¿Tú aún puedes dormir?

download ¿Tú aún puedes dormir?

of 21

Transcript of ¿Tú aún puedes dormir?

  • 8/3/2019 T an puedes dormir?

    1/21

    T AN PUEDESDORMIR?

    Por Sacrom

    j

    The nightmare, by Fuseli

  • 8/3/2019 T an puedes dormir?

    2/21

    Lo nico que cura el miedo es el peligro autntico.La reflexin aumenta el miedo.

    Los hombres que no piensan en la muerte no la temen.Pensar y no actuar es manantial de miedo.sta es la causa del miedo de los intelectuales.

    Unamuno

    Sabes en que se que el miedo es racional?En que si no pienso, puedo abrir todas las puertas del universo,incluso las del inframundo, sin temor alguno;

    mas solo una mota nfima, una gota infinitsima,un albor recndito de luz asomando a mi lumbreratodo un ocano de brillo y suciedad contamina.Ya la mano tiembla, ya los grilletes resuenan:de mi cabeza torturada he sido fcil presa.Que habr...? Ya sufro sin abrirlas,ya me esclavizo a voluntad,ya no quiero desear ni continuar,ya vivo sin vivir en mi.

    Dedicado a estas mismas trmulas meditacionescon el fin de asesinarlas en su elevacin;

    los cielos son el nuevo infierno.

  • 8/3/2019 T an puedes dormir?

    3/21

    ndicePrologo.................................................................................................................................................4Mea antes..............................................................................................................................................9Acostado.............................................................................................................................................14Duerme...............................................................................................................................................15Suea..................................................................................................................................................18Despierta.............................................................................................................................................20Eplogo...............................................................................................................................................21

  • 8/3/2019 T an puedes dormir?

    4/21

    Prologo

    Sobre el arte de atemorizar(o la hiperrealidad del miedo)

    Cuando lees un relato de terror (o mejor dicho, que lo produce) , tus sentidos permanecen intactos,inalcanzables para el desgraciado descriptor1 que se aveza a creer (porque otra opcin no tiene),como y desde Virgilio, que la mente mueve la materia2 y, tocada esta, la psique se encargara por sisola de turbar al soma...pero que en el fondo sabe que l solo puede alcanzar parte de la concienciaque habr, con suerte, de perderse entre los afilados alfileres de la perturbacin ms macabra.

    Por tanto, si mientras te recreas en esa lectura te encuentras en una terraza luminosa, a plenoda, frente un jardn colorido, embriagado por el olor de las flores pletoricamente abiertas ante ypara ti, mientras se resbala por entre tus labios hasta morir bajo su comisura derecha los efluvios deun pequeo afluente de un lago cuyo nacimiento se debe al olor a salsa barbacoa que vuela en elambiente (o sea cual fuere la ms apetitosa fragancia que a tu gula invite), acompaado de personasque conversan afables y ren cordiales junto a sus tazas de aromtico te o caf sobre un suave

    mantel de terciopelo azul cielo, al tiempo que el trinar de los pjaros acompasan las tonadasharmnicas de algn compositor excelsior... si, a fin de cuentas, empapas tus sentidos y parte de laconciencia en sensaciones gratas y opuestas al abatimiento que pretendes que te aplaque, no culpesluego de poco atroces los ingenios de la cortante daga que intenta apualarte el alma; nada podrquebrarte, con tal coraza.

    Si por el contrario te encuentras sentado sobre una lapida firmada bajo el epitafio fui lo quesois, seris lo que soy en un cementerio aislado, rodeado por una arboleda alta y espesa por entrecuyas ramas susurran tenebrosamente los vientos... o las sombras de los muertos... Si la noche loembarga todo con su agreste y desharrapado uniforme mil veces perforado por las balas plateadasde un revolver en manos extraas, as como las grises ballenas obsesivas se burlan del rostro queporta tan agujereado e infinito vestido zafndose de no poderlas apartar para contemplar su agresormientras se desangra, pintando con claros las oscuras tumbas que rezuman a muerte...Entonces, as desnudo ante mi tinta, la sola mencin de su levantar te har temblar y alzar tu mirarde mis letras para comprobar, te ampare el azar para poder leyndome continuar, que todopermanece quieto...atronadoramente quieto...Que aquella cadencia lejana, ese susurro en la nuca oesta caricia invisible que ha erguido tu bello vello...no pertenecen a otro mundo que el de tu mente...perturbada. Y vano sera entonces querer tranquilizar bajo la mampara presuntamente irrompible dela razn a tus ojos, que se desplazan como sonmbulos, inducidos en un frentico estado REM quedesvirta y desvirga la realidad en pro del delirio ms lrico que brota de mis letras cual espigas derosales que trepan por entre los botones de tu pecho y anhelan con empeo asir, comprimir yoprimir los restos quebradizos de la integridad de tu corazn al son de sus espasmdicos latidos y

    tus conturbados gemidos. Vano sera, reitero, que por cada palabra leda intentes reprimir tus ojos:ellos, locos, escudriaran temblorosos toda la zona antes de continuar, dilatando ms an la lecturay, con ella, t tortura.

    Y es por ello que el cine, que anega nuestros ojos con sus inquietantes imgenes, y nuestros odoscon sus estridentes sonidos y sinfonas, as como del tacto, los olores y el ambiente en generalgracias a las nuevas tecnologas 4D3 (cuya efectividad tuve el placer de comprobar en el turbiorostro de mi hermana), adems, por supuesto, de nuestro pensamiento mediante su escabrosa trama,tiene un gran poder de conviccin a la hora de acongojar al espectador, siempre y cuando, claro, sesepa orquestar dignamente todas estas herramientas, para lo que an falta mucho, me temo4. Sino lo

    1 La demencia no se escribe, se describe y vive

    2 Mens Agitat Molem. Eneida, VI3 Cuyos antecedentes en el mbito del ocio hay que buscarlos en los simuladores virtuales de feria y en los parques de

    atracciones (p.e., Sea Odyssey 4D de PortAventura o Dididado de Tibidabo).4 Lamentablemente, es fcil comprobar que los llamados cine 4D, 5D, 6D, 7D, 8D,...(trminos meramente

    http://www.cadenaser.com/cultura/articulo/halloween-tim-burton-4d/csrcsrpor/20101016csrcsrcul_3/Teshttp://prosa-msc.blogspot.com/2011/08/la-demencia-no-se-escribe-se-describe.htmlhttp://en.wikipedia.org/wiki/4-D_filmhttp://en.wikipedia.org/wiki/4-D_filmhttp://www.cadenaser.com/cultura/articulo/halloween-tim-burton-4d/csrcsrpor/20101016csrcsrcul_3/Teshttp://prosa-msc.blogspot.com/2011/08/la-demencia-no-se-escribe-se-describe.html
  • 8/3/2019 T an puedes dormir?

    5/21

    creen as, solo han de unir los sustos enlatados (o sobresaltos espontneos comerciales) de Insidious(o cualquier otra semejante) con un resoplido de aire comprimido acaricindole el sensible cuello enel momento justo, despus de un in crescendo de tensin y volumen: saltaran como saltamontes. Oimagnese, si lo prefiere, sentir la hoja de una espada (o un pndulo, Poe) en su yugular (oabdomen), igual que el protagonista, mediante un leve y continuo bufido que sigue el mismorecorrido y que se dispara al brotar sangre. O los mordiscos de los murcilagos extrayndole la

    sangre del tobillo a intervalos discretos que suenan cortantes...las posibilidades rebosan en estapequea olla que es mi craneo.Sin embargo, el cine (cuando no es al aire libre), potencialmente ms perturbador (por usar

    ms estmulos fsicos adems de los psicolgicos, siendo ms cercano y wagneriano) que la llanaescritura, tiene un gran defecto que bien podra ser su mayor virtud: el escenario. En cualquiermomento el espectador, t mismo, puedes alzarte, salir por la puerta y encontrarte en un espaciosimilar al primeramente descrito. Evadirse es as de sencillo gracias a la existencia de una claradelimitacin entre realidad y ficcin, entre la sala de proyeccin que te embebe y el centrocomercial que la rodea y que busca precisamente el efecto contrario: agradarte para captarte(indiferentemente de lo terrorfico y feroz que pueda ser el capitalismo y el consumismo).

    Es por este motivo que perviven irreemplazables los parques temticos adornados para la

    ocasin (habitualmente Halloween), as como susatracciones5 y festivales. Y es por ello que debierao pudiera trasladarse y fusionarse con el cine esta especie de espectculo-atraccin con tintesteatrales: por el bien del cliente y la consumacin del deseado estado de pavor. Sino lo cree as,imagnese entrando en la sala de modo tal que las puertas que abre escondieran tras de si a unosextraos personajes armados con escobas (habitualmente llamados por los polticos correctos comoempleados de la limpieza) que le saludaran con un peculiar tono al unisono antes de torcer ustedhacia las butacas, volviendo un instante su rostro en derredor y sorprendindose de su extraadisposicin. Imagnese que tras esta pequea inquietud se sobreviene una mayor cuando la pelculase inicia directamente, sin anuncios... o cortando abruptamente por la mitad a uno de estoscondenados subproductos de nuestra sociedad. E imagine ms an: una voz que emerge del estudiode proyeccin declara que el film se ha cambiado...y en este se declama que las puertas han sido yacerradas para que nadie pueda escapar.... Alguien (quiz un infiltrado para asegurarse que se tomanla molestia de dudar de las palabras de la pantalla... o de la creencia que estas no puedan sinopertenecer solo a la pantalla) lo comprueba y se lo confirma al resto de los crecientemente crispadosconsumidores que apelan a sus derechos inalienables. Mientras tanto, se explica por parte del film,en primera persona, que el perturbado que ha movido as los hilos pretende hacer entender con supelcula sus motivaciones y sus futuras intenciones para con el publico, nada halageas6. Imagine,ya puestos y tan expertos en ello, que al terminar la funcin un cumulo de personas, algunas de ellasinfiltradas, otras recin entradas, se abalanzan sobre usted y el resto de usuarios de tal manera queacaban convergiendo todos en una misma salida, pasillo que lleva a una especie de casaencantada, de atraccin de feria, sin el publico apenas sospecharlo, minado su pensamiento

    critico mediante la grabacin reproducida. O que han llegado a esta, diseminados y separados,despus de liberarse por toda la sala cual cmara de gas un somnfero, siendo transportados, sinsospecharlo, por los dependientes.

