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Universidad CEU Cardenal Herrera
Facultad de Ciencias de la Salud
GRADO DE FISIOTERAPIA
Revisión sistemática.
EFECTIVIDAD DE LA REHABILITACIÓN CARDÍACA SOBRE LOS PARÁMETROS ECOCARDIOGRÁFICOS DE
REMODELACIÓN MIOCÁRDICA TRAS SÍNDROME CORONARIO AGUDO.
Juan Ignacio Vidal Verdú
Presentación: En Valencia a 27 de Junio de 2019.
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RESUMEN
Introducción: Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa
de muerte a nivel mundial. Prevalecen notablemente los síndromes
coronarios agudos, capaces de provocar un daño isquémico en el
corazón, el cual experimenta un proceso fisiopatológico conocido como
remodelación cardíaca.
Objetivos: El objetivo principal de esta revisión se basa en exponer la
evidencia actual existente sobre el efecto del programa de rehabilitación
cardíaca en los parámetros de la remodelación miocárdica en pacientes
diagnosticados de síndrome coronario agudo.
Métodos: Para el hallazgo de los estudios a analizar se utilizaron las
bases de datos de PUBMED, PEDRO, MEDLINE, EMBASE, WEB OF
SCIENCE y SCOPUS. Mediante las palabras clave: eyection fraction,
exercise, cardiac rehabilitation program, cardiac remodeling, acute
coronary syndrome, myocardial infraction, echocardiogram, ventricular
function, systolic function.
Resultados: Se identificaron un total de 6 artículos, los cuales se
analizaron obteniendo resultados controvertidos. Respecto a los
parámetros ecocardiográficos algunos estudios mostraron una mejoría
estadísticamente significativa (p<0,05), mientras que en otros no lograron
dicha mejoría (p>0,05). Respecto a las variables de la capacidad
capacidad funcional todas mejoraron de manera estadísticamente
significativa (p<0,05).
Conclusión: Según el análisis de los resultados de los artículos
identificados en esta revisión no se puede afirmar de manera contundente
que el programa de rehabilitación cardíaca puede provocar mejoría
estadísticamente significativa en los parámetros pertenecientes a la
remodelación cardiaca.
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Palabras clave: síndrome coronario agudo, remodelación cardíaca, ejercicio, programa de rehabilitación cardíaca, ecocardiograma.
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ABSTRACT
Introduction: Cardiovascular diseases are the leading cause of
death worldwide. Acute coronary syndromes, capable of causing
i s ch e m i c d a ma g e t o t h e h e a r t , w h i ch u n d e rg o e s a
pathophysiological process known as cardiac remodeling, are
remarkably prevalent.
Objectives: The main objective of this review is based on exposing
the current evidence on the effect of the cardiac rehabilitation
program on the parameters of myocardial remodeling in patients
diagnosed with acute coronary syndrome.
Methods: For the finding of the studies to be analyzed, the
databases of PUBMED, PEDRO, MEDLINE, EMBASE, WEB OF
SCIENCE and SCOPUS were used. Key words used: ejection
fraction, exercise, cardiac rehabilitation program, cardiac
remodeling, acute coronary syndrome, cardiac infraction,
echocardiogram, ventricular function, systolic function.
Results: A total of 6 articles were identified and analyzed, thus
obtaining controversial results. Regarding the echocardiographic
parameters, some studies showed a statistically significant
improvement (p<0.05), while in others they did not achieve this
improvement (p>0.05). Regarding the functional capacity variables,
all improved in a statistically significant way (p<0.05).
Conclusion: According to the analysis of the results of the articles
identified in this review, it can not be conclusively stated that the
cardiac rehabilitation program can cause statistically significant
improvement in the parameters pertaining to cardiac remodeling.
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Key Words: acute coronary syndrome, cardiac remodeling, exercise, exercise, cardiac rehabilitation programe, echocardiogram.
