UN PASADO SIGNIFICATIVO
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EDITORA:
LAURA NATHALIA MARQUEZ
Licenciada en educación preescolar.
Bogotá/ 2013.
BIOGRAFIA: Mi nombre es Laura
Nathalia Márquez Sepúlveda nací en la
ciudad de Bogotá en la clínica san Rafael en
el año 1992. Al terminar mis estudios en el
colegio inem Santiago Pérez mi hobby era
tocar piano y cantar, en la iglesia donde
asistía anteriormente, pertenecía al grupo
de alabanza donde tocaba piano y era una
de las voces principales, otros de mis
hobbies es todo lo que tiene que ver con el
arte principalmente la pintura ya que por
medio de este puedo dar a conocer todos
mis sentimientos y emociones. Actualmente
ejerzo 4 semestre de licenciatura en
educación pre-escolar donde he tenido un
proceso de escritura favorable y lleno de
beneficios para mi profesión como vida
personal.
UN PASADO QUE BRINDO GRANDES OPORTUNIDADES
Y SIGNIFICADOS A MI VIDA
Recuerdo de mi infancia, que en la escuela era una Niña totalmente insegura
aislada y llena de miedos para comunicarme con los profesores y niños que tenía
cerca, tal vez porque sentía que algunos profesores no me tenían la suficiente
paciencia que se debía requerir en esos momentos para explicarme lo que se me
dificultaba aprender y en ocasiones algunos de ellos se dirigían hacia mí de
manera despectiva e irónicamente, los niños de mi clase solían ser crueles
burlándose de mi aspecto físico, ¿cómo hablaba?, ¿cómo me expresaba? o
sencillamente porque yo no tenía el mismo ritmo de aprendizaje que ellos tenían
para lograr entender rápidamente lo que los profesores estuvieran explicando, e
incluso me acuerdo también que me daba ¡muchisimo! miedo dirigirme hacia mi
mamá o mi abuela y decirles que me explicaran un tema que no había entendido,
pero como yo nací en esos tiempos donde si uno no entendía y le explicaban la
primera vez y en esa primera explicación uno tampoco entendía, enseguida el que
me estuviera explicando se convertía en un grotesco y gigante ogro la cara le
cambiaba de inmediato a un aspecto feo rojo y arrugado, de la rabia que le daba
con su voz tan feroz solamente se le ocurría gritar ¡¡¡china es más bruta, salió
pero bruta pa el estudio!!! (o por lo menos del miedo que sentía en esos
momentos yo solo podía ver delante de mí un ogro gruñón) y sus manos las
cuales en ocasiones brindaban ternura y amor se les convertían en manos
fuertes y ásperas tan ásperas que tenían el poder de lastimarte y dejarte llorando
un buen rato.
Se me viene a la memoria cuando yo tenía 5 años para ser exacta, me
encontraba compartiendo con mis amiguitos del grado preescolar, mi profesora
Rosalba tenía preparada una actividad para todos los niños, el tema de la
actividad se trataba de los cinco sentidos, me acuerdo muy bien que en las
mesas puso a disposición de todos nosotros diferentes objetos como platos,
vasos plásticos, gelatina de sabores, ponqué, y otros elementos que me es difícil
recordar. La profesora nos dio una instrucción, pues solo podía hablar el niño o
niña al que ella le fuera a poner una venda en sus ojos y a la vez le pasara
alguno de los objetos que estaban en la mesa para que pudiéramos interactuar y
descubrir qué sentido es el que estábamos utilizando. Efectivamente empezó la
actividad y la profesora le vendo los ojos a uno de mis amiguitos, le paso un plato
y le pregunto que creía que era mi amiguito muy emocionado le respondió ¡esto
es un plato profesora! después de su respuesta la profesora le pregunto de qué
color creía que era ese plato al ver a mi amigo tan callado y no saber que
responderle a la profesora yo muy emocionada con disposición de ayudarle me
levante y dije en voz alta ¡El plato es de color verde! La profesora se puso muy
brava o eso recuerdo que hizo con todos los gestos que me hizo creo que nunca
la había visto de esa forma, me grito y dijo ¡Lauraaaaaaaaa le dije que no podía
hablar hasta que no les diera la palabra salgase del salón y se queda sin onces!
