Trabajo Identidad Nacional Con Referencias

ANÁLISIS Y OPINIÓN SOBRE SI “EL CONCEPTO DE IDENTIDAD NACIONAL

TIENE MÁS IMPORTANCIA PARA EL PROYECTO DE SOCIEDAD QUE SE

QUIERE VER REALIZADO EN EL FUTURO QUE COMO DESCRIPCIÓN DEL

PASADO DE DICHA SOCIEDAD” .

I.- IDEA CENTRAL.

En el presente trabajo el autor hará una breve explicación del concepto de

identidad desde una posición filosófica y el de identidad nacional. Ambos

conceptos son un resumen de lo leído en varios textos y documentos, tanto de

biblioteca como archivos encontrados en Internet.

Posteriormente se hará un análisis dando a conocer su posición frente a la

pregunta o cita que originó el presente ensayo, tratando de no caer en la

subjetividad o en la costumbre de lo que ha entendido siempre por identidad

nacional. Finalmente se terminará con una breve conclusión.

II.- DESARROLLO.

A.- CONCEPTO DE IDENTIDAD.

El concepto de identidad no tiene un sólo significado, y los que podemos

encontrar en la literatura son utilizados en diferentes contextos que deben ser

distinguidos para así evitar confusiones. En primer término podemos entender

por identidad lo que encontramos definido en las costumbres metafísicas

aristotélicas donde se concebía como uno de los principios fundamentales del

ser y como una ley lógica del pensamiento. El principio filosófico de identidad o

de no contradicción afirma que: “todo ser es idéntico consigo mismo y, por lo

tanto, una cosa no puede ser y no ser al mismo tiempo y desde un mismo

punto de vista”1. Por lo tanto dos propuestas contradictorias no pueden ser

Pág. 1 de 11 Elaborado por M.Ojeda M.

verdaderas o falsas al mismo tiempo y que una idea contradictoria no tiene

sentido. Como propiedad de todos los seres, la identidad no depende

obligatoriamente de que un ser particular sea capaz de reflexión o no. Una silla

es idéntica consigo misma del mismo modo que un humano es idéntico consigo

mismo, aunque la silla no tenga conciencia de ello y el ser humano si.

Todos los sujetos poseen identidad, pero se diferencian de otros individuos;

se puede señalar que la identidad hace referencia a dos caras de una moneda,

ya que por si misma significa “inclusión y exclusión; es inclusión en tanto

permite definir un yo respecto a otros, pero esta operación no es posible sin

exclusión: "yo soy, el mismo que mis congéneres y progenitores, siendo al

mismo tiempo otro que ellos, porque tengo mi originalidad particular y soy

irreemplazablemente yo mismo"2.

Esta claro que la identidad se estudia representada en individuos

concretos, por lo tanto no es posible la construcción de una “identidad

individual fuera de una identidad social”3, cualquiera sea el carácter que

involucre, ya sea de clase, étnica, nacional, de sexo, etc., ya que los individuos

se insertan en un entramado social ya construido; se puede afirmar que lo

individual y social son parte de un mismo fenómeno ubicado en distintos

niveles donde se realizan: el individual donde la identidad personal es objeto de

investigación de los psicólogos, y el colectivo, donde la identidad social se

identifica y realiza.

La identidad se cimienta en el estar en contacto con otras personas, y la

diferenciación respecto a esas otras personas es su esencia:


Mientras el individuo no pueda ser capaz de imaginarse sin el medio,

requiere de los otros para conformar su identidad. Por lo tanto se establece que

la identidad sólo se considera existente y se verifica cuando hay interacción en

el terreno relacional y en el inter-reconocimiento. Es ahí donde las distintas

identidades personales que vienen delineadas por una determinada estructura

social logran acuerdos.

Consecuente con lo anterior puedo decir que la identidad esta constituida

de tres elementos: los individuos que se definen a sí mismos o se identifican

con ciertas cualidades, en términos de ciertas categorías sociales compartidas

como religión, sexo, clase, etnia, profesión, sexualidad, nacionalidad, que son

culturalmente determinadas y contribuyen a especificar al sujeto y su sentido

de identidad.

