Un militante histórico y sus disputas.

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 * Este artículo es producto del trabajo realizado para mi tesis doctoral, con base en el Proyecto Doctoral: “Organización, demanda y acción político-sindical. Etnografía de las prácticas organizativas de trabajadores/as telefónicos de la Ciudad de Buenos Aires”. Directora: Dra. Mabel Grimberg. Agradezco los comentarios de Juan José Gregoric y Soledad Cutuli a versiones previas de este trabajo. ** Licenciada en Antropología (UBA, 2010), y doctoranda de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Es becaria doctoral del CONICET con sede en el Instituto de Ciencias Antropológicas de la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires. Trabaja en temas vinculados a las prácticas políticas de trabajadores/as, trayectorias y tradiciones de movilización gremial y las relaciones entre trabajadores/as en el marco de la vida cotidiana en los espacios laborales. Desde 2007 realiza trabajo de campo con los trabajadores/as telefónicos de la Ciudad de Buenos Aires. Integra los proyectos de investigación PIP-Conicet 0599: “Políticas, desigualda d social y vida cotidiana. Un estudio etnográco en grupos subalternos del Área Metropolitana de Buenos Aires”, y el UBACyT 273: “Política, políticas y politización de la vida cotidiana. Un estudio etnográco de los modos de relación entre Estado y conjuntos subalternos en el Área Metropolitana de Buenos Aires”, dirigidos por Mabel Grimberg. E-mail: [email protected] VIRAJES UN MILITANTE HIST ÓRI CO Y SUS DISPUTAS. ANÁLISIS DE LA TRAYECTORIA DE UN ACTIVISTA GREMIAL.*  SANDRA WOLANSKI**  Recibido: 23 de marzo de 2013 Aprobado: 19 de mayo de 2013  Artículo de Refexión VIRAJES antropol.sociol. Vol. 15 No. 1, enero - jun io 2013, págs. 115-143

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Revista Virajes, nro 15.

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  • * Este artculo es producto del trabajo realizado para mi tesis doctoral, con base en el Proyecto Doctoral: Organizacin, demanda y accin poltico-sindical. Etnografa de las prcticas organizativas de trabajadores/as telefnicos de la Ciudad de Buenos Aires. Directora: Dra. Mabel Grimberg. Agradezco los comentarios de Juan Jos Gregoric y Soledad Cutuli a versiones previas de este trabajo.** Licenciada en Antropologa (UBA, 2010), y doctoranda de la Facultad de Filosofa y Letras de la UBA. Es becaria doctoral del CONICET con sede en el Instituto de Ciencias Antropolgicas de la Facultad de Filosofa y Letras, Universidad de Buenos Aires. Trabaja en temas vinculados a las prcticas polticas de trabajadores/as, trayectorias y tradiciones de movilizacin gremial y las relaciones entre trabajadores/as en el marco de la vida cotidiana en los espacios laborales. Desde 2007 realiza trabajo de campo con los trabajadores/as telefnicos de la Ciudad de Buenos Aires. Integra los proyectos de investigacin PIP-Conicet 0599: Polticas, desigualdad social y vida cotidiana. Un estudio etnogrfico en grupos subalternos del rea Metropolitana de Buenos Aires, y el UBACyT 273: Poltica, polticas y politizacin de la vida cotidiana. Un estudio etnogrfico de los modos de relacin entre Estado y conjuntos subalternos en el rea Metropolitana de Buenos Aires, dirigidos por Mabel Grimberg. E-mail: [email protected]

    VIRAJESUN MILITANTE HISTRICO Y SUS DISPUTAS. ANLISIS DE LA TRAYECTORIA DE UN ACTIVISTA GREMIAL.*

    SANDRA WOLANSKI**

    Recibido: 23 de marzo de 2013 Aprobado: 19 de mayo de 2013

    Artculo de Reflexin

    VIRAJES antropol.sociol. Vol. 15 No. 1, enero - junio 2013, pgs. 115-143

  • Un militante histrico y sus disputas. Anlisis de la trayectoria de un activista gremial.

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    ResumenEn este artculo me propongo aportar a los estudios sobre sindicatos

    y sindicalismo a partir de un foco sobre los militantes que de manera cotidiana llevan adelante, disputan y activan las organizaciones gremiales. Me centro especficamente en las prcticas y los sentidos del activismo de aquellos militantes considerados histricos, a travs del anlisis de las prcticas de activismo y la reconstruccin de la trayectoria de vida de un activista telefnico histrico. A partir de ellas, analizo la construccin que realiza de s mismo como activista, como un militante de toda la vida, sosteniendo que esta construccin se produce en dilogo y vinculacin con las tramas de relaciones y disputas en que est y estuvo comprometido. Esta reconstruccin permite iluminar los sentidos de las prcticas de militancia de activistas histricos, en tanto activa vinculacin entre pasado y presente.

    Palabras clave: sindicalismo, militancia, movimiento obrero, generaciones.

    A HISTORIC ACTIVIST AND HIS DISPUTES. ANALYSIS OF A TRADE UNIONISTS LIFE COURSE.

    AbstractThis paper intends to contribute to studies on unions and unionism,

    through a focus on activists they carry on, dispute and activate union organizations daily. I center specifically on the practices and meanings of the activism of those considered militantes histricos (historic activists), through the analysis of practices and the life course of a historic telephone companys worker. Thereon, I analyze his self construction as an activist, as a lifelong activist, contending that this construction is produced in a dialogue and correlation with connection networks and disputes in which he is and was engaged. This reconstruction allows to elucidate the meanings of activist practices of historic activists, as an active link between past and present.

    Key words: trade unionism, militancy, labour movement, generations.

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    Introduccin

    En este artculo me propongo aportar a los estudios sobre sindicatos y sindicalismo a partir de un foco sobre los militantes que de manera cotidiana llevan adelante, disputan y activan las organizaciones gremiales. Analizar, en particular, las prcticas y los sentidos del activismo de aquellos militantes considerados histricos, indagando su lugar en las organizaciones gremiales y procesos de movilizacin, en particular en el caso del Sindicato Telefnico de Buenos Aires (FOETRA Buenos Aires), un sindicato que construye una memoria particular de su historia como una historia de lucha1.

    Mientras que en mi trabajo de campo constantemente me eran sealados quines eran delegados histricos, y en los eventos de militancia intervenan militantes histricos (hombres y mujeres ya jubilados, que continuaban participando de los actos, asambleas y eventos sindicales), en las investigaciones de las ciencias sociales, sin embargo, ellos aparecan en otros trminos. Para la historia, y especialmente para la historia oral, estos militantes eran claves a la hora de aportar su testimonio sobre pocas pasadas: en particular en Argentina la Historia Oral tuvo un intenso desarrollo en los estudios respecto de la militancia armada y de base de los aos 60 y 70, as como de la ltima dictadura militar (Pozzi, 2011). En las investigaciones de la Sociologa del Trabajo, en cambio, el anlisis del sindicalismo estaba marcado por las enormes transformaciones vividas en los espacios de trabajo durante los aos 90, que incluyeron el crecimiento del desempleo y el incremento indito de formas de flexibilizacin y tercerizacin laboral, posibilitadas por reformas legales. Los aos 90 aparecan como un abismo particularmente entre los trabajadores/as telefnicos, en el que la realidad de muchos espacios de trabajo haba cambiado radicalmente, conllevando una brecha entre jvenes y viejos en los espacios de trabajo (Pierbattisti, 2008) producto del debilitamiento y la desaparicin de los marcos sociales y culturales del antiguo mundo obrero (Svampa, 2000: 152). El viejo militante sindical histrico, ausente en la mayor parte de los trabajos, era para Svampa una figura social en la cual convergan la positividad de la memoria de una experiencia histrica de luchas polticas y sociales, contrapuestas a la negatividad del momento de fragmentacin del peronismo y prdida de los derechos y conquistas laborales (Svampa, 2000: 129).

    1 As, por ejemplo, FOETRA presenta su historia en la pgina web del sindicato relatando el conflicto de-sarrollado por nueve operarios a fines de siglo XIX, y concluyendo que a pesar de haber sido ignorado durante mucho tiempo, este episodio es un buen ejemplo de lo que seran los 130 aos posteriores: el compromiso de los trabajadores con su dignidad no era negociable (FOETRA, 2013: prr. 3).

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    En ambas aproximaciones, los militantes histricos aparecan como depositarios de una memoria de los trabajadores/as, aunque desligados del presente de las prcticas sindicales. Busco entonces resituarlos en las prcticas actuales de militancia gremial, aunque dando cuenta de los modos en que el pasado informa sus acciones, anima las discusiones y sostiene sus construcciones del yo. Frente a las hiptesis centradas en la ruptura generacional, mostrar cmo las experiencias y modalidades histricas de organizacin son puestas en juego, actualizadas y disputadas en la actividad gremial actual.

    Para dar cuenta cabal de la especificidad de las prcticas y los sentidos del activismo de estos militantes, mi estrategia metodolgica consistir en centrarme en un activista telefnico, Joaqun. Esta labor est enmarcada en un enfoque desde la antropologa poltica, que busca entender a los procesos de movilizacin y organizacin en su doble carcter de procesos histricos y experiencias de vida, mostrando cmo esos procesos se insertan en trayectorias y modos de vida (Grimberg, 2009). En primer lugar, a travs de una breve referencia etnogrfica a un evento donde tuvo participacin, muestro los modos en que presentarse como militante histrico legitima y permite a Joaqun participar en disputas gremiales actuales. Luego, reconstruyo resumidamente la trayectoria de vida de Joaqun, para analizar cmo esta fundamenta la construccin de s mismo como militante de toda la vida, y la vinculacin de esta construccin con lneas de tensin en la militancia poltica y gremial argentina.