    Sin duda es aqu, cuando la realidad pierde pie en la ficcin, donde podemos alcanzar unaverdadera experiencia de terror (si bien la temtica es arbitraria; simplemente habra que reformular

    comerciales y no estandarizados) son solo forma sin contenido ni apenas trama debido, en parte, a su corta duracin(as como lo fueron las 3D cuando solo se emitan en centros especializados como IMAX, antes de incorporarse demanera natural en el cine[proceso en el que an nos hallamos, viendo su aberrante/catastrfico uso en films comopiratas del Caribe 4]); meras atracciones de feria supradesarrolladas, por el momento.

    5 Quizs uno de los pocos casos en los que podamos hablar de una demarcacin entre 4D y 5D: la interaccin(acercando as ms an los videojuegos y el cine y prediciendo la superacin del arte total de Wagner basado en la

    sobreestimulacin [mediante el uso de todas las artes] a travs del feedback entre obra y espectador). Otrasatracciones famosas y semejantes son el Hotel Kruger(Barcelona) o el Horrorwood (Taiwan)

    6 Algo as como en no mire atrs, de Frederic Brown, pero intentando acometer realmente las amenazas; solointentndolo...

    http://www.escapadaseuropa.com/2008/02/11/london-dungeon-terror-en-londres/http://www.escapadaseuropa.com/2008/02/11/london-dungeon-terror-en-londres/http://www.londonparanormal.com/lgf.htmhttp://www.youtube.com/watch?v=ivEM_ByS7iM&NR=1http://www.youtube.com/watch?v=ivEM_ByS7iM&NR=1http://www.escapadaseuropa.com/2008/02/11/london-dungeon-terror-en-londres/http://www.londonparanormal.com/lgf.htm
  • 8/3/2019 T an puedes dormir?

    6/21

    la propuesta). Si quieres sentir el miedo has de poseerlo, hacerlo tuyo: vano es temblar por la vidade un personaje interpretado por un actor y que fue imaginado previamente por un guionista, cuyahistoria, a ms a ms, a menudo conocemos de antemano, ya sea por pecar de arquetpica (pues elcine, como la ms meditica y, por ende, comercial de las artes, tiende a serlo), ya sea porquerazonemos: es pelcula, ficcin...todo vale, y se pretende sorprender: luego es evidente que lavuelta de tuerca es...7, ya sea por la accin de inevitables spoilers en los trailers (o otros lugares)

    cuya existencia es necesaria para la difusin que da sentido a la vida del film pero que le cuesta unabuena paliza. Estas consideraciones, digo, no pueden sino minar el objetivo y las pretensiones detales creaciones. En cambio, cuando es tu vida la que esta en juego, la mente se nubla y cualquierminucia se agranda... porque no puedes bajar el volumen, darle al pausa o repetir la jugada, predecirel futuro o salir de la sala. Nada puede sustituir o escapar de la realidad (exceptuando estadosesquizoides y disociativos8). La vida es, pues, la experiencia artstica mayor, en potencia... elexponente mximo al que Wagner podra aspirar, en la cual todos los sentidos son estimuladosmediante toda clase de experiencias, mtodos y artes, abriendo un amplio abanico de sensaciones,sentimientos y pensamientos. Pero potencia no es acto... por ello se la ha de ayudar, a la vida; a tuvida, amo y seor, espectador. Del modo expuesto lograramos una fusin eficiente entre realidad yficcin en pro de sus deseos9.

    No obstante, un dilema tico me detiene: la base para difuminar as las fronteras entre realidad yficcin es no reportar al cliente lo que pide en concreto, sino lo que pretende conseguir con ello; loque exige en abstracto, pero de otra manera... una que no espera... y tal vez no quiera. Loinesperado...,esa es la clave: lo espontneo y natural, lo que no se busca, aquello por lo que no hapagado y que forma, por tanto, parte de la realidad, no enmarcada en ficciones falsas... encarnar einterpretar la realidad como a un juego, engao del que el espectador es ajeno, creyndolo cierto yno siendolo, no pudiendo sufrir por ello aunque no lo sospeche (no a modo irreversible o duradero,al menos).

    Sin embargo, as razonando, me siento como a un monarca ilustrado (todo para el pueblopero sin el pueblo) o un dictador sin escrpulos(el pueblo no sabe lo quiere ni lo que le conviene,pero yo s. El pueblo no me cree y no me obedece, pero yo se que tengo razn. Por su bien, pues, lesobligare. Me lo agradecern...); gentes a las que nunca tuve en buena consideracin...Siento, pues,que aunque tentador, hay algo incorrecto en mis razonamientos, que traspasan la fina linea de lavoluntad propia, la intimidad o la libertad. Siento que ese dictador, an siendo un filosofo-reyplatnico, benvolo y bienintencionado, debe dejar morir a su pueblo: que este cometa sus propioserrores. Siento que solo as sern felices hasta el da de su muerte y arrepentimiento, mientras quede otro modo engendraran en sus entraas un odio profundo y creciente hacia su titiritero y selamentaran eternamente por no haber intentado las alternativas que ms dulces conceba su ingenuamente.

    Es por este conflicto moral, digo, que me veo obligado a no engaarle con descaro, sino consutileza: la idea de un parque temtico invisible asoma mi lumbrera; parques que lo son pero no loparecen, haciendo olvidar su carcter quimrico a quien los visita para luego arrebatarle el alientocon facilidad... o que niegan su calidad de ficticio y proclaman un real peligro. Incluso me atreveracon sus simtricos: hacer firmar un extenso (y por ende rubricado sin ser ledo, mayoritariamente)contrato en el que se detalla y destripa el contenido del espectculo (avisando de ello en el primerprrafo para recomendar indirectamente su no lectura para no insensibilizarse al show) y se declara(hacia el final) que sus responsables no se hacen cargo de las posibles secuelas psicolgicas o

    7 Si bien hay excepciones notables: after.life(2009), de la prometedora Wojtowicz-Vosloo, asume que la mejormascara es la que se muestra, an con amagos: aunque puede preponderar la racionalidad, sus sutilezas y elrazonamiento antes descrito (nada es imposible en la ficcin) me hicieron vacilar entre las dos caras de la moneda

    hasta el final. No en vano, no sabemos nada de los muertos y la posible vida ulterior como para juzgar si esto oaquello es factible. Y aunque reconozco que prepondera una cara, embebe y perturba.

    8 Un buen ejemplo de ello es Sucker Punch9 En letras escritas en sangre reivindico algo similar con los documentales 3.0

  • 8/3/2019 T an puedes dormir?

    7/21

    fsicas que este pueda producir... o sino, declamar oralmente por uno de los actores que: una vezdentro, ni yo, su creador, puedo predecir las desdichas que les aguardan. Pero no pierdan la calma yrecuerden: todo es un juego. Aunque tampoco olviden que ustedes no lo son: si son coherentes conla ficcin que van a interpretar, saldrn ilesos; de otro modo, si se burlan o ignoran las amenazasque les sobrevendrn, pueden resultar ligeramente aturdidos...y heridos. No obstante, no muerdenmuy fuerte. Ahora, aquel todava dispuesto a adentrarse por las macabras grutas de esta atraccin,

    sigame y que este desaparezca recin entrado al tiempo que se inician unas persecuciones quedisgregan al grupo, conduciendo a cada uno a una pequea habitacin claustrofbica y oscura comoel ms tpico de los armarios de pelcula, en la cual les sorprender otra persona que, delirando,recitara cual maleficio:

    Estoy harta de fingir,de amenazar sin cumplir.

    Reclamo la sangre que pedy aclamo al metal vil

    que tus entraas ha de abrir.Sea as y solo as.

    Momento en el cual clava un cuchillo prximo a tu mano recostada sobre el suelo del cual ahora se

    entretiene en intentar sacarlo mientras tu deberas huir: el show debe continuar.

    Pero mi mente, incansable, an concibe otras posibilidades susceptibles de helarte el alma antes deni tan siquiera terminar las expuestas10: imagina ahora un local tal y como lo pudiera ser unaagencia de viajes. Un local que prometiera atemorizar a cualquiera y que se basase en la premisaanterior, mezclar realidad y ficcin, pero tomando como cemento el tiempo. Un local cuyo lemafuese: te asustaremos, pero...cuando?, dejando al cliente en un continuo estado de duda en elcual todo es susceptible de ser provocado por ellos, convirtindose as en una materializacinnotable del genio maligno cartesiano, de modo que el pensamiento racional y critico ira dando pasoal paranoico, paulatinamente. Tanto es as que, en su cspide y con suerte, la compaa no habra dehacer nada: la sola sugestin e histeria habra de ser suficiente, as como lo fue en el experimento deRosenhan y los pacientes inexistentes. La fuerza de la palabra como nica arma -de gran poder, porcierto, como demuestran Austin y Searle-. Y recayendo tanta importancia en esta, el primer y nicocontacto entre las partes seria determinante:

    -Mientras va firmando los papeles, quiero recordarle que la postergacin es indefinida.Pueden transcurrir aos, incluso morir en el proceso. Esto garantiza la eterna duda.-Menuda gracia tener que pagar para que luego no hagan nada, no me estar timando, verdad?-No se preocupe por eso: el servicio es gratuito.-Gratuito? Quien da algo por nada, hoy da?-Nosotros?Piense que nos hace un favor: an estamos en fase de prueba para regular la intensidad.-Que?! Regular la intensidad? No me querrn matar, verdad?

