Unidad II. Americana Contemporánea.

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Resumen Unidad II de Historia Americana Contemporánea estudiantes de Historia de la Universidad Nacional de Cuyo

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Unidad II: Conformacin de los nuevos Estados. Nuevo orden poltico social. Constitucionalismo. Apertura de la economa. El Destino Manifiesto de la expansin continental: la cuestin de Texas. Chile: la Repblica Conservadora. Mxico: primeros pasos de su organizacin poltica hasta mediados de siglo. La Reforma. Per: del Protectorado a la Constitucin de 1828. Bolivia: su nacimiento hasta 1828. La Confederacin Per Boliviana.Sntesis de bibliografa

Sntesis del texto de GROS ESPIELL, Hctor. Constitucionalismo y codificacin latinoamericanos: de la sociedad colonial a la sociedad republicana. En: Historia General de Amrica Latina. Ediciones UNESCO. Editorial Trotta. Volumen V

Constitucionalismo y codificacin latinoamericanos: de la sociedad colonial a la sociedad republicana

El Derecho es esencial para saber lo que es la sociedad y para comprender el proceso histrico, en especial en los momentos caracterizados por una evolucin acelerada o una ruptura revolucionaria.

Por eso es tan importante que la historia del proceso revolucionario que llev a Latinoamrica de la dominacin hispana a la independencia poltica incluya la cuestin del Derecho que rigi, el Derecho que se acat, el Derecho que se descart, el Derecho que subsisti y el Derecho que naci, entraablemente unido, sin embargo, al que lo precedi.

Esta aproximacin jurdica al desarrollo histrico latinoamericano debe necesariamente contener la referencia al proceso constitucional, caracterstico de la independencia y de la organizacin nacional. Asimismo debe considerar la codificacin que, en el mbito normativo inmediatamente inferior al constitucional, trat de estructurar varios decenios despus de la independencia ya que durante largos aos se mantuvo la legislacin hispnica o portuguesa prerrevolucionaria .

Debe tenerse en cuenta la vigencia de un Derecho consuetudinario, que se sigui aplicando al margen del nuevo Derecho escrito emanado de la revolucin y de la Independencia, como haba sucedido anteriormente con el Derecho hispnico.

El constitucionalismo en la Revolucin y en la Independencia de Amrica Latina

El paso de una sociedad hispnica, a la sociedad republicana nacida de la Independencia, tuvo enormes consecuencias, especialmente, en el mbito poltico e institucional. Aunque esta afirmacin ha de ser matizada en un triple sentido.Primero, porque la frmula republicana no fue unnime. Hubo, en efecto, un interregno monrquico en Mxico con el Imperio de Iturbide y luego el Imperio de Maximiliano. Hubo tambin hasta finales del siglo XIX, un sistema monrquico en Brasil, que slo finaliz como consecuencia de un golpe de Estado militar en 1889.

La frmula republicana adoptada en el constitucionalismo latinoamericano posterior a la independencia se impuso sobre fuertes corrientes monrquicas. Estas corrientes subsistieron en la poca republicana, quizs ya sin fuerza para cambiar la forma de gobierno, pero siguieron siendo significativas para dar contenido a los partidos y a las tendencias polticas conservadoras.

Segundo, porque la sociedad republicana no signific una ruptura con la sociedad anterior. La sociedad colonial, esencialmente agraria y rural, sigui siendo predominante y subsisti en la sociedad republicana. La sociedad urbana continu siendo, minoritaria. Las clases privilegiadas siguieron siendo las mismas y la pobreza continu situada en los mismos sectores.

Tercero, porque la Repblica en Latinoamrica, no fue calificada constitucionalmente como democrtica. Era representativa, se basaba en el sufragio, aunque limitado y restringido, y no vislumbraba siquiera la posibilidad de ninguna forma de ejercicio directo de la soberana, con excepcin de la electoral. La palabra democracia era considerada por las lites polticas revolucionarias como una peligrosa forma de ejercicio incontrolado del poder por el populacho, ignorante e irresponsable.

No eran gobiernos democrticos, y no podan serlo plenamente, porque se parta de la existencia de Estados confesionales catlicos, sin reconocimiento o con limitadsimo reconocimiento de la libertad de cultos. A esto se agregaba que los derechos polticos estaban condicionados por la categora laboral, la situacin econmica, el analfabetismo y el sexo. El sufragio universal, sin ningn tipo de discriminaciones, no era reconocido en el constitucionalismo inicial latinoamericano.Sin embargo, no pueden negarse crecientes y dinmicos elementos democrticos en la sociedad revolucionaria e independentista, como consecuencia de la participacin popular en las luchas que llevaron a la independencia, en las guerras civiles y en movimientos polticos, como el del federalismo naciente. Pero esta democratizacin social no tena an reconocimiento expreso y formal en las nuevas constituciones que siguieron a la independencia. La Repblica no era la repblica democrtica. Era la repblica representativa y presidencialista, segn el modelo de la constitucin norteamericana.

En el mbito institucional y poltico, con la independencia se pas de un sistema monrquico (el Reino de Indias) a una multiplicidad de Estados republicanos, separados e independientes. La disgregacin del Reino de Indias dio paso a la formacin de una multiplicidad de Estados separados. stos, al tener la necesidad de estructurarse poltica e institucionalmente, debieron elaborar cartas constitucionales en sentido material y formal (teniendo presentes el modelo de EE. UU., las doctrinas de la Ilustracin Francesa y el pensamiento poltico tradicional espaol).

Estas constituciones, es decir, textos nicos, de carcter rgido, con una parte dogmtica y una parte orgnica, impusieron, con pocas excepciones monrquicas, la forma republicana de gobierno, de tipo representativo y presidencialista.

El sentido del constitucionalismo latinoamericano en la primera mitad del siglo XIX

El constitucionalismo fue uno de los rasgos caractersticos del proceso revolucionario que se inici en toda Amrica Latina en la primera dcada del siglo XIX, y de la organizacin poltica e institucional de los nuevos Estados independientes. Este primer constitucionalismo latinoamericano, nace con las primeras expresiones revolucionarias, alrededor de 1810 y, llega hasta 1830.Este constitucionalismo implicaba la aceptacin de la idea de la necesaria existencia en cada Estado de un texto normativo escrito de jerarqua suprema, que reuniese las disposiciones esenciales relativas a la naturaleza del Estado, a la situacin en ste de los seres humanos y a sus derechos, a la soberana, a la formacin de la voluntad poltica, a la nacionalidad y a la ciudadana, al sufragio, su organizacin y garantas, a la forma y a la estructura del gobierno y a sus poderes.

Este texto, situado por encima de la ley, deba tener un carcter rgido, es decir que, no poda ser elaborado ni reformado o enmendado por los procedimientos ordinarios requeridos para elaborar, sancionar, promulgar o cambiar la ley ordinaria.

Esta idea de Constitucin formal, como instrumento para la organizacin institucional, fue una caracterstica ideolgica y poltica del siglo XVIII. En esta centuria, sin una constitucin escrita, unificada, formal y rgida, no haba verdadera institucionalizacin del pacto poltico y no era posible concebir la organizacin de un gobierno moderno. Esta idea de Constitucin, que se generalizaba a partir de los ejemplos de los EE. UU. (1787) y de Francia (Constitucin Monrquica de 1791). Respecto a Espaa (Constitucin de Bayona de 1808 y Constitucin de Cdiz de 1812), en Latinoamrica se adopta unnimemente la Constitucin de Cdiz tanto en el perodo revolucionario como en el proceso poltico posterior de organizacin estatal.

Adems de ser concebida como un texto normativo supremo, la constitucin tambin era considerada como una nueva y confirmatoria declaracin de independencia. Ligada a la libertad y a la Repblica.Era concebida como un ideal, como un instrumento necesario para el cambio y para el logro de los principios y objetivos polticos que idealmente se proclamaban.

El constitucionalismo inicial latinoamericano se concibi como una expresin de la civilizacin, como una manifestacin de la recepcin de las nuevas ideas y como demostracin de que Amrica Latina pasaba a participar del pensamiento filosfico y poltico del mundo moderno y civilizado, mediante el orden constitucional. Las lites de la poca consideraron el constitucionalismo como una forma de civilizacin, opuesta a la barbarie de sociedad calificadas como inorgnicas, anrquicas, semisalvajes, carentes de toda forma de institucionalizacin, regidas solamente por la fuerza y el poder.

La idea de la necesidad de la existencia de una Constitucin formal, era una idea promovida e impulsada por las lites polticas e intelectuales urbanas, es decir, por quienes asumieron el papel de constituyentes. No era un concepto que anidaba en las masas campesinas ni en la sociedad rural.

Los caracteres esenciales, en cuanto a las materias incluidas en los textos constitucionales latinoamericanos del siglo XIX, son: independencia, libertad, Estado confesional catlico, gobierno representativo republicano, sufragio limitado y ausencia de la caracterizacin democrtica, entre otros.

En cuanto a la idea de la soberana, cabe sealar que el proceso constitucional latinoamericano de comienzos del siglo XIX signific el fin de toda idea que afirmara el origen divino del poder poltico, y de la concepcin que haca del monarca el titular de la soberana, con carcter propio o como consecuencia de su ejercicio derivado, como delegacin divina, a travs del pueblo.La soberana, en el constitucionalismo latinoamericano revolucionario y postrevolucionario, radicaba en el pueblo o en la nacin, que delegaban su ejercicio en los poderes constituidos. Esto significaba el repudio de frmulas que situaban el origen del poder en la divinidad religiosa y su ejercicio, directo o indirecto, en el monarca, quedando siempre el pueblo o la nacin privados de la titularidad y del ejercicio de este poder soberano. Esta doctrina era novedosa en Amrica Latina como instrumento de accin, de lucha poltica revolucionaria e independentista.

Paralela a la concepcin tradicional espaola de la vuelta de la soberana a los pueblos en caso de acefalia de la Monarqua (producida entre 1808 y 1814), la idea de la soberana nacional o popular fue el gran instrumento propulsor del cambio poltico producido por la revolucin y la independencia, que se proyecta jurdicamente en los textos constitucionales latinoamericanos despus de 1810.

En trmino generales, las constituciones latinoamericanas de la primera mitad del siglo XIX, concibieron la libertad como un atributo inherente a la persona humana. Esta idea era una expresin ms de la filiacin filosfica del Derecho Natural del constitucionalismo latinoamericano decimonnico.

Las declaraciones de derechos latinoamericanas de esa poca, incluidas en la parte dogmtica de las constituciones, proclamaban derechos preexistentes. Se limitaban a enunciar derechos que sus titulares posean de por s. Emanaban de la dignidad humana.

