Torres R, M. Itinerarios por la educación latinoamericana

download Torres R, M. Itinerarios por la educación latinoamericana

of 48

Transcript of Torres R, M. Itinerarios por la educación latinoamericana

  • 7/24/2019 Torres R, M. Itinerarios por la educacin latinoamericana

    1/48

    12.

    y colorn colorado. este cuento nos ha

    atormentado(Libros infantiles y lectura en el aula de clase)

    Para la maestra Irma

    -Voy a leerles 'mcuellto que les va a gustar. Pero, eso SI:siempiezalla platicar y se distraell, suspelldo el cuellto. Oyeroll?

    As introduce la maestra la lectura de Los diez amigos, librito in-fantil, texto y dibujo del brasileo 2iraldo, referido a los diez de-

    dos de las manos. Nios y nias de primer grado, en una escuela

    pblica de la ciudad de Mxico, son los que -atentos y sbitamen-

    te quietos y silenciosos- se aprestan a escuchar. Distraerse o plati-car, ya saben, tendr consecuencias.

    Lo que voy a transcribir aqu es lo que ocurri en los 40 minu-

    tos subsiguientes a este anuncio: la lucha de una maestra consigo

    misma, con el libro y con los nios, sin tener clara la estrategia a

    seguir, sin una comprensin cabal de la naturaleza del texto y del

    acto de lectura. Incomprensin y frustracin de lado a lado a par-

    tir de algo que arranca del entusiasmo y la buena voluntad de unamaestra, y que termina convirtindose en tortura para ella y para

    los nios. As empiezan y terminan, por desgracia, muchas ilusio-

    nes escolares de maestros y maestras, muchas ilusiones escolaresde nios y nias.

    Episodios escolares como ste permiten entender la compleji-

    dad de verbos dados por simples como ellseliar, aprellder, leer, COIII-pr elld er, y acercarnos, aunque sea superficial y episdicamente, a

    las batallas que libran millones de maestros cada da en las aulas,

    incomprendidos en sus necesidades y en su labor, mal equipados

    para encarar la misin que la sociedad les asigna, pasto de la ideo-

    I TIN ER A R IO 11: I N STI TU C IO N ES ED U C A TI V A S 133

    loga educativa convencional y compartida en torno a temas cla-

    ves relacionados con su tarea como son la infancia, la enseanza y

    el aprendizaje, la relacin maestro-alumnos, la lectura y la escritu-

    ra, el libro, la tarea escolar, la atencin, la comprensin, el manejo

    del tiempo, del silencio, de la risa. La formacin y capacitacin

    docente refuerza, antes que explicita y revisa, los supuestos que

    son parte del sentido comn de la educacin, un sentido comn

    que niega a los maestros la posibilidad de visualizar y hacer lo

    que, en realidad, como educadores, quisieran para s mismos y

    para sus alumnos. El aislamiento del trabajo pedaggico y cltab

    construido en torno al mismo en el medio escolar, impide a los

    maestros distanciarse de su prctica, compartirla y acceder a la de

    sus colegas para, juntos, como profesionales de la enseanza, ha-

    cer lo que yo tuve el privilegio de hacer durante esos 40 minutos

    -observar, reflexionar, pensar, tomar notas- y tengo el privilegio

    de hacer ahora: escribir para compartirlo con otros maestros, sa-

    biendo el valor que tiene para un maestro la reflexin en torno ala actuacin de otro maestro.

    Antes de dar la voz a esta maestra y l sus alumnos, es impor-

    tante explicar algunos elementos referidos al texto de lectura se-

    leccionado en este caso, en tanto de aqu derivan algunas de las

    complicaciones e incomprensiones que tienen lugar durante ydespus de la lectura.

    No todo In que se escribe para nios pequeos es cuento, y s-

    te, en particular, no lo es, aunque la maestra lo llame tal. Se trata

    de un dilogo entre los dedos de la mano, dilogo que tiene por

    objeto ensear a los nios los nombres de los dedos y sus funcio-

    nes. No hay pues estrictamente una trama o una historia. Manejaresto Como un cuento, sin diferenciar los tipos de textos de lectura,

    es precisamente uno de los problemas que la maestra y los nios

    encontrarn al solicitar ella insistentemente a los nios que resu-

    man "de qu se trata el cuento".