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ÍNDICE
Resumen/Abstract
1. Introducción ……………………………………………… 1
2. Objetivos ……………………………………………… 5
3. Métodos ……………………………………………… 6
4. Resultados ……………………………………………… 7
5. Discusión ……………………………………………… 12
6. Conclusión ……………………………………………… 20
7. Bibliografía ……………………………………………… 21
8. Anexos ……………………………………………… 29
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1. INTRODUCCIÓN
Las enfermedades cardiovasculares se definen como un conjunto de
trastornos del corazón y de los vasos sanguíneos. Actualmente son la
primera causa de muerte en países desarrollados se prevé que lo sigan
siendo en todo el mundo. En su clasificación destacan notablemente los
síndromes coronarios agudos, en concreto el infarto agudo de miocardio1,
caracterizado por una obstrucción brusca del paso de la sangre a lo largo
de una arteria coronaria y la posible necrosis de la parte del corazón que
es irrigada por dicha arteria. Se pueden distinguir dos grandes grupos
dentro del infarto agudo de miocardio, diferenciándose aquellos que
presentan una elevación del segmento ST en el electrocardiograma
(ocasionada por una obstrucción prolongada de la arteria en cuestión y
por lo tanto, la necrosis de la parte correspondiente del corazón),
presentando peor pronóstico. Y los que no presentan elevación del
segmento ST, afectando normalmente a arterias más pequeñas, con
menor afectación del tejido cardíaco y en consecuencia con mejor
pronóstico.2
La principal causa de la patología es el desprendimiento de una placa de
ateroma, ocasionada por la ateroesclerosis y favorecida por la
arterioesclerosis, que termina originando un trombo o un émbolo.2 El
evento cardíaco está causado por un conjunto de elementos conocidos
como factores de riesgo cardiovascular, los cuales pueden dividirse en
modificables (colesterol, presión arterial, sedentarismo, hábito tabáquico,
alcohol, sustancias tóxicas, diabetes tipo II, sueño, estrés o ansiedad) y
en no modificables (edad, sexo, herencia genética, antecedentes
personales y diabetes tipo I), la disposición de los mismos dota de una
susceptibilidad notable al sujeto de padecer dicho evento.3,4
Una vez sufrido el infarto agudo de miocardio es de vital importancia un
diagnóstico correcto mediante una completa anamnesis, pruebas
complementarias, pruebas de imagen y marcadores biológicos.5
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Simultáneamente se realiza una estratificación de riesgo del paciente, ya
que existe evidencia notable de que aporta información para valorar el
riesgo cardíaco global, la probabilidad de que sufra otro evento
cardiovascular en un tiempo determinado y como herramienta de
prevención primaria en sujetos sanos, además de planificar un tratamiento
más individualizado y efectivo.6,7,8 La estimación del riesgo cardiovascular
no es posible hacerla mediante la suma de sus factores de riesgo dado su
efecto multiplicativo.6 Es por ello que se han creado programas o tablas
de estimación de riesgo. Entre los distintos programas existentes
destacan la tabla de Framingham, GRACE y SCORE, cuyos programas
aportan información teórica acerca de la estratificación de riesgo del
sujeto, clasificándolo dependiendo del riesgo cardiovascular que presente
en riesgo muy alto, alto, moderado y bajo.7,9
Sin embargo, para obtener una estratificación real del riesgo es necesario
un enfoque práctico, mediante el empleo de una prueba de esfuerzo y
pruebas de imagen como la ecocardiografía o la resonancia magnética.
Se ha postulado la realización de una prueba de esfuerzo (PE) graduada,
test útil y disponible en la mayoría de los hospitales.5 Consiste en el
registro de la presión arterial, el electrocardiograma y la sintomatología
del paciente durante la realización de un ejercicio progresivo sobre un
tapiz rodante o un cicloergómetro según un protocolo predeterminado. La
carga del esfuerzo suele expresarse en Watios o en METS (equivalentes
metabólicos). La prueba de esfuerzo o ergometría se emplea para el
diagnóstico, pronóstico y evaluación del tratamiento del síndrome
coronario agudo.10
La ecocardiografía se ha convertido en la técnica de elección para el
diagnóstico y seguimiento de la mayoría de cardiopatías. Las principales
ventajas de la técnica son su rapidez, amplia disponibilidad, la excelente
relación coste-beneficio y su carácter no invasivo.11 Es la primera línea de
diagnóstico en la fase aguda del infarto de miocardio. Provee de
información imprescindible sobre la estratificación de riesgo,
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características hemodinámicas, valoración a corto y largo plazo y utilidad
en el reconocimiento de la mayoría de complicaciones mecánicas
relacionadas con dicho evento.12
Como parámetros mecánico-funcionales que incluye el ecocardiograma
podemos destacar la fracción de eyección y volúmenes del ventrículo
izquierdo (FEVI), el índice de motilidad de la pared (IMP), la función
diastólica y el strain miocárdico. Todos ellos condicionan la remodelación
ventricular izquierda.13
Estos cuatro parámetros (FEVI, IMP, función diastólica y strain) aportan
información del volumen de sangre tanto eyectado como preservado por
el ventrículo en la sístole, la evaluación segmentaria de la contractibilidad
del miocardio, la deformación ocasionada y el patrón de llenado del
ventrículo, respectivamente.12,13 Los resultados obtenidos en la medición
de estos parámetros resultan esenciales para determinar el manejo y el
pronóstico de los pacientes con infarto agudo de miocardio.12
Todos ellos determinan la remodelación cardíaca, concretamente
ventricular, que se conoce como el inicio de un proceso complejo que se
produce tras el daño provocado por el infarto agudo de miocardio, el cual
conlleva cambios en el tamaño, la forma y la función del ventrículo
regulados por factores mecánicos, neurohumorales y genéticos.14
Clínicamente se caracteriza por el aumento de la cavidad ventricular. En
la fase aguda, se produce la isquemia y posterior necrosis del tejido
afectado, la pérdida de dicho tejido convierte a la región en más
vulnerable a sufrir deformaciones, en este caso, la dilatación del
ventrículo. Estos cambios son una respuesta miocárdica para mantener el
volumen latido.
Por otro lado, transcurridas las 72 horas postinfarto, se desarrolla la
remodelación tardía, la cual puede llegar a durar meses, provocando una
reacción que implica alteraciones genéticas, estructurales y bioquímicas.
Se produce un deterioro del corazón como consecuencia de la dilatación
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cavitaria llamada hipertrofia excéntrica o hipertrofia de volumen, que con
el tiempo se hará insostenible dando señales de insuficiencia cardíaca o
muerte súbita. Algunos de los potenciales factores implicados en la
remodelación tardía son la alteración del tránsito de calcio, de las
proteínas contrácti les, de la vía beta-adrenérgica y de las
metaloproteasas, la aparición de fibrosis, el aumento del estrés oxidativo
o el déficit energético.14,15
Se han descrito múltiples factores tanto favorecedores (grandes infartos,
infartos anteriores, disminución de la fracción de eyección, ausencia de
reperfusión…) como atenuantes (pequeños infartos, infartos laterales/
inferiores, fracción de eyección preservada…) de predicción de la
remodelación tras infarto.
