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  • Tec:oo1oa y Cadeoas Operativu Uticu U.A.B., 15-18 Enero 1991 Tn:balla d ' Arqueoloia,l, 1991

    RELACIONES ENTRE OBJETIVOS Y METODOS EN EL ESTUDIO DE LA INDUSTRIA LITICA

    Jeso; PIE i BATLLE y Asswnpci VILA i MITJA'

    RESUM

    ncniq~s innovadores, prdctiqJUs concreus tk la invesrigaci6 ... pod~n sser comparrides per diferenu invesrigadon serrse unir en com la maleixa ideologa (sa dir, amb objecrius dentfjics difermu), per ls evident que no comparriran ni la lutura ddr resultau ni el conjunt de lo metodologa en la que s 'inureiun aquestes tcniques. Aquesta merodtJlogia i aquesu objectius trialS ~r cada investigador/a impliq1U11 un vocabularl no gratuJJ. Aquest vocabulari s el q~ resulta mis evident 1 per t(JIIt, acaba lssent la pan mis coeiable. oblidanl eLr que ho copien~ o ignorant-lao, qlU miljanfant el vocabuklri estan ruoneixent com a propis uns objectius ja definiu (i peLs quols el vocabulari ha esuu pmsaJ). Aq~stfet pot sser el resultar d 'obdar que s paraules u:prtsen/contenen un concepte. AqiUst oblit incuix la g~nesi del concepu 11 {Hr lQnt, dins quin corrent teOric es situa. Si afegim a 101 el dit anteriormtnt l'especiolitzDci6, necessdria perO q~ contribueix a q~ els objutius generals es perdin un xic de vista, veurem que el vocabulari !!s.!!f!. utUitzDt acaba tsstnt ti que esrQ de moda. smst saber a qid nsp6n i molt menys ltavent estat triat pel seu contingut.

    Nosalrns bu.squnn la rmdibiUt.at dels proctsso.s tU trebaU implicats en la p~d6 /frica perqld tiU inttressa no noms descriure eLs processos de transfo1'7'rUICi6 i can vi econOmic-social tk les sociekU.r carodores.recollectoressin6 ts~cialment txplktu' aquest procesos. Per aUO nectssitern caracterituJr el.s gruF en Junci6 dtl grau de destnWJlupament assolit en quant a la relaci6 grop-medi i inurgr14pal, i la caracuritz.aci6 del sistema econOmic (amb I'Arqruologia no podem encara arribar al segmtnt social) implica una avaiUIJci6 de la rrndibiUUJI I prot,.SSOS t tnbaH.

    ABASTRACT

    Ntw recluUques. invesrigaJion practices .. . may be sharefor di.Jftrtnl researchers withoUI havt tt same idtology (in othtr words, with differtnJs sdtnlific objectives), but is evknt rhat they dotsn 't shart lt ltcture of rtsulu neiatr tht mtthodology inlo tlae different teclutiquts an includt. 1his ~lhodology and tJais objtcdves chosenfor every s~archer involve a non innocent vocabuJary. This vocabulory is lht mosr evid.Du thing, and tJt.e m011 ~pan of this investigatitHU, forgeting who it 's coping, or lgnoring it, tltat 'Widt the vocabuJary are asumed as OM 's own an objectiv

  • Algo tan obvio como que las palabras son una representacin de o expresan un concepto, o son contenedores de un contenido, se ha olvidado con frecuencia en nuestra ciencia (consciente o inconscien-temente). Este olvido se extiende a la gnesis del concepto y, por tanto, dentro de qu corriente terica est inmersa. Con el tiempo cada uno lo aplica con significados distintos y se produce tal confusin conceptual que hay que acabar diciendo que tal voca-blo no significa nada (!) o hay que (re)definirlo cada vez que se usa. Aunque la mayora de investigadores /as siguen usando las palabras de siempre porque estn de acuerdo con la teora subyacente, muchos/as lo hacen sin reflexionar o sin saber ya qu hay detrs siendo, por tanto, poco rigurosos/as o , ms grave, cayendo en contradicciones lingstico-tericas sin ni siquiera saberlo.

    Sistemas de anlisis, tcnicas innovadoras, prcticas concretas... pueden ser compartidas por investigadores/as de distinta ideologa (es decir, con objetivos cientficos distintos) pero es evidente que no compartirn ni la lectura de los resultados ni el conjunto de la metodologa en que estas tcnicas estarn insertas. Esta metodologa y esos objetivos elegidos por cada investigador/a comportan unos

    cin y cambio econmico y social de las comunidades cazadoras-recolectoras, objetos de estudio, sino especialmente explicar estos procesos. Para ello necesitamos caracterizar los grupos en base al grado de desarrollo alcan:mdo en cuanto a las relaciones grupo-medio e intragrupal.