Obedeciéndole me Salí del salón me sentí muy triste tan triste que las lágrimas se
me salían solas la verdad yo no entendía que cosa tan mal había hecho para que
me gritara delante de todos mis compañeritos pues yo pensaba que estaba bien
en ayudarle a mi amigo ya que con los ojos vendados le era muy difícil ver el color
real del plato. Después de un tiempo la profesora salió con todos los niños y les
repartió a todos un dulce pero como yo me había portado mal ella no me iba a
premiar ni mucho menos por esa razón no me dio el dulce o eso era lo que yo
pensaba en esos momentos. Recuerdo también que la materia que más se me
dificultaba era matemáticas en ocasiones perdía la materia y en otras la pasaba
con un gran esfuerzo ¡que hay Dios mío! Nadie se imagina lo duro que era para
mí no lograr aprenderme las tablas de multiplicar y quedarme todas las
vacaciones en la casa estudiando y estudiando y ver pasar por la ventana de mi
casa a todos los niños del barrio jugando con otros niños y sus juguetes tan
felices y tan libres mientras que yo tenía que quedarme encerrada aprendiéndome
las benditas tablas de multiplicar.
Todo esto empezó afectar varios aspectos de mi vida comenzando por la
inseguridad tan grande que sentía, cada vez que quería dar a conocer mis
pensamientos o ideas nuevas pero no lo podía lograr a causa del miedo, del
miedo a equivocarme y que me siguieran repitiendo una y otra vez lo bruta que
era. Recuerdo que un día, yo tenía más o menos la edad de 15 años y empecé
hacerme preguntas como: ¿y si en verdad soy tan bruta, tan bruta como me
hacen sentir mis profesores, mis compañeros y hasta mi familia? ¿Y si el error de
esta sociedad verdaderamente soy yo? y empecé a creer que nunca serviría para
nada, ni llegaría hacer nadie importante y que daba igual porque no le importaba
a nadie, ahora recuerdo que desde niña en varias ocasiones intente quitarme la
vida pero nunca lo logre pues también me daba miedo y yo pensaba SOY TAN
MALA EN TODO, NADA HAGO BIEN NI SIQUIERA QUITARME LA VIDA ,
Entonces decidí escribirle una carta a mi mamá, decidí escribirle a ella porque a
pesar de nuestras peleas, del daño que yo le causaba a ella y el que ella me
causaba a mí, yo comprendía que el amor de madre era único, y que tal vez ella
entendería por todos esos sentimientos llenos de tristeza por los que estaba
pasando. La carta todavía la conservo y dice así:
‘’MA: hoy me he dado cuenta de algo; que de los
muchos y grandísimos errores que he cometido en el
transcurso de mi vida el peor fue no valorar el amor
de una madre tan bella y dulce como lo eres. Sé que
piensas que te odio desde que cumplí mis quince años
y que le siento envidia, rencor, celos y demás a mi
hermana y que soy una de esas personas interesadas
que vive de lo material, de la fama de tu monedero y
demás, y que se me dificulto siempre el estudio. En
pocas y en muchas yo sé que no soy buena hija y que
soy de lo peor y aparte no soy buena hermana, prima,
sobrina, nieta etc… Mejor dicho yo soy un gran error
y sé que todos los errores que he cometido no tienen
perdón de Dios… Pero hoy se lo pido y se lo pido de
corazón que si le queda a llegar un espacio
pequeñito que se acuerde de mí y que me perdone por
lo torpe que he sido con mi MAMÁ
Tengo que aceptar que el único que sano esas heridas fue DIOS y lo digo porque
en esos momentos donde me quería quitar la vida, y me sentía tan sola y vacía él
estaba ahí, acompañándome para protegerme con su dulce amor, un amor que
hace muchos años no sentía que me brindara nadie, y él me seguía
acompañando aunque yo ya hubiera perdido las esperanzas hasta de creer en su
él, poco a poco mis heridas abiertas se fueron cerrando con ayuda de Dios, tanto
así que… ¡A ustedes quizás les de risa pero es verdad y así lo sentí Dios se
convirtió en mi mejor amigo! y adivinen que, ya no sentía rencor ni dolor hacia mi
familia sino amor, demasiado amor y por las malas experiencias que tuve en el
colegio me quedo una cicatriz, pero no de esas cicatrices que te quedan doliendo
toda tu vida, no claro que no , hablo de las cicatrices que quedan de pequeño
cuando uno se cae de la bicicleta, y que cuando mira la cicatriz termina
recordando el momento pero a carcajadas y no hay rastro de dolor.
