TP-CULTURA LIBRE - LESSIG - Violante, Nestor Sebastian. - Roberto Marafioti

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Facultad de Ciencias Sociales POSGRADO Especialización en gestión estratégica de las comunicaciones Teorías de la Comunicación Humana Libro: Cultura Libre Lawrence Lessig Profesor: Roberto Marafioti Alumno: Violante, Néstor Sebastián Email: [email protected] Teléfono: 1559924708 Año: 2014 1

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Cultura libre

Transcript of TP-CULTURA LIBRE - LESSIG - Violante, Nestor Sebastian. - Roberto Marafioti

  • FacultaddeCienciasSociales

    POSGRADOEspecializacinengestinestratgicadelascomunicaciones

    TeorasdelaComunicacinHumana

    Libro:CulturaLibreLawrenceLessig

    Profesor:RobertoMarafiotiAlumno:Violante,NstorSebastin

    Email:[email protected]

    Telfono:1559924708

    Ao:2014

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  • NDICE

    INTRODUCCIN.pg.3

    PIRATERA...pg.4

    CREADORES...pg.8

    PIRATAS....pg.9

    PROPIEDADpg.12

    CONCENTRACINpg.18

    CONCLUSIN.pg.23

    EPLOGO..pg.24

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  • INTRODUCCIN

    Como es de esperarse de un abogado, Lawrence Lessig escribe enmarcando en

    contextos determinados, relatando situaciones similares aunque contrapuestas que

    servirn como justificacin a su posterior planteo argumentativo con nimos de

    persuasin. As, cada uno de los captulos comienza con uno o dos casos que permiten

    introducirlacuestin.

    Lessig abre su libro mencionando que su obra puede considerarse una obra

    derivada de quienes fueron su principal inspiracin, tanto para el ttulo como para gran

    partedelaargumentacin,RichardStallmanylaFundacindelSoftwareLibre.

    El autor anuncia a sus lectores que centrar su discusin principalmente no en la

    concentracin de poder producida por las concentraciones de la propiedad, sino en la

    concentracin de poder producida por un cambio radical en el campo efectivo de accin

    delasleyes.

    Lessig entiende que las leyes estn cambiando y que ese cambio altera la forma

    deconstruccindelacultura.

    Tambin entiende que existe una confusin cuando se habla sobre cultura libre. El

    dice una cultura libre no es una cultura sin propiedad no es una cultura en la que no se

    paga a los artistas. Se refiere a esto ltimo como la anarqua, no la libertad. En

    contraposicin expone que una cultura libre est llena de propiedad, est llena de reglas y

    eselEstadoquienregulaqueseapliquenycumplan.

    En un primer momento, y a modo de introduccin, Lessig plantea dos escenarios

    diferentes que le permitirn crear un contexto a travs del cual su argumento ser

    comprendidoporellectordeformacasinatural.

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  • El primer caso es el de los Causby. Los Causby eran granjeros de Carolina del

    Norte que vean afectado su negocio a causa del vuelo de aeronaves militares que

    volaban bajo. Entendiendo las leyes de la tradicin estadounidense de la poca en que

    reconocan que el dueo de la tierra ostentaba derechos sobre su propiedad con todo lo

    que haba por debajo y todo el espacio por encima los Causby presentaron una demanda

    alegandoqueelgobiernoestabainvadiendosustierras.

    El sentido comn se rebela ante esa idea. La posibilidad de tener aviones

    conectando distintos puntos del mundo fue vista como ganancia pblica, por lo tanto, los

    tribunalesnodejaronquesusinteresesprivadosinterfirieranconestelogro.

    ElsegundocasotienequeverconEdwinHowardAmstrong,inventordelaFM.

    AmstrongtrabajabaparalaRCA,actordominanteenelmercado.

    Como este invento iba en contra de los intereses particulares de los dueos de las

    cadenas de las emisoras de AM, entre ellos la RCA sta empez a utilizar su poder con

    el gobierno para desbaratar los intentos de Amsotrong. Cada uno pujo por sus intereses,

    Amstrong contra los esfuerzos de la RCA y la RCA resistiendo a las patentes de

    Amstrong. Finalmente, cuando se vencan las patentes, la RCA ofreci al inventor una

    compensacin que no le alcanzara ni para pagar sus abogados. En el ao 1954,

    derrotadoyenbancarrota,Amstrongdecidesuicidarse.

    Luego de estos dos casos presentados, el de los Causby y el de Amstrong, Lessig

    concluye con la premisa de que con frecuencia los poderosos intereses influyen sobre el

    gobiernopararecibirsuproteccin,amparadaenelbeneficiopblico.