    10 El resto de atracciones podran inspirarse en las descritas en un da en Horrorlandia (o el resto de la saga,supongo) de Stein, que ms que un relato de terror lo considero unas instrucciones para elaborar tal parque,aderezado por la filosofa, mtodos y trasfondo del mismo, as como la perenne duda sobre la veracidad de lasadvertencias (si obviamos, al menos, el final, en el que el autor se decide por desvelar las ambigedades), y queconcuerda con mi propuesta. Lo dicho se refleja en citas como Te hacen creer que un segundo ms y no lo cuentas.Pero todo est perfectamente cronometrado. Quieren que sientas terror y luego...Zas!, estas bien, Y si lasmaquinas se averan? Y si la cronometracin falla?, resultaba difcil saber si el miedo que se pasaba all eradivertido... o real. Aquel lugar era peligroso?O todo era una gran broma para asustar?, Aquello no era divertido.Dola demasiado, o un inteligente dialogo de humor negro y morboso que abrevio:

    -Hey, has anyone ever died here in this park?-Only once

    -One person died here?-No. Not what I meant.-What did you mean?-A person can only die once here. No one has ever died twice.

    http://prosa-msc.blogspot.com/2011/09/postales-jp-o-experimento-de-marketing.htmlhttp://es.wikipedia.org/wiki/Experimento_de_Rosenhanhttp://es.wikipedia.org/wiki/Experimento_de_Rosenhanhttp://prosa-msc.blogspot.com/2011/09/postales-jp-o-experimento-de-marketing.htmlhttp://es.wikipedia.org/wiki/Experimento_de_Rosenhanhttp://es.wikipedia.org/wiki/Experimento_de_Rosenhan
  • 8/3/2019 T an puedes dormir?

    8/21

    -No sea paranoico, hombre. Eso depender de usted. Es que no ha ledo el contrato? Ya deca yoque firmaba muy rpido...-Que dice en el contrato?-Que no nos hacemos responsables de daos permanentes en la conciencia. Tuvimos que enviar almanicomio a un chaval el ao pasado; desde entonces, hemos tomado algunas precauciones legales.Pero no se preocupe, hemos mejorado mucho desde entonces...

    Pero volviendo al cine y sus inconvenientes, dejando a un lado estas atracciones teatrales quereivindico11, examinemos ahora otra de las consecuencias del escenario tpico en el que sedesarrolla: estar rodeado de gente (si bien es verdad que esto no es imperioso desde que existe eltelevisor o incluso los porttiles, que nos permitiran ver una de zombies solos y en el cementerio) .La ausencia de soledad impedir siempre, exceptuando que creamos que quienes nos rodean nosson peligrosos, hundirnos en una verdadera sensacin de temor, y no de mero espanto por grotescoo susto por espontneo12.

    Por otra parte, si bien antes he enfatizado y elogiado el carcter wagneriano del cine, estepuede ser tambin uno de sus mayores defectos: embebida la vista, los odos y la consciencia enacto tan pasivo, que nos toma como a meros receptores, la imaginacin y sus alucinaciones13 o

    sobreinterpretaciones de la realidad (en las que Unamuno identifica el miedo) que la envuelve seanulan, ya que la sala, para ms inri, esta aislada a estas interferencias. Por el contrario, mientras seacomete en la intimidad del hogar (o quizs un lugar ms propicio como el del principio) unalectura inquietante, los movimientos de las sombras y las luces as como los sonidos del entornopenetran en la dimensin de la lectura y acrecientan su desasosiego.

    Sin duda que el cine es una manzana tentadora, brillante y esperanzadora... pero no creo quenada pueda sustituir a la realidad junto a un pensamiento enfermizo suscitado por una obra macabra,por un simple relato ledo en el ambiente ms adecuado. Y en esto consiste la hiperrealidad delmiedo: en como gua el arte (el ambiente y los estmulos de la realidad) la mente para que esta creey en ella se recree un mundo de monstruos y quimeras amenazantes.

    Ha de perderse, pues, la razn que nos cohbe. Parafraseando a Stuart Mill14: tenia miedohasta que me preguntaste: por qu?.

    As que calla, y disfruta.

    11 Solo existe un sentido eterno y ubicuo (que irnicamente ha sido el ms marginados, teniendo sus hermanos porbuenos compaeros las artes plsticas, la musica, la gastronoma o la perfumera): el tacto (mximo exponente de locorpreo- y del mal, segn Plotino, padre del neoplatonismo y referente de las doctrinas cristianas que dominaroncompletamente el medievo, razn de su marginacin- y explotado principalmente por un arte igualmente rehuidocomo tab por la sociedad durante demasiado tiempo:el sexo) . Nuestros ojos en la oscuridad son intiles, e inclusopueden cerrarse. En el silencio (o en frecuencias inaudibles) sordos son nuestros odos, que tambin pueden ser

    taponados. Cuando no comemos, poco hace el gusto. Y vano es nuestro olfato , poco fino, que requiere de oloresintensos. Sin embargo, reitero, el tacto es eterno, intimo y personal. Y como tal, hemos de alcanzarlo: acceder a l,sin olvidar, claro, que el arte tambin ha de conducir, bajo hilos invisibles, a abrir los otros sentidos, guiados por unamente bien perturbada, con una precisin y modo equiparable a la acupuntura. Porque la realidad, de un modo uotro, ha de perder pie en la ficcin.

    12 En el banquete de Platn, por ejemplo, al poco de iniciarse el discurso de Fedro se habla de un ejercito de amantesy amados. Creo que es una de las menciones ms antiguas al fenmeno por el cual la valenta de uno acrecienta a ladel otro, haciendo incrementar as la del primero, creando un feedback continuo y sucesivo: la retroalimentacin. Enesto se basa el razonamiento tpico voy si tu vas. Por tanto, si asumimos que el resto de espectadores no solo nonos van a atacar, sino que ms bien preponderara la fraternidad (no digo que sea as, si no que se pienseinconscientemente as) o como minimo, nos hacen compaa, las posibilidades de atemorizar se reducen de maneraimportante. No en vano, las pelculas de esta ndole son vistas frecuentemente , entre otros sectores, por parejas.

    13 Ms comunes de lo que la mayora de la gente piensa, como muestra Seashore

    14 Era feliz hasta que me lo preguntaste (o Pregntate si eres feliz y dejars de serlo", segn versiones) . Cuando seexamina racionalmente un sentimiento o sensacin irracional y abstracto como este y se intenta justificar, pierde elsentido, porque estos no necesitan ser justificados. El mundo puede ser una mierda y yo vivir la peor de laspesadillas, que podre seguir pensando: hoy es un da hermoso.

    http://cultivandocultivos.wordpress.com/2010/11/13/alucinaciones/http://cultivandocultivos.wordpress.com/2010/11/13/alucinaciones/http://cultivandocultivos.wordpress.com/2010/11/13/alucinaciones/
  • 8/3/2019 T an puedes dormir?

    9/21

    Mea antes

    Oscurecindose

    Negarse a que el acto delicado de girar el picaporte, ese acto por el cual todo podra

    transformarse, se cumpla con la fra eficacia de un reflejo cotidiano. Hasta luego, querida. Que tevaya bien.

    Apretar una cucharita entre los dedos y sentir su latido de metal, su advertencia sospechosa. Cmoduele negar una cucharita, negar una puerta, negar todo lo que el hbito lame hasta darle

    suavidad satisfactoria. Tanto ms simple aceptar la fcil solicitud de la cuchara, emplearla pararevolver el caf.

    [...]Cuando abra la puerta y me asome a la escalera, sabr que abajo empieza la calle; no el moldeya aceptado, no las casas ya sabidas, no el hotel de enfrente; la calle, la viva floresta donde cada

    instante puede arrojarse sobre m como una magnolia, donde las caras van a nacer cuando lasmire, cuando avance un poco ms, cuando con los codos y las pestaas y las uas me rompa

    minuciosamente contra la pasta del ladrillo de cristal, y juegue mi vida mientras avanzo paso apaso para ir a comprar el diario a la esquina.

    Cortzar, manual de instrucciones

    El sol cae por el abismo inobservable del horizonte mientras mis ojos se alzan por las enredaderasde macabras letras. Madreselvas que trepan por la tapia de mi cordura, nublndola. Hojas queabsorben el resplandor de mi sensatez mientras beben de los quimricos vapores de mi raciocinio,marchitndolos. Flores superiores en sadismo a su padre, ptridas por fuera tanto como yo pordentro. Aromas nauseabundos que evocan a la boca que invoca con su nombre mi futuro: la Muerte.

    El sol ha cado junto al templo de la suspicacia; en los paramos en los que me hayo ya nocabe tal. Me rindo plenamente a sus arenas abrasadoras, pues, para que taten sobre mi blanca pielsus nefastos maleficios; quiero de ellos ser vctima. Quiero encarnar el temblor y temor del quesufre. Quiero sentir bajo mis prpados lo que abiertos no ven. Quiero descender a los avernos y queun Virgilo descorts y deforme all me torture y me abandone. Quiero...

