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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL
UNIDAD AJUSCO
LICENCIATURA PEDAGOGÍA
LA PROPUESTA DE FORMACIÓN DOCENTE DE JAIME TORRES BODET DURANTE LOS AÑOS 1940 – 1970
T E S I N A
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE:
LICENCIADA EN PEDAGOGÍA
P R E S E N T A:
ROSA MARÍA VARGAS CORTÉS
DIRECTORA DE TESINA: MARGARITA PÉREZ AGUILAR
México, D. F., JUNIO 2009
PARA SABER LA HORA NO CONSULTES RELOJES SINO ESPEJOS, PORQUE EL TIEMPO MEJOR PASA EN TI MISMA
JAIME TORRES BODET
(1902-1974)
DEDICATORIAS
No encuentro palabras para agradecerte lo bueno que has sido conmigo, por la fortaleza que has depositado en mí, por el amor que me has brindado, por hacerme recuperar la confianza en mí
misma, pero sobre todo por tu compañía ya que nunca me has dejado sola, te amo y te agradezco que por sobre todas las cosas estés conmigo. En algunos momentos de mi vida estuve a punto de
renunciar al éxito, sin embargo, tú me hiciste recuperar las ganas de continuar, hubo momentos en que me sentí completamente sola pero tu presencia me llenó de compañía. Gracias DIOS, gracias
por estar conmigo siempre, gracias por cuidarme y amarme como lo has hecho, gracias por enseñarme que el camino de la vida no es tan difícil andarlo si tu estas a mi lado para recorrerlo, gracias por poner en mi camino a todos aquellos angelitos que me han acompañado e impulsado
para continuar. Sé que esto no es un gran regalo pero solo tú sabes lo que me costó lograrlo y es por ello que te lo dedico con todo mi amor. TE AMO
Gracias maestra Margarita por tu tiempo, dedicación, atención y preocupación por mi persona, en algún momento estuve a punto de renunciar pero me guiaste para que no lo hiciera. No encuentro las palabras adecuadas para expresarte todo el agradecimiento y la admiración que te tengo. Fuiste la primera maestra en la universidad que me impulsó en la carrera y pensé en ser como tú, porque desde que te conocí te admiro, sé que me falta mucho pero no renunciaré hasta lograrlo. Gracias
por brindarme la confianza de ofrecerme tu casa, gracias porque tú has sido uno de esos angelitos que dios ha puesto en mi camino.
TE QUIERO MUCHO
Lulú, quiero que sepas que tú eres mi otro angelito, no sabes cómo te agradezco que hayas estado a mi lado cuando más lo necesitaba, gracias a ti me di cuenta de la gran mujer que soy, de las cosas que soy capaz de hacer, pero sobre todo por lograr que dejara atrás todas aquellas cosas que me lastimaban y que me impedían reconocerme. Te quiero mucho y te dedico este gran esfuerzo, ya
que tú contribuiste para que yo lo lograra.
Hermano Eloy, sabes que les agradezco tanto su apoyo a ti y a tu esposa, les dedico este gran esfuerzo. Pero sobre todo, va para todas aquellas personas que no creyeron en mí, especialmente para ti papá que gracias a tus críticas, a tus desaires y a tus disgustos porque yo me superara, me
diste la fuerza necesaria para demostrarme y demostrarte lo grande que soy.
Mamita, sé que tú no tuviste la oportunidad de ir a la escuela, pero sé que te hubiera gustado hacerlo, también sé que no estuvo en tus manos ayudarme como yo lo hubiera deseado pero lo
hiciste con tu amor y con tu presencia. Te dedico este gran esfuerzo mamá. Te amo
Para todos mis maestros a los cuales les tengo una gran admiración y respeto, ya que por sus conocimientos y su calidez humana me hicieron aprender lo necesario para desarrollarme
profesionalmente.
INDICE
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………... 1
CAPITULO 1: PROYECTO EDUCATIVO Y FORMACION DOCENTE
1.1 Proyecto educativo……………………………………………………………
1.2 Concepto de formación.…………………………………………..................
1.3 Formación docente……………………………………………......................
5
11
15
CAPÍTULO 2: EL CONTEXTO ECONÓMICO, POLÍTICO Y SOCIAL EN MÉXICO A MEDIADOS DEL SIGLO XX
2.1 El contexto económico, político y social en los años 1940 – 1954………. 22
2.2 El contexto económico, político y social en los años 1954 – 1970………. 34
2.3 Proyecto Educativo de Unidad Nacional………………............................. 43
CAPITULO 3: LOS PROYECTOS EDUCATIVOS DE JAIME TORRES BODET
3.1 El intelectual Jaime Torres Bodet……………………………………………...
3.2 La Campaña Nacional Contra el Analfabetismo……………......................
3.3 El Instituto Federal de Capacitación del Magisterio……………................
3.4 Plan de Once Años…………………………………………………………….
3.5 Los libros de texto……………………………………………………………...
52
65
70
76
84
CAPITULO 4: LA FORMACION DE DOCENTES CON JAIME TORRES BODET
4.1 Condiciones de formación docente antes de los años 40………………… 90
4.2 Condiciones de formación docente en los años 40 – 70 y el surgimiento de
un nuevo docente…………………………………………………………………… 92
4.3 Elementos didácticos aportados para la formación docente……………… 107
CONCLUSIONES……………………………………………………………………….
BIBLIOGRAFIA……………………………………………………………………........
116
124
1
INTRODUCCIÓN
La educación en México, ha sido fundamentalmente la herramienta que sirve para
el logro de los objetivos del Estado, a fin de contribuir al bienestar social y al
desarrollo económico y político del país. Así, a lo largo de la historia, la educación
ha evolucionado de acuerdo a las condiciones internas y externas del país; se ha
ido adaptando a los cambios y ha creado dentro de sus instituciones la estructura
adecuada para realizar acciones congruentes con la política estatal.
Ante esta dinámica de la educación, aparecen diversos actores que sostienen a
esta institución como tal; uno de ellos es el profesor quien se convierte en un
mediador entre el proyecto estatal y los educandos.
Por la importancia que se le confiere al profesor es que, en este trabajo, se estudia
el proceso de formación docente que se desarrolló durante los años de 1940-
1970, con el plan de formación que tuvo a la cabeza a Jaime Torres Bodet, quien
dio a la formación docente y a la educación en conjunto un cambio total, ya que
sus ideas y sus acciones respondieron en su momento al proyecto estatal, pero
también a muchas de las expectativas del gremio docente y de la sociedad.
Para lograr lo anterior, es necesario entender la propuesta de Jaime Torres Bodet,
en el marco del proyecto estatal en general y del educativo en particular.
Comprender esta propuesta supone ubicar el sustento pedagógico de Jaime
Torres Bodet y su visión sobre el tipo de hombre que la educación debe formar; y
consecuentemente, el modelo de docente que propone para concretar esa postura
pedagógica.
2
Otras cuestiones que será necesario conocer, se refiere a las acciones concretas
en el ámbito de la formación docente perteneciente al proyecto de Unidad
Nacional; así como el tipo de prácticas docentes que contribuyeron a delinear.
Finalmente se hace necesario, avanzar en un balance del proyecto educativo y de
formación docente, orientado a ubicar el impacto de dichos planes en el desarrollo
de la educación.
Las concepciones centrales que guían el análisis del primer capítulo están
puntualizadas por los siguientes conceptos: política educativa, proyecto educativo,
formación y formación docente. Cabe mencionar que la política educativa de un
país es llevada a cado a nivel macro, de la cual se desprende un proyecto
educativo que aborda de manera importante la formación de los docentes, por ello,
será necesario entenderlos para poder comprender las acciones educativas que
desempeño Jaime Torres Bodet como Secretario de Educación.
En un segundo capítulo se analizan las características del proyecto estatal para
entender la lógica a la que responde el educativo. Para entender la racionalidad
del modelo docente y el proyecto de formación imperante en los años 40-70, se
analizan las relaciones entre proyecto de Estado – proyecto educativo, y modelo
de formación, así como el contexto social y el proyecto educativo que emergía
durante esos años, también se observa en qué consistió el proyecto de Unidad
Nacional y los nuevos propósitos de la educación, para posteriormente
comprender las acciones del Secretario de Educación Pública, Jaime Torres
Bodet, congruentes con el contexto anterior.
3
Si bien es cierto que el proyecto de formación docente se define desde el proyecto
estatal y el proyecto educativo; también es cierto que los sujetos que lo concretan
le imprimen características específicas desde su visión, su experiencia y su propia
postura política ideológica y fundamentalmente pedagógica. Por ello, en el tercer
capítulo se aborda la formación académica de Jaime Torres Bodet, lo que nos
permitirá observar desde qué fundamentos teórico-académicos da inicio a la gran
labor de formación, y además, cuál es su mirada hacia la educación y cómo
pretende influir en ella; con la consecuente revisión del proyecto educativo en el
que se plasma dicha formación y esas aspiraciones educativas.
El cuarto capítulo se refiere al análisis de las contribuciones de Jaime Torres
Bodet, en el ámbito de la formación de docentes y las medidas que realizo para
lograrlo. En resumen, se abordará principalmente el proceso de la formación
docente bajo las acciones de Jaime Torres Bodet, desde las condiciones
educativas imperantes en ese momento, además las necesidades a las que
aspiraba cubrir, con el propósito de identificar sus aportaciones en los procesos de
formación y por lo tanto en los educativos.
En congruencia con lo anterior, se han ubicado las siguientes preguntas, que
guían el análisis de los elementos señalados:
1. ¿Cuál es el contexto social y político en el que desarrolla sus proyectos
Jaime Torres Bodet?
2. ¿Qué proyecto educativo requiere el nuevo momento histórico?
3. ¿Cuáles serán las necesidades a las que responderá la formación del
nuevo docente?
4. ¿Cuál es la formación profesional de Jaime Torres Bodet?
4
5. ¿Cuál fue la trayectoria de Jaime Torres Bodet?
6. ¿Cuáles fueron los fundamentos teóricos educativos de los cuales partió
Jaime Torres Bodet para elaborar sus proyectos?
7. ¿Cuáles son los proyectos de formación docente que propuso Jaime Torres
Bodet?
8. ¿Cuál fue el impacto que tuvieron sus proyectos de formación docente en el
magisterio?
5
CAPÍTULO 1: Proyecto educativo y formación docente
La educación en México ha sufrido una serie de transformaciones que han
marcado su historia y que a fin de contribuir al bienestar social del país y a su
progreso, ha sido renovada en cada una de las áreas que la integran, de igual
manera se ha puesto énfasis en la mejora de cada una de las personas que
participan en ella.
Durante el desarrollo de este capítulo, se puntualizaran los conceptos de: política
educativa, proyecto educativo, formación, formación docente y educación, esto,
con el fin de comprender en los posteriores capítulos desde qué perspectivas se
mira a la educación durante los años 40-70 y todo lo que ella comprende.
1.1 Proyecto educativo
Es necesario mencionar que la política educativa que se desprende de cada
gobierno, determina las acciones y las pautas para iniciar una mejora o un cambio
en la educación a nivel macro. De esta manera la política educativa se define
como: “Conjunto de acciones del Estado que tienen por objeto el sistema
educativo. Estas acciones incluyen desde la definición de los objetivos de ese
sistema y su organización, hasta la instrumentación de sus decisiones”1.
A lo largo de la historia, las políticas educativas en México, se han ido
transformando de acuerdo a las condiciones y necesidades sociales, políticas y
1 LATAPÍ, Pablo. Análisis de un sexenio de educación en México, 1970 – 1976. México: Nueva imagen, 1980, Pág. 45.
6
económicas que demanda nuestro país y el exterior, se han ido adaptando a los
cambios y han creado dentro de sus instituciones la estructura adecuada para
realizar sus acciones.
La política educativa como se menciono en su definición, se desprende del
Estado, es decir, forma parte de él, por lo tanto, depende del proyecto político que
el gobierno trata de implementar en el momento y es aquí donde se observan
ciertas limitaciones, pues se regirá por las necesidades que el Estado demande de
ella. Pablo Latapí menciona las principales restricciones que son las siguientes:
- El proyecto político (explícito o implícito) del Estado: no es concebible que la
educación fomentada por el Estado se comporte en forma independiente respecto
a sus demás acciones
- Los grupos de presión y las diversas clases sociales que demandan beneficios,
acciones, favores o privilegios: la fuerza relativa de cada grupo y su relación con el
Estado determina en gran parte los márgenes de acción de las decisiones
educativas en cuanto éstas pueden afectar sus interésese
- La disponibilidad de recursos: gran parte del presupuesto educativo está
comprometido en gastos que no pueden alterarse
- Las urgencias inmediatas: la atención a problemas urgentes puede disminuir las
posibilidades de acción a más largo plazo
- Intermediarios ineficientes: la inercia de tradición, la corrupción, la burocracia o el
sentido conservador de los maestros pueden influir para que las decisiones
tomadas se desvirtúen, tergiversen o no lleguen a ejecutarse
7
- Las coyunturas: la adopción de algunas medidas puede depender de coyunturas
totalmente independientes de la voluntad de los funcionarios y de los mismos
asuntos sobre los que versan2
Estas limitaciones influyen de manera directa e indirecta en las acciones
educativas, es por ello que se dice que la política educativa está condicionada por
las políticas tanto económicas, como sociales; por lo tanto, para tomar alguna
decisión o para implementar algún cambio, hay que considerar dichas limitaciones,
esto con el fin de agilizar su realización y evitar que entorpezca lo menos posible
las decisiones pedagógicas.
Ante esta definición de política educativa, será necesario mencionar cuál es su
objeto de estudio:
su objeto son los aprendizajes futuros, posibles y deseables, de una sociedad
determinada […] el objeto de la política educativa se extiende hacia las
potencialidades de la inteligencia, pues no se reduce a regular la extensión y
calidad de los servicios de enseñanza ni a normar el acceso de los grupos sociales
al conocimiento; ni siquiera a elaborar programas de calificación de la fuerza de
trabajo de largo alcance para garantizar el desarrollo de la economía, más allá de
eso es un necesario ejercicio de filosofía.3
Habrá que considerarse como necesario a las teorías educativas que sustentan
cómo se da el proceso de enseñanza – aprendizaje y que además dan alternativas 2 2 Ibídem, p. 46.
3 LATAPÍ, Pablo. Tiempo educativo mexicano I. México, UAA-UNAM, 1996, Pág.17.
8
para desarrollar la inteligencia en los alumnos. En definitiva como lo menciona
Pablo Latapí: “hacer política educativa requiere, en consecuencia, una capacidad
extraordinaria de análisis crítico y de síntesis: contar con conocimientos
actualizados en muchas ciencias naturales y humanas y saber derivar de ellos
decisiones acerca de los factores que pueden favorecer determinados
aprendizajes y, por tanto, mejorar la educación”4
Como se puede observar, la política educativa no es una simple acción del
gobierno sino que es un hecho mayor en el que todo el Estado en conjunto con la
sociedad establecen sus acuerdos sobre el futuro deseable y además se convierte
en el elemento principal articulador de las demás políticas públicas.
La política educativa, lleva inmersa la realización de diversas actividades y
labores que le permitirán alcanzar los objetivos que de ella se desprenden, esto
con el fin de mejorar la educación a nivel nacional y por lo tanto las condiciones
del país, una de ellas es la realización de un proyecto educativo con el que se
pretende sustentar sus acciones y en el que se establecen las actividades y
labores que serán necesarias para alcanzar dichos objetivos.
Para poder definir lo que es un proyecto educativo habrá que puntualizar qué se
entiende por proyecto. Definir la palabra proyecto es referirse al conjunto de
actividades interrelacionadas en las que se requiere de ciertos recursos para
lograr un objetivo.
De manera más específica y tomado en cuenta desde lo educativo, Serafín
Antúnez se refiere a la definición de proyecto de la siguiente manera:
4 Ibídem, p. 18
9
El término proyecto en educación escolar solemos designar con él al instrumento
que recoge el diseño de un intento deliberado de construir algo. La construcción
puede ser una producción tangible: un documento que recoge pautas para la
observación de los alumnos y las alumnas en el aula, por ejemplo; o como una
creación intangible: un nuevo marco de relaciones en el centro o un cambio
cultural que afecta a determinados hábitos de trabajo o ciertos valores.
Un proyecto anticipa la acción y suele comunicar los criterios y principios que
orientarán esa acción así como la tecnología que se utilizará para desarrollarla. Es
siempre una guía para orientar la práctica y, en cualquier caso, supone un intento
de lanzarse hacia adelante y de realizar un cambio planificado.5
Como se puede observar, el proyecto se compone de actividades, siendo estas las
tareas que deben ejecutarse para llegar a un fin o un objetivo ya establecido. Por
otra parte, el proyecto también está determinado por los recursos, que son los
elementos utilizados para realizar la ejecución de cada una de las tareas, por lo
tanto, el fin de desarrollar un proyecto debe ser un programa calendario en el cual
los recursos se asignen a cada una de las actividades en forma óptima y de esta
manera lograr lo que se pretende.
Quedando claro que un proyecto es una guía para orientar la práctica, en donde
se fijarán propósitos y la manera de organizar el trabajo, entonces proyecto
educativo se definirá de la siguiente manera: “Es el instrumento que recoge y
comunica una propuesta integral para dirigir y orientar coherentemente los
procesos de intervención educativa”6
5 ANTÚNEZ, Serafín. El proyecto educativo de centro. Barcelona, GRAO, 1998, p.19.
6 Ibídem, p. 20.
10
Con esta definición, se puede concluir que el proyecto educativo en general, es el
primer paso teórico de la planificación del trabajo educativo; decir, se trata de una
propuesta integral que toma en cuenta la realidad.
En conclusión, un proyecto educativo debe considerar las necesidades que en ese
momento el Estado y la sociedad demandan en materia educativa, es parte de la
política educativa y por lo tanto de la política de Estado, que obliga a cualquier
miembro del mismo y de la sociedad a respetarla e implementarla en función y
como parte del proyecto de desarrollo nacional. Por lo tanto, dicho proyecto será el
instrumento adecuado para orientar las actividades y decisiones que se
implementarán en los centros educativos.
Como se puede observar, la educación es fundamental para el desarrollo y
mejoramiento de toda una sociedad, pues ha sido considerada como la base
principal para el desarrollo integral del país, a través de ella se logran legitimar los
ideales del Estado. De esta manera, la educación se puede definir como:
… una forma institucional esencial para el crecimiento económico, que responde también a exigencias de orden político – ideológico orientadas a salvaguardar la dominación y la hegemonía que ciertos sectores ejercen sobre el conjunto de la sociedad.
Sin embargo, la educación, como fenómeno complejo y contradictorio, no sólo responde a los imperativos económicos y a las funciones de disminuir el conflicto social y legitimar al Estado, sino también a las demandas de los ciudadanos para su desarrollo intelectual y cultural, así como a la internalización de valores, actitudes y hábitos más congruentes con la democratización de la sociedad. Es en
11
este sentido que los espacios educativos se conforman como arenas de lucha en las que se confrontan proyectos y prácticas divergentes7.
La educación implica la actuación de todos los miembros de una sociedad y por lo
tanto del Estado, pero específicamente se involucran en ella diversos actores que
sostienen a esta institución como tal. El profesor es la figura educativa sobre el
que recae la responsabilidad del buen funcionamiento de la educación, es a él a
quien se le encomienda la tarea de transmitir los ideales del Estado y de mantener
el proyecto hegemónico del mismo. Por lo tanto se convierte en un mediador entre
el proyecto estatal y los educandos.
Por lo anterior, será necesario mencionar la gran importancia que tiene la
formación docente en la educación, ya que el maestro se enfrenta a condiciones
novedosas, por lo tanto, su formación deberá corresponder a los retos de su
contexto. La toma de conciencia de los cambios que en el entorno del docente se
han producido, le permitirá determinar las habilidades y las competencias que
requiere para realizar su tarea
1.2 Concepto de formación
Cuando hablamos de formación, nos referirnos a una parte compleja que
pertenece al individuo y que lo construye como persona, es todo un proceso que
se desarrolla a nivel individual y social. Con el paso del tiempo, dicha formación le
permitirá adaptarse a las necesidades de la sociedad en la que vive y, por lo tanto,
responder a ellas.
7 IBARRA COLADO, Eduardo y Soria Murillo, Víctor M. Balance y perspectivas de la modernización educativa en México, México, 1994, p. 311.
12
La formación comienza desde los primeros momentos de vida de la persona, en el
núcleo familiar donde aprende lo esencial para sobrevivir e integrarse a la
sociedad, posteriormente en la institución educativa donde comienza a socializar
con individuos ajenos a su círculo familiar.
Con el paso del tiempo, cada persona se preocupa por adquirir nuevas habilidades
y conocimientos de acuerdo a sus propias necesidades, sin embargo, durante este
proceso intervienen acciones internas del individuo que contribuyen a su
formación, pero a la vez, existen aspectos que no puede cubrir él mismo, por lo
que busca alternativas que contribuyan a ello y de esta manera obtener un
desarrollo integral. Por lo tanto la formación se da de manera individual y colectiva,
ya que el individuo integra una parte pero la sociedad lo complementa.
La intervención de las instituciones, cualquiera que sea su carácter:
gubernamental, empresarial ó educativa, en el rubro educativo provoca la mejora
de sus miembros y con ello eleva la productividad y eficacia en sus labores
cotidianas.
Esto implica una formación colectiva en ocasiones impuesta por cada institución
ya que son ellas quienes determinan los contenidos que el individuo debe saber y
conocer. Cabe puntualizar que la parte formativa individual, es cuando el sujeto
efectúa su formación convirtiéndose en autodidacta y la parte formativa colectiva
es la que se da en grupos a los cuales pertenece el individuo, quienes buscan
alcanzar un objetivo y un fin a través de la realización de diversas actividades
necesarias para lograrlo.
A lo largo de la vida, existen diversos momentos de formación; desde que se es
miembro de una familia en donde a través de la experiencia y convivencia con los
demás se va formando como persona, hasta el momento en que forma parte de un
13
grupo en un centro escolar al ir transformando sus conocimientos previos y
finalmente como miembro de una sociedad en la que participa y a la cual
pertenece.
No obstante, existe una parte del proceso en la que el individuo no necesita ser
formado por otras personas, sino por él mismo, al respecto Ferry Gilles menciona
que:
La formación es un proceso de desarrollo individual tendiente a adquirir o
perfeccionar capacidades […] no debe reducirse a una acción ejercida por un
formador sobre un formado maleable que reciba de forma pasiva la configuración
que le imprima el formador, por lo tanto, formarse es reflexionar para sí, para un
trabajo sobre sí mismo, sobre situaciones, sobre sucesos, sobre ideas8.
De la misma manera, Ramiro Reyes hace énfasis en que el individuo es el
responsable de su propia formación, siendo el único que decide lo que debe
aprender y mejorar para su desempeño en el entorno al que pertenece.
Se trata de vivir una experiencia formativa, toda vez que la formación es
precisamente la reflexión de sí mismo, asumiéndose como objeto de conocimiento
y transformación. La intención es propiciar que cada quien tome su formación
como algo que compete a su responsabilidad, y no a la de otros como muchas
veces nos ha parecido9
8 FERRY, Gilles. El trayecto de la formación: los enseñantes entre la teoría y la práctica. Barcelona, Paidós, 1987. pp. 52-53.