Sin embargo, muchos textos constitucionales restringieron el concepto, reconociendo los derechos, o algunos derechos, slo a los ciudadanos. Esto era admisible en cuanto a los derechos polticos, de elegir y ser elegido. Pero cuando se aplicaba a todos o algunos de los derechos de la libertad se traduca, o poda traducirse, en la negacin de los derechos humanos y de las libertades a los extranjeros y a todos aquellos que, por distintas razones, no fueran ciudadanos.

Todas las constituciones de este perodo afirmaron el principio de la igualdad jurdica, como igualdad ante la ley, pese a las desigualdades de hecho.

En cuanto a la estructura del Estado, mientras el sistema federal se impuso, por ejemplo, en Argentina, Mxico, Colombia, Venezuela y Brasil, el rgimen unitario fue adoptado en Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Per, Ecuador y los pases centroamericanos.

Las primeras constituciones latinoamericanas comprendieron la necesidad de asegurar, en especial en cuanto al poder ejecutivo, la alternancia de sus titulares en el gobierno. Por eso, en la mayora de los casos, se proscribi la reeleccin inmediata. Pero esta prohibicin contradeca los imperativos de la realidad social y de la fuerza poltica y fctica de los que detentaban el poder, luego de haber llegado a ste tras una revolucin, un golpe de Estado, un motn o una eleccin fraudulenta.La permanencia prcticamente indefinida en el ejercicio del poder ejecutivo, violando la Constitucin o reformndola cuantas veces fuera necesario, pues se afirmaba que la Constitucin sirve para todo, fue una caracterstica de la vida poltica latinoamericana en el siglo XIX y en parte del siglo XX. Gaspar Rodrguez de Francia en Paraguay, Juan Manuel de Rosas en el Ro de la Plata y Porfirio Daz en Mxico, fueron casos de esta patologa. Se trat de un fenmeno que, con mayor o menor intensidad, se dio en casi toda Amrica Latina.

En los ltimos aos del siglo XIX, se asiste en algunos casos, por el contrario, a un retorno, o al establecimiento, de frmulas constitucionales permisivas de la reeleccin inmediata.

La organizacin de los poderes del Gobierno, se hizo recogiendo y estructurando jurdicamente, el principio de la separacin, la independencia y el equilibrio de los poderes (difundido por las ideas de Locke y Montesquieu en los siglos XVII y XVIII). Se concibi como forma de organizar un Gobierno limitado, caracterizado por la moderacin, en el que el poder detuviera al poder, impidiendo el absolutismo y la arbitrariedad.

Pero la realidad no era paralela a la normatividad jurdica. El predominio del poder ejecutivo, del Seor Presidente, fundado en el caudillismo, en el poder militar, en la prepotencia o en la indebida influencia gubernamental, casi suprimi el sistema constitucional de independencia y equilibrio de los poderes del gobierno. El predominio del poder ejecutivo estuvo unido a la subordinacin de los poderes legislativo y judicial al presidente de la Repblica.Casi podra decirse que el poder ejecutivo latinoamericano ejerca, pese a las constituciones que se mantenan en vigencia, una forma de dictadura en cuanto que los presidentes eran los nicos detentadores ilimitados del poder. Tambin fueron dictadores los gobernantes llevados al poder por un golpe de Estado, una revolucin o un motn, los cuales interrumpieron la continuidad de la vigencia formal de la Constitucin y asumieron un poder de facto.

En ninguna de estas dos formas de dictadura latinoamericanas decimonnicas (la dictadura de hecho cubierta por el manto constitucional y la resultante de la abrogacin constitucional) la expresin se refiere al normal ejercicio de facultades extraordinarias o de emergencia (estado de sitio, medidas prontas de seguridad, ley marcial, etc.) del concepto de dictadura romana.

El Derecho Constitucional latinoamericano, desde el inicio mismo de la organizacin de los Estados independientes, reconoci al poder legislativo el ejercicio de la funcin legislativa y acept y regul la reserva de la ley, es decir, el contenido, de la enumeracin de las materias que slo podan ser tratadas por ley formal, materias relacionadas con los derechos y las libertades de la persona. No exista en la primera teora constitucional latinoamericana la posibilidad de delegacin legislativa al poder ejecutivo.

El constitucionalismo latinoamericano del siglo XIX hizo caso omiso de partidos polticos. Pero los partidos, facciones o grupos polticos, se formaron, se desarrollaron y existieron, pasando a ser parte necesaria del proceso histrico del siglo XIX latinoamericano.

Pese a que las lites doctrinarias los omitan o condenaban, los partidos polticos se impusieron. Finalmente, lograron que las constituciones los reconocieran y regularan su accin, como elementos necesarios para la formacin de la voluntad poltica electoral y para la gestin gubernamental. Fue ste el ejemplo ms claro de triunfo de la realidad sobre la teora constitucional inicial.No puede buscarse en el perodo histrico que estudiamos una generalizada continuidad constitucional, ininterrumpida y pacfica. Los golpes de Estado, los motines, las asonadas y las revoluciones fueron el ingrediente, el contenido necesario y constante, de nuestra evolucin histrica en el siglo XIX. En medio de esta realidad se fue produciendo el lento, trabajoso, conflictivo, parcial e inconcluso aprendizaje de vivir bajo la Ley, en tolerancia y libertad.

Ser y deber ser en el constitucionalismo latinoamericano

Hubo un abismo entre la realidad poltica de los pases latinoamericanos y los textos de las constituciones existentes. Hubo un corte y una oposicin grave entre realidad y normativa, entre el ser y el deber ser.Se consider que los primeros constituyentes latinoamericanos decimonnicos, al ignorar la realidad, provocaron un grave trauma, de negativas consecuencias. Esta corriente interpretativa estuvo casi siempre vinculada a concepciones polticas que sostuvieron la necesidad de un cesarismo democrtico, la conveniencia o utilidad del gendarme necesario, de una dictadura de hecho, superpuesta a una constitucin republicana, con tericos poderes de gobierno equilibrados y limitados.

Por otro lado, se estim que las constituciones decimonnicas fueran un ideal que fijase un objetivo posible. Esta otra corriente interpretativa, generalmente de origen y de naturaleza liberal, estuvo siempre unida a ideas polticas vinculadas a anlisis jurdicos que promovan e impulsaban el desarrollo democrtico.

Es cierta esa oposicin entre la realidad de las sociedades latinoamericanas inmediatamente posteriores a la independencia y la superestructura constitucional. Sin embargo, no pudo hacerse ms de lo que se hizo en un ambiente carente de tradiciones culturales, de experiencia poltica, de la prctica del ejercicio de la tolerancia y de una adecuada idea de lo que significaba vivir bajo el Derecho.

En el lento, doloroso y muchas veces violento proceso de ajuste del ser al deber ser constitucional, las constituciones cumplieron una labor docente. Fueron el objetivo al que se pensaba que haba que llegar.

No lograron imponerse las doctrinas polticas que bregaban por el reconocimiento constitucional de un cesarismo democrtico, sin precisos lmites constitucionales o por formas de reconocimiento jurdico de autoritarismos de hecho. No incidieron en la organizacin constitucional futura de estos pases.Las constituciones decimonnicas latinoamericanas cumplieron su labor docente, actuaron lentamente sobre las mentalidades y los sentimientos, las formas de vida y las costumbres polticas.

Este perodo de los aos iniciales del siglo XIX latinoamericano permiti, en trminos generales, el progreso paulatino y el paso a nuevas, y relativamente mejores, realidades y a un ms adecuado ajuste entre el deber ser y el ser.

El fenmeno de la esclavitud, heredado de la sociedad hispana prerrevolucionaria, no poda ser ignorado por el constitucionalismo naciente. La ideologa del momento no lo permita. Pero fortsimos y diversos factores econmicos, impidieron un tratamiento general y unnime, radicalmente abolicionista. En algunos casos se aboli, en otros se declar que nadie nacera esclavo en el futuro y prohiban la trata de esclavos; en otros casos la esclavitud subsisti.

Fue un largo proceso que dur todo el siglo XIX. En Amrica Latina fue desapareciendo paulatinamente, en un proceso constitucional y legal que se inici con la independencia.

Pero la esclavitud real como fenmeno econmico y social, ms all de su eliminacin jurdica, sigui siendo por aos, en muchos casos, una realidad del trabajo y de la situacin humana de miseria y explotacin en muchos ambientes, especialmente rurales, pese a su proscripcin constitucional y legal. Lentamente, el progreso ideolgico, econmico y social, posterior al cambio jurdico, termin por erradicar de la realidad este fenmeno.

La primera etapa del constitucionalismo latinoamericano tambin omiti a las poblaciones indgenas. La revolucin emancipadora mantuvo el poder poltico y econmico en manos de los criollos. Y los indgenas, mayora en muchos de los nuevos Estados, quedaron marginados y, de hecho, excluidos de las realidades del poder y discriminados social y econmicamente.

El tratamiento especfico y compensatorio del problema indgena era visto como una violacin del principio de la igualdad jurdica de todas las personas que habitaban el Estado. Esta falsa igualdad, que en los hechos se traduca en una exclusin poltica, social y econmica, no se conceba como vinculada a un nivel aceptable de igualdad material. No se pens en medidas de carcter compensatorio.

El camino hacia la consideracin constitucional de las poblaciones indgenas, para su reconocimiento jurdico, para impedir la marginacin, fue largo, complejo, y an hoy est inconcluso.

El multiculturalismo y el plurilingismo, no fueron reconocidos, ni por ende reglamentados, en el inicial Derecho constitucional. Fueron fenmenos reales, resultado de la existencia de grandes poblaciones indgenas, con sus propias culturas y lenguas autctonas.

Fueron jurdicamente omitidas las lenguas autctonas como consecuencia de la idea de la necesaria tarea unificadora y homogeneizante que el Estado deba cumplir, vena aparejada con la idea de superioridad de la civilizacin occidental y cristiana.

Estos temas del multiculturalismo y del plurilingismo fueron regulados constitucionalmente a fines del siglo XX en pases con importante presencia indgena como Mxico, Guatemala, Per, Bolivia y Paraguay.

Evolucin del constitucionalismo latinoamericano en el siglo XIX

La Constitucin de Cdiz de 1812 fue derecho formalmente vigente en la Amrica Hispana, coexistiendo con la revolucin emancipadora y aplicndose en los territorios an bajo dominacin espaola.Podemos citar algunas constituciones latinoamericanas del perodo por su trascendencia histrica e influencia jurdica e ideolgica. Como la de Chile de 1833; la de Bolivia de 1826; las de Mxico de 1824 y 1857; las del Per de 1823 y 1828; las de Colombia de 1819 y 1821; las de Venezuela de 1811, 1819 y 1830.

