Trabajo De Grado

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LA FAMILIA Y LA ESCUELA COMO PRIMERAS FORMADORAS EN LA FE JOSUÉ ANCIZAR ARBOLEDA CARMONA UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA FACULTAD DE TEOLOGÍA MEDELLÍN 2008

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LA FAMILIA Y LA ESCUELA COMO PRIMERAS FORMADORAS EN LA FE

JOSUÉ ANCIZAR ARBOLEDA CARMONA

UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA FACULTAD DE TEOLOGÍA

MEDELLÍN 2008

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LA FAMILIA Y LA ESCUELA COMO PRIMERAS FORMADORAS EN LA FE

JOSUÉ ANCIZAR ARBOLEDACARMONA Trabajo de grado para optar al título de Licenciado en Educación Religiosa.

Asesor. Pbro. MARTÍN ADOLFO GALEANO

UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA FACULTAD DE TEOLOGÍA

MEDELLÍN 2008

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Nota de aceptación

___________________

___________________

___________________

___________________

___________________

Presidente del jurado

___________________

Jurado

___________________

Jurado

___________________

Medellín, 20 de mayo de 2008

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DEDICATORIA

A mí familia, quienes han sido testigos silenciosos del esfuerzo y la dedicación,

que he tenido durante todos estos años en los que realicé la carrera y se han

encargado de darme ánimo, el apoyo espiritual y fortaleza día a día.

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5

AGRADECIMIENTOS

A la Congregación del Santísimo Redentor, quienes financiaron mi carrera, y me

brindaran el apoyo, pudiendo así culminar los estudios universitarios.

A la familia Muñetón Sepúlveda y Arboleda Carmona que con su trabajo abnegado

y su apoyo incondicional, me abrieron las puertas de sus corazones, libres de

esperar cualquier recompensa, a ellos mil gracias.

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6

OBJETIVOS

- OBJETIVO GENERAL.

Promover la familia como primera célula de la sociedad y la escuela como

comunidad educativa, para que adquieran la identidad, el rol y la función que les

corresponde, bajo la responsabilidad de formar y educar en la fe, según los

parámetros dados para tal fin por la Familiares Consortio, la Conferencia

Episcopal y la Ley General de Educación en Colombia.

- OBJETIVOS ESPECÍFICOS.

1. Mirar cómo la familia es la escuela de fe, origen, lugar y meta de la educación

y formación inicial en la fe cristiana, respondiendo a uno de los fines

primordiales del matrimonio como es educar a los hijos.

2. Proyectar la familia y la escuela como parte de un engranaje, que tiene la

misión de educar y formar ciudadanos para el futuro, con una visión

ecuménica de Dios, tanto en el ambiente familiar, como escolar.

3. Descubrir la gran responsabilidad de la escuela como continuadora de una

educación y formación en la fe de la persona, como ser trascendente y de

valores humanos, para ayudar al desarrollo de la sociedad.

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CONTENIDO

Pág.

INTRODUCCIÓN 14

CAPÍTULO I: LA MISIÓN DE LA FAMILIA

COMO PRIMERA ESCUELA DE FE. 17

1. COMPROMISO DE LA FAMILIA. 18

1. 1. LA FAMILIA ES LA PRIMERA ESCUELA FUNDAMENTAL. 18

2. LA LABOR DE LA IGLESIA. 20

3. OBLIGACIONES DE LA FAMILIA Y LABOR DEL ESTADO. 21

4. LA TAREA DE LOS PADRES. 22

5. LA FAMILIA EN LA BIBLIA Y EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA. 22

5. 1. ANTIGUO TESTAMENTO. 22

5. 2. NUEVO TESTAMENTO. 23

5. 3. PREOCUPACIÓN DE LA IGLESIA POR LA FAMILIA. 23

6. IDENTIDAD Y MISION DE LA FAMILIA CATÓLICA. 28

6. 1. EL DERECHO DE LOS HIJOS A SER EDUCADOS EN LA FE. 29

6. 2. GRATUIDAD Y EDUCACIÓN EN LA FE. 29

6. 3. EVANGELIZACIÓN EN LA FAMILIA. 30

6. 4. AYUDA DE OTRAS INSTITUCIONES. 30

7. COMUNION CONYUGAL. 31

8. IGUAL DIGNIDAD DEL HOMBRE Y DE LA MUJER. 31

9. LA FAMILIA, CUNA Y SANTUARIO DE LA VIDA. 32

10. EDUCACION DE LOS HIJOS. 33

11. LA FAMILIA, PRIMERA Y VITAL CELULA DE LA SOCIEDAD. 34

12. LA FAMILIA ACOGE Y ANUNCIA LA BUENA NUEVA. 35

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13. FUNCIONES EDUCADORAS DE LA FAMILIA. 37

13. 1. RELACIÓN FAMILIA-HIJO Y AUTOCONCEPTO. 37

14. FAMILIA Y EDUCACIÓN EN VALORES. 38

CAPÍTULO II: FORMACIÓN EN LA FE Y EDUCACIÓN RELIGIOSA. 39

1. EL CONOCIMIENTO DE PADRES Y MAESTROS. 39

1. 1. ¿QUÉ SIGNIFICA RELIGIÓN? 39

1. 1. 1. Cicerón deriva la palabra del verbo: RELEGERE. 39

1. 1. 2. Lactancio lo deriva de la palabra: RELIGARE. 39

1. 1. 3. San Agustín la relaciona con el verbo: REELIGERE. 39

1. 2. ¿QUÉ ES LA FE? 39

1. 2. 1. Es un ENCUENTRO. 40

1. 2. 2. Es un CONOCIMIENTO. 40

1. 2. 3. Es un COMPROMISO. 40

1. 2. 1. CARACTERÍSTICAS DE LA FE. 41

1. 2. 1. 1. LA FE ES UN DON SOBRENATURAL. 41

1. 2. 1. 1. 1. En su fuente. 41

1. 2. 1. 1. 2. Es sobrenatural en su objeto. 41

1. 2. 1. 1. 3. Es sobrenatural en su motivo. 41

1. 2. 2. CONSECUENCIAS DE LA FE. 41

1. 2. 2. 1. CREER A DIOS (crédere Deo). 41

1. 2. 2. 2. CREER EN DIOS (crédere Deum). 41

1. 2. 2. 2. 1. Es la misma Palabra de Dios (en la Biblia). 41

1. 2. 2. 2. 2. La que se hace Carne (en Jesucristo). 41

1. 2. 2. 2. 3. La que se hace Cuerpo Místico (en la Iglesia). 42

1. 2. 2. 3. CREER PARA IR A DIOS (crédere in Deum). 42

2. LA IDONEIDAD DEL DOCENTE

DE EDUCACIÓN RELIGIOSA ESCOLAR (ERE). 42

2. 1. LA IDONEIDAD DEL PROFESOR DE RELIGIÓN. 43

2. 1. 1. Testimonio de vida cristiana. 43

2. 1. 2. Poseer una recta doctrina. 43

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2.1. 3. Poseer aptitud pedagógica. 43

3. EL PROFESOR DE EDUCACIÓN RELIGIOSA. 43

3. 1. CONDICIONES PARA PROFESORES DE EDUCACIÓN RELIGIOSA. 46

3. 2. REQUISITOS PREVIOS INDISPENSABLES. 46

3. 2. 1. Ser católico practicante. 46

3. 2. 2. Estar en posesión de la Declaración Eclesiástica de Idoneidad. 46

3. 3. FORMACIÓN PERMANENTE Y ACTUALIZACIÓN. 46

3. 3. 1. Relación activa con la Delegación Diocesana. 46

3. 3. 2. Asistencia a las reuniones de profesores de Religión. 46

3. 3. 3. Cursos de actualización teológica y pedagógica. 46

3. 3. 4. Participación en grupos o seminarios. 46

3. 4. COMPROMISO ECLESIAL. 46

3. 4. 1. PARTICIPACIÓN ACTIVA EN LA PASTORAL ECLESIAL,

PARROQUIAL O DIOCESANA. 46

3. 4. 2. INSERCIÓN EN MOVIMIENTOS DE PROFESORES CRISTIANOS. 46

3. 5. OTROS CRITERIOS CIRCUNSTANCIALES. 46

3. 5. 1. Antigüedad. 46

3. 5. 2. Cercanía al centro. 46

3. 5. 3. Precariedad económica. 46

3. 5. 4. Necesidades familiares. 46

4. EL PROFESOR DE RELIGIÓN: UNA VOCACIÓN CRISTIANA. 47

5. UN SERVICIO A LA IGLESIA: UNA MISIÓN EN EL MUNDO. 48

6. EL PROFESOR DE RELIGIÓN:

UN EVANGELIZADOR EN LA ESCUELA. 49

7. EL PROFESOR DE RELIGIÓN: UN CRISTIANO

DE LA COMUNIDAD COMPROMETIDO EN LA ESCUELA. 50

8. LA FAMILIA CÉLULA VITAL DE LA SOCIEDAD. 51 8. 1. LA IMPORTANCIA DE LA FAMILIA PARA LA PERSONA. 52

8. 1. 1. LA FAMILIA ES IMPORTANTE Y CENTRAL

EN RELACIÓN A LA PERSONA. 52

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CAPÍTULO III: EL DESAFÍO DE LA ESCUELA,

COMO FORMADORA DE PERSONAS. 55

1. EL MUNDO DE LA ESCUELA. 55

1. 1. LA DIMENSIÓN RELIGIOSA DEL EDUCANDO. 55

1. 2. EL PROFESOR, MAESTRO DE LA DOCTRINA Y MORAL CATÓLICA. 56

2. RELACIÓN FE - RAZÓN. 57

3. LA DIMENSIÓN RELIGIOSA COMO RESPUESTA

A LAS SITUACIONES EXISTENCIALES. 58

3. 1. DISTINGAMOS ENTRE RELIGIOSIDAD, RELIGIÓN Y FE. 58

BIBLIOGRAFÍA 63

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RESUMEN

La familia es el lugar privilegiado para aprender aspectos fundamentales, como

son el sentido de la vida humana y las virtudes necesarias para vivir en comunión:

La justicia, el respeto, la cooperación, el sentido religioso y la solidaridad. El primer

aporte que realiza la familia a la sociedad es la formación de personas conscientes

y responsables de su propia dignidad humana. La vida familiar es el primer lugar

de entrenamiento en las relaciones interpersonales. Es el sitio donde se aprende a

valorar la relación varón y mujer, a comunicarse con otros, a dar y recibir afecto, a

hacer respetar derechos y a asumir responsabilidades.

Todos lamentamos la situación de descomposición en que se debate nuestro país

y queremos que nuestra patria comience a vivir días mejores. Al ver que los

valores más sagrados y más fundamentales para la convivencia humana se hallan

tan quebrantados, nos preguntamos con angustia ¿qué se puede hacer? La

solución no es fácil, ni a corto ni a largo plazo. Una de las causas de toda esta

descomposición social, y no la menos grave por cierto, es la descomposición

familiar, las familias desorganizadas y destruidas, no pueden generar una

sociedad sana. Todos los padres de familia de hoy y también los del mañana,

necesitan formarse continuamente, para realizar mejor su tarea.

Uno de los fines del matrimonio es la educación de los hijos, así como la

formación en la fe, sin embargo, hoy por los negocios y las actividades constantes,

los papás no tienen tiempo para educar y formar a sus hijos, o simplemente no

saben como hacerlo, por eso se delega a las diferentes instituciones educativas el

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12

cuidado de los muchachos, sin tener en cuenta el tipo deformación religiosa que

se les suministre.

Por otro lado nos encontramos con estudiantes que llegan a la escuela con una fe

específica y en ocasiones muy cerrada al conocimiento y la valoración de las

demás religiones y de otros grupos religiosos. Este es el papel fundamental que

tiene la escuela, para conscientizar tanto padres como a hijos, de la importancia

que tiene el conocer y entender la educación religiosa escolar.

Si nos planteamos, pues, el tema de la enseñanza de la religión en la escuela

católica, creemos que nuestra reflexión no puede ser independiente de cuanto

pensemos acerca de la función esencial de la escuela -de cualquier escuela- en la

sociedad actual, y de cuál creemos que es la función específica y diferencial hoy

de una escuela denominada católica. Se trata de una enseñanza de contenidos

religiosos en el ámbito escolar y, por lo tanto, ni es enseñanza religiosa familiar ni

es enseñanza religiosa parroquial (Gcatequesis).

La escuela católica por el pensamiento ilustrado en el que nace, no es de extrañar

que durante largo tiempo haya concebido básicamente la enseñanza de la religión

en las aulas como una transmisión de conocimientos, tal como se ha entendido el

aprendizaje del resto de las materias o áreas académicas. Paralelamente y como

reacción a la militancia laica de aquella primera escuela de las luces, no es de

extrañar que se entendiera la enseñanza religiosa como actividad apologética y

proselitista. Aprender religión supondría, pues, conocer la doctrina o el depósito de

la fe cristiana y adquirir las conductas más acordes con los mandatos implicados

en tal doctrina. La actividad docente del profesor de educación religiosa había de

ser; por lo tanto, actividad discursiva-persuasiva.

