentro, de la prctica de lo cientfico, sino que es el momento tangencia! entre la articulacin de los conceptos y la produccin de sus contenidos; es entonces ah que puede entenderse por qu entre las tres generalidades (Althusser) cmo la secuencia del traba jo cognoscitivo pueda existir y con

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  • viv ir una prctica que no maneje generalidades sino categoras, porque son estas categoras (en tanto "cierre categoria l" que trabaja la lgica interna del discurso) las que posib ilitarn la articulacin reglada de las generalidades, ya que sera un error considerar como idnticas las demarcaciones, las refundiciones y la ruptura. (.)

    Creer que la filosofa es un afuera de la ciencia es recaer en la ilusin metafsica de una Teora de las teoras, y por lo tanto, una regulacin de la to ta lidad de las prcticas cientficas, sin tener en cuenta la coyuntura que especifica la ruptura, y por lo tanto, im posib ilita r el tercer efecto de la ruptura.

    Tercer efecto de la ruptura: Que es el de la autonoma relativa de la ciencia nueva, que es lo que permite construir el procedimiento experimenta l adecuado a la construccin y desarrollo de sus conceptos.

    Teniendo en cuenta esto, lo que se nos plantea como altamente pro blemtico, es intentar saber si estas epistemologas lo son de las ciencias relativas a un campo, a un continente, o si es cada una de ellas la epistemologa de la to ta lidad del continente. Si tomamos en consideracin lo dicho acerca del establecimiento o aparicin de la filosofa, de este retardo de la filosofa, se podra adelantar que existen tantas epistemologas como ciencias constituidas (ojo, que no decimos reconocidas y legalizadas socialmente) hay. Y esto dara una descalificacin de la epistemologa continental; sin embargo es preciso, como sntoma de rigor cientfico, considerar por qu las ciencias son tales dentro de un continente ya que pareciera que le bastara con sus propias autonomas; lo cual nos lleva a preguntarnos acerca del concepto que define al continente cientfico. Si por continente cientfico se entiende solamente la coparticipacin analgica de incidencia de la ciencia sobre un campo de la rea lidad, este concepto ms que de fin ir un continente terico defin ira " rea de ap licacin" y por lo tanto parcelara a la rea lidad como cosa (Objeto) al modo como la epistemologa tradicional o teora de la ciencia tradicional asignaba campos de rea lidad a las respectivas disciplinas. Haramos una ontologa de las ciencias y por lo tanto re-editaramos la dupla sujeto-objeto, conciencia-cosa, espritu-materia.

    Si por el contrario, continente describe conceptualmente no campo de aplicacin sino articulacin de problemticas, habra la posib ilidad de def in ir a las ciencias como formaciones regionales en el campo de lo terico, por lo tanto, los continentes cientficos son continentes de una problem tica articu lada pero no idntica, ya que las ciencias son autnomas re la tivamente, y por lo tanto la epistemologa continental podra ser edificada

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  • en base a las categoras instrumentales que permiten el traba jo del campo en su conjunto. Tomando lo anterior y procesndolo en la extensin de sus trminos lo que nos quedara por ver seran los criterios de adjudicaciones continentales, ya que si no hay una actitud de adjudicacin emprica de campo, a qu tipo de adjudicacin pertenece la de continentalizacin terica; estos criterios solamente son definidos a partir de aquellas coyunturas sobredeterminadas que postulan ciertos cortes con idnticos efectos totales. Por e.: en el continente de la fsica, la qumica y la biologa articulan un corte que afecta a una to ta lidad de campo diferenciado, por ej. de un campo como el afectado por la lgica; y son estas discriminaciones o d iferenciaciones tericas las nicas que establecen los continentes. Por lo tanto, los continentes no estn dados de antemano sino que tambin los continentes permiten ampliaciones por el nacimiento discontinuo, en su seno, de ciencias nuevas; y por lo tanto, el concepto de regin terica no es un concepto cuantita tivo /d is tribu tivo , sino que es aquel concepto que explicita la movilizacin de la estructura to ta l del continente y su posibilidad de articulacin a nivel de la to ta lidad terica articulada, lo que nos lleva a postular tambin a los continentes no como topografas cerradas, mona- dales, en lo terico, sino estructuralmente funcionales en cuanto producto cognoscitivo. Entonces el hablar de una epistemologa general puede ser entendido en el sentido en que abarca el campo de su continente, y ' qu izs el punto de las articulaciones continentales. Es necesario poner este qu izs porque hasta el momento no ha habido grandes trabajos tericos que tomen en consideracin esta dea de la articulacin epistemolgica entre los continentes, ya que no ha habido traba jo de constitucin de historias d iferenc iadas.