    Eso ya lo hicimos. La experiencia como saber legitimador.

    En octubre de 2011 asist al encuentro Octubre y los trabajadores, coordinado por un conjunto de organizaciones de trabajadores/as de distinta envergadura, situadas todas ellas en la oposicin de izquierda al gobierno nacional. Realizado en el Sindicato de Farmacia de la Ciudad de Buenos Aires, la consigna de este evento era discutir y recordar la significacin del mes de octubre para los trabajadores, en torno a tres eventos histricos: octubre de 1917 (la Revolucin Rusa), el 17 de octubre de 1945 (la masiva movilizacin que exigi la liberacin de Pern) y el 8 de octubre de 1967 (el asesinato de Ernesto Che Guevara).

    Llegu a ese evento invitada por Joaqun, un trabajador telefnico que en los ltimos meses se haba tornado un interlocutor central de mi investigacin. l era uno de los organizadores del encuentro, como parte

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    de una Agrupacin Cultural de trabajadores telefnicos que con otros compaeros en su mayor parte jubilados o retirados estaban impulsando. En su turno de hablar, como primer orador, hizo una extensa referencia al significado que dos fechas haban tenido para los trabajadores de Argentina y el mundo, octubre de 1917 y octubre de 1945, buscando dejar sentada una posicin poltica: que constituyeron victorias de los trabajadores.

    Pero, hacia la mitad de su presentacin, se desvi de los octubres propuestos para mencionar la experiencia de lucha y resistencia que termin de ser derrotada con la masacre del ao 76 [haciendo referencia a la ltima dictadura militar en Argentina] y por si quedaba algo, con lo que signific la dcada del 90. Significativamente, termin su intervencin expresando una vinculacin deseada entre aquel proyecto de lucha y resistencia y el encuentro del que estbamos participando: Que todos estos encuentros y otros que nos proponemos seguir haciendo sirvan para humildemente comenzar a construir la gran alternativa independiente que fue uno de nuestros objetivos que tambin fue frustrado por la gran matanza del 76.

    De este modo, en su intervencin, Joaqun remarcaba su participacin en experiencias de movilizacin que sealaban su pertenencia generacional en la poltica de nuestro pas: para l, como para otros participantes del evento, la resistencia peronista y las experiencias de movilizacin de las dcadas de 1960-1970 aparecan como las experiencias de movilizacin distintivas de su generacin; y la dictadura de 1976 como la experiencia de derrota2.

    Las relaciones intergeneracionales permeaban el debate esa noche, ya que los participantes se dividan, de manera notoria, segn dos rangos etarios alejados: jvenes, de entre 18 y 30 aos; y viejos, la mayora de quienes superaban los 70 aos. En este contexto, el discurso de Joaqun fue inmediatamente contestado por el siguiente orador que, en cambio, buscando valorizar las experiencias actuales de jvenes trabajadores/as as como de su organizacin, el Frente Popular Daro Santilln3, se posicionaba desde las luchas del presente, resaltando que su historia, en comparacin con las de otros compaeros, era ms breve: Como teniendo 30 aos me faltan un poco de aos de historia, o no haber pasado algunos momentos

    2 La centralidad de la dimensin de la movilizacin poltica en el reconocimiento y autorreconocimiento de determinados grupos de edad como generaciones ha sido trabajada por Kropff (2011), a partir del planteo de Lewkowicz (2003). Precisamente, este autor seala la existencia de dos generaciones dife-renciadas dentro del peronismo, segn su experiencia originaria de movilizacin: el peronismo en el Estado (hasta 1955) o el peronismo de la proscripcin (1955-1972).3 La disputa para este orador era doble. Por un lado, porque el FPDS surgi en el ao 2005 como co-ordinacin de movimientos de trabajadores desocupados, y solo en los ltimos aos ha comenzado a desarrollar una actividad de organizacin de trabajadores ocupados. Por el otro, porque esta orga-nizacin se posiciona como no-peronista, frente al discurso de Joaqun que postul una defensa del carcter clasista del peronismo.

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    histricos, a m lo que me sirve es la historia reciente. Yo soy delegado del Ministerio de Trabajo. Ganamos la Junta Interna hace poquito.

    En resumen, en ese evento se hallaban en disputa los fundamentos de la legitimidad de viejos y jvenes militantes, que a su vez eran parte de una disputa por la direccin que tomara el intento de coordinacin entre organizaciones distintas. En efecto, en las intervenciones posteriores comenz a perfilarse un debate entre distintas posiciones sobre qu hacer para generar otro octubre desde los trabajadores/as, para lograr la unidad. Cuando Joaqun tom la palabra en este debate, se refiri a la larga experiencia del peronismo en la integracin de frentes policlasistas. Su intervencin se centr en cmo el policlasismo haba resultado, desde el mismo inicio del peronismo, a la vez una grandeza y una contradiccin, para luego concluir:

    Entonces no se trata de si estar o no a favor de conformar un frente, juntar las fuerzas contra la oligarqua o el imperialismo. Eso ya lo hicimos. Se trata de hacerlo de manera tal que no nos pase otro 16 de septiembre4. Porque si de algo estoy seguro y ese fue el gran aporte que tuvimos los laburantes [trabajadores] es que eso al principio no lo veamos, porque creamos que ramos todos argentinos, todos patriotas, todos cristianos, que el problema era de traiciones individuales No, el problema es de intereses de clase. Eso lo aprendimos en la lucha y nos cost mucho sacrificio. Entonces, este gran movimiento que es necesario que se organice, que tenga en cuenta eso. [] Bueno, yo un poco porque si de algo podemos hablar es de experiencia de los frentes de clase.

    La primera impresin que me dej el encuentro, en ese momento, respecto de las relaciones que estaban en juego, era la existencia de mltiples registros tras las palabras de los oradores, y especialmente de aquellas de Joaqun. Por un lado, sus reflexiones tomaban el carcter de una enseanza, a partir de la propia experiencia, del sacrificio, y de un conocimiento de la historia a partir de haberla vivido, de haber tomado parte en luchas consideradas histricas. Con el tiempo, acompandolo a otras diversas actividades, pude ver que esta presentacin de s mismo a travs de su experiencia de activismo era un hecho central de su militancia actual. As, por ejemplo, haba dado su testimonio en una pelcula documental sobre la resistencia peronista5, y se dedicaba a presentarla en distintos espacios de

    4 Se refiere al 16 de septiembre de 1955, da en que comenz la sublevacin autodenominada Revolu-cin Libertadora, que derroc al gobierno de Juan Domingo Pern.5 Se llam La Resistencia, segn reconstruye James (2006), a la lucha defensiva en los espacios de trabajo, frente al empeoramiento de las condiciones de trabajo y la represin sobre los trabajadores que sigui al golpe de Estado de la autodenominada Revolucin Libertadora. Al mismo tiempo, segn

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    militancia; al mismo tiempo, comenz a participar en carcter de militante de la resistencia y activista telefnico en encuentros de formacin de una agrupacin de estudiantes secundarios y universitarios. En esas actividades, Joaqun tena un papel protagnico narrando y respondiendo preguntas del pblico en general, ms joven.

    Pero adems, la experiencia una categora que para los participantes del evento condensaba el saber que se desprenda de haber transitado luchas permita a Joaqun legitimar sus prcticas y posicionamientos actuales. En este sentido, las palabras de Joaqun sealaban otra tensin palpable, en el evento, entre quienes se identificaban como peronistas y quienes no lo hacan. La apelacin a la experiencia (de lucha y resistencia, de conformacin de frentes) le permita a Joaqun sostener a la vez un posicionamiento clasista, sin dejar de reivindicarse peronista aunque en el debate parecan presentarse como opuestos polarizados.

    En suma, en las actividades de militancia de Joaqun, el relato de su trayectoria de compromiso poltico y gremial formaba parte del trabajo discursivo realizado para justificar sus posicionamientos, parte de la presentacin que realizaba de s mismo y de la argumentacin desarrollada para valorizar sus compromisos6. En este sentido, sostengo que la experiencia entendida como categora de uso en esos espacios de militancia condensa un tipo de saber legitimado en esos espacios, el saber que se desprende de haber transitado luchas. Mostrar la experiencia para fundamentar sus intervenciones y posicionamientos supona por parte de Joaqun una performance de apelacin a esas luchas, de exhibicin de la propia trayectoria.

