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Investigaciones Geográficas, Boletín del Instituto de Geografía, UNAM Núm. 52, 2003, pp. 117-136 Turismo, globalización y medio ambiente en el Caribe mexicano Juan Córdoba y Ordóñez* Recibido: 14 de julio de 2003 Ana García de Fuentes** Aceptado en versión final: 7 de octubre de 2003 Resumen. Globalización y turismo adquieren la connotación de sinónimos en el Caribe mexicano, que en los últimos 30 años ha pasado de ser un territorio de frontera, prácticamente despoblado, a recibir más de seis millones de visitantes anuales. A partir de los patrones de ocupación territorial generados por la actividad turística -identificados en trabajo de campo mediante un análisis fisionómico- se analizan algunas implicaciones de la compleja relación que guarda el turismo con el desarrollo, en términos humanos y no sólo económicos, y con el medio natural y cultural caracterizado en la región por una gran diversidad y, al mismo tiempo, por una gran fragilidad. Palabras clave: Turismo, desarrollo, desarrollo humano, globalización, sustentabilidad, patrones de ocupación del territorio. Tourism, globalization and the environment in the Mexican Caribbean Coast Abstract. The terms globalization and tourism tend to be regarded as synonyms in the Mexican Caribbean, an area which shifted from a virtually uninhabited borderline territory to a tourism center receiving over six million visitors per year. Territorial occupation patterns derived from tourism -identified during field work through a physiognomic analysis- were used to investigate some of the implications of the complex relationship between tourism and development, the latter including not only economic but human factors, as well as with the natural and cultural environment characterized by both a great diversity and a great fragility. Key words: Tourism, development, human development, globalization, sustainability , territorial occupation patterns. INTRODUCCIÓN El turismo es un vector de la globalización, porque promueve flujos financieros, de mer- cancías, de personas y de ideas a nivel pla- netario. En términos más específicos, se ha resaltado la importancia del turismo en rela- ción con su impacto en la industria de la construcción, en los sistemas de transporte, el movimiento de divisas, la generación de empleos y la penetración de empresas trans- nacionales y de modelos culturales exóge- nos (Hiernaux, 1989). En el escenario mun- dial, los flujos de turismo tienen un marcado componente Norte-Sur (Dollfus, 1990; Vera, et al., 1997; Veltz, 1999), desde países con elevado estándar económico y en los que la civilización del ocio forma parte de los modos de vida, hacia países en los que a menudo existen deficiencias básicas de bienestar social y en los que las condiciones de trabajo no permiten la concepción de un tiempo libre dedicado al ocio. A nivel mundial, la actividad turística re- presentó en el 2000 un movimiento de 693 millones de personas y de más de 463 mil millones de dólares americanos (WTO, 2001), siendo considerada como la actividad económica más dinámica del sector servicios y una de las más importantes actividades generadoras de riqueza a escala planetaria (OMT, 1998). En este contexto, México ha ido ganando posiciones entre los destinos *Departamento de Análisis Geográfico Regional y Geografía Física, Facultad de Geografía e Historia, Universidad Complutense de Madrid, Ciudad Universitaria, 28040, Madrid, España. E-mail: [email protected]. **Departamento de Ecología Humana, CINVESTAV-Unidad Mérida, Antigua Carretera a Progreso Km. 6, 97310, Mérida, Yucatán, México. E-mail: [email protected].

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Investigaciones Geográficas, Boletín del Instituto de Geografía, UNAMNúm. 52, 2003, pp. 117-136

Turismo, globalización y medio ambiente en el Caribemexicano

Juan Córdoba y Ordóñez* Recibido: 14 de julio de 2003Ana García de Fuentes** Aceptado en versión final: 7 de octubre de 2003

Resumen. Globalización y turismo adquieren la connotación de sinónimos en el Caribe mexicano, que en los últimos30 años ha pasado de ser un territorio de frontera, prácticamente despoblado, a recibir más de seis millones devisitantes anuales.

A partir de los patrones de ocupación territorial generados por la actividad turística -identificados en trabajo de campomediante un análisis fisionómico- se analizan algunas implicaciones de la compleja relación que guarda el turismocon el desarrollo, en términos humanos y no sólo económicos, y con el medio natural y cultural caracterizado en laregión por una gran diversidad y, al mismo tiempo, por una gran fragilidad.

Palabras clave: Turismo, desarrollo, desarrollo humano, globalización, sustentabilidad, patrones de ocupación delterritorio.

Tourism, globalization and the environment in theMexican Caribbean CoastAbstract. The terms globalization and tourism tend to be regarded as synonyms in the Mexican Caribbean, an areawhich shifted from a virtually uninhabited borderline territory to a tourism center receiving over six million visitors peryear.

Territorial occupation patterns derived from tourism -identified during field work through a physiognomic analysis-were used to investigate some of the implications of the complex relationship between tourism and development, thelatter including not only economic but human factors, as well as with the natural and cultural environmentcharacterized by both a great diversity and a great fragility.

Key words: Tourism, development, human development, globalization, sustainability , territorial occupation patterns.

INTRODUCCIÓN

El turismo es un vector de la globalización,porque promueve flujos financieros, de mer-cancías, de personas y de ideas a nivel pla-netario. En términos más específicos, se haresaltado la importancia del turismo en rela-ción con su impacto en la industria de laconstrucción, en los sistemas de transporte,el movimiento de divisas, la generación deempleos y la penetración de empresas trans-nacionales y de modelos culturales exóge-nos (Hiernaux, 1989). En el escenario mun-dial, los flujos de turismo tienen un marcadocomponente Norte-Sur (Dollfus, 1990; Vera,et al., 1997; Veltz, 1999), desde países conelevado estándar económico y en los que la

civilización del ocio forma parte de losmodos de vida, hacia países en los que amenudo existen deficiencias básicas debienestar social y en los que las condicionesde trabajo no permiten la concepción de untiempo libre dedicado al ocio.

A nivel mundial, la actividad turística re-presentó en el 2000 un movimiento de 693millones de personas y de más de 463mil millones de dólares americanos (WTO,2001), siendo considerada como la actividadeconómica más dinámica del sector serviciosy una de las más importantes actividadesgeneradoras de riqueza a escala planetaria(OMT, 1998). En este contexto, México haido ganando posiciones entre los destinos

*Departamento de Análisis Geográfico Regional y Geografía Física, Facultad de Geografía e Historia, UniversidadComplutense de Madrid, Ciudad Universitaria, 28040, Madrid, España. E-mail: [email protected].**Departamento de Ecología Humana, CINVESTAV-Unidad Mérida, Antigua Carretera a Progreso Km. 6, 97310,Mérida, Yucatán, México. E-mail: [email protected].

