Una coexistencia Imposible: Maíces Nativos y Maíces Transgénicos

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  • 8/19/2019 Una coexistencia Imposible: Maíces Nativos y Maíces Transgénicos

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    @JarochoCuantico

    @jarochocuantico

    Una coexistencia

    Imposible: Maíces Nativos yMaíces transgénicos

    Número especial de aniversario

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    Editorial

    Director: Tulio Moreno Alvarado / Subdirector: Leopoldo Gavito NansonCoordinador: Manuel Martínez Morales / Edición: Mayra Licona Aguilar

    Corrección: José Armando Preciado Vargas

    El Jarocho CUÁNTICO al son de la ciencia

    Correspondencia y colaboraciones: [email protected]

    Facebook.com/ElJarochoCuantico Twitter: jarochocuantico

    Comité Editorial: Carlos Vargas Madrazo, Valentina Martínez Valdés,Lorenzo M. Bozada Robles, Hipólito Rodríguez y Lilia América Albert

    Cuando no tengamos opciones, ya de nada nos servirá la ciencia, la evidencia, y ni siquiera la persuasión moral.

    Claire Hope Cummings (2005)

    Es un honor coordinar este número especial del  Jarocho Cuántico en su 5 ani-versario. Este número trata de los organismos genéticamente modificados (OGM)en particular el caso del maíz. La expansión inaudita de empresas trasnacionalesagroquímicos y semillas se han agrupado en el oligopolio formado por Monsanto,Du Pont- Pioneer, Syngenta, Dow, Bayer, BASF, los cuales controlan el sistemaalimentario mundial con el 63% de las semillas híbridas, y el 100% del mercadode semillas genéticamente modificadas. Además controlan 90% de la producciónde semillas de maíz comerciales e híbridas convencionales en México. La imposi-ción de la tecnología de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) porparte del gobierno neoliberal mexicano junto con el oligopolio trasnacional impli-ca serios riesgos para el futuro del país y un cambio radical en nuestras vidas ynuestra cultura alimentaria. En el año 2001 se detectó la primera contaminacióntransgénica en los maíces nativos en la Sierra de Juárez de Oaxaca. La ComisiónCientífica para la Cooperación Ambiental (CCA) conformada por México, Canadáy Estados Unidos de América alertó al gobierno mexicano: “Dado que la persis-tencia y la propagación de nuevos genes dependen en forma tan marcada de latasa de flujo génico, el gobierno mexicano deberá fortalecer la moratoria al culti-vo comercial de maíz GM, minimizando las importaciones de maíz transgénicovivo de países que lo cultivan comercialmente” . (Maíz y Diversidad, 2004, CCA).A pesar que la siembra comercial del maíz genéticamente modificado no estápermitida, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático de la Semarnatconfirmó la contaminación transgénica en 4% de los maíces nativos mexicanos,de gran gravedad para un país es centro de origen y diversificación genética delmaíz. Éste es un hecho irrefutable: No es posible la coexistencia de los OGMcon nuestros maíces y otras especies de las cuáles México es centro de origen,

    domesticación y diversificación genéti-ca constante efectuada por los pueblosindígenas y comunidades campesinas.

    Las preguntas que surgieron desdeel primer momento de detección detransgenes en nuestros maíces nossiguen ocupando hasta la fecha ¿Quétan seguro es el maíz transgénico des-de lo ambiental, cultural, salud, socialy económico en un país que basa sucultura en el maíz?, ¿Qué impactotendrán los organismos genéticamen-te modificados (OGM) en las razas yvariedades nativas y silvestres, en larica diversidad genética de las milpasde los campesinos e indígenas, quecomponen el 80% de los productoresdel campo y el 55% de la produccióndel maíz con semillas propias? ¿Quéimpacto tendrá esta tecnología de loslaboratorios sobre la producción demaíz y su consumo directo en México?

    Algunos “tecno-científicos” alca-huetes de las empresas del oligopolioy grandes comerciantes de semillasbajo las siglas de Agrobio desplieganun fuerte activismo pro transgénico.Prometen que los OGM son sustancial-mente equivalentes con las especiesconvencionales, son inocuos al medio ambiente, a la salud humana y animal, sonmás productivas, van a aumentar la biodiversidad, van a resolver el problema delhambre, la autosuficiencia alimentaria y reducirán a cero el uso de los agroquími-cos. Nada más alejado de la realidad y de la ciencia. En este  Jarocho Cuántico vamos a referirnos a los argumentos del oligopolio incluyendo los de la ComisiónIntersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados(Cibiogem). Así el negocio de las semillas y cultivares transgénicos ha infiltradoa varias instancias académicas y de gobierno incluyendo las de “bioseguridad”.

    Tenemos una ley de bioseguridad (LBOGM), así como una Ley Federal deProducción, Certificación y Comercio de Semillas instrumento de los oligopo-

    lios para controlar la propiedad intelectual de producción de semillas. Con lostransgénicos se suman nuevos elementos a la disputa neoliberal por la nación.La sociedad está reaccionando a esta imposición: Por más de dos años lospermisos para la siembra experimental, piloto y comercial del maíz GM hansido detenidos gracias a una medida cautelar que un juez federal dictó. El juiciofue promovido por una colectividad de organizaciones indígenas y campesinas,productores, científicos y ciudadanos, que demandaron el respeto a los dere-chos humanos al disfrute de la biodiversidad, salud y alimentos sanos. Asimis-mo, los campesinos mayas de Campeche productores de miel, demandaron aMonsanto y al gobierno por permitir la siembra de soya GM sin la consulta libre,previa, informada y de buena fe a los pueblos indígenas. Sus mieles orgánicasde la selva se han contaminado con la soya genéticamente modificada.

    En este número del El Jarocho Cuántico se han reunido una serie de artícu-los breves y opiniones de renombrados científicos mexicanos sin conflicto de interés con los temas que nos parecen centrales en la discusión sobre la intro-ducción de los OGM en México. Eckart Boege1 y Beatriz Torres2.

    1. Eckart Boege. Profesor Investigador Emérito del INAH y Miembro activo de laUnión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS).

    2. Beatriz Torres es Investigadora de la Universidad Veracruzana trabaja en la Direc-ción de Comunicación de la Ciencia.

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    ¿Pueden coexistir los organismos genética-mente modificados (OGM) con las especies delas cuales México es centro de origen, domes-ticación y diversificación genética constante?

    Con métodos de la revolución verde, así como elcreciente poder y negocios de las empresas tras-nacionales en los últimos 80 años se han perdidoel 93% de las semillas que el humano ha generadoa través de los siglos. Su último invento, las semi-llas y cultivos transgénicos con sus agroquímicosasociados aceleran todavía más esta pérdida. Porejemplo, se producen en laboratorios sofistica-dos unas cuantas variedades de maíces híbridostransgénicos de manera industrial y se controlancomercialmente a través de patentes ligadas anuevas leyes que protegen la propiedad intelec-tual. El Estado mexicano promueve activamenteel desplazamiento de semillas nativas a favor delas industriales que causa lo que se denomina laerosión de la diversidad genética del sistema ali-

    mentario nacional y mundial.Sin embargo, en México, los pueblos indígenasy comunidades campesinas siguen custodiandola enorme diversidad de las especies y varieda-des que ellos han domesticado. Estas semillashan sido un bien común de libre intercambio yalimentan a millones de personas. Por su diver-sidad son el reservorio de semillas más impor-tante a nivel mundial para enfrentar los retos delcambio climático. Esta diversidad no la tienen lamayoría de los países del mundo. La modalidadcomercial y masiva del maíz GM amenaza estosacervos de agrodiversidad y al sistema alimen-tario mexicano que se compone en el caso delmaíz de por lo menos 600 platillos que consumi-mos cotidianamente.