9 REYES ESPARZA, Ramiro. “La formación inicial del profesor de educación básica”. Citado en: SOTO HASSEY, Rosa Cristina. Análisis de la formación docente en la escuela normal superior de
14
Formarse implica todo un proceso que el individuo debe llevar a cabo para su
desarrollo personal y que además requiere de la dedicación y propia
responsabilidad del sujeto. La formación se concibe como un proceso individual,
considerando que también existe la otra parte de formarse en colectividad y que
como resultado surge una formación más completa e integral del individuo.
El concepto de formación en la antigüedad ha tenido un sentido muy específico y
este ha estado referido a:
…la necesidad de adaptación del hombre a las costumbres y al aprendizaje de
códigos normativos que la sociedad ha construido para configurar su identidad
cultural y asegurar su supervivencia, elementos que se transmiten de generación
en generación, bien sea a través de procesos naturales de transmisión de la
cultura (la imitación, por ejemplo), o bien, a través de procesos más sistemáticos
(el proceso educativo)10.
A lo largo del tiempo, han surgido diversos puntos de vista sobre la palabra
formación. Dentro del proceso educativo, este término ha adquirido diferentes
significados, en donde cada autor le ha impregnado un sentido y una dirección.
Para este propósito, se retoma a la formación como “el proceso permanente de
adquisición, estructuración y reestructuración de conductas (conocimientos, México a partir de sus propuestas curriculares 1984 y 1999. Tesina de licenciatura en pedagogía. México; UPN-Ajusco, 2002, p. 11.
10 RENTERÍA RODRÍGUEZ, Pedro Elías. Formación de docentes: un reto para las Escuelas Normales Superiores y las Facultades de Educación. Bogotá, Cooperativa Editorial Magisterio, 2004. pp. 59-60.
15
habilidades, valores) para el desempeño de una determinada función; en este
caso, la docente.”11
Ante esta definición y de acuerdo a lo ya mencionado, la formación se concibe
como un proceso abierto en constante reformulación, como un proceso entre
pares o consigo mismo que implica asumir compromisos y aceptar el cambio, sin
embargo, hay que dejar en claro que cada institución le confiere un sentido
diferente a este concepto y dependiendo de ello es que girará el proceso de la
formación.
Finalmente, toda formación requiere de experiencia y reflexión, para que a través
de ellas se logre romper con el equilibrio del sujeto, con el fin de reestructurar sus
conocimientos, y de esta manera, estar en condiciones de dar respuesta a la
solución de problemas presentados en campos de trabajo nuevos para él.
A partir de este concepto de formación, se desarrollará el significado del concepto
de formación docente en este trabajo.
1.3 Formación docente
La formación es vista como un proceso integral y permanente, que acompaña de
forma continua el trabajo del educador.
11 DE LELLA, Cayetano. Modelos y tendencias de la formación docente. OEI, I Seminario Taller sobre Perfil del Docente y Estrategias de Formación, Perú,1999, p.2.
16
Hablar de formación de docentes, es hablar de un gran proceso llevado a cabo por
cada individuo, por cada institución educativa, por cada Estado y por cada país.
Cada época de la historia requirió de la transformación de dicho proceso, de
acuerdo a sus necesidades políticas, económicas y sociales prevalecientes en el
momento.
En México, se le ha exigido a la educación que responda al modelo de desarrollo
económico, político y social, por lo que la formación del docente ha girado
alrededor de los requerimientos políticos del Estado y por lo tanto del exterior. Se
ha llegado a mencionar que “los países que invierten en la profesionalización de
su cuerpo docente alcanzan altos niveles de aprendizaje, lo que impacta
positivamente en el desarrollo socioeconómico de su población.”12
El profesor se enfrenta día con día a condiciones novedosas, por lo tanto, su
formación deberá corresponder a los retos del contexto. La toma de conciencia de
los cambios que en su entorno se han producido le permitirá determinar las
habilidades y las competencias que requiere para realizar su tarea, así como los
programas de formación que le ayudarán a desarrollarlas.
De acuerdo a estos antecedentes, podemos definir a la formación docente como:
Un conjunto de procesos y programas que tiene la finalidad de formar, es decir, de favorecer la desestabilización del sistema disposicional del futuro docente o del docente en servicio, a fin de que se organicen competencias y motivaciones nuevas y adquiridas en un sistema disposicional reestructurado, que permita al
12 LECAY, Rosana. “La formación del maestro moderno en México”, en http//:www.formaciondocente.org.mx (consultada el día 01 de septiembre 2008).
17
sujeto desarrollar actividades docentes y enfrentar de manera competente los problemas que se le presentan como profesional en el campo educativo.13
Tradicionalmente, la tarea de enseñar fue considerada una misión más que una
profesión. En 1928 durante una reunión de directores de las escuelas normales y
directores de Educación Federal de las entidades en que aquellas venían
funcionando se habló de la formación del maestro rural y se mencionó que el
profesor debía estar preparado para enseñar por supuesto a leer, escribir y contar
pero además necesitaba estar capacitado para realizar la tarea de enseñar a las
gentes de las áreas rurales a vivir cada vez mejor; esto quiere decir que el
maestro debe ser un experto en higiene, salubridad y medicina rural entre otras
cosas.14
Posteriormente se va transformando su labor y a principios de los años cuarenta,
la escuela demanda la construcción del sentido de nación y de la cohesión social,
por lo que la tarea de los docentes se transforma nuevamente, y su labor queda
reducida al aula.
Hacia los años 60 comienza una nueva etapa de formación del docente, la cual
debía responder a las necesidades tecnológicas de la industria, la función del
docente se reducía al manejo técnico de elementos tales como: contenidos,
materiales y estrategias, para lo cual se requirió de una formación a través de
especialistas.
13 DÍAZ BARRIGA, Ángel. Ethos y autoformación del docente. Análisis de dispositivos de formación de profesores. Barcelona-México, Ediciones Pomarsa, S.A. p. 31.
14 Cfr. CASTILLO, Isidro. México: sus revoluciones sociales y la educación. Tomo 4. México, EDDISA, 2002
18
Como se ha observado, la transformación de la figura del docente es dinámica, ya
que las condiciones del contexto político, económico y social así lo demandaron.
Su formación es de suma importancia para la educación en general, reconociendo
que:
Las habilidades y capacidades de los docentes determinan, en gran
medida, la calidad del sistema educativo.
La práctica del docente en clase está vinculada a su preparación
profesional, lo cual impacta en el proceso de aprendizaje de los alumnos.
Un maestro formado y dotado de las herramientas útiles para desempeñar
su tarea, proyecta una imagen de seguridad que impacta positivamente en
el desempeño de los educandos.
Hasta antes de los años 70, según Susana Huberman, se puso énfasis en la
formación inicial de los profesores. De acuerdo con esta autora, el modelo de
formación inicial consistía en que “un experto suministraba información temática a
un grupo de receptores con intereses comunes organizados en cursos”15. Por lo
tanto la formación inicial se entendía como:
Dotar de un bagaje sólido en el ámbito cultural, psicopedagógico y personal, que
ha de capacitar al futuro profesor o profesora para asumir la tarea educativa en
toda su complejidad, actuando con la flexibilidad y la rigurosidad necesarias, esto
es, apoyando sus acciones en una fundamentación válida16
15 HUBERMAN, Susana. Cómo aprenden los que enseñan: la formación de los formadores. Argentina, Aique, 1996. p. 51.
16 IMBERNON, Francisco. La formación y el desarrollo profesional del profesorado hacia una nueva cultura profesional. España, Grao, 1998. p. 51.
19
Como se puede observar, este proceso de formación inicial prepara
profesionalmente al futuro docente en cierto nivel educativo, con el fin de obtener
un título que le permita desarrollar su tarea docente al mismo tiempo que avala el
ejercicio de la misma.
La formación inicial del profesorado, es la parte que da las herramientas al futuro
profesor para enfrentar su tarea, además es la parte que impulsa al docente para
continuar en la perfección de su quehacer educativo.
Los profesores involucrados en ese proceso de formación, deben pasar a través
de una serie de etapas en la adquisición de conocimientos y en el desarrollo de
habilidades. Sin embargo, ese proceso no termina cuando el alumno docente
obtiene un título, sino que continúa a través de su vida laboral, en donde se
esperaría una permanente actualización, pues un profesor necesita estar siempre
abierto a los retos y hallazgos que encuentra en el camino profesional y a la vez,
estar atento a examinar y perfeccionar sus metas y sus técnicas en cada año
escolar y con cada grupo nuevo de estudiantes.
De acuerdo a ello, es necesario enfatizar en la formación permanente que se
define como:
Un subsistema específico de formación, dirigido al perfeccionamiento del
profesorado en su tarea docente con la finalidad de conseguir un mejoramiento
20
profesional y humano que le permita adecuarse a los cambios científicos y sociales
del entorno17.
La necesidad de formación permanente del profesorado, es insoslayable ya que
forma parte de la conformación profesional de cada docente. Es responsabilidad
del sistema educativo tratar de efectuarla.
Se dice que el término formación permanente empezó a difundirse a partir de 1960
y que la UNESCO estableció un concepto:
Según la UNESCO, este concepto lleva implícito que la educación no es un
acontecimiento que se da de repente o que está confinado a un ciclo inicial de
educación continuada, empezando en la infancia, sino que constituye todo un
proceso a lo largo de la vida. La vida en sí misma es un proceso de aprendizaje.
La educación permanente abarcaría pues las experiencias tanto intencionales
como incidentales del aprendizaje18
Desde esta perspectiva, se hace referencia al concepto referido por Dave (1979,
42): “la educación permanente es un proceso que busca la consecución de un
desarrollo personal, social y profesional a lo largo de la vida de los individuos, con
la finalidad de mejorar tanto su calidad de vida como la de la colectividad.”19
17 IMBERNON, Francisco. Formación y actualización para la función pedagógica. España, Síntesis, 1999. p. 26.
18 Ibídem, p. 16.
19 Ídem, p. 16.
21
Como se puede observar, la formación permanente, está dirigida al
perfeccionamiento de la práctica profesional del docente, por lo que cabe
distinguir, que para desarrollarla, se debe partir de su propia práctica. Esto, le
permitirá al docente auto-analizar su tarea, desde el momento en que se cuestiona
las teorías que han sustentado su práctica como profesor.
Dado que los maestros son el puente entre la autoridad educativa y los salones de
clases -por su conducto las políticas educativas se materializan-, de ahí la
importancia de formarlos, considerarlos, respetarlos y devolverle el valor a la
función que realizan.
Llevar a cavo la formación permanente implica realizar un proceso en donde se
debe partir de la práctica como aspecto fundamental y además como una
característica diferenciadora de la formación inicial, sin embargo, cabe mencionar
que la formación inicial y la formación permanente se encuentran ligadas una a la
otra y que en conjunto dan origen a la formación docente.
En conclusión, pensar en la formación docente implica considerar las
determinaciones de la política educativa del país y con ello la dirección que toma
el proyecto educativo en específico ya que de ella se desprenderá la importancia
que se le dará a este proceso y además de los recursos económicos que se
aportarán para obtener una mejoría no solo en el desarrollo de la formación
docente sino en todo el proceso educativo.
Por tanto, formar maestros es apostar al futuro y al crecimiento no solo educativo
sino a nivel nacional. El proceso de profesionalización de los docentes como
siempre presentará conflictos, sin embargo, ello no implica que deba llevarse a
cabo y más aún que no puedan ser logradas las metas que se pretenden.
22
23
CAPÍTULO 2: El contexto económico, político y social en México a mediados del siglo XX
Es necesario reconocer que para crear un proyecto educativo hay que definir el
contexto económico, político y social al cual éste deberá responder, pues estas
condiciones serán determinantes para el buen funcionamiento de dicho plan, y por
lo tanto, para que sea congruente con el proyecto político general que el Estado
desea desarrollar para responder a las necesidades que hasta ese momento
demanda la sociedad.
Además, es necesario también, replantear cada vez la formación del docente ya
que éste será parte de la ejecución del proyecto educativo y de acuerdo a la
definición que se tenga del contexto político, social y económico, el docente tendrá
que estar preparado y estar al pendiente de los cambios del Estado.
Se nos exige entonces reconocer el contexto que se fue instaurando durante los
años de 1940 a 1970 para poder definir las acciones educativas que se
desarrollaron durante ese periodo permitiendo así la formación docente en México.
2.1 El contexto económico, político y social en los años 1940 - 1954
El conflicto mundial que iniciaba en 1939 y que terminó en 1945 provocó cambios
significativos en las economías nacionales. Las potencias del eje (Alemania, Italia
y Japón) comenzaron a avanzar en sus conquistas territoriales. Desde luego que
lo que pretendían era ganar territorio y así ganar el poder suprimiendo a los países
más débiles para apoderarse de ellos. Por otro lado, se encontraban los países
24
aliados (tales como: Gran Bretaña, Francia, China, Estados Unidos, y otros),
opuestos a las fuerzas del eje durante este conflicto.
Al suscitarse dicho conflicto, el ambiente internacional comenzó a mostrarse muy
tenso y con la incertidumbre de las consecuencias que podría traer el transcurso y
el fin de la guerra. La Segunda Guerra Mundial, permitió que las diferentes
economías tanto nacionales como internacionales estuvieran sujetas a los
requerimientos de dicho conflicto, con el fin de lograr la victoria.
“Después del ataque japonés a Pearl Harbor, Estados Unidos declara la guerra a
Japón, Italia y Alemania. A los dos días del ataque, México suspende relaciones
diplomáticas y consulares con Japón y el 11 de diciembre lo hace con Italia y
Alemania.”20 Este hecho sería fundamental para que México estrechara sus
relaciones con Estados Unidos, ya que éste le pidió su apoyo para enfrentar dicho
conflicto, así México no se mostró ajeno y aceptó respaldar al país del norte en lo
necesario.
Ante este conflicto, México dejó en claro su intervención: “En enero de 1942 se
acuerda el establecimiento de la Comisión Mexicana-norteamericana de Defensa
Conjunta con el fin de precisar la forma en que se daría la cooperación militar.
México en repetidas ocasiones insistió en que el país daría la batalla en el frente
de la producción y que su colaboración en la guerra sería económica, más que
militar”21.
20TELLO, Carlos. Estado y Desarrollo Económico: México, 1920 – 2006. México, UNAM, 2007, p. 276.
21 Ibídem. p. 280
25
Por lo anterior, la ayuda de México en la guerra no sería estrictamente militar pues
su manera de contribuir fue a través de otros recursos, tales como el petróleo y
diversos minerales que sin duda serían indispensables para el enfrentamiento
bélico en caso de que se desatara la guerra en América Latina.
Además de lo anterior, se acordó que el territorio mexicano serviría de apoyo para
la guerra, es decir, se permitió la construcción de bases aéreas estadounidenses
temporales en algunos estados de la república, además que los aviones militares
de Estados Unidos utilizaran el aeropuerto de Mérida Yucatán pero
afortunadamente no fue necesario hacer uso del territorio mexicano.
México se encontraba ante un nuevo camino impuesto por el ambiente antes
suscitado. “La guerra creó una nueva demanda externa de exportaciones
mexicanas. […] La demanda exterior de manufacturas y la escasez de
importaciones en este ramo, brindaron una oportunidad para que los empresarios
privados mexicanos no pudieran resistir.”22
La economía del país tenía que ser desplegada, con el fin de acrecentar su
desarrollo y crecimiento industrial, pero ante las relaciones internacionales que se
habían deteriorado con el conflicto de la guerra con los países europeos, se
determinaron nuevas relaciones económicas que conducirían a México hacia el
establecimiento de relaciones mercantiles con el país vecino: “Al cerrarse los
mercados europeos, el comercio del país con el exterior se concentró en un solo
mercado: Estados Unidos, al que se vendía lo que se producía y del que se
compraba lo que se necesitaba”23. 22VERNON, Raymond. El dilema del desarrollo económico de México. México, DIANA, 1966, p. 112.
23TELLO, Carlos. Op. cit., p. 286.
26
Es evidente que el desarrollo industrial del país se fue realizando a cualquier
costo, pues a pesar de las oportunidades que la guerra brindó a México, éste tomó
decisiones que no sólo acelerarían el proceso de la industrialización, sino que
también se perdería de cierto modo la autonomía del país, puesto que las
relaciones que tenía con Estados Unidos que antes de la guerra se tornaban
tensas, después de ella se consolidaron y este hecho provocó la dependencia en
relación con dicho país:
Sobre este particular, hay quienes sostienen que hacia la segunda mitad de los
años sesenta, el capital americano representaba el 80 por ciento de las
inversiones extranjeras en México; además, debido a que los Estados Unidos se
había convertido en el principal mercado de productos nacionales y nosotros
grandes consumidores de lo que ellos producían, se fue propiciando una creciente
influencia en la sociedad mexicana, de elementos culturales del vecino del norte24.
Por lo anterior, México experimentaba un proceso de cambio en su política tanto
nacional como internacional, pues las condiciones creadas por la guerra
generaron una nueva dirección en el país, que lo condujeron a crear un modelo
de desarrollo conocido como “desarrollista”, el cual pretendía lograr el progreso del
país por medio de la industrialización.
Es así que el conflicto bélico estableció una nueva demanda externa de
exportaciones mexicanas, por lo que se creó la oportunidad que México esperaba
y que no desaprovecharía, lo cual dio paso a la nueva etapa: la industrialización.
24MORALES, Álvaro. Estado, modernización y educación en México 1970 – 1990. Trabajo inédito. México, UPN, 1996, p. 24.
27
La insuficiencia de recursos económicos y de mano de obra para impulsar la
industrialización desfavorecía al nuevo proyecto de desarrollo, por lo que se
comenzó por expandir la economía interna del país; se inició por la sustitución de
bienes de consumo tales como alimentos, bebidas, tabaco, textiles, calzado,
prendas de vestir, etcétera y después por los de capital reducidos a las dos ramas
de mayor crecimiento: las de artículos eléctricos y de automóviles. En los años
posteriores se impulsaría un crecimiento ya no en la economía interna, sino en la
producción para el exterior:
El General Ávila Camacho que asciende al poder en 1940 iba a ser el beneficiario
de las anteriores condiciones económicas y sociales internas y externas que se
presentaron en esos años y las aprovecharía para continuar el proceso de
industrialización por “sustitución de importaciones”. Para ello, el gobierno maniobra
con mucha habilidad e implementa una serie de medidas que estimulan la
consolidación de los sectores empresariales nacionales y extranjeros y se crea
entonces una nueva política llamada sustitución de importaciones25.
La nueva política llamada sustitución de importaciones estableció las nuevas
condiciones económicas que el país experimentaría en los años sucesivos. Dicha
política intentaba reducir la dependencia de la economía nacional respecto de los
bienes importados, pero finalmente se produjo una mayor dependencia en cuanto
las necesidades de importación.
Se pueden distinguir dos etapas que conforman el crecimiento económico-
industrial de México durante los años de 1940 – 1970: el crecimiento con inflación
y el crecimiento con estabilidad de precios.
25DÁVILA A. Francisco. R. Del milagro a la crisis, la ilusión…el miedo… y la nueva esperanza. Análisis de la Política Económica Mexicana 1954 – 1994. México, Fontamara, 1995, pp. 56-57.
28
El periodo con inflación se puede caracterizar como la fase con fortalecimiento de
la agricultura, crecimiento de las exportaciones agrícolas y desarrollo propulsado
por el sector externo, con el sistema muy abierto y orientado hacia fuera. El de
estabilidad, como la fase con un lento avance de la agricultura y de las
exportaciones, en la cual, al casi no exportar manufacturas, se produce un fuerte
crecimiento industrial a base de sustitución de importaciones, cerrándose al
sistema económico y volviendo a un desarrollo orientado hacia adentro26.
Estas dos fases que caracterizan el desarrollo industrial en México tienen sus
peculiaridades:
Durante el periodo de crecimiento con inflación se realizaron diversos cambios
institucionales, los cuales consistieron en la movilidad de la tierra, del capital y de
la mano de obra así como de su uso, además de la elevación del nivel educativo y,
lo más importante, la capacidad de absorción de adelantos tecnológicos y del
fortalecimiento de la clase empresarial.
En esta fase del crecimiento con inflación, los precios empezaron a ascender y la
agricultura creció rápidamente, lo cual dio paso al aumento de las exportaciones
de productos agrícolas. Es así como, durante los años de 1940 a 1954 el
desarrollo de la economía mexicana fue impulsado por el desarrollo de la inflación.
La producción agrícola formó parte importante en el proceso de la
industrialización, pues durante los años antes mencionados la agricultura fue el
soporte para el desarrollo del país, por lo que se dio un fuerte impulso a la
producción agrícola para no depender de las importaciones; para ello se realizaron
26SOLÍS, Leopoldo. La realidad económica mexicana. México, Siglo XXI, 1970, p.99.
29
algunas obras de irrigación, se abrieron distritos de riego, se impulsó el crédito al
campo, su mecanización y tecnificación. Cabe mencionar que a mediados de los
años cuarenta el crecimiento agrícola fue lento, pero después, con las acciones
antes mencionadas creció aceleradamente.
El impulso a la agricultura no fue equitativo, pues “el mayor apoyo que se dio a la
pequeña propiedad agrícola durante los años que van de 1940 - 1954, obedeció a
la ideología prevaleciente. A la idea de que, contra la evidencia, la propiedad
privada era más eficiente y productiva que la ejidal. En esos años se dejó de
hablar de reparto de tierras, para hablar del aumento a la producción”.27
El crecimiento económico que México había tenido durante los años anteriores a
la guerra no era lo suficientemente fuerte para poder respaldar y emplear la nueva
política que pretendía desplegar el país; la “sustitución de importaciones”.
Por lo anterior, el nuevo gobierno, que dio el primer paso hacia la industrialización,
estableció las condiciones favorables para dicho cometido, y la primera acción
que se llevó a cabo fue eliminar totalmente al régimen socialista para alcanzar el
fin de la industrialización, lo cual creó las nuevas condiciones para echar a andar
el nuevo proyecto.
Para implementar dicha política y así formar un mercado interno más amplio, se
fomentó la Unidad Nacional “ideología nueva que desde las esferas estatales se
trataba de expandir y cuyo objeto principal era mejorar las tensas relaciones entre
27TELLO, Carlos. Op. cit., p. 308.
30
el capital y el trabajo y erradicar las luchas y conflictos directos entre los mismos
en aras de generar un clima propicio para la expansión del capital privado.”28
La llamada Unidad Nacional significó menos ingresos para los trabajadores, pero a
través de ello se lograría el desarrollo industrializador del país.
Para fortalecer el compromiso de los trabajadores con el gobierno para apoyarlo
en su nuevo proyecto se firma un pacto llamado Pacto de Unidad de las
Organizaciones Obreras, en el cual se establecían los siguientes compromisos: “1)
la liquidación de toda pugna intergremial; 2) la cooperación de los trabajadores en
la batalla de la producción; 3) la suspensión de huelgas y paros; 4) solución de los
conflictos obrero-patronales por la vía conciliatoria; 5) constituir comisiones
tripartitas para la cooperación armónica de los factores de la producción”29
Dicho pacto permitiría al gobierno realizar sus acciones sin ninguna interrupción
por parte de los grupos trabajadores, además aceptaría la colaboración de ellos
para lograr la meta de la industrialización.
