Tyrtania, El Ser, El Estar, El Caos

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El ser, el estar, el caos y la nada La entropía y el porqué de la complejidad Leonardo Tyrtania Departamento de Antropología UAM-Iztapalapa, marzo de 2015 Existir es producir entropía y no morir en el intento ¿Habría alguna otra manera de existir en este mundo? Todos los procesos, sean físicos, bióticos o sociales –en tanto posibles combinaciones entre ellos– enfrentan el dilema del ser: sólo pueden perpetuarse en un mundo cuya entropía aumenta. El dilema –que no contradicción– del ser, consiste en realidad en “estar o no estar”; sólo puede resolverse temporal y localmente, y eso a costa de más disipación, no menos. Sostener un poco de orden en algún lugar y durante algún tiempo –nada es para siempre– supone producir más desorden y desgaste en el medio, así como en el interior del sistema, mientras la disipación aumenta. El desgaste, la entropía (la cantidad de energía no disponible) que se “produce” en toda transformación energética, obliga a reponer la energía en cantidades crecientes, porque el potencial de trabajo de la energía nunca se puede aprovechar al cien por ciento, y porque no es posible recuperarlo una vez gastado. En este sentido, no existen energías “renovables”, ni “verdes”, ni “limpias”: todas las formas energéticas alteran el medio a su paso. Se puede reponer un leño con otro leño, pero hay que volver a buscar ese segundo leño, y para ello es necesario ir cada vez más lejos. Para obtener energía hay que invertir energía, y eso produce inevitablemente un mundo cuya entropía aumenta. El punto decisivo es que el proceso evolutivo nunca es un proceso aislado, auto-sostenido; es un proceso disipativo que no puede seguir sin un continuo intercambio entre los sistemas participantes, el cual altera el medio en forma acumulativa. En la medida en que mantiene el orden, al mismo tiempo que degrada la energía, el sistema debe enviar al medio parte de la entropía que produce. Un sistema disipativo tiene que compensar las pérdidas, tanto las de su propio funcionamiento como las de la búsqueda y aseguramiento, en el caso de sistemas adaptativos, de los flujos energéticos que requerirá en el futuro. De ahí que sólo pueda operar lejos de y –¡ojo!– alejándose del equilibrio termodinámico, que es el caos total. Pero al mantener, poner a prueba y modificar su propia estructura interna, un sistema vivo 1

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A partir de la teoría de la termodinámica presente en la obra de Richard Adams, el autor analiza los saberes campesinos como aquellos más duraderos y perdurables ante las crisis ecológicas mundiales

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El ser, el estar, el caos y la nada

La entropa y el porqu de la complejidadLeonardo TyrtaniaDepartamento de Antropologa