    Dado que no existe una metodologa arqueolgi-ca adecuada (no es el lugar para comentar el "desliz" arqueolgico de recurrir a la Etnologa) , no podemos todava responder satisfactoriamente a lo segunda; nos limitamos, por lo tanto, a la cuestin de la primera relacin (grupo-medio) a pesar de que sabemos que en una explicacin global no son separables (Vila y Wnsch, 1991).

    La caracteri:mcin del sistema econmico implica una evaluacin de la rentabilidad de los procesos de trabajo. Eso es lo que buscamos en los procesos de trabajo que estn implicados en la produc-cin ltica.

    Dicha produccin tena un objetivo: conseguir instrumentos de trabajo. Por ello la contrastacin con el anlisis funcional es imprescindible.

    conceptos y, por ello, un vocabulario concreto no Metodolgicamente nos enfrentamos a una gratuito ni intercambiable. Aunque resulta que el necesidad de jerarqui:mcin. As, dado que lo que vocabulario, al ser lo ms evidente, acaba siendo lo pretendan era conseguir instrumentos, no se puede ms copiable, olvidando quienes as lo hacen , o no responder a ninguna cuestin tcnica sin determinar sabindolo, que por el vocabulario estn reconociendo qu piezas se han usado y para qu. Saber en qu fase como propios unos objetivos definidos. o etapa de una presunta secuencia tcnica de fabrica-

    cin est lo usado se transforma en una cuestin Y acabamos aqu el crculo, pero no la intro- subordinada a la primera, puesto que si una determina-

    duccin ya que opinamos que a lo dicho se une la da pie:m se us, deberamos considerarla igualmente especializacin, necesaria, pero que contribuye a que un instrumento validado (es porque se consider que los objetivos generales se pierdan de vista, con lo cual estaba acabada). Sin esta contrastacin funcional el vocabulario te6rico utilizado acaba siendo el que tampoco se puede llegar al objetivo que se pretende est ms de moda, sin saber a qu responde, ni mucho desde la arqueologa tradicional: comprender los menos ser elegido por su contenido. esquemas mentales, la idea que tena in mente el

    Desde nuestra propia perspectiva terica nos interesa no slo describir los procesos de transforma-

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    artesano/a, ni comparar conjuntos industriales ya que lo nico comparable son en realidad los procesos globales mediante los que conseguan el instrumental.

  • En cambio, una vez efectuado el anlisis POR Qut funcional, s podremos comparar estos procesos, ver si procesos distintos sirven para el mismo objetivo, o Es obvio (una vez ms) que no estudiamos los si esos procesos mejoran, o son elegidos, selecciona- instrumentos por s mismos, ya que como apunta V. dos, segn el final deseado. Es decir, podremos Lull (1988) no podramos inferir ms allll de sus explicar el proceso de produccin ltica. propiedades fsicas y por lo tanto su estudio correspon-

    El resultado del aolllisis funcional es pues, dentro de nuestra metodologa, el ncleo, lo que realmente nos indicari si, y cmo, el objetivo fue cumplido y si el tiempo de trabajo o el esfuerzo invertido en su consecucin fue rentable.

    Opinamos, por lo tanto, que el anlisis funcio-nal no es un complemento, un dato ms que, si se puede, queda bien aadir. Basar el estudio de la industria ltica en este anlisis es simplemente otro enfoque, y (como decamos antes respecto al lenguaje) no gratuito o inocente, sino resultado de nuestra perspectiva terica.

    Siendo esto tao obvio, incluso desde diferentes posicionamientos tericos, y estando la metodologa del anlisis icoeolgico suficientemente desarrollada y avalada ya por muchos aos de trabajos, nos queda preguntamos a qu se dehea una insistencia en dar prioridad a los distintos anlisis de los caracteres macroscpicos de fabricacin, a qu se dehea una insistencia en desligar los procesos de fabricacin (de los instrumentos) de su finalidad. Deheamos dejar esta pregunta en el aire, no sin advertir que refugiarse tras el argumento de la dificultad del anlisis micros-cpico de las trazas de uso no slo responde a la comodidad de los investigadores sino que probable-mente esconde detrs el refugio de una metodologa periclitada que se resiste a ser sustituida por otra que sea realmente explicativa.

