Una gota de sol congelada en la noche · Eras el mar abierto a la obsesión del faro. Una gota de...

LEGANÉS GESTIÓNDEMEDIOS

Eras el mar abierto a la obsesión del faro. Una gota de sol congelada en la noche.

( )

Eres la mancha de agua en un relámpago de sombra. La estatua de aire sobre un pedestal de niebla.

Del libro (Rigor vitae), Zaragoza, Olifante 2013

Ángel Guinda

Una gota de sol congelada en la nocheLeganés a Ángel Guinda

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Ángel Guinda nace en Zaragoza el año 1948. Desde 1987 reside en Madrid. Ha ejercido la Enseñanza Primaria y Secundaria como profesor de Lengua y Literatura Española. Fundó la Colección Puyal de poesía y la revista Malvís.

Premio de las Letras Aragonesas. Autor, entre otros libros de poemas, de Vida ávida, Conocimiento del medio, Biografía de la muerte, Claro interior, Espectral (Finalista del Premio de la Crítica), Caja de lava (Finalista del Premio Nacional de poesía).

Ha publicado ensayos como El mundo del poeta, el poeta en el mundo. Y Manifiestos reunidos en La experiencia de la Poesía.

Traductor del poeta goliardo Cecco Angiolieri, contemporáneo de Dante; del portugués Teixeira de Pascoaes y del brasileño Augusto dos Anjos.

Una gota de sol congelada en la noche

Leganés a Ángel Guinda

EDITA: AYUNTAMIENTO DE LEGANÉS LEGANÉS GESTIÓN DE MEDIOS S.A.

DISEÑO: LEGANÉS GESTIÓN DE MEDIOS S.A. Chema Rivero

MAQUETA: Imedisa Artes Gráficas

COORDINACIÓN TÉCNICA: CONCEJALÍA DE EDUCACIÓN. EQUIPO TÉCNICO DE APOYO A LA ESCUELA Ramón Álvarez

Este libro ha sido posible gracias a la colaboración del poeta Ángel Guinda y de:

Los Institutos de Educación Secundaria de Leganés: Butarque, Enrique Tierno Galván, Gabriel García Márquez, Isaac Albéniz, José de Churriguera, Julio Verne, La Fortuna, Luis Vives, María Zambrano, Pablo Neruda, Pedro Duque, Rafael Frühbeck de Burgos, Salvador Dalí, San Nicasio y Siglo XXI.

Agustín Porras Alberto García-Teresa Álvaro & Viñas Antón Castro Antonio Gamoneda Columna Villarroya José Hernández “Chiqui” Manuel M. Forega Mar Lozano Reinoso Miguel Ángel Curiel Olga Valverde Rafa Martín Trinidad Ruiz Marcellán

Olifante Ediciones de Poesía Pregunta Ediciones

Equipo de Apoyo a la Escuela: Auxi Serrano, Concepción Amil, Luis Moreno, Miguel Sánchez, Miguel Fortuoso y Valerio Bermejo

IMPRIME: Imedisa Artes Gráficas DEPÓSITO LEGAL: M-8449-2018

DISEÑO DE PORTADA: Imedisa Artes Gráficas

Una gota de sol congelada en la noche \3

ÍNDICE

Presentación de Santiago Llorente 5

Trinidad Ruiz Marcellán 9

Columna Villarroya 13

IES Butarque 14

IES Gabriel García Márquez 16

Agustín Porras 18

IES Salvador Dalí 20

José Hernández “Chiqui” 23

IES José de Churriguera 24

Miguel Ángel Curiel 26

IES Pablo Neruda 28

Mar Lozano Reinoso 31

IES Isaac Albéniz 32

Antón Castro 34

IES Enrique Tierno Galván 36

Rafa Martín 39

IES Rafael Frühbeck de Burgos 40

Manuel M. Forega 42

IES Julio Verne 44

Álvaro & Viñas 47

IES San Nicasio 48

Alberto García-Teresa 51

IES Siglo XXI 52

Mar Lozano Reinoso 55

IES La Fortuna 56

Antonio Gamoneda 59

IES Pedro Duque 60

Olga Valverde 63

IES María Zambrano 64

Columna Villarroya 67

IES Luis Vives 69


Un año más os presentamos este magnífico libro con el que queremos llegar a todos los estudiantes de Leganés y, en especial, agradecerles el trabajo que han realizado durante todo el curso analizando detenidamente la obra de un autor de prestigio.

Se trata de una iniciativa real, de un proyecto tangible, que llega a los alumnos y alumnas más jóvenes para hacerles protagonistas junto a un reconocido autor. Es precisamente ahí donde radica su éxito, en su cercanía, y es por eso por lo que se mantiene en la programación de los Institutos de Educación Secundaria de Leganés desde hace ya más de una década.

Por ello, creo además que la elección de Ángel Guinda como el autor de esta edición no podía ser más acertada. Guinda es probablemente el poeta más seguido por todas las generaciones, un autor cercano que logra aunar a lectores y lectoras de todas las edades. Muy conocido como poeta, su obra abarca géneros muy variados que van desde la poesía al ensayo o la traducción. Sin embargo, creo que lo más importante de Ángel Guinda es que es un autor de su tiempo, un autor que ha logrado conectar con los más jóvenes gracias a poemas sencillos, profundos y realistas. Es a ellos a quién se dirige y por eso logra ser percibido como un poeta comprometido que narra sus vivencias en primera persona.

El autor lo sabe y responde a sus demandas pidiéndoles “que no se dejen robar las ilusiones, las fuerzas, ni su verdad”. Es una obra realista y cercana en la que analiza perfectamente qué es la vida, qué es la juventud y qué significa envejecer: “un catálogo de averías y un reclamo de reparaciones” como lo define magistralmente el autor.

Por eso sólo quiero añadir que debemos aprovechar cada instante, vivir intensamente y no dejar pasar ni una de las oportunidades que nos brinda nuestra maravillosa existencia. Hagámoslo junto a nuestros jóvenes ya que tienen mucho que enseñarnos.

