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// 183 Año 1, Nº 1, 2012 // Damian Lambusta* Polí�cas públicas des�nadas a la niñez y la adolescencia en situación de calle. La experiencia de APINAR La siguiente inves�gación intenta explorar el nivel de las polí�cas pú- blicas locales, cuando en nuestro país sucedían una serie de cambios estructurales a nivel Estado-Nación que afectarían el modo de hacer y ges�onar polí�cas de niñez y adolescencia. Cambios que producían ten- siones con la incorporación de tratados garan�stas en nuestra Cons- �tución y el desmantelamiento del aparato Estatal, paradójicamente, como garante de dichos derechos. Para ello nos proponemos recons- truir aquellas instancias previas a la consolidación del programa APINAR, como polí�ca de Estado municipal para la niñez en situación de calle, que de alguna forma cristalizó ciertas prác�cas y posturas ideológicas, que en materia de niñez se venían desarrollando por parte de algunas ONGs en la ciudad de La Plata. Entendiendo que el proceso de formación de una polí�ca pública conjuntamente con la sociedad civil es un proce- so complejo y conflic�vo, que admite una disputa por la definición de la cues�ón pública. Palabras clave: Polí�cas Públicas; Niñez y Adolescencia; Estado; Sociedad Civil. * Estudiante avanzado de la Licenciatura en Sociología, UNLP. Miembro del Programa “Ni- ñez, DD.HH y Polí�cas Públicas”, Secretaría de Extensión de la Facultad de Ciencias Jurídi- cas y Sociales de la UNLP. Miembro del Centro de Estudios para el Cambio Social. Militante del Frente Popular Darío San�llán. Correo electrónico: [email protected] Ar�culos: Resumen

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//183Ao 1, N 1, 2012// Damian Lambusta*Polcas pblicas desnadas a la niez y la adolescencia en situacin de calle. La experiencia de APINARLasiguienteinvesgacinintentaexplorarelniveldelaspolcasp-blicaslocales,cuandoennuestropassucedanunaseriedecambios estructuralesanivelEstado-Nacinqueafectaranelmododehacery gesonar polcas de niez y adolescencia. Cambios que producan ten-siones con laincorporacindetratadosgaranstasennuestraCons-tucinyeldesmantelamientodelaparatoEstatal,paradjicamente, comogarantededichosderechos. Paraellonosproponemosrecons-truir aquellas instancias previas a la consolidacin del programa APINAR, comopolcadeEstadomunicipalparalaniezensituacindecalle, quedealgunaforma cristalizciertasprccasyposturasideolgicas, queen materia de niez se venan desarrollando por parte de algunas ONGs en la ciudad de La Plata. Entendiendo que el proceso de formacin de una polca pblica conjuntamente con la sociedad civil es un proce-so complejo y conicvo, que admite una disputa por la denicin de la cuesn pblica.Palabras clave: Polcas Pblicas; Niez y Adolescencia; Estado; Sociedad Civil. * Estudiante avanzado de la Licenciatura en Sociologa, UNLP. Miembro del Programa Ni-ez, DD.HH y Polcas Pblicas, Secretara de Extensin de la Facultad de Ciencias Jurdi-cas y Sociales de la UNLP. Miembro del Centro de Estudios para el Cambio Social. Militante del Frente Popular Daro Sanlln. Correo electrnico: [email protected]:Resumen //184 IntroduccinElsiguientetrabajoeselresultadodeunainvesgacin realizadaen elmarcodeltallersobreSeguridades,JusciasyDerechosdictado por la Dra. ngela Oyhandy Cio, correspondiente a la Licenciatura en Sociologa de la Universidad Nacional de La Plata, provincia de Buenos Aires, Argenna.El mismo, es una primera aproximacin en lareconstruccin de la histo-ria y el desarrollo de un programa local para el abordaje de chicos y chi-cas en situacin de calle que se implementaraen la ciudad de La Plata entre los aos 1999 y 2005. El programa denominado, en principio, Chicos de la Calley que luego llevara el nombre de APINAR (Atencin y Promocin Integral a la Niez y Adolescencia en Riesgo) consis en una propuesta que surge en un m-bitocomnentre autoridadesqueen sumomentogobernabanel Mu-nicipio de La Plata yorganizaciones de la sociedad civil (OSC) abocadas enmateriadeniezyadolescencia,espaciostedenominadoConsejo Intersectorial del Nio. Enprincipiolosobjevosdelasiguienteinvesgacinsonpartedelas preocupaciones por explorarqu suceda en el nivel de las polcas lo-cales(elnivelmicrodelapolcapblica)mientrasennuestropasse sucedan una serie de cambios estructurales a nivel Estado-Nacin que afectaran de forma directa el modo hacer y gesonar polcas de niez y adolescencia desde el Estado. Cambios (a nivel macro) que permian una tensinentrela incorporacin de tratados garanstas como lo fue laincorporacindelaCIDN(ConvencinInternacionaldelosDerechos del Nio, ao 1989) en nuestra reforma constucional de 1994 y el des-mantelamientodelaparatoEstatal,paradjicamente,comogarantede dichos tratados, de dichos derechos. Qu pasara entonces en aquellas instancias oniveles que de alguna forma deberan resolver esta tensin en sus prccas o polcas concretas?Porotrolado, sepretendeecharluzsobrelarelacinentrepolcas pblicasy polcalocal,esdecir,poderreconstruiraquellasinstancias previas a la consolidacin del programa APINAR, como polca de Estado Arculos://185municipal,que de alguna formacristaliz algunas de las prccas y pos-turas ideolgicas queen materia de niez se venan desarrollando por parte de algunasOrganizaciones no gubernamentales (ONG de ahora en ms) en la ciudad de La Plata. Entendiendo que el proceso de formacin de una polca pblica con parcipacin de organizaciones de la socie-dad civil es un proceso complejo y conicvo que admite una disputa por la denicin de la cuesn pblica.La importancia del presente trabajo radica, por un lado en rescatar una experiencialocalquenospermitecomplementarotrosestudiosreali-zadosanivelmacroenlamismalneadeinvesgacinyporotrolado contar con las parcularidades del caso propias de una ciudad con una vasta tradicin de militancia en materiade derechos humanos y organis-mos en defensa de los derechos de los nios, nias y los adolescentes, especialmente con la vueltaa la democracia en nuestro pas despus de la lma dictadura militar de 1976. Cabedestacarquelareconstruccinabajodesarrolladaenelaslimi-tacionespropiasdehabersidorealizadaaparrdecuatroentrevistas a operadores y operadoras del programa APINAR y una entrevista rea-lizadaauncoordinadordelprogramaqueasuvez eraintegrante,en ese momento, de una de las ONG que parcipaban en el Consejo Inter-sectorial del Nio. Por lo cual no contaremos,con la versin o punto de vista de funcionarios,ni representantes del Ejecuvo municipal propio de la poca en que se desarroll el programa. Esentoncesaparrdestasentrevistasydelaulizacindelmtodo comparavo constante que se conforma el cuerpo de estainvesgacin y las conclusiones que se presentarn al nalizar el presente trabajo. Estado ypolcas pblicas: El surgimiento de APINAR en el marco de los 90, reformas en el Estado yparcipacin de la sociedad civil en la gesn de los problemas pblicos Debemos aqu reconstruir en forma sintca el contexto socio-histri-co previo y en el quese inscribe el surgimiento del programa APINAR. Polcas pblicas