Tribuna Libre Agenda de energía: lo esperado y las...

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Tribuna Libre Mente Ágil 7 www.pulso.cl Lunes 26 de mayo de 2014 OPINION @pulso_tw facebook.com/pulsochile 136 —No hubo un llamado al diá- logo sincero, porque cuando se llama al diá- logo y se lo condiciona a acep- tar únicamente lo que ellos proponen, se está llamando a la imposición más que al diá- logo. Dejó pasar una gran opor- tunidad de haber cambiado el clima de crispación y polariza- ción que hemos visto, donde el gobierno actúa como si fuera poseedor de la verdad, cerrán- dose a cualquier contribución de la oposición y cerrándose a dialogar con las personas crí- ticas de su proyecto. El dis- curso estuvo lleno de anun- cios, pero ni un solo compro- miso con metas exigibles en las materias más importantes de nuestro país; muchos anun- cios, pero ninguna meta en materia de pobreza, en mate- ria de calidad de la educación, en materia de crecimiento eco- nómico, en materia de em- pleo, toda vez que la economía de nuestro país no está pasan- do por su mejor momento. Ha- bría sido tremendamente ne- cesario que la Presidenta hu- biese asumido el compromiso de no bajar los niveles de em- pleo, de no entregar un país más desigual que el que ella entregó, en mantener alto el crecimiento económico. Hubo mucho anuncio, mucha bue- na intención, pero muy pocas metas precisas que puedan ser exigibles en el tiempo a cual- quier Presidente. P E L GOBIERNO dio a conocer su Agenda de Energía, la que contempla una serie de acciones y medidas destinadas a destrabar la inversión eléctrica y perfeccionar el funcionamiento del sector energético. Diseñada en torno a siete ejes, esta pone especial énfasis en promover un mayor rol del Estado, aumentar la competencia y reducir los precios de la energía, fomentar el uso de recursos propios, mejorar el siste- ma de transmisión, impulsar la eficiencia energética, incremen- tar la inversión en infraestructura y avanzar en el ordenamiento territorial y en la activa participa- ción ciudadana. Para ello, estable- ce medidas y metas concretas a alcanzar en plazos determinados, que abordan no solo el sistema eléctrico, sino también el merca- do del gas, la leña y las bencinas. El anuncio de la Agenda despertó una alta expectativa dado el diag- nóstico ya largamente compartido respecto del problema que genera la falta de proyectos para garanti- zar un suministro de energía eléc- trica para los años venideros a pre- cios competitivos. En este contexto, varias de las propuestas ya se habían discutido en instancias previas, las que fue- ron recogidas por la Agenda; mientras otras resultaron más novedosas, siendo unas mejor evaluadas que otras. Entre lo esperado, destacan los anuncios de avanzar en materia de ordenamiento territorial, inter- conexión y aportes locales, la pro- puesta de rediseño de las licita- ciones de suministros para clien- tes regulados y algunas medidas de fomento de eficiencia energé- tica. Si bien estas disposiciones se valoran positivamente, se echó de menos que en materias tan deba- tidas como los aportes locales no se hicieran planteamientos más concretos -solo hay una propues- ta genérica- que zanjaran de una vez la inequidad de beneficios y costos que afecta a las comunida- des donde se instalan los proyec- tos. A su vez, en materia de efi- ciencia energética se impondrían obligaciones a la industria y la minería que pueden resultar innecesariamente gravosas. Otros anuncios, en tanto, resul- taron más sorprendentes. Es el caso de la regulación de las tarifas de la distribución de gas de red, aun cuando ello ameritaría un análisis previo de competencia de este mercado; la construcción de un nuevo terminal GNL con parti- cipación de ENAP para aumentar la presencia del gas en la matriz; la capitalización con US$400 millones de ENAP; y la propuesta de desacoplar los ingresos de las empresas distribuidoras de sus ventas de electricidad. Todas estas medidas debieran ser opor- tunamente evaluadas pues invo- lucran transferencias importantes de recursos. L OS GRANDES ausentes fue- ron un apoyo más explícito al uso del carbón y de los recur- sos hídricos de la zona austral y alguna referencia a la opción nuclear. Lo anterior no es un deta- lle menor, considerando que se establecieron objetivos explícitos de reducción de precios (bajar 30% los