    Este punto hace referencia al M . D . postulado casi siempre como epistemologa de la to ta lidad de los discursos tericos; habra que decir cules son los principales blancos que ofrece. Por un lado el status terico del M.D. es el status del M.H.? y en qu alcance? ya que esto ltimo ha sido traba jado en extensin solamente en la instancia econmica, es decir, que la prehistoria identificable ya del M.H. es la ideologa econmica; y por lo tanto, la pregunta puede ser revertida de la siguiente manera:

    1) El M.H. funda el continente de la historia? o funda solamente la regin de la historia en cuanto economa [ciencia/prehistoria ideologa econmica)?

    2) El M.H. es una ciencia regional? su objeto y su problemtica son solamente los de la economa? Si no lo son, qu es lo que define la

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  • extensin de su problemtica ya que tiene defin ida la invariancia de su objeto de conocimiento? Por lo tanto preguntarse por la extensin de la problemtica, implica preguntarse por esas modificaciones estructurales que produce y que fundan su filosofa; y as cabra )a posib ilidad de preguntarse y de identificar la epistemologa correspondiente. Pero como ni la continentalidad, ni la regionalizacin pueden ser asignaciones a priori, lo que nos qu'eda a traba ja r con rigor cientfico es la presencia real y efectiva de las ciencias que articulan una misma problemtica. En este sentido si bien es cierto que hay una exigencia terica de fundacin de ciencias regionales que completen el tratam iento de las instancias, este pedido tampoco es voluntarista, por lo tanto, habra que esperar (sobredetermina- damente) aquella acumulacin que produzca el punto para la ruptura y constitucin de estas ciencias regionales. Espera que no tendra que ser silenciosa o pasivamente expectante, sino que tendra que ser tan operante cuantas demarcaciones seamos capaces de efectuar para las determ inaciones de esa coyuntura. Es por esto que provisionalmente podemos decir que el M.D. podra ser la epistemologa del continente de la historia, en el sentido del M.H.; pero que histricamente determinado su campo de a p licacin a| nivel de la instancia y la regin traba jada permitindose su incursin en las otras instancias en cuanta tarea asignada por el mismo campo para demarcar acumulativamente las otras instancias. Esta permisin, no es una permisin tica, sino que es una permisin que le adviene-. 1) Por el mecanismo especfico de funcionamiento instrumental (lase intervencin);2) Por la calidad de la problemtica que define el continente; decir que no slo demarcar en las otras instancias porque su intervencin, mecanismo epistemolgico, le permite tal tipo de toma de partido, sino porque la pro blemtica del continente lleva en s las articulaciones necesarias para esta permisin; y ser esta misma permisin la que nos har incluir al psicoanlisis como ciencia regional del M.H.

    Si todo lo anterior guarda una lgica expositiva, que puede ser de finida como cientfica, de dnde la pertinaz tosudez de caracterizar al M.D. como filosofa no ideolgica, como filosofa "c ientfica"? Ser porque se pretende que el objeto de esta filosofa es la ideologa? Si esto fuera as como ocurri en la primera poca de Althusser ta l filosofa sera la Teora de las teoras, y por lo tanto, la verdad de las teoras; lo cual nos llevara a restablecer la dupla ideo log a /verdad que denegara a rb itra ria mente la otra dupla ideolgica establecida por esta misma concepcin, que es la de ideologa/c iencia. Entonces habra como consecuencia de esta pa radoja no resuelta una identificacin entre esta filosofa y la ciencia, y por