    Una vez dicho esto, y para que no se nos tache de tericos (!) cuando lo nico que pretendemos es coherencia y no perder de vista nuestro objetivo global, podemos pasar a ver qu, cmo lo hacemos y sobre todo, y en prime.r lugar, por qu.

    dera a la Fsica y la Qumica.

    Por ello, y a partir de la premisa de su gnesis humana estudiamos los medios de produccin por la informacin que contienen sobre las formaciones soci

  • ta entender que al pretender medir el tiempo estamos hablando de tomar como escala nuestra propia escala temporal de horas y minutos) implicado en su selec-cin y recogida; una vez conocida la cantidad y en qu

    presentan caractersticas antitticas con ellos, es decir, son procesos dinmicos y estn insertos en el pasado (Binford, 1983)

    condiciones fue aportada al yacimiento, evaluaremos As pues, pensamos que no podemos estudiar el trabajo implicado en la confeccin de instnunen- estos procesos slo a partir de los instrumentos sino tos; despus, el grado de utilizacin de los mismos y, que debemos tener en cuenta todo el registro (espacial, finalmente, su abandono .. . para poder valorar, ahora paleoambiental, arqueozoolgico .. . ) que nos pueda dar s, la rentabilidad del trabajo implicado en la produc- informacin respecto a los mismos. La utilizacin de cin (relacin tiempo de trabajo/aprovechamiento). tcnicas cada vez ms especializadas ha redundado, sin

    embargo, en que por necesidades operativas debamos An as todava no estamos implicando nada en separar los diferentes campos en especialidades y que

    cuanto al sistema econmico en general. Es preciso slo los estudios interdisciplinarios puedan alcanzar los relacionar las conclusiones obtenidas con los otros niveles de reconstruccin del pasado que pretendemos. procesos de produccin, en los cuales tambin puede estar la industria ltica parcialmente involucrada, para llegar a una evaluacin de la racionalidad econmica (Vila, 1985). Esta deberla cootrapesarse con la organi-zacin social de la produccin y reproduccin del grupo (una irracionalidad en la esfera econmica puede adquirir sentido al conjugarse con la esfera social). La explicacin final slo se obtendr desde una perspectiva histrica de las transformaciones en las formaciones econmicas y sociales, lo cual slo es posible desde una perspectiva global y diacrnica de esos sistemas.

    Qut Y COMO

    Antes de continuar debemos recordar que estos productos, en tanto forman parte del registro arqueo-lgico, tienen dos caracterfsticas que las arquelogas los no hao tenido muy en cuenta y que consideramos de gran importancia cuando se trata de orientar nuestra investigacin: constituyen un registro esttico y estn insertos y forman parte de nuestro segmento temporal. Es por eso que su nica descripcin no constituye en si misma un estudio del pasado (Gndara, 1982; Binford, 1983).

    Slo una tarea de reflexin terica podr poner en relacin estos vestigios con unos procesos que

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    Asimismo, las metodologas que necesitamos desarrollar deben conseguir un grado de cientificidad nicamente alcanzable a travs de la cootrastacio y puesta a prueba de las mismas. Esta orientacin implica que la conclusin definitiva del trabajo slo se puede conseguir en un trabajo sinttico lo cual requie-re una cierta renuncia, no siempre fcil , a la autono-ma de sus estudios por parte de los individuos que componen el equipo de investigacin.

    La metodologa que estamos desarrollando, de la que aqu slo presentamos una pincelada del estado actual, no pretende pues construir un sistema de anlisis para describir de forma cuidadosa y objetiva los instrumentos lticos.

    Con todo, ello no significa que en un momento dado no hayamos trabajado en la elaboracin de sistemas descriptivos, sino que cuando lo hemos hecho ha sido para objetivar nuestro conocimiento del registro emprico ya que la cootrastacio a partir de premisas defectuosas, sea por una incorrecta utiliza-cin de las tcnicas observaciooales o cuantitativas, puede desvirtuar las hiptesis mejor argumentadas. Un buen ejemplo lo tenemos en S. y L. R. Binford, en su anlisis de la variabilidad del Musterieose, a partir de la tipologa de F. Bordes (Binford y Binford, 1968), o en P. Y. Demars cuando analiza a ojo experimenlado

  • las fuentes de materias primas (Demars, 1982).