desnadas a la niez y la adolescencia ... //186El programa se inicia en el ao 1999 en el municipio de la ciudad de La Plata, para lo cual debemos tener en cuenta los cambios producidos en el Estado a parr de la aplicacin de las polcas neoliberales por parte del menemismo en la dcada del 90 y mas especcamente el cambio de paradigma legal en cuanto al tratamiento de la niez y la adolescen-cia con a introduccin de la Convencin Internacional de los Derechos del Nio (CIDN) en nuestra Constucin Nacional (reforma de 1994). Enprincipiocomorasgocentral,entretantasotrasquesedaraneny desdeelEstado,deseamosrescataraquellasmodicacionesquecree-mosafectarondirectamenteyenformaprofunda larelacinentreel Estado y la Sociedad Civil. Por eso hablamos en principio de descentrali-zacincomo posibilidad de desestructuracin de un Estado central con polcas pblicas universales que abrira paso al nuevo paradigma de la polca social focalizada o degerenciasocial, promoviendo las capaci-dades de las OSC (Organizaciones de la Sociedad Civil)para elaborar pro-yectos sociales e implementarlos en base a una coordinacin de redes. (Garca Delgado, 1997)Las entrevistas realizadas dan cuenta de que por esos aos el gobierno delaprovinciadeBuenosAiresincrementlasbecasconlosHogares Convivenciales con los que tena convenios, en el marco de la descali-cacindelEstadopropiadelclimadepoca,perotambinasuvezen unaclaradescalicacinhacialaguradelosmacro-instutos.Quizs como uno de los primeros pasos en la desestructuracin del andamiaje instucional del sistema de Patronato vigente hasta el momento en di-cha provincia.De esta manera se alentabala acvidad de los pequeos hogares que seguan siendo funcionales a los tribunales, en tanto y en cuanto slo vean en ellosmicro-instutos a los cuales se lestransfera el trabajo antes desarrollado por el propio Estado.Tambin podemos introducir como un segundo elementopropicio a la creacin de este nuevo espacio pblico,la fuerte prdida de credibilidad en la clase polcaobligada entoncesa replantearse nuevas formas de parcipacindelaciudadanaenlosasuntoscomunesmsalldelos tradicionales canales pardarios (Garca Delgado, 1997), sin dejar de fo-mentar la co-responsabilidadcon un mejoramiento de la capacidad de gesn social de los gobiernos locales. (Arroyo, 1997) Arculos://187Entonces nos encontramos con un nuevo espacio de denicin de pol-cas pblicas y agendas de gobierno que en principio estara determi-nada por las inquietudes y propuestas de las OSC. Ahora bien, cuando hablamos de reformas que alientan la descentralizacin y parcipacin de las organizaciones podemos hacerlo teniendo en cuenta que por un lado no siempre se interviene en la etapa de implementacin o geren-ciadeunprogramayporotrolado,y anterioraesto,haydiferentes momentose instancias de intervencin sin que por ello signique si o si una incidencia real de las organizaciones en los programas de gobier-no, parece conveniente reservar el trmino incidencia para las inter-vencionesquecambianelcontenidooalteranelcursodelapolca pblica en algn sendo. (Leiras, 2007) Podemossumar unelementomscomplejo,omspolcoan, que ene que ver conel juego de las fuerzas sociales, fuerzasante las cuales los gobiernos nunca se comportan pasivamente dejando librado a ellas la denicin de la cuesn pblica, como sosene Aguilar Vill-anueva los gobiernos intervienen estratgicamente en la vida pblica tratandodedarforma alascuesonesalaluzdesusposibilidades reales de intervencin. (Aguilar Villanueva, 1992: 37)Las ONGs locales por esa poca se encontraban discuendo y plantean-donuevasprccasacordesalosnuevosparadigmasdesdedndese pensabala niez. Las ONGslograron cristalizar un espaciomixto dentro del municipio denominado Consejo Intersectorial del Nio, desde donde poder incidir no slo sobre los recursos o programas que afectaban a los niosquevivanensushogaressinotambinpensaryaccionarhaca aquellos a los cuales no se estaba llegando desde sus prccas, pero so-bre todo buscaban parcipar acvamente en el diagnsco de la situa-cin aportando soluciones basadas en sus experiencias concretas. Entre mediados y nales de la dcada del 90 se produce una gran emer-gencia de chicos y chicas en situacin de calle en la ciudad, esto es visua-lizado por las ONGs que advierten que ya no slo deban aportar desde el trabajo realizado en sus hogares puertas adentro, sino que era necesario salir en ayuda de esa poblacin que irrumpa pobre y pauperizada en el espacio pblico local a buscar el recurso que antes era garanzado, casi en su totalidad, por los adultos del hogar. Esta situacin instaurada en el Polcas pblicas desnadas a la niez y la adolescencia ... //188radio cntrico o en las entradas de la ciudad ameritaba una polca de Estado que pudiera hacer frente a tamaa tarea, la creacindel Consejo Intersectorial del Nio fue el primer logro en este sendo ya que ste se-ra el espacio desde dnde exigir al Estado municipal la implementacin deunapolcapblicadesnadaalosprincipalesdamnicadosdelos aos del Neoliberalismo. La problemca ya era parte de la denominada agenda pblica, enten-diendo la formacin de una agenda pblica como un proceso mediante elcuallasdemandasdevariosgruposdelapoblacinsetransforman enasuntosquecompitenporalcanzarlaatencin delasautoridades pblicas, por lo tanto los problemas de la polca son entonces construc-ciones sociales que plasman concepciones parculares de la realidad. Ennuestrocaso deestudioelrolclave,enelsurgimientoylaimple-mentacin de APINAR, lo cumplen bsicamente algunas de lasONGs.Mira al principio fue esencial porque sin el empuje de Esos locos bajitos, de Cajade1, jams se hubiese pensado este programa, por-que el municipio hubiese pensado cualquier otra cosa, de hecho... dehecholopens,paraleloanuestraimplementacinseestaba armandotodoloqueeraeldisposivodeControlUrbanoacen laciudad,entonces...tengodosimgenes,cuandoAlak2inaugura nuestro programa a la semana saca 20 patrullas de Control Urbano a la ciudad. Y tena que ver con una preocupacin por el espacio p-blico, porque la gente en pleno 1 a 13no tenia ganas de ver pobres en los cafs, en los restaurantes, en las esquinas, entonces hace dos cosas implementa el programa y llena la ciudad de patrullas de Con-trol Urbano. (Marta, operadora)4Arculos:1. Haciendo referencia al sacerdote Carlos Cajade del Hogar de la Madre Tres Veces Admirable. Unade las primeras obras en la ciudad que comienza a realizar un trabajo con chicos y chicas ensituacindecalle.Lamodalidaddetrabajodelamismaserealizadesdeunenfoquede PromocinyProteccindederechos,esdecir,desdeelllamadoNuevoParadigmaque alentaba la desarculacin del Patronato.2. Julio Csar Alak, por entonces Intendente de la ciudad de La Plata desde el ao 1991.3. El llamado 1 a 1 enArgenna reere al perodoeconmico en el cual el po de cambio de la moneda equiparaba un peso argenno con un dlar estadounidense. 4.Losnombres ulizadosenlascitasdelasentrevistasnose correspondenconlosnombres reales de los entrevistados//189Ser necesario entonces destacar el carcter del Estado y sus polcas pblicas en una perspecva histrica que de cuenta de los cambios pro-ducidos en ellas pues toda polca estatal es una toma de posicin del Estado frente a una determinada cuesn socialmente problemaza-da.