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Universidad de los Andes Facultad de Economía Mem oria de Grado Violencia Intrafamiliar: Una mirada al maltrato masculino Por: Nadia C arolina Kuhn Corredor (Junio de 2007) I. Introducción Día tras día vemos en los medios de comunicación escenas de violencia que nos dejan pasmados; encontramos que las esposas han sido víctimas de maltratos por parte de sus compañeros sentimentales, que numerosos niños han sido vulnerados en su integridad por sus padres y muchas mujeres han sido violadas y lastimadas por sus parejas 1 . Todas estas escenas sugieren que la fuerza y hombría del género masculino, dada su anatomía y masculinidad, constituyen una de las principales causas de la violencia mundial, razón por la cual se les atribuye la principal causa de la violencia intrafamiliar. Al analizar las investigaciones y estadísticas de violencia doméstica en Colombia, se encuentra que dentro del núcleo familiar son las mujeres y los niños los que presentan mayores índices de maltrato y violencia intrafamiliar (Sánchez 2001, Salas 2002). Quizás por esta razón los hombres han sido catalogados como los principales causantes de estos episodios, y por tanto son marginados como posibles víctimas de los estudios sobre violencia intrafamiliar. Lo anterior ha significado que la violencia doméstica de las m ujeres contra los hombres se convierta en un tema subvalorado; razón por la cual existe una ausencia relativa de investigación con respecto a la victimización de los hombres. 1 Las denuncias realizad as por violencia do méstica; con base en las estadísticas report adas por el Instituto Nacional de Medicina L egal y Ciencias Fo rens es. Para el año 2005, l a entidad realizó 61.482 dictámenes de lesiones person ales por denuncias realizadas judicial mente con base en casos relacionados con violencia intrafamiliar, para una tasa de 155 casos por cada 100 mil habitantes, sobresaliendo los departamentos de Amazonas (374), Cundinamarca (348) y San Andrés y Providencia (342) 1 . Para el mismo año , clasi fi có los mayo res tipos de violencia intrafamiliar que se presentaron en el país, encontrando que el 61,2 % de los dictámen es correspondieron a maltrato de pareja, 22,2 % a maltrato entre familiares y el 16,6 % a maltrato infantil. Siendo así, de los motivos de la violencia en pareja son muy variados y entre otros están: la intoleranci a y el machis mo (33%), in fidelidad y celos (32%), alcoholismo (16 %), situación socioeconó mi ca (4 %), crianza de los hijos y separación (4%), intromisión de otros familiares en l a vida de la pareja.

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Universidad de los Andes Facultad de Economía

Mem oria de Grado

Violencia Intrafamiliar: Una mirada al maltrato masculino Por:

Nadia C arolina Kuhn Corredor (Junio de 2007)

I. Introducción

Día tras día vemos en los medios de comunicación escenas de violencia que nos dejan

pasmados; encontramos que las esposas han sido víctimas de maltratos por parte de sus

compañeros sentimentales, que numerosos niños han sido vulnerados en su integridad

por sus padres y muchas mujeres han sido vio ladas y lastimadas por sus parejas1. Todas

estas escenas sugieren que la fuerza y hombría del género masculino, dada su anatomía

y masculinidad, constituyen una de las principales causas de la violencia mundial, razón

por la cual se les atribuye la principal causa de la v iolencia intrafamiliar.

Al analizar las investigaciones y estadísticas de vio lencia doméstica en Co lombia, se

encuentra que dentro del núcleo familiar son las mujeres y los n iños los que presentan

mayores índices de maltrato y violencia intrafamiliar (Sánchez 2001, Salas 2002).

Quizás por esta razón los hombres han sido catalogados como los principales causantes

de estos episodios, y por tanto son marginados como posibles víctimas de los estudios

sobre violencia intrafamiliar. Lo anterior ha significado que la violencia doméstica de

las m ujeres contra los hombres se convierta en un tema subvalorado; razón por la cual

existe una ausencia relativa de investigación con respecto a la victimización de los

hombres.

1 Las denuncias realizad as por violencia do méstica; con base en las estadísticas report adas por el Instituto Nacional de Medicina L egal y Ciencias Fo rens es. Para el año 2005, l a entidad realizó 61.482 dictámenes de lesiones person ales por denuncias realizadas judicial mente con base en casos relacionados con violencia intrafamiliar, para una tasa d e 155 casos por cada 100 mil habitant es, sob resaliendo los departamentos de A mazonas (374), Cundinamarca (348) y San Andrés y Providenci a (342 )1. Para el mismo año , clasi fi có los mayo res tipos de violencia intrafamiliar que se presentaron en el país, encontrando que el 61,2 % de los dictámen es correspondieron a maltrato de pareja, 22,2 % a maltrato entre familiares y el 16,6 % a maltrato infantil. Siendo así, de los motivos de la violencia en pareja son muy variados y entre otros están: la intoleranci a y el machis mo (33%), in fidelidad y celos (32%), alcoholismo (16 %), situación socioeconó mi ca (4 %), crianza de los hijos y separación (4%), intromisión de otros familiares en l a vida de la pareja.

Es preciso indicar que la investigación de la violencia intrafamiliar en contra de los

hombres ha ganado importancia a partir del documento académico realizado por Murray

Straus y Richard Gelles en 19752, donde se afirmó que los hombres y las mujeres se

atacan físicamente en proporciones similares afectando la integridad moral, social, y

económica de las familias Estadounidenses. Sin embargo, en Colom bia no ha existido tal preocupación, por lo que se ha dejado poco espacio para la reflex ión y la exploración

en este tema. Por esta razón, el presente trabajo al abordar el tema de la v iolencia

intrafamiliar de las esposas hacia sus cónyuges, será p ionero en rescatar esta

problemática que no ha sido tenida en cuenta para su investigación.

Son numerosas las razones que explican por qué el abuso y la vio lencia doméstica de las

mujeres contra los hombres no es “popular” entre la literatura y la comunidad en general. Resulta importante resaltar que la incidencia de la violencia intrafamiliar hacia

el hombre parece ser tan baja que es complicado conseguir estimaciones confiables; en

parte debido a que las mujeres tienen mayores facilidades para divulgar sus maltratos y

han sido tenidas en cuenta con mayor frecuencia que los hom bres a la hora de denunciar

ultrajes y abusos. Además no es común ver este tipo de v iolencia entre los matrimonios

actuales, teniendo en cuenta que aún el mach ismo sigue latente entre la sociedad3. Lo

anterior ha provocado que los encargados de elaborar políticas, esto es, las personas, los

investigadores y los medios de comunicación hayan puesto gran atención en esta

problemática. No obstante, no se ha hecho nada para an imar a los hombres a expresar

sus abusos y maltratos, debido en gran parte a la fuerte creencia que las mujeres son

siempre las v ictimas dadas sus condiciones físicas, sociales y económicas.4

Ahora bien, con base en la def inición de Richard Gelles y Murray S traus (1978), la violencia es la intención, acción u omisión mediante la cual se intenta imponer la

voluntad sobre otros, generando daños de tipo físico y moral. Por ello se puede inferir

que la vio lencia doméstica es un acto realizado con la intención de herir o lastimar física

o psicológicamente a otra persona. Sin embargo, las personas erróneamente han creído 2STRAUS Murray, GELLES Richard. Soci etal change and change in family violence from 1975 to 1985 as reveled by two National Su rveys (1986). 3Ver Straus 1980, Straus y Gelles 1995, Anderson 1997 , Flynn 1990 . 4La cultura, las creen cias populares y la historia de la mujer en la sociedad, h an idealizado a esta co mo un ser “inferior” en el sentido en que se considera el ho mb re es el que trae los recursos econó micos al hogar, el que posee mayor fuerza física y poder. No obstante se consid era qu e esto le da la facultad de mandar y tener el control en el hogar. Dado esto , el homb re se siente con derechos y ataca a la mujer para ampliar y /o manten er su do minio .(Straus 1980 )

que esta clase de actos sólo se realizan en contra de mujeres, niños y personas

vulnerables, atribuyéndolos únicamente a “golpes a la mujer” o a aquellos episodios que

generan daños severos. No obstante, de acuerdo con Gelles, Steinmetz y Straus (1974),

la vio lencia doméstica es de doble dirección; ya que el género masculino también puede

ser v íctima de maltratos en el seno del hogar, no necesariamente es el sujeto activo que la realiza.

Sin embargo, el dinamismo de la vio lencia doméstica es también diferente entre los

hombres y las mujeres debido a que las razones, propósitos y motivaciones son a

menudo muy diferentes entre los dos sexos5. Aunque el asesoramiento y la comunidad

psico lógica han respondido ante el abuso y la violencia doméstica contra las m ujeres6,

ha existido una mínima inversión en los recursos pertinentes a la investigación de las

causas, consecuencias y costos de la violencia intrafamiliar contra los hom bres. En la

mayoría de los casos, el daño físico real inf ligido por los hombres es tanto mayor que el

daño físico real descendido por las mujeres. Gracias a esto, se produce un menor

impacto ante el abuso f ísico y psico lógico contra el hombre.7

Vale anotar que tanto en Colombia como en el mundo, no ha sido considerada como

problemática social y mucho menos, como una categor ía específ ica de la violencia

doméstica, la violencia hacia los hombres al interior de la pareja. Esto ha llevado a que

tanto la población como el Estado sientan que este tema es irrelevante y por ende no

necesite de una mayor atención, seguimiento y/o estudio. Muestra de lo anterior, son las

denuncias interpuestas por violencia doméstica, que en su mayoría son presentadas por

mujeres8 que corroboran los altos índices de maltrato percibido por este género. Sin