Cuando cumplí 17 años me gradué del colegio, ese fue el día más feliz de mi vida
hasta ese entonces, pues aunque ya había sanado muchas heridas quería un
nuevo comienzo quería triunfar. Durante un año trabaje con mi padre en un local
de electro industriales, mi mamá toda preocupada empezó a presionarme que
porque no estudiaba algo, que se me iba a pasar la vida y que yo no iba hacer
nada me decía de la siguiente manera ¡aproveché el tiempo mamita, usted sabe
que el tiempo es oro y no tiene marcha atrás! Yo creo que mi mamá se
preocupaba porque siempre tuvo la debilidad de compararme con mi hermana
mayor y como ella apenitas se graduó empezó a ejercer su carrera seguramente
mi mamá quería que yo hiciera lo mismo pero no tenía en cuenta que yo era
totalmente diferente un día mi mamá me dijo que ¿Por qué no estudia Derecho a
usted le iría muy bien por su carácter? Yo la verdad estaba insegura porque no
me había decidido qué carrera ejercer pero pues al ver la presión de mi mamá
entre a estudiar en la Universidad Autónoma al iniciar entre entusiasmada pero
nunca veía resultados con las notas y no me sentía cómoda con los profesores a
mi parecer eran bruscos para dirigirse y dictar las clases entonces nunca
participaba y yo creo que pasaba desapercibida para todos ellos terminando el
primer semestre le dije a mi mama que no me sentía bien que yo estudiaba,
trasnochaba a cambio de nada que me quería cambiar de carrera para estudiar
pedagogía infantil, ustedes se preguntaran porque ese cambio tan drástico de
estudiar derecho a estudiar pedagogía infantil pues bien, como anteriormente les
había comentado que Dios se había convertido en mi mejor amigo eso me animo
mucho y en la iglesia cristiana a la que asistía me propusieron ser maestra de
niños yo acepte pero jamás imagine que me quedara gustando tanto trabajar y
compartir con los niños por esta razón tome la decisión y estaba más que segura
de cambiarme de carrera.
Para finalizar pienso que la decisión que tome fue totalmente acertada porque en
la carrera de licenciatura en educación preescolar que actualmente estoy
ejerciendo fue donde empecé a expresar mis ideales, a preguntar sin miedo a
equivocarme, y a ser como realmente soy, expresiva en todas las formas
posibles sin miedo a ser juzgada por los demás y es que me siento tan
enamorada tan apasionada y tan identificada que ahora entiendo que no es un
gusto un simple gusto que todas las personas sentimos por alguien o algo esto
que siento por mi carrera es PASION Y AMOR, también me agrada estudiar con
personas que a pesar de peleas y algunos conflictos que hemos tenido en el
transcurso ¡hablo de mis compañeras! tienen un enorme corazón y las
experiencias vividas junto a ellas no tienen precio, con ellas junto a todos los
profesores que nos dictan clase me siento totalmente segura tan segura que si
me equivoco no me siento mal porque los docentes siempre tienen una mirada
objetiva para hacerme reflexionar y corregir las dificultades que se me
presentan.
A veces me quedo sin palabras para poder expresar todo lo que me ha aportado
elegir mi hermosa carrera una carrera que a medida del tiempo me a impulsado
a reflexionar, a crecer como persona, como profesional y sobre todo para soñar
que la infancia puede ser escrita de diferentes formas, colores, sabores,
expresiones, personalidades, sentimientos, emociones mejor dicho todo lo que
uno se pueda imaginar que puede realizar y aprender junto a los niños, yo solo
quiero soñar para llegar a lograr marcar la diferencia como maestra de la infancia
y que todos los niños que lleguen a mis manos me recuerden pero no como un
ogro gruñón sino como una amiga que al igual que ellos tiene sentimientos, y que
cuando tengan dificultades o triunfen siempre tendré mis alas de amor, seguridad
cariño y comprensión extendidas cada vez que las necesiten.
La experiencia como maestra de preescolar, me ha llevado a pensar en la
necesidad y en la responsabilidad de ofrecer un ambiente seguro y divertido
donde los niños se puedan expresar con mayor libertad sin miedo alguno, sin
miedo a burlas, sin miedo a no ser escuchados, ni comprendidos, ni rechazados
por sus compañeros y maestros pero esto únicamente se lograra si desde el
inicio de sus vidas la familia y los maestros trabajamos unidos para incitar la
seguridad en cada uno de ellos con el fin de que cada uno de ellos al querer
proponerse una meta la logren, o tengan que darle solución a un problema, o
tomar decisiones en sus vidas tengan su seguridad totalmente firme.