Trascendió Milenio...

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Trascendió Milenio lunes, 04 de noviembre de 2019 Trascendió QUE la presidenta de la Cámara de Diputados, Laura Rojas, participará este lunes en la Sexta Cumbre de Presidentes Parlamentarios del G20 en Tokio, Japón, pero, por aquello de la austeridad, la legisladora pagó con recursos propios el largo viaje hasta la tierra del sol naciente. Esta es la segunda vez que Rojas financia su participación en foros internacionales representando al Congreso mexicano, pues lo hizo ya en octubre pasado para asistir a la 141 Asamblea de la Unión Interparlamentaria en Belgrado, Serbia. Y no es de Morena, es panista. QUE la tecnología en los procesos electorales avanza y el TEPJF, que dirige Felipe Fuentes, impulsa foros internacionales como la Red Mundial de Justicia Electoral, la cual preside México, y cobran más relevancia con el anuncio de Twitter de que a partir del 22 de noviembre desaparecerá la compraventa de anuncios político-electorales en esa red. Instagram hizo lo propio sobre fake news y la instauración de una figura que valorará qué contenidos son ciertos y cuáles no, mientras que Facebook ha estado en el escrutinio público por aceptar todo tipo de anuncios, aun cuando estos incluyen información inexacta. QUE tiene razón el secretario de Gobierno de Baja California, Amador Rodríguez Lozano, cuando dice que no hubo filtración del video en el que su jefe, Jaime Bonilla, y la titular de Segob, Olga Sánchez Cordero, hablan sobre la “esgrima jurídica”, pues se trataba de una transmisión en Facebook Live. Aclara que tampoco estaba en ese sitio durante la transmisión y queda anotado, uno entiende que seguro tenía cosas más importantes que hacer en ese momento.

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Trascendió Milenio lunes, 04 de noviembre de 2019 Trascendió QUE la presidenta de la Cámara de Diputados, Laura Rojas, participará este lunes en la Sexta Cumbre de Presidentes Parlamentarios del G20 en Tokio, Japón, pero, por aquello de la austeridad, la legisladora pagó con recursos propios el largo viaje hasta la tierra del sol naciente. Esta es la segunda vez que Rojas financia su participación en foros internacionales representando al Congreso mexicano, pues lo hizo ya en octubre pasado para asistir a la 141 Asamblea de la Unión Interparlamentaria en Belgrado, Serbia. Y no es de Morena, es panista. QUE la tecnología en los procesos electorales avanza y el TEPJF, que dirige Felipe Fuentes, impulsa foros internacionales como la Red Mundial de Justicia Electoral, la cual preside México, y cobran más relevancia con el anuncio de Twitter de que a partir del 22 de noviembre desaparecerá la compraventa de anuncios político-electorales en esa red. Instagram hizo lo propio sobre fake news y la instauración de una figura que valorará qué contenidos son ciertos y cuáles no, mientras que Facebook ha estado en el escrutinio público por aceptar todo tipo de anuncios, aun cuando estos incluyen información inexacta. QUE tiene razón el secretario de Gobierno de Baja California, Amador Rodríguez Lozano, cuando dice que no hubo filtración del video en el que su jefe, Jaime Bonilla, y la titular de Segob, Olga Sánchez Cordero, hablan sobre la “esgrima jurídica”, pues se trataba de una transmisión en Facebook Live. Aclara que tampoco estaba en ese sitio durante la transmisión y queda anotado, uno entiende que seguro tenía cosas más importantes que hacer en ese momento.

Templo Mayor F. Bartolomé Reforma lunes, 04 de noviembre de 2019 BUENO, después de todo el melodrama en torno al fallido operativo en Culiacán y el supuesto golpe de Estado, el lunes es buen día para volver a lo importante: la economía no está creciendo. El estancamiento -que cada día parece más bien una recesión- preocupa ya no sólo a los expertos, sino a quienes padecen el frenón en el día con día. PERO el Presidente siempre tiene otros datos e insiste en que debe verse el bosque de indicadores y no sólo el arbolito del crecimiento económico. Veamos: la economía ligó su segunda caída consecutiva, esta vez con un descalabro de 0.4 por ciento. Lo grave es que sólo creció el sector primario y cayeron tanto el industrial como el de servicios. NO HAY un solo grupo financiero que no haya tenido que "ajustar" sus perspectivas sobre la economía mexicana: todo a la baja. ¿De qué sirven una inflación contenida y un peso estable cuando el mercado está catatónico? Para colmo, hay sectores que van mal y les irá peor, como al automotriz que ya de por sí arrastra 24 meses de pérdidas y encima Morena va a legalizar los autos chocolate. ASÍ, PUES, indicadores sobran, nomás falta que el Presidente quiera verlos... y aceptarlos. CUENTAN que este fin de semana sufrió un nuevo descalabro político Yeidckol Polevnsky, pues se habrían caído las versiones que señalaban a Gabriel García de estar vinculando los programas sociales federales con la elección interna en Morena. SEGÚN ESTO, Andrés Manuel López Obrador ya fue enterado del resultado de las investigaciones y todo indica que tiene más posibilidades el Cruz Azul de ser campeón que Polevnsky de presidir el partido. SI ALGUIEN quiere saber realmente cómo anda la relación entre México y Estados Unidos, a partir de mañana se pueden dar una vuelta por Hermosillo para la reunión anual de la Comisión Sonora Arizona, organismo binacional que cumple 60 años. CUENTAN que este foro se creó bajo la premisa "si Dios nos hizo vecinos, seamos buenos vecinos". De ahí que se ha enfocado a lo largo de estas décadas en tratar de buscar el desarrollo viendo la zona como una "macrorregión" y no como estados fronterizos y distantes. LA REUNIÓN obviamente estará presidida por los gobernadores Claudia Pavlovich y Doug Ducey y dada la importancia del aniversario, acudirá el propio embajador Christopher Landau. Ojalá que tome notas

Bajo reserva El Universal lunes, 04 de noviembre de 2019 La imagen del Ejército Luego de varias semanas complicadas y de altas tensiones mediáticas, la Secretaría de la Defensa Nacional decidió mandar a levantar una encuesta sobre su imagen y qué pensaban los ciudadanos acerca de la decisión de haber dejado en libertad a Ovidio Guzmán, así como la opinión sobre la actual estrategia de seguridad. Los resultados son interesantes. Según la encuesta, 55.3% dice que el gobierno hizo bien en liberarlo, mientras que 38.5% dijo que estuvo mal y 6.2% no respondió. En el caso de la opinión sobre el Ejército Mexicano, 62.5% dijo que es buena, 26.4% que es regular y 10.1% que es mala, el resto no respondió. Cuando se preguntó sobre la estrategia de seguridad, poco más de la mitad, 53%, dijo que debe modificarse porque no está dando resultados, mientas que 42.4% opinó que debe mantenerse y 4.6% no contestó. La encuesta se levantó vía internet los pasados jueves y viernes a nivel nacional por la firma Mitofsky con la aplicación de 2 mil 500 cuestionarios. Los resultados, nos dicen, dieron un respiro al interior de la Secretaría de la Defensa Nacional en especial en lo que toca a la opinión que los ciudadanos tienen del Ejército. Acto contra Santa Lucía en la UNAM Nos cuentan que este lunes en la explanada del auditorio Flores Magón, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, se llevará a cabo un acto para protestar en contra de la construcción del Aeropuerto Internacional “General Felipe Ángeles”, a edificarse en la Base Aérea Militar de Santa Lucía. El acto, nos aseguran, contará con la presencia de la organización Doce Pueblos Originarios de Tecámac, principales impulsores de los amparos que mantuvieron temporalmente detenido el inicio de la construcción del aeropuerto. Además, nos comentan, habrá música de rap de comunidades indígenas, se venderá comida vegana y medicina tradicional. Este acto se lleva a cabo en momentos en que la UNAM atraviesa por un proceso de renovación del rector y una de las aspirantes es la directora de la facultad, Angélica Cuéllar Vázquez. Urgen regular la cannabis El retraso en la legislación sobre la cannabis, nos explican, está siendo aprovechado por empresas de China y otros países para conformar un mercado negro en el país. En días pasados, la Suprema Corte de Justicia de la Nación dio una prórroga de siete meses al Senado para aprobar la reforma sobre la despenalización de la marihuana con fines recreativos, médicos e industriales. Ante este escenario la Asociación Nacional de Industria del Cannabis, que preside Guillermo Nieto, asegura que es urgente la regulación para que los industriales nacionales que buscan utilizar el cáñamo de planta, que no es una droga, cuenten con reglas parejas ante el embate de productos