    En este caso, la RCA tena poder suficiente sortear el efecto de la evolucin de la

    tecnologa.

    El autor expone que este libro es sobre un efecto que internet tiene ms all de la

    propia Internet, el efecto que tiene sobre la forma en que la cultura se produce. Su tesis

    es que Internet ha inducido a un cambio que transformar radicalmente una tradicin tan

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  • viejacomonuestrarepblica.

    Lessig hace una distincin entre Cultura Comercial, como aquella que se produce

    para ser vendida y Cultura no comercial, el resto. Afirma que durante casi toda la historia

    de nuestra tradicin, la cultura no comercial bsicamente no estaba sometida a

    regulacin y las leyes slo se centraban en la creatividad comercial concediendo

    derechosexclusivosaloscreadores.

    Ahora se ha borrado esta divisin general entre lo libre y lo controlado. Internet ha

    preparadodichaseparacindelmites

    Lessig enuncia que cambiaron las formas habituales de cmo se crea y comparte

    la cultura. Internet es quien hace posible la participacin en estos procesos. Estos

    cambios amenazan a las industrias de contenidos asentadas en su poder. El autor

    argumenta que estas industrias presionan para que aquellos que comparten contenidos

    caigan en regulaciones impuestas por las leyes, convirtiendo a la cultura en menos libre

    ymsdelpermiso.

    El autor deja en claro que no est a favor de la piratera y que las leyes bien

    afinadas deberan castigarla, aunque reconoce que, en alguna medida, esto estara

    faltando a los valores importantes de su tradicin: construir libremente basndose en el

    pasadoyprotegiendoaloscreadorestantodelestadocomodelcontrolprivado.

    Lessig reafirma su posicin diciendo que lo que las leyes exigen es estpido y

    que el sentido comn debera rebelarse contra las afirmaciones hechas sobre la

    propiedadintelectual.

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  • El autor declara que la piratera y la propiedad establecern la tesis central de este

    libro.

    Mientras que internet ha producido algo fantstico y nuevo, nuestro gobierno, presionado

    porlosgrandesmediosaudiovisuales,estdestruyendoalgomuyantiguo.

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  • PIRATERA

    Lessig considera que el p2p (intercambio de ficheros entre iguales) es una de las

    tecnologas ms eficaces de todas las tecnologas que internet permite. Sin embargo,

    esta eficiencia no respeta las lneas tradicionales del copyright. Por lo tanto, expresa que

    deberacontextualizarseestanocindepiratera.

    El trabajo creativo tiene valor (...) Tomar de alguien algo con un valor sin su

    permisoestmal,esunaformadepiratera.

    Esta cuestin est presente en los debates actuales, es decir, si hay valor, hay

    derecho. Cuenta Lessig que esta opinin es la que llev a ASCAP a demandar a las

    Girls Scout por no pagar las canciones que cantaban en sus campamentos. El autor ve

    que la propiedad intelectual est funcionando como instrumento y estn perdiendo de

    vista el valor que promova el mismo. A partir del nacimiento de internet, el alcance natural

    de la ley desapareci, la ley controla adems de la creatividad de creadores comerciales,

    la de todos. El papel de la ley es cada vez menos apoyar a la creatividad, y cada vez ms

    protegeraciertasindustriascontralacompetencia.

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  • CREADORES

    El autor hace referencia a todas las historias que tom Disney y que volvi a contar

    de una manera diferente, convirtindola en dibujos animados, con personajes y luz. l

    consideraqueestetipodecreatividadeselquesedeberarecordarycelebrar.

    Desde 1790 a 1978, el plazo medio de copyright nunca fue ms de 32 aos de

    derecho exclusivo para controlar ciertos usos de la obra. Terminado el plazo, una obra

    pasabaaldominiopblico.

    Lessig se plantea la siguiente pregunta Hasta qu punto es libre nuestra cultura?

    y ensaya una parcial respuesta: las culturas libres son culturas que dejan una gran parte

    abierta para que se basen en ella las que no son libres, las culturas del permiso, dejan

    mucho menos. La nuestra era una cultura libre. Se est convirtiendo en una que lo es en

    muchomenorgrado.

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  • PIRATAS

    El autor toma distintos ejemplos para afirmar que la industria de contenidos es una

    historia de piratera. Cada uno de los sectores importantes de los grandes medios hoy

    daelcine,losdiscos,laradioylatelevisinporcablenacideunaformadepiratera.