costos marginales del Sistema Interconectado Central a 2017 y reducir en 25% los precios de las licitaciones de suministro eléctri- co), lo que requiere del desarrollo de las fuentes de generación eléc- trica más eficientes. La Agenda, en cambio, parece priorizar una mayor participación del GNL en la matriz energética nacional, con la esperanza que ello permita bajar los precios actuales de la electricidad. Es cierto que en el corto plazo, la alternativa de más rápida ejecu- ción es promover un uso más intensivo de GNL en centrales disponibles, lo que permitirá enfrentar de manera inmediata la estrechez energética que se aveci- na. No obstante, resulta aventura- do apostar por la generación en base a gas a largo plazo, dado que las proyecciones auguran un pre- cio no inferior a US$12 por millón de BTU, lo que implica costos 30% superiores a los del carbón. Igualmente, el aprovechamiento del potencial hídrico del país per- mitiría una reducción significati- va en los costos de generación del país. En este sentido, solamente sugerir que se promoverá el desa- rrollo de proyectos hidroeléctri- cos y termoeléctricos consignados en el plan de obras de la CNE resulta insuficiente y revela que, una vez más, se opta por un men- saje de apoyo velado, cuando lo que se necesita es justamente sin- cerar el discurso para un debate informado con la opinión pública y el mundo político. Lo anterior es particularmente importante de cara a la propuesta de elaborar una Política Energética de Estado “con valida- ción social, política y económica”, como propone la Agenda para un horizonte de corto plazo (2025) y de mediano y largo plazo (2050), y que supone una revisión de los estándares, lineamientos y regu- lación existentes. Se desconocen los mecanismos específicos de cómo se lograrán los consensos necesarios, pero ciertamente será clave disponer de información objetiva y transparente, y que la autoridad actúe con liderazgo para garantizar que existan las condiciones y el marco regulato- rio adecuado para que no falte la energía segura, eficiente y susten- table, necesaria para sostener el desarrollo socio-económico que el país requiere. P La autora es economista senior de LyD (@sjimenezlyd). Agenda de energía: lo esperado y las ausencias Es aventurado apostar a largo plazo por la generación basada en gas, ya que su costo se proyecta 30% más caro que el carbón. —Lo más impor- tante es que fue un discurso con la vis- ta puesta en el futuro y en el horizonte, lo que asegura una buena conducción del gobier- no, evitando caer en hoyos, baches, accidentes o provo- car estropicios. Tener una Pre- sidenta que mira por el para- brisas y no por el retrovisor, como lo hacía el gobernante anterior, es una garantía de que el país está en buenas ma- nos. Ella nos ha señalado el país al cual queremos llegar, inclusivo, integrado, justo, con los instrumentos para lograr- lo. Es muy difícil pedirle al discurso un balance de las obras específicas alcanzadas, porque este gobierno está re- cién partiendo, pero ya ven- drán las futuras cuentas públi- cas donde se podrán mostrar las realizaciones alcanzadas. Lo que estamos viendo, a lo que estamos asistiendo, es a una reforma global, que como un rompecabezas puede te- ner muchas piezas, pero don- de lo importante es que estas encajan bien unas con otras. Esa armonía en el encaje es lo que nos garantiza las refor- mas globales, que es lo que realmente cabe destacar. Se trata ahora de hacer un país di- ferente al cual estábamos acostumbrados. El discurso reflejó la idea de país que que- remos, porque estamos asis- tiendo a una reforma global, de cambios estructurales. ¿Fue satisfactorio el mensaje del 21 de Mayo de la Presidenta Bachelet ante el Congreso Pleno? SUSANA JIMÉNEZ SI NO MARCELO SCHILLING Diputado Quilpué-Villa Alemana Jefe de bancada PS “Dejó pasar la oportunidad de cambiar el clima de crispación” NICOLÁS MONCKEBERG Diputado Quinta Normal Jefe de bancada RN “Ella nos ha señalado el país al cual queremos llegar” Criterios Opuestos 5 4 1 7 9 4 2 6 1 5 9 4 7 8 7 2 3 1 3 4 6 7 1 9 5 8 7 3 1 2 8 Vea la solución en www.pulso.cl Completa la cuadrícula para que los números se conecten horizontal, vertical o diagonalmente. 1 61 62 43 59 54 55 48 45 41 35 66 52 31 34 110 51 114 29 105 111 117 3 26 7 6 102 72 120 86 21 24 75 88 20 123 130 129 10 13 99 94 90 127 14 97 93 133 134 15