    Tanto la antropologa como la sociologa han colocado el foco en los militantes que forjan las organizaciones sociales como forma de distanciarse y complejizar el abordaje que toma como objeto de estudio a el o los movimientos, el cual tiende tanto a homogeneizar los puntos de vista de quienes los conforman como a aislar la actividad en el movimiento respecto del conjunto de la vida cotidiana de las personas (Quirs, 2006; Manzano,

    James: El trmino la Resistencia, que lleg a constituir un punto de referencia decisivo en la cultura poltica peronista, tena connotaciones ms amplias []. En el folklore del movimiento folklore que integr la ideologa de la clase obrera despus de 1955 la resistencia en las fbricas estuvo indisoluble-mente ligada a la resistencia en otros terrenos [] incluy un variado conjunto de respuestas que iban de la protesta individual en el plano pblico hasta el sabotaje individualmente efectuado y la actividad clandestina, sin excluir la tentativa de sublevacin militar (James, 2006: 112-113).6 Tomo la nocin de trabajo discursivo de Tissot et al. (2004), quienes sostienen que los procesos de re-conversin de militantes requieren de un trabajo discursivo que implica encontrar las palabras para reconstruir una identidad, desarrollar una argumentacin que permita valorizar de otra manera el com-promiso [pasado] (Tissot et al., 2004: 14, traduccin propia). En el caso de Joaqun, y de otros militantes telefnicos histricos, sostengo que ese trabajo discursivo de valorizacin, legitimacin y argumenta-cin a travs de los compromisos pasados se halla presente, de manera cotidiana, en sus actividades de militancia.

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    2007; Vzquez, 2010). Dirigir la mirada hacia los militantes histricos permite dar cuenta del particular lugar que ocupan en las organizaciones gremiales, tramando conexiones entre el pasado y el presente; as como tambin iluminar a la experiencia como legitimadora de su palabra, que permite a los histricos posicionarse tanto frente a la accin de los jvenes como en relacin a la generacin que hoy conforma la dirigencia sindical.

    El tema era pelear. La trayectoria de vida de Joaqun.

    Propongo entonces, para indagar en los sentidos de ese vnculo entre pasado y presente, reconstruir la trayectoria de vida de Joaqun. La reconstruccin de trayectorias de vida, como concepto de carcter metodolgico, consiste en la recuperacin, a partir del relato biogrfico, de los hitos significativos de la vida de un sujeto relacionados con reas estratgicas de la prctica social (Grimberg et al., 1998: 232). En este sentido, la trayectoria de vida permite dar cuenta de los significados que los sujetos otorgan a su vida cotidiana y el sentido de sus interacciones cotidianas.

    Por ende, la trayectoria de vida como estrategia metodolgica se posiciona en el seno de una tensin sealada en extensos debates en historia, antropologa y sociologa entre la atencin a la especificidad de una vida individual, con sus grados de originalidad y creatividad, y el inters en su pertenencia a un grupo, su insercin en campos sociales, en suma, su vinculacin con los flujos ms generales de la vida social (Passeron, 1989; Levi, 1996-97; Pereira Fernndez, 2011). Sostengo, siguiendo a las corrientes de la denominada microhistoria, que, a partir de la atencin a un personaje singular, es posible acceder a las prcticas sociales, a las normas y regularidades pero en estado de continuo movimiento y sometidas a lo imprevisible, incoherente y plural que hay en las personas (Pereira Fernndez, 2011: 116). Esta perspectiva se ubica necesariamente alejada de una concepcin de la trayectoria social como una serie de determinaciones cronolgicamente ordenadas (Bourdieu, 2007: 98), en tanto en estas propuestas el acento parece ponerse ms sobre los aspectos deterministas e inconscientes, sobre las estrategias que no son el resultado de una verdadera intencin estratgica (Levi, 1996-97: 19), y sobre las primeras experiencias de socializacin.

    En trminos de metodologa, entonces, no reproduzco aqu un relato textual de Joaqun, sino un texto elaborado a partir del mismo, en tanto esto supone reconocer que se trata de una produccin dialgica y

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    situada, producto de la relacin que entablamos a partir de mi propuesta de investigacin y su voluntad de afrontarla: en consecuencia, se trata necesariamente de una reconstruccin fragmentaria (ver: Ochs & Capps, 1996; Ferraroti, 2007; Bataillon, 2008). En estos trminos, una primera versin de este texto fue leda y corregida con Joaqun.

    Los inicios: Pern, Evita, el barrio y la resistencia

    Nacido en 1937, el primer hito en el relato que Joaqun organiza sobre su vida es la muerte de su madre, en 1944. A partir de ese momento, recuerda, l y su hermana se hicieron cargo de su casa del barrio de Flores Sur, ya que el padre trabajaba en la fbrica de Piccardo (industria del tabaco) y regresaba tarde en la noche. En 1949, cuando tena 12 aos, falleci tambin su padre. En ese momento, Joaqun qued a cargo de su to, quien decidi inscribirlo en una escuela-fbrica de la compaa Transportes de Buenos Aires7, donde comenz los estudios secundarios pero lo echaron en primer ao por hacerse la rata (salir de clase).

    Un ao despus, otra ta, hermana de su madre, realiz los trmites para ser nombrada tutora de Joaqun y su hermana y ambos se mudaron con ella. A instancias de esa ta y su marido, Joaqun volvi a ingresar en esa escuela. All, termin el primer ao de la secundaria8. Recuerda que la escuela les daba los mamelucos, la comida, los apuntes, un pase para viajar gratis y una especie de beca para la compra de tiles. Pero como no le gustaba estudiar, sola hacerse la rata con algunos compaeros, para gracias al pase gratuito frecuentar el puerto, jugar al ftbol en Palermo o asistir a los entrenamientos de Boca. Joaqun aclara que fue este motivo el que gener nuevamente su expulsin, a comienzos de segundo ao; no era que tuviera problemas, simplemente no quera estudiar, pero lea de todo: A los ocho, nueve aos, despus que haba muerto mi mam, que mi viejo vena tarde de trabajar, trabajaba en Piccardo, vena como a las dos, tres de la maana, estaba en maestranza. Yo me la pasaba leyendo. Novelas, porque haba una revista, la revista Leopln, que era una revista de actualidad, que traa novelas completas. Recuerda que as ley novelas de Dumas, Vctor Hugo, Balzac y Tolstoi.

    7 La compaa Transportes de Buenos Aires (TBA) fue fundada en 1948 como resultado de la nacionali-zacin de la Corporacin de Transportes de Buenos Aires. Inclua dentro de su injerencia los mnibus, tranvas y subterrneos de la Ciudad de Buenos Aires.8 El rgimen de esta escuela, como el de otras escuelas-fbrica que funcionaron en este perodo, inclua el cursado de tres aos de las materias tericas del secundario, sumados a la actividad como aprendices en los talleres de la empresa. Luego de esos tres aos, los estudiantes eran incorporados como trabajadores en la empresa, con la opcin del cursado nocturno de otros tres aos para obtener el ttulo de Tcnico.

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    La escuela-fbrica fue el espacio del primer contacto de Joaqun con la militancia: la UTA convocaba a los alumnos de la escuela a las movilizaciones del gremio, incluyendo, rememora, el velorio de Evita y la movilizacin contra el intento de golpe del 51. El 16 de junio de 19559 aparece como otro hito altamente significativo en la trayectoria de Joaqun: ese da fue mi bautismo de militancia, porque me mand solo a la plaza [de Mayo], luego de escuchar en la radio la convocatoria realizada por el Secretario General de la CGT10 y frente a la oposicin de su ta. Sus conflictos con ella haban comenzado con el abandono de la escuela y su oposicin a que Joaqun consiguiera un trabajo. En 1954, a los 17 aos, sin embargo, ya haba comenzado a desempearse como cadete de una fbrica de joyas de fantasa. Abandonara la casa de su ta y el trabajo de cadete durante el gobierno de Aramburu, hacia 1956, porque ya estaba haciendo militancia peronista.

    Y as empez la militancia ms intensa. Despus del 16 de junio de 1955, buscando quienes hicieran cosas, salieran a la calle a pedir justicia, Joaqun se afili a la Alianza Popular Nacionalista, un grupo nacionalista de tinte catlico que se reivindicaba peronista11. Joaqun busca aclarar que no fue una afinidad ideolgica con excepcin del antiimperialismo, que s comparta lo que lo llev a afiliarse, sino el hecho de que en la Alianza hacan cosas, a diferencia del Partido Peronista o la UES (Unin de Estudiantes Secundarios), que era solo un aparato burocrtico.

    Y [la Alianza Popular Nacionalista] se definen como peronistas y no solamente, sino que hacen lo que no haca el Partido Peronista, empiezan a ganar la calle! Contra de los que haban dado, pidiendo que se hiciera justicia, que los fusilaran y todo! O sea, hacan cosas!

    As, el da del golpe de Estado de la Revolucin Libertadora, el 16 de septiembre de 1955, se fue a ofrecer a la Alianza a ver qu hacamos, y lo enviaron a defender la Secretara de Prensa, con la consigna de defender los

    9 El 16 de junio de 1955, en un intento por derrocar y asesinar al presidente Juan D. Pern, las fuerzas de la aviacin naval argentina bombardearon la Plaza de Mayo, la Casa de Gobierno y otros edificios pblicos de la Ciudad de Buenos Aires, con un saldo de ms de 300 muertos.10 La Confederacin General del Trabajo (CGT), fundada en 1930, es la central sindical histrica y tradi-cional del movimiento obrero argentino (Novick, 2001: 36). A lo largo de su historia, sin embargo, tuvo diversas escisiones y en numerosos perodos coexistieron centrales sindicales de distinto sello poltico.11 La Alianza Popular Nacionalista fue fundada en 1951 por Patricio Kelly, sobre la base de la anterior Alianza Libertadora Nacionalista, que hasta ese momento haba sido liderada por J.E.R. Queralt. A partir de ese momento, este grupo nacionalista catlico se defini como popular y peronista. Cabe resaltar la mirada de Joaqun sobre Kelly, una figura altamente controversial: era un trnsfuga, un mercenario, pero iba al frente, era un tipo jodido pero de accin, y recuerda que estaba en la calle, todos los das, despus del bombardeo. De este modo, destacaba la accin como valor por sobre los modos e ideologas sobre los que estaba fundada.