    PIRATERA

    Lessig considera que la piratera ms importante es la comercial, pero propone

    antes,conocersunaturalezaunpocomejor.Paraellorealizalasiguienteclasificacin:

    PirateraI

    Es aquella en donde las empresas slo toman contenidos con copyright y otra

    gente lo copia y lo vende sin permiso del dueo. Lessig considera a esta forma de

    pirateracomopuraydura.

    Intenta ensayar algunas disculpas argumentando que aquellos chinos que pueden

    acceder a CDs estadounidenses a 50 centavos la copia, son aquellos que no los habran

    comprado a 15 dlares, por lo cual concluye que nadie pierde. Por contra, dice que a los

    extremistas les encanta decir que uno no se llevara un libro de una estantera de una

    librera sin pagarlo a lo que Lessig contraargumenta que cuando eso sucede la librera

    cuenta con un libro menos para vender. En cambio, cuando se toma un MP3 de una red

    digital, no hay un CD menos para vender. Las reglas de la fsica de la piratera de lo

    intangible son diferentes de la fsica de la piratera de lo tangible. Reconoce que este

    argumento es muy flojo, pero que el copyright en s es un derecho de propiedad muy

    especial. Igualmente explica que an siendo especial, es un derecho de propiedad, por lo

    cualestmaltomarunapropiedadsinpermisodesupropietario.

    Otra forma de intento por disculpar esta piratera es argumentando que hay veces

    en que sta ayuda al dueo del copyright, como es en el caso de Microsoft, que sin la

    piraterasaldraperdiendo.

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  • Sin embargo, Lessig dice que no toda la piratera est mal y que muchas formas

    de piratera son tiles para producir nuevos contenidos o nuevos modelos de negocio.

    ExplicaquehaydiferenciasentreHollywoodensusorgenesyelintercambiop2p.

    PirateraII

    El autor menciona a Napster como el primer sistema de intercambio entre iguales y

    dice que si bien los tribunales los cerraron con rapidez, otros aparecieron para ocupar su

    lugar. Estos sistemas permiten compartir archivos con una o veinte mil personas a la vez.

    Es muy difcil, dice el autor, calcular el dao real que este sistema puede causar para los

    dueosdelcopyright.

    Lessigclasificacuatrotiposdecontenidosquesoncompartidosenestasredes:

    a) Usan estas redes como sustituto de la compra de contenidos, es decir, usuarios que

    descarganenlugardecomprar.

    b) Hay quienes prueban el contenido antes de comprarlo. Al permitirse esto, un amigo

    podra compartir el MP3 de un artista y este intercambio podra incrementar las ventas de

    msica.

    c) Hay quienes acceden a material con copyright que ya no est a la venta, por lo que el

    daoeconmicoescero.

    d) Hay quienes acceden a contenido que no tienen copyright o que el dueo del copyright

    quiereregalar.

    Se entiende que slo el tipo d) es legal, y desde el punto de vista econmico slo

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  • el tipo a) es perjudicial. Si bien el tipo b) es ilegal, puede resultar beneficioso. Y el tipo c)

    tambin ilegal, pero bueno para la sociedad, muy parecido a las libreras o tiendas de

    discosdesegundamano.

    Dice Lessig que la tolerancia cero no ha sido la historia de su pas. No ha

    producido la industria de los contenidos que hoy tienen, sino que la historia del derecho

    estadounidensehasidounprocesodeequilibrio.

    A lo largo de la historia, siempre, una nueva tecnologa cambi la forma en la que

    se distribuan los contenidos, y en cada caso, el congreso permiti que la nueva

    tecnologa se beneficiara del contenido producido antes. Equilibr los intereses

    implicados.

    Lessig manifiesta que los cambios que se producen en la tecnologa de internet, no

    debera convertirse en un instrumento para robar a los artistas. Pero que las leyes

    tampoco deberan convertirse en un instrumento para blindar una forma particular en la

    quesepagaalosartistas.

    Cuando alguien empieza a hablar de equilibrio, los guerreros del copyright recurren a un

    argumento diferente: es nuestra propiedad y debera estar protegida igual que cualquier

    otrapropiedad.

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  • PROPIEDAD

    Lessig reconoce que los guerreros tienen razn, el copyright, aunque muy extrao,

    esuntipodepropiedad.