    No!...realmente no; eso no es lo que anso. El dolor es tan insignificante...yo mismo puedolesionarme. El infierno no es ms que el paraso de los masoquistas; no me da miedo. El martirioeterno...que banalidad. Yo lo que anhelo es el desasosiego, la amenaza turbadora, la inquietudquebradora,... deshacerme en la nada y besar mis labios en agridulces salsas que mezclen lafascinacin por el misterio con su horror y angustia; el no saber...que maravilla, que libertad.

    Deshacerme en la nada...que estas arenas me traguen y me transporten a un mundo

    largamente buscado que me ensee a temer, y de qu lo he de hacer. Que sus arenas devoren la pielde mis pies, su carne, sus huesos...que trepen por mis piernas, mis genitales, mi abdomen, mispulmones, mi corazn, mis brazos y manos, mi cuello, mis dientes y lengua, mi nariz, mis odos,mis ojos, mi cerebro,... todo...quiero verme desaparecer y sentirme crecer y renacer en otro mundoal que en ultimo punto mi razn alcance; quiero que el tacto de mis pies, ultrasensibles, sea elprimero en palparlo, y mi insensible cerebro, el ultimo.

    Solo all, maniatado por el torturador de almas y no de cuerpos que es el escritor experto,podre tal vez vislumbrar algn da el pnico autentico; no el sobresalto puntual, no el miedoinstintivo y primitivo heredado de los antiguos que puede negar fcilmente la razn, no laconsciencia de que es un hecho perturbador, macabro o grotesco pero que no enloquece lascontracciones de mis ventrculos ni fatiga mis alveolos, no el...No! Estoy hablando de la quimera

    mxima, del terror de urticaria o de migraa, del que sube como el alcohol que imita la espuma desu efervescencia y marea como el zozobrar del impetuoso mar, del que lo inunda todo como olasalina que por entre tus poros se filtra, del fuego y calor que te cocina hasta engullirte, del...

    http://www.ucm.es/info/soberania.alimentaria/Manual%20de%20instrucciones,%20J.%20Cortazar.pdfhttp://www.ucm.es/info/soberania.alimentaria/Manual%20de%20instrucciones,%20J.%20Cortazar.pdf
  • 8/3/2019 T an puedes dormir?

    10/21

    Mas se que estoy destinado ha fracasar. Cosmopolita... o apatriado, no temo mi destierro.Asctico, no temo a la pobreza, ni la miseria, ni la ausencia de placer; como en Walden, yo solo mebasto y autosuficiente en mis placeres me declaro. Ensimismado... no temo la opinin ajena, si esque llego a conocerla. Trascendente... ms all del bien y el mal, consciente de la arbitrariedad delas leyes y el abismo que la separa de la moral social o propia, y an sabiendo como Thoreau que"bajo un gobierno que encarcela injustamente a alguien, el lugar apropiado para un hombre justo es

    tambin una crcel", no temo- sino ms bien deseo- la crcel de Chaplin y Tiempos Modernos, delmundo civilizado, pues all mismo podre continuar con mis tareas intelectivas sin preocuparme pormi subsistencia. Masoquista , tampoco temo la crcel de expreso de media noche, viaje de placertemporal antes de retomar, relajado, a mis lecturas, pues nada es eterno. Epicureo, no puedo temer ala muerte, que no existe cuando nosotros s, sino cuando nosotros no. Ateo, no creo en la ira deDios; y an existiendo, preocuparme no debo, pues del mismo modo que yo ignoro a losmicroorganismos extremofilos, l me ignorara a mi. Pesquisn y curioso, cientifista si lo quieres,no temo a lo inentendido y desconocido, enemigos de las ciencias que lo han de descuartizar, yamigos de las prosas lovercraftianas y fantsticas; me fascinan demasiado, esta clase cosas. Y,sobretodo y ante todo, no temo al miedo; no lo temo porque lo deseo.

    De este modo, me frustro y me entristezco, me enfado y me resigno a que, por adogmatico

    -no atado ni valorando en demasa nada- y deseoso de temer, no lo haya yo de hacer. Que nocumpliendo las reglas de juego, no pueda disfrutar de l en todo su esplendor.

    Ese es quien yo querra ser, y sus pensamientos como propios ahora tener, al menos. Sin embargo,incapaz de transgredir esas reglas soy, me temo He intentado con estas ideas, digo, reconfortarme losuficiente como para atreverme finalmente a abrir la puerta que tengo delante. Pero tras no secuanto tiempo contemplando sus tiras de color alternado, oscuro y claro, en cuyo interior parecenhaber emulsionado cromaticamente, pecosas o grumosas; tiras de formas sinuosas que parecenhaber sido dibujadas por la fina estela que describen las gotas de pintura en su demorosa cada,deslizndose como hilos de sudor sobre la exhausta puerta no en un vulgar y caudaloso chorro, sinoun sutil regalim; tiras que en su cada forman, en conjunto, un mosaico de matriuskas de rombosque en mi estado prximo al sueo se me confunden con coos; tras innumerables y lentos goteosde segundos, digo, en los que solo la parlisis corporal parece ampararme y en la que ningunaperturbacin del entorno me consciencia del paso del tiempo ms all de las deformaciones quepadece la puerta descrita en mi mente, un brusco ruido parece haber activado un resorte que mehace voltearme.

    Me acerco a la ventana: es el camin de la basura, de recogida de muebles. Un aire frescome acaricia, como consolndome y tranquilizndome... nada ms lejos: solo me estaba despistandopara que obviara la presencia que me acecha a mi espalda. Pero yo soy ms listo y agudo de lo quecreen, y que me giro rpida y violentamente mientras alzo mi brazo con la intencin de golpearle elrostro con mi codo. Ya frente a l...no hay nadie. Froto el lbulo de mi oreja derecha, infiel

    mensajero que falsamente me precavi: el viento haba destensado con sus susurros el rizoeternamente remolinado por mi dedo ndice, en aquel momento ocupado postrndose sobre elalfizar para ver marchar el culpable de mi primer sobresalto, golpendome el lbulo, oacaricindomelo cual suave cosquilleo con sus finas puntas.

    Poco a poco, mientras recupero el aliento y la compostura, noto como mis msculos seempiezan a agarrotar de nuevo. Estoy cansado de luchar... ya apenas puedo continuar, o con fuerzaspara ello me veo. Impotente, me siento, relajo mi vejiga, y me duermo recostado sobre el froradiador de cermica en un clido charco de orina.

    O eso me imagino -si no es que lo sueo, exhausto- antes de sobreponerme y comenzar a andarlentamente hacia la puerta, en un desesperado intento de evitar recaer en la parlisis, postergando al

    mximo el recorrido; aun as, al instante, mi pie da el ultimo paso. Mi vejiga no aguanta ms.Decido dejarme llevar, pues, por la inercia del movimiento, acostumbrado a alzar el brazo hacia elpomo en tal posicin. En un estado ms inconsciente que consciente, con una libertad de

  • 8/3/2019 T an puedes dormir?

    11/21

    movimientos ms propia de lo onrico, abro la puerta mientras imagino entrando en mi cuarto todala invisible inmundicia del mundo, como si esta no cupiese ya por el resquicio de debajo de lapuerta.

    Delante de mi, a un paso -o dos-, la entrada -o salida- de mi hogar. A mi derecha, a unpalmo, la despensa, cerradas sus puertas. A mi izquierda, aunque desde donde estoy no lo vea, seextiende un largo -pero no demasiado- pasillo. El bao es la habitacin contigua a la ma, a cuatro o

    cinco palmos.Desconozco por completo lo que pueda hallarme al dar el paso y girarme; cualquiera podraah esconderse, cualquier cosa podra sorprenderme. Pero desde que he abierto la puerta, he dejadode pensar y torturarme. Me siento temerario.

    Una vez all, miro en la quietud el horizonte, del que mana una luz amarillenta, en forma decirculo u esfera, que hace empalidecer leve y momentneamente mi rostro. Es la farola que se hallatras la vidriada terraza cubierta al final de la casa, me recuerdo, mientras avanzo.

    Al hacerlo, plegando mi pierna apresuradamente en tan largo paso dado, mi ojo capta en laperiferia un movimiento efmero, un destello, el correr quimrico de algo semejante a lo que setiene por un fantasma. Tras dudarlo un instante imperceptible, inseguro y temeroso, me girobruscamente: el particular espejo que tantas carcajadas me proporciono, ahora as me espanta con

    sus barrocas deformaciones al cruzarlo tan rpidamente. Pienso en retroceder y avanzar el pasoalternativamente para comprobarlo, recrearme en ello y rerme de mi estupidez. Pero no quieroperder el tiempo, aunque este ldico entretenimiento bien pudiera destensarme y acelerar misdesventuras, as como quien ve una comedia despus de un terrorfico thiller antes de ir a dormir; yono soy as... en el fondo, creo que me gusta resquebrajar y esquebrajar mi integridad de esta manera.

    Ligeramente aliviado al racionalizar mis visiones y vindome prximo a mi meta, alcanzo lapuerta del bao, entro y cierro. Cruzo acuciante el espejo, viendo en l mi calaverico e insomnerostro, levanto la tapa del retrete -no sin una cierto resquemor y duda- y meo. De mientras, vigilo lamampara de la baera. Quisiera abrirla y comprobar que nadie se esconde en su fondo, pero el ruidoque hara podra ser aprovechado para abrir la puerta del bao sin yo atisbarlo, atacndome sinpoderlo eludir.