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    edificios pblicos frente a los Comandos Civiles12. Por otra parte, de esos das, recuerda que los pasaba dando vueltas, viendo qu hacer, encontrando en la calle a otros que ni los conocas, tratando de hacer algo, perseguidos por los grupos de Comandos Civiles que desde autos identificados con telas blancas baleaban a las personas en la calle.

    Hasta que a fines de septiembre de 1955, Joaqun se alej de la Alianza Popular Nacionalista por el apoyo que esta dio al general Lonardi. Sin embargo, encontr en su barrio, Flores, el lugar donde hacer: Y bueno, un poco ya, el centro s, uno siempre andaba pero no encontraba puntos de referencia. Y en el barrio tambin ah, hablar y qu se poda hacer y qu se poda hacer y se empez a armar un Comando de la Resistencia. Joaqun comenz a participar como el miembro ms joven del comando. Su rol era la coordinacin la comunicacin con otros ncleos de la Resistencia, porque una de las grandes cosas de ese momento era estar informados qu pasaba con otros, qu pasaba en otros lados. Llevando y trayendo mensajes, era el che Pibe de la Resistencia, afirma riendo.

    En el comando haba, adems de los del barrio, compaeros de distintos gremios, todos laburantes, no?. Una de las tareas que tenan como miembros de la Resistencia y en los primeros aos de la Juventud Peronista13, era precisamente recuperar los sindicatos que haban sido intervenidos. As, Joaqun recuerda que colabor con Armando Cavalieri14, que en ese momento era un delegado de base del Sindicato de Empleados de Comercio y haba creado una agrupacin gremial combativa, para desbancar a la burocracia socialista o radical, era. Los relatos de Joaqun sobre esa poca estn permeados de referencias a compaeros de la Resistencia que luego participaron de gobiernos, fueron dirigentes gremiales, etc. Cavalieri constituye as un ejemplo significativo, para Joaqun, de compaeros que luego fueron burcratas.

    Entre 1957 y 1959, Joaqun cumpli con el servicio militar, de manera extendida porque a los tres meses se haba hecho desertor. Cuando regres, se incorpor a los primeros grupos de la Juventud Peronista, que

    12 En los primeros das despus del 16 de septiembre, recorran las calles los Comandos Civiles, o Co-mandos Civiles Revolucionarios, grupos paramilitares que perseguan a los simpatizantes peronistas, buscando asegurar el triunfo de la Revolucin Libertadora.13 La Juventud Peronista fue fundada en 1957 por Gustavo Rearte, como parte de las organizaciones clandestinas que se opusieron al rgimen del general Lonardi y se propusieron luchar por el retorno de Pern. En sus primeros aos, agrup a reconocidos militantes como Jorge Rulli, Envar El Cacho Kadri, Susana Valle y Felipe Vallese. 14 Armando Cavalieri es el actual Secretario General de la Federacin Argentina de Empleados de Co-mercio y Servicios, cargo en el que se desempea hace 25 aos, desde 1988. Rodeado de acusaciones de enriquecimiento y colaboracin con la ltima dictadura militar, el gremio que dirige es considerado un ejemplo de sindicalismo empresarial. Para un estudio de las prcticas de este sindicato en el sector super-mercadista ver Abal Medina (2011).

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    continuaban la resistencia aunque con problemas de personalismo . Frente a eso contrapone la actividad de los sindicatos, que estaban ms por la integracin, y recomienda leer a Daniel James que muestra bien esa contraposicin. Sin embargo, desde la Juventud Peronista, adems de buscar recuperar los sindicatos, utilizaban los locales sindicales entre ellos el de los trabajadores telefnicos como espacio de reunin. Y una de las cosas que se haca desde el sindicato, una agrupacin, era tratar de enganchar a travs de la Bolsa de Trabajo a compaeros, no? que estuviesen sin trabajo. As ingresaron a trabajar en ENTel militantes de esas agrupaciones y, tambin, por ejemplo, muchos de los trabajadores que haban sido despedidos tras la huelga del frigorfico Lisandro de la Torre, en 1959, y trabajadores metalrgicos despedidos a raz de su enfrentamiento con la conduccin de la Unin Obrera Metalrgica.

    De este modo, en 1964, a travs de compaeros telefnicos que conoca por su militancia, Joaqun fue anotado en la Bolsa de Trabajo de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTel), la cual era manejada en un 50% por el sindicato telefnico, FOETRA. En esa ocasin, un conflicto del sindicato con la direccin de la empresa ligada al gobierno radical impidi que entrara. As fue que, hasta 1967, sigui recorriendo los ms diversos trabajos aunque por lo general, por la misma militancia y dems, duraron poco los trabajos, en una florera, en un frigorfico, embarcado, en un restaurante, una bodega...

    Activismo gremial, militancia armada: La Marrn, el PB y las FAP

    Recin el 14 de febrero de 1967 Joaqun comenz a trabajar en ENTel, en una cuadrilla de construccin de la zona de Flores. Dos semanas despus, en el primer paro de la CGT frente al gobierno militar de Ongana15, se uni a la huelga y fue suspendido durante un mes. Pero al final me benefici, no por el mes de suspensin, sino cuando volvemos a trabajar me sacaron de ah, me mandaron a la otra seccin, donde estuve muchos aos que, la ms combativa del gremio. Desde ese momento comenz a desempearse en la seccin de Mantenimiento, en la parte de Conservacin de Cables, tanto areos como en cmaras, cubriendo con su cuadrilla la zona oeste de la Ciudad de Buenos Aires. Su trabajo entraaba conocimientos tcnicos y tambin riesgos, ya que implicaba trepar a los postes para reparar cmaras

    15 Luego de una sucesin de gobiernos electos, aunque en elecciones signadas por la proscripcin del peronismo, el 28 de junio de 1966 nuevamente se produjo en Argentina un golpe de Estado, que design como presidente de facto al general Juan Carlos Ongana. Esta dictadura militar durara hasta la eleccin del 11 de marzo de 1973, en la que result electo Hctor Cmpora, en la primera eleccin en la que el peronismo pudo presentar una lista oficial desde 1955.

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    y cables, as como entrar en las cmaras subterrneas. En ambos casos, los trabajadores corran grandes peligros a causa de descargas elctricas y/o filtraciones de gas.

    Como consecuencia de la huelga, se le haba retirado la personera gremial a FOETRA, y no nos reconocan delegados, pero igual elegimos delegados. Y as, Joaqun fue elegido delegado de su seccin ese mismo ao. A partir de su vinculacin con la Lista Marrn, liderada por Julio Guilln, dos aos despus particip en la lista conduccin como parte de la Comisin Administrativa Suplente del sindicato y, a raz del fallecimiento del Tesorero del gremio, pas a desempearse como Secretario de Prensa de FOETRA Buenos Aires, con dos aos [de antigedad] Pero claro, digamos, yo, haba un conocimiento, adems uno estaba metido. Ese cargo dur poco: en 1970 el gremio fue nuevamente intervenido por el gobierno (militar) de Levingston.

    Bajo la conduccin de esa agrupacin, en 1968, FOETRA tom parte de la formacin de la CGT de los Argentinos16. Poco tiempo despus, sin embargo, el gremio decidi retirarse de ese proyecto. Joaqun, sin embargo, junto a otros compaeros de la Agrupacin Marrn los calamares, como los llamaban sus compaeros sigui tomando parte activa hasta que esa experiencia se disolvi, e incluso participaron polticamente (no gremialmente, porque en la Agrupacin se vot en contra) de los congresos de la Tendencia Revolucionaria en 196917. Es que la Agrupacin Marrn era, siempre recalca Joaqun, muy democrtica, al punto de incluir en su seno tendencias divergentes: El gremio nuestro era de los que haban estado en lo que se llamaba las 62 de pie, o sea, estaban en

    16 En el Congreso Normalizador de la CGT Amado Olmos, realizado entre los das 28 y 30 de mayo de 1968, result electa una conduccin combativa, cuyo Secretario General fue Raimundo Ongaro, del Sindi-cato Grfico. Un breve extracto de su programa inicial, el Programa del 1 de Mayo, permite dar cuenta de la definicin de esta central como combativa, de oposicin al rgimen militar, y mostrar su relacin con las grandes rebeliones de fines de los aos 60: Las direcciones indignas deben ser barridas desde las bases. En cada comisin interna, cada gremio, cada federacin, cada regional, los trabajadores deben asumir su responsabilidad histrica hasta que no quede un vestigio de colaboracionismo. Los gremios conocidos como partipacionistas, ligados a la figura de A. Vandor, se retiraron de ese cuerpo y fundaron una central rival, la CGT Azopardo. El 30 de junio de 1969, a partir del allanamiento y encarcelamiento de cuatro miembros de su Consejo Directivo y numerosos militantes, la CGT de los Argentinos pas a desempearse en la clandestinidad.17 La Tendencia Revolucionaria estaba conformada por distintas agrupaciones identificadas con el peronismo revo-lucionario y el socialismo nacional como proyecto poltico: la Juventud Peronista Regionales (JPR), el Movimien-to Villero Peronista (MVP), la Juventud Universitaria Peronista (JUP), la Juventud de Trabajadores Peronistas (JTP), la Unin de Estudiantes Secundarios (UES), y el Movimiento de Inquilinos Peronistas (MIP) todas ellas organizaciones de superficie de Montoneros, junto con otras agrupaciones como las Fuerzas Armadas Revolucio-narias (FAR), las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) y el Peronismo de Base (PB).Afinesdel68yenenerodel69serealizarondoscongresosenlosquesediscutieronlasestrategiasymtodosdelucha del peronismo revolucionario.