provenientes del extranjero, que ahora mismo se venden en el país de manera irregular. Desaparece Semana Nacional de Salud Nos cuentan que después de 30 años, las Semanas Nacionales de Salud llegaron a su fin. A partir de hoy, surgen las Jornadas Nacionales de Salud Pública, y su objetivo, nos comentan, es acercar los servicios de salud a los mexicanos. La diferencia, nos explican, es que ahora se buscará prevenir enfermedades y diagnosticarlas a tiempo, y que además de la Secretaría de Salud, que encabeza Jorge Alcocer, participarán el IMSSS, el ISSSTE, Pemex y las secretarías de Defensa y Marina. ¿Logrará la 4T cambios significativos en materia de prevención o solo se tratará de un cambio de nombre?

Frentes Políticos Excélsior lunes, 04 de noviembre de 2019 1. Acción y reacción. Informes de la FGR, de la Defensa Nacional y de la Agencia para el Control del Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego del Departamento de Justicia de Estados Unidos, señalan que México es una de las principales vías de acceso de droga hacia la Unión Americana. Estas rutas también son usadas para el tráfico de armas para las organizaciones del Pacífico, Jalisco Nueva Generación, Golfo, Noreste, entre otras. Es por ello, la apuntalada que dieron los cómplices de Ovidio Guzmán en Culiacán, cuando salieron a relucir fusiles, ametralladoras de grueso calibre, lanzacohetes, lanzagranadas y granadas de fragmentación de 40 milímetros. No es casualidad que la primera reacción del canciller Marcelo Ebrard haya sido abordar el control de armas con EU, pues los sicarios no se armaron a ese nivel ayer. 2. Mucha chamba. Los diputados aprobarán esta semana tres reformas constitucionales para prohibir la condonación de impuestos, establecer la Revocación de Mandato y la Consulta Popular, que permitirá en 2022 decidir si el presidente Andrés Manuel López Obrador continúa o no en el cargo, y para recortar el 50% del financiamiento a los partidos. Las reformas deben ser aprobadas con el voto de las dos terceras partes de la Cámara. “El Poder Legislativo dará un paso más en la lucha contra la corrupción, el establecimiento de nuevas medidas de austeridad y el otorgamiento de derechos plenos al pueblo, todo esto con la finalidad de fortalecer el proyecto de la 4T”, dijo el diputado Mario Delgado. Ahora viene el estira y afloja con la oposición. Valdría la pena lograr acuerdos por el bien de la sociedad y dejar de velar por intereses propios y mezquinos. ¿O para cuándo? 3. Fichaza. Imagine usted a un funcionario envuelto en polémicas como una acusación de robo por no pagar una cuenta, para lo cual se encerró en el Senado. Y que asegura ser un “abogado de profesión”, contar con una maestría y ser doctorante, pero de quien no aparecen los registros de dichos grados académicos. Cuando Martí Batres asumió la Presidencia de la Mesa Directiva del Senado, Rodolfo Michel Pavia Ledezma aseguró que su cercanía con el morenista le daba la fuerza para impulsar el registro de un nuevo sindicato, lo que ya logró, convirtiéndose en el líder del cuarto sindicato de la Cámara alta, nacido “con la finalidad de estar con la 4T”. ¿Así, lleno de trampas y de telarañas sociales? ¿Se acuerdan de Fausto Alzati, extitular de la SEP que falseó títulos en la era Zedillo? ¿Y entonces, cuál cambio? 4. Prioridades. Grave falla cometió Ricardo Baptista, coordinador de los diputados hidalguenses de Morena. Uno más, que le queda mal al jefe. No le importó abandonar los trabajos del Congreso y voló a Cuba para aportar su importante presencia al III Encuentro Antiimperialista de Solidaridad por la Democracia y Contra el Neoliberalismo. Le valió la sesión ordinaria, donde la Auditoría Superior del estado entregó el Segundo Informe de la Cuenta Pública

2018. Ésta plantea observaciones por un millón 159 mil 986 pesos al Poder Legislativo, durante el periodo en que Baptista fungió como presidente de la Junta de Gobierno hasta el 15 de octubre. A Cuba fue con una comitiva, que aclaró, pagó sus gastos. Faltaba más… Ya vemos cuáles son sus verdaderos intereses. 5. De la raíz. El papel protagónico de las familias jamás pasará de moda, pues es donde encuentra solidez y firmeza, cualquier otra institución social. “Mientras en nuestra Patria se sigan minando velada o abiertamente los cimientos de la familia, muy absurdo seguirá siendo aumentar el tamaño y número de cárceles para castigo de criminales y de nada servirá multiplicar aparatos policiales o militares que no abonan a la auténtica seguridad, y más bien son anticipo del ambiente anti-familia que hemos construido y que maquilla su propia violencia”, planteó el editorial del semanario de la Arquidiócesis Primada de México, encabezada por el cardenal Carlos Aguiar Retes. Todos hacemos a México. ¿Qué queremos de él?

El Asalto a la Razón Carlos Marín Milenio lunes, 04 de noviembre de 2019 Jesús, los Madero, bozales, el golpe... Preocupan las referencias que viene haciendo el Presidente a Jesucristo y a los hermanos Madero estableciendo analogías con él y con los periodistas que tanto detesta. Ahora con tuits donde, sin justificación alguna, proclama que su gobierno tiene el apoyo de una mayoría que no permitirá un golpe de Estado ni... ¡un genocidio!. Desde su finca La Chingada lanzó un mensaje con la fotografía de su mano tomando una flor de bugambilia: ¡Qué equivocados están los conservadores y sus halcones! Pudieron cometer la felonía de derrocar y asesinar a Madero porque este hombre bueno, Apóstol de la Democracia, no supo, o las circunstancias no se lo permitieron, apoyarse en una base social que lo protegiera y lo respaldara. Ahora es distinto. Aunque son otras realidades y no debe caerse en la simplicidad de las comparaciones, la transformación que encabezo cuenta con el respaldo de una mayoría libre y consciente, justa y amante de la legalidad y de la paz, que no permitiría otro golpe de Estado en nuestro país. Aquí no hay la más mínima oportunidad para los Huertas, los Francos, los Hitler o los Pinochet. El México de hoy no es tierra fértil para el genocidio ni para canallas que lo imploren. Y remató: Por cierto, les recomiendo leer la fábula de Esopo “Las ranas pidiendo rey”. Atendí la sugerencia y menos aún lo entiendo. El otro día recordó que a “Jesús Cristo” (como se le nombra en las iglesias y sectas evangélicas), por defender a los pobres, lo seguían y espiaban. Al promover su política social ante mexicanos de los pueblos yaqui, mayo y guarijío, soltó este rollo nada republicano, laico ni juarista: “¿Por qué sacrificaron a Jesús Cristo?, ¿por qué lo espiaban y lo seguían? Por defender a los humildes, por defender a los pobres. Esa es la historia real. Entonces, que nadie se alarme cuando se mencione la palabra cristianismo. Cristianismo es humanismo. Todas las religiones tienen ese propósito: el humanismo, el amor al prójimo. Esa es la justicia social. A eso se le puede llamar solidaridad, se le puede llamar fraternidad, se le puede llamar de distintas maneras, pero es ser realmente fraterno con los demás. Que haya humanismo, que no se le dé la espalda al que sufre”. Lo mismo, pues, de la encíclica Populorum Progressio del papa Paulo VI que abrazó en América Latina la democracia cristiana. Y en la mañanera el jueves reciente, cuando reporteros genuinos lo sacaron de quicio (ha llegado a sostener que hay un “hampa del periodismo”), estalló:

“¿Saben qué llegó a decir Gustavo Madero? Le muerden la mano a quien les quitó el bozal…”. Al día siguiente reculó y dijo respetar inclusive a esos ángeles disfrazados que son los perros. Lo cierto de todo esto es que no: el Ejército al que su comandante supremo tanto ha humillado no es golpista, menos los periodistas, y ante el sometimiento a la política migratoria de Trump, la embajada gringa es cuaderna, no como la que fraguó el derrocamiento y homicidio del ingenuo apóstol con quien AMLO se equipara.

DÍA CON DÍA Héctor Aguilar Camín Milenio Diario lunes, 04 de noviembre de 2019 Falsos recuerdos del porvenir: el Madero de AMLO El Presidente mexicano ha iniciado en estos días una fuga analítica hacia adelante mediante una tergiversación histórica hacia atrás. Ha comparado a la prensa que lo critica a él con la prensa que criticó a Francisco I. Madero hace un siglo, sugiriendo que en aquella prensa crítica estuvo el huevo de la serpiente del golpe de Estado de 1913, que acabó con la vida del presidente Madero y abrió el camino a los levantamientos que conocemos como Revolución mexicana. La sola comparación es un dislate, a menos que el Presidente tenga otros datos sobre el golpe de Estado que según sus insinuaciones estaría gestándose contra él en 2019. La prensa crítica contra Madero fue un factor del golpe de Estado de 1913, pero hubiera sido trivial en sus efectos si no hubiera existido una conspiración de los poderes reales: la embajada estadunidense, los intereses creados y el Ejército federal. El embajador Henry Lane Wilson fue quien sentó en la misma mesa al cuerpo diplomático y al ejército porfiriano y a los intereses creados. No sé si el presidente López Obrador tenga información reservada de que está en marcha una conspiración similar de la actual embajada estadunidense, los inversionistas y los militares inconformes, y él está, por tanto, en la posición en que, ingenuamente, se encontró Madero. A saber: que el militar al que Madero hizo jefe del Ejército, Victoriano Huerta, era parte de la conspiración del embajador Wilson. El propósito de la conspiración de la embajada y del jefe del Ejército de la época no era incitar a la prensa a criticar al presidente, sino dar un golpe de Estado. Lo dieron. Si el Presidente tiene esta información en el cajón de sus otros datos, si sabe que el embajador estadunidense actual conspira con el jefe del Ejército y con los mercados para darle un golpe de Estado, debería llamarnos con claridad al estado de alerta. La prensa crítica que tanto le molesta se pondría como un solo hombre de su lado. Mi impresión es que los recuerdos del porvenir que ensaya el Presidente son simplemente increíbles hacia delante y falsos hacia atrás.

Dinero Enrique Galván Ochoa La Jornada lunes, 04 de noviembre de 2019 En diciembre de 2015 el entonces secretario de la Defensa, general Salvador Cienfuegos, otorgándoles todos los honores, pasó al retiro a cinco generales de división, el máximo grado en el Ejército. El retiro significa que dejan de tener tropas a su mando, pero reciben una generosa pensión. Uno de elllos, el general Carlos Gaytán Ochoa, fue retirado sin cumplir la mayor ambición de su vida: convertirse en secretario de la Defensa. Había sido director general del Banco del Ejército y subsecretario de la Defensa. Su nombre ha sonado en estos días porque en una reunion de jefes militares retirados y en activo, y ante la presencia del secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, expresó algunos conceptos insólitos. El militar en retiro dijo que la sociedad está polarizada políticamente porque la ideología dominante, que no mayoritaria, se basa en corrientes pretendidamente de izquierda. No ofreció ninguna prueba para sostener su opinión. Es explicable su posición hacia la izquierda: recibió entrenamiento en la Escuela de las Américas del Ejército estadunidense y sirvió a presidentes del neoliberalismo, de Zedillo a Peña Nieto. Además, sin referirse a un hecho concreto, añadió: Nos sentimos agraviados como mexicanos y ofendidos como soldados. Tendría que precisar a qué se refirió específicamente. El gobierno de López Obrador ha dado un giro hacia la búsqueda de la pacificación sin continuar la guerra que ha dado pocos resultados y tiñe de sangre al país, sino atacando las estructuras financieras y mejorando las condiciones de vida de la gente. Ese vuelco tiene un efecto que no se ha analizado suficientemente: disminuirá el negocio de la compra de armas y equipos militares. Afectará los intereses de los que hacían negocios con el sector militar desde adentro y desde afuera. Como en el caso de las medicinas y los laboratorios, hay perdedores. El general Gaytán Ochoa, que alguna vez manejó miles de millones de pesos desde Banjercito –con cuestionamientos de la Auditoría Superior– debería ser más explícito sobre el origen de sus inconformidades, que pudieran ser justificadas, pero falta claridad a sus palabras. Chamaqueada Cuando creíamos que íbamos a tener un fin de semana tranquilo, dedicados a la conmemoración de los difuntos, un hashtag se hizo tendencia en Twitter: #OlgaExigimosTuRenuncia. Sucedió que la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, asistió a la toma de posesión del gobernador de Baja Califonia, Jaime Bonilla. Terminada la ceremonia, pasaron a una sala privada y ahí fue filmada cuando decía que, de acuerdo con la norma, había sido legal que protestara para un periodo de cinco años. Antes, en el Senado, había dicho que extender el periodo de dos a cinco años sería inconstitucional. Se disculpó diciendo que no sabía que estaba siendo grabada. ¿Si hubiera sabido, habría dicho otra cosa? ¿Qué? Olga perdió la oportunidad de acogerse al artículo un millón de la Constitución que da el derecho a cerrar la boca. ¿Y el que ordenó la grabación? La gente que lo conoce opina que es un rufián, y no lo oculta