Es imprescindible entender este proceso, pues la evolución del mismo
puede ser invertida por medio de diversas intervenciones terapéuticas.15
Es aquí donde la prevención secundaria cobra un papel más que
relevante en la rehabilitación de pacientes tras síndrome coronario agudo,
gracias a los programas de rehabilitación cardíaca.16
La Rehabilitación Cardíaca (RC) ha sido definida como el programa
desarrollado por un equipo multidisciplinario a largo plazo que incluye la
evaluación médica, prescripción de ejercicio, modificación de los factores
de riesgo cardiovasculares, consejos y educación del paciente.16 La
finalidad del programa radica en minimizar los efectos tanto fisiológicos
como psicológicos de la enfermedad cardíaca, reducir el riesgo de muerte
súbita o reinfarto, el control de los síntomas y la reversión de los procesos
ateroscleróticos, mejorando la calidad de vida y ayudando al rápido
reintegro laboral.17 Podemos destacar la Fase II o de post hospitalización
inmediata, con una duración entorno a 12 semanas, donde el paciente
realiza ejercicio de forma controlada y monitorizada, dependiendo del
riesgo cardíaco que presente. Se tendrán en cuenta cuatro variables
principalmente: la frecuencia semanal, el tipo de ejercicio, la intensidad y
la duración del programa.16,18,19
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En el meta-análisis publicado por Patrick R. Lawner et al.20 en 2011 se
concluyó de manera estadísticamente significativa que la RC basada en el
ejercicio reduce el riesgo cardíaco, el posible reinfarto y las causas de
mortalidad global cuando es usada como prevención secundaria.20
Por otro lado, en cuanto a la remodelación cardiaca, el meta-análisis
publicado en 2011 por Haykowsky et al.21 postuló que el ejercicio produce
efectos beneficiosos sobre el remodelado del ventrículo izquierdo
después de sufrir un infarto de miocardio. Sin embargo, los resultados
eran dependientes tanto del tiempo de duración del programa como del
inicio del mismo una vez sufrido el evento cardíaco.21
2. OBJETIVOS
El objetivo principal se basa en exponer la evidencia actual de la
efectividad de los programas de rehabilitación cardíaca sobre los
parámetros influyentes en la remodelación miocárdica, medidos mediante
ecocardiograma o resonancia magnética, en pacientes con síndrome
coronario agudo.
Como objetivos secundarios se pretende evaluar:
- Los cambios producidos por la rehabilitación cardíaca en la capacidad
funcional mediante los valores ergoespirométricos.
- La influencia de la temporalidad de los programas de rehabilitación
respecto a los parámetros de la remodelación.
- Efectos del programa sobre la morbi-mortalidad en pacientes tras un
síndrome coronario agudo.
- Información sobre los factores influyentes en la adherencia y la
participación al programa de rehabilitación cardíaca.
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3. MÉTODOS
Se llevó a cabo una búsqueda bibliográfica en las bases de datos de
PUBMED, PEDRO, MEDLINE, EMBASE, WEB OF SCIENCE y SCOPUS.
Las palabras clave utilizadas para la realización de la búsqueda fueron:
eyection fraction, exercise, cardiac rehabilitation program, cardiac
remodeling, acute coronary syndrome, cardiac infraction, echocardiogram,
ventricular function, systolic function. Se utilizaron los operadores
boleanos and, or, not para una mejor búsqueda. Se restringió la búsqueda
a castellano e inglés.
Se consideraron como criterios de inclusión: a) Aquellos artículos
publicados en los últimos 3 años (2016-2019); b) La utilización del
ejercicio físico como práctica fundamental en el programa de
rehabilitación cardíaca; c) Estudios cuya muestra fueran seres humanos;
d) En relación con la muestra se aceptaron pacientes de ambos sexos; e)
Sólo se aceptaron estudios experimentales.
Se excluyeron aquellos estudios; a) Cuya patología desencadenante no
fuera un síndrome coronario agudo (arritmias, insuficiencia cardíaca o
cardiopatía congénita); b) Estudios que no tuvieran grupo control; c) Se
excluyeron aquellos estudios cuya muestra fuera de número inferior a
treinta; d) Estudios con una puntuación mínima de 5/10 en la escala de
PEDro.
La estructura empleada para la realización de esta revisión se basó en los
ítems descritos en la declaración PRISMA.22
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4. RESULTADOS
Tras la búsqueda bibliográfica realizada se procedió a una selección de
los artículos idóneos para la revisión sistemática, tal y como se muestra
en la Figura 1. Se identificaron un total de 1648 artículos potencialmente
relevantes para su posterior análisis. Seguidamente se aplicaron los
cuatro criterios de inclusión, reduciendo la muestra a un total de 90, de los
cuales se excluyeron 84 artículos puesto que presentaban alguno o varios
de los cuatro criterios de exclusión nombrados en el diagrama de flujos.
Finalmente se extrajeron 6 artículos23-28 para la revisión y posterior
análisis de los mismos. (Tabla 1)
Las variables identificadas y analizadas en la tabla 1 se dividieron en
función del tipo de prueba empleada para su estudio, distinguiendo entre
las pruebas de laboratorio y las pruebas de campo.
Por un lado se evaluaron las pruebas de laboratorio, incluyendo el
ecocardiograma o la resonancia magnética y la ergoespirometría.
