¿Trigo o paja? - evangelismohoy.weebly.com

¿Trigo o paja? Página 1

¿Trigo o paja? El cristianismo actual, si tomamos como evangélico a todo grupo que

proclama seguir al Señor Jesucristo, avergüenza a la mayoría de los miembros

de las iglesias locales, los que deseamos seguir medianamente las directrices

que nuestro gran Salvador nos dejó como una ruta que traslapa entre dos

mundos. Sabemos, sin embargo, que aunque hagamos nuestro mejor intento

no lleguemos hasta donde deberíamos en la propuesta que tenemos de lo alto.

En el Antiguo Testamento encontramos un reto de parte de Dios para la

iglesia actual en forma de pregunta, al final del versículo: “El profeta que tuviere

un sueño, cuente el sueño; y aquel a quien fuere mi palabra, cuente mi palabra

verdadera. ¿Qué tiene que ver la paja con el trigo? dice Jehová.” (Jeremías

23:28) La respuesta la tenemos que dar de manera personal y también

corporativamente, al ser parte de una comunidad de fe que profesa seguir y

servir al único Dios. * Lo subrayado no es parte de la porción bíblica.

Lastimosamente, tenemos dos lados opuestos en este péndulo religioso

que nos rodea, que adormece u ofusca a cada uno que se detiene a

observarlos; ya que son tan contradictorias y excluyentes sus interpretaciones,

como lo es el amor que se supone que deberíamos de mostrar; esos extremos

de conducta o excesos en la práctica son el liberalismo y el legalismo.

Antes de empezar a tratar cualquiera de estas desviaciones del

cristianismo sano y de la verdadera espiritualidad, no pretenderá ninguno de

nosotros ser una autoridad en el tema; ni mucho presumir: ¡Miren que bien que

lo hago yo!; pero aquí estamos animándonos todos a hacer la obra del Señor

con su fuerza y con sus herramientas, las cuales tienen un manual del usuario

que, conviene que juntos lo revisemos diariamente con un corazón humillado.

Para mantener las normas de cortesía, empezaremos por el que parece

el más empático e interesado por las masas de seres que recorren los

polvorientos caminos de este mundo y que necesitan, según ellos, tan solo un

abrazo y unas amorosas palabras de ánimo y aliento; hablamos del liberalismo.

Este podría ser definido como la corriente filosófica y religiosa que niega

muchas de las enseñanzas (y lo que estas conllevan) del cristianismo ortodoxo.

Ya hemos escuchado que es mejor ser herido por la verdad que ser

muerto con la mentira; lo último es precisamente lo que hace el religioso liberal.

Todo aquello que se sugiere hacer o no hacer; creer o no creer en la iglesia tiene que estar basado en una buena interpretación de lo que Dios nos ha entregado como su voluntad, solo contenida en su Santa Palabra escrita.


Seguir a los liberales o permitir que estos sensuales se instalen

cómodamente en la iglesias locales de nuestro Señor Jesucristo, llevará en su

momento (generalmente bastante corto) a una segura muerte o separación

espiritual de ese cuerpo visible particular e independiente, con la Santa

Cabeza, que es nuestro buen Salvador.

Los liberales se sienten el grupo moderno de la fe cristiana; mas estos

solo siguen las recomendaciones de un viejo asesor religioso; aquel que

también oriento allá en el Edén a nuestros primeros padres a no tomarse tan “a

pecho” lo dicho por el Señor: <<No morirás>> (si tomaban ese fruto prohibido).

Los liberales pueden enseñar bien una parte de las escrituras; pero

suelen tener un énfasis desmedido en esa, o en pocas del total de las doctrinas

Bíblicas. Esto no parece tan grave; pero mira lo que nos sigue diciendo el

Espíritu Santo a través de Pablo: “Por tanto, yo os protesto en el día de hoy,

que estoy limpio de la sangre de todos; porque no he rehuido anunciaros todo

el consejo de Dios.” (Hechos 20:26-27) Puedes ver con muchísima claridad que

al no dar todo el consejo de Dios la sangre de los oyentes está siendo

derramada sobre nosotros, como un permanente testimonio de ese grave mal.

