UN Periódico No. 160

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www.unperiodico.unal.edu.co [email protected] Bogotá D. C., n.º 160, domingo 14 de octubre de 2012 Publicación de la Universidad Nacional de Colombia • ISSN 1657-0987 11 24 Artistas de Mongolia, Japón, Estonia, Suiza, Guatemala y Perú, entre otros países, han llegado a Colombia a con- trastar y relacionar su arte con la realidad nacional. La Red de Residencias Artísticas Local de la UN se convirtió en un espacio para la producción de conocimiento creativo, gra- cias al cual, por ejemplo, una indígena canadiense puede conocer a una colombiana y, a partir de ese encuentro, crear un montaje escénico que combina teatro, perfor- mance y música. Conocer lo local del otro Fertilización bioorgánica contra plagas del plátano Agro 18 Colombia, primer país en erradicar la oncocercosis 14 Salud Crean equipo biológico para cultivar piel Innovación 12 TLC con EE. UU. amenaza seguridad alimentaria y nutricional Economía 4 En Boyacá, Cundinamarca y Santander, los habitantes de unos 85 muni- cipios ahora cuentan con un sistema de alerta temprana de tormentas eléctricas. Uno de los aliados estratégicos es la cadena radial Furatena, que recibe los datos emitidos por una red de sensores administrada por científicos. El objetivo es que menos personas mueran electrocutadas. Foto: Archivo particular La radio, aliada para anticiparse a los rayos

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www.unperiodico.unal.edu.co • [email protected]á D. C., n.º 160, domingo 14 de octubre de 2012

Publicación de la Universidad Nacional de Colombia • ISSN 1657-0987

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Artistas de Mongolia, Japón, Estonia, Suiza, Guatemala y Perú, entre otros países, han llegado a Colombia a con-trastar y relacionar su arte con la realidad nacional. La Red de Residencias Artísticas Local de la UN se convirtió en un espacio para la producción de conocimiento creativo, gra-cias al cual, por ejemplo, una indígena canadiense puede conocer a una colombiana y, a partir de ese encuentro, crear un montaje escénico que combina teatro, perfor-mance y música.

Conocer lo local del otro

Fertilización bioorgánica contraplagas del plátano

Agro18Colombia, primer paísen erradicarla oncocercosis

14 SaludCreanequipo biológicopara cultivar piel

Innovación12TLC con EE. UU. amenazaseguridad alimentaria y nutricional

Economía4

En Boyacá, Cundinamarca y Santander, los habitantes de unos 85 muni-cipios ahora cuentan con un sistema de alerta temprana de tormentas eléctricas. Uno de los aliados estratégicos es la cadena radial Furatena, que recibe los datos emitidos por una red de sensores administrada por científicos. El objetivo es que menos personas mueran electrocutadas.

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La radio, aliada para anticiparse a los rayos

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Director: Jaime Franky RodríguezCoordinación periodística: Nelly Mendivelso Rodríguez Coordinación editorial: Carlos Andrey Patiño Guzmán

Diseño y diagramación: Ricardo González Angulo Corrección de estilo: Fernando Gaspar Dueñas Gestión administrativa: Jaime Lesmes Fonseca

Impresión: CEET, Casa Editorial El Tiempo

Las opiniones expresadas por los autores y sus fuentes no comprometen los principios de la Universidad Nacional de Colombia ni las políticas de UN Periódico

Versión digital: www.unperiodico.unal.edu.co • Correo electrónico: [email protected] Teléfonos: 316 5348 y 316 5000, extensión: 18384 • Fax: 316 5232 • Edificio Uriel Gutiérrez, carrera 45 n.º 26-85, piso 5.º • ISNN 1657-0987

Las drogas,un obstáculo para la paz

No será duradero un acuerdo de paz con las guerrillas si no se considera de forma para-lela revisar la política antidrogas, con miras a despenalizar el consumo, como condición para quebrar la viabilidad económica de es-ta rentable actividad ilegal.

Fernando Franco,Profesor asociado

Instituto Amazónico de Investigaciones ImaniUniversidad Nacional de Colombia

en la Amazonia

El anuncio del presidente Juan Manuel Santos de que comenza-rán conversaciones de paz con las Farc conmovió al país. El 77% de la opinión nacional está a favor de la iniciativa, no obstante el canto de sirena de sectores que insisten en que la única salida del conflicto es la derrota militar de la guerrilla.

La expansión y el poder de los grupos armados ilegales se funda-mentó en dos estrategias: el con-trol militar y político de los territo-rios ocupados; y el dominio de la producción de hoja de coca, de su transformación en clorhidrato de cocaína y de las rutas del tráfico internacional.

La articulación del narcotráfi-co con los movimientos insurgen-tes en Colombia y Perú, así como la expansión del paramilitarismo, hizo complejas y confusas las polí-ticas y las estrategias para resolver o amortiguar el tráfico de drogas en los países andino-amazónicos. Esto llevó la situación al abismo de la militarización y a la narcotiza-ción del conflicto armado.

Que el fenómeno es un blanco móvil, que responde a las condi-ciones de los mercados y a las po-líticas de represión, se expresa de manera tozuda en la cifras. El in-forme del 2011 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) destaca que, en ese año, se sembraron 64.000 hectáreas (ha) de esta planta, que representan un leve aumento en comparación con el año anterior.

El 63% de esta área se encuen-tra en Nariño, Putumayo, Guaviare y Cauca, todos pertenecientes a la cuenca amazónica. Pero hay coca

Nación

Las regiones de frontera, como Leticia (en la imagen), requieren una atención especial del Estado para contra-rrestar los efectos nocivos del tráfico de drogas.

cultivada en 23 de los 32 departa-mentos colombianos.

Un negocio muy rentable

La producción de clorhidrato de cocaína (“perica”) que fluye a los mercados es de 245 tonela-das anuales. El valor de la cosecha de hoja de coca en las zonas de producción es de 420 millones de dólares, que equivale al 0,2% del PIB nacional y al 3% del PIB agrí-cola del país, una participación considerable. Un campesino que cultiva coca recibe, en promedio, 6.500.000 pesos por hectárea al año. ¡Ya quisieran los caficultores tener un ingreso semejante!

Estas cifras contrastan con las de la UNODC: en el año 2011, se erradicaron manualmente 34.170 ha y se fumigaron por vía aé-rea 103.302 ha, para un total de 137.472. ¡Si a esta cifra se le suman las 64.000 detectadas por los satéli-tes, el gran total sería de 201.472!

Estas impresionantes cifras pueden interpretarse de diferentes maneras: las hectáreas erradicadas y fumigadas son menos de las que reporta la cifra oficial; fumigar no significa siempre erradicar, pues los cultivos se pueden recuperar; o las hectáreas realmente sembra-das superan la cifra anunciada de 64.000 y, por lo tanto, son más las toneladas de cocaína que circulan en el mercado.

Las características dominan-tes de oferta, demanda y precios de los estupefacientes de origen vegetal hacen que las políticas de represión sean un aliciente para las tácticas cada vez más violen-tas de control del territorio, de las rutas del narcotráfico y de los mer-cados.

El Pacífico colombiano es la nueva plataforma de producción y embarque de esta droga. Y México, el escenario ensangrentado de la lucha de las mafias por el control de las rutas internacionales del tráfico.

Se debe reconocer, sin vacila-ciones, que la producción, procesa-miento y tráfico de estupefacientes constituye hoy un sector privile-giado de la economía mundial que se ajusta de manera perfecta a las condiciones vigentes de interna-cionalización de los mercados; a la libre concurrencia del capital en los sectores de mayor rentabilidad a menor plazo; a la minimización de las barreras fronterizas y adua-neras; y a la capacidad del capital de asumir hasta los más onerosos riesgos en favor de su reproducción ampliada.

La lucha fracasó

El negocio mundial de la pro-ducción y tráfico de cocaína sigue vivo. Perú es nuevamente el primer productor de hoja de coca y Bolivia le sigue los pasos. En Colombia, los grandes carteles fueron reemplaza-

dos por firmas de menor tamaño, pero que mantienen sistemas de transporte y de relaciones econó-micas y criminales muy eficientes con los carteles mexicanos, euro-peos y asiáticos.

Son conocidos los conceptos de la Comisión Latinoamericana sobre Drogas y Democracia (obra de los expresidentes Fernando Henrique Cardoso, César Gaviria y Ernesto Zedillo), que insisten en el fracaso de la orientación prohibi-tiva de la lucha contra las drogas. También es conocido el informe del 2010 de la Misión de Política Exterior de Colombia, en el que se concluye que el paradigma inspi-rador de la lucha oficial contra el narcotráfico ha fallado estrepito-samente.

El actual zar antidrogas de los Estados Unidos, Richard Gil Ker-likowske, ha asegurado que su Go-bierno abandonará el lenguaje de “la guerra contra las drogas”, para abogar por un enfoque menos pu-nitivo dirigido a revisar el régimen prohibicionista. El presidente de Uruguay le ha propuesto a su país legalizar la siembra y distribución doméstica de marihuana; y el pre-sidente Santos llevó el tema de políticas alternativas de manejo de este problema a la VI Cumbre de las Américas.

No será duradero un acuerdo de paz con las guerrillas si no se considera de forma paralela re-visar la política de estupefacien-tes con miras a despenalizar el consumo, como condición para quebrar la viabilidad económica de este negocio multinacional. De no ser así, la tragedia del conflicto armado en Colombia se reeditará como tragicomedia protagoniza-da por organizaciones criminales emergentes alimentadas por miles de desmovilizados sin oficio.

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Ministra de Educación alemanainició visita a Colombia en la UN

Durante la primera semana de octubre sobresalió la agenda internacional de la Universidad Nacional de Colombia. La minis-tra de Educación e Investigación alemana suscribió convenios con la Institución, y los embajadores de Italia y EE. UU. la exaltaron como pilar de la educación en Colombia.

Unimedios

La promoción de la interna-cionalización de la Universidad Nacional de Colombia es una de sus tareas fundamentales. El ob-jetivo es potenciar sus fortalezas, implementar alternativas a sus de-bilidades y apalancar las iniciativas de investigadores, docentes y estu-diantes, a través de diversas formas de asociación con otros países, to-do ligado a la cooperación técnica, financiera, educativa y cultural.

Este mes, la UN celebró acuer-dos cruciales en este sentido, y abrió las puertas para que se con-creten otros a corto plazo. Estos fortalecen el desarrollo de la cien-cia, la tecnología y la innovación en el principal centro de educa-ción superior del país.

La primera en llegar, el martes 2 de octubre, fue la ministra de Educación e Investigación de Ale-mania, la profesora Annette Scha-van, quien felicitó a la UN por sus 150 años de existencia y la exaltó por su tradición en investigación científica, así como por las histó-ricas relaciones que ha mantenido con su país. En esta visita, que ella misma solicitó, renovó la firma de varios convenios de suma relevan-cia para la cooperación académica.

Se destaca el acercamiento entre la Escuela de Negocios de Economía de la Universidad Libre de Berlín y la Facultad de Ciencias

En el Auditorio León de Greiff, la UN le otorgó la distinción de visitante ilustre a la ministra de Educación de Alemania.

El embajador de Italia, Gianni Bardini.

El embajador de EE. UU., Peter Michael McKinley.

de la UN en Bogotá, que intercam-biarán estudiantes de pregrado y posgrado, gracias a un acuerdo promovido por las profesoras Li-liana López y Liliana Blanco, del Departamento de Estadística.

También sobresale la firma de un convenio marco con la misma universidad alemana, para ampliar e intensificar las relaciones de co-laboración entre ambas institucio-nes, de forma que se promueva el intercambio de estudiantes, do-centes e investigadores, así como la identificación de nuevas opor-tunidades de cooperación, investi-gación y desarrollo conjunto.

En este convenio marco se es-tablecen condiciones para desa-rrollar un programa de intercam-bio de estudiantes de posgrado y pregrado en todas las áreas comu-nes a la UN y a la Universidad Libre de Berlín, con el fin de adelantar actividades académicas que serán reconocidas en el plan de estudios del alumno participante.

Durante este encuentro, en el Auditorio León de Greiff, el Minis-terio de Educación de Colombia y Colciencias aprovecharon para firmar otros convenios con el Go-bierno alemán.

Más cerca de Italia

Ese mismo martes 2 de octu-bre, el Embajador de Italia, Gianni Bardini, se comprometió con la

UN a facilitar la adquisición de visas para que estudiantes de la Institución vayan a su país.

El diplomático explicó que las dificultades actuales en el trámi-te de la visa se deben a que no cuentan con el recurso humano suficiente para ofrecer un servicio eficaz. Pero manifestó que, a fin de facilitar el proceso de estudio, se puede establecer un contacto directo con las universidades pa-ra obtener así cartas de garantías de estas instituciones que puedan sustituir los documentos que, en general, deben presentar las per-sonas que solicitan visa.

Este es un asunto de gran rele-vancia, debido al creciente núme-ro de estudiantes que quieren ir a la península itálica para continuar su proceso de formación. Insti-tuciones como el Politécnico de Turín, el Politécnico de Milán, la Universidad de Bolonia y la Uni-versidad de Nápoles Federico II son las que reciben a los estudian-tes de la UN en la actualidad.

Mayor movilidad a EE. UU.

Por su parte, el embajador de los Estados Unidos, Peter Michael McKinley, visitó a la UN el jueves 4 de octubre y afirmó que ayudará a fomentar más intercambios aca-démicos, mientras que la Institu-ción fortalecerá la labor del Centro de Estudios Estadounidenses.

El norteamericano les aseguró a las directivas de la Universidad que la Embajada comenzará a es-tudiar la forma de agilizar el visado de los estudiantes que necesiten estadías de corta estancia por sus actividades académicas.

“El señor embajador, con la consejera de Cultura y Prensa, lle-garon a la UN para tratar temas sobre la movilidad de nuestros estudiantes y las posibilidades de intercambio futuro. También abordamos la dificultad que hay en este momento para obtener la

visas de nuestros estudiantes que tienen que desplazarse para hacer pasantías cortas”, dijo el rector de la UN, el profesor Ignacio Mantilla Prada.

De esta manera, se cerró una semana muy productiva para la Institución en cuanto a relaciones internacionales, una misión en la que están empeñadas sus direc-tivas para seguir posicionando a la UN como una de las de mayor calidad en América Latina.

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TLC con EE. UU. amenazaseguridad alimentaria y nutricional

En el campo, el riesgo de desabaste-cimiento de alimentos ronda el 57,5%, y se agravará con la consolidación del TLC con EE. UU. Se prevé la desaparición de sectores agrarios, la dependencia de víveres importados y una creciente precariedad de la calidad de la dieta de los colombianos.

Sara E. del Castillo M.y Marcela Gordillo Motato,

Observatorio de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Obsán)

Universidad Nacional de Colombia

Existen diferentes definicio-nes del concepto de seguridad alimentaria y nutricional (SAN), basadas en la posición de las ins-tituciones que trabajan en el tema. En la década de los setenta se asociaba a la oferta de alimentos a nivel nacional y mundial, así como a las fluctuaciones de cereales y otros víveres almacenados por los gobiernos.

En 1974, en la Conferencia Alimentaria Mundial, el interés se orientó más hacia su disponibili-dad, no solo en el ámbito global, sino también nacional, local y de hogar.

En los ochenta, el filósofo y premio nobel de economía Amart-ya Sen incorporó al concepto otro factor importante: el del acceso, mediado por los ingresos, los dere-chos de los individuos y el entorno social e institucional.

Los años noventa marcaron el comienzo de una discusión más amplia. La disponibilidad no es lo único que determina la SAN. Tam-bién las condiciones sanitarias (como el estado de salud) reper-cuten directamente en la calidad nutricional de la población.

Criterio local

La definición adoptada por el Observatorio de Seguridad Ali-mentaria y Nutricional (Obsán) de la Universidad Nacional de Co-lombia integra una amplia varie-dad de dimensiones que permiten analizar de manera más completa el impacto del tratado de libre co-mercio (TLC) con Estados Unidos.

Así, según el Obsán: “la se-guridad alimentaria y nutricional es el derecho que tienen todas las personas, sus familias y las comunidades de gozar, de forma oportuna y permanente, de los ali-mentos y del agua potable en la cantidad y calidad necesarias para que los consuman y utilicen de manera adecuada; y de este mo-do tengan garantizado un óptimo estado de nutrición, salud y bien-estar; asimismo, comprende las condiciones económicas, sociales y culturales de materialización de este derecho que coadyuven a un desarrollo humano que les permi-ta realizarse y ser felices”.

El TLC encuentra al país con profundas brechas en este aspec-to, que no fue prioridad para el actual Plan de Desarrollo, a pesar de las cifras oficiales difundidas desde 2011 y que corresponden a los resultados de la Encuesta de Nutrición en Colombia 2010 (Ensin).