Se puede destacar la proliferacin de constituciones en el siglo XIX latinoamericano, demuestra una grave inestabilidad poltico y un desajuste angustioso entre la realidad y la constitucionalidad. La discontinuidad constitucional, salvo el caso de Chile, caracteriza el siglo XIX latinoamericano y determina lo que fue, en este perodo inestable y crtico, el constitucionalismo en Amrica Latina.

Mucho evolucion el constitucionalismo latinoamericano. Pero, en la prctica, el predominio arbitrario, del poder ejecutivo, el militarismo y el caudillismo, mitigaron posibles cambios desde el marco de la ley. El equilibrio entre la autoridad fuerte y el respeto del Estado de Derecho basado en la moderacin, el equilibrio y el control, no se obtuvo en la Amrica Latina posterior a la independencia. Fueron necesarias largas dcadas de desarrollo poltico y constitucional para que este objetivo pudiera alcanzarse parcialmente.

Otro fue el subdesarrollo econmico, social y cultural, la pobreza, la marginacin, el analfabetismo y la ignorancia, que pervivieron pese a las normativas sancionadas.El siguiente perodo constitucional, contina el proceso de consolidacin de los Estados nacionales iberoamericanos, de afirmacin de sus individualidades y del logro de la independencia real. Es un perodo caracterizado por la creciente incidencia de las ideas y de los partidos polticos liberales, por el inicio del debilitamiento del Estado confesional catlico, por el comienzo del proceso de laicizacin del Estado y por la tmida aparicin del calificativo de democrtico para caracterizar al Gobierno.

La generalizacin de las Declaraciones de Derechos en las constituciones es, en parte, una consecuencia de este nuevo espritu. Lo encontramos en las Constitucin Argentina de 1853 y en la Constitucin Mexicana de 1857.

La tendencia al desequilibrio de poderes y al predominio ejecutivo se mantiene y acenta, pese a las normas constitucionales. El presidente caudillo, el presidente dictador de hecho, es la expresin de un Estado que tarda en llegar a ser un Estado de Derecho. Es en este perodo que la independencia internacional de las repblicas americanas termina de reconocerse de iure, sin excepciones, tras el complejo proceso de las negociaciones con Espaa que se cumple en la dcada de 1840 1850.

El significado de la codificacin en Amrica Latina

La codificacin se inicia en Amrica Latina dcadas despus de la independencia poltica y de la organizacin constitucional de los nuevos Estados y su primera etapa termina antes del final del siglo XIX. Estuvo dirigida inicialmente a la adopcin de cdigos en materia civil, comercial, procesal y penal: son leyes que sistematizan todo lo esencial de la regulacin normativa de una materia, de una rama del Derecho positivo. Cada Cdigo es una ley.

Cada Cdigo es una sistematizacin legal, ordenada, con vocacin de globalidad e integralidad, de una materia. Tiene sus orgenes con la codificacin francesa napolenica.El proceso histrico de elaboracin, adopcin y aplicacin de Cdigos, se ha llamado codificacin. La gran poca de la codificacin es el siglo XIX.

El impulso codificador va unido a la ideologa liberal que, matizada por el individualismo, comienza en Amrica Latina varias dcadas despus que en Francia, fue posterior a la independencia y la organizacin constitucional de los nuevos Estados.

La codificacin se concibi como un necesario complemento de la independencia, cuya primera expresin fue la organizacin constitucional.

La unidad jurdica es una idea implcita en la concepcin de la codificacin decimonnica. Los Cdigos constituyen la cristalizacin jurdica de la unidad del Estado y de la necesaria aplicacin del Derecho a todo el mbito espacial y personal cubierto por el poder del Estado.

Antes de la codificacin el caos legislativo en Latinoamrica era impresionante.

Hay que tener en cuenta que al entrar en vigencia las nuevas constituciones no se dispuso la derogacin de la legislacin hispana que se vena aplicando. Por eso prcticamente todas las nuevas constituciones posteriores a la independencia dijeron expresamente que se mantena en vigor toda la legislacin anterior, en cuanto no fuera incompatible con lo dispuesto en la Constitucin o por las nuevas leyes que se dictaran. Las codificaciones nacionales fueron el complemento necesario de la independencia poltica y de la organizacin constitucional.

En la codificacin latinoamericana se destacaron los trabajos de Andrs Bello en Chile. El Cdigo Civil de Chile se adopt en 1855 y el de Argentina en 1869, el de la capital de Estados Unidos mexicanos en 1870.Todos tuvieron en cuenta el Cdigo Napolenico y el modelo de Chile.

La labor de Bello se proyect en la codificacin de Colombia, Venezuela, Per y Ecuador, tambin en algunos pases de Centroamrica y en Mxico.

El Derecho espaol fue tambin una fuente no desdeable.

El derecho republicano y el derecho indgena

Es importante tener en cuenta que en los Estados latinoamericanos con mayora de poblacin indgena, el nuevo Derecho republicano posterior a la independencia se aplic slo a la poblacin blanca y mestiza. Para el resto de la poblacin, el nuevo Derecho, fue inaplicado.

En el caso de las poblaciones indgenas latinoamericanas, stas siguieron aplicando su Derecho consuetudinario, es decir, sus costumbres ancestrales, sus propias ideas de la moral, los usos sociales y los criterios religiosos que las inspiraban.

El ncleo esencialmente del reducto indgena sigui intacto pese a los efectos de mestizaje creciente, los poderes polticos y la actividad legislativa estatal.

Este fenmeno del Derecho indgena es hoy objeto de particular y cientfica atencin.

Sntesis del texto de HALPERIN DONGHI, Tulio. Economa y sociedad. Captulo I, Tomo VI de la Historia de Amrica Latina editada por Bethell, LesliePrefacio

Segn Leslie Bethell, el medio siglo que sigui a la independencia fue un perodo de crecimiento relativamente modesto para las economas latinoamericanas, que estaban orientadas a la exportacin. Muchas de ellas se recuperaron de la destruccin y los trastornos causados por las guerras de independencia, y la mayora de ellas tardaron en incorporarse al nuevo orden econmico internacional dominado por Gran Bretaa.

Fue un perodo en que slo hubo cambios sociales limitados, a excepcin quiz de la abolicin de la esclavitud en muchos pases (aunque no en Cuba y Brasil). Asimismo, fue un perodo de violentos conflictos polticos, inestabilidad y caudillismo en las repblicas hispanoamericanas (con la notable excepcin de Chile).Fue durante el perodo posterior a la independencia cuando Mxico perdi la mitad de su territorio a resultas de la secesin de Texas (1836) y la guerra con los Estados Unidos (1846 1848).

Al finalizar el perodo hubo dos grandes guerras entre estados latinoamericanos: la guerra del Paraguay (1865 1870) que enfrent a la Triple Alianza (Argentina, Brasil, Uruguay) con Paraguay; y la guerra del Pacfico (1879 1883) entre Chile y una alianza de Per y Bolivia, guerra que le permiti a Chile ampliar su territorio nacional un tercio.

Captulo I. Economa y sociedad

En el perodo que va de 1808 a 1825 se estableci una nueva relacin entre la economa hispanoamericana y la economa mundial.

Despus de 1808 Espaa qued eliminada en su papel de intermediaria entre Hispanoamrica y Europa. Inglaterra, estando cada vez ms aislada de sus mercados europeos por el bloqueo continental de Napolen, busc reemplazarlos.

Tras el derrocamiento de la monarqua espaola en Madrid, Ro de Janeiro se convirti en el centro de la agresiva actividad comercial britnica no slo en Brasil, sino tambin en la Amrica espaola, especialmente la zona del Ro de la Plata y la costa del Pacfico de Amrica del Sur.

En 1809, Cisneros, el ltimo virrey espaol del Ro de la Plata, abri el territorio que gobernaba al comercio ingls. La expansin posterior de ste en la Amrica del Sur espaola seguira sobre todo la suerte de las armas revolucionarias. Chile slo se abri al exterior en 1818 y Lima en 1821.

En las tierras baadas por el mar de las Antillas las transformaciones fueron ms lentas y parciales. En Venezuela la guerra de la independencia dur veinte aos, al igual que en Nueva Granada. Mxico logr independizarse tarde, en 1821, pero pasaron unos cuantos aos antes de que se liquidara a los realistas de San Juan de Ula y esto afect a Veracruz, el principal puerto mexicano en el Caribe. Las islas de Cuba y de Puerto Rico continuaron en manos de los espaoles. Santo Domingo estuvo ocupada por los haitianos desde 1822 a 1844.La franja martima del Atlntico suramericano fue la zona que primero se incorpor al nuevo sistema comercial y donde la peculiar coyuntura que empuj a Gran Bretaa a expansionar rpidamente sus mercados ultramarinos alcanz su primer y mximo impacto. Desde 1808 los comerciantes aventureros britnicos llegaron a Ro de Janeiro, Buenos Aires y Montevideo en gran cantidad. Pocos aos despus Valparaso se convirti en el principal puerto del Pacfico suramericano.

El objetivo de estos comerciantes aventureros era encontrar lo antes posible un mercado. Para poder efectuar esta penetracin comercial, los productos ingleses a menudo se ofrecan a precios ms bajos de lo que en principio se haba pensado.

Las consecuencias fueron la proliferacin de productos extranjeros, el declive de los productos elaborados del lugar (textiles autctonos), la expansin del mercado de consumo existente al incorporarse a l niveles sociales que antes slo de forma muy limitada haban sido consumidores.

La llegada de gran nmero de ingleses constituy un severo golpe a las viejas prcticas comerciales basadas en una rgida jerarqua y la prohibicin de contactos con el extranjero.

Se prefirieron las operaciones rpidas de los ingleses por sus precios ms bajos y el uso del pago en efectivo en vez del crdito.

La presencia britnica se vio facilitada por el largo perodo de inestabilidad poltica, social y militar de las guerras de independencia en las que sus rivales quedaron debilitados.Aunque este comercio result fatal para economas regionales, comerciantes y productores locales, ello no quiere decir que los comerciantes ingleses no se arriesgaran. Muy pocos de ellos lograron sobrevivir hasta el final de esta fase de exploracin y conquista.

Las necesidades de la economa britnica, inmersa en plena revolucin industrial, forzaban a los comerciantes a que expandieran el mercado. Las exportaciones inglesas a Amrica Latina se duplicaron con respecto de mediados del siglo XVIII (2.5 millones de libras esterlinas).