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  • lo tanto, la disolucin al menos provisoria del M.H. en el M.D. Por otro lado si la filosofa cientfica tiene las pretensiones de operar con un objeto, este objeto es el efecto que instaura una ruptura, y por lo tan to , este objeto es el que se establece como instrumento para el proceso de conocimiento que se realiza por medio de esa "Filosofa , y en cuanto proceso producira conceptos especficos; lo cual llevara a la denegacin de que la filosofa traba ja con categoras y por lo tanto, establecera una regin autnoma relativamente como las otras ciencias, lo cual nos dara paradojalmente una reduplicacin de regiones con el M.H.; y exacerbando lo dicho llevara a una reduplicacin de continente ya que existira el continente de la historia fundado por M arx y este otro continente fundado por la epistemologa correspondiente; pero queda an por ver si aquello a lo que se refiere esta concepcin es p lantear que el M.D. sera la filosofa de las epistemologas anteriores, las filosficas; que eran las encargadas en form a exp lcita de producir, diferenciar y reducir el concepto de ciencia. Esta consideracin nos llevara por un lado a visualizar a ta l M.D. como una disciplina terica suprema que "esboza las condiciones formales de toda prctica terica" (Althusser); y por otro lado nos llevara a reconocer que no se puede saber cmo se hace para diferenciar o circunscribir los isomorfismos que hay entre este M.D. y las ideologas filosficas particulares o las f i lo sofas ideolgicas particulares, sobre todo la de teleologa terica y la au to in te lig ib ilidad , aunque el M.D. pueda producir la Teora de su propia prctica y reflexionar tambin su diferencia. Esto es importante ya que la pertinencia de la cual hablaba al comienzo est asentada, sobre esta autoestima, sobre este autoreconocimiento de su poder presentalizarse a s misma; y por lo tanto, se corre el riesgo de que esta consideracin deslice el M.D. al nivel de la ideologa que el M.H. necesita. No nos es desconocida, por otra parte que ta l necesidad transforma en otro registro a l M.D. en una filosofa de la praxis, es decir la carga ideolgica necesaria para vehi- culizar en un campo de aplicacin concreto (la poltica) los contenidos conceptuales del M.H. Sin embargo tambin estas preguntas nos llevan a pensar si no debera existir una teora form al previa que como Badiou estaramos tentados en denominar "teora de (os conjuntos tericos"; "esta teora debera incluir por lo menos los protocolos de existencia de las m u ltip lic idades puras sobre las que se construyan en form a progresiva las estructuras" (Badiou).

    Esta disciplina sin embargo necesita una formalizacin que en este momento no nos interesa tocar; de lo que se tra ta entonces es de repensar nuevamente el M.D., no en base al proyecto de la Tesis XI cuyo horizonte es el M.H., sino sobre la base de su pertinencia como epistemologa de ta l

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  • ciencia, de los alcances de sus formalizaciones y de la posib ilidad de a p licacin de sus categoras; ya que la importacin categorial o conceptual solamente resulta legtima cuando se funda en la legitim idad de la estructuracin y articulacin continental de las instancias. Pretender a priori para el M.D. la funcin de guard in de toda cientificidad, aunque este toda se refiera solamente al continente, es hacer ms que una comprobacin reg la da del proceso de pensamiento una expresin de deseo.

    Si la filosofa no es ya la explicitacin de un discurso sobre la to ta lidad sino la epistemologa de la ciencia particular de la cual se trate, su prctica en cuanto prctica diferenciada opera en el in terior de la prctica cientfica a pesar de que sus discursos sean autnomos e irreductibles al discurso de la ciencia de la cual se trate. Por eso dije que no existe posib ilidad de profesin de filsofos sino en una ciencia en la cual se opta por trabajar. Si esto no fuera as la epistemologa se constituira con la g ran dilocuencia denegada en la epistemologa y pasara a ser un juego de for- malizacin ajeno a las ciencias y posible de ser aplicado en cualquiera de ellas (sera una metafsica instrumental); entonces la primera ilusin a romper es la de la prescindencia del mecanismo de la ciencia para la epistemologa, dejando sentada la autonoma de esta prctica. Pero tampoco la epistemologa es un adentro de la ciencia que se constituira parale la y homlogamente al proceso de produccin de los conceptos, con lo cual caeramos en la vana lidad de decir que para que haya construccin cientfica tiene que haber activ idad ep istem olgica externa y presente. Si no caeramos en el absurdo de condicionar los conceptos a la aplicacin de las categoras en form a condente y diferenciada cuando en rea lidad lo que opera epistemolgicamente en el seno de la prctica cientfica es la epistemologa natural de los cientficos, la filosofa natural, espontnea de (os cientficos (F.E.C.), su ideologa cientfica; sin embargo en la prctica cientfica opera la aplicacin categorial pero esta aplicacin categorial no debe ser entendida como la aplicacin de los instrumentos que esa ciencia tiene para la produccin de sus conceptos, las categoras epistemolgicas no pro ducen nada en el seno de la ciencia, lo que hacen es posibilitar con su ejercicio sobre la estructura lgica de los conceptos el desarrollo y la articu la cin coherente de estos mismos conceptos. Es como si la epistemologa tra ba ja ra en los muones de articulacin de los conceptos cientficos.

