UNIDAD 14: La literatura del s. XV. · 1.1.4. El sentido de los romances: visión del mundo 2. LA...

13
97 UNIDAD 14: La literatura del s. XV. A) HISTORIA Y SOCIEDAD 1. ECONOMÍA Y ORGANIZACIÓN SOCIAL 2. LAS IDEAS Y LA CULTURA EN EL SIGLO XV 3. LA SITUACIÓN EN LA PENÍNSULA B) TRANSFORMACIONES HISTÓRICAS DE LOS GÉNEROS LITERARIOS 1. LA LÍRICA TRADICIONAL 1.1. EL Romancero 1.1.1. Los textos: el Romancero como género literario 1.1.2. El origen de los romances 1.1.3. Características estructurales y formales 1.1.4. El sentido de los romances: visión del mundo 2. LA POESÍA CORTESANA 2.1. El amor cortés 2.2. La poesía de los cancioneros castellanos y aragoneses del siglo XV 2.3. Íñigo López de Mendoza, el Marqués de Santillana. 2.4. Juan de Mena 2.5. Jorge Manrique 2.5.1. Coplas a la muerte de su padre 3. LA PROSA 3.1. Prosa didáctica: 3.1.1. Enrique de Villena y Alfonso Martínez de Toledo, arcipreste de Talavera 3.1.2. Antonio de Nebrija 3.2. Prosa de ficción: 3.2.1. Narraciones sentimentales 3.2.2. Libros de caballerías 4. EL TEATRO 4.1. Teatro religioso 4.2. Teatro profano: Juan del Encina 4.3. La Celestina 4.3.1. Texto y autor 4.3.2. Género y estilo 4.3.3. Los personajes 4.3.4. Contenido e intención del autor

Transcript of UNIDAD 14: La literatura del s. XV. · 1.1.4. El sentido de los romances: visión del mundo 2. LA...

Page 1: UNIDAD 14: La literatura del s. XV. · 1.1.4. El sentido de los romances: visión del mundo 2. LA POESÍA CORTESANA 2.1. El amor cortés 2.2. La poesía de los cancioneros castellanos

97

UNIDAD 14: La literatura del s. XV.

A) HISTORIA Y SOCIEDAD

1. ECONOMÍA Y ORGANIZACIÓN SOCIAL

2. LAS IDEAS Y LA CULTURA EN EL SIGLO XV

3. LA SITUACIÓN EN LA PENÍNSULA B) TRANSFORMACIONES HISTÓRICAS DE LOS GÉNEROS LITERARIOS

1. LA LÍRICA TRADICIONAL

1.1. EL Romancero

1.1.1. Los textos: el Romancero como género literario 1.1.2. El origen de los romances 1.1.3. Características estructurales y formales 1.1.4. El sentido de los romances: visión del mundo

2. LA POESÍA CORTESANA

2.1. El amor cortés 2.2. La poesía de los cancioneros castellanos y aragoneses del siglo XV 2.3. Íñigo López de Mendoza, el Marqués de Santillana. 2.4. Juan de Mena 2.5. Jorge Manrique

2.5.1. Coplas a la muerte de su padre

3. LA PROSA 3.1. Prosa didáctica:

3.1.1. Enrique de Villena y Alfonso Martínez de Toledo, arcipreste de Talavera 3.1.2. Antonio de Nebrija

3.2. Prosa de ficción: 3.2.1. Narraciones sentimentales 3.2.2. Libros de caballerías

4. EL TEATRO

4.1. Teatro religioso 4.2. Teatro profano: Juan del Encina 4.3. La Celestina

4.3.1. Texto y autor 4.3.2. Género y estilo 4.3.3. Los personajes 4.3.4. Contenido e intención del autor

Page 2: UNIDAD 14: La literatura del s. XV. · 1.1.4. El sentido de los romances: visión del mundo 2. LA POESÍA CORTESANA 2.1. El amor cortés 2.2. La poesía de los cancioneros castellanos

A) HISTORIA Y SOCIEDAD 1. ECONOMÍA Y ORGANIZACIÓN SOCIAL

En este siglo se produce la disgregación del mundo medieval:

o Políticamente: tendencia a la concentración del poder en manos del rey que apoyará a los florecientes burgueses, frente a los nobles y la Iglesia. Se aproxima al absolutismo.

o Económicamente: aumento de actividades mercantiles, que rompen las barreras de gremios y ciudades.

o Socialmente, honda crisis de las relaciones sociales estamentales. El desarrollo comercial y económico provoca un crecimiento de la burguesía y la difusión de una nueva mentalidad y sus valores:

Independencia de los seres humanos Importancia del provecho económico Interés por el avance científico y técnico Ansia de conocimiento.

2. LAS IDEAS Y LA CULTURA EN EL SIGLO XV

Invención de la imprenta: atribuida al alemán Gutenberg, que hacia 1440 había ideado la imprenta de tipos móviles. La nueva técnica se extendió con rapidez por toda Europa.

La difusión del papel, originario de China, llegó a Europa por el norte de África, Sicilia y la península ibérica, a medida que las tierras eran conquistadas por los árabes. El papel poco a poco se impuso al pergamino.

La imprenta y el papel supusieron el abaratamiento de los libros y la difusión en numerosos ejemplares, con lo cual aumentó el número de lectores. La lectura se convirtió en una actividad individual.

El invento de las lentes para gafas, fruto del desarrollo de la óptica, supuso que más personas tuvieran acceso a la lectura de libros.

Con todo la literatura oral y la lectura en voz alta convivirán por mucho tiempo con la lectura en soledad.