En el segundo cuarto del siglo XIX Gran Bretaa fue perdiendo el casi monopolio comercial que haba ejercido durante las guerras de independencia. Este predominio estuvo amenazado durante algn tiempo por la competencia de los Estados Unidos. Apoyndose en una excelente flota mercantil, los comerciantes norteamericanos iniciaron un sistema comercial y de navegacin ms gil que el de los ingleses. No slo vendan productos de los Estados Unidos sino tambin de Europa, frica y de Asia al mercado latinoamericano. Un componente esencial de las exportaciones norteamericanas era de produccin propia; ofrecan un tejido ms vasto y barato.Aunque el comercio estadounidense pudo disfrutar de algunas ventajas en algunos sitios (por ejemplo, en Venezuela, a mediados de siglo rivalizaba con el comercio britnico), no produjo ninguna alarma ni en Londres ni en Liverpool.

Adems del comercio norteamericano, se notaba con intensidad creciente el comercio con Francia, el de los estados alemanes, el de Cerdea y de las viejas metrpolis polticas. Inglaterra suministraba productos industriales de consumo popular.

Francia, Cerdea, Espaa, Portugal y los Estados Unidos eran los puntos de origen de las crecientes exportaciones agrcolas hacia Latinoamrica (vino, aceite, harina).

Gran Bretaa conserv una posicin predominante como exportadora a Latinoamrica. Adems, a la vez, constitua el principal mercado de las exportaciones latinoamericanas.

El aumento de las exportaciones britnicas a Amrica Latina despus de 1808 tuvo un gran impacto en la balanza comercial de la regin. La mayor parte del desequilibrio comercial (por la subida de las importaciones en los pases latinoamericanos) se cubra con la exportacin de metales preciosos. No obstante, la minera del oro y de la plata cay rpidamente durante el perodo de la guerra.

La importante salida de metal que tuvo lugar en Hispanoamrica durante la segunda y tercera dcadas del siglo XIX, se consideraba como una prdida, incluso como una fuga de capital ms que el reinicio de una exportacin tradicional.Fueron varias las causas de esta huida de capital. Puede hacerse mencin de la inestabilidad poltica que produjo la salida de muchos espaoles; el desequilibrio de la balanza comercial por las altas importaciones y las bajas exportaciones; una gran cantidad de metales preciosos se malgastaron importando productos de consumo.

Por su parte, Gran Bretaa, si quera expandir sus vnculos con los estados latinoamericanos, la relacin comercial deba ir acompaada de una relacin financiera que proporcionara prstamos al gobierno e inversiones a los particulares.

La inversin de capital en Amrica Latina no era el principal objetivo de los comerciantes ingleses. Aqulla atrajo a los inversores que buscaban beneficios altos y rpidos. Sin embargo, sufrieron una desilusin, en 1827 todos los pases dejaron de pagar los intereses de los bonos y la amortizacin (pago del capital de un prstamo) de sus obligaciones.

Durante el perodo siguiente (1825 1850), la relacin econmica existente entre Amrica Latina y el mundo exterior fue bsicamente comercial; de las relaciones financieras establecidas slo sobrevivieron algunas compaas mineras organizadas en sociedades annimas (que al no prosperar no tuvieron imitadores) y algunos comits de detentores de los ttulos de la deuda, desilusionados y descontentos.

A pesar de todo existi cierto grado de crdito y de inversin externa suficiente al menos para mantener algn tipo de equilibrio.

En Amrica Latina, la independencia redefini la relacin con la metrpoli. Los vnculos comerciales ya no iban acompaados de la dominacin poltica directa. La nueva metrpoli comercial (en este caso Gran Bretaa) tena una industria ms dinmica que los antiguos poderes coloniales.Gran Bretaa exportaba tejido de algodn, telas de lana, loza, porcelana y vidrio. Los precios de estos productos fueron ptimos durante el perodo de auge de 1823 1825 de la Bolsa londinense.

Posteriormente a esta fecha, los precios de los productos del sector primario latinoamericano, luego de dicho auge, comenzaron a caer: bajaron los precios de la plata, el cuero rioplatense, el caf y el azcar, el tabaco.

Para el autor, el efecto de la apertura consisti ms en estimular un aumento del volumen de las exportaciones que en impulsar la adopcin de cualquier avance tecnolgico en la produccin a fin de reducir los costos. En cualquier caso, los intentos de desarrollar el sector exportador se vieron severamente reducidos por la falta de capital local (acentuada por la guerra) y, tal como se ha visto, por el desequilibrio de la balanza comercial existente en el perodo de la independencia.

Solamente en el perodo de auge de 1823 1825, se asignaron inversiones inglesas para extender y modernizar tcnicamente la produccin latinoamericana de bienes exportables.

Pero la economa de exportacin hispanoamericana creci muy lento. Dentro de sus causas encontramos la escasez de capital local, la poca inclinacin de los extranjeros a invertir en la zona, la destruccin provocada por la guerra y sus corolarios (cada de la produccin minera, salvo en Chile, ya que all, antes de mediados del siglo, el volumen de la produccin fue considerable).Pero el breve boom inversionista concluy abruptamente con la crisis de 1825.

La minera posrevolucionaria, creci en tanto y en cuanto se descubrieron nuevos centros y filones. En Chile se descubri la mina Chaarcillo, en Mxico se descubrieron centros en Zacatecas.

La respuesta lenta y modesta de la minera requiere de explicaciones culturales e institucionales, dadas por los extranjeros que haban llegado a Amrica trados por las aparentemente brillantes expectativas que haba antes de 1825: se referan a la inmoralidad y la frivolidad de la clase gobernante, a la dificultad de encontrar trabajadores para las minas dotados de las cualidades necesarias; a la rigidez de las leyes.Otros obstculos que tambin se interponan en el progreso del sector minero eran ms estrictamente econmicos, como por ejemplo, la escasez de mano de obra y de capital. No obstante, hubo casos en los que se revisti esto. A pesar de que el fin de la mita, sustrajo en la Bolivia independiente una fuente importante de fuerza de trabajo en las minas, los salarios de los trabajadores libres eran parecidos a los de los mitayos, lo cual no indica ninguna falta de mano de obra. En la expansin minera chilena, no parece que hubo escasez de mano de obra.

El problema causado por la falta de capital parece ms serio. Gracias a capitales britnicos y locales en Mxico y Bolivia, o casi exclusivamente locales en Chile y Per, se produjo un modesto renacimiento. Salvo en Chile, el rendimiento de las inversiones mineras result nulo o fue muy bajo. Salvo en Chile, el rendimiento de las inversiones mineras fue muy bajo. Por ejemplo, en Mxico, la compaa inglesa de Real del Monte, no obtuvo beneficios de las inversiones. John Miers, tuvo una frustrada experiencia como productor de cobre en Chile.

La reconstruccin posterior a la guerra no conllev la introduccin de innovaciones decisivas en la organizacin de las explotaciones mineras. En cuanto a la fuerza de trabajo no hay duda de que el asalariado predomin.

En Mxico predominaban las grandes unidades productivas en la organizacin de la minera, que podan llegar a invertir en la adquisicin de haciendas que integraban econmicamente a las minas. En Per, Bolivia y Chile las unidades productivas eran ms pequeas.La expansin minera en casi todas partes se vio limitada por la necesidad de capital que nunca lleg a cubrirse del todo satisfactoriamente. Sin embargo, el nivel de la demanda no afect al sector minero.

La demanda de plata latinoamericana para acuarla era grande.

En cambio, el sector agropecuario no poda depender de una demanda tan firme, pero este sector contaba con una ventaja: no se necesitaba hacer una gran inversin antes de comenzar a percibir ganancias. La demanda de sus productos en Europa fue incrementndose en las dcadas de 1820 y 1830.

La ganadera era el sector productivo que requera la inversin ms pequea. La ganadera vacuna se expandi desde el norte de Mxico, las tierras neogranadinas y los llanos venezolanos, valle central de Chile hasta todo el Ro de la Plata.

La expansin de la ganadera vacuna se basaba en la extensin de tierra disponible. Adems, la apertura del comercio permiti que los ganaderos latinoamericanos pudieran acceder al mercado europeo. La cra se mantuvo al igual que el cuero, la produccin de carne salada (charque y tasajo). La carne salada hall su mercado en las zonas esclavistas tropicales (Cuba y Brasil). A partir de 1830, el sebo comenz a pesar cada vez ms en las exportaciones a Europa.

La produccin de tasajo exiga una dimensin manufacturera mucho ms importante. el saladero, establecido en un puerto o cerca de l, agrupaba un nmero de trabajadores. Los que trabajaban en los saladeros rioplatenses y chilenos eran asalariados.

La fuerza de trabajo necesaria para la cra del vacuno tambin era asalariada: el trabajador perciba salarios en dinero (inclua el trabajo de domadores, herradores y arrieros).La ganadera lanar y cabra y la de especies aborgenes se hallaban bien implantadas en zonas como Per y Bolivia, hubo una reorientacin hacia la exportacin a ultramar de fibras de los aquemnidos andinos.

Algunas ramas de la agricultura lograron utilizar ms ampliamente que la ganadera ovina las oportunidades abiertas por la liberalizacin comercial, aunque ninguna de ellas se adapt tan bien como la ganadera vacuna a las condiciones de la economa. Los cultivos de clima templado (cereales, vid, olivo) estaban limitados por la falta de demanda adicional en el mercado europeo y por los altos costos del transporte.La exportacin del tabaco no aument significativamente hasta mediados de siglo y solo en Colombia ese proceso se empez ya a insinuar en los ltimos aos de la dcada de 1840. El cacao venezolano segua teniendo su mercado ms importante en la antigua metrpoli.

En Venezuela, y en menor medida en Ecuador, el cacao se haba cultivado con mano de obra esclava.

La prdida de peso relativo que sufri el cacao dentro de la agricultura venezolana se debi sobre todo a la expansin del cultivo de caf. Esta expansin estuvo a cargo de terratenientes que tuvieron que recurrir al prstamo. Las tensiones existentes entre una clase terrateniente crnicamente endeudada y un sector mercantil y financiero que quera cobrar esas deudas seran el trasfondo de la atormentada historia poltica de Venezuela. Pese a la depresin de precios, el caf no perdi su posicin central en la economa exportadora venezolana, lleg a constituir el 40% de las exportaciones. Adems, los productores de caf venezolanos generalmente empleaban mano de obra libre.

Con respecto al cultivo de la caa de azcar en la regin, se basaba en el sistema de la plantacin que empleaba mano de obra esclava. En la costa peruana, la agricultura azucarera utilizaba mano de obra esclava al igual que durante el perodo colonial.

En Cuba la agricultura tropical, concretamente el cultivo de la caa de azcar, alcanz un desarrollo espectacular. La unidad productiva, el ingenio, sigui siendo relativamente pequea. La provisin continua de esclavos, en su mayor parte provenientes de frica, es lo que hizo posible la expansin azucarera cubana.El trfico de esclavos concluy en la dcada de 1860, por presin britnica. Cuba import cientos de miles de esclavos.