UAM-Iztapalapa, marzo de 2015

Existir es producir entropa y no morir en el intentoHabra alguna otra manera de existir en este mundo? Todos los procesos, sean fsicos, biticos o sociales en tanto posibles combinaciones entre ellos enfrentan el dilema del ser: slo pueden perpetuarse en un mundo cuya entropa aumenta. El dilema que no contradiccin del ser, consiste en realidad en estar o no estar; slo puede resolverse temporal y localmente, y eso a costa de ms disipacin, no menos. Sostener un poco de orden en algn lugar y durante algn tiempo nada es para siempre supone producir ms desorden y desgaste en el medio, as como en el interior del sistema, mientras la disipacin aumenta. El desgaste, la entropa (la cantidad de energa no disponible) que se produce en toda transformacin energtica, obliga a reponer la energa en cantidades crecientes, porque el potencial de trabajo de la energa nunca se puede aprovechar al cien por ciento, y porque no es posible recuperarlo una vez gastado. En este sentido, no existen energas renovables, ni verdes, ni limpias: todas las formas energticas alteran el medio a su paso. Se puede reponer un leo con otro leo, pero hay que volver a buscar ese segundo leo, y para ello es necesario ir cada vez ms lejos. Para obtener energa hay que invertir energa, y eso produce inevitablemente un mundo cuya entropa aumenta. El punto decisivo es que el proceso evolutivo nunca es un proceso aislado, auto-sostenido; es un proceso disipativo que no puede seguir sin un continuo intercambio entre los sistemas participantes, el cual altera el medio en forma acumulativa.En la medida en que mantiene el orden, al mismo tiempo que degrada la energa, el sistema debe enviar al medio parte de la entropa que produce. Un sistema disipativo tiene que compensar las prdidas, tanto las de su propio funcionamiento como las de la bsqueda y aseguramiento, en el caso de sistemas adaptativos, de los flujos energticos que requerir en el futuro. De ah que slo pueda operar lejos de y ojo! alejndose del equilibrio termodinmico, que es el caos total. Pero al mantener, poner a prueba y modificar su propia estructura interna, un sistema vivo contribuye al caos en el medio y eso es un verdadero problema que nos tiene en apuros. La dinmica de la expansin /contraccin energtica es de produccin del orden a partir del caos (Prigogine 1977) contribuyendo al caos.Es sumamente difcil reconocer las implicaciones de este razonamiento, porque estamos acostumbrados a pensar la naturaleza en trminos de equilibrio. El concepto de equilibrio es un resabio de la fsica aristotlica. Las cosas en reposo que podemos observar por ac y por all (esos estados meta-estables dependientes del ambiente benigno) y los procesos homeostticos de los sistemas dinmicos (cuando todo parece regresar a su estado anterior) dan la impresin de que el equilibrio es causa final y destino manifiesto de todo lo que sucede en el Universo. Pero ste es precisamente el razonamiento defectuoso que nos impide entender lo que ocurre. Su defecto incorregible consiste en postular una causalidad que operara desde el futuro. Es posible pensar que algo tenga consecuencias en el tiempo hacia atrs? El futuro est en la indeterminacin entrpica (GeorgescuRoegen 1996), no en el equilibrio. Cuando llegue el equilibrio se acabar el futuro y se terminar el tiempo, porque no habr reloj con que medirlo.La produccin de entropa induce creatividadSi la produccin de entropa explica el funcionamiento del mundo, entonces la pregunta es de dnde surge tanto orden. Pues bien, sucede que en ciertas condiciones que los fsicos llaman condiciones de frontera, los bilogos clausura operativa y la teora de sistemas auto-organizacin, las prdidas pueden transferirse a otros lugares y otros tiempos, de tal modo que pueda darse un balance positivo entre el orden y el caos a favor del sistema: el medio paga el mantenimiento mientras puede. En ningn caso se suspende el principio entrpico. La evolucin no transciende ni contradice este principio, antes bien, lo necesita para explicarse. La evolucin es una de las maneras de disipar la energa, un proceso que se inici en el momento de surgir este Universo (Chaisson 2001). La evolucin de la vida participa en la disipacin y la acelera en la medida en que extrae energa y degrada los insumos provenientes del medio. Pero eso no es todo lo que hace. Crea y mantiene estructuras ordenadas aumentando la complejidad de sus arreglos, mientras sea posible transferir la energa de potencial desgastado de unos a otros.Sin una continua transferencia de entropa al medio la evolucin sera impensable. El mundo sera un conglomerado de cosas rgidas sin relacin ni movimiento. A ese estado se refiere el concepto de equilibrio termodinmico, aqul estado en el que todo el potencial de cambio ha sido utilizado. La condicin dinmica de todos los procesos evolutivos en curso consiste en que slo pueden perpetuarse en el interior de este vrtice del devenir que es el rgimen de no equilibrio. El cambio continuo es necesario para seguir en el juego de la termodinmica, que nadie puede ganar, tampoco empatar; el logro estriba en seguir en el juego. La evolucin es cambio, aunque no todo cambio sea evolucin:La evolucin se concibe como un cambio cualitativo provocado por la aparicin de la novedad por combinacin y por la actuacin unidireccional de la ley de entropa. Se debe a la interconexin de los procesos fsicos, qumicos, biticos, econmicos y sociales. La nica ley claramente evolutiva en la fsica es la ley de la entropa (Georgescu-Roegen 1996:395).La produccin de entropa hace que el mundo cambie a cada instante, literalmente. Cada parpadeo nuestro hace que haya menos energa disponible en el Universo y ms desorden alrededor. De modo que mantenerse a flote en este mar de caos exige creatividad. No en los trminos metafsicos de una creacin ex nihilo, sino en los de una combinacin de procesos de diferente procedencia que, de cualquier modo, seguiran su propio camino pero que, una vez acoplados, aumentan su consumo energtico. Es cierto que la evolucin procede por variacin al azar y, en este sentido, es oportunismo puro o como dijo Samuel Butler una chapucera en ausencia de un plan. Sin embargo, a lo largo de su trayectoria los sistemas disipativos memorizan sus xitos y retienen la informacin en diferentes cdigos elaborados sobre la marcha. Esto da como resultado a posteriori una caracterstica emergente: una complejidad in crescendo, proporcional al desgaste entrpico provocado en el medio. La creatividad de los procesos evolutivos est de sobra ilustrada por la diversidad de las formas de vida. El mundo se nos muestra espontneamente catico, selectivamente ordenado y sobrecogedoramente diverso.La complejidad marca la distancia del equilibrioLa interconexin de sistemas de diferente origen y naturaleza produce una variedad de asociaciones, ecosistemas y redes de interaccin. Si se pudiera medir, la complejidad nos dara el grado de distancia de un sistema del estado de equilibrio termodinmico. La complejidad es una propiedad del sistema que indica su estatus disipativo o la tasa de disipacin que sostiene (Adams 2001:66). La disipacin puede ser alta o baja, pero no cero (excepto en un sistema aislado en estado de equilibrio). Los lmites y alcances de la expansin, por un lado, y la complejidad que la acompaa al surgir islas del orden, por el otro, son inciertos, pero cuando se presentan, la evolucin admite procesos de simplificacin y decrecimiento, nunca, sin embargo, de equilibrio. En cuanto al estado estacionario, se trata de un estado en el que la tasa de disipacin permanece constante, no de que se suspende la disipacin como tal. Cuanto ms lejos del estado de equilibrio se encuentra un conjunto un ejemplo que viene al caso es el de la biosfera terrestre ms entropa produce.