La fuente económica con la que México contaba era la producción agrícola, y
aunque la política agraria que se había llevado a cabo hasta antes de los años
cuarenta no fortalecía del todo al país por falta de instrumentos necesarios para su
desarrollo, ahora se haría énfasis en la creación de dichos instrumentos para el
impulso económico del país.
28 DÁVILA, A. Francisco. Op. cit., p. 59.
29TELLO, Carlos. Op. cit., p. 336.
31
El sector agrícola se convirtió entonces en el eje de crecimiento y para ello se
tomaron medidas que permitieron su desarrollo, tales como: las obras de irrigación
y la apertura de los distritos de riego, así como su mecanización y tecnificación.
La reforma agraria se aprovechó para el impulso económico de México mediante
ciertas funciones que apoyaron su desarrollo: “esto es, transferir mano de obra al
resto de la economía, proveer de insumos agrícolas a la industria, cubrir su propio
consumo y crear un excedente de producción suficiente para mantener a la
población dedicada a las actividades industriales y de servicios, inclusive aquélla
que se desplaza del campo hacia zonas urbanas.”30
Para poner en práctica dichas funciones, en 1942, México llegó a un convenio
comercial con Estados Unidos, que incluía:
La cláusula de nación más favorecida, que reducía las tarifas de importación de
ambos países y establecía un mecanismo de consulta en materia de comercio. En
paralelo, se celebraron acuerdos específicos mediante los cuales Estados Unidos
le compartía a México toda la producción exportable de hule, henequén, ixtle, cera
de candelilla, garbanzo, plátano, sal y pescado. En septiembre de 1943 se llegó a
un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos mediante el cual dos tercios de
agua de los ríos Colorado y Bravo permanecieran en ese país y que el resto
fluyera libremente hacia México. Ello permitió el desarrollo agrícola de amplias
zonas fronterizas, en Baja California-Sonora y en la cuenca del Bravo, en
Tamaulipas31.
30SOLÍS, Leopoldo. Op. cit., p. 116.
31TELLO, Carlos. Op. cit., p. 282.
32
Además de dichos convenios, se firmó otro sobre el permiso a trabajadores
agrícolas para laborar en el país vecino sólo por temporadas, hecho que favoreció
a la economía mexicana al recibir los envíos de divisas que los trabajadores
giraban al país. Igualmente, Estados Unidos le otorgó a México fuentes de
financiamiento externo que en los años posteriores serían indispensables para el
crecimiento nacional lo cual creó una mayor dependencia hacia dicho país.
Es así como Estados Unidos contribuyó a favorecer el desarrollo económico del
país. Con dichas acciones, la agricultura se convirtió en eje proveedor de recursos
económicos para sostener la economía interna del país, con el fin de impulsar las
exportaciones y a su vez sustituir los bienes de consumo que el país adquiría a
través de las importaciones. Ahora el país generaba sus propios bienes de
consumo.
Lo anterior permitió que se invirtiera en obras hidráulicas, educación,
comunicaciones y transportes, energía, etc. Por consiguiente, se da una mayor
productividad de la tierra, de la mano de obra y del mercado interno. La industria
entonces se estimuló con dichas acciones así como con la sustitución de
importaciones.
Para hacer frente a la demanda interna y externa de cultivos comerciales, el
gobierno repartió nuevas extensiones de tierra bajo la forma de propiedad privada,
por lo que el impulso que dio el gobierno a la agricultura benefició a los pequeños
propietarios, esto es, a la propiedad privada, pues los distritos de riego que se
abrieron en esos años fueron más beneficiados; también las leyes se modificaron
a su favor, pues “en diciembre de 1942 se promulgó un nuevo Código Agrario, con
33
el ánimo de promover el fortalecimiento de la propiedad privada y de impulsar el
trabajo individual de las tierras cedidas a los núcleos de población.”32
Ante estas demandas internas y externas de los cultivos comerciales, el gobierno
realizó fuertes inversiones en maquinaria agrícola y en obras hidráulicas, con el fin
de acrecentar dicho sector; sin embargo, al invertir en infraestructura rural, el
gobierno subsidió a los predios privados. Así surgió el sector agrícola comercial, el
cual se caracteriza por la mecanización de las labores del campo y la utilización de
insecticidas, por lo que se ampliaron los productos para la exportación.
Por las acciones anteriores, se puede decir que la economía creció
considerablemente, pero a la vez la preferencia por la propiedad privada trajo
consigo que los pequeños agricultores se concentraran en las zonas agrícolas
industriales, ya que sus tierras no contaban con la suficiente tecnología para
producir. Este hecho los condujo a laborar en medianas y grandes plantaciones en
temporadas y posteriormente a migrar hacia la ciudad:
El movimiento migratorio del campo a la ciudad, que provee de mano de obra
barata a la industria y los servicios, hizo que el crecimiento de las ciudades
propiciara la especialización del trabajo; propició fuertes inversiones en inmuebles,
servicios y abastecimientos urbanos; originó cuantiosas ganancias de capital en
terrenos urbanos y gastos en la industria de la construcción, y creó ampliaciones
de la oferta del mercado de trabajo en las ciudades. Ésta fue una de las formas en
que el desarrollo del sector agropecuario apoyó el crecimiento industrial33.
32Ibídem, p. 311.
33SOLÍS, Leopoldo. Op. cit., p. 150.
34
La migración, como anteriormente se mencionó, generó mano de obra barata para
la industria, hecho que originó más pobreza, pero a la vez se propició el auge del
mercado interno, lo que fortaleció a la nueva política de “sustitución de
importaciones”, lo cual tomó y consistió en el motor del crecimiento industrial del
país.
Por lo anterior, se puede mencionar que México logró una estabilidad política y
económica, que favoreció a la industrialización, además de convertirse en un país
atractivo para la inversión extranjera, en particular para el país vecino.
Las medidas tomadas para acrecentar la economía y la inversión extranjera en el
país generaron recursos económicos que favorecieron la industria. El gobierno
invirtió en obras de infraestructura, en la producción de bienes y servicios, además
se protegió a la industria nacional dando estímulos tales como: “subsidios;
aumentó el crédito y los apoyos financieros a la industria; y se aprovechó el
mercado internacional de bienes de capital, que se abrió después de la guerra.”34
Los beneficios de la industrialización fueron considerables para el país, aunque no
tanto para los trabajadores, pues el proceso industrializador descansó en el
deterioro de sus salarios.
A pesar de la implementación de la unidad nacional y de la firma del pacto antes
mencionado, comenzaron las protestas de los trabajadores dada la disminución de
sus ingresos; éstos amenazaban con futuros enfrentamientos, por lo que se hizo
necesario reconstruir el pacto y en 1945 el Estado impulsó la firma del Pacto
Obrero Industrial: “en éste se enfatizaba la necesidad de luchar unidos por el 34TELLO, Carlos. Op. cit., p. 317.
35
desarrollo de la nación dejando a un lado los intereses particulares de cada
clase”35
2.2 El contexto económico, político y social en los años 1954 - 1970
Ya para los años de 1954 a 1970 comienza una nueva etapa en la economía y el
desarrollo del país llamado “desarrollo estabilizador”. El objetivo primordial de este
nuevo periodo fue lograr el crecimiento económico a través de la estabilidad. Esto
se pretendía alcanzar por medio del ahorro voluntario y por la adecuada
distribución de inversiones.
Para que se llevara a cabo esta tarea el Estado puso en marcha ciertas
estrategias que le permitieron lograr su objetivo, las cuales consistieron en:
impulsar el gasto público para promover las obras de infraestructura y, por otro
lado, promover el proceso de industrialización.
Además de tratar de lograr dicho objetivo, los principales propósitos que se
pretendía alcanzar con este nuevo proyecto estabilizador fueron los siguientes:
1) Crecer más rápidamente; 2) detener las presiones inflacionarias; 3) elevar el
ahorro voluntario; 4) elevar la inversión; 5) mejorar la productividad del trabajo y
del capital; 6) aumentar los salarios reales; 7) mejorar la participación de los
asalariados en el ingreso y, 8) mantener el tipo de cambio36
35 DÁVILA, A. Francisco. Op. cit., p. 64.
36TELLO, Carlos. Op. cit., p. 362.
36
Con estos propósitos, el Estado pretendía sostener el crecimiento industrial del
país y por ende la economía, ya que las nuevas condiciones políticas y
económicas que imperaban en el país, impedían la continuación del proyecto de
industrialización.
Las nuevas condiciones políticas y económicas fueron determinadas por la
devaluación de 1954 del peso frente al dólar estadounidense. Además, durante
este periodo, la agricultura descendió y esto trajo como consecuencia la
disminución de las exportaciones y de divisas que hasta ese momento eran los
medios que sustentaban el proceso de sustitución de importaciones. Por otro
lado, las demandas internas de productos industriales promovidas por la población
urbana orientaron al gobierno a buscar montos adicionales de financiamiento.
Ante esta situación, el gobierno mexicano debía buscar nuevas formas de
financiar la economía del país. Después de la devaluación, el gobierno buscó
restringir las importaciones, fomentar las exportaciones, promover el turismo y
estimular la inversión privada. Así por medio del endeudamiento externo, se
incrementó el gasto público y el desarrollo industrial.
Así mismo, se promovió la concentración del ingreso, para así generar parte del
ahorro interno, con el fin de apoyar las inversiones y continuar con el proceso
industrial. De esta manera se hicieron atractivas las exportaciones mexicanas.
El proyecto de desarrollo estabilizador buscaba el crecimiento económico, dejando
atrás la inflación y devaluación que en otros momentos fueron el sustento para
incrementar la economía. Para controlar la inflación, se hizo presente la
intervención bancaria.
37
El incremento del gasto público fue con el fin de promover obras de
infraestructura, pues se pretendía disminuir las inversiones extranjeras e
incrementar la intervención de los mexicanos en la economía: “El gobierno
comenzó a comprar empresas privadas, en las cuales había grandes intereses
extranjeros […] coincidiendo con estas compras, el gobierno mexicano estaba
gestionando fuertes empréstitos en el exterior incluyendo grandes sumas de
bancos privados y compañías de seguros”.37
La intención del gobierno por incrementar el gasto público se dio por la
incapacidad del sector privado para impulsar y sostener por sí solo el crecimiento
económico. Además, el Estado procuró que los accionistas mexicanos tuvieran el
control mayoritario de la economía dentro del país. Para ello, el gobierno
condicionó a la inversión extranjera para poder invertir en el país, advirtiendo que
para cualquier inversión los inversionistas mexicanos debían estar involucrados.
Por lo tanto, el gobierno implementó medidas tales como: licencias de importación
y la introducción del presupuesto anual de importaciones.
Además de lo anterior, otra de las características del desarrollo estabilizador
fueron los subsidios por parte del gobierno, que hicieron posible las bajas tarifas
para el pago de bienes y servicios públicos, así como la protección de la industria
interna.
Dichos subsidios se realizaron con el fin de beneficiar a los consumidores de los
centros urbanos: “La canasta básica de alimentos, el transporte al lugar de trabajo
y el esparcimiento en los días de asueto estaban subsidiados. Los agricultores y
también, en alguna medida, a los campesinos se les subsidió. Mucho más a los
que disponían de las mejores tierras: de riego y de buen temporal. Los precios a 37VERNON, Raymond. Op. cit., p.137.
38
los que adquirían sus insumos (agua, semillas, fertilizantes, almacenamiento,
transporte) estaban subsidiados”.38
El crecimiento económico del país en esta etapa se caracterizó por un desarrollo
orientado hacia adentro, pues al presentarse un lento avance de la agricultura y de
las exportaciones se produjo un fuerte crecimiento industrial, cerrándose el
sistema industrial internamente.
Bajo los requerimientos de la industria, el sector agrícola es absorbido por la
misma. De esta manera, se requirió de etapas más complejas de asimilación de la
tecnología y de insumos importados. Así, se da el fenómeno de expulsión de
mano de obra que no es competente ante la nueva tecnología.
El clima económico que permeaba en el país durante los años de 1965 a 1970
desfavoreció al sector agrícola por lo que se agudizó la desaceleración y la baja
productividad de dicho sector, por lo cual sobrevino un estancamiento. Bajo esta
situación, la mano de obra iba en aumento ahora hacia el sector industrial, por ello
debía acelerarse su ritmo de expansión para absorberla.
El país se enfrentó a problemas de financiamiento, al no contar con recursos para
expandir el sector industrial, dada la disminución del sector agrícola y sus
exportaciones, que en su momento generaban divisas y, por lo tanto, recursos que
permitían financiar la economía interna. De este modo se explica el
endeudamiento externo al cual recurrió el país para resarcir el problema, lo cual
permitió momentáneamente la estabilización en la economía, así como el control
de los precios y el proceso inflacionario. 38TELLO, Carlos. Op. cit., p. 402.
39
A partir de 1960 los empresarios se vieron en la necesidad de acudir al mercado
internacional para adquirir nuevas tecnologías, con el fin de satisfacer las
exigencias de los consumidores que de cierto modo trataban de imitar patrones de
conducta de países desarrollados.
El gobierno también se apoyó en otros mecanismos que hicieron posible la
industrialización, tales como “los mecanismos crediticios y los requisitos
obligatorios de reserva que el Banco de México imponía a los bancos de crédito,
además de los premios en las tasas de interés para atraer a los inversionistas
nacionales y extranjeros, así como la política de facilitar el acceso directo de las
filiales de las empresas extranjeras para que en lugar de vender los productos al
país los produjeran internamente”.39 Éstas fueron algunas de las medidas en las
que el gobierno intervino para acumular capital y de esta manera implantar en
México la gran industria moderna.
Bajo las condiciones existentes, los bienes de consumo van en descenso y por lo
tanto los bienes intermedios y de capital. Éstos, los artículos eléctricos y los
automóviles, elevan su producción, lo que provoca una escasez del mercado
interno de bienes de consumo.
Este hecho causó una gran desigualdad, pues se produjo una gran concentración
de los ingresos y de las riquezas y, por lo tanto, un gran deterioro en el ingreso
de la población mexicana.
39DÁVILA, A. Francisco. Opt. cit., pp. 105-106.
40
En consecuencia, los levantamientos sociales no se hicieron esperar, debido a las
condiciones de empleo que en México se encontraban, provocadas por la
migración campo-ciudad. La industria se mostró incompetente para enfrentar dicho
fenómeno y además el bajo salario y la falta de atención por parte de los
empresarios hacia el proletariado en brindarles mejores sueldos y mejores
prestaciones laborales causaron dichos desajustes sociales.
El flujo de la mano de obra que fue aumentando en los años posteriores de 1960 a
1970 sin encontrar fuentes de empleo, mostró la incapacidad del sector industrial
para absorberla, hecho que provocó una creciente masa de trabajadores
desempleados.
El periodo estabilizador pretendía a como diera lugar el crecimiento económico.
Con el fin de modernizar al país, el gobierno trató de resarcir el problema del
desempleo, ubicando a dichos trabajadores en el ámbito laboral y a su vez
tratando de estabilizar los salarios y los precios.
Al concentrarse una gran población en las urbes mexicanas y al favorecerse los
precios bajos de los productos alimenticios, aumentaron las demandas de estos, lo
que favoreció al sector privado. Pero al beneficiarse un sector, se desfavorece
otro, y éste es el proletariado, motivo que dio paso al descontento social.
Este hecho no convenía al gobierno, ya que se presentaba como un obstáculo
para llevar a cabo su política económica y ejerció presión para que los patrones
aumentaran el sueldo y ofrecieran prestaciones a sus trabajadores, pues el
régimen debía evitar a como diera lugar que surgieran levantamientos sociales
que amenazaran su política.
41
El salario de los trabajadores, al tornarse insuficiente para satisfacer sus
demandas, hizo que diversos grupos de empleados se manifestaran. Los
telefonistas fueron los primeros en demandar un ajuste salarial, posteriormente, el
Movimiento Revolucionario del Magisterio (MRM) convocó también a una
demanda de incremento salarial.
Cabe mencionar que el grupo magisterial se ha caracterizado por sus movimientos
de protesta ante el régimen. Durante el cardenismo, el magisterio se encontraba
dividido en cuatro principales grupos, entre los cuales se disputaban el control
sindical de los maestros. Estos grupos eran pertenecientes a cada una de las
áreas administrativas de la SEP, caracterizados cada uno por los perfiles
profesionales de los maestros en servicio. Los grupos se dividían de la siguiente
manera:
El primero de ellos era el de los profesores primarios federales de la capital de la
república, bajo la dependencia técnica y administrativa de la Dirección de
Educación Primaria del D.F., su dirigente más connotado David Vilchis, dirigente
de la poderosa Confederación de Trabajadores de México (CTM). […] Este grupo
estaba conformado por el profesorado más antiguo, con más alto grado de
escolaridad y con mayor presencia de los normalistas. Aparece con una
orientación ideológica de centro y una impronta pragmática que lo coloca en los
años radicales como el grupo más conservador del magisterio federal.
El segundo grupo lo formaban los maestros rurales dependientes del
Departamento de Enseñanza Rural. […] La orientación ideológica y programática
de este grupo era de centro izquierda, muy cercana a los intereses y al discurso
ideológico del régimen. […]
En el tercer grupo estaba el personal de las Misiones Culturales y de las Escuelas
Normales Rurales y Regionales Campesinas. Era el personal encargado de
orientar, capacitar y formar a los maestros rurales. Diversos factores hicieron de
este grupo el más radical del magisterio federal: eran los mejor pagados de la
42
SEP, trabajaban colectivamente y convivían en las misiones y en los internados de
las normales rurales40
Cada uno de estos grupos se disputaba el poder, creando diversos sindicatos para
defender sus demandas y necesidades, tratando de mejorar sus condiciones
laborales y salariales.
Por lo anterior, a finales del sexenio de Cárdenas y a principios del
avilacamachismo el problema magisterial se convierte en uno de los principales
inconvenientes a resolver para poder dar el giro a la nueva política de Unidad
Nacional, comenzando por establecer la nueva reforma al artículo tercero.
Posteriormente, el movimiento ferrocarrilero se hizo presente, al demandar
mejores condiciones de trabajo y un aumento salarial con amenaza de ir a huelga
si no se atendían sus necesidades. El gobierno trató de llegar a un acuerdo, pero
fue inútil, y ante esta situación se decidió acabar de raíz con dicho movimiento y
se optó por reprimir en todo el país a los trabajadores ferrocarrileros. Después de
lo acontecido, se fueron organizando protestas en la ciudad, donde trabajadores,
estudiantes y maestros empezaron a unificarse.
Surgen diversos movimientos de protesta, entre los cuales se encuentra el grupo
de los médicos, quienes se agruparon para solicitar el aguinaldo que se les había
negado antes. Este conflicto se transformó en un movimiento político, pues gran
parte de los médicos abandonaron su sindicato con el fin de formar uno nuevo,
hecho que no convenía a los líderes sindicales ni a los directores de salud del
40 ARNAUT, Alberto. Historia de una profesión. Los maestros de educación primaria en México. 1887 – 1994. México, Biblioteca del Normalista SEP, 1998, pp. 86-87.
43
IMSS y del ISSSTE, los cuales desprestigiaron a dicho movimiento. El gobierno
de Díaz Ordaz se destacó por la manera de controlar el movimiento: “la protesta
creció hasta un punto en que sólo la represión policial podía detenerla”41. Bajo
estos actos de fuerza se construyeron instalaciones médicas y no se volvió a
retirar el aguinaldo.
Otro grupo social que se destacó en contra de la estructura del régimen existente,
fue el movimiento estudiantil. Su primera protesta fue en 1966, cuando surgió una
nueva reforma que estipulaba que la entrada a todas las facultades de la UNAM
sería a través de un examen de admisión; además, establecía que los maestros
debían presentar un examen antes de impartir un curso para comprobar su
capacidad intelectual. Este hecho se solucionó con la entrada del Ing. Javier
Barros Sierra a rectoría, “quien inmediatamente restableció el pase automático del
bachillerato a la universidad”42.
Después, en el año de 1968 dicho movimiento se hizo presente nuevamente, pero
ahora el cuerpo policiaco intervino de manera violenta arrestando e hiriendo a los
estudiantes. Estas acciones fueron tomadas por el gobierno con el objeto de dar
punto final al movimiento que podía poner en peligro la estructura institucional del
régimen, como había ocurrido con el movimiento ferrocarrilero en años anteriores.
A pesar de dichos movimientos, se mantuvo la tranquilidad política, ya que los
obreros y el magisterio no se unieron a los estudiantes.
41BRACHET MÁRQUEZ, Viviane. El Pacto de Dominación: estado, clase y reforma social (1910-1995). México, Colegio de México, p.162.
42Ibídem, p.164.
44
Durante el periodo del desarrollo estabilizador se hicieron presentes, también, las
medidas de bienestar social. La seguridad social fue de interés para el gobierno,
puesto que los trabajadores de la ciudad eran beneficiados con el IMSS y los
trabajadores del Estado con la creación del ISSSTE.
El reparto de utilidades fue una medida implantada para apaciguar el
levantamiento obrero, por lo que el gobierno lo hizo obligatorio, a pesar del
descontento por parte del sector patronal para otorgarlo.
Se elevó también la vivienda urbana popular “En diciembre de 1954 se constituyó
el Instituto de la Vivienda para ocuparse de los cinturones de pobreza y de los
asentamientos irregulares […] Las acciones de vivienda popular durante el
sexenio de López Mateos beneficiaron principalmente a los empleados públicos:
entre 1959 y 1967”43. El ISSSTE contribuyó en la construcción de unidades
habitacionales. También se ofrecieron facilidades de crédito a las clases medias
para la construcción de vivienda barata.
2.3 Proyecto Educativo de Unidad Nacional
Como ya se mencionó en párrafos anteriores, para poder establecer un proyecto
educativo, es importante determinar las condiciones políticas, sociales y
económicas del Estado, ya que dicho plan debe ser congruente con el proyecto
estatal y además deberá coadyuvar sus acciones con las del mismo, y a su vez
tendrá que responder a las necesidades que se encuentran latentes. Es por ello,
que a principios de los años cuarenta, las nuevas condiciones no sólo del país 43Ibídem, p.159.
45
sino del mundo entero necesitaron de una reestructuración económica, política y
social para poder enfrentar las situaciones y necesidades a las cuales debían
responder, con el fin de mantener un crecimiento global a nivel nacional e
internacional.
Bajo las condiciones en que el mundo entero se encontraba por causas de la
guerra y del nuevo contexto político y económico que determinó, cada nación tuvo
que reajustar sus proyectos de crecimiento. Por ello, como ya se mencionó antes, México experimentaba un proceso de cambio en su política, tanto nacional como
internacional, pues las condiciones creadas por la guerra generaron una nueva
dirección en el país; que lo condujeron a crear un modelo de desarrollo conocido
como “desarrollista”, el cual pretendía lograr el progreso del país por medio de la
industrialización. Para apoyar esta nueva política, se implementó el proyecto de
Unidad Nacional y que por lo tanto, el sistema educativo contribuyó para
desarrollarlo, con el fin de erradicar las luchas sociales.
Ante esta situación, surge la necesidad de formar otro tipo de mexicano que
respondiera a las necesidades demandadas por los nuevos propósitos del
gobierno, con el fin de sustentar sus acciones y fortalecerlas. Para ello, se plantea
establecer un proyecto educativo que apoyara la nueva política determinada,
tanto por las condiciones internacionales como por los objetivos de crecimiento del
Estado.