Colombia cuenta con el do-cumento Conpes 113 de 2008 y con el Decreto 2055 de 2009 del Ministerio de la Protección Social. El primero estableció la política nacional en esta materia. El segun-

El Observatorio de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Obsán) de la Universidad Nacional de Colombia, con el apoyo de Obusinga, FIAN y ATI, entre otras instituciones de la Plataforma de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo, desarrollará el Congreso Internacional por el Derecho a la Seguridad y a la Soberanía Alimentaria y Nutricional. Fecha: 22 al 24 de octubre. Lugar: Auditorio Virginia Gutiérrez de Pineda del Edificio de Posgrados de Ciencias Humanas.

El pequeño agricultor, sobre todo el de verduras, enfrenta un panorama incierto ante la apertura comercial con EE. UU.

do creó la Comisión Intersectorial de Seguridad Alimentaria y Nu-tricional (Cisán). No obstante, el país aún no tiene definido un plan de SAN, ni mucho menos uno de soberanía alimentaria.

Disponibilidad de alimentos

Según cifras del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, el país no tiene problemas de dispo-nibilidad. Sin embargo, hay alarma por la situación de Centroamérica y el Caribe, en donde países como Haití se declararon en emergencia. Además, se suma el incremento de los precios, consecuencia de la producción de agrocombustibles, que entran a competir con el ali-mento de los seres humanos.

Por ejemplo, con el maíz ne-cesario para producir el etanol que requiere un automóvil para recorrer 32.000 km/año podrían cubrirse las necesidades calóricas diarias de una persona durante 22.947 días (62 años).

En el proceso de negociación, según Luis Jorge Garay, uno de los economistas más destacados del país, se dio una asimetría a favor de EE. UU., pues se logró que el 53,7% de las importaciones que hace esa nación a Colombia quedaran desgravadas inmediata-mente y el 41,1%, después de un año, lo cual corresponde a un total del 94,8% de las exportaciones.

Esto significa que las exporta-ciones colombianas solo serán de 63.000 toneladas, mientras que las importaciones, de 4.629.000 tone-ladas. Esto representa un aumento de 191 millones de dólares contra 571, respectivamente (Banco de la República, 2006).

En cuanto al acceso a los ali-mentos, el pequeño y mediano agricultor o campesino será el más afectado. Al comparar los datos de la Ensin en 2005 y 2010, se evidencia un mayor riesgo para la población rural, con un porcentaje del 57,5%. Es decir, 14,8 puntos porcentuales por encima de la ci-fra nacional y 19,1 puntos de la de los hogares urbanos.

Además, se ve claramente que las cifras más altas coinciden con zonas en las cuales hay presencia de monocultivos, ganadería ex-tensiva, explotación de recursos o siembra de agrocombustibles, entre otros factores. Este es el caso de departamentos como Nariño, Chocó y Sucre. Allí, se esperaría que este tipo de actividades re-percutieran positivamente en la calidad de vida de sus habitantes, pero lo que se constata es una si-tuación adversa y desfavorable.

Condiciones sociales

Si se desagregan las cifras por niveles del Sisbén, cuanto menor es el nivel, mayores son las cifras de inseguridad alimentaria (se pa-sa del 60,1%, en el nivel 1, al 27,8%, en el nivel 4). También influyen otras características, como el ré-gimen de afiliación a salud, etnia,

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Cerca del 30% de los infantes menores de cinco años tienen anemia, debida a la mala nutrición. El temor es que el TLC agrave la situación.

nivel educativo y sexo de la cabeza del hogar.

Por otra parte, se encontró que, en los hogares cuyo jefe no tuvo estudios, hay mayor insegu-ridad alimentaria en comparación con los que completaron la secun-daria (66,6% contra 37,5%).

La población afiliada al ré-gimen subsidiado de salud tiene mayor prevalencia que la perte-neciente al contributivo (59,7% contra 27,6%). Y el 56,4% de los hogares afrodescendientes se en-cuentran en la misma situación (13,7 puntos porcentuales por en-cima de la cifra nacional).

Asimismo, el TLC representa una amenaza porque contribuirá a modificar los hábitos alimentarios de la población. Esta se verá suje-ta a lo que haya disponible en el mercado, es decir, a lo que llegue importado.

Algunos cultivos, la avicultura y la ganadería tenderán a desapa-recer por su baja rentabilidad y nivel de competitividad (Garay), lo que modificará el patrón de consumo de las familias, que ya no comprarán necesariamente lo que hace parte de su cultura.

Por ejemplo, a largo plazo, los cultivos de maíz amarillo, trigo y cebaba disminuirán drásticamen-te su producción y serán sustitui-dos por otros. Además, los cuartos traseros de pollo importados de EE. UU. tendrán un costo muy ba-jo, lo que amenaza la superviven-cia de los productores nacionales.

Igualmente, el consumo de lácteos, carnes y huevos, que son la opción económica para que los integrantes más vulnerables de las familias ingieran proteína de alta calidad, se verá perjudicado por el TLC. Esto resulta preocupante, toda vez que, desde antes de la entrada en vigencia del tratado, su consumo ha sido muy bajo.

Por otra parte, está el elevado consumo de alimentos procesados que ingresan a muy bajo costo, la mayoría con altos contenidos ca-lóricos. Esto contrasta con la situa-ción de la producción de frutas y, en especial, de verduras, cada vez más disminuida y marginal; pues quien las cultiva es el pequeño campesino, que, sin apoyo estatal, tiene menos canales de comercia-lización y costos más altos.

Mal en nutrición

Todo lo anterior deriva en una pregunta: ¿cuál será la ca-lidad de la alimentación de los colombianos, en especial la de los más vulnerables? Los indicadores regionales de SAN (como deficien-cia de micronutrientes) son muy dicientes y se manifiestan de una manera dramática, especialmente en la anemia por deficiencia de hierro que padecen los niños y ni-ñas menores de cinco años y cuyas cifras, con respecto al total de la población, son muy altas compa-radas con las de otros países de Latinoamérica.

Se observa que cerca del 30% de este grupo poblacional tiene anemia en el país, pero la situación es más crítica en territorios co-mo Amazonas (44%), Magdalena (35%), Tolima (35%), Meta (43%) y Nariño (40%), lo que evidencia una situación de emergencia na-cional.

Como lo afirma Jean Ziegler, vicepresidente del Comité Asesor del Consejo de Derechos Huma-nos de Naciones Unidas, el libre

comercio es bueno cuando se trata de economías “de un mismo nivel de desarrollo”. De lo contrario, se convierte “en un serio peligro para la SAN”, por la quiebra de los pro-ductores locales. La experiencia muestra que, cuando hay un TLC entre países con economías asi-métricas, el hambre crece siempre en el país en desventaja, en este caso: Colombia.

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Cuarenta años después del último viaje tripulado a la Luna, la pregunta es “¿por qué no volvimos?”. Una de las respuestas es que la realidad geopolítica de los años sesenta no se ha vuelto a presentar. Estado Uni-dos perdió el impulso exploratorio al no tener a quien ganarle en el liderazgo mundial, por ahora...

José Gregorio Portilla,Director del Observatorio Astronómico Nacional

Universidad Nacional de Colombia

Entre los años 1969 y 1972, los Estados Unidos lograron alunizar con éxito seis veces y explorar la superficie de nuestro satélite na-tural. Este, al estar ubicado a casi 400 mil kilómetros de distancia de la Tierra, representa lo máximo que el ser humano se ha atrevido a viajar a través del cosmos.

Hasta ahora, dichas misiones se constituyen en el mayor logro de la humanidad con relación a la exploración de su entorno cós-mico. No obstante, casi la mitad de los habitantes del planeta han nacido después de 1972. De modo que solo aquellos que rondan los cincuenta años o más pueden re-cordar los primeros pasos que Neil Armstrong y Edwin Eugene Aldrin dieron la noche del 21 de julio de 1969.

Ahora somos testigos de la muerte, por ancianidad, de los as-tronautas de las misiones Apolo –Armstrong falleció el pasado 25 de agosto de 2012–. En unos pocos años, solo quedará el recuerdo de aquellos hombres que alguna vez osaron caminar por la superficie de otro cuerpo celeste, como si en las actuales circunstancias fuése-mos del todo incapaces de superar la hazaña o, acaso, de repetirla.

Innovación paralizada

¿Qué ocurrió con la continua-ción de la exploración humana del espacio? ¿Qué fue de todas aque-llas bases habitables permanentes en la Luna, de los viajes a Marte y otros planetas que, se pensaba en los años sesenta, iban a ser una realidad a comienzos del siglo XXI?

La respuesta tiene mucho que ver con el hecho de que el via-je espacial era y sigue siendo un asunto que demanda exorbitantes presupuestos. En esencia, la for-ma como se envían al espacio los satélites artificiales y las naves tri-puladas sigue siendo la misma de hace 55 años, cuando la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (antigua URSS) lanzó el Sputnik I,

el primer artefacto que cruzó los límites del cielo.

En otras áreas, la tecnología avanza e innova, pero en esta se encuentra prácticamente paraliza-da. Sigue la misma receta de cons-truir cohetes con masas enormes diseñados para expulsar grandes cantidades de gases calientes, a fin de que, al cabo de pocos minutos, a unos centenares de kilómetros de la superficie terrestre, sean ca-paces de arrojar, cual bala de ca-ñón, un pequeño satélite o nave espacial.

Y no es por amor a la costum-bre o la preferencia por el uso de una tecnología bien dominada: es que no se nos ha ocurrido una for-ma alternativa, barata y factible, a corto o mediano plazo, de hacerlo.

Además, en épocas de vacas flacas, como la actual, las intencio-nes de los entusiastas que deman-dan retornar a la Luna o efectuar una visita tripulada a Marte son fácilmente truncadas por los go-biernos, que padecen crisis fisca-les. Pueden hacerse serios recortes incluso a lo que se tiene. De he-cho, el año pasado, Estados Uni-dos guardó en museos su flota de transbordadores espaciales por los excesivos costos de mantenimien-to. En consecuencia, no posee una nave propia para enviar a sus as-tronautas a la Estación Espacial Internacional.

Cuestión geopolítica

Otra razón que explica por qué no se continuó con la exploración humana de este satélite es que, en los albores de la conquista del espacio –hace cuarenta años–, era claro que esa nueva frontera debía reservarse exclusivamente a má-quinas y robots, dadas las condi-ciones terriblemente hostiles que este ofrece para un ser vivo.

Sin embargo, la puesta en ór-bita del astronauta Yuri Gagarin por parte de la Unión Soviética (para occidente, un país de esca-sos méritos tecnológicos) obligó a Estados Unidos a responder con la misma moneda, por razones de prestigio y por el temor de quedar relegado a un segundo plano.

Los dos países, con marcadas

diferencias ideológicas y con el deseo de acaparar la mirada y el aplauso del mundo, se vieron de repente inmersos en una carrera desenfrenada y abocados a invertir fuertes presupuestos en el desa-rrollo de misiones tripuladas para viajar a la Luna. Aquí no servía alcanzar la medalla de plata, lo que contaba era llegar primero.

El arribo de los estadouniden-ses a la superficie lunar se concretó unos cinco meses antes del plazo que se había impuesto la adminis-tración Kennedy. En los tres años siguientes, llegarían cinco misio-nes más: al fin y al cabo había que aprovechar la ocasión para hacer algo de ciencia.

Los soviéticos nunca llegaron. Aparentemente, llevar cosmonau-tas hasta el satélite les resultó in-diferente. Sin embargo, solo hasta comienzos de la década de los años noventa saldría a la luz la existencia del cohete N1-L3, diseñado para ir a la Luna y cuyos cuatro intentos de lanzamiento resultaron en estruen-dosos fracasos. Los soviéticos no siguieron insistiendo y ocultaron, hasta donde fue posible, el desca-labro.

Aquellos doce hombres que llegaron a recorrer las polvorien-tas praderas lunares fueron afor-tunados: resultaron beneficiarios de una situación que obedeció a razones de orden geopolítico. Es-tados Unidos recuperó su prestigio como primera potencia tecnológi-ca y se durmió, con el tiempo, en sus laureles.

La idea básica de emprender la carrera hacia el satélite era humi-llar a los rusos, aun si eso implica-ba hacer un derroche fastuoso de recursos. En ausencia de compe-tidores en la línea de arranque, no tenía sentido seguir en la carrera: Marte y los otros planetas tendrían que esperar. Algún día.

En el presente, sobreviven sie-te de esos doce privilegiados. Han vivido lo suficiente como para ser testigos de las ironías de la historia. Ven con resignación el que su país se vea obligado a pagarle a su anti-guo rival para que los lleve a la ór-bita terrestre. Situación paradójica para un supuesto ganador.

Volver a la Luna, hazaña por superar

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Los resultados del proyecto Enciclopedia de los Elementos del ADN (Encode) am-plían los conocimientos sobre el genoma humano y permitirán fortalecer la salud pública y la medicina.

Humberto Arboleda G.y Gonzalo H. Arboleda B.,

Profesores de la Facultad de Medicinay del Instituto de Genética

Universidad Nacional de Colombia

Los resultados del Proyecto Genoma Humano (PGH) estable-cieron que nuestra especie está constituida por unos 22 mil genes, y no por 100 mil, como se creía. Es decir, solo entre el 1% y el 2% de las tres mil millones de “letras” (nucleótidos) que tenemos en ca-da célula sintetizan las proteínas que definen la identidad de una célula u organismo. El 98% restan-te no ejecuta esta función.

A este último tipo de ADN, que de forma directa no contri-buye a la síntesis de proteínas, se le ha denominado no codifi-cante o “basura”. Pero hasta ha-ce poco se empezó a sospechar que podría tener un papel deter-minante en el desarrollo de las enfermedades más comunes y complejas: diabetes, cáncer, car-diovasculares, neurodegenerati-vas, etc. Esas sospechas se han confirmado.

Así, la denominada también “materia oscura” empieza a ser comprendida. Y lo primero por aclarar es que no es “basura”, pues desempeña una gran can-tidad de funciones biológicas y guarda secretos reveladores de nuestra evolución.

En los últimos días, se co-nocieron los resultados de los más recientes estudios en esta dirección, producto del proyecto Enciclopedia de los Elementos del ADN (Encode). Este ha sido desarrollado por cerca de 32 cen-tros de investigación del mundo, y sus frutos han sido difundidos

en 30 artículos publicados en las más importantes revistas cien-tíficas internacionales y a través de sus páginas web.

Muchas de las caracterís-ticas que nos hacen biológica-mente diferentes entre personas, familiares y poblaciones (estatu-ra, color de piel, riesgo de sufrir una enfermedad y respuesta a un tratamiento) posiblemente se relacionan con la variabilidad del ADN no codificante.

Entender nuestro código

Antes de sus comienzos, el PGH ya era centro de contro-versias, tanto por las grandes inversiones requeridas (2.700 millones de dólares para el año 1991) como por sus resultados en cuanto a beneficios directos luego de diez años.

A este lo precedieron el es-tudio de los genomas de otras especies, entre ellos el de la leva-dura (1996) y el de las bacterias E. coli (1997), C. elegans (1998) y D. melanogaster (2000). El número de genomas siguió en aumento, con el del perro, la vaca, el chim-pancé y el ratón, así como con el de vegetales como el maíz y el café (revelado por investigadores brasileños).

Asimismo, se ha determina-do parcialmente el genoma de nuestros cercanos neandertales. Este es de gran ayuda para in-terpretar y entender de manera comparativa/evolutiva el geno-ma humano y obtener conclu-siones sobre nuestra anatomía, fisiología, evolución y salud.

Es así como, solo en la úl-tima década, se ha empezado a comprender el potencial de la

información de nuestro geno-ma como punto de partida para desarrollar diversas alternativas terapéuticas, así como para en-tender sus implicaciones para la salud humana. (Por dar un ejem-plo: las variantes del gen ApoE y su relación con el alzhéimer y la vejez, entre otros). Esto enmar-cado en el nuevo campo de la medicina genómica, cuyo obje-tivo es utilizar esta información para llevar a cabo el cuidado clínico del paciente.

No obstante, más allá de las esperadas terapias –muchas de las cuales serán paliativas, mas no curativas–, esta medicina de-berá permitir entender la predis-posición y el riesgo individual a las enfermedades y, por ende, di-señar programas de salud públi-ca y de medicina preventiva que tengan mucha más incidencia.

El aprovechamiento de es-tos saberes y herramientas, cu-yas bases de datos están dispo-nibles libremente, se discute ya en varios escenarios, entre ellos la Universidad Nacional de Co-lombia.

En ella, algunos grupos ade-lantan trabajos sobre la genómi-ca de diversas enfermedades, co-mo las neurodegenerativas y el cáncer. La necesidad de estudiar particularmente las poblaciones es la más urgente.