El caos que nunca es un asunto externo es productor de las fluctuaciones espontneas, omnipresentes en el Universo desde que ste comenz su singular y enigmtica expansin /contraccin. Si todo fuera tan ordenado como lo postulaba la ciencia decimonnica, no habra condiciones para el surgimiento de nada nuevo. La aparicin de sistemas complejos interrelacionados e interdependientes los as llamados sistemas adaptativos va auto-organizacin obedece a la necesidad que tienen los sistemas abiertos de extraer cada vez ms energa para compensar las prdidas entrpicas irreversibles, constantes y crecientes. Los sistemas disipativos (que son los nicos que pueden evolucionar) extraen la energa y producen la entropa perturbndose unos a otros hasta agotar sus fuentes de recursos. Un torbellino, una reaccin autocataltica, un organismo, un ecosistema o una sociedad dependen de tantos insumos tan variados, que cuando uno slo de ellos escasea y se agota, hace que cambie la estructura del sistema entero o, en su caso, que desaparezca. La entropa circula en todas direcciones y el medio cambia en la medida en la que la produccin de desechos lo afecta. En estas condiciones, no basta con obtener las caloras necesarias para el presente; se necesita invertir energa en dos cuestiones vitales ms: 1) asegurar el flujo constante de energa-materiales-e-informacin a futuro y 2) manejar adecuadamente la deposicin de formas de alta entropa. El costo de estas transferencias es, hay que insistir en ello, un costo creciente, porque contrarrestar las prdidas y manejar los desechos exige una inversin de energa siempre nueva. El desgaste es inevitable, irrevocable y progresivo. En esto consiste, en pocas palabras, el predicamento entrpico de los sistemas termodinmicamente abiertos (open-ended systems). El apuro consiste en consumir cada vez ms energa y no agotar el medio como fuente de insumos, en transferir la entropa a otros sistemas sin asfixiarlos del todo, y en no quedar ahogados en la basura. Lo anterior incluye el ruido o entropa informtica que tambin puede ser agobiante.