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    contra del vandorismo18, pero dentro de todo, como nuestra agrupacin era muy participativa y democrtica haba de todo ah adentro. Mientras los calamares permanecieron en la experiencia de la CGT de los Argentinos, otras lneas dentro de la Agrupacin fueron paulatinamente separndose y armando sus listas propias: la Lista Celeste, la Lista Gris, la Azul y Blanca En FOETRA hubo elecciones de seis, siete listas, remarca Joaqun, para mostrar el carcter democrtico del gremio. Y en la Agrupacin, en particular, eran solidarios, se apoyaban todos, incluso compaeros que, aun dentro de la Agrupacin, simpatizaban con la CGT en ese momento: Esto te lo cuento para ver toda la potencia que haba y a pesar de las discusiones.

    Por su parte, a partir de su ingreso en ENTel, Joaqun remarca una inflexin en su trayectoria de militancia: Ah empec. Ah s que asum a fondo, la importancia de no solamente hablar de la revolucin [se re] [] Bueno, yo hasta ese momento cambi como veinte trabajos y nunca me plante una cosa as de Era militante de afuera, haciendo cosas clandestinas y dems, pero ah s, hice cosas bsicas que no son tan difciles sino de sentido comn, como pone por ejemplo negociar derechos de los trabajadores/as basndose en el Convenio Colectivo, a ver qu palabra, qu punto pods utilizar en lo que a vos te interesa. Tu campo es el del laburante. En su prctica como delegado, resume, el tema era pelear. La peleabas primero tratando, bueno, de jugar con estas cosas [las imprecisiones del Convenio] y despus, si la cosa se pona pesada, llegaba a un conflicto.

    En ese momento, adems, Joaqun comenz a militar cada vez ms activamente en las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP)19, y esto lo llev a plantearle a Julio Guilln (el Secretario General de FOETRA) la renuncia como Secretario de Actas, cargo para el que haba sido electo en 1971. Cuando yo ya voy teniendo ms compromiso, un da voy y le digo: mir, yo voy a renunciar como Secretario de Actas. l ya saba, porque l, si bien

    18 Augusto Timoteo Vandor, dirigente metalrgico simboliz el proceso de integracin del aparato sindical al sistema poltico e institucional de la Argentina y su corolario de burocratizacin, as como el creciente empleo de mtodos autocrticos para regular la vida interna de los gremios, proceso que lleg a su apogeo en el perodo 1962-1966 (James, 2006: 220). Sostiene James que el vandorismo: lleg a ser sinnimo, tanto en el plano poltico como en el sindical, de negociacin, pragmatismo (James, 2006: 220). En 1966 un conjunto de federaciones, organizaciones y agrupaciones gremiales firm una solici-tada de denuncia a estas prcticas, autodenominndose las 62 organizaciones de pie junto a Pern.19 Las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) fueron la primera organizacin guerrillera peronista: su apa-ricin pblica fue en septiembre de 1968 en una fracasada operacin armada en Taco Ralo, Tucumn. A partir de 1969 desarrollaron tambin operaciones en reas urbanas. Las discusiones en el seno de las FAP llevaron a mltiples escisiones en su seno, especialmente en 1971 a raz del llamado Proceso de Homogeneizacin Poltica Compulsiva. Producto de esas escisiones grupos de militantes de las FAP se fueron sumando a otras organizaciones armadas en ascenso, como Montoneros o el ERP (Ejrcito Revolucionario del Pueblo).

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    no comparta una parte de la cosa, era muy solidario. A pesar de lo que hizo despus, no? Entonces, ms o menos saba. Y me dice: nooo, qu vas a renunciar! Vos hac lo que tengas que hacer, ac te cubrimos. Le digo: No, es un despelote, adems de ser un compromiso para el gremio, no est bien eso, yo voy a estar ah. Nooo, pero ac te cubrimos. Joaqun, sin embargo, se mantuvo firme en su decisin.

    Guilln aparece, en el relato de Joaqun, como una figura central. Por un lado, como lder de la Agrupacin, era muy solidario y siempre fue un abanderado de la democratizacin. Por el otro, con l siempre tuvimos muchas discusiones, porque dentro del binomio lucha armada/insurreccin, Guilln se inclinaba por esta ltima: Nosotros nos burlbamos y decamos que Pern, Pern deca que l era un len herbvoro y nosotros le decamos a Guilln que era un len herbvoro [risas]. Guilln fue padrino del casamiento de Joaqun, en 1970 y, aunque su figura es controvertida por lo que hizo despus, Joaqun se ocupa de marcar la distancia entre el antes y el despus que para l estuvo sellado por la crcel:

    Cuando fue en plena poca de la CGT de los Argentinos, mir vos! [] Guilln era Secretario Gremial. Funcionaba ah en la calle Paseo Coln, donde est el Sindicato Grfico. Salamos de ah yo todava no la haba conocido a mi mujer y nos bamos a la casa [de Guilln] La mujer [de Guilln] estaba ya [cansada]! ramos como seis, o siete, qu s yo. Para seguir charlando, eran como las diez de la noche, once. [] Y l se pona a cocinar, se pona a cocinar Por eso, no es tan fcil, a veces, con algunos compaeros. Pero el que lo vio antes, el que lo vio despus, adentro de la crcel lo hicieron mierda!

    A pesar de que se alej de las responsabilidades como dirigente, Joaqun sigui siendo delegado de su oficina, y su vida segua permeada por su pertenencia al gremio telefnico. Viva en un edificio, frente a la estacin de Liniers, donde tambin habitaban muchos otros compaeros telefnicos. Conoci a su mujer, abogada, en las actividades de la Comisin de ayuda a los presos polticos que funcionaba en la sede gremial. Se casaron en 1970, con un cura salesiano, que trabajaba en La Cava, un asentamiento del norte del conurbano bonaerense, y era solidario en su prctica, colaborando con las organizaciones e incluso bancando a militantes. En esa poca, adems, con otros compaeros telefnicos, comenzaron a proyectar, de manera clandestina, La Hora de los Hornos, de Pino Solanas, fcil, en 200 lugares. Las proyecciones incluyeron desde locales gremiales hasta casas de compaeros, y siempre estuvieron acompaadas de debates. En la actualidad, Joaqun buscaba replicar esta experiencia organizando proyecciones de la pelcula sobre la resistencia peronista en la que particip en los ltimos aos.

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    Pero adems, a partir de la formacin del Peronismo de Base20, Joaqun estaba tan o ms metido que antes en lo gremial, en particular en la prctica de su seccin gremial. Entre finales de la dictadura y durante los gobiernos de Pern e Isabel (1973-1976), llev adelante, desde ese lugar, distintos proyectos. Por un lado, en su seccin se haba formado una comisin gremio-empresa, en la que haba participacin gremial en la direccin de la seccin. Joaqun era uno de los tres delegados del gremio en esa comisin. Al mismo tiempo, durante los ltimos aos de Ongana, desde FOETRA comenzaron a elaborar una propuesta de participacin en la conduccin de la empresa, que terminaron durante el gobierno de Isabel Pern (1974-1976). Una propuesta similar result en una experiencia de cogestin entre la empresa estatal de electricidad (SEGBA) y Luz y Fuerza (el sindicato del servicio elctrico), pero en el caso de ENTel fue denegada. Segn Joaqun, esto fue as porque coincidi con otro conflicto, por la anulacin de los contratos de produccin de equipos que ENTel tena con la firma Siemens Standard, firmados en la poca de Ongana: [] le dimos vuelta un contrato que era, qu s yo, multimillonario. Fue toda una lucha!.

    Joaqun evala que en ese perodo en el que l adems fue electo a cargo del Fondo Compensador21 telefnico se hicieron varias cosas bastante piolas, discutir algunas cosas paritariamente Pero duramos poco. A partir de enero de 1975, luego de la muerte de Pern, las relaciones entre el gremio telefnico y el gobierno de Isabel comenzaron a tensarse. Adems de negarles el proyecto de cogestin de ENTel, la empresa dispuso un plan de racionalizacin del personal que supuso ms de 600 cesantes, prescindibles. La posible respuesta a este plan supuso una divisin en el gremio: algunos no queran desarrollar un conflicto y preferan la negociacin, al tratarse de un gobierno popular. Desde el Peronismo de Base, Joaqun sostuvo la necesidad de medidas que afectaran la produccin, y finalmente, desarrollaron un retiro de colaboracin. En el marco de ese conflicto, la Secretara de Comunicaciones pidi el desafuero como delegado de Joaqun. La esposa de Joaqun litig el pedido de desafuero que finalmente result favorable 15 das antes del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976.

