Una nueva iniciativa del Espíritu: Lavalla200>

“Comunidades internacionales para un nuevo comienzo”

En los últimos tres años han sido creadas seis nuevas comunidades maristas en diferentes lugares del mundo, integradas por laicos y hermanos, con una séptima lista para comenzar a finales de este año. Dentro de los parámetros actuales de la iglesia hoy, estos datos resultan significativos. Es un pequeño signo que pone en evidencia una vez más que "la Misión no está en crisis" – porque es la Misión del Espíritu de Dios.

La chispa que incendió esta iniciativa fue durante un encuentro de líderes maristas en 2013. El H. Superior General, en ese entonces el h. Emili Turú, la plasmó en una carta titulada "La danza de la misión" donde hacía una clara invitación a todos los maristas, hermanos y los laicos “a discernir, ante Dios, si se sienten llamados a salir de su país de origen para formar parte de una comunidad internacional en otra región del mundo”. “Si deseas ofrecer algunos años de tu vida al servicio de la misión marista más allá de las fronteras de tu provincia o de tu país, te animo a dar un paso adelante y a dar a conocer tu disponibilidad ".

La carta contiene la visión que está detrás e inspira la propuesta:

“Acercándonos al inicio del tercer siglo de vida y misión maristas, y tratando de ser fieles a nuestros orígenes, creemos que llegó la hora para los Maristas de Champagnat de despertar a la aurora de un nuevo comienzo a través de:

• UNA SIGNIFICATIVA PRESENCIA EVANGELIZADORA ENTRE NIÑOS Y JÓVENES EN SITUACIÓN DE VULNERABILIDAD, donde otros no van, promoviendo su protagonismo y la defensa de sus derechos.

• DISPONIBILIDAD GLOBAL: creando una nueva mentalidad y una nueva actitud, yendo más allá de los horizontes habituales de nuestras unidades administrativas y regiones, y abriéndonos a las posibilidades de colaboración internacional para la misión.

• INTERCULTURALIDAD: comunidades internacionales maristas que promueven en su interior la comunión de culturas y el aprecio por su diversidad, así como su inserción en el contexto en el cual se encuentran.

• UNA VIDA SIGNIFICATIVA: por su calidad evangélica y por el testimonio fraternal de las comunidades, que pueden adoptar distintas formas en cuanto a sus miembros (hermanos, laicos, otras congregaciones…)

• UN ÉNFASIS EN ESPIRITUALIDAD: un claro compromiso de profundizar en nuestra experiencia espiritual, atendiendo a las dimensiones mística y apostólica de nuestra vida marista.

“Creemos que los puntos contenidos en esta visión son un llamado para que todos y cada uno de los maristas los hagamos realidad según el propio contexto. Al mismo tiempo, somos conscientes de que la interculturalidad, un importante aspecto de esta visión, es algo todavía incipiente en el Instituto. Por eso, siguiendo las propuestas hechas durante la Conferencia general, creemos que debemos continuar creando comunidades internacionales en los cinco continentes, para que esta visión de futuro se haga concreta y tenga visibilidad”.

(Montagne: la danza de la misión, 25 de marzo de 2015)

A partir de esa invitación, unas 125 personas han dado sus nombres y se han ofrecido para formar parte de esta iniciativa. 55 de ellos han realizado el programa de preparación y discernimiento especialmente diseñado para este propósito: (23 en 2016; 15 en 2017; 17 en 2018). Han participado personas de los cinco continentes: la más joven de 24 y el mayor 78; 33 hermanos y 22 laicos (4 parejas casadas; 9 laicas y 5 laicos). Sus países de origen/residencia son (22) Argentina, Australia, Bolivia, Brasil, Camerún, Canadá, Chile, Colombia, Ghana, India,

Italia, Corea, Madagascar, México, Nigeria, Pakistán, Paraguay, Perú, Filipinas, España, Estados Unidos de América, Venezuela.

