Umberto Eco y la hermenéutica

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BiografaNovelista y semilogo italiano (Alessandria, Piamonte; 5 de enero de 1932). Se doctor en Filosofa y Letras en la Universidad de Turn en 1954 con un trabajo que public dos aos ms tarde con el ttulo de El problema esttico en Santo Toms de Aquino (1956). Trabaj como profesor en las universidades de Turn y Florencia antes de ejercer durante dos aos en la de Miln. Despus se convirti en profesor de Comunicacin visual en Florencia en 1966. Fue en esos aos cuando public sus importantes estudios de semitica Obra Abierta (1962) y La estructura ausente (1968), de sesgo eclctico. Desde 1971 ocupa la ctedra de Semitica en la Universidad de Bolonia. En febrero de 2000 cre en esta ciudad la Escuela Superior de Estudios Humansticos, iniciativa acadmica slo para licenciados de alto nivel destinada a difundir la cultura universal. Tambin cofund en 1969 la Asociacin Internacional de Semitica, de la que es secretario.

Se consagr como narrador con El nombre de la rosa (1980), novela histrica culturalista susceptible de mltiples lecturas (como novela filosfica, novela histrica o novela policaca). Se articula en torno a una fbula detectivesca ambientada en un monasterio de la Edad Media el ao 1327; sonoro xito editorial, fue traducida a muchos idiomas y llevada al cine en 1986 por el director francs Jean-Jacques Annaud. Escribi adems otras novelas como El pndulo de Foucault (1988), fbula sobre una conspiracin secreta de sabios en torno a temas esotricos, La isla del da de antes (1994), parbola kafkiana sobre la incertidumbre y la necesidad de respuestas

Baudolino (2000), una novela picaresca -tambin ambientada en la Edad Media- que constituye otro rotundo xito y su ltima obra, La Misteriosa Llama de la Reina Loana (2004). Ha cultivado tambin otros gneros como el ensayo, donde destaca notablemente con ttulos como Obra abierta (1962), Diario mnimo (1963), Apocalpticos e integrados ante la cultura de masas (1965), La estructura ausente (1968), Il costume di casa (1973), La forma y el contenido (1971), El signo (1973), en Tratado de semitica general (1975), El super-hombre de masas (1976), Desde la periferia al imperio (1977), Lector in fabula (1979), Semitica y filosofa del lenguaje (1984), Los lmites de la interpretacin (1990), Seis paseos por los bosques narrativos (1990), La bsqueda de la lengua perfecta (1994), Kant y el ornitorrinco (1997) y Cinco escritos morales (1998).

Es miembro del Foro de Sabios de la Mesa del Consejo Ejecutivo de la Unesco y Doctor Honoris Causa por ms de treinta universidades de todo el mundo, entre ellas, la Complutense (1990), la de Tel Aviv (1994), la de Atenas (1995), la de Varsovia (1996), la de Castilla-La Mancha (1997) y la Universidad Libre de Berln (1998). En 2000 recibi el premio Prncipe de Asturias de Comunicacin y Humanidades y es caballero de la Legin de Honor francesa.

Eco y las metforasEl vehculo metafrico debe entenderse literalmente, pero proyectando su contenido sobre un mundo posible, que representa su tenor A travs de este proceso, podemos dejar de lado el significado denotativo de la frase para imaginar que las rosas se funden y los unicornios son llamas cndidas Sin embargo, el uso de metforas y de la creacin de mundos posibles para entenderlas, no quiere decir que quien las dice no tiene la intencin de decir la verdad

Un anlisis de las metforas tambin requiere del anlisis de la intencin de su autor. Generalmente las metforas que usa van ligadas a cmo percibe el mundo y de sus experiencias con ste. La intencionalidad del autor va necesariamente ligada al contexto situacional donde sea emitida, al igual que su entendimiento, ya que si se toma la metfora sin el contexto se podra dar a dos interpretaciones, una literal y otra metafrica. Para la interpretacin de una metfora es necesario tambin un conocimiento previo del significado denotativo del enunciado.

AbduccinEs un proceso inferencial que se opone a la deduccin en cuanto sta parte de una regla, considera un caso de esa regla e infiere automticamente un resultado necesario. Mientras que la abduccin parte ya del hecho y, mediante la observacin de la repeticin de este hecho, formula una regla que explique esa regularidad, y as deje de ser sorprendente la reaccin al estmulo inicial.

Sin embargo en la comunicacin no es necesaria la formulacin de leyes, sino que se busca una explicacin para desambiguar un acontecimiento comunicativo concreto. Es decir, la abduccin es el proceso que nos permite encontrarle sentido a una palabra o enunciado segn el contexto. Y si no hay contexto, se puede lograr mediante el anlisis de algunas variables, por ejemplo, la persona que la dice.

Eco nos propone un proceso de abduccin hacia la comprensin de las metforas en la medida que encontremos conexin entre las palabras que se dicen y el sentido al que se quiere llegar. A esto tambin se le llama razonamiento por analoga y lo comparten tanto la interpretacin metafrica, la investigacin cientfica y el discurso teolgico. Aunque en la ciencia se usen las analogas para explicar modelos, la nica interpretacin que tienen es la que ha sido asignada por convencin lingstica. Cabe aclarar que para confirmar la validez de una interpretacin, la analoga interpretada debe ser coherente con el contexto. Es decir, la interpretacin metafrica busca leyes vlidas para contextos discursivos

Sobre la interpretacinCuando se hace la lectura de un texto es necesario acercarse a bases tericas que nos orienten en su interpretacin, pues no nos podemos dejar llevar por creencias ni por sentimientos

Que nos lleven a olvidar que la intencin del texto (intentio operis) jams aparece en la superficialidad de este y es alli, en nuestra situacion de lectores, donde realizamos el circulo hermeneutico

Ya que el texto prev lectores con la oportunidad de intentar mltiples interpretaciones

Por ello, nuestra interpretacin de un texto inicia con una pregunta por la intencin de ste; y el mismo Eco preguntaba:

cmo demostrar una conjetura acerca de la intentio operis? A lo cual l mismo responde: La nica forma es cotejarla con el texto como un todo coherente.

Cualquier interpretacin dada de cierto fragmento de un texto puede aceptarse si se ve confirmada y debe rechazarse si se ve refutadapor otro fragmento de ese mismo texto

El lector emprico puede leer de muchas maneras, y no existe ninguna ley que le imponga cmo leer, porque usa el texto como recipiente para sus propias pasiones (Eco, Seis paseos por los bosques narrativos, 1996)

ECO,

Umberto. Los lmites de la interpretacin (1992). Barcelona: Editorial Lumen

Magda. Interpretacin y subinterpretacin: Umberto Eco (2008). http://apostillasnotas.blogspot.com/2008/07/interpretacin-ysobreinterpretacin.html. Consultado por ltima vez en Mayo 6 de 2009.

DAZ,