En la dcada de 1840, cuando el control britnico sobre la trata se hizo ms eficaz, la importacin de esclavos descendi, pero an as la expansin de la caa continu durante dos dcadas ms. Sin embargo, ya no se dependa tanto del gran aumento de la fuerza de trabajo esclava. El ferrocarril no slo facilit la comunicacin entre las zonas azucareras y los puertos sino que tambin hizo posible una expansin del cultivo del azcar que anteriormente haba sido imposible dados los altos costos del transporte. Luego, el ferrocarril lleg hasta la misma hacienda, consiguiendo que la comunicacin fuera ms barata y eficaz.

La creciente dificultad de suministrar esclavos, por la prohibicin de la trata en el norte de Estados Unidos y en territorio britnico, conllev una transformacin paralela en la industria azucarera: una utilizacin mayor de la mquina de vapor.La historia de la expansin de la produccin cubana de azcar de caa, que an se basaba en la esclavitud, es la de mayor xito econmico que hubo en Latinoamrica en la primera mitad del siglo XIX.

Aparte de la pequea aportacin de capital britnico invertido en los ferrocarriles, este triunfo no se debi a que la economa cubana se hubiera incorporado ms plenamente al mercado de capitales que se expanda en Europa. El capital requerido para el incremento de la produccin del azcar provino de la misma isla, de Espaa o de los peninsulares que abandonaron el continente americano despus de la independencia.

En la Hispanoamrica continental, la economa de exportacin, que an en las reas ms favorecidas no se expandi al ritmo de la cubana, influy mucho menos en los cambios sociales ocurridos en la etapa que sigui a la independencia.

Los otros casos de sectores exportadores en expansin, desde el gran xito de los cueros de la regin del Ro de la Plata y del caf venezolano hasta los ms modestos como el de la lana en el sur de Per, tienden a confirmar el punto de vista de que el esfuerzo de incrementar las exportaciones slo poda tener xito si sus protagonistas aprendan a adaptarse a la estructura social que estaba cambiando lentamente pero sobre la cual su propia influencia era marginal.

Las guerras de independencia desde luego socavaron al Antiguo Rgimen en la Amrica espaola. Contribuyeron a cambiar las relaciones existentes entre los diferentes sectores de la sociedad hispanoamericana. La fragmentacin del poder poltico, la militarizacin de la sociedad y la movilizacin, a causa de la guerra, de recursos y, sobre todo, de hombres comportaron que el viejo orden social y en especial el control social ejercido sobre las clases subordinadas no se restableciera completamente nunca ms.

Las relaciones sociales se vieron profundamente afectadas por una nueva ideologa liberal e igualitaria que rechazaba la caracterstica de sociedad jerarquizada del perodo colonial y que aspiraba a integrar los diferentes grupos sociales y tnicos en una sociedad nacional a fin de reforzar la unidad de los nuevos estados.Tres rasgos de la sociedad hispanoamericana se oponan a la corriente liberal e igualitaria de principios del siglo XIX: la esclavitud negra, las discriminaciones legales a los individuos de razas mezcladas y la divisin de la sociedad en una repblica de espaoles y en otra repblica de indios.

Con respecto a la esclavitud, la mayora de los gobiernos revolucionarios abolieron la trata. Despus de la independencia slo unos cuantos pases que tenan una reducida poblacin esclava abolieron la esclavitud, caso de Chile en 1823 y Mxico en 1829.

El ataque a las discriminaciones legales a las que haban sido sometidas las castas fue menos vacilante y tuvo mucho ms xito. En los primeros aos del perodo independiente ya no fue obligatorio registrar el origen racial de los nios. La guerra, por otra parte, favoreci el ascenso de la gente de sangre mezclada a posiciones de influencia militar y poltica.

Las necesidades fiscales de los nuevos estados tambin pesaron en la lentitud con que se modific la posicin legal de los indios en el medio siglo que sigui a la independencia. Espaa haba abolido el tributo indio en 1810.

De entre los pases nuevamente independientes que tenan una gran poblacin india, slo Mxico no lo volvi a reimplantar, pero en Per y Bolivia, y en menor medida en Nueva Granada y en Ecuador, a pesar de su abolicin legal (en algunos casos reiterada, como por ejemplo en el Congreso de Ccuta en 1821), el tributo continu siendo una fuente de ingresos importante para el gobierno.

La institucin bsica de la repblica de indios, la comunidad india dotada de derechos sobre la tierra, ahora se consideraba aberrante en trminos jurdicos, perjudicial en trminos econmicos (dado que impide la incorporacin de la tierra y el trabajo en la economa de mercado) y desastrosa en trminos sociales y polticos porque se le considera como un gran obstculo para la asimilacin de los indios en el nuevo orden poltico.

La falta de estmulos, que hubieran podido aparecer por una expansin del mercado, debilit la tendencia hacia una concentracin mayor de la tierra y el avance de la hacienda a costa de las comunidades campesinas indias. Por los conflictos polticos frecuentes, las grandes propiedades se dividieron.Es peligroso sacar alguna conclusin general sobre la propiedad despus de la independencia dada la dimensin y la diversidad de Hispanoamrica y la escasa investigacin que se ha hecho sobre el tema.

En las ciudades, la lite criolla fue la principal beneficiaria de la emancipacin poltica; consigui sus objetivos de desplazar a los espaoles de los cargos burocrticos y del comercio, a la vez que la creacin de gobiernos republicanos independientes hizo aumentar las oportunidades de ocupar puestos gubernamentales y polticos.

Sin embargo, esta lite urbana, era ahora ms dbil por diversos factores: por la entrada de los comerciantes extranjeros, la movilidad ascendente de los mestizos, por el poder ejercido (segn los casos) por hacendados y caudillos de reas rurales.

En un momento en que la riqueza, comparada con el pasado, se estaba convirtiendo en el criterio principal de diferenciacin social, monopolizaron menos la riqueza que antes.

El rechazo a las lites, que se consideraban una clase instruida, dio lugar a que se iniciara un entendimiento entre los caudillos rurales o urbanos de tendencia conservadora y el sector popular urbano (influido por las ideas igualitarias difundidas por las revoluciones de independencia).

La pauperizacin de los sectores populares urbanos fue la consecuencia inevitable del libre comercio. El argumento contrario sustenta que ya antes de 1810 la importacin de productos de lujo (telas castellanas, utensilios metalrgicos, vinos) ya haba limitado la expansin de las manufacturas urbanas y que, adems, la expansin del comercio exterior condujo a un aumento del mercado interior que cre nuevas oportunidades a los artesanos locales.Una de las consecuencias ms evidentes de la expansin del comercio fue la aparicin de un grupo ms numeroso de comerciantes.

La dependencia econmica, entendida como la aceptacin de un lugar en la divisin internacional del trabajo fijado de antemano por la nueva metrpoli econmica, impuso limitaciones rgidas sobre las posibilidades de diversificacin econmica en las reas as incorporadas ms estrechamente en el mercado mundial.

Mxico fue de hecho el nico pas de Hispanoamrica que pudo crear una industria textil capaz de transformar su proceso productivo y pudo competir con las telas que se importaban. En el resto de los pases sobrevivi el sistema tradicional de la confeccin de tejidos.

La evolucin demogrfica no fue un factor decisivo en la evolucin de la sociedad como lo sera a partir de 1870.

En Mxico durante las primeras dcadas del siglo XIX se vislumbra un estancamiento general. En el resto de Hispanoamrica la tendencia fue claramente ascendente aunque sujeta a grandes variaciones de una regin a otra.

El crecimiento de la poblacin se basaba sobre todo en el avance de la frontera agrcola. La expansin de la agricultura en ciertos casos atrajo inmigrantes como lo demuestra el caso del valle central chileno.

En la primera mitad de siglo algunas ciudades continuaron sustancialmente estticas porque la lenta recuperacin de posguerra no alcanz a superar la baja causada en ellas por las guerras de independencia.

El crecimiento urbano fue relativamente lento principalmente en aquellas regiones que no fueron plenamente incorporadas en la economa agrario exportadora en expansin, es otra prueba de lo limitado que fue el impacto de la insercin de Hispanoamrica en el nuevo sistema econmico internacional.El tercer cuarto del siglo XIX fue una etapa de transicin en la historia econmica de Amrica Latina entre el perodo de estancamiento posterior a la independencia (con la excepcin de Cuba) y el de crecimiento de las exportaciones que hubo entre las dcadas de 1870 y 1880 hasta la depresin mundial de 1930.

La segunda mitad del siglo XIX en Europa se vio marcada negativamente por la Gran Depresin de 1873.

Poco antes de este colapso, la demanda europea y norteamericana de materias primas latinoamericanas aument. En la dcada de 1870 Suramrica qued conectada por telgrafo con el mundo exterior.

La sobreabundancia de capitales europeos cre un clima ms favorable para contratar prstamos y hacer inversiones en Amrica Latina.

En el perodo de 1850 a 1873 el crdito otorgado a los estados hispanoamericanos fue de carcter fuertemente especulativo. En algunos casos, como en el Per, la operacin de crdito iba vinculada al control del comercio exterior del pas perifrico. En otros casos, como el de los prstamos a Chile y Argentina, posibilit la exportacin de productos que ya no eran de consumo.

Por otro lado, en la dcada de 1860 se establecieron los primeros bancos privados extranjeros especializados en crdito al comercio ultramarino y en la remesa de fondos entre Hispanoamrica y Europa. El ferrocarril se fue expandiendo, financiado con prstamos extranjeros y los emprendimientos de ciertos empresarios, eran un instrumento de la integracin mercantil que facilitaba la concentracin de los pases de la regin en el sector primario exportador, lo cual, a su vez muestra la relacin de la metrpoli con la periferia.

La conexin con los intereses agrarios y mercantiles locales posteriormente se desarroll ms como consecuencia de la construccin del ferrocarril.

En Chile parece que el capital del primer ferrocarril procedi de empresarios mineros del Norte Chico y de los comerciantes anglo chilenos de Valparaso. En el Chile central, el Estado jug un papel decisivo desde el principio, la construccin fue emprendida con capitales norteamericanos.En Per tambin el capital norteamericano desarroll las primeras lneas frreas pero relacionadas con el monopolio que ejerca Per en el mercado del guano. El boom del guano no logr crear un grupo vigoroso de capitalistas nacionales.

La expansin de las exportaciones chilenas en el sector minero incluy un despertar de la plata seguido por el del cobre; en los primeros aos de la dcada de 1860, Chile fue el principal exportador de cobre del mundo. La expansin de la minera en Coquimbo y Copiap, en el Norte Chico, fue el resultado sobre todo de la actividad empresarial y el esfuerzo inversor locales.