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turísticos más relevantes, llegando a situarseen el octavo lugar del ranking mundial porafluencia de viajeros en 2000, aunque aúnestá relegado al onceavo puesto por capta-ción de divisas (WTO, 2002). Dentro delpaís, el estado de Quintana Roo es el prin-cipal receptor de turistas, con un 24% dela afluencia total de visitantes extranjeros(SECTUR, 2003).

El análisis del impacto del turismo en paísesque, como México, se tipifican como econo-mías capitalistas emergentes (Dabat, 1994)tiene especial interés, porque en este tipo depaíses la dialéctica turismo/desarrollo puedetener un significado ambiguo. En este senti-do, el acusado enfoque ambiental de cien-cias como la Economía y la Ecología respec-to a las consecuencias de las actividadeshumanas sobre el deterioro del medio olvida,a menudo, que el concepto francés originalde "environnement" (entorno/contorno, encastellano, en sentido estricto) expresa larelación interactiva entre los grupos socialesy su entorno natural, resultando un medioambiente simbiótico que es consecuencia dela acción de esos grupos sociales sobre elsustrato físico que los soporta y al que mo-delan con sus técnicas.

Esta tendencia ambientalista en los estudiossociales, que se ha justificado como unreencuentro entre la Economía y la Ecologíahacia los años ochenta del pasado siglo,está incurriendo en neo-determinismos detipo social que no se deberían justificar en unmundo libre (Córdoba et al., 2000). La capi-talización del medio natural y la fotosíntesisdel grupo social propuestas por algunosinvestigadores (Sachs, 1993; Riechmann,1995) es un claro reflejo de la subordinaciónde los intereses sociales a los interesespolíticos y económicos en el mundo de-sarrollado y tiende a convertirse en lo queotros investigadores han denominado el"invento avasallador" del hombre blanco paramantener su supremacía en el sistema glo-bal de relaciones (Escobar, 1995).

En esta dialéctica han surgido, desde losaños setenta del siglo pasado, neologismosque carecen de una definición consensuada:los conceptos de desarrollo sostenible y deecodesarrollo encuentran su paralelismo ennuestro campo de trabajo en conceptos co-mo turismo sostenible y ecoturismo, cuyaimprecisión es manifiesta cuando tratan deaplicarse en los países donde deberían tenermayor acogida.

Para algunos investigadores, las principalescríticas a esta nueva intervención del Nortesobre el Sur se están produciendo en elcampo de la Ecología política; Watts yMcCarthy (1997), por ejemplo, sostienen quelas críticas post-modernas al desarrollo pue-den abrir una nueva vía a la extraordinariacomplejidad de las relaciones que existenentre desarrollo y medio ambiente.

Sin embargo, los enfoques post-modernosno podrán resolver sus propios plantea-mientos si no aceptan que el diálogo local-global pasa necesariamente por la conside-ración de las escalas medias que lo arti-culan, es decir, utilizando los enfoques regio-nales que propone la Geografía. En estamisma línea, se insiste en la idea de que losgeógrafos también deberían esforzarse enretomar el viejo concepto francés de environ-nement (resultado de la relación simbióticadel ser humano con un medio que ya casinunca es natural, porque está antropizado),tratando con precaución el neologismo am-bientalista anglosajón que se antoja reduc-cionista cuando trata de identificar el concep-to de "environment" sólo con los componen-tes no humanos del medio.

Algunas reflexiones sobre el turismo y eldesarrollo en los países del Tercer Mundo

Las relaciones entre turismo y desarrolloparecen indiscutibles, aunque podrían serlosi se profundiza en el concepto de desarro-llo, polémica en la que no se entrará.

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Desde una perspectiva económica, el turis-mo es una actividad motora porque aportarecursos financieros, anima ciertas activida-des económicas de forma directa (hoteleríay otros servicios turísticos) o inducida (cons-trucción, servicios en general) y, sobre todo,favorece la reconversión productiva. Desdeuna perspectiva social, el turismo tambiénpromueve serias transformaciones porqueinterviene activamente en la alteración de losmodos de vida tradicionales y, principalmen-te, modifica la estructura socio-profesional.

Desde la perspectiva espacial, el turismotambién es agente de desarrollo porque fo-menta la modernización y creación de in-fraestructuras básicas en las que después seapoyarán otras actividades y porque lima lasdesigualdades regionales en la medida enque ciertas áreas pueden servirse de susrecursos patrimoniales (naturales y cultura-les) para paliar sus deficiencias de capitali-zación industrial o agropecuaria.

Desde el punto de vista geográfico, el tu-rismo como motor de desarrollo regional hasido bien estudiado en la cuenca medite-rránea (Lozato-Giotart, 1990): hoy es biensabido que el turismo ha tenido una in-fluencia directa en el salto de países comoEspaña, Grecia o Portugal hacia el PrimerMundo (Fernández 1991a, 1991b); en estosmismos países y en otros, como Francia eItalia, el turismo ha permitido limar las desi-gualdades regionales debido al dinamismoeconómico y social que han introducido enregiones de escasa competitividad en elmarco industrial (Friangialli, 1994).

También empieza a conocerse el papel delturismo como motor de desarrollo en el Ter-cer Mundo (Dickenson et al. 1996). En algu-nos países, como las pequeñas islas tropi-cales, se ha convertido en una nueva formade especialización productiva que las hainsertado en el escenario global (Maldivas,Seychelles, Polinesia, Antillas, etc....), aúnmás cuando unen a este recurso su con-

dición de paraísos fiscales (Bahamas, Cay-man, etc....).

Sin embargo, en algunos países grandes delTercer Mundo, la importancia del turismo sediluye debido a su interacción con otros ele-mentos del sistema productivo y aunque suaportación al PIB sigue siendo creciente,ocurre como si en estos países el turismo nolograra tener ese papel de motor que lespermita dar el salto hacia delante. México,Cuba, Brasil, Venezuela o Colombia en Lati-noamérica; Marruecos, Túnez, Egipto o Tur-quía en el ámbito mediterráneo; Malasia,Tailandia o Indonesia en el Sudeste asiáticoson ejemplos de cómo las aportaciones delturismo se desvanecen, debido sin duda aproblemas sociales, políticos y económicosque son estructurales y que impiden salir asus pueblos del círculo de la pobreza.

Las relaciones entre turismo y desarrollo, noobstante, no se pueden generalizar más alláde estas consideraciones, debido sobre todoa dos hechos concretos: a) el grado de im-plantación de las actividades turísticas y elmedio preexistente en el que se producen;b) la difícil evaluación de sus efectos, siendoéstos de consecuencias más cualitativas quecuantitativas.