    20 Desde las FAP se impuls el Peronismo de Base, desde donde se buscaba disputar con el sindicalismo peronista burocrtico. Se trataba de un frente de masas, que impulsaba en el terreno sindical conquis-tar las conducciones para las bases, con base en premisas de democracia obrera y consulta continua a las bases. Una fuente rica para el abordaje del Peronismo de Base se encuentra en el nmero 30 de la Revista Cristianismo y Revolucin, publicada en Septiembre de 1971. Se encuentra disponible en: http://www.ruinasdigitales.com/cristianismoyrevolucion/cyrporquesomosperonistasdebase3030/ 21 El Fondo Compensador Telefnico era un fondo mutual creado en 1973, por un decreto de Lpez Rega como Ministro de Bienestar Social. Se constitua con el aporte del 1% del salario de los empleados de menos de 25 aos de antigedad, 2% de aquellos con mayor antigedad, y 6% de la empresa, y estaba principalmente destinado al financiamiento de viviendas.

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    Este golpe de Estado puso un trmino a otras tensiones en FOETRA y la Lista Marrn. Ya en las elecciones de 1973, esta haba ganado muy estrechamente las elecciones gremiales frente a la Lista Gris, un desprendimiento de la Marrn que afirmaba tener el apoyo del general Pern. Antes de las elecciones se desat un escndalo por un enfrentamiento armado entre activistas de la Lista Marrn y otros ligados a Rucci, dirigente de la Unin Obrera Metalrgica y Secretario General de la CGT, que en ese entonces estaban enfrentados, por el cual casi pierden las elecciones. Lo cual, destaca Joaqun, fue an ms peligroso porque dirigentes de la Lista Gris luego estuvieron ligados a Lpez Rega, terminaron siendo colaboradores de los milicos, y algunos integraron la Triple A22. En las elecciones de 1975, por otra parte, el principal opositor a la Lista Marrn era la JTP (Juventud Trabajadora Peronista).

    Finalmente, Joaqun tambin se haba enfrentado con sus compaeros, los calamares, en torno a las discusiones desde el Peronismo de Base sobre una Alternativa Independiente: la disputa se centraba en definir si esta implicaba tambin una independencia respecto de Pern. Y yo prcticamente me qued solo, recuerda Joaqun, al sostener esa posicin.

    Se arm la podrida cuando salieron en el 73 porque el tema de que tena que ser independiente de Pern [] lo que yo siempre discuto es que por un lado est bien. Yo por ah s, afectivamente, yo soy ms dependiente, por todo lo que vivimos, toda la lucha juntos, las cosas que nos pasaron, de Pern, pero yo, no me parece muy coherente por un lado decir lo que decimos de las limitaciones de Pern y despus no plantearnos ser independientes para qu?, para tener a alguien a quien echarle la culpa. Yo creo que la gran responsabilidad es del activismo. Y entre ellos estoy yo.

    Para Joaqun esta disputa en torno a la posibilidad de formar una alternativa independiente y el significado de la independencia que aparece en sus palabras ligada a la responsabilidad del activismo sigue siendo una preocupacin central hoy.

    Derrota y reconstruccin: despus de 1976

    Con el golpe de Estado de 1976, Joaqun fue declarado cesante, y fue preso en marzo mismo junto con otros sesenta compaeros telefnicos. A

    22 Jos Lpez Rega fue Ministro de Bienestar Social de los gobiernos de Hctor Cmpora, Juan D. Pern y de Isabel Pern. Desde all organiz la Alianza Anticomunista Argentina (ms conocida como Triple A), una organizacin parapolicial de extrema derecha que llev adelante asesinatos, ejecuciones suma-rias y desapariciones forzadas de peronistas de izquierda, luchadores sociales, intelectuales, artistas y miembros de organizaciones de izquierda.

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    lo largo de ese ao, la mayora de ellos fueron liberados; con la excepcin de Guilln, que permaneci preso seis aos. Joaqun, en cambio, fue liberado a los dos meses y en mayo de 1976 colabor con una campaa en contra de la modificacin de la ley de contratos de trabajo que estaba llevando adelante el gobierno militar. Un ao despus, en 1977, aunque segua cesante, Joaqun tom parte de un conflicto gremial organizado clandestinamente, ya que FOETRA estaba intervenido contra la modificacin de la jornada de trabajo en ENTel. En el curso de ese conflicto, secuestraron a seis o siete trabajadores telefnicos, recuerda aunque despus los soltaron y lo fueron a buscar tambin a l, aunque no lo encontraron.

    Durante la dictadura, la cuestin pas a ser sobrevivir, realizando los trabajos que se presentaran, desde ayudante en un estudio jurdico hasta manejar un taxi. Mientras tanto, cri a sus tres hijas, nacidas entre 1974 y 1980. En 1978 en su casa de Liniers sufrieron un allanamiento en el que fueron encontrados libros prohibidos. Yo cre que bamos a estar jodidos, afirma Joaqun, pero en realidad fue bastante liviana la cosa: l y su mujer fueron presos slo por tres das. La consecuencia ms importante fue que a su esposa la echaron del trabajo, en el Consejo Agrario Nacional, del Ministerio de Agricultura. Luego de este incidente, Joaqun y su familia se mudaron a un barrio del norte del conurbano de Buenos Aires, donde l trabaj en una fbrica de tubos fluorescentes y luego, a partir de 1979, en una tintorera industrial. En esos aos tambin retom sus estudios secundarios, aunque qued adeudando ingls, que solo pudo aprobar aos despus, en la dcada de 1990.

    Otra vez un 14 de febrero, pero de 1984, Joaqun volvi a trabajar en ENTel. Ya desde antes de las elecciones, algunos de los ms de 600 trabajadores/as cesantes haban sido reincorporados, especialmente aquellos que no portaban en su legajo el ttulo presunto subversivo, que s tena Joaqun. Este fue un momento de fuertes tensiones para su pareja: su mujer se opona a que l reingresara a ENTel, porque saba que eso iba a significar su retorno a la militancia gremial. Ella haba decidido alejarse de la militancia y pretenda que Joaqun la siguiera. l sostiene que, en cambio, tampoco poda dejar de intentar. Cuando le ofrecieron la oportunidad, decidi entonces regresar a ENTel. Fue asignado a la misma seccin en la que trabajaba antes, pero pidi su traslado, para hallarse cerca de su hogar. Mientras tanto, su mujer abri un estudio como abogada, dedicndose principalmente a demandas laborales. Sus clientes provenan en su mayora de la villa La Cava, donde haba militado en su juventud.

    Durante 1984 Joaqun fue elegido delegado de su seccin esas elecciones de delegados supusieron el primer paso en la normalizacin del sindicato. Recin a fines de ese ao, se realizaron las elecciones para

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    designar una Comisin Administrativa en la que fue elegida nuevamente la Lista Marrn, liderada por Julio Guilln. Joaqun recuerda que se trataba de una lista pluralista, con representantes de distintas tendencias polticas con lo que l estaba de acuerdo. Sin embargo, afirma que all comenzaron a notarse los cambios en Guilln, que era ahora muy cercano al presidente electo, Ral Alfonsn: era un asesor de Alfonsn. Joaqun lo justifica como consecuencia de lo vivido en la crcel y, adems, de la bronca hacia la cpula del peronismo. Pero, recuerda, en ese momento Guilln comenz a plantear que haba que cambiar, que ahora no se puede (tener las mismas prcticas combativas), empez a resignar algunas cosas, a hablar de los microemprendimientos y de a poquito, a acercarse a la idea de privatizar ENTel. El armado de una patota para defender las decisiones de la conduccin del gremio marcaba para Joaqun un quiebre en la historia del sindicato y de la Agrupacin Marrn:

    J: Arma una patota, cosa que nunca haba pasado en el gremio... Telefnicos, pero corra de todo. Una patota para defenderse, porque l, la mayora de la militancia se le haba puesto en contra. S: La mayora de los que venan de militar con l antesJ: - Todos! Toda la lista que haba llevado siempre una lnea combativa, que varios, haba habido varios desprendimientos por mantener siempre una lnea coherente, antivandorista. l mismo! l siempre fue un poco la imagen de todo eso.

    Mientras comenzaba a discutirse la posibilidad de privatizacin de toda ENTel, Joaqun tom parte de una experiencia de autogestin del rea de conservacin de cables, a partir de un proyecto impulsado por los trabajadores/as que supuso la re-estatizacin del sector, que ya haba sido privatizado. En 1987, cuando se form la Lista Celeste y Blanca, Joaqun se sum a este movimiento de oposicin a la Lista Marrn y su poltica favorable a la privatizacin. El compromiso con esa agrupacin y su actuacin en la Junta Electoral en 1988 supuso renovar el conflicto con su mujer en torno a la militancia y, como consecuencia, Joaqun se fue por un tiempo de su casa.

    En 1989, frente a la Lista Marrn, encabezada por Guilln, se present una coalicin de oposicin, donde se unieron distintos grupos de la izquierda partidaria con los activistas que se haban distanciado de la Lista Marrn por su apoyo a los proyectos de privatizacin: una bolsa de gatos, deca Guilln. Y era cierto. Precisamente en 1989, el Poder Ejecutivo orden la preparacin de los pliegos y condiciones para la privatizacin de ENTel; a comienzos de 1990 la empresa fue intervenida, como fase

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    preparatoria para la privatizacin, que incluy la reforma del Convenio Colectivo del sector. Mientras que la Lista Marrn y la Federacin Nacional (hoy FOEESITRA) se declararon a favor de la privatizacin y colaboraron activamente con la misma, la conduccin del Sindicato Buenos Aires, la Lista Celeste y Blanca, llev adelante una activa resistencia, que incluy 40 das de huelga en agosto/septiembre de 199023: Y bancamos, fueron varios meses! De estar prcticamente todos los das en la primera plana de los diarios, porque hacamos movilizaciones, con los camiones, haba tremendo despelote con la Alsogaray manejaba eso. Y tuvimos como 600, 700 cesantes. Sin embargo, la movilizacin se llev a cabo en un contexto de conflictos, tanto dentro del Frente de Gremios Estatales que haba comenzado la resistencia a la privatizacin de manera conjunta, como en la Comisin Directiva electa el ao anterior.

