Un pueblo revivido

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PR. CHRISTIAN ALEJANDRO VARELA

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PR. CHRISTIAN ALEJANDRO VARELA

  "Señor Presidente,

soy un muerto que camina. Ayúdeme"

“La mayor y más urgente de todas nuestras necesidades es la

de un reavivamiento de la verdadera piedad en nuestro medio. Procurarlo debiera ser

nuestra primera obra”. Mensajes Selectos, 1:141.

“Nada hay que Satanás tema tanto como que el pueblo de Dios limpie el camino de todo obstáculo, de modo de que el Señor pueda

derramar su Espíritu sobre una iglesia languideciente y una congregación

impenitente. Si Satanás se saliera con la suya, no habría, hasta el fin del tiempo, otro

despertar, grande ni pequeño”. Mensaje para los jóvenes, 131.

El reino de Judá se encuentra en

cautiverio bajo el imperio Babilónico de Nabucodonosor (605

a.C.)

Jeremías: Jerusalén Daniel :Corte babilónica

Ezequiel : Junto al Río Quebar

VALLE DE LOS HUESOS SECOS

“Un valle que estaba lleno de huesos”(37.1)

“eran muchísimos sobre la faz del campo” (37.2)

¿Quiénes son realmente estos huesos?

“Me dijo luego: Hijo de hombre,

todos estos huesos secos son la casa de

Israel”.Ezequiel 37.11

Guerreros que quedaron solos porque todo el pueblo huyo (2 Samuel 23.9)

“Eleazar hijo de Dodo, ahohíta, uno de los 3 valientes que estaban con David cuando desafiaron a los filisteos que se habían reunido allí para la batalla, y se habían alejado los hombres de Israel”

El Señor le pide al profeta que profetice…

Se Juntaron cada hueso con su hueso: 37.7 Surgieron Tendones sobre ellos: 37.8 La Piel se cubrió sobre ellos: 37.8

Esta el cuerpo restaurado, pero falta la vida que solo Dios puede dar

El Espíritu llega sobre los muertos: 37.9 Vivieron y estuvieron sobre sus pies: 37.10

¿Qué debemos hacer para tener la presencia del Espíritu en nuestra vida?

1.Reconocer nuestra condición2.Pedir por su presencia3.Entrega completa de nuestras vidas a

su disposición4.Estudio continuo las enseñanzas de la

Biblia

“Esta promesa (del Espíritu) nos pertenece tanto a nosotros como a ellos (los discípulos) y, sin embargo, ¡cuán raramente se presenta ante el pueblo, o se habla de su recepción en la iglesia! Como consecuencia de este silencio con respecto a este importantísimo asunto, ¿acerca de qué promesa sabemos menos por su cumplimiento práctico que acerca de esta rica promesa del don del Espíritu Santo, por el cual ha de concederse eficiencia a toda nuestra labor espiritual? La promesa del Espíritu Santo es mencionada por casualidad en nuestros discursos. Las profecías han sido tratadas detenidamente, las doctrinas han sido expuestas; pero lo que es esencial para que la iglesia crezca... y las almas sean convertidas a Dios, ha sido por mucho tiempo dejado fuera del esfuerzo ministerial” (TM, 172)

La Unidad del pueblo: Ezequiel 37.16-22

Un Rey y Señor: Ezequiel 37.24

La Santidad del Pueblo: Ezequiel 37.23-24

La tierra prometida: Ezequiel 37.25

Recibir poder para ser testigos: Ezequiel 37.28