Aprendamos de ellos y escuchémosles más, tengamos en cuenta sus necesidades para lograr que Leganés sea una ciudad real. Es lo que ellos nos reclaman y para nosotros es una obligación que asumimos encantados para conseguir esa ciudad plural, abierta e integradora. Un espacio en el que nadie sobra y en el que todos y todas tienen su sitio.

Alcalde de Leganés Santiago Llorente Gutiérrez


Adrián López Agustín Porras Alberto García-Teresa Alejandra Jarones Alejandro

del Toro Alejandro Romero Alex Rodríguez Alicia Casado Alicia Gallardo Álvaro

& Viñas Antón Castro Antonio Gamoneda Antonio Pagán Antonio Vicente Aytor

López Beatriz Castilla Beatriz Nieto Belén Carrascal Christian Durán Christian

Fernández Claudia Monzón Columna Villarroya Cristina Corón Cristóbal Romero

Daniel Rueda Dylan Andrés Felipe Tirado 1.º D ESO La Fortuna Irene Barragán Javier Pavón Jennifer Loeri José Hernández “Chiqui” José Vicente Juan Fernández

Keith Yireh Kevin Álvarez Laura Calles Lucía Rueda Manuel M. Forega Mar

Lozano Marcos Fernández-Nieves Marcos Peñarrubia María José Mira Miguel

Ángel Curiel Miguel Ángel Jiménez Miriam Álvarez Miriam Extremera Mónica

Alba Natalia García Natalia González Natalia Méndez Noemí Arévalo Nora

Bordón Olga Valverde Patricia Guerra Paula Pombo Rafa Martín Trinidad Ruiz

Valentina Correa Valentina Giraldo Victoria Pin Yeray Granda Yoel Álvarez.


La poesía de Ángel Guinda

Ángel Guinda es considerado “uno de los poetas más necesarios y reveladores que ha dado la literatura española en las últimas décadas”1 y “uno de los poetas vivos más importantes del panorama”2.

Le conozco y trato desde hace cincuenta años. Desde hace cuarenta edito su poesía, colecciono los artículos y estudios que los críticos publican sobre ella. Su personalidad está hecha de contrastes. Hacia los demás, y en cuanto a temperamento, Ángel se manifiesta sencillo, cercano, directo, transparente, entusiasta, hablador, compasivo, generoso, tolerante, hedonista, solidario, cómico. Hacia sí mismo parece complejo, solitario, resignado, melancólico, reconcentrado, austero, trabajador, exigente, perfeccionista, trágico. Su vida y obra han estado marcadas por el fallecimiento de su madre en el parto.

Su poesía es grave y honda en el contenido, clara y aforística en la forma. Nace del sentimiento visceral, del pensamiento responsable, de las vivencias brutales, de la imaginación reparadora unida a una poderosa intuición, de los recuerdos imborrables. Desprende autenticidad, conocimiento, didactismo, tensión, intensidad. Las fases principales en su desarrollo han sido el realismo amargo, la conciencia crítica, la meditación activa y cierto alumbramiento hacia la videncia.

Con “una voz insobornable”3, “cuya trayectoria cabe incluir junto a la de nuestros más significados poetas laterales”4, la poesía de Guinda ha mantenido “una coherencia radical durante su evolución”5, al margen de las tendencias estéticas dominantes en España. Coherencia que nace de esa destrucción constructiva, propia del malditismo (rasgo apuntado, entre otros, por Ángel Crespo, Leopoldo de Luis, Germán Labrador Méndez o Marta Sanz Pastor), adscrita al romanticismo (según Manuel Martínez Forega y el mismo Labrador Méndez), “beligerante frente a los poderes políticos y financieros”6, opuesta a la realidad, rebelde ante el mundo, del que se siente exiliado: ´Yo no quiero vivir en este mundo`, confiesa.

Respecto a la primera época creativa del poeta, opinaba Crespo: “Ángel Guinda ha irrumpido en el concierto -desconcertante para algunos- de la poesía española con una voz tan personal como inquietante, y ha sorprendido a una crítica desbordada por la revisión de los valores poéticos de la postguerra […] La poesía de Guinda es un escándalo, y su autor un poeta maldito. Él mismo afirma que el poeta es ´un condenado a la claridad y al canto`, y predica la destrucción que necesariamente ha de preceder al nuevo orden soñado por él, y consciente de la misión que se siente arrastrado a cumplir –desde la sombra y la marginación, como todos los grandes disconformes- exclama ´dejo cuanto he vivido / y viviré por mí, en ti, con todos

10/ Una gota de sol congelada en la noche

/…/ ¡Porque habéis de morir, vivid en vida!` Este poeta, que se declara carbonizado ´por haber sido combustible y fuego` es uno de los que, en los años setenta, se han rebelado, como se rebelaron los surrealistas y los postistas de los años cuarenta y cincuenta contra las subsidiarias especies del realismo que integran el ala más conservadora de la poesía española de postguerra. Lo declara de manera explícita cuando dice: Éscribo contra la realidad, no sobre ella`, y cuando amonesta: Ńo mires lo que ves sino lo que te ciega`.

Pero no creo que sea nada de esto lo que más desconcierte a la crítica convencional, sino más bien el lenguaje directo, a veces coloquial. Ángel Guinda ha sabido embriagarse de alcohol, de droga, de sexo y de poesía, sin renunciar por ello a sus acentos proféticos anunciadores de una salvadora avidez vital. Poeta maldito, profeta maldito”7.

Manuel Martínez Forega plantea que “el Romanticismo no pierde nunca de vista mencionar la fantasía, el sueño, la imaginación, la originalidad como factores trascendentales de la creación. Reitera el valor de los sentimientos, de la emoción, de los valores que residen en el corazón junto al vertido de la vida en el poema.

El poeta, al evocar estos principios, los asocia al estado de exaltación, de euforia: una especie de ebriedad. Y, en efecto, como reclama el autor de Claro interior: ´haz del corazón una taberna abierta`.”8

El ya mencionado Germán Labrador Méndez incide en la cuestión romántica: “abiertamente romántico, exacerba sus ribetes malditos…En Vida ávida satanismo, lujuria, drogadicción, son algunos de los términos donde la llamada del mal funciona como ascesis, contrapunto del horizonte hagiográfico de la moral franquista”9.