Humanismo: Movimiento cultural procedente de Italia que tiene al hombre como centro de sus preocupaciones (antropocentrismo). Se revaloriza el cultivo de las letras y de las bellas artes, se vuelven los ojos a la Antigüedad clásica greco-latina y se escribe tanto en latín como en las diversas lenguas vernáculas. Se produce asimismo una secularización de la cultura, de modo que se limita el monopolio cultural de la Iglesia.

Grandes humanistas: los humanistas italianos más relevantes son Lorenzo Valla, León Alberti, Leonardo da Vinci, etc. En las letras castellanas destacan Antonio de Nebrija, Jorge Manrique o Fernando de Rojas. En las letras francesas: François Villon y en las catalanas Ausias March o Joanot Martorell.

3. LA SITUACIÓN EN LA PENÍNSULA

La lucha de poder entre la oligarquía nobiliaria y la Corona continúa sin descanso. Las guerras civiles se suceden.

En 1474 sube al trono de Castilla la princesa Isabel, casada con el príncipe Fernando, heredero de la corona aragonesa, a la que accede en 1479. Será entonces cuando los dos grandes reinos peninsulares queden unidos al nivel de los monarcas, aunque ambos reinos seguirán disfrutando de sus propias leyes y fueros.

Los Reyes Católicos comienzan a poner los pilares del Estado moderno: o Refuerzan el poder de la Monarquía, sometiendo a la nobleza. o Establece el Tribunal de la Inquisición. o Conversión de judíos y moriscos: concepto de limpieza de sangre.

Page 3: UNIDAD 14: La literatura del s. XV. · 1.1.4. El sentido de los romances: visión del mundo 2. LA POESÍA CORTESANA 2.1. El amor cortés 2.2. La poesía de los cancioneros castellanos

99

o 1492: Conquista del reino nazarí de Granada. Colón descubre América. Antonio de Nebrija publica la primera gramática castellana.

B) TRANSFORMACIONES HISTÓRICAS DE LOS GÉNEROS LITERARIOS

1. LA LÍRICA TRADICIONAL

Los primeros testimonios escritos en castellano de lírica tradicional son de fines del siglo XV,

si bien debía cantarse desde mucho tiempo atrás. En este cancionero popular y tradicional, cuya forma más difundida es la del villancico (canción propia de villanos), se manifiestan emociones e ideas de modo finamente estilizado y expresivo. Sería la manifestación artística de las capas inferiores de una sociedad todavía rural y tradicional, que muestra una concepción de la realidad bien distinta de la de clases dominantes.

Esta lírica popular, cuyo universo es, en realidad, el mismo que el de otras manifestaciones de la lírica peninsular como las jarchas o las cantigas de amigo gallegas es solo sencilla en apariencia. Destaca en ella su carácter esencialmente simbólico. Símbolos como el mar, las aguas dulces (río, fuente, lago…), el mundo vegetal (árboles, plantas, flores, frutos…), el ancho campo (montes, sierras, valles…), los animales (ciervos, aves…), el viento, el sol, la primavera, el alba, apuntan todos a un concepto vitalista del mundo que invita al disfrute amoroso.

La lírica popular tradicional se caracteriza por una serie de procedimientos expresivos comunes: variedad estilística, imágenes tomadas de la naturaleza cargadas de valor simbólico, intensidad, tensión, énfasis, repetición, juegos de palabras, contrastes, eufemismos1, polisemias2, riqueza temática, verso corto, presencia de estribillo, estructuras paralelísticas, voz femenina. Es decir, sencillez absoluta, ternura, intimidad, gracia.

Durante los siglos XV al XVII esta poesía tradicional convivió con innumerables imitaciones cultas realizada por poetas conocidos que se interesaron por los temas, motivos y recursos formales de la lírica popular.

1.1. El Romancero viejo

1.1.1. Los textos: el Romancero como género literario

Se denomina Romancero viejo al conjunto de romances que se cantaban a finales de la Edad

Media. Algunos se han conservado escritos a partir del siglo XV y, sobre todo, en el XVI, recopilados bien en cancioneros con otros poemas, o en colecciones de romances llamadas romanceros impresos en pliegos sueltos (cuadernillos de cuatro hojas que se vendían a muy bajo precio).

El Romancero viejo es un género de origen oral y popular a fines de la Edad Media, pero está sometido a las determinaciones de los textos escritos, ya que fue recopilado para ser leído por un público burgués e incluso cortesano en los albores del Renacimiento cuando se produce una revalorización culta de lo popular.

Se denomina Romancero nuevo al corpus de romances escrito por los poetas cultos de los siglos XVI y XVII (Cervantes, Lope de Vega, Góngora, Quevedo…) que continúan cultivando el romance al calor de la revalorización culta de lo popular antes mencionada.

1 Eufemismo: sustitución de una palabra o frase por otra para disimular la crudeza, vulgaridad o gravedad de la original, es decir, dulcificación. 2 Polisemia: pluralidad de significado.

Page 4: UNIDAD 14: La literatura del s. XV. · 1.1.4. El sentido de los romances: visión del mundo 2. LA POESÍA CORTESANA 2.1. El amor cortés 2.2. La poesía de los cancioneros castellanos

Junto a los Romanceros viejo y nuevo, cabría hablar del Romancero oral moderno, inmenso conjunto de romances de la tradición oral recogido desde finales del siglo XIX hasta hoy, tanto en la península como en Canarias, Hispanoamérica y en las comunidades sefardíes dispersas por el mundo.