    La derrota de la movilizacin fue inmediatamente seguida por transformaciones de profundas consecuencias para los trabajadores/as telefnicos. Con la divisin de ENTel, Joaqun pas a desempearse en Telecom, y continuaba siendo delegado, a pesar de que las condiciones eran sumamente adversas: La cuestin que fue terrible ese perodo por los retiros voluntarios. Los facilitaban, incidan Y algunos delegados, que estbamos, tratbamos de hacerle pata al compaero que no se quera ir, pero era medio una situacin media jodida. La divisin en cinco listas distintas de la Lista Celeste y Blanca llev, en 1993, a un nuevo triunfo de la Lista Marrn, encabezada por Guilln. Esta coyuntura adversa para la actividad gremial coincidi con importantes problemas de salud para Joaqun: a partir de 1993 se someti a tres cirugas de bypass. Si bien regres a trabajar en cada una de las ocasiones, fue transferido a tareas internas:

    Cuando a m me operan de ac, si era por ellos me jubilaban, ya era Telecom. Yo segu trabajando hasta que me jubil [] Yo estaba en la calle. Y no, no voy ms a subir a postes, pero bueno, trabajo adentro.

    En este contexto, en septiembre de 1997, das antes de la eleccin en

    que una nueva coalicin opositora triunfara sobre la Lista Marrn, Guilln falleci. En los ltimos aos, Joaqun se haba distanciado definitivamente

    23 Ante la inminente privatizacin de ENTel, los trabajadores del Sindicato Buenos Aires de FOETRA se declararon en huelga por tiempo indeterminado en agosto de 1990. El gobierno reaccion restringiendo su derecho a huelga, extendiendo la jornada de trabajo y, ante la continuidad de la medida, decretando la ilegalidad de la misma y quitando la personera jurdica al Sindicato Buenos Aires. La continuidad de la huelga llev a la interventora a extremar las medidas: suspendi 50 de los 110 artculos del Convenio telefnico, utiliz a las Fuerzas Armadas para garantizar el servicio y, finalmente, despidi a ms de 400 trabajadores. El 17 de septiembre de 1990, finalmente, la huelga fue levantada; y solo 90 de los 400 despidos fueron reconsiderados.

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    de l: adems de su apoyo decidido al proyecto privatizador, que le vali el nombramiento como Secretario de Telecomunicaciones, Joaqun recuerda que estaba mal, destruido fsicamente anmicamente y tena graves problemas de alcoholismo. Joaqun dud sobre si asistir o no al velorio y finalmente decidi ir, para encontrarse con un compaero de la vieja Agrupacin Marrn tambin luego opositor al que la mujer de Guilln haba echado de la ceremonia. Pero el momento ms destacado de ese velorio, relata Joaqun, fue la aparicin de Mara Julia Alsogaray, ex interventora de ENTel, quien arrib al lugar afirmando: vengo a despedir a un gran amigo.

    A partir de 1997, entonces, una nueva lista, la Azul y Blanca, ocup la conduccin del gremio. Aunque Joaqun, debido en parte a sus problemas de salud, ya no formaba parte del grupo dirigente, destaca los logros de esta nueva conduccin en sus primeros aos. Entretanto, en 2003, a los 65 aos, Joaqun se jubil de Telecom. Cuando me mostr el pequeo diploma que firmaron en su despedida los compaeros de su sector y del gremio, record su discurso de despedida: y yo ah dije yo me jubilo de Telecom pero sigo siendo telefnico. Ese mismo ao, adems, se separ definitivamente de su mujer, despus de 33 aos juntos: el detonante de la separacin fue la negativa de Joaqun a abandonar la militancia gremial al retirarse. Por el contrario, tom responsabilidades en la nueva Obra Social (servicio mdico) que FOETRA Buenos Aires estaba armando. Ante su persistencia en esa tarea, su mujer abandon la casa y se mud. En 2003, entonces, Joaqun conclua entre risas: Me jubil doble, me jubil de telefnico y me jubil de mi mujer.

    Su actividad como sndico en la Obra Social dur hasta 2007, cuando lo echaron, por su oposicin a algunas demandas de la conduccin. Qued entonces por fuera del sindicato, aunque siempre sigui activando. En los ltimos aos, tom parte, con otros extelefnicos, de la Agrupacin Cultural Ctulo Castillo, a travs de la cual no solo realizaron peas y encuentros de (ex) trabajadores/as sino que tomaron parte de actos y espacios como el que describ al comienzo de este trabajo. Particip de un documental sobre la Resistencia Peronista y tom como iniciativa personal proyectarlo en la mayor cantidad de espacios, buscando replicar las proyecciones de La Hora de los Hornos que realizaban en los 70. Finalmente, emprendi una serie de colaboraciones y dilogos con una organizacin de estudiantes secundarios, armando la Ctedra John William Cooke de discusin sobre la historia argentina del siglo XX.

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    Yo sigo pensando siempre igual. Un militante de toda la vida.

    Tal como ha sido presentada, la trayectoria de vida de Joaqun es susceptible de ser analizada en tanto que narrativa, y por ende, a la vez en el plano del discurso y en su referencia a la realidad, como expresin del mundo (Alves & Rabelo, 2009); al tiempo que, en cuanto discurso, incluye no solo elementos figurativos, sino tambin categorizaciones, evaluaciones, conceptualizaciones y emociones (Ibd.: 61). Susceptible de mltiples acercamientos, en este apartado realizar un anlisis centrado en cmo la trayectoria de vida de Joaqun sustenta una construccin de s mismo como militante, interrogando los sentidos y relaciones a los que ella apunta.

    Para comenzar, en la reconstruccin se destacan algunos perodos de su vida que Joaqun relata con mayor detalle y extensin. Estos corresponden, notoriamente, a experiencias de movilizacin: los comienzos de su militancia en la resistencia peronista y la participacin como activista gremial/militante poltico a partir de su ingreso a ENTel en 1967 y hasta la dictadura militar que comenz en 1976. Estos momentos de movilizacin intensa fueron relatados por Joaqun con lujo de detalles, recordando compaeros, situaciones, discusiones, actividades -muchos de los cuales por razones de extensin quedaron fuera de este artculo. En cambio, otras experiencias que de hecho marcaron su trayectoria, supusieron reacomodamientos y redefiniciones incluso traumticas como la dictadura de 1976 o la privatizacin de ENTel fueron relatadas de manera ms sinttica, remitiendo sucintamente a los principales cambios que entraaron para su vida.

    Es precisamente la militancia entendida como hacer, intentar, pelear el eje en torno al cual se estructura el relato de Joaqun. En este sentido, puede ser pensado como un patrn clave de la estructura narrativa del relato, el elemento que reproduce en toda la narracin una matriz reconocible de conducta que impone una coherencia a la experiencia de vida del hablante, la coherencia del yo (Chanfrault-Duchet, citado por James, 2004: 164). Desde ya, no fue este el nico ncleo temtico que abordamos en nuestros encuentros. Sin embargo, s fue el ncleo del registro ms personal del relato de Joaqun, abarcando sus ms de 70 aos de vida. Para dar un ejemplo, Joaqun dedic horas a su descripcin de la vida en el barrio de Flores, las relaciones con los vecinos, la relacin barrio-centro; pero este relato, limitado al perodo de su infancia y adolescencia, pareca ligado a una voluntad de recuperar el recuerdo de una dinmica social barrial perdida con el tiempo entre la nostalgia y el inters sociolgico.

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    La trayectoria de vida de Joaqun, entonces, permite acceder a la construccin que realiza de s mismo como activista, precisamente porque es este el eje de su relato: la imagen resultante es aquella de un militante de toda la vida. Esta construccin, por un lado, refiere a un registro personal, otorga una coherencia a la presentacin que Joaqun hace de s mismo y de su trayectoria. Esta bsqueda de coherencia puede verse, en particular, en el trabajo de reflexin y significacin que Joaqun realiza para saldar algunas reas problemticas que tensionan su presentacin como activista y en algunos casos, tensionaron su compromiso en el pasado. As, los inicios de su militancia en el nacionalismo peronista, vinculado a la derecha del peronismo, entran en tensin con su construccin como un activista de izquierda, que entiende el peronismo desde la lucha de clases y desde los trabajadores. Para lidiar con esa tensin, se distancia ideolgicamente, y destaca, en cambio, la voluntad de hacer, de defender a Pern, que comparta con esa organizacin. Tambin las disputas con su esposa en torno al trabajo y la militancia se vislumbran como una tensin para Joaqun, en tanto esa distancia con quien fue su pareja durante 33 aos se le presenta como problemtica. Las demandas de ella de reencauzar sus energas le permiten sin embargo resaltar que l tampoco poda dejar de intentar, reafirman su compromiso y presentan a la militancia como una forma de ser fiel a s mismo al punto de preferir mantener su espacio en la Obra Social y separarse de su esposa.