    El dilogo entre los dedos se apoya en texto e ilustracin. Am-

    bos estn interconectados y se complementan: es difcil entender

    el texto sin mirar los dibujos, a la vez que stos, por s solos, no

    conducen al texto. No es sta, por tanto, la clase de texto que se

    presta para una lectura colectiva en voz alta por parte de una so-

    la persona en posesin de un nico libro. No tener esto claro, o no

    . . :: 22:f.Oe L 1 . i2 " r . : .

    'O- - '> - -UJ

    :JUJ Luo

    (/)

    UJ

  • 7/24/2019 Torres R, M. Itinerarios por la educacin latinoamericana

    2/48

    134 ROSA MARIA TORRES ITINERARIO ll: INSTITUCIONES EDUCATIVAS 135

    advertirlo a tiempo, es otro de los problemas que enfrenta esta

    maestra. Problema que, en definitiva, tiene nuevamente que ver

    con la falta de manejo de materiales de lectura y de reflexin en

    tomo a los mismos para fines de lectura en el aula.

    -Qu dicen: leo el cuento o 1I0S paliemos a trabajar? -pregunta la

    maestra, esperando, como es obvio, una nica respuesta. Con lo

    cual, adems, deja claro que, para ella, leer un cuento no es traba-jo escolar.

    -iEl cuento! -gritan todos al unsono.

    -El ClIelltOse trata de ulla de las partes de nuestro cuerpo. A ver,

    quin atina? -pregunta la maestra, iniciando de este modo un jue-go de adivinanzas con los nios.

    -De la cabeza -dice un nio.-No.

    -De los brazos -dice una nia.

    -Por ah{vas,-De las l,iemas -dice otra.

    - Ya te perdiste.

    -De las mallos -dice un nio.

    - Ya vas cerca.

    -De los dedos! -aciertan varios.

    -Eso es: de los dedos. Les vamos a llamar amigos ... -dice la maestra,

    buscando acercar a los nios al ttulo del libro-. Cuntos amigostienen ustedes?

    -Diez! -gritan los nios.

    - Y si quito ulla mano, cuntos amios me quedall? -aprovecha la

    maestra para desarrollar la clase de Matemticas.

    -iCinco! -gritan unos cuantos.

    -Ahora SI; me atiellden -dice la maestra sentndose en su pupi-

    tre, esta vez aparentemente dispuesta a arrancar con la lectura.

    -Atiendall bien, que vaya preWltar, eh? -agrega. Con lo cual, de

    un plumazo, borra toda posibilidad de escuchar el anunciado

    cuento por el simple placer de escucharlo, advirtiendo a los nios

    que estn frente a una autntica tarea escolar, que deben escuchar

    y comprender para ser evaluados.

    -El cuento se llama "Los diez amigos" -lee en la portada. Los ni-

    os se acomodan en los asientos. Algunos estn semi parados, an-. .

    SIOSOS por empezar.

    -Cmo se llama el C l i en t o? -quiere verificar la maestra.

    -Los diez amios! -repiten todos en coro.

    Empieza ahora s la lectura en voz alta:

    Haba una vez un dedo tan menudito que se llamaba Meique. EsteMeique tena cuatro hermanos que se llamaban Anular, Medio, n -

    dice y Pulgar.

    -Algulla vez ustedes les hall puesto nombre a los dedos? -pregun-

    ta la maestra, buscando conectar la lectura con la experiencia de

    los nios y, de paso, mantener viva la atencin.

    -No-dicen los nios.

    -Buello, entOllas de tarca para mmianfl me van a pOl ler nombre a los

    dedos.

    Primera tarea, primer signo claro de que el cuento no ser tra-

    tado slo como objeto de lectura sino como carnada para tareas

    escolares.

    Meique era muy juguetn, un dedo muy travieso, y viva metindo-

    se en donde nadie lo llamaba.

    [El dibujo muestra a Mel1iquemetindose en la ternilla de Ja nariz.]

    -E" dnde cree" que se metra? -pregunta la maestra, probando

    atencin y comprensin al mismo tiempo.