    Cuenta que JON ELSE ES, un cineasta conocido por sus documentales, trabaj en

    un documental en el que l tambin estaba involucrado. Y que en una de sus

    representaciones, Else estaba rodando a unos tramoyistas jugando a las damas, y que en

    un rincn poda verse en la pantalla de un televisor, cuatro segundos de Los Simpsons. El

    cineasta decidi llamar a la oficina de Matt Groening, el creador de Los Simpsons, para

    obtener el permiso sobre los derechos de esos pocos segundos. Groening estaba

    contento que saliera en la pelcula pero recomend contactar a Gracie Films, la compaa

    que produce el programa. Gracie Films, tambin estuvo de acuerdo pero como tambin

    queratenercuidadorecomendaronquecontactaraalaFoxlacasamatrizdeGracie.

    Else cont que pasaron dos cosas: descubrir que Matt Groening no es dueo de su

    propia creacin, o al menos que alguien (en la FOX) cree que no es dueo de su propia

    creacin. Y la segunda, la FOX quera que se pagara una licencia de 10 mil dlares por

    esoscuatrosegundos.

    Cuando un abogado escucha esta historia lo primero que piensa es en uso justo.

    El uso justo no requiere permiso de nadie, al menos en teora. La teora apoya la cultura

    libre y la protege aislndola de la cultura del permiso, dice Lessig, pero en la prctica el

    uso justo funciona de una forma muy diferente. La ley tiene el fin correcto la prctica ha

    derrotadoaestefin.

    La tecnologa posibilita hacer cosas asombrosas con facilidad pero no

    legalmente con facilidad. Vivimos en una cultura de cortar y pegar hecha posible

    gracias a la tecnologa. El autor menciona varios usos que puede hacerse de esta

    tecnologa, como: para los msicos realizar mezclas de sonidos, los cineastas realizar

    pelculas a partir de clips, etc. Pero dice que estas creaciones son tcnicamente ilegales,

    incluso si los creadores quisieran ser legales, los costos de cumplir con las leyes, son

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  • prohibitivamentealtos.

    Lessig, por contra, propone un sistema que podra facilitar a los creadores

    posteriores,compensaralosartistassinabogadosdepormedio.

    Lessig plantea las siguientes preguntas: Por qu ocurre que parte de nuestra

    cultura que est registrada en los peridicos permanece accesible a perpetuidad,

    mientras que la parte est registrada encinta, no? Cmo es que hemos creado un

    mundo en el que los investigadores que intentan entender el efecto de los medios de

    comunicacin de los EEUU del siglo XIX, lo tienen ms fcil que los investigadores que

    intentan hacer lo mismo, con el siglo XX? Y contesta diciendo que esto es as debido a las

    leyes. Estas no exigen que nadie guarde copias de los materiales del siglo XX. Por lo

    tanto,nohayformadeencontrarlos,yaqulaclaveeselacceso,noelprecio.

    Lessig afirma que cada ejemplo de propiedad creativa vive vidas diferentes. En la

    primera, si el creador tiene suerte, los contenidos se venden. Cuando esta vida comercial

    se termina, la tradicin siempre ha apoyado una segunda vida. Ejemplo de esto son los

    peridicos, que al da siguiente se utilizan para envolver pescado, o llenar cajas con

    regalos frgiles las libreras de segunda mano y las bibliotecas, le dan segunda vida a un

    libro y esto es importante para la difusin y estabilidad de la cultura. En cambio, ni la

    televisin,nielcine,lamsica,laradio,internet,tienegarantizadaunasegundavida.

    La tecnologa de las artes digitales podra hacer realidad el sueo de la biblioteca

    deAlejandraotravez.

    As, la tecnologa ha eliminado los costes econmicos de construir un archivo

    semejante.Peroloscostesdelosabogadospermanecen.

    Lessig introduce en su relato a Jack Valenti, presidente de la Asociacin del cine

    de los Estados Unidos (MPAA). La organizacin representa adems de cineastas a

    13

  • productoresydistribuidorasdeentretenimientovatelevisin,videoycable.

    Valenti, testimone ante el congreso lo siguiente los dueos de la propiedad

    creativa deben recibir los mismos derechos y protecciones que los dems dueos de una

    propiedad tienen en este pas. Lessig desestima esta afirmacin argumentando que sus

    opiniones no tienen ninguna conexin razonable con la verdadera tradicin legal de

    Estados Unidos. El autor discute que si los dueos de la propiedad creativa recibieran los

    mismos derechos que los dems dueos de una propiedad, eso supondra un cambio

    radicalmenteindeseableensutradicin.