5Straus (1978, 1986), ha hecho una revisión bibliográfica del tema y ha en contrado qu e las investigaciones tanto medicas , sociales o psicológicas apuntan a qu e loas razones o motivos del po rque los hombres y las mujeres presentan comportamientos violentos tiene su origen en la frustración y estrés que se gen era por los ev entos del entorno tanto familiar como labo ral y personal. 6En Colo mbia existen entidad es co mo el Instituto Colo mbiano de Bien estar Familiar ICBF, las Co mis arías de Familia y Medicina L egal, entre otras las cual es y de acuerdo a la ley 294 de 1996 se encargan d e diseñar políticas, pl anes y p rogramas para prevenir y erradicar la violenci a intrafamiliar. Igual mente, las autoridad es dep artament ales y municipales que con forman los Consejos de Prot ección social adelantan estudios y actividades de preven ción, edu cación y tratamiento de los problemas de violencia intrafamiliar dentro de su jurisdicción . 7Quiero acl arar que la violencia intrafamiliar contra las muj eres y niños tiene un grado de i mportancia mayo r o igual al de la violen cia do méstica contra los ho mbres . Siendo así, estar trab ajo no busca mini mizar el problema d e la violencia contra el género femenino, sino por el contrario su intención es dar a conocer la problemática de la violencia hacia los hombres. Siendo así, la razón principal de esta investigación es la p asión que tengo sobre el tema y mi preocup ación sob re el mis mo. 8Forensis, Datos para la vida 2003.

embargo, lo que no se ha tenido en cuenta y es necesario considerar, es que gran parte

de las encuestas y resultados estadísticos olvidan que a la hora de realizar los estudios,

los hombres pueden mentir en su declaración dejando de confesar o de denunciar haber

sido vio lentados en su hogar por miedo a ser rechazados o de sentirse “menos

hombres”. Siendo así, la baja tasa de asaltos y el alto porcentaje de maltratos por el hombre encontrados en los est udios de criminología y vio lencia en general,

probablemente ocurren porque aquellos tratan sólo con una pequeña parte de todos los

asaltos domésticos que los encuestados responden que experimentan como “crimen”

(Straus 2005).

Además, la v iolencia es también considerada un asunto de salud pública y por esta

razón debe tratarse, estudiarse y solucionarse de la manera más eficiente posible. Sin

embargo, para lograr tal fin es necesario entender que ataca gran parte de la población

colombiana y por tanto, trae no sólo consecuencias a corto plazo sino también a largo

plazo; ya que los niños víctimas de maltratos físicos o psico lógicos tendrán un menor

rendimiento académico y por consiguiente, en la etapa de su adultez evidenciarán un

menor éxito en el mercado laboral. Asimismo, al presenciar en su infancia actos de

violencia tendrán una notoria tendencia a repetir dichos actos con sus descendientes, lo

cual generará a su vez un ciclo de abuso intergeneracional, provocando perpetuación de

la violencia intrafamiliar y a la vez afectando negativamente los ingresos familiares.

El objetivo de este trabajo es dar a conocer la existencia del sub reporte y la sub

valoración de la vio lencia intrafamiliar contra los hombres en Colom bia señalado la

importancia der ivada de su análisis. De esta manera se busca entender mejor el

comportamiento de la sociedad y así mostrar que los hombres son maltratados por sus

compañeras sentimentales y que las causantes de estos hechos son tanto psicológicas

como económicas. Al mismo tiempo, se busca llegar a una respuesta empírica que

explique el por qué de esta problemática y cuáles son sus efectos en la economía

familiar y colombiana. Además el trabajo incluye una revisión bibliográfica de la

literatura sobre el maltrato de las mujeres hacia los hombres, especialmente en el seno

del matrimonio. Para tal fin, se destacan algunos de los trabajos realizados por

investigadores norteamericanos que muestran las razones y magnitudes de esta

problemática.

No obstante, es importante precisar que, a pesar de la baja disponibilidad de la

información estadística sobre el maltrato hacia los hombres en el país, el trabajo busca

brindar causas y consecuencias preliminares de la violencia intrafamiliar contra los

hombres, para que de esta forma se abran caminos que permitan futuras investigaciones sobre el tema en particular.

II. Literatura previa

Tal como fue mencionado previamente, por violencia intrafamiliar se entienden todas

aquellas situaciones que evidencien un abuso de poder o impliquen un maltrato (físico y/o psicológico) de un miembro de la familia sobre otro, que se desarrolla en el contexto

de las relaciones familiares y que ocasionan diversos niveles de daño en sus víctimas.

Estos abusos muestran altos índices donde mujeres y niños son víctimas y dolientes,

dejando a un lado los asaltos hacia los hombres. Sobre lo anterior, Straus (2005)

argumenta que en parte sucede gracias a que los estudios de cr iminología sólo toman

una pequeña parte de la totalidad de las agresiones domésticas; esto es, só lo aquellos

catalogados como “crimen” para los encuestados. Es decir, el problema en la medición

de esta clase de agresiones tiene su origen en el concepto que los investigados tengan

acerca de la palabra asalto. Dado lo anterior, al definir tal concepto como un ataque

físico ilegal de una persona sobre otra, las “peleas de familia” deben ser consideradas

como crímenes.

De acuerdo con Mirrlees (1999), cuanto más amplia es la definición de v iolencia intrafamiliar, mayores son las estadísticas que se presentan sobre este fenómeno, de ahí

que es necesario restringir esta def inición para no tener subestimaciones ni inferencias.

Por consiguiente, el término violencia debe ser entendido como los actos que tienen

como intención causar alguna clase de daño que en particular toma forma de do lor o

lesión.9. De igual forma, la palabra doméstico se refer irá entonces a los incidentes que

9 De acuerdo a Gelles (1997) hay qu e hacer una di feren ciación ent re “ violencia normal” y “ violencia abusiva”. La p ri mera dice qu e es cuando el agresor en pri mer lugar el agresor da pal madas, empuj a, zarandea y azota a su victima; esto de acuerdo al autor, es frecuentement e considerado normal o aceptable en la interacción entre parejas. D e esta manera la violenci a se convi erte en abusiva cuando hay un alto potencial d e lesión.

envuelvan a personas que están relacionadas de alguna manera y que vivan en la misma

casa. Dejando estas def iniciones claras, Mirrlees sostiene que la violencia física no es la

única manera de ocasionar daño; también puede manifestarse por medio de insultos,

amenazas, chantajes, control y/o abusos, prohibiciones, aislamiento de familiares y

amistades, abandono afectivo, humillaciones, entre otros. Lo anterior sugiere entonces que al igual que los asaltos físicos, las expresiones de v iolencia generan daño o

trastorno psicológico o emocional, tanto para quien la ejerce como para el que la recibe,

provocando traumatismos y consecuencias en el largo plazo.

De otra parte, Gelles y Straus (1988) muestran también que en Estados Unidos el

incremento de la violencia de las mujeres contra sus maridos se debe a la difusión de la

ideología feminista y la creación de “shelters” en los en los años setentas, al incremento del porcentaje de mujeres empleadas, la preocupación del Estado por el tema y los

cambios en la sociedad y sus perspectivas. Para Co lombia no todas estas causas son

válidas n i pueden aplicarse en el país; tal es el caso de la difusión de la ideo logía

feminista y los “shelters”. Sin embargo, observando la historia, se encuentra que la

posible causa de este fenómeno es el incremento de la preocupación del gobierno por

temas sociales, en especial por la violencia doméstica y el papel que han jugado el

ICBF, Medicina Legal, Profamilia y la Fiscalía General de la Naciòn para mejorar y

cuantificar este conf licto.

Otra razón fundamental que permite explicar que la violencia contra los hombres está en

aumento es el incremento en el nivel de estudios, oportunidades, experiencia laboral e

ingresos que las mujeres han venido experimentando a lo largo de las últimas décadas,

lo que trae como consecuencia un decrecimiento de la dependencia económica de la mujer y por consiguiente, un cambio en sus expectativas de autoridad y en la forma de

concebir el dominio del hogar, que tiende a verse más equitativo. Así, al igual que lo

ocurr ido en Estados Unidos, se percibió en Colom bia que el incremento en los salar ios,

educación y estatus laboral ha venido provocando en las mujeres una tendencia de

liberación y de independencia, lo que permite a su vez que se sientan con más

”derechos” sobre su pareja que implican reacciones violentas frente a situaciones

cotidianas. Esto se ve claramente al presenciar que la participación de la mujer en el mercado laboral ha ven ido incrementándose con el tiempo, es así cómo estadísticas del

Banco Mundial señalan que en el año 1980 el porcentaje de la fuerza laboral femenina

era 25%, en 1990 pasó al 37% y en el año 2000 tuvo un incremento de 5 puntos

llegando al 42%. A la vez, ha existido un incremento en los promedios de los ingresos

laborales nominales en las mujeres, pasando de un $7.325 en el año 1980 a $63.725 en

1990 y $452.864 en el año 2000 10.

García y Urdino la (2000) por su parte, encuentran en var ios autores11 que en la mayoría

de países, durante los últimos cincuenta años, se ha dado un importante aumento en la

población femenina trabajadora, que en 1998 alcanzó n iveles del 52%. Se evidencia que

esta población es cada vez más preparada y que ha producido un incremento en las tasas

totales de participación en la economía. Rescatan que aunque los salarios y los ingresos

laborales reales se han incrementado de manera constante para el total de los

trabajadores, las remuneraciones para las mujeres han sido históricamente menores que las de los hombres (ver tabla 2). Bajo este mismo enfoque, Anderson (1997), enfatiza

sobre el estudio de Horm ung, McCullough y Sugim oto (1981), que hay mayores tasas de

violencia entre las parejas en donde la mujer tiene un estatus ocupacional mayor con

respecto al del hombre. Asimismo, Allen y Straus (1980) encontraron que entre más

recursos posea la cónyuge, habrá más perpetración de violencia doméstica por parte de

ésta hacia su pareja; esto signif ica que las probabilidades de que el esposo sea asaltado

por su mujer sean mayores, ya que al tener mayores recursos financieros, la esposa

sentirá que tiene más poder dentro del hogar, muchas veces utilizando la violencia no

sólo para lograr sus objetivos personales sino también para imponer respeto y autoridad.