A inicios de los años cuarenta, el presidente electo, el General Manuel Ávila
Camacho, proclama la política de Unidad Nacional, que consistió en establecer la
paz social, la conciliación entre los intereses de las empresas y los trabajadores.
El Estado encontró en la educación el soporte fundamental para echar a andar los
ideales de dicha política y es así como surge la Escuela de Unidad Nacional.
46
La educación que en ese momento predominaba era de corte socialista, por lo que
al pretender establecer una nueva política, era necesario transformarla con el fin
de desaparecer la legitimación de toda lucha de clases. De esta manera, se
impuso una nueva política educativa que resultó conveniente al nuevo proyecto de
desarrollo.
El entonces Secretario de Educación Pública, Luis Sánchez Pontón, continuaba en
la defensa de la educación socialista además de ser solidario con los movimientos
magisteriales. Estos dos hechos fueron la causa de su destitución del puesto
como Secretario de Educación.
Quien llegó a ocupar el puesto como Secretario de Educación Pública fue el
licenciado Octavio Vejar Vázquez, cuyas tendencias políticas eran más acordes
con el nuevo proyecto de nación. Dicho personaje trató de subsanar los errores
cometidos por el anterior Secretario de manera radical. Cabe mencionar que el
magisterio se encontraba agitado por la lucha de mejores condiciones de trabajo y
salarios dignos de merecer, situación que debía ser sosegada.
Ante esta problemática, el licenciado Vejar Vázquez tomó ciertas medidas:
“perseguía con ira implacable a los maestros que conservaban posiciones de
doctrinarismo socialista y establecía sistemas inquisitoriales de vigilancia sobre los
empleados de la SEP. Lanzó una terrible campaña anticomunista en la educación
pública que terminó con la expulsión de centenares de maestros y empleados de
sus puestos”44. La manera tan coercitiva de ejercer su poder no le permitió
desarrollar el nuevo proyecto de unidad nacional, ya que lo que se buscaba era
mantener la paz social y con su actitud tan impulsiva y agresora se lograba lo
44 GUEVARA NIEBLA, Gilberto. “Educación para la Unidad Nacional”, en: El saber y el poder. México, UAS, 1983, p. 109.
47
contrario. Este fue el motivo por el cual fue expulsado del puesto como secretario
de educación, no sin antes proclamar la escuela del amor.
Cabe puntualizar que el Proyecto de Unidad Nacional implico una nueva dirección
hacia el logro de objetivos en la educación congruentes con los del Estado, los
personajes que en él colaboraron trabajaron alrededor de este plan, en el cual la
Escuela de Unidad Nacional seria llamada con diferentes nombres, siendo el caso
de “la escuela del amor”, sin embargo, la esencia sería la misma, al respecto
Álvaro Morales Expresa lo siguiente:
A lo largo de treinta años, este proyecto se expresaría con nombres diferentes
tales como: Escuela de la Unidad Nacional y del Amor (1940-1946), Escuela para
la industrialización (1946-1952), Escuela de la Mexicanidad (1952-1958), Escuela
de la Integración y de la Unidad Nacionales (1958-1964) y Escuela del Aprender
Haciendo y del Enseñar Produciendo (1964-1970). Todas ellas sosteniendo
objetivos comunes a mediano y largo plazos; esto es, la formación de un nuevo
mexicano y la preparación técnica eficiente de un ser para manejar con destreza
la nueva tecnología que se fue incorporando a la creciente planta productiva
durante estos años.45
Además de lo anterior, Vejar Vázquez se dio a la tarea de formular una Ley
Orgánica de Educación del artículo tercero, dentro de la cual se desarrollaron
programas educativos para las escuelas primarias de tipo rural y urbano.
Así, el nuevo Secretario de Educación exclama: “Se piensa borrar las
desigualdades totalmente: queremos que en la escuela se haga obra de
45 MORALES, Álvaro. Op. cit., p.28.
48
homogeneidad espiritual, de acercamiento, de unificación; ya que es el amor,
quiérase o no, el que ha de unir en un solo espíritu a todos los mexicanos para
formar lo que anhelamos: una nación fuerte”46.
Dadas las condiciones de heterogeneidad de la población educativa, estas
acciones no fueron favorables para la mejoría de la educación, ya que habría que
adaptar los programas educativos al medio rural, por lo tanto no respondían a sus
necesidades. Sin embargo, se ejecutaron, y se desplazaron los programas para
las escuelas rurales, por lo que la escuela rural fue perdiendo su esencia, su
propia identidad y finalmente se fue desintegrando.
La persona que vino a hacerse cargo de la Secretaría de Educación Pública y que
se convertiría en el personaje ideal para establecer las bases educativas y
además responder a los requerimientos del Estado fue Jaime Torres Bodet.
Jaime Torres Bodet fue designado para ocupar el puesto como Secretario de
Educación Pública. Se dice que “habría de desarrollar la política educativa para
resolver los dos problemas cruciales que el gobierno enfrentaba en el campo
educativo, por lo demás relacionados entre sí: a) la unificación del gremio
magisterial y b) la eliminación de la Constitución del texto educativo socialista.”47
El Estado requería de un individuo capaz de transformar la situación educativa
para hacer frente a las condiciones del país y por lo tanto al proyecto de Estado
que proclamaba una nueva política llamada sustitución de importaciones, política
46 CASTILLO, Isidro. op. cit, p.172.
47 GUEVARA NIEBLA, Gilberto. Op. cit., p. 109.
49
que estableció las nuevas condiciones económicas que el país experimentaría en
los años sucesivos. Dicha política intentaba reducir la dependencia de la
economía nacional respecto de los bienes importados.
De esta manera, Torres Bodet fue ese personaje que trató de relacionar los
requerimientos del Estado con las acciones de la educación, su preparación
profesional y su gran experiencia como diplomático y también en su momento
como secretario particular de José Vasconcelos, le dieron los elementos
necesarios para enfrentar las demandas que el país proclamaba y por supuesto
para transformar el rumbo de la educación.
Para llevar a cabo la eliminación del texto educativo socialista, se tuvo que hacer
frente a la problemática magisterial. El Sindicato de Trabajadores de la Educación
de la República Mexicana (ESTERM) se encontraba dividido. Se creó un sindicato
paralelo, el Sindicato Nacional Autónomo de Trabajadores de la Educación
(SNATE), en reacción ante la nueva reforma educativa que se llevaría a cabo.
Bajo estas condiciones de desajuste magisterial Jaime Torres Bodet logró unificar
al magisterio. Se creó así el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación
(SNTE), que concentra a todos los maestros, a excepción de los universitarios.
Para la creación de dicha organización, el nuevo Secretario de Educación se
comprometió a mejorar las condiciones laborales y académicas de los
trabajadores de la educación así como el mejoramiento de sus salarios; además,
se propició la tranquilidad del sector magisterial y por lo tanto se pudieron
establecer las condiciones necesarias para llevar a cabo la reforma del artículo
tercero esperada por el gobierno.
50
En 1945 se aprueba el texto que definiría al artículo tercero y que dice lo siguiente:
“la educación que imparta el Estado - Federación, Estado, Municipios - tenderá a
desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él,
a la vez, el amor a la patria y la conciencia de la solidaridad internacional, en la
independencia y en la justicia”48
La definición del artículo tercero fue un hecho que marcó el final de las ideas
socialistas, y dio paso al nuevo proyecto de unidad nacional ya que la educación
sería el soporte para desarrollar en el país los nuevos ideales del Estado. Es aquí
donde se ve reflejado el primer paso hacia el logro de la industrialización, en
donde la educación contribuyó fuertemente con el proyecto estatal, eliminando del
artículo tercero cualquier vestigio de ideas socialistas.
Jaime Torres Bodet realizó una labor muy ardua, sin embargo, siempre estuvo
encaminada hacia la voluntad del gobierno. Estableció los nuevos cimientos
educativos en los que descansaría el proyecto de industrialización. Las nuevas
acciones educativas se encaminaron hacia el establecimiento del orden social.
El nuevo secretario pretendió establecer una ideología de libertad además de
pretender que la educación se convirtiera en un instrumento fundamental para
ascender en la sociedad.
Estableció para la educación tres finalidades, que serán el motor de la educación:
la educación para la paz, para la democracia y para la justicia. La educación
entonces se convertiría en “instrumento adecuado para la transformación social.
48 Ibídem, p.111-112.
51
La educación suplantaba de una cierta manera a la lucha de clases y se convertía
en un elemento fundamental para el funcionamiento global del sistema”.49
El nuevo secretario de Educación comenzó a hacer frente a los problemas que
había heredado del secretario anterior, Vejar Vázquez. Además de llevar a cabo la
reforma, Jaime Torres Bodet realizó otras acciones, pues en 1944 realizó una
campaña contra el analfabetismo, editó textos escolares baratos y llevó a cabo la
construcción de edificios escolares:
Se implantó un vigoroso Programa de Construcciones Escolares. Fundó el Instituto
Federal de Capacitación del Magisterio, que constituyó el más vasto esfuerzo de
cuantos se han emprendido para preparar profesionalmente a los maestros no
graduados que se encuentran en servicio. Promovió la educación estética,
reorganizó las misiones culturales, impulsó la investigación científica y la
preparación profesional superior, normal, liberal y técnica50.
Estas acciones permitieron el progreso del sistema escolar y además, caracterizan
al entonces secretario de educación, Jaime Torres Bodet, como el último
personaje de importancia que transformó a la educación y que imprimió en ella el
medio para la superación individual y, por lo tanto, para la sociedad en conjunto.
49 Ibídem, p. 117
50 CASTILLO, Isidro. Op. cit., p. 178.
52
CAPITULO 3: Los proyectos educativos de Jaime Torres Bodet
La realización de los proyectos educativos por Jaime Torres Bodet, estuvo
impregnada de sus ganas de cambiar la situación escolar de la sociedad
mexicana, del deseo por ver la superación de los mexicanos porque, según él, a
través de la educación se alcanza la libertad y la democracia, elementos que
servirían para lograr la integración de cada habitante al país y para alcanzar los
ideales del Estado; pero sobre todo, sus proyectos estuvieron encaminados a
satisfacer las necesidades que hasta ese momento, el gobierno mexicano
demandaba.
En el capítulo anterior se comenta que surge la demanda de un nuevo ciudadano,
y para el logro de ello será importante conocer cómo se logró y a través de qué
acciones. Por ello, es significativo mencionar la realización de los proyectos que
Torres Bodet estableció para conseguirlo, a través del Proyecto de Unidad
Nacional, en el que encaminó todas las acciones educativas.
El proyecto de Torres Bodet, es la concreción de su concepción, no sólo
educativa, sino más general: de hombre, de sociedad, de nación. Por ello, resulta
fundamental iniciar con el recuento de su formación, tanto en el plano profesional,
como política en su fase de funcionario, incluso artística, en su fase de poeta. Ya
que cada uno de estos elementos nutre su visión de lo que era necesario hacer
para contribuir al desarrollo del país.
Cabe destacar que la intervención y colaboración de Jaime Torres Bodet como
Secretario de Educación Pública, tuvo lugar en dos momentos: el primero que
ocupo, fue durante la presidencia de Manuel Ávila Camacho en los años 1943 a
53
1946, en donde realizo diversas acciones que contribuyeron al mejoramiento de la
educación nacional y que a su vez respondieron a los requerimientos de la política
del Estado.
En este periodo reorganizó y dio nuevo impulso a la campaña alfabetizadora, creó
el Instituto Federal de Capacitación del Magisterio, mismo que continuo
funcionando durante el segundo periodo de Torres Bodet como Secretario de
Educación, organizó la Comisión Revisora de Planes y Programas, inició la
Biblioteca Enciclopédica Popular, dirigió el valioso compendio México y la cultura
(1946), construyó numerosas escuelas y, señaladamente, la Escuela Normal para
Maestros, la Escuela Normal Superior y el Conservatorio Nacional en la Ciudad de
México, y fue así como dio coherencia a la educación mexicana.
El segundo momento en el que ocupo el cargo como secretario de educación fue
durante el presidencialismo de Adolfo López Mateos de 1958 a 1964, periodo en
que inició un Plan de Once Años para resolver el problema de la educación
primaria en el país, fundó la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos y
promovió la construcción del Museo Nacional de Antropología, del Museo de Arte
Moderno y la organización y adaptación de los de Arte Virreinal y de Pintura
Colonial al terminar su gestión educativa.
3.1 El intelectual Jaime Torres Bodet
Es necesario destacar que Jaime Torres Bodet tuvo una gran trayectoria
académica y profesional, que le permitió enfrentar con seguridad los problemas
educativos nacionales. Su gran capacidad intelectual le hizo obtener la confianza
54
del gobierno para situarlo a cargo de la Secretaría de Educación Pública y de esta
manera apoyar al nuevo proyecto de Unidad Nacional.
Jaime Torres Bodet nace en la ciudad de México el 17 de abril de 1902. Se dice
que fue hijo único. De pequeño, su madre optó por instruirlo basándose en textos
de Geografía, Historia, Matemáticas y Español, todo seleccionado de acuerdo al
programa de la Secretaría de Instrucción Pública, además le incluía obras en
francés de poetas y prosistas.
Posteriormente, su madre decidió inscribirlo a la escuela primaria anexa a la
Normal, dirigida por Abraham Castellanos. A los 11 años ingresó a la Escuela
Nacional Preparatoria en el Colegio de San Ildefonso. Entre las materias que le
fueron impartidas, podemos mencionar: Matemáticas, Español, Francés, Filosofía
y Física Social, dichas materias se encontraban organizadas dentro de un plan de
estudios influenciado por el positivismo, propuesto por Gabino Barreda.
Desde niño, se destacó por su gran capacidad intelectual: “A los doce años
comienza a escribir en la clase de literatura que da Enrique Fernández Granados
en la preparatoria. A los catorce pública cinco sonetos en el periódico El Pueblo: a
los dieciséis su primer libro, Fervor, con un prólogo de Enrique González Martínez
que incluye a los futuros contemporáneos”51.
En 1918, se inscribió como alumno regular en la Facultad de Jurisprudencia en la
Escuela de Leyes y Altos Estudios de la Universidad Nacional, aunque
51 Compilación de Beth Millar. Ensayos contemporáneos sobre Jaime Torres Bodet. México, UNAM, 1976, p. 17.
55
personalmente no ambicionaba el título de abogacía, a su madre le atraía esa
profesión para él.
A los 15 años, entre la Preparatoria y la ya mencionada Escuela de
Jurisprudencia, Torres Bodet conoció a Carlos Pellicer, José Gorostiza, Enrique
González Rojo y, especialmente, Bernardo Ortiz de Montellano, quienes fueron
sus amigos de toda la vida y estimularon su vocación literaria.
Estos, fueron los fundadores del segundo Ateneo de la Juventud llamado ahora:
grupo de los “Contemporáneos”, y digo segundo, porque ya antes había existido el
grupo de el Ateneo de la Juventud, sin embargo, este se había dispersado por el
conflicto de la revolución.
El nombre del grupo, es tomado de la revista literaria Contemporáneos, y que se
leyó en la Ciudad de México durante tres años, de 1928 a 1931, y quienes sus
editores fueron; Torres Bodet, Bernardo Ortiz de Montellano y Bernardo Gastélum.
Se dice que los maestros que intervinieron en los pensamientos de estos jóvenes
escritores fueron, Antonio Caso y Enrique González Martínez, el primero por su
filosofía, el otro por sus letras como maestro de literatura; también influyeron:
Alfonso Reyes y José Vasconcelos, aunque de manera menos significativa.
La filosofía, a la cual se alineaba Caso, era el “humanismo alemán”, pues se
negaba a aceptar la idea del progreso desprendido del positivismo. Antonio Caso
junto con Pedro Henríquez Hureña, Reyes y Jesús T. pusieron las bases de la
educación moderna del país. “Sus ideales humanísticos les dictan la convicción
de que las humanidades no son sólo enriquecimiento intelectual y fuente de placer
estético, sino que son ‘fuente de disciplina moral’ como señalaba Henríquez
56
Hureña: ‘Acercar a los espíritus a la cultura humanística es empresa que augura
salud y paz”.52
Estos maestros tuvieron la oportunidad de pregonar sus ideales al formar parte
importante de la nueva educación, pues, al fundarse en 1913 la Escuela de Altos
Estudios de la Universidad Nacional, se decidió crear un cuerpo profesional que
sentara las bases de la nueva educación.
Dichos maestros, propusieron que el estudiante debía leer mucho bajo la vigilancia
del profesor, pues para ellos lo más importante era que el alumno trabajara con su
propio lenguaje, además de despertar en él su amor por la lectura. Sin embargo, a
pesar de las buenas intenciones de estos maestros, su gran tarea se vio obstruida
por la situación latente de la política, por lo que tuvieron que disolverse.
Quienes figuraron en este conjunto de escritores llamados los Contemporáneos
además de Jaime Torres Bodet y sus grandes amigos son: Xavier Villaurrutia,
Salvador Novo, Gilberto Owen, Celestino Gorostiza y Rubén Salazar Mallén. Se
dice que adoptaron una actitud crítica y que además, “su virtud común ha sido la
desconfianza, la incredulidad”53
Se nombraron grupo sin grupo, como lo define Villaurrutia “se formó casi
involuntariamente por afinidades secretas y por diferencias más que por
semejanzas. ‘Grupo sin grupo’ le llamé la primera vez que comprendí que nuestras
complicaciones privadas, nuestras desemejanzas corteses, nuestras intenciones,
52 SHERIDAD, Guillermo. Los contemporáneos ayer. México, FCE, 2003, p.34.
53 Ibídem, p. 12.
57
diversas en el recorrido pero unidas en el objeto de nuestra ambición, tenían que
trascender al público, como sucedió en efecto”54, un grupo en el que nadie aspira
a tener el poder ya que lo que les interesa es la literatura.
Las bases éticas y estéticas del las cuales partieron el grupo de los
contemporáneos fueron tomadas de cuatro ensayos que realizó Torres Bodet
sobre André Gide, y de él se tomó lo siguiente: “El arte nace de la dificultad, vive
de la lucha, muere en la libertad… porque siempre que hay en él verdadero vigor
busca la lucha y los obstáculos. Le agrada romper sus cadenas y por eso las
quiere pesadas”55
El grupo de los contemporáneos se caracterizó por la manera de ejercer el
quehacer literario y cultural entre los años de 1920 y 1932, y dentro del cual se
crearon; revistas, grupos de teatro y sociedades de conferencias. Es ahí donde
surgió La Falange, Revista de Cultura Latina, continuando con la publicación de El
Libro y el Pueblo, Revista Mensual Bibliográfica.
El grupo de los contemporáneos comenzó a decaer cuando Torres Bodet se alejó
del grupo para dar inicio a su carrera diplomática, pues se vuelve incierto el
destino de la generación de poetas que él había contribuido a formar, “Ortiz de
Montellano queda al frente de la revista y logra el patrocinio de Genaro Estrada.
Cuando en diciembre de 1931 Estrada deja la subsecretaría de Relaciones
Exteriores, muere Contemporáneos”56, es de esta manera como el grupo se
disolvió.
54 Ibídem, p. 13.
55 Compilación de Beth Millar. Op. cit., p. 7.
56 Ibídem, p. 11.
58
Entre los 19 y 21 años de edad, aceptó hacerse cargo de la Secretaría de la
Escuela Nacional Preparatoria, en donde enseñó literatura. Más adelante, tuvo la
fortuna de convertirse en el secretario particular de José Vasconcelos y es así
como incursiona en el campo de la educación, iniciando su carrera como un gran
educador mexicano. Posteriormente, ocupó el puesto de Jefe de Bibliotecas de la
SEP.
Jaime Torres Bodet fue un hombre muy destacado como poeta, prosista, literato,
diplomático y por supuesto como educador.
Fundó y dirigió la revista El libro y el Pueblo, lanzó un programa para la traducción
de las obras clásicas de la literatura universal, organizó bibliotecas ambulantes,
instaló centros de lectura en las regiones rurales y distribuyó millones de libros a
las bibliotecas del país.
También colaboró en el Departamento de Salubridad Pública. Entre los años 1922
y 1928 publicó siete libros de versos y una antología. Además escribió su primera
novela Margarita de niebla, un volumen de ensayos literarios intitulado
Contemporáneos.57
Para el año de 1929, ingresó al servicio diplomático y fue adscrito como tercer
Secretario de la Legación de México en Madrid. A su regreso en el año de 1936,
se le designó como jefe del Departamento Diplomático de la Secretaría de
Relaciones Exteriores.
57 Ibídem pp. 76- 77.
59
Jaime Torres Bodet demostró el gusto por el estudio y destacó desde muy joven
por ello, fue tomado en cuenta para ocupar cargos muy importantes dentro de la
estructura política y educativa del país.
Uno de los personajes que ejerció gran influencia sobre él y que le permitió en
gran medida fincar las bases de su pensamiento educativo fue sin duda José
Vasconcelos, con el que desempeñó el cargo de secretario particular del entonces
rector de la universidad nacional, y próximo Secretario de Educación Pública. Su
estrecha relación con él le permitió mirar de cerca las problemáticas educativas
que en ese entonces adolecía el país.
Los viajes que realizó junto con Vasconcelos a varios estados de la república, le
mostraron de cerca la realidad educativa del país: visitaron las escasas escuelas
existentes, observaron la desnutrición de los niños, se dieron cuenta de la falta de
preparación de los profesores o nulidad de éstos, es entonces que concluyeron
que mas allá de un discurso, la nación requería de una inmediata atención.
De esta manera, Torres Bodet menciona “queríamos verlo todo, darnos cuenta de
todo, porque esperábamos iniciar una actividad en que todo, celosamente se
corrigiese”58; es desde esta perspectiva que se pretendía dar solución a los
problemas educativos, y quién mejor para informar de ellos si no los que viven en
carne propia los estragos de estos, pues es importante mencionar que no es lo
mismo plantear soluciones en teoría, a realizar acciones a partir de las
necesidades que presenta el individuo a primera vista y a través del trato con él.
58 TORRES BODET, Jaime. Tiempo de arena. México, FCE, 1955, p. 12.
60
Vasconcelos fue quien realizó el primer intento a nivel nacional para erradicar la
ignorancia del país. En tanto Torres Bodet, al asumir su cargo como Secretario de
Educación Pública en la primera ocasión, dio una nueva sistematización a la
campaña contra el analfabetismo, misma que se realizó en agosto de 1944, si bien
Vasconcelos marcó el camino a seguir por secretarios posteriores, Torres Bodet
fue uno de los que dio nuevo aliento a la lucha contra la ignorancia, pues revivió
las Misiones Culturales, suprimidas por Cárdenas en 1938.
La influencia que ejerció Vasconcelos sobre Torres Bodet fue más profunda, pues
ésta se ve reflejada en los principales elementos considerados por ambos como
medios de desarrollo indispensables para la educación nacional: el maestro, el
libro y el arte, componentes que se relacionan directamente con los tres ejes
fundamentales mencionados dentro de la Secretaría de Educación Pública: el
escolar, el de bibliotecas y el de bellas artes.