    Los dos objetivos de en este tramo del libro, declarados por el autor, son:

    convencernos de que la afirmacin de Valenti est equivocada, ya que rechaza la historia

    de Estados Unidos, dado que los dos tipos de propiedades nunca deberan ser iguales,

    ya que la creatividad depende de que los dueos de la creatividad no lleguen a tener un

    control perfecto. Una sociedad que defiende los ideales de la cultura libre debe preservar

    precisamentelaoportunidaddequelanuevacreatividadamanecealavieja.

    Por otro lado, la misma Constitucin, se refiere de manera muy diferente sobre lo

    queValentillamapropiedadcreativa.

    Aqu se ve claramente que la Constitucin declara que hay dos formas de

    propiedad a la que no se le van a conceder los mismos derechos: la Constitucin exige

    que, despus de un tiempo limitado, el Congreso recobre el derecho que ha conseguido

    y que libere la propiedad creativa incorporndola al dominio pblico. En cambio, la

    misma Constitucin que exige compensaciones por tus tierras exige que pierdas tus

    derechosalapropiedadcreativasinningunacompensacinenabsoluto.

    Por qu los padres de la Constitucin (...) rechazaron la idea que la propiedad

    creativa haba de recibir los mismos derechos que todas las otras formas de propiedad?

    Porquexigieronquehubieraundominiopblicoparalapropiedadcreativa?.

    Lessig intenta responder a esta cuestin entendiendo que en tiempo de

    Hollywood hay un equilibrio entre las leyes, las normas, el mercado, y la arquitectura las

    leyes limitan la capacidad de copiar y compartir contenidos, al imponer penas aquellos

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  • que copian y comparten contenidos. Esas penas estn reforzadas por tecnologas que

    dificultan hacer copias y compartir contenidos (la arquitectura) y encarecen copiar y

    compartir contenidos (el mercado). En todo esto aparece internet y tecnologas como el

    MP3 y el intercambio p2p. Esas restricciones de la arquitectura cambian drsticamente

    comotambinlasrestriccionesdelmercado.

    A lo que los guerreros responden que la tecnologa ha cambiado y que se ha

    perdidoelequilibroenlaproteccindelosderechosdelosdueosdecopyright.

    Dice Lessig que cuando la industria le pide al Congreso que acte imponiendo

    cargas a las libertades de expresin y a la creatividad, los legisladores deben tener

    especial cautela. Lessig sintetiza para matar un mosquito, estamos esparciendo DDT

    con consecuencias para la cultura libre que sern mucho ms devastadoras que el que se

    escapeestemosquito.

    Lessig se remonta a los principios de las leyes de copyright, afirmando que

    Estados Unidos copi las leyes inglesas de copyright y las mejor. El artculo I, seccin 8,

    clusula 8, establece que: el Congreso tiene el poder para promover el progreso de las

    Ciencias y las Artes tiles, asegurndoles por tiempo limitado a los autores e inventores

    los derechos exclusivos sobre sus escritos y descubrimientos respectivamente. Lessig

    propone llamarla clusula el progreso. Luego realiza un recorrido sobre la duracin que

    otorganlasleyes.

    En 1790 el Congreso promulg la primera ley del copyright, y asegur ese copyright por

    catorce aos. Si el autor estaba vivo, al final de esos catorce aos, podra renovar por

    otroscatorceaosms.Sino,pasabaaldominiopblico.

    En 1831, el plazo se increment de un mximo de veintiocho aos a un mximo de

    cuarentaydos.

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  • En 1909, el Congreso extendi el plazo de renovacin de catorce aos a veintiocho

    aos,marcandountrminomximodecincuentayseis.

    Desde 1962, el Congreso ha iniciado una prctica que ha definido las Leyes del

    copyright desde entonces. En lo ltimos catorce aos, el Congreso ha extendido los

    trminosdeloscopyrightsyaexistentesonceveces.

    En1976.elCongresoextenditodosloscopyrightsendiecinueveaos.

    En 1998 con la Ley de Extensin del Plazo del Copyright de Sonny Bono, el Congreso

    extendielplazodeloscopyrightsyaexistentesenveinteaos.

    Luego, en 1992, todas las obras que an tenan copyrights recibiran el mximo

    plazo entonces disponible: noventa y cinco aos. Estos cambios hacen pensar a Lessig

    que las leyes estadounidenses ya no tenan una forma de asegurar que las obras que ya

    noeranexplotadaspasasenaldominiopblico.