En Colombia, los salarios de las mujeres han tenido un incremento considerable desde

hace ya medio siglo, no obstante, lo s ingresos que ellas reciben han sido menores que el

de los hombres. Por ejemplo en 1976 el promedio de ingresos laborales nominales de los hombres era de $3.971 y el de las mujeres de $2.333. Para 1990 se encontraron en

$92.326 y $63.725 y en el año 2000 en $596.513 y $452.864 respectivamente12. A pesar

de que estas cifras señalan la brecha salarial entre los hombres y las m ujeres, para

establecer la causalidad entre los salar ios y el maltrato masculino es necesario recurr ir a

ejercicios econométricos. Como se verá mas adelante los resultados señalan que

10Dirección Nacional de Plan eación DNP 2004 . 11Ver Henao y Parra, 1998 ; Farné et.al, 1998; Rib ero y Gar cía, 1996; B ID, 1993; Guzmán, 1993 ; Flacso, 1993 12 Dirección Nacional de Planeación DNP 2004.

violencia esta correlaciona negativamente con el ingreso lo cual repercute no solo en las

finanzas del hogar sino en las del país.

Ahora bien, de acuerdo con la Teoría del Poder de los Recursos de Allen y Straus

(1980), el incremento de los recursos económicos de las mujeres casadas trabajadoras tiene implicaciones importantes en el poder marital y en la forma de concebir la

dirección con junta y autoridad del hogar. Dado que la participación de las mujeres en el

mercado laboral ha aumentado, el poder que éstas tienen en el hogar es cada vez mayor

ya que su aporte económico ha crecido, logrando de esta manera una estructura

equitativa de la autoridad y por tanto, del poder. Bajo esta misma línea, Blood y Hamlir

(1958,) tras una ser ie de investigaciones, concluyen que el empleo en las mujeres

casadas, provoca un aumento del poder dentro de la familia, ya que incrementa los recursos económicos del hogar. Por consiguiente, debido a este fenómeno, la autoridad

dentro de los hogares ha venido cambiando, volv iendo más equitativa e igualitaria la

toma de decisiones entre las relaciones de pareja.

Homans (1961) en su investigación atribuye como factor principal, que explica el

liderazgo del hombre, la habilidad de proveer los recursos en el seno del hogar. Sin

embargo, como en la actualidad también las mujeres proveen estos recursos, esa

posición del hombre de “líder” se desvirtúa. La razón principal de este hecho es el

cambio que se ha generado en la estructura del matrimonio, ya que el manejo de la

autoridad se ha vuelto igualitaria. Bajo esta perspectiva, Straus (1980) resalta que

gracias a que las mujeres trabajan cada vez más, la igualdad de géneros se ha acentuado

en los últimos tiempos, generando asimismo que la violencia doméstica del hombre

contra la mujer disminuya. Es así como, en la medida en que los hombres estén aceptando la igualdad con el sexo femenino, las esposas ejercerán mayor autoridad y

poder, lo que significa que la violencia puede convertirse en un arma para lograr tomar

su posición en el hogar. En Colombia, la anterior af irmación es valida, dado el

incremento de la tasa global de participación y de los salarios de las m ujeres13, a quienes

les han dado la oportunidad de ejercer y tomar el poder en los hogares, especialmente en

las finanzas familiares y sobre sus esposos. Los resultados de la encuesta realizada para

13 Co mo se vio previamente, de acuerdo al D epartamento N acional d e Planeación , en 1976 el pro medio de ingresos laborales no minal es de los hombres esta en $3.971 y el de las mujeres en $2.333, para 1990 se encontraron en $92 .326 y $63.725 y en el año 2000 en $596 .513 y $452.864 respectivament e. Ver tabl a 2 .

este trabajo, mostraron que el 56% de los hombres aporta la mitad de los ingresos para

los gastos del hogar ; lo que puede significar que la mujer recurre a la violencia con una

mayor frecuencia para así posicionar su potestad y poder.

Por su parte, Ribero y Meza (1997) concluyen que los retornos de la educación son similares para hombres y mujeres, y que los diferenciales salariales por género están

explicados por la experiencia del trabajador. Así, gracias a que las mujeres usualmente

tienen varias interrupciones en su vida laboral debido a la maternidad, aunque sus

niveles educativos pueden superar los de aquellos, es posible que tengan una menor

experiencia laboral con respecto a la del hombre. Sin embargo, al mirar las cifras de

embarazos se encuentra que ha decrecido en los últimos años de 3.9 nacimientos por

mujer en 1980 a 2.4 en el 200414, lo cual indica que las mujeres están luchando por aumentar su exper iencia laboral para facilitar el acceso a trabajos con una mayor

renumeración y mejores beneficios. De esta manera buscan tener un mejor desarrollo

tanto personal como profesional, esto lleva a que logren tener una mayor independencia

con respecto a sus esposos, llegando a aumentar su estatus dentro del hogar. Son estos

eventos aquellos donde la violencia resulta ser una excelente arma femenina para

posesionarse en su poder o para mantenerlo.

Investigaciones como la realizada por Fiebert y González (1997), m uestran que al

parecer las mujeres piensan que sus go lpes no generan daños a sus victimas varones ya

que no creen que puedan salir lastimados o los conciben incapaces de desquitarse.

Además las mujeres investigadas aseguraron que la intención de golpear a sus parejas

era la de llamar su atención, especialmente desde el punto de vista emocional. De

acuerdo con la encuesta realizada para esta monografía, el 72% de los hombres encuestados respondió que las m ujeres en el último año los han amenazado y/o

maltratado de diversas formas con el fin de lograr indirectamente llamar su atención, y

el 34% respondió que cuando han sido agredidos ellos no responden con v iolencia.

Estas estadísticas dan a entender que el pensamiento femenino efectivamente se basa en

la suposición según la cual la violencia ejercida hacia sus compañeros sentimentales no

genera consecuencias. Sin embargo, lo anterior es completamente herrado, ya que la

14 Estadísticas d e g énero . Ban co Mundial.

violencia efectivamente afecta el bienestar psicológico, físico y económico debido a que

tiende a afectar negativamente los ingresos y la estabilidad emocional de la victima.

Mirando la situación colombiana, se encuentra que entre el año 1999 y 2003 la v iolencia

hacia las mujeres ha disminuido, pasando de 37.666 casos reportados a 33.628, mientras que los episodios de vio lencia en contra de los hombres han aumentado; pasando de

3.562 casos reportados a 4.324 15. Como se puede apreciar en la tabla 1 esto constituye

una clara evidencia del aumento de la violencia, especialmente de la efectuada por las

mujeres. 16 Sin embargo, la cifra de hombres maltratados es comparativamente más baja

que el de las mujeres, en parte por que los hombres víctimas de sus compañeras

sentimentales sienten miedo al denunciar, ya que pueden ser rechazados por la sociedad.

Sobre lo anterior se establece, de acuerdo con Mirrlees-Black (1999), que los incidentes

masculinos reportados en las encuestas demuestran que éstas son menos ser ias que las

reportadas por mujeres. Por consiguiente, los hombres están menos dispuestos a reportar

episodios en su contra realizados por mujeres; debido a que poseen una mayor fuerza

física que hace que les genere vergüenza reconocer que su pareja los ha maltratado

De otra parte, trabajos como el de Szinovacz y Eg ley (1995) sugieren que hay un sesgo

en el reporte de vio lencia, ya que las parejas masculinas tienen una mayor tendencia a

no reportar actos violentos por parte de sus compañeras sentimentales. Hay diferentes

razones por las que no se producen estas denuncias, como la ignorancia de la ley, la

escasez de instituciones relacionadas dirigidas a los hombres y principalmente, de los

profesionales (asistentes sociales, p sicólogas, etc.). Asimismo, resultan determinantes

los aspectos socioculturales como el machismo y la vergüenza, consecuencia de una ideología patriarcal de estereotipos rígidos acerca del papel del varón dentro de la

relación de pareja. Otras razones, también limitantes para el hombre, son el amor a la

pareja, a los hijos o el temor a las consecuencias económicas y judiciales que puede

implicar un divorcio.

15 Forenses 2001, 2004. 16A raíz d e la ley 294 de 1996 , Medicina Legal, la Fiscalía, el ICBF, las Comisarías de Familia, h an optimi zado sus labo res p ermitiendo una mejor at ención a las victimas d e violenci a intrafamiliar, esto ha permitido año tras año ampliar las bases de datos de estos temas, permitiendo así no solo tener una mejor medición de esta problemática sino también evidenci ar l a realidad de la so ciedad.

En Colom bia aunque son validas las razones expuestas por Szinovacz y Eag ly, hay una

serie de creencias que explican por qué los hombres no denuncian las agresiones de sus

mujeres: En pr imer lugar, los hombres no lloran: una de las características es la

masculin idad hegemónica, la inexpresividad de las emociones y los sentimientos. En

segundo lugar, lo s hombres son racionales y fuertes: estos atributos han sido asignados a los hombres como requisitos de su masculinidad, de manera que un hombre sensible y

emocional es rechazado en diversos espacios. Y finalmente, el hom bre es el p rincipal

proveedor económico del hogar: a pesar del incremento de la tasa de participación

global de las mujeres (la cual paso del 37% en 1982 al 51% en 1997), el 22.5% de los

hogares colombianos tienen jefatura femenina. Además existe necesidad en las familias

actuales de contar con más de un ingreso, lo que indica que todavía sigue teniendo un

gran peso simbólico la figura del hombre como el principal proveedor económico del hogar. 17 Estas creencias sugieren y dan soporte a la idea según la cual el machismo

sigue r igiendo las relaciones sociales de nuestra sociedad.

Por su parte, Steinmetz (1977) da explicación a la falta de reconocimiento de los esposos

maltratados. En primer lugar, notó la carencia de datos empíricos sobre las relaciones en

donde la v iolencia es producida por las mujeres, en segundo lugar, observó que tanto las

mujeres como los hombres violentados han recibido una “inatención selectiva” por los

medios, investigadores y feministas, quienes en particular temen que al darle

importancia a los varones maltratados se trunque la batalla contra las mujeres go lpeadas

por la vio lencia. En tercer lugar, expresó que los hombres se rehúsan a reconocer que

han sido maltratados por sus esposas, esto debido a la humillación y la vergüenza que

acompaña a todos los cónyuges hombres abusados, considerando valores tradicionales

de la sociedad y las relaciones hombre-mujer. Por último, se tiene que debido al severo daño físico que las mujeres han sufrido en manos de los hombres abusadores, la

victimización del género femenino es más v isible18.

