Un delirio lusitano - Revista de la Universidad de Mé · PDF filelos poemas de...
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vo: el poema no se inscribe en el presente. no crea una huella de materialidae!. Lo definitivo está en otro lugar quese identif ica con el pasado. Y aquí estála oposición temática- significante dela poesía de Orozco: el poema es transitorio . relativo. mient ras que el tema (eneste caso la noche) es permanencia.global idad. Esta dialéct ica tiene resolución feliz. como dijimos. en el tono delpoema. en la especial cadencia envolvente del ritmo. El verso largo. casi elegíaco. homologa las cosas del mundo.en una poesía donde prima el art ificiode equilibrar la sintaxis y no de descubrir la palabra. La palabra de Oiga Orozco ~stá enca rnada. viene de otro tiempo. No neces ita el estallido signif icantepara seduc ir visualmente al lector . Ellector participa del poema aceptandouna realidad que. como en la fotografía .ya ocur rió. Tal es la realidad de la noche.
Eduardo Milán
Un delirio lusitanoHace algún t iempo nos referramos a unlibro del poeta Francisco Cervantes quelleva el título de Cantado para nadie.Con él su autor obtuvo el premio " Xavier Villaurrut ia" para la mejor obrapoética publ icada en el año de 1982.Decíamos entonces que el nombre deese volumen. Cantado per« nadie. acaso haría refere ncia a la situación delpoeta ante la sordera de la sociedadcontemporánea. donde apenas unospocos parecen interesados en atenderla hondura. a la vez confidencial y reticente . de una poesía en la que lo entrañable aparece muchas veces confu ndido con lo enigmá t ico. y subrayando laesencial soledad de esta poesía a.ñadíamos que en raras ocasiones. como antelos poemas de Cervantes. nos conm ueve una lectura en la que extrañamen tese juntan la graved ad y el ardor de unafiebre lúcida . El aire meditat ivo en quese desenvuelven sus palabras. su extraordinaria sobr iedad. la sabidur ía dellenguaje. su concreta y mister iosa sustanela. están pon iendo de presente laevidencia de una creación realmente
valiosa.
• F... ncisco Cervantes: Aulaga an la marelt..
México. 1983.
"
El nombre de Francisco ' Cervantes.que hasta entonces era apenas conoci do en México y en pequeños círculoshispanoamericanos interesados en elactual desarrollo de la p6esía de nuestra lengua. con el otorgamiento de esepremio ha llegado a alcanzar justificadoy amplio prestigio . Se advierte en lascomposiciones de Cervantes' una voznueva. original. sin reconocibles antecedentes. dueña de una dicción propia .y fundadora. por si lo anterior no bastase. de un personalísimo universo poét ico. Nos da la impresión de que ello haestimulado en gran manera al poeta : sutrabajo ha venido enriquec iéndose enlos últ imos meses con diversos textos.Entre éstos podemos mencionar la selección. prólogo y traducc ión que ha 'hecho del portugués José Regio. nacido en 1901 y muerto en 1960: unospoemas de homenaje al maestro delcine Ingmar 8ergman y. recientemente.las composiciones que. en diciembre de1983. dio a conocer en una " plaquette"con el título de Aulaga en la maralta.Estas últimas vuelven a dar test imon iode su pasión por la lírica galaico portu guesa. Cervantes no se ha contentadocon ser excelente traductor de poetasportugueses modernos. como Fernando Pessoa y José Regio. sino que haquerido recoger la herencia de trovadores provenzales en cancioneros de laEdad Media. Todo ello ha dado ocasióna que se hable del "delirio lusitano"como atmó sfera constante de su mundo poético.
Refiriéndose a este amor se ha hecho notar que él ha llevado al poeta aescribir "desde otra época y aún desdeotra lengua". empleando a menudo laportug uesa. también la gala ico portuguesa. y retrocediendo a la vez enel tiempo varios siglos. Al comentar laaparición de Cantado para nadie dijo elcrítico peruano José Miguel Oviedo :" Verdadero trovar elus. esta poesía deFrancisco Cervantes. sin duda uno delos poetas más desconcertantes deMéxico. nace de la indiferencia por ellenguaje de este t iempo y de su fasci nación con una trad ición retórica remota y con el mundo histórico-legendar ioque la sustentó . Aunque desde el prin- .cipio estuvo tratando de recrear la atmósfera de los cantares de gesta. ahoraesta obsesión ha alcanzado una precisión y un fervor totales: el sueño deCervantes tiene la forma de la poesíagalaico-port uguesa y alienta los idealeslusitanos del medievo". Cierra su nota
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el ensayista peruano señalando: " Difícilhallar en nuestro tiempo un po8ta cuyas visiones sean tan remotas. tanidealizadas. Los románt icos adoraron elmedievo y la poesía de los trevadores.;que alguien lo haga ahora es insólito..aparte de signif icar otra cosa. Aunque .no siempre comprendo el gesto. en ningún momento creo que la de Cervanteses mera retórica art ific iosa: él cree f irmemente en el mundo que sueña. Sabeque su viaje no tiene destino. pero ¿quérecurso le queda sino hacerlo?: ·¿A .dónde regresar si sólo evocas?'. se pregunta a sí mismo."