Entender las implicaciones de estos conocimientos puede y debe contribuir a ponerle fin a nuestra actitud cortoplacista y perspectiva paliativa, para darle la oportunidad a un enfoque de medicina más preventiva, que transformará en las próximas décadas el modelo de salud que actualmente practicamos.

ADN “basura”,de la papeleraa la medicina genómica

Proyectos sobre genómica humana

1. HapMap (Mapa Haplotípico). Este elaboró un mapa global de la organización del genoma en cada una de las poblaciones estudiadas (de origen caucásico, africano y asiático). En la actualidad, es referente mundial. Por iniciativa pública, existe un HapMap mexicano, que ha revelado particularidades de su mestizaje y ha sido base para políticas de salud.

2. 1.000 Genomas. Los primeros genomas personales mostraron que las variaciones no solo se refieren a la etnia, sino que también son muy altas a nivel individual y se reflejan en diversos aspectos: núme-ro de copias de los genes, inserciones/deleciones (anomalías), inversiones, etc. Todo esto hace único a cada individuo, en cuanto a su constitución gené-

tica, con respecto a otros individuos de la especie. Tal variabilidad la confirmó este proyecto, en el cual se compararon los genomas de 1.000 individuos de diferentes etnias.

3. Genome Wide Association Studies (GWAS). Gran parte de la investigación genómica en salud busca identificar, mediante estudios denominados GWAS, los elementos compartidos por las diferentes po-blaciones que causan predisposición a desarrollar ciertas enfermedades. Estos han conducido a iden-tificar unos cien potenciales cambios genómicos que podrían utilizarse como blancos terapéuticos y son objeto de estudio en los principales laboratorios del mundo. Sin embargo, dilucidar las relaciones de es-tas variantes, entre sí y con el ambiente, es uno de los retos de la investigación actual.

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08 Entrevista

Diálogorestablece confianza entre Colombia y Ecuador

Tras veinticinco meses de restablecidas las relaciones diplomáticas entre Colombia y Ecuador, ambos países avanzan en diálogos más concretos sobre intercambios sociales y económicos. El más reciente tuvo lugar el pasado 14 de septiembre en Medellín, en donde se reunieron los cancilleres. En diálogo con UN Periódico, el diplomático ecua-toriano habló sobre el estado actual de las relaciones y el caso Assange.

Guillermo Parada,Unimedios

UN Periódico: ¿Cómo ve el giro de la rela-ciones entre Colombia y Ecuador?

Ricardo Patiño: Indudablemente, los resul-tados de la política internacional del presidente Juan Manuel Santos y de su canciller, María Án-gel Holguín, han sido notables, particularmente con el Ecuador. Hemos logrado restablecer la confianza y avanzar en temas de migración, cultura e infraestructura. Estamos muy conten-tos y seguros de que en el futuro no volveremos a tener un episodio como el de hace un par de años, que consideramos ya superado porque hemos recuperado la relación extraordinaria que siembre habíamos tenido.

UNP: A muchos colombianos nos preocu-pa ser malos vecinos. ¿Qué temas han sido tra-tados en los recientes encuentros bilaterales?

R. P.: Intercambios artísticos y la posibilidad de tener representaciones diplomáticas con-juntas, porque económicamente no es tan fácil para países pequeños como los nuestros tener embajadas en todas partes. Por ejemplo, ustedes (Colombia) tendrán una oficina en la embajada ecuatoriana de Cantón (China). Este tema era impensable incluso antes de los sucesos de An-gosturas (la operación militar contra las Farc en la que fue dado de baja alias Raúl Reyes). Pero ahora son parte de nuestros diálogos.

UNP: ¿Qué seguirá ahora en las relaciones entre los dos países? El próximo encuentro será una reunión ministerial en Tulcán (Ecuador).

R. P.: A finales de noviembre, tendremos el primer gabinete binacional. Es una experiencia que repite una buena práctica que ha tenido nuestro país con Perú. Hemos trabajado para reunir a los ministros pares, con el objetivo de establecer dos ámbitos de acción.

El primero es lograr que la franja fronte-riza sea activa y vital, que ofrezca servicios de

ambos lados, de tal manera que la gente sienta que, esté en un lado o en el otro, se encuentra en su país. Además, se busca facilitar la movili-dad porque solo hay un paso. También se quie-re ampliar la cooperación cultural, deportiva y de infraestructura.

El segundo es el ámbito global, para conso-lidar la relación entre los dos países. Hay mucho optimismo acerca de cómo trabajan estos gabi-netes binacionales. En un solo encuentro no se logra mucho. Pero, para que la reunión presi-dencial y de gabinetes produzca resultados, se ha adelantado previamente una labor intensa entre nuestros ministros y embajadores.

Respaldo regional

UNP: ¿Cómo recibió Ecuador el respaldo de Unasur ante las amenazas del Gobierno del Reino Unido relacionadas con el asilo concedi-do al fundador de WikiLeaks, Julian Assange?

R. P.: Este muestra la importancia de la integración política entre nuestros pueblos, porque no solamente está el ALBA, sino tam-bién Unasur y la OEA, aunque con este último organismo la situación es más complicada dada la relación que tiene con los Estados Unidos.

UNP: ¿Confían completamente en que el Reino Unido no va a efectuar una acción militar?

R. P.: Estoy absolutamente tranquilo. En primer lugar, porque lo ha dicho el mismo Go-bierno del Reino Unido. El primer comunicado lo emitió el 15 de agosto, y allí, efectivamente, existía una amenaza. Pero, luego, el día 23 de ese mismo mes, envió otro en el cual decía que nunca pensaría en irrumpir en nuestra em-bajada y que el anterior no era una amenaza. Entonces, aceptamos esta última comunica-ción, en la cual se expresa con claridad que se respeta la condición inviolable de las misiones diplomáticas.

UNP: ¿Cómo entender esa favorabilidad hacia el periodista de WikiLeaks, cuando el presidente Rafael Correa ha tenido tantos en-frentamientos con los comunicadores de su propio país?

R. P.: Esas han sido excepciones, aunque tienen mucha fuerza e impacto mediático. Pero nuestra reacción ha sido ante la conducta en la que se tergiversa, oculta o sesga el sentido de la información. Incluso, unos pocos medios impresos y cadenas televisivas en nuestro país no cumplen con su misión de hacer opinión objetiva. En algunas oportunidades, se llega hasta a injuriar; y no se trata solo del editoria-lista, pues este cuenta con el apoyo expreso de los dueños.

Lo que pasa es que las diferencias con esos pocos medios, que tienen mucho poder, ocul-tan la extraordinaria relación que tenemos de respeto –no de control– con miles de periodis-tas y estaciones en las provincias, con las cuales no tenemos tropiezos.

UNP: Algunos dicen que el presidente Co-rrea no es tolerante...

R. P. No somos tolerantes con la mentira ni lo seremos, nuestro compromiso es con la ver-dad. Respetamos el trabajo de Julian Assange. Cuando concedemos un asilo no lo hacemos porque coincidamos con la persona. Posible-mente, Assange tiene criterios sobre la vida, la política internacional, la democracia y la liber-tad con los cuales no coincidimos.

Le hemos dado asilo por la preocupación acerca de que hay una persecución política contra él y porque su integridad personal y su vida podrían estar en riesgo. Sabemos que es un ciudadano que ha hecho una contribución notable a la transparencia de la información sobre muchos temas mundiales. Pero nuestra decisión no tiene que ver con una coincidencia ideológica o política, sino con el respeto a la libertad de expresión.

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Ricardo Patiño, canciller de Ecuador, y María Ángela Holguín, canciller de Colombia.

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Precio anual por barril (en dólares)

Participación porcentual de las exportaciones de petróleo y derivados

Precio anual del petróleo WTI y participación de las exportacionesde petróleo en el total nacional

Alerta por enfermedadholandesa en Colombia

En el país se ha discutido el posible deterioro de la economía, debido al incremento de los ingresos provenientes del sector petrolero. ¿Colombia está sufriendo el llamado mal holandés? ¿Es posible ver en la bonanza de recursos naturales una oportunidad para impulsar la economía?

Diego Felipe Gutiérrez Bedoyay Jackeline Piraján,

Facultad de Ciencias EconómicasUniversidad Nacional de Colombia

El término bonanza usual-mente denota una situación favo-rable en la que existe abundancia y prosperidad. Sin embargo, en algunos contextos económicos, la bonanza de recursos naturales se convierte en una amenaza que, de no ser manejada con prudencia, podría hacerse realidad y afectar la economía.

Esta puede identificarse por su origen: descubrimientos de grandes volúmenes de recursos naturales (petróleo en este caso) o precios internacionales favora-bles.

La expresión enfermedad ho-landesa se usó por primera vez para referirse a los efec-tos adversos que sufrió la industria manufacturera de Holanda por la apreciación cambiaria (mayor valor de la moneda nacional) cau-sada por el descubrimiento de grandes reservas de gas natural en ese país.

Para el caso colombia-no, la bonanza proviene de los altos precios internacionales del petróleo, que ha alcanzado cotizaciones superiores a los 100 dólares por barril. Esto ha ocasio-nado una renta petrolera extraor-dinaria debida al incremento del valor de sus exportaciones y de su participación dentro del total nacional.

Efectos de la bonanza

La enfermedad holandesa afecta la tasa de cambio nominal, que es el número de unidades de moneda nacional que se entregan para obtener una unidad de mo-neda extranjera.

Al aumentar las exportaciones del bien en auge (el petróleo) y por presiones de flujos de inversión (llegada de capital del exterior) en este sector, se trasmite una apre-ciación real de la moneda nacional que resta competitividad a los de-más sectores de la economía.

Esta situación, en la cual la ex-plotación de fuentes no renovables es más atractiva que los demás sectores económicos, provoca un traslado de recursos productivos y un debilitamiento de las activida-des no mineras.

A su vez, el efecto riqueza, causado por ese apogeo econó-mico, crea demanda de bienes no transables (aquellos que no pue-den importarse ni exportarse y cu-yo consumo solo se puede hacer dentro de la economía en que se producen, por ejemplo, la vivien-da), lo que desincentiva la produc-ción del sector transable.

Por su parte, la apreciación cambiaria impide el desarrollo de exportaciones diferentes a las de la bonanza e impulsa el sector petrolero, que crea poco empleo, desestabiliza el crecimiento –por la volatilidad de sus precios– y afecta los planes y decisiones de gasto gubernamental.

Se suma al análisis la partici-pación sectorial como porcentaje

La mayor concentración de inversión en el sector de hi-drocarburos podría desace-lerar otros destacados ren-glones económicos, como el industrial.

del producto interno bruto (PIB), mediante el siguiente paralelo en-tre los años 2000 y 2011: el sector agrícola pasó del 7,9% a 6,9%; la industria, del 13,5% al 12,6%; y la minería, del 7,9% al 7,7%. Por su parte, el sector petrolero creció, en el primer trimestre de 2012, un 10,4% respecto al mismo periodo del año anterior. Así, se consolida como el principal motor de creci-miento económico.

La pérdida porcentual de la participación de estos tres secto-res en los últimos doce años, el reciente repunte del sector mine-ro y el desarrollo del renglón de servicios y construcción revelan una leve desindustrialización de la economía.

Síntomas

La economía colombiana presenta apreciación cambiaria, desindustrialización y favorabili-dad de los precios relativos de los bienes no transables. Por tanto, se diagnóstica enfermedad holande-sa en su etapa inicial, por cuanto no hay traslado significativo de factores entre los sectores indus-trial y minero por restricciones geográficas y sociales de los luga-res de explotación minera.

Por otro lado, el cambio de los precios relativos puede explicarse por el reciente apogeo del sector de la construcción. No obstante, estos efectos económicos deben monitorearse cuidadosamente pa-ra evitar colapsos macroeconómi-cos derivados de la apreciación y del debilitamiento de los sectores transables.

En ese sentido, el Gobierno ha planteado estrategias para evitar los efectos adversos del ingreso de grandes recursos económicos; como la regla fiscal, cuyo princi-pio básico es no utilizar ingresos transitorios para financiar gastos permanentes.

A través del ahorro de los re-cursos del auge energético, se ga-rantizaría la existencia de fondos para coyunturas internacionales. Dicha regla es conveniente porque controla el exceso de gasto y de presiones no sostenibles para la economía.

La otra medida que ha pro-puesto el Ejecutivo es el nuevo sistema general de regalías, que busca, mediante la creación de cuatro fondos especiales (ciencia y tecnología, desarrollo regional, compensación regional y estabi-lización), redistribuir las rentas producidas por los ingresos petro-leros, con el fin de incrementar la competitividad y la productividad.

Oportunidad para la economía

Ante un escenario de bonanza como el que vive Colombia, impul-sado principalmente por precios y

por demanda de países emergen-tes, se puede pensar en hacer un uso estratégico de los recursos ex-traordinarios para buscar un creci-miento sostenible. Las estrategias van desde fondos de estabiliza-ción hasta la planeación cuidadosa de inversiones que fomenten la competitividad (infraestructura). Esto solo será posible si existe una alianza entre el Estado y el sector privado.

La historia comprueba que las naciones pueden crear estructu-ras productivas sólidas con base en sectores primarios, como en Noruega. Colombia está a tiempo de hacer de este auge petrolero una oportunidad de desarrollo, pa-ra aumentar la productividad y la competitividad y, así, evitar el pro-ceso de desindustrialización. De este modo, puede convertir la tra-dicional maldición de los recursos naturales en fuente de desarrollo para la economía colombiana.

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010 Innovación

Diseñ , eslabón perdidode la innovación en Colombia

Para posicionarse en el mercado, las empresas se centran en aspectos científicos, tecnológicos y organizacionales, y descuidan el diseño. Sin embargo, tener en cuenta la relación del producto con el usuario, en términos esté-ticos, podría introducir una ventaja competitiva.

Sandra Uribe Pérez,Unimedios

La palabra innovación apare-ce cada vez más en el panora-ma. Sin embargo, en el país, esta “locomotora” no arranca. Según cifras oficiales, solo el 12% de las empresas colombianas innovan. Esto preocupa en un contexto en el que los tratados de libre comer-cio amenazan con convertirnos en consumidores de lo foráneo sin que, a la vista, haya acciones con-cretas para que los productores respondan a esta avalancha y sean competitivos.

Un análisis más detallado del asunto lo evidencia el índice global de competitividad (IGC), presenta-do en el Foro Económico Mundial: entre 144 países, Colombia se sitúa en el puesto 66 en capacidad de innovación (véase el recuadro).

Según el profesor Álvaro Zer-da, de la Facultad de Ciencias Eco-nómicas de la Universidad Nacio-nal de Colombia y autor del libro Innovación, desafío para el desa-rrollo en el siglo XXI, otros estudios indican que, en las empresas del país, no hay una cultura de la in-novación como estrategia.

Como telón de fondo se en-cuentran las altas sumas inverti-das en investigación que se pier-den, por miedo al riesgo, por falta de alianzas estratégicas entre ins-tituciones de educación superior e industria (que permitan articular el conocimiento derivado de la academia con la tecnología para desarrollar los artículos) o por la falta de visión para llevar los pro-ductos al mercado.

De este último proceso se ocu-pa, precisamente, el diseño. Según los investigadores del Observato-rio de Diseño Aplicado (ODA) de la UN en Bogotá, se trata de una forma de innovación diferente de la que procede de la ciencia y la tecnología que, si bien se puede apoyar en ellas, impulsa desarro-llos tecnológicos centrados en lo estético, lo emocional y el usuario; de los cuales cada día se encuen-tran más ejemplos.

Por eso, resulta ser un buen enlace entre la tecnología, la pro-ducción empresarial y el mercado. De hecho, según el profesor Mi-guel Rolando Ruiz, investigador del ODA, es a través del diseño como se pueden integrar función y emoción para innovar.

El papel de la estética

El diseño crea valor desde la concepción misma del artículo, al ofrecer nuevas e incluso inespera-das experiencias de uso, más prác-ticas, amigables y placenteras en términos estéticos.

Hoy no basta con que un pro-ducto funcione. Es preciso que guste, que sorprenda, que ena-more. La escritora Virginia Postrel, en su libro The Substance of Style, insiste repetidamente en los as-pectos emocionales y de “conteni-do sensorial” propios del diseño,

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Gastos de compañías del paísen desarrollo e investigación

Colaboración universidad-industriaen desarrollo e investigación

(En este último caso, por ejemplo, mientras que Corea del Sur tiene 161,1 patentes por millón de habitantes, Colombia tiene 1,1, aun cuando ambos países tienen un número similar de habitantes).

(Costa Rica es uno de los países que puntea en casi todos los ítems).

(Por debajo de países como Kenia, Zambia y Guatemala).