    El Instituto Nacional de Ecología y Cambio Cli-mático (INECC) ha detectado maíz transgénicoen el 4% de una muestra total de 2193 colectasde maíz nativo. Las muestras provienen de seisestados de la mayor diversidad: Oaxaca, Puebla,Chiapas, Veracruz, Michoacán y Guanajuato. Elorigen de la contaminaciones génicas provienenprincipalmente del maíz importado de EstadosUnidos y Sudáfrica subisdiados por sus gobiernosy en parte repartido por los programas de gobier-no como Diconsa o la Cruzada Contra el Hambre.Es decir, las semillas caminan por todo el país ylas fuentes de contaminación no sólo son los lu-gares en donde supuestamente sería permitida lasiembra de maíces GM.

    Si se permite la siembra comercial de maíz GMen México, la introgresión constante de genes deotras especies al acervo genético de las semillasnativas sería i rreversible. Esta apilación constantede genes extraños en el acervo genético local po-dría hacer inviables las semillas nativas con con-secuencias impredecibles para el sistema alimen-tario y cultura mexicana.

    Las contaminaciones genéticas documentadascientíficamente representan un nuevo paradigmapara México. Ni las leyes ni la autoridad ambiental,la Sagarpa o el organismo de bioseguridad inter-secretarial (Cibiogem) han sido capaces de frenarde manera alguna la contaminación génica en unpaís que es centro de origen. Demuestra tambiénque los mecanismos de bioseguridad del estadomexicano son insuficientes, que no se aplica elprincipio precautorio completo para las especiesque han sido domesticadas por los pueblos indí-genas y campesinos.

    Las semillas GM “caminan”, se distribuyen entodo país por lo cual se convierten en focos decontaminación exponencial. Si por ejemplo uncampesino indígena de Oaxaca siembra en suparcela pocas semillas GM compradas en Dicon-sa, una sola planta puede producir polen conta-minante que teóricamente podría generar 5 a 27millones de granos de maíz.

    La tecnología OGM es ineficiente ya que nocontempla los principios de la epigenética, la bio-

    logía o ecología evolutiva que estudia la coevolu-ción entre las llamadas plagas y las plantas útilesy es cuestión de tiempo en que se generen super-plagas. La respuesta de la industria biotecnológi-ca a este problema es generar un nuevo gen queresista a esas plagas resistentes. Estos nuevosgenes se podrían sumar a la contaminación gené-tica previa en los maíces nativos. El riesgo a largoplazo es que los maíces nativos se convertirían enlos basureros genéticos de la industria biotecnoló-gica que sería imposible limpiar.

    Como paradigma tecnológico la biotecnología

    OGM pertenece al grupo de tecnologías alta-mente riesgosas para el futuro del país y de lahumanidad, es totalitaria ya que va directamenteen contra de un principio ético científico de la re-versibilidad. Es ineficiente desde el punto de vis-ta energético, porque se trata de una agriculturaindustrial que genera páramos verdes de granescala, desmontes de gran envergadura como enCampeche o Sur América, expulsión de pequeñosproductores y el uso masivo de biocidas como elglifosato y otros.

    El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad yCalidad Agroalimentaria (Senasica), la Cibiogemy la Sagarpa promueven actualmente una NormaOficial Mexicana (NOM) para establecer zonaslibres de transgénicos para instaurar áreas don-de sí se permite el cultivo de transgénicos. Paraello, han realizado reuniones con promotores dela siembra comercial de cultivos transgénicos quetratan de mostrar que la coexistencia entre los cul-tivos transgénicos y los convencionales no trans-

    génicos es posible.Ante la evidencia científica que indica que no esposible la coexistencia de las especies de la cualMéxico es país de origen con los OGM, el Con-sejo Nacional de Desarrollo Sustentable PNUD-Semarnat hizo en diciembre de 2015 la siguienterecomendación a la Semarnat:

    … recomendamos que la Semarnat en basea sus atribuciones que le otorga el artículo 66de la LBOGM, emita dictámenes NO favora-bles para que la SAGARPA suspenda todas las autorizaciones de liberación de OGM, de las especies y variedades de las cuales Méxi-co es Centro de Origen, Domesticación y Di-versificación Genética constante.

    Eckart Boege*

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    ¿Que son los cultivos transgénicos?Desde hace unos 10,000 años campesinos delas culturas locales de todo el mundo han domes-ticado plantas y animales diversificando especiesy variedades que conforman el actual sistemaalimentario mundial. En especial los pueblos in-dígenas de México domesticaron 200 especies–de las cuales el maíz es la más importante–, loque ha generado una gran diversidad de razasy variedades adaptadas a los distintos climas ydiversas condiciones ecológicas del país.Actualmente los avances tecnológicos y en es-pecial de la biología molecular han transforma-do cualitativa y aceleradamente la manera deproducir semillas. Estos avances chocan fron-talmente con la producción de semillas de loscampesinos e indígenas y con la de semillas

    comerciales de pequeñas empresas mexicanas.Los Organismos Genéticamente Modificados(OGM) son “organismos cuyo material genético(ADN) ha sido alterado de manera que no ocu-rre naturalmente”. Con la ingeniería genética selogran mezclar genes de organismos de espe-cies diferentes, por ejemplo se puede silenciaro desactivar genes, insertar genes de una bac-teria en una planta, el gen de un ser humano enun cerdo o el gen de un pez en un tomate. Lasalteraciones logradas se pueden heredar de ge-neración en generación. La manipulación gené-tica salta por encima de las barreras biológicasque separan a las distintas especies.

    Una de las promesas de los cultivos transgénicos es “acabar el hambre del mundo” por ejemplocon variedades resistentes a la sequía, más productivas, con vitaminas incluidas, o usar menosagroquímicos. Después de más de 30 años de siembra comercial de diversos cultivos como lacolza, el algodón, el maíz y la soya, podemos ver que los cultivos transgénicos hasta ahora no hancumplido las promesas. Su éxito demanda sistemas agrícolas muy industrializados y tecnificados yfavorece el monocultivo. Se limita el intercambio libre de semillas que se da de manera tradicional ennuestros países y hace a los agricultores dependientes de comprar semillas en cada ciclo de cultivo.