Es el H. Superior general acepta su compromiso, hace el envío como misioneros maristas y recomienda su nombramiento al Provincial donde se sitúan las nuevas comunidades en las diferentes "regiones" del Instituto: África, a Atlantis en Sudáfrica (3 hermanos, un matrimonio y una laica); Arco Norte, a East Harlem en USA: (3 hermanos, una laica y un laico) y a Cuba (2 hermanos y un matrimonio); Europa, a Siracusa, Italia: (2 hermanos, 2 laicas, 2 lacios) y para Moinesti, Rumania (2 hermanos, un matrimonio); Oceanía, a Mt Druitt, Australia: (2 hermanos, un matrimonio); Sudamérica, a Tabatinga, Amazonas, Brasil: (2 hermanos, 2 laicos). Además, 2 miembros Lavalla200> (un hermano y un laico) han sido enviados a Fratelli (proyecto conjunto Maristas y hermanos de la Salle) para atender a los refugiados sirios en la ciudad de Rmeileh en El Líbano. Además, 10 hermanos, una laica y un laico fueron enviados a las comunidades existentes en tres países del distrito internacional de Asia y dos a alguna de las casas de formación. Tres hermanos (incluyendo el equipo de formación) fueron nombrados para el servicio de la administración general.

La ubicación de las nuevas comunidades es a propuesta de los provinciales a través de los organismos regionales con el claro objetivo de atender a los jóvenes más vulnerables. El apostolado concreto de cada comunidad debe ser discernido e implementado por la propia comunidad en diálogo con los líderes regionales y la Administración General. Como se puede apreciar a primera vista, esto requiere tiempo y paciencia. La prioridad al inicio es construir la comunidad marista intercultural. Cabe añadir que, en la mayoría de los casos, se debe aprender un nuevo idioma. El proceso de inmersión entre la gente del lugar y en su cultura propia, el contacto con la iglesia local y grupos afines, la atención a los detalles prácticos de los servicios de apoyo y la aclimatación al ritmo local son aspectos esenciales de 'un nuevo comienzo'.

Carácter especial de estas comunidades

1. Son interculturales: internacionales, mixtas por las diversas formas de vida cristiana – religiosos, matrimonios, solteros-, de diferentes edades, género, orígenes culturales, sociales, profesionales y educativos, con un gran espectro de personalidades. ¡Algunos dirían que estamos locos por incorporar tal diversidad de personas viviendo bajo el mismo techo! Pero no hay locura mayor que la de Jesús con su visión de vivir como hermanos y hermanas y servir a ' los pequeños '. En otras palabras, estas comunidades están necesariamente basadas en la experiencia de fe para permanecer unidos. Un aspecto clave, es que sus relaciones tienen su núcleo en nuestra misión centrada en un nuevo comienzo para los Maristas. Es el Espíritu quien está haciendo un gran trabajo.

Anthony Gittins CSsp en su libro “Living Misión interculturally” desarrolla esta idea con una conocida historia del Zen: "El maestro les preguntó a sus discípulos: "¿Cómo sabéis que el día comienza a amanecer?" Uno le dice, "cuando se puede distinguir un hilo blanco de uno negro." "No", dijo el maestro. "Cuando se puede ver el contorno de un árbol en el horizonte", aventuró otro. "No", dijo el maestro-y también a todos los demás que se esforzaron en responder a la pregunta. "Cuando se puede mirar a los ojos de un extraño, 'un desconocido', y ves en él un hermano, o una hermana”; es entonces cuando llega el amanecer; hasta entonces, siempre será de noche”.

Él ofrece perspectivas desde otros ángulos para describir el camino que va desde la multiculturalidad pasando por la cross-culturalidad hasta la interculturalidad: "Tenemos religión suficiente para odiarnos unos a otros, pero no lo suficiente como para hacer que nos amemos unos a otros". (Jonathan Swift) "La paz implica una profunda crisis de identidad. Los límites entre uno mismo y los demás, amigo y enemigo, se deben volver a dibujar." (Rabino

Sacks)". Debemos caminar unidos con nuestras diferencias; no hay otra manera de ser uno mismo. Este es el camino de Jesús. "(Papa Francisco)

