Trabajo Española

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5/17/2018 TrabajoEspaola-slidepdf.com http://slidepdf.com/reader/full/trabajo-espanola 1/7 1.-Elegir un capítulo de El laberinto de la soledad  y decir qué pretende Octavio Paz al escribirlo. R: Capitulo elegido: odos santos! día de "uertos. El per#il general del "e$icano sie"pre se %a caracterizado por una constante %uida de su realidad! ya que sie"pre se siente in"erso en los proble"as! en la "iseria y en la zozobra y el &nico recurso donde puede desa%ogar todo ese con'unto de senti"ientos que lo agobian es "ediante los #este'os porque es típico que en cada lugar de este país por lo "enos %aya dos #iestas patronales en los que la gente tiende a desenvolverse "(s de lo %abitual! ro"pe el estatus ap(tico e indi#erente que predo"ina la "ayor parte del a)o! y co"o %ace re#erencia Octavio Paz! que es co"o si el "e$icano se #uera a otra realidad! rayando en el e$ceso y en lo absurdo al e"briagarse #uerte"ente y*o realizando actos que lo a#ectan así "is"o o a los de"(s. En cuanto a lo #inanciero se re#iere! realiza un gasto superior a lo %abitual! "ostrando una gran incongruencia ya que apuesta "(s a sus distracciones! que a sus propias necesidades y a lo que pueda ayudarle en un #uturo! ya que en lo personal %e"os percibido que en los pueblos! se solicita una cooperaci+n casi obligatoria para la realizaci+n de estas #iestas y en caso de negarse a apoyar! se le suspenden ciertos derec%os y privilegios tales co"o el acceso a la iglesia para la realizaci+n de celebraciones eucarísticas o si"ple"ente la no bienvenida la #iesta! lo que de"uestra la gran in#luencia que tiene sobre nosotros. El "e$icano al estar en una #iesta se encuentra en una "escolanza de e"ociones! senti"ientos encontrados! e"briagado y o#uscado por una e#í"era valentía al intetar abrirse a los de"(s! sie"pre buscando el peligro! retando a la "uerte y que en "uc%as ocasiones la #iesta ter"ine en una gran tragedia! porque dentro de nuestra ,sabiduría popular deci"os que , después del gusto viene el susto”  o ,donde hay cuetes, al rato hay moquetes”. /n #rag"ento del 0 o  capítulo de la obra El laberinto de la soledad!lo "enciona. “EL SOLI!"IO me#icano ama las $iestas y las reuniones p%blicas. odo es ocasi&n  para reunirse. 'ualquier prete#to es bueno para interrumpir la marcha del tiempo y celebrar con $este(os y ceremonias hombres y acontecimientos. Somos un pueblo ritual. ) esta tendencia bene$icia a nuestra imaginaci&n tanto como a nuestra sensibilidad, siempre a$inadas y despiertas. El arte de la *iesta, envilecido en casi todas partes, se conserva intacto entre nosotros. En pocos lugares del mundo se  puede vivir un espect+culo parecido al de las grandes $iestas religiosas de é#ico, con sus colores violentos, agrios y puros, sus dan-as, ceremonias, $uegos de arti$icio, tra(es ins&litos y la inagotable cascada de sorpresas de los $rutos, dulces y ob(etos que se venden esos das en pla-as y mercados. /uestro calendario est+  poblado de $iestas. 'iertos das, lo mismo en los lugare(os m+s apartados que en las  grandes ciudades, el pas entero re-a, grita, come, se emborracha y mata en honor de la 0irgen de 1uadalupe o del 1eneral 2arago-a. 'ada a3o, el 45 de septiembre a las once de la noche, en todas las pla-as de é#ico celebramos la *iesta del 1rito6 y 

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1.-Elegir un captulo de El laberinto de la soledad y decir qu pretende Octavio Paz al escribirlo.

R: Capitulo elegido: Todos santos, da de muertos.