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Tribuna Libre

Mente Ágil

7www.pulso.cl • Lunes 26 de mayo de 2014 OPINION@pulso_tw facebook.com/pulsochile

136

—No hubo un llamado al diá-logo sincero,

porque cuando se llama al diá-logo y se lo condiciona a acep-tar únicamente lo que ellos proponen, se está llamando a la imposición más que al diá-logo. Dejó pasar una gran opor-tunidad de haber cambiado el clima de crispación y polariza-ción que hemos visto, donde el gobierno actúa como si fuera poseedor de la verdad, cerrán-dose a cualquier contribución de la oposición y cerrándose a dialogar con las personas crí-ticas de su proyecto. El dis-curso estuvo lleno de anun-cios, pero ni un solo compro-miso con metas exigibles en las materias más importantes de

nuestro país; muchos anun-cios, pero ninguna meta en materia de pobreza, en mate-ria de calidad de la educación, en materia de crecimiento eco-nómico, en materia de em-pleo, toda vez que la economía de nuestro país no está pasan-do por su mejor momento. Ha-bría sido tremendamente ne-cesario que la Presidenta hu-biese asumido el compromiso de no bajar los niveles de em-pleo, de no entregar un país más desigual que el que ella entregó, en mantener alto el crecimiento económico. Hubo mucho anuncio, mucha bue-na intención, pero muy pocas metas precisas que puedan ser exigibles en el tiempo a cual-quier Presidente. P

EL GOBIERNO dio a conocer su Agenda de Energía, la que contempla una serie de

acciones y medidas destinadas a destrabar la inversión eléctrica y perfeccionar el funcionamiento del sector energético. Diseñada en torno a siete ejes, esta pone especial énfasis en promover un mayor rol del Estado, aumentar la competencia y reducir los precios de la energía, fomentar el uso de recursos propios, mejorar el siste-ma de transmisión, impulsar la eficiencia energética, incremen-tar la inversión en infraestructura y avanzar en el ordenamiento territorial y en la activa participa-ción ciudadana. Para ello, estable-ce medidas y metas concretas a alcanzar en plazos determinados, que abordan no solo el sistema eléctrico, sino también el merca-do del gas, la leña y las bencinas.

El anuncio de la Agenda despertó una alta expectativa dado el diag-nóstico ya largamente compartido respecto del problema que genera la falta de proyectos para garanti-zar un suministro de energía eléc-trica para los años venideros a pre-

cios competitivos. En este contexto, varias de las

propuestas ya se habían discutido en instancias previas, las que fue-ron recogidas por la Agenda; mientras otras resultaron más novedosas, siendo unas mejor evaluadas que otras.

Entre lo esperado, destacan los anuncios de avanzar en materia de ordenamiento territorial, inter-conexión y aportes locales, la pro-puesta de rediseño de las licita-ciones de suministros para clien-tes regulados y algunas medidas de fomento de eficiencia energé-tica. Si bien estas disposiciones se valoran positivamente, se echó de menos que en materias tan deba-tidas como los aportes locales no se hicieran planteamientos más concretos -solo hay una propues-ta genérica- que zanjaran de una vez la inequidad de beneficios y costos que afecta a las comunida-des donde se instalan los proyec-tos. A su vez, en materia de efi-ciencia energética se impondrían obligaciones a la industria y la minería que pueden resultar innecesariamente gravosas.

Otros anuncios, en tanto, resul-taron más sorprendentes. Es el caso de la regulación de las tarifas de la distribución de gas de red, aun cuando ello ameritaría un análisis previo de competencia de este mercado; la construcción de

un nuevo terminal GNL con parti-cipación de ENAP para aumentar la presencia del gas en la matriz; la capitalización con US$400 millones de ENAP; y la propuesta de desacoplar los ingresos de las empresas distribuidoras de sus ventas de electricidad. Todas estas medidas debieran ser opor-tunamente evaluadas pues invo-lucran transferencias importantes de recursos.