    Al terminar, hago lo propio en el lavamanos, adems de beber agua y refrescarme la cara. Yas dispuesto, me imagino asustndome al ver algo inusual en el espejo, como un personajeamenazante. Apenas hay espacio para mi, all, por lo que tendra que ser tan voltil como missueos, para caber; pero eso no supone un problema, porque en verdad no forma parte de otromundo que el de los sueos, las quimeras y la imaginacin...o al menos as razonando pretendoapaciguarme.

    Pero parecindome esto poco perturbador, como si quisiera maltratar sadicamente miatormentada mente, me imagino que, a fuerza de imaginarlo, lo materializo... y me estampa ladentadura contra la pica, y me golpea reiteradamente, y mi mandbula inferior se separa del resto,que cae y rueda sobre el suelo mientras observa como su inerte cuerpo, yo, sigue siendo apaleado.

    No utilizo la toalla: yo mismo me escurro el agua para no tapar mi vista ni un solo momento.Cuando me siento seco, me dispongo a salir. Me coloco frente a la puerta. Confiado, tomo el pomo.El mismo holocausto, as como el fuego del ms profundo de los avernos, parece materializarse enl en ese momento. Quise soltarlo, mientras mi rostro se deformaba en grotescas muecas y lasparedes retumbaban los ecos de mis exasperados gritos; mas no pude: se haba fundido en mi manoy ahora formaba parte de mi ser, deforme.

    Este fragmento, que recuerdo entre sombras, de mi lectura, me obliga a tragar saliva. En unaposicin extraa, retengo un escalofro para que no me visite ni me amenace; quera comunicarmeque, como en mi cuarto, all no poco tiempo iba a permanecer. Pero le niego, y le retengo, y loinmovilizo con una llave indescifrable, y le rompo el cuello. No pienso soportarlo ms. Que pase lo

    que tenga que pasar. Abro y salgo. Nada me lo impide. Nada me detiene. Nada me amenaza. Estoyun poco ms cerca de mi victoria.Miro a ambos lados antes de afianzarme definitivamente en el pasadizo. Si hubiera alguien

  • 8/3/2019 T an puedes dormir?

    12/21

    lo habra visto y me hubiese asustado. Si no mirara a ambos lados, aun habindolo, me hubieseahorrado el sobrecogimiento. Dicen que el ser precavido vale el doble; ahora lo entiendo: es eldoble lo que yo siento, la tensin que yo respiro, la sangre que yo bombeo, la vida que yo recorro...A veces me pregunto si tanta precaucin es til, si tanta intensidad es sana.

    Al llegar, me sonro ante el espejo del pasillo para animarme ante la idea que tengo tresflancos posibles de ataque: el pasillo, el bao y mi dormitorio; los dos primeros a mi espalda. Suena

    un estruendo y contemplo en el espejo mi rostro desinflarse como un baln disparado. Entretembleques -por el fro, sin duda, me digo y me consuelo-, me giro sin ganas y sin motivos en vezde resguardarme en mi cuarto; tal es la necesidad imperiosa de mi indomable alma. Un objetodecorativo que saludaba a los invitados y que daba fin al pasillo haba cado. Las ventanas estncerradas y no hay corrientes de aire. Siento la necesidad de ir e investigarlo, pero...ahora que estabatan cerca de mi lecho...ahora precisamente que las flores se abran para recibirme, emanando de suscantos la mismsima gloria...

    Enciendo la luz del pasillo con un cierto rencor y no menos vacilacin: no hay nada; o si lohay, no lo vislumbro con mis ya cansados y entrecerrados ojos. Aunque se que maana sera tardepara averiguarlo, decido abandonar por hoy mis aventuras, pues flaquean mis fuerzas y prpados,incapaces ya de mantener la tensin silente e inmobile a la que se acostumbra el guardia nocturno

    que termina cediendo ante sus deseos, imposibilitado para mantener su contranatural vigilia,sobresaltandose continuamente a la menor variacin del ambiente en lunticos y cuasiespasmdicos movimientos corporales. Decido, digo, rendirme a las caricias de mis sabanas, a losbesos de mi almohada, al tacto de mi alcoba.

    As pues, mato a la luz con un mero click, entro, golpeo levemente con el taln la puerta,cierro la ventana y, cuando me dispongo a dar la vuelta, una idea me impregna: nunca podre ver miespalda, ni lo que tras ella se oculta...siempre, siempre que tenga que voltearme, temer... Siemprequedara desprotegida! Por ms que como a un perro enajenado de vueltas sobre mi eje, ella nuncaabandonara su precaria posicin. An yo con un retrovisor vigilando, apartando de l mi vista haciami frente un instante, al volverla hacia el espejo, sentira el mismo pesar insondable.

    Afligido por esta frgil semilla de pensamiento, que crece nutrida por mi imaginacinincansable, me respondo a mi mismo, optimista, recostandome sobre la cama, recostando miespalda sobre una superficie cualquiera. Esa es toda mi salvaguarda; as estando no es necesariovolverme, no hay nada tras de mi que pueda temer, que pueda atacarme. Y con la tranquilidad ahoraconferida al palpitar de mi corazn, cierro los ojos, en paz conmigo mismo.

    De este modo, paulatinamente, noto como me hundo ms y ms en el sueo, acompaadopor el doblegamiento del ltex. Sin embargo -o quiz embargandome precisamente en la mayor demis pesadillas-, cuando pretendo cambiar de posicin, tan profundo es el molde creado, que meresulta inconcebible tal movimiento. Asombrado, abro los ojos y me veo enterrado y aterrado acientos de metros bajo el colchn. En su cima, unos ojos observan -y yo lo observo en sus ojos-como unas zarpas emergen por debajo del colchn que protega mi espalda, clavndose en mi carne

    y elevndome hasta l, a medida que el pozo se va llenando con el rojo fluido que gotea desde mismejillas, sonrosadas por la sangre, plidas por la muerte.

    Con esta imagen me desvelo entre jadeos mientras oprimo con mayor fuerza la manta contra micuerpo. Viendo intil toda precaucin para con mi espalda, decido, pues, dormir de lado, para as almenos poder vigilar la puerta y tranquilizarme contemplando la calma y la quietud , la seguridad deuna puerta.

    Pero cuando mi consciencia comenzaba a evadirse entre los efluvios de onricos mundos, ycontra todo pronostico propio, contemplo estupefacto cuan absurda era mi pretensin, que meconturba el animo ms de lo que me lo calma: ante mi incredulidad, a base de pequeos empujones,la puerta arrimada se entreabre ligeramente.

    Ms all de mis quimricos divertimientos, siento algo fsico y real caer sobre los pies de lacama y acercarse a mi. Esta tan prximo que puedo or su rtmico y vibrante respirar. Finalmente,tras algunas vacilaciones, se recuesta -o se deja caer como un peso muerto, a juzgar por la

  • 8/3/2019 T an puedes dormir?

    13/21

    brusquedad- tras mi espalda.Mi imaginacin, en verdad, no da abasto intentando desentraar que es lo que se esconde en

    esa presencia. Son mltiples las posibilidades que desfilan, inquietantes, a travs de mis quietosojos, vestidos con piel de prpado. Pero colapsada mi mente, pareceme haber sido abandonado pormi raciocinio, que solo inverosimilitudes concibo.

    De esta manera, tras largas elucubraciones cada vez ms surrealistas, alcanzo un punto en el

    que ignoro si tales percepciones no son si no ya una fabulacin inexistente, una sobreinterpretacinde la realidad, un producto de mi mente, una suerte de mortuoria beldad, un sueo intangible, unimposible. Mas mi osada no es tal que permita retrayendo el brazo comprobarlo.

    As dudando de su existencia, vano es preocuparse por sus intenciones o su esencia. Miparlisis, aunque persiste, ya no me tensa y agarrota los msculos. Mi deseo de desaparecer, aunqueno hace lo propio, mengua lo suficiente como para permitrmelo, desvanecindome en el sueo,incapaz de mantener un resorte de alerta que se haya de activar al menor movimiento hostil.

    Al da siguiente cuanto mayor es mi asombro cuando, dirigindome a la cocina y dicindome paramis adentros no vuelvo a esta casa de locos que ni Jardiel Poncel concibe, recuerdo, al verlo, algato de mi amigo. Extasiado, lo alzo y lo lanzo hacia el aire recogindolo seguidamente varias

    veces y aclamando Eras t!Y en esto estando, se oye un ruido a mi espalda y dudo Eras t, verdad?.

    Dedicado al gato con el que convivo

  • 8/3/2019 T an puedes dormir?