La mano de obra era predominantemente chilena. Esta expansin del sector minero norteo se complementaba con la agricultura comercial del valle central, cuyo primer producto exportador continuaba siendo, desde el perodo colonial, el trigo. En el lejano sur se emprendi un significativo ensayo de colonizacin agrcola con inmigrantes alemanes, con lo cual se resolvi el problema de la mano de obra rural.

La presencia de una mano de obra abundante y barata fue una ventaja para la agricultura chilena. En las ltimas dcadas del siglo, el trigo chileno fue barrido del mercado internacional porque no pudo competir con los centros productores europeos y norteamericanos que utilizaban los molinos de cilindros de acero.

Como consecuencia de la crisis internacional, hacia 1873 la minera chilena sufri un fuerte descenso.

En estos tiempos se dio la expansin del nitrato en las regiones costeras de Per y Bolivia que, tras la guerra del Pacfico, quedaron en manos de Chile. El nexo principal entre el sector exportador del nitrato (controlado desde el extranjero) y la economa chilena lo constitua el Estado.

En Argentina el viejo sector ganadero, orientado a la produccin de cueros, sebo y tasajo, parece que alcanz su techo debido a la saturacin de los mercados europeos a mediados del siglo. El breve perodo de estancamiento fue suficiente para estimular la ganadera ovina; la lana se convirti en el primer producto de las exportaciones pecuarias argentinas.

La expansin de la ganadera ovina se vio favorecida por la extensin del ferrocarril y por el incremento del nmero de inmigrantes irlandeses y vascos. En la ltima dcada se revitaliz la ganadera vacuna. Tambin la agricultura, con un aumento de la produccin de cereales. En Santa Fe fueron clebres los centros de colonizacin agrcola con agricultores inmigrantes. Tambin hay que mencionar que tras las campaas al desierto, se incorporaron abundante tierra virgen, la disponibilidad de mucha tierra a bajo precio haca posible producir a precios competitivos con tcnicas que no necesitaban mucho capital y relativamente escasa mano de obra. Los cercamientos con alambre fueron introducidos. En la dcada de 1890 los cereales y la carne fueron las principales exportaciones.

La redefinicin de las relaciones comerciales y financieras de Amrica Latina con las economas metropolitanas fue un factor que impuls el cambio social en el perodo de 1850 1875. A lo largo de Hispanoamrica continu la paulatina eliminacin de la esclavitud.

En casi todos los pases la esclavitud haba ido perdiendo importancia econmica debido principalmente a que la abolicin gradual de la trata atlntica de esclavos y la serie de leyes de libertad de vientres la hicieron cada vez ms difcil, incluso para mantener la relativamente pequea poblacin esclava que exista.

Slo Cuba y Brasil, eran las dos ltimas sociedades esclavistas del Nuevo Mundo, en Cuba se consideraba que la esclavitud era esencial para la industria azucarera.La abolicin de la esclavitud en Cuba tuvo lugar en la dcada de 1880.

En los aos que van de 1850 a 1870 se produjeron ms usurpaciones de tierra de las comunidades indias. Adems, las reformas legales minaron la base jurdica de la existencia de estas comunidades. La liquidacin se dio sobre todo cuando transformaciones ms generales de la economa hicieron rentable volcar la produccin de las tierras comunales a los mercados en expansin. La expansin de la agricultura de exportacin apenas afect las tierras comunales y por lo tanto no lleg a corroer decisivamente su organizacin social.

En esta etapa se constata un aumento de la influencia social y poltica de las ciudades, especialmente de las capitales. No hay duda de que el crecimiento urbano dependa de la expansin de los sectores econmicos de importacin, el ejemplo por antonomasia es Buenos Aires con un acelerado crecimiento.

Hubo casos en que el crecimiento urbano se produjo en los centros mercantiles exportadores y no en los centros polticos; en Colombia este fue el caso de Barranquilla, que creci ms de prisa que Bogot, y, en Ecuador, el de Guayaquil, que sobrepas a Quito, si bien la tasa de crecimiento de todas estas ciudades fue muy pequea. En Chile, Santiago super la poblacin de Valparaso.

Es notable la influencia del comercio exterior sobre el crecimiento urbano, que tambin se haca sentir a partir de la expansin del Estado y del nmero de sus funcionarios, inclusive de la modernizacin de los transportes con ferrocarriles y tranvas (los cuales sustituyeron a los carreteros y muleros). La modernizacin a su vez se vio en el alumbrado de las calles por gas, la construccin de teatros, y dems comodidades.Aument la segregacin social por barrios, en algunas ciudades las grandes casas de los magnates se encontraban cerca de los humildes hogares de los trabajadores, muchos de los cuales compartan una habitacin.

En las ciudades comenzaron a crecer cordones industriales como la industria cervecera y las fbricas de cigarros.

La prosperidad de estas ciudades burcrata comerciales en crecimiento dependa de la expansin del sector primario exportador. La prosperidad y la estabilidad tanto del Estado como de las ciudades dependan ahora del crecimiento constante del sector agropecuario exportador de estas economas.

Sntesis del texto de ACEVEDO, Edberto. Integracin, disgregacin y unin nacional durante el siglo XIX hispanoamericano. En: Investigaciones y ensayos n 36. Academia Nacional de la Historia. Buenos Aires. 1988Se abordan las alternativas por las que ha ido pasando, en una extensa zona de Amrica, el sistema continental de integracin regional en ciertos tipos de unidad y de su organizacin nacional independiente (y separada).

Para alcanzar esto, se estudian dos sistemas polticos de convivencia: el sistema poltico de unidad o de integracin de ciertos cuerpos y el que resulta de la prevalencia de algunos entes particularizados (regiones, provincias) por sobre el todo.

La que se ha llamado confederacin imperial hispnica, separaba o una? Creemos que se iba cumpliendo un doble proceso: unin y cohesin; diversificacin e integracin regionales.

El pasado americano contena elementos aglutinantes y que daban cohesin: la fe catlica, el idioma, el sistema de usos y costumbres; junto con otros que iban creciendo separadamente, diferencindose, adquiriendo ciertas particularidades protonacionales.

Partimos de que toda integracin es positiva por dos razones: porque tenemos el caso ejemplar de los Estados Unidos que han podido organizar una nacin y un Estado a base del cumplimiento de un proceso de integracin; como tambin porque nuestro pasado de americanos del sur es de integracin.

El Virreinato como integracin

La creacin del Virreinato del Ro de la Plata, con capital en Buenos Aires, articul regiones como Cuyo, Charcas, Paraguay y Uruguay.Respecto al caso altoperuano, se parte de la base que el Alto Per configura una zona especial dentro del Virreinato, sobre todo en el aspecto social por su poblacin indgena numerosa. Hay que atender tambin al hecho de que esta zona haba sido mal gobernada desde Lima.

Pero, pese a que fue integrado al nuevo virreinato, el Alto Per no pudo ser bien gobernador desde Buenos Aires y constitua una regin diferenciada. La administracin poltica de esa zona desde Buenos Aires fue un error por la distancia.

En noviembre de 1802, se lleg a plantear que Charcas se erigiera en Capitana General independiente de los virreinatos del Per y el del Ro de la Plata.

Estos antecedentes van jalonando y perfilando una cierta diferenciacin territorial.

Si bien se reconoce que la creacin del Virreinato del Ro de la Plata fue una medida de sentido integrador para esta parte del Cono Sur americano, distinto es plantearse si todas las regiones que lo componan se articulaban entre s y con el todo.

El Virreinato fortaleci los vnculos entre ciertas zonas. Con Cuyo la unin perdur, pero con otras regiones como la Banda Oriental slo el peligro portugus la mantuvo unida a Buenos Aires y al Litoral rioplatense hasta 1828.Pero, con el Alto Per, Buenos Aires no pudo llegar a anudar lazos estables de influencia recproca econmica y cultural. Era una zona apartada, con problemas propios, distinta y particular. Afectada severamente por el auto de libre comercio.

La cuestin indgena y la especial organizacin de subdelegados de cuatro causas, en nmero de ms de treinta, contribuyeron a darle ese carcter particular.

En el Alto Per eran notorios los sentimientos regionalistas y tpicas notas del provincialismo.

El Virreinato era un cuerpo dinmico en su capital y su zona de influencia Buenos Aires y el Litoral pero esttico en regiones alejadas como Cuyo y el Alto Per.

Era casi imposible una economa integrada entre la zona altoperuana y Buenos Aires. Adems, al no alcanzarse la integracin del indio, la estructura administrativa de las Intendencias no termin con las tensiones.

Para el autor el regionalismo, la percepcin de ser una regin diferenciada del resto del Virreinato y aislada, explica la cuestin altoperuana.

Despus de 1825 renaci el regionalismo exacerbado y, por eso, con todos los problemas, se intent el experimento de una nueva nacin.

Con respecto al Paraguay, fue otro el proceso de diferenciacin y caracterizacin regional. Cierto clima autonomista y localista imper.

En la Banda Oriental aparece una conciencia reformista junto con la rivalidad del puerto de Montevideo respecto del de Buenos Aires. Haba aspiraciones, proyectos de Intendencia y Consulado.

Podramos concluir que el Virreinato del Ro de la Plata era el cuerpo con el que se comenzaba el proceso de unin pero ste cuerpo era inestable.

Cules eran los factores de unin que tena el Virreinato? Podemos mencionar: el sentido general territorial de un cuerpo poltico grande, la estructuracin que recibi el territorio con la Real Ordenanza de Intendentes de 1782 1783 (primera constitucin poltico administrativa del territorio segn Emilio Ravignani; otro factor de unin eran las reacciones ante el peligro externo de portugueses e ingleses (al calor de esas guerras fronterizas va creciendo el sentimiento nacional, repercute en la formacin de la idea de nacin como comunidad de intereses patriticos, espirituales, culturales).El Virreinato se construy sobre la base de ciertos particularismos. Acevedo seala dos muy claros: el altoperuano y el paraguayo.

La unin y la integracin pudieron ser posibles, pero circunstancias fcticas determinaron lo contrario.

Los condicionamientos de los pases nuevos

Hacia 1825 1830 ya existen Estados independientes en Amrica. Debemos plantearnos el tema relativo a la herencia poltica que se recoge del Imperio Espaol.

Las reformas administrativas ms importantes de los Borbones para el conjunto hispanoamericano no acabaron de cumplirse, haba una paralizacin general de la poltica desde la sede central.

El nacionalismo incipiente de las comunidades hispanoamericanas, sus ansias por verse tratados en un pie de igualdad dentro del Imperio en lo relativo a todas las medidas que les incumban, sus crticas a la situacin imperante, llevaron a un choque circunstancial de intereses polticos que fue el comienzo de la separacin.

A los factores insatisfechos, es decir, a las causas de queja y perturbacin que se heredaron fueron agregndose otros, producto de los tiempos revueltos en que se vivi.