(ThwaitesRey,2005:30).Segnestaautora laspolcas pblicas sernpinceladas en relievede una trama social tejida alrededor de un tema destacado, ser el Estado ese entramado complejo y contradicto-rio que reeja las cristalizaciones de interesesde los diferentes actores de la sociedad civil.5 Siguiendoesta lneainterpretavaveremosqueensumomentolas instuciones de bienestar fueron la respuesta estatal a la movilizacin de las clases populares,esas soluciones son unpunto desuturaque congela, al instucionalizarlo, el problema social planteado por el sec-torque emprendi la lucha, dejando de ser un problema para conver-rse en una instucin pblica. Cardarelli y Rosenfeld tambin dan cuenta de la forma en que son pro-cesadas y cristalizadas las demandas de las OSCen el Estado, por lo cual para las autoras los productos deestos encuentros son listados de ne-cesidadesypropuestasque,aunquepudiesen haberatravesadoensu formulacinprocesosconicvosycuesonadoresalcontextosocio-polcoyeconmico,sonprocesadasnalmentecomodemandasque sernabsorbidasportodoslosactores,esquivandolastensionesque conenen. (Cardarelli y Rosenfeld, 2000: 55)Entonces, siguiendo a Thwaites Rey, el Estado es una forma y un lugar-momento dela lucha de clases, sin olvidar su naturaleza capitalista. Se trata de recuperar aquello que denido en trminos de lo colecvo, re-ere a la dimensin de lo pblico, lo remite a los intereses mayoritarios confrontando la lgica excluyente y desigualadora del capital.Por otra parte necesitamos dar cuenta del contexto de puesta en vigen-cia de la CIDN y su incorporacin en la legislacin nacional, porque nos 5.DesesmandolaideadeEstadocomoarenaneutralorbitroimparcialquesoluciona conictos y aceptando su carcter de garante de lasdesiguales relaciones capitalistas.Polcas pblicas desnadas a la niez y la adolescencia ... //190encontramosdesdeunprincipioenunparadjicoescenariodedeni-ciones y construccin de una niez que poco ene que ver con el marco polco de la poca.CostayGagliano(2000),destacanlaspolcascontradictoriasquese dan a parr de los 90 con la incorporacin de la Convencin Interna-cionaldelosDerechosdelNioylavigenciadeladenominada Ley Agote 6,subrayandolaconnuidaddelosprocesosdeminorizacin de la infancia y develando la estructura clasista de la minoridad en tan-tolasconductasdelospobresestnsujetadasalajusciayladelos nios por las miradas terapucas.LaCIDNcorrespondeaunmomentoenelquesetratadeconstruiral nio sujeto de derechos7 a la vez que el momento polco y cultural es el de emergencia de una ideologa individualista, neoliberal,que ataca alEstadodeBienestarparadesmantelarloytransferirlaestructurade servicios pblicos al sector privado. El nio y nia sujetos de derechos se enfrentan a un Estado debilitado que paradjicamente le debe garan-zar sus derechos (Bustelo, 2007: 103)Tambin para Llobet La CiDN ha sido redactada y suscripta en un con-textodeprivazacindelaspolcassocialesydedesmantelamiento del Estado de Bienestar. Se confeccion como instrumento para instuir y regular los derechos de ciudadana de un grupo social-la infancia y la adolescencia-quecarecahastaentonces(plenamente)deellos,enel mismo momento histrico en que el Estado que deba garanzarlos y sa-sfacerlos era desmantelado. De esta manera se instuy y legaliz, por aadidura, el campo para la gesn privada de esos derechos traducidos en problemas. (Llobet, 2010: 53)Arculos:6. As tambin se denomina a la Ley de Patronato (N 10.903) de 1919,por la cual los nios en situacin de abandono, riesgo material o moral, vcmas de violencia o en general formando parte de malas familias, familias mal constuidas o, por decirlo de otro modo, familias que noseadecuaranalmodelomdicolegal,eranconsideradosmenoresensituacinirregular y,porlotanto,objetosdetutelaporpartedelEstadoatravsdeljuezque,consufacultad discrecional absoluta vena a ocupar el lugar del padre que no haba. 7. En contraposicin al nio comoobjeto de derechospropio del paradigma del Patronato.//191Callejeadas: contexto y experiencias previasUnodelosrasgosquecaracterizalaconformacindeAPINAResla conuenciadetresactoresprincipalesenlacreacinyeldesarrollo del programa; el Municipio de La Plata, las ONGs (u Hogares como sue-len llamarlos los entrevistados) y los operadores/trabajadores que lo llevaron a cabo. Los tres en diferentes momentos y de manera interre-lacionadafuerondandoformacondiferentesmacesalasinterven-ciones sobre los chicos y chicas que se encontraban, en ese momento, en situacin de calle en dicha ciudad. Es muy importante el lugar que ocupanlasprccasdelostrabajadoresylastrabajadorasenelde-sarrollo del programa, cabe destacar que en su mayora fueron selec-cionadosluegodehabersidopropuestosporlasONGsdesdedonde venantrabajandoconniezyadolescenciaenriesgo,yaseadesde sus prccas militantes, rentadas o no, su vocacin por este trabajo le imprime al programa un espritu que va mas all de lo formal propio de un programa o un decreto que le diera idendad en el organigrama del estado municipal. Enalgunasentrevistaslosoperadoresyoperadorashacenreferencia asusexperienciaspreviasenlasorganizacionesdedndeprovenan, rescatando o marcando una connuidad con la militancia y las prc-cas que las mismas haban desarrollado con la vuelta de la democracia enlos80.UnadelasapuestasdentrodelConsejoIntersectorialdel nio fue reotar y rescatar una de aquellas prccas denominadas ca-llejeadas como polca de Estado.Noce (2008) da cuenta de estas primeras experiencias con la vuelta de lademocraciaEn1986,elConsejoProvincialdelMenorencopar-cipacin con UNICEF Argenna y dos ONGs puso en funcionamiento un programa de asistencia a chicos de la calle, denominado Mundo Nuevo ...elproyectoseintegrdeaccionesenglobadasbajoladenominacin de Callejeada. As contemplaba la idencacin de menores en las calles por parte de operadores municipales que recorran los espacios urbanos de cada municipio La Plata y Baneld. (Noce, 2008: 6)Podemosentoncesrealizarunamiradaretrospecvaparapoderverel marco en el que se inscriben estas modalidades de intervencin, enten-Polcas pblicas desnadas a la niez y la adolescencia ... //192diendoquenosetratabandeprocesosaisladosenunarealidadlocal, y que aquello a lo que se intentaba apuntar tena un anclaje real en ex-periencias anteriores,segn Valeria Llobet A inicios de los ochenta, la matriz que moldeaba las acciones respecto de las nias y nios en situa-cin de calle se encontraban en la educacin popular y la pedagoga de la liberacin, herencia del trabajo de base de los setenta. El trabajo se rea-lizaba en el espacio callejero, intentando bsicamente suplir a la escuela. Estas prccas, desarrolladas desde la sociedad civil, fueron inicialmen-te incorporadas por las instuciones del Estado, y luego abandonadas y cuesonadas como inecaces. (Llobet, 2010: 43)En los aos de surgimiento de APINAR podemos ver que a nivel nacional tambin se estaban