17Tomado de la Política Nacional de Construcción de Paz y Conviven cia Familiar (2001) 18 La visibilidad de la violencia intrafamiliar contra los ho mbres pued e verse opacada porque d el las mujeres no dejan rastros físicos sino moral es con su violencia lo que quizás di ficulta el recono ci mi ento y medición de este problema. Esto sugiere que este tipo de violencia es mas di fícil percibirl a en los ho mbres dado que no es tan notoria co mo es el caso de las mujeres, lo cual dificulta aun mas su identificación y por ende su estudio. Es útil resaltar que la violencia doméstica contra los esposos al igual que contra l as mujeres d eja s ecu elas qu e afectan el bien estar y la integrid ad de la victi ma.

Ahora bien, Anderson (1997) plantea que las investigadoras feministas ofrecen una

crítica metodológica al uso de las encuestas de gran escala para investigar la v iolencia

intrafamiliar, argumentando que el uso de dichas metodologías de medición prescinden

del contexto en el cual se desarrolla la violencia y de los problemas de género y poder.

Adicionalmente, las feministas afirman que los datos de las encuestas nacionales están sesgados por el bajo o casi nulo reportaje de la violencia masculina, debido a las

creencias sociales evidentes en una cult ura machista.

Igualmente Anderson encontró que los est udios sociológicos y sociodemográficos

correlacionan los asaltos domésticos con altas tasas de v iolencia entre los jóvenes,

personas de escasos recursos, individuos con bajos niveles de educación y solteros.

Encuentra también que los factores sociodemográf icos influyen conjuntamente en la violencia; algunos de éstos son los altos niveles de estrés y aislamiento social

experimentados por los individuos de las clases sociales más bajas. Al mismo tiempo,

Anderson expone que las mujeres pueden ser más vio lentas que los hombres dentro del

hogar porque tienen menos recursos financieros, y por ende se les dificulta alcanzar un

poder similar al de sus cónyuges. También resalta que las construcciones de género han

conceptualizado a la mujer como pasiva y so lidar ia; cualidades que las desalientan de

usar la v iolencia como herramienta para ganar poder en su relación. Así pues, esta

autora sugiere, con base en otros investigadores, que la violencia está relacionada con la

posición sociodemográfica del individuo. Así, la teoría de los recursos supone que las

parejas que tienen menores recursos socioeconómicos con respecto a los de su

compañero o cónyuge, son más propensos a utilizar la vio lencia doméstica para hacerse

valer y respetar. De la encuesta realizada se puede rescatar que las esposas utilizan las

amenazas como método para “hacerse valer” y tomar las riendas del hogar, esto se ve claramente al presenciar que el 81% de los hombres respondió que su esposa ha

recurrido a este tipo de acciones en el último año.

Por su parte, Gelles y Straus (1978) y S traus y Steinm etz (1974), concluyen que “la

teoría del aprendizaje social” indica que la violencia y la agresión han sido aprendidas

por la sociedad de la misma forma en la que se han trasmitido diversos

comportamientos. Así, la evidencia empírica encontrada por ellos mostró que las personas que tienen comportamientos agresivos con sus familiares generalmente han

tenido experiencias y episodios v iolentos en el pasado. Esto sugiere que no sólo se

aprende la v iolencia, sino que también es enseñada y transmitida por la familia como

parte del proceso de socialización. A su vez, estos autores señalan que la vio lencia es un

mecanismo frecuente de lanzamiento de tensión y que los americanos definen “que la

agresión en una respuesta normal a la frustración”.

En este orden de ideas, Salas (2005) reconoce que violencia intrafamiliar efectivamente

se trasmite de los padres a los hijos por medio del aprendizaje. Encuentra en Straus y

Gelles (1987), Buvinc (1999) y en Rao (1995) que existen costos directos e indirectos en

dichos fenómenos. Los primeros están relacionados con los gastos en atención y

protección a víctimas de la violencia, prevención del maltrato, servicios judiciales y de

salud, como atención hospitalar ia. De otro lado, los costos indirectos son la pérdida de

días de trabajo, el bajo rendimiento escolar, la disminución en la productividad laboral, y por ende la pérdida del empleo y la disminución en ingresos laborales de la m ujer.

Adicionalmente, existen efectos multiplicadores económicos de la violencia

intrafamiliar, como el impacto en el empleo y la productividad de la m ujer, mayor

ausentismo, menores ingresos y el impacto intergeneracional en el futuro económico de

los hijos, principalmente afectado por la caída en el desempeño escolar. Además, como

se verá a continuación, la vio lencia experimentada en la niñez tiene efectos

signif icativamente negativos en los ingresos que pueden percibirse.

De otra parte, Salas identifica en Buvinc (1999) la existencia de factores indiv iduales,

familiares y sociales que contribuyen a que la violencia doméstica se incremente en los

hogares. En primera instancia señala factores genéticos, biológicos, la situación laboral,

el nivel socioeconómico, nivel de educación, el uso del alcohol y drogas, y haber sido

víctima o testigo de violencia en el hogar. Luego, sugiere factores del entorno familiar relacionados con la pobreza tales como el hacinamiento, ingreso per cápita de la familia,

etc., y dentro de la dinámica familiar, el rol de género en la familia, las relaciones de

poder entre los miembros del hogar y el carácter de autoritarias o igualitarias de las

normas. Por último, destaca la desigualdad en el ingreso, el entorno violento en la

sociedad (medios de comunicación y situaciones de conflicto en la región), la debilidad

de las instituciones de control y las normas culturales, como factores que junto con los

individuos y familiares contribuyen a perpetuar la v iolencia intrafamiliar.

De otro lado, Steinmetz (1977-78) sugiere que los hombres casados que han sido

maltratados continúan con dichas relaciones violentas por razones similares a las usadas

por las m ujeres; es decir, porque la violencia es relativamente infrecuente y poco severa.

Así como ocurre con las mujeres abusadas, lo s cónyuges masculinos maltratados,

tienden a permanecer en una relación v iolenta si en su infancia experimentaron abusos y si tienen recursos económicos limitados. Los resultados de la encuesta realizada

señalaron que a pesar de ser los esposos violentados por sus mujeres, aquellos

permanecen en su relación sentimental.

Como se observa, existen trabajos que han examinado y estudiado las consecuencias y

efectos de la violencia doméstica cuando ésta es originada en las mujeres contra sus

esposos. Los resultados de tal ejercicio no son alentadores, sugieren que efectivamente existen ev idencias acerca de los maltratos contra el género masculino, todo lo anterior

sin perder de vista que la literatura y datos en Colombia sobre la materia son muy

precarios.

III. Los Datos

Teniendo en cuenta la carencia de datos en Colombia y dado que la evidencia existente

se limita sólo a las estadísticas presentadas por el ICBF, Medicina Legal, Profamilia y la

Encuesta de Demografía y Salud, se realizó una encuesta con el fin de proveer la

información que se utilizará para el análisis descriptivo y metodológico que soporta el

trabajo en cuestión.

La investigación realizada partió de la encuesta del Centro de Estudios para el

Desarrollo Económico [CEDE] efectuada para el documento Determinantes, Efectos y

Costos de la Vio lencia Intra fam iliar en Colom bia19. Asimismo, para complementarla y

adecuarla al contexto masculino, se utilizaron las preguntas utilizadas por Mirrlees-

Black 1999, en su trabajo Domestic Violence: Findings from a new British Crime

Survey self-com pletion en Gran Bretaña, para la elaboración de un estudio que 19 La encu esta utilizad a para este estudio fu e realizada por el Centro de Estudios para el Desarrollo Econó mico CEDE y el Departamento Nacion al de Plantación DNP. Se realizó en la ciudad de Bogot a, Barran cab ermeja y Barranquilla en el año 2003 con una mu estra de 2.293 mujeres. Agradezco a Fabio Sánch ez por el suministro d e dich a encuest a.

determinó las estadísticas de vio lencia y crimen doméstico en dicho país. Asimismo, las

preguntas que se plantearon allí siguieron las pautas del CTS (Conflict Tactics Survey),

implementada por Murray Straus en 1979 para medir la violencia doméstica. 20

Las preguntas fueron contestadas por hombres mayores de edad cuyas edades oscilan ente los 18 y 59 años. La muestra incluye 71 encuestas que varían entre los estratos 1 y

6 en la ciudad de Bogotá. Explora la prevalencia de abusos f ísicos y emocionales en los

esposos dentro del núcleo familiar. Esta encuesta consta de cinco (5) partes, en la

primera se realiza un perfil social al entrevistado, en la segunda se pretende verificar el

estado económico y laboral del mismo. La tercera y cuarta buscan saber el estado de

nupcialidad y de reproducción del encuestado. Finalmente, la quinta parte provee dos

fuentes de información sobre la violencia doméstica; de un lado la v iolencia psicológica y de otro, la vio lencia física. En el Anexo 1 se encuentra el formato de la encuesta

realizada.

Los ejercicios que se presentaran adelante son elaborados a partir de dos clases de

variables. Por un lado, se utilizaran variables que indiquen el estado socioeconómico del

entrevistado, tales como la edad, el salario, el estrato y educación. Por otra parte, las

variables que señalan la nupcialidad y reproducción, tales como el estado civil, edad de

la compañera sentimental, educación y número de hijos. También se utilizaron variables

que apuntaban a encontrar un posible maltrato psicológico y por último, otras que

capturaban los abusos físicos. Una breve descr ipción de estas var iables se encuentra en

el Anexo 2.