Sin embargo, el estudio de la religiosidad se supone como una respuesta del

sentido último de la vida, respuesta que no se debe identificar, con ninguna

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13

confesión, sino que habría de estudiarse solamente como una respuesta común a

todas las grandes religiones del mundo. En este caso, aprender educación

religiosa en la escuela católica no difiere del aprendizaje que se puede hacer en

otras escuelas no católicas, ni debe diferir del aprendizaje que se puede llevar a

cabo a través de otras materias, sobre todo las de contenido antropológico. El

profesor de educación religiosa, más que un conocedor de la religión católica, se

espera que sea un conocedor de la filosofía, de la psicología, de la sociología, de

la historia, etc. De la religión, así como se espera que tenga una actitud de

neutralidad en relación con las distintas opciones confesionales.

PALABRAS CLAVE: FAMILIA, FE, EDUCACIÓN RELIGIOSA, ESCUELA,

FORMACIÓN RELIGIOSA, IGLESIA, PADRES DE FAMILIA.

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INTRODUCCIÓN

“La familia es la primera y fundamental escuela de sociabilidad; como comunidad

de amor, encuentra en el don de sí misma la ley que la rige y hace crecer, donde

el nuevo ser humano no solo comienza a vivir, sino también a saber vivir” 1. Es en

este intercambio relacional diario entre padres e hijos, donde comienza a

estructurarse la personalidad. En esa escuela se reciben las primeras e indelebles

lecciones de lo que significa vivir como ser humano, no sólo como individuos, sino

como miembros de la comunidad.

“La familia es la primera pero no la única y exclusiva comunidad educadora, la

misma dimensión comunitaria, civil y eclesial del hombre, exige y conduce una

acción más amplia y articulada2”. En el lento y complejo proceso de la educación

del ser humano, ni la familia se basta a sí misma, ni el niño crece en un mundo

cerrado, sino que sobre él influyen otros ambientes que contribuyen a su

educación, o también a su no educación.

“La familia es la primera comunidad evangelizadora, puesto que es un proyecto

original de Dios, fermento y signo del amor divino, que entregó a la humanidad el

derecho a la vida. Hombre y mujer son Ilamados al amor en la totalidad de su

cuerpo y de su espíritu, en su entrega de generosidad y amor. En el plan de Dios

la familia descubre no solo su identidad, sino también su misión; ella debe revelar,

custodiar y comunicar el amor y la vida a través de algunos fundamentos como

1 JUAN PABLO II. Exhortación Apostólica Familiaris Consortio No. 37. Bogotá. Ed. Paulinas. 1980. p. 38.

2 Ibíd. p. 40.

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15

son: Crecer y perfeccionarse como comunidad de personas, por medio de la

unidad”3.

La familia es el lugar privilegiado para la plena realización personal en unión con

los seres amados. El cambio histórico cultural ha causado tal impacto en la

imagen tradicional de la familia, que cada vez esta se ve más desintegrada y

desvalorizada, con problemas de orden ético, político, social y cultural que rayan

en un verdadero laicismo y olvido de Dios.

“Por otra parte, nos desafía la cultura de la muerte, el egoísmo, el miedo al

sacrificio y las dificultades de la vida moderna que son consideradas como

agresores y representan un verdadero peligro para la estabilidad de la familia. Hoy

se quiere vivir en el facilismo. Vemos por doquier niños sin familia, sin amor, sin

acceso a la educación, niños en extrema miseria física y moral, y todo esto por la

desintegración familiar, por falta de responsabilidad”4. Este trabajo tiene como

objetivo presentar a los padres y educadores, un pequeño aporte para su delicada

misión educativa, vista como ancla de salvación.

Entre estos ambientes, que además de la familia, ayudan a la formación de seres

humanos nuevos, ocupa un singular puesto la escuela en todos sus niveles.

Cuando la familia y la escuela cooperan coherentemente en apoyo a los

educandos, conforman con ellos lo que se denomina: “Comunidad educadora”, en

la cual las lecciones fundamentales aprendidas en el hogar, encuentran oportuno

refuerzo y desarrollo a través del proceso complementario que se genera en la

escuela.

3 SOCORRO, Carolina del, Hna.. Familia: la primera escuela de formación para la vida. Manizales. Universidad Católica. 2000. p. 4.

4 Ibíd. p. 5.

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16

Cuando la familia y escuela andan en contravía una de otra, se genera en los

educandos una confusión que producirá amargos frutos. De ahí la necesidad de

que los padres de familia, conscientes de su misión educadora, sepan seleccionar

adecuadamente la escuela a la cual van a confiar la parte de educación que a esta

le corresponde. Por otra parte, la situación de deterioro que viven muchas familias,

plantea a la escuela la necesidad de tratar, de llenar los vacíos que el hogar en el

proceso educativo, sobre todo en la educación religiosa escolar.

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CAPÍTULO I

LA MISIÓN DE LA FAMILIA COMO PRIMERA ESCUELA DE FE

1. COMPROMISO DE LA FAMILIA, EN LA EDUCACIÓN Y FORMACIÓN

RELIGIOSA

“Se entiende por familia la relación establecida libremente y por amor entre un

hombre, una mujer y sus hijos y que conviven en un ámbito llamado hogar. Es en

y desde este ámbito a través del cual la familia, es tendida como una relación de

personas y no como un concepto”5.

“La exhortación apostólica Familiaris Consortio subrayó la identidad de la familia,

fundada en el matrimonio. Es una comunidad de vida y de amor conyugal. En una

fidelidad sin reservas, el hombre y la mujer se entregan el uno al otro y se aman

con un amor abierto a la vida. La familia no es producto de una cultura, resultado

de una evolución; no es un modo de vida comunitario vinculado a cierta

organización social. Es una institución natural, anterior a cualquier organización

política o jurídica. Se funda en una verdad que ella no produce, porque fue querida

directamente por Dios. "¡Familia, sé lo que eres!". Con esta exclamación Juan

Pablo II invitó a las familias del mundo entero a volver a encontrar en sí mismas su

verdad y a realizarla en medio del mundo”6.

1. 1. LA FAMILIA ES LAPRIMERA ESCUELA FUNDAMENTAL. Como afirma

S.S. Juan Pablo II: "La Familia es la primera y fundamental escuela de sociabi-

5 ACEDO, Ignacio. La Familia como Vocación o la Familia como Proyecto. Bogotá. En: Revista Familia y Sociedad, Vol. 22, No.100 . (Ene. – Feb.

1997). p . 10 – 15.

6 JUAN PABLO II, Discurso durante el encuentro con las Familias. Roma. En: L'Osservatore Romano, Edición en lengua española, ( 2001). p. 6.

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18

lidad; como comunidad de amor, encuentra en el don de sí misma la ley que la

rige y hace crecer. El don de sí, que inspira el amor mutuo de los esposos, se

pone como modelo y norma del don de sí que debe haber en las relaciones entre

hermanos y hermanas, y entre las diversas generaciones que conviven en la

familia”7.

La familia cristiana, además, cumple una tarea de singular importancia para la

persona, para la sociedad y para la Iglesia. Como es la de iniciar y fundamentar la

formación de la personalidad del seguidor de Cristo. “La familia verdaderamente

cristiana sabe que su misión educadora debe estar inspirada en los valores del

Evangelio y por eso la misma vida de familia se hace itinerario de fe y, en cierto

modo, iniciación cristiana y escuela de los seguidores de Cristo"8. En el Iento y

complejo proceso de la educación del ser humano, ni la familia se basta a sí

misma ni el niño crece dentro de su familia como en un mundo cerrado, sino que

sobre él influyen otros ambientes que contribuyen a su educación o también a su

deseducación.

“La familia es la célula original de la vida social’. Es la sociedad natural en que el

hombre y la mujer son llamados al don de sí en el amor y en el don de la vida. La

autoridad, la estabilidad y la vida de relación en el seno de la familia constituyen

los fundamentos de la libertad, de la seguridad, de la fraternidad en el seno de la

sociedad. La familia es la comunidad en la que, desde la infancia, se pueden

aprender los valores morales, se comienza a honrar a Dios y a usar bien la

libertad. La vida de familia es iniciación a la vida en sociedad.”9.

“Cuando la familia y la escuela cooperan coherentemente en apoyo a los

educandos, conforman con ellos lo que se denomina "comunidad educativa", en la

7 JUAN PABLO II. Exhortación Apostólica Familiaris Consortio No. 37. Op.Cit . p. 38. 8 Ibíd. p. 39. 9 JUAN PABLO II. Catecismo de la Iglesia Católica. No. 2207. Bogotá. CELAM. 1992. p. 168.

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cual las lecciones fundamentales aprendidas en el hogar encuentran oportuno

refuerzo y desarrollo a través del proceso complementario que se genera en la

escuela. Por otra parte, la situación de deterioro que viven muchas familias

plantea a la escuela la necesidad de tratar - hasta donde es posible - de llenar los

vacíos que el hogar deja en el proceso educativo”10.

“La familia tiene por naturaleza una función educadora que se le debe ayudar a

cumplir. El estado y la Iglesia tienen la obligación de dar a las familias todas las

ayudas posibles, a fin de que puedan ejercer adecuadamente sus funciones

educativas. Por eso tanto la Iglesia como el Estado deben crear y promover las

actividades que las familias solicitan justamente, y la ayuda deberá ser

proporcionada a las insuficiencias de las familias. Por tanto, no deben olvidar

nunca que los padres han sido constituidos por Dios mismo como los primeros y

principales educadores de los hijos, y que su derecho es del todo inalienable”11.

2. LA LABOR DE LA IGLESIA.

“La familia es escuela del más rico humanismo. Para que pueda lograr la plenitud

de su vida y misión se requieren un clima de benévola comunicación y unión de

propósitos entre los cónyuges y una cuidadosa cooperación de los padres en la

educación de los hijos. La activa presencia del padre contribuye sobremanera a la

formación de los hijos; pero también debe asegurarse el cuidado de la madre en el

hogar, que necesitan principalmente los niños menores, sin dejar por eso a un

lado la legítima promoción social de la mujer. La educación de los hijos ha de ser

tal, que al llegar a la edad adulta puedan, con pleno sentido de la responsabilidad,

seguir la vocación, aun la sagrada, y escoger estado de vida; y si éste es el

10 GÓMEZ BOTERO, Gilberto. Entre la escuela y el hogar, la familia primera escuela. Bogotá. En: Revista Familia y Sociedad, Vol. 17, No. 73. (Jul –

Ago. 1992). p. 2 – 5.

11 Ibíd. p. 3.

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20

matrimonio, puedan fundar una familia propia en condiciones morales, sociales y

económicas adecuadas”12.

“En nuestros días, en un mundo frecuentemente extraño e incluso hostil a la fe, las

familias creyentes tienen una importancia primordial en cuanto faros de una fe viva

e irradiadora. Por eso el Concilio Vaticano II llama a la familia, con una antigua

expresión, "Ecclesia domestica" (Cf. LG 11; Cf. FC 21). En el seno de la familia,

"los padres han de ser para sus hijos los primeros anunciadores de la fe con su

palabra y con su ejemplo, y han de fomentar la vocación personal de cada uno y,

con especial cuidado, la vocación a la vida consagrada" (Cf. LG 11)”13.

3. OBLIGACIONES DE LA FAMILIA Y LABOR DEL ESTADO.

“La educación es un derecho ciudadano. Y la familia, base de la sociedad, antes

que nadie tiene el derecho y el deber de cumplir con los hijos la tarea educativa. El

Estado con sus instituciones y sus leyes debe reconocer que la familia es una

sociedad que goza de un derecho propio y primordial. Las relaciones del Estado

con la familia deben regirse por el llamado principio de subsidiariedad”14.

En aplicación de este principio, el Estado no debe ignorar a las familias sino contar

con ellas en el momento de establecer currículos y en la orientación moral de las

escuelas y asegurar absolutamente el derecho de los padres a la elección de una

educación conforme con su fe religiosa. En el contexto de una sociedad pluralista

se entiende que el Estado debe garantizar a todos los ciudadanos el ejercicio de

su fe y la práctica religiosa que ellos elijan. Esto incluye el respeto de la

orientación religiosa de las familias.

12 CONCILIO VATICANO II. Constitución Pastoral Gaudium et Spes. No. 52. Bogotá. Ed. Paulinas. 1986. p. 186.

13 JUAN PABLO II. Catecismo de la Iglesia Católica. No. 1656. Bogotá. CELAM. 1992. p. 128.

14 Ibíd. p. 4.

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4. LA TAREA DE LOS PADRES.

“El derecho y deber de los padres a ejercer la educación de los hijos exige de ellos

que se comprometan seriamente a fondo en una relación cordial y efectiva con los

profesores y directores de las escuelas y que familia y hogar cooperen

estrechamente en la labor educativa. Cuando los padres desautorizan a los

educadores, cuando éstos debilitan la autoridad de los padres, ni unos ni otros

benefician a los educandos” 15.