En la ilustración de la siguiente página muestra a los liberales ocultos en

cada una de las cuatro fases del coqueteo de los religiosos con el mundo:

1. Nos invita a los que nos hemos apartado del mundo a ser amigos

nuevamente del este. En Santiago 4:4 dice claramente: “…¿No sabéis

que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues,

que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.”

2. Celebra la concepción del mal, que sugirió permitirse. Jezabel es uno de

los ejemplos más notables de libertinaje que podríamos citar de aquellos

que encontramos en la Biblia: “Pero tengo unas pocas cosas contra ti:

que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y

seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los

ídolos. Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere

arrepentirse de su fornicación.” Es una radiografía del actuar de estas

personas en las iglesias locales. (Apocalipsis 2:20-21)

3. No denuncia el crecimiento de la iniquidad que se da entre los miembros

de su grupo, aunque sea tan notorio para los ojos externos a esta

comunidad. Esto ocurre de la misma manera que no se oculta fácilmente

el embarazo avanzado de una dama.

4. No tiene el criterio para identificar el alumbramiento de un clarísimo

engaño o desviación a los que han venido ignorando las solicitudes

dadas por los principios bíblicos.


Está, otras ilustraciones y varios tratados pueden ser impresos gratuitamente de la página:

evangelismohoy.weebly.com

Antes de pasar al siguiente grupo de religiosos que llevaran el péndulo

hasta el lado opuesto, podemos inferir que si tanto se promulga por parte de

estas personas que debemos de relajarnos ante las solicitudes de Dios; es

porque están consintiendo las trasgresiones personales, familiares o de su

asamblea (quienes los sitúan como sus guías espirituales), ya que son la oferta

popular de moda, según maneja en su haber sus propias doctrinas livianas y

confeccionadas para agradar a las masas: “Porque vendrá tiempo cuando no

sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán

maestros conforme a sus propias concupiscencias*,” (2 Timoteo 4:3)

* La Real Academia Española define la concupiscencia como el apetito desordenado de

placeres deshonestos. (1984; 2ª acepción)

Dios tiene una palabra final para el liberal: “Pero al malo dijo Dios: ¿Qué tienes tú que hablar de mis leyes, Y que tomar mi pacto en tu boca? Pues tú aborreces la corrección, y echas a tu espalda mis palabras.” (Salmos 50:16-17)

El legalismo por el contrario emplaza al mismo nivel de la plenaria

Palabra de Dios, normas y detalles del criterio humano que dan sus dirigentes.

En el evangelio de Marcos en el capítulo 7 se denuncia en 3 ocasiones a

la tradición; que no es otro exceso de mantener lo que el legalismo implanto:

8. “Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de

los hombres:..”


9. Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.

13. invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis

transmitido. Y muchas cosas hacéis semejantes a estas. El legalismo y las tradiciones, a la luz de esta porción, operan así:

1. Primero se aferran a los errores con que un grupo está siendo embaucado. (verso 8)

2. Hace inoperante el poder de la Palabra del Creador, cuando se le incorpora el cianuro de los agregados humanos. (versos 9 y 13)

3. Mantiene el error por generaciones. Es aquí cuando el legalismo se perpetúa en una tradición religiosa. (verso 13)

Lo que dejan fuera los liberales y los legalistas.

Mucho y muy valioso es lo que los liberales y los legalistas dejan como

asignatura pendiente o peor aún, como una materia opcional para esos que,

por los momentos deciden ignorar lo que Dios demanda que su pueblo conozca

y viva; lo que ya se señaló que traerá una peligrosísima falta de discernimiento

espiritual, que a la vista de cada iluso bando que ellos forman, lo poseen solo

de su lado y lo siguen desarrollando a unos niveles elevados.