    - (Silencio.)

    Los nios ya no siguen la lectura, ya han perdido inters. Ms

    de uno no debe entender de qu se est hablando, pues no cono-

    cen los nombres de los dedos y, por tanto, de los personajes cen-trales del cuento. La prueba es que, esta vez, los nios no intentan

    siquiera adivinar.

    -E" dOllde lIadie 10 llamaba -se contesta a s misma la maestra.

    Los nios quedan sin saber cul es ese lugar "en donde nadie lo

    llamaba". Mostrar el dibujo bastara para aclararlo, pero a la

    maestra no se le ocurre hacerlo. Sigue leyendo:

    Un da, Meique tuvo una gran idea:

    - Vamos a jugar al teatro!

    y agreg con voz de pito: Yo voy a ser el enanito!

  • 7/24/2019 Torres R, M. Itinerarios por la educacin latinoamericana

    3/48

    -Yo quiero ser el Rey! -grit Anular, y se puso los anillos de oro que

    tanto le gustaba usa r.

    -iPues yo vaya ser un soldado! -

  • 7/24/2019 Torres R, M. Itinerarios por la educacin latinoamericana

    4/48

    138 ROSA MARtA TORRES ITINERARIO 1I:INSTITUCIONES EDUCATIVAS 139

    -Mucho gusto! -dijeron todos.

    Luego se abrazaron y uno a uno se preguntaro'n:

    -A qu vamos a jugar?

    [Eldibujo muestra las dos manos entrelazadas.

    -Yo quiero jugar a Pipis y Caas.

    -Yo a las manitas calientes.-Mejor toquemos la flauta!

    Todos tenfan mil ideas y hablaban sin parar.

    Pero Tonto-y-Iocohabl ms alto, y los otros escucharon:

    -Todos nosotros somos todos los dedos de las dos manos. Entonces!

    -Por qu discutimos tanto a qu jugaremos, si todos juntos, juntitos,

    del ms grande al ms pequeo ... atodo podemos jugar!

    -y color(11colorada... - empieza la maestra.

    - ...este euel1tose ha acabado--completan los nios. Acaso se pre-guntan cul fue el cuento y en qu momento se acab.

    -sr les gust6 el euell to? -pregunta la maestra, iniciando su baotera para medir comprensin lectora.-S((((((J'(((( -gritan todos.

    -Quill me dice de qu S('trat el euellto?-(Silencio.)

    -Nadie quiere decirme de qus e trat6?-(Silencio.)

    -Aver, repitall despus de mI: Yeolor(1l colorado, este ellellto se haacabado.

    Desconcertada frente al rotundo silencio, la maestra no sabe

    qu hacer. Quema tiempo mientras digiere su desconcierto y arma

    una estrategia.

    -Yeolor(1l colorado, este euellto seha acabado --corean otra vez losnios.

    -Vamo~ a ver, Diego. D e qu se tri l l el el lel lto? -insiste, ahorauno por uno.

    -(Silencio.)

    -Prate, prate. Dillos, de qu se trat?-(Silencio.)

    -sr te gllst6 el ellellto? -quiere verificar.-PSI -balbucea Diego.

    -Elltol1ees, de qll se trat? -La maestra asume que si le gust,entonces debe saber de qu se trat.

    -El chiquito St' lIIeti dOllde 110 le lIalllal'1711-dice Diego. Se le haquedado grabado el intercambio que tuvo lugar a propsito de es-

    ta ICneade la lectura.-A ver, otro. T, Areli . De qll se tral el (ueuto? Dillos eOlllo t,

    quieras hablar -alienta a la nia a decirlo en sus propias palabras.

    Sospecha que el problema pueda ser de expresin.

    -(Silencio.)-Te hice ulla pregullta, Areli . No me vas a eOlltestar? -Siente aho-

    ra su autoridad amenazada por el silencio de la nia.

    -(Silencio.)-Si 110 quieres hablar, te vas a quedar ah( parada. -Castigo por "no

    querer hablar".

    -(Silencio.)-Muy biell , ell tollces ah( te quedas parada hasta qlle quieras COlltes-

    taro -La deja, en efecto, parada. Y como Areli nunca hablar, se

    quedar allf parada hasta que termine la clase.