    14/21

    Acostado

    La habitacin oscura15

    "En todas las actividades es saludable, de vez en cuando, poner un signo de interrogacin sobre

    aquellas cosas que por mucho tiempo se han dado como seguras"; "El problema de la humanidad esque los estpidos estn seguros de todo y los inteligentes estn llenos de dudas"

    Russell

    En la oscuridad, en la ceguera, en la ausencia total de conocimiento por parte de los sentidos... todoes concebible; cuantas veces tras el visionado de una pelcula de terror crea vislumbrar en lanegrura de mi vaca habitacin figuras inexistentes y terrorficas, morando por entre las sombras,que torturaban mi mente con estremecedoras escenas sangrientas, amenazndome en cada alientomortfero. En la oscuridad desierta, como si fuese un lienzo en blanco (o mejor dicho, en nefasto ylbrego negro), confeccionaba con los convulsos pinceles de la imaginacin esbozos escalofriantesque marchitaban mi integridad igual que se marchita a una flor con el calor sofocante del infiernoabrasador y diablico. En un continuo estado de pavor, no puedo evitar concebir mi muerte miles deveces entre las garras letales de las criaturas que creo ver a mi alrededor, que me rodeansusurrndome versos malficos que predicen el horror y la tragedia, mientras mi razn me niega suexistencia. Esos gemidos de dolor y angustia que oigo en los macabros lbulos de las putrefactasesencias de esos monstruos, en sus recuerdos ttricos en los que se torturan y quiebran fcilmente alas frgiles mentes humanas en rituales satnicos cuyo hedor llega hasta aqu hoy, cuya sangre mesalpica el rostro y se volatiliza mientras me consume, mientras me quema la carne y la vida y... yaunque se que...aunque quiero creer que no es verdad, que solo es el trabajo bien hecho por partedel director que ha conseguido mortificar mi existencia tal y como yo le exig al pagar por ver lapelcula. Aunque en el fondo lo sepa... o lo crea saber, mis pensamientos y las sensaciones que

    percibo siguen desquebrajndome en pedazos: esos ojos rojos inyectados en odio visceral, esos ojosletales como el fri acero del viento, de su vaho vaci que me roza desgarradoramente entresusurros mi odo y me corta la respiracin como si me clavara un pual glido como su alma en mipulmn; todo ello, mis pensamientos y sensaciones, concluyen en que vivo muriendo, entre visionesde ultratumba, si es que no estoy ya muerto y vago entre los vivos gracias a la magia de lo onricopara predicar mi redencin y precaver a los locos de su oculta cordura, que a muerte prematura lescondena.

    Entonces, inmerso en el deliro, la inefable sensacin que produce la intencin de encender laluz: deseo, esperanza de liberarme de esos pensamientos y sensaciones lgubres que torturanlentamente mi alma, y por ende, mi cuerpo; pnico, angustia por temor a confirmarlos ycondenarme definitivamente en la mayor de las pesadillas. Indecisin. Y en ese momento, el

    detonante: tras minutos interminables, eternos, de tensin, de desosiego, reafirmados por unaconturbada respiracin, las necesidades fisiolgicas obligan a una prematura decisin. Tragas saliva.Destapas lo mnimo y suficiente el brazo de la protectora y querida manta hacia el interruptor.Cierras los ojos. Lo aprietas. Respiras hondo. Los abres. Exhalas un suspirode alivio...: nada,todo sigue como debiera... O no...?

    NOTA: fragmento perteneciente a "El manifiesto escptico (y divagaciones varias del dementeSekioz en clave literaria)", as como el capitulo suea.

    15 Aqu puede verse una depurada puesta en escena, por parte deRafael Darro, de este monologo o delirio, en dondeemerge la voz en off del loco (o el cuerdo?) tras la angustia del hombre comn, que se deja disuadir por esaconciencia ajena que predice su demencia.

    http://prosa-msc.blogspot.com/2010/07/el-manifiesto-esceptico-y-divagaciones.htmlhttp://prosa-msc.blogspot.com/2010/07/el-manifiesto-esceptico-y-divagaciones.htmlhttp://www.youtube.com/watch?v=gDSWw4ts2U4http://www.youtube.com/user/RafaelDarrohttp://www.youtube.com/user/RafaelDarrohttp://www.youtube.com/user/RafaelDarrohttp://www.youtube.com/watch?v=gDSWw4ts2U4http://www.youtube.com/user/RafaelDarrohttp://prosa-msc.blogspot.com/2010/07/el-manifiesto-esceptico-y-divagaciones.htmlhttp://prosa-msc.blogspot.com/2010/07/el-manifiesto-esceptico-y-divagaciones.html
  • 8/3/2019 T an puedes dormir?

    15/21

    Duerme

    Insomnio...o sensacin de insomnio

    Vale ms soar la vida propia que vivirla, aunque vivirla es tambin soarla.

    Proust...

    Un ttrico silencio recubre lgubremente, con sus lbregos tonos y su aroma infesto, las superficiesirregulares de los objetos que se hallan en la sala. Lo hace lentamente, con detalle, no queriendo serluego reprochado como vago. Se toma todo el tiempo del que necesita para recorrer cada curvatura,cada bache imperfecto de la realidad. Quiere terminar con la conciencia limpia, con la seguridad dehaber obrado dignamente, con la categora propia de su nombre y condicin, no dejando una solapresencia, una sola mota de aquella suciedad lumnica que lo embargaba todo con su cegador ymortfero fulgor previo a su exterminacin, acometida con el paso invicto de la oscuridad sepulcralque avanzaba de la mano de aquel silencio tetraedrico...

    Yo, anestesiado, me extasi en estos pensamientos y coqueteo con la sinestesia mediante laimaginacin, pues mi cuerpo no me acompaa en esta aventura: desde mi atad.... que es mi lecho...de muerte... si morir es dormir... y dormir es morir...,como inducido en un estado de parlisis delsueo, a medio camino entre ambos abismos, as lo concibo; y es que ciertamente, pareceme sentirmis pies sobre un fino hilo cortante sobre el cual desfilan sangrantes por no atreverse a alzarse yasumir entonces como ms probable la cada a cualquiera de los dos avernos, de la anulacin y lainconsciencia.

    Abro los ojos: nada ha cambiado. Todo sigue totalmente impregnado por esa textura apodrido. Estrujo con fuerza el edredn que cubre mi pecho y luego lo destenso,desahogandome,arrugandolo, arrullando...: la oscuridad se ha vuelto ms oscura. Por el resquicio del umbral de la

    puerta ya no asoma aquella vibrante onda llamada luz. Un segundo silencio, ms silencioso,afirmaba as su victoria junto a su gtica acompaante: un halo de misterio, una ausencia deconocimiento, un vaci, una no esencia, un no ser; eso era ella, si es que algo era...

    Al menos as lo visualizo yo...as quiero creerlo y construirlo yo, la realidad...si bien es cierto que seque no existe tal compaa: la oscuridad, a cualquier nivel, es la ausencia de luz, la ausencia deexistencia. Es un significante sin significado, una quimera entre todas ellas. La oscuridad, lo nicoque crea ver en este instante, no exista como entidad propia: la senta en mi mdula espinal contodo el peso de la ausencia que llevaba tras de si: ms era vano. La sutil percepcin de loimperceptible...solo por la costumbre de percibir. La definicin por anttesis, la duplicacininnecesaria? de realidades. La oscuridad, el fri, la muerte...acaso el muerto sabe que lo esta?

    Acaso el vivo puedo estarlo estando vivo? Una idea a medio camino...Acaso no es demasiadoabsurda esta idea como para parar en ella? No, probablemente no: nos aterra demasiado laausencia...la ausencia de vida... como para no dignificarla con un nombre propio ante el quepostrarnos como un esclavo aterrado. Pero que sentido tiene entonces...?No perdemos ya nuestravida ante el pavor a su perdida, ante estas mismas letras que se concatenan en mi mente y meimpiden conciliar el sueo? Que sentido tiene negar nuestra contingencia afirmando como Punset apropsito de Hume que no es seguro que vaya a morir, o que l trascender la muerte(metafricamente) en la memoria ajena?Que importancia tiene trascender, sino estaremos aqupara verlo?16

    O, por el contrario, no puedo sino pensar que cualquier apologa escrita y racional de la vidano es sino una gran mentira: no puede glorificarse la vida de otro modo sino vivindola, creo o

    quiero creer. Por otra parte, para que concienciarnos de nuestra finitud pudiendo vivir ajenos a ella

    16 A veces estamos demasiado dispuestos a creer que el presente es el nico estado posible de las cosas, reson enbalde entonces en mi inconsciente; as me lo hace saber, al menos, el hipnotista... o oportunista que me trata,

  • 8/3/2019 T an puedes dormir?

    16/21

    y perseguir as en actos grandiosos la consecucin de lo eterno e imposible, de una obra magna, sinrestricciones de ningn tipo? No es el placer obtenido en una tarea proporcional al tiempoempleado?Eso me responda retricamente siempre el lgico cuando le preguntaba a propsito delas respuestas a sus enigmas...sin duda, saber o no la respuesta no iba a cambiar nada, ni a mi ni almundo. Sin embargo, llegar por mi mismo, tras largas disquisiciones y consideraciones, a tan bella einequvoca solucin no poda proporcionarme ms placer. Hemos, pues, de asumir nuestra finitud

    ignorndola, no temindola pero no malgastandola? Me temo que en mi mente solo hay preguntas,y que solo la contradiccin puede ampararlas...

    Y creo tambin, porque creer parece ser que es lo nico que puedo hacer para persistir en estecatico y bravo mar de agresivas preguntas, que no merece la pena continuar con estas pesquisas:no con una vida finita escapndose de entre mis dedos... Bajo esta premisa, me levante de la camapara ir al bao. Cuando pase por el espejo, vi unas acuciadas ojeras en mi rostro: tenia sueo, erahora de dormir. Cuando me dispuse a acostarme de nuevo mire el reloj. Haban pasado ms decuatro horas desde que me haba acostado por primera vez.

    Intente acallar entonces mi pensamiento; pensar en no pensar...que absurdo. Esto no hacia ms que

    inducirme a nuevas reflexiones, sobre la consciencia, el metalenguaje y la paradoja de Russell. Y,sin darme cuenta, iban desfilando con una celeridad y agilidad inaudita, invisibles y en orden, lossegundos, en ficticios bloques de 60, frente a mis ojos ciegos. Su ritmo era ciertamente rpido ypronto me fascino; sin embargo, aquel atisbo de consciencia los hizo lentos y pesados, torpes yruidosos...quise entonces matarlos para que el crepitar de sus pasos no perturbara ms mis odos,pero todo fue intil: inmutables, inmortales, se sucedan uno a uno, y ningn acto podra pararlos.Decid entonces observarlos con frustracin: una metamorfosis extraa se sucedi. Mi intelecto,caprichoso, quiso partir aquellos gnomos de talco en partculas ms y ms pequeas... finalmente sesucedi un polvo continuo, una estela que me permita seguir fragmentandola hasta el infinito ycuyo limite pareca ser una linea continua: el Continuo.