Marta Sanz Pastor observa: “´Lo mejor de la vida` es un poema de Conocimiento del medio. En una de sus solapas Antonio Gamoneda advierte: és un acto de reflexión aplicado al espacio temporal y biográfico que se manifiesta como el único espacio, depuestas ya en la memoria las bellas tempestades de la juventud, expresión de un hecho que recapitula los demás: ´Todas las vidas trabajan para la muerte`. Gamoneda subraya la llaneza expresiva de Guinda y sobre todo la falta de pretenciosidad filosófica: ́ Nadie busque artificio filosófico; más bien, datos radical y abrumadoramente vivenciales`”.10

Pablo Luque Pinilla nos recuerda que esta poesía “aborda la vida, el tiempo y la muerte […] desde una preocupación por lo humano que exacerba hasta el desgarro, hasta la implosión del sujeto poético […] y se sustenta en tres ideas fundamentales: la poesía como acto de destrucción, la convicción de que ´se escribe como se vive`, y la conciencia de marginalidad del que protagoniza la búsqueda de un lirismo profundo, condenándose así a esclarecer el mundo […] Nos parece acertado considerar


ese malditismo como la sombra que sobre su trabajo proyecta la tentación del ensimismamiento […] hacia una poesía camino del misterio.”11

Quiero dejar constancia, asimismo, de la conectividad poética de Guinda con el Multiverso o pluralidad de universos, desde la vibración, intuición y descubrimiento del mundo cuántico hacia la incertidumbre y el azar.

Trinidad Ruiz Marcellán

1 Saldaña, Alfredo, “Las huellas de Ángel Guinda”, Clarín: revista de nueva literatura, Año IV, nº 20, marzo-abril 1999, pgs. 84-85.

2 Escarpa, Gonzalo. Literalia Tv. “Todo es poesía menos la poesía”, capítulo 10.3 García Jambrina, Luis, “Una voz insobornable”, ABC “Cultural”, Madrid, 29 diciembre

20007, p. 17.4 Rico, Manuel, “Espectral / Caja de lava” El País, “Babelia”, Madrid, 14 abril 2002, p. 10.5 Valcárcel, Xulio, “La llegada del mal tiempo, de A. Guinda”, El Ideal Gallego, 22 agosto

1999.6 Jiménez Domínguez, Jesús, Revista Turia.7 Crespo, Ángel. “Ángel Guinda, poeta maldito”, Revista Brasilia, recogido en Las cenizas

de la flor (pp. 233-240).8 Martínez Forega, Manuel. “Un Claustro romántico. (Aproximación al Romanticismo en

la poesía de Ángel Guinda)”, en El desierto sacudido (Actas del Curso ´Poesía aragone-sa contemporánea), Zaragoza, Gobierno de Aragón, Colección Actas, Zaragoza, 1998, pp.289-324.

9 Labrador Méndez, Germán. “Los instrumentos del martirio en Ángel Guinda”, en Letras arrebatadas: Poesía y química en la transición española, Madrid, Devenir ensayo, 2009, pp.384-388).

10 Sanz Pastor, Marta. “Ángel Guinda”, en Antología de la poesía española (1966-2000): Metalingüísticos y sentimentales,. Madrid, Biblioteca Nueva, 2007, pp. 328-336.

11 Luque Pinilla, Pablo. “Ángel Guinda”, en Avanti: Poetas españoles de entresiglos XX-XXI, Zaragoza, Olifante Ediciones de Poesía, 2009, pp. 77-90.


Ángel Guinda retratado por Columna Villarroya


Vida preconcebida

¡Chucu-chucu, chucu-chucu! Ha llegado el tren de vapor: el amor inició el reloj.

Ha empezado el circuito, todo está en camino. No hay vuelta atrás.

Nueve meses: no. Yo neonato, soy distinto. Encima de cesárea. Un doctor me capea.

Olé, ya he salido. Ochenta y cuatro años que espera la muerte.

Llora, come, caga y mea. ¿Eso qué es? ¿Mamá, cuánto falta? ¡Papá, tengo sed!

Seis años: a, b, c, d… Ocho años: tres más tres, seis. ¡Muy bien!

Doce, trece, catorce…: Lee el Quijote.

Dieciocho: cárcel, casa, condón, fuma, bebe, conduce y trabaja. La hipoteca, recuerda.

Treinta años: una hija, siete ex y pareja fija.

Treinta y cinco: locomotora sin frenos. Otra persona.

Cambia, ducha y limpia. ‹‹Hijo: estudia, lee, redacta, memoriza y no preguntes››.

Sesenta y pico: viaja, vuela, camina y reza.

Sesenta y pico más uno: La alarma suena y todo está oscuro.

Yo tengo sesenta y dos vidas para elegir. No escojo, yo creo mi yo.

Inspirado en “Vacaciones forzadas”, de Poemas para los demás, Ángel Guinda

Daniel Rueda García1.º A Bachillerato. IES Butarque


Irene Barragán López1.º B Bachillerato. IES Butarque

Inspirada en “Morir”, de Biografía de la muerte, Ángel Guinda


¡Yo soy la mujer clav E!

La destructora del corazón de miles. La Sherezade que inventa cuentos para no morir.

La que rompe todo prototipo de mujer perfecta. La Cenicienta a la que no le queda el tacón.

Yo soy la mujer clav E!

La que se negó a un beso para mantener un sueño profundo. La que no vende su voz por el amor, sino la que grita con esta voz.

La Melibea a la que no sirvió el hechizo. La Areusa que es feliz acostándose con todos. La Dulcinea que no desprende belleza y virtud.


Yo soy la Khalo que nunca depositó amor en Diego. Pero también soy la mujer a la que acarician el escudo sin previo aviso y cae.


Soy la mujer que no convierte la vida en un cuento, sino en una buena historia. También soy aquello que tus ojos no saben guardar y aquel silencio que hará ruido toda la eternidad.


María José Mira Herrera1.º B Bachillerato. IES Gabriel García Márquez


Secreto de los abuelos.

Los que te abrazan al llorar.

Los que te chinchan al hablar.

Los que te llenan hasta reventar.

Los que te cuidan sin parar.