    Coexistencia imposible entre los maíces nativosmexicanos y los geneticamente modificados

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    4 E L J AROCHO  CUÁNTICO  6 DE  MARZO DE  2016

    El origen del maíz ocurrió en Meso-américa, específicamente en la mi-tad austral del territorio mexicano yen Guatemala. De acuerdo con lateoría multicéntrica, fue originada apartir del teocintle prehistórico queexistió en México, al menos en 5centros. El germoplasma de cadacentro de origen y domesticaciónse dispersó siguiendo rutas espe-cíficas originando centros de di-versificación, regiones donde másde un germoplasma primigenio

    convergieron. Esto significa que elmaíz desde su origen es diverso.El maíz naturalmente dispersa susgenes mediante polinización eólica.El hombre lo dispersa por acarreode semilla a grandes distancias.Este proceso evolutivo ha ocurri-do por milenios. Los transgenesson introducidos a las células portransformar, mediante la bacteria Agrobacterium tumefaciens. Lascélulas transformadas son selec-cionadas y cultivadas  in vitro paraobtener nuevas plantas que poseensolamente un transgén. Aun cuandose seleccionan plantas con un solotransgén, éste puede estar localiza-do al azar en sitios y cromosomasdiferentes. Esto hace posible quese acumulen en individuos transge-nes de una o varias construccionesrecombinantes en las poblaciones.Este aumento numérico de trans-genes en un mismo genoma puedeaumentar las posibilidades de inter-ferencias con otros genes nativoscerca o lejos de los sitios de inser-ción. Esto puede dar lugar a pobla-ciones con una enorme cantidadde ADN adicional al genoma nor-mal con combinaciones nuevas no

    probadas en los laboratorios. Si lacontaminación se mantiene, even-tualmente se llegaría a un puntoen que sería imposible eliminar lostransgenes y demás anormalidadesde las poblaciones de maíz nativo.Además de las alteraciones genéti-cas, se espera que las construccio-nes recombinantes causen croma-tina (ADN + histonas) modificadaestructuralmente y que por meca-nismos epigenéticos (metilaciónde ADN, modificación de histonas,

    silenciamiento de genes, creaciónde aberraciones cromosómicas portransposones, etc.) importantespara la regulación de la expresióngenética. Es posible, que en casosde alteraciones mayores, algunosde los genes recesivos letales y su-bletales se expresen, aumentandola esterilidad, y formando complejoscitogenéticos heredables dañinos aldesarrollo y reproducción normalesde las plantas. Bajo este escenario,si se permitiese un flujo transgénicoconstante hacia las poblaciones demaíz, se espera su degeneracióncausando la desaparición de varie-dades y razas nativas. Se concluyeque por estas razones y otras queimplican impactos negativos, enMéxico no se debe permitir el culti-vo comercial de híbridos transgéni-cos; y debe impedirse la contamina-ción transgénica de los acervos demaíz nativo mexicano.

    (*)Resumen de ponencia: Acta fito-genética Volúmen 2 Núm. 1 2015 pág

    23 Sociedad Mexicana de FitogenéticaA.C. VI Reunión Nacional de Maíces

    Nativos. p. 23

    LOS RIESGOS A LA SALUD

    Y LOS TRANSGÉNICOS Cuando hay desacuerdo en la interpretación de datos

     no está de más preguntarse quién paga la investigaciónEric S. Grace

    Cualquier producto procesado industrialmente podría contener maíz o soyatransgénicos. Estos dos cultivos transgénicos son comúnmente usados co-mercialmente ya sea como componente principal o aditivo –por ejemplo,totopos de maíz fritos en aceite de soya–. Además en nuestro país no esobligatorio que se etiqueten los productos que contengan transgénicos, asíque por más que lo busques no sabrás si es o no transgénico.

    ¿POR  QUÉ NOS DEBERÍA PREOCUPAR  COMER   ALIMENTOS TRANSGÉNICOS?No existe consenso sobre los daños a la salud de los transgénicos. Losestudios científicos sobre la inocuidad de los OGM son realizados por lapropia industria biotecnológica los cuales generalmente niegan todo ries-go. Los estudios son a corto plazo y existe una presión y acoso para in-vestigadores que llegan a reportar datos que manifiesten daños a la salud.En México la Secretaría de Salud a través de la Comisión Federal para laProtección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) es la encargada de garan-tizar la inocuidad de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM).

    El procedimiento de evaluación consiste en recibir la justificación de inocui-dad y riesgos por parte de las empresas que desarrollaron los OGMs, revi-sar la evidencia científica y emitir la autorización para su comercializacióne importación. La Cofepris no realiza análisis de manera independiente para determinar pruebas de alergeniciad, patogenicidad o toxicológica.

    R IESGOS  A LA SALUDSe ha confirmado a través de varios estudios con animales la relación en-tre alimentos transgénicos y efectos adversos a la salud. Entre los efectosencontramos infertilidad, desregulación inmune, envejecimiento acelerado,desregulación de los genes asociados con la síntesis de colesterol, regu-lación de la insulina, y efectos en el hígado, el riñón, el bazo y el sistemagastrointestinal. Debido a que utilizamos a los animales como indicadores,los resultados de estas investigaciones son muy importantes para identifi-car posibles efectos adversos para la salud en los seres humanos.

    D AÑOS  A LA SALUD EN  ANIMALES  DE LABORATORIO  AL SER   ALIMENTADOS CON CULTIVOS TRANSGÉNICOS

    Transgénico/Animal Daño o alteraciones identificadas

    Soya/ratonescambios celulares significativos enel hígado, en el páncreas y en lostestículos

    Soya/conejosalteraciones en la función enzimáticadel riñón y del corazón

    Soya/ratas hembras cambios en el útero y los ovarios

    Soya /hamstersPerdida de la capacidad de reproducirseen la tercera generación

    Maíz/ratonesDeficiencias crónicas en riñón, enambos sexos. En hembras desarrollo degrandes tumores

    La Academia Medicina de Medicina Ambiental de Estados Unidos (AAEMpor sus siglas en Ingles), ha determinado una postura sobre los OGMs.“Debido a que los alimentos transgénicos suponen un grave riesgo para la salud en áreas de toxicología, alergología, inmunología, salud reproduc-

    tiva, metabólica, y fisiológica y genética, la AAEM cree que es imperativoadoptar el principio precautorio, que es uno de los principales instrumen-tos de regulación de la política ambiental y de salud de la Unión Europea y sirve como base para varios acuerdos internacionales”.

    ¿EN MÉXICO, DEBEMOS SEGUIR  DEJANDO QUE LA INOCUIDAD LA GARANTICE LA INDUSTRIA QUE PRODUCE LOS OGMS?

    Referencias -Séralini, et al (2014). Republished study: long-term toxicity of a Roundupherbicide and a Roundup-tolerant genetically modified maize.EnvironmentalSciences Europe, 26(1), 1-14.-Batllori Sampedro. E. (2014). Jusficación técnica-científica para emitir opiniónfavorable a solicitudes de zonas libres de cultivos de organismos genética-mente Modificados en el estado de Yucatán. Secretaría de Desarrollo Urba-no y Medio Ambiente de Yucatan-Cofepris http://www.cofepris.gob.mx

    *Investigadora de la Universidad Veracruzana trabaja en la Dirección deComunicación de la Ciencia.

     Takeo Ángel Kato Yamakake, Elena R. Álvarez-Buylla

     Beatriz Torres Beristáin*

     Acumulación de transgenesen el maíz nativo de México

     y posibles consecuencias. (*)

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    México es el centro de origen del maíz y,a la vez, mayordomo de la mayor rique-za en diversidad genética del maíz y desus parientes silvestres en el mundo. Enlos bancos de germoplasma mundialesse resguarda a temperaturas de -18 °Co inferiores un billón de semillas de maízgenéticamente diferentes entre sí, queapenas son una pequeña fracción de labiodiversidad del maíz en el mundo. Encomparación, los campesinos mexica-nos siembran anualmente millones desemillas genéticamente diferentes de 59razas nativas. La cosecha es de unos 20billones de granos de maíz nativo, quefueron expuestos a tensiones ambienta-les durante su cultivo. De aquellos, lasmujeres campesinas seleccionan degranos como semilla para la siembra yel resto es consumido como alimento.En el campo mexicano se maneja cadaaño 20 veces la biodiversidad que hayen todos los bancos de semilla del mun-do, sobre la que se ejerce gran presiónde selección (una semilla de cada 100)para favorecer aquellas que por sus ras-gos morfológicos representan el idealpara su consumo pluricultural. Los pro-ductores almacenan e intercambian su

    semilla dentro de la comunidad, tambiénvenden semilla local o regionalmentegenerando variedades regionales.