SACAPUNTAS El Heraldo de México lunes, 04 de noviembre de 2019 Sacapuntas Durazo regresa al Congreso Viene una segunda vuelta para Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, para explicar el caso Cualiacanazo. Este martes responderá punto por punto a los cuestionamientos de los senadores, pero en comisiones. Ya acudirá al Pleno y esto, nos dicen, le permitirá un contacto más directo con los legisladores para despejar todas sus dudas. Les enmiendan la plana Ahí van de nuevo los de Morena contra los de Morena, y no hablamos del proceso de sucesión, sino de sus diferencias legislativas. Los diputados alistan modificaciones al artículo 28 constitucional para condonar impuestos, pues consideran que los senadores dejaron abierta una puerta para que se mantengan prebendas, así que pondrán más candados. Rezago en justicia La extinta Procuraduría General de la República dejó en rezago 14 mil 484 averiguaciones previas, a lo que se suma que preponderó el no ejercicio de la acción penal, y la consignación fue mínima en el sistema de justicia penal inquisitivo. Así lo señala la ASF que reprobó el último año de gestión de la PGR que tuvo como encargado de despacho a Alberto Elías Beltrán. Quita risas La sonrisa le duró muy poco al gobernador Silvano Aureoles. Unas horas después de presumirle al embajador de EU en México que Michoacán tiene el Centro de Atención a Emergencias (C5i) más grande en Latinoamérica, se registró un violento ataque armado en Uruapan, donde ni la policía ni la tecnología pudieron hacer algo para evitarlo. Buenas nuevas para la capital Parece un dato menor, pero la CDMX suma otra catedral. Se trata de la Iglesia de San Bernardino de Siena en Xochimilco. Por una orden que viene directo del Vaticano, del papa Francisco, se le adjudica esa categoría y hoy se esperan miles de personas en la zona que está llena de costumbres y tradiciones, la mayoría con un toque religioso y de fe.

DE POLÍTICA Y COSAS PEORES Reforma, Catón. lunes, 04 de noviembre de 2019 'Pervivirá' "¿Qué es esto?". Tal pregunta, por demás ociosa, les hizo don Cornulio a su mujer y al querindongo de ésta cuando los sorprendió yogando en la mismísima cama del matrimonio. Sin alterar el compás de su in and out -tres por cuatro, valseadito- la señora se dirigió al follador: "Te lo dije: no sabe nada"... El padre Arsilio necesitaba dinero para las obras de su iglesia. La mies de Nuestro Señor no puede ser cultivada sin un arado de metal. Pensó pedir ayuda a don Pecunio, el ricachón del pueblo, hombre acaudalado a pesar de su enciclopédica ignorancia. Supo de buena fuente, sin embargo, que el señor iba a hacer un fuerte donativo a la universidad estatal. Se presentó ante él, y tras decirle que estaba enterado de su propósito le preguntó, severo: "¿Sabe usted que en esa universidad los alumnos y las alumnas se matriculan juntos?". "N-no lo sabía", farfulló, confuso, el payo. "¿Y sabe", prosiguió con gravedad el sacerdote, "que las autoridades escolares permiten que los jóvenes y las jovencitas hagan picnics?". Contestó don Pecunio, azorado: "Tampoco estaba enterado de eso". "¿Y sabe", lo acució el padre Arsilio, "que los profesores les piden a las estudiantes el currículo?". "¡Eso es intolerable!", estalló don Pecunio. "¿Cómo es posible que en una institución educativa se cometan semejantes inmoralidades? En este mismo momento doy por anulado el donativo que ofrecí a esa casa de pecado. Cuente usted con el dinero, padre Arsilio"... Linda palabra, aunque en desuso como tantas otras palabras lindas, es "galimatías". El término alude al lenguaje oscurecido por la impropiedad de los conceptos o por lo enredado de las ideas. Pues bien: todo un galimatías resultó ser la explicación que la señora secretaria de Gobernación intentó dar para aclarar su dicho en el sentido de que "pervivirá" la indigna y sospechosa determinación del Congreso local de Baja California mediante la cual el tal Bonilla extendió por sus pistolas -es un eufemismo- la duración de su gobierno a cinco años, cuando fue electo por solamente dos. Leamos partes de esa explicación que no explicó nada: "Estábamos en un esgrima jurídico (sic)... Una cosa es legal y otra cosa es constitucional (sic 2). Entonces es legal, sí, porque la norma es vigente (sic 3)... Di solamente una opinión jurídica que era legal porque estaba la norma vigente (sic 4) y estaba yo viendo los diferentes escenarios de la legitimidad o de la legitimación de quién podría o no promover la norma (sic 5)". Díganme mis cuatro lectores si eso no es un reverendo galimatías. Impropiedad en los conceptos y enredo en las ideas. La señora secretaria, que aportó al régimen su prestigio y su respetabilidad, ha entrado en un tobogán de claudicaciones del cual no puede ya salir. Lo peor es que el tiempo de renunciar ya se le pasó. Y no es únicamente ella la que se encuentra en ese caso... Don Algón le comentó a su socio: "Invité a Rosibel, mi secretaria, a pasar un fin de semana en un hotel de playa. Y ¿sabes lo que me dijo?". Respondió el socio: "No". Preguntó don Algón, admirado: "¿Cómo supiste?"... Babalucas pidió una hamburguesa en la cafetería. Inquirió el mesero: "¿Le traigo catsup?". "No", rechazó el tontiloco. "El médico me prohibió que coma carnes rojas"... Un tipo le contó a otro: "Mi abuelo de 80 años se casó con una muchacha de 20. La noche de bodas fueron necesarios cuatro de sus nietos

para subirlo al lecho nupcial. Y al día siguiente se necesitaron ocho para sacarlo de él"... Los guerreros mayas les informaron a los sacerdotes: "Hicimos una votación y decidimos por unanimidad conservar a las doncellas y echarlos a ustedes al cenote"... FIN.

ESTRICTAMENTE PERSONAL El Financiero Raymundo Riva palacio. lunes, 04 de noviembre de 2019 Falacias y amenazas de López Obrador Andrés Manuel López Obrador tiene razón. Es un Presidente muy criticado y se puede argumentar que es quien más lo ha sido durante sus primeros 10 meses de gobierno en la historia moderna del país. Se explica por la velocidad con la que está haciendo cambios, que genera resistencias de grupos de poder internos y externos, y que en los medios produce análisis y señalamientos no del porqué de los cambios, donde hay enorme respaldo, sino por el cómo los está realizando, violentando leyes, aplastando instituciones y desarrollando proyectos que no se ve que tengan destino. La crítica ayuda a los gobiernos a mejorar sus propuestas. En su caso, la crítica lo quiere derrocar. Es absurdo, pero su exigencia irreductible de subordinación absoluta, tampoco tiene registro en la memoria moderna. Sus controversias las apoya en actos de fe; la crítica pide razones. La intransigencia a dialogar con quien está en desacuerdo con sus ideas, también ha hecho estragos en el proceso de toma de decisiones. En las reuniones diarias previas a las mañaneras, entre los miembros del gabinete legal, el gabinete legal ampliado, directores de área y hasta invitados que acuden a ellas, hay quienes ya optaron por callar ante la descalificación que ha hecho el Presidente de quienes discrepan. Su personalidad aplasta y resulta contraproducente que lo contradigan. Para tratar de persuadirlo a que cambie una política que fallará, o que acepte una propuesta que no está en su cabeza, hay que decírselo de manera repetida por días con diferentes palabras. El autoritarismo que enseña afuera es similar dentro de Palacio Nacional, y se nota. El 65% de inversionistas consultados recientemente por el Bank of America, dijeron que el principal riesgo que ven en México es la forma como toma decisiones el gobierno. Hoy deben estar más preocupados, tras la forma ciclónica como cerró la semana el presidente López Obrador. El jueves se peleó con la prensa en su conferencia matutina, los llamó –nos llamó perros a todos, aunque el viernes matizó– e hizo una analogía que sugería que los medios fueron quienes encabezaron el golpe de Estado contra Francisco I. Madero. La comparación es falsa y tramposa. El golpe de Estado contra Madero se fraguó y financió en las oficinas de Henry Lane Wilson, embajador de Estados Unidos en México. El viernes volvió al ataque, y reaccionó con descalificaciones de un sector del Ejército representado por el exsubsecretario de la Defensa, el general Carlos Demetrio Gaytán Ochoa, quien, en un discurso frente a la cúpula militar, afirmó: “La sociedad está polarizada políticamente porque la ideología dominante, que no mayoritaria, se basa en corrientes pretendidamente de izquierda”. Las palabras de López Obrador hieren al Ejército en una semana donde los llevó al patíbulo, al orillarlos a asumir la responsabilidad única del culiacanazo, quitando presión pública al secretario de Seguridad, Alfonso Durazo.