Respecto al primer hecho, trabajos como losde Butler (1980) o el más reciente de Fayós-Solá (1996) apuntan que el turismo es unaactividad cíclica, tanto desde el punto devista diacrónico (el ciclo de la vida de Butler)como desde el punto de vista productivo(modelos artesanal, fordiano y postfordiano).En esta misma línea hay que tener en cuen-ta, además, que el turismo, con indepen-dencia de su modelo productivo o de la eta-pa cíclica en la que se encuentre, es unaactividad que se sobreimpone a ecosistemaspreexistentes; en este sentido podríamos ha-blar de un turismo fronterizo, que se instalasobre medios poco antropizados que puedenllegar a ser verdaderos espacios vírgenes, yun turismo que se sombreimpone, en sentido

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estricto, a medios ya antropizados y que sesuele considerar como una etapa más en elproceso de desarrollo económico y social.

Respecto a la segunda cuestión, hay unaserie de impactos del turismo que debenevaluarse con cuidado porque si bien pue-den ser positivos en el orden estadístico omacroeconómico, en el orden social y enescalas de detalle pueden ser nocivos o, porlo menos, no cuantificables. Podrían señalar-se al menos dos grandes problemas en estesentido:

ficación...) a la desestructuración delas células familiares, hasta riesgosmuy serios para el patrimonio históricocomo evidencian las alarmas provoca-das ya en Europa (torre de Pisa, cue-vas de Altamira, Alhambra de Grana-da, etc....).

Todos estos argumentos hacen que sea muydifícil diagnosticar a largo plazo el papel delturismo como motor de desarrollo en los paí-ses capitalistas emergentes como México.Un análisis de detalle en la costa caribeñade Quintana Roo nos ha revelado que lascontradicciones de la globalización son ma-nifiestas.

El impacto regional del turismo enQuintana Roo

El estado de Quintana Roo, con una super-ficie de 50 843 km2, es uno de los tres queconfiguran la península de Yucatán, unaavanzadilla terrestre que separa al Golfo deMéxico del mar Caribe.

Desde el punto de vista geográfico, la pe-nínsula de Yucatán tiene todas las especifici-dades que el mundo templado asigna a losterritorios tropicales: desde una biodiver-sidad muy rica con un elevado componentede especies endémicas (Espejel, 1987), has-ta contrastes sociales extremos que contra-ponen el 1.47% de la población con lossalarios más elevados al 73.42% de la po-blación con los salarios más bajos (INEGI,2000). Como territorio mesoamericano, lapenínsula goza además de un patrimoniocultural que ha sobrevivido a varias oleadascolonizadoras, siendo actualmente uno delos principales refugios de la civilizaciónmaya. La península constituye, finalmente,una región marginal dentro de México, lo queha potenciado su carácter de territorio fron-terizo en todos los sentidos, desde la pre-servación de una amplia superficie de espa-cios protegidos hasta la puesta en marchade ordenaciones territoriales faraónicas en el

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1. El turismo genera una monetari-zación exagerada en las sociedadesdonde se implanta sin que existan pro-cesos de adaptación. Una de las mani-festaciones de este problema es elencarecimiento de un suelo que antesno tenía valor y que produce ocupa-ciones y apropiaciones desordenadas.Otra manifestación es la aparición denuevas necesidades y, en consecuen-cia, de nuevas privaciones que pue-den desembocar en los efectos másperversos del desarrollo (migracionesdescontroladas, delincuencia, prostitu-ción, etc..) en sociedades que antestenían sus propios mecanismos deequilibrio.

2. La capitalización del turismo valoraesencialmente las plusvalías que ge-nera, pero rara vez se detiene a con-templar el desgaste de los bienesraíces, esto es, del patrimonio naturaly cultural que aportan las regionescomo recursos endógenos. Si bien eldeterioro del medio natural, a veces deforma irreversible, es tema de plenaactualidad, también hay deterioro delpatrimonio cultural: aculturación, in-dustrialización del artesanado, cam-bios drásticos en los modos de vidatradicionales que adoptan perspecti-vas muy diversas, desde la perversióndel empleo (subempleo, falta de cuali-

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campo de la colonización agraria y másrecientemente en el campo del turismo.

Dentro de la península, el estado de Quin-tana Roo ha sido históricamente un territoriode frontera por excelencia. Este hecho se havisto potenciado por su medio natural deselva tropical, de difícil penetración, por sucarencia de metales preciosos o de otrosmetales útiles a la industria, bases de la ex-plotación colonial y decimonónica. Despuésde la independencia, a raíz de la Guerra deCastas (1847-1850), el territorio se convirtióen espacio de refugio para los mayas rebel-des y aún fue coto de caza de esclavos yhasta presidio político durante el porfiriato.Todos estos factores contribuyeron a la es-casa integración del territorio no sólo en elámbito mexicano sino en el estrictamentepeninsular de forma que Quintana Roo no seconstituyó en estado independiente de lafederación mexicana hasta 1974.

En 1970 Quintana Roo tenía sólo 88 000 ha-bitantes y si bien su densidad promedio erade 1.7 hab/km2, la distribución de su pobla-ción era muy desigual (SIC-DGE, 1970); elnorte, salvo las islas de Cozumel y Mujeres,estaba prácticamente deshabitado, mientrasque el centro mantenía un poblamiento indí-gena disperso; como resultado de las políti-cas de colonización dirigida, la mayor partede la población se concentraba en el sur,donde se encontraba la capital del territoriofederal. En cuanto al turismo, los antece-dentes se remontan a 1950 cuando EstadosUnidos establece en la isla de Cozumel unaeródromo de interés geopolítico, que esaprovechado por algunos visitantes con finesturísticos; en 1959 se terminó la carreteraque enlaza Yucatán con el resto de México yempresarios locales empezaron a construiralgunos hoteles en Cozumel e Isla Mujeres;con la revolución cubana que cerró ese paísal turismo, se incrementó el potencial deestas dos islas que son el precedente delfuturo desarrollo de Cancún, cuyo primerhotel empezó a funcionar en 1974 (Gobierno

del Estado de Quintana Roo, 1987).