    Todo esto conforma un megaexpe-rimento de “mejoramiento genéticoautóctono” sin paralelo en el mundo,dinámico, y realizado por el habitantede Mesoamérica sin pausa desde hacemás de 6 mil años, que diversificó y si-gue diversificando al maíz.

    Durante los últimos 100 años, el “me- joramiento genético mendeliano” ha ex-traído del reservorio genético mundialdel maíz los caracteres que definen atodos los híbridos no transgénicos bajocultivo en el mundo y también de loshíbridos transgénicos, excepto por suscontados caracteres noveles insertos.La ciencia como tal no ha creado esoscaracteres; son los 62 grupos étnicos deMéxico y sus ancestros los creadoreslegítimos del maíz, de su biodiversidadfuncional, y sus mayordomos en México.La mitad de la semilla de maíz sembra-

    da en México corresponde a sus más de59 razas nativas. Entre 25 y 30 por cien-to corresponde a híbridos modernos notransgénicos vendidos por un puñadode empresas multinacionales y por másde 70 medianas y pequeñas empresasde semilla de capital nacional. El restode la semilla corresponde a materiales“acriollados” producto de la interaccióngenética entre los maíces mejorados ylas razas nativas.

    Entre el entramado legal que rige a lapropiedad intelectual en México destacala Ley Federal de Variedades Vegetales(LFVV), promulgada en 1996, compati-ble con el Acta de la Unión Internacio-nal para la Protección de las Obtencio-nes Vegetales (UPOV) de 1978. Estaacta protege los derechos del obtentor,destacando el privilegio del campesinoy el derecho del fitomejorador. En cam-bio, las leyes homólogas de los países

    industrializados son compatibles con elacta posterior de UPOV de 1991, quevalida patentar a los seres vivos, por loque la industria de los cultivos transgéni-cos los patenta, adquiriendo el derecholegal al cobro de regalías.

    México y otros países que son cen-tros de origen o de diversificación deespecies cultivadas experimentan pre-siones exógenas para adoptar el actaUPOV 1991. Como efecto de ese ca-bildeo, el Senado mexicano aprobó en2012 la modificación de la LFVV para,entre otras disposiciones, permitir pa-tentar a los seres vivos y, con esto, elcambio de posición de México, ahora alacta UPOV 1991. Afortunadamente, lamodificación fue suspendida por la 61Legislatura de la Cámara de Diputados.

    La aprobación eventual de la modi-ficación a la LFVV (por presiones deltratado transpacífico por ejemplo) , así

    como el permiso para la siembra demaíz transgénico a escala comercialen el norte del país tendrían profundasimplicaciones en el cultivo de maíz enMéxico, que no serían para el bien dela nación. A corto plazo, desapareceríanlas medianas y pequeñas empresasproductoras y comercializadoras de maí-ces mejorados no transgénicos –en suinmensa mayoría híbridos y variedadespúblicas– en esa región.

    La razón es que será imposible im-pedir la contaminación no deseada desus líneas parentales, al convivir en elcampo con las siembras comerciales demaíz transgénico. Ante la ley, su semi-lla sería considerada “pirata”. El pago deregalías a la industria las haría quebrar.Desaparecería el maíz mejorado notransgénico de esa región de México,porque el puñado de empresas multi-nacionales de semilla es el mismo quebusca introducir el maíz transgénico. Lacontaminación transgénica consumaríael monopolio de la industria en el merca-do de semilla, sin ganancia alguna parala seguridad alimentaria nacional.

    A largo plazo, el reservorio genéticode maíz nativo mexicano sería afectado

    de dos maneras por lo menos: 1) por laacumulación progresiva e irreversible deADN transgénico en las razas nativas,cuyo estudio ha sido propuesto desde2009, sin conseguirse financiamientopúblico: tal contaminación podría reducirla biodiversidad genética del maíz nativoy de sus parientes silvestres, y 2) cual-quier semilla contaminada, nativa o no,sería considerada semilla pirata. Estoequivaldría a despojar, mediante la ley,a los 62 grupos étnicos de México de sumayordomía del principal reservorio ge-nético de maíz del mundo. Mientras másrápido avanzara la contaminación de lasrazas nativas de maíz, más rápido ocu-rriría el despojo. La contaminación de losmaíces nativos de México le conviene ala industria de los transgénicos, porquefavorecería su capitalización y la consoli-dación irreversible de su monopolio.

    * [email protected]** [email protected]

    56 DE  MARZO DE  2016 E L J AROCHO C UÁNTICO

     Alejandro Espinosa Calderón* y Antonio Turrent Fernández**

    En las últimas décadas en Estados Unidos y en otraspartes del mundo la protección de la propiedad inte-lectual sobre las semillas ha aumentado de maneraespectacular a la par del crecimiento económico deloligopolio de empresas agroquímicas y de semillas enespecial de las genéticamente modificadas (GM). Ladécada de 1970 existían miles de pequeñas empre-sas productoras de semillas, en su mayoría familiares,mientras que, en 2011, sólo tres grandes compañíasagroquímicas controlan más de la mitad del mercadomundial de las semillas patentadas. Hasta el tercer ter-cio del siglo pasado, la mayoría de las semillas eranun recurso de uso común y las innovaciones podían

    beneficiar a cualquier productor. El proceso de privati-zación de los bienes comunes por medio de patentesha restringido el derecho a guardar y replantar semillas.

    ¿Qué sucedió? Antes de entrar en el negocio de lassemillas la mayoría de estas compañías se centrabanen la producción de agroquímicos y las empresas se-milleras se dedicaban a las semillas. En la década delos 70 se permitió la patente de híbridos principalmen-te maíces. En los años ochenta las corporaciones deagroquímicos llegaron al límite de su expansión, de talmanera que decidieron entrar a producir uno de los in-sumos más importantes para la agricultura: las semillas.

    La consolidación monopólica de la industria de lassemillas se aceleró en la década de los 90, cuando secomenzaron a comercializar los cultivos transgénicoscon sus respectivos patentes. Al tiempo las empresasagroquímicas se fueron apoderando de la industria desemillas y para el año 2001 ya era dominada por Mon-santo, DuPont- Pioneer, Syngenta, Bayer, Dow y BASF.Se estima que para el año 2011, estas seis grandescompañías agroquímicas controlaban el 60% del mer-cado mundial de semillas patentadas, encabezadas

    por tres (Monsanto, DuPont y Syngenta) que controlanmás del 53%. Además las seis en su conjunto abar-can 76% del mercado mundial de productos químicosagrícolas. Estas tendencias han dado como resultadoel rápido aumento de los precios de las semillas, delas materias primas y la disminución de la capacidad yderecho de los agricultores para guardar sus semillaspropias.