Número de patentespor millón de habitantes

Cifras de innovación en Colombia, según el índice global de competitividad

los cuales resultan determinantes para lograr la aceptación de los productos en el mercado.

Si se revisa, por ejemplo, el caso de la “guerra de patentes” por la que, según el primer veredicto, Samsung Electronics Co. deberá pagar 1.050 millones de dólares a Apple Inc., se observa que, más allá de la feroz competencia tecnológi-ca, hay una disputa por el diseño tanto de las aplicaciones gráficas interactivas como de la forma y apariencia de los dispositivos mó-viles (smartphones).

The Wall Street Journal Ame-ricas reporta que “los miembros del jurado enviaron una señal a las empresas de que tienen que ser mucho más cuidadosas a la hora de incorporar elementos básicos de diseño en sus aparatos electró-nicos, especialmente aquellos que afectan la forma como se ven y se sienten”.

Por ejemplo, entre los detalles destacados en el fallo, que reafir-man que se trata de un asunto de diseño, Guillermo Santos Calde-rón menciona en El Tiempo: “la forma de la pantalla de su iPhone, con las esquinas redondeadas; el sitio en el que se puso el parlante

y la distribución de los íconos en su pantalla [...], la manera en que rebota una pantalla cuando se ha llegado al final del contenido, el uso de los dedos cuando se pincha y se agranda la pantalla y cuando se golpea suavemente para hacerle zoom al contenido”.

Y es que cómo se ve y se siente (look and feel) un artefacto hace la diferencia para el usuario y puede llevar a un artículo al éxito o al fracaso, pues, en esta “sociedad del hiperconsumo”, es él quien le otorga sentido a partir de su expe-riencia de uso y sus emociones.

Entonces, como propone el experto en Estética de la UN Raúl Domínguez Rendón, en su libro El diseño industrial en la sociedad de consumo, hay que pensar en “cómo pueden ser mejoradas las estrategias de posicionamiento y competencia de productos, en có-mo se transfieren las necesidades [y deseos] del usuario a especifi-caciones técnicas y formas estéti-cas”.

Hacia una cultura del diseño

En este sentido, el profesor Ruiz propone verlo como una alter-

nativa significativa y diferenciada para innovar, dado que este puede enriquecer el nivel de la produc-ción y proporcionar, además del valor agregado, una amplia ventaja competitiva.

Justamente, el Observatorio ha querido incidir en políticas públi-cas relacionadas, a fin de crear una cultura del diseño en el país en-tendida como “la incorporación de preocupaciones por la innovación, la estética y la calidad, así como de referentes de usabilidad, funciona-lidad y sostenibilidad ambiental y cultural, en los modos de pensar, percibir y obrar de productores, consumidores y otros agentes”.

Lo cierto es que, si el país no quiere quedarse rezagado en es-ta materia, es imprescindible tejer hilos entre la universidad y las em-presas, de tal modo que se abra un espacio a estas preocupaciones.

El diseño tiene mucho por ha-cer: puede ayudarnos a llevar una vida más cómoda y placentera, a disfrutar de un entorno rico estéti-camente y a facilitar nuestras rela-ciones con los productos y apara-tos. En este mundo global, eso es lo que están esperando los usuarios y consumidores.

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En Boyacá, Cundinamarca y Santander, los habitantes de unos 85 municipios ahora cuentan con un sistema de aler-ta temprana de tormentas eléctricas. Uno de los aliados estratégicos es la cadena radial Furatena, que recibe los datos emitidos por una red de senso-res administrada por científicos. El ob-jetivo es que menos personas mueran electrocutadas.

Fernando García Ardila,Unimedios

Tras 43 años de emitir señales radiofónicas “con un alto sentido social”, como lo indica su reseña institucional, Radio Furatena es la encargada de entretener e infor-mar a la comunidad sobre lo que sucede en una amplia región que comprende municipios de Boyacá, Cundinamarca y Santander.

Ahora, con sus 10 kilovatios de potencia, se convirtió, además, en el medio de comunicación ideal para transmitir alertas tempranas de posibles tormentas eléctricas y, así, prevenir a la comunidad sobre el riesgo que corre.

Se trata de un convenio que incluye a varios actores. En primer lugar, está la Red Linet. Esta fue creada en Europa y está compues-ta por un sistema de sensores que complementa las mediciones del campo electrostático (en el cual se producen las cargas eléctricas); permite monitorear, en tiempo real, la actividad total de los rayos; y calcula el tiempo de respuesta disponible al acercamiento de una tormenta.

En segundo lugar, está la Uni-versidad Nacional de Colombia en Bogotá, a cargo de la administra-ción científica. En ella se investiga y se desarrollan tesis a partir de los datos que entrega la red.

En tercer lugar, está Kerau-nos, compañía de ingeniería que efectúa la administración técnica. Y, con un papel crucial, se suma, por último, el reconocido medio de comunicación regional, que da aviso a la comunidad.

Daniel Aranguren, doctor en Ingeniería de la UN y cabeza vi-sible del proyecto, dice que la red alcanza una fiabilidad del 95% y que, actualmente, cubre el 70% del país con la ayuda de solo nue-ve sensores. “Nosotros garantiza-mos que estén conectados todo el tiempo a internet y que los datos lleguen en todo momento”.

Salvar vidas

Es un proyecto cuyo objeti-vo último es salvar vidas, además de proteger viviendas e infraes-tructuras localizadas en la zona, mediante ingeniería y, sobre todo, prevención.

El experto señala que, en ape-nas un año, la red ha registrado 17 millones de rayos, un número co-losal producto de la ubicación del país en la zona de confluencia in-tertropical. Este es un cinturón en

Atlántico

Córdoba

Santander

Boyacá

Cundinamarca

MetaTolima

Antioquia

Santanderdel Norte

Monitoreo y alerta

Los sensores de Linet detectan los rayosque componen la tormenta y transmitenla información hasta el servidor central.

El servidor central reconoce la tormentay busca en su base de datos los pueblosque podrían verse afectados.

Se envía inmediatamente un correo electrónicoa la emisora, en el cual indica los municipiosy lugares de interés en los que hay riesgopara las personas.

Radio Furatena informa inmediatamentea la comunidad.

Los sensores vigilan constantemente la tormenta.

El servidor central veri�ca a qué otros pueblosavanza la tormenta y envía un nuevocorreo electrónico a la emisora.

El proceso continua hasta que la tormentase extingue o sale del área de cobertura de la emisora.

Sensor de Linet Emisora Radio Furatena(Chiquinquirá)

Tormentas eléctricasServidor central (Keraunos y UN en Bogotá)

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La radio, aliada para anticiparse a los rayos

el cual se unen los vientos alisios, que atraviesan el territorio y cuya máxima actividad se registra en los periodos abril-mayo y octubre-no-viembre. A medida que esa franja de vientos se desplaza, también lo hacen las tormentas eléctricas.

Según un monitoreo hecho por Karaunos, la alta incidencia de rayos provocó ochenta muertes en

el último año. Aranguren afirma que la idea es atacar esa morta-lidad, cuyas principales víctimas son pescadores, campesinos y sol-dados. Además, la construcción deficiente de las redes eléctricas y de las casas rurales agudiza la situación.

“Las muertes solo se evitan con prevención”, reitera el inge-

niero. Y señala que las acciones van más allá de tener un gran pa-rarrayos, como creen en el sector rural. Este artefacto solo preserva a los edificios o iglesias que suelen instalarlos.

La ocurrencia de este fenó-meno en el país no se reparte de manera homogénea. Hay zonas de fuerte impacto, como el Magda-lena medio (el norte de Cundina-marca, el occidente de Boyacá y Santander, el oriente de Antioquia y de Caldas). “En esta franja ocu-rren la mayor cantidad de muer-tes”, asegura.

La tarea

Para el proyecto, el primer pa-so fue dividir el área de cobertura de la emisora (unos 200 mil km2) en cuadrantes de 10 por 10 km. La tarea supuso identificar las ca-beceras municipales y sitios de interés de la región.

Todo se almacena en una ba-se de datos. Cuando el programa halla eventos de riesgo próximos a algún asentamiento humano o a una infraestructura productiva (un hato ganadero, por ejemplo), envía un anuncio de alerta a través de correo electrónico a la estación radial para que se informe a la co-munidad.

El servicio está en funciona-miento desde hace dos meses. En un día, a la emisora pueden llegar hasta veinte alertas cuando ocurre una tormenta, lo que se convierte en una herramienta vital para 14 municipios de Santander, 45 de Boyacá y 26 de Santander.

Herminson Delgadillo, locu-tor de Radio Furatena, cuenta que este ejercicio social es una noticia muy buena para los habitantes de la región. Si bien hasta ahora los comunicadores de la emisora están asimilando la información, se trata de una labor de gran inci-dencia.

“La gente se está concienti-zando. Ya sabe qué se debe hacer y qué no. Se trata de exhortarla y alertarla para que tenga cuidado con las tormentas eléctricas. Los oyentes han recibido con bene-plácito esta pertinente propuesta de la UN y Furatena. Tratándose de salvar vidas, todo es relevante”, expresa.

Aranguren destaca que este sistema, vital para las comunida-des rurales, también es aprovecha-do por las principales petroleras, empresas de energía e industrias mineras del país.

Larga trayectoria

En Colombia, un grupo de destacados profesores de la UN estu-dian los rayos desde hace treinta años. Entre ellos, los expertos Horacio Torres, Francisco Román y Antonio Mejía, que han lide-rado varios grupos de investigación. En la actualidad, en la Insti-tución existen dos: el Programa de Investigación en Adquisición y Análisis de Señales (PAAS), que lidera el profesor Torres, y el de Compatibilidad Electromagnética, que dirige el profesor Román.

Innovación

La radio, aliada para anticiparse a los rayos

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Un biorreactor diseñado por científicos del Laboratorio de Ingeniería de Tejidos de la UN recrea las condiciones óptimas para el culti-vo a gran escala de membranas artificiales. La sustitución de piel es uno de los aportes del equipo, que ya fue patentado.

Carlos Javier Cuervo O.,Unimedios

La tarea científica, desarrolla-da con juicio y entrega, da sus fru-tos. De eso dan constancia varios investigadores que lograron pa-tentar una herramienta con la cual se podrá maximizar la producción de membranas sustitutas que ayu-den a remplazar la piel dañada por quemaduras u otras heridas.

Luego de varios años, los in-tegrantes del Grupo de Trabajo en Ingeniería de Tejidos (GIT), del Departamento de Farmacia de la Facultad de Ciencias de la Univer-sidad Nacional de Colombia en Bo-gotá, lograron fabricar una versión local de un biorreactor spinner.

Este es un equipo que ofrece unas condiciones ambientales de aislamiento que permiten culti-var fibroblastos, las células propias de tejidos conectivos del cuerpo (epidermis, dermis y cartílagos, etc.). El aparato puede funcionar sin utilizar una incubadora, como tradicionalmente sucede.

Los investigadores cultivan células y soportes de colágeno (superficie donde crecen los fi-broblastos) para crear sustitutos que restauren las funciones que hayan perdido seres humanos o animales. Estos resultan de gran utilidad para remplazar tejidos da-ñados cuya cicatrización natural es difícil.

El reto es obtener produc-tos sanos, sin daños en el patrón cromosómico. Para eso, se debe propiciar una eficaz división ce-lular (mitosis) en el laboratorio, tal como sucede en un ser vivo. Este es un punto crucial, pues una inadecuada manipulación del ma-terial puede originar fallas que lo inhabilitarían para ser usado en humanos.

“Tratamos de hacer por fuera lo que la naturaleza ha hecho tan bien. Trabajamos con mucosa oral y úlceras, pero siempre habíamos estado limitados por los equipos. Ahora, con los nuevos desarrollos del laboratorio, modificamos las condiciones y podemos producir tejido a gran escala”, asegura Mar-tha Fontanilla, doctora en Ciencias Biomédicas y líder del GIT.

Y es que, en la actualidad, uno de los desafíos más urgentes de la ingeniería de tejidos es cultivar-los en grandes volúmenes, para beneficiar a una mayor cantidad de personas. Por esta razón, la Superintendencia de Industria y Comercio reconoció el biorreactor como un modelo de utilidad y le otorgó la patente.

Innovación

Condiciones propicias

Los procesos bioquímicos y biológicos que se desencadenan gracias a la acción del biorreactor se encuentran controlados y per-miten elaborar tejidos artificiales con características superiores a las de los cultivos estáticos (por ejem-plo, una incubadora celular). Así, se desarrollan soportes grandes, un ambiente mejor controlado y una mayor área de cultivo.

Asimismo, el equipo permi-te el crecimiento de células de fi-broblastos en mallas de colágeno. Y, a través de agitación continua, efectúa una distribución más ade-cuada de las sustancias utilizadas y una proliferación celular en condi-ciones óptimas de esterilidad.

El cultivo de tejido conectivo ar-tificial se hace mediante un sistema de dispersión de gas que facilita la transferencia de CO2 y O2 en el ma-terial en crecimiento, al tiempo que optimiza la aireación superficial.

La profesora Fontanilla asegu-ra que los biorreactores normales tienen una capacidad de cincuenta mililitros, pero resalta que en el laboratorio de la UN lograron de-

sarrollarlo de tal manera que su ca-pacidad es de dos litros y funciona fuera de la incubadora de CO2.

“El biorreactor nos permite manipular las condiciones del cul-tivo y así determinamos cómo se comportan las células, cómo cre-cen”, asegura Diana Nieto, ingenie-ra química integrante del equipo de investigadores. Agrega que la importancia de este desarrollo se evidencia en casos como el de los diabéticos, cuyas heridas no cica-trizan fácilmente porque no tienen suficiente oxígeno.

“En estas personas los fibro-blastos no son iguales a los de una persona sana. Sin embargo, con nuestro equipo, se simulan las condiciones del diabético (bajo oxígeno) y, a partir de los resul-tados, determinamos si es esta la causa verdadera de la no cicatriza-ción”, dice Nieto.

Así, el biorreactor determina los soportes y las células propicias para cada caso; como las que es-tán involucradas en la señalización celular y en el cierre de heridas, que son las encargadas de dar las órdenes a otras células para que comiencen el proceso de cicatriza-ción o de regeneración.

Sello UN

Cada uno de los integrantes del GIT ha contribuido a perfec-cionar el biorreactor. Gracias a su entrega, los resultados del grupo serán la base de partida para crear una empresa de tipo spin-off (de-rivada de la investigación cientí-fica) que está próxima a ponerse en marcha con el apoyo de Col-ciencias.

De esta manera, se aprove-chará la capacidad instalada del laboratorio, lo que hará más ren-table el procedimiento, al producir una mayor cantidad de tejido para beneficiar a más personas.

“Este biorreactor simula las condiciones y estímulos naturales del cuerpo de una manera más exacta que cuando las células son cultivadas en una pequeña caja estática de dos dimensiones. Esto se traduce en una mejor manu-factura del producto, que llega a más personas”, concluye el quími-co Sergio Casadiegos, integrante del grupo.

En el biorreactor se cultiva tejido conectivo artificial, gracias a un sistema de dispersión de gas que facilita la transferencia de CO2 y O2 en el material en crecimiento.Fo

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Crean equipo biológico para cultivar piel

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1. La cirugíade CLPUse practicaa través delombligodel paciente.

2. El equipo de CLPU utilizado en países desarrollados tiene un alto va-lor económico. Por esta razón, pocos hospitales de Colombia lo tienen.

Cirugía de laparoscopia de puerto único (CLPU)

3. El uso de un sencillo guante quirúrgico, como medio para introdu-cir los equipos de laparoscopia, reduce el precio de la intervención.

Salud

Guante quirúrgicosalva a niños

y neonatosLa laparoscopia de puerto único para operar la región abdominal es una técnica que evita hacer varias inci-siones en el vientre del paciente. Por lo general, se usa un costoso equipo que muy pocos hospitales tienen en el país, pero este se puede remplazar por un sencillo guante quirúrgico. Beneficia especialmente a los niños.

Carlota Loaiza Cadavid,Unimedios

Aunque la intervención la-paroscópica no es una nove-dad, sí lo es el hecho de que, con un ingenioso y económico dispositivo, inventado en Corea y adoptado en Colombia, ahora se pueda operar a neonatos con total seguridad, en menos tiem-po y a costos muy bajos.

Se trata de la cirugía de laparoscopia por puerto único (CLPU), pero llevada a cabo con un sencillo guante quirúrgico, en lugar del costoso equipo que se usa en las intervenciones ab-dominales para retirar tumores, el bazo, el apéndice o efectuar otro tipo de operaciones en esa cavidad.

En el procedimiento tra-dicional se deben hacer varias incisiones (puertos) en el vien-tre de la persona. Por estas se introducen tubos especiales a través de los cuales se insertan los instrumentos quirúrgicos (por ejemplo, la lente con la que los médicos observan el interior del paciente, las pinzas, los cauterizadores, etc.).