La evolucin es una manera de producir entropa

La vida y su evolucin se explican, pues, con la termodinmica de procesos irreversibles, la cual no lo dice todo, pero necesariamente es la puerta de entrada para emprender el anlisis sistmico. Si no fuera por la entropa no habra necesidad de ingenirselas para sobrevivir. Es infantil negar o ignorar el principio entrpico con el que opera la naturaleza y predicar a cambio el equilibrio, la armona y la sustentabilidad, como si la naturaleza fuera un perpetuum mobile de cero desgaste. Proclamar que la humanidad es una excepcin en la naturaleza es otro subterfugio. Por lo que a la dinmica energtica atae, no existe ninguna diferencia ontolgica entre la naturaleza y la sociedad. La evolucin es un viaje sin retorno para todos y el boleto de la entropa lo pagamos por igual. En cuanto a la sociedad, there is no free lunch, como dicen los economistas: no hay sustentabilidad gratuita, ni conservacin sin costos adicionales. Slo es posible crecer o decrecer. Un sistema disipativo no puede quedar estancado y seguir sindolo.

No hay soluciones milagrosas. Todo consumo implica destruccin y se paga. Las conclusiones de la energtica pueden parecer pesimistas, pero el asunto no tiene nada que ver con nuestro estado de nimo individual o colectivo. Quienes califican de deprimente la segunda ley, porque conduce a la muerte trmica del cosmos, tendran que admitir que las predicciones sobre un futuro tan remoto como el del final del Big Bang el cual sigue su curso son intiles. Basta con un poco de sentido comn para admitir que el destino final del Universo est completamente fuera de nuestro alcance. Lo que debera preocuparnos, en cambio, es lo que ocurre mientras tanto aqu y ahora. Y sucede que la entropa opera a cada instante y en todo lugar. Eso lleva a la creacin de sistemas inclusivos auto-replicantes (Adams 2001), lo cual se consigue mediante el comportamiento colectivo. Desde las macromolculas, pasando por las colonias de unicelulares y terminando con las sociedades de sociedades, la fecundidad de la evolucin se debe a que los procesos energticos son irreversibles: desgastantes y creativos a la vez. La evolucin no se dedica a repetir siempre lo mismo. El ADN, por ejemplo, no se copia ni replica; antes bien, se disgrega y reconstruye. Se trata de un proceso increblemente preciso, pero nunca exacto al cien por ciento. Dada la produccin de entropa en todas las transformaciones nada sucede dos veces de la misma manera. "La disipacin de la energa es la fuerza motriz de la evolucin", insiste Ilya Prigogine (1977:442). La dinmica de la expansin /contraccin energtica, la del rgimen lejos de equilibrio, produce simultneamente orden y desorden... en proporcin desigual, desde luego, debido a la actuacin unidireccional de la ley de entropa. Lo natural es sinnimo de irreversible (Planck 1978). En el ciclo de Carnot slo un 30% de energa si todo va bien puede recuperarse para el trabajo, lo dems es desperdicio a manos del calor muerto.