Analizando la violencia intrafamiliar, y en particular contra los hombres, es preciso conocer el estado socioeconómico tanto de los encuestados como el de sus parejas. Se

encontró que la media de los estratos está en 2.98, y la del salario se ubicó en

$1.751.972. Por otro lado, la edad promedio de los investigados fue de 33.71 años y el

nivel educativo está en 13.02 años. Por su parte, en las estadísticas descriptivas de las

parejas se encuentran que el promedio de edad de ellas es de 31.18 años, su n ivel

20 EL CTS incluye ocho (8) ítems que sirven para medir el grado de violencia (abuso, abuso severo, abuso muy severo). Los ítems son: 1. Empujar/zarandear, 2. Cachet ear, 3. Arrojar algo , 4. Pegar o tratar de pegar a alguien , 5. Patear o d ar puños , 6. Dar golpes, 7. A menazar con un cuchillo o arma y 8 . Us ar un cuchillo o arma.

educativo está en 11.91 años y el promedio de hijos se encuentra en 1.36 n iños. En la

tabla 3 se encuentran las estadísticas descr iptivas de todas las variables estudiadas.

Ahora bien, para determinar si lo s investigados tienen claro el concepto de violencia

intrafamiliar, en el inicio de la encuesta se preguntó qué se entendía por esta problemática. Todo con el fin de demostrar que los co lombianos perciben que esta

problemática no só lo afecta a las mujeres y niños sino también a los hombres. De

acuerdo con la definición expuesta previamente, el 94% de los encuestados

respondieron acertadamente, lo cual nos da a entender que el est udio de la v iolencia

doméstica contra los hombres es un tema latente pero no visible.

VI. Ejercicios Econométricos

Tal y como se señaló en la introducción, debido a la carencia de datos sobre la v iolencia

doméstica hacia los esposos, es metodológicamente complicado establecer cuáles son

las causas y consecuencias de estos episodios. A pesar de lo anterior, es ilustrativo

revisar los resultados de las encuestas y estimar mediante el método de Mínimos

Cuadrados Biatápicos (MC2E) la siguiente ecuación:

εββββ ++++= DvleveDvnormalholEsposaAlcoEducacionIngreso 4321 , 21 (*)

Donde Ingreso corresponde al ingreso del esposo, Educación equivale a los años de

educación que el conyugue posea, EsposaAlcoho l es una dummy en donde uno (1)

signif ica que la esposa consume bebidas alcohólicas. Por su parte Dvnormal22 es la

variable dummy que asocia todas aquellas situaciones de violencia tales como gritos,

golpes, palizas, mordeduras, agresiones, ataques, patadas, entre otras. Dvleve23 es otra

variable dummy que capta el efecto de la violencia leve experimentada por el hombre

21 Modelo bas ado en el propuesto por Morrison y Orlando (1999) el cual parte de la ecuación

iiii VIFXBY εδ ++= )(´ , donde Y (ingreso, educación, salud, etc.) d el individuo i, X es un conjunto de vari ables (indep endientes) que afectan a Y , y B es un vector de coefi cientes , mide el efecto d e la VIF sobre y ε es el término de error d e l a estimación. 22 La variable Dvnormal es una variable dummy que refleja tod as las situaciones de violencia , siendo así fu e creada a partir de l a clasifi cación que s e realizó en el An exo 2 d e las variables estudiadas en la encuesta realizada. 23 La variable Dvleve es una variable dummy que refleja todas las situaciones de violencia leve, siendo así fu e creada a partir de l a clasifi cación que s e realizó en el An exo 2 d e las variables estudiadas en la encuesta realizada.

dentro del hogar, tales como amenazas, acusaciones, limitaciones, entre otras. Para esta

variable se asigna uno (1) si el esposo ha vivido estas situaciones y cero lo contrario.

Para no tener sesgo en la var iable β1 en la ecuación (*), se creó la var iable instrumental

para estimar consistentemente los parámetros del modelo lineal planteado prev iamente

dado que la var iable explicativa Educación es endógena. Se tomaron todas aquellas variables exógenas que dependen de la var iable Educación, como es la educación de la

esposa, si el esposo consume bebidas alcohó licas y la edad del esposo. La ecuación

auxiliar seria:

υππππ ++++= EdadAlcoholEducEsposaEducacion 3210

Del modelo se encontró que sus variables (*) son sign ificativas al 5%. Educación y

Dvleve, por su parte están correlacionadas positivamente con Ingreso, mostrando

impactos positivos en esta variable, lo cual nos da a entender que entre mayor educación

tengan los esposos mayores serán los ingresos familiares. Es interesante rescatar que

aunque la vio lencia leve esta correlacionada positivamente con el ingreso, una hipótesis

que permita explicar esta situación es que las presiones ejercidas por esta clase de

violencia ejecutadas por mujeres, producen en los hombres una especie de motivación

que los lleva a aumentar su productividad laboral, debido a la presión que sienten de sus

esposas, ya que encuentran en el trabajo una manera de descargar emociones y

sentimientos reprimidos o una forma de escape a los maltratos.

Además, se establece que el consumo de bebidas alcohólicas en la esposa

(AlcoholEsposa) y la violencia (Dvnormal) provocan impactos negativos en los

ingresos, lo cuales hacen que el ingreso sea menor que el de las personas que no tienen

estas situaciones en sus hogares. Esto se puede explicar por los efectos que causa la

violencia en la persona, provocando que ésta p ierda su autoestima, caiga en depresión y

disminuya su ritmo de trabajo, bajando de esta forma su productividad. Así lograr

alcanzar niveles salariales por debajo de hombres que no viven maltratos en su hogar.

Del modelo anterior se puede corroborar la teoría expuesta prev iamente por Salas

(2005) en donde expone que la violencia ocasiona pérdidas salariales y costos

económicos no solo en términos monetarios sino de capital humano. Una hipótesis

explicativa a este fenómeno se le puede atribuir al hecho que el maltrato genera costos

por la pérdida de días de trabajo, por el bajo rendimiento escolar, por la disminución en

la productividad laboral lo cual en conjunto hacen que la víctima tenga menos

capacidades para desempeñar sus labores.

Ahora bien, algunos actos de violencia, como las amenazas, chantajes, bur las, no son tan fáciles de identificar a corto plazo, aunque en su mayoría presentan consecuencias

inmediatas y visibles. Por consiguiente, para determinar el impacto que las agresiones

pueden tener sobre la violencia doméstica, es necesario calcular los efectos de la

violencia en la niñez y sus impactos en la adultez. Para ello, se corrió un modelo Logit

que busca encontrar si los efectos de los maltratos en la infancia tienden a repetir se en

las generaciones siguientes. El modelo a seguir es:

υα += DchijosDvnormal 1 (**)

Donde Dvnormal es la variable dummy que asocia todas aquellas situaciones de

violencia y Dchijos es la variable dummy que capta el maltrato infantil, en donde uno

(1) corresponde a que el niño efectivamente es/fue maltratado y cero (0) lo contrario.

De este modelo se encontró una correlación negativa entre Dchijos y Dvnormal, lo cual

da a entender que con incrementos porcentuales de las variables que señalan v iolencia

en la infancia, la probabilidad que el adulto repita dichos patrones de violencia con sus

hijos, aumenta. Esto apunta, tal como se p lanteó anteriormente, a que efectivamente la

violencia es intergeneracional y tiene impactos negativos en la v ida personal y laboral

de sus víctimas.

Como se vio en la literatura, la violencia intrafamiliar se transmite de generación en

generación, debido a que las conductas o comportamientos se transfieren por

aprendizaje o por imitación, De esta manera, la probabilidad que la violencia se

perpetúe va a depender del entorno en el cual se desarrolló la persona, es decir en un

hogar vio lento o no. Ahora, si la violencia es intergeneracional, esta además de generar

consecuencias en lo personal, el bienestar del común también se verá afectado, dado que

los ingresos del Estado y la distribución de los mismos para la inversión en programas,

proyectos tenderá a disminuir para cubrir lo s costos de la violencia doméstica. Estos

costos a su vez perjudicarán el desarrollo del país al no tener los recursos suficientes

para la ejecución de estos planes.

Para mirar el impacto que tiene este hecho en los salarios, se corrió un modelo Logit

que tiene como variable dependiente Dchijos e independiente el Ingresos.

εγγ ++= IngresosDchijos 21 (***)

Se encontró que Ingreso es significativa al 5% y señaló un impacto negativo en la

violencia, por tal razón se sugiere que entre menos violentas sean las personas, el salario

tenderá a incrementarse, lo cual provocará disminuciones en la probabilidad de maltrato

en sus hijos. Por tal razón, una medida para incrementar los salar ios sería combatiendo

la vio lencia en donde no solo traería como consecuencia prosperidad y crecimiento

económico, sino que a la vez generará un mejor am biente de convivencia.

Bajo este enfoque, en un hogar sin violencia, la probabilidad que las generaciones

futuras repetirán el ciclo de vio lencia que sus antecesores vivenciaron disminuye y por

ende sus ingresos serán mas altos que en una familia con este tipo de problemas. Por

consiguiente, disminuir la violencia intrafamiliar asegurará mejores renumeraciones y

mejor desarro llo.

IV. C onclusión.

A manera de conclusión se puede decir que día tras día la preocupación por la v iolencia

intrafamiliar esta cogiendo importancia tanto en el contexto mundial como en el

colombiano, dados los altos n iveles de la misma en los hogares. No obstante, los hombres han venido experimentando v iolencia por parte de las mujeres, especialmente

en los hogares que presentan igualdad de géneros, igualdad socio-económica e

independencia tal como se vio reflejado en la encuesta, que expresó claramente que los

esposos efectivamente se ven violentados por sus esposas.

Los ejercicio s econométricos apuntaron a que la vio lencia intrafamiliar de las mujeres

contra los hombres esta correlacionada en forma negativa con lo s ingresos, siendo las

amenazas, lo s go lpes, las palizas y lo s ataques las sit uaciones que mayor afectan esta

variable. A la par se encontró que la vio lencia provoca a su vez efectos en las

generaciones siguientes disminuyendo no solo su salar io sino aumentando la

probabilidad que la violencia se transmita de generación a generación. Por su parte la

educación del esposo, la de la esposa y la edad están correlacionadas positivamente con

el ingreso. Todo eso apunta a que la v iolencia afecta no solo las finanzas sino que al

provocar consecuencias en el autoestima de la persona esto ayudará a que las victimas de estos sucesos tengan problemas tanto personales como laborales que le impiden

desempeñar su trabajo con éxito disminuyendo la productividad y por ende generan

pérdidas económicas.