    En el mecanismo de operar de la ciencia est implcita la epistemolo

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  • ga natural de los cientficos; sin embargo hay en la produccin cientfica una prctica inserta entre los conceptos y su funcionamiento que tambin hace el cientfico y que es la aplicacin categorial de la epistemologa que le corresponde a esa ciencia, aquellas que abren la ruptura. Esta aplicacin categorial se da en el seno de la ciencia; fuera del mecanismo de produccin cientfica no produce nada en lo producido cientfico pero permite esta produccin en lo que de cientfico tiene ya que en la reinscripcin ideolgica est operando la F.E.C. Doble presencia epistemolgica: 1) F.E.C. y 2) la aplicacin epistemolgica que permite el desarrollo cientfico. Cuando no opera la epistemologa que le corresponde a esa ciencia que desarrolla sus conceptos, se produce un retorno to ta l de la ciencia a su etapa ideolgica (caso de Jung, existencialistas, culturalistas).

    Quiz el problema es cul es el tempus de aplicacin epistemolgica, en qu instante cronolgico se produce. La respuesta es doble.- 1 ) Siempre hay la presencia de la F.E.C. en todo su trabajo, ya sea en su prctica te rica como en su prctica tcnica, pero 2) la operatvidad de las categoras epistemolgicas ("cientficas ) se desarrolla slo en la prctica terica y eventualmente como discurso autnomo al discurso de la ciencia (aunque a veces est redactado en el mismo discurso de exposicin del desarrollo cientfico: Lacan.

    Cmo se articulan las categoras que permiten la demarcacin y los conceptos? No se articulan, no hay articulacin entre categoras y conceptos, las categoras slo operan y permiten que los conceptos se articulen, trazan lneas de demarcacin, abren el espacio para que los conceptos se articulen (u obturan) el espacio. Efectos de las categoras: justo y no justo qu significa? Posibilitan que los conceptos se articulen o no, abren el espacio o lo suturan.

    Las categoras epistemolgicas operan sobre las as llam adas tres generalidades, estn metidas en el traba jo cientfico, pero operan tambin en la GUI, en sus productos. El proceso cientfico produce, pero la "condicin de posib ilidad (expresin cargada de matiz ideolgico kantiano) estn dadas por las categoras epistemolgicas. Trabajan en las tres generalidades, porque su tarea se realiza en el espacio de articulacin de este proceso de produccin cientfica.

    Por ejemplo-,

    M. Prima: Las imgenes form uladas por el paciente en forma de sueo, discurso del paciente, teora en el estado de desarrollo actual, etc.

    37

  • Instrumentos: Conceptos: Edipo, inconciente, castracin, primera y segunda construccin, etc.

    Producto: Conceptos: Deseo inconciente, historia fantasmal del sujeto,etc.

    Si no hubiese un traba jo epistemolgico que aclarase que representacin no lo es en el sentido de la filosofa tradic ional, como imagen visual, producto de la percepcin, si no que tiene que ser entendida como huella mnmica, es decir inscripcin de distintos traumas en la historia fantasmal del sujeto, no podra ser transformada y lo nico que se podra hacer es una simblica del sueo (Jung: inconciente "co lectivo", reproduccin del m andola de la especie).

    Dnde est la tarea epistemolgica? Est entre todos los elementos que conforman la produccin cientfica y a partir de ese traba jo se abre la posib ilidad de articulacin de eso producido por la ciencia. El traba jo de la ciencia es autnomo; el discurso de la epistemologa tambin, pero las "condiciones de pos ib ilidad " estn dadas por el traba jo epistemolgico interno a la ciencia, por eso es que va a ser posible una definicin del objeto del psicoanlisis desde la epistemologa distinta de la dada desde la prctica cientfica. Desde el punto de vista del psicoanlisis su objeto es el inconciente, desde el punto de vista de la epistemologa del psicoanlisis el ob je to ser ese aspecto de la "reproducin" de las relaciones de produccin que es el sujetamiento como mecanismo de produccin / reproduccin del sujeto ideolgico. Estos dos objetos son distintos porque son definidos desde dos perspectivas distintas, pero operantes en una misma prctica que es la prctica cientfica del psicoanlisis; y esto no quiere decir que el objeto defin ido por la epistemologa del psicoanlisis sea la reduccin del inconciente a una forma vaga de "inexplc ito social", no se tra ta de esa reduccin, sino que es la re-ubicacin del mecanismo to ta l de la ciencia por el efecto de cada una de las prcticas. Y esto es lo que va a perm itir que se pueda dejar de hab la r de la relacin M.H. y psicoanlisis como si fueran dos cosas distintas que hubiera que unir de alguna manera, por eso es que no se va a podef hablar de la articulacin entre categoras y conceptos y en este sentido debo reconocer que la instancia en la que funciona el psicoanlisis es la instancia ideolgica. Esta reubicacin pasa por el reconocimiento de la especificidad del traba jo epistemolgico que no es un afuera de la c iencia. Entonces el continente donde funciona la prctica cientfica del psicoanlisis es el continente del M.H. y la problemtica que aborda pertenece a su problemtica cientfica estructurada sobre la problemtica del continente. Es por esto que el psicoanlisis pasa a ser a lgo ms que una tcnica psico-

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  • patolgica y su desarrollo apunta a l tratam iento ideolgico dentro del todo social, por eso es que se podra prever lo que mencionamos como una pedagoga psicoanaltico, esttica psicoanaltico, etc., como desarrollos pa rciales dentro del mecanismo de produccin cientfica.

