Valle-Inclan, Ramon Del - El Ruedo Iberico . Bradomín Expone Un Juicio Pesimista y Paradojico de...

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Valle-Inclan, Ramon del - El Ruedo Iberico . Bradomín Expone un Juicio Pesimista y Paradojico de España

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Ramn del Valle-Incln(1866-1936)EL RUEDO IBERICOBradomn Expone un Juicio Pesimista y Paradjico de Espaa (c.1930)Torn a repetir, triste, desengaado y burln el viejo dandi: Aqu no puede haber otra cosa que un motn de sargentos.Replic Mori: Seor Marqus, esta vez los sargentos son generales. Cambian los galones, pero la mentalidad no cambia. Las revoluciones, solamente las hacen los grandes Pueblos.A una voz protestaron las tres seoras, como si hubiera sido la mayor de las herejas. Espaa es un gran Pueblo!El Marqus de Bradomn deneg con su lenta sonrisa de caballero galante. Carlos Mori, callaba un poco sorprendido: Al cabo aventur esta pregunta: Seor Marqus, verdaderamente usted no cree que el nuestro sea un gran Pueblo? Yo no puedo decir lo que no creo. Salt la Torre-Mellada: Dilo! T crees que somos una tribu? Suspir el caballero legitimista: Ay, no! Menos que una tribu? Espaa, a m se me antoja un gran corral. Un gran corral de bueyes.Gru avinagrada: Hay cada toro marrajo en este corral!Y el caballero legitimista encubriendo con la sonrisa la amargura, continu: Los reyes hacen a los pueblos: y los reyes espaoles desde hace doscientos aos, padecen el escrofulismoy la triste degeneracin que habis visto en los hospicianos. No os asustis, yo esto lo digo en todas partes!Volvi a gruir la Togores: Y tienes la suerte de que no te hagan caso. T eres un afrancesado y entre los afrancesados siempre estuvo de moda hablar mal de Espaa. Afrancesado!Termin la cotorrona sacando la lengua y haciendo una carantoa de bruja goyesca: Era flaca, menuda, sarmentosa, con la boca colrica como la Reina Mara Luisa: No desmenta la herencia paterna, que las hablillas viejas y chismes cortesanos, dbanla por hija de Narizotas. El Marqus de Bradomn adopt un gesto burln y consternado: Carmencita, perdname que sea un admirador de la Historia de Francia!Interrrumpi la Torre-Mellada: La Historia de Francia, escrita por Michet.Amable y diplomtica quera acallar la disputa llevando la conversacin a un tema literario, grato al viejo dandi. Pero acrimin la Tagores: La Historia de Francia! Los crmenes del terror! El reinado de la guillotina!Bradomn mud el gesto con arte de gran actor: Ahora pareca sincero, tena en la frente y en los ojos algo que le haca temible y simptico. El Marqus de Bradomn poda decirlo todo porque nada esperaba de los hombres: Tal vez el fracaso de aquel viejo libertino era no haberlo esperado jams.La Tagores le clavaba los ojos que eran negros carbones al abrigo de su gran nariz de mochuelo, colgante y triste. El Marqus adelant un paso: La guillotina, la horca, el pual, el veneno, la hoguera, todo es preferible a la bolsa de los treinta dineros. Espaa apag sus hogueras, y vendi el camo de la horca para maromas de saltimbanquis: Los Borjas valencianos no le dejaron la frmula de sus venenos, y el pual con gracia, es aqu desconocido como todas las saludables enseanzas del Renacimiento. En Espaa el arte de gobernar, ha sido el soborno de conciencias: El arte de gobernar, y el arte militar, porque las guerras cuando no se pierden se ganan con la bolsa de los treinta dineros. Esta educacin poltica ha dado el fruto de los pronunciamientos. Ya saben su oficio quienes le ofrecen la Corona al Duque de Montpensier.La Togores escuchaba dando respingos: Feliche Bonifaz abra el poema de sus ojos. Carlos Mori pareca asustado, y benvola sonrea la Torre-Mellada: Un momento, con la perspectiva encantada de las cosas desaparecidas, record la tertulia paterna, aquel saln romntico del terror fernandino, con poetas y literatos, cuando conspiraba el buen Duque de Leyre. De pronto exclam: Bradomn, sabes a quien esperamos? A Pepe Zorrilla que ha llegado de Mxico sin un cuarto. No sois amigos? Desde el entierro de Jos Mariano. T tambin fuiste amigo de Fgaro? Le prest las pistolas para matarse. Los que achacan aquel suicidio a un desengao amoroso, no saben lo que se hablan. Fgaro se mat despus de haberlo pensado. Acaso tuvo la primera idea al volver de Francia: Conmigo hablaba de poner fin a su vida, como se habla de un prximo viaje.Murmur Feliche apasionada: Pero no es verdad que fuesen tuyas las pistolas? Yo le regal las pistolas, y le aconsej que se matase. Con talento y sin dinero, necesitaba poner en venta la pluma para poder vivir en Espaa. No era preferible regalarle un par de pistolas, que a m no me servan de nada? El suicidio le salv de escribir el panegrico de Narvez.Repiti Feliche, marcando con una sonrisa su incredulidad: Pero las pistolas no eran tuyas?El Marqus de Bradomn se inclin con afectada reverencia: Yo soy un viejo enamorado tuyo y no me atrevo a contrariarte.Vino despacio a sentarse en el corro de las seoras, alz entre sus manos ascticas la linda mano de la Damisela, y se la bes galante. Feliche se puso encendida, y en el misterio de sus ojos alumbr otra llama.