El reconocimiento de estas reglas bsicas del juego nos permite participar en l de manera si no consciente, al menos comprometida con la vida. Los principios de la termodinmica son simples, fundados en ellos surgen mundos complejos y prodigiosos. El nombre del juego es complejidadLa evolucin consiste en escalar niveles de complejidad en un tiempo irreversible que se acaba para todos. Dado ese apremio un apuro debido a la entropa, los sistemas abiertos se agrupan formando redes de intercambio de todo tipo. Un sistema no puede aumentar individualmente su metabolismo ms all de cierto lmite pero, en tanto miembro de una colectividad, s puede aumentar el consumo por va exosomtica. Eso es justamente lo que ha sucedido con las sociedades humanas a lo largo de su historia evolutiva (Gonzlez de Molina y Toledo 2011). El punto es que las sociedades, valga la redundancia, se asocian no slo para obtener energa vital, sino para transferir de unas a otras la entropa que producen.

En cuanto a las sociedades humanas la pregunta es si aprendern algn da a relacionarse con su medio de manera prudente, sin amenazar la base biolgica de la vida. Ser posible que aprendan a calcular el ritmo de su propia expansin en relacin con los ritmos de expansin y reproduccin de los ecosistemas de la biosfera? Lo que s aprendieron las sociedades humanas a lo largo de su corta historia evolutiva, es a conectar distintos ecosistemas entre s y a transferir el desgaste de un lugar a otro. Sin embargo, ese truco por s slo es ya insuficiente, de modo que hay que hacer algo ms que ir transfiriendo la huella ecolgica hacia afuera. No existe un afuera en la naturaleza. Las sociedades humanas en todas sus variantes son tan naturales como los dems productos de la evolucin y participan en los procesos vitales de la biosfera como uno entre muchos actantes. La dinmica energtica y su devenir la evolucin no tienen preferencias por ningn componente en especial. Tampoco tiene la evolucin incorporado un piloto automtico. Depende mucho delpronstico del tiempo y del medio benigno local (Adams 2001) que, en nuestro caso, es la biosfera tal como ha funcionado hasta ahora. Dado que los procesos energticos son irreversibles, no lineales y estocsticos, y como operan en el rgimen fsico fuera del equilibrio, suelen resolverse en medio de fluctuaciones, crisis y bifurcaciones.

Los problemas de la crisis actual no se pueden enfocar, nica ni exclusivamente, entonces, desde la ecologa. No se trata solamente de problemas ambientales o de la destruccin del medio. Los problemas no son externos ni se explican a partir del dualismo naturaleza /sociedad. Son, ms bien, de incertidumbre fabricada (Beck 1998). Las sociedades modernas, aquellas que se embarcaron en la aventura de manipular la energa no humana en grandes cantidades y al margen de los procesos vitales, no han sabido hacerse cargo de los desechos que la industrializacin produce ni mucho menos de la injusticia que engendra. Han ignorado consistentemente el lado oscuro de todo proceso energtico. A lo sumo, reconocen que el desorden es efecto secundario, indeseable o contingente de ese proceso, de modo que la solucin que proponen ahora los mercados consiste en hacer nuevos negocios, esta vez con la contaminacin convertida en mercanca, como es el caso de los as llamados servicios ambientales.