retomando estas prccas. En 1990desde el Consejo Nacional del Menor y la Familia se cre como programa especco el Pro-grama Chicos de la Calle, que integr a operadores de calle que trabajaban de forma espontnea, voluntaria o como parte de organizaciones de la so-ciedad civil desde la recuperacin de la democracia. (Llobet, 2010: 44)Es entonces de esta manera como podemos complementar con lo ocu-rridoenelnivellocalaquelloquefueratambinensayadodesdela esfera provincial y nacional con respecto a las prccas de Callejeadas. Enlasentrevistasexistelareferenciaconrespectoalastradiciones demilitanciaenDD.HHqueposeanquienesdesdediferentesespa-cios empezaron a trabajar en pos de la implementacin de la CIDN en nuestra provincia y nuestra ciudad, stas ONGsse forman despus de la lma dictadura, con todo lo que implicaba la reivindicacin de los derechos humanos de los chicos, muchos eran militantes de derechos humanos que desnaban sus esfuerzos militantes al abordaje de la ni-ez y la adolescencia en situacin de calle. La composicin de APINAR:trabajo y militanciaEl recorrido previo de los operadores da cuenta de aquellos espacios que fueron de alguna manera pregurando lo que sera APINAR, como pol-capblica,consusdiagnscos,consusexperienciasyentoncesas poder entender de qu manera se integraron los trabajadores y trabaja-Arculos://193doras al programa, cul era su vinculacin con las ONGs y tambin con el Ejecuvo municipal. Desde el inicio, en los relatos, se advierte como se planteaban posiciones de disputa al interior de los espacios que se com-paran con el Ejecuvo municipal, no slo se reclamaban recursos para los chicos que se abordaban desde los hogares sino que ya se demostra-ba un inters y una preocupacin por abordar aquellos a los cuales an no haban llegado desde sus prccas militantes. Resultainteresantelaseleccindelosoperadoresylasoperadorasde APINAR porque conene algunos elementos novedosos en lo que respec-ta a un proceso de este po. En primer lugar resulta llamavo que si bien la convocatoria no parece haber sido una convocatoria abierta en forma masiva el slo hecho de haber contemplado un llamado y una seleccin (interna, como la llama una entrevistada) mediante concurso ya muestra una diferencia con respecto a las formas de ingreso picas en las admi-nistracionespblicasmunicipales,dndequizsseprioricenrelaciones de amistad, familiares o de favores. De todos modos el acceso a esa con-vocatoriaponealdescubiertolasredesdelasqueeranpartequienes luego fueron seleccionados, redes de militancia, laborales o de formacin acadmica. Quienes ingresaban de alguna u otra manera se conocan pre-viamente o conocan el lugar de dnde venan recomendados.Resulta ms que evidente que los operadores del programa haban ele-gido estar ah, nadie los obligaba, nadie deba convencerlos, era un mo-mentodecristalizacindeaquelloenloquecreanydeaquelloporlo cualtrabajabandesdesusespaciosdemilitancia,desdelosHogaresde losqueformabanparte.Esinteresantepodermostrarlasexpectavas con las que llegaban al programa porque de alguna manera ese lugar fue el que luego les gener mayor acercamiento o mayor distancia con res-pecto al Ejecuvo municipal, a las propias ONGs e inclusive con sus pro-pios compaeros de APINAR. Queda planteada su condicin de militantes y trabajadores, ambas convivan y no necesariamente eran excluyentes.Esnotableescucharalosentrevistadoshacerreferenciaalprograma ulizando otras deniciones que lo alejan de lo formal propio de la lgica estatal-municipal.Unadelascategorasulizadasesladeproyecto, marcandounaclaradiferenciaqueincluyeuncarctermspolco-ideolgicoa losocio-asistencialque contemplara el APINAR pensado Polcas pblicas desnadas a la niez y la adolescencia ... //194en el escritorio como polca municipal.Encontramos en las denicio-nes la necesidad de presentar lo que fue dicha experiencia en trminos de aquello que no puede denirse como un trabajo ms, de aquello que no puede rescatarse como una mera asistencia a la poblacin abordada por el programa durante aquellos aos. Y bueno, en lo formal fue un programa que se hizo... se implement en forma conjunta entre la Municipalidad y Hogares de La Plata que parcipaban del Consejo Intersectorial. Pero para los que trabajamos ah ms que un programa fue un proyecto (nfasis), un proyecto que aspiraba y que apuntaba a un montn de cosas, un proyecto en el que nosotros creamos y que si bien cuando empezamos haba como una base,nosotrostambinfuimoscrendoloamedidaquelobamos haciendo.(Nadia, operadora)Segn las operadoras y los operadores de APINAR ser parte de ese proyec-to, como dijramos arriba, no era un trabajo ms, para todos era un pro-yecto polco, ideolgico, era casi como una militancia, dnde el marco formal del municipio de alguna forma le quitaba esa pureza del accionar militante y le impona cierto coto al desarrollo del proyecto ideolgico de los trabajadores y trabajadoras. APINAR llega a ser denido como lo cen-tralennuestrasvidas,eraelmomentoenelquesehacaposibleuna polca de Estado pensada y desarrolladadesde los trabajadores. Aqu encontramos a lo largo de los relatosuna doble percepcin con respectoaserpartedelEstadomunicipal,comomencionramosan-teriormente,porunladoladesconanzaconrespectoaincorporarse enlaslgicasestatalesproviniendodeespaciosmilitantescaracteri-zados por la demanda y la denuncia hacia estas lgicas,pero a su vez una posiva visin con respecto a estar construyendo polcas pblicas desdeaquellasexperienciasacotadasdelmbitodelasONGsdelas cualesprovenan.Losrelatosmuchasvecesdancuentadelapreocu-pacinporachicarlasdistanciasentresusconcepcionesideolgicas, sus prccas y sus posibilidades de que las mismas se consoliden como polcas pblicas. Todo el equipo tenia como una voluntad, pero una voluntad cons-ciente, no era una cuesn voluntarista, si una intencin estratgi-Arculos://195ca,polca terica, porque nosotros leamos mucho sobre el tema, deintentartrabajardesdemarcosdisntos,eintentarllevarloa las praccas, desde una lgica ms compleja intentar comprender lo social, eso s, el equipo tenia mucha mpetu por la construccin de alternavas de intervencin. Nosotros discuamos un montn, nos juntbamos los viernes a la noche, leamos, producamos do-cumentos e intentbamos generar discursos y prccas disntas. (Marta, operadora)La irrupcin de la pobreza en el espacio pblicoDar cuenta de las experiencias previas, las instancias de parcipacin y los recorridos que fueron gestando desde diferentes lugares la apari-cin de APINAR de una forma esquemca nos permi poder separar enformaanalca,ymomentnea,aquelloqueentodomomentose presentaenformaconjuntaeinterrelacionada.Complejizandolalec-turaser necesario entonces poder entender que estos actores no se comportaron siempre de manera unvoca ni mucho menos en bloques estancos frente a los otros. Es decir, no podemos hablarde los opera-dores, del Ejecuvo municipal y de las ONGs como si hablramos de homogeneidades y como si al interior de los mismos no nos encon-trramos con diferencias y tensiones. Por ejemplo, con respecto a las organizaciones no