1.1.2. El origen de los romances

El origen de los romances a fines de la Edad Media parece situarse en la descomposición de

los grandes poemas épicos. Al segmentarse definitivamente los largos versos de los cantares de gesta, los hemistiquios iniciales habrían dado lugar a los versos impares sin rima de los romances, mientras que los pares asonantados de estos procederían del segundo hemistiquio de los versos de la épica y de ahí que conserven la rima. La tendencia creciente de los cantares de gesta a los versos de dieciséis sílabas explicaría la forma octosilábica de los romances.

El origen de los romances como fragmentación de los cantares de gesta explicaría también la abundancia de temas épicos en el Romancero viejo.

Sin embargo, la existencia de numerosos romances de temas líricos y novelescos, ha llegado a algunos críticos a pensar que el romance nació como un género originalmente independiente de los cantares de gesta, fruto de la invención de algún poeta que habría tenido inmediata y numerosa continuación.

Por otra parte, el hecho de que sea difícil la distinción entre romances líricos y narrativos y que haya muchas características de la lírica tradicional en los romances, ha llevado a considerar el Romancero como una parte de la lírica tradicional.

Todo lo cual hace que, cualquiera que sea su origen, pueda el romance ser definido como un género épico-lírico.

1.1.3. Características estructurales y formales

Los rasgos formales y estructurales del romance vienen muy condicionados por el secular

modo de transmisión oral y por ese origen que lo emparenta con la canción popular y las gestas épicas.

Pueden destacarse la ductilidad3 del romance, que permite y favorece la recreación; la transmisión activa y creadora de los textos, que da lugar a nuevas versiones adaptadas al gusto, pensamiento y cultura de cada receptor; la importancia de los motivos, tanto formales como temáticos, que, reiteradamente presentes en los textos, facilitan su reelaboración; la existencia de un estilo tradicional que es ingrediente básico de los romances.

La recreación constante de los romances a través de su difusión oral hace que un mismo romance puedan tener numerosas variantes.

Los recursos formales más comunes son las repeticiones, las enumeraciones, las antítesis, la alternancia de los tiempos verbales, el uso de fórmulas y epítetos épicos, el lenguaje arcaizante, la actualización de la acción mediante el adverbio ya o el presente histórico, las llamadas al oyente, los diálogos frecuentes, la sencillez sintáctica, la ausencia de símiles y metáforas complejas. Por tanto, los romances se caracterizan por su aparente claridad y sencillez.

El poder expresivo y dramático de los romances se consigue mediante la concentración, la concisión, la comprensión estilística, la sugerencia emocional. De ahí el fragmentarismo de los romances: en muchos de ellos la acción se inicia y/o termina abruptamente; son característicos los comienzos in medias res y los finales truncados. Ello supone que los romances son estructuras narrativas abiertas, con gran variedad de temas y motivos, lo que facilita la constante innovación de su transmisión oral. 3 Ductilidad: capacidad de adoptar diversas formas y de amoldarse a diferentes condiciones.

Page 5: UNIDAD 14: La literatura del s. XV. · 1.1.4. El sentido de los romances: visión del mundo 2. LA POESÍA CORTESANA 2.1. El amor cortés 2.2. La poesía de los cancioneros castellanos

101

1.1.4. El sentido de los romances: visión del mundo

La oralidad condiciona no solo las peculiaridades formales y estructurales de los textos, sino

su propia visión del mundo. Algunos de los rasgos fundamentales del Romancero viejo estarían relacionados con la

realidad de la que surgen: el narrador objetivo e impersonal, la falta de didactismo y referencias religiosas, la abundancia de preguntas y respuestas intensamente dramáticas en los diálogos, los frecuentes finales trágicos, el recurso esencial del símbolo.

La ausencia del narrador y sus moralizaciones, junto con el fragmentarismo formal de los romances y la preferencia por versiones más breves, cortadas repentinamente en un final dramático, acentúan la impresión de protagonistas abocados a un destino incierto.

Temáticamente, suelen clasificarse los romances viejos en: a) Romances de tema épico castellano (el rey don Rodrigo, Bernardo del Carpio, Fernán

González, los infantes de Lara, el Cid…). b) Romances fronterizos y moriscos (desarrollan escaramuzas guerreras entre moros y

cristianos en las tierras de frontera, o bien cantan la caballerosidad y refinamiento de los moros) c) Romances de tema épico francés (Carlomagno, Roldán, la batalla de Roncesvalles…) d) Romances novelescos y líricos (temas bíblicos, mitológicos, de historia clásica o puramente

inventados).

2. LA POESÍA CORTESANA 2.1. El amor cortés

En el siglo XII surge en Provenza un tipo de poesía que tendrá gran influencia en toda Europa. Sus creadores son los trovadores y su tema el amor. La novedad de esta poesía es considerar la mujer como un ser superior al que el enamorado rinde culto y vasallaje, como si de un señor feudal se tratara. Este tipo de amor recibirá el nombre de amor cortés.

En realidad, se trata de la trasposición de las relaciones sociales del feudalismo al ámbito amoroso:

- El poeta se declara siervo de la dama, a la que llama mi señor, y que aparece caracterizada como un cúmulo de perfecciones (belleza, honestidad…)

- Este servicio o amor a la dama ennoblece el espíritu del enamorado. Su propósito es alcanzar el galardón (en principio, una “prenda” o gesto de la amada, pero, en último término, la consumación sexual), que estima merecer la fidelidad de su servicio.

- La honestidad de la dama impide que pueda acceder a sus deseos (por ello es acusada de cruel por el poeta: la frustración de este transforma el sentimiento amoroso, en principio jubiloso, en sufrimiento y dolor, un dolor inevitable (pues no le es posible dejar de amar), que pone en peligro su vida y que le hace desear la muerte.