De todas las enseñanzas que los liberales y los legalistas puedan dejar

fuera de su haber, la más trascendental es la confianza plena y absoluta en la

persona y obra del Señor Jesucristo. Afortunadamente los cristianos con una

sana enseñanza tenemos esa creencia como punta de lanza y pilar

fundamental y es esa convicción la que nos impulsa en el propósito divino de

comunicar a los aún no alcanzados sobre esta gran verdad universal.

La siguiente ilustración nos muestra de manera sencilla, pero muy

gráfica, la diferencia entre el énfasis que tienen los cristianos en comparación

con las alternativas no escriturales que ofrecen los liberales y los legalistas:




Muchas otras áreas podríamos mencionar en las que los legalistas y los

liberales cojean; más adelante veremos las condiciones ideales, que son

opuestas a lo que estos grupos entienden o recomiendan hacer (en el apartado

que muestra el tránsito de los nacidos por segunda vez); pero en esta breve

sección es necesario apuntar que quizá en segundo lugar los legalistas y los

liberales dejan a un lado el verdadero amor; por mucho que pregonen ser, en

cada caso, los últimos sobrevivientes de ese noble sentimiento.

Antes de ver en detalle cada una de las nueve columnas de la loza del

amor; piensa en su fragilidad; ya que se necesita el soporte de cada estructura

vertical para sostener el peso de ese don extraordinario, que es el amor.



Las siguientes columnas del amor, entonces, están ausentes o por

colapsar en las flamantes edificaciones que los religiosos legalistas y liberales

levantan, no para la gloria del Dios, al que dicen servir; sino para alcanzar un

mayor protagonismo institucional. Miremos rápidamente sin mucho detalle,

cada una de estas valiosas estructuras provenientes del ingenio Divino:

1. PACIENCIA:

Nuestro amante Salvador nos advirtió de este extremo en el que ha sido

bien llamado el evangelio para todos: “Os expulsarán de las sinagogas; y aun

viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a

Dios.” (Juan 16:2) Lejos de mostrar paciencia a sus adversarios ideológicos,

estas personas exhiben un odio que llego y sigue llegando al genocidio

colectivo. El versículo siguiente nos da la razón de la brutalidad de sus actos:

“Y harán esto porque no conocen al Padre ni a mí.” (Juan 16:3)


No puede considerarse como cristiano aquella persona o grupo

religioso que ha atacado o ataca con violencia a otros que no comulgan

con sus creencias o prácticas.

De casi todos es conocida la intolerancia de la mayoría de los

religiosos; ya sea que estos pertenezcan a grandes religiones con sus

excéntricas tradiciones milenarias o a nuevas sectas categorizadas

como peligrosas.

2. BONDAD:

Podríamos recordar también como los religiosos judíos hace dos

milenios se comportaron ante el Salvador de Israel y del mundo; Marcos

lo relata así: “Pilato les decía: ¿Pues qué mal ha hecho? Pero ellos

gritaban aún más: ¡Crucifícale!” (Marcos 15:14) Los fariseos y los

Saduceos lucían diferente al ciudadano promedio de su época; sus

vestiduras eran imponentes; pero su bondad no superaba en nada a la

del pueblo, esa masa que se supone que debían de seguir su ejemplo.

3. CONFORMISMO:

Sería una contradicción de términos definir a uno de estos bandos

tratados como conformistas; ya que ellos al igual que los edificadores de

la antigua Babel, se están haciendo un nombre y aunque parezcan

estarlo logrando, solo pueden construir rascacielos de vanidad; por

utilizar solamente materiales temporales y defectuosos.