En cuanto al tema de la constitucin de las nacionalidades, hay que pensar que Amrica participaba del transcurso revolucionario del tiempo. A su vez, en Amrica se estaba cumpliendo un proceso de secularizacin, de extensin de la cultura, de puja contra viejos hbitos, de rechazo de concepciones antiguas, de crtica ante situaciones dadas y, ms que eso, de aspiraciones polticas y sociales que, estaban en el camino sealado por las nuevas ideas.La uniformidad de la tradicin colonial, tena en las distintas posesiones variantes susceptibles de desenvolvimientos ulteriores divergentes.

Todo esto se ve con mayor claridad en el asunto relativo a la oposicin del derecho de las nacionalidades con el derecho dinstico.La sustitucin del principio de la legitimidad por el de las nacionalidades supone una revolucin en la diplomacia y en la poltica internacional. Los hombres de aquel tiempo entendan que la nacin era un contrato libre derivado de una realidad histrica.

El nacionalismo entre en la Historia con la Revolucin Francesa. El nacionalismo avanza sobre la vieja idea de la independencia de los pueblos. El binomio es libertad y nacin.

En el anlisis de estos aspectos del hecho nacin, nacionalidad, nacionalismo, va quedando claro que se han ido recorriendo etapas, y que stas se dieron ms marcadamente en algunos lugares.

El criollismo militante estaba en tensin, y dispuesto a combatir por sus derechos desde fines del siglo XVII. El otro gran momento de inflexin es el siglo XVIII, el amor a su pas de nacimiento, el patriotismo de los criollos se expresa como apego a la provincia o al Reino en que han nacido, o bien bajo la forma de un patriotismo continental.

En el caso peruano, el paso del sometimiento a la metrpoli al de la fidelidad a la patria peruana, reconoce un largo y lento mudar dentro del espritu crtico de la Ilustracin, la penetracin de influencias y normas liberales.

En Chile, el sentimiento nacional, ya se agitaba a las puertas de la emancipacin.

El regionalismo hispanoamericano haba continuado su labor divisionista.

Los factores geogrficos, el amor a la patria, conciencia de tener caractersticas propias, a todo esto se llama incipiente conciencia nacional.

Este sentimiento incipiente de nacionalidad se satisfizo con la independencia.El concepto de Nacin todava tena un sentido de patria, de tierra natal. Adems, en los primeros tiempos, tanto el nacionalismo como la idea nacional no estaban bien definidos. Es ms un sentimiento que una concepcin poltica.

Este asunto se halla ligado con el del protagonista del proceso poltico social americano de ese tiempo.

En la sociedad estamental del antiguo rgimen la sociedad consagra la desigualdad de sus miembros ante la ley y la existencia de un rgimen de privilegios. La ascensin social de la burguesa americana es tema conocido al igual que su afn de ennoblecimiento.

Con la revolucin victoriosa en Amrica ha triunfado y tratar de imponerse el ideal burgus de vida que consiste, en lo fundamental, en el intento de ordenar de modo racional toda la actividad humana en base a la razn y en criterios econmicos.

El nuevo orden est expresado por la sociedad de clases, cuyo fundamento doctrinal est en los principios del liberalismo. La escala social se basar ahora en la posesin de la riqueza, la distincin de ciudadanos va a estar vinculada con la cuanta de las contribuciones directas que se pagan al fisco.

La burguesa ser la nica heredera del poder aunque todava le falta cohesin.

Tenemos aqu ya perfilado uno de los factores de la inestabilidad poltica hispanoamericana en el siglo XIX: el constituido por la proyeccin de las ideas demoliberales europeas sobre unas realidades discordantes con ese esquema prematuramente adoptado.

Se trata de circunstancias problemticas en las que nacieron las repblicas americanas.

El movimiento de independencia fue una disolucin de la monarqua espaola, la guerra civil perdur como signo de estancamiento econmico causado por el proceso disolutivo.

Por la obstinacin de Espaa en no reconocer la independencia de sus ex colonias y el ambiente europeo hostil al republicanismo, hizo difcil el paso de los flamantes pases hacia su normalidad constitucional. Inglaterra, cuando nos dio crdito, lo haca con el objeto de enfeudar nuestra economa.Factores internos dificultaron la consolidacin: luchas entre clanes, rivalidades personales, regiones enemigas, intereses desafectos.

Todos los nacientes estados recorrieron las mismas etapas de desborde interior y que, por lo tanto, la independencia llegara para ellos a costa de su vieja unidad y de su economa.

El nico intento serio, el Congreso de Panam en 1826, estaba llamado a fracasar. Bolvar procuraba hallar el medio de conducir a la unin a los nuevos Estados, buscando la solidaridad de sus regmenes republicanos y tratando de soldar los profundos huecos abiertos por la guerra y la dispersin. Pero encontr la hostilidad de Inglaterra y la desaprobacin de los Estados Unidos. Finalmente, el Congreso fracasara porque la anarqua de los propios pases hispanoamericanos y el natural recelo existente entre ellos servira para que varios de los principales no concurriesen a esa reunin caso del Ro de la Plata.

Por otro lado, al terminar las batallas de la independencia, hubo necesidad de organizar la hacienda pblica. La mayora adopt el librecambio. Pero pronto vieron los hispanoamericanos que de poco les haba servido acabar con el monopolio comercial espaol, pues al abandonar el proteccionismo aumentaron las ganancias de los ingleses.

Los nuevos pases fueron pobres. Casi todos los gobiernos independientes contrajeron deudas nacionales y extranjeras. En cuanto al tributo indgena, en donde no se aboli, como en Mxico, produca poco debido al desorden administrativo. Se recurri entonces al capital ingls.

Las condiciones en que se concedieron estos emprstitos eran de las peores para los pases contratantes que quedaban obligados, durante muchos aos, por intereses contrarios a los nacionales.

Persisti la estructura social tradicional, con algunas reformas.

Los pueblos expresarn que su derecho a constituirse tendr como base el hecho de haber abandonado la soberana real, la legitimidad monrquica.

Caso ilustrativo del Alto Per

Creemos importante detenernos a ver las razones del nacimiento del Estado Altoperuano como producto de su separacin del territorio rioplatense.

En este caso, este territorio lleg a constituirse en nacin separada de las provincias rioplatenses porque la poltica econmica de Buenos Aires como ciudad puerto no atendi al Alto Per ni lo favoreci; porque durante ms de diez aos fracasaron las ideas y proyectos federalistas y la conduccin nacional rioplatense; porque la ideologa de los unitarios rioplatenses posibilit la secesin al facilitar los medios (libertad de determinacin) por temor a peligros externos.La masa y base indgena de la nueva nacionalidad tena un centro tradicional indiscutido: el Cuzco.

Nacionalidad y nacin

Quines tomaron primero conciencia nacional en los distintos territorios independizados? Puede aceptarse que los criollos. En el caso chileno sera una aristocracia comercial con fuerte sentido nacional.

Y en los territorios separados de un Virreinato como el del Ro de la Plata? Podra pensarse que en el Alto Per (Bolivia) habrn sido los grupos criollos que controlaban tierras, haciendas, mano de obra, cargos pblicos.

Si por nacin entendemos, siguiendo a Ortega y Gasset, que es un proyecto de convivencia total en una empresa comn, y la adhesin de los hombres a ese proyecto iniciativo, ser preciso observar cmo se lo entenda en ese tiempo.

Se quera defender la comunidad de sentimientos e ideas de los propios dirigentes, cuyo pensamiento habra de concretarse y concentrarse, para organizar el pas, en las Constituciones.

En la organizacin de cada nacionalidad, colaboraron el Estado naciente y los principales dirigentes pblicos. En Chile, el caso ms claro, es el de Portales sealando, frente a la Confederacin peruano boliviana, que su pas tiene una misin histrica que cumplir, y que esta es imponer su hegemona en el Pacfico.

La nacionalidad se fue formando en base a la integracin de estos factores: Una literatura periodstica en la que se fundamentar la distincin entre Espaa y las naciones americanas;

Una participacin poltica nacional en asambleas, congresos, legislaturas, consejos, misiones y cargos diversos, en los que debati un plan comn y bases de entendimiento general;

La integracin de distintas etnias al concedrseles derechos y al terminar con diferencias agraviantes (tributos, esclavitud)

La identidad, en el sentido de coincidencia y homogeneidad, entre todos, al ir dando el Estado progresivamente el ttulo de ciudadanos a los habitantes, habilitndolos e igualndolos.

El factor de la guerra.

En el caso de Chile, se ha dicho que la batalla de Yungay es el hecho ms trascendental de la historia de la repblica. A partir de ella surge un verdadero Estado en forma. Bulnes, se convirti despus de su vuelta victoriosa a Santiago en un hroe nacional.

En el concepto de los chilenos, el triunfo sobre Per y Bolivia produjo la unidad nacional, al juntar en un solo haz a los antiguos realistas con lo antiguos patriotas.

Con respecto a Mxico, entre la guerra con Estados Unidos y la intervencin francesa apenas mediaron quince aos, y mientras a la primera slo concurrieron unos cuantos Estados, a la segunda todos llevaron su contribucin de sangre, sin escatimar sacrificios, con igual conciencia de una patria comn. La guerra forj la nacionalidad.

En cuanto al Per, la opinin de Basadre es la existencia de una fuerza centralizadora que ha sido el Estado, desde los Incas hasta despus de la Independencia.

Las situaciones de guerra fueron un factor que configur la nacionalidad. La guerra une, fue importante en la formacin de la nacionalidad.

Estado y nacin

En Amrica los Estados fueron anteriores a la nacin.

Junto a los acontecimientos blicos, la nacionalidad se ha ido formando por otros medios puestos por el Estado: los smbolos patriticos (bandera, cancin nacional, fiestas nacionales, etc.), la unidad administrativa, la educacin de la juventud, todas las instituciones.

Chile ha sido el caso que, a lo largo del siglo XIX, ha provocado el salto cualitativo del regionalismo a la conciencia nacional.

En cuanto al caso de Mxico, el Estado surgi con la consolidacin de la paz porfiriana.

Los Estados posteriores a la nacin (o nacionalidad) seran aquellos en los que por razones geogrficas, histricas, polticas y econmicas se demor la organizacin poltica central. A los casos de Mxico y Argentina se podra agregar el de Colombia.

Distinto es el caso del Per, pues la nacin exista antes de la guerra y al Estado, por el conocimiento de lo peruano, por el afecto a lo nuestro, a la tradicin y al estilo de vida propios.

La preservacin de ciertas instituciones coloniales como instrumentos de control poltico, podra ser una de las bases de la creacin de un Estado nacional.