En treinta años, a partir del desarrollo deCancún, se han producido grandes transfor-maciones en este estado, que ahora concen-tra los mayores crecimientos demográficosdel país, con tasas anuales del 12% en Can-cún a principios de la década de los noventay de 17% en el municipio de Solidaridad parafinales de esa década (INEGI, 1990, 1996y 2000). Actualmente el litoral de QuintanaRoo es la principal región turística de Méxicoy una de las más importantes del Caribe, con4.6 millones de turistas en 2000, a los que seagrega 1.6 millones de visitantes que lleganen cruceros (Sectur, 2003). De acuerdo concifras estatales, en 2001 se recibieron 7.1millones de turistas y visitantes, a pesar delas condiciones adversas del entorno inter-nacional; 4% más que en el 2000, confirmán-dose la posición del estado como el destinoturístico más importante de México y el Cari-be. La infraestructura hotelera creció 10% enel año, con una oferta de 52 269 cuartos dehotel y 8 000 más en construcción, ademásde ser el mayor receptor de cruceros delpaís, al concentrar el 58% de los turistasdesembarcados (Hendricks, 2001).

En la construcción de la infraestructura turís-tica en el ámbito de estudio destacan, agrandes rasgos, dos períodos:

- Las décadas de 1970 y 1980 corres-ponden al surgimiento y consolidaciónde Cancún, el mayor centro turísticodel país. Este centro surgió y se de-sarrolló en el contexto de la planea-ción capitalista, bajo la política decreación de "polos de desarrollo regio-nal". Englobó un programa oficial deinversión y financiamiento a cargo delFondo Nacional de Fomento al Turis-mo, FONATUR, que dio lugar al naci-miento en la década de los setenta deun centro turístico de primer orden li-gado a la rápida evolución de una con-centración urbana, en un lugar hasta

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El Plan Estatal de Desarrollo 1993-1999(Gobierno del Estado de Quintana Roo,1993), planteó un cambio radical en la polí-tica turística de la región: mientras queCancún quedaba definido como un centropara turismo masivo, basado en sistemas demayoreo y de charters (y cada vez másespecializado en "reventones" de adoles-centes norteamericanos que allí pueden con-sumir alcohol celebrando sus graduación deeducación media), el plan propuso el de-sarrollo de nuevos centros para un turismomás selectivo, más cercano a la naturaleza yrelacionado con la conservación del entornoambiental. Durante la década de 1990 seconsolida así la llamada "Riviera Maya"

extendida entre Cancún y Tulúm y, a partirdel 2000, se inicia el desarrollo de la llamada"Costa Maya", en el sur del estado y cuyocentro es Majahual, donde el criterio domi-nante es el de un turismo de baja intensidad,bajo el esquema del desarrollo sustentable(Figura 1).

Como consecuencia de estos desarrollosturísticos, en sólo treinta años, la estructuraproductiva de Quintana Roo ha cambiadodrásticamente y se ha producido una autén-tica redistribución del equilibrio regional: laregión septentrional del estado, que alber-gaba en 1970 tan sólo el 22.10% de la po-blación estatal, concentra en el 2000 el65.74% de esta población, debido sobre todoa fenómenos de inmigración masiva (SIC-DGE, 1970; INEGI, 2000).

Algunos aspectos fisionómicos delturismo en Quintana Roo

En los centros urbanos que se han desa-rrollado a expensas del turismo en el Caribemexicano destacan tres aspectos: su carác-ter expansivo, de gran consumo de espacio;la privatización, que genera un acceso res-tringido a los atractivos tanto naturales comoculturales; y la gran segregación social yfuncional que aisla los espacios turísticos desu entorno.

En un trabajo preliminar se han llegado a di-ferenciar cuatro grandes patrones de ocupa-ción turística (Córdoba y García, 2001):

1. Centros que son la manifestaciónde un turismo urbano consolidado.Entre ellos, Cancún, Playa del Carmeny Tulúm son los más representativos,aunque se encuentran en un grado deevolución diferente.

2. Centros turísticos urbanos aislados,de los que serían más representativosPuerto Aventuras, Akumal y Chemuyil.

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entonces despoblado (García, 1979).A principios de la década de 1980 seintensificó la construcción de hotelesen Cancún y el ámbito turístico de estaciudad se expandió territorialmente, in-cluyendo la apertura de parques temá-ticos financiados por el estado, comoXel-Há y Xcaret, y alcanzando zonasarqueológicas en un triángulo que tie-ne como vértices el propio Cancúnal norte, Tulúm al sur y Chichén Itzá aleste. Hasta fines de los años ochentaCancún es el único centro urbano deesta región y los emplazamientos dellitoral se limitan a cabañas, campingsy pequeños hoteles de tipo popular.

- A partir de 1990 se inician cambiosimportantes con el desarrollo de unaregión turística de tipo lineal a lo largodel litoral. Esta nueva etapa tienecomo antecedentes las políticas eco-nómicas neoliberales que empiezan aimplementarse en el período guberna-mental de Miguel de la Madrid (1982-1988) y se desarrollan plenamentea partir del régimen de Salinas deGortari (1988-1994), y de los impactosdel huracán Gilberto (1985) que afectóseveramente a Cancún, marcando unainflexión en su posterior evolución.

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3. Focos puntuales de turismo urbano,formados por emplazamientos quellegan a ser de grandes dimensiones,como el Barceló Riviera Maya.

4. Centros ecoturísticos, en los queexiste una cierta diversidad que vadesde los eco-parques temáticos co-mo Xcaret y Xel-Há hasta los postizosneo-lúdicos como el Explorean Kohun-lich, pasando por el modelo de Maja-hual, en pleno proceso de conforma-ción.

Sucintas descripciones de estos patronesayudan a comprender las dimensiones delfenómeno turístico y sobre todo su impactoregional y ambiental en un medio que eraprácticamente virgen hace treinta años.

a) El caso de Cancún

Es ampliamente reconocido que el procesode urbanización en ciudades tercermundis-tas tiene características específicas, entrelas que destacan la segregación funcional ysocial, la inmigración masiva, un crecimientoexplosivo, la existencia de grandes bolsas demarginación, el incremento progresivo en eldéficit de servicios básicos, la demanda degrandes cantidades de recursos como aguay energía, la producción de grandes canti-dades de desechos de elevada capacidadcontaminante, la depredación de los ecosis-temas locales, la vulnerabilidad social y elpredominio de formas de gestión urbana ver-ticales y estrechas que limitan la participa-ción social (Dickenson, 1985; Milian, 1999).Estos problemas han sido detectados paraciudades turísticas litorales por investi-gadores como Hiernaux (1999), Arnaiz yDachary (1994), Pierre y Giotart (1991)y Weise (1996), y en este mismo ámbito pue-de situarse a la ciudad de Cancún concep-tuada como una aglomeración urbana he-terogénea desde el punto de vista pobla-cional y sometida a procesos de transcul-turación que son producto de la diversidad

de estilos de vida, algunos de ellos relacio-nados con índices preocupantes de robos,prostitución y drogadicción.