La capacidad humana para desencadenar flujos crecientes de energa no se equipara, en modo alguno, con su escasa habilidad para controlar los flujos subsecuentes (Adams 2001:109). He aqu el problema de fondo. Las sociedades humanas han concentrado su atencin en los procesos que prometen rendimientos a corto plazo y han descuidado la calidad de los mecanismos de realimentacin para el manejo de los remanentes (ibidem). Los problemas de supervivencia de una especie o, ms bien, de sus poblaciones concretas para no hablar de esa abstraccin que es la humanidad nunca tienen solucin definitiva. Tarde o temprano conducen a callejones sin salida y, si no a la extincin, a la disgregacin y la sub-especiacin. En su afn por sobrevivir, las sociedades humanas, como sistemas disipativos que son, se enfrentan al dilema que plantea la produccin de entropa: slo pueden sobrevivir aumentando el gasto energtico. Pero el crecimiento no es cuestin de repetir siempre lo mismo, sino que llega un momento de repartir el gasto entre tamizar la energa de manera ms fina y no ensuciar tanto el medio que nos sostiene. Pues bien, este momento de la curva S (curva de Kuznets) ya lleg. A estas alturas urge asignar presupuestos especiales para limpiar lo que la industrializacin contamin y sigue contaminando. Esto significara sostener la opcin de compartir el mundo con las dems formas de vida, dejar de pensar que la naturaleza ofrece todo gratuitamente y no creernos los dueos de la biosfera. La sociedad humana no puede contravenir los principios de la energtica. Pensar que la cultura tiene como finalidad la apropiacin de la naturaleza es un autoengao. Somos naturaleza, todo lo dems son consecuencias de esta circunstancia. Ahora bien, la par somos seres sociales, naturalmente sociales hasta la mdula, impredecibles y creativos como la naturaleza misma. Como tales, tenemos todo lo necesario para salir del atolladero.

O falta algo? Nos faltar un conocimiento ms preciso, una tecnologa ms potente o, tal vez, un gobierno mundial fuerte? En cuanto al conocimiento, la informacin nunca es ni ser suficiente como para tomar decisiones a lo seguro y sin arriesgar nada. La ciencia no es ms que una interminable discusin sobre verdades pasajeras y mutantes. La tecnologa que produce suele ser exigente y hasta peligrosa para con el medio. Las decisiones en cuanto al uso o rechazo de una determinada tecnologa se da en la arena poltica y en las sociedades modernas en los stanos del poder del dinero. Los intereses creados interfieren despiadadamente desvirtuando las polticas pblicas por completo. El consumo del que depende el mercado libre est desbocado y la basura ya nos alcanz. El crecimiento poblacional tambin, aunque no se mencione mucho el asunto. Por lo dems, el medio del que dependemos, especialmente el que est modificado por lo social, es voluble y cada vez ms inseguro. Sabe la naturaleza algo que nosotros no sepamos? La evolucin, la que postulamos imparcial, multilineal y estocstica (productora de patrones al azar) no tiene intencionalidad alguna. Reconocer la complejidad de la vida y vernos como parte de la misma nos ayudara a ser ms realistas en tanto nuestra difcil y comprometida posicin en la biosfera. Con un cambio de actitud de conquistadores a copartcipes tal vez se nos ocurrirn algunas respuestas ms satisfactorias a los interrogantes que se plantean en el camino, si bien el cambio de actitud no se da gratuitamente.

El problema es grave, se llama ecocidio. Es difcil de detenerlo mientras las decisiones estn en manos de poderes fcticos. En la actualidad, las trasnacionales y el capital financiero subordinan los poderes del Estado debido a la tecnologa de la que se apropian. La dinmica del conjunto lleva al colapso de las instituciones, algo que sucedi con todos los imperios en el pasado (Diamond 2006). La novedad es que en el contexto de la globalizacin los peligros se comparten como nunca antes. Algunos indicadores del estado del mundo sobrepasaron ya el umbral de reversibilidad. Frente a esta perspectiva general, nada promisoria, la pregunta es cmo podra sostenerse una poblacin humana en expansin. Hasta ahora el costo del mantenimiento de esta expansin recae sobre los campesinos del mundo. Segn los datos de la FAO el 80% de la produccin agrcola proviene de las pequeas granjas familiares que utilizan la tecnologa tradicional. La agroindustria solventa el 20% restante con una tendencia al aumento (FAO 2014). La pregunta sobre la viabilidad ambiental a largo plazo de estos dos tipos de produccin antagnicos no es cul de ellos produce ms y mejores alimentos, sino cul produce ms desgaste del medio. Es una pregunta difcil de responder por la imposibilidad de medir la entropa en trminos generales. Si el criterio es la eficiencia medida por mano de obra empleada, los campesinos no son competitivos en el mercado. Con el mismo criterio de hora /hombre como insumo la agroindustria produce milagros. Eso, porque no se toma en cuenta en los clculos el conjunto de los insumos y egresos. El desgaste del sistema y su medio no se considera entre los factores econmicos. De todos modos, aunque se pudiera calcular todo con indicadores razonablemente consensados, a quin le interesa la huella ecolgica que deja en el mundo? Las especies, incluida la humana, se reproducen siempre por encima de las posibilidades del medio.