El perfil general del mexicano siempre se ha caracterizado por una constante huida de su realidad, ya que siempre se siente inmerso en los problemas, en la miseria y en la zozobra y el nico recurso donde puede desahogar todo ese conjunto de sentimientos que lo agobian es mediante los festejos porque es tpico que en cada lugar de este pas por lo menos haya dos fiestas patronales en los que la gente tiende a desenvolverse ms de lo habitual, rompe el estatus aptico e indiferente que predomina la mayor parte del ao, y como hace referencia Octavio Paz, que es como si el mexicano se fuera a otra realidad, rayando en el exceso y en lo absurdo al embriagarse fuertemente y/o realizando actos que lo afectan as mismo o a los dems. En cuanto a lo financiero se refiere, realiza un gasto superior a lo habitual, mostrando una gran incongruencia ya que apuesta ms a sus distracciones, que a sus propias necesidades y a lo que pueda ayudarle en un futuro, ya que en lo personal hemos percibido que en los pueblos, se solicita una cooperacin casi obligatoria para la realizacin de estas fiestas y en caso de negarse a apoyar, se le suspenden ciertos derechos y privilegios tales como el acceso a la iglesia para la realizacin de celebraciones eucarsticas o simplemente la no bienvenida la fiesta, lo que demuestra la gran influencia que tiene sobre nosotros.

El mexicano al estar en una fiesta se encuentra en una mescolanza de emociones, sentimientos encontrados, embriagado y ofuscado por una efmera valenta al intetar abrirse a los dems, siempre buscando el peligro, retando a la muerte y que en muchas ocasiones la fiesta termine en una gran tragedia, porque dentro de nuestra sabidura popular decimos que; despus del gusto viene el susto o donde hay cuetes, al rato hay moquetes.

Un fragmento del 3o captulo de la obra El laberinto de la soledad,lo menciona.

EL SOLITARIO mexicano ama las fiestas y las reuniones pblicas. Todo es ocasin para reunirse. Cualquier pretexto es bueno para interrumpir la marcha del tiempo y celebrar con festejos y ceremonias hombres y acontecimientos. Somos un pueblo ritual. Y esta tendencia beneficia a nuestra imaginacin tanto como a nuestra sensibilidad, siempre afinadas y despiertas. El arte de la Fiesta, envilecido en casi todas partes, se conserva intacto entre nosotros. En pocos lugares del mundo se puede vivir un espectculo parecido al de las grandes fiestas religiosas de Mxico, con sus colores violentos, agrios y puros, sus danzas, ceremonias, fuegos de artificio, trajes inslitos y la inagotable cascada de sorpresas de los frutos, dulces y objetos que se venden esos das en plazas y mercados. Nuestro calendario est poblado de fiestas. Ciertos das, lo mismo en los lugarejos ms apartados que en las grandes ciudades, el pas entero reza, grita, come, se emborracha y mata en honor de la Virgen de Guadalupe o del General Zaragoza. Cada ao, el 15 de septiembre a las once de la noche, en todas las plazas de Mxico celebramos la Fiesta del Grito; y una multitud enardecida efectivamente grita por espacio de una hora, quiz para callar mejor el resto del ao. Durante los das que preceden y suceden al 12 de diciembre, el tiempo suspende su carrera, hace un alto y en lugar de empujarnos hacia un maana siempre inalcanzable y mentiroso, nos ofrece un presente redondo y perfecto, de danza y juerga, de comunin y comilona con lo ms antiguo y secreto de Mxico. El tiempo deja de ser sucesin y vuelve a ser lo que fue, y es, originariamente: un presente en donde pasado y futuro al fin se reconcilian. Pero no bastan las fiestas que ofrecen a todo el pas la Iglesia y la Repblica. La vida de cada ciudad y de cada pueblo est regida por un santo, al que se festeja con devocin y regularidad. Los barrios y los gremios tienen tambin sus fiestas anuales, sus ceremonias y sus ferias. Y, en fin, cada uno de nosotros ateos, catlicos o indiferentes poseemos nuestro Santo, al que cada ao honramos. Son incalculables las fiestas que celebramos y los recursos y tiempo que gastamos en festejar. Recuerdo que hace aos pregunt al Presidente municipal de un poblado vecino a Mida: "A cunto ascienden los ingresos del Municipio por contribuciones?" "A unos tres mil pesos anuales. Somos muy pobres. Por eso el seor Gobernador y la Federacin nos ayudan cada ao a completar nuestros gastos". "Y en qu utilizan esos tres mil pesos?" "Pues casi todo en fiestas, seor. Chico como lo ve, el pueblo tiene dos Santos Patrones." Esa respuesta no es asombrosa. Nuestra pobreza puede medirse por el nmero y suntuosidad de las fiestas populares. Los pases ricos tienen pocas: no hay tiempo, ni humor. Y no son necesarias; las gentes tienen otras cosas que hacer y cuando se divierten lo hacen en grupos pequeos. Las masas modernas son aglomeraciones de solitarios. En las grandes ocasiones, en Pars o en Nueva York, cuando el pblico se congrega en plazas o estadios, es notable la ausencia del pueblo: se ven parejas y grupos, nunca una comunidad viva en donde la persona humana se disuelve y rescata simultneamente. Pero un pobre mexicano cmo podra vivir sin esas dos o tres fiestas anuales que lo compensan de su estrechez y de su miseria? Las fiestas son nuestro nico lujo; ellas sustituyen, acaso con ventaja, al teatro y a las vacaciones, al "week end" y al "cocktail party" de los sajones, a las recepciones de la burguesa y al caf de los mediterrneos.[footnoteRef:2] [2: Octavio Paz, El laberinto de la soledad, p18-19.]