gubernamentales en lasentrevistaspodemosencontrarunaclasicacinquelasdiferencia de acuerdo con sus preocupaciones, los diagnscos sobre la situacin de los chicos y la perspecva de abordaje desde la cual se ubicaban. Al-gunas de ellas son presentadas desde una impronta garansta de dere-chos,otrasmsasistencialistas/tutelares,yotrasconundiagnscoy una fuerte preocupacin centrada en la explotacin sexual de la infancia en situacin de calle.Ladiversidaddemiradasnosaportanunacomplejidadanmayorala hora de abordar la resolucin de las problemcas, ya que los diferentes puntos de vista hacan que, si bien se poda diagnoscar en forma con-junta,ladisputaporlaformaenlaquelosrecursoseranvolcadosala Polcas pblicas desnadas a la niez y la adolescencia ... //196poblacin afectada marcaba claros posicionamientos. Sin dejar de men-cionarquemuchasveceslaausenciadeposicionamientos,comosola ocurrir con los funcionarios del Ejecuvo municipal,tambin signicaba, por omisin, una postura frente a los dems actores.Entonces empezamos a plantear esto, para resolver la situacin de fulano de tal, que necesitamos?, una casilla, un terreno, la inclusin de un espacio de trabajo, digo eso en general porque despus haba cosas mas nitas. Se le vuelve en contra porque tenan que seguir poniendoguitaynoestabaladecisinpolcaderesolverelpro-blema, ah empezamos a ver que la gran preocupacin (nfasis), era legimar un espacio social limpio. (Coty, operadora)Uno de los hallazgos ms importantes que se pueden presentar a parr de las entrevistas realizadas, ene que ver con esta convivencia de inte-resesquepormomentosparecancoincidiryquepormomentosapa-recancomo enveredas opuestas. Todos los integrantes del Programa APINAR y los actores que inuan en el desarrollo del mismo comparan unobjevo:reducirlapresenciadechicosychicasensituacindeca-lle.Ahorabien,loslugaresdesdedndeseplanteabaesteobjevoy lasformasdeintervenirparalograrloeranmuchasvecesdismiles.Si biennopodemospresentar,comodijimosanteriormente,unproyecto de los trabajadores versus uno del Municipio o uno de las ONGs, lo que s podemos hacer es dilucidar algunas lgicas con las cuales se pensaba el programa y las formas de intervencin. Formas que se volvanmuchas veces contradictorias con otras intervenciones del propio Estado y mu-chas otras vecesambiguas o difusas: Yo creo que se conjugan las dos cosas, una inquietud real de ellos por esa emergencia de pibes en situacin de calle, imaginate gobier-no de Alak, se les haba estallado... las entradas de la ciudad estaban llenasdepibes,ahoraescomoqueestamuchomsnaturalizado pero imaginate hace diez o quince aos atrs, pleno menemismo, la pobreza no era un problema pblico tan...ahora esta el tema de los cartoneros, que syo, pero en ese momento era una preocupacin, haba que sacar a los pibes de la calle, eso se conjug con una pro-puesta de ONGs muy astutas, que en ese momento dijeron imple-mentemosunprogramadecallejeadas,seconjugarondoslgicas disntasybueno,emergielprograma,yocreoqueelmunicipio Arculos://197nunca tuvo cabal dimensin de lo que era abrir una oferta de este po para los chicos... creo que tuvo que ver con eso, con la conjun-cin,conlaarculacindedospreocupacionesdisntasyporel ladodelasONGs,msinteresante,unapreocupacinporloque ellosveanqueenlos80habasidounaemergenciadelospibes que en los 90 se potenciaba y que haba que hacer algo porque sino estallaba. (Marta, operadora)La intencin del ejecuvo municipal era que el programa pudiera a tra-vs del vnculo sacar a los chicos del espacio pblico, sacarlos de lugares visibles como lo era la entrada de la cuidad en dnde se los encontraba diariamente limpiando vidrios, pidiendo o vendiendo estampitas. Aque-llo interpelaba a las autoridades que deban dar respuestas ante seme-jante auencia de nios y nias en condiciones de extrema pobreza:El mandato era ese, que nuestra funcin era esa no sacarlos como era control urbano y la patrulla, era sacarlos de una manera un poco ms amable y se meda nuestro trabajo, la ecacia o no de nuestro trabajo se meda en eso... Pero bueno el programa ya hace seis me-ses que esta y los pibes de 7 y 32 siguen ah, que pasa?! Esas eran las interpelaciones que se nos hacan.... (Miguel, operador)Nosotros bueno ya estbamos trabajando en la calle y ya con cier-tasrispidecesconelMunicipioconrespectoalavisin,porque ellos se pensaban que se armaba la callejeada, el programa y se iba a limpiar la ciudad, esta cuesn de limpieza de que no se viera la pobreza... yo creo que era la postura de Alaky supuestamente se iban a sacar a los pibes y ya no iba a haber ms... era un imposible, la situacin social no la iba a resolver APINAR, y mucho menos cuando nosotrosplanteamostrabajardesdeelvnculoyempezaraverla referencia. (Pedro, coordinador)Ellugar que ocuparonlas ONG en unprincipiopermi de algunama-nerarespaldarlasintervencionesdelosoperadoresqueibanenotro sendo con respecto a las intenciones de la gesn municipal, aqu po-demos encontrar una diferencia con respecto a los relatos sobre la ac-tud del Ejecuvo, que en forma deliberada o no (quizs ms lo segundo que lo primero) desde los inicios del programa demostr tener ms una Polcas pblicas desnadas a la niez y la adolescencia ... //198necesidad de limpieza o invisibilidad de la pobreza que de abordaje real de la situaciones que llevaban a nios, nias y familias a desarrollar sus estrategias de supervivencia en la calle. ...buenonomevoyaacordarfechas,meacuerdodeunprimer momentodeacompaamientoytrabajocolecvoentrelasorga-nizaciones y trabajadores y coordinadores de programa, hubo otro segundo momento que ene que ver con el dejar hacer... de alguna formayaconabanenqueloquehabangeneradoestabadando buenos frutos, entonces no era necesaria la intervencin o el acom-paamientodeestasorganizacionesysearculabaaparrdelos casos concretos. (Coty, operadora)Con el paso del empo, sin embargo, se comenz a percibir un cambio en la postura de algunas de las ONGs que exigan resultados al igual que el municipio. Cabe destacar que una vez implementado el programa el vn-culo entre ONGs, operadores y municipio no contemplaba instancias de discusin o intercambio entrelas partes, el rol de los coordinadores (uno propuesto por las ONGs y una propuesta por el municipio) era sintezar las diferentes expresiones, lo cual no quitaba la posibilidad de encuentros bilaterales y acuerdos entre algunas ONGs y funcionarios municipales. Y despus por el lado de las ONGs tuvimos mucho quilombo... mu-chos quilombos... ah te podra nombrar a casi todas las ONGs, nos matbamos, cuando ellos empiezan a ver quenosotros no vamos a meterle a los pibes en el hogar empiezan a hacernos mierda, por-que nos pedan resultados, nos pedan que saquemos chicos, mira nosotrostenamoslneasdelasONGsqueeranmsdurasquela lneas del municipio, porque nos pedan resultados... cuntos chicos sacaste?... no, no saqu ninguno.