4. HUMILDAD:

El profeta Ezequiel comparo a los religiosos de sus días con el pueblo antiguo de Sodoma, ya juzgado ese entonces: “He aquí que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad de pan, y abundancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleció la mano del afligido y del menesteroso.” (Ezequiel 16:49) Nota como la primera de las faltas acotadas fue la soberbia; esa cruel tirana que ha doblegado a la mayoría de los religiosos de todos los tiempos, en todas las culturas y en cualquier rincón de este planeta en que estamos situados. Los cristianos auténticos no estamos exentos que los fuertes tentáculos de la soberbia nos estrangulen, si les permitimos que primero nos acaricien, cuando se nos presentan como unos vistosos y elegantes collares: “Antes del q uebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu.” (Proverbios 16:18)

5. ÉTICA:

Si observas nuevamente “La loza del amor” veras que esta

columna está ubicada exactamente en el centro de las otras que

sostienen este don dado por Dios, (se respetó el orden dado en 1ª a los

Corintios. 13:4-7)


Según la ubicación de cualquiera de las otras ocho columnas, al

faltar cualquiera de ellas, se desplomaría el 25 % o el 50 % de esta

fuerte, pero frágil loza; por el contrario, si retiramos la columna central de

la ética, toda la loza colapsaría de inmediato. De igual manera pasa con

el testimonio y el impacto cristiano cuando queda en evidencia una

injusticia de nuestra parte.

La ética de los religiosos es una superficial y ante ella se impone

la conveniencia personal o la de su institución. No podría ser der de otra

manera. ¡No le podemos pedir pan al hambre o cobijas al frio!

6. DESINTERÉS:

Seriamos más que ingenuos si llegásemos a pensar que los

religiosos que tratan a la Eterna y Santa Palabra de Dios como plastilina

en sus manos, lo hacen sin un interés en eso temporal que, suelen

obtener en abundancia, por haberse lanzado con osadía y atrevimiento a

nadar en esas aguas profundas. El penúltimo libro de la Biblia desnuda

los verdaderos intereses mezquinos de los líderes de estos colectivos

religiosos: “¡Ay de ellos! … y se lanzaron por lucro en el error de

Balaam,” (Judas 1:11) Ellos están más que advertidos de su fin.

7. TRANQUILIDAD:

La mansedumbre es el poder en control y nuestro Señor

Jesucristo nos solicitó tener esa paz interior: “…aprended de mí, que soy

manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;”

(Mateo 11:29) Al confiar absolutamente en Dios podremos estar

tranquilos y sin los frecuentes sobresaltos de los que sufren las criaturas

que no se han rendido de corazón a nuestro Santo Dios.

Como cristianos rescatados por el único glorioso Dios tenemos

que tener grabadas las siguientes palabras en ese estandarte, que

siempre debe ondear a lo largo de nuestra trayectoria: “Estad quietos, y

conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido

seré en la tierra.” (Salmos 46:10) Lastimosamente la tranquilidad en Dios

no es parte de la experiencia de los sectores religiosos que se han

volcado a pregonar enseñanzas que son antagónicas con la voluntad del

único que da una vida reposada.

8. PERDÓN:

Este es una de las columnas que con más dificultad se puede

encontrar en una edificación religiosa; solo bastaría con revisar la

historia para refrescar las amarguras centenarias que los religiosos han

venido arrastrando. Cuanto difiere esto de lo dicho por el pacifico Señor

Jesucristo: “Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y

al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues.” (Lucas 6:29) La no

resistencia a los malos sigue siendo una doctrina cristiana

http://www.miconcordancia.com/biblia.php?w_tbl=tbl_capitulos&Libro=42&Capitulos=6


9. JUSTICIA:

Si definimos la justicia como el ejercicio de dar a cada uno lo que

le corresponde, nos quedara más que claro que ser religioso en estos

dos ámbitos extremistas es ser parte de un grupo injusto; ya que ni a

Dios ni a sus criaturas le dan lo que les corresponde; al primero toda la

gloria y obediencia y a los semejantes un trato respetuoso de

proximidad, de semejanza y de cubrir la necesidad de conocer la

Palabra Dios sin edición; lo último no deberíamos ni siquiera de

enlistarlo, ya que ellos mismos no han llegado a asimilar su esencia.