    Lo que pretendemos es desarrollar un sistema de anlisis que responda a los objetivos marcados por la teora asumida por nosotros. Este sistema deber cumplir las siguientes premisas:

    1.- Debe ser lo ms globalizador posible. Un mtodo que pueda aplicarse a cualquier elemento del registro, sea de la naturaleza que sea, siempre ser preferible a otro que slo pueda aplicarse a una parte concreta del registro, si los resultados obtenidos son similares. En este sentido, e incluso desde un punto de

    convertir nuestro ejemplo en productos resultantes de una actividad (tratamiento de la piel), y les dar valor como conjunto.

    2.- Debe ser lo ms objetivo posible y fcil de transmitir. As un mtodo cuantitativo y de fcil aprendizaje siempre ser preferible a uno cualitativo que dependa de un largo aprendizaje y de UD gran conocimiento del registro emprico. Es preciso marcar aqu un inciso para explicar lo que entendemos como objetividad. Cuando hablamos de objetividad o subjeti-vidad, DO estamos refirindonos a los resultados obtenidos, relacionando objetividad con obtencin de

    vista tradicional, un sistema analtico como el de G. resultados verdaderos. Cuando utilizamos estos Laplace (Laplace, 1972) supera en el campo descripti-vo a las tipologas empricas (no queremos entrar aqu en la discusin sobre el campo explicativo que ambos sistemas infieren), puesto que el primero puede aplicarse indistintamente a cualquier parte del mundo o perodo, mientras que las otras ban sido concebidas en compartimientos estancos, y por lo tanto es imposi-ble establecer UD anlisis global de los procesos histricos de transformacin. La nica conclusin a la que permiten llegar es la constatacin de substituciones de unos tipos por otros.

    As pues, el mtodo que apliquemos al estudio de los instrumentos lticos debe, al menos, tener prevista la comparacin final o contrastacin con otros elementos del registro emprico. As, las categoras descriptivas metpodo, aguja (o soporte longitudinal de asta o hueso afilado por un extremo y con una perfo-racin en el otro) o raspador (o lmina o lasca con retoque Simple convexo distal) son incomparables por si mismas y, por lo tanto, DO pueden incluirse en una misma estructuracin de anlisis.

    Slo un mtodo o mtodos que tengan en cuenta su naturaleza como productos de un proceso de trabajo, como el anlisis de huellas de descamacin y fractura en el caso del metpodo, el funcional en los otros dos ejemplos y espacial en los tres casos,

    conceptos estamos refirindonos a las condiciones de observacin y medicin, considerando objetivo UD mtodo cuando no depende de la percepcin del que lo aplica, es decir, que en igualdad de condiciones y datos, dos observadores lleguen a las mismas conclu-siones. En este sentido, pensamos que la objetivacin pasa a menudo por la cuantificacin, ya que, al ser un lenguaje consensuado, supera la subjetividad de las descripciones que normalmente utilizan UD lenguaje no consensuado. Por otro lado, la cuantificacin, al ser automatizable, puede superar tambin los problemas de la percepcin diferencial de los individuos.

    3.- Sus condiciones de aplicacin deben estar desligadas al mximo del estado del registro emprico. As, un mtodo que pueda aplicarse sin tener en cuenta el estado del registro emprico siempre ser preferible a otro que slo pueda aplicarse bajo condi-ciones determinadas, si los resultados obtenidos son similares.

    Sentadas estas premisas pasamos a comentar brevemente, puesto que ya ha sido expuesta y publica-da en otros sitios con mayor detalle (Vila et al. , 1980, Vila, 1987), nuestra metodologa para el estudio de los instrumentos lticos. Por cuestiones operativas la

    hemos dividido en 4 fases :

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  • - Estudio de les materias primas. -Estudio de la fabricacin de los instrumentos. - Estudio funcional de los instrumentos. -Estudio del registro deposicional conservado.

    sino si en la realizacin de un determinado proceso ha habido progreso (entendido como menos tiempo de trabajo invertido en conseguir el mismo o mejor resultado). Por eso, hemos y seguimos trabajando, tambin, en la objetivacin de la descripcin de los

    Estudio de les materias primas. En este aparta- caracteres icneolgicos pertinentes (Vila, 1988; Vila y do nuestro objetivo es identificar las diferentes mate- Gallart, 1991) y conseguir analizarlos conjuntamente rias primas utili:wlas en la fabricacin de instrumentos con los morfotcnicos. as como su irea fuente o de procedencia, para poder evaluar el trabajo invertido en el aprovisionamiento de Finalmente, y para el estudio del registro ' las mismas. Hemos puesto a punto una metodologa deposicional remitimos a los trabajos de G.Wnsch basada en el Wlisis de secciones delgadas y la donde se propone, desde esta misma perspectiva aplicacin de mtodos para la caracterizacin geoqu- terica, una metodologa para el anlisis de las interre-mica (Terradas, et al., 1991). Jaciones espaciales de los elementos arqueolgicos.