Se puede observar dicha influencia que tuvo José Vasconcelos en Jaime Torres
Bodet de la siguiente manera: Dentro del Departamento Escolar, Vasconcelos
coordinó la construcción de escuelas, tanto en la ciudad de México como en los
estados de la república, además organizó el trabajo docente implicando a los
maestros rurales, urbanos, ambulantes y especialistas que integraron las misiones
culturales. La consideración de los componentes escuela y maestro se observa
también en la obra educativa de Jaime Torres Bodet, quien durante su primer
periodo como Secretario de Educación, destinó grandes cantidades del
presupuesto de la SEP para la construcción de escuelas y en marzo de 1945
consciente del elevado número de maestros sin título, inauguró el Instituto Federal
de Capacitación del Magisterio, lo que permite mejorar la calidad de la educación y
preparación de los docentes.
61
El segundo eje, departamento de bibliotecas se dedicó a inundar de libros a la
nación y con ello fomentar el hábito de la lectura, para lo cual se apoyó en la
creación de bibliotecas populares. El libro fue considerado entonces como un
instrumento esencial para la enseñanza.
Por su parte, Torres Bodet dio siempre un gran impulso al libro, pues el haber
estado al frente del Departamento de Bibliotecas le sirvió como una experiencia
para no olvidar la importancia de dotar de publicaciones clásicas y novedosas a
las escuelas y al público en general. Reconocía que “la biblioteca popular era una
ingente necesidad mexicana y por desgracia es una necesidad casi siempre
desatendida”59, fue una de las razones que lo motivó en su primer secretariado en
los años de 1943 a 1946, pues durante este periodo fundó la Escuela Nacional de
Bibliotecas, coordinó la publicación de la Biblioteca Enciclopédica Popular y
además autorizó la compra de gran cantidad de libros y revistas.
En su segundo periodo como secretario, creó la Comisión Nacional de los Libros
de Texto Gratuitos, con el fin de extender a las clases necesitadas los beneficios
del material de enseñanza y que de otra manera no podían obtener.
En cuanto al Departamento de Bellas Artes, jugó un papel fundamental con
Vasconcelos, quien estuvo a favor de la mejora de la educación artística, hasta
entonces no tomada en cuenta, ya que a través del arte se podrían desarrollar las
facultades del hombre. Dio apoyo al muralismo mexicano entre los que sobresalía
Diego Rivera y David Alfaro Sequeiros, buscando con esto promover la identidad
nacional.
59 Ibídem, p. 157.
62
Torres Bodet por su parte, fomentó la expresión cultural. Gracias a su iniciativa se
creó la Subsecretaría de Asuntos Culturales que compendió el Instituto Nacional
de Bellas Artes, además el Instituto Nacional de Antropología e Historia. Y en 1964
se inauguró el Museo Nacional de Antropología y el Museo de Arte Moderno
situados en Chapultepec.
Como se observa, Torres Bodet consideró su experiencia adquirida al estar
colaborando con Vasconcelos en las acciones educativas, pues de cierto modo, le
sirvieron de guía para realizar sus acciones como secretario de educación, por lo
tanto la influencia que tuvo Vasconcelos en su incursión en la educación se
muestra en varios de sus proyectos educativos.
Es necesario mencionar también, que el pensamiento pedagógico de la escuela
nueva proclamada por el norteamericano John Dewey estuvo presente en la
ideología de Jaime Torres Bodet. Esto lo expreso en la realización de los planes y
programas de estudio que renovó en la educación primaria y que más adelante se
mencionará. Desde aquí se puede observar la influencia intelectual del país
vecino, si a principios de los años cuarenta, México creo dependencia económica
con dicho país, no iba a ser la excepción la influencia en el rubro educativo, ya que
nuestro país pretendía estar a la altura de los países industrializados y la mejor
manera de hacerlo era aplicando sus estrategias educativas y por lo tanto su
filosofía educativa.
Esta nueva pedagogía establece, que el acto pedagógico debe fundamentarse en
la acción y en la actividad del niño. John Dewey menciona que:
La enseñanza debería darse por la acción y no por la instrucción como quería
Herbart. […] La educación preconizada por Dewey era esencialmente pragmática,
63
instrumentalista, buscaba la convivencia democrática, […] Según él, hay una
escala de cinco etapas del acto de pensar, que ocurren delante de algún
problema, en consecuencia el problema nos haría pensar. Son las siguientes:
1) Una necesidad sentida;
2) El análisis de la dificultad;
3) Las alternativas de solución del problema;
4) La experimentación de varias soluciones hasta que el examen mental
apruebe una de ellas;
5) La acción como la prueba final para la solución propuesta, que debe ser
verificada de manera científica.
De acuerdo con tal visión, la educación era esencialmente proceso y no producto;
un proceso de reconstrucción y reconstitución de la experiencia. El objetivo de la
educación se encontraría en el propio proceso. La escuela debería preparar a los
jóvenes para el trabajo, para la actividad práctica, para el ejercicio de la
competencia. Proponía la construcción de un hombre nuevo dentro del proyecto
burgués de sociedad. Sólo el alumno podría ser autor de su propia experiencia.60
El método aceptado, pretendía hacer del educando un ser activo y no pasivo, de
manera que sirviese a la sociedad. Por lo tanto, Torres Bodet toma lo más
adecuado de esta corriente y posteriormente define la filosofía que se llevará a
cabo en la escuela, proclamando una educación de tipo integral es decir, no sólo
el desarrollo de la inteligencia, sino de todas las facultades del individuo.
Preconizó:
60 GADOTTI, Moacir. Historia de las ideas pedagógicas. México, Siglo XXI, 2004, pp. 148-149.
64
Educación para la paz, para la democracia y para la justicia social. Es decir:
fomento de todas las enseñanzas, disciplinas y actividades capaces de ahondar en
el ciudadano el sentido de responsabilidad como persona, como miembro de una
familia, como factor de equidad y progreso en el seno de una nación y como
defensor de la independencia y de los derechos humanos en el campo
internacional.61
De esta manera, Jaime Torres Bodet emprendió sus acciones educativas para
contribuir a la idea del nuevo proyecto de unidad nacional. Estableció una
comisión de planes, programas y métodos de estudio con el fin de renovar la
educación primaria.
Es en este apartado donde se refleja la influencia de la escuela nueva o también
llamada escuela de la acción, ya que este pensamiento pedagógico se encontraba
en auge, pues para la realización de los nuevos programas escolares se establece
que:
1) El niño no aprende bien sino cuando lo hace personalmente por observación,
esto es, por un proceso auto educativo; 2) que la enseñanza debe ser a la medida
del niño, vale decir, adaptarse a la naturaleza peculiar de cada educando
(individualización de la enseñanza) o, por lo menos, a grupos de alumnos de
parecido tipo de inteligencia (educación diferenciada); 3) que, junto a la formación
intelectual, se pongan en práctica las aptitudes manuales y, en general, toda
energía creadora (educación integral); 4) que, respecto a la materia de enseñanza,
se organice ésta de tal modo que llegue a tener un efecto total en la formación del
niño, ora unificando el aprendizaje en torno a un hecho o complejo de hechos de la
experiencia infantil (globalización), ora coordinando íntimamente las asignaturas
(coordinación didáctica); 5) que, dado que la educación es vida y ésta es
61 CASTILLO, Isidro. Op. cit., p.182.
65
colaboración humana, precisa socializar el aprendizaje (trabajos colectivos, por
equipos, etc.), respetando y fortaleciendo al propio tiempo la individualidad de
cada cual.62
Así, se comienza una lucha entre lo nuevo y lo viejo, es decir, entre una educación
de tipo tradicional y una progresiva. Habrá que visualizar que esto no era del todo
fácil, ya que hacer una renovación de este tipo resultó ser un proceso que
implicaba tiempo, aunque claro, todo lo anterior, sin desconocer los principios
universales de la pedagogía, haciendo una escuela capaz de afrontar los
problemas de la educación nacional, tomando en cuenta las características del
educando mexicano y empleando los planes adecuados a él, de igual manera,
haciendo una escuela moderna armada con todos los procedimientos y técnicas
de la pedagogía contemporánea.
De esta manera, la educación de tipo integral debía de combinar la técnica y el
humanismo para poner al alcance de todos los mexicanos una educación de
calidad.
Ante las nuevas demandas educativas, la mayor preocupación de la política
educativa fue la extensión de la educación pública, pues según Torres Bodet, al
ponerla al alcance de todos, daba la posibilidad de que ningún grupo social
quedase marginado del progreso y la modernidad.
62 Ídem, p.182-183.
66
3.2 La Campaña Nacional Contra el Analfabetismo
Las acciones que desarrolló Jaime Torres Bodet durante su estancia como
secretario de educación, durante el gobierno de Ávila Camacho, estuvieron
dirigidas hacia el sustento del proyecto de Unidad nacional emitido por el Estado.
Torres Bodet tenía que resarcir las problemáticas educativas existentes que
dificultaban la realización de las tareas políticas que el gobierno pretendía llevar a
cabo.
Se atendió entonces, la importancia de que todos los mexicanos aprendieran a
leer y a escribir, por lo que la alfabetización cobró gran importancia, además,
estuvo dirigida hacia el favorecimiento de la formación del ser humano.
El intento de erradicación del analfabetismo en México ha definido proyectos
educativos de gran importancia, tales como el de José Vasconcelos a principios
del siglo XX, y posteriormente el de Jaime Torres Bodet, quién retomó la misma
línea de trabajo dándole nuevo impulso y organización.
Vasconcelos fue quien realizó el primer intento a nivel nacional para erradicar la
ignorancia del país. En tanto Torres Bodet, al asumir su cargo como Secretario de
Educación Pública en la primera ocasión, dio una nueva sistematización a la
campaña contra el analfabetismo, misma que se realizó en agosto de 1944, si bien
Vasconcelos marcó el camino a seguir por secretarios posteriores, Torres Bodet
fue uno de los que dio nuevo aliento a la lucha contra la ignorancia, pues revivió
las Misiones Culturales, suprimidas por Cárdenas en 1938.
67
Además, ante el reto que planteaba el gran índice de analfabetismo en el país en
los años cuarenta y la tensión creada por la Segunda Guerra Mundial, la atención
a este problema cobró nueva importancia con Torres Bodet al frente de la
Secretaría de Educación Pública en 1944.
Podemos reconocer varios motivos que permitieron fijar el interés gubernamental
hacia el cumplimiento de este fin. A continuación mencionaremos los siguientes:
a) La necesidad de cambiar la idea de lucha de fuerzas armadas entre países
de diversas ideologías a la lucha contra la ignorancia y la falta de
instrucción, pues era preferible fomentar e impulsar en el país la
participación de todos los ciudadanos para combatir el analfabetismo, ya
que éste era el verdadero enemigo interno, más que enviar tropas, pues el
mismo Jaime Torres Bodet menciona “El factor más profundo de la
resistencia de un pueblo en lucha es la preparación intelectual y moral de
sus habitantes. Esa preparación exige, como premisa, una educación al
alcance de todos”63
b) Ante la próxima situación de posguerra que enfrentaría el país, se
necesitaría una población alfabetizada para contar con las bases culturales
indispensables y así ingresar a la modernidad anhelada.
c) La necesidad de conciliar sectores políticos y sociales, frenando pugnas
hacia el interior y exterior de los mismos, ya que se argumentaría la
indispensable participación de todos formando un frente común ante ese
enemigo terrible que era la ignorancia.
d) La alfabetización sería el primer paso para mejorar la capacitación del
trabajador, permitiendo con el tiempo un mejor rendimiento en la industria.
63 TORRES BODET, Jaime. Memoria: Años contra el tiempo. México, PORRÚA, 1969, p. 161.
68
e) Reconocer a los grupos indígenas como un sector social ignorado hasta
ese momento para la alfabetización y su necesaria participación en la
integración nacional mediante la castellanización.
Los medios utilizados para intentar alcanzar el objetivo de terminar con el
analfabetismo en el país fueron dos:
1- La expedición de una Ley Federal de Emergencia el 21 de agosto de 1944,
notificada al país por el presidente Manuel Ávila Camacho mediante una
emisión radiofónica el mismo día, lo que demuestra el apoyo gubernamental
brindado al Secretario de Educación Pública, Jaime Torres Bodet:
Sé muy bien que la educación de un pueblo no radica exclusivamente en eliminar
el analfabetismo. Pero sé, con igual claridad, que el primer paso indispensable es
enseñar a leer y a escribir y que, mientras la mitad de los mexicanos esté
compuesta por iletrados, ninguno de los otros problemas sociales que
confrontamos podrá ser planteado con la esperanza de una completa y lógica
solución.64
La ley mencionaba que todo mexicano entre 18 y 60 años de edad y no
incapacitado tenía la obligación de enseñar a leer y escribir a otro mexicano de
entre 6 y 40 años de edad que no estuviera inscrito en alguna escuela. De la
misma manera los indígenas recibirían la misma atención alfabetizadora, primero
en su lenguaje nativo y posteriormente se castellanizaría por instructores
especializados.
64 Ibídem, p.163.
69
2- El segundo medio corresponde a la promoción y puesta en marcha de la
Campaña Nacional Contra el Analfabetismo. La campaña se desarrolló en tres
etapas con el fin de tener un mayor control de la misma, estas fueron:
1) La de organización: del 21 de agosto de 1944 al último día de febrero de
1945.
2) La de enseñanza: del 1º de marzo de 1945 al último día de febrero de 1946.
3) La de revisión y exposición de los resultados: del 1º de marzo al 31 de
mayo de 1946.
Para dicho proyecto, la SEP elaboró e imprimió diversas cartillas, mismas que
sirvieron para la enseñanza de la lectura y escritura en español. Los grupos
indígenas no quedaron excluidos en dicha acción, pues se pretendió
castellanizarlos, y para ello, se organizaron brigadas de instructores capacitados
para abordar a dicho sector social.
La idea del Secretario de Educación fue, crear una cartilla ecléctica, que sirviese
tanto a profesores egresados de la Escuela Normal como a los espontáneos de la
enseñanza, además según él, convenía que algunas lecciones de la cartilla,
iniciaran un diálogo cívico.
Para la realización de dicho proyecto, se realizó un proceso de indagación para
detectar la proporción de iletrados por localidad y así organizar los grupos en
adecuada proporción para instruir.
70
Se dice que muchos mexicanos colaboraron en dicho proyecto, tratando de
enseñar a leer y a escribir a sus compatriotas a través de la improvisación.
Surgieron así los “centros de enseñanza colectiva” en donde se reunían los
instructores y sus alumnos para llevar a cabo dicho proceso; éstos dieron mayor
eficacia a la labor alfabetizadora, ubicándose muchos de ellos en escuelas
públicas con horarios fuera de las clases oficiales o incluso en consultorios
médicos y patios de casas. Es así como se establecieron dichos centros, que
posteriormente se incrementaron y que por lo tanto atendieron a millares de
analfabetos.
En cuanto a los recursos económicos, Torres Bodet se dio a la tarea de fundar el
patronato de ayuda económica, pues el presupuesto secretarial destinado al
proyecto no fue suficiente, además, buscó complementarlo con dinero obtenido de
donativos, ediciones de estampillas, festivales y subastas de obras de arte.
Para enero de 1948, siendo ya Secretario de Educación Pública Manuel Gual
Vidal, la SEP dio por terminada la campaña, así mismo se determinó que las
acciones de este tipo quedarían a cargo de la Dirección General de Alfabetización
y Educación Extraescolar de la misma SEP.
Cabe señalar que la Campaña no logró terminar con el fenómeno del
analfabetismo, pues en primer lugar, la ley no establecía sanciones para los
ciudadanos que se negasen a enseñar a los que no estaban alfabetizados, lo que
posibilitó que se eludiera esta tarea. En segundo lugar, la falta de capacitación
didáctica de los instructores y los problemas de sobrevivencia de los alfabetizados
incidieron en el alto índice de deserción. Por último la inadecuada organización de
las juntas municipales que impidió el desarrollo normal de las acciones
alfabetizadoras.
71
Sin embargo, la alfabetización es una labor instructiva y educativa constante que
no requiere de uno o dos sexenios, sino del trabajo comprometido de todos los
mexicanos en tiempo e interés permanente, tanto para aprender como para
enseñar no únicamente los signos del alfabeto sino a reconocer su significación y
cómo éstos se corresponden con la realidad.
3.3 El Instituto Federal de Capacitación del Magisterio
Otro problema más que afligía a Torres Bodet es, el que se refiere a las
condiciones en que se encontraba el magisterio federal, por lo que se debía
obtener un aumento al presupuesto con el fin de instalar una institución encargada
de capacitar a los profesores que demandaba el proyecto de Unidad Nacional.
Las condiciones en que se encontraba el país y las demandas del proyecto
estatal, determinaron la creación de dicho instituto, el cual realizaría la tarea de
formar al profesor con las características y habilidades requeridas para enfrentar
de manera integral la situación política, económica y social del país.
Torres Bodet mencionó al respecto: “de los dieciocho mil maestros que prestaban
servicios a la Federación, nueve mil tenían solamente certificados de estudios
primarios; tres mil habían hecho estudios secundarios parciales; cuatro mil habían
egresado de las Escuelas Normales Rurales, y solamente dos mil habían sido
formados en escuelas Normales de plan completo”65. Como se puede apreciar,
para 1944 más de la mitad de los profesores no tenían la preparación necesaria
para atender la educación básica.
65 Ibídem, p.213.
72
La necesidad de profesionalizar al magisterio a lo largo de la historia, ha dado
pauta para la instauración y el impulso de diversos proyectos que apoyen dicha
carencia, entre los cuales se encuentra la creación de las misiones culturales en
los años veinte, encargadas de llevar educación a los sitios más apartados del
país, además, tenían la encomienda de ir a capacitar tanto a los futuros maestros
como a los que ya laboraban en las zonas rurales e indígenas del país. En 1921 la
creación de la primera Escuela Normal Rural en Michoacán, a partir de la cual se
establecieron otras Escuelas Normales en los distintos Estados de la República,
en 1925 se fundó la Escuela Nacional de Maestros en el Distrito Federal. Ambas
instituciones adoptaron la modalidad de enseñanza escolarizada para la
preparación del profesorado de educación básica.
La situación en cuanto a la preparación de los profesores que imperaba en los
años cuarenta era insuficiente, pues las circunstancias de ignorancia y
analfabetismo que vivía el país, exigieron gran cantidad de profesores de manera
inmediata, profesores con los que no se contaba, por lo que muchos de ellos
fueron habilitados para cubrir la necesidad, tomando como criterios los siguientes:
las personas con mayor escolaridad, disposición, interés, y capacidad de liderazgo
social en las comunidades rurales y urbanas.
Torres Bodet, consciente de la problemática que había que enfrentar en cuanto a
la capacitación profesional del magisterio sin título, se guió por esta línea de
trabajo y le dio un fuerte impulso, pues según el “¿Cómo podría exigírsele al
magisterio un rendimiento cabal, sin darles –por lo menos- una preparación
docente, gratuita, rápida y uniforme?”66.
66 Ídem. p. 213.
73
De esta manera, Torres Bodet impulsó la creación de una institución que tuviera
como tarea cubrir las exigencias mínimas de quienes ya ejercían el oficio de
enseñante, principalmente en el medio rural, este fue el Instituto Federal de
Capacitación del Magisterio (IFCM). Dicho Instituto, tenía la finalidad de cubrir dos
aspectos fundamentales; por una parte, la capacitación de los maestros no
titulados, con el fin de que obtuvieran un documento que avalara su trabajo
escolar, por otro lado, el perfeccionamiento profesional de los ya graduados, con
el fin de mejorar su práctica pedagógica.
Para respaldar las acciones del IFCM, la SEP ofreció a los docentes, de acuerdo
con lo establecido en la Ley de Escalafón (promulgada en 1930 y que
posteriormente fue modificada por Narciso Bassols en 1933 en la cual se
definieron los puestos, funciones y responsabilidades dentro de la estructura
jerárquica de la SEP y estableciendo mecanismos de promoción entre los
docentes), ir aumentando progresivamente su salario conforme iban avanzando en
sus estudios, es decir, por cada año de estudios comprobado, hasta igualarlo al de
los maestros titulados, una vez que obtenían su título.
El Instituto comienza sus funciones en marzo de 1945 y su estructura básica
consistía en: “Una dirección General –ubicada en el D.F.- en Centros Estatales, -
más de una en algunas entidades- y en centros locales de estudio, prácticamente
cubrió a lo largo de sus treinta años de vida, todo el territorio nacional”.67 En
consecuencia, el alto número de maestros que el IFCM atendió a través de sus
programas de capacitación y de mejoramiento profesional, Torres Bodet lo definió
en sus primeros años, como la escuela Normal más grande del mundo.
67 MORALES, Álvaro. Op. cit., p. 39.
74
El Instituto se encargó de coordinar y organizar la instrucción por correspondencia,
los cursos Orales en los Estados, la revisión de los cuestionarios y la aplicación de
exámenes a los profesores. Dicha institución trabajaba de dos maneras:
Una modalidad escolarizada mediante lo que se llamó Escuela Normal Oral,
ubicada en la Ciudad de México. Aquí los estudios a nivel profesional, eran
cubiertos de viernes a domingo. La modalidad a distancia o abierta, atendía a
profesores habilitados, con educación primaria o secundaria terminadas. Ambas
modalidades tenían cursos intensivos que se realizaban en cada uno de los
centros, durante el periodo corto y largo de vacaciones, según el calendario
escolar vigente entonces.68
La forma de trabajo consistió, en que después del envío gratuito por correo de las
lecciones y cuestionarios a los profesores inscritos en el instituto (en su mayoría
rurales), estos trabajaban a su propio ritmo durante un tiempo establecido, con lo
que se fomentó el esfuerzo de los docentes para hacerse responsables de su
avance, después de leer las lecciones y contestar los cuestionarios, los docentes
tenían que reenviar estos últimos y quedaban sometidos al examen de un
personal competente de catedráticos correctores.
Concluida la etapa de comunicación escrita y por correspondencia, los profesores
y asesores se concentraban durante el periodo vacacional del ciclo escolar por
lapsos breves en las principales ciudades de los Estados y complementaban los
contenidos con Cursos Orales permitiéndoles así precisar, aclarar y ampliar los
conocimientos adquiridos a través del curso por correspondencia. A los docentes-
alumnos se les aplicaban posteriormente, exámenes para que pudieran acceder al
68 Ídem, p.39.
75
siguiente grado o bien obtener su título, de esta manera no se interrumpían los
cursos de los profesores en sus comunidades.
En cuanto a los recursos humanos utilizados por el Instituto Federal de
Capacitación del Magisterio, podemos mencionar a los especialistas en educación
por correspondencia, encargados de redactar las lecciones y los cuestionarios con
claridad y precisión; así como a los correctores que se ocuparon de rectificar los
errores de los docentes-alumnos en las respuestas de los cuestionarios y a los
aplicadores de exámenes y los conductores de los cursos orales.
Los recursos económicos para este proyecto se obtuvieron de dos formas:
mediante el presupuesto destinado a la SEP por el Gobierno Federal y gracias a la
cooperación de los Gobiernos Estatales, que aunque no fue cuantiosa permitió
instalar los Centros Orales en los Estados.
Como recursos materiales podemos señalar los siguientes: las instalaciones del
Instituto Federal de Capacitación del Magisterio, los edificios que ocuparon los
Centros Orales en vacaciones, las lecciones en cuadernillos y los cuestionarios
que imprimió la SEP.