El resultado de la obra de los legalistas y de los liberales:

Hasta aquí podríamos ya concluir precipitadamente pero con

acierto que la obra de ambos grupos no trae ninguna bendición o

beneficio ni para la iglesia, ni para el mundo, ni para ellos mismos.

1.- Para la iglesia.

Como la iglesia es la columna y baluarte de la verdad (1ª Tim.

3:15) este tipo de personas solo pueden traer una desmemoria en la

salud de toda la comunidad de fe; con el riesgo final de quedarse con

formas y edificios; pero sin el testimonio del Salvador del mundo. Esto lo

podemos apreciar en la siguiente ilustración:




3.- Para el mundo.

Los que más pierden en este mar de religiones y excesos son los

mismos seres no alcanzados por la verdad. El Señor Jesucristo lo expreso

cuando se dirigió a los legalistas diciendo: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos,

hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez

hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros.” (Mateo 23:15)

También la condición de “dos veces hijos del infierno” es compartida por los

responsables de llevar el libertinaje a la casa de Dios.

3.- Para ellos mismos.

Finalmente, encontramos en el libro de Judas; capitulo único y en el

verso 13 la siguiente declaración sobre el fin de los que no temen alterar la

divina voluntad de Dios: “fieras ondas del mar, … estrellas errantes, para las

cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas.”

Un cristiano equilibrado.

Quedará, pues, que hagamos algunas breves apreciaciones sobre lo

que como cristianos debemos de creer y hacer; ya no como preceptos

legalistas; ni como los que podemos decidir lo que nos resulta fácil conservar y

que desechar como impráctico o “imposible” de llevar; sino como aquellos que

hemos alcanzado la misericordia de parte del que es ahora es nuestro Dios y a

sabiendas que nuestra libertad cristiana no puede ni ser ofensiva para nuestros

consiervos, ni traspasar los límites de lo que es decoroso y de aquello que es

de buen nombre (mira Filipenses 4:8); como hacen los grupos que parecen

celebrar llamarse los nuevos intérpretes de la enseñanza bíblica.

Al comienzo de la vida cristiana nos parece que el andar cristiano será

más sencillo de lo que en la realidad vivimos. La salud del transeúnte depende

en gran parte de su responsabilidad práctica ante su Señor y ante sus

hermanos, donde intencionalmente se busque una santidad inalcanzable; pero

que, al intentarlo y aún con frecuentes momentos de desilusión, somos

mantenidos por gracia del que nos protege de caer en prácticas escandalosas

y obsesivas en contra de Dios. La situación se dificulta mucho más cuando los

paladines de ambas corrientes (los liberales y los legalistas) nos aseguran que

es estando a su lado que tendremos el verdadero sendero hacia la vida eterna;

quitando la atención de nuestro Señor y hasta abandonando la iglesia real.

En la siguiente página se comparte la ilustración de “la colina de Pedro”

donde se nos comparte las recomendaciones de un cristiano maduro y muy

ponderado que nos muestra que la vida cristiana ha sido constituida por Dios

para que demos frutos. La diligencia es un ingrediente necesario en este

ascenso, pues sazonara nuestro ministerio en este mundo al que debemos de

darle sabor y propósito con los siguientes condimentos particulares:




FE:

Es el principal y primer insumo de la vida cristiana, Es la convicción que

nos uniforma junto a nuestros compañeros de equipo y de viaje en el peregrinar

que hacemos hacia el cielo. Por la fe en el Señor Jesucristo podremos sanar

las heridas mortales que las filosofías temporales ajena a Dios y la ciencia mal

utiliza nos haya hecho, como ha sido a continuación ilustrado




VIRTUD:

La virtud es el habito y la disposición del alma para conformarse a la Ley

moral de Dios. En el segundo libro de Moisés vemos que esta fue situada como

un requisito que deberían de mostrar los servidores del pueblo de Dios:

“Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de

Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo

por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez.” (Éxodo 18:21)

CONOCIMIENTO:

Dios no bendice la ignorancia espiritual; menos aún cuando disponiendo

del tiempo o de la habilidad para aprender, decidimos no cultivarnos en los

temas eternos y tratamos con disimulo o con minúsculas expectativas las

oportunidades de crecimiento piadoso; cuando bien sabemos que requerimos

de dicha preparación para orientar nuestras convicciones y para poder dar

respuestas inteligentes y detalladas a tantos que, interesados o no, requieren

solventar convincentemente sus inquietudes ante los temas que tratan con

asuntos eternos. La Biblia nos pide: “Antes bien, creced en la gracia y el

conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y

hasta el día de la eternidad. Amén.” (2 Pedro 3:18)

DOMINIO PROPIO:

Podríamos pensar en Salomón como el hombre de mayor conocimiento

(el punto anterior) de todos los tiempos, lógicamente sin contar a nuestro Señor

Jesucristo; pero veríamos con tristeza que, al final de su vida, no tuvo el

dominio propio que debía de mostrar el Rey del pueblo de Dios: “Y se enojó

Jehová contra salomón, por cuanto su corazón se había apartado de Jehová

Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces, … Y dijo Jehová a

salomón: Por cuanto ha habido esto en ti, y no has guardado mi pacto y mis

estatutos que yo te mandé, romperé de ti el reino, y lo entregaré a tu siervo.”

(1 Reyes 11:9,11)

PACIENCIA:

Ya fue tratada en el punto 1 del apartado: “La loza del Amor” (páginas 5

y 6)

PIEDAD:

Este sentimiento entrañable de compasión o misericordia hacia los que

sufren, debe de marchar siempre junto con la iglesia; no es producido de

manera efímera como le sucedió a la nación de Israel en ciertos momentos de

su historia: “¿Qué haré a ti, Efraín? ¿Qué haré a ti, oh Judá? La piedad vuestra

es como nube de la mañana, y como el rocío de la madrugada, que se

desvanece.” (Oseas 6:4) Requerimos desarrollar entrañas compasivas.


AFECTO NATURAL:

Los cristianos debemos de ser las criaturas con el mayor cariño natural

al entorno en el que seamos situados por Dios; incluye no solo el ámbito

territorial (la naturaleza o mejor dicho: la creación) y en mayor grado abraza a

las personas con las que tengamos oportunidad de relacionarnos (cristianos o

no cristianos). Encontramos la ausencia del afecto natural en dos listados: en

Romanos 1:31 se habla de personas que no aprueban tener en cuenta a Dios

como un primer caso y también en 2 Tim. 3:3 como los hombres (que incluye a

las damas) que se aman a sí mismos(as) y que son una actual característica de

estos tiempos peligrosos en los cuales vivimos.

AMOR:

Ya fue tratado ampliamente en la sección de “La loza del Amor” (paginas

5 al 8)

El destino de los religiosos.

Las copias burdas o expertas del caminar cristiano que los religiosos

ofrecen no tomaran por sorpresa a Dios ante el escrutinio de su omnisciencia;

por lo que no hay más caminos o posibilidades para ir al cielo fuera de uno

solo: el rendirse ante el Señor Jesucristo y seguirlo bajo sus términos; los que

no pueden ser editados ni mejorados; como hoy no podríamos dar unos

retoques a una pintura de Picasso que nos parezca estar o muy cargada con

detalles o sin terminar. La siguiente ilustración aclara este comentario:




Si aún no eres cristiano…

Tienes que correr hacia el Señor Jesucristo y pedirle urgentemente que sea tu oportuno Salvador y tu dulce y amante Señor; ya que es el unico que puede ofrecerte el perdón de tus muchos pecados y darte una segura y amplia entrada en el cielo; y mientras llega esa maravillosa vida eterna que nos promete a los que ya dimos ese paso de fe en su gracia, te muestra como tener una vida plena de este lado de la eternidad, de gozo, de servicio y con proposito y no viajaras con el boleto falso que te ofrecen los religiosos.