2.- El humor como tcnica literaria en Jorge Ibargengoitia, ejemplificar con un texto ledo. Humor directo:...Lo que ms me gust del Grupo III es que pareca escuela de seoritas. Haba sido fundado por los hermanos maristas en una escuela marista. Era un grupo de nios decentes y bien portados; Nicodemus, que era el jefe en aquel entonces, no era hermano marista, pero haba estudiado con ellos y daba clase en una de sus escuelas....

Pero si este episodio fue ridculo, cuando menos qued en familia. Malo, el da en que los mexicanos, dirigidos por Nicodemus, cantaron El caminante del Mayab ante cuatro mil espectadores. Y peor, todava, la Danza de los Viejitos. De nada sirvieron los ensayos con el Profesor Urchedumbre, que haban sido con iluminacin elctrica, tablado y msica de disco. En el Jamboree no hubo ninguna de las tres cosas.

La cosa sali tan mal, que Felgurez y yo, que estbamos a cien metros, nos moramos de vergenza. Germn Arechstegui toc una chirima; como no haba tablado, no se oan los pasos y nadie llevaba el comps; se fueron unos contra otros. Afortunadamente, con los zapatazos se levant tal nube de polvo, que cubri a los ejecutantes y nadie vio el final de la representacin.

Cuando se retiraron los mexicanos, entraron al escenario los neozelandeses e hicieron una danza maor. El scout que estaba junto a m, me pregunt si esos eran los mexicanos. Por puro amor patrio le contest que s.

Yo vena de una escuela de barbajanes, plagada de hijos de la mano izquierda de generales de divisin, de libaneses recin llegados del Golfo y de judos gigantescos, que venan huyendo de Hitler y que nos golpeaban cuando nos reamos en filas, porque crean que nos burlbamos de ellos.[footnoteRef:3] [3: Jorge Ibargengoitia, Falta de espiritu scout. ]

Humor indirecto

De un fragmento de la Ley de Herodes

Ah, qu humillacin! Recuerdo aquella noche en mi casa, buscando entre los frascos vacos dos adecuados para guardar aquello! Y luego, la noche en vela esperando el momento oportuno! Y cuando lleg, Dios mo, qu violencia! (Cuando exclamo Dios mo en la frase anterior, lo hago usando de un recurso literario muy lcito, que nada tiene que ver con mis creencias personales.)

Me vest y sal tambalendome. En el pasillo me encontr a Sarita ataviada con una especie de mandil, que al verme (supongo que yo estaba muy mal) me pregunt qu me pasaba.Me metieron el dedo. Dos dedos.Por dnde?Por dnde crees, tonta?Fue una torpeza confesar semejante cosa. Fue la causa de mi desprestigio. Llegado el momento de las lceras en el recto, Sarita amenaz al doctor Philbrick con llamar a la polica si intentaba revisarle tal parte; el doctor, con la falta de determinacin propia de los burgueses, la dej pasar como sana, y ella, haciendo a un lado las reglas ms elementales del compaerismo, sali de all y fue a contarle a todo el mundo que yo me haba doblegado ante el imperialismo yanqui.

El humor inidirecto consiste en que el humorista cuente algo que es deliberadamente no divertido, o que no tiene ningun significado intrseco, esto se puede observar en los parrafo de arriba.