    Distintos tericos del compromiso militante han desarrollado el concepto de carreras militantes para el anlisis del compromiso militante como un proceso, vinculado al tiempo biogrfico y organizacional, y situado en el conjunto del ciclo de vida de las personas; interrogndose sobre las predisposiciones a la militancia, el pasaje al acto, las formas diferenciadas y variables en el tiempo tomadas por los compromisos, as como la retraccin o extensin de los mismos (Fillieule, 2001). El anlisis narrativo de la trayectoria de vida de Joaqun permite ver cmo, ms all de la serie de reajustes subjetivos que supone la redefinicin de sus compromisos (Ibd.: 203), Joaqun otorga al conjunto de su trayectoria de vida un sentido unificador, presentndose ms all de los cambios en espacios, formas y compaeros como un militante de toda la vida.

    Las disputas de un militante y las tensiones en las orga-nizaciones

    Yendo un paso ms all, propongo que esa construccin de s mismo como militante debe ser comprendida en dilogo y vinculacin con las

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    tramas de relaciones y disputas en que Joaqun est y estuvo comprometido. Aqu abarcar el anlisis de dos de estas disputas, que refieren y sealan la centralidad de otros significativos excompaeros y/o compaeros actuales para esa autoconstruccin. A la vez, permean y permiten vislumbrar los sentidos que adquieren las prcticas actuales de militancia de Joaqun, iluminando algunas de las formas en que relaciones, disputas y tradiciones son puestas en juego en las prcticas actuales de los militantes histricos.

    En primer lugar, a lo largo de nuestros encuentros, Joaqun muchas veces sealara a compaeros/as de la poca de la resistencia o del activismo gremial combativo, resaltando sus trayectorias posteriores, divergentes de la propia. Primero, de aquellos que hoy son dirigentes sindicales a los que acusa de burcratas: el caso de Armando Cavalieri, como seal en la reconstruccin, es central, pero tambin el de los actuales dirigentes de FOETRA Buenos Aires, o de Raimundo Ongaro, exSecretario General de la CGT de los Argentinos. Con mayor perplejidad an, seala a compaeros devenidos colaboradores del gobierno militar en 1976 y que incluso integraron organizaciones paramilitares como la Triple A. Finalmente, identifica a aquellos compaeros que apoyaron la privatizacin de ENTel y colaboraron en el proceso: el caso de Guilln, por la relacin afectiva y poltica que Joaqun tena con l, es la figura lmite que pone en evidencia el carcter problemtico de esas conversiones24. Es destacable que, a pesar de lo que hizo despus, Joaqun busque resaltar lo solidario y democrtico que era Guilln antes de 1976, la experiencia de la crcel y los maltratos, y evite calificar de traicin a sus acciones durante la dcada de 1990, aunque as fue visto por las agrupaciones en las que Joaqun tom parte a partir de 1989.

    En uno de nuestros primeros encuentros, precisamente, Joaqun me cont que haba reencontrado, en la presentacin de la pelcula sobre la resistencia, a un antiguo compaero del Peronismo de Base, que ahora era Secretario de la Unin Obrera Metalrgica y directivo de una seccional de la CGT oficialista, alineada con el gobierno nacional. En esa ocasin, Joaqun me coment que: el aparato hoy [en referencia al lugar de su ex compaero en la UOM y la CGT] fue en algn tiempo del Peronismo de Base, que se supone la Alternativa Independiente, el ala izquierda del peronismo.

    24 Hago aqu referencia al concepto de reconversiones militantes utilizado por Tissot et al. (2004) para abor-dar las transformaciones de las disposiciones militantes formadas antes o en el curso del involucramien-to poltico (Tissot et al., 2004: 10, traduccin propia). El objetivo de esa compilacin es complejizar las miradas sobre los militantes de mayo de 1968 que han seguido trayectorias aparentemente alejadas de este compromiso, los renegados. El carcter radical, y problemtico especialmente para contempo-rneos como Joaqun de algunas trayectorias de cambio hacen que desde su punto de vista aparezcan como autnticas conversiones, retomando el sentido religioso original de este trmino, transformaciones en las maneras de ser y pensar (Tissot et al., 2004: 15).

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    Contraponiendo sus opciones a las de este dirigente, y a otros que hoy son todos funcionarios, Joaqun sostuvo: yo sigo pensando siempre igual.

    En este sentido, la construccin de Joaqun como un militante de toda la vida, que siempre se ha mantenido haciendo, y que no ha variado en sus ideales desde al menos el comienzo de su activismo gremial, cobra sentido en una trama de relaciones que incluye de manera central a sus compaeros de agrupaciones y/u organizaciones del pasado. De este modo se pone de relevancia una trama de relaciones que se extiende hacia atrs en el tiempo, as como formas de juzgar las opciones desplegadas por otros excompaeros que informan las prcticas y sentidos del activismo de militantes como Joaqun.

    En segundo lugar, dentro de la trayectoria de vida de Joaqun se destaca un punto de quiebre dentro de su militancia, donde prcticamente se qued solo: la discusin dentro del Peronismo de Base sobre los alcances de la alternativa independiente concretamente, si esta independencia involucraba tambin a Pern. El posicionamiento de Joaqun respecto a una independencia de Pern tension los vnculos con sus compaeros ms cercanos, los calamares, y supuso una importante ruptura que an hoy, en espacios que comparte con sus excompaeros, sale a la luz. El relato de ese momento de su trayectoria evidencia las tensiones que atraviesan su posicin como peronista: por un lado, su vinculacin afectiva con Pern, por todo lo que vivimos, toda la lucha juntos, las cosas que nos pasaron que permea su relato del primer peronismo, su recuerdo de Evita y de la defensa de Pern en 1955. Por el otro, su apreciacin de las limitaciones que implicaba la dependencia de Pern en 1973, que se vincula con su apuesta por la militancia clasista y su posicin favorable a la lucha armada como camino revolucionario.

    La discusin expresada en el binomio dependencia/independencia y el alcance de una alternativa independiente marc la trayectoria de militancia de Joaqun, al punto que he presenciado en paneles de debate cmo otros militantes le recordaban la existencia de este quiebre y su distanciamiento del Peronismo de Base como resultado de l. Retornando al evento descripto al comienzo de este trabajo, cobra otros sentidos el llamado que realiza Joaqun a comenzar a construir la gran alternativa independiente que fue uno de nuestros objetivos que tambin fue frustrado por la gran matanza del 76. En octubre de 2011, sin embargo, los sentidos de la independencia resultaban menos claros: independencia de la burocracia, independencia del gobierno, independencia pero peronismo todas estas definiciones eran provisorias en el intento de conformacin de una coordinacin de organizaciones. Sin embargo, para Joaqun y para otros militantes que compartan el espacio los dilemas a enfrentar, las discusiones y resoluciones

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    posibles remitan a aquellos otros de aproximadamente 40 aos antes. Incluso las caracterizaciones respecto del peronismo como movimiento de los trabajadores y del policlasismo como limitacin, replicaban anlisis producidos en documentos de esa poca por las FAP (ver: Duhalde & Prez, 2003: 181).

    As, el anlisis de la trayectoria de vida de Joaqun y de su construccin como militante ilumina dos disputas en el campo poltico y gremial argentino que perduran hasta hoy, en particular en el sector que constituy el Peronismo de Base, y en general el peronismo de izquierda. La primera, aquella referida al binominio dependencia/independencia de Pern, y en general a la posibilidad de un peronismo que se defina como alternativa de los trabajadores, y que tome un carcter clasista. La segunda refleja las tensiones entre excompaeros producidas por sus trayectorias polticas, de modo que se cuestiona y disputa la legitimidad de algunas de ellas. De modo que la construccin de Joaqun como un militante de toda la vida que ha permanecido fiel a sus compromisos, cobra sentido en contraposicin a los traidores, los burcratas, el aparato constituido de excompaeros.

    Para finalizar: la prctica de vincular pasado y presente

    Retomo aqu algunos puntos del argumento que desarroll. Primero, en las actividades de militancia de Joaqun, el relato de su trayectoria de compromiso poltico y gremial y la apelacin a la experiencia forman parte del trabajo discursivo realizado para fundamentar, legitimar y argumentar sus posicionamientos en las disputas de los espacios en que participa. En este sentido, sostengo que la experiencia constituye una categora utilizada por los militantes que condensa un tipo de saber legitimado en esos espacios, el saber que se desprende de haber transitado luchas, y que supone una performance constante de apelacin a esas luchas, de exhibicin de la propia trayectoria. Segundo, al mismo tiempo, al reconstruir la trayectoria de vida de Joaqun se pone de manifiesto que, lejos de ser simplemente una actuacin para un auditorio, su trayectoria fundamenta una imagen de s mismo que otorga coherencia al conjunto de su vida. Esta coherencia proviene precisamente de una construccin de s mismo como un militante de toda la vida. Tercero, finalmente, la trayectoria de Joaqun y los modos en que se construye como militante en ella cobran sentido en dilogo con las tramas de relaciones y disputas en que Joaqun est y estuvo comprometido: su reconstruccin ilumina disputas que perduran hoy da en el campo poltico y gremial argentino.

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    Para concluir, el anlisis presentado permite dar cuenta de los sentidos puestos en acto en las actividades de los militantes histricos: lejos de tratarse de meras recuperaciones testimoniales de historias de luchas pasadas, en los espacios sindicales estos militantes disputan tanto las lecturas de ese pasado como las opciones del presente, vinculan ambas y transmiten de manera activa una memoria obrera, una historia incorporada para la posibilidad de creacin de lo nuevo (Leite Lopes, 2011: 588).

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