En el ecocardiograma se identificaron las siguientes variables:
• La fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI), definida como la
cantidad de sangre eyectada por el ventrículo izquierdo en la sístole
(60%) así como la restante que no es eyectada y por lo tanto
permanece en el ventrículo (40%) en situaciones fisiológicas. La
disminución de la misma puede estar producida por múltiples eventos;
en el infarto agudo de miocardio destacan el descenso de la función
contráctil tras el daño miocárdico extenso, la isquemia persistente,
estiramiento de la cicatriz miocárdica y la dilatación del ventrículo
izquierdo por expansión del infarto.12,29
- Respecto a los artículos analizados en este estudio, la FEVI presentó un
aumento relevante, mostrando cambios estadísticamente significativos
en los estudios de Zhang et al.23, Xu et al.26 y Volodina et al.28 todos
ellos presentaron (p<0,05). Sin embargo los resultados de los estudios
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de Mc Gregor et al.23,24 y Luiz De Santi et al.27 no mostró ningún cambio
significativo (p>0,05).
• El volumen diastólico final (EDV) o volumen telediastólico se define
como el volumen de sangre presente en el ventrículo izquierdo al final
de la diástole, justo antes de la sístole. Por otra parte se encuentra el
volumen sistólico final (ESV) o volumen telesistólico, definido como la
cantidad de sangre que queda en el ventrículo del corazón al finalizar la
sístole.30 Finalmente la deformación longitudinal global (GLS) refleja la
contracción longitudinal global del miocardio, haciendo referencia a la
deformación ocasionada por el evento cardiaco.31
- Referente a los artículos analizados, la EDV y ESV mostró cambios
significativos en los trabajos de Mc Gregor et al.24 y Volodina et al.28
(p<0,05). Al contrario que los estudios de Mc Gregor et al.23, Xu et al.26 y
Luiz De Santi et al.27, cuyos cambios no fueron estadísticamente
significativos (p>0,05). Por último sólo se pudo observar cambios
estadísticamente significativos del GLS en el artículo de Xu et al.26
(p<0,05).
Respecto a la ergoespirometría o prueba de esfuerzo destacamos las
siguientes variables:
• El volumen de oxígeno máximo (VO2MAX), reconocido como la medida
objetiva gold standard de la aptitud cardiorrespiratoria.32 Representa la
máxima capacidad del organismo para extraer, transportar y utilizar
oxígeno del aire inspirado en una situación de esfuerzo máximo.33
• El umbral ventilatorio (VT) se trata del punto en el cual el lactato
comienza a acumularse en la sangre, causando un aumento en la
ventilación. Los cambios fisiológicos asociados a la acumulación del
mismo tienen una importancia significativa para el rendimiento
cardiopulmonar.34
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- En los estudios de esta revisión, las variables empleadas para la
evaluación de la capacidad funcional mediante la ergoespirometría
fueron concluyentes con sus resultados, pues todas ellas mostraron
mejoría estadísticamente significativa, (p<0,05).23,24,27
En cuanto a las pruebas de campo se utilizó el test de 6 minutos marcha
(6-MWT) y el sistema de clasificación funcional de la New York Heart
Association (NYHA).
• El test de 6 minutos marcha (6-MWT) se emplea para medir
principalmente la distancia total recorrida, y de manera secundaria la
disnea y fatiga, medidas con una escala Borg o analógica visual
modificada.35 El 6-MWT es un método válido y fiable para evaluar la
capacidad funcional en una población de Fase II / III de una
rehabilitación cardíaca.36
• El sistema de clasificación funcional de la New York Heart Association
(NYHA) fue desarrollado para ayudar al personal sanitario en la práctica
clínica a evaluar el efecto de los síntomas cardíacos en las actividades
de la vida diaria de los pacientes, es una medida válida del estado
funcional del paciente cardíaco.37
- Solamente el estudio de Zhang et al.25 valoró la capacidad funcional
mediante el 6-MWT y la NYHA, mostrando resultados estadísticamente
significativos en ambos parámetros (p<0,001).
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�TABLA 1
Referencias Nº Sujetos Intervención Medidas Resultados
• Gordon Mc Gregor
et al.
(2018)
N = 36——————
GC = 16GE = 15
PEDro: 8/10
- F: 2s x sem / 10 sem- I: 60 - 80 % VO2MAX (Moderado)- T: Continuo - Ti: 25’ - 40’ x s —————————————————- EF: 1 set, 12 rep (5 MMSS, 2 MMII)
· ECO: EDV, ESV, FEVI, GLS
· PE: VO2MAX, VT————————————————- La significación estadística se consideró como p < 0,05.
- ECO: Los valores ecocardiográficos no sufrieron cambios significativos en la estructura ni en la función del VI. (p > 0,05).
- PE: Los valores ergométricos (VO2MAX, VT) ↑ significativamente en el GE en comparación con el GC. (p < 0,01).
• Gordon Mc Gregor
et al.
(2016)
N = 50 ——————
GC = 17GE = 33
PEDro: 6/10
- F: 2s x sem / 10 sem- I: 60 - 80 % VO2MAX (Moderado)- T: Continuo - Ti: 25’ - 40’ x s —————————————————- EF: 1 set, 12 rep (5 MMSS, 2 MMII)
· ECO: EDV, ESV, FEVI
· PE: VO2MAX, VT————————————————- La significación estadística se consideró como p < 0,05.
- ECO: Tras 10 sem ↓ significativamente tanto de EDV (5%) como de ESV (9%).(Ambos p < 0,001) en comparación con los valores el GC.