(Marta, operadora)Los recursos: su desno y la resolucin de las problemcasLo central en los relatos con respecto a las formas de intervencin por partedelosoperadoreseslanecesidaddemarcarsuintersporso-lucionarlasproblemcasdefondoqueponanachicosychicasen Arculos://199situacin de vulnerabilidad, postura que muchas veces llegaba a mar-cardiferencias con las propias ONGs de las cuales algunos trabajado-res provenan e inclusive diferencias entre los propios trabajadores. Lo interesante aqu es la forma en que los recursos que se desnaran al programa, con todos los maces propios de la reinterpretacin de las necesidades de los chicos y de cules deberan ser,se presentan como en una disputa permanente frente a dos posibles formas de ulizarlos, ladelaresolucinintegraldelasproblemcasporpartedealgunos operadores y algunas ONGs y la de las otras ONGs, el Ejecuvo munici-pal o dems operadores, que sin ser una postura abierta o explcita es rescatada como opuesta a la primera. Laposturadealgunosdelosoperadoreseraqueunavisinoresolu-cinintegralcontemplabaeinvolucrabaalconjuntodelafamilia,el barrioylacomunidadenlaresolucindelasproblemcasqueall exisan,queinvolucrabaalatotalidaddelaspolcaspblicasyno slo las desplegadas por el rea de niez y adolescencia, polcas que iban ms all de los chicos en situacin de calle para empezar a dar una respuesta. Ah comenzaba la friccin con el Municipio, pero dentro del ConsejoIntersectorialinclusoempezagenerartambinrispideces entre los propios operadores del programa y algunas ONGs tambin. Por momentos, sin embargo, pareciera que no se estaba hablando de solucionestandiferentes,ascomomsarribadecamosquetodos buscabanqueloschicosychicasensituacindecalledelaciudad mejoraran su calidad de vida para poder correrse de ese lugar, tambin podemos decir que de alguna u otra forma todos pretendan revincular a los mismos con sus comunidades de origen, sus familias o referentes barriales.Pero,anas,lamaterializacindedichametanodejade presentarse en forma conicva al interior del programa. ...lasmismas(ONGs)quecreanelprograma(connfasis),s... las mismas que crean el programa (con tono reexivo)... plantean esto de que todo ene que ser resuelto en territorio. Bue! Buens-mo!estamostodosdeacuerdoenquetenemosquevolverain-cluir al nio en su grupo familiar, en su escuela... pero que pasaba enaquellassituacionesenquenohabaposibilidadmaterialde llevar eso a cabo?.. bue, no s, algo enen que hacer pero enen Polcas pblicas desnadas a la niez y la adolescencia ... //200que trabajarlo desde la comunidad. Bueno ah se produce, empe-zamosasernosotrostambinpartedeunquiebreenlaalianza conlasONGsyesovaahacerquefavoreceaquesealencon quien baja los recursos... todo lo que es el clientelismo empieza a atravesar todo lo que es la forma de resolucin de los problemas de los pibes... bueno (como recreando una conversacin)... estn enlacalle?,buenodequebarrioson?AltosdeSanLorenzo?, BuenoelcomedorPuentedeFierroseenequehacercargode esta situacin como si lo nico que necesita un pibe para desa-rrollarsedignamenteescomida!ynosotroscomocolecvode trabajadores tuvimos rpidamente que pensaruna propuesta que nosincluyaporquebamosaserdescartadosrotundamentedel programa (con risa tragicmica). (Coty, operadora)Otraexperienciaquemarcalaposibilidaddeconuenciaderecursos con propuestas, insismos, a veces presentadas como opuestas, es la experienciadelCentrodeDa.Espaciodevinculacinquedealguna manera mostraba un nuevo rumbo en el programa, fundamentalmente marcado por el paso del abordaje de los chicos en el espacio pblico a un espacio cerrado. La necesidad de un Centro de Da, de la casa, es construida desde los operadores al cabo de ms de un ao de comenzado el programa, ne-cesidad que es sasfecha por las autoridades municipales que deciden desnarfondosalalquilerdeuninmuebleparalaestadaenforma diurnadeloschicosabordadosenlacalle.Laexperienciaestradaal presente como un buen recuerdo con un nal no deseado, pero lo que resultamsinteresanteescmoseponeenjuegootravezlaterrito-rializacindelabordaje.Esdecir,laideadeevitarlapresenciadelos chicos en la zona cntrica o en una de las entradas de la ciudad sigue presenteparatodos,perolareubicacinoelcorrimientodelosmis-mos sigue generando diferencias con respecto hacia dnde, hacia cual es el espacio al cual se los desea integrar.sibiendealgunaformanolesacbamosalospibes,(alosfun-cionariosdelmunicipio)lesservaporquelesgenerbamosuna barrera de contencin... que s yo, a ellos les serva que los pibes estn en los talleres, por lo menos mostraban algo, por lo menos Arculos://201nosestamosocupando...perolasONGssepusieronmuyduras con lo de los resultados. (Marta, operadora) UnavezqueselogramaterializarlapropuestadelCentrodeda,se producendiferenciasconrespectoalaimplementacindedichodis-posivo. Los operadores pensaban que el espacio deba ser construido juntoconloschicosychicasaloscualesseestabaabordando,que deba respetarse en un radio acorde a los movimientos de los mismos, que no tena que estar alejado del microcentro tambin que tena que tener desde lo edilicio algunas caracterscas que facilitaran el trnsito y la funcionalidad. Segn los operadores esto no se respet, el munici-pio alquil un inmueble emplazado en la zona norte de la ciudad.la casa... maravillosa... maravillosa (irnicamente), para la cual ni vos, ni yo, ni mucho menos los pibes... (risa tragicmica)... iban a llegar a poder tener acceso... acceso real. (Coty, operadora)Esinteresantedestacarlacomplejidadqueimplicaabrirespaciosde este po despus de haber realizado una experiencia en el espacio p-blico,lacasafuepensadacomounlugarporsobretodaslascosas accesible,accesibleporunladoentrminosgeogrcos,comomen-cionramosmsarribalazonaNortedelaciudadnocumpladicho requisitoymenosanteniendoencuentaelbuenniveldevidayla ostentacin de la quedaban cuenta las edicaciones de la zona incluida la casa donde funcionaba el centro de da, y por otro lado accesible en trminos de las comodidades puertas adentro de la casa.La casa esta tenia niveles, dos pisos, un hogar, un quincho (relata comoespectacularmente)...eraunamonstruosidad...clarotam-bin es violento eso para los pibes, en una zona lejos de las para-das all en 15, 33 y 34, tambin eso fue generando quilombo con los vecinos.... (Miguel, operador)Empezamos a tener rispideces, yo creo que una de las cosas tam-bin que nosotros, que nos cost fue cuando decidimos tener un espacio propio para APINAR, que conseguimos una casa en barrio Norte,nofuelaideamsacertada,yocreoquenohicimosun balance logsco del costo que tena sostener todo eso y los pibes Polcas pblicas desnadas a la niez y la adolescencia ... //202ahenbarrioNortegeneraronunaseriederispideces,undale robaron al cura que estaba ah en frente de la casa esta, se puso de la nuca (risas) y creo que nos cost mucho... esa casa termin prendidafuego,entrarondenocheylaprendieronfuego...todo unquilombo.NofueunaciertocomoautocrcadeAPINARque tuvimos (Pedro, coordinador).De todos modos existe con respecto a la experiencia del Centro de Da un crca que rescata lo que signic para ellos, trabajadores, este de-sao que se presentaba, y que no necesariamente ser una crca que sigahaciendohincapienlasdiferenciasconrespectoagesndel Municipio, sino