Los resultados coinciden con lo que en general ha sido p lanteado por algunos trabajos

reseñados previamente24, los cuales exponen que dado el incremento de la participación

femenina en el mercado laboral, la igualdad de géneros se ha venido dando lo que genera a su vez impactos positivos en el salario del cónyuge lo s cuales se van a ver

afectados por el aumento de la participación femenina en la fuerza laboral dado el

incremento de años de educación que estas han venido exper imentando. Esto trae como

consecuencia que la esposa adquiera mayor autoridad y poder dentro del hogar

permitiéndola recurrir a la violencia para ejercer e implantar su voluntad y mantener el

dominio familiar.

A la par, la importancia de la educación de la esposa en el ingreso también sugiere que

los hombres van a tener menos facilidades de expresar sus maltratos dado el temor que

se puede generar al quedar en vergüenza frente a la sociedad que considera al hombre

como el proveedor de lo s recursos dentro del hogar. Esto corrobora la idea que entre

mas mantenga este pensamiento, es poco probable que los hombres se animen a

expresar sus abusos y por ende dar a conocer el problema a la sociedad.

La violencia tiene una fuerte influencia en la vida laboral, en el sentido que el maltrato

ya sea físico o p sicológico trae consecuencia tanto a corto como a largo p lazo las cuales

afectan la integridad de las v ictimas disminuyendo su bienestar afectando su autoestima

provocando debilitamiento de sus capacidades físicas ya sea para mantener un trabajo

como buscar lo afectando negativamente el ingreso, lo cual repercute directamente en la

24 Gelles y Straus (1996), Ho mans (1961).

economía ya que la productividad tiende a decrecer y por ende el crecimiento se

estanca.

La realidad es que la violencia es una conducta aprendida a partir de modelos familiares

y sociales que la definen como un recurso válido para reso lver conflictos, por esta razón el maltrato es un crimen de abuso, poder y control que ningún miembro de la familia

tiene derecho a ejercer sobre otro. Sin embargo, la violencia de la mujer contra sus

compañeros sentimentales masculinos ha sido un asunto controversial y dif ícil, causada

por las diferencias en las metodologías de investigación y las características culturales

(Straus 1999). Es por esto que reconocer que los hom bres sufren de maltratos por parte

de las mujeres deber tenerse en cuanto en las investigaciones posteriores y por tal razón

deben incluir se en las encuestas y est udios a realizar para así acabar con el sesgo y mostrar la realidad de la violencia intrafamiliar.A la par se encuentra que aunque la

comunidad psicológica y médica han respondido al abuso y a la violencia domésticas no

ha existido inversión para tratar las aplicaciones el abuso y la vio lencia domésticos

contra hombres.

Así pues, el hecho que la vio lencia por los hombres cause serias consecuencias, no debe

ser excusa para ignorar la violencia ejercida por las mujeres y m ucho menos como un

tema valioso de investigación o como un problema social. En palabras de Straus y

Gelles25 “La violencia por la mujer contra sus esposos, no debe ser algo que se deseche,

solo porque la violencia efectuada por los esposos es mayor. De esta manera, la única

forma de parar con la violencia doméstica es cambiar factores de la organización

cultural y social destacando la relación padre-niño, niño-niño y esposa-esposo”.

V. Bibliografía

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ANEXOS

ANEXO1 FORMATO ENCUESTA REALIZADA

Nº DE ENCUESTA:

INSTRUCCIONES: Lea las preguntas y coloque "X" en la casilla que mas se ajuste a su respuesta. GRACIAS!!

ANTECEDENTES DEL ENTREVISTADO

1 ¿Que entiende usted por violencia intrafamiliar?

2 En que estrato vive? 4 Cuál fue el últ imo año de estudios que Ud. aprobó?

1………………………………… 1 4………………………………… 4 NINGUNO…………………………………………… 02………………………………… 2 5………………………………… 5 PRIMARIA ……………………………………….. 13………………………………… 3 6………………………………… 6 SECUNDARIA………………………………….. 2

UNIVERSIDAD…………………………………. 33 Cuántos años cumplidos tiene? 5 ¿Consume bebidas alcoholicas? No. de veces

EDAD EN AÑOS CUMPLIDOS………. SI…………………………… 1 a la semana

NO………………………… 2

FUERZA DE TRABAJO

1 ¿En qué actividad ocupó ….. la mayor parte del tiempo 3 Cuánto recib ió … el mes pasado por concepto de:

la semana pasada? Trabajo……………… . $_______________________

Trabajando…………. 1 Arriendos………….. $_______________________

Buscando trabajo 2 Pensiones o jubilaciones $_______________________Estudiando…………. 3 Ayudas en dinero………………….. $_______________________Oficios del hogar.. 4 Intereses, dividendos…………. $_______________________

Otra actividad…….. 5 Otras fuentes……. $_______________________Incapacitado permanente para trabajar 6

2 En promedio, cuánto de los gastos de su hogar se pagan (pagaban) CASI NADA………………………………………………………….. 1

con lo que usted gana(ba)? MENOS DE LA MITAD……………………………………… 2

LA MITAD…………………………………………………………….. 3MÁS DE LA MITAD…………………………………………… 4

TODO…………………………………………………………………….. 5

NADA, AHORRA TODO…………………………………… 6

NUPCIALIDAD

1 Actualmente Ud. Está: CASADO / UNION LIBRE……… 1

RELACION SENTIMENTAL………………………… 2NO ESTOY CASADO, NI EN ALGUNA RELACIO 3

2 Cuántos años cumplidos tiene (tenía) su esposa compañera?

3 Cuál fue el último año de estudios que ella aprobó? NINGUNO 0 SECUNDARIA 2

PRIMARIA 1 SUPERIOR 3

NO SABE 4

ENCUESTAVIOLENCIA INTRAFAMILIAR: UNA MIRADA AL MALTRATO MASCULINO

REPRODUCCION

1 Tiene alguna hija o hijo? SI…………………………………………………………….. 1

NO………………………………………………………….. 2

CUANTOS? ………………………………………….

2 En el último año, para enseñar o corregir a sus hijos, Ud. u otra persona:

Quién?:

a . Les explicó por qué su comportamiento no estuvo bien…………………

b. Los amenaza….….……………………………………………………………………………………..

c . Les grita……………….… .…………….…………………………………………………………………..d. Les da una pa lmada………...………………………………………………………………………

e. Les lanza cosas………………………………………………………………………………………..

f Los patea, los muerde o pega puños………………………………………………… ..

g . Los amenaza con un cuchillo o arma…………………………………………………..

h. Usa un cuchillo o arma…………………………………………………………………………..

VIOLENCIA DOMESTICA

1 Quiénes de las siguientes personas la disciplinaban a usted PADRE BIOLÓGICO…………….. 1

cuando era una niño? MADRE BIOLÓGICA…………… 2

PADRASTRO……………………….. 3MADRASTRA……………………… 4

OTRO:_________________ 5

(ESPECIFIQUE QUIEN)

2 En qué forma usualmente la disciplinaria o corregían a usted cuando era una niño?

Quién?:

a . Le explicaban por qué su comportamiento no estuvo bien………………

b. Se negaban a habla rle o la ignoraban…………………………………………………….

c . Lo maldecían.……………………………………………………………………………………………..

d. Lo amenazaban con echarla de la casa o mandarla lejos………………… .e. Lo dejaban por fuera de la casa……………….……………………………………………..

f. Lo amenazaban con dejarla abandonada……………………….……………………..

g . Lo amenazaban con el coco o personajes amenazantes….……………..

h. Lo gritaban .………………………………………………………………………………………………….

i. Le quitaban algo que le pertenecía…………..……………………………………………..j. Le prohibían algo que le gustaba……………………….……………………………………

k. Le quitaban privilegios (ver T.V, permisos, mesadas, etc.)……………...

l. Lo privaban de alimentac ión…………………………………………………………………….

m. Lo obligaban a hacer quehaceres del hogar o trabajar…………………….

n . Le echaban agua fría………………………………………………………………………………..o . Le quitaban o escondían la ropa…………………………………………………………..

p . Le daban pa lmadas, pellizcos, puños, empujones o coscorrones…

q . Lo sacudían/zarandeaban.………………………………………………………………………

r. Lo forzaban a estar en un lugar en condiciones incómodas (estar

de pie, a rrodillada) o la encerraban…….…………………………………………….

s. Le daban un tirón de orejas o le halaban el pelo…………………………………..

t. Lo pateaban.…………………………………………………………………………………………………u . Lo golpeaban con un objeto como palo, escoba, bastón,

cable, cinturón u otro………………………………………………………………………… .

v. Lo quemaban con un líquido hirviendo , con fuego o con

un objeto caliente……………………………………………………...……………………….

w . Le apretaban el cuello con las manos como para estrangu larla……..x. Lo sofocaban con la mano o cojín……………………….………………………………..

y . Lo amenazaban con un cuchillo o arma de fuego……………………….……….

z . Lo a tacaban con un cuchillo o arma de fuego…………………….………………..

aa. OTRA:_______________________________________________

X. OtroD.

MadrastraC. Padrastro

B. Madre Bio lóg ica

X. OtroD.

MadrastraC. Padrastro

A. Padre Bio lógico

B. Madre Bio lóg ica

LEA LAS ALTERNATIVAS y coloque "0" si NUNCA, "1" si ALGUNAS VECES y "2" si FRECUENTEMENTE en todas las que apliquen en su caso

LEA LAS ALTERNATIVAS y coloque "0" si NUNCA, "1" si ALGUNAS VECES y"2" si FRECUENTEMENTE en todas las que apliquen es su caso

