Un buen político

1
1 Apasionado. No basta con ser un buen profesional de la política, hay que amar la profesión y creer firmemente en lo que se hace. 2 Talentoso. Hay que disponer de 'talento político', una mezcla de espíritu de justicia y sentido estratégico, alguien con principios pero al mismo tiempo agudo, que se anticipa a los acontecimientos y se adapta rápidamente a las situaciones. 3 Asesorado. Todo político necesita estar bien informado y además ofrecer una buena imagen. Para ello es fundamental que trabaje junto con un adecuado asesor o asesores que le ayuden y aconsejen en estas tareas. 4 Realista. Es cercano a la realidad del mundo y tiene que ser capaz de marcarse objetivos y metas factibles, posibles de alcanzar. 5 Innovador. El buen político innova con intención de recuperar o preservar los componentes y funciones que dan valor a las propiedades de su proyecto. Pero también valora enormemente la experiencia. 6 Decidido. Tiene carácter y es consciente de que cada decisión u opción que escoge, le supone unas ganancias y unas pérdidas. 7 Prudente. Es sensato y abarcará aquello a lo que realmente pueda dar una respuesta eficaz. 8 Astuto. El político necesitará cautela en sus relaciones sociales, saber cómo y cuándo decir las cosas. Se trata de no engañar pero también de no ser engañado. 9 Responsable. Debe ser muy consciente de que siempre tendrá que responder ante alguien y de algo. Todos sus actos y sus consecuencias deben ser responsables porque conllevan una gran influencia en la sociedad. 10 Persuasivo. Es básico un gran dominio del lenguaje y una alta capacidad para explicar las cosas de manera comprensible y razonable, con argumentos honestos y fiables. Decálogo del buen político

Transcript of Un buen político

Page 1: Un buen político

1 Apasionado. No basta con ser un buen profesional de la política, hay que amar la profesión y creer firmemente en lo que se hace.2 Talentoso. Hay que disponer de 'talento político', una mezcla de espíritu de justicia y sentido estratégico, alguien con principios pero al mismo tiempo agudo, que se anticipa a los acontecimientos y se adapta rápidamente a las situaciones.3 Asesorado. Todo político necesita estar bien informado y además ofrecer una buena imagen. Para ello es fundamental que trabaje junto con un adecuado asesor o asesores que le ayuden y aconsejen en estas tareas.4 Realista. Es cercano a la realidad del mundo y tiene que ser capaz de marcarse objetivos y metas factibles, posibles de alcanzar.5 Innovador. El buen político innova con intención de recuperar o preservar los componentes y funciones que dan valor a las propiedades de su proyecto. Pero también valora enormemente la experiencia.6 Decidido. Tiene carácter y es consciente de que cada decisión u opción que escoge, le supone unas ganancias y unas pérdidas.7 Prudente. Es sensato y abarcará aquello a lo que realmente pueda dar una respuesta eficaz.8 Astuto. El político necesitará cautela en sus relaciones sociales, saber cómo y cuándo decir las cosas. Se trata de no engañar pero también de no ser engañado.9 Responsable. Debe ser muy consciente de que siempre tendrá que responder ante alguien y de algo. Todos sus actos y sus consecuencias deben ser responsables porque conllevan una gran influencia en la sociedad.10 Persuasivo. Es básico un gran dominio del lenguaje y una alta capacidad para explicar las cosas de manera comprensible y razonable, con argumentos honestos y fiables.

Decálogo del buen político