5. LA FAMILIA EN LA BIBLIA Y EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA.

Como cualquier realidad humana, la familia se presenta en la Biblia absolutamente

condicionada por circunstancias culturales, sociales o económicas. Esto significa

que el modelo familiar que aparece en la Escritura es, básicamente y en términos

generales, patriarcal y androcéntrica.

5. 1. ANTIGUO TESTAMENTO:

“Las mismas palabras con que se designa la realidad familiar son suficientemente

expresivas. Familia - en cuanto núcleo de relación más próximo, íntimo y

restringido - se dice en hebreo con la expresión bet'ab, casa del padre. Para ma-

rido se emplea el término ba'al, que también puede traducirse por señor o

dueño”16.

“La familia israelita, androcéntrica y en ocasiones polígama, es también un reducto

de solidaridad y piedad. Solidaridad que viene dada por el concepto de

personalidad corporativa, según el cual un individuo sólo es persona cabalmente

en cuanto miembro de una familia, un clan, y que se expresa en figuras como la

15 Ibíd. p. 5.

16 BARRADO, Pedro. La familia en la Biblia. Madrid. En: Revista Imágenes de la Fe. No. 372. ( Abr. 2003). p. 4.

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del go'el, el pariente cercano que tiene la obligación de rescatar las propiedades

familiares, o incluso la vida, que hayan sido enajenadas. La familia es también el

principal ámbito donde se socializan los valores de la sociedad y la religión en que

se vive”17.

5. 2. EL NUEVO TESTAMENTO:

Dentro de una continuidad básica con el Antiguo Testamento, la familia puede ser

contemplada en el Nuevo desde diferentes puntos de vista. Se destacan dos: el

que se percibe en la predicación de Jesús, según los evangelios, y el que aparece

en el corpus epistolar. Una mirada atenta a los evangelios proporcionará una

imagen de la familia más bien negativa: “Para seguir a Jesús hay que abandonar

trabajo y padre (Cf. Mc 1, 16 – 20), la verdadera familia de Jesús son aquellos que

cumplen la voluntad de Dios (Cf. Mc 3, 32 – 35), la propia familia entregará a la

muerte a los discípulos de Jesús (Cf. Mc 13, 12), para seguir a Jesús hay que

renunciar a las obligaciones familiares-contempladas, por ejemplo, en el cuarto

mandamiento (Cf. Lc 9, 57 – 62), el seguimiento de Jesús producirá divisiones

entre los miembros de la casa (Cf. Lc 12, 51 – 53), incluso hay que Ilegar a "odiar"

a los propios familiares por causa de Jesús” (Cf. Lc 14, 26).

5. 3. PREOCUPACIÓN DE LA IGLESIA POR LA FAMILIA:

En el Concilio Vaticano II se resalta que Dios mismo estableció la familia como

célula primera y vital de la sociedad. Al tratar sobre la promoción del matrimonio y

la familia, afirma que: “La salvación de la persona está estrechamente ligada a la

prosperidad de la comunidad conyugal y familiar que es escuela del más rico

humanismo y constituye el fundamento de la sociedad”18.

17 Ibíd. p. 5.

18 CONCILIO VATICANO II. Constitución Pastoral. Gaudium et Spes. No. 47 – 52. Op.Cit. p. 185 – 186.

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“Reconocemos que la familia es la primera y principal escuela de humanidad: es la

mejor e imprescindible transmisora de los valores, educadora en las virtudes, lugar

donde se aprende a amar y guía en la búsqueda de la verdad. Los padres son los

primeros responsables de la educación de sus hijos. Se ha de facilitar este

derecho-deber educativo de los padres, para que puedan elegir los centros

docentes y definir su ideario, en el respeto a su libertad de enseñanza, incluyendo

la enseñanza religiosa”19.

“La Exhortación Apostólica Fmiliaris Consortio” hace un especial Ilamado a la

iglesia para promover un renovado empeño pastoral en este sector fundamental

de la vida humana y eclesial, invitando en primer lugar a que se conozca el

contexto social dentro de la cual se realizan el matrimonio y la familia. Así mismo,

hace una formulación pastoral de las funciones de la familia a través de los cuatro

cometidos generales: “Formación de una comunidad de personas, servicio a la

vida, participación en el desarrollo de la sociedad, participación en la vida y misión

de la Iglesia”20.

En las conclusiones de Medellín se incluyó el documento “Familia y Demografía”21

en el capitulo referido a la promoción humana, el cual invita a una acción pastoral

que lleve a la familia latinoamericana a conservar o adquirir los valores

fundamentales que la capacitan para cumplir su misión, entre los que destaca la

familia formadora de personas, educadora en la fe y promotora de desarrollo.

19 REIG, Juan Antonio. La familia santuario de la vida, esperanza de la sociedad. Madrid. En: Mundo Cristiano No. 479. (Jul. – Ago. 2001). p. 51 – 66. 20 JUAN PABLO II. Exhortación Apostólica Familiaris Consortio No. 17. Op.Cit. p. 30. 21 II CONFERENCIA DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO. Papel de la familia latinoamericana. Cap. 3, No. 4 – 7. Bogotá. CELAM. 1968. p. 123

– 125.

22 JUAN PABLO II. Homilía en la apertura de la Tercera Conferencia del Episcopado Latinoamericano. Puebla. CELAM. 1979. p. 3.

Page 24: Trabajo De Grado

24

En Puebla la familia es considerada como: “Sujeto y objeto de Evangelización,

centro evangelizador de comunión y participación donde repercuten los resultados

más negativos del subdesarrollo”22.

En Santo Domingo se ha querido resaltar a la Familia como una de las tres líneas

pastorales prioritarias en el área de la Promoción Humana, al igual que los Pobres

y la Vida. “La auténtica familia, santuario de la vida y primera y más profunda

escuela de amor y ternura, anima e impulsa a la juventud a buscar la felicidad en

los verdaderos valores humanos. Estos se encuentran en el señorío de la libertad,

en la generosidad, solidaridad y sobriedad. Una sociedad y cultura sanas se

reflejan y se nutren de la salud de la familia. Igualmente, una sociedad y cultura

enfermas se reflejan en una familia débil y deteriorada. El futuro de la humanidad

no será posible sin el reconocimiento y respeto de los valores de la institución

natural familiar.”23.

“La familia, “patrimonio de la humanidad”, constituye uno de los tesoros más

importantes de los pueblos latinoamericanos. Ella ha sido y es escuela de la fe,

palestra de valores humanos y cívicos, hogar en el que la vida humana nace y se

acoge generosa y responsablemente. Sin embargo, en la actualidad sufre

situaciones adversas provocadas por el secularismo y el relativismo ético, por los

diversos flujos migratorios internos y externos, por la pobreza, por la inestabilidad

social y por legislaciones civiles contrarias al matrimonio que, al favorecer los

anticonceptivos y el aborto, amenazan el futuro de los pueblos. En algunas

familias de América Latina persiste aún por desgracia una mentalidad machista,

ignorando la novedad del cristianismo que reconoce y proclama la igual dignidad y

responsabilidad de la mujer respecto al hombre. La familia es insustituible para la

serenidad personal y para la educación de los hijos. Las madres que quieren

23 IV CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO. Jesucristo ayer, hoy y siempre. No. 4 -5. Bogotá. CELAM. 1992. p. 574 –

575.

Page 25: Trabajo De Grado

25

dedicarse plenamente a la educación de sus hijos y al servicio de la familia han de

gozar de las condiciones necesarias para poderlo hacer, y para ello tienen

derecho a contar con el apoyo del Estado. En efecto, el papel de la madre es

fundamental para el futuro de la sociedad. El padre, por su parte, tiene el deber de

ser verdaderamente padre, que ejerce su indispensable responsabilidad y

colaboración en la educación de sus hijos. Los hijos, para su crecimiento integral,

tienen el derecho de poder contar con el padre y la madre, para que cuiden de

ellos y los acompañen hacia la plenitud de su vida. Es necesaria, pues, una

pastoral familiar intensa y vigorosa. Es indispensable también promover políticas

familiares auténticas que respondan a los derechos de la familia como sujeto

social imprescindible. La familia forma parte del bien de los pueblos y de la

humanidad entera”24.

“Para que la familia sea “escuela de la fe” y pueda ayudar a los padres a ser los

primeros catequistas de sus hijos, la pastoral familiar debe ofrecer espacios

formativos, materiales catequéticos, momentos celebrativos, que le permitan

cumplir su misión educativa. La familia está llamada a introducir a los hijos en el

camino de la iniciación cristiana. La familia, pequeña Iglesia, debe ser, junto con la

Parroquia, el primer lugar para la iniciación cristiana de los niños. Ella ofrece a los

hijos un sentido cristiano de existencia y los acompaña en la elaboración de su

proyecto de vida, como discípulos misioneros”25.

Esta es una parte del mensaje del papa Juan Pablo II, cuando vino a Colombia en

1986 y le habló a las familias en Cali:

“Convencidos de que cristo está presente en el hogar deben ser los más activos

evangelizadores de sus hijos, a quienes transmitirán su propia experiencia de fe

24 BENEDICTO XVI , Discurso de inauguración de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. Aparecida . CELAM. 2007 . p. 13 – 14.

25 BENEDICTO XVI. Documento Conclusivo de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. Familia, personas y vida. No.432 – 436.

CELAM. Aparecida. 2007. p. 195 – 19.

Page 26: Trabajo De Grado

26

con la palabra, pero sobretodo con el testimonio diario de su vida de esposos, de

miembros de la iglesia y de la sociedad. Padres de familia, vosotros debéis ser

además los primeros catequistas y educadores de vuestros hijos, en el amor. Si no

se aprende a amar y a orar en familia, difícilmente después se podrá superar este

vacío. La vida y la fe de vuestros hijos son tesoros incalculables. Mostradles el

camino del bien y acompañadlos para que en momentos de dificultad o de crisis

vuestra firmeza en la fe, vuestro testimonio cristiano, sea para ellos referencia

obligada que avive la llama de su fe y el amor que vosotros sembrasteis en sus

corazones”26.

“La familia que quiere ser educadora de la fe ha de cultivar el diálogo interno entre

sus miembros, de una manera habitual, dedicándole tiempo, con claridad y

franqueza y siempre con un delicado respeto hacia las opiniones de los demás. Ya

he dicho hasta qué punto es necesario el diálogo para mantener la estabilidad

familiar y para vivir la experiencia compartida del sacramento del matrimonio”27.

“La fe es ciertamente un don de Dios. Pero nosotros somos responsables, al

menos en gran parte, de cómo la recibimos, la comprendemos y la vivimos. Y para

transmitirla a los hijos y educarla convenientemente, es absolutamente

imprescindible que los padres tengan una fe suficientemente formada, y vivida y

practicada con sinceridad. Somos conscientes de que el proceso de formación y

vivencia de la fe no se acaba nunca. Se prolonga a lo largo de toda la vida.

También esta misma experiencia es un elemento que han de asumir los niños, a

medida que crecen en la fe”28.

“La educación dentro de la familia consiste, ante todo, en una «transfusión» de

vida humana, ya que la familia es, como dice el Concilio Vaticano II, «escuela del

26 JUAN PABLO II. Viaje a Colombia y Santa Lucía. Mensaje a las familias en su visita a Cali Colombia. Madrid. La BAC. 1986. p. 26.

27 PAGOLA, José Antonio. Aprender a enseñar la fe. Madrid. En: Revista Imágenes de la Fe. No. 372. (Abr. 2003). p. 16 – 26.

28 Ibíd. p. 16.

Page 27: Trabajo De Grado

27

más rico humanismo» y la educación en su seno es, sobre todo, un regalo de

humanidad por parte de los padres: ellos comunican su humanidad ya madura al

niño. Así, en la tarea educativa, los padres transmiten a los hijos cuanto son, viven

y aman realmente. Y esto lo hacen en todas sus dimensiones. Los padres tienen

que esforzarse en no separar nunca la educación de la fe de la educación

intelectual, afectiva, convivencial y social de sus hijos. La fe no es una «parte

más» de la vida humana, sino la aceptación de que Dios es el principio integrador,

iluminador y dinamizador de toda la persona”29.

“la Declaración Universal de los Derechos Humanos, reconoce el derecho a la

libertad religiosa, incluyendo el derecho de los creyentes a asociarse para el culto

y la educación. Finalmente, la Declaración insiste en que los padres tienen el

derecho a decidir y dirigir la educación de sus hijos”30.

“La familia es sujeto y objeto de evangelización. Reconocemos la tarea de los

pastores de la Iglesia, cuyo papel es tan importante en la construcción y en la guía

del pueblo de Dios. En plena armonía con ellos, los padres podrán cumplir mejor

su deber de evangelizar a sus hijos. De ellos depende, en gran parte, la realidad

de la evangelización de la familia en el tercer milenio. Arraigada en el bautismo, la

familia es escuela de vida cristiana adulta. En ella los cristianos ejercen, de

manera privilegiada, un sacerdocio bautismal. Pasando por los sacramentos de la

iniciación, la vida de la persona se inserta plenamente en la vida de la Iglesia y se

ponen los cimientos de toda vida cristiana. La familia es el lugar privilegiado de

transmisión de la fe y es también escuela de oración”31.