Esta poesía influirá en la lírica gallega de los siglos XIII y XIV y, muy en especial en la poesía catalana medieval. Su importancia será también grande en la poesía italiana de autores como Petrarca, cuya lírica tendrá asimismo gran influencia en la poesía europea de la Edad Media y dará lugar a toda una corriente literaria: el petrarquismo.

Page 6: UNIDAD 14: La literatura del s. XV. · 1.1.4. El sentido de los romances: visión del mundo 2. LA POESÍA CORTESANA 2.1. El amor cortés 2.2. La poesía de los cancioneros castellanos

2.2. Los cancioneros castellanos y aragoneses del siglo XV Son colecciones de poesía, compiladas bajo la protección de nobles o reyes, y que

corresponden a los nuevos gustos y costumbres cortesanos. Los cancioneros cumplen una clara función social. El noble ya no es solo guerrero y político, sino también cortesano, mecenas y cultivador él mismo, en muchos casos, del arte poético.

Los cancioneros proliferan durante la segunda mitad del siglo XV y los diversos tipos de manuscritos, algunos de ellos muy lujosos, indican las diferentes capas sociales a las que van destinados (reyes, nobles, lectores burgueses…).

Cancioneros muy importantes son el Cancionero de Baena, el de Estúñiga, el Herberay des Essart y el de Palacio. Todos son manuscritos; el primero impreso es el Cancionero general, preparado por Hernando del Castillo con materiales de fines del siglo XV.

Los temas del cancionero son muy diversos, aunque predomina la temática amorosa, dentro de los conceptos habituales del amor cortés. No se trata de la poetización de un amor idealizado o literario, sino que tras la artificiosidad y dificultad de la poesía se esconden conceptos que rebosan erotismo y pasión sexual. De hecho, junto a la fina poesía cortesana, coexiste otro corpus que celebra sin ambages la alegre unión sexual.

En cuanto a las características formales de la poesía cortesana destaca la artificiosidad y la complicación: ambigüedad, sutileza, ingenio, un vocabulario muy restringido, el gusto por la paradoja y el concepto alambicado y una métrica particular.

Tres son los grandes poetas del cancionero: el Marqués de Santillana, Juan de Mena y Jorge Manrique.

2.3. Íñigo de Mendoza, Marqués de Santillana (1398-1458) Fue uno de los aristócratas más poderosos de su tiempo. Es un representante típico de la

nobleza influida por el humanismo prerrenacentista. Reunió una rica biblioteca, supo rodearse de sabios y compuso una abundante obra literaria. No se puede deslindar su actividad política de su dedicación literaria, ya que como noble utiliza la palabra para conseguir mayor influencia social y política. Esto explica el uso del castellano en un momento de consolidación nacionalista.

En su producción literaria destacan poemas alegóricos al estilo de la Divina Comedia de Dante, como el Infierno de los enamorados o la Comedieta de Ponza, así como los Sonetos fechos al itálico modo, intento fallido de adaptar al castellano el endecasílabo italiano y también poemas de inspiración popular, como sus famosas Serranillas.

2.4. Juan de Mena (1411-1456) Fue secretario del rey Juan II y es un buen ejemplo de humanista puro, dedicado en exclusiva

al cultivo de las letras. De orígenes no nobles, llegó a viajar a Roma, donde estuvo en contacto con el humanismo. Su poesía sin embargo está lejos del ideal renacentista de la claridad y sencillez expresivas. Por el contrario, la complicación, la oscuridad, el artificio, el lenguaje latinizante y la abundante erudición son las características de sus obras, entre las que destaca el Laberinto de Fortuna o Las trescientas, extenso poema alegórico compuesto de estrofas de arte mayos.

2.5. Jorge Manrique (h. 1440- 1479) Nació hacia 1440. Era miembro de una de las familias más poderosas de la sociedad castellana,

entroncada con el antiguo linaje de los Lara. Tanto su vida como su obra están profundamente

Page 7: UNIDAD 14: La literatura del s. XV. · 1.1.4. El sentido de los romances: visión del mundo 2. LA POESÍA CORTESANA 2.1. El amor cortés 2.2. La poesía de los cancioneros castellanos

103

marcadas por su pertenencia al clan, en el que destacan las figuras de su padre, Rodrigo Manrique, maestre de la orden de Santiago, y de su tío paterno, el famoso poeta Gómez Manrique.

En su formación literaria son importantes las relaciones con su tío Gómez Manrique, así como sus vivencias en los ambientes cortesanos, principalmente el de Toledo. En estos círculos cortesanos se escribe sobre todo poesía amorosa dentro de los cauces de la escuela galaico-portuguesa, todavía dentro de los cauces del amor cortés.

De la obra poética que se ha conservado de Jorge Manrique, la mayoría es una poesía amorosa junto a la que hay tres poemas burlescos y de carácter moral, las Coplas a la muerte de su padre y dos estrofas de un poema inacabado.

2.5.1. La poesía amorosa de Jorge Manrique

La poesía amorosa de Jorge Manrique es todavía continuadora de temas e ideas

característicos de una lírica cortesana que repite moldes anteriores. No obstante, su poesía amorosa es menos rebuscada, ya que Manrique recurre a sus propias vivencias como fuente para sus materiales poéticos: el mundo jurídico medieval y la vida de la milicia ofrecen modelos para la construcción alegórica y la expresión metafórica.