Según el Presidente, las palabras del general sobre la inconformidad del Ejército obedecieron a su rechazo a su estrategia de seguridad, porque como subsecretario en el gobierno de Felipe Calderón “se aplicó una política de represión y exterminio”, que él no va a llevar a cabo. El combate a criminales no es represión, sino aplicación de la ley; el exterminio es un delito de lesa humanidad (si tiene pruebas, debe proceder penalmente contra quienes lo realizaron). El Presidente no sólo confunde conceptos –y esconde su laxitud en el combate a delincuentes–, sino que la falta de filtros en su discurso lastima a las Fuerzas Armadas. Quienes hoy lo rodean en el Ejército y la Marina también participaron en aquella estrategia. Se puede criticar a Calderón por la forma como lo hizo, pero las Fuerzas Armadas, entonces como hoy, fueron institucionales. Los medios, a quienes acusa de silencio cómplice, denunciaron también los excesos de aquella política y documentaron ejecuciones extrajudiciales. El Presidente miente cuando niega esa realidad, y los archivos están para desmentir sus dichos. La escalada no cesó. En la suma de esos dos días, al tercero, en su cuenta de Twitter, López Obrador escribió dos mensajes inquietantes. Uno decía que “los conservadores pudieron cometer la felonía de derrocar y asesinar a Madero”, porque no tuvo o las condiciones le impidieron tener una base social. Pero “ahora es distinto… la transformación que encabezo cuenta con el respaldo de una mayoría libre y consciente, justa y amante de la legalidad y la paz, que no permitiría otro golpe de Estado en nuestro país”. En el otro, precisó: “Aquí no hay la más mínima oportunidad para los Huertas, los Francos, los Hitler o los Pinochet. El México de hoy no es tierra fértil para el genocidio ni para canallas que lo imploren”. El Presidente se quiere victimizar y, a partir de esa postura, identificar al enemigo interno –sus críticos–, recuperar el consenso para gobernar –incluido el apoyo a no combatir a los cárteles de la droga y avalar las violaciones a la ley que de ahí emanan–, debilitado por el culiacanazo, y justificar actos de represión. Pero no hay condiciones objetivas mínimas –ni las habrá– para un golpe de Estado. El país no está quebrado, el Ejército no está dividido, el sector empresarial no está financiando a militares para que lo derroquen, ni hay insurrectos en el país. Tampoco hay una conspiración avalada por el gobierno de Estados Unidos. Lo que sí hay es un esbozo de lo que quisiera hacer. Al recomendar la fábula de las ranas de Esopo, que le piden a Zeus un rey por tanta anarquía y desorden, pero como no les gustó, le pidieron otro. Al que les mandó fue “una activa serpiente de agua que, una a una, las atrapó y devoró a todas sin compasión”.

EL CRISTALAZO La Crónica de hoy Rafael Cardona lunes, 04 de noviembre de 2019

Palabras prohibidas

En el ya lejano año 1976, cuando Luis Echeverría le iba a entregar el poder a José López Portillo, la crisis económica y el ahora llamado malestar social hicieron crisis con la dramática devaluación del peso, cuya estable cotización de doce pesos con cincuenta centavos acompañó los mejores años del desarrollo estabilizador. Esa crisis le abrió la puerta a un invitado indeseado e indeseable: el rumor. Y la máxima expresión de la murmuración, era la inminencia de un golpe de Estado, el cual los militares habrían comenzado a preparar desde el lejano año de 1968. La devaluación era la síntesis de todo el descontento y la rumorología generaba algunos efectos de la autoprofecía: había escasez por acaparamiento, en varios productos, había larguísimas filas en las gasolinerías y temor en muchas mentes. En esas condiciones era necesario hablar públicamente del asunto. Y como no había, en ese tiempo, espacio superior al programa de TV, 24 Horas, de Jacobo Zabludovksy (meses antes yo había salido de Excélsior”por razones sabidas y comunes, decidí saltar las trancas y sin autorización ni aviso, me colé en una ceremonia fuera de mis responsabilidades y como decíamos antes los reporteros, “invadí las fuentes” de un compañero. Echeverría iba saliendo del Teatro Hidalgo. Yo lo conocía desde la Secretaría de Gobernación. Había viajado en su comitiva de prensa a Oriente Medio y Europa y la seguridad me miraba con familiaridad. Me acerqué al Presidente. Pude advertir que bajo la ropa llevaba puesto el chaleco de seguridad. A bocajarro, con una grabadora prestada, le pregunté sobre el golpe de Estado, “anunciado” para el 20 de noviembre, aniversario de la Revolución. Sus ojos miopes y penetrantes me miraron con furia. Pero contestó: —¡Eso es absurdo!— me dijo. Y me apartó con el brazo derecho. Cuando regresé a Televisa, media hora después, ya se había armado el alboroto. Jacobo me miró con una disimulada aprobación, pero me reprendió por hacer las cosas fuera de orden. Como ahora (y como siempre), las llamadas desde la oficina presidencial no se habían hecho esperar. —¿Tienes la grabación?

Le extendí el casete. La escuchó. Me invitó a esperarlo afuera y marcó el teléfono interno. Alcancé a escuchar: —¿Emilio? Esa noche la escueta respuesta fue presentada en el noticiario y como los mariachis, los rumores callaron. Hoy ocurre algo similar, pero los rumores provienen del interior del gobierno. O al menos de las filas de sus jilgueros. Pero más allá de la teoría, un tanto delirante, de una derecha conspiradora, fiel a las prácticas dictadas en el “manual” de Gene Sharp, y sus métodos de golpismo suave, la idea del cuartelazo ha sido traída a la primera línea de la discusión por el Señor Presidente quien se afirma inmune ante tal posibilidad, porque a diferencia de Madero (cuya persecución por la jauría sin bozal precedió y auxilió a los traidores huertistas), él cuenta con un amplísimo respaldo popular. Esto han dicho los teóricos del golpe suave ahora desmentidos desde la cima: “ (La jornada).- Una investigación realizada por el Canal 6 de Julio, ha encontrado indicios de que la extrema derecha ha puesto en marcha una estrategia para intentar dar un “golpe suave” —o “golpe de Estado blando”— en México en contra del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador… “…Todo esto puede sonar a teoría de la conspiración, pero ni siquiera se trata de algo oculto. Todo el método para desestabilizar se puede consultar abiertamente en internet”, dice el director del Canal 6 de Julio, Carlos Mendoza Aupetit”. Y por loco como parezca, hay muchos devotos de la 4T repitiendo —sobre todo en canales públicos de TV, en programas recientes— esta absurda especie del golpe cibernético. Y tras esto el tuit del Señor Presidente: “(REFORMA).- El Presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó la posibilidad de un golpe de Estado en el País y aseguró que México no es ‘tierra fértil’ para genocidios. “A través de su cuenta de Twitter, el Mandatario enalteció la figura de Francisco I. Madero y aseguró que, a diferencia del expresidente asesinado tras un golpe de Estado de Victoriano Huerta, él tiene el respaldo de una mayoría justa que no permitiría que eso ocurriera. “¡Qué equivocados están los conservadores y sus halcones!” Si la tesis del golpe suave suena disparatada y poco seria, las palabras presidenciales sí son importantes, sobre todo después del discurso del general Gaytán Ochoa, quien le dio voces al secreto peor guardado de nuestra historia.