Los resultados de este proyecto educativo no se apreciaron de inmediato, pues el
tiempo que restó a Torres Bodet al frente de la SEP en este su primer secretariado
fue muy poco para mostrar resultados, pues la profesionalización magisterial
promovida por el Instituto implicaba cursar en seis años la carrera magisterial.
76
En cuanto al aprendizaje adquirido por los profesores dentro del Instituto, no se
pudo garantizar que fuera de calidad, ya que no es lo mismo asistir a un aula en
donde se puede interactuar y retroalimentar el aprendizaje que por
correspondencia y unas cuantas sesiones presenciales, al respecto, Torres Bodet
menciona que:
Escuela incompleta, sí. Y de formación innegablemente sujeta a considerables
imperfecciones… los cursos por correspondencia no equivalen, sin duda, a la
acción del maestro de carne y hueso. Hay una diferencia enorme entre el diálogo
del discípulo con el profesor y la soledad en que aquél tiene a menudo que
redactar las contestaciones a las preguntas enumeradas en un cuestionario oficial
sintético y terminante. No es lo mismo discutir con un alumno presente que
condenar los errores de un lejano corresponsal. Incluso los cursos orales,
forzosamente breves, no reemplazan la cotidiana experiencia del aula viva. Sin
embargo a pesar de todos los defectos que señalo (y que no ignorábamos al
establecerlo), pienso que hicimos bien en crear el Instituto Federal de
Capacitación. Gracias a él, se han graduado millares de hombres y de mujeres
que, de otra suerte, se hubiesen visto obligados o a la deserción o a perseverar -
sin estímulo- en las últimas filas del magisterio.69
Los datos estadísticos con que se cuenta actualmente indican que “el Instituto
graduó a 15,620 maestros entre 1945 y 1958, y 17,472 entre 1959 y 1964”70. Lo
que permite deducir que el avance fue lento, sin contar que muchos profesores
seguían engrosando las filas de la docencia sin tener un título profesional; sin
embargo, a pesar de no contar con resultados de impacto inmediato, este proyecto
69 TORRES BODET, Jaime. Años contra… Op. cit., p. 215.
70 DE IBARROLA, María. “La formación de los profesores de educación básica en el siglo XX”. En: Latapí Sarre, Pablo. (Coord.) Un siglo de educación en México. Tomo II. México, FCE, 1998. p. 238.
77
atendió la urgente necesidad de titulación de los profesores rurales que hasta
antes de esta iniciativa se encontraban prácticamente en el olvido.
En 1956 el Instituto Federal de Capacitación del Magisterio, se dedicó a la
producción editorial pedagógica e introdujo para sus cursos, medios audiovisuales
y transmisiones radiofónicas, amplió su margen de acción al sector directivo de las
escuelas primarias y en 1971 dio por terminada la capacitación profesional de
docentes no titulados.
Años después se le utilizó para organizar, dirigir y vigilar la actualización de los
profesores de educación media y superior, después de lo cual se transformó en la
Dirección General de Mejoramiento Profesional del Magisterio y en 1975 en la
Dirección General de Actualización y Capacitación del Magisterio que opera los
Centros de Actualización del Magisterio (CAM).
3.4 Plan de Once Años
La situación económica del país se encontraba en auge, como ya se puntualizó
en párrafos anteriores, la economía creció considerablemente, pero a la vez la
preferencia por la propiedad privada trajo consigo que los pequeños agricultores
se concentraran en las zonas agrícolas industriales, ya que sus tierras no
contaban con la suficiente tecnología para producir. Este hecho los condujo a
laborar en medianas y grandes plantaciones en temporadas y posteriormente a
migrar hacia la ciudad.
Esta situación provocó que la demanda en educación se incrementara, se requirió
entonces de expandir la educación y de mejorarla, con el fin de mantener un nivel
78
que formara competentemente al alumno y así poder enfrentar la nueva situación
del país.
A finales de los años cincuenta, surge la necesidad de implementar un nuevo
proyecto de educación para cubrir la problemática que imperaba en esos años,
esta es, la demanda educativa de los ciudadanos, pues la creciente explosión
demográfica a finales de los años cincuenta, apuntaba a un aumento poblacional
en los años siguientes, esto por el desplazamiento de un gran número de
habitantes del campo a la ciudad, que buscaron mejores condiciones de vida, por
lo que aumentaba el número de la población que requería educación.
El incremento inesperado de la población, y en especial de la población en edad
escolar, comenzó a significar un obstáculo para desempeñar la política de
modernización industrial, ya que dicho modelo requería de la preparación de
individuos mejor capacitados, es decir, más hábiles para el manejo de la industria.
Por este motivo comienza la lucha nuevamente por incrementar la educación, y a
partir de los años sesenta se observa la expansión del sistema educativo,
particularmente de la educación primaria.
Después de doce años de ausencia, regresaba a la Secretaría de Educación
Jaime Torres Bodet estando como presidente Adolfo López Mateos, en este
segundo momento realizó lo pertinente para lograr mejorar la educación, así como
enfrentar la demanda educativa que imperaba en ese momento bajo los nuevos
lineamientos de la política del Estado, todo esto sin olvidar la formación de los
profesores.
79
Torres Bodet estuvo al frente del nuevo proyecto educativo surgido en este
sexenio. Para el desarrollo de dicho proyecto, se encargó a una comisión mixta,
compuesta por representantes de las Cámaras de la Unión y de las diversas
secretarías de Estado, surgiendo así el Plan nacional para el mejoramiento y la
expansión de la educación primaria en México, mejor conocido como “Plan de
Once Años”.
El objetivo que se pretendía con la elaboración del Plan fue, el mejoramiento de la
educación primaria, de modo que en cierto tiempo fuera posible satisfacer la
demanda nacional de este rubro.
La comisión encargada del Plan, comenzó a trabajar, haciendo a un lado los
puntos de vista del magisterio y de las necesidades que manifestaba la educación
en materia educativa, además se fundamentó en datos del censo realizado en el
año de 1950 y estadísticas escolares.
El diagnóstico realizado por la comisión encargada del plan sobre la problemática
educativa, surge del ciclo escolar 1958-1959 el cual mostró lo siguiente:
a) La población en edad escolar primaria, entre 6 y 14 años, es calculada en
7´633,455;
b) La asistencia real a la escuela es de 4´436,561 equivalente al 58% de la población
en edad escolar, y
80
c) El resto, 3´196,800 que no recibe educación, representa 42% del total de la
población escolarizable.71
Se pudo observar el alarmante índice de la población que no recibía educación y
las causas fueron múltiples tales como; los bajos ingresos familiares, pues esto
impedía que los padres mandaran a sus hijos a la escuela, ya que era imposible
proveerles del material básico, además de problemas de salud provocados por la
falta de alimentación y del ambiente insalubre.
Con estas cifras y con estos antecedentes educativos deficientes, se comienza el
combate a la ignorancia, pues el 19 de octubre de 1959, la comisión entregó el
documento final a Torres Bodet, remitiéndolo éste al presidente López Mateos. El
documento “estima que para su realización habría que erogar una suma de nueve
mil millones de pesos según costos y salarios de 1959. Para evitar que el
desembolso de una cantidad tan considerable desquiciara la economía nacional,
se propuso escalonar el gasto en once años”72, abarcando entonces casi dos
sexenios. Se contó también con la cooperación de las autoridades estatales y
municipales así como de los sectores sociales implicados.
Para la expansión de la educación primaria, se necesitó de la construcción de
aulas, así como el aumento de maestros bien preparados, para lo cual se decidió
ampliar las escuelas normales en servicio y reforzar el IFCM con el fin de atender
las necesidades de capacitación que demandaba el Plan. Resumiendo, se tuvo
71 MARTÍNEZ JIMÉNEZ, Alejandro. La educación primaria en la formación social mexicana 1875 – 1965. México, UAM, 1996. p. 293.
72 GÓMEZ RIVERA, Magdalena et. al. Política educativa en México. Sistema de educación a distancia. México, UPN, SEP, 1981. p. 42.
81
que reestructurar a las instituciones escolares en todos los aspectos, así como
proveerlas de campos deportivos, teatros, auditorios y bibliotecas.
En efecto, se trabajó arduamente para la realización del proyecto, y de esta
manera se logró lo siguiente;
Se construyeron aulas, se crearon plazas para maestros, se reformaron planes y
programas de estudio, se imprimieron millones de libros de texto, se formaron los
maestros que hacían falta, se dictaron las medidas administrativas pertinentes, y
en cada informe de gobierno se daba cuenta con satisfacción de los avances del
Plan, pues se iban alcanzando las metas en un plazo más corto que el previsto.73
En cuanto a las construcciones escolares, se edificaron en el campo aulas con
casa anexa para el maestro, además de reparar las instituciones escolares ya
existentes. La comunidad también participó, pues se hacía cargo de la
construcción y de la adaptación de las aulas de acuerdo al clima.
Las aulas contaban con el equipo didáctico necesario y además incluía una
pequeña biblioteca. La casa del maestro contaba con los servicios indispensables
para que no tuviera que trasladarse al centro urbano a conseguirlos.
Respecto a los planes y programas de estudio, se adaptaron a las nuevas
necesidades de la población, tomando en cuenta en lo posible la modernización
de los métodos y los procedimientos.
73 Ibídem. p. 43.
82
Torres Bodet mencionó el tipo de ciudadano que debía formarse y señaló que era
necesario preparar a “un mexicano en quien la enseñanza estimule
armónicamente sus facultades, agregando la variante de la preparación técnica de
la fuerza de trabajo”74. “Un mexicano interesado, ante todo, en el progreso de su
país, apto para percibir sus necesidades y capaz de contribuir a satisfacerlas. Un
mexicano resuelto a afianzar la independencia política y económica de la Patria,
no con meras afirmaciones verbales de patriotismo, si no con su trabajo, su
energía; su competencia técnica”.75
Torres Bodet indicó además, que la participación de los profesores debía estar
orientada con base en tres metas:
1- Que el niño conozca mejor que ahora el medio físico, económico y social en que
va a vivir.
2- Que cobre mayor confianza en el trabajo hecho por sí mismo.
3- Y que adquiera un sentido más constructivo de su responsabilidad en la acción
común.76
De igual manera, Torres Bodet emprendió acciones para mejorar la calidad de la
educación ya que era una demanda social y magisterial, pues ya en ocasiones
anteriores, los maestros habían exigido a la SEP una mejor preparación
profesional así como programas de estudio mejor adaptados a la realidad de las
comunidades. Los profesores señalaban que desde el punto de vista pedagógico
su labor enfrentaba una serie de obstáculos, tales como la estructura del plan de
74 MARTÍNEZ JIMÉNEZ, Alejandro. Op. cit., p. 296.
75 Ídem, pp. 296-297.
76 GÓMEZ RIVERA, Magdalena et. al. Op. cit., p. 53.
83
estudios. Así, se buscó adaptar los programas a la realidad y unificarlos de
acuerdo al área geográfica rural o urbana.
En cuanto a la organización de los contenidos, se abandonó el orden por
asignaturas y se estructuraron las materias por áreas, procurando enlazar el
aprendizaje a las necesidades y experiencias del niño y por lo tanto a las
exigencias sociales.
Para hacer real la operación de estos planes y programas de estudio, así como la
gratuidad de la educación primaria, en 1959 se creó la Comisión Nacional de
Libros de Texto Gratuito, que se encargaría de la elaboración, edición y
distribución de libros de texto y cuadernos de trabajo para los alumnos y maestros
de primaria, esto serviría además para enfrentar las condiciones de miseria en que
se encontraban algunas comunidades, funcionando como estímulos familiares
además del otorgamiento de desayunos escolares casi sin costo, con el fin de
combatir un poco la desnutrición.
Referente a la formación y el mejoramiento profesional del magisterio, en 1960 se
fundaron dos centros normales regionales; uno en Ciudad Guzmán, Jalisco, y otro,
en Iguala, Guerrero. En estos centros se puso en práctica “un sistema de hogares
sustitutos, apoyados en becas en efectivo que se entregaron a cada alumno para
su inteligente administración”.77
Se fortaleció además el Instituto Federal de Capacitación del Magisterio y durante
los años 1958 a 1964 logró la capacitación y titulación de 17472 maestros.
Además, “se crearon durante ese periodo gubernamental doce Subdirecciones 77 Ibídem. p.67.
84
Regionales, treinta y ocho Agencias Coordinadoras y un competente cuerpo de
Supervisión. Se descentralizaron de esa manera las actividades del Instituto”.78
De esta manera, ante la falta de profesores, se impulsó la formación de nuevos
maestros y se intentó dar preparación profesional a maestros habilitados por
medio del IFCM, institución que como ya se mencionó, fue organizada para
atender las necesidades de formación y superación del magisterio.
El Plan resultó ser, en su momento, un buen proyecto para elevar las
oportunidades de educación para los ciudadanos, sin embargo, no contó con el
aumento de la población escolar, al respecto se menciona que Torres Bodet:
Reconoce que el Plan partió de datos que no correspondían exactamente a la
realidad y no previó hasta qué extremos alcanzaría la fecundidad de las madres de
nuestro pueblo. […] además, persistieron las diferencias educativas entre el medio
rural y el urbano, pues en tanto que se satisfizo el 62% de la demanda en el
primero, en el segundo se llegó al 83%. Igualmente, por cada alumno egresado del
sexto grado en las escuelas rurales, había seis en las en las urbanas. […] sin
embargo, el plan constituyó un gran salto hacia adelante en el intento de
proporcionar educación primaria a todos los mexicanos y, si no se hubiese
realizado, actualmente el problema sería mucho más agudo.79
Por otra parte, se puede afirmar, que el Plan de Once Años se ocupó más de
elevar en cantidad a la educación primaria, que en mejorar su calidad. Esto nos
muestra que sin duda alguna se incrementó la educación, por lo que se incorporó
78 Ibídem, p. 68.
79 Ibídem, p. 43-44.
85
a un gran número de niños a las escuelas, se construyeron aulas, se revisaron
planes y programas de estudio, se distribuyeron grandes cantidades de libros de
texto gratuitos, se formaron masivamente nuevos maestros, en fin, el presupuesto
educativo se incrementó de manera significativa y aún así no se logró mejorar la
calidad de la educación.
El impulso que se le dio a la educación primaria, afectó a los ciclos escolares
superiores, ya que los egresados de primaria no pudieron continuar sus estudios,
entre otras causas, por falta de cupo en los siguientes niveles. Paradójicamente, el
sistema educativo creció, sin embargo, no logró satisfacer del todo las
necesidades tanto educativas como sociales, por una parte se comenzó la
demanda educativa pero ahora por los niveles educativos posteriores a la
educación primaria, y por otro lado, las necesidades del mercado industrial exigían
mano de obra con ciertas habilidades en las cuestiones técnicas, elemento del que
carecían los egresados de las primarias.
3.5 Los libros de texto
Jaime Torres Bodet, ha sido sin duda, un intelectual reconocido por sus acciones
educativas, y otro de sus grandes aportes a la educación fue la elaboración del
libro de texto, lo que significo para él, un instrumento didáctico que le permitiría a
los niños de México tener un acercamiento con el sentimiento de patria que se
trataba de implementar, así como la oportunidad de tener en sus manos un texto
gratuito, con el fin de fomentar en ellos la lectura y la libertad de poder revisarlo en
el momento deseado.
86
Durante su segunda instancia como Secretario de Educación Pública, Jaime
Torres Bodet realizó otras grandes tareas, tales como la realización del Plan de
Once Años, proyecto que llevó al secretario a gestionar la realización del libro de
texto gratuito, este proyecto inició paralelamente al Plan y como complemento.
Con el apoyo a la edición, publicación y distribución del libro de texto gratuito, se
atendió la importancia de que los niños de educación primaria de todo el país
accedieran a una herramienta de apoyo didáctico, enriqueciendo su aprendizaje
mediante la palabra escrita y las imágenes contenidas en los libros.
Jaime Torres Bodet menciona al respecto “hablábamos de educación primaria,
gratuita y obligatoria. Pero al mismo tiempo exigíamos que los escolares
adquiriesen libros – muchas veces mediocres – y a precios, cada año más
elevado”80. El problema inmediato que enfrentó tal proyecto fue el de proveer de
material escolar gratuito a miles de niños que vivían en zonas urbanas y rurales,
inscritos en las escuelas primarias, cuyos padres no podían adquirir los libros por
razones de costo.
Con este fin, Torres Bodet crea una Comisión Nacional de los Libros de Texto
Gratuitos (Conaliteg), ésta tendría como tarea redactar los libros para las escuelas
primarias. Este organismo, se encargaría de la edición, impresión y distribución de
los libros de texto gratuitos.
Al frente de la comisión estuvo el escritor Martín Luis Guzmán, y sus
colaboradores fueron los siguientes:
80 TORRES BODET, Jaime. Memorias la tierra prometida. México, PORRU, 1972. p. 241.
87
A propuesta de don Jaime, la nómina fue la siguiente: Arturo Arnáiz y Freg,
Agustín Arroyo Ch., Alberto Barajas, José Gorostiza, Gregorio López y Fuentes y
Agustín Yáñez; un historiador valioso, un político experto, un matemático de
sabiduría reconocida, un gran poeta y dos novelistas muy afamados. Por lo que
atañe a los asesores técnicos, se incluyó a las maestras Soledad Anaya
Solórzano, Rita López de Llergo, Luz Vera, Dionisia Zamora, Arquímedes
Caballero, Celerino Cano, Isidro Castillo, Ramón García, Jesús Ma. Isaías y Luis
Tijerina Almaguer. Como representantes de la opinión pública, actuarían los
directores de los diarios capitalinos más difundidos: Ramón Beteta, Rodrigo de
Llano, José García Valseca, Miguel Lanz Duret y Mario Santaella. 81
El objetivo con el que se realizó este proyecto fue uniformar la enseñanza, así
como la igualdad de oportunidades, esto es, que todos los niños de comunidades
urbanas y rurales tuvieran en sus manos dichos textos, además, estos libros
permitirían dar a la educación la unidad tan anhelada por todos los mexicanos.
Martín Luis Guzmán dio a conoce al secretario Torres Bodet, el procedimiento a
seguir, el cual consistió en convocar a un concurso nacional a todos los maestros
del país con el fin de hacerles participe de dicho proyecto proporcionándoles
recompensas económicas de 75,000 pesos por cada libro original aprobado por
los jurados. Los resultados no fueron los esperados, por lo que la comisión
convocó a nuevos concursos para la elaboración de los libros y cuadernos de
trabajo, pero esta vez el presidente de la comisión y su equipo se vieron en la
necesidad de designar a maestros competentes y reconocidos por su trabajo.
Bajo estas premisas, se dice que en febrero de 1960 se entregaron al presidente
de la república los primeros libros, por lo tanto en ese mismo mes y año, los niños
81 CASTILLO, Isidro. Op.cit., p. 44.
88
de las escuelas primarias recibieron sus primeros libros; “en febrero los niños en
escuelas del calendario A y en septiembre los del calendario B”82.
En su informe, Martín Luis Guzmán expresó sobre el gran trabajo realizado:
…se trata de los libros más humildes, pero a la vez los más simbólicos que una
nación podía ofrecer gratuitamente a sus hijos. Son los más humildes porque sólo
responden al propósito, elementalísimo, de que los niños aprendan… los
rudimentos de la lectura. Y añadía: son los más simbólicos, porque con ellos se
declara que, en un país amante de las libertades, como es México, el repartir
uniforme e igualitariamente los medios y el hábito de leer es algo que nace de la
libertad misma83.
En cuanto a la distribución de los libros se menciona que en ese mismo año: “Se
distribuyeron 17354000 ejemplares, en un costo unitario de $2.09, para atender a
los 4.5 millones de alumnos de primaria. Los primeros textos destinados al grado
inicial eran Aritmética y geometría, Geografía, Historia y civismo, Lengua nacional
y Estudio de la naturaleza, hasta completar 19 títulos de primero a cuarto grado”84.
Las portadas de los libros, fueron realizadas por pintores muy reconocidos como;
José Chávez Morado, Fernando Leal, Roberto Montenegro, Alfredo Zalce, David
Alfaro Siqueiros y Raúl Anguiano. Ya, para el año 1962 se decidió unificar las
82 MEZA ESTRADA, Antonio. “Los libros de texto”. En: Latapí Sarre, Pablo. (Coord.) Un siglo de educación en México. Tomo II. México, FCE, 1998. p. 49.
83 CASTILLO, Isidro. Op.cit., p. 45.
84 MEZA ESTRADA, ANTONIO. Op.cit., p. 49.
89
portadas y se tomó como tema La Patria, elaborada por Jorge González
Camarena.
A pesar de todas las críticas recibidas por parte de maestros, políticos, padres de
familia y alumnos influenciados, Los libros de texto fueron el instrumento perfecto
para llevar a cabo los nuevos planes y programas de estudio elaborados ya en el
Plan de Once Años.
Fueron un buen instrumento didáctico, ya que los libros se acompañaron de
cuadernos de trabajo, los cuales les permitieron a los alumnos ejercitar los
conocimientos contenidos en el texto de la asignatura, además, el maestro
contaba con guías y manuales para orientar su práctica.
En su momento el libro de texto gratuito se etiquetó como libro único, sin embargo,
se ofreció la posibilidad de que los maestros recomendaran libros alternativos para
complementar el aprendizaje de los alumnos si era necesario.
Se dice que de 1960 a 1972 se distribuyeron 440 millones de ejemplares por todo
el país, utilizando cualquier medio de transporte. Finalmente estos fueron
aceptados por las escuelas particulares.
Los libros de texto cumplieron con el objetivo por el cual fueron elaborados,
además, se convirtieron en el instrumento que fomentó los hábitos de lectura.
90
CAPÍTULO 4: La formación de docentes con Jaime Torres Bodet
La formación docente, ha sido considerada como un aspecto principal de la
educación, ya que de ésta depende la creación de ciudadanos que conforman la
sociedad del país, respondiendo a las exigencias políticas, sociales y económicas
a nivel nacional.
Se ha puesto un mayor énfasis en este rubro, pues el profesor es el intermediario
entre el proyecto nacional y los ciudadanos, por lo que se exige una mejor
preparación para enfrentar y realizar su tarea de la mejor manera logrando así los
objetivos del Estado.
Como se ha mencionado en el capítulo I, hablar de formación, significa hablar de
una parte compleja que pertenece al individuo y que lo construye como persona,
es hablar de todo un proceso que se desarrolla a nivel individual y social. Con el
paso del tiempo, dicha formación le permitirá adaptarse a las necesidades de la
sociedad en la que vive y por lo tanto responder a ellas.
De esta manera, el proceso de formación que se llevó a cabo durante los años
cuarenta estuvo determinado por los intereses sociales del Estado, pero también
por los intereses de cada profesor ya que pretendieron adaptarse a la nueva
situación del país y de obtener una mejora en su profesión, así como en sus
condiciones laborales y económicas, además de responder a la nueva política
educativa que el estado estableció.
Recordando que la política educativa es, como se ha puntualizado en el primer
capítulo: el Conjunto de acciones del Estado que tienen por objeto el sistema
91
educativo. Estas acciones incluyen desde la definición de los objetivos de ese
sistema y su organización, hasta la instrumentación de sus decisiones.