    Tambin analiza el alcance de la ley y la arquitectura. Mientras que antes slo

    regulaba a los editores, hoy lo hacen tambin con los usuarios y los actores. Antes de

    internet, si comprabas un libro y lo leas diez veces, no haba ningn argumento con visos

    de probabilidad relacionado con el copyright de que el dueo del copyright pudiera

    ofrecer para controlar el uso de su libro. Si ahora lees un libro diez veces y la licencia dice

    que lo puedes leer slo cinco, entonces cada vez que lees el libro (o un aparte de l),

    despus de la quinta vez, ests haciendo una copia del libre en contra de los deseos del

    dueodelcopyright.

    Permitir que la tecnologa haga efectivo el control del copyright significa que el

    control del copyright ya no est definido por una poltica equilibrada. El control del

    copyright es simplemente lo que escogen los dueos privados. En algunos contextos, al

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  • menos, este hecho es inofensivo, pero en otros es una receta para el desastre. Dice esto

    porque considera que la ley del copyright es extremadamente eficiente. Las penas son

    severasyelprocesoesrpido.

    17

  • CONCENTRACIN

    Lessig afirma que la duracin del copyright se ha triplicado en los ltimos treinta

    aos pero dice, sin embargo, que estos cambios no importaran demasiado si no fuera

    por un cambio ms que tambin hay que considerar: la concentracin e integracin de los

    medios audiovisuales. Estos son de dos tipos: la magnitud de la concentracin y su

    naturaleza.

    Habla del patrn de Murdoch, que es el patrn de los medios modernos, no slo

    grandes compaas que poseen muchas emisoras de radio, sino unas pocas compaas

    que poseen tantas formas de medios audiovisuales como sea posible. Si un puado de

    compaas controla el acceso a los medios, y si ese puado de compaas decide qu

    posiciones polticas va a permitir que se promuevan en sus canales, entonces la

    concentracin importa de una manera obvia e importante. Puede que te importe la

    postura que escoge este puado de compaas. Pero no debera gustarte un mundo en el

    que meramente unos pocos logran decidir de qu temas los dems vamos a lograr

    enterarnos.

    Lessig plantea si se debera redefinir el trmino propiedad ya que el poder de la

    tecnologapuedesuplantarelcontroldelaley.

    El autor nota que el poder del copyright ha crecido mucho en un corto perodo de

    tiempo, y los grupos de presin han impulsado mayor control por parte de los dueos del

    copyright.

    Lessig concluye con asombro que nunca en la historia de Estados Unidos ha

    tenido menos gente el derecho legal de controlar en un grado mayor el desarrollo de la

    culturaquehoy.

    Tampoco nunca el copyright ha protegido una gama tan amplia de derechos.

    Lessig afirma que la sumatoria entre la ley, la tecnologa y el mercado, estn convirtiendo

    a la ms significativa regulacin de la cultura que la sociedad libre ha conocido. Ahora la

    ley regula tanto la creatividad comercial o no, transformadora o no con las mismas

    18

  • reglasdiseadaspararegularaloseditorescomerciales.

    La oportunidad de crear y transformar queda debilitada en un mundo en que la

    creacinrequierepedirpermisoylacreatividadtienenqueconsultarconsuabogado.

    DAOS

    Hasta este punto Lessig utiliz las anteriores lneas para describir las

    consecuenciasparalaculturalibre.Apartirdeahorabuscarestablecerunadiscusin.

    Por un lado, la limitacin que tienen los creadores: no entiende cmo una multa por

    descargarse dos canciones de internet, es mayor que la multa para un mdico que

    negligentemente haga una matanza con un paciente. Por otro lado, la limitacin que tienen

    los innovadores. Si la innovacin se ve constantemente obstaculizada por estas

    responsabilidades legales, dudosas e ilimitadas, tendremos una innovacin mucho

    menos viva y mucha menos creatividad. Camino a la construccin de una cultura de

    permiso.Unaculturaenlaquelacapacidaddecrearexigeunallamadaatuabogado.

    Lessig insiste con este tema El exceso de regulacin ahoga la creatividad, asfixia

    la innovacin. Les da a los dinosaurios derecho a veto sobre el futuro. Desperdicia la

    extraordinaria oportunidad para una creatividad democrtica que la tecnologa digital

    haceposible.

    Elautorveestocomounaguerra,unaguerradeprohibicin.

    Segn The New York Times cuarenta y tres millones de estadounidenses

    descargaron msica en mayo de 2002. Segn la RIAA son cuarenta y tres millones de

    estadounidensescometiendoundelito.