6. IDENTIDAD Y MISION DE LA FAMILIA CATÓLICA.

29 Ibíd. p. 17.

30 GIRALDO RAMÍREZ, Nestor. Declaración Universal de Derechos Humanos, Art. 3;18; 26. Medellín. En: Cuestiones Teológicas Vol. 16, No.45.

(1990). p. 11 – 18.

31 JUAN PABLO II. Catecismo de la Iglesia católica. No. 1250 - 1251. Op.Cit. p. 104.

Page 28: Trabajo De Grado

28

"¿No habéis leído que al principio el Creador los hizo varón y hembra? Y dijo: «por

esto dejará el hombre al padre y a la madre y se unirá a la mujer, y serán los dos

una sola carne». De manera que ya no son dos sino una sola carne. Por tanto, lo

que Dios unió no lo separe el hombre. Ellos le replicaron: entonces, ¿cómo es que

Moisés ordenó dar libelo de divorcio al repudiar? Él les dijo: por la dureza de

vuestro corazón os permitió Moisés repudiar vuestras mujeres, pero al principio no

fue así" (Cf. Mt 19, 4 – 8).

La familia tiene la misión de ser cada vez más lo que es, es decir, comunidad de

vida y amor, en una tensión que, al igual que para toda realidad creada y redimida,

hallará su cumplimiento en el Reino de Dios. Para lograr esta misión se requiere

un clima de benévola comunicación y unión de propósitos entre los cónyuges y

una cuidadosa cooperación de los padres en la educación de los hijos. La activa

presencia del padre contribuye sobremanera a la formación de los hijos; sin

postergar la legítima promoción social de la mujer, hay que asegurar el cuidado de

la madre en el hogar, especialmente necesario a los menores. Hay que decir que

la esencia y el cometido de la familia son definidos en última instancia por el amor.

Por esto la familia recibe la misión de custodiar, revelar y comunicar el amor, como

reflejo vivo y participación real del amor de Dios por la humanidad.

6. 1. EL DERECHO DE LOS HIJOS A SER EDUCADOS EN LA FE.

"Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a

su ciudad de Nazaret. El niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la

gracia de Dios estaba sobre él" (Cf. Lc 2, 39 – 40).

6. 2. GRATUIDAD Y EDUCACIÓN EN LA FE.

El santo Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida

en el espíritu («vitae spiritualis ianua») y la puerta que abre el acceso a los otros

sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como

hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la

Page 29: Trabajo De Grado

29

Iglesia y hechos partícipes de su misión. La pura gratuidad de la gracia de la

salvación se manifiesta particularmente en el bautismo de niños.

Los padres a través de la educación cristiana ayudan a que los propios hijos se

hagan más conscientes cada día del don recibido de la fe, mientras se inician

gradualmente en el conocimiento del misterio de la salvación, se forman para vivir

según el hombre nuevo en justicia y santidad de verdad y contribuyen al

crecimiento del Cuerpo místico. La misión de la educación exige que los padres

cristianos propongan a los hijos todos los contenidos que son necesarios para la

maduración gradual de su personalidad desde un punto de vista cristiano y

eclesial.

6. 3. EVANGELIZACIÓN EN LA FAMILIA.

En virtud del ministerio de la educación los padres, mediante el testimonio de su

vida, son los primeros mensajeros del Evangelio ante los hijos. Es más, rezando

con los hijos, dedicándose con ellos a la lectura de la Palabra de Dios e

introduciéndolos en la intimidad del Cuerpo de Cristo mediante la iniciación

cristiana, llegan a ser más plenamente padres. Por tanto uno de los campos en los

que la familia es insustituible es ciertamente el de la educación religiosa, gracias a

la cual la familia crece como "iglesia doméstica".

6. 4. AYUDA DE OTRAS INSTITUCIONES.

Las familias, y más concretamente los padres, tienen la libre facultad de escoger

para sus hijos un determinado modelo de educación religiosa y moral, de acuerdo

con las propias convicciones. Pero incluso cuando confían estos cometidos a

instituciones eclesiásticas o a escuelas dirigidas por personal religioso, es

necesario que su presencia educativa siga siendo constante y activa.

A fin de que los padres cristianos puedan cumplir dignamente su ministerio

educativo, el Estado y la Iglesia tienen la obligación de dar a las familias todas las

Page 30: Trabajo De Grado

30

ayudas posibles, a fin de que puedan ejercer adecuadamente sus funciones

educativas.

7. COMUNION CONYUGAL, FUNDAMENTO DE LA COMUNIDAD FAMILIAR.

"Vosotros, los maridos, amad a vuestras mujeres, como Cristo amó a la Iglesia y

se entregó por ella para santificarla, purificándola mediante el lavado del agua con

la palabra, a fin de presentársela a sí gloriosa, sin mancha o arruga o cosa

semejante, sino santa e intachable. Los maridos deben amar a sus mujeres como

a su propio cuerpo. El que ama a su mujer, así mismo se ama, y nadie aborrece

jamás su propia carne, sino que la alimenta y la abriga como Cristo a la Iglesia,

porque somos miembros de su cuerpo" (Cf. Ef 5, 25 – 30).

La familia, fundada y vivificada por el amor, es una comunidad de personas: del

hombre y de la mujer esposos, de los padres y de los hijos, de los parientes. Su

primer cometido es pues vivir fielmente y desarrollar dicha comunidad de

personas. La comunión primera es la que se instaura y se desarrolla entre los

cónyuges en virtud del pacto de amor conyugal. Hombre y mujer que, "no son ya

dos, sino una sola carne" (Cf. Mt 19, 6; Gn 2, 24), están llamados a crecer

continuamente en su comunión a través de la fidelidad cotidiana a la recíproca

donación total.

8. IGUAL DIGNIDAD DEL HOMBRE Y DE LA MUJER EN LA DONACION DE SI

MISMOS.

"Hizo, pues, Yahvé Dios caer sobre el hombre un profundo sopor; y dormido, tomó

una de sus costillas, cerrando en su lugar con carne, y de la costilla que del

hombre tomara, formó Yahvé Dios a la mujer, y se la presentó al hombre. El

hombre exclamó: «Esto sí que ya es hueso de mis huesos y carne de mi carne.

Esta se llamará hembra, porque del varón ha sido tomada». Por eso dejará el

Page 31: Trabajo De Grado

31

hombre a su padre y a su madre; y se unirá a su mujer; y vendrán a ser los dos

una sola carne" (Cf. Gn 2, 21 – 24).

El criterio moral de la autenticidad de las relaciones conyugales y familiares

consiste en la promoción de la dignidad y vocación de cada una de las personas,

las cuales logran su plenitud mediante el don sincero de sí mismas. De la mujer

hay que resaltar, ante todo, la igual dignidad y responsabilidad respecto al

hombre; tal igualdad encuentra su singular realización en la donación de uno

mismo al otro y de ambos a los hijos, donación propia del matrimonio y de la

familia. Lo que la misma razón humana es capaz de intuir y reconocer, es revelado

en plenitud por la Palabra de Dios; en efecto, la historia de la salvación es un

testimonio continuo y luminoso de la dignidad de la mujer.

Creando al hombre "varón y mujer" (Cf. Gn 1, 27), Dios da la dignidad personal de

igual modo al hombre y a la mujer, enriqueciéndolos con los derechos inalienables

y con las responsabilidades que son propias de la persona humana. La verdadera

promoción de la mujer exige que sea claramente reconocido el valor de su función

materna y familiar respecto a las demás funciones públicas y a las otras

profesiones. Ningún programa de "igualdad de derechos" del hombre y la mujer es

válido si no se tiene en cuenta la realidad más profunda del ser madre en la mujer

respecto al ser padre en el hombre.

9. LA FAMILIA, CUNA Y SANTUARIO DE LA VIDA.

"¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?.

Si alguno destruye el templo de Dios, Dios le aniquilará. Porque el templo de Dios

es santo, y ese templo sois vosotros. Nadie se engañe; si alguno entre vosotros

cree que es sabio según este siglo, hágase necio para llegar a ser sabio. Porque

la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios. Pues escrito está: «Él caza a

los sabios en su astucia»" (Cf. 1Cor 3, 16 – 19).

Page 32: Trabajo De Grado

32

La familia es el santuario de la vida, el ámbito de la vida, don de Dios, puede ser

acogida y protegida de manera adecuada contra los múltiples ataques a que está

expuesta, y donde puede desarrollarse según las exigencias de un auténtico

crecimiento humano. El papel de la familia en la edificación de la cultura de la vida

es determinante e insustituible. Si la familia es tan importante para la civilización

del amor, lo es por la particular cercanía e intensidad de los vínculos que se

instauran en ella entre las personas y las generaciones. Por ello la cultura de la

muerte ataca a la familia, porque es el centro y el corazón de la civilización del

amor. Esta de hecho es vulnerable y puede sufrir fácilmente los peligros que la

debilitan y aun destruyen en su unidad y estabilidad.

La Iglesia promueve con todo medio y defiende contra toda insidia la vida humana,

en cualquier condición o fase de desarrollo en que se encuentre. Y por ello

condena, como ofensa grave a la dignidad humana y a la justicia, todas aquellas

actividades de los gobiernos o de otras autoridades públicas, que tratan de limitar

de cualquier modo la libertad de los esposos en la decisión sobre los hijos. Hay,

pues, que condenar totalmente y rechazar con energía cualquier violencia ejercida

por tales autoridades en favor de la anticoncepción y más aun de la esterilización y

del aborto procurado.

10. EDUCACION DE LOS HIJOS: DERECHO-DEBER PRIMARIO E

INALIENABLE.

"Hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor, porque es justo. «Honra a tu

padre y a tu madre». Tal es el primer mandamiento, seguido de promesa, «para

que seáis felices y tengáis larga vida sobre la tierra». Y vosotros, padres, no

exasperéis a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y en la enseñanza del

Señor" (Cf. Ef 6, 1 – 4).

Page 33: Trabajo De Grado

33

La tarea educativa tiene su raíz en la vocación primordial de los esposos a

participar en la obra creadora de Dios; ellos, engendrando una nueva persona

asumen por ello mismo la obligación de ayudarla a vivir una vida plenamente

humana. Como recuerda el Concilio Vaticano II: Puesto que los padres han dado

la vida a los hijos, tienen la gravísima obligación de educar a la prole, y por tanto

hay que reconocerlos como primeros y principales educadores de sus hijos. La

familia es, por tanto, la primera escuela de las virtudes sociales, que todas las

sociedades necesitan.

Los padres deben formar a los hijos con confianza y valentía en los valores

esenciales de la vida humana: libertad ante los bienes materiales, el sentido de la

verdadera justicia, el respeto de la dignidad personal, amor y servicio

desinteresado hacia los demás, especialmente a los más pobres y necesitados. La

familia representa la pedagogía más concreta y eficaz para la inserción activa,

responsable y fecunda de los hijos en el horizonte más amplio de la sociedad. La

educación sexual, derecho y deber fundamental de los padres, debe realizarse

siempre bajo su dirección solícita, tanto en casa como en los centros educativos

elegidos y controlados por ellos. En este sentido la Iglesia reafirma el principio de

la subsidiaridad, que la escuela tiene que observar cuando coopera en la

educación sexual, situándose en el espíritu mismo que anima a los padres.

11. LA FAMILIA, PRIMERA Y VITAL CELULA DE LA SOCIEDAD.

"Llegados a casa, se volvió a juntar la muchedumbre, tanto que no podían ni

comer. Oyendo esto sus deudos, salieron para apoderarse de él, pues se decían:

está fuera de sí. Los escribas, que habían bajado de Jerusalén, decían: está

poseído de Belcebú, y por virtud del príncipe de los demonios echa a los

demonios. El los llamó y les dijo en parábolas: ¿Cómo puede Satanás expulsar a

Satanás? Si un reino está divido contra sí mismo, no puede durar. Y si una casa

está dividida contra sí misma, no podrá subsistir" (Cf. Mc 3, 20 – 25).

Page 34: Trabajo De Grado

34

La familia ha sido considerada siempre como la expresión primera y fundamental

de la naturaleza social del hombre. Es la sociedad primera y originaria, precedente

a toda otra sociedad natural. La familia posee vínculos vitales y orgánicos con la

sociedad, porque constituye su fundamento y alimento continuo mediante su

función de servicio a la vida. En efecto, de la familia nacen los ciudadanos, y éstos

encuentran en ella la primera escuela de estas virtudes sociales, que son el alma

de la vida y del desarrollo de la sociedad misma.

“La familia es sujeto y objeto de evangelización. Reconocemos la tarea de los

pastores de la Iglesia, cuyo papel es tan importante en la construcción y en la guía

del pueblo de Dios. En plena armonía con ellos, los padres podrán cumplir mejor

su deber de evangelizar a sus hijos. La familia es el lugar privilegiado de

transmisión de la fe y es también escuela de oración. Los niños están llamados a

progresar en la fe, a crecer en la gracia. El bautismo, la confirmación y la

Eucaristía son momentos importantísimos de la vida familiar. El bautismo de los

niños manifiesta de modo particular la gratuidad de la gracia de la salvación. A los

padres corresponde el deber de alimentar la vida que Dios les ha confiado”32.