    La cuestin del retraso en filosofa ya lo p lanteaba Piaget en " ilus io nes de la f ilo so fa ", donde anuncia el desfasaje de la filosofa en sentido tem poral, historicista, cronolgico y sobre todo con el error garra fa l de creer que la filosofa est afuera de la ciencia, ste es uno de los enclaves ideolgicos, presentar la historia de la filosofa como historia del pensam iento abstracto, cuando en rea lidad es la misma historia de las ciencias con sus epistemologas o historias de las ciencias con sus filosofas desfasadas. Por ejemplo en Kant, cmo son posibles los juicios sintticos a p rio ri? Pregunta por la posib ilidad de la ciencia. En la fenomenologa: la vuelta a las cosas mismas.

    Son prcticas operantes en la prctica cientfica relativamente au t nomas, es decir, relacionadas, unidas a la autonoma de la ciencia en ge neral o de esa ciencia con respecto a la otra.

    Epistemologas ideolgicas operan suturando en la teora pero fun da mentalmente en la prctica tcnica de esa ciencia; producen la inscripcin ideolgica, mientras que la epistemologa "c ientfica opera fundam enta lmente en el discurso terico.

    Teniendo esto en cuenta: 1) Esta prctica social como articulacin de la prctica demandara que la autonoma de estas prcticas fuesen au to nomas relativas a la prctica social o autonoma relativa a las prcticas entre s? Esto ltim o evidentemente; porque si no se transforma a la prctica social en la prctica, modelo aglutinante de las otras, entonces caeramos por ej. en lo siguiente, que un cambio en el plano de lo econmico producira inmediatamente un cambio superestructura!.

    (El concepto de retraso de la filosofa se mantiene en cuanto reinscripcin ideolgica porque la retrae a la ciencia hacia su prehistoria).

    Las epistemologas ideolgicas funcionan entre las 3 G pero suturando. Las epistemologas ideolgicas im posib ilitan la marcha conceptual de la ciencia, construyen obstculos; las categoras no tienen historia pero cualitativamente se desarrollan, y en este sentido las categoras se desarro llan con la ciencia.

    Motivo de reubicacin del psicoanlisisCuando me doy cuenta que el objeto del psicoanlisis, el inconciente,

    cuyas formaciones sin excepcin estn soportadas por prcticas y discursos

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  • reales, reformulo la to ta lidad del discurso que ubica as, topogrficamente, al Ps. en la instancia ideolgica, porque la construccin terica de estas formaciones hacen (efectos sociales pertinentes) que se rompa el soporte y por lo tanto la neutralizacin del soporte, como efecto social pertinente, va mucho ms a ll de la cura. Es decir que el problema del soporte es problema de una problemtica mucho ms am plia que la de la problemtica del sujeto psicolgico y por lo tanto, su reubicacin tiene que estar dada a nivel de la superestructura. Entonces el obstculo que yo tena era un obstculo espacial, de visualizacin grfica del espacio de funcionamiento de la ciencia, cuando en rea lidad lo que haba que visualizar era la construccin cientfica del psicoanlisis dentro de la des-construccin del hombre abierta en el capitalismo por el M.H. De a ll parten las reformulaciones tericas del psicoanlisis como disciplina dentro del M.H.

    Explicacin del Grfico de los sujetos) El hijo nuevo, sujeto soporte se llam a as en tanto base material a

    partir de la cual es requerido en cuanto funcionario de relaciones sociales determinadas; no es un concepto biolgico, es materia prima o base m ateria l para la ocupacin de un puesto en las relaciones sociales.

    4) (lnea exterior) Sujeto ideolgico es el lugar en el proceso de los discursos y de las prcticas ideolgicas, lugar constitutivo, tienen por fun cin asegurar la entrada de los sujetos biolgicos en los procesos sociaies, en el todo estructurado ya dado. Pero qu de este pentgono es el lugar, es el sector ese que nosotros nombramos con el N? 5.