De manera más específica, Cancún ha sidoobjeto de atención para algunos investiga-dores que se han preocupado por la sosteni-bilidad urbana y por las implicaciones am-bientales del turismo. Oropeza (1999), citan-do a Restrepo (1995), ha resaltado que laciudad de Cancún ha rebasado su capacidadde carga para una población residente en untejido urbano que carece de agua potable enun 25% y de drenaje en un 70% y que adole-ce además de deficiencias graves en los ser-vicios de salud y de transporte. En el ámbitoespecífico del deterioro ambiental, Weise(1996) ha denunciado problemas concretoscomo las agresiones a la laguna de Nichupté(implantación de bancos de materiales, relle-nos indiscriminados para incrementar la su-perficie edificable), el inadecuado tratamien-to de los residuos y en particular de lasaguas negras y una excesiva pavimentacióndel cordón insular.

Cancún se concibió como un centro turísticode nivel internacional orientado a un turismode masas y fundamentalmente dirigido almercado norteamericano. En su diseño sepretendió evitar que la problemática de con-trastes sociales existente conocida en otroscentros (Río de Janeiro, Acapulco, etc..)afectara al turismo. Para ello FONATURregularizó la propiedad de la tierra y realizóla traza urbana bajo un diseño que separatotalmente la zona destinada al turismo, dela ciudad denominada "de servicios".

Cancún es la primera ciudad del país quenace totalmente planificada. Desde el puntode vista urbano se rompe con el patrón de laplaza central y se construye una zonahabitacional de baja altura con un esquemade grandes avenidas donde se ubican losservicios; de ellas nacen calles angostas enforma de pequeños circuitos ejes sin trans-versales. Esta ciudad no tiene vista ni ac-

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ceso al mar, ya que los terrenos costeros semantienen en reserva para futuros pro-yectos.

Este espacio urbano habitacional se des-bordó antes de su nacimiento, ya que lostrabajadores de la construcción se asentaronde manera irregular fuera de los límites pre-vistos para esta ciudad, que estaban deter-minados por la carretera de acceso desdeMérida. A esta primera oleada inmigratoriase sumaron pronto los primeros trabajadoresde la hostelería, cuyo salario resultó insufi-ciente para acceder a las casas ofertadas enla zona planificada, lo que favoreció el creci-miento de Puerto Juárez, la otra cara deCancún, la de asentamientos irregulares ydinámica explosiva hasta nuestros días, y aella se ha sumado actualmente la venta deterrenos del ejido Bonfil en la parte interiorde la Laguna de Nichupté.

El resultado es un aglomerado urbano quedesde su origen presenta una zonificaciónprecisa y en el que se yuxtaponen tresciudades colindantes, pero claramente se-gregadas social y funcionalmente: una paralos turistas, otra para los sectores medios yla tercera para los trabajadores menosfavorecidos (Figura 2). La zona hotelera porsu parte, se ha construido bajo un criterio deprivatización de los atractivos turísticos. Sibien las playas son territorio federal, loshoteles se construyen directamente sobre lafranja de dunas, impidiendo la vista y elacceso a las playas. A diferencia de la mayorparte de los desarrollos turísticos europeos yde los latinoamericanos de la primera mitaddel siglo XX, cuyos planes de urbanizacióncontemplan la existencia de avenidas litora-les que se convierten en circuitos de paseocon una identidad indiscutible, y sobre losque se levantan los hoteles y servicios alturista, desembocando en ellos las princi-pales avenidas de la ciudad, en Cancún laavenida principal se construyó detrás de loshoteles y sirve para comunicar a éstos conla ciudad y con los centros comerciales, de

forma que carece de su función de paseolitoral y contribuye a aislar al turista delentorno.

El modelo de Cancún, de playas privadas, seasemeja al de Miami, pero llevado a susmáximas consecuencias, ya que el turistaque accede por vía aérea a la ciudad notiene contacto con ella ni con la poblaciónresidente; para ésta, la zona turística está"controlada" de forma no oficial, pero sí bajoun esquema clasista que cuestiona y conmi-na a abandonar la zona a vendedores ambu-lantes o a la población trabajadora que noluce un look adecuado.

b) El caso de la Riviera Maya

Como ya se ha mencionado, durante ladécada de los noventa se produce la brutalexpansión territorial de la hotelería en laregión. Cancún ya cubría un frente costerode 18 km ocupado esencialmente por hote-les, pero en esta nueva etapa se consolidaun contínuum hotelero-residencial de más de130 km que alcanza a Tulúm.

Este litoral se está transformando de su con-cepto inicial de espacio de atractivos com-plementarios para turistas que tenían enCancún su centro de hospedaje, y de aloja-miento barato dirigido al turismo alternativo,para convertirse en un espacio destinado alturismo de élite. En el 2000 ofrecía 9 689cuartos en 68 hoteles (frente a 21 925 cuar-tos en 115 hoteles de Cancún), de los cualesel 80% correspondía a las categorías deGran Turismo y cinco estrellas frente al 69%de estas categorías en Cancún (Directoriode Hoteles de México, 2001).

El desarrollo urbano-turístico de esta franjalitoral se inició con la construcción de PuertoAventuras, donde se localizó la principal ma-rina para yates del litoral Caribe mexicano,rodeada por un conjunto de edificios dedepartamentos de lujo de estilo mediterrá-neo.

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La demanda de mano de obra para construirPuerto Aventuras, así como otros desarrolloshabitacionales como Playacar y otros hote-les, favoreció una corriente migratoria que seasentó en Playa del Carmen, núcleo quehasta ese momento se mantenía como unpequeño puerto, cuya función principal era eltransporte hacia Cozumel. Los asentamien-tos irregulares de Playa del Carmen genera-ron un proceso diferente al resto del litoral y,paradójicamente, la convirtieron en el desti-no preferido por otras corrientes turísticas,particularmente la europea, ya que era elúnico centro turístico de la región donde semantenía el contacto con la población local,coexistiendo espacios multifuncionales conacceso público a las playas a pesar de lainexistencia de un paseo costero. A diferen-cia del resto de las localidades turísticas dela región, la creciente especialización fun-cional y una relativa segregación se dieronen Playa del Carmen como parte de unproceso de mercado, en donde el área cen-tral se reconvirtió hacia el turismo y la pobla-ción vendió sus terrenos una vez legaliza-dos, trasladándose a las nuevas coloniassituadas en la periferia.

El resultado de Playa del Carmen, a la quemás recientemente se han adosado los com-plejos residenciales de alto nivel de Playa-car, es el modelo más complejo de la coloni-zación turística del Caribe mexicano y elmás parecido a los procesos de refunciona-lización urbana y redistribución social delos poblamientos turísticos mediterráneos(Figura 3).