    Pero aquella uniformidad fra y asptica, montona, no pareci gustarle a mi mente, por loque decidi tomar dos puntos arbitrarios y considerar el segmento que los separaba como unidad.De nuevo, el Continuo volvi a ser discontinuo: ahora era formado por feroces lobos, que prontofueron unidos en manadas y posteriormente en la contingencia del espacio que las hacia confluiruna tras otra. Mi cerebro construyo as conjuntos y conjuntos cada vez mayores que englobaban alos anteriores...en ultima instancia, considero un conjunto tan grande que lo abarcaba todo y seasemejaba al asptico y uniforme Continuo del principio, formando una masa homognea y estticaen la cual no se poda percibir el movimiento debido precisamente a esa igualdad consigo misma entodas partes, cual fractal: pareca, en resumen, que la divisin y aislamiento excesivos de losindividuos y sus facetas era equiparable a la cohesin unificadora de todos ellos, y ambas opcionesigualmente angustiosas y aburridas. Contento por hallar aquella aparente antinomia, record a Kant

    y considero que su razn haba sobrepasado la experiencia posible para volverse trascendente.As que decidi tomar un nuevo camino:retomo a la arcilla inicial y construyo con ellafiguras dispares, de diferentes tamaos y formas. No pretenda estandarizarla, como antes, sinoregocijarse en sus posibilidades: cada construccin era ms esperpntica y extravagante que laanterior, hasta tal punto que comenz a formar figuras que sobrepasaban en sobremanera suentendimiento, por lo que quiso entonces depurar su barroco arte en estructuras cada vez msminimalistas y sutiles. Largo fue el rato que las manos de la imaginacin anduvieron manoseando almaterial plstico tan sugerente y maleable en este cclico proyecto.

    Sin embargo, como de todo, termino por cansarse. Fue entonces cuando se lo cedi a lamemoria, quien manipulo el tiempo basndose en su experiencia: hizo obras maestras diminutas, deuna gran intensidad y evanescencia; pero tambin grandes bloques de plomo en cuyos muros se

    observaban marcas procedentes tanto de su interior como de su exterior, tanto de presos como deliberadores, adems de toda clase de adornos grafiteros que intentaban disimular aquellauniformidad que dejaba paso posteriormente a estanques de extraas esencias que surgan de su

  • 8/3/2019 T an puedes dormir?

    17/21

    interior formando figuras psicodlicas, en ocasiones. Pero la memoria sufra mucho en estasconstrucciones, pues hacia batallar para su creacin tanto a la fabulacin (o post-recuerdo), a larecreacin imaginativa (o pre-recuerdo), y a la realidad (o recuerdo), lo cual resultaba en una obramagna y plural, completa y catica, falsa por su excesiva fidelidad a la consciencia en detrimento alos hechos, y verdadera precisamente por esa falsedad; esquizofrnica.

    Agotada por estos juegos propios deJan vankmajer, la mente finalmente callo porque cayo

    por su fatiga contra el duro suelo de la consciencia ms cuerda, de modo que yo aproveche parareprocharle su locuacidad a tan altas horas mientras que enmudeca cuando se le pedacolaboracin. Pero ella, indiferente, me pregunto por la hora: haban pasado poco menos de treshoras.

    Aquello era el colmo: as que le grite e insulte con virulencia y tras el eco de mis replicas son uneco ms hondo: el silencio se hizo norma. Un silencio total que impeda percibir el paso del tiempo:la falta absoluta de consciencia permita que la distancia entre un punto y otro del tiempo objetivofuera arbitrariamente pequea o grande. No haba un solo signo de continuidad, una solaperturbacin de los sentidos, un solo punto de referencia que pudiera indicar que no estaba muerto odormido o que el tiempo no se hubiese parado realmente. Estaba completamente absorbido por

    aquella sensacin de vaco, de contemplacin pasiva de la nada.Permanec en este estado extrao durante un tiempo indefinido hasta que o de repente un

    fuerte portazo que me desvelo de aquella especie de subconsciencia: sabia que haba dormidoporque previo al portazo no escuche sus pasos, ni el microondas, ni nada. Sin embargo, nada dentrode mi pareca indicarlo: una sensacin de insomnio embargaba mi mente mientras mi cuerpo sesenta descansado para enfrentarse a un nuevo reto. Habra soado todos mis pensamientos?Habra soado que intentaba dormir? O tal vez solo una parte de ello fue un sueo?O memantuve toda la noche en un estado de semi-conciencia?O... no lo se...pero creo que voy a escribirsobre esta experiencia. Me pregunto si mis lectores creern este relato como una ficcin o como unarecreacin de un hecho real . Lo cierto, es que ni tan siquiera yo lo se...

    -Marcel! Ven ahora mismo al bao!

    Parece que no todo fue un sueo...o ser sonmbulo?

    http://www.youtube.com/watch?v=aFLR-NSi_ZAhttp://www.youtube.com/watch?v=aFLR-NSi_ZAhttp://www.youtube.com/watch?v=aFLR-NSi_ZA
  • 8/3/2019 T an puedes dormir?

    18/21

    Suea

    El advenimiento de la locura

    Todava echado sobre el lecho, me quise levantar y desprenderme de las sabanas que me cubrancompletamente, protegindome del glido clima. Mas, incrdulo, sent como al procurar alzarme,

    algo me retena, y cuanto mayor era mi forcejeo, ms estrechamente me apretujaba entre lassabanas. Tras un largo intento intenso, repose y me prepare para aunar todas mis fuerzas en unestallido de energa bruta. Coloque, no sin esfuerzo, mis piernas de manera tal que me permitieranimpulsarme como un muelle hacia delante, ayudado por mis tensos brazos. Pero todo fue intil.Intil no por defecto o falta de mpetu, sino por exceso. Aquella extraa presin desapareci derepente y sal disparado contra el armario de enfrente de mi cama. Tras el golpe ca redondo sobrelas sabanas hmedas del esfuerzo sobrehumano del forcejeo y del pnico creciente que meembargaba.

    Envuelto de nuevo en ellas, me vi aprisionado con una contundencia inexplicable, sin causaaparente, obligndome a mirar hacia la ventana, desde donde aprecie a un extrao y lejano rostrodesfigurado en el sol que se fue acercando y engrandeciendo en un proceso de metamorfosis hasta

    posarse a un palmo de mis ojos, casi ya como una figura vagamente antropomrfica, un merofantasma de niebla y luz, intangible, incorpreo, indoloro me consol pensando. Mientras estoocurra, percib como una vorgine de energa envolva a los objetos de mi habitacin,vivificndolos y quebrantando todos los convencionalismos posibles, todas las leyes habidas y porhaber, y traspasando los lmites de la imaginacin:

    del globo terrqueo aparecan como hologramas, en un ritmo anlogo a una progresingeomtrica, todos mis antepasados emergiendo de sus lugares de nacimiento, de los ms cercanos alos ms lejanos, llegando en ultimo lugar a los primitivos primates; las piezas de ajedrez sedesplazaban por ambos lados del tablero con una maestra tal, que traspasaba los banalesparmetros humanos y sus absurdas puntuaciones deElo, mientras no podan evitar rergrotescamente, como burlndose de las burdas estrategias humanas a las que estaban acostumbradasa seguir; la ropa se desplazaba por la sala como si fueran portadas por alguien, y a veces se parabana conversar entre ellas con una gran gesticulacin por su parte sobre los misterios sin resolver por lahumanidad como si fueran asuntos de la clase ms simple y trivial; la luz se encenda y apagabaalternativamente, sin orden ni concierto aparente, mas cre entrever en sus palpitaciones mensajesen cdigo Morse que por seguro encerraban misterios ni tan siquiera concebibles por la dbil mentehumana; la impresora comenz a escupir mi terrible destino en verso, con tinta de un rojo lbregoproveniente de dos ojos trgicos y reales que los expulsaban a borbotones, como lagrimas de ira ytristeza; los altavoces emitan desgarradores lamentos que aunaban toda la desolacin del mundo enun vibrante llanto de amargura que como una lanza en mis pulmones se clavaba, impidindomerespirar, en una agona constante y mortfera; de los libros de historia emergan batallas campales,

    barbaries pasadas que ponan de manifiesto el "gran" raciocinio humano, en medio de la habitacin,cuyas balas, armas, sangre,... procuraba esquivar en contra de la voluntad de las sabanas que meretenan frreamente; estampidas de animales, algunos extinguidos por nuestra mano, otros mutadoso modificados por ingeniera gentica, emergan de mis libros de biologa, arrasndolo todo: eledificio se haba venido abajo y yo flotaba en el aire envuelto entre las sabanas y mirando aquelrostro espectral, rodeado de abstractos conceptos matemticos inexplicable pero ntidamentematerializados: bienvenido a la locura me susurro mientras una explosin semejante al Big Bangvolatilizaba y reconstrua el universo. Todo y nada fue uno.

    Quise consolarme creyendo que todo aquello no poda ser cierto, mas aquella criatura me respondicondescendiente demasiado tarde, ya lo pensaste; sabes bien que nada sabes, que todo es

    apariencia, nada ms que creencia; todo es concebible, todo es posible. Mueran tus prejuicios,mueran contigo, cordura, y ven a la locura que ni Dios ni su avaro cura conocedores son de su cura.Deseas sinceramente captar la verdad y la pureza de las causas e ideas? Ven, ven y enloquece, se

  • 8/3/2019 T an puedes dormir?

