Poleth Pazmiño

TRABAJOS DE ANTAÑO

A lo largo del tiempo varios son los

trabajos que poco a poco han ido

desapareciendo, los mismos que en su

momento fueron clave fundamental

para el desarrollo económico de cada

familia y por ende del país.

En la ciudad de Ambato, algunos de los

trabajos de antaño aún se practican,

sin embargo son muy pocas las

personas que los conservan, el peligro

es latente al no contar con aprendices

que hagan de este un trabajo suyo.

Varias son las causas que han influido

para que estos trabajos vayan

desapareciendo consecutivamente,

entre ellos las facilidades que ofrecen

los medios tecnológicos. La actividad

manual anteriormente era una de las

clavesfundamentales, conjuntamente

con la creatividad, hoy en día esto ha

sido reemplazado. El ser humano se ha

moldeado y se ha adaptado a los

cambios que la sociedad enfrenta, los

jóvenes ahora buscan diversas fuentes

de trabajo y aquellos que optan por

estudiar eligen carreras afines a los

mismos, esta es una de las causas que

también afectan a la práctica de los

trabajos de antaño. La economía

también es un factor crítico, pues por

disminuir tiempo y dinero la

maquinaria entra en operación,

triplicando en muchas de las veces la

producción, siendo así más rentable

para las personas que lo practican.

Desde hace 20 años atrás, Daniel

Machado de 64 años de edad oriundo

del cantón Tisaleose dedica a la

elaboración y reparación de guitaras en

la calle Eugenio Espejo en el sector

denominado la mascota, “machadito”

como lo conocen sus amigos y clientes

menciona que el negocio con el que

sustenta a su familia ha dejado de tener

Poleth Pazmiño

la rentabilidad que anteriormente tuvo:

“Ya no es como antes, ya solo

arreglando poco, ahora como vieneesta

guitarra importada eso es lo que nos

fregó a todos los artesanos”. Daniel

tuvo que Salir de su pueblo natal desde

muy temprana edad pues sus padres

habían fallecido, Carlos Morales al que

él llama su maestro fue el que le

enseño el oficio.

Daniel Machado/artesano

Nelson Taiz, de 48 años de edad, desde

hace 25 años se ubica en el parque 12

de Noviembre, él es uno de los

fotógrafos que se pueden observar en

el lugar. Taiz comenta que su profesión

es heredada por su padre que también

ejerció el oficio por 55 años, el

acompañaba a su padre desde los 7

años, lamentablemente según él dice

las cámaras digitales les ha afectado

directamente: “La modernización nos

ha afectado, pongamos un ejemplo el

Registro Civil pedían fotos para el

archivo o las cédulas, ahora no piden,

eso nos molestó bastante porque ya no

hay trabajo, el record policial tampoco

ya no hay ya no piden fotos y solo

sacan los antecedentes penales por

internet”. Su única profesión es ser

fotógrafo, sin embargo ha pensado en

otro medio para generar ingresos pero

según él dice ya no le darían trabajo o

necesitaría de un capital para un

negocio. “El turco” como es conocido

por ser hijo de padre milanés, al ver

que su labor ya no resulta rentable,

menciona que le gustaría cambiar de

trabajo, pero es consiente que sería

complicado: “ya que más me toca, sino

me gustara el trabajo peor de que vivo,

de que le doy de comer a mis hijas”.

Sus herramientas de trabajo son fondos

de varios colores, la cámara y el famoso

caballo de madera que incluye un

sombreo para quienes deseen tomarse

la foto del recuerdo.

Nelson Taiz/Fotógrafo

Poleth Pazmiño

Byron Naranjo Director de Cultura de la

Universidad Técnica De Ambato,

comenta lagunas de las razones por las

que estos trabajos considerados de

antaño se siguen practicando, aunque

en menor porcentaje: “Esto puede ser

una respuesta a la globalización,

muchas cosas tienden a resistirse a

desaparecer, más por la nostalgia

porque en muchos casos la tecnología,

la automatización de procesos facilitan

algunos espacios de trabajo de

desarrollo, sin embargo es más ese

apego a la tradición que motiva que se

sigan haciendo, en esta práctica se

encuentra sabiduría, porque para que

un artesano se haga diestro en su oficio

ha pasado mucho tiempo”.

Byron Naranjo/ Director de Cultura de la UTA.

Varios trabajos ya han desaparecido

sobre esto comento: “Algunos de los

trabajos de antaño, han desaparecido

como por ejemplo la ebanistería, pues

la materia prima base era el ébano. Los

talabarteros aquellas personas que

realizaban antes las monturas para los

caballos, las mulas al ser estos animales

los únicos medios de trasporte. Los

harneros que realizaban las coladeras y

las regaderas ahora estos son

productos industrializados y de

plástico”.

A pesar de que las personas que

realizan este tipo de trabajos se

resistan a desaparecer, la sociedad los

esta empujando a esto, al tener

preferencias por productos elaborados

industrialmente por considerarlos o

tener la idea de que son “mejores y

más económicos”.

La tecnología avanza y sin duda ha

mejorado la calidad de vida de la

humanidad en varios aspectos pero al

mismo tiempo llega a ser un factor que

pone en riesgo las relaciones

interpersonales. Estos trabajos deben

ser valorados más no desplazados,

dignificándolos y haciendo conciencia

que la tecnología jamás podrá cumplir

las funciones de creatividad y habilidad

que las personas desarrollan.

Los trabajos de antaño, aquellos que

nuestros abuelos o padres realizaron o

quizá en algún momento necesitaron

siguen siendo parte de la escena diaria,

van desapareciendo conforme pasa el

tiempo, unos años más adelante solo

serán una historia en el libro de los

recuerdos de “como era antes

Ambato”.