“La familia, mediante la fuerza de los sacramentos, renueva en Cristo las fuentes

del compromiso, del testimonio y de la vida apostólica en la vida de la Iglesia. El

domingo, día del Señor, está totalmente marcado por la memoria agradecida y

activa de los gestos salvíficos de Dios”33.

12. LA FAMILIA ACOGE Y ANUNCIA LA BUENA NUEVA.

«Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del

alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó

32 Ibíd. p. 104.

33 JUAN PABLO II. Carta apostólica Dies Domini, Santiago. En: Revista Servicio No. 242. (Jun. 2000). p . 36 – 40.

Page 35: Trabajo De Grado

35

en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento. Había en la misma

comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno durante la

noche su rebaño. Se les presentó el Ángel del Señor, y la gloria del Señor los

envolvió en su luz; y se llenaron de temor. El ángel les dijo: “No temáis, pues os

anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la

ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor; y esto os servirá de señal:

encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.” Y de pronto

se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios,

diciendo: “Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes

él se complace” (Cf. Lc 2, 6 – 14).

La Iglesia Madre engendra, educa, edifica la familia cristiana. Con el anuncio de la

Palabra de Dios, revela a la familia cristiana su verdadera identidad, lo que es y

debe ser según el plan del Señor; con la celebración de los sacramentos, la Iglesia

enriquece y corrobora a la familia cristiana con la gracia de Cristo; con la renovada

proclamación del mandamiento nuevo de la caridad, la Iglesia anima y guía a la

familia cristiana al servicio del amor, para que imite y reviva el mismo amor de

donación y sacrificio que el Señor Jesús nutre hacia toda la humanidad.

Por su parte la familia cristiana está insertada de tal forma en el misterio de la

Iglesia que participa, a su manera, en la misión de salvación que es propia de la

Iglesia: acoge y anuncia la Palabra de Dios. Se hace así, cada día más, una

comunidad creyente y evangelizadora.

La misma preparación al matrimonio cristiano se califica ya como un itinerario de

fe. Es, en efecto, una ocasión privilegiada para que los novios vuelvan a descubrir

y profundicen la fe recibida en el Bautismo y alimentada con la educación

cristiana. De esta manera reconocen y acogen libremente la vocación a vivir el

seguimiento de Cristo y el servicio al Reino de Dios en el estado matrimonial.

Page 36: Trabajo De Grado

36

El momento fundamental de la fe de los esposos está en la celebración del

sacramento del matrimonio, que en el fondo de su naturaleza es la proclamación,

dentro de la Iglesia, de la Buena Nueva sobre el amor conyugal. Es la Palabra de

Dios que «revela» y «culmina» el proyecto sabio y amoroso que Dios tiene sobre

los esposos, llamados a la misteriosa y real participación en el amor mismo de

Dios hacia la humanidad. Si la celebración sacramental del matrimonio es una

proclamación de la Palabra de Dios, hecha dentro y con la Iglesia, comunidad de

creyentes, ha de ser también continuada en la vida de los esposos y de la familia.

En el seno del apostolado evangelizador de los seglares, es imposible dejar de

subrayar la acción evangelizadora de la familia. En efecto, la futura evangelización

depende en gran parte de la Iglesia doméstica. Esta actividad apostólica de la

familia está enraizada en el Bautismo y recibe con la gracia sacramental del

matrimonio una nueva fuerza para transmitir la fe, para santificar y transformar la

sociedad actual según el plan de Dios. El porvenir de la humanidad está en manos

de las familias que saben dar a las generaciones venideras razones para vivir y

razones para esperar.

13. FUNCIONES EDUCADORAS DE LA FAMILIA.

13. 1. RELACIÓN FAMILIA-HIJO Y AUTOCONCEPTO:

“El autoconcepto (idea de sí mismo), se crea a partir del significado que da cada

individuo a las respuestas que emiten los demás sobre él. La autoestima (aprecio

de sí mismo proveniente de la imagen de sí y de la jerarquización de valores),

modula en gran parte las acciones de las personas. Padres, hermanos,

profesores, amigos, abuelos, vecinos, etc., Padres y educadores deben mantener

Page 37: Trabajo De Grado

37

una relación con los niños y adolescentes que fomente positivamente su

autoconcepto, ya que actúan de referentes fundamentales en su construcción”34.

14. FAMILIA Y EDUCACIÓN EN VALORES.

La familia, según el documento del Año Internacional de la Familia, sigue

ocupando una función educadora fundamental, máxime para la transmisión de

valores. “Se considera que es un medio esencial para conservar y transmitir

valores culturales; agente de protección de los valores humanos; debe atender las

necesidades de sus hijos en materia de educación, salud o de otro género; ofrecer

un entorno propicio para el aprendizaje; considera necesario educar a los

cónyuges para que promuevan los valores de la familia; exhorta a una política

social que realice una educación para fomentar y desarrollar valores y esquemas

de comportamientos que contribuyan a conseguir una ciudadanía responsable,

aseguren iguales derechos para todos, desalienten la discriminación y protejan el

medio ambiente”35.

34 PAGOLA, José Antonio. Dificultades y posibilidades de la familia. No. 372. Op.Cit. p. 18. 35 Ibíd. p. 24.

Page 38: Trabajo De Grado

38

CAPÍTULO II

FORMACIÓN EN LA FE Y EDUCACIÓN RELIGIOSA

1. EL CONOCIMIENTO DE PADRES Y MAESTROS.

1. 1. ¿QUÉ SIGNIFICA RELIGIÓN?36 Es un conjunto de creencias (tener por

cierta una cosa que no está comprobada o demostrada), de dogmas (proposición

firme y cierta), de normas morales, sentimientos y ritos, referidos al misterio o a la

Divinidad (Dios).

1. 1. 1. Cicerón deriva la palabra del verbo: RELEGERE, que significa volver a

leer o recorrer, indicando la repetida reflexión que hace el hombre sobre el

culto de los dioses.

1. 1. 2. Lactancio lo deriva de la palabra: RELIGARE, que significa atar de

nuevo, admitir los vínculos que unen al hombre con Dios.

1. 1. 3. San Agustín la relaciona con el verbo: REELIGERE, que significa

reelegir; por medio de la religión, volvemos a adherirnos a Dios, de quien

nos habíamos separado por el pecado.

1. 2. ¿QUÉ ES LA FE? LA FE: ES UNA EXPERIENCIA, COMO RESULTADO

DE UN ENCUENTRO, CONOCIMIENTO Y COMPROMISO ENTRE DOS

PERSONAS (DIOS Y EL HOMBRE). LA FE ES UNA ADHESIÓN PERSONAL

DEL HOMBRE ENTERO, ES UNA CONFIANZA COMO RESPUESTA A DIOS

QUE SE REVELA, MEDIANTE SUS OBRAS Y SUS PALABRAS (Cf. Jn 3, 31 –

33).

36 CONESA, Francisco. Qué significa conocer a Dios por la fe. Burgos. En: Revista Burgense Vol. 35, No. 1. (Ene. – Jun. 1994). p. 67 – 96.

Page 39: Trabajo De Grado

39

1. 2. 1. Es un ENCUENTRO personal con Dios que nos invita a creer y a

entrar en confianza en la intimidad de Él y en la que Dios mantiene la

iniciativa. Dios invita al hombre por medio de la gracia interior y por medio

de la Palabra (especialmente por el Verbo Encarnado), a través de señales

y de variadísimos caminos, Dios personal llama al hombre a darse a Él por

la fe y a realizar su personalidad espiritual, respondiendo a la vocación (Cf.

Jn 3, 16). El cristiano es actuado por la Palabra y la gracia de Dios,

recibiendo un llamado, una vocación, para que entre en amistad con Él, con

un don de fe como consecuencia. El hombre debe responder en forma libre

a ese llamado de Dios, aceptando su gracia y su Palabra, saliendo de sí

mismo para acoger al otro, para ponerse en relación con alguien; en ese

sentido la fe es actuante, la fe es en consecuencia, la respuesta de la

persona humana a Dios personal (encuentro de dos personas).

1. 2. 2. Es un CONOCIMIENTO, para reconocer a Dios en Cristo, participando

en la revelación que Dios hace de la verdad. Por la fe entramos a participar

en la vida del conocimiento de Dios; la mirada de Cristo es injertada en

nuestra mirada, para ver todo con El y por El, es esencialmente un acto de

la inteligencia; acto que funda nuestras relaciones sobrenaturales con Dios

y todo sentimiento religioso, la fe es sabiduría en lenguaje bíblico. Como

acto intelectual, la fe tiene por objeto el hecho mismo, la verdad

fundamental de Dios en Jesucristo; dado que es un conocimiento de Dios,

la fe tiene un carácter único de certeza, es una adhesión a Dios vivo en

Cristo.

1. 2. 3. Es un COMPROMISO, es la adhesión de una persona a otra,

entregándose por sí mismo a Dios en Jesucristo. Nuestra fe no es

simplemente la creencia en una doctrina, en un sistema o en una moral

independiente, el cristianismo es un compromiso con una Persona divina, exige

además, vivir de acuerdo con lo que se profesa (Cf. St 2, 14 – 17). La fe es un

Page 40: Trabajo De Grado

40

acto de inteligencia, que acepta todo lo que Dios ha revelado, fiándose de su

autoridad, no es un sólo sentimiento religioso del que se goza

espontáneamente como a veces se piensa.

1. 2. 1. CARACTERÍSTICAS DE LA FE:

1. 2. 1. 1. La fe es un don sobrenatural de Dios, donde Él tiene la iniciativa, en un

llamado por una gracia suya para el hombre, dándose en tres maneras:

1. 2. 1. 1. 1. En su fuente: ya que supone la gracia, es decir, una luz y una

fuerza divinas que esclarecen nuestra inteligencia, sostienen nuestra voluntad y

hacen que nuestro corazón se aficione a las cosas de Dios.

1. 2. 1. 1. 2. Es sobrenatural en su objeto: el misterio del amor de Dios por

nosotros, el Plan maravilloso de la salvación por Jesucristo, que estaba oculto

antes que los siglos y que Dios se dignó descubrirnos.

1. 2. 1. 1. 3. Es sobrenatural en su motivo: creemos por el testimonio que

da Dios de sí mismo a través de su Hijo; creemos en su Palabra por ser Palabra

divina.

1. 2. 2. CONSECUENCIAS DE LA FE:

1. 2. 2. 1. Creer a Dios (crédere Deo): es creer en su existencia y en todas las

verdades religiosas cristianas, a causa del mismo Dios, es decir, fiados en su

testimonio veraz, es el llamado motivo de nuestra fe, es la confianza en Dios.

1. 2. 2. 2. Creer en Dios (crédere Deum): y en todas las verdades relacionadas

con Él: es lo que se llama el objeto material de nuestra fe. Creemos no en

verdades abstractas, sino ante todo en un Ser personal. La palabra de Dios nos

llega auténticamente una a través del testimonio de otros:

Page 41: Trabajo De Grado

41

1. 2. 2. 2. 1. Es la misma Palabra de Dios la que se hace Escritura (en la

Biblia).

1. 2. 2. 2. 2. La que se hace Carne (en Jesucristo).

1. 2. 2. 2. 3. La que se hace Cuerpo Místico (en la Iglesia).

1. 2. 2. 3. Creer para ir a Dios (crédere in Deum): es el movimiento de nuestra fe

por el que la voluntad (llevando consigo la inteligencia), nos conduce a adherirnos

a Dios mismo. La fe no es una joya que se adquiere en el Bautismo una vez por

todas y que basta guardar religiosamente en el cofre del corazón, la fe marcha

hacia arriba.

2. LA IDONEIDAD DEL DOCENTE DE EDUCACIÓN RELIGIOSA ESCOLAR

(ERE)37.

La Ley General de Educación (Ley 115 de 1994) en los Artículos 23 y 31 dispone

que, para el logro de los objetivos de la Educación Básica y de la Educación Media

Académica se establecen áreas "obligatorias y fundamentales" del conocimiento y

de la formación que "necesariamente se tendrán que ofrecer de acuerdo con el

currículo y el Proyecto Educativo Institucional" (PEI). La Educación Religiosa

forma parte de estas áreas fundamentales y obligatorias del currículo común. En el

parágrafo del Art. 23 y en el Art. 24 de esta misma Ley, fija un "régimen especial"

para el área de Educación Religiosa, debido a que ella está protegida por los

derechos de libertad de conciencia, libertad religiosa, libertad de pensamiento y el

derecho de los padres a escoger para sus hijos el tipo de educación que esté de

acuerdo con sus convicciones.

La decisión sobre la obligatoriedad para alumnos y padres de familia está en

manos de ellos mismos, quienes tienen derecho a manifestar su voluntad de

37 MONTAGUT VEGA, Jesús Omar. COSSIO RESTREPO, José Leobardo. Idoneidad del Profesor de Educación Religiosa. Bogotá. Conferencia

Episcopal de Colombia. 2001. p. 8.