En segundo término está el componente material que incluye el cuerpo y

otras posesiones capaces de entregar al sujeto elementos vitales de auto

reconocimiento.

Finalmente, en tercer lugar, la construcción del sí mismo forzosamente

admite la existencia de otros. Los otros son aquellos cuyas opiniones acerca de

nosotros logramos internalizar. Pero también son aquellos con respecto a los

cuales el sí mismo se diferencia, y adquiere su carácter distintivo y específico.

El hombre se define en términos de cómo lo ven los otros. Sin embargo, sólo las

evaluaciones de aquellos otros que son de algún modo significativos para él

cuentan verdaderamente para la construcción y mantención de su auto

imagen. Al comienzo son los padres los más significativos, pero más tarde, una


gran variedad empiezan a operar como son los amigos, parientes, pares,

profesores, etc.

B.-CONCEPTO DE IDENTIDAD NACIONAL.

¿Qué se entiende por identidad nacional? es una pregunta que podemos

encontrar en varios textos o libros de distintas disciplinas y por lo tanto también

podemos encontrar distintas ideas. La más tradicional concibe a la identidad

nacional como un conjunto de rasgos más o menos fijos, propios a cierta

territorialidad, a la sangre y al origen, como propiedad más bien inmutable

constituida en un pasado lejano. A esta concepción esencialita se vinculan

posturas como una cultura conformada por una parte por lo autóctono, lo

propio de raigambre campesino y, por otra, por lo ilustrado, lo europeo, lo

extranjero. Desde esta postura, lo originario adquiere un carácter de resistencia

cultural frente a las amenazas de pérdida de identidad; se tiende así a concebir

todo cambio o alteración de los rasgos constituyentes básicos como una

pérdida de identidad o como una alienación. Por el contrario, si la identidad

nacional no se define como una esencia incambiable, sino más bien como un

proceso histórico permanente de construcción y reconstrucción de la

comunidad imaginada que es la Nación, entonces las alteraciones ocurridas en

sus elementos no implican necesariamente que la identidad nacional o

colectiva se haya perdido, sino más bien que ha cambiado.4

Puedo señalar metafóricamente que la gran mayoría de los Estados Nación

se erigieron a partir de la digestión, más o menos completa, de los restos de

naciones involucradas en el proceso de construcción del Estado, incluida la


nación que resultó dominante en el proceso de conquista. Una vez asegurada la

dominación de ese Estado, una nueva identidad nacional, definida en referencia

al Estado Nación, es construida, impuesta y negociada.

También se puede encontrar literatura donde se señala que la identidad

nacional, a diferencia de lo explicado precedentemente, no es una identidad de

vieja data sino, por el contrario, es algo nuevo, pero que ha conseguido

instalarse como identidad prioritaria en grandes concentraciones de humanos.

Todos los Estados intentan crear una identidad única, que se establezca

como referencia cultural dentro de un territorio delimitado, más allá de que

puedan tolerar ciertos tipos de identidad tales como las comunales, regionales,

o la de pueblos originarios, siempre y cuando no arriesguen o hagan peligrar la

identidad nacional. Cuando esta identidad es puesta en duda el Estado Nación

tiene dos caminos para resolver el problema de las identidades perturbadoras:

o las integra o las suprime.

Esto no explica el por qué las identidades nacionales consiguen lazos tan

consistentes y perpetuos; lo que sí ayuda a explicar es por qué en un mundo

globalizado la identidad nacional se configura como un soporte esencial de la

identidad individual y social. Más allá del reconocimiento de que la identidad

nacional es generada en base a determinados intereses de clase, e impuesta

mediante mecanismos a veces coercitivos, ha logrado constituirse en una

identidad primordial, y constituye un impulso que motiva a muchas personas a

morir por una nación.


Finalmente, para pasar al análisis, dentro de los componentes de la

identidad nacional, podemos destacar: Configuración del sujeto (lealtades y

diferencias); rituales, mitos y símbolos; lenguaje; rasgos psicosociales;

materialidad (con un sentido), instituciones, hechos históricos y agencias

socializadoras y prácticas cotidianas.5

C.-ANÁLISIS Y OPINIÓN SOBRE LA IMPORTANCIA DE LA IDENTIDAD NACIONAL EN

LA VISIÓN DE FUTURO V/S EL PASADO DE LA SOCIEDAD.