Se perciben además innovaciones que enlazan con la poesía de Petrarca y, en general, con la estética renacentista italiana; así, por ejemplo, el uso de antítesis y paradojas para describir el amor. Hay que situar la poesía de Manrique dentro de la evolución de la poesía: abandono de la poesía cultista, erudita y recargada, y una tendencia a una mayor concisión, con el uso de figuras de dicción

sobre todo, basadas en la repetición y el conceptismo como recurso poético. La poesía de Jorge Manrique contribuye a abrir el camino a una renovación poética cuyos ecos

se prolongaron durante siglos. 2.5.2. Coplas a la muerte de su padre (páginas 547 y siguientes) Las Coplas a la muerte de su padre son una elegía en la que la experiencia dolorosa de la

desaparición de Rodrigo Manrique conduce al poeta a una meditación en torno a la vida y la muerte, tras la que propone a su padre como modelo de caballero cristiano.

Las Coplas se sitúan dentro de una extensa corriente literaria que se ocupa del tema de la

muerte4. Sin embargo, las Coplas se alejan de la frialdad cultista y cargada de erudición que pesaba en este tipo de poemas, y se llenan de emoción y de un sentimiento que acercan sus versos a la sensibilidad de cualquier época.

Esta literatura no hacía sino reflejar la permanente preocupación por la muerte que se sentía en el convulso periodo de la Baja Edad Media (guerras, hambrunas, epidemias, revueltas…). Se extiende entonces una visión macabra y truculenta de la muerte que provoca pavor, corrompe lo que había sido bello y destruye las glorias que se levantaron en vida. Es la visión que ofrecen, por ejemplo, las Danzas de la muerte.

Jorge Manrique sintetiza el pensamiento que sobre este tema se aprecia tanto en la literatura como en las predicaciones. Si bien desecha la visión siniestra ofrecida por las Danzas de la muerte, va a recoger una serie de ideas que no son sino lugares comunes en su momento:

La consideración del mundo como vanidad de vanidades, que arranca del Eclesiastés.

El menosprecio de la vida terrena, la cual solo tiene valor porque procura la vida eterna en el cielo. Es una idea característica del ascetismo cristiano y muy divulgada tras la

4 El planto por la Trotaconventos del Libro de buen amor; las defunciones de Gómez Manrique; la Defunción de don Enrique de Villena del Marqués de Santillana, etc.

Page 8: UNIDAD 14: La literatura del s. XV. · 1.1.4. El sentido de los romances: visión del mundo 2. LA POESÍA CORTESANA 2.1. El amor cortés 2.2. La poesía de los cancioneros castellanos

aparición del libro De contemptu mundi (Sobre el desprecio del mundo) de Inocencio III a principios del siglo XIII.

La convención del ubi sunt, interrogación retórica en la que se pregunta dónde han ido a parar aquellos ilustres personajes famosos por sus glorias. Se trata de un tópico de origen bíblico.

La inestabilidad de la Fortuna. De ella ya se hablaba en la Biblia, pero adquiere enorme difusión por las convulsiones sociales y políticas de los siglos XIV y XV; basta recordar el Laberinto de Fortuna de Juan de Mena o Bías contra Fortuna del Marqués de Santillana. Con esta preocupación enlazaba la literatura de las caídas (casos) de hombres poderosos y excelsos5. La realidad misma proporcionó un ejemplo que se convirtió en emblemático: la caída del privado del rey Juan II, Álvaro de Luna.

La presencia igualadora de la muerte implacable.

Se pueden añadir otras ideas tradicionales habituales en el siglo XV: el recuerdo de la felicidad pasada como un sufrimiento, la consideración de que el tiempo pasado fue mejor que el presente y que el futuro hay que darlo por perdido, la existencia de tres vidas: la terrena, la de la fama y la eterna, etcétera.

Son múltiples los conceptos y valores antiguos integrados en la ideología caballeresca y

cristiana dominante en la Edad Media que son formuladas por Jorge Manrique. Y en este sentido, las Coplas han de ponerse en relación con el sermón:

Recursos estilísticos: formas exhortativas, estilo expositivo, sentenciosidad, etc.

Composición: explicación mediante ejemplos, ideas que se despliegan pasando de lo abstracto a lo concreto, división en tres partes de los temas, etc.

Didactismo del sentido cristiano de la vida: primacía de lo espiritual eterno sobre lo humano, menosprecio del mundo, muerte como tránsito para la vida eterna, etc.

Las Coplas no se pueden comprender si no se entiende el momento histórico en que nacen,

tanto en la perspectiva social como en la individual del autor. El cuerpo doctrinal que sentenciosamente se expone, la mirada melancólica a través del recuerdo, la idealización ejemplarizante de Rodrigo Manrique, que, de noble intrigante que fue, es convertido en un modelo de caballero cristiano en su vida y en su muerte, se han de considerar en relación con la turbulenta crisis social y política del siglo XV y con la crisis familiar de los Manrique: muerte del patriarca, pérdida del poder político, enfrentamiento del propio Jorge Manrique con los Reyes Católicos, que acabó con el poeta en prisión.

La quiebra de la sociedad feudal provoca en la época una fuerte crisis espiritual y de valores. Dicha crisis conlleva una pérdida del sentido tradicional cristiano de la muerte, que pasa a ser concebida, más que como puerta abierta hacia la vida eterna, como una fuerza siniestra que arrebata y aniquila al hombre empavorecido.

Jorge Manrique intenta volver a integrar el hecho de la muerte en la visión aristocrática del mundo, y para ello pretende ofrecer en su padre un ejemplo de perfecto caballero cristiano, sereno y conforme con su muerte. Además, idealiza la figura paterna, reinterpretando la historia para enaltecer al individuo y a la propia casta.