    Lessig cree que hay una manera de asegurar que se pague a los artistas sin

    convertir en criminales a cuarenta y tres millones de personas, pero esta idea llevara a un

    mercado muy diferente. Aquellos pocos con poder, quienes controlan hoy da la inmensa

    mayora de la distribucin de contenidos en el mundo, ya no ejerceran esta forma extrema

    decontrol.

    19

  • Cuando entre cuarenta y sesenta millones de estadounidenses son considerados

    criminales bajo las leyes, Lessig se pregunta Quin es el malo? Los estadounidenses

    olaley?.

    EQUILIBRIO

    Cuenta Lessig sobre una historia sobre Eric Eldred, un programador jubilado, que

    construy una biblioteca de obras en el dominio pblico, escaneando estas obras y

    ponindolas a disposicin general de forma gratuita. EN 1998 se anunci que el libro de

    poemas New Hampshire de Robert Frost iba a pasar al dominio pblico. Eldred quera

    publicarlo en su biblioteca pblica, libre y gratuita, hasta que el Congreso, una vez ms,

    volvi a extender los plazos para los copyrights ya existentes, esta vez, por veinte aos

    (LeydeSonnyBono).

    Eldred decidi enfrentarse a esta ley, y Lessig se involucr en la batalla como

    especialista en derecho constitucional, sobre todo, porque en los ltimos cuarenta aos el

    Congresotomcomocostumbreextenderesosplazosdelaproteccindelcopyright.

    De alguna manera, Lessig, que hasta este momento se enfoc en describir las

    situaciones adoptadas por el Congreso, se dispone a, de alguna forma, denunciar la

    situacin existente denunciando que el Congreso saba que los dueos del copyright

    estaran dispuestos a pagar grandes cantidades de dinero para conseguir que se

    extendieran los plazos de su copyright. Y por tanto, el Congreso, est encantado de dejar

    quesuchollosigaysiga.

    Eldred no apoyaba la piratera, sino todo lo contrario, luchaba contra un tipo de

    piratera, la piratera contra el dominio pblico. Los copyrights no han expirado, y no

    expirarn,entantoqueelCongresosealibredevenderseparaextenderlos.

    Lessig afirma que los plazos no son el nico problema sino tambin saber quines

    20

  • sonlosdueosdeloscopyrights,dadoyaquenohayunalistadedueos.

    Por todo esto, dice Lessig que el copyright en lugar de ser un motor para la libre

    expresin,esunfreno.

    En 1999 presentaron una demanda en nombre de Eric Eldred, pidiendo al tribunal

    la declaracin de inconstitucional a la ley de Extensin del Plazo del Copyright de Sonny

    Bono. Dos eran los alegatos centrales: (1) extender los plazos violaba el requisito de un

    tiempo limitado de la Constitucin, y (2) extender los plazos por otros veinte aos violaba

    laprimeraenmienda.

    Eltribunalrechazlapeticinyelcasoseperdi.

    Tiempo ms tarde, Lessig escribi un artculo de opinin que fue publicado por The

    New York Times, en el cual propona una solucin: Cincuenta aos despus de la

    publicacin de una obra, al dueo se le exigira que registrara la obra y pagara una

    pequea tarifa. Si pagaba esa tarifa, obtena el beneficio del plazo completo del copyright.

    Sinolohaca,laobrapasabaaldominiopblico.AestolollamamoslaLeydeEldred.

    Muchos reconocieron los beneficios del requisito del registro, ya que una de las

    cosasmsdifcilesesencontraraldueoactualdelcopyright.

    En este punto Lessig retoma las dos historias que cont al principio del libro para

    analizar la forma en que la ley reacciona a los cambios tecnolgicos. En una prevaleca el

    sentido comn. En la otra quedaba a un lado. La diferencia entre las dos historias era el

    poder de la oposicin la que luchaba por defender el status quo. En ambos casos, la

    nueva tecnologa amenazaba intereses viejos. Pero slo en un caso tenan esos intereses

    elpoderparaprotegersecontraestanuevaamenazadecompetencia.

    El autor concluye el captulo reclamando que cuando la cuestin es la piratera o el

    intercambio p2p, se entiende por qu la ley todava respalda a los propietarios. Pero

    cuando la cuestin son los plazos del copyright para compaas como Walt Disney,

    todavaesposiblecomprenderporqulasleyesfavorecenaHollywood.