Si ya eres cristiano…

Debes de estar entre las personas mas felices y agradecidas del mundo, por ese invaluable regalo: La vida eterna; que ya has recibido de Dios en la persona del Señor Jesucristo y solo por sus meritos; y como tal cruzar estos momentos que el Señor ha aparejado para que le sirvas a Él y a tantos seres que puedes ministrar con el don o los dones que el Señor te ha dado para su entera gloria; los que descubriras durante el ejercicio cristiano en tu iglesia. ¡Corre, entonces, la voz! ¡Hoy hay una salvación segura, es por la gracia de Dios en el Señor Jesucristo! No sigamos ocultando este mensaje que da salud a los perdidos, el unico antidoto para sanar de esa caida mortal que tuvimos por nuestras transgresiones, donde nuestra raza humana fue separada allá en el Edén y mas recientemente por nuestros propios pecados personales. No podemos escuchar mas los cantos de sirena de los que tropiezan intencionalmente con la Palabra de Dios. Sigamos el sobrio ejemplo del apostol a los gentiles: “a los cuales ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotros.” (Gálatas 2:5) Ya que deseamos que la verdad del evangelio permanezca con nosotros, no le demos la diestra a alguno que contradiga la inerrante Palabra de Dios. El que toma de compañero a un cojo, al cabo de un corto tiempo también cojea.

¿Con que camino te quedas?

Tanto el liberalismo como el legalismo deben de ser considerados como

una impiedad; por no conformarse a la santa voluntad de Dios; mira lo que nos

dice el apóstol Juan, inspirado por el Espíritu Santo cuando se estaba cerrando

la Biblia, hace unos 2,000 años: “Yo testifico a todo aquel que oye las palabras

de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, (lo que hacen los

legalistas) Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si

alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, , (lo que hacen los

liberales) Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las

cosas que están escritas en este libro.” (Ap. 22:18-19) Ni las adiciones ni las

sustracciones a lo que es perfecto serán de beneficio alguno, en cuanto al uso

y la continua consideración de esa colección de 69 libros, que los cristianos

amamos. No es que la veneremos; pero si nos seguimos asombrando de tal

regalo de Dios para el hombre; ese testimonio que no puede ser modificado.

* Lo subrayado no es parte de la porción bíblica.


La cristiandad tiene que desplazarse por un camino de justicia; como

puedes ver en el Salmo 1 y en la ilustración que siguiente. Por ello no debemos

de permitir que el legalismo o el liberalismo estorbe o dificulte este tránsito, en

el que es posible avanzar, día con día bajo la guía del Espíritu Santo y el

ejemplo de nuestro gran precursor de la vida eterna: el Señor Jesucristo.



Conclusión.

Tanto los legalistas como los liberales no pueden vivir la vida cristiana

real. Nosotros en cambio, podemos conocer y tener la vivencia necesaria que

todo imitador del Dios-Hombre debe de buscar: “Sed, pues, imitadores de Dios

como hijos amados.” (Efesios 5:1)

En la plenitud en que Dios lo merece y demanda; aunque habrán

momentos de pruebas, debilidad y tribulación en esa travesía tomemos partido

por la verdad y no por ninguna de estas corrientes; ni siquiera juzgaremos si

son o no cristianos; aunque tampoco nos vamos a atrever a contarlos como

miembros de los ejércitos del Señor. Toca entonces tener como una auto

advertencia el no perder el equilibrio en nuestro andar y agradecer a nuestro

buen Dios que por su gracia caminemos a cada momento como sus ovejitas

justificadas por la fe en nestro buen Pastor: el Señor Jesucristo.