Irona

Pues sucedi que en Jalapa, un da que estaba lloviendo, nos metimos en un cine a ver Raffles y esa noche, Julio Pernod y yo, que ramos cineastas consumados, la pasamos hablando primores de Olivia de Havilland y no dejamos dormir a Nicodemus, que amaneci de un humor de perros. Esto fue el prlogo. La culminacin vino en Veracruz, cuando Julio Pernod y yo nos negamos a ir a una expedicin cinegtica, alegando que slo tenamos un arma, el .22 del Licenciado Cabra, quien era capaz de pasarse toda una tarde balaceando pelcanos, sin hacer un blanco, ni soltar el rifle. Nos separamos en dos grupos y Julio Pernod y yo nos fuimos al cine a ver una pelcula de Carol Landis. Cul no sera nuestra sorpresa, al ver, cuando se encendieron las luces en el entreacto, que en el anfiteatro estaban Nicodemus y Cabra, que se haban aburrido de tirar balazos!.[footnoteRef:4] [4: Jorge Ibargengoitia, Falta de espiritu scout.]

SarcasmoUn fragmento de las Conversaciones con Bloomsbury

Quin era Bloomsbury? pregunt la pintora a un seor que segn las malas lenguas es agente de la CIA. Qu haca Bloomsbury en Mxico? Es cierto que era agente de la CA? Por qu me pregunta usted eso? Porque usted es agente de la CA y debe estar enterado. Mire dijo l con mucha calma: supongo que la CA escoge a sus agentes entre personas que son lo bastante discretas para ocultar que son agentes de la CA. Es decir,que si yo fuera agente de la CA, nunca le dira a usted que lo era. Ahora bien, como no lo soy, le dir a usted exactamente lo mismo: que no lo soy. Si yo le dijera a usted que Bloomsbury era agente de la CA o que no lo era, estara revelndome como agente de la CA, lo cual estara en contra de la discrecin que debe guardar un agente de la CA. Por otra parte, como no soy agente de la CA, no s si Bloomsbury era agente de la CA o si no lo era. . .

Bueno... mi mujer es inglesa. Y cuando mi madre le dijo: Me recuerda usted mucho a un amigo nuestro, que es veneciano. l contest: Mi hijo mayor naci en Venecia. "Es un impostor", dije para mis adentros. A todo esto lleg Pepe Romanoff, que vena de una subasta, porque de eso vive: de hacer subastas. Bloomsbury se interes mucho en lo de las subastas y apunt el lugar y las fechas en que se hacan. Mientras l escriba en su libreta, yo pensaba: "Si no tienes dinero para comprar zapatos, vas a tenerlo para andar en subastas?" Esto lo dije, no porque est en contra de los zapatos de tennis, sino precisamente por lo contrario: yo uso alpargatas y no tengo dinero para andar ensubastas.[footnoteRef:5] [5: Jorge Ibargengoitia, Conversaciones con Bloomsbury .]

3. Elegir un poeta espaol exiliado en Mxico, poner un poema y explicarlo

Jacinto Benavente, La noche amorosanoche amorosa, sobre los amantes tiende de su cielo el dosel nupcial. La noche ha prendido sus claros diamantes en el terciopelo de un cielo estival.El jardn en sombras no tiene colores, y es en el misterio de su oscuridad susurro el follaje, aroma las flores, y amor... un deseo dulce de llorar. La voz que suspira, y la voz que canta y la voz que dice palabras de amor, impiedad parece en la noche santa, como una blasfemia entre una oracin. Alma del silencio, que yo reverencio, tiene tu silencio la inefable voz de los que murieron amando en silencio, de los que callaron muriendo de amor, de los que en la vida, por amarnos mucho, tal vez no supieron su amor expresar! No es la voz acaso que en la noche escucho y cuando amor dice, dice eternidad? Madre de mi alma! No es luz de tus ojos la luz de esa estrella que como una lgrima de amor infinito en la noche tiembla? Dile a la que hoy amo que yo no am nunca ms que a ti en la tierra, y desde que has muerto slo me ha besado la luz de esa estrella! Madre de mi alma! Yo no he amado nunca ms que a ti en la tierray desde que has muerto slo me ha besado la luz de esa estrella!

En esta obra que elegimos, nos habla acerca de la nostalgia que tiene al recordar al gran amor de su vida que es su madre a la cual menciona que nunca ha amado a nadie mas que a ella. Mientras que otras personas pueden estar disfrutando de la noche amorosa en compaa de su pareja o algun ser amado, el se siente solo viendo las estrellas y diciendo que nunca la ha olvidado y que aun despus de muerta sigue amando a su madre. As mismo se arrepiente de no haber dicho en vida los sentimientos que tena para con su madre, es decir fue una victima del silencio, se call aquellas palabras de vida de dulzura y ahora aunque las mencionara no tiene sentido, nadie le responde y como mencionamos, se encuentra inmerso en una soledad a la noche con las estrellas.