En el resto de los asentimientos de la RivieraMaya prevalece un marcado proceso de se-gregación social y funcional, siguiendo elmodelo de Cancún. Aquí la segregación seproduce a ambos lados de la carreteraCancún-Chetumal que discurre a cuatro kiló-metros del litoral: la franja ubicada entre lalínea de costa y la carretera está ocupada yprivatizada por los grandes hoteles y com-plejos residenciales y hoteleros, mientras

que la población trabajadora pasa a vivir alotro lado de la carretera formando lo quehemos denominado ciudades gemelas. Deesta forma, la Colonia J. Zetina Gasca es elapartheid de Puerto Morelos, Pueblo Aven-turas el de Puerto Aventuras, Ciudad Akumalel de Akumal, Ciudad Chemuyil el de Che-muyil y el propio Tulúm ha diferenciado ya supoblamiento interior del hotelero de la costa(Figura 4).

Esta ocupación intensiva y a menudo espon-tánea de espacios prácticamente vírgenesha generado numerosos conflictos ambien-tales, de forma que uno de los problemasmás graves de este área es el serio deteriorodel medio natural pre-existente. En el Atlasde Procesos Territoriales de Yucatán, elcorredor Cancún-Tulúm ha sido diagnosti-cado como un área de vulnerabilidad muyalta, con un nivel de impacto ambiental demoderado a muy alto, subrayándose que elgeosistema turístico ha funcionado desar-ticuladamente tanto en lo social, como en loeconómico y cultural, con impactos nocivossobre el medio natural y humano (Oropeza,1999). Esta misma autora señala que a lolargo del corredor se ha dado un crecimientoacelerado en zonas hoteleras y habitaciona-les a expensas de grandes áreas de ve-getación que dejan al descubierto el suelo;con las lluvias, los materiales sueltos sonarrastrados y depositados en los cuerpos deagua y humedales, alterando el delicadoequilibrio ecológico. Por otro lado, se estándestruyendo manglares y dunas, barrerasnaturales contra los huracanes y numerosasplayas pequeñas y aisladas se han conver-tido en receptáculo de todo tipo de desechos(Oropeza, 1999).

En otro orden de ideas, la extracción dearena y de otros materiales para la cons-trucción ha provocado serios deterioros; unejemplo evidente lo constituye el gran com-plejo denominado Calizas Industriales delCarmen (CALICA), dedicado a la extracciónde calizas -que se exportan en su mayor

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parte a Estados Unidos- sobre un terrenosuperior a las 1 000 ha. Grupos ambien-talistas sostienen que CALICA es un peligroporque destruye no sólo la vegetación sinotambién el manto freático; los explosivosutilizados afectan a las cavernas y a cáma-ras con vestigios arqueológicos y pinturasrupestres; la construcción del puerto paraembarcar el material y que ahora también seutiliza ocasionalmente como escala de cru-ceros, ha creado además severos desa-justes ecológicos en el área vecina de Xel-Há (Restrepo, 1995, cit. por Oropeza, 1999).

c) La novedad del ecoturismo

La creciente preocupación ambiental hasido determinante para el surgimiento de unacorriente turística que tiene como destino lanaturaleza y que es actualmente objeto deuna atención preferente a escala mundial.Así, ahora no sólo se habla de convertir alturismo en sustentable, sino que surgentérminos como: turismo ecológico, turismoverde, turismo de la naturaleza, turismo deaventuras, ecoturismo y otros, como concre-ción de la sustentabilidad.

La Unión Mundial para la Naturaleza (UICN)ha definido este tipo de turismo comouna modalidad ambientalmente responsable,consistente en viajar o visitar áreas naturalescon poco disturbio relativo, con el fin dedisfrutar, apreciar y estudiar los atractivosnaturales (paisaje, flora, fauna), así comocualquier manifestación cultural (del presen-te y del pasado) que pueda encontrarse, através de un proceso que promueve la con-servación, tiene bajo impacto ambiental ycultural e involucra activa y socioeconómica-mente a las poblaciones locales. Para otrosautores como Brandón (1993), se trata deuna modalidad de turismo que supone unamayor sensibilidad que provoca efectos me-nos negativos en el medio ambiente naturaly cultural que el turismo masivo. En la prác-tica, debe considerarse, sin embargo, comoun nuevo producto vendible con significativo

impacto regional en el que destaca el incre-mento en el consumo de espacio y una justi-ficación para privatizar el patrimonio local.1

En este sentido es muy expeditiva la reso-lución 1998/40 de la ONU (1998) cuandoadmite, en su declaración del 2002 comoAño Internacional del Ecoturismo, que pue-den participar en su explotación "operadoresextranjeros de diversa envergadura", queson quienes, obviamente, tienen mayor ca-pacidad para capitalizar una modalidad deturismo de dudosa rentabilidad.

En este contexto se promueve actualmenteel desarrollo de la denominada "Costa Maya"en el sur del estado, a partir de la pavi-mentación de la carretera que conecta elpequeño puerto de pescadores de Majahual.Aquí se da prioridad al esquema de bajoimpacto, como eje de la sustentabilidad, alpretender que un esquema de gran expan-sión territorial y baja densidad tendrá unmenor efecto sobre la naturaleza. El esque-ma propuesto es de cabañas de lujo, muyseparadas entre sí, cada conjunto hoteleroconsume varios kilómetros de playa, desdePunta Herrero hasta Xcalak, es decir, a lolargo de 120 km. Al igual que en la RivieraMaya, no se ha construido una carreteracostera, sino que el trazado corre paralelo allitoral, varios kilómetros tierra adentro,sirviendo de separación entre los desarrollosprivados y los lugares de asentamiento de lapoblación.

En este esquema, el primer desarrollo hasido el de los hoteles Explorer, orientados alturismo de aventura: el Explorer Kohunlich,tierra adentro, en el entorno de la zonaarqueológica del mismo nombre y el ExplorerCosta Maya, en este litoral, de próxima inau-guración (Figura 5). También siguiendo estemodelo "ecológico" se desarrollan cabañasentre Tulúm y Punta Alien, a lo largo de otros50 km que quedan dentro de la Reserva dela Biosfera de Sian Ka'an y con idénticaperspectiva, se proyecta abrir el litoral nortedesde Cancún hasta Holbox, otros 100 km

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Turismo, globalización y medio ambiente en el Caribe mexicano

de litoral que tocarán el Área de Protecciónde Flora y Fauna de Yum Balam

CONCLUSIONES

A la vista de lo expuesto, las relaciones entreturismo, desarrollo y condiciones ambien-tales son dudosas en el caso del Caribemexicano. Estas relaciones son aún mássutiles si se tiene en cuenta que el turismoen esta región es una nueva forma de de-pendencia en un mercado muy competitivo ycoyuntural, como es el área del Caribe, yque está sometido a los dictámenes eco-nómicos de un sistema global de relaciones.México, de momento, carece del potencialinterior que implementó la consolidación delturismo en los países mediterráneos euro-peos permitiéndoles el salto hacia el PrimerMundo.