ESa pasión vuelve a aparecer ahoraen los poemas de Aulaga en la maralta: .materia lizada en una expresión luminosa de punzante melancolía. Y como an- 'tecedente de esta fúga a otra época y aotro idioma merecería recordarse que,por ejemplo. los trovadores españolescompon ían en gallego-portugués. unalengua que no era la suya propia dadapor la geografía y por la historia. Y que '.tampoco los trovadores catalanes utili zaron su habla sino la provenzal. Repitamos que lo extraord inario es que ennuestros años un poeta nada desinteresado de la agitación contemporánea.como Francisco Cervantes. sea capazde vivir experiencias semejantes:
El amor dijo. ¿lloras?,Nunca veré otra vez . , •esta luz sobre la tie rra. respondí. ~Ni aquí mismo siquiera.. .(Perdonad la coincidencia) Eraen
. .Queluz.
cerca al menos. a la entrada.Elsol se concretabaen morena. mora suavidad. oh. latersura ,Comimos allí un ritual de platos ybebimospor una unión que fuese placentera.Había un testigo y mis saudadesme desoían pero no yo a ellas.
ElTajo aún corría en secretocuando los párpados me internaronen mis sombras.no siempre oscuras ni dolientes.Lascalles de Lisboa. la Avenida de laLibertad.la Plazade los Restauradores. todovuelve a mí con la dulzuraun poco triste de aquello que nos esindispensabley no se tiene.¿Quésoy. quién o quiénesque no me reconozco en alguien?Doy letra y voz que no aguardé
a las ciudades y seres que me. habitanporque son en mí lo que me dieron yno pierdo.Vivir hoy no me niega haber vividoy el libro de horas que existenciatiene en mí .es un objeto vivo en su conjunto.aunque sólo sentido halle en quien lohojea o lee.cuando se da ese encuentromilagroso y diario.acaso oculto en su misterio a vistas.
En los poemas que integran Au/aga enla mara/ta podrá advertirse que es la .de Francisco Cervantes una de las voces más personales de la poesía hispanoamericana contemporánea. Debería
. añadirse que también una de las másoriginales. Siendo diferente y ajena a ,una cierta común retórica. visible en temas•. formas y lenguaje. que por momentos parece abrumar. empequeñeciéndola , a una extensa zona de losPoemas que. tanto en nuestro conti nente como en España.se escriben hoyen castellano. Bien lo dice José tv1iguel
Francisco Cervantes
Oviedo en las palabras que de él hemoscitado: Cervantes habla muchas vecesdesde otra época y aún desde otra lengua. como situándose fuera de nuestraedad. apasionado de un mundo en elque lo histórico se confunde con lo legendario . Y aún si el poeta se enfrenta alas presencias actuales. aquellas conlas que en la calle convivimos a diario.también un resplandor pretérito parececircundarlas con un nimbo de idealización y lejanía:
Lugares de reuniónlo fueron todos.aquella noche que. semidesnuda .del balcón me despedías. esperandoque tu conmovedora hermosura mehiciera regresar al lecho tuyo.Yo supe verlos como eran:desérticos. miserables . dolorososya sin tí.Pero Lisboa. Lisboa siempre fue másbella que tú misma.más bella que el destino y que suhistoria.
Fernando Charry Lara
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Vértigosargumentales
Me propongo leer un moralista de laotra América. La geografía en este casonos abruma de ecos. y tanto. que casiborra la fuerza del sustantivo "moralista" . Porque ¿cómo un dedicado a escudriñar las borrosas motivaciones huma..nas. sus lemas declarados y escondidos. las duras virtudes. y las otras. lasgenerosas máscaras del propio.interés.puede venir de un paisaje teórico queimaginamos hecho de ingenuidad audaz. espíritu deportivo y discreta lucidez analítica 7 Quien lea el libro Lamuerte en cuestión podrá responderesta pregunta. Thomas Nagel abordalos prob lemas más tradicionales -lamuerte . el absurdo. la suerte moral. laguerra. , . -y otros que no lo son tanto - la perversión sexual. la crueldad enla vida pública . las relaciones entre la ética y la biología ... - y lo hace con lucidez y penetrac ión. devolv iendo frescuraal trato con esas dificultades; inclusoles descubre aspectos inusitados.
La tradición analít ica procura al comienzo -entre los años 30 y los 60neutral idad frente a sus objetos de estudio : en moral elucida el uso de palabras seleccionadas por su papel tenidocomo centra l en el lenguaje normativo.digamos. "bueno" . " malo" . "deber"."poder". para luego dedicarse a aplicaresos análisis a ejemplos muy simples (aveces. más bien. simplemente alarmantes). Detrás de esas austeridades -deesos aburr imientos- no s610 había teo- .rías falsas sobre el lenguaje y la moralidad. sino tamb ién una enfática ausenciade experienc ias que no fuesen eso queAlejandro Rossi acertadamente llamóel " Laberinto de los profesores" . laberinto que no se puede romper más quedesde afuera : desde la investigaci6ncientífica . y en general. desde la aten-oci6n minuciosa a las complejas. y a menudo trág icas. prácticas en que nos debatimos cot idianamente. En torno alCírculo de Viena. la filosofía analíticanaci6 de una ruptura te6rica con ese laberinto : de una sustituci6n de las teorías de la ciencia -ficci6n hegeliana. por .teorías de las ciencias reales. A su vez.para los j6venes norteamericanos delos 60 . pisar el césped si uno está apurado o usar la alberca si hay sequía.de-
• Thom.. Negel: Le muene en cuesti6n. Enuros sobre le vide humena. f'CE. México.1981 .