Un Lugar de Esperanza Tema 4

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Esperanza de Sustento

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Esperanza de Sustento

Al entrar en el primer compartimiento del Santuario, llamado Lugar Santo, encontramos la mesa con 12 panes.

Los cuales eran llamados ‘panes de la presencia’, cada sábado debían ser sustituidos por otros nuevos.

Esperanza de Sustento

Esperanza de Sustento

La mesa con panes, nos trae a la mente la idea de alimento y sustento, además de enseñar la lección de que Dios es el supremo proveedor de las necesidades materiales y espirituales de su pueblo.

Una famosa consejera recibía alrededor de 10 mil cartas por mes de personas llenas de problemas.

Cuando se le preguntó acerca de cual era el problema predominante, ella declaró que el mayor problema de las personas

era el miedo.

¿Está usted preocupado con su situación financiera, su empleo, su salario, con las necesidades de su familia?

¿Está usted ansioso por el futuro frente a tanta inseguridad?

Dios está dispuesto a suplir las necesidades materiales y espirituales de su pueblo.

Al hablar a personas preocupadas y ansiosas, Jesús dijo:

“Mirad las aves del cielo, que no siembran ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre Celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?”

Mateo 6:26.

Una de las grandes promesas de la Biblia es la promesa de que Dios puede satisfacer nuestras necesidades. El apóstol Pedro escribió que podemos confiar en Dios, “echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros”.

1 Pedro 5:7.

Si el hambre de alimento físico es una realidad en nuestro mundo, el hambre espiritual también tiene

sus víctimas.

La Biblia habla de un tiempo en que habrá un gran hambre en la tierra, no hambre de pan, sino

hambre de oír la Palabra de Dios.

Amós 8:11-12.

Así como nuestro cuerpo necesita de alimento físico para sobrevivir, nuestra naturaleza espiritual precisa ser alimentada con las verdades de la Palabra de Dios.

“No sólo de pan vivirá el hombre, sino de todo lo que sale de la boca del Señor”.

Deuteronomio 8:3 - Mateo 4:4.

Hay tres actitudes que debemos desarrollar para disfrutar de las promesas de Dios: Confianza, alegría y entrega.

La Palabra de Dios nos exhorta a confiar en Dios.

“Confía en Jehová, y haz el bien; y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad”.

Salmos 37:3.

Confianza

La confianza en Dios es fundamental para desarrollar una expectativa optimista delante de los desafíos y problemas de la vida.

En el mundo en que vivimos, necesitamos enfrentar dificultades y desafíos, pero nunca debemos olvidarnos de que Dios prometió estar con nosotros.

En Isaías 43:2, Dios promete:

“Cuando pases por las aguas , yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”.

Debemos desarrollar la alegría para disfrutar de las promesas de Dios.

La Biblia dice que debemos alegrarnos en el Señor:“Deléitate asimismo en Jehová, y el te concederá las peticiones de tu corazón”.

Salmos 37:4.

Alegría

Algunos disfrutan de los deportes, otros de la música, otros de la pesca.Al hacer estas cosas, las personas sienten una alegría, una sensación de satisfacción y felicidad tan grande, que parecen olvidar el resto de las cosas.

La Biblia nos convidan a tener alegría en Dios. Esta no es una alegría superficial o pasajera, sino la verdadera alegría porque tienen como centro a Dios, y la esperanza de sustento y confort que Él nos ofrece.

Muchas personas buscan alegría en los lugares

equivocados y con las personas incorrectas. Dios es

la fuente de toda la alegría y de una vida feliz.

Entrega“Entrega a Jehová tu camino, confía en Él y Él hará”

Salmos 37:5.

Alegrarse en Dios es tener placer en Él, confiar en Él, entregarse a Él. Cuando usted entrega su vida a Dios, Él le entrega a usted el mayor presente que un ser humano puede recibir: Su Hijo, Jesucristo.

Jesús suple nuestras necesidades.

El mismo Jesús que ejerció poder curando enfermedades, resucitando muertos y multiplicando panes y peces para mitigar el hambre de las multitudes hambrientas, habla hoy a su corazón:

“Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá ser jamás”.

Juan 6:35.

Esperanza de Sustento

Dios colocó su firma en el cheque de sus promesas,

Algunas veces podemos sentir que estamos abandonados y que nada sale bien en nuestra vida

Pero Dios tienen promesas extraordinarias para cada uno de nosotros.

Sólo debemos confiar en Él, y colocar nuestras vidas en sus manos.