ms bien es una revisin de las prccas contradicto-rias y/o decientes que se tenan en un campo totalmente nuevo para con la experiencia que haban desarrollado anteriormente en calle. Re-tomandolalecturadelCoordinadorentrevistadopodemosvercmo estaimposibilidaddeequilibrarconrecursosesebalancelogscode loscostosqueimplicabarepensarunaprccadeintervencinenel Centro de Da, este disposivo termina de alguna manera volvindose en contra de las intenciones iniciales hasta de los mismos operadores. Es decir, la complejidad de sostener un espacio cerrado y diurno, tarde o temprano los pondra en un lugar de control del cual siempre haban tratadodecorrerseylosenfrentaraalaviolentasituacindetener que volver a arrojar a los chicos otra vezal espacio pblico una vez transcurrida la jornada, dnde la reubicacin de los mismos en la calle les demostraba los lmites del propio programa. Fuetraumcoporqu?Porqueahcomenzaronaconvivirdis-ntaslgicasdetrabajo,fuertementelalgicadelcontrol,de normavizar la vida de los pibes. .. se cierra el Centro de Da por decisin de la Municipalidad y bueno haba un equipo que consi-derbamosquedebamoscerrarlotambin,queasnosepoda seguir trabajando porque de alguna manera le estbamos destro-zando la vida a los pibes. Pero ene que ver con esto, la autoridad y cmo laburas las autoridad y el respeto con los pibes... (cuando incendianlacasa)quexigan?Unespaciodondevivir,donde dormir,unespacioquenoseterminaraalas6delatardeque reciban?, violencia por parte de quines?, por parte de quines implementbamos una polca de Estado dicindole, bueno hasta Arculos://203ac vamos, te acompaamos, te tens que ir, no te podes quedar. (Coty, operadora)lma etapa: la desarculacin del programaPregunta: y al nal, vos como crees que eran vistos ustedes? ... los operadoresMarta: Ahhh... como unos locos totales!!!! (risas) Llegando al nal de la existencia de APINAR es interesante rescatar del relato la forma en como comienzan a ser vistos los operadores y las ope-radoras, existe un cambio en su vnculo con algunas de las ONGs, mar-cado tambin por la disminucin en la parcipacin de stas en el pro-grama. Por otro lado sobre el nal del programa la doble inscripcin que sealramos ms arriba entre ser militantes y trabajadores se vuelca de alguna manera ms a su condicin de trabajadores, en tanto se acentan losreclamosdereivindicacionesgremialessobresusderechos,loque genera un cambio de actud de las ONGs y profundiza el enfrentamiento con el Ejecuvo municipal. Este po de actudes se acentan claramen-te cuando los operadores hacen referencia a la realizacin demedidas gremiales concretas. ...la mayora de las ONGs se manejaban con el tema de voluntariado, no tenan mucha idea mucha conciencia de lo que era un espacio la-boral, un espacio sindical, era como que lo de ellos era lo voluntario, el hacer por hacer y como que sobrevaluaban lo que hacan ellos en funcin de estartoooodo el da (nfasis) viviendo con los pibes y por otro lado, no te digo que despreciaban o desesmaban el hecho del laburo que hacamos nosotros pero a veces en algn punto las discu-siones giraban en torno a eso... ellos levantaban la bandera de que ellos estaba permanentemente con los pibes conviviendo y que no-sotros... nosotros por ah marcbamos un encuadre, traamos otras cosas que para ellos por ah no eran lo habitual. (Nadia, operadora)Con respecto al lugar que pasaron a ocupar los operadores en el Mu-nicipiofrentealosfuncionariosoautoridadesdeturnopusoenevi-Polcas pblicas desnadas a la niez y la adolescencia ... //204dencia que se trataba por un lado de una tarea que era muy dicil de cotejar en trminos de producvidad o resultados y por otro, que era un grupo con una idendad muy marcada y con cierta deslegimacin al interior de la gesn. La imagen al interior del municipio ya no era buena y el eje de lo que ellosllamabanprofundizaroapuntalarelprogramapasaserlade-fensa del mismo ante la posibilidad de su desaparicin, era muy dicil paralostrabajadoresjuscarsutrabajo,porquenotenanunlugar jo dnde cumplir sus tareas y se haca dicil tambin que fueran abor-dadosporlgicasdecontrolpropiasdelaadministracincomouna rma diaria de planillas, por ejemplo.Resulta necesario rescatar, entonces, la forma en la que son presentados cada uno de los actores intervinientes en el desarrollo de APINAR sobre elnaldelprograma.Porquelointeresanteesquelleganaplantearse comotres espacios escindidos, totalmente separados y enfrentados en-tre s aunque fueran an parte del mismo agente estatal, el Municipio. Sobre el nal las diferencias de criterios se profundizaban y los operado-res llegan apensarse an hasta por fuera del aparato estatal.Buenoesosedio,llegamosaunmomentoquehabadiferencias ideolgicas polcas con respecto a las ONG... en un momento nos encontramosdiscuendomanoamanoconelMunicipioyloque signica las diferentes... correlacin de fuerzas. Por un lado el Muni-cipio, por otro lado un programa con 12 operadores de calle y nada ms y las ONG, digamos, al margen de eso. (Miguel, operador)Comosealramosmasarriba,enlalmaetapaalgunasONGsyano parcipabandelprogramaeinclusiveentrelasqueseguanexisandi-ferentes criterios con respecto a la lgica de trabajo de los operadores y las operadoras. Algunas connuaban exigiendo la inclusin a sus instu-ciones de los chicos y chichas abordados y otras preferanno incorporar a aquella poblacin a la queAPINAR haba llegado a travs de sus calle-jeadas, una poblacin que de alguna manera poda poner en cuesn el orden establecido, despus de tantos aos, en sus instuciones.Las ONGs en ese momento dependan de ciertos recursos del municipio, Arculos://205porquemsalldelasbecasdelgobiernodelaprovincia,elmunicipio pagabalosgastosdesusserviciosysostenaconveniosespeccos,de estamanera muchas Ongs preferan no enfrentarse al municipio por di-ferencias con respecto al programa. Este escenario fue favorable al lugar de poder que ocup elejecuvo municipal para avanzar sobre la desar-culacin del programa o su reconguracin de cara a sus intereses. ...no, si, en ese momento fueron y me dijeron que para poder se-guir yo tena que echar a compaeros de APINAR, tena que poner la rma para que se fueran y poder nombrar gente an... a su ges-n. Cosa que me negu... y bueno una cuesn grosera que yo la denunci a las ONGs pero bueno ah empezaron a hacer pesar los interesesquesejugabanylasONGyatenanunaposturams... (risa tragicmica)... bueno muchas estaban pegadas a la polca im-perante y a lo que le daban en ese momento desde el municipio... no fue fcil... para mi, era eso... o tena que echar a los compaeros ymantenermeyo(risas)...faltandoatodaestacuesn,ome iba yo y que los compaeros connuaran la mayor parte del empo posible y fue as... ellos siguieron. (Pedro, coordinador)Conclusiones:En principio vale aclarar que de alguna manera existen a lo largo del trabajo algunas conclusiones que se fueron ensayando a modo de segunda lectura sobre el trabajo de reconstruccin de la experiencia narrada por los entre-vistados y entrevistadas sobre APINAR. Por lo cual en este lmo apartado retomaremos