Siguiendo con esta lógica, se procedió a realizar las acciones pertinentes para
llevar a cabo la formación de docentes.
4.1 Condiciones de formación docente antes de los años 40
El contexto de formación docente durante los años cuarenta, estuvo determinado
por las condiciones políticas, económicas y sociales del país, ya que al haberse
establecido un proyecto estatal, fue necesario determinar un nuevo plan de
formación docente que apoyara a dicho proyecto en sus acciones, en donde los
profesores como parte del proceso de enseñanza aprendizaje y como mediador
entre los ideales del estado y las demandas educativas de los ciudadanos, debe
estar preparado para enfrentar las problemáticas que surjan entre ellos.
De esta manera, el desarrollo de la formación docente, ha sido de gran
importancia para el progreso de la educación en México, desde sus inicios, formó
parte importante para la mejora no solo de los profesores encargados de
desarrollar la tarea educativa, sino de toda la educación en sí.
Cabe recordar las acciones orientadas hacia la capacitación y formación de los
maestros en servicio en los años 20, donde se crearon las Misiones Culturales con
el fin de llevar la educación a los sitios más apartados. Dichas misiones estaban
integradas por:
92
Especialistas en higiene, educación física, agricultura, artesanías rurales, ciencias
domésticas, carpintería y música. El jefe de la misma, era el responsable de dar
clases sobre métodos de enseñanza y organización, basados en las teorías
pedagógicas propias de la época y en función de las necesidades locales85.
Las misiones tenían la encomienda de ir a capacitar a los futuros maestros así
como a los que ya laboraban en las zonas rurales e indígenas del país. Durante
los años 20 y 30, el número de Misiones Culturales aumentaron constantemente,
aunque para 1938 Lázaro Cárdenas disuelve las Misiones Culturales para
fusionarlas con las Escuelas Regionales Campesinas.
La creación de las normales rurales, también contribuyeron a la formación de
profesores. Isidro Castillo menciona que La primera de ellas se organizó en
Tacámbaro, Michoacán el 22 de mayo de 1922. Sus principales aportaciones
fueron la buena participación para la mejora de la sociedad, motivo que generó la
creación de otras más y se menciona que para 1939 se contaba ya con 17
establecimientos.
El tipo de maestro que ahí trataban de formar, era un individuo capacitado, no solo
para enseñar a leer, escribir y contar, sino que necesitaba estar preparado para
procurar el mejoramiento de las comunidades campesinas, además de ser un
experto en higiene y salubridad así como en medicina rural, enfermería,
construcciones rurales, ciencias y artes domésticas.86
85 DE IBARROLA, María. “La formación de los profesores de educación básica en el siglo XX” en Pablo Latapí. Un siglo de educación en México. Tomo II. México, FCE, 1998T, p.237.
86 Cfr. CASTILLI, Isidro. Op.cit.
93
Ya para los años cuarenta, la formación docente cambió en su totalidad, si antes
se pretendía que el maestro fuera un experto en diversas áreas no sólo en
enseñar a leer y escribir sino en aspectos de higiene y salud para el mejoramiento
de toda una comunidad, ahora su tarea se reducía sólo en el aula con sus
alumnos sin intervenir en la comunidad, se pretendía formar un nuevo docente que
formara a los nuevos ciudadanos que el país requería, un docente que tuviera una
formación especializada, que se consiguió a través de los Centros de Formación
que posteriormente fueron creados.
4.2 Condiciones de formación docente en los años 40 – 70 y el surgimiento de un nuevo docente
Para 1940, al hacerse cargo de la presidencia, Manuel Ávila Camacho (1940-
1946), se abandona la política nacional revolucionaria sostenida por los gobiernos
anteriores, por lo que da un giro radical a la política del país. Este cambio se
expresó en una nueva política educativa denominada conciliatoria bajo el lema de
“Unidad Nacional”, misma que promulgó la colaboración de todas las clases
sociales y no la lucha de clases como la educación socialista.
El sentido de la educación cambió, y durante los años 40 el dirigente educativo
Jaime Torres Bodet, a cargo de la SEP, sentó las bases de la acción educativa del
Estado que se llevaría a cabo durante el periodo de 1940-1970. En principio,
Torres Bodet trató de unificar al conjunto magisterial bajo la creación del Sindicato
Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), organización que agrupó a
todos los trabajadores de la educación excepto los de la enseñanza superior
universitaria; con el fin de resolver el problema de enfrentamiento entre los
distintos sectores del magisterio que ya se ha señalado antes.
94
A partir de este momento, la educación dejo de ser un instrumento para el
combate social utilizada así durante el cardenismo, por este motivo, se procede a
la desaparición de la educación socialista, con la intención de desalentar la lucha
social que llevaban a cabo algunos sectores del magisterio, sobre todo entre los
que laboraban en el campo.
De esta manera, y de acuerdo a la nueva Ley General de Educación, se suprime
la educación socialista y posteriormente se transforma el artículo 3º constitucional
de la educación, y se procede a la reforma de los programas educativos que
regirían en todas las escuelas primarias del país, cuyo eje fundamental es plantear
los mismos contenidos para las escuelas urbanas que para las rurales.
Ante estos cambios, fue necesaria la formación de un maestro, que respondiera a
las nuevas necesidades educativas enfocadas al proyecto de Unidad Nacional, al
respecto Torres Bodet menciona: “Muchos hablamos ahora de unir a México. Y es
a vosotros, maestros y maestras de la República, es a vosotros a quienes
corresponderá la responsabilidad mayor de esta tarea.”87
En consecuencia, a principios de los años 40, se implementó una nueva formación
de docentes y se comenzó a expresar la preocupación por lograr una mejora en
este rubro, ya que serían los maestros quienes emprendieran el nuevo proyecto
de Unidad Nacional, por lo tanto, la intención por conceder una mayor atención a
su formación se expresó así en palabras del Secretario de Educación Pública,
Torres Bodet:
87 TORRES BODET, Jaime. Discursos (1941-1964). México, Porrúa, 1965, p.565.
95
Uno de nuestros mayores afanes consistirá en favorecer la creación de centros de
capacitación para el magisterio: institutos normales en cuyos planes de estudio el
pedantismo no asfixie a la realidad, las tendencias empíricas no inciten a desdeñar
la amplitud del conocimiento humano y el deseo de esa amplitud no induzca
tampoco a una imitación servil del pasado o de lo extranjero88.
A su vez, el mismo Secretario de Educación manifestaba su inconformidad de
reducir la formación de los docentes a breves cursos de capacitación, como lo
habían venido haciendo las Misiones Culturales, por lo que asentaba la necesidad
de fortalecer la formación de los docentes, de esta manera, menciona:
Si no deseamos caer en generalizaciones simplistas y en gestos líricos, hemos de
resistir a la tentación de lo rápido y de lo fácil. Entre crear -por ejemplo- diez
misiones accidentales, carentes de dirección y de material, y establecer un
pequeño centro modesto pero efectivo, dotado de útiles y de libros y administrado
por profesores conscientes de su papel, nuestra elección no vacilará un solo
momento. Lo primero constituiría un espectáculo; lo segundo implicará una labor89.
El interés de la SEP por la reforma de la educación normal, no solo estaba
motivado por la necesidad de brindar a los maestros una mejor preparación antes
de iniciar su trabajo docente, además perseguía reorientar su trabajo, de manera
que estuviera centrado en la enseñanza de los nuevos contenidos establecidos en
el plan y programa de la escuela primaria, además de desalentar, especialmente
entre los maestros rurales su actividad política e ideológica, es decir, su intención
era transformarlos con afinidad a la nueva ideología, en ejecutores y propagadores
confiables de la nueva política propuesta. 88 TORRES SEPTIEM, Valentina. Pensamiento educativo de Jaime Torres Bodet. México, SEP, Caballito, 1985, p. 23.
89 Ibídem, p.25.
96
Ante la reforma de la educación normal, impulsada para responder a los nuevos
programas de la educación primaria, se comenzó por mejorar la formación inicial
de los profesores, unificando los planes de estudio de las escuelas normales,
urbanas y rurales, por lo cual se realizó lo siguiente:
Se introdujeron en su programación materias como etimologías, literatura, lógica,
higiene, mineralogía, cosmografía, y se dio mayor importancia a las de contenido
pedagógico, como a la ciencia de la educación, historia de la educación,
paidología, técnicas de la enseñanza, psicotécnica, etc. Los planes de estudio que
se organizaron en este periodo estuvieron vigentes durante 15 años90.
Esta acción repercutió de manera desfavorable en la escuela rural, ya que al
realizar la unificación de las escuelas urbana y rural, esta perdió su pertinencia.
Posteriormente, para continuar favoreciendo a la consolidación de la nueva
política, se comenzó a exigir a los docentes la posesión de un título que avalara el
ejercicio de su profesión. Con esta política el gobierno pretendió una depuración
entre los maestros rurales, ya que en ellos era más evidente la falta de título, sin
embargo, pronto se desistió de este objetivo pues el elevado número de maestros
sin título, hacía prácticamente imposible su destitución, ya que existían 18 mil
maestros sin un documento que los acreditara como tal.
Bajo estas condiciones, se optó por el establecimiento de un plan encaminado por
un lado a favorecer la expansión acelerada de la matrícula en las Escuelas
90 SOLANA, Fernando. et. al. Historia de la educación pública en México. México, FCE/SEP 1ª EDICIÓN, 1981, p.216
97
Normales, y por otro, a regularizar la situación laboral de los maestros en servicio
sin título.
Para dar respuesta a la problemática, se creó en 1944 el Instituto Federal de
Capacitación del Magisterio (IFCM), iniciando sus actividades en 1945, con el
objetivo de apoyar la formación de los maestros que laboraban tanto en el campo
como en los centros urbanos, para que pudieran obtener su título, y por otro lado,
lograr el perfeccionamiento profesional de los ya graduados.
Al momento de su creación se proyectó que el IFCM funcionaría a lo largo de seis
años, plazo que se consideraba suficiente para regularizar la condición profesional
de los maestros que carecía de un certificado profesional, sin embargo, su
existencia se prolongó a lo largo de veinticinco años.
Para apoyar las acciones del IFCM, la SEP ofreció a los docentes, de acuerdo con
lo establecido en la Ley de Escalafón, ir aumentando su salario conforme iban
avanzando en sus estudios hasta igualarlo al de los maestros titulados, una vez
que obtenían su título. Se puede observar que a través de estas recompensas se
inicia en nuestro país, la práctica de ofrecer recompensas económicas a los
docentes que poseen una mayor formación.
El alto número de maestros que el IFCM atendía a través de sus programas de
capacitación y mejoramiento profesional, dio pauta para que Torres Bodet lo
definiera en su momento como la escuela Normal más grande del mundo.
98
Los métodos, estrategias y recursos que IFCM utilizó para las tareas de formación,
conocidos en su tiempo como la Escuela por Correspondencia y la Escuela Oral,
así como otros materiales de estudio, fueron herramientas innovadoras diseñadas
con la intención de que el docente no abandonara las aulas por motivos de
formación, además fueron creados con el fin de agilizar y hacer más eficiente los
servicios de capacitación.
Para mediados de los años cuarenta, con Miguel Alemán al frente del gobierno,
México experimentó una fuerte transformación económica y social. Ante esta
situación, la educación no tuvo grandes progresos y por lo tanto la formación del
profesorado tampoco. Se habló entonces de la crisis de la educación. Las
escuelas normales que formaban a los maestros entraron también en crisis ya que
se sufrió de la deserción de futuros docentes en las normales, además de la caída
de los sueldos tanto para los maestros urbanos como para los rurales.
La caída de los salarios y el estancamiento escalafonario, entre otros factores,
provocaron una baja demanda de inscripciones en el sistema de enseñanza
normal de todo el país, además del aumento de la deserción de los estudiantes
normalistas y de los maestros en servicio.
Comienza entonces un proceso de huelga por parte de los profesores,
demandando mejores salarios y otras prestaciones. Dicha rebelión de los
maestros capitalinos se convierte posteriormente en un problema político.
Durante el gobierno de Alemán y Ruiz Cortìnes, el IFCM continúo con las tareas
de apoyo en la formación de los maestros sin título. En 1950 al no haber logrado
99
regularizar la situación laboral de los maestros en el tiempo inicialmente previsto
se decidió prolongar la existencia de dicho Instituto.
Dada la crisis educativa del gobierno anterior, y a inicios del gobierno de Adolfo
López Mateos (1958-1964) y con Torres Bodet por segunda vez al frente de la
SEP, el gobierno decidió emprender un importante plan, tanto para abatir el
rezago educativo como para darle una nueva formación a los docentes.
El plan fue llamado, Plan Nacional para el Mejoramiento y la Expansión de la
Educación Primaria en México, o mejor conocido como Plan de Once años,
conocido así porque el gobierno se propuso satisfacer en un plazo de once años la
demanda de educación primaria en todo el país.
El Secretario de Educación Pública Jaime Torres Bodet, en un discurso dirigido
hacia el magisterio el 7 de enero de 1959, expresa la importancia que tendría el
maestro para la realización del nuevo proyecto y menciona: “La categoría de una
escuela no se mide tan sólo por la modernidad de sus aulas o por el lujo de sus
vestíbulos. Lo que importa principalmente, en cualquier escuela, es la calidad del
maestro que la enaltece”.91
Para llevar a cabo dicho plan, varias tareas se plantearon como indispensables:
1. Ampliar la planta docente
91 TORRES BODET, Jaime. Discursos (1941-1964). México, Porrua, 1965, p.577.
100
2. Formar promotores bilingües para atender las necesidades educativas de
las comunidades indígenas
3. Construir aulas
4. Reformar los programas educativos
5. Crear libros de texto gratuito
6. Mejorar la calidad de la educación
7. Elevar la eficiencia terminal de la escuela primaria
Para dar comienzo a la formación de los docentes, se planteó:
a) la creación de centros normales regionales
b) el fortalecimiento de las escuelas normales existentes
c) ampliar los servicios del IFCM.
Al poco tiempo de la puesta en marcha del plan, un amplio número de jóvenes que
contaban sólo con el certificado de primaria, fueron incorporados a las tareas
docentes, principalmente en las zonas rurales y urbanas marginales, con el
compromiso de completar su formación profesional en el IFCM, razón por la cual
la matrícula del instituto se incrementó.
De esta manera, se menciona que “durante el sexenio 1958-1964, esta institución
logró la capacitación y titulación de 17472 maestros, cifra que representó un
101
egreso sensiblemente mayor al que se registró durante los trece primeros años de
su funcionamiento”92.
Dadas las condiciones de la situación que prevalecía en el país en cuanto a la
demanda de una educación más técnica, el objetivo principal del instituto fue el
establecimiento de cursos de perfeccionamiento para el magisterio en servicio. Se
dice que con esta finalidad, “el instituto inició las labores de superación técnica y
científica de los maestros de grupo […] Para lograr este cometido, se utilizarán
seminarios, cursillos, mesas redondas, transmisiones por radio, proyecciones,
intercambios culturales y publicación de textos especializados,
independientemente de aquellos otros medios que la práctica vaya
aconsejando.”93
Con el fin de acelerar y hacer más eficaces sus servicios de apoyo a los maestros
alumnos en vía de titulación, se dice que el IFCM descentralizó sus actividades,
permitiéndole adaptar sus labores a las necesidades de los maestros alumnos en
cada región.
Se organizaron subdirecciones regionales […] se establecieron agencias
coordinadoras estatales en cada capital de Estado, subordinadas a las respectivas
subdirecciones regionales, que, con maestros foráneos de planta, contribuyan a
elevar el nivel pedagógico de los centros locales de estudio y consulta que
funcionan en el país.94
92 GÓMEZ RIVERA, Magdalena et. al. Op. cit., p. 68.
93 Ibídem. p.46.
94 Ibídem. p.47.
102
Bajo las nuevas condiciones de la educación del país y la transformación de la
misma el IFCM emprendió sus labores:
- Favoreció los cursos por correspondencia así como de los cursos orales que
fueron impartidos durante los dos grandes periodos de vacaciones.
- Se procedió a la edición y distribución de materiales impresos, requeridos
para los cursos por correspondencia, mejorando su contenido y presentación.
- Se impartieron lecciones por radio.
- Se perfeccionaron los cursos para los maestros titulados de escuelas
primarias.
- Se reajustaron los salarios de los maestros, después de haber tomado los
cursos correspondientes para lograr su título.95
Además, en las escuelas normales, también hubo transformaciones tales
como:
Se modificaron los planes de estudio de las escuelas normales con el fin de
ajustarlos a los requerimientos del Plan de Once Años, respondiendo a la idea de
profesionalizar la carrera magisterial, estableciendo cuatro años de estudio
divididos en dos ciclos; el primer año comprendía los conocimientos científicos,
teóricos y prácticos, además de inducir al alumno a la actividad docente. El
95Cfr. GÓMEZ RIVERA, Magdalena et. al. Op. cit.
103
segundo y tercer año, eran estrictamente de formación profesional y por último, el
año en que realizaría su servicio social.
De esta manera, la escuela normal hace su contribución a la formación de
maestros, y en cuanto al IFCM en la década de los sesenta vive su etapa más
sindicalista, dada la mayor participación del sindicato en la vida del mismo y en
general en el sistema de formación y capacitación del magisterio.96 Sin embargo,
su intervención, más que responder a un interés por participar en la definición de
las prácticas curriculares con el fin de que éstas fueran más pertinentes y
relevantes, busca atender los intereses laborales de sus agremiados.
El IFCM continuó hasta 1971 con la tarea de formar y apoyar la titulación de los
jóvenes habilitados para las tareas de docencia cuyo número se había
incrementado con la demanda de maestros generada por el Plan de Once años.
En este mismo año concluyó el plazo establecido para el desarrollo del citado
plan.
Sobre los principales beneficios atribuibles a las actividades desarrolladas por el
instituto se pueden señalar: la mejora del perfil profesional, la regulación de la
situación laboral de un gran número de maestros y la mejora de sus salarios
conforme avanzaban en sus estudios.97
96 ARNAUD, Alberto. Historia de una profesión. México, Biblioteca del normalista, 1998, p.117
97 Ídem, p.117.
104
Cabe señalar que la calidad de la formación ofrecida por el IFCM a los docentes,
en muchos casos fue deficiente, pues sus estrategias de acción privilegiaron el
aprendizaje individual de los maestros, contribuyendo de esta manera, a crear
entre ellos una cultura de trabajo solitario e individualista. Por otra parte, muchos
de los maestros que se acercaron al Instituto lo hicieron motivados principalmente
por la necesidad de regularizar su situación laboral, y mejorar su percepción
salarial más que por el deseo de superación.
Además de lo anterior, el IFCM no estuvo orientado a realizar actividades en torno
a la formación permanente de los docentes, su actividad estuvo encaminada a
atender las necesidades de formación de los maestros en servicio y de apoyo a la
titulación de los mismos.
Durante los años sesenta, se observa el auge de las escuelas normales
superiores, por lo que se da un aumento de la matrícula, con este hecho, la
enseñanza normal superior se vuelve predominante.
Para finales de los años sesenta había cambiado el perfil de los maestros de
educación primaria en servicio, la mayoría de los que trabajaban en zonas
urbanas eran titulados y contaban con una plaza definitiva en la SEP, además un
número importante de profesores dividían su trabajo entre la escuela primaria y la
escuela secundaria, lo que mejoraba sustancialmente sus ingresos.
Por esta razón, las posibilidades de movilidad de los docentes que trabajaban en
el campo y en áreas marginadas que deseaban mejorar sus condiciones de
trabajo, mediante su cambio a otra escuela o zona escolar eran escasas. Pero,
además las plazas de nueva creación que se ofrecían a jóvenes egresados de las
105
Normales Urbanas resultaban poco atractivas, pues por lo general se trataba de
plazas en zonas rurales de difícil acceso, de ahí que con frecuencia eran
rechazadas por los egresados normalistas que consideraban como un castigo
trabajar en dichas áreas98.
El número de maestros se volvió superior al de la demanda, pues a finales de los
sesenta se dice que: “uno de los principales problemas entre la SEP y el SNTE fue
el creciente desempleo de los egresados de las normales, estimado en alrededor
de 20000 maestros”99.
Este problema, provocó el estancamiento de la pirámide escalafonaria del
magisterio, pues prácticamente se había detenido la posibilidad de movilidad ya
que los maestros encontraban gran dificultad para acceder a un mejor puesto y
obtener un mejor salario. Dicha problemática fue precursora de la nueva reforma
para la educación normal en los años setenta.
Las acciones realizadas para la contribución en la formación docente, en estas
tres décadas (1940-1970), en principio fueron la solución tanto para el
mejoramiento del docente, como para la transformación de la educación y por lo
tanto de el crecimiento económico, social y político del país, aunque para cada
década, después de la realización de dichas acciones surgieron con ellas
diferentes problemáticas dentro del magisterio y de la educación en sí.
98 Ibídem, p.119.
99 Ídem, p.119.
106
Entre dichas problemáticas fueron las inconformidades de los profesores por su
remuneración al trabajo realizado, lo que provocó manifestaciones y huelgas,
actos que repercutieron en la educación y en la política del Estado.
Sin embargo, se dio pauta para la transformación de la educación normal y por lo
tanto de la mejora en la formación de los nuevos docentes y el perfeccionamiento
de los que ya ejercían la tarea educativa, además de conseguir un mejor pago por
sus labores y lograr prestaciones adicionales.
Durante el sexenio de Díaz Ordaz (1964-1970), se pretendió realizar una nueva
reforma educativa, planteada en su IV informe de gobierno, con el fin de resolver
los problemas relativos a la educación del país ya que se aproximaba una rebelión
estudiantil: sin embargo, no pudo llevarse a cabo, pues la capacidad de los que se
encontraban al frente de la SEP no fue suficiente, por lo tanto, este acto se quedó
inconcluso. A efecto de esto, se menciona lo siguiente:
1) Se confirma la incapacidad técnica de la SEP
2) Carencia de la SEP de un organismo de alta investigación científica para llevar
a cabo la reforma educativa
3) Queda en pie un grave problema nacional: el del descontento juvenil
4) La tarea de llevar a cabo la prometida reforma educativa pesa sobre la actual
administración100
100 LATAPÍ, Pablo. Las necesidades del sistema educativo nacional.
107
Esta situación, provocó que se evidenciara la disfuncionalidad de la educación del
país para enfrentar las necesidades sociales que a la postre ya eran críticas,
además de los problemas ya existentes que se venían arrastrando.
La SEP, cada vez perdía autoridad y necesitaba del apoyo del SNTE según ella
para poder llevar a cabo la reforma.
Las problemáticas magisteriales que se vivían ya a finales de los sesenta eran
críticas, pues se menciona que:
La pirámide del magisterio no sólo se había achatado sino además, tendía a
disminuir la circulación dentro y fuera de ella. Esto se debió esencialmente a que a
finales de los sesenta pierden fuerza los resortes de la movilidad vertical y
horizontal de los maestros en servicio que habían comenzado a operar a partir de
1959:
a) El IFCM casi había terminado con la tarea de titular a los maestros en servicio.
b) El número de plazas docentes siguió experimentando altas tasas anuales de
crecimiento pero en zonas cada vez más rurales.
c) El inicio de una etapa inflacionaria en la economía nacional provocó que
disminuyera el interés de los maestros por jubilarse, sobre todo en los maestros
con mayor antigüedad en el servicio, que eran los que ocupaban las mejores
plazas; además de que era menor la proporción de maestros con la antigüedad o
108
la edad requerida para jubilarse, puesto que la mayoría de ellos había entrado al
servicio en los años sesenta.101
Estas problemáticas se convirtieron en las tareas a solucionar para el siguiente
gobierno, las condiciones de la educación se postraban en desajuste y no iba a
ser nada fácil enfrentarlas y por lo tanto darles solución.