    5) Este es el que lo constituye como sujeto de la ideologa, es decir que cuando el sujeto soporte biolgico se asigna en un lugar que se llama sujeto ideolgico, en ese momento recorta un espacio de esos discursos y se elabora un sistema terico de su ubicacin, se cree algo, es una racionalizacin que el sujeto produce, de su ubicacin. Este sujeto de la ideologa sera una variante terica, el cmulo de discursos que el sujeto produce para ubicarse dentro de las prcticas y discursos ideolgicos. El sujeto ideolgico es una especie de operador (4) de lo ideolgico; el que hace, m aneja, mueve lo ideolgico y el (5) sujeto de la ideologa es un cmulo de predicados de dicho sujeto ideolgico, es el enunciado explcito. Por ej.: filosofa tradicional (unidad, permanencia, etc.).

    3) Relaciones sociales cuyos puntos son los sujetos psicolgicos, los sujetos se constituyen en tales por las relaciones. Estos sujetos psicolgicos en sentido psicoanaltico no hacen ninguna referencia a la s ingularidad (que es una propiedad ideolgica) (5), sino que hace a funciones. Lacan lo de

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  • fine como "una posicin con respecto del Significante inducida en el sujeto soporte efecto de su estructuracin por los significantes". Es decir que, el sujeto en sentido psicoanalitico es la resultante de una cierta estructuracin sobre lo biolgico en un espacio ideolgico, por lo tanto, como posicin ocupan cierta materia de lo social pero son ciertas terminales de relaciones soporte efecto de su estructuracin por los significantes". Es decir que, el el sentido de sujetados, y la historia de los sujetos siempre es una historia fantasmal que le pertenece como inducida y que se constituye conforme a su posicin. La dialctica que hay entre los soportes excluye la causalidad mecnica (no se fabrican hombres de una determ inada manera sino que esta dialctica hace al proceso de asignacin en una estructura por la misma estructura); esto es lo que va a dar pie a la posib ilidad de im portar el concepto de sobredeterminacin del psicoanlisis al M.H. y la consideracin de la historia como proceso-sin-sujeto.

    Con mi reconocimiento al trabajo grupal de EstHer Daz de Kubila, Ana Valdecanto, Elvira Prmoli, Elba de Prieto, Graciela Cabrini y Marta Huljich (Rosario, mayo 75).

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  • fO4-oc

  • 1) Marx a Engels, carta del 27 -6-1867 .2) Marx, El Capital, III, Sec. V II, Cap. XLVII, pg. 757, F. C. E.3) Marx, op . c i t . , pg. 45 4 .4) "La prctica ideolgica es el sistema de transformaciones consistentes er.1 el pro

    ceso de reconocimiento de su discurso a travs del desconocimiento de su ob jeto, con vistas a producir una representacin del objeto en la repeticin especular del discurso. El objeto ideolgico es el discurso objetivado, el discurso depositado y concentrado en el cuerpo de ese ob je to. Al mismo tiempo, ese discurso es el objeto subjetivado: el objeto como intuicin, mito, palabra, te o r a . . . el discurso ideolgico repite la materia prima de la que parte en el producto en el que remata: transforma su materia prima en evidencia . Karsz, Sal: Lectura de Althusser, pg. 97, Editorial Galerna, 1970.

    Alejndonos de nuestra intencin didctica debemos sealar que no podemos entender una "transformacin que a modo de "repetic in" remate sus productos en tanto "evidencias". Dejmoslo aqu indicativamente.

    5) Nos referimos aqu a la extrapo lacin", ese momento de la prctica ideolgica que consiste en trasladar mecnicamente conceptos de una ciencia a un campo ajeno a esa ciencia.

    6) Althusser, Louis: Ideologa y Aparatos Ideolgicos de Estado, Revista "La Pense", n? 151, junio 1970, traduccin revisada nuestra en Rev.: "Estudios Inter- d iscip linarios", Cba. 1973, pg. 125.

    7) Op. cit., pg. 125.Tort, Michel: Freud y la Filosofa, er.' "Interpretacin freudiana y Psicoanlisis", Laplanche y otros, Ed. Paids, pg. 37 .

