Utópica Otredad

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Utópica Otredad Más de una vez he perdido mi cabeza, más de una vez me he encerrado en un mundo dónde no existe mas que el tabaco y el café y la protesta hecha canción y yo; una maraña de dudas y dolores buscando fuga o tal vez luz. Y es que a veces en necesario no, perderse ahí dónde la justicia y la libertad posibles se hacen. Donde caminan juntas sin pesar o castigo, en un lugar iluso donde se viva por vivir y no por ganar. Un mundo allá de la infamia donde la tolerancia y el respeto sean más valorados que el poder y el dinero, donde el hambre y la saciedad se encuentren en equilibrio. Ojalá durara más la quimera… quizá si no fuera la realidad tan cruda tendríamos más tiempo para idealizar... o tal vez es así y la situación nos va nublando el anhelo hasta que por fin se ausenta; tal vez ya nadie quiere soñar, tal vez la anomia es tan usual que se convierte el abuso en habitual. Pero, cómo no dolerse y condolerse ante las lágrimas de un niño, ante el olvido del anciano y el grito de una madre, cómo no sentir el frío del indigente, el cansancio del campesino y la incertidumbre del desahuciado. Qué tanto se nos ha entorpecido el juicio para olvidar al hermano y competir con el amigo, hasta cuándo vamos a caminar viendo el desconsuelo sin mirarlo y tropezar con los caídos sin tocarlos. ¡Ah!, círculos viciosos, contradicciones eternas las mías que creen en el poder de la sonrisa y la sorpresa, que afirman lo maravilloso que es estar vivos, que reafirman la necesidad de agradecer al sol, y la lluvia, que confirman la urgencia por

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México, Poesía

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Utpica Otredad

Ms de una vez he perdido mi cabeza, ms de una vez me he encerrado en un mundo dnde no existe mas que el tabaco y el caf y la protesta hecha cancin y yo; una maraa de dudas y dolores buscando fuga o tal vez luz. Y es que a veces en necesario no, perderse ah dnde la justicia y la libertad posibles se hacen. Donde caminan juntas sin pesar o castigo, en un lugar iluso donde se viva por vivir y no por ganar. Un mundo all de la infamia donde la tolerancia y el respeto sean ms valorados que el poder y el dinero, donde el hambre y la saciedad se encuentren en equilibrio. Ojal durara ms la quimera quiz si no fuera la realidad tan cruda tendramos ms tiempo para idealizar... o tal vez es as y la situacin nos va nublando el anhelo hasta que por fin se ausenta; tal vez ya nadie quiere soar, tal vez la anomia es tan usual que se convierte el abuso en habitual.Pero, cmo no dolerse y condolerse ante las lgrimas de un nio, ante el olvido del anciano y el grito de una madre, cmo no sentir el fro del indigente, el cansancio del campesino y la incertidumbre del desahuciado. Qu tanto se nos ha entorpecido el juicio para olvidar al hermano y competir con el amigo, hasta cundo vamos a caminar viendo el desconsuelo sin mirarlo y tropezar con los cados sin tocarlos.Ah!, crculos viciosos, contradicciones eternas las mas que creen en el poder de la sonrisa y la sorpresa, que afirman lo maravilloso que es estar vivos, que reafirman la necesidad de agradecer al sol, y la lluvia, que confirman la urgencia por premiar de fuerza la tierra que nos colm de jbilo y nos brind patria. Duele lejana, sin embargo los tantos cados acercan ahora la utopa de humanizarse, tocaron corazones y abrieron brechas de indignacin orientadas al respeto de la vida. Es un paso adelante, probablemente el lmite est cerca, y no tenga que viajar con sangre el Usumacinta o inundarse Cuitzeo de cuerpos para que en Mxico se avance hacia la utopa compartida, la de la vida.

Utpica Otredad

Ms de vez he perdido la cabeza, ms de una vez me he encerrado en un mundo donde no existe ms que el tabaco y el caf, la protesta hecha cancin y yo; una maraa de dudas y dolores buscando fuga o tal vez luz. Y es que a veces en necesario no?, perderse ah dnde la justicia y la libertad se hacen posibles, donde caminan juntas sin pesar o castigo, en un lugar ilusorio donde se viva por vivir y no por ganar. Un mundo ms all de la infamia donde la tolerancia y respeto sean mas valorados que l poder y l dinero, donde el hambre y lo saciado se encuentren en equilibrio. Ojal durara ms la quimera quiz si no fuera la realidad tan cruda tendramos ms tiempo para idealizar... o tal vez es as y la situacin nos lo va nublando el anhelo hasta que de fin se ausenta; tal vez ya ninguno quiere soar, tal vez la anomia es lo usual que se convierte el abuso en habitual.Pero, cmo no doler y condolerse de las lgrimas del un nio, ante el olvido del anciano y los grito de una madre, cmo no sentir fro al indigente, l cansancio del campesino y la incertidumbres del desahuciado. Qu tanto se nos ha entorpecido el juicio para olvidar el hermano y competir al amigo, hasta cundo vamos a caminar viendo el desconsuelo sin mirar lo y tropezar con los cados sin tocar los.A, crculos viciosos, contradiccion eternas las mas que creen en el poder de por la sonrisa y de sorpresa, que afirman lo maravilloso que es estar vivos, que firman la necesidad de agradecer el sol, y la lluvia, que confirman la urgente por premiar de fuerza las tierra que nos colm de jbilo y nos brind patria. Duele lejana, sin embargo tantos cadas s acercan ahora la utopa de humanizar se, tocan corazones y abrieron brechas de indignacin orientadas para respeto de la vida. Es un paso adelante, probablemente el lmite est cerca, y no tenga que viajar con sangre el usumacinta o inundarse cuitzeo de cuerpos para que Mxico se avance hacia la utopa compartida, de vida.