    El esfuerzo para bloquear la ley de Eldred es un esfuerzo para asegurar que el

    21

  • dominio pblico nunca ser competencia, que no habr ningn uso de contenidos que no

    est comercialmente controlado, y que no habr ningn uso comercial de contenidos que

    no exija su permiso primero. El grupo de presin ms poderoso tiene como su objetivo,

    no la proteccin de la propiedad, sino el rechazo de una tradicin. Su meta no es

    simplemente proteger lo que es suyo. Su meta es asegurarse de que todo lo que hay es

    suyo.Laconsecuenciasercadavezmsunasociedaddelpermiso.

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  • CONCLUSIN

    Lessig utiliza este tramo final del libro para presentar un proyecto que resulta muy

    controvertido para los grupos de presin: el cdigo abierto y el software libre. Comenta

    que muchos gobiernos han empezado a utilizar cdigo abierto o software libre, en vez de

    software propietario. A su vez, comenta que apoyar el cdigo abierto y el software libre

    noesoponersealcopyright,yaquenoessoftwareeneldominiopblico.

    El autor compara esta nueva situacin de regulacin con una semejante: el

    feudalismo, donde la propiedad est en manos de un nmero relativamente pequeo de

    individuos y entidades y donde el sistema, se aseguraba que los propietarios dentro de

    ese sistema, no debilitaran el feudalismo, liberando gente o propiedad, al pasarla al

    control del libre mercado. El feudalismo dependa del mximo control y concentracin.

    Combaticualquierlibertadquepudierainterferirconesecontrol.

    Plantea que la sociedad de la informacin est necesitando tomar una decisin, si

    ser libre o ser feudal. Lessig deja ver su pesimismo con la conviccin de que la

    tendenciaeshaciaelfeudalismo.

    Concluye Lessig: algunos comienzan a entender que esta libertad no significa

    anarqua. Podemos llevar una cultura libre con nosotros al siglo XXI sin que los artistas

    pierdan y sin que el potencial de la cultura digital, sea destruda. El sentido comn debe

    rebelarse.Debeactuarparaliberarlacultura.Pronto.

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  • EPLOGO

    Dice Lessig que el sentido comn est en contra de los guerreros del copyright y

    que el error es excluir el punto medio. Hay dos extremos en el debate: Todos los

    DerechosReservadosNingnDerechoReservado.

    Con el nacimiento de internet hubo una reaccin por parte de los dueos del

    copyright. Hasta ese momento, en internet los contenidos eran tomados sin que

    importaran los derechos: el mundo de cortar y pegar. Lessig argumenta que para que

    esto no se convierta en el mundo de Consigue permiso para cortar y pegar, necesitamos

    una forma de restaurar una serie de libertades que antes se podan dar por sentadas. Una

    manera de respetar el copyright pero que posibilite que los creadores liberen contenido

    delamaneraquelesparezcamsapropiada.

    Lessig habla de reconstruir la cultura libre e introduce el concepto Creative

    Commons: una corporacin sin nimo de lucro y cuya meta es construir una capa de

    copyright razonable por encima de los extremos que reinan hoy da, simplificando la forma

    en que los creadores determinan los grados de libertad que otros tienen a la hora de

    tomar y construir sobre sus obras. Licencias descritas en esquemas claros. Que funcionan

    sinintermediariosniabogados.

    Estos son los primeros pasos para reconstruir un dominio pblico, no son meros

    argumentosyaestnenaccin.

    Creative Commons es solamente un ejemplo de los esfuerzos voluntarios por

    parte de individuos y creadores para cambiar la mezcla de derechos que ahora gobierna

    elcampodelacreacin.Elproyectonocompiteconelcopyrightlocomplementa.

    Su meta no es derrotar los derechos de los autores, sino facilitarles a los autores y

    creadoreselejercersusderechosconmayorflexibilidadyamenorprecio.

    ResumiendolapropuestaqueLessigpropone:

    Internet est en transicin. No deberamos andar regulando una tecnologa en transicin.

    Deberamos, por contra, andar regulando maneras de minimizar los daos a los intereses

    afectados por este cambio tecnolgico, al tiempo que permitimos y animamos la

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  • tecnologamseficientequepodamoscrear.

    Lessig reconoce que gran parte de este libro es una crtica a los abogados, o al papel que

    tienen en este debate. La crtica es hacia la profesin que ha llegado a sintonizar

    demasiadoconlosclientesquesiempretienenideasfirmessobreelmundo.

    Lessig enuncia que la torpeza y la arbitrariedad por parte de los abogados, en un

    sistemaendondeserequiereunalaborcuidadosaestterminandoconlatradicin.

    Concluye finalmente: las leyes deberan regular ciertas reas de la cultura pero

    deberaregularlaculturasolamentealldondelaregulacinproducealgobueno.

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