Pero la CLPU solo requie-re una incisión. Y, aunque an-tes era usada principalmente en adultos, lo novedoso es que ahora se usa también en niños y toma fuerza en centros pediá-tricos como el Hospital Infantil La Misericordia (HOMI) y otros de gran prestigio en el país.

Un estudio de la Universi-dad Nacional de Colombia en Bogotá, en el cual participó el docente Fernando Fierro, coor-dinador de la Especialidad en Cirugía Pediátrica de la Facul-tad de Medicina, estableció que es una opción que garantiza óptimos resultados tanto de sa-lud como estéticos.

El procedimiento

En la técnica se utiliza un retractor de fascia (un instru-mento que separa los múscu-los cercanos al ombligo y deja un orificio de acceso), pero se le acopla un guante quirúrgico tradicional que se introduce en la hendidura.

Así, cada dedo del guante hace las veces de un puerto a través del cual se puede inser-tar un instrumento diferente, el cual puede tener entre 3 o 5 mm de grosor (dependiendo del tamaño del paciente). De este modo, se obtiene un mul-tipuerto híbrido. “Otra función que tiene es evitar que de la cavidad abdominal se escape el CO2 que se inyecta para mante-ner el área distendida”, afirma el profesor Fierro.

El procedimiento se ejecuta con anestesia general, intuba-ción endotraqueal (para garan-tizar la respiración) y aplicación de antibiótico profiláctico (de manera preventiva). Se hace un corte en la piel en el pliegue umbilical, de abertura vertical de unos dos centímetros en la fascia (membrana que envuelve las estructuras anatómicas).

En la mayoría de los casos, se utiliza la técnica extracorpó-rea, que consiste en sacar del cuerpo la parte del órgano que se va a intervenir, lo que dis-minuye el tiempo quirúrgico y posibles infecciones.

Mediante la CLPU, desde el 2009 se han atendido a unos 140 pacientes en el HOMI, en donde labora el docente de la UN. El paciente atendido de menor edad tenía ocho días de nacido y pesaba 2,5 kg.

Al ser niños tan pequeños, el rango de acción de los ciruja-nos es limitado y deben confiar en los equipos de video y los instrumentos. Por eso, este tipo de intervenciones requieren de gran habilidad y, sobre todo, de mucha experiencia.

Aun así, asegura el profesor, es una excelente opción porque tiene múltiples ventajas. Por ejemplo, el tiempo promedio de cirugía se reduce a 46,4 mi-nutos y el de hospitalización, a 44,8 horas.

Además, niños y padres se reincorporan a sus activida-des en la mitad del tiempo que tarda la cirugía convencional. Según el docente, los niños pue-den regresar a sus jornadas de-portivas dos semanas después de la intervención (aunque los padres sienten miedo y los de-jan en casa una o dos semanas más, sin que sea necesario).

Otras ventajas son que, al hacer una única incisión, des-aparece el riesgo de lesiones de vejiga y de los vasos abdomi-nales, disminuye el dolor poso-peratorio –pues no se presenta traumatismo de los músculos–, se requieren, dado lo anterior, menos analgésicos y quedan ci-catrices imperceptibles.

Ventajas económicas

Los equipos usados para hacer la CLPU en otros países son muy costosos. Por esta ra-zón, el método era oneroso tan-to para el paciente como para la institución de salud y no se practicaba con frecuencia en Colombia, y menos en niños.

Con la adaptación del guan-te quirúrgico (que, para el pro-pio doctor Fierro, tiene un valor casi simbólico), se contribuye a disminuir significativamente el valor de la intervención.

“La intervención con un equipo normal cuesta alrede-dor de 500 mil pesos, pero con el guante, unos 50 mil. Ade-más, cabe aclarar que los costos hospitalarios de una cirugía la-paroscópica son más elevados que los de una común”, advierte el experto.

Lo cierto es que, además de ser un procedimiento que se puede aplicar en los pacien-tes menos favorecidos, es una oportunidad para que los cen-tros hospitalarios que no dis-ponen de medios para practicar estas intervenciones del modo tradicional incorporen a sus procedimientos esta técnica se-gura y sumamente beneficiosa para la comunidad en general.

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Colombia, primer paísen erradicar la oncocercosis

Luego de cuatro décadas de esfuerzos científicos multidisci-plinarios y técnicos interinstitucionales, el país podrá ser de-clarado como libre de la transmisión del parásito Onchocerca volvulus, uno de los causantes de ceguera y daños cutáneos más comunes del mundo. La experiencia servirá de modelo para controlar y eliminar otro tipo de infecciones.

Luis Fernando García,Unimedios

Fue en 1965, cuando, cerca de la cabecera del municipio de López de Micay (Cauca), se regis-tró el primer caso de oncocercosis en el país. Se trató de un paciente afrodescendiente.

El registro fue el resultado de las investigaciones hechas por Au-gusto Corredor (q. e. p. d.), otrora docente de la Universidad Nacio-nal de Colombia, investigador del Instituto Nacional de Salud (INS) y pionero en el estudio de las enfer-medades tropicales.

El científico atravesó las cos-tas atlántica y pacífica en busca de la infección, que ya se había reportado en México, Guatemala y Venezuela. Esa fue una explora-ción a la que se unieron Paulina Muñoz, entomóloga del Instituto de Ciencias Naturales (ICN) de la UN, y Antonio D’Alessandro, de la Universidad del Valle.

Luego, hacia 1995, se adelantó un estudio de base en las comuni-dades de la parte alta del río Micay y sobre tres de sus tributarios. Este incluyó exámenes clínicos, parasi-tológicos, entomológicos y oftal-mológicos, este último se practica porque la enfermedad es una de las primeras causas de ceguera en el mundo.

En la evaluación parasitológica realizada a 655 personas (seleccio-nadas entre 3.464), 39 (el 6%) resul-taron positivas para la infección. De estas, 36 se localizaron en la comu-nidad de Naicioná, cabecera del río Chuare, afluente del río Micay. La información permitió determinar que el foco de infección en el país estaba localizado en este lugar.

Una investigación posterior, hecha por el profesor Corredor y el doctor Santiago Nicholls –enton-ces investigador del INS y docente de la UN– en la frontera colombo-ecuatoriana descartó la existencia de un foco en esa zona.

Vector abundante

Esta enfermedad parasitaria, que también produce infecciones en la piel, es causada por el gusa-no Onchocerca volvulus, el cual es trasmitido por la mosca conocida como jején (Simulium exiguum). En el país, fueron los doctores Onofre Ochoa y Paulina Muñoz de Hoyos, investigadora del Instituto de Ciencias Naturales de la UN, quienes confirmaron que este in-secto era el vector transmisor.

Según la profesora Myriam Consuelo López, del Departamen-to de Salud Pública de la UN, y Sofía Duque, científica del INS, la hipótesis es que las condiciones favorables de la región del Pacífico –abundancia de aguas cristalinas y fuertes corrientes que las airean– permiten la proliferación del vec-tor. A esto se añade el aislamiento de la zona, debido a los obstáculos geográficos, que hacen muy difícil el acceso o salida de los habitantes de López de Micay.

Duque agrega que no hay evi-dencia de distribución de pobla-ción de origen africano en otras partes del país, como los Llanos

En la piel y los ojos

El Onchocerca volvulus es un desagradable gusano cuyas larvas (microfilarias) invaden la capa subcutánea de la piel o los globos oculares. En este último caso, pueden ocasionar ceguera, al formar nódulos en los que se enrollan. Pueden vi-vir hasta diez años.

o la parte oriental (en la frontera con Venezuela). Esto descarta la presencia de la patología en estas zonas. La teoría más aceptada es que la infección proviene de África y entró a América en la época de la colonización.

Trasmisión interrumpida

Con esta radiografía epidemial y una rigurosa labor científica y técnica llevada a cabo durante los últimos dieciséis años, en 2007 se logró interrumpir la transmisión de la infección a través del Progra-ma Nacional de Eliminación de la Oncocercosis, liderado por el INS. En la tarea han participado, entre otras entidades, la UN, la Universi-dad del Valle, el Ministerio de Salud y la Protección Social, la Secretaría de Salud del Cauca y el Programa de Eliminación de Oncocercosis para las Américas (OEPA).

Carlos Arturo Álvarez, espe-cialista en Medicina Tropical y profesor de la UN, explica que, desde el punto de vista farmacoló-gico, el tratamiento no es de difícil manejo, pues se utiliza un popu-lar antiparasitario conocido como

ivermectina.Su inconveniente, aclara, es

que no ataca al gusano adulto (este puede vivir en una persona infec-tada hasta diez o doce años), sino que solo destruye las microfilarias (sus larvas) y las elimina de la piel del individuo. Por eso, agrega, fue necesario medicar a las personas infectadas durante más de una dé-cada, cada seis meses.

Asimismo, se llevó a cabo la tarea de vigilancia epidemiológi-ca postratamiento por tres años (periodo de precertificación). De este modo, el año pasado se decla-ró, oficialmente, la no existencia de transmisión de oncocercosis en Colombia, por lo cual ha si-

do solicitada la certificación de su eliminación ante la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Modelo para repetir

Las doctoras Duque y López manifiestan que son varios los lo-gros. Desde el punto de vista cien-tífico y técnico, se eliminó a nivel local un mal parasitario que afecta a varios países en América Latina. Además, se desterró un problema de salud pública en una comuni-dad vulnerable. Y entre los habi-tantes se impartió un programa de educación para la salud, el cual garantiza la permanencia de los avances.

La experiencia adquirida se puede repetir para atacar otras en-fermedades tropicales. Ecuador, Venezuela, Brasil, México y Gua-temala registran oncocercosis, así como varios países de África (en donde es endémica) y de Asia. De hecho, se estima que en el planeta existen 37 millones de personas infectadas.

El parásito que ocasiona la oncocercosis es prevalente en diecinueve países de África y seis de América. López de Micay (Cauca), en la imagen, era el centro del foco en Colombia.

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Hepatitis E, existe riesgo

de que se propague en Colombia

La patología, relativamente nueva en Co-lombia, se puede transmitir a través de las heces e hígado de cerdos, debido a las prácticas inadecuadas de higiene de los sistemas de producción porcina. Investiga-dores avanzan en el diagnóstico de la inci-dencia de la enfermedad en Antioquia para establecer mecanismos de control.

Harrison Rentería,Unimedios

La hepatitis E es causada por un virus propio de los porcinos. En el país, solo se ha reportado un po-sible caso de contagio humano en Antioquia. No obstante, los cientí-ficos advierten sobre una posible propagación, si no se toman las mínimas medidas preventivas.

Hasta hace solo tres años se estudia esta patología en Colom-bia, cuando despertó el interés de investigadores del Departamento de Producción Animal de la Fa-cultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colom-bia en Medellín, debido a que hay indicios de que el virus puede con-tagiar al ser humano, si este con-sume carne de cerdo infectada.

Esto ocurre porque no se hace un adecuado manejo de los excre-mentos del animal en las plantas de sacrificio y en los lugares de procesamiento, sobre todo en An-tioquia, en donde se produce el 46% de los porcinos del país y su consumo es mayor que en el resto del país (con un promedio de 14 kg por habitante al año).

¿Cómo se propaga?

Albeiro López Herrera, direc-tor del grupo de investigación en Biodiversidad y Genética Molecu-lar de la UN (Biogem), cuenta que se quiso saber si los animales de Antioquia estaban infectados.

“Evaluamos las cinco prin-cipales plantas de sacrificio de la región. Tomamos muestras de sangre y comprobamos la presen-cia de anticuerpos contra hepati-tis E”, precisa. Esto significa que los porcinos han estado infecta-dos y su organismo ha producido proteínas especiales para detener la acción del virus.

Según los resultados del diag-nóstico, el 30% de los animales sa-crificados presentaban evidencia de contacto con el agente infeccio-so. Esto no quiere decir que lo por-taran en el momento del sacrificio, pues el organismo del cerdo ya se habría encargado de eliminarlo. Y, aunque las pruebas señalan un 12% de presencia del contagio en el hígado, el patógeno puede morir fácilmente con un buen proceso de cocción antes del consumo.

La forma en que se disemina es fecal-oral, pues, luego de infec-tar el hígado, se dirige al intestino y es excretado. Pero, si a las heces no se les da el manejo correcto, pueden llegar hasta las aguas usa-das en los sistemas de riego de cultivos de consumo humano.

Síntomas asociados

Según el médico Francisco Ja-vier Díaz, todos los tipos de hepa-titis (A, B, C, D y E) se manifiestan generalmente con fiebre no muy

En Colombia la identificación y estudio de la hepatitis E es relativamente reciente. Los investigadores buscan minimizar el riesgo de propagación.

Salud

alta, náuseas, pérdida del apetito y vómito. Luego, entre tres y siete días, aparece la ictericia, que es la coloración amarillenta de la piel, el tono café en la orina y la aparien-cia blanca o gris de las excretas.

La de tipo E se manifiesta de forma más intensa, pues la icte-ricia es más severa y ataca más fuerte a adultos jóvenes entre los 15 y los 40 años de edad. Además, es mucho más grave en mujeres embarazadas.

No obstante, la enfermedad –para la cual no hay un tratamien-to específico–, se supera con re-poso, consumo de alimentos con bajos contenidos de grasa y per-manente observación del conta-gio, el cual se prolonga hasta por cuatro semanas.

Según la Organización Mun-dial de la Salud (OMS), los porcen-tajes más altos de la afección se dan en regiones con sistemas de saneamiento deficientes. El 65% de las infecciones y muertes por hepatitis E se producen en Asia oriental y meridional. En Colom-bia, asegura el director de Bio-gem, las probabilidades de morir se podrían dar solo en un 3% de la población.

Prevención integral

Los investigadores resaltan que, con base en el diagnóstico desarrollado en los principales mataderos y granjas procesadoras de cerdo (análisis de muestras), determinarán los factores de ries-go para evitar que el virus llegue a las aguas residuales.

El profesor López Herrera ex-plica que están clasificando las granjas según su bioseguridad, pa-ra saber el nivel sanitario mínimo que necesitan para no ser transmi-soras de la enfermedad. “Allí hace-mos unas encuestas para conocer si hacen un manejo apropiado de las excretas, con el fin de inactivar el patógeno completamente”.

Asimismo, hicieron exámenes clínicos a los productores porcíco-las. Las muestras reportaron que alrededor del 12% de los trabaja-dores tienen anticuerpos contra el virus. Esto es evidencia de que han tenido contacto con él en algún momento. Este es uno de los indi-cadores que más llamó la atención de los investigadores, a partir del cual se trazarán nuevas líneas de investigación.

El proyecto sobre la epidemio-logía molecular de este virus en An-tioquia es financiado por Colcien-cias y ha integrado a estudiantes de pregrado y posgrado y a docentes expertos de la Universidad de An-tioquia, la Universidad Pontificia Bolivariana y la UN. Se espera que esta información ayude a las auto-ritarias sanitarias a tomar medidas preventivas para evitar el contagio de la enfermedad.

Los investigadores hicieron exá-menes clínicos a los productores porcícolas. Las muestras señalan que alrededor del 12% de los trabajadores tienen anticuerpos contra el virus.

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Cada vez más, las presiones sociales alteran la alimentación de los más jóvenes. Al com-parar estudios sobre trastornos alimen-tarios en Bogotá, entre finales de los años noventa y comienzos de la actual década, se observa un incremento del riesgo de pa-decer este tipo de enfermedades.

Sania Salazar Gómez,Unimedios

Edilma lucha cada día contra la co-mida. Sus 150 centímetros de estatura han tenido que soportar hasta 80 kilos de peso. Se empezó a engordar a los once años, pero se dio cuenta de que tenía un problema con su forma de co-mer a los trece, cuando su madre la lle-vó por primera vez a un médico por esa causa. En un momento llegó a pesar 44 kilos, lo ideal, pero meses después regresó de un viaje pesando 60 kg.

Bailaba ballet clásico, y en el espe-jo veía su cuerpo en forma de guitarra. “Me gustaban esas formas, mucho más rellena que las niñas de mi edad. No te-nía grandes angustias, pero tal vez ha-bía algo que no quería ver”, confiesa.

Una tesis de grado sobre trastor-nos de la conducta alimentaria (TCA) en adolescentes de Bogotá, efectuada por Yudi Esperanza León, especialista en Pediatría de la Universidad Nacio-nal de Colombia en Bogotá, señala que la presión de los padres y la práctica de actividades como el ballet se asocian a este tipo de enfermedades.

La investigadora dice que los TCA son alteraciones mentales que tienen en común una intensa preocupación por el peso, los alimentos y la figura corporal.

El profesor Luis Alberto Ángel Arango, de la Facultad de Medicina, explica que quienes los padecen tienen conductas anormales, como usar pur-gantes, laxantes o diuréticos de forma compulsiva y abundante. También se inducen el vómito.

