Tríptico introductorio (mc 1,1 13)

22
ESTRUCTURA COMENTADA

Transcript of Tríptico introductorio (mc 1,1 13)

ESTRUCTURA COMENTADA

1. TRIPTICO INTRODUCTORIO (Mc 1, 1-13)

I. EXPOSICIÓN DEL TEMA

a. CONTEXTO, CONTENIDO Y FINALIDAD. Comienza su catequesis con un tríptico, tres relatos que tienen carácter de premisa necesaria para poder conseguir su objetivo: exponer que la promesa Evangelio se ha cumplido en Jesús de Nazaret, que es el Mesías e Hijo de Dios.

La premisa para comprenderlo es ésta: Juan Bautista, que introduce a Jesús, Siervo de Yahvé y vencedor de Satanás. El tríptico recoge tres hechos históricos que cronológicamente se sitúan al comienzo del ministerio de Jesús y que fueron transmitidos por la tradición aunque de forma independiente.

2. VISIÓN DEL TEXTO

A. Título (1,1). El tema de la catequesis es explicar cómo la promesa Evangelio se ha cumplido en Jesús, en cuanto que es Mesías, que proclama y trae el Reino, actuando como Hijo de Dios. Va a comenzar presentando el comienzo, fundamento para comprender la catequesis

En este enunciado Mesías tiene sentido de oficio, de acuerdo con su sentido primitivo, y no el de componente del nombre de Jesús (= Jesucristo), como se generalizó más tarde.

B. Juan Bautista (1,2-8).

i. La predicación kerigmática de la Iglesia primitiva comenzaba con Juan Bautista y su obra, lo cual implica que para ella este personaje, de cuya exigencia y actuación no hay dudas (cf. Flavio Josefo),

formaba parte del hecho cristiano. Juan fue precursor y sigue siendo precursor para todo aquel que quiera entrar en el mundo de Jesús.

La persona de Juan significa que Dios es fiel, promete un precursor y lo cumple. En la medida en que una persona se abre a la esperanza de un mundo mejor, se prepara para recibir a Jesús.

Conversión a la luz del AT, es volverse, cambiar de dirección, pero no volverse simplemente a una doctrina sino a personas, más en concreto, volverse a la Alianza, centrarse en Dios y en los miembros de su pueblo.

ii. El relato catequético de Marcos depende de fuentes que posiblemente se remonta a los discípulos de Juan, pero que Marcos ya conoció en forma “cristianizada”.

a.Explicita el tema fidelidad. Dios aparece así desde el primer momento como el protagonista y la obra de Jesús va a tener carácter de respuesta personal al Padre. Todo va a ser un diálogo personal.

b. Explicita el tema de la conversión describiendo la predicación y la obra de Juan y su efecto. Administraba un bautismo de agua que era expresión del arrepentimiento del que lo recibía, que significaba de esta manera su situación de pecado y su esperanza en la misericordia de Dios.

Todo esto lo sitúa Marcos en el desierto, lugar geográfico, pero también lugar teológico de la conversión, en el que el hombre experimenta su pobreza y la necesidad de depender de Dios

i. El Kerigma: bautismo y unción mesiánica, pues, son el comienzo de la obra salvadora de Jesús y por ello forman parte del núcleo de la fe, recogido por el Kerigma.

c. Bautismo y unción mesiánica de Jesús (1,9-11)

Porque Jesús recibe el poder del Espíritu, luchará contra el diablo y hará el bien. Es el comienzo de la salvación.

Jesús recibe el bautismo, no porque tenga conciencia de pecado, sino porque se siente solidario con los pecadores y hace un gesto de Siervo. El Padre le da su Espíritu y le unge como el Mesías-Profeta-Siervo.

En el bautismo de Jesús tuvo que suceder algo importante, pues a partir de este momento abandona Nazaret y comienza su actividad profética, muy diferente a la de Juan el Bautista.

i. Jesús fue realmente tentado. Jesús fue un hombre libre y por ello tuvo que optar y tuvo que sufrir la tentación, que fue una característica de todo su ministerio.

d. Jesús vencedor de la tentación (1,12-13).

La tentación estaba relacionada con el modo de su misión: eligió la voluntad del Padre, que era el camino del Siervo, en la debilidad y la muerte, en lugar del camino del poder y del triunfo humano. Y optando correctamente venció en sí mismo a Satanás.

ii. El relato de Marcos tiene carácter cristológico y soteriológico. Jesús posee el Espíritu y éste le empujó hacia el desierto para enfrentarse y vencer a Satanás, el enemigo del Reino de Dios, de la vida y del hombre. Este hecho tiene carácter de comienzo y fundamento.

El desierto, lugar de prueba, en cuanto que sitúa la hombre en su condición de criatura, limitado y dependiente, y así le ayuda a conocer su propia realidad.