A. Padre Bio lógico

3 Por favor, dígame si en el último año se presentaron

en su relación con su pareja las siguientes situaciones: Si No

a. Ella acusó de serle infiel?..... .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . . 1 10

b. Ella impidió a Ud. encontrarse con sus amiga(o)s?.... .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. . 2 11

c. Ella trató de limitarle el contacto con su familia? .... .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. 3 12

d. Ella insistió en saber dónde estaba todo el tiempo?..... .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. 4 13

e. Ella vigiló la forma como Ud. gastaba el dinero?.... .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. . 5 14f. Ella ignoró/no se dirigió a usted?..... .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. 6 15

g. Ella contó con Ud. para reuniones sociales o familiares?.... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. 7 16

h. Ella consu ltó las decisiones importantes para la familia? .... .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. . 8 17

i. 9 18

4 Estas situaciones se han presentado en público o en privado? PÚBLICO…………………………… 1

PRIVADO………………………….. 2

AMBAS…………………………….. 3

5 En el último año su pareja la amenazó con: Si No

a. Abandonarlo?………………………………………………………………………………………………………………. 1 7b. Irse con otro hombre?..... .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. . 2 8

c. Darle un golpe o arrojarle algo?..... .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. . 3 9

d. Quitarle los hijos?.... .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. 4 10

e. Quitarle el apoyo económico?.... .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. 5 11

f. Hizo algo para molestarlo o fastidiarlo intenciona lmente?..... .. .. .. .. .. .. .. .. 6 126 En el último año su pareja: Si No

a . Lo ha empujado o zarandeado ?..... .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. 1 16

b. Lo ha gritado (o chillado)?.... .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. 2 17

c . Lo ha golpeado con la mano o abofeteado?.... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. 3 18

d. Le ha dado una paliza o la ha azotado? .... .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . 4 19

e. Lo ha golpeado con un objeto duro?.... .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. 5 20f. Lo ha mordido ?.... .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. 6 21

g . Lo ha pateado o arrastrado ?..... .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. 7 22

h. Lo ha amenazado con un cuchillo, arma de fuego u otra a rma? .... .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. 8 23

i. Lo ha atacado con un cuchillo, arma de fuego u otra arma?..... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. 9 24

j. Le ha lanzado algo que pudo la stimarlo?..... .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . 10 25k. Le destruyó a lgo que le pertenec ía a usted?..... .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . . 11 26

l. Le ha torcido un brazo o halado el pelo? .... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. 12 27

m. Lo ha quemado o arrojado un líqu ido hirviendo? .... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. 13 28

n . Lo ha agarrado por el cuello como para estrangu larlo?.... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. .. .. 14 29

7 Sus hijos han presenciado alguno de los episodios NUNCA……………………………… 0

descritos en las preguntas 3, 5 o 6? ALGUNAS VECES………….. 1

FRECUENTEMENTE……. 2

8 Cuando Ud. ha sido agredida por su pareja, Si No

Ud. se ha defendido golpeándola o agrediéndola físicamente 1 2

9 Su pareja tomó bebidas alcohólicas hasta embriagarse en el último mes? Si No

1 2

SI=1 NO=2

10 Cuando la han maltratado, Ud. ha acudido a alguna institución INSPECCIÓN DE POLICÍA………………………. 1

para buscar ayuda? COMISARÍA DE FAMILIA………………………. 2

SI, Si a cuál institución ha acudido? BIENESTAR FAMILIAR………………………….. 3

FISCALÍA………………………………………………… 4

J UZGADO……………………………………………….. 5

INSTITUCIÓN DE SALUD……………………….. 6

DEFENSORÍA/PERSONERIA………………………………………… . 7ORGANIZACIÓN PRIVADA……………………. 9

OTRA:__________________________ 10

NUNCA HA BUSCADO AYUDA…………….. 11

11 Hasta donde usted sabe, los padres de su pareja actual la ALGUNAS VECES……………… 1

maltrataban sicológicamente (se negaban a hablarle, la ignoraban, FRECUENTEMENTE…………. 2

la maldecían, la amenzaban con abandonarlo, etc) cuando era NUNCA………………………………. 3

una niña? NO SABE……………………………. 4

12 Hasta donde usted sabe, los padres de su pareja actual la ALGUNAS VECES……………… 1

maltrataban físicamente de una manera severa (la golpeaban con FRECUENTEMENTE…………. 2

objetos duros, cables, lo quemaban, amenazaban o atacaban NUNCA………………………………. 3

con cuchillos o armas de fuego, etc) cuando era un niña? NO SABE……………………………. 4

Su pareja lo insultó o le dijo palabrotas o le dijo cosas como Ud. no sirve para nada", (gordo, feo , bruto, bobo, estúpido u otros insultos) en el último año? …………………………………………..………………………………………….

ANEXO 2

DESCRIPCION DE LAS VARIABLES

NOMBRE DE LA

VARIABLE DESCRIPCION

Estrato Mide el es trato de los enc uestados. Es te oscila entre 1 y 6.

Edad Edad del encuestado. Todos estuvier on entre los 18 y 60 años.

Educacion Nivel educ ati vo del enc uestado. Este s e encuentra entre l os 5 años (primaria) y los 16 años (universitario).

Alcohol Dummy que mide si el encuestado bebe alc ohol. Uno (1) repres enta que si y cero (0) que no.

Ingresos Ingresos el enc uestado.

EstadoCivil Estado ci vil del enc ues tado en donde uno (1) representa que si y cero (0) que no.

EdadEsposa Edad de la c ompañera sentimental. Todas ellas estuvi eron entr e los 18 y 60 años.

EducacionEsposa Nivel educ ati vo de la compañera s enti mental. Este se enc uentra entr e los 5 años (primaria) y los 16 años (uni versitario).

Hijos Numero de hijos.

EsposaAlcohol Dummy que mide si l a pareja del encuestado tomó bebi das alcohólicas hasta embriagarse en el último mes. Uno ( 1) representa que efecti vamente si ha tomado bebi das alcohólicas en el últi mo mes y cero (0) que no. Va

riab

les

Soci

oeco

nóm

icas

Ayuda Dummy que mi de si el encuestado cuando ha sido maltratado ha acudido a alguna ins titución para buscar ayuda. Uno (1) repres enta que efecti vamente si ha busc ado ayuda y cero (0) que no.

NoViolento Dummy que mi de si el enc uestado utilizo métodos no vi olentos para corregir a sus hijos. Uno (1) representa que efecti vamente utiliza métodos no violentos como explicarle por qué su comportamiento no estuvo bien; Cero (0) representa que el enc uestado utiliza otros métodos violentos para corregir a sus hijos.

Vari

able

s qu

e in

dica

n no

vi

olen

cia

NoViolento 1 Dummy que mi de si la forma que usual mente utilizaban para la disciplinar o corregir al encuestado eran métodos no vi olentos. U no (1) representa que efecti vamente utiliza métodos no violentos para disciplinarlo o corregirlo como explicarle por qué su comportamiento no estuvo bi en; Cero (0) representa que el encues tado utiliza otr os métodos violentos para disciplinarlo o corregirlo

Infiel Dummy que mide si en el ultimo año la compañera sentimental del encuestado lo ac usó de serle infiel. Uno (1) repres enta que efecti vamente lo acuso y cero (0) que no.

Amigos Dummy que mide si en el ultimo año la compañer a sentimental del encues tado le impidió encontrarse con sus amiga(o)s. Uno (1) r epres enta que efecti vamente lo impidió verse con sus amigos y cero (0) que no.

Familia Dummy que mide si en el último año la compañer a sentimental del encues tado le impidió encontrarse trató de limitarle el contacto con s u familia. Uno (1) repres enta que efecti vamente limito el c ontacto con sus familiares y c ero (0) que no.

Tiempo Dummy que mide si en el último año l a compañera sentimental del enc uestado insistió en s aber dónde estaba todo el ti empo. Uno (1) repres enta que efecti vamente insistía en s aber dónde estaba todo el ti empo y cero ( 0) que no.

Dinero Dummy que mide si en el último año la compañera senti mental del encuestado vigiló la forma como gastaba el dinero. Uno (1) representa que efectivamente vig iló la forma c omo gastaba el dinero y cero ( 0) que no.

Ignorar Dummy que mide si en el ulti mo año la compañera s enti mental del encues tado l o ignoró/no se dirig ió a el. Uno (1) representa que efec tivamente lo ignoró/no s e dirigió a el y cer o (0) que no lo ignoró.

Reunion Dummy que mide si en el ultimo año la c ompañera s enti mental del enc uestado no contó con el para reuniones s ociales o familiares. Uno (1) representa que efecti vamente no contó c on el para reuniones sociales o familiares y cero (0) que si c ontó con el.

Deci siones Dummy que mide si en el último año la c ompañera sentimental del encuestado no consultó las decisiones importantes para l a familia. Uno (1) representa que efecti vamente ella no c onsultó las decisiones importantes para l a familia y cero (0) que si las c onsulto.

Insulto Dummy que mide si en el ulti mo año la compañera sentimental del encues tado lo insultó o le dijo palabrotas o l e dijo cos as c omo "Ud. no sirve para nada", (gordo, feo, bruto, bobo, estúpido u otros insultos). Uno (1) representa que efec tivamente ella lo i nsulto o l e dijo pal abrotas y c ero (0) que no.

Abandono Dummy que mide si en el últi mo año la c ompañera sentimental del enc uestado lo amenazo c on abandonarlo. Uno (1) representa que efecti vamente ella lo amenazó y cero (0) que no.

Irse Dummy que mide si en el últi mo año la c ompañera sentimental del enc uestado lo amenazo c on irse con otro hombre. Uno (1) representa que efectivamente ella l o amenaz ó y c ero (0) que no.

Golpe Dummy que mide si en el ulti mo año la c ompañera sentimental del enc uestado lo amenazo c on darle un golpe o arrojarle algo. Uno(1) representa que efec tivamente ella lo amenazó y cero (0) que no.

Hijos 1 Dummy que mide si en el últi mo año la c ompañera sentimental del enc uestado lo amenazo c on quitarle los hijos. Uno( 1) representa que efectivamente ella lo amenaz ó y cero (0) que no.

Varia

bles

qu

e in

dica

n Vi

olen

cia

Lev

e

Economi co Dummy que mide si en el últi mo año la c ompañera sentimental del enc uestado lo amenazo c on quitarle el apoyo económico. Uno( 1) representa que efecti vamente ella lo amenazó y cero (0) que no.