Un estudio adelantado por la UN entre 1997 y 1999, en varios colegios de Bogotá, en el cual psiquiatras y psi-cólogos evaluaron a 2.770 jóvenes de bachillerato, encontró que la frecuen-cia de bulimia estaba entre el 2,6% y el 3%. Para Ángel Arango, este porcentaje es alto porque significa que, si en una institución hay 500 niñas, alrededor de 13 están enfermas. La anorexia estaba entre el 0,4% y el 0,5%.

El trabajo de la doctora León, de-sarrollado en 2011 en diez colegios de Bogotá, en los cuales se encuestaron a 991 adolescentes (hombres y mujeres), entre los 10 y 18 años, concluyó que 82 tienen riesgo de sufrir un TCA (el 8,3% de la población evaluada).

El estudio indica que los trastornos se clasifican en anorexia, bulimia ner-viosa y los no especificados. “Antes de la pubertad, estos se presentan igual-mente en hombres y mujeres; durante la adolescencia, la relación hombre-mujer es de 1 a 10; y, en la adultez, de 1 a 20”, precisa la investigación.

Factores de riesgo

El profesor Arango también indica que la enfermedad tiene un componen-te relacionado con la cultura (la presión de tener un cuerpo socialmente acepta-do) y otro con la herencia genética (un factor de riesgo de obesidad).

“Seguí bajando y subiendo como un acordeón, yendo donde endocrinólogos, haciendo gimnasia; pero de noche me comía a escondidas las galletas y tortas que mantenían en la casa. A los quince años era consciente de que tenía un pro-blema”, cuenta Edilma.

La doctora León explica que la bu-limia nerviosa se caracteriza por el co-mienzo de dietas restrictivas que no lle-van al paciente al peso deseado, motivo por el cual este comienza a consumir grandes cantidades de comida en un corto tiempo (atracones). Luego, siente culpabilidad y utiliza diferentes meca-nismos (purgas), como el vómito, ejerci-cio extremo y uso de laxantes o enemas, para eliminar el exceso de alimentos de su cuerpo.

“Uno se siente muy mal después de un atracón. Me acostaba, me aislaba. He tenido mucha tendencia al aislamien-to. Me sentía diferente y anormal”. De hecho, los TCA constituyen la tercera enfermedad crónica más prevalente en los adolescentes, después de la obesidad y el asma.

Edilma recuerda que, entre los 18

y los 20 años, sufrió mucho porque las demás niñas salían con muchachos y ella no. Después pensó que, como era tan fea y tan pesada, no le iban a dar trabajo.

“Me sentí muy rechazada en mu-chas ocasiones y me he preguntado to-da la vida si es porque la gente ve una persona fea en mí. Siempre he sido un poco acomplejada por eso. No me que-ría poner vestido de baño de ninguna manera”.

León concluye que, una vez identi-ficado un TCA, el tratamiento requiere un enfoque multidisciplinario que se rige por dos objetivos primordiales: la renutrición del paciente y el acompa-ñamiento psicológico. “Por tanto, estos pacientes deben ser remitidos para ma-nejo especializado. En este proceso, es indispensable la voluntad de recuperar-se del afectado y el acompañamiento del núcleo familiar”.

La noche trae consigo la angustia para Edilma, pues es el momento en que la atacan las ganas de comer. Los dulces son sus enemigos: cuando los prueba, no puede parar.

“La evolución de estas enfermeda-des es muy variable. Alrededor del 50% de los pacientes se curan totalmente, el 20% tienen recaídas y cerca de un 30% siguen un curso crónico, con pobre funcionalidad personal y profesional. La mortalidad descrita varía entre el 4% y el 18%”, revela el estudio.

El profesor Arango asegura que la prevención es clave. Por eso, recomien-da tener cuidado al hacerle comentarios negativos a alguien sobre su aspecto físico. También resalta la importancia de identificar tempranamente a las per-sonas con riesgo. “Hay que estar pen-dientes de las conductas raras: cuando cambian los hábitos alimenticios nega-tivamente, cuando se tienen actitudes negativas frente a la comida”.

“Este es un mal traicionero, mortal y de por vida que hay que aprender a ma-nejar”, reconoce Edilma. De ahí que sea vital el acompañamiento de la familia, los amigos y los profesores.

Aumentan trastornos alimentariosen adolescentes de Bogotá

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17Educación

Novedoso sistema de aprendizajese basa en las emociones

Cada individuo aprende según su forma de relacionarse con los diver-sos materiales de apoyo educativo (videos, imágenes, texto, práctica). Así se concluye de una investigación que dio como resultado un novedoso programa que permite establecer el método de enseñanza más adecuado según el perfil de cada persona.

Gimena Ruiz Pérez,Unimedios

¿Se imagina tener a disposi-ción los materiales académicos apropiados para aprender de for-ma más rápida y eficiente me-diante una enseñanza realmente personalizada?

Esta posibilidad es una rea-lidad gracias a una investigación que desarrolla un modelo edu-cativo virtual que conjuga distin-tos elementos en un esquema de tutoriales inteligentes que tratan a cada individuo de manera dife-renciada, para potenciar así sus capacidades de aprendizaje.

Para este fin, se parte de los sistemas de razonamiento basa-dos en casos (CBR). Estos son una forma de razonar fundada en los análisis de diversas experiencias, en un área determinada, para re-solver problemas específicos.

“Cada individuo aprende de una manera particular. La utopía de la enseñanza moderna se basa en cómo entregar a cada persona el conocimiento, de tal manera que lo interiorice y lo use para su beneficio y el de los demás”, ex-plica Julián Gaviria, magíster en Ingeniería de Sistemas de la Uni-versidad Nacional de Colombia en Medellín y creador de la innova-ción.

Para el estudio, revisó las ca-racterísticas de materiales de apo-yo educativo disponibles en for-mato multimedia (que integran texto, imagen y video) e internet, para identificar a qué estilos de aprendizaje benefician. Estos son definidos según el tipo de forma-to, en este caso: kinestésico (per-cepción del movimiento), visual, social y auditivo.

Luego, trabajó con dos reco-nocidas variables de la neurocien-cia cognitiva, excitement (emo-ción) y engagement (compromiso), para examinar el comportamiento de los estudiantes frente a cinco tipos de materiales: lectura, audio y video, demostración, exposición académica y práctica.

La emoción (excitement) se relaciona con la confortabilidad y felicidad que le produce a un indi-viduo trabajar con ciertos materia-les. El compromiso (engagement) es el grado de concentración al usar estos recursos.

Usó la metodología con seis estudiantes de séptimo grado de la institución educativa Oreste Síndici, de Itagüí (Antioquia), en el área de matemáticas. Además, caracterizó sus emociones usando la imagimática cerebral, una tec-nología que permite observar las reacciones del cerebro al exponer-se a diversas sensaciones.

El dispositivo que empleó para este procedimiento, llamado neu-roheadset –en forma de diadema e inalámbrico–, está integrado a un software que permite rastrear las mediciones neuronales. Así, pudo identificar el tipo de respuestas emocionales de cada joven al ma-terial expuesto en la pantalla.

Gaviria explica que en el ex-perimento usó una plataforma de educación virtual llamada Moo-dle, en la cual se encuentran la base de datos y los algoritmos mostrados a los estudiantes. De esta manera pudo evaluar cada caso particular.

El experimento

Para la valoración, seleccio-nó alumnos de forma aleatoria y les practicó la prueba de forma individual. Después elaboró unas

Per�l del aprendizInteracción de los usuarios

con los contenidos propuestos

Unidad básica de aprendizajeAquí se de�ne el plan

de estudios para la persona

PlaneadorDe�ne cómo y cuándo

se deben entregarlos contenidos al aprendiz

ExaminadorRevisa los casos propuestos

y compara el desempeñodel estudiante

Contiene los casos previosy entrega una solución.

Cuenta conun recuperador,

que selecciona el caso segúnlas características

del problemay el per�l del estudiante

Solución propuesta

Recuperador

1. 2. 3.

En este punto se de�nenlos elementos necesarios

para que el aprendiz interactúecon los contenidos,

así como la conexión entre el lectorEEG (electroencefalograma)

y la base de datos.

Interfaz de usuario Sistema de administraciónde aprendizaje

Sistema de razonamientobasado en casos

Para potenciar el aprendizaje

Base de datosde casos

tablas en las que clasificó, de ma-yor a menor, los materiales con los cuales se obtuvo una aprehensión más efectiva.

“Los resultados fueron muy buenos, pues se hizo una evalua-ción para verificar los logros del proceso; y, en una escala de 1 a 100, los adolescentes obtuvieron entre 75 y 100, es decir, un des-empeño entre bueno y excelente”, dice Gaviria.

Esto significa que, dependien-do del recurso pedagógico utili-zado, las personas interiorizan el conocimiento de un modo más fácil o más difícil. Por tanto, se pueden elaborar contenidos con los cuales el estudiante pueda in-teractuar, volver sobre alguno de ellos y trabajar a su ritmo.

“Si un aprendiz obtuvo una media alta de aprendizaje a través

de videos, se le entregaba conteni-dos en ese formato o, en su defecto, el material disponible en la base de datos con más puntaje para poten-ciar ese proceso”, explica.

Para Jovani Jiménez, director del Grupo de Inteligencia Artifi-cial en Educación y director de la investigación, este desarrollo per-mite medir con mayor precisión lo que el estudiante quiere, con miras a que el sistema le ofrezca conte-nidos adaptados a sus emociones, preferencias y nivel de aprendi-zaje.

Hacia una mejor educación

Según Gaviria, la investiga-ción no termina aquí, pues hay un margen de acción enorme en este campo. “Estamos a las puertas de

comenzar una nueva era en la cual nuestros descendientes mirarán hacia atrás y dirán que sus antepa-sados eran analfabetas cerebrales por el poco uso que le daban al procesador más veloz y de mayor capacidad de almacenamiento: el cerebro humano”.

Asegura que el reto del sistema educativo es propiciar la educa-ción personalizada, porque cada cual aprende de una manera di-ferenciada. “Hay que entregar el material de aprendizaje que más se adapte a cada necesidad”.

Este adelanto, según la psi-cóloga social Eliana Palacio, con-tribuirá a desarrollar nuevas me-todologías de enseñanza que les permitan a los jóvenes potenciar sus capacidades y aumentar sus oportunidades de acceder a una formación de alto nivel.

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Fertilización biorgánicacontra plagas del plátano

En los platanales del país se puede reducir en un 30% el uso de quími-cos dañinos para el ambiente, me-diante una técnica de control bio-lógico de los patógenos diseñada por científicos de la UN en Palmira y del CIAT. Es una alternativa pro-metedora para miles de familias dedicadas a este cultivo.

Jeinst Campo Rivera,Unimedios

El plátano es uno de los culti-vos más importantes del mundo. Junto con el arroz, el trigo y el maíz, es la base de la alimentación diaria de millones de personas, así como un eslabón significativo de las economías de varios países.

Según la Federación Nacional de Productores de Plátano (Fede-plátano), ha sido un sector de gran relevancia socioeconómica para la seguridad alimentaria y la genera-ción de empleo en el campo, pues unas 57 mil familias viven de este.

Datos del Ministerio de Agri-cultura y Desarrollo Rural (MADR) indican que, de 395.431 hectáreas sembradas durante el 2002, 13.899 (el 3,5%) correspondieron a siem-bras para exportación y el resto (el 96,4%), a cultivos para consumo interno. Su rendimiento promedio es de 7,8 toneladas por hectárea. Y hay un total de producción de 2.994.022 toneladas.

Problemas de sanidad

Pese a su productividad, las dificultades fitosanitarias y los bajos niveles de inversión en el cultivo afectan su rendimiento y comercialización. “La falta de ade-cuación de las fincas, el tipo de renovación y la actual forma de fertilización ocasionan pérdida de competitividad en los mercados internacionales”, afirma Silverio González, de Fedeplátano.

Estos obstáculos pueden

comprometer la meta de aumen-tar la eficiencia de los plantíos, pues enfermedades como la siga-toka negra (causada por el hongo Mycosphaerella fijiensis) y el moko (provocado por la bacteria Ralsto-nia solanacearum) han destruido un 50% del área sembrada. Esto ha aumentado el costo de producción por hectárea de 1,5 millones de pesos a 6 millones.

Investigadores de la Universi-dad Nacional de Colombia en Pal-mira estiman que entre el 60% y el 70% de los productores en el país no aplican ningún control; mien-tras que otros, principalmente los tecnificados, recurren a químicos extremadamente tóxicos que des-equilibran la microflora y la fauna del suelo.

“Estos reducen su fertilidad y aumentan la probabilidad de reincidencia de las enfermedades, debido a que eliminan organis-

mos protectores nativos del sue-lo. Además, los agentes patógenos pueden desarrollar resistencia a los químicos”, señala la profesora Elena Velásquez, de la sede.

Por eso, científicos del Centro Internacional de Agricultura Tro-pical (CIAT) y de la UN en Palmira evaluaron la fertilización biorgáni-ca (FBO), práctica agrícola que usa métodos preventivos biológicos para limitar la aparición de enfer-medades y plagas.

“Quisimos favorecer la pre-vención, dando información precisa sobre las condiciones so-cioeconómicas en los sistemas de producción; ofrecer alternativas de control basadas en la gestión de residuos orgánicos y la biodiver-sidad; y proponer una evaluación económica y medioambiental para asegurar la apropiación por parte de los agricultores”, asegura el pro-fesor Patrick Lavelle, del CIAT.

Alternativas

El método utiliza dos tipos de material orgánico: uno de lenta descomposición –especies forra-jeras arbóreas de la región– y otro de rápida –el estiércol proveniente de la producción ganadera–. Fi-nalmente, se introducen lombrices nativas de tierra, que son robustas, muy fecundas y crecen rápido.

Los expertos tomaron como base 62 fincas dedicadas al cultivo de plátano, en los departamentos de Quindío y Risaralda. Evaluaron la calidad del suelo, la biodiversi-dad (macrofauna, hojarasca y mi-corrizas –hongos de raíces–) y el estado de salud (fitosanitario) de las plantaciones.

Luego de los análisis de labo-ratorio, propusieron cinco trata-mientos para aplicar en condicio-nes naturales sobre plantas recién fijadas en lugares donde había presencia de enfermedades y pa-rásitos.

“Evaluamos la micorrización de plantas, aplicación de fluidos del raquis (tallo) del plátano, in-troducción de plantas fijadoras de nitrógeno, aplicación de lombri-compost y el uso del método FBO”, afirma la profesora Velásquez.

Reducción significativa

Según Fedeplátano, este tipo de biofertilización redujo en un 30% el uso de fertilizantes de sín-

tesis química y nematicidas (que eliminan nematodos patógenos, unos pequeños gusanos). Asimis-mo, los investigadores constataron un incremento de la diversidad de la macrofauna de 600 a 2.600 el número de individuos por metro cuadrado. Así, mejoraron la cali-dad física, química y biológica del suelo.

“Con los tratamientos se esta-bleció un posible equilibrio entre poblaciones de nematodos fito-parásitos y saprofitos (que se ali-mentan de material muerto); estos últimos contribuyen a regular la presencia de los primeros, lo que permite inferir que si se promueve la actividad biológica del suelo, los problemas causados por los fitoparásitos podrán ser menores. Esto es importante pues las plan-tas pueda resistir el ataque de estos miorganismos”, asegura Lavelle.

Se comprobó, además, que el uso de lombricompost, como fuente de materia orgánica, incre-menta las micorrizas y mejora el equilibrio de la comunidad de ne-matodos.

Dados estos resultados, Fede-platano promueve el método de-sarrollado por la UN y el CIAT entre los cultivadores de plátano del país. “Su adopción permitirá reducir costos en las 40 mil hectá-reas de plátano en el país, minimi-zar la contaminación ambiental y contribuir a la seguridad alimenta-ria del planeta”, manifiesta Silverio González.

1. Con especies forrajeras(lenta descomposición)

2. Con estiércol del ganado(rápida descomposición)

+

Métodos orgánicos

Adición de lombrices de tierra

Resultado:lombricompost

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Hábitat, ausenteen programa de vivienda gratisMás allá de la ley de entrega gratui-ta de casas, expertos aseguran que es urgente trabajar en una política de hábitat que tenga un enfoque socioespacial, cultural, económico y laboral, para dotar de sostenibi-lidad integral a los nuevos hogares.

Ana María Escobar Jiménez,Unimedios

A la hora de planificar vivien-das de interés prioritario (VIP), asegurar la habitabilidad es tan importante como definir los ma-teriales, las áreas y los sistemas constructivos. Cómo viven las per-sonas es algo a lo que se debe responder a partir de lo social, lo cultural, lo económico, lo espacial y lo natural.