Page 42: Trabajo De Grado

42

recibir o no recibir esa educación; los padres por sus hijos si éstos son menores

de edad y los alumnos directamente si son mayores de edad. Hay que aclarar que

no se trata de preguntar a los padres y alumnos qué credo religioso profesan,

pues esto violaría el derecho de libertad de conciencia reconocido en el Art. 18 de

la Constitución Nacional. La Ley 133 (Art. 6) se acogió a lo establecido en los

pactos internacionales sobre Derechos Humanos, en el sentido de garantizar a los

padres una educación religiosa para sus hijos, que sea "según sus propias

convicciones". De esta opción se deduce que la educación religiosa escolar no se

trata de una cátedra de "cultura religiosa", entendida como el estudio de las

diversas religiones presentes en la cultura, ni de filosofía, psicología o sociología

de la religión. La ERE se trata del estudio de una experiencia religiosa precisa,

que corresponda al credo religioso de padres y alumnos. Esta opción exige una

educación religiosa confesional en cuanto al contenido.

La confesionalidad del contenido de la ERE hace que la entidad competente para

orientarla sea la Iglesia o confesión religiosa, "que asista o enseñe". Así lo

establece la Ley 133, en los Art. 6, 7 y 8, pues un Estado no-confesional es

incompetente para pronunciarse sobre asuntos internos de las religiones. Si el

contenido y la responsabilidad es confesional, el docente también debe estar

vinculado confesionalmente al credo religioso que enseña. Para el caso de la

educación religiosa de contenido católico, es la Iglesia Católica quien tiene el

derecho-deber de hacer el reconocimiento de la idoneidad de los profesores de

religión. Ante una ERE que es confesional en su inspiración y en sus contenidos,

se sigue que quien transmite este mensaje, el profesor de religión, sea también

"testigo oficial" del credo que profesa. En este sentido, un profesor de educación

religiosa católica, es un católico comprometido que debe reunir ciertos requisitos

para que sea "idóneo" tanto en sus conocimientos como en su experiencia de fe, y

así, con propiedad, pueda dirigir esta área, que está inscrita dentro de la acción

evangelizadora de la Iglesia Católica.

Page 43: Trabajo De Grado

43

2. 1. La idoneidad del profesor de religión se puede estructurar en torno a los

siguientes aspectos:

2. 1. 1. Testimonio de vida cristiana.

2. 1. 2. Poseer una recta doctrina.

2. 1. 3. Poseer aptitud pedagógica.

Para regular, promover y procurar una mayor competencia de los docentes de

ERE, la Iglesia Católica colombiana promulgó un Decreto, en el cual se señalan

los requisitos básicos para el certificado de idoneidad del profesor de religión, el

cual es expedido por la autoridad eclesial competente, es decir, el Obispo

diocesano o su delegado y es necesario para ejercer la docencia en ERE de

contenido católico en todo tipo de establecimiento educativo, cumpliendo con los

requisitos exigidos para el caso.

3. EL PROFESOR DE EDUCACIÓN RELIGIOSA.

“Él es persona-clave, agente esencial en la realización del proyecto educativo. La

incidencia de su enseñanza está, sin embargo, vinculada a su testimonio de vida,

que actualiza eficazmente a los ojos de los alumnos la enseñanza misma. Se

espera, por tanto, que sea una persona rica en dones naturales y de gracia, capaz

de manifestarlos en la vida; preparada adecuadamente para la enseñanza, con

amplia base cultural y profesional, pedagógica y didáctica, y abierta al diálogo”38.

“Los valores y motivos religiosos que se derivan especialmente de la enseñanza

religiosa escolar, facilitan mucho el logro de la alegre y voluntaria participación del

alumno en el proceso educativo. No se puede, sin embargo, subestimar el hecho

de que los valores y motivos religiosos sean expuestos en el desarrollo de las

otras materias o en las diversas intervenciones de la comunidad docente. El

38 QUINTANA, Alfonso. Declaración Gravissimum Educationis. Cuarta parte. No. 5. La Educación Cristiana. Bogotá. En: Educación hoy No. 80 – 81.

(Mar. – Jun. 1984). p. 14 – 25.

Page 44: Trabajo De Grado

44

profesor-educador favorece el estudio y la adhesión a los valores religiosos

motivándolos con la referencia constante al Absoluto”39.

“Por la peculiar experiencia de los dones del Espíritu, por la escucha asidua de la

Palabra y el ejercicio del discernimiento, por el rico patrimonio de tradiciones

educativas acumuladas a través del tiempo por el propio Instituto, consagrados y

consagradas están en condiciones de llevar a cabo una acción particularmente

eficaz”40.

“En la Iglesia y en la sociedad: la escuela católica como lugar de educación

integral de la persona humana a través de un claro proyecto educativo que tiene

su fundamento en Cristo”41; su identidad eclesial y cultural; su misión de caridad

educativa; su servicio social; su estilo educativo que debe caracterizar a toda su

comunidad educativa”42.

“En la comunidad educativa, los padres, primeros y naturales responsables de la

educación de los hijos, tienen un rol de especial importancia. Por desgracia, hoy

se va extendiendo la tendencia a delegar este deber primero. De ahí que se haga

necesario no sólo dar impulso a las iniciativas que inciten al compromiso, sino que

ofrezcan una ayuda concreta y adecuada, y comprometan a las familias en el

proyecto educativo de la escuela católica”43.

La función de la enseñanza-aprendizaje de la religión en la escuela ha de

orientarse hacia la creación de las condiciones que hagan posible el desarrollo de

una personalidad religiosa madura, capaz de convivir con una cultura del olvido de

39 Ibíd. p. 107. 40 JUAN PABLO II, Carta Apostólica. Novo Millennio Ineunte, No. 30. Roma. Biblioteca Vaticana. 2001. p. 287.

41 GARRONE, Gabriel María. La escuela católica. No. 34. Roma. En: Sagrada Congregación para la educación católica Biblioteca Vaticana. (2007). p.

7.

42 LAGHI, Pio Card. La Escuela Católica en los umbrales del tercer milenio. No. 4. Roma. Biblioteca Vaticana. 2007. p. 8.

43 JUAN PABLO II. Exhortación Apostólica Familiaris Consortio No. 40. Op.Cit. p. 74.

Page 45: Trabajo De Grado

45

Dios. El fin primero de toda educación es la formación del educando en su

integridad: hacer crecer en el sentido crítico, en la libertad y en el saber El área de

la Religión, como cualquier materia o asignatura, tiene este mismo fin.

3. 1. CONDICIONES PARA PROFESORES DE EDUCACIÓN RELIGIOSA:

3. 1. 1. Requisitos previos indispensables:

3. 1. 1. 1. Ser católico practicante.

3. 1. 1. 2. Estar en posesión de la Declaración Eclesiástica de Idoneidad,

según los estudios correspondientes a las diversas etapas educativas en

conformidad con los Requisitos básicos (Educación infantil, Primaria y

Secundaria).

3. 2. FORMACIÓN PERMANENTE Y ACTUALIZACIÓN:

3. 2. 1. Relación activa con la Delegación Diocesana y colaboración en las

orientaciones que dimanan del Episcopado.

3. 2. 2. Asistencia a las reuniones de profesores de Religión convocadas por la

Delegación Diocesana

3. 2. 3. Cursos de actualización teológica y pedagógica (por horas realizadas).

3. 2. 4. Participación en grupos o seminarios de los Centros de Profesores.

3. 3. COMPROMISO ECLESIAL.

3. 3. 1. Participación activa en la pastoral eclesial, parroquial o diocesana.

3. 3. 2. Inserción en movimientos de profesores cristianos.

3. 4. OTROS CRITERIOS CIRCUNSTANCIALES (para casos de igualdad de

condiciones):

3. 4. 1. Antigüedad.

3. 4. 2. Cercanía al centro.

3. 4. 3. Precariedad económica.

3. 4. 4. Necesidades familiares.

Page 46: Trabajo De Grado

46

4. EL PROFESOR DE RELIGIÓN: UNA VOCACIÓN CRISTIANA44.

Cristo está llamando constantemente a la transformación de la vida y de la mente

(conversión), para creer y vivir en plenitud el contenido central de su Evangelio.

Esta llamada exige un seguimiento entendido en sentido relacional con Él. No hay

seguimiento de Cristo si no hay amor a Cristo, y no hay amor a Cristo si no existe

encuentro personal con Cristo. Y esta llamada de Dios y respuesta del hombre

lleva, en sí la vivencia de su Evangelio como cumbre. El profesor de religión y

moral católica es un hombre y una mujer de fe. La fe en el Dios de Jesucristo es la

que le ha ido haciéndose ver y sentir como hijo de Dios, y en su filiación y en la

relación con Dios ha ido descubriendo el papel que ha de desempeñar en el seno

de la Iglesia. Con lo cual no es simplemente un ser creyente, sino también

comunitario, en la medida que se encuentra inserto en una comunidad de

creyentes en la que expresa, celebra y comparte su fe.

Entendemos por vocación una llamada de Dios a la plena realización dentro de

sus planes divinos. Se podría decir que la vocación es la opción más importante

del hombre, sin la cual no se realiza como persona en su integridad. La vocación

del cristiano es siempre un don de Dios y es de iniciativa divina. Y esta vocación

es una llamada a la santidad y a la misión para transformar este mundo en una

fraternidad universal.

La misión es la realización práctica de nuestra vocación, y es en ella donde la

misma vocación se complementa, perfecciona y anima a seguir viviendo en

sentido vocacionado en la comunidad creyente y social. Ella da vida a la misma

vocación y la hace crecer, y la identidad en la misión nos ayuda a descubrir; aún

más nuestra llamada de Dios. El Concilio Vaticano II, en su Constitución Lumen

44 MARTÍN, Juan Carlos. El Profesor de Religión, “Testigo de la Fe en la Escuela”. Madrid. En: Religión y Cultura.. Vol. 48, No. 223. ( Oct. – Dic. 2002). p. 657 – 685.

Page 47: Trabajo De Grado

47

Gentium dejó bien clara la vocación de todos los cristianos: ... por eso todos en la

Iglesia, pertenezcan a la Jerarquía o sean regidos por ella, están llamados a la

santidad, según las palabras del Apóstol: Lo que Dios quiere de vosotros es que

seáis santos. Y siguiendo el texto conciliar: Para todos, pues, está claro que todos

los cristianos, de cualquier estado o condición, están llamados a la plenitud de la

vida cristiana y a la perfección del amor. Y haciéndose también eco del Concilio, el

documento de la Sagrada Congregación para la educación Católica: EL laico

católico, testigo de la fe en la escuela, nos señala la identidad del profesor: Como

todo cristiano el laico católico que trabaja en la escuela forma parte del pueblo de

Dios y, como miembro del mismo, unido a Cristo por el bautismo, participa de la

fundamental y común dignidad de todos los que a él pertenecen. Son muchos los

caminos que encontramos los cristianos para llegar a la plenitud de los hijos de

Dios. Viviendo y conviviendo con los hombres y mujeres de hoy en todas las

actividades y profesiones del mundo y en contextos tan variados como la vida

familiar, la social, económica, política; todos estamos llamados a encaminar

nuestra vida al encuentro con Dios.

Ser profesor es una vocación y, para el cristiano, también es una misión. El

profesor ha de concebir su quehacer docente como tarea de colaborador en la

misión evangelizadora de la Iglesia. La tarea de profesor, y más la de profesor de

religión y moral católica, no se improvisa; se requieren unas convicciones sólidas

desde la fe y moral, una preparación teológica adecuada y una formación

permanente y constante. La pedagogía y la didáctica son importantes e

imprescindibles, pero lo es aún más el convencimiento de que su tarea docente es

una vocación, una llamada de Dios la cual requiere una base espiritual y una

unión, consonancia y amor eclesial.

5. UN SERVICIO A LA IGLESIA: UNA MISIÓN EN EL MUNDO.

Page 48: Trabajo De Grado

48

El Evangelio termina con un mandato de Jesús a los apóstoles (enviados): Id por

el mundo entero pregonando la buena noticia a toda la humanidad. El que crea y

se bautice, se salvará; el que se niegue a creer, se condenará (Mc 16,15-16). La

Iglesia («ecclesía», «asamblea», «convocación») la forman aquellos que van

recibido las aguas del bautismo. Es la familia de Dios. Y todos los bautizados

participan de la dimensión profética, sacerdotal y real de Cristo, que es Cabeza,

pero cada uno con su propia vocación y estado de vida. Debido a la presencia de

Cristo, que es la Cabeza de esta familia, y bajo los deseos de ser extendida la

voluntad del Padre, la Iglesia, se convierte así en misionera para el mundo.

La llamada de Dios nace de la unión con él e inserta en la comunidad eclesial, y

toda vocación es llamada a vivir de un modo concreto, capaz de comprometer la

propia vida y de cuestionar la vida del otro. La educación compromete en cuanto

que el deseo último es moldear en libertad el futuro del niño, del adolescente, del

joven... La formación es tomar forma, construir, configurar, ordenar. La formación

en la fe es un servicio que el cristiano hace a la Iglesia en la tarea de crear el pre-

sente y el futuro de los discípulos de Jesús, que han de dar razón de su fe en

medio del presente mundo e insertos en sociedades muy diversas. Se trabaja con

ellos como hermanos en la fe y se camina junto a ellos como compañeros en el

crecimiento, en la madurez de nuestra fe.