    Las regulaciones antimonopolio de Estados Unidosfueron rápidamente superadas por el propio oligopolio:para eludir las acusaciones de prácticas monopólicasaún entre las grandes empresas, lograron acuerdosde acción común inventando licencias cruzadas paracompartir las semillas transgénicas.

    Finalmente, el oligopolio ha sido muy eficaz enobtener el apoyo del gobierno norteamericano parahacer valer sus reclamos de propiedad intelectualcontra los agricultores que han “guardado semillas”.Se estima para el año en 2013, Monsanto obtuvo $23.7 millones de dólares en juicios contra agricul-tores y recibió pagos adicionales por $ 85 a $ 160

    millones por acuerdos fuera de la corte en 2006.Además, al menos un granjero, Kem Ralph, fue con-denado a ocho meses de prisión por conservar se-millas de Monsanto, a pesar de afirmar que él nuncafirmó un contrato con esa empresa. Monsanto hasido el líder de muchos juicios contra agricultores.Ahora DuPont- Pioneer, está copiando esta estra-tegia, incluyendo la contratación de detectives ypolicías privadas para verificar los campos de losagricultores y tener la evidencia de almacenar ysembrar semillas de esas empresas.

    ¿Que pasará en México con los derechos de propie-dad de genes que se encuentren en los maíces criolloscontaminados genéticamente si México por presionesde los tratados de libre comercio aprueba la UPOV91?

    * Síntesis y adaptación al Jarocho Cuántico del texto:Howard P. 2015 “Intelectual Property and Consolidation inthe Seed Industry” : en Crop Science 55: 1 2015 (Véase

    en este texto las citas correspondientes a cada una delas afirmaciones).

    El oligopolio Relación entre el crecimiento espectacular de las empresas agroquímicas y ahora “dueños de las semillas” en especial

     de los OGM y la protección de la propieda d intelectual

    Mejoramiento genético autóctono

    versus  semillas de laboratorio y los

    derechos de propiedad intelectual

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    E L J AROCHO  CUÁNTICO  6 DE  MARZO DE  20166

    Los defensores de la ingeniería genética proclamanque los dos tipos predominantes de OGM –plantasplaguicidas y plantas resistentes a herbicidas– sonbenéficas al medio ambiente. Hay dos tipos princi-pales de plaguicidas: los que matan insectos (insec-ticidas) y los que matan a las hierbas (herbicidas).Hasta la fecha, los cultivos transgénicos que mataninsectos han sido todos modificados genéticamen-te al recombinarles una bacteria común del suelocomo plaguicida. La bacteria es Bacillus turingien-sis, que es llamada “Bt” y su uso en forma naturales segura para mamíferos y otros organismos no-blanco incluyendo insectos benéficos por eso hasido usada mucho tiempo en la agricultura orgánica.Las plantas GM producen su propio plaguicida sonpeligrosas porque mientras que las proteínas natu-rales del Bt se rompen rápidamente con luz del díay no se acumulan en el suelo o en el agua, todas lascélulas de un cultivo Bt genéticamente modificadoexpresan la toxina en forma activa. Aún cuando losresiduos del cultivo del maíz son reincorporados alsuelo después de la cosecha, el Bt no se rompe rá-pidamente en sus tejidos y persiste en el suelo pormeses. Esto tiene efectos negativos, por ejemplo, in-vestigadores han encontrado que los hongos Myco-rrhizal fungi –que colonizan las raíces de plantas ylas ayudan a absorber los nutrientes, resistir enfer-medades y tolerar sequías– son menos abundantesen las raíces del maíz genéticamente modificado Btque en las del maíz no modificado. Las proteínas Btproducidas en plantas transgénicas tienen un efecto

    dañino sobre el agua y la vida acuática. Un estudioconducido en Indiana E.U.A. encontró que proteínasde Bt provenientes de maíz GM estaban contami-nando el 25% de los cauces de agua muestreados.Investigadores han encontrado que cultivos Bt cau-san efectos tóxicos en las poblaciones de insectosbenéficos como las mariposas y abejas y en estasúltimas afectan su habilidad para encontrar fuentesde néctar; la evidencia indica que dañan también ainsectos benéficos predadores-naturales de plagas.Otro peligro de los cultivos Bt es que las poblacio-nes de insectos plaga desarrollan resistencia ampliaal Bt. Gusanos de la raíz resistentes al Bt han sidoencontrados en Iowa e Illinois. Cuando esas varie-dades resistentes proliferan, los granjeros aplicanplaguicidas para controlarlos. En consecuencia,a pesar de que los cultivos con Bt inicialmente re-dujeron el uso de plaguicidas, este control ha sidomenor que lo esperado, debido a que plagas resis-tentes al Bt continúan propagándose –y a que lasplagas que sucumben al Bt dejan su lugar a otrasplagas oportunistas.

    Los cultivos transgénicos han causado un incre-mento en el uso de plaguicidas, porque la mayorparte han sido modificados para tolerar herbicidas–en el mundo el 84% de la superficie con cultivostransgénicos, se planta con variedades resistentesa herbicidas. En consecuencia, el uso de herbicidasha escalado. La siembra de cultivos transgénicos enlos EUA (1996-2008) ha provocado un incrementode 383 millones de libras de herbicidas. Este au-mento se debe al surgimiento de supermalezas re-sistentes a herbicidas. Las supermalezas se desa-rrollan de dos maneras. Las hierbas resistentes semultiplican rápidamente, y no quedan otras hierbasdentro del área con las cuales competir. La segun-da manera es por polinización cruzada, por ejemplodebido a que la canola GM puede polinizar a hier-bas silvestres que son sus parientes, los genes delpolen para resistencia herbicida confieren a dichashierbas ese rasgo transgénico. En el estado de De-laware, después de ser sembrada por primera vez lasoya transgénica Roundup Ready®, producida porMonsanto –resistente al glifosato– tomó alrededorde cuatro años para que aparecieran hierbas resis-tentes a ese herbicida, En los siguientes diez años,se contaron 10 especies de hierbas resistentes en22 estados, e infestaron hasta cerca de cinco millo-nes de hectáreas sólo en los E.U.A.

    Los cultivos transgénicos han estimulado el retornode herbicidas más peligrosos cuyo uso las compañíasy sus defensores tecno científicos aseguraban dismi-nuir considerablemente. Uno de estos herbicidas es el

    2,4-D, era un ingrediente activo del Agente Naranja, undefoliante usado por el ejército de los EUA intensiva-mente durante la guerra de Vietnam. El 2,4-D es muypotente y sus vapores causan gran daño a las plantasde hoja ancha, (plantas que no son pastos) en dosisextremadamente bajas. Además, el 2,4-D es 300 ve-ces más tóxico que el glifosato en las plántulas reciénemergidas y nueve veces más tóxico para las plantasadultas. Otro herbicida que los agricultores han vueltoa usar en su batalla contra las supermalezas es el di-camba. Al igual que el 2,4-D es más dañino al medioambiente que el glifosato. El herbicida de Monsanto“Roundup®” que tiene glifosato (FAENA en México)como ingrediente activo, también ha mostrado ser unpotente disruptor endocrino en niveles hasta 800 ve-ces menores que los niveles de residuos permitidosen alimentos y forrajes. Es tóxico a las células y al ADNhumano en dosis mucho más bajas que las usadas enla agricultura.