El turismo en el Caribe mexicano está pro-moviendo, sin lugar a dudas, mecanismos dereconversión socioprofesional de la pobla-ción que pueden ser positivos en un contextocaracterizado por la pobreza y la exigüidadde los recursos económicos regionales.Pero, en la otra cara de la moneda, habríaque evaluar los costes de esta moderni-zación y sus elementos no permiten utilizarparámetros cuantificables porque afectan aun patrimonio natural y cultural histórico ytienen, además, muchos componentes decarácter cualitativo, como puede ser la liber-tad para contemplar el paisaje sin pagar porello.

La atención al entorno natural debe ser prio-ritaria en Quintana Roo porque aún se está atiempo de evitar los efectos esquilmantes delturismo, sea éste masivo o "ecológico". Aeste respecto podrían destacarse algunosproblemas que ya se han detectado y queestán estrechamente relacionados con lasdiferentes formas de explotación turística:

- deficientes condiciones de drenajede las aguas residuales y la consi-

guiente contaminación de los mantosfreáticos en un territorio que carece deescorrentía superficial natural.

- destrucción de ecosistemas natura-les debido a la invasión directa: ocupa-ción marginal e ilegal de humedales,tendidos eléctricos aéreos, pavimenta-ción, aeropistas, embarcaderos quehan atacado la barrera coralina,saskaberas,2 etcétera...

- ataques directos a la línea de costa,con construcción sobre la propia playa

- alteración de los ecosistemas tradi-cionales por intensificación de activi-dades marginales y casi depredadoras(ganadería, pesca...).

- imparable contaminación visual delpaisaje.

Pero la atención al entorno cultural debe serigualmente prioritaria y es aquí donde sepueden hacer otro tipo de denuncias:

1. Existe un fenómeno de segregaciónsocial y funcional del espacio que noes compatible con las condiciones deigualdad que promueven los modelospresuntamente democráticos del mun-do rico: las ciudades gemelas de laRiviera Maya y las que empiezan aformarse en la Costa Maya, donde elpoblamiento original es expulsado dela costa hacia el interior, recuerdan losviejos enclaves coloniales europeosen el litoral norteafricano.

2. La privatización indiscriminada seestá realizando sobre bienes patrimo-niales que no se pueden evaluar: enun litoral donde no existen paseoscosteros, actualmente es muy difícilver el mar sin pagar al menos el preciode un refresco, cuyo costo llega a serequivalente al salario mínimo diario de

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la zona.

3. La desintegración de los sistemastradicionales de producción es un he-cho y sería debatible en el marco delas servidumbres del desarrollo y de lamodernización del aparato productivo,pero es inaceptable cuando las alter-nativas que resultan siguen siendomarginación, aculturación y pobreza.Este modelo de desarrollo esquilmantesólo puede ser generador de nuevasprivaciones en las sociedades locales.

Y queda, por último, la cuestión del eco-turismo y del desarrollo sostenible. A pesarde que la citada resolución 1998/40 de laONU señala que no deben confundirse am-bos conceptos, la realidad es que son indi-sociables.

Si el ecoturismo es la alternativa para undesarrollo responsable que salvaguarde elmedio ambiente, parece claro que su renta-bilidad económica es cuestionable: baja pre-sión y elevados recursos sólo se obtienencon base en un turismo clasista y de elevadopoder adquisitivo que, obviamente no es deorigen local. Si este turismo conlleva, ade-más, la privatización de enormes espacios,habría que plantearse si el modelo de de-sarrollo sostenible tiene sus miras en la po-blación local o en las futuras generacionesque podrán pagar la entrada a las zonasprivatizadas.

Volvemos a comprobar que la exportaciónde las ideas de laboratorio de los paísesricos están condenadas al fracaso en lospaíses pobres, aunque pertenezcan al blo-que del capitalismo emergente. En estospaíses, sólo se romperá el círculo de lapobreza cuando se acometan profundasreformas estructurales y cuando sean capa-ces de crear, por sí mismos, políticas de con-servación natural y de desarrollo social yeconómico realistas, acordes con sus pro-pias necesidades. Esto depende necesaria-

mente de que las administraciones públicastomen conciencia de su verdadero signifi-cado en lugar de servir, aplicando políticasneoliberales como ahora, de trampolineshacia un proceso de globalización de dudosoresultado en regiones y estados que notienen las mismas posibilidades de competiren igualdad de condiciones en un escenariomundial.

Finalmente para cerrar estas conclusionescon una última reflexión. Quintana Roo esactualmente un territorio privilegiado a nivelmundial en cuanto a extensión y diversidadde ámbitos naturales protegidos; con objetode preservar una biodiversidad extraordina-ria y específicamente humedales en peligrode desaparición, estos ámbitos abarcandesde áreas muy pequeñas, como el ParqueNatural de Xel-Há (97 ha) hasta la granReserva de la Biosfera de Sian Ka'an (528147 ha). Esta defensa del medio natural pre-existente no ha servido, sin embargo, paraimpedir la formación de una barrera urbanaque ya amenaza a más de 300 km del litoral,la interfase más vulnerable y en la que seestá consolidando un nuevo ecosistemaesencialmente artificial y antropizado.

¿Serán compatibles a largo plazo este nuevoecosistema y las reservas naturales? ¿Sonestas reservas la garantía de un desarrollorealmente sustentable para sus vecinos?Sospechamos que la globalización, lejos deaportar soluciones, está contribuyendo aafianzar en esta región un fenómeno geográ-fico bien conocido: la colonización irrever-sible de un viejo territorio-frontera y no preci-samente en beneficio de sus legítimos pro-pietarios.

AGRADECIMIENTOS

Este artículo forma parte de los resultadosdel Proyecto de Investigación: "Globalizacióny cultura: el proceso de reestructuraciónregional de México y estudio de casos en lapenínsula de Yucatán" financiado por el Mi-

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nisterio de Ciencia y Tecnología (BSO2002-01984).