El punto de inflexinLa dinmica evolutiva de este contnuum que es sociedad-naturaleza es la dinmica de flujos energticos. No se trata de un orden natural de las cosas predeterminado, eterno e inamovible, como ya se argument ms arriba, sino de una indeterminacin entrpica que admite la complejidad de los arreglos, aunque dentro de ciertos lmites. De hecho, la complejidad en s misma no asegura gran cosa. Est a la vista la complejidad suicida de la globalizacin neoliberal que impone la eficiencia econmica medida como la ganancia en el mercado, sin preocuparse en absoluto por lo que sucede en el mundo. Desde la perspectiva evolucionista la pregunta es por la eficiencia ecolgica de los flujos energticos que sostienen la vida. La pregunta que marca el punto de inflexin en el anlisis de los procesos evolutivos sociales es por la posibilidad de un desarrollo basado en baja produccin de entropa. Qu importancia pueden tener las pequeas unidades productivas que ensayan experimentos de produccin /consumo de bajo costo respetando las condiciones ecolgicas locales? Pues s, la tienen, y mucha. No sera por primera vez en la historia de la bisfera terrestre que unidades marginales, variantes no advertidas o formas de vida de bajo perfil presentasen ventajas del ms apto cuando las circunstancias ambientales den un vuelco inesperado. Las ventajas econmicas de la agroqumica se deben a la configuracin del mercado, no a la manera de cmo operan los ecosistemas. Cuando hablamos de mercados alternativos, economas solidarias, precios justos, decrecimiento sereno, desarrollo regional autnomo, modos de organizacin para trabajar juntos y sumamos a lo mismo la gran cantidad de experimentos de agricultura ecolgica que se practica al margen de la economa del mercado, hablamos de la variedad de formas y de la pluralidad de asociaciones que respetan la biodiversidad, materia prima para la seleccin. El mtodo preferido de la evolucin es ensayo y eliminacin del error. Para que funcione, se necesitan insumos muy variados: no slo del sol vive una economa. Los modelos de supervivencia debera decirse de convivencia que se elaboran localmente son fenmenos de autopoiesis, sinnimo sta ltima de la seleccin natural darwiniana. Los ensayos de diferentes modos de existencia (Latour 2013) se necesitan para que la evolucin tenga de donde escoger. Si esperamos, pues, que la evolucin proceda con nosotros incluidos, si fuera posible, debemos esperarlo activamente: construyendo modos de supervivencia compatibles con las condiciones ambientales.