Es importante señalar que en una idea adecuada de identidad nacional no

sólo se debe mirar al pasado como la reserva favorita donde están guardados

los elementos principales de la identidad; también hay que mirar hacia el futuro

y creer la identidad como un proyecto.

Hay que preguntarse qué somos y qué queremos ser o hacia dónde

queremos ir.

Habermas argumenta, "la identidad no es algo ya dado, sino también, y

simultáneamente, nuestro propio proyecto"6.

Esto lo entiendo como que cualquier proyecto no puede pretender el

privilegio de la cimentación de la identidad sin considerar las formas populares,

los significados y las tradiciones depuradas en la vida diaria por prácticas de

larga data, es decir, la tradición o herencia cultural, pero no hay que encerrarse

sólo en lo que el pasado nos legó.

Ahora con respecto a la cita a analizar en el presente ensayo, este autor

puede señalar que es cierto que en la construcción del futuro no todas las

tradiciones históricas, de ritos, culturales, entre otras; son válidas, ya que se


puede considerar que algo por ser una tradición no necesariamente significa

que es bueno y/o aceptable para mantener en el futuro.

Las tradiciones no las hemos elegido, pero las aceptamos como parte de

nuestra identidad nacional pero, me pregunto si las podemos cambiar

favorablemente a través de una decisión política. Creo que sí.

Si entendemos la identidad nacional como un atributo inmutable y

constituido en un pasado remoto, para siempre, como una herencia intocable,

todo cambio posterior de sus componentes básicos implica necesariamente no

sólo la pérdida de esa identidad sino que además una alienación. Por el

contrario, si la identidad nacional se define como un proceso histórico

permanente de construcción y reconstrucción de la nación, entonces las

alteraciones ocurridas en sus componentes no implican forzosamente que la

identidad nacional se haya perdido, sino que ha cambiado, que se va

construyendo. Esto es importante, más aún en el mundo globalizado en el que

estamos insertos donde lo significativo al adoptar elementos foráneos en

nuestra cultura los sepamos tomar y adaptar a nuestra idiosincrasia y no que

nosotros nos adaptemos a ellos.

Se puede señalar como ejemplo de elemento de discusión en nuestra

identidad nacional nuestra danza folclórica. Chile es un país largo. Es curioso

que siendo tan diferentes las culturas de norte, centro y sur, tengamos una

identidad folclórica igual para todos. ¿O se ha impuesto esto?. El huaso

chileno, es un personaje propio de la zona centro-sur, asociado a la vida rural

y a la agricultura. En el norte del país, nadie se identifica con él, sin embargo


se respeta el hecho de que sea el huaso, el símbolo oficial de fiestas patrias,

como también la cueca. No obstante, el norte también tiene su propio folclor,

en música y personajes, que pasan a un segundo plano para el resto del país.

Esto también pasa en la Isla de Pascua, y es peor. No solo sienten que el

huaso no los identifica, sino que apenas se sienten identificados con Chile

continental. La idea no es eliminar o criticar la cultura huasa y campestre, sino

integrarla con otras culturas, como la andina, la pascuense y la mapuche, por

señalar algunas.

Creo que con este ejemplo, se puede ver que los temas relacionados a la

identidad nacional pueden pasar por una amplia gama de acuerdos y

desacuerdos.

Creo que la identidad nacional no tiene más importancia para los proyectos

futuros que la descripción del pasado de una sociedad. Para que el futuro sea

bueno y exitoso para un Estado Nación se debe contar con sólidos cimientos del

pasado, entendiendo la historia como fue y no como quisiéramos que haya

sido, manteniendo los elementos basales de nuestra sociedad, cambiando, de

ser necesario, aquellos componentes de nuestra identidad nacional que por su

naturaleza ya no se crean aptos para ser considerados en la actualidad como

costumbres o ritos de larga data, entre otros.

III.- CONCLUSIÓN.