5 Tiene como precedente el libro de Boccaccio De casibus virorum illustrium, traducido por Pero López de Ayala con el título Caída de príncipes.

Page 9: UNIDAD 14: La literatura del s. XV. · 1.1.4. El sentido de los romances: visión del mundo 2. LA POESÍA CORTESANA 2.1. El amor cortés 2.2. La poesía de los cancioneros castellanos

105

La estructura de las Coplas: se pueden dividir en tres partes:

Primera parte: ocupa las primeras trece estrofas y en ellas el poeta reflexiona sobre la fugacidad de las cosas terrenales y expone la visión cristiana de la vida, atenta siempre a la eternidad.

Segunda parte: ejemplifica este carácter transitorio de lo mundano. Se trata del tópico del ubi sunt, característico de la literatura funeral, pero con la originalidad que se mencionan sólo ilustres personajes de la historia castellana reciente.

Tercera parte: la constituye la glorificación de Rodrigo Manrique, ejemplo de noble cristiano. Esta última parte viene a modificar la visión de la muerte aniquiladora de todo lo vivo expuesta en las primeras veinticuatro estrofas. Rodrigo Manrique llega a triunfar con su fama sobre la muerte. Así, la amargura deja paso a un cierto sentimiento de gozo por la vida y de optimismo que consuela al hombre en su destino mortal.

Métricamente, el poema está escrito en coplas de pie quebrado: estrofas formadas por dos

sextillas con rima independiente: 8 a, 8 b, 4 c, 8 a, 8 b, 4 c. En cuanto al estilo, hay que subrayar su sencillez, lejos de la grandilocuencia y la afectación

de la poesía del momento, las Coplas destacan por su naturalidad estilística y el lenguaje llano. El lenguaje poético, además, profundiza en la búsqueda de nuevas formas: la concisión, las figuras de dicción, las antítesis, los juegos conceptuales, el recurso a la propia experiencia vital en la expresión poética, alejándose de la abstracción y, sobre todo, el uso original de las imágenes que, aunque tomadas de la tradición y con precedentes en su empleo literario, sirven para poetizar unas reflexiones sobre la vida y la muerte bastante extendida en las predicaciones y la literatura didáctica.

3. LA PROSA DEL SIGLO XV Durante este siglo el desarrollo de la prosa en castellano es muy notable. Son numerosos los

libros escritos en prosa y muy variados los temas de que tratan. La lengua romance gana en complejidad y se van convirtiendo, pues en una lengua de cultura válida para la expresión de todo tipo de saber.

Prosa didáctica: Destacan dos figuras representativas de la primera mitad del siglo XV, Enrique de Villena,

autor de Los doce trabajos de Hércules y Alfonso Martínez de Toledo, Arcipreste de Talavera, autor de El Corbacho, donde destaca la espléndida utilización del habla popular de la época.

Prosa de ficción: Se nota ya en la prosa de ficción una evolución que la aleja de la simplicidad de los exempla

medievales. Dos son los grandes géneros que se desarrollan en este siglo: los libros de ficción sentimental y los libros de caballerías.

a) Las narraciones sentimentales: Anticipan muchos rasgos de la novela moderna: personajes en conflicto con su entorno,

análisis de la intimidad individual, cierta evolución psicológica de los personajes, protagonistas angustiados y desdichados, etc. La obra cumbre de este género es la Cárcel de amor de Diego de San Pedro, libro muy popular en su tiempo.

Page 10: UNIDAD 14: La literatura del s. XV. · 1.1.4. El sentido de los romances: visión del mundo 2. LA POESÍA CORTESANA 2.1. El amor cortés 2.2. La poesía de los cancioneros castellanos

b) Los libros de caballerías: Debían de conocerse y de leerse en la Península desde los últimos siglos medievales. Se

hicieron traducciones y adaptaciones desde muy pronto. Los temas relativos a Carlomagno (ciclo carolingio) y al rey Arturo (ciclo bretón o artúrico) son los más comunes, aunque tampoco faltan los asuntos de la Antigüedad clásica y libros con nuevos héroes ficticios.

La primera muestra estrictamente peninsular es el Libro del Caballero Zifar, escrito hacia 1300. De finales del siglo XV es el Tirant lo Blanch, en lengua catalana, pronto traducido al castellano.

El libro de caballerías más importantes es, sin embargo, Amadís de Gaula, del que debieron de circular diversas versiones ya desde el siglo XIV, pero del que solo conocemos la versión de 1508 publicada por Garci Rodríguez de Montalvo.

Los libros de caballerías son libros de aventuras protagonizadas por caballeros cuya misión es restablecer el orden y proteger a los indefensos. Los libros de caballerías reafirma la necesidad del estamento nobiliario es una época en que la función guerrera de la nobleza, con la aparición del soldado profesional, está puesta en entredicho. Este hecho explica la adscripción del protagonista desde el principio de la obra a un linaje escogido, genealogía ilustre que quedará justificada por las acciones gloriosas del héroe, cuyos valores serán los típicos del caballero feudal: valor, honor, lealtad y religiosidad. Estos héroes y la imagen del mundo que transmiten están muy idealizados y sujetos a unas convenciones formales muy estrictas, como corresponde a los nuevos gustos de la nobleza.

Literariamente, los personajes de los libros de caballerías son meros tipos, sin apenas evolución ni desarrollo psicológicos, el amor es el tema central de las obras y lo que determina el comportamiento de los personajes divididos maniqueamente en buenos y malos; los escenarios son imaginarios y, a menudo, maravillosos. Todavía están lejos de la novela moderna que llegará con el Lazarillo y el Quijote.