Noemí Arévalo García2.º C ESO. IES Gabriel García Márquez


El biógrafo de la muerte

Cada mañana, Ángel Guinda le echa un órdago a la muerte (y, por suerte para todos, es ella la que lo pierde).

¡Qué generosa la apuesta de este poeta valiente: matar el miedo a la vida y herir de vida a la muerte!

¡Qué inteligente estratega el biógrafo de la muerte: al dar la vida en sus versos vive en ellos para siempre!

Del libro Coplas a la vida de mi compadre

Agustín Porras


De lo humano y divino para Á. G.

…que yo llevo algo divino aquí dentro.G. A. Bécquer

Creen unos que fue Dios quien hizo la humanidad a imagen y semejanza de su modelo ideal.

Piensan otros que es el hombre quien debió de crear, ante el pánico a la muerte, este consuelo virtual.

De ambos opuestos nació otra idea original: que se es divino en el sueño, pero un bruto al despertar.

Ángel, que sueña despierto, conoce la realidad: no somos más que materia, materia… espiritual.

Del libro Coplas a la vida de mi compadre

Agustín Porras


Tu mirada es la luz del mundo en la que me pierdo cada mañana.

Mónica Alba

Me perdí en tu mirada sin saber que, en realidad, me había encontrado.

Alicia Gallardo

Inspiradas en [Toda la luz del mundo pasa por tu mirada], de Toda la luz del mundo, Ángel Guinda

Mónica Alba Alicia Gallardo4.º ESO A . IES Salvador Dalí


Inspirada en “Postrimería”, de Catedral de la noche, Ángel Guinda

Miriam Álvarez García2.º C ESO. IES Salvador Dalí


A propósito del poema “Toda la luz del mundo pasa por tu mirada”

del libro Toda la luz del mundo, Ángel Guinda

Toda la luz del mundo pasa por tu mirada

José Hernández “Chiqui”


No quiero olvidarte

Cierto es que te olvidé pensando que ya no estabas.

Cierto es que en mi memoria yace tu media sonrisa, tu dulce mirada.

Quise buscarte. Temí perderme. Decidí esperarte.

P. D. Aquí estoy, como siempre…

Inspirado en “Historia de un amor”, de Materia del amor, Ángel Guinda

Marcos Peñarrubia Ortega2.º A ESO. IES José de Churriguera


Laura Calles Huesca2.º C ESO. IES José de Churriguera


A Ángel Guinda

El mar respira como un muerto. Lo acompaso en cada ola. Cuando sudo tengo miedo a otra voz. El saliente es el poema. La punta que se clava. Te empujo lleno de miedo. El sol que sale no es mío. Es azul, oca sin cabeza- epiceno del marjal, broma de los muertos. Es fe en la luz el miedo. La muerte es vida. Estrellas frías y calientes. No sé- La más fría me quema el ojo, cuece como negación nervios azules.

Despejando la hierba encontré un peine.

(Vertrauen)

Miguel Ángel Curiel


Ese no saber Es otra luz. Rosée de suero, El serum del ángel otra. En el pozo Celentéreos o aguasmalas. El poema vuelve En otro eco. Está oscuro. Cada estrella Echa una flor.

(Celentéreos)

Miguel Ángel Curiel


La guinda de la vida

Para ti, Ángel

¿Pero tú qué te crees que es la vida? Hay lugar en el mundo para tu mundo.

Si te quitan la palabra escribirás con el silencio. Si te quitan la voz volarás en las nubes. Si acallan la música cantarás sin voz. Si se detienen el sol, las nubes, los planetas… girarás tú, Ángel guardián.

No queremos problemas. No queremos guerras. Queremos más poemas, poemas y poetas.

Porque eres Guinda subversiva entre ellos. Tú, poeta como alas. Tú, poeta incisivo. Tú, poeta combativo. Tú, poeta decisivo. Iluminas el camino que nuestros ojos no ven, la gota que colma el vaso.

Pero la noche llega, pero la noche llega. Pero la noche llega y se queda.

Entonces, abriremos los ojos para que amanezca.

Kevin Álvarez, Yoel Álvarez, Belén Carrascal, Miriam Extremera, Juan Fernández, Christian Fernández, Natalia Garcia, Valentina Giraldo, Natalia González, Yeray Granda, Miguel Ángel Jiménez, Jennifer Loeri, Beatriz Nieto, Antonio Pagán, Victoria Pin, Alex Rodríguez, Felipe Tirado, Alejandro del Toro, Antonio Vicente, José Vicente

1.º y 2.º PPE. IES Pablo Neruda


Inspirada en “Semillas”, de Poemas para los demás, Ángel Guinda

Beatriz Castilla Redondo4.º ESO. IES Pablo Neruda


Las máscaras del yo

Pequeña habitación simulando una gruta. Un hombre con máscara blanca en el rostro y máscara negra en la zona occipital. Frente a él un espejo, otro espejo detrás de él, dos más a ambos lados. Luz cenital.

MÁSCARA 1.- Muerde la luz.

MÁSCARA 2.- Sangra el aire.

M 1.- El silencio ultraja.

M 2.- ¡Agua de sed!

M 1.- ¿Dónde está el infinito?

M 2.- Dentro de ti, dentro de ti.

M 1.- ¡No lo veo!

(Voz en off).- Busca en tu soledad y lo hallarás.

Los espejos se tambalean, caen al suelo haciéndose añicos. El hombre solo se libera de sus máscaras. Abre los brazos en cruz y se desploma.

TELÓN

Ángel Guinda

La máscara y el espejo (Poema iluminado II)*

Mar Lozano Reinoso

* Las ilustraciones de los antiguos libros miniados, o iluminados, no se entendían como simples reproduccio-nes del texto, sino que eran la puerta de acceso a la palabra escrita. La autora las llama ilustraciones-visagra por su gran potencial visual y su capacidad de seducir al ojo. Como ejemplo: las ilustraciones de la escritora Hildegarda de Bingen.


Papeles

No me gusta mucho lo que pasa en este mundo, por el papel lucho, pero a veces me hundo.

Muchos inmigrantes vienen en patera algunos caminantes otros por carretera. Todos buscan lo mismo Conseguir algo de dinero Para cuidar a sus hijos.