2. Son comunidades maristas, no comunidades religiosas con voluntarios laicos. Esta característica surgió durante nuestro primer programa de preparación, ya que los laicos preguntaron si los hermanos tomábamos en serio su "incorporación" a una comunidad durante un tiempo prolongado. ¿Cómo vemos nuestras comunidades Lavalla200? ¿Somos todos iguales? ¿Somos todos plenamente miembros o somos sólo colaboradores de larga duración? Hay múltiples ejemplos de voluntarios en el mundo marista que viven un tiempo en comunidades que ya existían previamente y otros tantos en 'comunidades' que comparten vida y misión, pero no todos forman plenamente parte de una única comunidad viviendo juntos bajo el mismo techo.

Así es como nuestra visión evolucionó. Cada uno, desde el propio camino vocacional, comparte el liderazgo y es co-responsables de la vida y misión de la comunidad. Nuestras comunidades intencionales tienen unas estructuras flexibles que son discernidas por todos. Sabemos por qué hemos elegido vivir juntos. Constantemente tenemos esta referencia en mente durante nuestros momentos de diálogo comunitario y la oración. En algunos lugares es designado un coordinador del proyecto apostólico.

Está en estudio el estatus canónico de estas comunidades.

3. Se vive con frecuencia la experiencia de aislamiento. Algo inevitable en comunidades ubicadas en las periferias geográficas o existenciales. Incluso también, en ambientes ciudadanos donde la palabra 'aislamiento' puede resultar extraña, ya que dichas comunidades están Iniciando una nueva presencia más allá de las estructuras maristas y eclesiales existentes. No es fácil identificar a los compañeros, menos aún a compañeros de corazón. Su presencia no es siempre universalmente acogida por razones como su independencia de pensamiento y forma de hacer; por el resentimiento y la sospecha de la gente del lugar hacia extraños -algunas experiencias negativas del pasado de misioneros y ONGs... Pueden llegar a sentirse muy vulnerables por sus propios valores y por su fe. (Cf película Silencio).

Además del apoyo pastoral del Provincial local, ha sido nombrado un equipo de acompañamiento internacional para continuar el acompañamiento de las personas y de las comunidades. Anualmente se hace la visita a las comunidades, redes sociales hacen posible también establecer contactos frecuentes y ser miembro activo de una comunidad virtual.

4. Son comunidades patrocinadas por la región, no solo por la Provincia local. Indirectamente, esta iniciativa está generando un nuevo dinamismo en las regiones del Instituto. Todas las provincias de una región están involucradas en el discernimiento de dónde se establecerán las comunidades y el enfoque de su apostolado. Antes, dicha colaboración nacía sobre todo para responder a necesidades internas, como las casas de formación interprovinciales y otros servicios conjuntos internos de la región.

Lavalla200> es un llamado a soñar y combinar fuerzas para el futuro del carisma y misión marista, ofreciendo nuevas formas de estar presentes entre los niños y jóvenes al margen de la vida, enfrentando desafíos humanos y sociales emergentes como la inmigración, los que buscan asilo, la trata de personas, la defensa y promoción de los derechos de los niños.

Las comunidades Lavalla200 ofrecen también la posibilidad de recibir voluntarios de la región en la realización de campamentos de vacaciones y experiencias de inmersión. También desempeñan un papel especial dentro de la región, comunicando su experiencia e inspirando a otros sobre "un nuevo comienzo".

Algunos aprendizajes:

Vida comunitaria:

Lleva tiempo desarrollar relaciones de confianza mutua. Con el paso del teiempo, trabajar juntos como colegas no es suficiente.

Los miembros de una comunidad tienen que hacer un compromiso personal con la visión de Lavalla200> y el bienestar de los demás. Si ponen condiciones en a este compromiso o son selectivos es mejor que se retiren.

Estamos llamados a descubrir la dignidad de la diferencia. Resulta incómodo y humillante desconocer nuestros propios prejuicios.

Para mantener y crecer como comunidad, se necesita compañerismo, empatía, respeto mutuo y tolerancia.