4.-Explicar los siguientes conceptos y ejemplificar.

Realismo mgico Se caracteriza por la narracin de hechos inslitos, fantsticos e irracionales en un contexto realista. En el realismo mgico se hace hincapi en los sueos, el inconsciente y el irracionalismo, y la influencia de las culturas indgenas precolombinas con su tradicin de leyendas y mitos en los que se producen hechos fantsticos. Este movimiento surge tras una poca imperada por el realismo, regionalismo, indigenismo y literatura de protesta, aunque en las obras de realismo mgico an perviven ciertas caractersticas de estas tendencias anteriores.Ejemplo: Entre algunos autores, que adems son considerados padres del realismo mgico, podemos encontrar a Pablo Neruda, Miguel ngel Asturias, Jos de la Cuadra, a Juan Rulfo con Pedro Pramo, Arturo Uslar Pietri con su cuento La lluvia y a Gabriel Garca Mrquez, a quien ejemplificaremos a continuacin con su novela Cien aos de soledad.En dicha obra literaria podemos observar abundantes ejemplos del realismo mgico, por citar algunos ejemplos: Aparicin de muertos. Tras matar a Prudencio Aguilar en un duelo, su fantasma persigue a Jos Arcadio. Melquades tambin vuelve de la muerte en varias ocasiones. Lluvia perene. Llueve por cuatro aos, once meses y dos das.

Pergaminos que levitan. Mientras Aureliano est en la cocina, cuatro nios traviesos entran en su cuarto para destruir los pergaminos, pero una especie de magia los levanta del suelo y los mantiene suspendidos en el aire hasta que regresa Aureliano. Lluvia de flores. Cuando muere Jos Arcadio caen del cielo minsculas flores amarillas. Real maravilloso. Es un movimiento que muestra la cultura latinoamericana, las creencias de los indgenas, con drama y fantasa; es la narracin de aquellos hechos que escapan a lo estrictamente racional, haciendo natural lo que para otras culturas sera mgico, sobrenatural o inverosmil. No tiene por qu ser hermoso o feo, sino novedoso, inslito o sea, tener la cualidad de asombrar a las personas al salirse del molde de las normas preestablecidas.

Ejemplo: Entre los principales exponentes de lo Real maravilloso podemos encontrar a Alejo Carpentier con El reino de este mundo y de Miguel ngel Asturias con su obra Leyendas de Guatemala.En Los pasos perdidos, de Alejo Carpentier, se observa a un hombre super-civilizado que se va introduciendo en el mundo primitivo y aunque este hombre super-civilizado, que aunque se encuentra feliz siente que le falta algo; es ah donde se nos presentan dos espacios irreconciliables. Literatura fantstica. Se refiere a cualquier relato en que participan fenmenos sobrenaturales y extraordinarios, como la magia o la intervencin de criaturas inexistentes. Tambin podemos definir a lo fantstico como un momento de duda de un personaje de ficcin y del lector implcito de un texto, donde los lmites de la ficcin fantstica estn marcados por el amplio espacio de lo maravilloso, en donde se descarta el funcionamiento racional del mundo y lo "extrao" se convierte en eventos infrecuentes pero explicables.Ejemplo: Aniara, de Harry Martinson Aniara es una nave espacial que transporta a Marte a los ltimos supervivientes de la Tierra devastada por una explosin nuclear. Tras un accidente, queda eternamente perdida en el espacio sin fin.

La Rueda del Tiempo, de Robert JordanLa historia de La Rueda del Tiempo est ambientada en un mundo fantstico ambientado a finales del siglo XVII. En sus pginas se tratan conceptos espirituales como la 'luz', el 'equilibrio' o la 'dualidad', representada en la Fuente Verdadera y sus dos mitades, una masculina y otra femenina. Precisamente es una de las pocas obras de fantasa en la que la mujer tiene un protagonismo ms acusado que el hombre, algo que se manifiesta constantemente en las opiniones de sus personajes. El seor de los anillos, de J. R. R. TolkienEl hombre sin rostro, de Isabelle Holland