Muchos luchan por tener lo que a algunos les sobra. El mundo es de papel y con papel se compra.

Inspirado en “Papeles”, de Poemas para los demás , Ángel Guinda

Javier Pavón3.º C ESO. IES Isaac Albéniz


Alejandra Jarones Sánchez3.º C ESO. IES Isaac Albéniz

Presente y futuro

Inspirada en el libro Poemas para los demás, Ángel Guinda


Retrato con placer y luto

Ángel de la luz y de la tiniebla. Ángel negro, ahijado de Baudelaire y de Ungaretti. Ángel exiliado en el centro de la soledad, te recuerdo hecho verso de amor y desesperación: pasarían los aviones, en medio de la guerra y la angustia, y seguirías queriendo, te abrirías en canal para ofrecer estancias a los desesperados, a los vencidos, a los esclavos del crimen, de la intemperie y del poema. Te recuerdo como eras, sí: cristal oscuro contra el cielo en la voz del juglar Luis Felipe Alegre, al que le habías dado tus últimos borradores y aquel verso casi procaz que tanto te divertía: imprímase, por favor, en vaginas y no en páginas. Diosas jóvenes.

Más tarde, te vi, tenaz y enigmático, en un restaurante de pobres, el Benjamín, donde te hacías el interesante o te sentías el centro de la fiesta mucho antes de que empezases a beber como un leñador soviético o un andariego sin destino. La embriaguez era el estado ideal para capturar metáforas. Luego, cuando ya eras el profeta de la noche y de las rebeldías, volví a verte entre la multitud de los rapsodas sin verso propio. Te pedían, Ángel, condúcenos, llévanos de la mano, enciéndenos ese latido turbio de tu corazón, haznos sentir esparto, dentellada, tormenta en los Monegros. Y un día, habitado de nuevo por el amor, viniste a mi casa. Hablaste por los codos. De todo: de Salinas, de Lorca, de Quasimodo, de Cecco Angiolieri, de la noche entera, de tu alma líquida y abisal, a punto de hundirse en un pozo. Recuerdo la escena: aquel nuevo amor, aquel suave amor (tus amores son, esencialmente, uno: el amor volcánico que exiges y das hasta el temblor de las ideas, la locura y la sinrazón del deseo)

te cogió, te besó, te abrazó y te sacó a los jardines del Edén. Recuerdo tus ojos de náufrago. Recuerdo tu voz resquebrajada


de terrores y de llanto sin lágrimas. Te ibas lejos. Te ibas un poco más allá de casa para recuperar lo mejor de ti mismo: lo que siempre has sido. Un ángel incierto. Una criatura de bondad irreductible. Pasión de ortigas. Un relámpago de luz, de sensibilidad y de emoción rabiosa.

El amanuense que ansía hospitales de reposo para su lírica o catedrales de humo y de piedras tan antiguas como un jadeo.

Eras otro y tú mismo. Eras un profeta de silencio. Un traductor de escarchas con una lengua de puñales en las sienes. Eras el pensador brillante que ibas a pescar el sol en la noche. Eras lo que eres cada vez más: un poeta astral. O espectral. Un fugitivo de las sombras, el niño asombrado que una y mil veces vuelve a la casa del padre para hallar el tesoro perdido: aquel rostro de la madre muerta que te llamaba con su voz de ultratumba, aquel crepitar de la lumbre donde la poesía se hacía santuario, refugio, tálamo, espejo, corredor de extravíos, oleaje decisivo, intimidad del grito inaudible.

Ángel Manuel Guinda Casales, no despilfarres el don esencial: en ti la vida se vuelve lascivia, lucidez, alegría, flor de inmortalidad. En ti la vida es cierzo, melancolía, violencia del sentir. No te resistas a ser ángel, o Ángel, esclavo del placer y del luto.

Garrapinillos, 27-28 de diciembre de 2017

Antón Castro


Ya son muchos los versos que he escrito en las nubes. Mi boli invisible se queda sin tinta, yo me voy apagando; y los años van pudriéndome con el paso del tiempo. Inmortalizando cada instante en cada momento. Ya estoy harta de congelar nubes con palabras dolorosas, que solo provocan a la gente añorar estas cosas. Somos un árbol que se enrama en las nubes, Escribiendo un soneto de primavera, En cada hoja, mostrando su pureza. El quejido de una lluvia veraniega, tronando, nevando, diluviando… Escapadas otoñales y expediciones por las nubes, con sus sonetos lúgubres meciéndose, de lado a lado, estremeciéndose. Rebusqué en mi pasado, Olvidado, nublado, frustrado; Y ahora finalizado. Soy la historia interminable de tu libro en blanco sin título adjunto. Soy la luna buscando a su sol. Ya no puedo escribir. Soy invisible. Papeles de calco. Manchas nubosas parecidas a talco. Destrucción. Cosmos. Caos. Choque de estrellas. Casualidad. En definitiva…Yo.

Inspirada en “Yo no puedo escribir en el aire”, de (Rigor Vitae), Ángel Guinda

Claudia Monzón Pizarroso4.º C ESO. IES Enrique Tierno Galván


Keith Yireh Fonseca Cantarero4.º A ESO. IES Enrique Tierno Galván

Inspirado en “Los inmigrantes”, de (Rigor Vitae), Ángel Guinda


Los caballos

Retumban en mi calabozo pisadas avanzando, avanzando.

(Será el trotar de cascos de los caballos desbocados que son mis pensamientos abriéndose paso entre la lucidez, la hostilidad, el abarrotamiento.)

[…]

¿Adónde lleva el espanto a estos caballos?

¡Trotan y trotan caballos avanzando, avanzando hacia la lejanía; atados a sus sombras, sin un destino fijo, cegados por el sol!

Del libro (Rigor vitae), Ángel Guinda

Huyen caballos, Islandia 2017 Rafa Martín


M

Me falta el aire, tus huellas siguen clavadas en el desván, las agujas del reloj se me hacen eternas, mientras intento entender la soledad.

Me falta el aire por tu mirada perdida, inerte viendo una vida congelada, ensordecedora, ansiando ponerle una coma al final de su historia.

Me falta el aire, no llego a coger el tren, la contaminación arrasa Madrid, ya no hay palomas en la plaza San Marcos, los buitres abandonan Monfragüe.