Después de leer sobre los dos extremos extravagantes del cristianismo

nominal, no te quedes con la idea que el verdadero cristianismo es un camino

difícil de llevar; nuestro gran Salvador lo dejo en claro en el evangelio del

Reino: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré

descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y

humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo

es fácil, y ligera mi carga.” (Mateo 11:28-30) Esa carga que se nos ofrece es

fácil de llevar y ligera, porque el que te llama a seguirle también te sostendrá a

lo largo del recorrido.

Habrá que aclarar antes de concluir que muchos llamados evangélicos

miran legalismo donde no lo hay; cuando son exhortados a obedecer a Dios

confunden los términos, para poder seguir llevando vidas descuidadas. La

Biblia al respecto contiene la siguiente certera acotación: “Mas el que mira

atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo

oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que

hace.” (Santiago 1:25) La libertad cristiana, no es excluyente con un caminar

digno que honre a Dios; por el contrario, son partes complementarias de este

gran reto que se nos ha propuesto: la vida cristiana en libertad y en santidad;

no una santidad absoluta, aunque la deseemos; pero si una posicional que

desea cada día pecar menos; que no haga de las transgresiones una práctica;

que tiene cuentas pendientes ligeras por hacer de la confesión una práctica

diar y que no busque justificar cualquier especie de mal: “Absteneos de toda

especie de mal.” (1 Tes. 5:22)

Tampoco es la intención que te invada el temor o hasta el terror, si has

permitido que algunas prácticas de tipo legalista o liberal hayan surgido en

algún momento de tu peregrinaje; quizá todos hemos tenido esta triste

experiencia; pero cuando el Espíritu Santo nos guía se cumple lo ya profetizado

por nuestro sabio Salvador: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os

guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que

hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.”

(Juan 16:13)

Si tú eres una persona que aún está sumergida en estas corrientes que

le han dado más valor a detalles triviales o a filosofías humanas que a la

palabra escrita de Dios, mira las advertencias que da el verdadero Señor

Jesucristo a los religiosos de todos los tiempos: “…Vosotros sois los que os

justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce

vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de

Dios es abominación.” (Lucas 16:15) O la advertencia que Pablo tiene para los

legalistas: “De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la

gracia habéis caído.” (Gálatas 5:4)


Este breve tratado no es un estudio exhaustivo de altos vuelos de la

seria amenaza que tenemos hoy con esas fuertes corrientes legalistas y

liberales; ni mucho menos un compendio de todas las virtudes cristianas,

opuestas a este tsunami religioso; son simplemente algunas reflexiones de un

consiervo tuyo; uno que ha fallado más que la escopeta de la feria. Es, pues, la

Santa Palabra de Dios la que nos seguirá enseñando a todos nosotros sobre el

caminar cristiano, en un área de seguridad, tranquilidad, gozo y

agradecimiento.

En esta vida que nos ha tocado vivir a los que recibimos la salvación por

la Gracia de Dios en nuestro glorioso Salvador; el Cristo de Dios; no podemos

tener otro maestro fuera de ese buen Jesús ni del Santo Espíritu de Dios; solo

bajo la catedra de ambos debemos de seguir dirigiéndonos en ese trayecto al

cielo.

¿Trigo o paja? ¡Jesús es la diferencia! Ya teniéndolo nos resta

acomodarnos a su revelación escrita; esto te llevara a adorarlo siempre en el

Espíritu y a servir en una iglesia local de sana doctrina. Si ya pertenecemos a

una, agradezcamos mucho al Señor por esto y vivamos alerta para que esta

asamblea siga así sin el violento asalto de los legalistas o de los liberales.

Estas existen; yo he asistido a una por más de seis años.

¡Que muchas bendiciones sean derramadas por nuestro generoso Dios

en tu vida y en la de tu familia!

Abril de 2016.

¿Trigo o paja? - evangelismohoy.weebly.com

Documents

Transcript of ¿Trigo o paja? - evangelismohoy.weebly.com