Molestar Dummy que mide si en el último año la compañera sentimental del enc uestado hizo algo para molestarlo o fastidiarlo intencional mente. Uno(1) representa que efec tivamente ella hizo algo para molestarlo o fastidiarlo in tencionalmente y c ero (0) que no.

Empujar Dummy que mide si en el últi mo año la compañera sentimental del encuestado le ha empujado o zarandeado. Uno (1) representa que efecti vamente ella l o ha empujado o zarandeado y cero (0) que no.

Arma Dummy que mide si en el último año la compañera s enti mental del encues tado lo ha amenazado con un cuchillo, arma de fuego u otra arma. Uno (1) repres enta que efec tivamente ella lo ha amenaz ado y c ero (0) que no.

Leve Dummy que mide si el encuestado utilizo métodos de violencia leve para corregir a sus hijos. Uno (1) representa que efec tivamente utiliza métodos de viol encia leve c omo gritar y/o amenazar explicarles por qué su comportamiento no estuvo bien; Cero (0) representa que el encuestado utiliza otros métodos par a corregir a sus hijos.

Leve 1 Dummy que mi de si la forma que usual mente utilizaban para la disciplinar o corregir al encuestado eran métodos de violencia l eve. Uno (1) representa que efecti vamente utiliza métodos de viol encia leve para disciplinarlo o corregirlo como gritar y/o amenazar; Cero (0) repres enta que el encuestado utiliza otros métodos viol entos para disciplinarlo o corregirlo

Violento Dummy que mide si el encuestado utilizo métodos violentos para corregir a sus hijos. Uno (1) representa que efectivamente utiliza métodos viol entos c omo golpear, lanzar c osas; Cero (0) representa que el encues tado utiliza otr os métodos para corregir a sus hijos.

Medio 1 Dummy que mi de si la forma que usual mente utilizaban para la disciplinar o corregir al encuestado eran métodos moderadamente violentos. Uno (1) representa que efecti vamente utiliza métodos moderadamente violentos para disciplinarlo o c orregirlo; Cero (0) repres enta que el encuestado utiliza otros métodos violentos para disciplinarlo o corregirlo

Violento 1 Dummy que mi de si la forma que usual mente utilizaban para la disciplinar o corregir al encuestado eran métodos vi olentos. U no (1) representa que efecti vamente utiliza métodos vi olentos para disciplinarlo o corregirlo como golpear, lanz ar cosas; Cero (0) representa que el encuestado utiliza otros métodos violentos para disciplinarlo o corregirlo

Gritar Dummy que mide si en el últi mo año la compañera sentimental del encuestado le ha gritado (o chillado). Uno (1) representa que efec tivamente ella lo ha gritado (o c hillado) y cero ( 0) que no.

Golpear1 Dummy que mi de si en el último año la compañer a sentimental del enc uestado le ha golpeado c on la mano o abofeteado. U no (1) representa que efecti vamente ella le ha golpeado c on l a mano o abofeteado y c ero (0) que no.

Paliza Dummy que mi de si en el último año la compañer a sentimental del enc uestado lo ha golpeado c on un objeto duro. Uno (1) repres enta que efecti vamente ella lo ha golpeado con un objeto duro y cero (0) que no.

Objeto Dummy que mi de si en el último año la compañera sentimental del enc uestado lo ha mordi do. Uno (1) representa que efecti vamente ella lo ha mor dido y cero ( 0) que no.

Mordido Dummy que mide si en el últi mo año l a compañera s enti mental del enc uestado le ha dado una paliza o la ha az otado. Uno (1) repres enta que efec tivamente ella le ha dado una paliza o la ha azotado y cero (0) que no.

Pateado Dummy que mide si en el último año la compañera sentimental del encuestado lo ha pateado o arrastrado. Uno (1) representa que efecti vamente ella lo ha pateado o arrastrado y cero (0) que no.

Ataquear Dummy que mide si en el último año la compañera sentimental del encuestado lo ha atac ado con un cuchillo, ar ma de fuego u otra arma. Uno (1) representa que efecti vamente ella lo ha atac ado y cero (0) que no.

Lanzar Dummy que mide si en el último año la compañera sentimental del encuestado le ha lanz ado algo que pudo l astimarlo. Uno (1) repres enta que efecti vamente ella le ha lanz ado algo que pudo lastimarlo y cero ( 0) que no.

Destruir Dummy que mide si en el últi mo año la c ompañera sentimental del enc uestado le destr uyó algo que le pertenecía a usted. Uno (1) repres enta que efectivamente ella le destruyó algo y cero (0) que no.

Torcer Dummy que mide si en el último año l a compañera s enti mental del encuestado le ha torcido un brazo o halado el pelo. Uno (1) representa que efecti vamente ella le ha torcido un brazo o halado el pel o y cer o (0) que no.

Quemar Dummy que mi de si en el ultimo año la compañera senti mental del enc uestado lo ha quemado o arrojado un líquido hir viendo. Uno (1) representa que efecti vamente ella lo ha quemado y cero (0) que no.

Cuello Dummy que mide si en el último año la compañera sentimental del encuestado lo ha agarrado por el cuello como para estr angularlo. Uno (1) representa que efecti vamente ella lo ha agarrado por el cuello y c ero (0) que no.

Varia

bles

qu

e in

dica

n vi

olen

cia

Defender Dummy que mide si cuando el enc uestado ha sido agredida por su parej a, esta se ha defendido golpeándola o agrediéndola f ísicamente. Uno (1) representa que efecti vamente s e ha defendido golpeándola o agrediéndola físicamente y c ero (0) que no.

TAB LA 1

MALTRATO CONYUGAL POR EDAD Y SEXO.

MASC ULINO FEMENIN O EDA D 1999 2003 1999 2003

MEN OS DE 14 63 130 135 15-17 25 87 11161 1110 18-24 585 702 16656 8721 25-34 1367 1472 7682 13706 35-44 982 1165 1679 7232 45-59 439 561 194 1733

60 Y MAS 115 148 ND 152 SIN DATO ND 126 464 839

TOTAL 3562 4324 37666 33628 Fuente: Política Nacion al de Construcción de Paz y Convivenci a Familiar. 2001 y Forensis, Datos para l a vida 2003.

TAB LA 2 PROMEDIO DE INGRESOS LABORALES NOMINALES EN LAS SIETE CIUDADES. 1976-2000

AÑO MUJERES HOMBRES AÑO MUJERES HOMBRES 1976 2.333 3.971 1989 50.434 72.923 1977 2.929 4.878 1990 63.725 92.326 1978 3.991 5.969 1991 82.979 119.095 1979 5.473 8.118 1992 105.555 154.544 1980 7.325 10.323 1993 143.777 209.045 1981 8.711 12.365 1994 190.016 260.364 1982 11.745 17.879 1995 224.800 323.228 1983 14.518 22.349 1996 272.458 373.337 1984 17.187 25.913 1997 338.669 460.717 1985 20.465 30.443 1998 417.066 582.147 1986 24.632 37.131 1999 463.994 626.091 1987 31.225 45.807 2000 452.864 596.513 1988 38.648 57.486

Fuente: Di rección N acional de Planeación.2004

TAB LA 3

ESTADISTICAS DESCRIPTIVAS

Va riable Media Des viación Estándar Mí nimo Má ximo

Dvleve 0,8732394 0,3350726 0 1 Dvnormal 0,8591549 0,3503376 0 1 Dnviole 0,8873239 0,3184469 0 1 Estato 2,985915 1,140087 1 6 Edad 33,71831 11,04172 17 60

Educacion 13,02817 4,060161 5 16 Alcohol 0,5492958 0,5011054 0 1 Ingresos 1751972 1805523 150000 9000000

EstadoCivil 0,7464789 0,4381229 0 1 EdadEsposa 31,1831 10,31408 17 59 EducEsposa 11,91549 4,59113 0 16

Hijos 1,366197 1,504654 0 5 EsposaAlcohol 0,3098592 0,4657268 0 1

Fuente: D atos d el autor

ANEXO 3 REGRESIONES

Regresión (*)

Regresión en 2SLS Variable dependiente: I ngresos

Va riable Coeficiente Error Está ndar t-esta dístico Valor P Educacion 152669,8 21418,83 7,13 0,000 EsposaAlcohol -754540,1 346041,4 -2,18 0,033 Dvnormal -1096717 353952,7 -3,1 0,003 Dvleve 1145616 286380,3 4 0,000 Observacio nes 71 F(4,67) 37,48 Instrumentada: Edu cacion Instrumentos: EsposaAlcohol. Dvnormal , Dvl eve, Edu cesposa, Alcohol, Edad

Regresión (**)

Modelo Logit Variable dependiente: Dchi jos2

Variable Coeficiente Error Está ndar z Valor P Ingresos -2,37E-07 1,34E-07 -1,77 0,076

Cons 0,095518 0,3418589 1,78 0,075 Obs ervaciones 71 Wald Chi2(1) 3,14

Efecto Marginal : Y=Pr (Dchijos2)(predict )=0 ,54859278

Variable dy/dx Error Está ndar z Valor P Ingresos -5,86E-08 0,000 1,77 0,076

Elasticidades : Y=Pr(D chijos2)(predict)=0,54859278

Variable ey/ ex Error Está ndar z Valor P Ingresos -0,1871377 0,10814 -1,73 0,084

Regresión (***)

Modelo Logit Variable dependiente: Dvnormal

Variable Coeficiente Error Está ndar z Valor P Dchijos2 1,88E+00 3,58E-01 5,25 0,000

Cons 0,095518 0,3418589 1,78 0,075 Observacio nes 71 Wald Chi2 (1) 3,14

Efecto Marginal : Y=Pr (Dchijos2)(predict )=0 ,85825396 Variable dy/dx Error Está ndar z Valor P Dchijos2 3,67E-01 0,041 8,95 0,000

Elasticidades : Y=Pr(D chijos2)(predict)=0,85825396

Variable ey/ ex Error Está ndar z Valor P Dchijos2 0,2552652 0,02651 9,63 0,000