Me falta el aire por no entender la vida.

Inspirado en “Y”, de Materia del amor, Ángel Guinda

Marcos Fernández-Nieves Díaz1. º D ESO. Rafael Frühbeck de Burgos


Patricia Guerra Espinosa3.º C ESO. IES Rafael Frühbeck de Burgos

Inspirada en “El viaje interior”, de Conocimiento del medio, Ángel Guinda


I can’t get not (satIsfactIon)

Nosotros: Vástagos de la autarquía,

hijos del cuando seas padre comerás huevos,

crías de la supervivencia y de los exilios,

mendrugadores, lábiles canallas,

tímidos púberes arreando mocos,

engullendo meriendas de pan con chocolate,

catecúmenos de jueves y sábados,

devotos de las calles,

ladrones de los huertos extrarradios,

de la cáncana discentes eximios,

copuladores de confesionario,

adoradores a hostias del copón,

clandestinos leedores de Candy,

bachilleres eruditos a la violeta:

(Ce que j’aime c’est la lutte.

My psicodelic doll.

Je connais Cohn Bendit.

Sympathy for the Devil).

Nosotros: Divinos Beatles o Stones,

onanistas del Je t’aime, moi non plus,

rayones de vinilos de Serrat,

aprendices de idiomas,

aspirantes a Ginsberg, a Burroughs, a Kerouac,

farsantes ilustrados con Nietzsche en

[bandolera,

remedos de Cioran, plantillas de Freud,

irredentos suicidas,

balubas de la guerra,

apóstatas, agnósticos, ateos,

diletantes de la revolución,

moradores de los ergástulos por el morro,

apéndices de Ortega,

estetas de Bergson y de Bataille,

inocuos seguidores de Jean Paul,

espadas de Bergman, de Berlanga, de Bardem,

mansos hippies de Ibiza, de Goa y Euroville.

Nosotros: Incendiarios mutados en bomberos,

padres de los más hermosos junkies e insumisos,

opositores, mentidos, volubles censores,

domadores de adolescentes bestias,

altos funcionarios sinecúricos,

porreros, cocainómanos, acídicos,

reciclados por Kraftwerk y la Velvet,

tardíos revelados en Negri y en Deleuze,

diputados, alcaldes, herméticos maricas…

Eternos deudores del deseo insatisfecho.

Nosotros: los de en medio, los eclécticos.

Del libro Ademenos, Zaragoza, Olifante, 2008

Manuel M. Forega


en la pIedra

Así como la piedra guarda el tiempo, así como le es dado en cada esquirla donar el agua que atesora, así, del mismo modo, me ha besado la piedra, con su misma forma, idénticamente líquida.

Del libro Labios, Zaragoza, Olifante, 2013

Manuel M. Forega


SEMILLAS

Nado con Nemo pescados y ciempiés con pan de pulpo de branquias, aleta, ojos, de culo, de cola, con malos pensamientos.

Para que me entiendan. Nado con Nemo de boca y culo de huevos, acelgas, azúcar con pan de pez payaso de carne, de pollo.

De acero, de clavos, de perros y de hámsters. Con pan de pinos con palabras de amor de calor, fantasmales con palabras de cerdo.

Las palabras de impaciente con palabras de amenaza con palabras de venganza escribo con dolor. Solamente, invento, invento cómo vivo, invento cómo soy

Dylan Andrés López Peña3.º A ESO. IES Julio Verne


Inspirada en [Abre los ojos para que amanezca], de Toda la luz del mundo, Ángel Guinda

Lucía Rueda Martín3.º D ESO. IES Julio Verne


El tiempo

El tiempo hiedra telarañas de sangre en la mirada.

Podredumbre es el tiempo. (Soy un ladrón de tiempo).

El tiempo se rehace en todo cuanto nos tiene sin que lo tengamos; cuanto se va y no vuelve, se nos lleva sin regresarnos.

¡El tiempo es una esponja que me absorbe! ¡El tiempo es este humo que me borra!

Sin amígdalas, sin origen, sin misión ni destino, me he quedado sin tiempo antes de tiempo.

La vida de las casas queda impregnada de sus habitantes.

Nada se lleva un muerto de las casas que vivieron en él.

¡El tiempo es la montaña que me escala!

Se hunde mi cuerpo.

Mi sombra flota.

Del libro (Rigor vitae), Ángel Guinda

Álvaro & Viñas


Vidas

Hay quien hace de su existencia un límite. Algunos iluminan sus caminos, otros naufragan contra un mar rocoso. Hay quien se deja pilotar y quien quiere pilotar. Hay quienes se comportan como sus ídolos, otros se encierran ante los peligros. Todo el camino termina en una destrucción.

Inspirado en “Vidas”, de Conocimiento del medio, Ángel Guinda

Cristóbal Romero Hernández1.º B ESO. IES San Nicasio


Inspirada en “Desierto”, de Biografías de la muerte, Ángel Guinda

Nora Bordón Rodríguez3.º A ESO. IES San Nicasio


Hay que comerse el mundo a dentelladas

Hay que comerse el mundo a dentelladas.

Hay que sacar los dientes, pulirlos,

clavarlos con ahínco y rabia.

Hay que comerse la vida a dentelladas;

con mordiscos secos, intensos,

de puro y reluciente hueso.

Con bocados de corazón hambriento.

Hay que defender el mundo a dentelladas.

Hay que danzar entre rechinar de espadas;

de espadas a pecho descubierto.

Hay que vivir en permanente guardia,

defendiendo la vida cuerpo a cuerpo,

defendiendo la vida cara a cara.

Hay que descubrir la vida a dentelladas.

Hay que desenterrar estrellas de la arena,

hay que dibujar trazos de arco iris con los dedos

machacados por la rutina, el trabajo y el tedio.

Hay que apartar niebla de las cabezas

con gritos de silencio y de conciencia.

Hay que sumergirse en el mundo a dentelladas.

Hay que escurrirse de las sombras sonoramente,

con estruendo de ideas y palabras.

Hay que escurrirse sonoramente

con redobles de actos y pasiones,

con puños de carcajadas.