    La industria ha desarrollado una nueva línea deplantas transgénicas que son resistentes a estosquímicos sintéticos más tóxicos. Por ejemplo: Dow

    ha creado una soya que es resistente a 2,4-D –quetambién fue modificada para tolerar glifosato y glu-fosinato; además ha producido maíz que puede serfumigado con 2,4-D y otros herbicidas. Sin que-darse atrás, Monsanto ha desarrollado un frijol desoya resistente tanto a dicamba como a glifosato–y diseñado maíz y algodón con resistencia a tresherbicidas juntos. Con el uso de estos transgénicoslos fabricantes están generando especies “oportu-nistas “ con resistencia a diversos herbicidas. ¿Enqué momento serán resistentes a todos los herbi-cidas e invadirán nuestros campos? Con el tiempoel maíz Bt no controla ciertas plagas, por lo que losfabricantes han alterado más sus semillas: las hanrecubierto con unos poderosos insecticidas conneonicotinoides. Cuando la planta crece, los neoni-cotinoides se dispersan en sus tejidos, hasta entraren su polen y néctar y permanecen en la planta encrecimiento siempre activos. A causa de esto la po-sibilidad de que se generen superplagas resistenteses muy alta. También es muy alta la posibilidad deque sean dañados insectos benéficos, ya que losneonicotinoides son tóxicos para una gran parte deellos. Estos poderosos insecticidas persisten por unlargo periodo de tiempo en el suelo y en el agua.La evidencia sugiere también que los neonicotinoi-des pueden desempeñar un papel importante en lamuerte de las abejas y el colapso de sus colonias.

    Debido a los efectos de los cultivos transgénicoslos dilemas de hoy son peores que con la agroquímicaconvencional. Hace veinte años los agricultores no te-

    nían que enfrentar las supermalezas y usaban menosherbicidas. Además, no había plantas transgénicascon plaguicidas en sus células. Por lo tanto, no habíala amenaza de que las aplicaciones de Bt dejaran deser un instrumento efectivo en los cultivos orgánicos yen el manejo integrado de plagas. No existía el peligrode que los productos lácteos orgánicos probablemen-te no se puedan producir más debido a que ya no exis-ta alfalfa verdaderamente orgánica. En casi 20 años,la ingeniería genética en la agricultura ha producidodiversos problemas. El Departamento de Agriculturade los Estados Unidos y la EPA (y por ende la Cofe-pris de México: nota del editor) han ignorado por largotiempo los riesgos y continúan aprobando los cultivostransgénicos que producen efectos dañinos como sino representaran ningún problema.

    Steven Druker. 2015 La erosión de la protección delmedio ambiente en: Genes

     Alterados, Verdad Torcida. Clear River Press. Capítulo

    7 (Resumen elaborado por Ana Ruiz y adaptado por eleditor al Jarocho Cuántico)

    Los daños al medio ambiente

    de los OGM existentes en el mercado

  • 8/19/2019 Una coexistencia Imposible: Maíces Nativos y Maíces Transgénicos

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    En México Las empresas trasnacio-nales y nacionales que lucran y acu-mulan ganancias millonarias en laproducción, transformación, distribu-ción y venta para consumo de maízestadunidense –casi todo transgéni-co– han formado una alianza (http:// alianzaprotransgenicos.com/). Tal ini-ciativa, financiada por las compañíasdel negocio del maíz transgénico,seguramente responde a la grande,eficaz y legítima resistencia en favorde preservar el grano verdadero quehan mantenido las comunidades au-tóctonas y campesinas, colectivos,alianzas de organizaciones no guber-namentales, científicos, artistas, me-dianos y grandes productores, consu-midores, padres de familia; millonesde ciudadanos de México y del mun-do. Quienes participamos en estosesfuerzos valoramos la importanciade mantener el maíz campesino y suproducción al seno de sus comunida-des fortaleciendo la integridad de susterritorios, y la invaluable y dinámicaagrobiodiversidad. Además el maízconserva su gran calidad alimentaria

    se mantiene libre de transgénicos,tóxicos y como bien común. La de-manda colectiva que prohíbe la siem-bra a campo abierto de maíz transgé-nico está sustentada en el derecho,en nuestra Constitución; en evidenciacientífica rigurosa y sobre todo, en lafuerza de las comunidades campesi-nas y sus legítimas demandas. Impli-ca la defensa de derechos inaliena-bles: a una alimentación sana, a unaproducción de nuestro alimento bási-co (maíz) sin transgénicos y acorde anuestras culturas, así como a gozarde la biodiversidad natural y agrícolapropia de nuestro país, que día a díase inventa, resguarda y regenera porlos campesinos mexicanos: vital paranuestra soberanía. La motivación lu-crativa, que no científica y mucho me-nos humanitaria de esta alianza protransgénicos es engañosa, así comotoda la propaganda que la acompa-ña1.

    EL MAÍZ BOTARGA  Y  SU PARCIAL SOPORTE CIENTÍFICO

    De forma inmoral y tanto científicacomo humanitariamente inaceptable,las empresas reunidas en esta alian-za están dispuestas a poner en ries-go la salud de todos, a violar nues-tros derechos, y cancelar opcionessanas de producción y distribución

    de alimentos en favor de su gran ne-gocio. Se benefician del comercio delos excedentes de la producción sub-vencionada estadunidense de granotransgénico barato. Es un maíz botar-ga; al contrario del auténtico aún pro-ducido por millones de campesinos,este botarga es de pésima calidadnutricional, con tóxicos, altos conte-nidos de almidones que nos hacenpropensos a la diabetes y la obesi-dad; a la vez, tiene bajos contenidosde fibra, proteínas y antioxidantes,los cuales ayudan a prevenir enfer-medades, incluido el cáncer. Por ello,el maíz botarga importado es másbarato que el auténtico que producenlas comunidades campesinas mexi-canas sin transgénicos. Sorprendeque en la propia alianza pro trans-génica de empresas trasnacionalesy nacionales participen científicos

    mexicanos que laboran en entidadespúblicas. Entre los que apoyan estainiciativa hay pocos colegas de presti-giosas universidades, como la UNAMo el Cinvestav del IPN; incluso algúndirector. ¿Implica esto que las máxi-mas autoridades de estas entidadesestán enteradas y lo aprueban? Estosería aún más preocupante. En la pá-gina de la alianza se enlistan sólo 14científicos mexicanos y dos de uni-versidades de Estados Unidos. Haceunos días había algunos más, queaparecen en desplegados circulados

    en varias entidades del norte del paísen donde se promueve el maíz trans-génico. Aparecen como parte de unacampaña mediática plagada de men-tiras o verdades a medias, en favorde intereses monopólicos, cuyas ac-tividades económicas tienen impac-tos negativos ambientales y de saludpara los mexicanos. La actual tecno-logía de transgénicos, liberada hacemás de 20 años persiste sólo porqueaún se lucra con ella, pero es con-traria a los principios científicos, queimplican la búsqueda de nuevos pa-radigmas y avances más adecuadosy con menos riesgos. Ante las eviden-cias de posibles daños asociados aluso de la agrobiotecnología trans-génica, prácticamente prohibida enEuropa, se debe aplicar el principioprecautorio en México antes de que

    sea demasiado tarde, tomando medi-das contundentes para evitar que lassemillas o granos transgénicos se in-filtren en las cadenas de produccióny consumo de maíz, nuestro alimen-to básico. Los cultivos transgénicosno cumplieron las promesas hechaspara venderlos: no aumentan rendi-mientos agrícolas, no han soluciona-do el problema del hambre en el mun-do, no son estables genéticamente;han fomentado la aparición de pla-gas resistentes y súper malezas queameritan el uso de químicos que son

    aún más tóxicos, además del cance-rígeno glifosato2, presente en cercade 9 de cada 10 cultivos. Los datosde la realidad hablan por sí mismos:reportes asocian el consumo con au-mento en muertes por cáncer y fallarenal aguda en Estados Unidos3.