Tener un ministerio en la Iglesia significa servir a la Iglesia, realizar una misión

concreta dentro de la comunidad eclesial. El ministerio de profesor de religión en

el ámbito educativo, como los demás ministerios, está íntimamente relacionado

con la vocación, pues se ha de ejercer como un ejercicio y no meramente como

una técnica; se ha de ejercer por personas vocacionadas (llamadas por Dios y la

Comunidad), y no simplemente por necesidades particulares. La función de

profesor como ministerio en la Iglesia se convierte en ejercicio de servicio de la

Iglesia a la sociedad humana.

Page 49: Trabajo De Grado

49

6. EL PROFESOR DE RELIGIÓN: UN CRISTIANO DE LA COMUNIDAD

COMPROMETIDO EN LA ESCUELA.

La comunidad cristiana es el conjunto de creyentes en Cristo resucitado. Estos se

encuentran y conviven en familia para vivir en plenitud el bautismo y lo que ello

supone como seguidores de Jesús y como vocacionados. El profesor, como

cristiano, forma parte del cuerpo de Cristo que es la Iglesia, y como profesor de

Religión, es ante iodo un miembro cualificado de la Iglesia a la que pertenece, en

cuya comunidad camina y crece y en la que participa de su vida y misión. El es un

hermano más de la fraternidad eclesial. Es un miembro activo de la Iglesia desde

su tarea educativa. Él es el testigo en el aula de la fe que profesa y es enviado por

la misma comunidad a desempeñar su misión evangelizadora.

7. FAMILIA, PERSONAS Y VIDA45:

“La familia, patrimonio de la humanidad”, constituye uno de los tesoros más

importantes de los pueblos latinoamericanos. Ella ha sido y es escuela de la fe,

palestra de valores humanos y cívicos, hogar en el que la vida humana nace y se

acoge generosa y responsablemente. Sin embargo, en la actualidad sufre

situaciones adversas provocadas por el secularismo y el relativismo ético, por los

diversos flujos migratorios internos y externos, por la pobreza, por la inestabilidad

social y por legislaciones civiles contrarias al matrimonio que, al favorecer los

anticonceptivos y el aborto, amenazan el futuro de los pueblos. En algunas

familias de América Latina persiste aún por desgracia una mentalidad machista,

ignorando la novedad del cristianismo que reconoce y proclama la igual dignidad y

responsabilidad de la mujer respecto al hombre.

45 V CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO. La Familia. Op.Cit. p. 18 – 19.

Page 50: Trabajo De Grado

50

La familia es insustituible para la serenidad personal y para la educación de los

hijos. Las madres que quieren dedicarse plenamente a la educación de sus hijos y

al servicio de la familia han de gozar de las condiciones necesarias para poderlo

hacer, y para ello tienen derecho a contar con el apoyo del Estado. En efecto, el

papel de la madre es fundamental para el futuro de la sociedad.

El padre, por su parte, tiene el deber de ser verdaderamente padre, que ejerce su

indispensable responsabilidad y colaboración en la educación de sus hijos. Los

hijos, para su crecimiento integral, tienen el derecho de poder contar con el padre

y la madre, para que cuiden de ellos y los acompañen hacia la plenitud de su vida.

Es necesaria, pues, una pastoral familiar intensa y vigorosa. Es indispensable

también promover políticas familiares auténticas que respondan a los derechos de

la familia como sujeto social imprescindible. La familia forma parte del bien de los

pueblos y de la humanidad entera.

8. LA FAMILIA CÉLULA VITAL DE LA SOCIEDAD46. La importancia y la centralidad de la familia, en orden a la persona y a la sociedad,

está repetidamente subrayada en la Sagrada Escritura: «No está bien que el

hombre esté solo» (Cf. Gn 2, 18). A partir de los textos que narran la creación del

hombre (Cf. Gn 1,26 - 28; 2, 7 - 24) se nota cómo —según el designio de Dios— la

pareja constituye «la expresión primera de la comunión de personas humanas»47.

Eva es creada semejante a Adán, como aquella que, en su alteridad, lo completa

(Cf. Gn 2, 18) para formar con él «una sola carne» (Cf. Gn 2, 24; Mt 19, 5 - 6)48. Al

mismo tiempo, ambos tienen una misión procreadora que los hace colaboradores

del Creador: «Sed fecundos y multiplicaos, henchid la tierra» (Gn 1,28). La familia

46 CONFERENCIA EPISCOPAL DE COLOMBIA. COMPENDIO DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA. Capítulo V. LA FAMILIA, PRIMERA

SOCIEDAD NATURAL. Vol. 1, No. 209 – 214. Bogotá. Nomos. (2005). p. 139 – 142.

47 CONCILIO VATICANO II. Constitución Pastoral Gaudium et Spes, No. 12. Op.Cit. p. 179.

48 JUAN PABLO II. Catecismo de la Iglesia Católica, No. 1605. Bogotá. CELAM. 1992. p. 125.

Page 51: Trabajo De Grado

51

es considerada, en el designio del Creador, como «el lugar primario de la

“humanización” de la persona y de la sociedad» y «cuna de la vida y del amor»49.

En la familia se aprende a conocer el amor y la fidelidad del Señor, así como la

necesidad de corresponderle (Cf. Ex 12, 25 - 27; 13, 14 - 15; Dt 6, 20 - 25; 13, 7-

11; 1S 3, 13); los hijos aprenden las primeras y más decisivas lecciones de la

sabiduría práctica a las que van unidas las virtudes (Cf. Pro 1, 8 - 9; 4, 1 - 4; 6, 20

- 21; Sir 3, 1 - 16; 7, 27 - 28). Por todo ello, el Señor se hace garante del amor y de

la fidelidad conyugal (Cf. Ml 2, 14 - 15).

Iluminada por la luz del mensaje bíblico, la Iglesia considera la familia como la

primera sociedad natural, titular de derechos propios y originarios, y la sitúa en el

centro de la vida social: relegar la familia «a un papel subalterno y secundario,

excluyéndola del lugar que le compete en la sociedad, significa causar un grave

daño al auténtico crecimiento de todo el cuerpo social»50. La familia, ciertamente,

nacida de la íntima comunión de vida y de amor conyugal fundada sobre el

matrimonio entre un hombre y una mujer,51 posee una específica y original

dimensión social, en cuanto lugar primario de relaciones interpersonales, célula

primera y vital de la sociedad:52 es una institución divina, fundamento de la vida de

las personas y prototipo de toda organización social.

8. 1. LA IMPORTANCIA DE LA FAMILIA PARA LA PERSONA.

8. 1. 1. La familia es importante y central en relación a la persona.

En esta cuna de la vida y del amor, el hombre nace y crece. Cuando nace un niño,

la sociedad recibe el regalo de una nueva persona, que está «llamada, desde lo

más íntimo de sí a la comunión con los demás y a la entrega a los demás»53. En la

49 JUAN PABLO II. Exhortación Apostólica Christifideles Laici, No. 40. Roma. Biblioteca Vaticana. 1988. p. 30. 50 JUAN PABLO II, Carta a las Familias Gratissimam Sane. No. 17. Roma. Biblioteca Vaticana. 1994 p. 5 – 7.

51 CONCILIO VATICANO II. Constitución Pastoral Gaudium et Spes. No. 48. Bogotá. Paulinas. 1986. p. 185.

52 CONCILIO VATICANO II. Decreto Apostolicam Actuositatem, No. 11. Bogotá. Paulinas. 1986. p. 425.

53 JUAN PABLO II, Exhortación Apostólica Christifideles Laici, No. 40. Roma. Biblioteca Vaticana. 1988. p. 30.

Page 52: Trabajo De Grado

52

familia, por tanto, la entrega recíproca del hombre y la mujer unidos en

matrimonio, crea un ambiente de vida en el cual el niño puede «desarrollar sus

potencialidades, hacerse consciente de su dignidad y prepararse a afrontar su

destino único e irrepetible». En el clima de afecto natural que une a los miembros

de una comunidad familiar, las personas son reconocidas y responsabilizadas en

su integridad: «La primera estructura fundamental a favor de la “ecología humana”

es la familia, en cuyo seno el hombre recibe las primeras nociones sobre la verdad

y el bien; aprende qué quiere decir amar y ser amado y, por consiguiente, qué

quiere decir en concreto ser una persona»54. Las obligaciones de sus miembros no

están limitadas por los términos de un contrato, sino que derivan de la esencia

misma de la familia, fundada sobre un pacto conyugal irrevocable y estructurado

por las relaciones que derivan de la generación o adopción de los hijos.

8. 2. LA IMPORTANCIA DE LA FAMILIA PARA LA SOCIEDAD.

La familia, comunidad natural en donde se experimenta la sociabilidad humana,

contribuye en modo único e insustituible al bien de la sociedad. La comunidad

familiar nace de la comunión de las personas: «La “comunión” se refiere a la

relación personal entre el “yo” y el “tú”. La “comunidad”, en cambio, supera este

esquema apuntando hacia una “sociedad”, un “nosotros”. La familia, comunidad de

personas, es por consiguiente la primera “sociedad” humana»55.

Una sociedad a medida de la familia es la mejor garantía contra toda tendencia de

tipo individualista o colectivista, porque en ella la persona es siempre el centro de

la atención en cuanto fin y nunca como medio. Es evidente que el bien de las

personas y el buen funcionamiento de la sociedad están estrechamente

relacionados con «la prosperidad de la comunidad conyugal y familiar»56. Sin

54 JUAN PABLO II, Carta Encíclica Centesimus Annus. No. 39. Medellín. En: Revista Facultad de Derecho y Ciencias Políticas No. 90. (Jul. - Sep.

1990). U.P.B. p. 393 - 471.

55 JUAN PABLO II, Catecismo de la Iglesia Católica, No. 2206. Op.Cit. p. 168.

56 Ibíd. p. 168.

Page 53: Trabajo De Grado

53

familias fuertes en la comunión y estables en el compromiso, los pueblos se

debilitan. En la familia se inculcan desde los primeros años de vida los valores

morales, se transmite el patrimonio espiritual de la comunidad religiosa y el

patrimonio cultural de la Nación. En ella se aprenden las responsabilidades

sociales y la solidaridad.57

57 Ibíd. p. 169.

Page 54: Trabajo De Grado

54

CAPÍTULO III

EL DESAFÍO DE LA ESCUELA, COMO FORMADORA DE PERSONAS

1. EL MUNDO DE LA ESCUELA.

“Se entiende por escuela, todo colegio que educa en la fe católica. Todo en

ambiente de la escuela o de cualquier otro proyecto educativo, debe reflejar los

valores de la comunidad cristiana, como son el respeto y la estima a cada ser

humano, la hospitalidad y la acogida de todos, el testimonio vivo de la fe, la

esperanza y el amor”58.

“El profesor de religión es miembro activo de la Iglesia en y desde la tarea

encomendada. Se hace presente en el aula como testigo razonable de la fe,

enviado para enseñar en nombre de la Iglesia y desde ella. Es, al mismo tiempo,

forjador del pensamiento cristiano y de la inteligencia de la fe. El profesor de

religión es un creyente que, viviendo la fe, la escudriña, la explica y la propone”59.

1. 1. LA DIMENSIÓN RELIGIOSA DEL EDUCANDO: EL HOMBRE, SER

RELIGIOSO.

“En el currículo de la ERE se considera como finalidad específica: Educar la

dimensión religiosa de la persona en orden a su formación integral. En esta

finalidad de la ERE podemos destacar tres aspectos fundamentales que merecen

una reflexión: Por una parte se reconoce el rol educativo de la ERE; por otra, se

asume la concepción antropológica trascendente; y, por último, se ordena a la

formación integral, cuya expresión educativa es la identidad personal”60.

58 NERY, Israel José. Educación Religiosa de niños y jóvenes entre los desafíos de un mundo en cambio. Barcelona. En: Revista Cocilium. No. 297.

(Sep. 2002). Verbo Divino. p. 550 – 590.

59 BOTERO, Silvio. La Familia Auto-poiética en la Postmodernidad. Barcelona. En: Religión y cultura No. 233. ( Abr. – Jun. 2005). p. 341 - 358.

60 CORZO TORAL, José Luís. La Enseñanza Religiosa Escolar: Un Reto Pedagógico. Madrid. En: Teología y Catequesis. No. 49. (1994). p. 119.

Page 55: Trabajo De Grado

55

“La relación hombre-Dios no es una opción cultural, sino una dimensión

fundamental del hombre integral. La finalidad de la ERE no es sólo afirmar y

asumir la dimensión trascendente como factor integrante de la personalidad, sino

que se reconocen la necesidad de su educabilidad”61.