Hay que atacar la vida a dentelladas;

caminar en la penumbra precaria,

caminar frente al poder y las pirañas.

No ceder terreno nunca al terror y la ignorancia.

Levantar la vista ácida hacia el mañana.

Hay que acariciar la vida a dentelladas;

arrebatarles el tiempo robado cada jornada,

esparcir abrazos entre timbres y pagas,

regalar ternura y devolver pedradas.



(Madrid, 1980)

Alberto García-Teresa


Cristina Corón Hernández1.º Bachillerato de Ciencias Sociales. IES Siglo XXI


Aytor López Párraga1.º ESO. IES Siglo XXI


YA NO MIRAS LAS PLANTAS ni las flores en el jardín de tu cuerpo: una por cada órgano, cada zona y sentido.

Drácena el pelo, cactus; clavel los labios, rosas las mejillas, margaritas los ojos, tulipanes las manos entreabiertas.

Ahora, en su piel, hay ecos de caléndulas, crisantemos, calas y pensamientos negros con manchas amarillas.

Conforme pasa el tiempo no miras ya el jardín amenazado por el mal de las flores, que es su marchitar.

¡No hay mayor desolación que el reblandecimiento de la memoria, el monólogo de los miasmas, el esqueleto del color!

El viaje va quedándose sin pasos por senderos de malvas y mortificación.

En el arcén del sueño dejas flores de muerto.

¡Tu despertar levanta cementerios de flores!

Ángel Guinda

Las plantas y el sueño (Poema iluminado I)

Mar Lozano Reinoso


Las mujeres

Las mujeres caminan por las calles con miedo en la mirada, terror en la mirada, horror en la mirada, lágrimas en la mirada, sujetando corazones heridos, el firmamento sobre un horizonte en su rostro. Con un destino y una posibilidad escondidos dentro de la cabeza.

Las mujeres tienen muchos miedos, mucho terror, muchos horrores, muchas lágrimas, muchos corazones.

Entran en los bazares, en las sucursales, en las tabernas: con retratos enmarcados bajo un brazo, con tumbas bajo el otro brazo.

Nadie ve esos miedos, ese terror, ese horror, esas lágrimas, esos corazones heridos, ese destino, esa posibilidad.

No nos miran a la cara: ¡saben que somos mudos!

Poema colectivo inspirado en “Los inmigrantes”, de (Rigor Vitae), Ángel Guinda1.º D ESO. IES La Fortuna


Inspirada en “Los inmigrantes”, de (Rigor Vitae), Ángel GuindaTécnica: collage

Paula Pombo Medina1.º ESO. IES La Fortuna


CONOCIMIENTO DEL MEDIO,

DE ÁNGEL GUINDA

Conocimiento del medio es (su título lo avisa) un acto de reflexión aplicado al es-pacio temporal y biográfico que, finalmente (finalmente, no: a ciertas alturas de la existencia), se manifiesta como el único espacio, depuestas ya en la memoria las be-llas tempestades de la juventud. Estamos, pues, ante la expresión de un hecho que recapitula todos los demás; Ángel Guinda lo dice de manera insuperable: “Todas las vidas trabajan para la muerte”. Hay que entender esta expresión, a la vez desolada y consoladora, con el valor, precisamente, de ese conocimiento que zanja todas las cuestiones, incluso las poéticas, y nos proporciona, con demoledora naturalidad, las grandes respuestas, la realidad dilucidada.

Aceptado “el miedo / de estar vivos y tener que morir” alcanzamos una sabiduría de grado reparador, sabiendo que “el instante / repleto está de eternidad”. Pero el texto, que no desfallece en fáciles trascendentalismos, advierte inmediatamente (aquí, a mi modo de ver, una de las claves del pensamiento poético de Guinda) de que este instante “pasa”. Y ¿qué eternidad es esta que, limitada por la existencia y la perspec-tiva de la desaparición, conserva, sin embargo, su valor de eternidad? La respuesta, como vengo diciendo, se encuentra en la declaración poemática de Guinda. Nadie busque artificio filosófico: más bien, datos radical y abrumadoramente vivenciales: “…lo oculto esté presente; / todo lo muerto, vivo; / lo por nacer, nacido. / Y tu huella dé fruto, / a la orilla del tiempo”.

Quizá convenga advertir que esta última cita se extrae de un poema titulado “Para permanecer” y que éste se apoya en un fragmento especialmente significativo de Baudelaire: ´Je ne vois qu´infini par toutes les fenêtres”. El infinito se asoma a un marco cotidiano (las ventanas) de la misma manera que, en Guinda, la eternidad se hace sensible en la temporalidad, en el instante, en la vida que estamos perdiendo. “De vida está hecha la vida, / sórbela, lentamente, hasta morir”. Ya estamos, en el ex-tremo del poemario, otra vez en la llaneza desnuda. De esta manera se despejan las grandes incógnitas. Y la llaneza (una llaneza, hay que decirlo, que conlleva muy al-tas tensiones) es la fórmula y la sustancia de una palabra cuya gravedad se opone a cualquier tentación ornamental. No procede hurtar más componentes al autor. Dejo advertido que se trata de un libro de culminaciones.

Antonio Gamoneda


LA BOTELLA

Juego tonto de adolescencia Besos fugaces en pequeñas fiestas.

El azar la guía, Ella manda, ella gira y se para A dos personas elige a ciegas

Como el dios Cupido es ella

A ti, botella Ciega, juguetona, sencilla A ti te entrego mi suerte

Como el genio de la lámpara Se esconde mi amor en tu interior,

Por eso sigo teniendo esperanza e ilusión

Solo espero que me concedas este deseo De poder dar mi primer beso

Al que yo más quiero Al que enfrente de mí está…

A aquel que siempre en mis sueños estará.

Natalia Méndez Poblete2.º Bachillerato. IES Pedro Duque


Inspirada en “Me he fumado la vida”, de Conocimiento del medio, Ángel Guinda

Valentina Correa Morales4.º ESO. IES Pedro Duque


RAP/POÉTICA

[…]

Exigimos poetas subversivos.

Poetas como alas,

poetas incisivos,

poetas combativos,

poetas decisivos.