HISTORIAS DE REPORTERO. EL UNIVERSAL. Carlos Loret de Mola. lunes, 04 de noviembre de 2019 AMLO debe serenarse y recuperar la brújula moral Todos los gobiernos cometen errores y tienen algún fracaso que les produce una crisis. Es inevitable. La manera como enfrentan esto, es lo que termina por definirlos. El presidente López Obrador actúa ante cada tropiezo como si reconocerlo significara aceptar la derrota en una situación de vida o muerte. En vez de acotar el problema a su dimensión real y buscar soluciones, se acorrala a sí mismo al atrincherarse contra cualquier cuestionamiento o crítica, porque los considera “ataques”. Por eso arremete contra los periodistas. Prefiere mostrarse intolerante frente al trabajo natural de la prensa en una democracia —y atentar contra la libre expresión— que admitir que su gobierno enfrenta un problema. Y mucho menos que éste fue autogenerado. Así que se fabrica enemigos: la prensa y muchos otros. Si su gobierno provoca desabasto de medicinas, lo niega y denuncia una conspiración de farmacéuticas... aliadas con la prensa. Si a sus correligionarios que gobiernan Veracruz y la Ciudad de México se les descompone la seguridad, hay unos “grandulones”... coludidos con la prensa. Si la economía se estanca por las decisiones de su administración, dice que va muy bien y señala una campaña de conservadores neoliberales... aliados con la prensa. Si su gobierno hace un operativo fallido en Culiacán, libera voluntariamente a un hijo de El Chapo y los reporteros le exigen explicaciones... hay una prensa porfirista como la que fustigaba a Madero. Si en el Ejército se filtran señales de descontento por la confusa estrategia de seguridad que los expone a vejaciones de criminales y por el mal manejo de la crisis de Culiacán, el presidente de plano ya ve huertistas y pinochetistas acechándolo... junto con la prensa. En lugar de admitir que su estrategia requiere una revisión profunda, el comandante supremo de las Fuerzas Armadas escribe en Twitter sobre conservadores que traman nada menos que un golpe de Estado. Con algo así no se juega: o presenta pruebas contundentes y desarticula el supuesto golpe, o habrá que exigirle que deje de hacer politiquerías con supuestas amenazas

golpistas, como lo han hecho en el mundo muchos izquierdistas radicales cuando las cosas les salen mal. Es tiempo de que el presidente, como recomienda a sus “adversarios” con frecuencia, se serene y deje a un lado la retórica tremendista y las posiciones irreductibles. Es muy delicado que invoque esos fantasmas. Y es extremadamente grave que equipare la crítica y la exigencia de información con el criminal golpismo. El mal manejo que ha hecho su gobierno de la crisis de Culiacán lo está llevando a una preocupante contradicción: colocar a la primera de las libertades democráticas, la libertad de expresión, como una amenaza a la democracia. Y al cártel de Sinaloa, ni un reproche. La brújula moral le está fallando.

SERPIENTES Y ESCALERAS. EL UNIVERSAL. Salvador García Soto. lunes, 04 de noviembre de 2019 Del golpe al Estado al golpe de Estado En tan sólo quince días el presidente Andrés Manuel López Obrador pasó de asestarle un golpe al Estado mexicano, con su decisión de liberar al narcotraficante detenido Ovidio Guzmán, a empezar a hablar de un posible “golpe de Estado” en contra de su gobierno. ¿Qué pasó en ese lapso que desató en la mente y el discurso del presidente un tema históricamente vetado para los presidentes mexicanos? Hubo dos consecuencias relacionadas con el fallido operativo de Culiacán detrás del alterado estado de ánimo presidencial. La primera fue el fuerte impacto que causaron en el presidente las duras críticas a la actuación de su gobierno por parte de la opinión pública nacional e internacional, y particularmente el manejo informativo de los medios de comunicación en ese suceso que, en el juicio particular de López Obrador, fue excesivamente crítico y despiadado. “Se nos fueron con todo”, se ha quejado insistentemente el mandatario. La segunda consecuencia, que es la que más explica la aparición del fantasma “golpista” en el discurso presidencial, tiene que ver con el malestar y la indignación que causó en las Fuerzas Armadas el maltrato y el desprestigio de que fueron objeto por las decisiones civiles tomadas aquel 17 de octubre en la capital de Sinaloa. Fueron esos mensajes de molestia, que comenzaron a circular en las cúpulas castrenses del país, los que más preocuparon y afectaron al presidente. El discurso revelado en medios y redes sociales del general divisionario Carlos Demetrio Gaytán Ochoa, pronunciado en presencia del general secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, donde se cuestionaban las decisiones tomadas por el “comandante Supremo” en el operativo de Culiacán y se criticaba la situación de “polarización” en que se encuentra el país. “Nos preocupa el México de hoy. Nos sentimos agraviados como mexicanos y ofendidos como soldados”, dijo el militar que ha tenido a su cargo varias responsabilidades de alto nivel en la Defensa Nacional. Al interior del gobierno esos mensajes calaron fuerte y motivaron que López Obrador comenzara a hablar del maderismo y de la figura del último presidente de México que fue derrocado por un golpe de Estado. “Qué equivocados están los conservadores y sus halcones. Pudieron cometer la felonía de derrocar y asesinar a Madero porque este hombre bueno, Apóstol de la Democracia, no supo o las circunstancias no se los permitieron apoyarse en una base social que lo protegiera y lo respaldara”, dijo primero el presidente en un mensaje de su cuenta de Facebook. Y luego él mismo se respondió: “Ahora es distinto. Aunque son otras realidades y no debe caerse en la simplicidad de las comparaciones, la transformación que encabezo cuenta con el respaldo de una mayoría libre y consciente, justa y amante de la legalidad y de la paz, que no permitiría otro golpe de Estado en nuestro país. Aquí no hay la más mínima