Para que la evolucin social proceda en la direccin que nos conviene en tanto especie biolgica-social se necesita modelos de produccin de alimentos compatibles con las posibilidades de cada medio, modelos verificados localmente, diversos y en cantidades importantes. Porque cuando se desarticule o colapse la economa extractivista basada en el petrleo, los sobrevivientes buscaremos desesperadamente patrones de produccin ecolgicamente viables. Sera mejor que nos moviramos conscientemente en esta direccin, la del decrecimiento sustentable (Latouche 2009), porque cuando acabe la economa de casino que vivimos ahora, no sern las tarjetas de plstico las que nos podrn dar de comer. El complejo agroindustrial-militar-financiero por ms complejo y entrpico que sea no es el que podr imponer sus reglas de juego a las del funcionamiento de la biosfera. Lo que s tiene futuro es la complejidad basada en ecopoiesis. La ecopoiesis es la auto-organizacin de sistemas disipativos aplicada, en el caso que nos ocupa, a los sistemas que producen alimentos y los dems insumos, en reciprocidad con el medio local, la regin, la cuenca y as sucesivamente, hasta integrar los espacios productivos en una red de economas ecolgicamente sostenibles a partir de una mnima produccin de entropa. Utpico? Si la utopa es el no lugar fuera del tiempo, entonces la ecopoiesis es prcticamente lo contrario. Si bien la utopa sirve para imaginar un mundo posible, es la ecopoiesis la que se encarga de su realizacin. Nosotros podemos favorecer condiciones para que suceda, si estamos de acuerdo.La evolucin es un gigantesco experimento autopoitico, proceso de dimensiones csmicas, que en sus caractersticas constitutivas est fuera del control humano. Aun as, como individuos, asociaciones o entidades sociales podemos implementar ciertos controles en el sentido de dispositivos para desencadenar o inhibir flujos energticos particulares. El factor completamente fuera del control, la variable independiente, es la produccin de entropa en todo lo que sucede. Entender las consecuencias de esto es entender el margen de creatividad que nos queda. Ese margen no est en apropiarnos de la naturaleza, sino en estar en la vida.Si no aprendemos cmo compartir el mundo sentencia Bruno Latour pronto no habr ms mundo que compartir. Ninguna parte de un todo puede controlarlo, de modo que deberamos preocuparnos por la participacin en un mundo comn. ste ser resultado de un proceso ecopoitico o no ser nada. Un mundo as se construye por s mismo a partir de una visin desde el interior de un tejido de reciprocidades, una compenetracin de percepciones ntimas y modos de subsistir, una visin compartida de lo que hace falta, aqu y ahora, como una expresin del sentido comn de la gente que habita una casa, un pueblo, un valle o una regin (Rahnema y Robert 2008:87). Es posible tejer estas reciprocidades, porque ambos, las sociedades humanas y el medio del que forman parte, son fenmenos naturales en tanto flujos energticos que transportan informacin (Adams 2001). En un Universo en expansin, como en un inmenso ocano del caos, en ciertas condiciones singulares surgen islas de orden, las que se deben a la produccin de entropa, la que al mismo tiempo aumentan. Sera ingenuo ignorar el principio entrpico en el funcionamiento de nuestro mundo. Con la prdica del equilibrio y la harmona no se podrn exorcizar sus efectos, que son simultneamente positivos y negativos. La nica ganancia en el juego de la termodinmica consiste en no quedar fuera de l. Con una poblacin de 6 mil millones de habitantes en el mundo no es posible seguir saquendolo sin pagar el precio que el manejo de la entropa exige. El futuro de un sistema complejo depende de la informacin que ste pueda intercambiar con su medio, pero con delicadeza y sin prisas, pues ya no ser la conquista de la naturaleza la que nos conduzca en nombre de Dios y el progreso a hacer Amrica en otros planetas en un luminoso porvenir intergalctico. BibliografaAdams, Richard N., El octavo da. La evolucin social de la autoorganizacin de la energa. UAM, Mxico 2001. (Traduccin de The Eight Day. Social evolution as the self-organization of energy, University of Texas Press, Austin 1988.) Beck, Ulrich, La sociedad del riesgo global. Siglo XXI de Espaa Editores, Madrid 1998.

Chaisson, Eric J., Cosmic Evolution. The Rise of Complexity in Nature. Harward U. Press, Cambridge 2001.

Diamond, Jared, Colapso. Por qu unas sociedades perduran y otras desaparecen. Random House Mondadori, Mxico 2007. [Nueva York 2005]Georgescu-Roegen, Nicholas, La ley de la entropa y el proceso econmico. Fundacin Argentaria, Madrid 1996.

FAO, El estado mundial de la agricultura y la alimentacin 2014. Informe anual disponible en la Red.

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