De Poemas para los demás

Ángel Guinda


Olga Valverde


Llorando letras

Escribir es como cantar con palabras, es bañar de llanto un folio es raptar tus lunas y quemar la cama Mientras cuentas con la lanza de tinta todo lo que no dicen los ojos, desatas contra el silencio del papel el huracán de tu garganta.

Y lo empapas, lo empapas con ese mar de lágrimas saladas del fuego abrasador que hay en tus ojos, que alivia con su ardor el último suspiro de tu alma.

Ángel Guinda está muy enfermo en emoción, pues es un poeta de esos de corazón, de vientos y tempestades, un escritor de esos de susurros y gritos, de sueños y risas, un amante de las letras y un soñador del llanto.

No hay pañuelo para secar sus rimas ni jarabe para curar sus versos. Ni hay doctor licenciado en mitos, que a este hombre pueda alejar de su ardor

Inspirado en “Escribir”, Ángel Guinda.

Christian Durán Romero2.º F Bachillerato. IES María Zambrano


Interpretación

Un poema es algo imposible que se hace posible, una lucha constante para conseguir algo inalcanzable, una condición que se convierte en una virtud.

Todo lo que necesitamos se encuentra en unas pocas líneas, que pueden dar fuerza a quien no tiene otra cosa más que esperanza.

El significado de un poema se encuentra dentro de tus metas.

Inspirados en “No sé qué es un poema”, de (Rigor Vitae), Ángel Guinda

Adrián López Plaza y Alejandro Romero Alvarado1.º F Bachillerato. IES María Zambrano


Sin titulo, año 2014, 67 X 100 cm. Tintas pigmentadas sobre papel fotográfico.

Columna Villarroya


Inspirada en “El coartado”, de (Rigor Vitae), Ángel Guinda

Alicia Casado Moreno2.º Del ciclo formativo peluquería y cosmética capilar. IES Luis Vives


Índice de autores (alfabético)

Alba, Mónica, 20 Álvarez, Kevin, 28 Álvarez, Miriam, 21 Álvarez, Yoel, 28 Álvaro & Viñas, 47 Arévalo, Noemí, 17 Barragán, Irene, 15 Bordón, Nora, 49 Calles, Laura, 25 Carrascal, Belén, 28 Casado, Alicia, 69 Castilla, Beatriz, 29 Castro, Antón, 34 “Chiqui, José Hernández”, 23 Corón, Cristina, 52 Correa, Valentina, 61 Curiel, Miguel Ángel, 26, 27 del Toro, Alejandro, 28 Durán, Christian, 64 Extremera, Miriam, 28 Fernández, Christian, 28 Fernández, Juan, 28 Fernández-Nieves, Marcos, 40 Fonseca, Keith Yireh, 37 Forega, Manuel M., 42, 43 Gallardo, Alicia, 20 Gamoneda, Antonio, 59 García, Natalia, 28 García-Teresa, Alberto, 51 Giraldo, Valentina, 28 González, Natalia, 28 Granda, Yeray, 28

Grupo 1.º D ESO IES La Fortuna, 56 Guerra, Patricia, 41 Jarones, Alejandra, 33 Jiménez, Miguel Ángel, 28 Loeri, Jennifer, 28 López, Adrián, 65 López, Aytor, 53 López, Dylan Andrés, 44 Lozano, Mar, 31, 55 Martín, Rafa, 39 Méndez, Natalia, 60 Mira, María José, 16 Monzón, Claudia, 36 Nieto, Beatriz, 28 Pagán, Antonio, 28 Pavón, Javier, 32 Peñarrubia, Marcos, 24 Pin, Victoria, 28 Pombo, Paula, 57 Porras, Agustín, 18, 19 Rodríguez, Alex, 28 Romero, Alejandro, 65 Romero, Cristóbal, 48 Rueda, Daniel, 14 Rueda, Lucía, 45 Ruiz, Trinidad, 9 Tirado, Felipe, 28 Valverde, Olga, 63 Vicente, Antonio, 28 Vicente, José, 28 Villaroya, Columna, 13, 67


Colección libros editados por el Ayuntamiento de Leganés para el proyecto Homenaje a un autor

BLAS DE OTERO Todo lo humano es asunto mío. 2006

ÁNGEL GONZÁLEZ Me dicen que hoy es jueves 2007

JOSÉ HIERRO Prodigiosas palabras jóvenes 2008

JULIA UCEDA El fuego entre las manos 2009

LUIS GARCÍA MONTERO Por eso sé de amor 2010

JOSÉ CABALLERO BONALD Sombras le avisaron 2011

ANTONIO COLINAS El bosque impenetrable 2012

ELOY SÁNCHEZ ROSILLO Haber vivido 2013

JUAN CARLOS MESTRE Esa gente que soy y que conozco 2014

FRANCISCA AGUIRRE La peligrosa travesía 2015

ANTONIO CARVAJAL Todo en la luz es música 2016

OLVIDO GARCÍA VALDÉS El sol desde la sombra 2017

LEGANÉS GESTIÓNDEMEDIOS

Eras el mar abierto a la obsesión del faro. Una gota de sol congelada en la noche.

( )

Eres la mancha de agua en un relámpago de sombra. La estatua de aire sobre un pedestal de niebla.

Del libro (Rigor vitae), Zaragoza, Olifante 2013

Ángel Guinda

Una gota de sol congelada en la nocheLeganés a Ángel Guinda

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Ángel Guinda nace en Zaragoza el año 1948. Desde 1987 reside en Madrid. Ha ejercido la Enseñanza Primaria y Secundaria como profesor de Lengua y Literatura Española. Fundó la Colección Puyal de poesía y la revista Malvís.

Premio de las Letras Aragonesas. Autor, entre otros libros de poemas, de Vida ávida, Conocimiento del medio, Biografía de la muerte, Claro interior, Espectral (Finalista del Premio de la Crítica), Caja de lava (Finalista del Premio Nacional de poesía).

Ha publicado ensayos como El mundo del poeta, el poeta en el mundo. Y Manifiestos reunidos en La experiencia de la Poesía.

Traductor del poeta goliardo Cecco Angiolieri, contemporáneo de Dante; del portugués Teixeira de Pascoaes y del brasileño Augusto dos Anjos.

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