    CUADRO I

    A RE

    A I E

    i 5* =f

    ESTADO, DERECHO, ETC. FAMILIA, ESCUELA, PART. POLITICOS

    SUPERESTRUCTURA

    BASE REAL ('ECONOMIA')

    45

  • 9) Sabido es que las dos proposiciones fundamentales del materialismo (dialctico e histrico) son las siguientes: 1 ) La distincin de ios procesos reales y de los procesos de conocimiento. Si la segunda proposicin es bien conocida, hay que insistir sobre la primera: la unidad de los dos procesos del proceso real y del proceso pensado se funda en su distincin. As, el trabajo terico, cualquiera sea ei grado de su abstraccin', es siempre un traba jo que se sustenta en los procesos reales. Sin embargo, ese trabajo que produce conocimientos se sita enteramente en el proceso de pensamiento.* no hay conceptos ms reales que otros. El trabajo terico parte de una m atera prima compuesta no de lo real-concreto, sino ya de informaciones, ya de nociones, etc., sobre ese real, y la trata por medio de ciertos tiles conceptuales, trabajo cuyo resultado es el conocimiento de un ob je to. Puede decirse que slo existen, en el sentido estricto de la palabra, los objetos reales, concretos y singulares. El proceso de pensamiento tiene por fin ltimo el conocimiento de esos objetos. . . (pero) no siempre se refiere a esos objetos: puede referirse tambin a objetos que se designarn como abstracto-formaies, que no existen en sentido estricto, pero que son la condicin del conocimiento de los objetos reales-concretos.

    Segn su lugar riguroso en el proceso de pensamiento y el objeto de pensamiento sobre el cual versan, pueden distinguirse los diversos conceptos segn su grado de abstraccin, desde los ms pobres a los ms complicados y ricos

    CUADRO IIESTRUCTURAS REGIONALES

    (NIVELES, INSTANCIAS)

    - L O POLITICO - L O IDEOLOGICO- LO ECONOMICO- LO TEORICO

    MODO DE PRODUCCION (PRACTICA SOCIAL)

    4 6

  • CUADRO ti lESTRUCTURACION (F U

    ESTRUCTURANTE AUSENCIA{VIRTUAL)

    CARENCIA

    ESTRUCTURADAEXPERIENCIAa c t u a l id a d

    PRINCIPIO ACTIVO - r - A ELEM. REFLEXIVO)

    FUNCIONES

    SUBJETIVIDADSOMETIDA1F.2)

    DISTORSIOMORDENACION IMAGINARIA

    (ESTRUCTURA TERCIARIA) {F.j i d e o lo g a : c o h e r e n c ia

    SISTEMASUTURA

    LO DEFINE COMO SUJETO": NO ' REFLET

    en determinaciones tericas. Los conceptos ms concretos, los que conducen a conocimiento de una formacin social en un momento determ inado de su desarrollo, no son (como tampoco son ios objetos reales-concretos) la materia prima del proceso de pensamiento; tampoco son deducidos de los conceptos ms abstractos, o subsumidos en estos ltimos, aadiendo a su generalidad una simple pa rticu la ridad . Son el resultado de un trabajo de elaboracin terica que, operando sobre informaciones, nociones, etc., por medio de los conceptos ms abstractos, busca la produccin de los conceptos ms concretos que conducen al conocimiento de los objetos reales, concretos y singulares . Poulantzas, Nicos: Poder poltico y clases sociales en el estado capitalista, Ed. Siglo XXI, pgs. 3-4.

    A pesar que estas "descripciones" apunten a desarticular con bastante e f iciencia al Empirismo, creemos que debemos adherir a ellas slo provisoriamente.- hoy (1975) nos parece que por a ll todava ronda viv ito y coleando el fantasma de la dicotoma sujeto/objeto, en otro registro ms sofisticado. Tambin lo dejamos aqu indicativamente.

    4 7

  • 10] A pesar de que aqu Hagamos un "g r fico " corv intencin pedaggico-didctica, el concepto est lejos de representar una metfora espacial.

    11) Esta combinacin no debe ser entendida como una "com binatoria", puesto que la naturaleza especfica de Jos elementos que se relacionan en las diferentes combinaciones limitan de antemano el nmero y el modo de las combinaciones posibles. (En Roiles, Albert: Lectura de Marx por Atlhusser, Ed* Este(a| Barcelona 1971, nota en pg. 119).

    CUADRO IV

    i rz>

    O3cc

    (/) LcclUCLDCO

    REFERENCIAS

    1 - Discurso y practica ideologicog2 - Sujeto psicolgico:

    posicin /inducida / efecto3 - Relaciones sociales

    4 - Sujeto ideologico (Jugar)5 -Sujeto DE L A ideologa

    6 - ( Soporte) biologico

    4 8

  • 12) La especialidad de estas niveles como prcticas diferenciadas; vase Althusser, Louis: La revolucin terica de Marx, Siglo X X I.