“El profesor, sobre todo en los niveles obligatorios, es fundamentalmente un

educador. Su función educativa trasciende a la de simple profesor, en su sentido

clásico. La tarea de educar le sitúa en una plataforma de cercanía, de amistad, de

comprensión, de acogida, etc. La razón de ser del profesor de religión, en cuanto

«vocacionado», «Ilamado» y «enviado» (missio) radica básicamente en ser testigo

confesante del mensaje que transmite. El profesor dispone de un camino seguro

para acercar a los jóvenes al misterio revelado por Dios, en cuanto es

humanamente posible”62.

1. 2. EL PROFESOR, MAESTRO DE LA DOCTRINA Y MORAL CATÓLICA:

“El profesor de religión se tiene que sentir interpelado en su actividad educativa

por la realidad personal y sociocultural del estudiante, de lo contrario la clase, no

sólo deja de ser significativa, sino que dejará de responder a la naturaleza misma

de sus fines, esto es: educar y formar. A él corresponde, por tanto, estar alerta a

los cambios y evolución que la modernidad conlleva, ya que ese es el ambiente en

que el estudiante debe realizar el diálogo con la fe y ser crítico desde la fe”63.

“Mientras el teólogo muestra a Dios ante sí mismo y ante sus hermanos en la fe, el

profesor de ERE muestra a la Iglesia, y en ella, el encuentro de los creyentes con

Dios, será el comienzo de su discurso, y de ahí la objetividad (y confesionalidad)

de su enseñanza. No se sentirán intimidados los inexpertos o alejados y asentirán,

por experiencia propia, los alumnos que se nutren de la fe de la Iglesia y la

61 Ibíd. p. 130.

62 Ibíd. p. 132.

63 VEGA, Herminio de la Red. Religión y Escuela, Universidad Teología. Madrid. En: Religión y cultura. No. 223. (Oct. – Dic. 2002). p. 569 – 589.

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maduran en la catequesis comunitaria, donde sí que es posible Ilevar esas

convicciones comunes hasta la oración, la experiencia religiosa y el compromiso

ético. Al contrario, la enseñanza religiosa escolar incita a todos a considerar las

cualidades de la fe, el esplendor de la revelación cristiana, como conjunto

maravilloso de lugares divinos en la historia humana, hasta culminar en Jesús,

reconocido como Señor por los cristianos”64.

“La formación religiosa y moral católica contribuye a la formación integral del

estudiante, desarrollando especialmente su capacidad trascendente, facilitándole

una propuesta de sentido para la vida e iluminando el fundamento de aquellos

valores comunes que hacen posible una convivencia libre, pacífica y solidaria”65.

2. RELACIÓN FE - RAZÓN, NÚCLEO DEL DESARROLLO DE LA EDUCACIÓN

RELIGIOSA.

“La enseñanza de la educación religiosa católica ayudará a los estudiantes a

abrirse camino hacia la Verdad universal y última que el hombre conoce al filo de

los acontecimientos históricos: la verdad de Dios en Jesucristo. Efectivamente, en

Cristo, el Verbo Encarnado, Dios se ha revelado plenamente a la humanidad, y se

ha acercado de modo definitivo a ella, dándole a conocer la verdad completa

sobre Dios”66.

“Ante todo, que Cristo llegue a ser el centro de la vida del profesor. El que es

llamado a enseñar a Cristo, debe buscar primero conocer a Cristo, descubrir su

rostro, como nos dirá el Papa en Novo Millenio Ineunte, llegar al encuentro con

Cristo. De este conocimiento amoroso brota el deseo de anunciarlo, de "mostrarlo"

64 CORZO TORAL, José Luís. La Enseñanza Religiosa Escolar: Un reto pedagógico. No. 49. Op.Cit. p. 128.

65 Ibíd. p. 589.

66 CONCILIO VATICANO II. Constitución Pastoral Gaudium et Spes. No. 22. Op.Cit. p. 181.

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57

al modo como sólo un testigo puede hacerlo, y de llevar a otros al "sí" de la fe en

el Señor”67.

“La enseñanza religiosa propone el Evangelio de Jesucristo y el acontecimiento

cristiano, a los jóvenes que desean abrirse a la fe y a profundizarla. El curso no

tiene por finalidad dar la fe, sino que respetando la fe como un don de Dios, que

se propone la libertad de cada uno; pone al estudiante en condiciones de poder

ejercer esa libertad”68.

3. LA DIMENSIÓN RELIGIOSA COMO RESPUESTA A LAS SITUACIONES

EXISTENCIALES.

3. 1. DISTINGAMOS ENTRE RELIGIOSIDAD, RELIGIÓN Y FE.

“La religiosidad es una actitud característica del hombre que aspira a un

significado total de la existencia y a una armonía íntima con el mundo y con la

vida. La religiosidad es una facultad presente como actitud de cada persona, por

tanto no va enseñada, sino educada, es decir, conducida mediante una consciente

y madura expresión. La religión es una forma concreta, que puede constatarse

histórica, cultural y socialmente, de relación del hombre con lo sagrado; es el

complejo de creencias y actos de culto que expresa la relación del hombre con lo

sacro y con la divinidad. Puede y debe ser objeto de enseñanza porque es posible

relevar los elementos esenciales que la componen (doctrina, normas, ritos) y la

distinguen de todos los demás tipos de experiencias culturales”69.

Se trata de una relación personal con Dios que produce una transformación

profunda de nuestra existencia; es una dimensión de la existencia misma. Entrar

en la gracia de Dios, significa entrar en esta relación de filiación, en la relación de

67 JUAN PABLO II. Catecismo de la Iglesia Católica No. 429. Op.Cit. p. 47.

68 ROBA, Catherine. Finalidades de la Enseñanza de la Religión. Madrid. En: Teología y Catequesis No. 52. (1994). p. 80 – 82.

69 GARCÍA REGIDOR, Teódulo. La religión como asignatura. Madrid. En: Religión y cultura. No. 223. (Abr. – Jun 2005). p. 713 - 730.

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amistad y de amor que viene de Dios mismo y es acogida libremente por el

hombre. Ello implica educarnos para establecer una nueva relación con los

demás: la fraternidad, la comunidad de los hijos de Dios, en la que todos se

sientan unidos en la común responsabilidad de alcanzar una salvación común.

“La familia es escuela del más rico humanismo. Para que pueda lograr la plenitud

de su vida y misión se requieren un clima de benévola comunicación y unión de

propósitos entre los cónyuges y una cuidadosa cooperación de los padres en la

educación de los hijos. La activa presencia del padre contribuye sobremanera a la

formación de los hijos; pero también debe asegurarse el cuidado de la madre en el

hogar, que necesitan principalmente los niños menores, sin dejar por eso a un

lado la legítima promoción social de la mujer. La educación de los hijos ha de ser

tal, que al llegar a la edad adulta puedan, con pleno sentido de la responsabilidad,

seguir la vocación, aun la sagrada, y escoger estado de vida; y si éste es el

matrimonio, puedan fundar una familia propia en condiciones morales, sociales y

económicas adecuadas. Es propio de los padres o de los tutores guiar a los

jóvenes con prudentes consejos, que ellos deben oír con gusto, al tratar de fundar

una familia, evitando, sin embargo, toda coacción directa o indirecta que les lleve a

casarse o a elegir determinada persona”70.

“Mas la verdadera educación se propone la formación de la persona humana en

orden a su fin último y al bien de las varias sociedades, de las que el hombre es

miembro y de cuyas responsabilidades deberá tomar parte una vez llegado a la

madurez”71.

“Que los bautizados se hagan más conscientes cada día del don de la fe, mientras

son iniciados gradualmente en el conocimiento del misterio de la salvación;

70 CONCILIO VATICANO II. Constitución Pastoral Gaudium et Spes. Dignidad del Matrimonio y de la Familia. No. 52. Op.Cit. p. 186.

71 QUINTANA, Alfonso. Declaración Gravissimum Educationis. La Educación Cristiana. Bogotá. En: Educación hoy No. 80 – 81. (Mar. – Jun. 1984). p.

14 – 25.

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59

aprendan a adorar a Dios Padre en el espíritu y en verdad, ante todo en la acción

litúrgica, adaptándose a vivir según el hombre nuevo en justicia y en santidad de

verdad, y así lleguen al hombre perfecto, en la edad de la plenitud de Cristo y

contribuyan al crecimiento del Cuerpo Místico”72.

“Puesto que los padres han dado la vida a los hijos, están gravemente obligados a

la educación de la prole y, por tanto, ellos son los primeros y principales

educadores. Este deber de la educación familiar es de tanta trascendencia que,

cuando falta, difícilmente puede suplirse. Es, pues, obligación de los padres formar

un ambiente familiar animado por el amor, por la piedad hacia Dios y hacia los

hombres, que favorezca la educación íntegra personal y social de los hijos. La

familia es, por tanto, la primera escuela de las virtudes sociales, de las que todas

las sociedades necesitan”73.

“Entre todos los medios de educación, el de mayor importancia es la escuela, que,

en virtud de su misión, a la vez que cultiva con asiduo cuidado las facultades

intelectuales, desarrolla la capacidad del recto juicio, introduce en el patrimonio de

la cultura conquistado por las generaciones pasadas, promueve el sentido de los

valores y prepara a la vida profesional”74. “El derecho a la libertad religiosa está

realmente fundado en la dignidad misma de la persona humana, tal como se la

conoce por la palabra revelada de Dios y por la misma razón natural”75.

“Cada familia, en cuanto sociedad que goza de un derecho propio y primordial,

tiene derecho a ordenar libremente su vida religiosa doméstica bajo la dirección de

los padres. A éstos corresponde el derecho de determinar la forma de educación

72 Ibíd. p. 2.

73 Ibíd. p. 3.

74 Ibíd. p. 5.

75 CONCILIO VATICANO II. Declaración Dignitatis Humanae. Sobre la Libertad Religiosa. Capítulo I. No. 2 Bogotá.Paulinas. 1986. p. 576.

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religiosa que se ha de dar a sus hijos, según sus propias convicciones

religiosas”76.

“La Iglesia, por consiguiente, fiel a la verdad evangélica, sigue el camino de Cristo

y de los Apóstoles cuando reconoce y promueve la libertad religiosa como

conforme a la dignidad humana y a la revelación de Dios”77.

“Deben esforzarse los fieles para que, en la sociedad civil, las leyes que regulan la

formación de los jóvenes provean también a su educación religiosa y moral en las

mismas escuelas, según la conciencia de sus padres”78.

“Depende de la autoridad de la Iglesia la enseñanza y educación religiosa católica

que se imparte en cualesquiera escuelas o se lleva a cabo en los diversos medios

de comunicación social; corresponde a la Conferencia Episcopal dar normas

generales sobre esta actividad, y compete al Obispo diocesano organizarla y

ejercer vigilancia sobre la misma”79.

“Hay jóvenes que, buscando una religiosidad más consciente, se preguntan por el

sentido de la vida y encuentran en el Evangelio la respuesta a sus inquietudes.

Otros, superando las crisis de indiferencia y duda, se acercan o retornan a la vida

cristiana. Estas realidades positivas son motivo para esperar que la religiosidad de

la juventud pueda crecer en extensión y profundidad80.

“Los educadores cristianos, como personas y como comunidad, son los primeros

responsables en crear el peculiar estilo cristiano. La dimensión religiosa del

ambiente se manifiesta a través de la expresión cristiana de valores como la

76 Ibíd. p. 5.

77 Ibíd. p. 12

78 CÓDIGO DE DERECHO CANÓNICO. La Escuela. Capítulo 1, No. 796. Madrid. Ed. Católica. 1984. p. 412.

79 Ibíd. p. 412.

80 QUINTANA, Alfonso . La Educación Cristiana. Primera parte. No. 18. Bogotá. En: Educación hoy No. 80 – 81. (Mar. – Jun. 1984). p. 14 – 25.

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palabra, los signos sacramentales, los comportamientos, la misma presencia

serena y acogedora acompañada de amistosa disponibilidad”81.

“De la escuela-comunidad forman parte todos los que están comprometidos

directamente en ella: profesores, personal directivo, administrativo y auxiliar; los

padres, figura central en cuanto naturales e insustituibles educadores de sus hijos

y, los alumnos, copartícipes y responsables como verdaderos protagonistas y

sujetos activos del proceso educativo”82.

“También los educadores laicos, no menos que los sacerdotes y religiosos,

aportan a la escuela católica su competencia y el testimonio de su fe. Este

testimonio laical, vivido como ideal, es ejemplo concreto para la vocación de la

mayoría de los alumnos”83. “Los padres son los primeros y principales educadores

de sus hijos. La escuela es consciente de ello. Más no siempre lo son las familias.

La escuela, en este caso, asume también el deber de instruirlos. Todo lo que se

haga a este respecto será poco”84.

“No hay que extrañarse de que los alumnos lleven a la clase lo que oyen o ven en

los modelos de pensamiento y de vida de la gente. Son portadores de las

impresiones recibidas de la «civilización de las comunicaciones». Algunos, quizá,

demuestran indiferencia e insensibilidad. Los programas escolares no tocan estos

aspectos, pero el profesor los tiene muy presentes”85.

81 Ibíd. p. 26.

82 Ibíd. p. 32.

83 Ibíd. p. 37.

84 Ibíd. p. 43.

85 Ibíd. p. 71.

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