Con la Ley 1537 de 2012, el Gobierno apuntaló su programa de vivienda para los más pobres y prometió entregar cien mil casas o apartamentos subsidiados en un 100%. Espera, así, mitigar el déficit oficial, del 36,2% (DANE, 2005), aunque se cree que la cifra es mu-cho mayor.

Profesores de la Universidad Nacional de Colombia en Mani-zales sostienen que ofrecer solo “cajas de muros” es una res-puesta incompleta al pro-blema del techo en el país.

“No hay un punto de partida correcto, porque no se trabaja en una política de hábitat, sino solo en la entrega de casas; lo que, según nuestra experiencia, a largo plazo redunda en abandono, venta o alquiler, a pesar de las restricciones”, afirma el arquitecto Juan Gabriel Hurtado Isaza, que participó en una investiga-ción de la UN en la cual se evaluaron casos exitosos y fallidos de este tipo de proyectos en Amé-rica Latina.

Anne-Catherine Chardon, geógrafa y experta en hábitat de la UN, no duda de que la intención del Gobierno sea tratar de solucio-nar el déficit de tres millones de viviendas. Pero explica que es ne-cesario tener en cuenta aspectos de orden arquitectónico, urbanís-tico, de conexión con la ciudad, de equipamientos e infraestructura, así como espacios de recreación, templos, escuelas, centros sociales y culturales.

“También debe pensarse en las fuentes de ingresos, para eliminar el riesgo de crear condiciones de hacinamiento, aislamiento y falta de sostenibilidad, entre otras, que deterioran la calidad de vida”, dice.

El estudio detectó la lógica del espacio reducido que impera en el país y que propicia problemas de habitabilidad y convivencia. Según Jaime Maldonado Mora, jefe de la Unidad Técnica de la Secretaría de Vivienda de Caldas, en el caso de la VIP colombiana se establece un mínimo de 42 m2.

No obstante, según un reporte de junio del 2011 de la Personería de Bogotá, hay proyectos, incluso, de tan solo 18 m2 de área cons-truida, lo que claramente repre-senta un “hacinamiento crítico”, dado que las familias suelen estar conformadas por mínimo cuatro personas.

“Si bien es cierta la dificul-tad de formular alternativas para las necesidades de cada familia, sí se podrían considerar proyectos

como los de Chile, que ofrecen tipologías que se acercan con ma-yor acierto a la diversidad de las estructuras familiares”, menciona Hurtado Isaza.

Otra tendencia hallada es la de ubicar los lotes en la periferia, lo que aleja a la gente de la diná-mica de la ciudad y le aumenta el gasto de tiempo y dinero en des-plazamientos.

La reflexión acerca de la vi-vienda productiva podría solven-tar esta problemática, tal como se aprecia en proyectos como Villa La Reina (en Santiago de Chile), Yarumales (en Manizales) o Nuevo Sol de Oriente (en Medellín). Allí, se incorporaron propuestas (como capacitaciones y sitios destinados a labores de panadería, zapatería y modistería) a fin de que los ha-bitantes obtuvieran recursos para sostener sus hogares.

Profesión: pobre

Otro asunto que preocupa a los expertos es el asistencialismo del Estado, pues fomenta la “pobre-za como profesión”. La gratuidad no es benéfica, aseguran, porque crea una dependencia mental en las personas de bajos recursos, ba-sada en la idea de que el Gobierno tiene que darles todo.

Por el contrario, en ninguno de los casos exitosos estudiados, la casa fue regalada. Las personas tuvieron que invertir, si no dinero, sí horas de trabajo. “La política basada en regalar no es un modelo sostenible ni repetible. Solo dura hasta cuando al Gobierno se le agotan los recursos. Es necesario buscar otras formas de gestión”, afirma Julio Salamanca, docente de la UN.

Como alternativa a lo anterior, arquitectos de la UN en Manizales, coordinados por el profesor Sala-manca, elaboraron una propuesta para mejorar los proyectos VIP en la ciudad –desde lo ambiental y lo sostenible– a partir de cuatro ejes: optimización de la funcionalidad arquitectónica; mejoramiento de la calidad ambiental y bioclimá-tica; implementación de fuentes alternativas de energía limpia; e integración del concepto de vi-vienda productiva.

Esta propuesta (véase la in-fografía) fue destacada como uno de los mejores trabajos de grado en 2011 en la UN, por sus criterios de diseño enfocados en la calidad ambiental y la sostenibilidad eco-nómica.

Vivienda saludable y productiva

Accesibilidad universal a puertas, pasillos, cocina y baño.Balcón verde para sembrar plantas aromáticas para venta, consumo propio y disminución del impacto ambiental.Terraza para hacer reuniones comunales.

Funcionalidad espacial

Pasillo que permite tener cuartos independientes.Patio de ropas central que incrementa la habitabilidad.Armarios.Espacio para basura y reciclaje.

Confort bioclimático

Ductos, pozos y repisa para dirigir y aprovechar la luz natural.Aberturas para aumentar la ventilación natural y renovar el aire.Recolección de aguas lluvias.para reducir costos de servicios públicos.

Ciudad

Debe pensarse en las fuentes de ingresos, para eliminar el riesgo de hacinamiento, aislamiento y falta de sostenibilidad. Hay proyectos, incluso, de tan solo 18 m2 de área construida, cuando la mínima esta-blecida es de 42 m2.

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Indígenas yuri se resistenal “mundo blanco”

En la selva amazónica colombiana viven los yuri, uno de los últimos pueblos aborígenes aislados del planeta. Su supervivencia era una incertidumbre. Pero allí están, es-quivando la civilización occidental. El reto para el país es preservar intacta la forma de vida de estas personas.

Sania Salazar Gómez,Unimedios

El último registro de contac-to entre el grupo indígena de los yuri o caraballos con la sociedad occidental data de 1969, cuando el cauchero Julián Gil entró en su te-rritorio y desapareció. Su hermano y unos militares lo buscaron, pero nunca lo encontraron.

Lo que sí hallaron fue a un grupo de nativos que nadie co-nocía y que los miraña (otro gru-po aborigen de la zona) llamaban arojes o gente de guama. Se decía que estaban estancados en la edad de piedra y que comían humanos. Los blancos, en represalia por la desaparición de Gil, secuestraron a una de las familias aborigen y la llevaron al pueblo La Pedrera, en el Amazonas colombiano.

Nunca encontraron el cadáver del hombre ni comprobaron que se lo hubieran comido. Por eso, regresaron a los indígenas a su te-rritorio. El hecho tuvo resonancia mediática. Incluso, la historia que-dó registrada en el libro Perdido en el Amazonas, de Germán Castro Caicedo.

Desde entonces, la existencia de este pueblo oculto en la selva había permanecido en la incerti-dumbre. Solo perduraban histo-rias de madereros y guerrilleros que decían haberlos visto.

Derecho al aislamiento

Solo cuarenta años después, luego de una exhaustiva investiga-ción –corroborada con una expedi-ción de sobrevuelo–, se determinó su supervivencia. Se calcula que solo hay catorce grupos. Fue un tra-bajo desarrollado por el politólogo Roberto Franco, Eliana Martínez, jefa del Parque Nacional Natural Río Puré y el fotógrafo Cristóbal von Rothkirch.

Es algo significativo, pues se trata de humanos que han deci-dido alejarse de la influencia de la civilización occidental. En el mun-do, solo hay unas cien comuni-dades de este tipo, la mayoría en la Amazonia y en el gran Chaco paraguayo y boliviano. Se trata de una gran cantidad de culturas y lenguas.

Sociedad

Fotografía aérea tomada en 1975, en el territorio de los caraballos.

Imagen de la región tomada en el año 2010.

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A partir del estudio, Franco escribió el libro Cariba malo: epi-sodios de resistencia de un pueblo indígena aislado del Amazonas, que editó este año la Universidad Nacional de Colombia y fue finan-ciado por la ONG Amazon Con-servation Team (ACT). Uno de sus objetivos centrales es contribuir a garantizar la forma de vida de estos pueblos indígenas.

Él y Juan Álvaro Echeverri, profesor de la UN en la Amazo-nia, coinciden en que el Gobierno debe garantizar ese aislamiento y evitar que se contagien de enfer-medades a las que son altamente vulnerables (como gripa, malaria, hepatitis, paludismo y afecciones gastrointestinales).

“Son comunidades con ele-mentos culturales muy valiosos que deben preservarse el mayor tiempo posible”, dice Franco. Los expertos coinciden en la necesi-dad de crear un plan de contin-gencia en caso de que los yuri entren en contacto con el resto de la sociedad. Y en convenio con la UN, ya se trabaja en este.

Detrás de sus huellas

La hipótesis que plantea Fran-co en su libro es que son des-cendientes de grandes cacicazgos –sociedades más complejas que las tribales– del río Amazonas, que migraron aguas arriba por el Ca-quetá y Putumayo a lo largo de varios siglos. Decidieron aislarse en la región del río Puré a finales del siglo XIX, dadas las malas ex-periencias que tuvieron con los blancos, la esclavitud y las enfer-medades.

Franco explica que la hipóte-sis era que los indígenas caraballo y los yuri eran los mismos. Para comprobarla, Echeverri empren-dió una tarea lingüística. Compa-ró 38 palabras yuri que un cura recopiló, durante la estadía de la familia indígena secuestrada en La Pedrera, con 10 lenguas compila-

das en el siglo XIX. Así, determinó la conexión entre los dos grupos.

“Revisando las crónicas de Cristóbal de Acuña (1597-1675) y del padre Samuel Fritz (1673-1725), advertí una serie de corresponden-cias de tipo lingüístico, histórico y geográfico que indican que los yuri y sus vecinos, unos grupos que se tatuaban la cara y se la pintaban de negro, vivieron sobre el río Amazo-nas en la época de la Conquista”, explica Franco.

Añade que eran cacicazgos capaces de controlar el inmenso río, militarmente muy fuertes, con una organización social compleja, jerarquizada y con oficios especia-lizados; y no un grupo igualitario, en el que todos hacen de todo, co-mo las tribus comunes de la tierra firme amazónica.

Para escribir el libro, Franco hizo unas cincuenta entrevistas a indígenas, colonos, narcotrafican-tes, autoridades, biólogos, antro-pólogos, militares y exguerrilleros que aseguran haberlos visto.

Revisó archivos en Bogotá y bibliografía española, portuguesa, brasileña, peruana y colombiana. Además, viajó por Caquetá, Pu-tumayo y Leticia. Finalmente, en noviembre del año 2010, sobrevoló la Amazonia y vio seis malocas.

“Ellos usan una técnica de re-sistencia muy pacífica de no en-

frentarse ni atacar. Prefieren po-ner trampas en los caminos (con estacas agujadas y chuzos), para cerrarlos, como señal clara de que no se debe pasar”, explica.

Forma de vida

El profesor Echeverri destaca que, según registros de siglos an-teriores, los yuri eran muy cultos, tenían ritos de iniciación, mucho conocimiento sobre su entorno, máscaras, bailes y cantos. “Probable-mente han conservado todo eso”.

Franco señala que viven, sobre todo, de los productos de la selva, tienen agricultura y son sedenta-rios, pero se mueven cuando se ven amenazados. “Desde el aire vimos mucho plátano y chontadu-ro. Viven de peces y de la cacería; no tienen muchos anzuelos, cazan con lanzas grandes y pesadas”.

Ahora, su protección está en manos del Ministerio del Interior y de Parques Nacionales, que han dado algunos pasos con la ONG ACT para definir una política pú-blica y conseguir recursos para proteger ese tipo de comunidades. Por lo pronto, viven relativamente tranquilos en el Parque Nacional Natural Río Puré, un paraíso natu-ral en donde los cariba (‘hombres blancos’) no tienen cabida.

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País multiétnico y multicultural,

En el proceso de construcción de nación han existido prácticas racistas, discrimina-torias y excluyentes. Ejemplo de esto es la mirada fija, estable e inmutable de la mujer relacionada con el hogar y la familia, que se observa en los libros de ciencias sociales. Lo mismo ocurre con los afrodescendientes y los indígenas.

Fanny Lucía Pedraza Valencia,Unimedios

En Colombia aún existe una marcada tendencia a excluir y a no reconocer a amplios segmentos de la población, por su condición económica, social, étnica y de gé-nero. Esto, por supuesto, no es una novedad, pero sí lo es el hecho de que los textos escolares de ciencias sociales perpetúen, de alguna for-ma, esa situación. Por el contrario, estos deberían ser promotores de la igualdad y del respeto por los “otros”.

Con base en los procesos so-ciales, políticos, económicos y culturales que han originado en Colombia prejuicios sobre grupos humanos, Carlos Yáñez Canal, do-cente de la Universidad Nacional de Colombia en Manizales, inves-tigó los discursos y representacio-nes sociales de las elites dominan-tes que han prevalecido desde el siglo XIX.

Para eso, tomó como obje-to de estudio libros escolares de ciencias sociales. En estos encon-tró una tendencia a excluir a las personas que no hacen parte de las élites sociales, que no ostentan algún grado de poder (económico o político) o que no encajan en el grupo de los “blancos”.

Afrodescendientes, indígenas y mujeres –los “otros” desde la perspectiva de los grupos domi-nantes– han estado relegados a lo marginal. Así, se han desconocido sus enormes contribuciones a la construcción de nación. El pro-fesor Yáñez encontró que, desde la Independencia, las lógicas de exclusión se mantienen, aunque se hayan transformado.

Por ejemplo, hace dos siglos, la relación entre amos y esclavos no iba más allá de la que existe entre un dueño y su objeto, algo similar a lo que pasa en la actualidad con respecto al trato que familias pres-tantes les dan a las mujeres que prestan servicios domésticos. De esto da constancia una polémica foto en la cual unas mujeres adine-radas de Cali aparecen con dos em-pleadas de servicio cargando unas bandejas de plata, como “adornos” de la imagen, según se dijo en va-rios medios de comunicación.

“En la historia colombiana la representación dominante de las identidades culturales presen-ta continuidad. La investigación también identificó, en las versio-nes discursivas de las diferentes épocas, una posible prolongación expresada en los manuales escola-res. En este sentido, se inquirió si el cambio de perspectiva sobre la complejidad y diversidad de iden-tidades, promulgada en la Consti-tución de 1991, ha repercutido en los sistemas educativos”, dice el profesor de la UN.

Aunque en Colombia –así co-mo en países como Guatemala, Brasil, México y Perú, entre otros–, se ha reformado la Constitución en términos de multiculturalismo, Yáñez ha encontrado que aún pre-valecen lecturas erróneas de la fi-gura del “otro”. El docente indagó hasta qué punto los significados de multiculturalidad y plurietni-cidad, expuestos en la nueva Carta Magna, tienen fuerza en el país.

Descubrió que el “otro” co-mienza a ser visto ya no según un racismo biológico, sino cultural.

pero no en los textos escolares

Ejemplo es el Artículo 287, que establece la autonomía de las en-tidades territoriales (incluidos los resguardos indígenas), algo que en la práctica no se da, porque los ins-trumentos del Estado están hechos para que la toma de decisiones en realidad sea central.

Lo mismo ocurre con el Artí-culo 70: “La cultura en sus diversas manifestaciones es fundamento de la nacionalidad”; no obstan-te, los currículos educativos –salvo algunas excepciones– están cons-truidos para que indígenas o afro-descendientes aprendan sobre la cultura “blanca” y no al contrario.

“Uno puede hablar de diversi-dad, pero el problema es la mirada que a esta se le da. Lo que proyecta la Constitución es que existe ‘el otro’, pero al mismo tiempo lo des-aparece y lo asume en forma dife-rencial. Y así lo estereotipa, estig-matiza y hasta lo excluye”, afirma.

Ejes investigativos

En 1994, el Ministerio de Edu-cación Nacional fijó, en los artí-culos 23 y 31 de la ley general de

educación, lineamientos curricu-lares para el área de ciencias so-ciales. Allí, se sugirió incluir temas con ejes generadores, preguntas problematizadoras, ámbitos con-ceptuales, desarrollo de compe-tencias, estructura abierta, flexible e integrada.

“Al estudiar los ejes genera-dores, se encontró que tienen en cuenta aspectos como identidad, alteridad, diversidad cultural, ra-za, género, derechos humanos y desigualdades socioeconómicas. Pese a esto, la interculturalidad es reducida al reconocimiento de la diversidad cultural, étnica y de gé-nero, es decir, como funcionalidad de convivencia en las sociedades multiculturales; pero no se pre-gunta por los sentidos de la alteri-dad (la consideración del otro) y su propuesta en la producción de sa-beres y la construcción de nación”, argumenta.