Sin cambios en FEVI (p > 0,05).- PE: Los valores ergométricos (VO2MAX, VT) ↑ significativamente en el GE en comparación con el GC. (p < 0,05).
• Yong Zhang et al.
(2017)
N = 130 ——————
GC = 65GE = 65
PEDro: 7/10
- F: 2-3 s x sem / 3-4 sem- I: 11 a 15 PEB / 130 (latidos) FCMAX- T: Interválico o continuo - Ti: 15’ - 30’ x s Fa II—————————————————- F: 2s x sem / 10 sem- I: 60 - 75% FCMAX- T: Interválico o continuo - Ti: 30’ - 40’ x s Fa III
· ECO: FEVI
· 6-MWT: pasos, kcal, distancia
· NYHAclass : I, II, III, IIIV————————————————- La significación estadística se consideró como p < 0,05.
- ECO: La FEVI del GE ↑ significativamente después del PRC (p < 0,05) mientras que en el GC no hubo cambios (p > 0.05).
- 6-MWT: Antes del PRC, no hubo diferencias significativas entre GC y GE. Post-PRC el GE avanzó más rápido que el GC en fa II y III, de manera estadísticamente significativa (p < 0,001).
- NYHAclass : GC y GE mejoraron de manera estadísticamente significativa (p < 0,001).
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Tabla 1.Tabla resumen de los artículos.
LEYENDA. ↑: Aumento. ↓: Disminución. 6-MWT: Test de 6 minutos marcha. ECO: Ecocardiograma. EDV: Volumen diastólico final. EF: Ejercicio físico. ESV: Volumen Sistólico Final. F: Frecuencia. FA: Fase. FCMAX: Frecuencia cardiaca máxima. FEVI: Fracción de eyección del ventrículo izquierdo. GC: Grupo control. GE: Grupo experimental. GEI: Grupo Experimental Intenso. GEM: Grupo Experimental Moderado. GLS: Deformación longitudinal global. GMW: Grupo de Marcha Nórdica. I: Intensidad. KCAL: Kilocalorías. METS: Equivalentes metabólicos. MMII: Miembros inferiores. N: Muestra. NYHAclass: New York Heart Association (NYHA) classification. PE: Prueba de Esfuerzo. PEB: Escala de BORG. PRC: Programa de rehabilitación cardiaca. REP: Repetición. RMN: Resonancia magnética. S: Sesión. SEM: Semana. SET: Serie. T: Tipo. Ti: Tiempo. VI: Ventrículo izquierdo. VM: Ventilación/Minuto. VO2MAX: Volumen Máximo de Oxígeno. VT: Umbral Ventilatorio. X: Por.
• Lin Xuet al.
(2016)
N = 52——————
GC = 26GE = 26
PEDro: 8/10
- F: 3s x sem / 4 sem- I: 60% FCMAX / 2-4 METS- T: Continuo- Ti: 20 - 30’ x s (Progresivo)
· ECO: EDV, ESV, FEVI , GLS————————————————- La significación estadística se consideró como p < 0,05.
- ECO: Después de 4 sem se observó un ↑ significativo de FEVI y GLS en el GE respecto al GC. (p < 0.05). Sin embargo no se registraron cambios significativos en EDV y ESV (p > 0,05).
• Giovani LuizDe Santi
et al.
(2017)
N = 30——————
GC = 10GEI = 10
GEM = 10
PEDro: 8/10
- F: 3 s x sem / 12 sem- I: 60 - 70% FCMAX (Moderado)- T: Continuo - Ti: 40’ x s GEM —————————————————- F: 3 s x sem / 12 sem- I: 4x4’(85-95% FCMAX) / 3x4’(60 -
70% FCMAX) (Intenso)- T: Interválico - Ti: 40’ x s GEI
· RMN: EDV, ESV, FEVI
· PE: VO2MAX, VM————————————————- La significación estadística se consideró como p < 0,05.
- RMN: No se mostraron diferencias significativas en la función y estructura del VI en ningún grupo. (p > 0.05).
- PE: No hubo diferencias significativas entre grupos al inicio. Sin embargo tras 12 sem de trabajo ambos grupos experimentales (GEM y GEI) mostraron un ↑ significativo del VO2MAX y VM (p < 0.05), el GC por el contrario no presento cambios (p > 0,05).
• K. A. Volodina
et al.
(2017)
N = 69——————
GE = 35GNW = 34
PEDro:7/10
- F: 3 s x sem / 12 sem- I: 50 - 60% VT (Moderado)- T: Continuo - Ti: 60’ - 70’ x s GE —————————————————- F: 3 s x sem / 12 sem- I: Moderada- T: Continuo- Ti: 35’ - 40’ x s GMW
· ECO: EDV, ESV, FEVI ————————————————- La significación estadística se consideró como p < 0,05.
- ECO: Se produjo una ↓ significativa de EDV y ESV en el (p < 0.001) y un ↑ significativo del FEVI (p < 0.001) en el GE y GNW. Se observo una ↓ más acusada de EDV en el GNW.