Las mutuas relaciones vacilan cuando la fe no es compartida. Se precisa del encuentro regular para identificar y expresar emociones y

necesidades, para reconocerse mutualmente y para articular las frustraciones. No siempre resulta viable la conformación de las comunidades en base a los

perfiles de las personas a pesar de su idealismo. Todavía queda trabajo por hacer para desarrollar estructuras administrativas

adecuadas en las provincias locales para la atención a las comunidades Lavalla200>. Además de que no siempre ni todas las personas reconocen a los laicos como miembros de la comunidad marista.

Pueden aparecer tensiones dentro de la comunidad antes de quede definido el apostolado común, especialmente si esto lleva mucho tiempo.

Realmente compartir el liderazgo, valorar nuestra igualdad como maristas en la toma de decisiones, no es fácil. La tentación de que una persona ejerza el liderazgo sin diálogo e incluso tome el control está siempre ahí.

Apostolado:

Discernir 'nuevos' apostolados Maristas para estar con los jóvenes en situación de marginación es un reto difícil para cualquier comunidad.

La iniciativa Lavalla200> prevé trabajar como equipo, no de forma separada o en apostolados individuales. Este es un reto para todos, y especialmente para algunas personas.

Una vez que el proyecto marista ha sido definido, es importante nombrar a uno de los miembros como el Coordinador del mismo para el liderazgo, la gestión y como referencia para personas o instituciones externas.

Se necesita discernir de manera conjunta (miembros y responsables Maristas) las habilidades personales para el apostolado, así como la preparación de la comunidad para el mismo.

Nuestro carisma nos lleva implicar a los jóvenes en su propio crecimiento personal en todas sus dimensiones. La hospitalidad en sí misma no es nuestro apostolado.

Trabajamos mejor con la iglesia local que como empleados o personas con responsabilidades en la iglesia. Necesitamos trabajar estrechamente con las ONGs y otras instituciones, especialmente al principio. No ha sido fácil ni satisfactorio "heredar" o recibir un proyecto existente. Una forma de comenzar utilizada en muchos países es proporcionar servicios de apoyo educativo: centro de

tutoría, bibliotecas, centro de computación, clase de idiomas, albergues; o servicios pastorales con jóvenes ... Esto puede ser más delicado cuando se trata de un grupo específico: niños discapacitados, gitanos, grupos

indígenas/tribales, hijos de familias refugiadas, niños afectados por el VIH/SIDA, niños vulnerables... En muchas situaciones, no es posible participar de forma directa en pastoral/catequesis: p.ej. con

musulmanes, refugiados, y en muchos países de Asia, también por la limitación de la lengua… Tener una visión a largo plazo es importante: "preparar formadores", líderes juveniles, que puedan ser

profesionales para la formación y el desarrollo de la misión, en participar en la pastoral vocacional. Los laicos prefieren participar en actividades al poco tiempo de su llegada. Comparan su "nueva" situación

con la que han dejado atrás y se preguntan si han tomado la decisión correcta. Para ellos "el tiempo va más deprisa” que para los hermanos.

Las dificultades para aprender el idioma representan un verdadero desafío para la ubicación de laicos, especialmente en Asia, si tienen un compromiso temporal reducido de 2 años.

Probablemente hay que prever alguna inversión financiera para la vivienda, espacios de recreación,… así como para el pago de instructores locales. Esto puede venir directamente de fuentes maristas o de agencias financiadoras de la región.

Algunos tendrán que iniciar una formación especial como, por ejemplo, para un trabajo social específico, o de desarrollo comunitario, o para la enseñanza de la lengua y la pastoral juvenil…

La mayoría de los apostolados requieren autorización del gobierno. Esto puede llevar a crear una Fundación o Asociación, esto asegura la confianza, hace que la caridad pueda ser registrada, pone de manifiesto la condición de la ONG...

Nuestros miembros deben capacitarse en las normas locales de protección infantil y recibir la autorización correspondiente para trabajar con niños antes de comenzar las actividades. Esto puede ser de gran ayuda para la diócesis o para la provincia local, pues este aspecto podría convertirse en un proyecto real de la comunidad donde no existen todavía la práctica ni los protocolos.