4. EL TEATRO EN EL SIGLO XV Existen variados testimonios de que en este siglo se desarrollaba cierta actividad teatral en

Castilla, e incluso conservamos diversos textos teatrales. No obstante, hay que indicar que durante la Edad Media y aun en el siglo XVI, es difícil distinguir entre el puro espectáculo teatral y las distintas conmemoraciones, celebraciones, ferias y fiestas.

Danzas de la muerte

Es posible, por ejemplo, que pudiera ser dramatizada la anónima Danza general de la muerte, de finales del siglo XIV o principios del XV. Forman parte de un grupo de largos poemas o danzas de la muerte, abundantes en la literatura europea de finales de la Edad Media, en una época en la que la obsesión por la muerte tuvo su reflejo en la literatura y el arte. En las danzas la muerte invita a un siniestro baile a todos los nacidos, desde los más poderosos al campesino más humilde. Se insiste en el poder igualatorio de la muerte, lo que implica una abierta sátira social.

Teatro religioso

Se conocen diversas manifestaciones dramáticas desde mediados del siglo XV. Estas obras, llamadas autos, se representaban en carros o escenarios móviles durante la festividad del Corpus y constituyen el antecedente de los autos sacramentales.

Page 11: UNIDAD 14: La literatura del s. XV. · 1.1.4. El sentido de los romances: visión del mundo 2. LA POESÍA CORTESANA 2.1. El amor cortés 2.2. La poesía de los cancioneros castellanos

107

Conservamos algunos dramas religiosos, como dos obras de los ciclos de Navidad y de la Pasión de Gómez Manrique, o un Auto de la Pasión atribuido a Alonso del Campo.

Característico del teatro navideño es un personaje que luego será muy importante en todo el teatro posterior: el pastor bobo. Presentado como descreído a causa de su ignorancia, es el personaje central de la representación, que concluye su conversión final. Posee un valor alegórico, más allá de su diseño cómico primario.

Teatro profano

A finales de siglo, tenemos ya también notables muestras de teatro profano. En su aparición es fundamental el refinamiento en los gustos de la nobleza, que comienza a dar acogida en los palacios a las representaciones dramáticas.

En esta transformación tiene una enorme importancia la labor del primer gran autor teatral castellano: Juan del Encina. De orígenes modestos, su valía le hace destacar como músico y poeta, y también como actor y autor dramático. Desarrolló su labor teatral en Alba de Tormes, al servicio de los duques de Alba, en cuya corte se representaron sus creaciones. Lo más significativo de su teatro es, a diferencia de los aristocráticos pastores, a imitación de Virgilio, la utilización de personajes campesinos que hablan un lenguaje rústico y chistoso.

Coincidiendo con el cambio de siglo, Encina marcha a vivir a Roma. De entre sus obras de esta época merecen destacar la Égloga de Fileno, Zambordo y Cardonio, la Égloga de Plácido y Victoriano y la Égloga de Cristino y Febea.

4.1. La Celestina 4.1.1. Texto y autor En 1499 se publica anónima la Comedia de Calisto y Melibea. Constaba de 16 actos. Se reedita

al año siguiente, acompañada de unos preliminares en los que aparece el nombre del autor, Fernando de Rojas, que dice haberse encontrado el acto I ya escrito por un desconocido y haber continuado la obra. En 1502 se imprime con un nuevo título Tragicomedia de Calisto y Melibea y con importantes novedades, cinco nuevos actos, diversas interpolaciones, modificaciones y supresiones, y un prólogo en el que Rojas justifica los cambios. Éste es el texto definitivo que ha pasado a la historia con el título de La Celestina, nombre del personaje más significativo de la obra. El éxito de la Tragicomedia será inmenso y las ediciones se sucederán desde entonces.

Fernando de Rojas nació en La Puebla de Montalbán (Toledo) hacia 1475, en el seno de una

familia de judíos conversos (su padre fue condenado por la Inquisición en 1488 por judaizar). Estudió leyes en Salamanca y en esa época debió de componer La Celestina. Establecido en Talavera de la Reina en 1507, llegó a ser alcalde de la ciudad. Se casó con una mujer también de familia conversa y vivió, pues, durante toda su vida en el ambiente hostil a esta minoría, como prueba el que, cuando su propio suegro, fue procesado en 1525, al ser propuesto Rojas como defensor, fuera él mismo considerado sospechoso. Murió en 1541.

4.1.2. Género y estilo La Celestina es una obra dialogada de considerable extensión. Esto ha hecho que para unos

se trata de una obra de teatro, mientras que otros piensan que estamos ante una novela dialogada.

Page 12: UNIDAD 14: La literatura del s. XV. · 1.1.4. El sentido de los romances: visión del mundo 2. LA POESÍA CORTESANA 2.1. El amor cortés 2.2. La poesía de los cancioneros castellanos

Los partidarios de que se trata de una obra de teatro argumentan que no existe narrador alguno, los personajes hablan siempre directamente y sus palabras son las que crean la realidad que los rodea y ordenan el espacio y el tiempo de la acción. La obra no estaría destinada a la representación pública, sino a la lectura colectiva, según una extendida costumbre en los medios escolares de la época. Aparte de estas razones esenciales, la obra pertenecería al género dramático en razón de los modelos literarios de los que parte: la comedia romana y la comedia humanística italiana.

Los defensores de que se trata de una novela mantienen que el libre tratamiento del espacio y el tiempo, la existencia de escenas no dramáticas y el diseño de los personajes, retratados en la intimidad, con cierta evolución psicológica y marcado individualismo, serían rasgos más propios de la novela que del drama, a lo que podría sumarse el carácter irrepresentable del texto.