    EL COMPROMISO ÉTICO DE LOS CIENTÍFICOS

    Los científicos nos debemos a unaciencia rigurosa y guiada por los va-lores del conocimiento y también a lacomprensión profunda, prevención ysolución de los grandes problemassociales, de salud y ambientales. Los

    científicos, privilegiados por gene-rosos sueldos y becas (como la delSistema Nacional de Investigadores)en universidades públicas, nos debe-mos primordialmente a la generaciónde conocimiento, no al negocio (pro-pio o ajeno, con o sin patentes), sinoal pueblo de México y a una cienciatrascendente comprometida socioambientalmente. La promoción a ul-tranza de los cultivos transgénicoses un ejemplo de cómo se promue-ve o impone antidemocráticamentela mercantilización de los productos

    de tecnociencias por delante de losvalores del conocimiento. Esta ten-dencia puede minar para siempre lageneración de una verdadera ciencia,trascendente y virtuosa en beneficiode todos, o incluso una tecnocienciaguiada por el conocimiento y el ím-petu de beneficiar a la sociedad sindañar el ambiente. Los poderes fác-ticos monopólicos tienen capacidadparticularmente preocupante de ses-gar y minar el propio desarrollo cien-tífico, así como su impacto virtuoso.Por ello, la ciencia pública mexicanay sus grandes instituciones, como laUNAM, tienen una responsabilidadmayúscula para resistir las propues-tas de las políticas neoliberales glo-balmente impuestas, las cuales es-tán dejando al mundo sin opciones,destruyen la vida, violan derechoscolectivos y los límites de la natura-leza y contaminan los recursos na-turales; cancelando el futuro. Este yotros casos ameritan una discusiónprofunda y pública al seno de nues-tras instituciones, exigiendo que loscolegas estén dispuestos al debaterespetuoso, público y sustentado conrigor, en los conocimientos científicosde frontera, transparentando los posi-bles conflictos de interés implicados.En la UNAM y el resto de las universi-dades públicas del país necesitamosuna ciencia rigurosa, dinámica y defrontera, primordialmente comprome-tida con la justicia y el bienestar so-cial, el cuidado del ambiente y la in-valuable diversidad natural, agrícola

    y cultural de México, imprescindiblespara nuestra soberanía; no con lascorporaciones trasnacionales.

    *Presidenta de la Unión de CientíficosComprometidos con la Sociedad, investi-gadora titular C del Instituto de Ecología,y Consejo Asesor del Centro de Cienciasde la Complejidad, UNAM.

    1.- http://www.jornada.unam.mx/2015/10/11/opinion/013a1poly http://www.jornada.unam.mx/2015/10/03/opinion/021a1eco

    2.- Reporte de la OMS: http://www.iarc.fr/ en/media-centre/iarcnews/pdf/Mono-graphVolume112.pdf

    3.- https://people.csail.mit.edu/seneff/ Swanson_et_al_2014.pdf

    6 DE  MARZO DE  2016 E L J AROCHO C UÁNTICO   7

    Elena Álvarez-Buylla*

    ¿Científicos en la Alianzapro trasnacionales?

  • 8/19/2019 Una coexistencia Imposible: Maíces Nativos y Maíces Transgénicos

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    La razones de la demanda colectiva por el derecho

    humano a la biodiversidad del maíz nativo

    El juez Guillermo Campos Osorio, titular del juzgado federal 12 de distrito enmateria civil con sede en el Distrito Federal, ordenó al Poder Ejecutivo mexica-no suspender cualquier nuevo permiso para cultivar maíz transgénico a cieloabierto en México a partir del 17 de septiembre de 2013, mientras se desahogala demanda colectiva por el derecho humano a la biodiversidad del maíz nativo,levantada por 53 ciudadanos y 20 organizaciones campesinas y urbanas

    Esta orden judicial se emitió antes de la resolución del magistrado Jaime Ma-nuel Marroquín Zaleta, titular del segundo tribunal unitario en materias civil yadministrativa del primer circuito, quien ordenó que la demanda siguiera su cursolegal. Con posterioridad, Marroquín reiteró que la suspensión de la siembra detransgénicos debe mantenerse por los riesgos de daño irreversible a la biodi-versidad. La suspensión ha tenido que ser obedecida por el Ejecutivo, durantelos últimos 14 meses. La demanda colectiva tiene carácter “difuso”, porque enella se defiende el derecho de todos los mexicanos, actuales y futuros, y tienepretensión “declarativa”, porque no busca la reparación de daños, sino la prohibi-ción permanente de la siembra de maíz transgénico a cielo abierto en el territorionacional.

    ¿Por qué sostienen los demandantes que la biodiversidad del maíz nati-vo es un derecho humano de los mexicanos? 

    Por cinco razones por lo menos: la primera , porque sin los maíces nativos nose podría elaborar los 600 preparados a base de maíz nativo de nuestra cocinapluricultural, con las características organolépticas (textura, sabor, olor y color) que

    demandamos los mexicanos. Son más de 300 tipos de tamales, tlayudas, totoposoaxaqueños, totopoxtles del golfo, tlacoyos, tortilla de maíz pepitilla, de maíz chal-queño, pozole, elotes de cacahuacintle, etcétera, y bebidas –pozol, tascalate, teja-te, tejuino–, atoles como el agrio de Ixtenco, etcétera. Lo que sí se puede prepararcon maíces que no son nativos, incluyendo a los importados, es la tortilla industrialde baja calidad organoléptica que actualmente sufrimos los mexicanos urbanos.La segunda  razón: 53 por ciento de la ingesta calórica de la dieta nacional y39 por ciento de la proteínica proviene del consumo directo del maíz. Sabemoscómo prepararlo como alimento y cómo manejarlo para evitar la contaminacióncon micotoxinas, que son cancerígenas. Lo que no sabríamos es cómo seguirnosalimentando sanamente si nuestro maíz fuera contaminado genéticamente portransgénicos ya que, como lo sugieren estudios recientes, su consumo por mamí-feros experimentales se asocia con daños a la salud de tipo “crónico-subclínico”.Latercera  razón: más de la mitad de los 8 millones de hectáreas que cada año sesiembran con maíz en México son tierras desde baja calidad agrícola hasta mar-ginales, siendo aprovechadas por millones de familias campesinas. Estas tierras yel maíz nativo los proveen de su fuente de empleo y alimentación. Las variedadesmodernas mejoradas, nacionales e internacionales, incluyendo a los maíces trans-génicos que pretenden vendernos, no prosperan en esas condiciones. La cuartarazón: los maíces nativos y su ancestro teocintle, ambos ampliamente distribuidosen el territorio nacional, son la única fuente tangible de adaptación genética a losretos que el cambio climático traerá a la seguridad alimentaria.