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5. DISCUSIÓN
La intervención terapéutica cobra un papel fundamental en el programa
de rehabilitación cardíaca (PRC) a la hora de conseguir la mayor
efectividad tanto en la remodelación cardíaca como en la mejora de la
capacidad funcional del paciente. Dicha intervención se llevó a cabo
siguiendo la estructura del modelo FITT, basado en la prescripción de un
entrenamiento organizado en función de los principios que sustentan
dicho modelo (Frecuencia, intensidad, tipo y tiempo de entrenamiento).38
La dosificación de éstos constituyen la cantidad de ejercicio necesaria
para mejorar la salud del paciente de manera similar a una intervención
farmacológica.39
Se realizó un análisis de los diferentes estudios, en los que se
encontraron distintos tipos de intervenciones:
La frecuencia semanal y el tiempo de los programas varió de 2 a 3
sesiones semanales con un tiempo medio de sesión de 25 a 40 minutos,
salvo el grupo experimental del estudio de Volodina et al.28 llegando
incluso a los 60-70 minutos de entrenamiento.
Respecto a la intensidad y al tipo de entrenamiento, los sujetos
pertenecientes al grupo experimental (GE) de los estudios de Mc Gregor
et al.23,24 y Xu et al.26 realizaron ejercicio aeróbico de tipo continuo y con
una intensidad moderada (60-80% del VO2MAX), en el caso del estudio de
Volodina et al.28 la intensidad se aplicó mediante el umbral ventilatorio
(VT), (50-60% del VT). Los sujetos del estudio de Zhang et al.25
decidieron la modalidad (interválico o continuo) mientras que la intensidad
se estableció en una puntuación de 11 a 15 en la escala de Borg o una
FCMAX de 130 latidos/min. Finalmente Luiz De Santi et al.27 dividió en dos
subgrupos al GE: Un GE de entrenamiento moderado (GEM), el cual
trabajó con una intensidad baja (60 - 70% de la FCMAX), y un GE de alta
intensidad (GEI) realizando un ejercicio interválico y con una intensidad
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alta (85-95% de la FCMAX) durante 4 minutos, intercalados con 3 intervalos
de recuperación activa (60-70% de la FCMAX).
En cuanto a las pruebas de laboratorio y haciendo referencia a los
artículos analizados en esta revisión, se observó una gran controversia en
los resultados de los parámetros ecocardiográficos debido a la disparidad
de los mismos. Ya que, como se vio anteriormente, algunos de ellos
presentaron mejorías relevantes en alguno de los parámetros influyentes
en la remodelación (FEVI, EDV, ESV, o GLS)24-26,28, mientras que otros no
mostraron cambio alguno.25,27
La mejora de los parámetros ecocardiográficos y por tanto del pronóstico
de la remodelación miocárdica está fuertemente influenciado tanto por el
tamaño del área infartada, como por la temporalidad del programa de
rehabilitación.40
En cuanto al área necrótica debido al evento cardíaco, al igual que esta
revisión, varios estudios anteriores a los analizados aportaron efectos
controvertidos del ejercicio físico en la remodelación del ventrículo
izquierdo; Después del infarto agudo de miocardio con poca afectación
del tejido, el ejercicio demostró tener un efecto positivo41-44 o no mostró
ningún cambio45,46 en la estructura y la función del ventrículo izquierdo
(VI), independientemente de si el ejercicio se inició en un periodo muy
tarde de tiempo (1 año)41,43 o por el contrario el programa se realizó de
manera temprana (< 2 meses).42,45,46
Por otro lado, en pacientes con infarto agudo con gran afectación del
miocardio, el ejercicio demostró un efecto beneficioso41 o simplemente no
mostró cambios47 sobre los parámetros ecocardiográficos, cuando el
proceso de remodelación ya estaba estructurado, después de un largo
periodo de tiempo. Sin embargo, cuando se inicia el PRC mientras el
proceso de remodelación está en curso (3 a 4 meses post infarto), la
mayoría de los estudios informaron que el ejercicio físico no aporta
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efectos beneficiosos45,46, pudiendo ser incluso perjudicial48,49 sobre la
morfología y la contractibilidad del ventrículo izquierdo.
En esta revisión bibliográfica, en relación con el área infartada, Zhang et
al.25 y Xu et al.26 informaron que todos los sujetos de sus respectivos
estudios sufrieron necrosis del tejido afectado (elevación del segmento
ST), al contrario que los sujetos de Volodina et al.28 que ningún paciente
presentó necrosis del miocardio. Destacamos que sólo el estadio de Luiz
De Santi et al.27 aportó información del área infartada, en este caso sólo
se aceptaron sujetos infartados de la pared anterior con afectación
exclusiva de la arteria descendente anterior del tercio proximal.
El otro factor clave en el pronóstico de la remodelación es la
temporalidad, basada en el inicio y la duración del programa de
rehabilitación.
En el año 2011, Lawner et al.20 invitó a realizar futuros estudios donde se
comparase la eficacia de los programas de rehabilitación a corto y largo
plazo puesto que la dependencia del tiempo en el tratamiento suponía
gran controversia.
Ese mismo año, Haykowsky et al.21 divulgó otro meta-análisis
relacionando la temporalidad con los diferentes resultados en los
parámetros ecocardiográficos, obteniendo conclusiones muy interesantes;
El análisis de los estudios registró que los cambios favorables en la FEVI,
ESV y EDV disminuyeron a medida que se alargaba el tiempo entre el
infarto y el comienzo de la rehabilitación. Por el contrario, los parámetros
mejoraban a medida que perseveró la duración del programa.21
En relación a esto, Ming Zhang et al.50 expuso en 2015 un meta-análisis
cuyo objetivo se basó en determinar si la diferencia en el inicio del
programa produce efectos diferentes en la remodelación. Confirmando lo
previamente publicado por Haykowsky et al.21; los mayores cambios en la
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remodelación del ventrículo izquierdo se obtuvieron cuando los programas
comenzaron en la fase aguda21,50 y duraron más de 3 meses.21
Respecto a la temporalidad, los estudios analizados en esta revisión
aportaron diversidad de intervenciones:
En cuanto al inicio del programa, la intervención de Xu et al.26 fue la más
temprana, comenzando el tratamiento desde la primera semana, seguida
de Zhang et al.25, Mc Gregor et al.24 y Volodina et al.28 con un inicio de 2 a
8 semanas tras el evento cardíaco. Por otro lado Mc Gregor et al.23 y Luiz
De Santi et al.27 no aportaron información sobre el inicio del programa.