En cuanto al lenguaje y estilo, coinciden en la obra la lengua culta y erudita y la lengua

popular. Cada personaje suele hablar de acuerdo a su condición social, salvo Celestina que cambia de registro según el interlocutor o la situación en que se encuentren.

La lengua culta abunda en latinismos, frases largas, verbos al final de la oración, utilización de sentencias cultas o citas de la Antigüedad clásica.

La lengua popular es, por el contrario, viva y rápida, con numerosos refranes, frases cortas, expresiones coloquiales, chistes, insultos…

La variedad lingüística muestra el poder de la palabra en la Tragicomedia, que sirve para comunicar y relacionarse con los demás, pero también para persuadir, convencer, engañar y dominar a los otros.

4.1.3. Los personajes Los personajes de La Celestina se dividen en dos grupos sociales: los personajes de elevada

clase social (Calisto, Melibea, Pleberio y Alisa) y los de las clases populares (Celestina, Sempronio, Pármeno, las prostitutas Areúsa y Elicia y los criados Tristán y Sosia).

a) Los personajes de elevada clase social

Calisto: es el galán. Rico, ocioso, posee rentas y criados. Se comporta como un enamorado cegado por la pasión. Para conseguir su objetivo, la conquista de Melibea, carece de escrúpulos y utiliza todas las artimañas imaginables. Habla con un lenguaje retórico propio de la literatura cortesana. Se ha visto en él una parodia del héroe de los libros sentimentales.

Melibea: también es una joven rica y de buena familia. Se comporta de una manera muy activa en la obra. No oculta su pasión y muere finalmente por ella. Algunos críticos la ven, igual que a Calisto, como un ejemplo de una persona trastornada por la pasión y, por tanto, también paródica. Otros consideran que es un personaje de carácter rebelde, honesto y sincero, cuya pureza de sentimientos contrasta con los de su amante.

Pleberio y Alisa: padres de Melibea, son personajes de poco relieve, excepto al final de la obra, cuando se comportan como padres que desconocen los verdaderos sentimientos de su hijo y se muestran sorprendidos por los acontecimientos que se descubrirán en el final del drama.

Page 13: UNIDAD 14: La literatura del s. XV. · 1.1.4. El sentido de los romances: visión del mundo 2. LA POESÍA CORTESANA 2.1. El amor cortés 2.2. La poesía de los cancioneros castellanos

109

B) Los personajes de clases populares

Celestina: alcahueta, maga y hechicera, con gran conocimiento de la vida y del corazón humano. Es la figura central en las relaciones del resto de los personajes de la obra. Pese a su sabiduría, está cegada por la ambición, lo que la conducirá a la muerte. El tipo de la alcahueta o tercera tenía ya una larga tradición literaria (comedia latina, la Trotaconventos del Libro de buen amor) y era un personaje conocido en la literatura popular medieval. La maestría de Fernando de Rojas consiste en fundir todos esos modelos y superarlos, convirtiendo al estereotipo literario en un personaje dotado de individualidad, de intimidad personal y de intensa vida propia.

Los criados (Pármeno y Sempronio, Tristán y Sosia) y las prostitutas (Areúsa y Elicia) representan el dominio de los sentidos, del interés egoísta y de la codicia. Todos ellos son conscientes de su posición de clase y, salvo Tristán y Sosia, odian a sus amos.

4.1.4. Contenido e intención del autor Amor, muerte, ambición, egoísmo, codicia, lucha de clases son los temas centrales de La

Celestina. Amor entre los protagonistas y también en las personas de baja clase social (lo que es en la literatura culta muy novedoso); muerte de gran parte de los personajes; ambición extrema en los criados y la vieja alcahueta, pero también en Pleberio, el padre de Melibea, que ha dedicado su vida a atesorar bienes; lucha de clases desde la primera hasta la última página.

En cuanto a las interpretaciones de la obra hay dos opiniones básicas: hay quienes consideran

que la obra tiene una finalidad moral y pretende mostrar a los lectores las consecuencias de los malos comportamientos. Otros, haciendo hincapié en el origen converso del autor, subrayan la visión que ofrece de esa realidad conflictiva, su desengaño y su honda desesperación, la concepción de la vida como guerra e, incluso, su completo nihilismo.6

La obra refleja ejemplarmente la mentalidad de la sociedad castellana de fines de siglo XV y

los valores propios del capitalismo incipiente: el afán de lucro7, el pragmatismo8, el individualismo, el placer de la vida. La mentira, la traición y el engaño marcan la vida de los personajes, así como el dinero, que lo puede todo. Los personajes se utilizan los unos a los otros y no hay verdadera solidaridad ni amistad. Ni siquiera amor que es ciega pasión o puro interés, esto ocurre incluso ante el sentido planto de Pleberio tras el suicidio de su hija que parece lamentarse exclusivamente por la pérdida de la heredera.

La Celestina cierra de modo brillante la literatura castellana medieval, mostrando abiertamente el conflicto entre los nuevos y viejos valores. Los personajes, los sentimientos, incluso los modelos literarios son sistemáticamente destruidos en una sociedad competitiva y materialista. Fernando de Rojas niega los valores del pasado pero no propone otros. En La Celestina no parece existir el futuro.

6 Nihilismo: negación de todo principio religioso, político y social. 7 lucro: ganancia o provecho que se saca de algo. 8 pragmático: actitud y pensamiento que valora sólo la utilidad y el valor práctico de las cosas.