oportunidad para los Huertas, los Francos, los Hitler o los Pinochet. El México de hoy no es tierra fértil para el genocidio ni para canallas que lo imploren. Por cierto, les recomiendo leer la fábula de Esopo «Las ranas pidiendo rey»”. Curiosamente, aunque en la visión histórica del actual mandatario tienen más peso personajes como Juárez, las recientes invocaciones a Francisco I. Madero y la forma en que fue depuesto y asesinado por el traidor Victoriano Huerta, han desatado toda clase de reacciones e interpretaciones, desde las que cuestionan si el presidente se está “victimizando” o tratando de desviar la atención por los problemas y reclamos que enfrenta su administración por la falta de crecimiento económico y del agravamiento de los problemas de seguridad, hasta las expresiones de solidaridad y apoyo al presidente ante un supuesto riesgo de un “golpe de Estado” en contra de su gobierno. No está claro si el presidente tiene información real de la existencia de una deslealtad grave en las filas castrenses o incluso de un intento real de sectores de la derecha empresarial, que él ubica como “conservadores”, de desestabilizar a su administración, o incluso si sospecha o teme una injerencia extranjera en contra de su presidencia, pero por los nombres de dictadores golpistas que invoca en su reflexión, desde un militar traidor como Huerta, hasta un dictador apoyado e impuesto por Estados Unidos como Pinochet en Chile, o dos fascistas de ultraderecha nacionalista como Hitler y Franco, parece sugerir todas esas posibilidades. O también, cabe la posibilidad, de que lo que esté haciendo López Obrador es concitar e inflamar a sus bases sociales y políticas ante las expresiones de inconformidad y molestia en las Fuerzas Armadas pretendiendo anticipar un “blindaje” que lo proteja si ese tipo de manifestaciones crecieran o se agravaran ante sus decisiones en materia de seguridad. En cualquier caso lo que más llama la atención, y quizás ese es un signo de las “nuevas realidades” y de la “transformación” que también invoca el presidente, es que, a diferencia, de otras épocas de la vida política de México, los rumores y las evocaciones de fantasma golpista, esta vez no surgen de adversarios políticos malintencionados o de otros grupos de poder, nacional o extranjero, interesados en provocar desestabilización a un presidente mexicano y a su gobierno. Esta vez el origen del discurso sobre la posibilidad de un “golpe de Estado” es el mismo presidente aunque no queda claro si lo hace para alertar de un riesgo real o para inflamar el fanatismo de sus bases; en cualquiera de los casos, parece claro el intento de cambiar el foco y la atención de la opinión pública para que, en vez de hablar del daño que se le hizo al Estado mexicano en Culiacán, hoy hable de la amenaza de un golpe de Estado, después de los yerros cometidos en Culiacán.

JUEGOS DE PODER. EXCELSIOR. Leo Zuckermann. lunes, 04 de noviembre de 2019 No son diferentes, son igualitos • En una reunión entre Bonilla y Sánchez, donde claramente la titular de la Segob desconocía que estaban transmitiendo en Twitter, le presumió al nuevo gobernador sus declaraciones, considerando la reforma constitucional de BC como “legal”. Pobre Jaime. Olga le arruinó la fiesta. Tanto que hizo para quedarse cinco años como gobernador de Baja California, en lugar de dos, para que la secretaria de Gobernación llegue, cometa una indiscreción y revele el apoyo del gobierno de López Obrador para cambiar las reglas y extender el mandato de Bonilla. Después de la confesión de Sánchez Cordero, la Suprema Corte de Justicia no va a tener de otra más que declarar inconstitucional la llamada Ley Bonilla, es decir, la reforma a la Constitución de Baja California para ampliar de dos a cinco años el periodo del primer gobernador morenista de la entidad. Cualquiera de los ministros de la Corte que vote a favor de considerarla constitucional corre el riesgo de quedar como un lacayo del Presidente. Quiero suponer, todavía, que nadie quiere aparecer así. Vamos a ver. Por lo pronto, se comprueba lo que siempre sospeché: que, detrás del intento de Bonilla de extender su mandato con maniobras políticas de quinta, había el patrocinio de López Obrador y su gobierno. No me imaginaba al hoy gobernador de Baja California haciendo tantas cochinadas sin el visto bueno del Presidente, a quien le debe toda su carrera política. No obstante, López Obrador, como buen político que es, escondía su respaldo: “No estoy involucrado en este asunto, es algo que incluso me produce pena, ¡me da pena! Porque no debe estarse discutiendo sobre estos asuntos, hay que respetar lo que establece la Constitución, las leyes, y no voy a meterme, sea quien sea, no tolero de nadie el que se viole la letra de la Constitución, yo soy partidario de la democracia”. Censuró las chicaneadas para retorcer la ley y las calificó como de los “tiempos de antes”. Por su parte, la secretaria de Gobernación, en comparecencia en el Congreso, opinó tajantemente que la llamada Ley Bonilla era “inconstitucional”. Muchos pensaron que, con estas declaraciones, el gobierno federal efectivamente no estaba apoyando a Bonilla.

Se fueron con la finta. Ya salió el peine. El primero de noviembre, Olga Sánchez Cordero fue a la toma de posesión de Bonilla –quien protestó por cinco años– en representación del Presidente. En entrevista, la secretaria declaró que “hay una presunción de legalidad cuando un Congreso emite una norma y está facultado para hacerlo y estuvo facultado el Congreso local para emitir la norma”. Luego, en una reunión entre Bonilla y Sánchez, que estaban transmitiendo por Twitter, donde claramente la titular de la Segob desconocía de la grabación, le presumió al nuevo gobernador sus declaraciones, considerando la reforma constitucional de Baja como “legal” y pronosticó: “para mí la norma va a pervivir”. Ahí la interrumpe Bonilla y se van a otro tema. Lástima. No escuchamos por qué va a pervivir una ley que ella, exministra de la Corte, había considerado como inconstitucional. El que no lo quiera ver, que no lo vea, pero es muy claro el apoyo explícito del gobierno de AMLO para extender el periodo de dos a cinco años y que están haciendo todo lo que pueden hacer para que así sea. En este sentido, nos mintieron al asegurar lo contrario. Días antes de esta revelación, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, en compañía de los titulares de la Secretaría de la Defensa Nacional, de la Secretaría de Marina, de la Guardia Nacional y del Centro Nacional de Inteligencia, todos militares, también mintió. Al dar su primer informe del operativo fallido en Culiacán, Alfonso Durazo reportó que elementos de la Guardia Nacional y del Ejército efectuaban un patrullaje de rutina en el fraccionamiento Tres Ríos cuando fueron agredidos desde una vivienda. Los uniformados repelieron la agresión y tomaron posesión de la casa, donde aprehendieron a cuatro ocupantes incluyendo a uno de los hijos de El Chapo Guzmán. Pocas horas después nos enteraríamos de la verdad. Se trató de un operativo diseñado y ejecutado por el Ejército para detener a Ovidio Guzmán López, quien tenía una orden de aprehensión con fines de extradición a Estados Unidos. Nada de que pasaban por ahí y se los encontraron. Todavía Durazo tuvo la desfachatez de justificar la mentira diciendo que “fue la información que teníamos a esa hora”. ¡Por favor! Desde su campaña y ya como presidente, López Obrador se comprometió a “no mentir, no robar y no traicionar al pueblo”. La realidad nos ha demostrado que él y sus subordinados mienten. No debemos sorprendernos. Así son todos los políticos en todo el mundo. El engaño es parte de su profesión. La 4T, sin embargo, prometió ser diferente. No lo han sido. Mienten con descaro. Solitos se desnudan: no son diferentes, son igualitos.