LOS GRANDES ausentes fue-ron un apoyo más explícito al uso del carbón y de los recur-

sos hídricos de la zona austral y alguna referencia a la opción nuclear. Lo anterior no es un deta-lle menor, considerando que se establecieron objetivos explícitos de reducción de precios (bajar 30% los costos marginales del Sistema Interconectado Central a 2017 y reducir en 25% los precios de las licitaciones de suministro eléctri-co), lo que requiere del desarrollo de las fuentes de generación eléc-trica más eficientes.

La Agenda, en cambio, parece priorizar una mayor participación del GNL en la matriz energética nacional, con la esperanza que ello permita bajar los precios actuales de la electricidad. Es cierto que en el corto plazo, la alternativa de más rápida ejecu-ción es promover un uso más

intensivo de GNL en centrales disponibles, lo que permitirá enfrentar de manera inmediata la estrechez energética que se aveci-na. No obstante, resulta aventura-do apostar por la generación en base a gas a largo plazo, dado que las proyecciones auguran un pre-cio no inferior a US$12 por millón de BTU, lo que implica costos 30% superiores a los del carbón. Igualmente, el aprovechamiento del potencial hídrico del país per-mitiría una reducción significati-va en los costos de generación del país. En este sentido, solamente

sugerir que se promoverá el desa-rrollo de proyectos hidroeléctri-cos y termoeléctricos consignados en el plan de obras de la CNE resulta insuficiente y revela que, una vez más, se opta por un men-saje de apoyo velado, cuando lo que se necesita es justamente sin-cerar el discurso para un debate informado con la opinión pública y el mundo político.

Lo anterior es particularmente importante de cara a la propuesta de elaborar una Política Energética de Estado “con valida-ción social, política y económica”, como propone la Agenda para un horizonte de corto plazo (2025) y de mediano y largo plazo (2050), y que supone una revisión de los estándares, lineamientos y regu-lación existentes. Se desconocen los mecanismos específicos de cómo se lograrán los consensos necesarios, pero ciertamente será clave disponer de información objetiva y transparente, y que la autoridad actúe con liderazgo para garantizar que existan las condiciones y el marco regulato-rio adecuado para que no falte la energía segura, eficiente y susten-table, necesaria para sostener el desarrollo socio-económico que el país requiere. P

La autora es economista senior de LyD (@sjimenezlyd).

Agenda de energía: lo esperado y las ausenciasEs aventurado apostar a largo plazo por la generación basada en gas, ya que su costo se proyecta 30% más caro que el carbón.

—Lo más impor-tante es que fue un discurso con la vis-

ta puesta en el futuro y en el horizonte, lo que asegura una buena conducción del gobier-no, evitando caer en hoyos, baches, accidentes o provo-car estropicios. Tener una Pre-sidenta que mira por el para-brisas y no por el retrovisor, como lo hacía el gobernante anterior, es una garantía de que el país está en buenas ma-nos. Ella nos ha señalado el país al cual queremos llegar, inclusivo, integrado, justo, con los instrumentos para lograr-lo. Es muy difícil pedirle al discurso un balance de las obras específicas alcanzadas, porque este gobierno está re-

cién partiendo, pero ya ven-drán las futuras cuentas públi-cas donde se podrán mostrar las realizaciones alcanzadas. Lo que estamos viendo, a lo que estamos asistiendo, es a una reforma global, que como un rompecabezas puede te-ner muchas piezas, pero don-de lo importante es que estas encajan bien unas con otras. Esa armonía en el encaje es lo que nos garantiza las refor-mas globales, que es lo que realmente cabe destacar. Se trata ahora de hacer un país di-ferente al cual estábamos acostumbrados. El discurso reflejó la idea de país que que-remos, porque estamos asis-tiendo a una reforma global, de cambios estructurales.

¿Fue satisfactorio el mensaje del 21 de Mayo de la Presidenta Bachelet ante el Congreso Pleno?

SUSANA JIMÉNEZ

SI NO

MARCELO SCHILLING Diputado Quilpué-Villa Alemana Jefe de bancada PS

“Dejó pasar la oportunidad de cambiar el clima de crispación”

NICOLÁS MONCKEBERG Diputado Quinta Normal Jefe de bancada RN

“Ella nos ha señalado el país al cual queremos llegar”

Criterios Opuestos

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Vea la solución en www.pulso.cl

Completa la cuadrícula para que los números se conecten horizontal, vertical o diagonalmente.

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