    La quinta   razón: la nación perdería irreversiblemente la soberanía tecno-lógica sobre su principal alimento básico, mientras que el gobierno actual, porincompetencia o por omisión, contribuiría a la desaparición de cualquier ofertasocial, privada o pública de semilla de maíz común. La tecnología transgénicaque se nos vende es obsoleta, impredecible, conlleva riesgos y, como el genio enla botella, es imposible regresarlo una vez que se le ha dejado salir. La demandacolectiva y un puñado de jueces incorruptibles que honran al Poder Judicial sonlo único que impide que los intereses corporativos trasnacionales, el gobiernomexicano y científicos mexicanos colaboracionistas quiten el tapón a la botella.

    Hay un pequeño colectivo de abogados (Colectivas AC), poderoso en princi-pios, en recursos intelectuales, e incorruptible, que conduce el timón y el motorde la estrategia de litigio de la demanda. También colaboran titanes de la técnica jurídica y los derechos humanos como el maestro Bernardo Bátiz y el padreMiguel Concha. La Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad AC haproporcionado el respaldo científico requerido. Pero es un enfrentamiento entreDavid y varios Goliat. ¡Está haciendo mucha falta el refuerzo comprometido dela sociedad civil mexicana para defender este recurso estratégico de la nación!

    * Miembro del Consejo Directivo de la UCCS AC, investigador nacional emé[email protected]

    La demanda de acción colectiva en contra del maíz transgénico en Méxicocristalizó cerca de 20 años de lucha en contra de la atrocidad que significaríaliberar maíz genéticamente modificado en su centro de origen y domesticación y

    diversificación constante. Las semillas constituyen, como la tierra, una herenciaque pasa de generación en generación. En el campo la respuesta al controlque el capital pretende ejercer sobre las semillas ha sido muy creativa, en losúltimos años se han reproducido las ferias, bendiciones, festivales de semillas.En estos eventos las semillas se intercambian de manera libre, se compartenlos conocimientos y los alimentos. De manera paralela se ha desarrollado ladefensa legal del patrimonio que representa el maíz. Era evidente que lasinstituciones gubernamentales trabajaban a favor de las corporaciones y en esesentido durante el gobierno de Calderón se había avanzado en la elaboraciónde reglamentos, Juan Elvira como responsable del sector ambiental dio losprimeros permisos para siembra de maíz transgénico en México, en 2009en fase experimental y en 2011 en fase piloto, asimismo dio el permiso parasembrar 250 mil hectáreas en siete estados de la República.

    Después de varios intentos desde la vía jurídica y frente al riesgo de suinminente liberación comercial, en octubre de 2012, un grupo de organizacionesde la sociedad civil, junto con científicos y abogados, presentamos el 5 de julio de2013 una demanda colectiva, en contra de la siembra de maíz transgénicoen territorio mexicano.

    El objetivo de la Demanda Civil de Acción Colectiva en vía de acción difusa

    con pretensiones declarativas sobre el derecho humano a la Diversidad Biológicade los Maíces nativos de México, es defender el Derecho de la Colectividad allibre acceso de la diversidad biológica, así como su conservación, utilizaciónsostenible y participación justa y equitativa de acuerdo a lo que establece elConvenio de Diversidad Biológica.

    Se apelan otros derechos derivados como son el derecho a un medioambiente sano, el derecho a una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad,derechos culturales y el derecho a la protección de la Salud.

    La demanda es promovida por una Colectividad conformada por 53 personasy organizaciones civiles, entre los cuales están campesinos, apicultores,investigadores, intelectuales, académicos, ambientalistas, defensores dederechos humanos, artistas; con la característica común de que todos somosconsumidores.

    Los demandados son la Secretaría de Agricultura, Ganadería, DesarrolloRural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), la Secretaría de Medio Ambiente yRecursos Naturales (Semarnat), Monsanto (con dos diferentes nomenclaturas),PHI México S.A. de C.V. (filial de Pioneer-Dupont), Dow AgroSciences de MéxicoS.A. de C.V. y Syngenta Agro S.A.

    Junto a la Demanda se solicito una medida precautoria de suspensión desiembra de maíz transgénico en México, esta medida precautoria se pidió en

    tanto se desarrolla el juicio y constituye el evento más relevante del juicio otorgadael 17 de septiembre de 2013. Gracias a ella todos los permisos para la liberacióno siembra de maíces transgénicos en todo el país, se encuentran suspendidospor mandato judicial. Se trata de una medida cautelar sin precedente en el paísque obliga las autoridades a abstenerse de: 1) Realizar actividades tendientes aotorgar permisos de liberación al ambiente de maíz genéticamente modificado(GM), 2) Efectuar procedimientos tendientes a la liberación comercial, pilotoo experimental al ambiente de maíz GM y 3) Suspender el otorgamiento depermisos de liberación experimental, piloto y comercial de OGM de maíz.,

    A la fecha hemos recibido 100 impugnaciones tanto del Gobierno como delas corporaciones, 22 de ellas han sido juicios de amparo por ello estamosen 17 tribunales federales. Algunos de estos amparos fueron negados; otrosdesechados; unos más archivados o sobreseídos, y otros concedidos. La mayorparte de estos instrumentos han intentado que se deseche la medida precautoriao desactivar el juicio. Hemos pasado algunos sustos como en diciembre de2013 y en agosto de 2015 en que por diferentes caminos se intento levantar lamedida precautoria.

    A la fecha el juicio propiamente no inicia, sin embargo la cantidad deargumentos que han esgrimido las empresas y el propio gobierno han venidoa reforzar el fundamento de la demanda en cuanto a la contaminación de lariqueza del maíz nativo. En un análisis de los documentos que el gobiernofederal y las empresas trasnacionales rindieron ante los tribunales federalesreconocen que los maíces nativos serán contaminados con transgénicoscomo consecuencia del flujo de semillas entre las distintas regiones del país.Por ejemplo, en la respuesta que Monsanto envió a los jueces reconocióque hay flujo génico de maíces híbridos (que sí son genes de maíz) haciamaíces nativos de diferentes regiones. Otros ejemplos muy interesantes sonlas aseveraciones de Sagarpa que reconoció que los transgénicos de ningunamanera incrementan el rendimiento o producción, y que durante la suspensiónprovisional la producción de maíz aumentó. Otro más es el de la Comisiónintersecretarial del ramo que presentó un estudio del que se desprende que losinsumos de la siembra con transgénicos se encarecen a lo largo del t iempo.2

    Sabemos que ésta es una lucha de largo aliento, la batalla en el plano legaldebe acompañarse de la movilización social de todas y todos para lograr triunfarcontra una de las empresas que mayor fuerza tiene en el mundo. Hoy nuestropaís es ejemplo en esta lucha contra uno de los flagelos que amenazan a lahumanidad. Para mayor información en: http://demandacolectivamaiz.mx/wp/ 

    1. Ingeniera Agrónoma con Especialidad en Economía Agroalimentaria, Maestria en

    Desarrollo Rural, Candidata a Doctora en Agroecologia. [email protected]://www.jornada.unam.mx/2015/07/18/opinion/018a1pol)

    8 E L J AROCHO  CUÁNTICO  6 DE  MARZO DE  2016

    Adelita San Vicente Tello1Antonio Turrent Fernández*

    Demanda de acción colectiva en contra del

    maíz transgénico en México: la lucha sigue