    19/21

    conocedor de las primicias de la razn pura, de la metafsica, de los problemas irresolubles. Ven aNiafre, Zokies17 te espera.

    Comenc entonces a ser absorbido por una espiral decreciente e hiperblica, una especie deagujero negro hacia la Nada... hacia el Todo... hacia un punto infinitsimo, negligible; hacia nada.Un punto, sin embargo, que lo condensaba todo.

    17 Niafre Zokies: Nia-fre-Zo-ki-es, ledo al revs: eskizofrenia, es decir, esquizofrenia

  • 8/3/2019 T an puedes dormir?

    20/21

    Despierta

    Performacin

    Sabia que desde el mismo momento que pusiera los pies en el suelo, se sucederan una serie de

    acontecimientos que convertiran al da de hoy en algo ingrato. Lo saba y lo se porque el simplehecho de creerlo lo incita y, completamente ajeno a la fecha vigente, quera comprobarloempricamente en mis carnes.

    Por ello prefer exprimir cada segundo de noche para dormir aunque no tuviese sueo,permaneciendo en el lecho como resguardo a lo poco alentador de esa nueva jornada. Me revolvaas sobre el edredn con una cierta incomodidad, cual si fuese una serpientes gigante y constrictor.Incluso comenzaba a acalorarme en tan enzarzada batalla mientras me embeba en breves destellosonricos que se entremezclaban con los retazos de mi imaginacin.

    Aunque no era agradable, sino casi asfixiante y pesadillesco, me resist por mucho de esepantanoso tiempo a levantarme. Mas finalmente la luz encend y el reloj mire, viendo en aqueldesesperado intento de permanecer en el descanso una contrapartida evidente, un absurdo

    abrumador.Saba que ya deba ser la hora porque a fuerza de costumbre sola despertarme algo antes deque sonara la radio. O eso crea que saba, ya que debido a mi falta de resignacin ante la idea deabrir los ojos a ese recin nacido da-por cuanto en tanto yo siempre he considerado que un dacomienza y acaba cuando yo abro y cierro los ojos, creyendo demasiado arbitrario, influenciado porCarroll, otro criterio-, haba perdido el tiempo enmaraadondome entre las agobiantes sabanas,desgastndome ms que reconfortandome. Efectivamente, la alarma estaba desactivada... me habadormido esperando una alarma que no deba sonar...me sentKafka ante la ley; no dorm lanoche sino el da.

    De este modo, cuando llegase al aula, el examen habra terminado y yo tendra que cursar un quinto

    ao de carrera solo por esa asignatura, solo por ese absurdo vasallaje a la causa-efecto, despertador-levantar, costumbre-alienante.

    Tampoco podra cumplir mi promesa: hagamoslo ms emotivo. Si no me ves el da delexamen, es que habr tomado la decisin que temes.Para colmo, haba vuelto la espalda a mifamilia al negarme a ir al funeral de su miembro ms querido por este examen, y tendra que atendertambin a sus consecuencias.

    Pero, sin duda, esas trivialidades, y otras que ignoro por ser an ms intrascendentes para miya que ni siquiera hacan malgastar mi tiempo, no eran lo peor. Las cuento porque el habito las hacedistinguidas y sonoriza la velada con tonos melanclicos y casi fatales, aunque lo atonal de misgustos las desmerezca.

    En verdad, lo que realmente me parte el alma y me duele tener que recordar mientras loescribo y hago con ello liberar en mi cerebro hormonas que reforzaran mi pesar, es que, despus demuchos aos, por pereza o sin quererlo, no distinguiendo cuales de mis visiones eran vigilia osueo, he quebrado hoy la vieja costumbre de no mearme en la cama.

    La diferencia entre mearse en sueos de joven y de viejo,es que este ultimo no hace nada por evitarlo.

    Sekioz

    http://www.ellibrototal.com/ltotal/nuevo_inicio.jsp?t_item=2&id_item=2605http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/euro/kafka/antela.htmhttp://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/euro/kafka/antela.htmhttp://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/euro/kafka/antela.htmhttp://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/euro/kafka/antela.htmhttp://www.ellibrototal.com/ltotal/nuevo_inicio.jsp?t_item=2&id_item=2605http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/euro/kafka/antela.htmhttp://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/euro/kafka/antela.htm
  • 8/3/2019 T an puedes dormir?

    21/21

    Eplogo

    El secreto de sus ojos18

    El nico verdadero viaje de descubrimiento consiste no en buscar nuevos paisajes,

    sino en mirar con nuevos ojosProust

    Eye to eye contact, maddened eyes. Unos odiosos ojos enemigos me escudriaban con irainenarrable centmetro a centmetro, tomo a tomo. Ojos sombros inyectados en lbrega sangreque pareca que observaban plcidamente mi alma en los mios, como jactndose del sabroso premioque obtendran en cualquier voltil instante. Ojos sin cuerpo, solamente ojos flotando entrezozobras en el espacio, en un mar invisible, desasidos y llameantes, gritndome con determinacin.Ojos, esferas inertes y perfectas contrayendo su cristalina lente tras su corona gnea, ardiendo endeseos de rendirse a los impulsos de la irracionalidad, de lo cruento y lo violento, de Thanatos.Todava puedo recordar la primera vez que los vi, s...:

    Era una noche fra y oscura, cruda como solo lo puede ser en la invernal Noruega. Mediriga pensativo al clido hogar tras una interesante conferencia sobre el cine de terror que habaestimulado mi sensibilidad y susceptibilidad cuando de entre las sombras incognoscibles delhorizonte comenzaron a emerger escabrosas imgenes que chisporroteaban agresividad. To myhorror, sus amenazantes ojos me vieron y me observaron peligrosamente. En ese preciso punto,colapsando mi cerebro y entremezclando as fotogramas y realidad, sent por primera vez verdaderopnico.

    En el pasado me haban fascinado las pelculas de terror porque ansiaba sentir esa emocininexperimentada para mi: haba gozado del amor y el desamor, de placer y dolor, de alegra ymelancola, envidia y orgullo, rabia, deseo, resentimiento, misericordia, odio, esperanza,perversidad, inocencia,... y una infinidad ms de sensaciones humanas. Pero jams haba sentido el

    miedo y, como vitalista o vidente19 que era o quera ser, deseaba sentir mi condicin humana entodo su esplendor, en todas sus facetas, en la plenitud de mi ser. La experiencia humana, la vida,seria incompleta sin todas sus manifestaciones, pensaba, y por ello anhelaba poder algn da sentirel miedo. Sin embargo, desde aquel da, no he vuelto a ver una sola pelcula de terror; ya no podrasin que se me alterase el pulso en ritmos caticos, se conturbase la respiracin como en deliriossurrealistas, palpitase el cerebro a punto de estallar, se contrajesen los msculos en cadenciasincontrolables, en convulsiones diablicas; sin que muriese en vida y viviese la muerte eternamente.

    Mientras las sombras se desvanecan acuciantemente tras la naciente y tarda luz de laesperanza, yo yaca en el suelo contemplando unos ojos jams antes vistos, en un charco. Fearfuleyes. Aterrados y acongojados como nunca antes poda haberlos imaginado. Ojos que me miranfijamente, ahora mismo, en el espejo de mi bao. Ojos que ven un arma en mi mano. Ojos quecodician mi muerte, que mueren en ansias de matarme. Madden eyes: my eyes.

    PS:"Ms de un milln de suicidios por ao en el mundo". Esto son casi dos personas porminuto(1.9). cuantas personas se han suicidado mientras leas esto?

    18 Bajo el influjo de la misma obsesin oculofilica de la bella rima XIV de Becquer19 Bajo el lema YO es otro, Rimbaud expone su teora sobre la poesa en sus Catas del vidente, la cual aclama que

    que el poeta debe hacerse vidente por un largo, inmenso y razonado desarreglo de todos los sentidos paraalcanzar lo desconocido, registrar lo inefable. Para ello, es precisa una alquimia verbal que, nacida de unaalucinacin de los sentidos, se exprese como alucinacin de las palabras; al mismo tiempo, esas invencionesverbales tendrn el poder de cambiar la vida. De este modo, la poesa dejar de poner ritmo a la accin; ir por

    delante de ella, ya que el poeta que la escribe debe vivirlo todo, sufrirlo todo. O, dicho de otro modo,la demenciadel arte no se escribe, sino que se vive y luego se describe(con esta referencia enlazo al prologo de la segunda partede la saga: Territorios Kafkianos). Porque, aunque, enloquecido, acabara perdiendo la inteligencia de sus visiones,no dejara de haberlas visto!

    http://www.caracol.com.co/noticias/entretenimiento/mas-de-un-millon-de-suicidios-por-ano-en-el-mundo/20090706/nota/840622.aspxhttp://www.ciudadseva.com/textos/poesia/esp/becquer/rimyley/14.htmhttp://prosa-msc.blogspot.com/2011/08/la-demencia-no-se-escribe-se-describe.htmlhttp://prosa-msc.blogspot.com/2011/08/la-demencia-no-se-escribe-se-describe.htmlhttp://prosa-msc.blogspot.com/2011/08/la-demencia-no-se-escribe-se-describe.htmlhttp://www.ciudadseva.com/textos/poesia/esp/becquer/rimyley/14.htmhttp://prosa-msc.blogspot.com/2011/08/la-demencia-no-se-escribe-se-describe.htmlhttp://prosa-msc.blogspot.com/2011/08/la-demencia-no-se-escribe-se-describe.htmlhttp://www.caracol.com.co/noticias/entretenimiento/mas-de-un-millon-de-suicidios-por-ano-en-el-mundo/20090706/nota/840622.aspx