Astillero LA JORNADA Julio Hernández López. lunes, 04 de noviembre de 2019 Con las declaraciones del general Carlos Demetrio Gaytán Ochoa como preocupante telón de fondo, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dio un paso especialmente controvertido al hablar con todas sus letras, y con un amplio contexto histórico (aun en el reducido mundillo de los mensajes de lo que se suele llamar redes sociales), del riesgo de un golpe de Estado. Palabras mayores, sin duda. Tanto que, al otro día de haber colocado por medio de Twitter tal cuestión tan perturbante en la mesa de la discusión pública, el propio AMLO emitió un mensaje, también por la vía cibernética, en busca de suavizar su impacto e incluso retirar tal tema preventivamente del escenario (vamos bien y no hay nada qué temer). Lo cierto es que el asomo de tan indeseable concepto en el agitado menú de la discusión colectiva no puede ser borrado o desalojado ni siquiera por la decisión o intención del emitente original: así como suele decirse, con base en la historia, que lo difícil no es sacar a los militares de los cuarteles sino regresarlos a ellos, podría decirse que lo difícil no es hablar de golpe de Estado en un momento histórico determinado sino retirar tal tópico del tablado nacional tan enardecido en ciertas zonas. Con un gran respaldo popular (del cual dan cuenta los estudios demoscópicos siempre dispuestos a cambiar de aires y resultados conforme convenga a los empresarios de ese ramo), el presidente López Obrador enfrenta una difícil situación económica y financiera, por causas internas y externas; la desesperación de sus opositores centrales, que no encuentran vía política para dar cauce pacífico a sus intenciones de frenar el curso de la autodenominada Cuarta Transformación; los errores propios, en Palacio Nacional y sus extensiones ejecutorias, en cuanto a concepción y ejecución de políticas públicas, de comunicación social e idoneidad del gabinete en general; las escandalosas pugnas al interior del partido, Morena, que debería ser sólida instancia de apoyo y respaldo a su fundador y máxima figura determinante; y, en precipitada sucesión de acontecimientos, especulaciones, enigmas y declaraciones públicas, la complicación de las relaciones entre el poder civil y ciertos segmentos cupulares del militar a causa del operativo fallido de Culiacán, Sinaloa, pero no sólo por este hecho aislado. En ese contexto multifactorial, agitado y peligroso, tiene particular relieve la relación del obradorismo con los militares. El Presidente de la República hizo desaparecer el máximo cuerpo de élite de ese ámbito, el Estado Mayor Presidencial; llegó a decir, en entrevista con La Jornada, que si por mí fuera, yo desaparecería al Ejército y lo convertiría en Guardia Nacional; declararía que México es un país pacifista que no necesita Ejército y que la defensa de la nación, en el caso de que fuese necesaria, la haríamos todos y ha entrado en terrenos sumamente polémicos respecto a las fuerzas armadas a partir del intento fallido de detención de Ovidio Guzmán López, hijo de El Chapo.

Las discordancias llegaron a extremos públicos inéditos: el actual secretario de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval, y cientos de oficiales del más alto rango, en días pasados escucharon del general Gaytán Ochoa (quien, durante el calderonismo, fue jefe del Estado Mayor de la Sedena y subsecretario) las palabras de mayor carga política, ideológica y opositora del poder en turno que en una reunión militar se han escuchado a lo largo de décadas de estabilización institucional posrevolucionaria. El discurso del general Gaytán, y la adhesión abierta o encubierta de los segmentos opositores, es un amago inaceptable y una injerencia militar en asuntos civiles que, junto a otros ingredientes inocultables, permiten considerar con seriedad que se estén maquinando opciones de fuerza contrarias al obradorismo, incluyendo como opción extrema la del uso de militares insurrectos. ¡Hasta mañana!

REFORMA DENISE DRESSER Miércoles, 05 de junio de 2019 El Gran Distractor Para alguien que se jacta de cuán bien va el país y cuán felices somos todos bajo su liderazgo, López Obrador ha resultado ser un Presidente perturbado. Demasiado suspicaz, frecuentemente histriónico, presa de una peculiar paranoia que Elías Canetti describía como enfermedad del poder. Un hombre que se fogueó en la persecución política del desafuero ahora exhibe sus cicatrices. AMLO, habitante de un mundo conspiratorio donde los villanos triunfan y los héroes terminan asesinados o removidos del poder o víctimas de un golpe de Estado. AMLO, presa de un delirio de grandeza que lo hace compararse con Jesucristo o Francisco I. Madero e imaginar que conjurará enemigos de la misma talla, obsesionados en acabar con él como lo hicieron con ellos. AMLO imaginándose tan transformador como el hijo de Dios y anunciándonos que morirá así, en la cruz, moralizando a México. Qué osadía de la prensa cuestionar la palabra del hijo de Dios. Qué enjundia de la sociedad civil exigirle cuentas al heredero de Juárez. Qué traición a la Patria confrontar a quien es la reencarnación de sus figuras fundacionales. Para un Presidente que se atribuye cualidades míticas no puede o no debe existir la crítica razonada o el periodismo inquisitivo o la oposición legítima o la deliberación pública y contestataria que caracteriza a todo régimen democrático. Hasta el menor asomo de resistencia es interpretado como una herejía; hasta la pregunta más predecible en la mañanera se vuelve un atentado contra el Estado mismo. Cuestionar a la Cuarta Transformación es tan impío como quemar la bandera o pisotear la efigie de la Virgen de Guadalupe o tomar el nombre de Dios en vano. Ante López Obrador no se vale dudar; es necesario persignarse. A AMLO no se le puede exigir; es necesario arrodillarse. Comprensible entonces el estilo paranoide que permea su forma de hacer política. Un Presidente que se percibe a sí mismo como totalmente trascendental piensa que inevitablemente los franquistas o los pinochetistas o los huertistas o los hitlerianos tratarán de frenarlo. Su grandilocuencia lo llevará a urdir una amenazante y peligrosa resistencia. Inventará huestes y cabalgatas y motines y polvorines y estampidas de conservadores empeñadas en quitarlo del pedestal sobre el cual él mismo se ha colocado. Agitará la bandera de la izquierda indefensa acorralada por la derecha omnipotente. Como si no fuera el Presidente más legítimo, más popular y más poderoso de los últimos tiempos. Como si su partido no controlara el Congreso, como si no hubiera desacreditado a los pocos contrapesos a su voluntad, como si la oposición partidista no estuviera en peligro de extinción, como si el Poder Judicial no le besara los pies, como si Felipe Calderón y Vicente Fox no se hubieran convertido en una caricatura de sí mismos. López Obrador actúa como un Presidente amenazado cuando es un Presidente cada vez más empoderado. Y lo que México debería temer no es un golpe de Estado a la 4T sino la colonización del Estado por la 4T. Lo que México debería delatar no es el

acorralamiento del Presidente por la derecha, sino lo que busca al diseminar una diatriba distorsionada. En vez de criticar la "Ley Bonilla", AMLO quiere que denunciemos la intervención inminente de la CIA. En lugar de diseccionar las presiones verdaderas detrás de la salida de Medina Mora, AMLO quiere que acusemos las presiones imaginarias de la -ya defenestrada- mafia en el poder. En vez de desmenuzar el operativo fallido de Culiacán, AMLO quiere que clamemos contra el intervencionismo inminente del Ejército insatisfecho. En lugar de analizar cómo el gobierno amedrenta a la prensa, AMLO quiere que la censuremos por traidora. Cuando López Obrador señala a los enemigos ficticios de su gobierno, distrae la atención de los enemigos reales de la democracia. Cuando López Obrador conjura a adversarios hipotéticos, lo hace para desviar la mirada de problemas reales. El crecimiento cero y la tasa de homicidios y los desabastos del sector salud y la inviabilidad de Santa Lucía y el aumento en las adjudicaciones directas y la corrupción de Manuel Bartlett desaparecen del debate público. Ese está dominado por las fábulas de alguien que prefiere usar su poder y su popularidad para enfrentarnos, en vez de unirnos. Un Presidente que podría ser el Gran Demócrata pero prefiere ser el Gran Distractor.