Referente a la duración de los estudios analizados, los programas de
rehabilitación varían de 1 a 3 meses26, 2 meses y medio23,24, 3 meses27,28
y por último el más duradero Zhang et al.25 con 6 meses de duración.
De esto debe entenderse que la dependencia del tiempo del programa y
la afectación del tejido cardíaco deben evaluarse de manera conjunta, ya
que su implicación van ligadas al pronóstico.
La prevalencia del síndrome coronario agudo es notablemente alta en la
patología de origen cardiovascular, sin embargo existen otras patologías
capaces de producir un deterioro en el corazón tales como la insuficiencia
cardíaca o la miocardiopatía dilatada.40,51 Por lo que se considera
interesante realizar una comparación de los resultados de la remodelación
cardíaca en estos grupos poblacionales, en comparación con el síndrome
coronario agudo.
Se sabe que durante los seis primeros meses post infarto se produce la
disminución de la función sistólica de manera drástica, además de una
dilatación progresiva, originando una hipertrofia excéntrica del VI, entre
otros muchos procesos.52 En consecuencia a dichos procesos, alrededor
del 15% de estos pacientes morirán o serán hospitalizados con
insuficiencia cardíaca dentro de los 20 meses tras el infarto.53
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Respecto la insuficiencia cardíaca se concluyó en el meta-análisis de
Cornelis et al.54 que el hecho de que los pacientes participen activamente
en cualquier tipo de programa de entrenamiento con ejercicios parece ser
suficiente para mejorar el pronóstico, la calidad de vida y la estructura del
miocardio. Sin embargo, respecto a los parámetros evaluados en la
remodelación parece ser que el entrenamiento a intervalos es más
efectivo para mejorar la FEVI y la EDV.
Finalizando con los parámetros de la remodelación, se sabe que los
métodos más utilizados para la obtención de los mismos son el
ecocardiograma, la ventriculografía y la resonancia magnética.15 Gracias
a ellos se puede conseguir una estratificación de riesgo y una evaluación
pronóstica, cruciales en el período post infarto.6,7
Los artículos analizados en esta revisión utilizan el ecocardiograma como
herramienta de evaluación23-26,28, sólo el estudio de Luiz de Santi et al.27
utilizó la resonancia magnética como instrumento diagnóstico. Si bien la
resonancia magnética cardíaca tiene mejor sensibilidad para la detección
de alteraciones en el diámetro y motilidad de la cavidad ventricular
izquierda.55 Sin embargo, debido al elevado número de exámenes, la
disponibilidad de los equipos de resonancia magnética y el costo de los
mismos, el uso del ecocardiograma transtorácico es el método
diagnóstico de elección.12,15,55-57
En cuanto las variables ergoespirométricas siguen una regularidad en sus
resultados, pues como previamente se expuso, todas ellas tienen una
mejoría estadísticamente significativa.23-25,27
En sujetos sanos, actualmente no se conoce que tipo de ejercicio es más
efectivo en la mejora de la funcionalidad del paciente, puesto que según
el meta-análisis de Milanovic et al.58, tanto el entrenamiento de resistencia
de intensidad moderada como el ejercicio de alta intensidad (HIT)
producen grandes mejoras en el VO2MAX de adultos sanos, jóvenes y de
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mediana edad. Por otro lado el meta-análisis realizado por Bacon et al.59
indicó que el entrenamiento a intervalos produce mejoras en el VO2MAX
ligeramente mayores que con un entrenamiento continuo.
Respecto al paciente cardíaco parece ser que la combinación de
ejercicios interválicos de alta intensidad demostró ser una modalidad de
entrenamiento sencilla y segura que permite mejorar de forma significativa
el VO2MAX y la tolerancia al ejercicio.60
Como prueba de campo, el 6-MWT mejoró significativamente en el
estudio analizado de Zhang et al.25, afirmando lo expuesto por González
et al.61, el cual concluyó que el 6-MWT es seguro y bien tolerado en
pacientes cardiovasculares, además de ser efectivo para el abordaje
clínico en la evaluación de la capacidad funcional.61
Respecto a la adherencia y participación al programa de rehabilitación,
Ruano et al.62 publicó en 2016 un meta-análisis donde analizó algunos de
los factores personales y contextuales capaces de influir en la
cooperación con el programa, obteniendo como resultados: La mayoría de
los estudios demuestran claramente que las mujeres participan menos en
los programas que los hombres, puesto que la incidencia de sufrir un
síndrome coronario agudo en mujeres es menor. También coinciden en
que las personas mayores participan menos que los jóvenes. La
participación/adherencia disminuye significativamente después de los 70
años, y aun es mayor la disminución después de los 80.62
Como factores contextuales los estudios incluidos en la revisión
observaron que existe una menor participación para aquellos individuos
que viven más lejos del centro de rehabilitación. Por otro lado observaron
que los individuos con empleo y con un salario más alto tenían mayor
participación. Referente al estado civil, prácticamente todos los estudios
incluidos mostraron que vivir en pareja o estar casado aumenta las
posibilidades de participación en la rehabilitación, mientras que vivir solo o
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estar soltero las reduce. Finalmente algunos estudios observaron que los
fumadores tenían menos adherencia a los programas de rehabilitación
cardíaca.62
Estudiando la adherencia de los sujetos en los artículos analizados en
esta revisión se observó que todos los participantes de los estudios de
Zhang et al.25 y Volodina et al.28 completaron el programa. Por el
contrario ,en el resto de estudios, se perdió el seguimiento de algunos de
sus pacientes.23,24,26,27 Cabe resaltar los estudios de Mc Gregor et al.23,24,
excluyendo a aquellos pacientes que no completasen un mínimo de 17
sesiones de las 20 totales para su estudio.