Ante esto, la maestra Miryam Almeida, de la comunidad Ma-llama (en Nariño), sostiene: “en realidad, a los indígenas siempre se les ha relegado o no se les ha integrado. Se les mantiene aislados

supuestamente para mantener un patrimonio cultural, lo que redun-da en un poco aporte de su parte a la construcción de nación”.

Propuesta

Carlos Yáñez explica que lo que se debe hacer es aumentar la presencia de afrodescendientes, indígenas y mujeres en los textos escolares. Esto es indispensable porque, en la mayor parte de los dos siglos de historia republica-na, las instituciones educativas los han desconocido.

“Lo deseable son textos que le permitan al niño, a partir de sus competencias y reflexiones, evi-denciar que vive en un país diverso, pero no desde la marginalidad. Hay que elaborar libros que reflejen los procesos dinámicos de las culturas y cómo se han ido transformando (y fusionando) a través del tiempo; pues las representaciones transmi-tidas no son neutras y obedecen a esquemas ideológicos de sectores sociales que tienen influencia en el sistema educativo del Estado”, puntualiza.

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UN, incubadora del cine colombiano

En la reciente entrega de los estí-mulos del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico, del Ministerio de Cultura, las obras ganadoras en nueve de las dieciocho catego-rías están relacionadas de alguna manera con la Escuela de Cine y Televisión de la UN. Esta fábrica de creadores, que surgió hace casi veinticinco años, se perfila como la nueva mirada del cine nacional.

Fernando García Ardila,Unimedios

La avalancha de historias cinemato-gráficas que se producen actualmente en Colombia es inédita. Ahora se estrenan más de quince películas por año. Antes, hacer una era casi un milagro, aunque si-guen siendo aventuras de al menos siete años, desde la concepción de la historia hasta su estreno.

Sin duda, una parte de esa tradición audiovisual ha tenido que ver con la Es-cuela de Cine y Televisión de la Univer-sidad Nacional de Colombia en Bogotá. Allí han surgido firmas tan importantes como las de Libia Gómez (La historia del baúl rosado), Ciro Guerra (La sombra del caminante), Rubén Mendoza (La socie-dad del semáforo), Federico Medina (El páramo) y Juan Arango (La playa D. C.), entre otras, cuyas obras han rotado por festivales internacionales como San Se-bastián (España), Cannes (Francia), Sun-dance (Estados Unidos) y han ganado destacados premios.

Y no dejan de nacer otras, como las de Franky Benítez, Iván Gaona, Juan Ma-nuel Betancourt, Esteban Giraldo, Ateven Morales y Yulenis Caballero. Ellos acaban de ganar los estímulos del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico (FDC). Ade-más, se suman los galardones de los do-centes Efraín Bahamón, Alberto Amaya y la propia Libia Gómez.

Para Gabriel Alba, director de la Es-cuela, una institución se mide por el éxi-to de sus egresados. “Lograr que nuestras ideas ganen premios es sumamente sig-nificativo. Ahora nos preguntamos qué tenemos para proponer como industria, qué tipo de esquemas vamos a liderar, qué narrativas, qué sistemas de produc-ción, qué nuevas estéticas. La idea es innovar, experimentar. Solo así vamos a ser punto de referencia”.

Lo que proponen todos estos crea-dores son miradas más profundas de la realidad, a partir de la ficción, que dejan de lado los estereotipos y develan nuevas narrativas.

Cultura

Las medias naranjas

Juan Manuel Betancourt hace parte de la nueva generación de realizadores y, como tesis de pregrado, rodó Rojo red, cortometraje que aún le da la vuelta al mundo. Ha ganado en Los Ángeles, Nueva York y Montreal. Ahora, en su tesis de maestría en Escrituras Creativas repite la historia. Pero, esta vez, con Las medias naranjas, una creación que ganó el estímulo de guión del FDC.

Se trata de un par de calcetines naranjas que pasan por una crisis en su relación y ne-cesitan espacio para renovarla. El problema es que están encerradas en un cajón y no pueden salir. Solo logran hacerlo cuando la nieta de Samuel, el dueño de las medias, llega a visitarlo de sorpresa y, por error, los libera.

La relación del abuelo y la nieta no es muy estrecha, pero se afianza a medida que ambos buscan las medias, que se van perdiendo pro-gresivamente. Al final, tanto humanos como medias se dan cuenta de la necesidad de com-partir y de convertirse en verdaderas medias naranjas.

“Es una historia fuera de lo común. El trabajo académico hecho en la maestría fue necesario para que la historia tuviera unos ci-mientos sólidos sobre los cuales desarrollar la anécdota y la propuesta estética”, señala.

La indolencia

Libia Gómez narra la historia de Alcides, anciano reciclador de Ciudad Bolívar, a quien se le muere su mujer, Georgina, y no tiene dine-ro para enterrarla. Decide ponerla en su carrito de esferas para recorrer el sector y recolectar para el sepelio, pues cree que quien tuvo una vida digna merece un final digno.

Sin embargo, se tropieza con la indolencia. Finalmente, compra unas tablas y él mismo hace el cajón, lo forra con unas cortinas y abre un hueco en el Palo del ahorcado, un paraje de la localidad, para sepultarla. Le pone flores de papel y le reza.

Gómez recuerda que el proceso arrancó hace dos años, pero la génesis de la idea tuvo lugar en su época en el teatro, antes de invo-lucrarse con el cine. El punto de partida es “La historia de un anciano que quedó viudo”, una pieza para radio de 1937 sobre la cual siempre pensó que se prestaba para hacer una película.

“Surgió como una preocupación sobre un fenómeno muy colombiano: la indolencia y, a su vez, sobre el valor de la vida”, cuenta la pro-fesora Gómez. Es una historia que ha ganado dos estímulos: escritura de guión (en 2011) y producción de largometraje (en 2012). Se ven los frutos de tantos años de trabajo en la Es-cuela, de estar intentando pellizcar el ámbito cinematográfico nacional. Una muestra es que, en esta versión, barrimos”.

Vaca movie

Dos mujeres y una vaca es la ópera prima de Efraín Bahamón, profesor de Guión de la Escuela. Esta película de carretera, o “vaca mo-vie”, como la llaman, obtuvo tres estímulos: el de desarrollo de guión (2009) y el de realización (2012), ambos del FDC, y el Premio Especial del Jurado, en Málaga, España (2011).

Cuenta la historia de dos campesinas anal-fabetas, Roxana y Hermelinda, que reciben una carta de Pastor, un familiar que ha partido hace seis meses antes. El cartero, que hace las veces de lector, tiene que dejar la misiva, pues sus oyentes se han ido en busca de una vaca que se perdió.

Luego emprenden un nuevo viaje para dar con alguien que les lea la correspondencia. Así, arriban a una población sometida por los paramilitares. Allí se deben enfrentar a una cantidad de peripecias para tratar de entender lo que sucede y lo que dice la carta.

“Hablar de la violencia en Colombia aún parece tabú. Se hace mucho a partir del este-reotipo, pero se indaga muy poco sobre las ra-zones. La historia tiene ese mérito. No la mues-tra, pero se está dentro de un mundo donde se siente. La intención es entender las razones por las cuales una persona termina involucrada en actos de violencia que parten de lo cotidiano”, dice Bahamón.

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23Información: 316 5290, extensiones 17638 y 17637

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Reseñas

Saberes, sujetosy métodos de enseñanza

Reflexiones sobre la apropiaciónde la Escuela Nueva en Colombia

Rafael Ríos Beltrány Javier Sáenz Obregón, editores

Este libro presenta un trabajo pionero sobre la relación entre pe-dagogía, ciencias y saberes durante la primera mitad del siglo XX en Colombia. Toma como escenario la apropiación de la Escuela Nueva y problematiza, entre otras dimen-siones de la práctica pedagógica, el Gobierno y la formación de sujetos,

los saberes, la pedagogía, la didác-tica, los métodos de enseñanza y el concepto de apropiación. Examina fuentes históricas poco exploradas en el país y reconstruye las reflexio-nes, tácticas y prácticas de los maes-tros en su configuración como inte-lectuales de la pedagogía.

Disfraz y pluma de todos Opinión pública y cultura

política, siglos XVIII y XIXFrancisco Ortega

y Alexander Chaparro, editores

Poner en evidencia las múlti-ples posibilidades de comprensión de la cultura política del siglo XIX es el objetivo de este libro, que, además, se constituye en un primer acerca-miento a la historia de la publicidad y de la opinión pública en Colombia.

Asimismo, muestra la ausencia de cierta conciencia en la comunidad de investigadores sobre las inmensas posibilidades que ofrece la prensa de este periodo y de la primera mitad siglo XIX

El Hospital San Juan de Dios 1635-1895

Una historia de la enfermedad, pobreza y muerte en Bogotá

Estela Restrepo Zea

La obra se propone reconocer el legado científico, cultural y social del principal hospital del país y des-taca las distintas funciones que ha cumplido a lo largo de sus cuatro siglos de labor. Entre estas, sobre-sale su ejercicio como escuela de patología práctica para la Facultad de Medicina de la Universidad Na-cional de Colombia, como “labora-

torio” en el que se refinaron teorías, conceptos y nociones de la medici-na moderna, así como la reflexión y ejercicio como institución de be-neficencia pública. Así, el lector se acerca a una historia que permea todos los niveles de la sociedad, desde la función de investigación, docencia y beneficencia de este en-trañable recinto médico.

Ecuaciones semilinealescon espectro discreto

José F. Caicedo y Alfonso Castro

Este libro está diseñado como un curso introductorio a las ecua-ciones diferenciales semilineales para estudiantes con conocimientos básicos de algebra lineal, análisis matemático y ecuaciones diferen-ciales. No pretende hacer un tratado exhaustivo del progreso en análi-

sis funcional no lineal, sino apor-tar conocimientos suficientes que motiven el estudio de problemas de actualidad. En los últimos capítulos se presentan problemas y bibliogra-fía que introducen al estudiante en la investigación sobre la solubilidad de problemas no lineales.

Tiempos para plancharFabián Sanabria, editor

Con el propósito de reflexionar sobre los cultos y creencias propias del escenario característico de la vida social en la actualidad, el libro presenta 18 ensayos en los que se retoman diferentes baladas román-ticas, también conocidas como “música para planchar”. En estos escritos, investigadores de distintas

áreas del conocimiento exploran los contenidos y formas de las más representativas piezas del género y, con base en múltiples enfoques y orientaciones metodológicas, estu-dian las sensaciones y asociaciones que ellas evocan en personas de diferentes generaciones.

La restauración conservadora 1946-1957

Rubén Sierra Mejía, editor

A partir de una serie de en-sayos, en la obra La restauración conservadora 1946-1957 se abor-dan aspectos novedosos que no habían sido objeto de estudio en los años que comprenden los go-biernos de Mariano Ospina Pérez, Laureano Gómez y Gustavo Rojas Pinilla. La variedad de temas y la diversidad de enfoques y puntos de

vista adoptados provienen de las diferentes disciplinas científicas de sus autores, participantes en la Cá-tedra de Pensamiento Colombiano. El periodo estudiado va desde el magnicidio del líder político Jorge Eliécer Gaitán hasta el estableci-miento del Frente Nacional. Es el cuarto libro que esta cátedra entre-ga a los lectores.

Conceptos fundamentales de la cultura política de la Independencia

Francisco A. Ortega Martínez y Yobenj Aucardo Chicangana-Bayona, editores

La publicación se centra en la exploración conceptual de los fun-damentos de la cultura política en el antiguo territorio de la Nueva Granada, durante la primera mitad del siglo XIX. Parte de lo que hoy conocemos como Independencia se deriva de reconocer el carácter del

orden político fruto de los procesos vividos entre 1808 y 1830. En este caso, se intenta escapar al mito de los orígenes de la nación y de la nacionalidad colombiana, para dar cuenta de las formas específicas en las que se instituyó el orden político republicano.

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024 Cultura

Conocer del otrolo localArtistas de Mongolia, Japón, Estonia, Suiza, Guatemala y Perú, entre otros países, han llegado a Colombia a con-trastar y relacionar su arte con la rea-lidad nacional. La Red de Residencias Artísticas Local de la UN se convirtió en un espacio para la producción de conocimiento creativo, gracias al cual, por ejemplo, una indígena canadien-se puede conocer a una colombiana y, a partir de ese encuentro, crear un montaje escénico que combina teatro, performance y música.

Carlos Andrey Patiño Guzmán,Unimedios

En la Grecia clásica, la inspi-ración era un regalo de los dioses. En los años de la Ilustración (siglo XVIII), una virtud de algunas men-tes prodigiosas. En la actualidad, tanto una facultad de aprovechar la memoria y la sensibilidad (pro-ducto de una crisis interna, según el psicoanálisis) como un diálogo con el entorno y una mirada a lo real.

El hecho es que todo aquel dedicado a los procesos creativos busca estímulos –internos o exter-nos– que le permitan expresarse, comunicarse, protestar, mostrar y crear una visión propia del mundo.

Eso es lo que promueve el programa Red de Residencias Ar-tísticas Local, de la Vicerrectoría de Investigación de la Universi-dad Nacional de Colombia, pro-yecto que cumple tres años y les ha permitido a diecisiete artistas extranjeros y a ocho nacionales inspirarse y respirar nuevos aires y contextos, a través de la movilidad entre países.

Según la artista Trixi Allina Bloch, profesora de la Escuela de Artes Plásticas y gestora de la iniciativa, esta tiene dos ejes fun-damentales: promover la interna-cionalización y fortalecer los pro-cesos de investigación-creación en la Institución.

Este último hace referencia a la producción de conocimiento creativo más allá de las artes plásti-cas o visuales, en un campo abier-to a la arquitectura, lo urbano, el sonido, el teatro, la escritura, lo multimedia, el diseño, el cuerpo y todo lo que el ingenio y la creación sea capaz de articular. Además, se trata de abrir los campos, de esti-mular la transdisciplinaridad.

Allina afirma que, cuando una persona se aísla en su espacio, su horizonte se reduce y lo que ve deja de estimular su mirada crea-tiva. Por eso, es necesario salir de lo local y conocer lo local del otro. Ahí reside el alcance de las residencias en la academia, pues contribuyen a reflexionar sobre lo propio y conocido tomando dis-tancia de este.

¿Cómo lo hacen en otros lados? ¿Qué aprendo de los otros? ¿Cómo integro mi interacción a nuevos espacios? Estas son las preguntas que se responden cuando mira-

mos más allá de nuestra barrera, lejos de nuestro nido cómodo.

Diversidad

En ese sentido, los resultados conseguidos gracias a la visita de los artistas extranjeros superan las expectativas de los evaluadores de la UN.

“Hay propuestas muy intere-santes, como la de Émilie Monnet, de la comunidad indígena anis-hnabe, de Quebec (Canadá), que trabaja sobre el canto de las mu-jeres indígenas. Ella estableció un puente entre el grupo nativo inga, de Caquetá, y su propia comu-nidad, para explorar la cercanía entre la tradiciones orales de las mujeres de estos dos grupos hu-manos”, dice la profesora Trixi.

Así, agrega que esto es eviden-cia de cómo la Universidad puede ponerse en interlocución con el mundo, ser más abierta y dialogar con la diversidad. “En el arte con-temporáneo, el artista y el entorno se confabulan en la obra. Así, nos hemos obligado a ser menos aca-demicistas, a ser críticos y a inter-pelar lo cotidiano como fuente de creación”.

La Red Local ha permitido contar con pares internaciona-les, debido a que son los mismos estudiantes y profesores de las maestrías de la UN quienes deben buscar las ofertas de residencias artísticas en otros países y gestio-nar sus proyectos en las convoca-torias que se ofrecen.

En el sentido contrario, los creadores de otras naciones de-ben presentar sus propuestas al programa, y un grupo evaluador –integrado por especialistas de las diversas áreas de la UN– selecciona las más interesantes, innovadoras, experimentales y hasta controver-siales con respecto al estado del arte local.

De este modo, la profesora Trixi Allina Bloch y su comprome-tido equipo de estudiantes y de investigadores han logrado traer a artistas desde los sitios más diver-sos del planeta (Mongolia, Japón, Estonia, Suiza, Guatemala, Perú...), así como llevarlos hasta allá. El objetivo es posicionar a la Univer-sidad Nacional de Colombia en el panorama artístico internacional. Algo que están logrando.

Conocerlo local“You can't return home even though you never left”

“Guion para un insecto nocturno:mimetismo, bosquejos y trampantojos”

La estudiante de la Maestría en Teatro y Artes Vivas de la UN, Violeta Ospina, hizo su residencia artística en Jiwa (Barcelona, 2012).

“Encuentros”

Aafjie Franken, de Países Bajos (de pie), llegó a la UN en 2011. Y Rebeca Medina, de la Maestría en Teatro y Artes Vivas, salió en movilidad artística ese mismo año.

Barbara Wildenboer, de Pretoria (Sudafrica) llegó a la UN en 2011.

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