La comunidad necesita pensar qué estrategias seguir en el área de la comunicación para compartir su experiencia con la región.

Sobre los inicios:

Uno de nuestros mayores desafíos ha sido conseguir visas. Hasta ahora, nunca nos han rechazado, pero se han dado retrasos prolongados.

Esto añade una presión emocional importante en las personas que han hecho un compromiso temporal, que plantea cuestiones sobre el apoyo que necesitan durante este tiempo de espera.

Como consecuencia, también ha significado un comienzo escalonado para nuevas comunidades, ha sido un desafío inesperado.

Apostolado de las comunidades actuales Lavalla200>:

Atlantis: Esta es una ciudad a unos 20 ks. de Cape Town en Sudáfrica. Se desarrolló en los tiempos del apartheid como un centro industrial para proporcionar empleo a gente de color. La inversión se detuvo, pero la gente se ha quedado. La presencia marista está actualmente colaborando con la iglesia local y las ONGs que trabajan con gran cantidad de niños y jóvenes; están realizando gran variedad de actividades semanales y campamentos de vacaciones.

East Harlem: La comunidad ocupa una antigua casa presbiteral en Manhattan. Antes de que se estableciera la nueva comunidad, los hermanos maristas de la región habían dirigido un proyecto en la escuela católica local en favor de los inmigrantes latinos, muchos de los cuales eran indocumentados. Este proyecto continúa y ahora también ofrece un programa de estudios de Bachillerato acreditado por el gobierno mexicano. Además, se da apoyo a una serie de grupos de jóvenes de la parroquia latina.

Moinesti: Una pequeña ciudad en el norte de Rumania donde predomina la iglesia ortodoxa. El objetivo principal de la comunidad hasta el momento ha sido el aprendizaje de la lengua. Se ha puesto claramente de manifiesto que es un gran desafío. Se han realizado contactos con las autoridades locales quienes ya han ofrecido un amplio espacio en un complejo urbano para familias necesitadas; ha sido puesto a disposición de los Maristas para iniciar algunas actividades y ofrecer pequeños servicios a los niños y jóvenes. Algunos de ellos han quedado sin sus padres ya que se han desplazado a otros países de Europa en busca de trabajo.

Mt Druitt: Un suburbio a las afueras de Sydney, considerado como uno de los socialmente más desfavorecidos de Australia. La comunidad marista ha establecido lazos con la comunidad aborigen local y con otros grupos étnicos. Su principal apostolado es ofrecer apoyo escolar en MLZ (Marist Learning Zone) proyecto conjunto entre los Maristas y la educación católica diocesana con el fin de reintegrar a estudiantes que no asisten o abandonan la escuela; fue una iniciativa nacida antes de que la nueva comunidad llegase.

Siracusa: Una pequeña ciudad costera en el sureste de Sicilia, no lejos del puerto de Augusta. La comunidad vive en un centro dirigido por Cáritas diocesana. Su objetivo es atender a los inmigrantes recién-llegados, especialmente a los menores no acompañados. Fueron hechos muchos contactos y especialmente se visitaba diariamente un centro de primera acogida. Últimamente la comunidad ha alquilado un espacio en el centro de la ciudad donde se pretende ofrecer programas de formación, aprendizaje de italiano, asesoramiento jurídico, artes y oficios, o sencillamente un espacio abierto de acogida y compañerismo.

Tabatinga: Tres países (Brasil, Perú, Colombia) comparten una frontera común en esta zona del alto Amazonas. Hay 2 ciudades gemelas – Tabatinga (BR) y Leticia (COL) – que están a más de 1000 kms de distancia de otras ciudades en sus respectivos países, sin carreteras ni otros medios de comunicación que el avión o el barco por lo que ambas están bastante aisladas. La zona alberga diferentes comunidades indígenas provenientes de la selva amazónica y otros descendientes de gente que vive en los márgenes del río; una mezcla de razas y culturas, de “misioneros, mercenarios e inadaptados ", unos tratan de explotar los recursos de la Amazonia y los otros buscan cómo defenderse de ellos. La comunidad está aún por determinar un proyecto marista como tal, aunque se han involucrado en pastoral juvenil de la diócesis. También tiene conexión con un grupo que está trabajando contra la trata de personas.