Otra condicin es el grado de articulacin entre los intereses rurales y urbanos.

Para el autor, el Estado es forjador de la nacin, ese fue el juego poltico que se dio en Hispanoamrica en el siglo XIX. Las naciones surgen como solucin ante un Imperio en decadencia que ya no favoreca la creacin de valores intelectuales, morales, religiosos, tcnicos, econmicos y estticos.

Cuando el Estado las cohesiona, la animadversin a uniones tipo Confederaciones como las de Bolvar o de Santa Cruz ser el resultado de las reacciones nacionales defensivas que temen la absorcin de soberana. A esto debe sumarse el imperialismo ingls que apur la desintegracin y los conflictos sociales y econmicos internos.

Perspectivas a partir del siglo XIX

El Dr. Acevedo seala en el movimiento del nacionalismo una caracterstica: porque es una actitud colectiva en cuanto conciencia de defensa de intereses materiales y espirituales de una comunidad.

Por el momento, la nica bsica unin posible es la que reconoce la unidad de origen y cultura. El hispanoamericanismo del siglo XIX no tuvo una conciencia clara y concreta de la realidad vital de esa unidad, y predominaba en l el carcter poltico defensivo, comprensible por la amenaza que supuso el imperialismo ingls y la irrupcin de ideas liberales que supusieron una ruptura con el pasado hispano colonial.

El autor propone un entendimiento interamericano a partir de la propia personalidad de cada comunidad.

Sntesis del texto de GUERRA, Franois Xavier. Modernidad e Independencias. Ensayo sobre las revoluciones hispnicas. Madrid, Mapfre, 1992Captulo IX. Mutaciones y victoria de la Nacin (revisar y arreglar)Entre los problemas ms importantes de la poca revolucionaria estn, sin duda alguna, los que ataen a la nacin.

Se trata de un problema poltico. Es alrededor de la nacin y de sus derechos donde van a ser librados una buena parte de los combates de los adversarios del absolutismo.

Uno de los puntos clave de la mutacin cultural y poltica de la Modernidad se encuentra esencialmente en el trnsito de la concepcin antigua de nacin a la de nacin moderna.

La primera hace referencia a las comunidades polticas del Antiguo Rgimen, diversas y heterogneas, resultado de una larga existencia en comn de un grupo humano. La nacin en sentido antiguo remite al pasado, a la historia de un grupo humano que se siente uno y diferente de los otros.

La segunda, la nacin moderna, hace referencia a una comunidad nueva, fundada en la asociacin libre de los habitantes de un pas; esta nacin es por esencia soberana y para sus forjadores se identifica con la libertad. Mientras que la primera mira hacia el pasado, la segunda mira hacia el futuro.

Pero, en nuestro caso aparecen otros problemas que ataen a la aparicin en Amrica de unos nuevos estados independientes que van a justificar su existencia al rango de naciones. El problema de la Amrica Hispnica es el de cmo construir, partiendo de una misma nacionalidad, primero, Estados diferentes y luego, un Estado Nacin.

Examinar las mutaciones del concepto de nacin equivale tambin intentar comprender la Independencia.

Concepciones rivales de la Nacin

A fines del siglo XVIII, el absolutismo haba conseguido imponer una imagen de la sociedad y del poder poltico en cierto modo moderna. El reino tiende a ser considerado como un conjunto homogneo de sbditos, iguales en derecho y deberes ante la potestad superior del rey.

La sociedad, todava est estructurada en reinos y ciudades, en estamentos y corporaciones.

No obstante, durante el reinado de Carlos IV una parte de las lites ilustradas ya haba empezado a cuestionar el poder omnmodo del rey y a reivindicar los derechos de la nacin.

Los innumerables escritos de 1808 reflejan, ante todo, un rechazo de la relacin unilateral entre el rey y la nacin. En este sentido se puede hablar de una victoria y resurgimiento del pactismo, en la medida en que la sociedad afirmaba poseer unos derechos polticos tan fuertes que eran capaces de legitimar tanto el rechazo de un nuevo soberano, como la formacin de poderes provisionales.

Pero los trminos empleados para designar a esta sociedad en gran parte son tradicionales. Cuando las proclamas afirman combatir por el rey, la patria, la religin, esa enumeracin equivale a decir que lo hacen por la defensa de la sociedad tal y como la ha modelado la historia.

Se trata de una constitucin histrica del reino, con sus leyes, costumbres y usos, y no de una constitucin en el sentido moderno del trmino, es decir, de la expresin de la soberana nacional.

La resistencia al invasor y a la nueva dinasta se justifica en la mayora de los casos, con referencias tradicionales: apelacin a la fe jurada al monarca cautivo como la manifestacin de una relacin pactada entre el rey y el reino; la citacin de leyes medievales (en especial Las Partidas de Alfonso X).

La confusin del vocabulario es extrema. Esta sociedad se presenta unas veces como pueblo en general (como conjunto de la sociedad) o como reino (para designar al conjunto de la Monarqua).

En Amrica las referencias son las mismas y an ms tradicionales que en Espaa. Permanente es la referencia a una comunidad poltica de tipo antiguo, constituida por un conjunto de cuerpos; la peticin de unas Cortes tradicionales constituidas por la reunin de los tres brazos: clero, nobleza y ciudades; el pacto concluido entre el rey y la nacin (considerado como la integracin del reino a la Corona, se remonta a los primeros tiempos de la Conquista).

Nos encontramos en un universo mental plenamente pactista que rechaza el absolutismo. Ms all de este rechazo, salan a la luz divergencias considerables en la manera de concebir esa comunidad humana que muchos designan con la palabra nacin. Las divergencias son tales que van a ser una de las causas ms importantes de la definicin de los grupos polticos y de su enfrentamiento.

Hay una primera acepcin de nacin que todos comparten: la nacin designa al conjunto de la Monarqua hispnica. La nacin espaola es una comunidad de hombres que se sienten unidos por unos mismos sentimientos, valores, religin, costumbres y, sobre todo, una comn lealtad al rey. Esto es vlido en Espaa como en Amrica. Se trata de una unidad moral frente al exterior.Pero, en cuanto se deja de hablar de esta unidad moral, aparecen las diferencias. La primera, opone a los que la consideran como formada por todo el conjunto de cuerpos y estamentos de la sociedad del Antiguo Rgimen, con los que la ven como formada por individuos autnomos libremente asociados.Los americanos, de manera muy tradicional, en su mayora siguen teniendo una visin plural de la Monarqua, como un conjunto de pueblos, con sus derechos propios, unidos en la persona del rey.En Espaa slo la lite ilustrada disiente de esta visin, el resto de la poblacin se maneja con elementos claramente tradicionales.

A diferencia de la concepcin tradicional de nacin, la acepcin moderna depende de la que elabor la Revolucin Francesa y de la que son portavoces elocuentes el poeta espaol Manuel Quintana y sus contertulios en Espaa. La nacin para ellos est formada por una unin voluntaria de individuos autnomos e iguales, por lo tanto, es una construccin libre que depende de la unin de las voluntades.En la concepcin moderna, la nacin es una e indivisible.

Estas concepciones divergentes irn apareciendo a lo largo del debate poltico de esos aos y estarn en el centro de la batalla que el minoritario grupo moderno va a librar por imponer la nueva concepcin de la nacin a una sociedad en la dominan las concepciones tradicionales.

La victoria de la nacin moderna

El combate por la nacin moderna tiene varios frentes. El primero tena un objetivo inmediato: la convocatoria de las Cortes como Asamblea General, pero apuntaba a un objetivo ms fundamental: la transformacin radical del imaginario social.

Lo que estaba en juego era de hecho la visin de una nacin formada o por cuerpos diversos (reinos, ciudades, estamentos) o por un conjunto de individuos iguales.

La crisis misma que hizo posible la invasin napolenica e incluso despus de las derrotas de los patriotas espaoles son utilizados a partir del otoo de 1808 como argumentos por los partidarios de una renovacin completa de los principios y de la constitucin de la Monarqua.

Para los radicales la constitucin histrica de la nacin era una invencin poltica que dependa de la discusin y del estado de la opinin.

Las lites modernas triunfan por su maestra en este combate de la opinin naciente: por la proliferacin de la literatura patritica, las discusiones de las tertulias y las deliberaciones de los organismos provisionales de gobierno (juntas provinciales y Junta Central).

En el transcurso de los aos de 1808 a 1810, el lenguaje y el imaginario modernos triunfan en la Espaa peninsular.

Se imponen nuevas palabras: la nacin sustituye al reino; los ciudadanos e individuos a los vasallos y sbditos; la ley a los fueros y privilegios.

La opinin pasa a considerarse como una manifestacin principal de los derechos del individuo y expresin de la voluntad general.

Se impone una nocin de derecho natural: los derechos del hombre aparecen como primitivos, anteriores a toda ley escrita.

En los debates sobre las futuras Cortes se desechan como autoridad las leyes de Partidas que antes eran invocadas. La divisin de poderes se convierte en un postulado de base de la nueva organizacin del poder, la soberana nica del rey est siendo reemplazada por la del pueblo.Aparecen catecismos patriticos y cvicos, que alientan la resistencia al usurpador, pero claves porque en el contenido de los mismos aparece la evolucin: papel protagnico del pueblo; fundacin de una nueva sociedad; cimiento puesto en el derecho natural; etc.

En la instalacin de las Cortes Generales de los dominios de Espaa e Indias, del 24 de septiembre de 1810, instaladas en la isla de Len, en su decreto se declara que la soberana reside en la Nacin Espaola a la que representan.

La conclusin lgica de esta plena soberana ser la elaboracin de una Constitucin totalmente nueva, promulgada el 19 de marzo de 1812 en Cdiz, texto clave del constitucionalismo espaol e hispanoamericano. En esta Constitucin se reproducir la declaracin de septiembre de 1810.

Se ve que esta revolucin altera la base misma de la legitimidad: la soberana de la nacin reemplaza a la del rey.No obstante, son numerosas la ambigedades, la soberana de la nacin no elimina por completo la soberana del rey, ya que los revolucionarios espaoles no luchaban contra un monarca presente sino en nombre de un rey ausente; la insurreccin se hizo en nombre de los derechos del rey cautivo y la idea del monarca se hallaba profundamente enraizada, lo cual se explica en el hecho de que la sociedad espaola sigue sujeta a elementos antiguos y esto obligaba a liberales espaoles a actuar con cautela.

Esta permanencia de los elementos antiguos permite explicar la utilizacin dominante del trmino nacin en relacin con la palabra pueblo en los documentos oficiales.

En toda sociedad tradicional o de Antiguo Rgimen, el trmino nacin hace referencia a una comunidad poltica de tipo antiguo con una unidad inmediatamente comprendida y aceptada por todos.