    Estudio de los procesos de fabricacin de instrumentos. En este apartado nuestro objetivo es CONCLUSION reconstruir las diferentes tcnicas utili:wlas en la transformacin de las diferentes materias primas en instrumentos, para evaluar el trabajo invertido en la fabricacin de los mismos. As, estamos trabajando en la elaboracin de un lenguaje descriptivo basado en los trabajos de G. Laplace (Laplace, 1974a) con algunas variaciones introducidas por nosotros {Vila, 1987), a fin de poder estandartizar la descripcin del registro emprico y posibilitar su cuantificacin y comparacin,

    Esta perspectiva terico-metodolgica, que estamos aplicando hace ya tiempo, es alternativa de la investigacin acerca de cadenas operativas lticas puesto que se diferencia en la jerarquizacin de los criterios ms importantes: uso versus tcnica.

    En su origen (Pelegrin et al. , 1988) la bsqueda de cadenas operativas lfticas , se define como la mejor

    premisas necesarias para poder analizar la rentabilidad manera de deducir (o inferir) en detalle las intenciones del proceso de fabricacin . Tambin estamos trabajan- expresadas, los esquemas mentales y las maneras do en el desarrollo y puesta a punto de los mtodos preferidas de hacer las cosas del obrero prehistrico. estadsticos necesarios al respecto (Laplace, 197 4b; 1980, Laplace y Livache, 1975; Pi, 1990).

    Estudio de la funcionalidad de los instrumentos. El objetivo de esta fase es averiguar qu piezas han sido utilizadas, sobre qu tipo de material y, especial-mente, cmo. Valoraremos asf el trabajo realizado en la consecucin del instrumento, si ha sido o no un trabajo rentable. Tambin podremos constatar los cambios en el cmo se realizan los diferentes trabajos a lo largo del tiempo. No slo si hay tales o cuales tipos de actividades representadas para determinar la

    En ello no se diferencia, esencialmente, de la concep-cin idealista de la arqueologa tradicional frente a otras concepciones materialistas. La investigacin de cadenas lticas, tal como se defini, se puede enmar-car dentro de una lnea de pensamiento estructuralista que comparte con el funcionalismo (de la New Ar-chaeology, p.e.) el poco inters por la coordenada temporal. Es estrictamente, tanto desde la teora como en la prctica, un mtodo que no pretende ni es capaz de enfrentarse con xito a la explicacin histrica del cambio social.

    funcionalidad de un asentamiento, o si hay ms Tampoco se debe confundir nuestro enfoque instrumentos dedicados a una actividad que a otra , con el funcionali sta , puesto que haremos nfasis en el

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  • caricter histrico de nuestra investigacin y no en el atemporal de la explicacin de las culturas definidas como las adaptaciones humanas. Se parte de una concepcin bien distinta del objeto de estudio por la misma definicin alternativa del objetivo que se

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    persigue, que en nuestro caso no es el de conocer las LAPLACE, G. (1974 b): De la dynamique de l'a-conductas humanas sino las causas del desarrollo de nalyse structurale ou la typologie analytique. Riv. di las sociedades. Scienze Preistoriche XXIX: 1-71.

    As es preciso, para una clarificacin de las LAPLACE, G. (1980): Le "lien comme mesure de distintas posiciones y objetivos y en honor de un l'information dans un tableau de contingence, Dialek-mayor rigor metodolgico, ser escrupulosos y cohe- tik 1979-1980: 1-15. rentes con nuestros conceptos instrumentales. No significa lo mismo, ni se pueden mezclar en un mismo saco, conceptos como cadenas operativas, procesos de produccin, sistemas tcnicos de produccin, sistemas tcnicos de configuracin. No nos corresponde a nosotros, sino a los definidores del primer concepto, denunciar las mistificaciones y a los que, apuntndose a la modernidad, utilicen este concepto desde pers-pectivas contrapuestas, para que no quede difuminado y as invalidado desde su propia concepcin terica.

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