8/18/2019 Una Experiencia Cinematográfica (Maria de Arcos)

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Una experiencia cinematográfica

Maria de Arcos

La reciente y profundamente sentida muerte de Manuel Castillo nos ha sumido, a aquellaspersonas que tuvimos la fortuna de tratarlo, en una suerte de trance hipnótico, al hacernos

retroceder de forma inevitable a todos aquellos momentos en que la comunicación directacon él era posible y fructífera. En mi caso, la reconstrucción de esos recuerdos -ademsde en!randecer su fi!ura afectivamente- ha sacado a la lu" al!unos aspectos en los queen su día, como suele suceder, apenas tuve oportunidad de profundi"ar. Curiosamente,uno de ellos me vino a la memoria pocos días antes de su fallecimiento. #ace a$os, en eltranscurso de una clase de composición en la que -como era habitual en él- nos ense$abainfinidad de cosas al mar!en de la m%sica, hablamos de cine. Le pre!unté si habíacompuesto a lo lar!o de su carrera al!una banda sonora, y al hacerlo era consciente delas opiniones al respecto de otros compositores de su !eneración, !eneralmentedespectivas, rene!ando acerca de traba&os que habían reali"ado en este campo. Larespuesta de mi maestro fue clara y concisa' ()í, hice una película, aunque no era !ran

cosa* pero me interesó hacerla(. Le pre!unté el título y !uardé la información en mimemoria hasta que, a$os después -har no ms de dos meses- la descubrí porcasualidad entre la pro!ramación televisiva y la !rabé de inmediato.

 Cierto es que mi dedicación a la m%sica cinemato!rfica provoca un interés casi fetichista por este dato,que la !ran mayoría de los m%sicos i!nora. Ms all del hecho en sí, cualquier persona alle!ada a ManuelCastillo reconocer, entre sus muchas virtudes, una total ausencia de pre&uicios y apertura en torno a lam%sica, que manifestaba de continuo en sus clases, de&ando entrever su afición e interés por el &a"", lasm%sicas populares, el flamenco o, como es el caso, la m%sica de cine. +or aquel entonces no entendía yomucho del tema, pero me llamó poderosamente la atención que un compositor de su enver!adura hubieraestado dispuesto a lidiar  con la industria del cine y todo lo que ello suponía ms a%n con aquel cine espa$olde la década de los , casticista, harto conservador, refor"ador de los tópicos tradicionales y

eminentemente franquista/. En cualquier caso, él no era el primero' 0oaquín 1urina, por poner un e&emplo,había firmado ya varios é2itos de la taquilla espa$ola, como (La 3ode!a( 3enito +ero&o, 4565/, (Lahermana )an )ulpicio( 7lorin 8ey, 459:/ o (Eu!enia de Monti&o( 0osé Lópe" 8ubio, 45::* ésta %ltima &unto con 0es%s ;arcía Leo"/.

La película en cuestión, (e los 94 bloques musicales, seis son die!éticos[2] coros a capella de los seminaristas o bienactuaciones del concierto de navidad, como una orquesta de bandurrias/. Los créditos iniciales, consistentesen una melodía pianística salpicada por breves intervenciones del ór!ano, plantean un comien"o del film en

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tono amable, &ovial, casi humorístico, recreando el ambiente de un seminario cuyos inte!rantes parecensentirse bastante a !usto. Este es el talante !eneral de la película, cuyo obvio cari" moralista había de tener su correspondiente refle&o en la m%sica refle&o, en cualquier caso, nada panfletario y apartado de lascaracterísticas bandas sinfónicas casticistas o edulcoradas de la época/. )in embar!o, posterioresacontecimientos irn acompa$ados de una traducción musical nada previsible. ?na muestra de ello sería labroma !astada al seminarista inocente, en que una serie de acordes disonantes se suceden a intervalosre!ulares para descomponerse lue!o en sencillas notas independientes al doble de velocidad, que van

culminando en otros tantos acordes car!ados de tensión armónica. >e esta forma, la secuencia-aparentemente cómica- adquiere un si!nificado de mayor trascendencia, que descubriremos ms adelanteen el transcurso de la película el seminarista burlado e&erce voluntariamente de cabe"a de turco entre suscompa$eros/.

   estaco en concreto la secuencia desarrollada en el laboratorio foto!rfico, en laque uno de los seminaristas -que duda entre el amor por su prometida y la ordenación sacerdotal- solicitaconse&o al padre rector, un &oven y circunspecto

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