aquellos hallazgos e interrogantes arriba mencionados. Porotroladoesnecesarioaclararquelasvisionessobreloquefueel programa no resultaron tan dismiles en trminos generales, quizs fru-to de las limitaciones metodolgicas propias de las entrevistas realiza-das que se enunciaban en el apartado introductorio, pero obviamente no por ello menos frucferas.Estos relatos sobre APINAR ponen al descubiertoredes, redes de las que eranpartequienesllevaronadelanteelprograma,comodijimosante-riormente, redes de militancia, laborales o de formacin acadmica. Los Polcas pblicas desnadas a la niez y la adolescencia ... //206operadores del programa pudieron ser parte, con todas las contradiccio-nesqueellolesprodujo,delacristalizacindeaquelloquecreanque debera ser una polca pblica, de aquello por lo cual trabajaban desde sus espacios de militancia, desde los Hogares de los que formaban parte ydesdesusespaciosdeformacin.Sealamosmsarribaunaposible tensin entre su condicin de militantes y trabajadores, dijimos que am-bas convivan y no necesariamente eran excluyentes y que por momentos pudo prevalecer una sobre otra. Inclusive pensamos en trminos de po-sible tensinms vinculada a su relacin con los dems actores que a un registro de la misma en el desarrollo de su tarea codiana. Podemosatrevernosadecirqueparalosoperadoresylasoperadoras setratabadeunamilitanciadesdeelEstado,dejandodeasociareste podeprccassloalosmbitosdelasociedadcivildesdedonde provenanyaquencontramosunnuevointerroganteparaseguirla bsqueda, porque podremos indagar qu cosas signicaban para ellos (operadores,ONGs)unamilitancia,ounproyecto,comodecaunade las entrevistadas, a diferencia de un programa, a diferencia de una prc-ca rentada por el Estado como trabajadores y trabajadoras en relacin de dependencia. Es interesante ver cmo desde los relatos los propios operadores de una polca pblica llegan a pararse desde un lugar como por fuera de la misma, para demarcar un lmite como trabajadores cons-tructores y efectores de una polca pblica.Porotrapartecabedestacarqueenunprincipiolainvesgacinfue orientada haca aquellas prccas y recorridos previos al programa con laintencindedilucidarlosproyectosendisputaquesedieronantes delacreacindeAPINAR,ysibienpudimosdarcuentadelcontexto de surgimiento y de las etapas previas, nos encontramos, por lo menos hasta aqu, con que no exisan tales proyectos en disputa como grandes bloques explcitos y homogneos, enfrentados entre s y esto luego se rearmluego durante el desarrollo del programa. Es decir, resulta necesario retomar este postulado o pequea hiptesis que mencionramos mas arriba y que sosene la posibilidad de una con-vivencia-conuenciadeinteresesy/uobjevosporpartedelostres grandes actores intervinientes(Ejecuvo, ONGs y Operadores), que os-cilabanentrelacoincidenciaylaoposicin.Estaoscilacinquedade-Arculos://207mostrada en las diferentes concepciones de abordaje de las problem-cas de los nios, pero tambin en la intencin de reducir la presencia de chicos y chicas en situacin de calle revinculando a los mismos con sus comunidadesofamiliasdeorigen,enlaprioridaddedesnarrecursos al programa aunque se generaran tensiones y desacuerdos con respecto asuuso,inclusivealinteriordecadaunodelostresactoresyestono debemos perderlo de vista. ste es de alguna manera un hallazgo interesante en la reconstruccin de APINAR que nos permite ver la complejidad y la densidad de las tramas queatravesaronaestapolcapblicadesdesuconcepcin,pasando por su implementacin y su desarculacin. Aquellas fuerzas en disputa, de las que hablramos en un inicio, siguieron jugando a lo largo de todo su desarrollo y son las que de alguna u otra manera fueron cambiando el rumbo y la impronta del programa durante los 5 aos en los quese im-plement.Nosiemprelasdiferenciasdeconcepcionespuedenabortar un proyecto desde sus inicios, aunque con el paso del empo spueden agudizarse las contradicciones inherentes.Porotroladopodemosdecirquealhablardelcambiodelaspolcas universales a las polcas focalizadas enlos 90, no creemos conveniente caracterizar livianamente la implementacin de APINARcomo parte de este proceso sin hacer una salvedad, aunque s lo podemos inscribir clara-mente en la otra cara del proceso que ene que ver con la co-responsabi-lidad en la gesn social de los problemas. Es decir, muchas veces ambas caracterscas son presentadas como caras de una misma moneda, pero en lo que respecta al caso en cuesn no podemos dejar de decir que a nuestroparecerunapolcadeestepoessosfocalizada,seaenel empo, la poca y el nivel en el que sea desarrollada, porque es una pol-ca desnada a una poblacin determinada y no es de alcance universal aunque despus las soluciones de fondo a las problemcas emergentes shayan sido pensadas en trminos de (la falta de) la implementacin de las mismas. Queda aqu planteada una inquietud, a seguir profundizando, con respecto a lo universal y lo focalizado de una polca pblica. Por lmo y retomando el eje de la conuencia de recursos con propues-tas, a veces presentadas como opuestas, es necesario rescatarla expe-riencia del Centro de Da. Ms arriba los relatos sobre dicho disposivo Polcas pblicas desnadas a la niez y la adolescencia ... //208nos permieron hablar de territorializacin del abordaje para poder dar cuenta que el problema y las limitaciones del programa se presentaban ante la necesidad de reubicacin o el corrimiento de los chicos y chicas en situacin de calle. Es decir, podramos decir que la invisibilidad bus-cadadedichosnios,niasyadolescenteseraunimposiblemientras tantonoseofrecieransolucionesdefondoasusproblemcasyque su visibilidad aumentaba a medida que eran corridos de los lugares por los cules se los vea habitualmente y se los ubicaba en otros contextos, visibilidad que tambin aumentaba, a su vez, cuando volvan a ser vistos en situacin de calle y ademsacompaados por los operadores del pro-grama. Como si la visibilidad de los mismos hubiese sido inversamente proporcional a la intensin de invisibilizarlos. ExperienciascomolasdelCentrodeDa,nosdanlaposibilidadynos dejan la puerta abierta a invesgar mas profundamente el rol de estos disposivos en las experiencias de callejeadas, ya que all encontramos lgicas de abordaje que pueden diferir con las desplegadas en el contex-to del espacio pblico abierto y que de alguna manera pueden poneren evidencia prccas de control que pueden aparecer en forma ms difusa en el escenario de la calle.Hasta aqu algunos interrogantes y algunas hiptesis que nos permiten seguir indagando sobre polcas pblicas desnadas a la niez y la ado-lescencia en situacin de calle y vulnerabilidad. Referencias bibliogrcasGarcaDelgado,D.(1997).Introduccin:Nuevosescenarioslocales.El Cambiodelmodelodegesn.GarcaDelgado,D.(Comp).Haciaun nuevo modelo de gesn local. Municipio y Sociedad Civil en Argenna. Buenos Aires: Ocina de Publicaciones del CBC UBA/Flacso/Universidad catlicadeCrdoba.ThwaitesRey,M.(2004).Laautonomacomobs-queda, el Estado como contradiccin. 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