Es visible la urgencia de modernizar la administración educativa en todos sus
aspectos y sus niveles además de rediseñar el perfil educativo de cada uno de los
profesores para enfrentar la nueva situación económica, política y social del país.
se puede concluir que, cada gobierno toma posturas diferentes ante la educación,
además de emprender decisiones que son tomadas pensando no solo en la
mejoría de la educación nacional sino de toda la población mexicana pero
específicamente del desarrollo económico del país en suma de la política que
pretende desarrollar el Estado para lograr sus objetivos.
4.3 Elementos didácticos aportados para la formación docente
La nueva situación del Estado al comienzo de los años cuarenta, requiere de la
formación de nuevos ciudadanos que fortalezcan sus nuevos proyectos, sin
embargo, esto no se podía lograr si no se mejoraba la formación de los docentes,
por ello, se puso énfasis en dicha situación y se crearon proyectos que
101 ARNAUD, Alberto. Op. cit., p.127
109
fortalecieran a la misma. Durante la realización de estos proyectos de formación,
se emplearon elementos que la favorecieron.
Como ya se ha mencionado en párrafos anteriores, el IFCM fue la institución que
se creó para realizar las tareas de formación docente durante los años cuarenta,
establecimiento que con el paso del tiempo fue resolviendo las problemáticas de
formación de los docentes que surgían de acuerdo a las necesidades del país.
Surgió en un contexto caracterizado por la creciente demanda de maestros, la
expansión de los servicios educativos y la insuficiencia de profesores egresados
de las normales que carecían de las herramientas pedagógicas necesarias para el
desempeño profesional de su labor docente, maestros que en su mayoría carecían
de título profesional.
Dicho Instituto, introdujo métodos acelerados para atender el problema de los
profesores sin título, es decir, se crean agencias en todos los estados de la
República y además se instauran los centros encargados de la educación abierta.
Se dice que dicho Instituto fue pionero en México de los sistemas de educación a
distancia ya que impartía cursos por correspondencia y escolarizados en todo el
país.
La capacitación de los profesores no titulados, en servicio, no podría llevarse a
cabo mediante su concentración en las ciudades en las que había escuelas
normales; Por eso, la única solución posible fue la enseñanza por
correspondencia. Dicha enseñanza estuvo complementada con cursos orales y
exámenes realizados periódicamente, mediante la concentración, de los
profesores-alumnos en los centros poblados más cercanos a los lugares en donde
profesen y en lapsos que no interfieran con su labor docente.
110
Los materiales de estudio básicos que se empleaban en el Instituto eran libros de
texto, cuadernos de trabajo, guías de estudio, cuestionarios y publicaciones
periódicas. Materiales que se dice, no sólo eran utilizados por los estudiantes del
Instituto, sino que sirvieron de apoyo a todos los profesores del país.
El IFCM, para lograr sus objetivos, empleó diversas estrategias que apoyaron las
tareas de los alumnos-maestros entre ellas se mencionan la utilización de
seminarios, cursillos, mesas redondas, transmisiones por radio, proyecciones,
intercambios culturales y publicación de textos especializados, además de
aquellos elementos empleados según las necesidades que iban surgiendo.
Se dice que para el año de 1956 el Instituto realizó una importante producción
editorial de carácter pedagógico llevada a cabo por los maestros pertenecientes a
esta institución, se menciona que:
Entre 1958 y 1964 hizo imprimir y repartir 3213017 volúmenes; posteriormente
introdujo los medios audiovisuales y transmisiones radiofónicas. Introdujo cursos
para directivos e instructores de educación primaria y ya para 1971 dio por
terminada la capacitación de maestros no titulados.102
Como parte de esta producción editorial, el Instituto editó su boletín, del cual se
menciona lo siguiente:
Inició con el nombre de Capacitación en 1955 y después se tituló Boletín IFCM. En
esta publicación se pueden recuperar aspectos interesantes de lo que fue la
102 DE IBARROLA, María. Op. cit., p.256.
111
política educativa, las teorías pedagógicas en boga, la cotidianidad educativa de
los años cincuenta y sesenta y lo que el IFCM significó en la introducción de
nuevas visiones del quehacer educativo, los modos de aprender y enseñar en las
escuelas mexicanas y de manera especial las estrategias para la formación de
profesores.103
El instituto, fue llamado por Jaime Torres Bodet como la normal más grande del
mundo, ya que inicialmente fueron creados para desarrollara su tarea en seis
años, sin embargo estos no fueron suficientes ya que se extendieron sus servicios
cerca de 26 años pues en 1971 concluye su tarea como IFCM y posteriormente
se convirtió en Dirección General de Mejoramiento Profesional del Magisterio
(DGMPM).
Durante estos años en que duró el IFCM, al hacerse evidente la deficiencia de la
educación primaria, se desarrolla el Plan para el Mejoramiento y la Expansión de
la Educación primaria “Plan de Once Años”, en donde surge entonces la inquietud
por reformular los planes y programas de las escuelas normales, ya que de ellas
depende la preparación de los futuros maestros que atenderán dicho nivel.
El instituto por su parte, empleó diversas estrategias innovadoras para enfrentar la
problemática, pues hizo uso de los medios de comunicación masiva tales como la
televisión y la radio. De esta manera apoyó al Plan de Once Años que pretendía
combatir el analfabetismo y ampliar la educación primaria.
103 MORENO CASTAÑEDA, Manuel. “Boletín IFCM, una fuente para la recuperación de la historia de la educación en México”, en http://educar.jalisco.gob.mx/03/03Moreno.html (consultada el 23 de noviembre del 2008 )
112
Sin embargo, el Instituto no fue la única institución que apoyó en la formación de
los docentes, los centros normales regionales también intervinieron en ello, el
Consejo Técnico Nacional de la Educación propuso la reformulación de los planes
de estudio que regirían estos centros y que posteriormente fueron aprobados por
la SEP, esto con el fin de atender las necesidades de formación que se requería
en esos momentos, quedando de la siguiente manera:
PRIMER AÑO
Primer semestre
A) ASIGNATURAS Horas semanarias
1 Problemas económicos, sociales y culturales de México……..6
2 Psicología general ………………………………………………. 6
3 Lógica.…………………………………………………………….. 6
18 horas
Segundo semestre
1 Antropología social y cultural ……………………………………..6
2 Ética …………………………………………………………………4
3 Opción (complementaria o suplementaria): español superior, matemáticas, ciencias ………………………………………………….. …………4
14 horas
B) ACTIVIDADES
(Cursos anuales)
1 Talleres, laboratorios, economía doméstica y prácticas agropecuarias ………………………………………………………………..............7 (dos sesiones)
2 Actividades artísticas………………………………………………. 4 (dos sesiones)
3 Observación escolar….……………………………………………. 6 (dos sesiones:
cuatro y dos horas)
4 Deportes ……………………………………………………………...3
20 horas
113
En las asignaturas de problemas económicos, sociales y culturales de México y
antropología social y cultural, se incluyen actividades de investigación y participación en
campañas y servicios sociales.
SEGUNDO AÑO
Primer semestre
A) ASIGNATURAS Horas semanarias
1 Didáctica general …………………………………………..……..6
2 Psicología de la educación……………………………………….6
3 Optativa (materia complementaria o suplementaria)…………..4
16 horas
Segundo semestre
1 Ciencia de la educación …………………………………………..6
2 Educación para la salud (para los varones: énfasis en la educación sanitaria. Para las señoritas: énfasis en puericultura)..…………………………..4
3 Optativa (materia complementaria o suplementaria)……………4
14 horas
B) ACTIVIDADES
(Cursos anuales)
1 Técnica de la enseñanza y práctica escolar, taller de material y recursos didácticos y prácticas agropecuarias……………………..............................14(dos sesiones)
2 Taller de actividades artísticas aplicadas a la escuela primaria
………………………………………………………………………. 4 (dos sesiones)
3 Educación física (opción personal)….……………………………. 2 (dos sesiones:
20 horas
114
Las dos primeras semanas de labores se dedicarán a la realización de un seminario para
estudiar la realidad socioeconómica de la región, a efecto de proyectar las campañas y
servicios sociales y económicos adecuados.
TERCER AÑO
Primer semestre
A) ASIGNATURAS Horas semanarias
1 Historia general de la educación…………………………..……..6
2 Legislación, organización y administración escolar ……………6
3 Optativa (materia complementaria o suplementaria)……………4
16 horas
Segundo semestre
1 Historia de la educación en México……..……………………….6
2 Conocimiento del educando y psicotécnica escolar….…………4
3 Sociología de la educación…………………………..…………….4
15 horas
B) ACTIVIDADES
(Cursos anuales)
1 Técnica de la enseñanza y práctica escolar, taller de material y recursos didácticos y agropecuarias………………………………...............................14
2 Taller de actividades artísticas aplicadas a la escuela primaria…3
3 Educación física aplicada a la escuela primaria……..…………...3
20 horas
Las dos primeras semanas se dedicarán a la realización de un seminario de
estudios e investigación de las condiciones educativas de la región, a efecto de
llevar a cabo proyectos de mejoramiento de la escuela y de la comunidad.
115
Es así como se pretendió abordar la formación de los que en el futuro serían
encargados de formar a los educandos, los profesores.
Otro acontecimiento que provoco un cambio fue en 1969 en la ciudad de Saltillo
en el que se celebró un Congreso Nacional de Educación Normal, en el cual se
expreso la situación en que se encontraba dicho nivel educativo. Se dice que
quienes participaron en el evento fueron maestros de una gran trayectoria
profesional en el que las siguientes inquietudes y los siguientes cambios:
Los maestros improvisados, indiferentes y carentes de una conciencia social,
determinan una enseñanza primaria de baja calidad. La educación normal es el
eslabón que puede y debe romperse el círculo vicioso […] estamos obligados a
formar mejores maestros de enseñanza primaria.
Se consideraron como objetivos generales de la educación normal los siguientes:
a) La formación de maestros de enseñanza primaria, que consideren la profesión
como terminal y no como estación de tránsito hacia otras carreras.
b) La incorporación de la educación normal al nivel profesional.
c) Dotar al futuro maestro de una cultura general sólida.
Se propuso ampliar la carrera profesional de tres a cuatro años. Se llego al
acuerdo de separar el ciclo secundario, adscrito a las escuelas normales,
integrándolo a su nivel, se convino la reorganización de planes y programas de
estudio con un mayor equilibrio de los contenidos de cultura general y de las
asignaturas de tipo técnico. Otras decisiones tendientes a mejorar la educación
normal fueron: la re tabulación de salarios, lo que permitiría abatir los índices de
116
deserción magisterial del nivel primario y la modificación de la ley de escalafón.
Las decisiones y acuerdos del congreso lograron que se modificaran algunas de
las contradicciones que el sistema evidenciaba.104
Estos acontecimientos tuvieron lugar muy poco tiempo, ya que para el año de
1972 se propuso una reforma a lo que se había establecido en el congreso, pero
esa explicación, no se retomara en este trabajo.
Como se puede observar, este evento provocó cambios muy significativos
específicamente en los planes y programas de estudio de la educación normal, ya
que también se estableció “dar un equilibrio a los contenidos de cultura general y
de las asignaturas de tipo técnico. Se introdujeron materias como: antropología,
español, matemáticas, historia de la cultura, filosofía, etc.”105, esto con el fin de
formar a un profesional que estuviera consciente de su función como integrador a
la sociedad de las nuevas generaciones.
Por lo tanto, ante este acontecimiento se puso énfasis en la formación del
individuo, de la persona, es decir del docente que colaboraría en la formación de
los futuros ciudadanos y de la mejora de la educación a nivel nacional.
104 GÓMEZ RIVERA, Magdalena et. al. Op. cit., pp. 72-75.
105 Idem. p. 74.
117
CONCLUSIONES
Se parte de la idea de que la educación ha evolucionado de acuerdo a las
condiciones sociales, políticas y económicas de nuestro país y del exterior; se ha
ido adaptando a los cambios y ha creado dentro de sus instituciones la estructura
congruente con la política estatal, en la que destaca el profesor, a quien se le
encomienda la tarea de enseñar; es decir, de transmitir los ideales del Estado y de
mantener el proyecto hegemónico del mismo, lo que lo convierte en un mediador
entre el proyecto estatal y los educandos.
Por ello es necesario comprender la propuesta de Jaime Torres Bodet para la
formación docente, en el marco del proyecto estatal en general y del proyecto
educativo en particular.
Así, el propósito fundamental de este trabajo es reconocer las aportaciones de la
propuesta de Jaime Torres Bodet a los procesos de formación docente en México.
Analizar estas aportaciones supone ubicar el sustento pedagógico de Jaime
Torres Bodet y su visión sobre el tipo de hombre que la educación debe formar; y
consecuentemente el modelo de docente que propone para concretar esa postura
pedagógica.
Otra dimensión necesaria se refiere a las acciones concretas en el ámbito de la
formación docente en el proyecto de Unidad Nacional; así como el tipo de
prácticas docentes que contribuyeron a delinear.
118
Finalmente se hace necesario, avanzar en un balance del proyecto educativo y de
formación docente, orientado a ubicar el impacto del proyecto de formación en el
desarrollo de la educación.
En este sentido, el trabajo hace evidente cómo las condiciones a nivel
internacional influyen en la política de cada Estado y a su vez la política de Estado
influye en la política educativa. Como se puede observar, es una dialéctica, porque
sin duda alguna ningún proyecto estatal funciona de manera aislada a las
condiciones nacionales e internacionales, por lo tanto la educación es el mejor
medio para responder a las necesidades y demandas a las que se enfrenta el
sujeto.
Así, vemos como a principio de los años cuarenta, surgió la necesidad del Estado
por modernizar al país y promover su desarrollo político, social y económico, por lo
que demandó una educación que apoyará sus proyectos. Para lograr esa nueva
educación, fue necesario contar con el sujeto social encargado de instrumentar la
nueva propuesta educativa que el Estado requería para llevar a cabo sus nuevos
proyectos de crecimiento. Este sujeto fue el profesor.
Las nuevas exigencias políticas, económicas y sociales obligaron al Estado
mexicano a replantear el perfil profesional del docente que se necesitaba; por lo
que a partir del avilacamachismo, la formación del maestro tomó un rumbo
diferente al hasta entonces asumido, pues se necesitaba que estuviera mejor
capacitado, sin ideas socialistas, más organizados y con mejores condiciones de
vida. Para el Estado, los maestros deberían ser gente de conducta irreprochable,
altamente capacitados y actualizados para la docencia, no ideologizados e
iluminados por un espíritu comunitario. Un profesor dócil y combativo, un maestro
que fuese tan sólo el que enseña y no el líder de las luchas sociales.
119
En cuanto a la trayectoria académica y profesional de Jaime Torres Bodet, es
necesario destacar que le permitió enfrentar los problemas educativos nacionales.
Su gran capacidad intelectual le hizo obtener la confianza del gobierno para
situarlo a cargo de la Secretaría de Educación Pública y de esta manera apoyar al
nuevo proyecto de Unidad Nacional. Recordemos que Torres Bodet se inscribió
como alumno regular en la Facultad de Jurisprudencia en la Escuela de Leyes y
Altos Estudios de la Universidad Nacional, misma que le dio las bases para
desarrollarse como diplomático y conocer los requerimientos y las cuestiones del
Estado. Asimismo, el haber formado parte del grupo de los contemporáneos, le
permitió obtener una formación literaria, misma que proyectó en los planes
educativos, específicamente en los libros de texto.
Pero resulta imprescindible considerar la experiencia que obtuvo al estar cerca de
Vasconcelos, el amor a la educación y las ganas de enfrentar y resolver los
conflictos educativos, sin duda alguna los pudo afrontar gracias a las experiencias
vividas con dicho personaje.
En suma, su formación se hace patente en un proyecto educativo que se
caracteriza por pretender formar otro tipo de mexicano que respondiera a las
necesidades demandadas por los nuevos propósitos del gobierno, con el fin de
sustentar sus acciones y fortalecerlas. Un proyecto educativo que apoyara la
nueva política determinada, tanto por las condiciones internacionales como por los
objetivos de crecimiento del Estado y basado en la nueva política de Unidad
Nacional, que consistió en establecer la paz social, la conciliación entre los
intereses de los empresarios y trabajadores.
Como se ha mencionado en párrafos anteriores el Estado encontró en la
educación el soporte fundamental para echar a andar los ideales de Unidad
120
Nacional y la política educativa que se pretendía establecer tendría que resolver
dos problemas a) la unificación del gremio magisterial y b) la eliminación de la
Constitución del texto educativo socialista.
En congruencia con este proyecto educativo observamos transformaciones
significativas en los modelos docentes bajo el proyecto de unidad nacional: las
nuevas generaciones de profesores deberían integrar en su formación la nueva
orientación valorativa de la sociedad mexicana: la armonía social.
Así, nos encontramos en una época en que el docente se concibe sobre todo
como vigilante de que las nuevas generaciones aprendan y respeten las normas y
estilos de conducta considerados como aceptables; época en que lo importante es
que el docente sepa cómo hacer para que los alumnos se sientan parte de una
sociedad, la sociedad mexicana, alcanzando ciertos aprendizajes que le permitan
enfrentar la nueva situación del país y de todo el mundo; época en que se ha
concebido la docencia como tarea íntima y necesariamente vinculada con los
proyectos del Estado.
Como se puede observar, tradicionalmente la tarea de enseñar fue considerada
una misión más que una profesión; el trabajo del docente se asociaba a un
apostolado, desvaneciéndose su condición de trabajador. La función principal de
la escuela era la construcción del sentido de nación y de la cohesión social. En
este contexto, la escuela se convirtió en un espacio sagrado de aprendizaje.
La tarea docente presentó particularidades que no aparecían en otras profesiones,
sobre todo por las expectativas que la sociedad puso en los resultados de la labor
121
del magisterio, con el fin de que se lograra el mejoramiento del país en todos los
aspectos.
El Secretario de Educación Jaime Torres Bodet admitía que el profesor debería
ser un profesional y que como tal tenía derecho a gozar de mejores condiciones
laborales y salariales. A partir de estos criterios impulsó la constitución del SNTE y
condicionó las mejoras salariales a una mayor formación docente. Desde este
momento la imagen y función del docente cambia.
Sin embargo, el proceso de formación de estos nuevos docentes sólo rendiría
fruto a mediano plazo, por ello fue necesario iniciar un proceso de
desideologización del magisterio nacional, un programa de actualización y
superación profesional de los maestros en servicio y avanzar en su unificación
sindical.
Es de este modo que en 1944 se creó el IFCM, institución encargada de
profesionalizar a los docentes a través de la obtención de títulos, con el fin de
mejorar su preparación y al mismo tiempo sus condiciones laborales y salariales.
Por lo tanto, Dicho instituto, se dedicó a la formación de los docentes en servicio
que no se habían graduado aún.
Por otra parte, los discursos que se emitieron durante estos años sobre la
educación y la formación de los docentes apuntaban hacia una sociedad mexicana
preparada para enfrentar los nuevos retos de la industrialización, así como la
propuesta de una formación integral de los ciudadanos
122
Con este fin, se pusieron en marcha todas las acciones pertinentes para lograrlo,
sin embargo, esto no se alcanzó en su totalidad, ya que aún con ello, la deserción
escolar, el rezago educativo, y el analfabetismo continuaban siendo un problema
sin resolver.
En cuanto a la formación de los docentes, se mejoraron sus condiciones laborales
y académicas, sin embargo, continuaba siendo un problema, ya que a medida que
se fortalecía la formación de los ya maestros y la formación de las nuevas
generaciones, la lucha del magisterio por tener un estatus, limitaba el desarrollo de
los docentes, pues en vez de preocuparse por la formación de los educandos, se
preocupaban por estar inmersos en el proceso de escalafón con el fin de obtener
un puesto más alto y por lo tanto un mejor salario.
En cuanto al impacto que tuvo la formación del docente en la educación, este fue
significativo. Por una parte, la formación que obtuvo el profesor le permitió
enfrentar las necesidades de formación del alumno impuestas por el Estado. Se
convirtió en un ejecutor de su tarea únicamente en el aula, su preparación lo llevó
a lograr mejorías tanto económicamente como profesionalmente. La formación del
profesor tomó un carácter de tipo integral, misma que se fue logrando poco a
poco.
A pesar de todos los esfuerzos y acciones que se desarrollaron, no se logró formar
totalmente el profesor que se requería; ya que no bastó con la intención del
Estado y las acciones que realizó para lograrlo; por otro lado, estaba la iniciativa y
las ganas del profesor por cambiar, el esfuerzo empleado para obtener una
transformación. Además de las condiciones sociales en que se realizaron dichas
acciones. Porque aunque no haya resistencia al cambio, si el Estado no asume
123
completamente el compromiso, muchas cuestiones quedan inconclusas y esto
crea otros conflictos.
La atención a la formación docente en estos años, tuvo un gran cambio, se logró
transformar a miles de maestros que en esencia contribuyeron al mejoramiento de
las condiciones del país, de los ciudadanos pero principalmente de ellos mismos.
No obstante, hay que considerar que la formación docente, no es estática, es todo
un proceso de construcción tanto profesional como personal, que implica estar en
constante movimiento, con el fin de lograr el desarrollo de ciertas habilidades y
aptitudes que se convertirán en herramientas para enfrentar la situación que se
está viviendo. Sobre esto se menciona lo siguiente:
Todos los que nos involucramos en ese proceso característico de la formación
docente, pasamos a través de una serie de etapas (no necesariamente lineales)
en la adquisición de conocimientos y en el desarrollo de habilidades. Sin embargo,
ese proceso no termina cuando el alumno docente obtiene un título, sino que
continúa a través de la vida profesional, en donde se esperaría una permanente
actualización y no solamente cursos aislados referidos a diversos tópicos
relacionados con la tarea docente. Un profesor necesita estar siempre abierto a los
retos y hallazgos que encuentra en el camino profesional, y a la vez, estar
dispuesto a examinar y perfeccionar sus metas y sus técnicas en cada año escolar
y con cada grupo nuevo de estudiantes.106
106 GREYBECK DANIELS, BARBARA. et al. “Reflexiones acerca de la formación de docentes”, en: http://educar.jalisco.gob.mx/05/greybeck.html (consultado el día 01/09/08)
124
Se puede observar entonces, que la formación de los docentes es más que la
formación obtenida de la institución académica que se encarga de la preparación
de docentes; como se menciona en el párrafo anterior, esta formación continua
con la vida misma, con la experiencia de cada profesor que se dedica a la
docencia, al preocuparse por su mejoramiento tanto profesional como personal y
por la adquisición de nuevas formas para realizar su tarea, se está demostrando
que la tarea del docente, implica un desarrollo que no tiene fin y que comienza
cada vez que el maestro se preocupa por mejorar su labor de enseñar, y por tanto,
de aprender.
125
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