Cuba: la nueva comunidad se establecerá en Holguín, en el sureste del país, en 2019. Esta ciudad se encuentra a unos 700 km de La Habana; está también a 500 km de la presencia marista más cercana de Cienfuegos. El Obispo ha pedido la presencia marista y ha ofrecido su colaboración. La comunidad tendrá que adaptarse a la cultura social y religiosa particular para determinar su apostolado.

Discernimiento y preparación

Algunos se ofrecen a sí mismos. Otros son invitados. Después de la amplia respuesta inicial debido a la publicidad interna, se ha hecho un gran esfuerzo para alentar a los Provinciales para invitar a posibles nuevos participantes, también se está utilizando el sitio web internacional y las comunicaciones normales para informar e inspirar a otros.

Se depende en gran medida de la provincia local y su equipo para dar respuestas a sus inquietudes y hacer una adecuada recomendación. Para este propósito se han preparado algunos criterios base para la valoración de los candidatos. Con respecto, a los laicos hay muchas cuestiones que tener en cuenta cuando se trata de una disponibilidad mínima de dos años. Algunos de ellos disponen de algún tipo de acompañamiento durante este período.

Con los datos del perfil personal, los controles médicos y antecedentes de su lugar de origen, los nombres de los candidatos se presentan al Consejo General para su aprobación y para participar en el programa de preparación.

Programa de preparación

Resultados esperados:

o Cada persona discernirá si se siente llamada a ser parte de la iniciativa Lavalla200 >. o Los líderes de Lavalla200 > podrán discernir quiénes son las personas llamadas a ser parte del proyecto y

a qué comunidad internacional serán enviados. o Se espera que cada persona llegue a una apreciación más profunda de la diversidad cultural, así como a

comprender los desafíos personales que se enfrentan en la vida intercultural.

o Cada persona desarrollará nuevas competencias y destrezas y una espiritualidad para la vida intercultural.

Para lograr estos resultados se ha diseñado un programa de dos meses de carácter experiencial. El lugar donde se realiza es en una estructura “no institucional” en un conjunto de casas rurales en una pequeña aldea, en la Toscana, Italia, aproximadamente a 50 kms de Florencia.

La elección de este lugar fue por varias razones. Primero, se buscaba un espacio donde se pudiese hacer la experiencia de vivir en pequeñas fraternidades mixtas de 4 o 5 personas, para favorecer una vida comunitaria más profunda a través del compartir y reflexionar juntos, del cuidado mutuo, con espacios de oración abierta y desarrollando un estilo de vida familiar [cocinar, limpiar, ir de compras, etc]. En segundo lugar, se quería estar en un espacio que fuera nuevo para todos: con un idioma desconocido, en un nuevo entorno geográfico y en una nueva cultura. La estrategia de vivir en fraternidades ha demostrado ser muy eficaz para anticipar la vida en grupos mixtos que después experimentarán en sus nuevos destinos.

El discernimiento personal prosigue durante los dos meses tanto por la propia persona en su búsqueda interior como por acompañamiento personal cada semana.

A lo largo de las semanas se realizan una serie de talleres formativos relacionados con el auto-conocimiento, la comunicación, la construcción de comunidad, el itinerario espiritual, el ser marista, la dinámica intercultural y la teología de la misión. Nos sentimos bendecidos por la calidad de los presentadores, personas dispuestas a acompañar los procesos e incluso a quedarse con nosotros en un sencillo entorno rural.

La lengua es un gran desafío. Trabajamos en español y en inglés con la colaboración de traductores que nos asisten en los talleres y presentaciones. Aprender a enfrentar desafíos es parte del proceso.