Es importante conocer tanto los factores personales como contextuales a
la hora de empezar el programa de rehabilitación ya que pueden ser
cruciales a la hora de conseguir la mayor eficacia en el tratamiento.
Relacionado con la participación otra revisión sistemática que tenía como
objetivo principal determinar el efecto de la dosis de rehabilitación
cardíaca en la morbi-mortalidad concluyó que se necesitarán un mínimo
de 12 sesiones para mejorar los resultados clínicos, aunque se necesitan
al menos 36 para lograr mayores beneficios, concretamente reducir el
riesgo de una reaparición del evento coronario y la consecuente
reimplantación de un stent mediante intervención coronaria percutánea
(PCI).63
En el caso de los artículos analizados todos fueron intervenidos mediante
PCI salvo los sujetos del estudio de Luiz De Santi et al.27 que no aportó
información al respecto. Además todos poseen mínimo las 12 sesiones
capaces de aumentar los beneficios del programa, pero sólo el estudio de
Volodina et al.28 fue capaz de realizar las 36 sesiones, logrando los
mayores beneficios en cuanto a la sintomatología clínica y a la reducción
de la morbi-mortalidad.
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En cuanto a las limitaciones generales del estudio se destacó que no
existe una homogeneidad en la muestra, presentando un gran número de
pacientes varones frente a un grupo muy reducido de mujeres, además de
ser estudios con un bajo número de sujetos. Se observó la existencia de
diferentes protocolos en la prueba de esfuerzo y por tanto en la
estratificación de riesgo del paciente. También existen ciertas diferencias
en la programación estadística empleada. Finalmente, los programas de
rehabilitación no fueron especialmente duraderos lo que se reflejó en los
resultados de los parámetros ecocardiográficos.
Debe quedar claro que en la actualidad no se conocen exactamente los
mecanismos propios de la remodelación, ni siquiera la totalidad de los
mismos.15,40,52 En consecuencia, se desconoce de manera concreta cómo
el ejercicio puede modificar la estructura y la función del tejido cardíaco
tras el síndrome coronario agudo.21,40,50
Con todo ello, se observa que así como existe una mejora incuestionable
en los valores ergoespirométricos y por lo tanto un aumento en la mejora
en la capacidad funcional del paciente, los parámetros ecocardiográficos
siguen sin tener una respuesta sólida al programa de rehabilitación. Se
invita a los futuros estudios clínicos a realizar el programa de
rehabilitación cardíaca considerando la gran importancia de las variables
tiempo y tamaño de la zona infartada, teniendo en cuenta aquellos
factores personales y contextuales influyentes en la adherencia y
participación del paciente con el fin de obtener los mayores beneficios en
la remodelación inversa del tejido cardíaco, la capacidad funcional y los
efectos en la morbi-mortalidad en los pacientes tras un síndrome
coronario agudo.
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6. CONCLUSIÓN
En conclusión, tras el análisis de los estudios identificados en la revisión
bibliográfica, no se puede afirmar de manera sólida que exista una
evidencia científica clara acerca de la efectividad de los programas de
rehabilitación cardíaca sobre los parámetros ecocardiográficos. No
obstante, para la obtención de los mejores resultados se necesita
comenzar el programa en la primera semana después infarto y presentar
una duración superior a los 3 meses.
Por otro lado, se puede afirmar que la rehabilitación cardíaca produce una
mejoría incuestionable en la capacidad funcional del paciente con
síndrome coronario agudo, medida en base a los parámetros
ergoespirométricos.
Respecto a las variables capaces de afectar de forma directa a la
adherencia y participación, se establecen factores personales (género y
edad) y factores contextuales (estado civil, lejanía del centro de
rehabilitación o disposición de empleo). Esta adherencia influye en la
morbi-mortalidad, necesitando un mínimo de 12 sesiones para mejorar los
parámetros clínicos y 36 para lograr mayores beneficios.
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8. ANEXO
29
Resultados potencialmente
relevantes
N = 1648
N = 336
Aplicamos los Criterios de inclusión (4):
a) Últimos 3 años.b) Ejercicio físico como
terapia principal.c) Estudios aplicados a
seres humanos.
N = 90
d) Sólo se aceptaron estudios experimentales.
Aplicamos los Criterios de exclusión (4):
a) Sólo se aceptaron síndromes coronarios agudos. (No arritmias, insuficiencias cardiacas o congénitas).
N = 61
b) Estudios sin grupo control.
N = 6
N = 8
c) Nº de sujetos < 30.d) Puntuación mínima 5/10 en la escala PEDro.
IDENTIFICACIÓN
IDONIEDAD
CRIBADO
Figura 1. Diagrama de Flujo.