    13) Vase ms adelante: nota 16.14) Este concepto de superdeterminacin es lo que diferencia a la contradiccin

    marxista de (a pseudo-contradccr: hegeiana.15) Se produce as un desplazamiento de la estructura econmica, un desapare

    cer para aparecer en otra estructura que le sirve de sostn y justificativo.1 ) La contradiccin hegeiana es slo aparentemente sobredeterm inado' . As

    por ejemplo, en la Filosofa de la Historia en la que toda sociedad histrica est constituida por in fin idad de determinaciones concretas: leyes polticas, re- Jigir o costumbres, Jos regmenes financieros y comercial, Ja educacin, la filosofa, Jas artes, e t c . . . . se encuentran Jas apariencias de una sobre- determ inacin"; sin embargo, ninguna de estas determinaciones es, en su esencia, exterior" a las otras porque a tota lidad social que componen se refleja en un principio interno nico, como la novedad" de todas estas determ inaciones concretas: as, en Roma, Hegel ve este principio interno en la "personalidad urdica abstracta". (Ver Roies, op. cit., 123).

    17) Para este punto vase: Bachelard, Gastn.- La formacin del espritu cientfico, Ed. Siglo XXJ, 1972.

    18) Una ajustada exposicin de la diferencia entre lectura literal y lectura sintomal

    c u a d r o v

    EFECTO DEL SISTEMA

    ,(A ; RECONSTRUCCION FIGURADADESDE LC SENSIBLE

    SOL GIRA ALR. TIERRA EV10ENCIA (LO VIVIDO;

    FORMULACION DE LA RELACION(MOVIMIENTO Ol. s is t e m a ;

    DENTRO DEL SISTEMA -------------?

    REELABORACION DEL SISTEMA S

    TIERRA GIRA ALR. SOL LO REAL I NO. EVIDENTE

    (LO CONOCIDO)

    SE CONSTRUYE PARA EXPLICAR LO SENSIBLE

    DEFINE L A EXPERIENCIA A NIVEL SENSIBLE

    FUERA DEL SISTEM A------------ }

    B RECONSTRUCCION DETECTADA DESCIFRADA DETERMINADA DESDE LA ELABORACION RACIONAL

    4 9

  • o cientfica se encuentra en el citado libro de Karzs, y en Althusser, Leer el Capita l, Prefacio, Ed. Siglo XXI, 1969,

    En e curso anual del CEP de Rosario he desarrollado la ilusin de las dos lecturas: slo existe la lectura sintomal. Tambin a ll he denunciado el te rrorismo ejercido desde una pretendida lectura epistemolgica garantizadora (?) de la cientificidad de las ciencias. Me remito a esas clases grabadas.

    19) 7ort, Michel: El psicoanlisis en el materialismo histrico, Ediciones No, 1972, pg. 37 .

    20) Op. c i t . , pg. 3 8 ss. et passim.21) Recomendamos leer detenidamente, en este punto, las Definiciones que M .

    Pcheux y E. Balibar hacen en Sobre (a historia de las ciencias, de Fichant- Pcheux, Ed. Siglo XXI, 1971.

    22) Sciarreta, Ral: Clases de Epistemologa 1969-70, Bs. Aires.23) Althusser, Louis: Freud y Lacan, Cuadernos Anagrama, 1970, pg. 17.24) Szpiika, Jaime.- Bases para una Psicopatologa Psicoanaltica,. Edic. Kargieman,

    Bs. As. 1973, pg. 23 .Quede claro que hago uso solamente de una frase de Szpiika, ya que sus

    sujetos son posibles de ser ubicados en las actuales reinscripciones ideolgicas del psicoanlisis.

    c u a d r o v iINTERPRETACION

    5 METODO'*^ > CONST. DE MODELOSi TECNICA MECANISMOS ESPECIFCOS

    LEYES PROPIAS

    CURA LA "PALABRA / EN LA TRANSFERENCIA.

    25) Vase el trabajo de Rafael Paz, presentado er, el Congreso de Psiquiatra, Crdoba, 972. (Publicado en Estudios Interdisciplinorios antes citadas).

    26) Paz, Rafael: El cap. VII de la Interpretacin de los Sueos, de Freud en Curso deI C .E .P . Crdoba, 1972.

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  • bibliografa

  • Adems de !os textos mencionados en las notas:

    LapJanche-PontaliS: Diccionario de Psicoanlisis, Ed. Labor, 1971 .

    Miller-Herbert: Ciencias Sociales: Ideologa y Conocimiento, Siglo XXI..

    Barthes y otros: La Teora, Editorial Anagrama, 1971 .

    Bachelard, G.: El compromiso racionalista, Siglo XXI, 1973.

    Sciarreta, Ral: La problemtica de L. Atlhusser..., Rev. Argentina de Psicologa, n9 8, 1971 .

    Althusser, Louis: Lenn y la Filosofa, J. Prez Editor, 1971.

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