A mitad del camino, durante el programa, se les invita a los participantes a escribir una carta expresando su disponibilidad al h. superior general. Un encuentro de diálogo fraterno de cada participante con el h. superior general o uno de sus consejeros forma parte del proceso de discernimiento. A partir de estos diálogos y del conocimiento personal, se plantean los posibles destinos donde ser enviados; el equipo de formación y acompañamiento hace también su recomendación al h. superior general para la aceptación de los candidatos y finalmente es él quien los envía. Al final de la experiencia se realiza una peregrinación a los lugares de origen maristas, en ND del Hermitage, en Francia, para que cada uno se sienta enviado como marista para un nuevo comienzo.

Estructura de soporte

Lavalla200 > es una Iniciativa conjunta del Consejo General y las regiones del Instituto. El h. superior general y su Consejo tienen la responsabilidad inicial sobre las personas, y para confirmar el lugar de la posible comunidad. Los líderes regionales proponen las nuevas presencias comunitarias y son los responsables directos de todo lo que hace referencia a la vida y misión de la comunidad, incluidas las finanzas. Es una aventura de costos económicos importantes y costosa también en términos de los valiosos recursos humanos, aunque hay un compromiso mutuo entre las Regiones y el Gobierno general. El Provincial local tiene la responsabilidad propia de gobierno- marista, civil y eclesial - y la atención pastoral de la comunidad, actuando en nombre del grupo regional de líderes.

Hay mucho de nuevo en esta 'estructura' y mucho se ha ido aprendiendo en los últimos tres años. Hemos desarrollado una propuesta de estatutos que definen las respectivas responsabilidades y la gestión de la nueva estructura. También hemos desarrollado un memorando de entendimiento entre los participantes y sus respectivas provincias de origen. Este es un documento muy importante especialmente para los laicos pues pone de manifiesto aquello que cada una de las partes se compromete para el apoyo personal de los miembros antes y después de su permanencia en Lavalla200>.

Con sus propias palabras

Todavía es demasiado pronto para ' evaluar ' la iniciativa. Hemos cometido errores y estamos en un aprendizaje continuo. No queremos jugar con la vida de las personas.

Los testimonios que figuran a continuación son de los propios participantes hablando de aquello que supone para ellos esta experiencia. Sirven como conclusión inspiradora de este artículo.

“Es importante que, como pareja de esposos, aprendamos de los hermanos a ser portadores del carisma y que también aprendan de nuestra vocación como pareja. Estamos muy contentos de formar parte de esta comunidad intercultural, compartiendo nuestra cultura y nuestra espiritualidad, quiénes somos y sobre todo, nos alegra que los corazones de los hermanos y los laicos latan al mismo ritmo.”

"No todo es fácil en la comunidad. Tenemos nuestros momentos felices, así como también momentos de frustración. Lo más importante es que vivimos una experiencia de comunidad, como hermanos ".

“Después de haber salido del centro durante algunas semanas, un joven llamó a la puerta hace unos días y pidió volver a nuestro centro de educación, explicando que la experiencia vivida con nosotros había sido muy buena. Dijo que se había sentido valorado, había descubierto lo que significa la pertenencia a un grupo y que había sido tratado con dignidad”. “Ahora puedo decir que este momento fue un reflejo de lo que nos mueve como Maristas, presentando un rostro materno y desde una presencia tal que un niño pueda volver cuando lo necesite.”

“Valoro todo lo que ha sucedido en mi vida, los momentos altos y bajos, creo firmemente que estos dos años han sido verdaderamente importantes para mi vida.”

“Cuanto más me relaciono con los estudiantes y la gente a través de la enseñanza y otras actividades, más aprendo de ellos y de su cultura. Vale la pena entrar en las tierras desconocidas. Gracias.”

El último Capítulo General (2017) hacía esta afirmación: "el futuro del carisma estará basado en una comunión de maristas, hermanos y laicos plenamente comprometidos". Somos una "familia global carismática", creadores de hogares que son faros de esperanza, el rostro y las manos de la tierna misericordia de Dios, hermanos y hermanas para todos, constructores de puentes, caminando con niños y jóvenes al margen de la vida, respondiendo audazmente a las necesidades emergentes. El h. Superior General entrante, Ernesto Sánchez, tituló su mensaje final: "¡El nuevo comienzo ya comenzó!". Las comunidades Lavalla200> son una clara referencia de ese nuevo comienzo.