¿Ustedes saben que hay un monstruo en la laguna? ¿Qué es un monstruo grande y a veces pequeño? ¿Qué cambia de color? ¿Qué cada uno y cada una lo ve de diferentes maneras?

Pero además ¿sabían ustedes que al monstruo de la laguna le gusta bailar?

Adivinen qué le gusta bailar ¿a ver?

¿Reggeaton? ¿Pop? ¿Cumbia? ¿Rock?

¿Adivinaron?

Al monstruo de la laguna le gusta bailar la cumbia!!

Pero no siempre fue así… no.

La laguna era un lugar alejado de otros lugares. Para muchas personas que no eran monstruos ni monstruas, la laguna incluso era un lugar “peligroso”.

Pero no era así.

Quizás era un lugar un poco desprolijo y se veía menos lujoso que otros lugares. Pero ¿saben? la laguna era única, y llena de monstritos y monstritas que hacían de su vida un poco más alegre.

Y entre todo esto vivía el monstruo de la laguna.

Sin embargo, un día llegaron a la laguna unos seres prohibidores ¿se imaginan cómo eran? ¿se imaginan lo que hacían?

Estos seres, que se hacían llamar los y las “Noquenó” venían de un lejano lugar llamado “Porqueyolodigo” en donde lo permitido era un terrible crimen que se pagaba con castigos y prohibición. Y ahora estaban en la laguna porque les gustaba conquistar a la fuerza todo lugar donde hubiese algo que hacer, en especial algo que diera risa y felicidad.

¿Se imaginan que les prohibiesen hacer las cosas que les gusta? ¿Qué cosas son prohibidas en sus lagunas? ¿Qué cosas prohibirían ustedes?

Los y las “Noquenó” supieron de un monstruo al que le gustaba bailar la cumbia e imagínense lo que pensaron:- Debemos prohibir inmediatamente que quienes habitan esta laguna puedan bailar esa música horrenda. –dijo uno.- Y agreguemos que no puedan cantar ni tocar algún instrumento que no sean los que nosotros y nosotras queremos. –dijo otra.

Y así, cuando los monstruitos y las monstruitas se enteraron de esta prohibición, comenzaron a pensar cómo poder divertirse ahora que les estaban prohibiendo algo que les gustaba mucho. Quienes tocaban algún instrumento los escondieron y quienes cantaban ahora solo silbaban.

Y el monstruo de la laguna, ya no podía bailar la cumbia.

Hasta que llegó el día del carnaval, donde habían tantas prohibiciones que se volvió un día aburrido como todos los otros días en la laguna (que también se habían vuelto aburridos).

Se juntaron en el centro de la laguna monstruos, monstruas, monstruitos y monstruitas. Habían venido monstruos de otros lugares ¿conocen monstruos de otros lugares? Bueno, vinieron de todos esos lugares que conocen. Vino Nessi, del lago Ness; Nahuelito del lago Nahuelhuapi; El Kraken, de los mares profundos y Mike Wasausky con Sullivan salieron desde un armario trayendo los saludos desde Monster INC, pero se devolvieron cuando vieron que la laguna ya no era lo recordaban y que ya no se podía bailar la cumbia.

Como ya sabemos, todo estaba prohibido. No se podía hablar alto ni con más de tres palabras seguidas. Tampoco podían bailar, ni pintar ni recortar banderines. No podían comer algodón de azúcar ni tirar espuma. Y si bien habían juegos, no podían subirse a ninguno porque los y las “Noquenó” tenían además prohibido que los ensuciaran.

¿Qué se podía hacer entonces? ¿Qué hubiesen hecho ustedes?

Pero siempre pasan cosas que nadie espera, y como nadie las espera, ni los ni las “Noquenó” pudieron prohibirla antes que pasara.

¿Qué pasó? ¿Quieren saber?

Desde un lugar de la laguna comenzó bajita a sonar una música. De a poco se iba volviendo más fuerte, más alta que todos los silencios que había en el carnaval. Todos y todas los monstruos y monstruas, monstruitos y monstruitas se empezaron a mirar y a preguntarse bajito y en tres palabras (que estaban permitdas):- ¿De dónde viene?

¿Ustedes saben? ¿La pueden escuchar?

Entonces, de un momento a otro estuvo prohibido prohibir. Quienes tocaban instrumentos los sacaron de sus escondites y quienes cantaban dejaron de silbar para entonar a todo lo que les daba la voz. La laguna fue otra cosa, y todos y todas comenzaron a moverse al ritmo de lo que decía la canción…

(♫ al monstruo de la laguna, le gusta bailar la cumbia ♫)

Y así fue que se supo que al monstruo de la laguna le gustaba bailar la cumbia, y fue sorprendente saber que a los y las “Noquenó” también les gustaba bailarla ¡Y vaya como la bailaban!

¿La bailaron también ustedes? ¿Se la aprendieron? ¿Se convirtieron en monstruos y monstruas?

Terminado el carnaval y los festejos, los y las “Noquenó” se dieron cuenta que a su vida le faltaba diversión, y los monstruos y las monstruas se dieron cuenta que a los extraños y las extrañas visitantes de “Porqueyolodigo” les gustaba vivir en la laguna.

Y a ustedes ¿Cómo les gustaría vivir en sus lagunas? ¿Qué cosas les gusta? ¿Qué cosas cambiarian de las que no les gusta?

Y antes de que quieran saber cómo termina todo, les tengo que contar que los y las “Noquenó” se quedaron a vivir en la laguna y se volvieron monstruos y monstruas.

¿Por creen?

Pasa que los monstruos y las monstruas pueden ser como quieran ser, y bailar lo que les guste bailar, aunque aún existan muchas prohibiciones, aunque aún falten muchas cosas que prohibir.

Entonces ¿quieres convertirte en un monstruo? ¿Te convertirías en una monstrua?

- fin -