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Las travesías urbanas de Roberto Picco

Fernando Davis

“Sin embargo, debes desempeñar tu papel… como yo el mío. Éste es el juego […] Cada cual a su juego. Así hasta

el fin. Y Uds., bien seguros de que yo, ocurra lo que ocurra, no me desajustaré de mi perno”.

Luigi Pirandello. Cada cual a su juego (1944)

Travesía urbana extiende la problemática abierta por Roberto Picco en sus series de pinturas Cada cual a su juego y Urbano imperfecto, iniciadas en el año 2002. Ambas series coinciden en la temática de la incomunicación en las grandes urbes y presentan a la ciudad como el escenario de un transitar anónimo y rutinario. En Travesía urbana Picco reemplaza el formato pictórico de su obra anterior por cajas de madera pintadas de blanco, en las que exhibe pequeños personajes de resina, versiones liliputienses de los personajes de sus cuadros, con los que compone diferentes escenas y situaciones de la ciudad. Vuelta hacia el frente, la caja blanca hace las veces de mudo escenario donde cada personaje juega su papel, indiferente a los comportamientos de los otros (como en un absurdo teatrito), atrapado en una suerte de rito privado, en el bucle circular y repetitivo de su actuación rutinaria. Pero la caja-escenario no sólo construye una escena, a la vez nos interpela como observadores señalando la misma condición construida de las acciones que, cotidiana y mecánicamente, reiteramos sin advertir que también nosotros (al igual que los personajes de las cajas) jugamos el juego, actuamos nuestros actos (naturalizados por efecto de su misma repetición performática).

Esta preocupación por involucrar reflexivamente al espectador en las proyecciones de sentido de la obra, constituye el nudo crítico en torno al cual Picco montó un conjunto de cajas en la Casa de la Cultura de Pergamino en octubre de 2007. En esta ocasión cubrió completamente el suelo de la sala de exposición con metros de tela blanca. Así, la misma sala se presentaba como una gran caja, continente de otras tantas cajas (las obras del artista), que convocaba de manera inevitable la ficción moderna del museo como “cubo blanco”. Pero la intervención de Picco constituía menos una cita a dicha construcción, que una apuesta por diagramar una doble e inquietante analogía, susceptible de trazar una distancia crítica, entre la serie de cajas y la situación (deliberadamente construida) de exposición, entre los personajes de la serie de obras y los espectadores (pero también el mismo artista, así como los organizadores y las autoridades del espacio) asistentes a la muestra. En la experiencia que moviliza al promover nuevas miradas sobre la realidad y activar la apertura de otros horizontes de sentido posibles, Travesía urbana nos interpela con una de las mayores exigencias del arte del presente.

Roberto Picco presenta su serie “Travesía Urbana” con pequeños personajes que se van conectando en diferentes situaciones cotidianas, en silencios que contienen una infinidad de gestos y emociones y, que cobran vida en los diferentes escenarios que plantea el artista. Las emociones se hallan presentes en la obra, se hacen visibles cuando los personajes entrelazan o se ignoran, a través de los colores, que han sido pensados también en función de cada realidad y en relación con el conjunto. En cada obra se descubren nuevas experiencias o simplemente comparten la cotidianeidad del ser humano y sus realidades sociales. El artista parece inventar el blanco, darle vida a través de los actores y sus diálogos, componiendo una historia que muestran hombres trabajando, niños jugando en el parque, mujeres paseando un perro, abuelos solitarios en un banco de plaza, todas aquellas realidades relacionadas con algún recorrido que en diversos momentos el hombre ha transitado o transita a lo largo de la vida. En la construcción estética de la obra no hay excesivo dramatismo, el lenguaje visual viene a expresar aquello que vemos todos los días, aunque sin embargo ocultamos irremediablemente. De esta manera Roberto Picco aborda el vacío de la existencia cotidiana, de una realidad que supera al hombre alienado; componiendo una historia, trasformando en palabras un relato con todo su juego lingüístico y simbólico, y donde en un ritual alquímico nos irá transportando hacia mundos donde confluyen la soledad, la alienación, su relación con lo urbano, con lo laboral, con lo social y sin embargo tan distante a veces unos de otros, pero todos atrapados en un entorno urbano no siempre decadente. Lic. Cecilia Maguire Curadora Peritaje y valuación de obras de arte

ROBERTO PICCO

Nace en El Socorro, provincia de Buenos Aires, Argentina, 1957 Egresado de la Facultad Nacional de Farmacia y Bioquímica de Rosario, 1979 Desde 1998, expone en muestras nacionales e internacionales, individuales y colectivas. Ha experimentado en el desarrollo de dibujos, fotografías, instalaciones y objetos. Realizó clínica de obra y workshop con Eduardo Medici, Ariel Mlynarzewicz, Horacio Zabala y Juan Carlos Romero. ULTIMAS EXPOSICIONES Y PARTICIPACIONES CENTRO CULTURAL RECOLETA, BUENOS AIRES, 2010 CLÁSICA Y MODERNA, COSTA SALGUERO, BUENOS AIRES, 2010 MUSEO METROPOLITANO, BUENOS AIRES, 2010 MUSEO RUFFINENGO, GALVEZ, SANTA FE, 2010 OTRA VERSIÓN, GALERÍA LOLA MORA, PERGAMINO, 2010 KITAI GALLERY, TOKYO, JAPÓN, 2010 ARTE SALTA, 2009 ULTIMA OBRA, CASA DE LA CULTURA, PERGAMINO, 2009 EXPOTRASTIENDAS, ACUARELL ART DEALERS BUENOS AIRES, 2009 ACUMULACIONES, MUSEO LOZZA, BUENOS AIRES, 2009 GALERIA GRILLO, PUNTA DEL ESTE, URUGUAY

Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires

Jefe de Gobierno Ing. Mauricio Macri

Ministro de Cultura

Ing. Hernán Lombardi

Director General del Centro Cultural Recoleta Claudio Patricio Massetti

Directora de Programación María Rita C. de Fernández Madero

Director de Administración a/c Alfredo Motta

Curadora y Asesora general de Artes Visuales Laura Batkis

Coordinador de Programación y Curaduría Elio Kapszuk

Productora

Pilar Curuchaga

Junín 1930 (C.P. 1113) Buenos Aires

Lunes a Viernes de 13 a 20 hs.

Sábados, domingos y feriados, de 10 a 21 hs.

Tel.: 4803 1040 I www.centroculturalrecoleta.org

Esta exposición se realizó con la colaboración de todo el personal del Centro Cultural Recoleta.