NOTAS

1 Desde el punto de vista legal, en México lasplayas y los vestigios arqueológicos son pro-piedad federal y su acceso debe ser libre; sin em-bargo, al quedar insertos en un desarrollo privado,en la práctica pasan a ser patrimonio de usufructorestringido. Los concesionarios no pueden impedirel tránsito por la playa, pero sí limitan su accesodirecto. En el caso de los vestigios arqueológicos,si quedan en zonas privadas, mantienen su ca-rácter federal y existe la obligación de permitir elacceso a ellas a quien lo solicite, pero en la prác-tica, esto sólo se da con fines de estudio o inves-tigación....

2 Localmente se denominan saskaberas a losbancos de extracción de piedra caliza, en explo-tación o abandonados.

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TIPIFICACIÓN GENERALDE USOS DELSUELO UTILIZADA PARA

EL PROCESO DE MODELIZACIÓN GRÁFICA

PATRIMONIOS NATURAL Y CULTURALLa tipología de elementos que se ha utilizado es muy elemental porque nuestro objeto, de momento, noes el estudio detallado de las alteraciones que produce el turismo sobre ellos, sino su consideración comosimple sustrato, es decir, como espacio receptor, sustentador y/o dinamizador de la actividad turística

Selva y/o formaciones secundarias muy cerradas: vegetación densa, en apariencia pocoantropizada. Sólo existen en el interior y el sur del Estado, con un grado de equilibrio ambientalmuy precario.

Formaciones secundarias muy degradadas: retazos de selva baja, restos de un bosquesecularmente explotado por la milpa, característicos de todo el territorio. Fisonomía propia de losbarbechos urbanos en este clima tropical con estación lluviosa.

Humedales: categoría genérica que no atiende a diferencias en suelos o vegetación. Incluyepastizales inundables, petenes, manglares en áreas lagunares, etc..

Playas: en sentido genérico como interfase mar-tierra. Ausentes en parte del litoral por elevaciónde la costra calcárea a modo de acantilado de escasa altitud o bien por la colonización de áreaslacustres por parte de los manglares

Arrecifes de coral: extensa barrera litoral que forma la segunda más importante del mundo despuésde la australiana. Muy próxima a la costa en la mitad meridional del Estado.

Zonas y restos arqueológicos: se han difrenciado simplemente en función de las dimensionesy superficie ocupada sin tener en cuenta la catalogación oficial del INAH. Muchos restos arqueológicoshan quedado incluidos en áreas de acceso privado.

SERVICIOSTipología también muy elemental porque tampoco son objeto del estudio sino como simple expresión dela función turística o residencial o por sus implicaciones en el entramado urbano y condiciones de

Generales y talleres: grupo genérico donde se mezclan sin solución de continuidad, como entodo proceso urbano no consolidado, pequeños restaurantes, tendejones, refaccionarias de todotipo, etc..

Aeropuertos y aeropistas

Muelles y embarcaderos

Trailer Parks: lugares de acampada regulada dotados de servicios

Plazas Comerciales: grandes superficies dotadas de comercios y servicios más o menoscomplejos y diversificados

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ASENTAMIENTOSLa acusada segregación observada entre la población residente y la población que no reside de formahabitual, nos ha inducido a establecer una primera diferenciación basada en este criterio.

ASENTAMIENTOS DE POBLACIÓN RESIDENTENúcleos de población o espacios habitacionales donde vive habitualmente la población que trabaja enla región.

Asentamiento original: núcleo existente antes del impacto turístico y que albergaba poblacióndedicada a actividades tradicionales. Sede de población autóctona o inmigrante por motivosdiferentes al turismo. Existen en el censo de 1970.Asentamiento de nueva creación: núcleo habitacional de fisonomía urbana formado despuésde 1970 Planificado y creado con objeto de proporcionar vivienda y servicios a la poblacióntrabajadora.Área de crecimiento consolidado: expansión de cualquiera de los dos anteriores. Fisonomíaurbana neta con morfología bien definida y cuidada (pavimentado, alumbrado, viviendas enlucidas).Comercio y servicios para la población residente.Área en proceso de crecimiento en precario: corresponden a procesos espontáneos Ocupacióndiscontinua, sin apariencia decididamente urbana aunque con tendencia. Sin servicios elementales(pavimentado, electrificación). Morfología muy variada. Infravivienda y hacinamiento.Área en proceso de crecimiento: transicional entre las dos anteriores. Tendencia urbanamarcada, con regulación (lotificación) y ciertos servicios públicos (electrificación) y comercialespara residentes. La infravivienda no es dominante y coexiste con viviendas de cierta calidad.

ASENTAMIENTOS TURÍSTICOSNúcleos habitacionales y de servicios destinados a población que no reside de forma permanente.

ÁREAS TURÍSTICASFormadas por un continuum espacial de fisonomía netamente urbana en la que coexisten funcionesresidenciales y de servicios.

Consolidadas: el continuum urbano es compacto, sin que existan prácticamente espacioslibres para nuevas edificación. Transformaciones debidas esencialmente a procesos deremodelación o refuncionalización.En proceso de formación planificada: el continuum funcional no es compacto pero existeurbanización (pavimentación, lotificación, electrificación).En proceso de formación espontánea: el continuum funcional no es compacto ni existeurbanización aparente. La espontaneidad responde bien a la ocupación de suelo no urbano,bien a la reconversión funcional de otros usos preexistentes.

ESTABLECIMIENTOS TURÍSTICOSÁreas funcionalmente especializadas pero relativamente aisladas, sin conexión morfológica con suentorno inmediato.

Complejos turísticos: debido a sus dimensiones funcionan a modo de verdaderas micro-ciudades sin conexión funcional con las áreas adyacentes. En su mayoría se correspondencon el modelo "resort" y "todo incluido".Establecimientos convencionales: restaurantes, hoteles, de dimensiones medias ypequeñas que no les permiten ser por lo que dependen funcionalmente de áreas más omenos cercanas.

ESTABLECIMIENTOS ECOTURÍSTICOSÁreas de baja densidad ocupacional insertas aparentemente en las condiciones ambientales pre-existentes

Establecimientos ecológicos: instalaciones hoteleras el la línea del ecoturismo, con bajadensidad de ocupación pero captación de gran extensión de terreno. Fisonomía adpatadaa la vivienda vernácula (palapas, cabañas, etc...).Establecimientos ecolúdicos: excluyen la función residencial pero albergan otros servicios(comercio, restauración). Destinados al esparcimiento de los visitantes en un marco quepreserva o restaura el mediio natural. Verdadero parque temático.

NÚCLEOS POLIFUNCIONALESNúcleos de fisonomía netamente urbana en los que coexisten sin otro orden que el de la lógicainterna, las funciones residenciales permanentes con las turísticas y los servicios destinadosa residentes y visitantes. Fisonomía muy consolidada pero sometida a procesos de remodelaciónmorfológica y funcional.

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