Vistos los conceptos de identidad e identidad nacional, así como el análisis

al tema que originó el presente ensayo, se puede concluir que la pregunta por

la identidad nacional es más importante por su proyección al futuro que por


una aparente pérdida gradual de lo propio en un mundo globalizado. Al

entender la identidad no como un ethos inalterable estructurado en un pasado

lejano, sino como un aspiración abierta al futuro, se puede entender que el

desafío en el presente por parte de los integrantes de cualquier nación es

definir qué es lo que quieren ser. Ese es el gran tema de hoy. Para ese reto

normalmente se van configurando propuestas alternativas, interpretaciones de

identidad que se disputan el terreno y que muestran caminos diferentes.

Mientras más grande sea la sensación de crisis, que tenga la gente, con mayor

fuerza brotarán las interrogantes por la identidad y se buscarán respuestas

alternativas o proyectos que la perfilen como una solución a la crisis.


I.- NOTAS:

1.- Jorge Larraín, “El concepto de identidad”, pág 21-48, http://www.plataforma.uchile.cl/fg/semestre1/_2003/cuento/modulo3/clase1/textos/concepto.htm

2.- Ángel Cerutti y Cecilia González, “Identidad e Identidad Nacional”, Revista de la Facultad Nº 14, 2008 pág 79, fade.uncoma.edu.ar/medios/revista/revista14/08-Cerutti&Gonzalez.pdf

3.- Ibíd.

4.- Jorge Larraín, "Chilenidad: ¿pérdida o cambio?" Revista Mensaje, Septiembre, 1997, Santiago, Chile

5.- http://www.plataforma.uchile.cl/fg/semestre1/_2003/cuento/ modulo3/clase6/doc/nacional.doc

6.- J. Habermas, "The Limits of Neo-Historicism", Entrevista con J.M. Ferry en J. Habermas, Autonomy and Solidarity (London, 1992), p. 243

II.- BIBLIOGRAFÍA

1.- Javier Pinedo, “Los intelectuales y la creación de la identidad nacional”; Revista UNIVERSUM . Nº 21 . Vol. 1. 2006 . Universidad de Talca, http://universum.utalca.cl/contenido/index-06-1/PinedoJ.pdf

2.- Ángel Cerutti y Cecilia González, “Identidad e Identidad Nacional”, Revista de la Facultad Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional del Comahue, Neuquén .Nº 14, 2008 pág 79, fade.uncoma.edu.ar/medios/revista/revista14/08-Cerutti&Gonzalez.pdf

3.- Vexilla Regis, “¿Hay Patria que Defender?, La identidad nacional frente a la globalización”, Centro de Estudios para el Desarrollo (CED),Enero 2000; www.revistamarina.cl/revistas/2000/6/vexilla.pdf

4.- Jorge Larraín, Identidad nacional y encuestas: algunos problemas Comentarios al trabajo de Patricio Bernedo, http://vinculosconlasociedad.uc.cl/documentos/113.pdf

5.- Marcela Yentzen, “Construcción de identidad nacional a través de la narrativa de la independencia: el caso chileno”, Universidad Arcis Centro de Investigaciones Sociales;

http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/chile/arcis/Docw5.pdf c

6.- Manuel Castells, "La importancia de la identidad”

http://www.lanacion.cl/prontus_noticias/site/artic/20051107/pags/20051107191536.html

7.- Bernardo Subercaseaux, “Procesos Complejos, preguntas múltiples Integración y proyecto”,

http://www.mav.cl/foro/procesos_complejos.htm


8.- Aspectos de la identidad nacional

http://www.plataforma.uchile.cl/fg/semestre1/_2003/cuento/modulo3/clase6/doc/nacional.doc

9.- Pedro A. Talavera Fernández, “El valor de la identidad nacional”, Cuadernos Electrónicos de Filosofía del Derecho. núm. 2-1999,I.S.S.N.: 1138-9877, http://www.uv.es/CEFD/2/Talavera.html

10.- J. Habermas, "The Limits of Neo-Historicism", Entrevista con J.M. Ferry en J. Habermas, Autonomy and Solidarity London, 1992.

11.- Jorge Larraín, “El concepto de identidad”, http://www.plataforma.uchile.cl/fg/semestre1/_2003/cuento/modulo3/clase1/textos/concepto.htm

12.- Jorge Larraín, "Chilenidad: ¿pérdida o cambio?" Revista Mensaje, Septiembre, 1997, Santiago, Chile.


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