    -A ver, t, de qu setral6 el cuellto? -Intenta con otro nio, apa-rentemente despierto e inquieto.

    -D e 111105 dedos -responde el interpelado. Imposible una res-puesta ms correcta que sta a propsito de este "cuento".

    - S , : de Ul10Sdedos. Pero, qll hadall losdedos? -La respuesta "deunos dedos" le parece a la maestra muy corta. Qu clase de res-

    puesta quiere? Una respuesta que abarque todo lo dicho por los

    dedos?

    -(Silencio.)-Qu f i le lo qlle ms te gust del euellto? -intenta otra estrategia,

    con el mismo nio. Piensa que es ms fcil para un nio decir lo

    que le gust (parte) que de qu se trat (todo).-(Silencio.)-Elltollees qlliere decir qlle 110 elltelldiste el euellto. Me vas a hablar

    o 1l0?Si 110,estoy perdielldo el tiempo ... -Se est poniendo molesta,irritada. El enojo es expresin de una tremenda frustracin. Ella

    empez la lectura ilusionada, imagin sin duda otro tipo de reac-

    cin por parte de los nios.

    -(Silencio.)-Iessiea. Prate y dillos, de qu se trat el ellellto? -No ceja en su

    intento. Debe mostrarse a sf misma que alguien puede explicar de

    qu se trat el cuento.

  • 7/24/2019 Torres R, M. Itinerarios por la educacin latinoamericana

    5/48

    140 [{OSA MARIA TORRESITINERARIO ll: INSTITUCIONES EDUCATIVAS 141

    -(Silencio.)

    -A ver, Rutll. Dime de qu se trat el (11('1110 ... -Debe seguir tratan-

    do. El asunto se ha convertido ya en afrenta personal.

    -De que el ms chiquito se llama Pulgar -dice Ruth. Esto es, enefecto, parte del cuento. Pero la maestra ya ha pasado a otro nio,

    mostrando evidente inconformidad con la respuesta. Cul es larespuesta que quiere?

    -A ver, Mauririo. -Parece dispuesta a pasar uno por uno, por to-dos los nios y nias de la clase.

    -Se m e ti6 e n 1I11Q clicva para que nadie le hablara -dice Mauricio.

    -Quin se meti en una cueva? -pregunta entre intrigada e ilu.sionada. Es el primer nio que aparentemente se acerca a la res-

    puesta que la maestra tiene en mente.

    -Pulgarrito -dice en voz muy baja Mauricio. Mauricio est ju-gando a las adivinanzas y a las asociaciones: Pulgar se asemeja a

    Pulgarcito. Nunca oy de Pulgar, pero s oy de Pulgarcito. El ni-

    o se aventura, intenta, a ver si pega.- Y ono dije nada de ninguna cueva. Ni tampoco de Pulgarrito. T lo

    ests confimdiendo eDil olro cuento. -As es. A estas alturas, la maes-

    tra tiene ya claro que los nios no han seguido la lectura, que no

    han entendido. Su hiptesis fuerte es la de la falta de atencin.

    -A ver, Gaby. De qu se trat el cuento? -No se da por vencida.-(Silencio.)

    -Pues aJu'te quedas parada hasta que contestes. -yqueda parada.A pocos pupitres de Areli, que contina parada junto al suyo.

    -(Silencio.)

    -Tienetl que hablar. Si no quieren hablar, no volvemos a jugar.-(Silencio.)

    -A ver, Alejandra. Me vas a hablar, SIo no?-(Silencio.)

    -Huy, Di05 mio, no vuelvo a cOlltarles cuentos. Vamos a trabajar,entonces.

    -(Silencio.)

    -A ver, Cynthia. Dinos de qu se trataba el cuento.-Se trataba de ... unos dedos -dice Cynthia, con la voz temblorosa.-A ver, t, Nancy, ahora SI: Dinos lo que tl entendiste. Ponte de pie.

    En voz fuerte para que todos te escuchen.-De unos dedos, del Pulsar -dice Nancy, temerosa.

    E SC UE LI < N OH M Al

    DE TORREaN

    8IBLlOT\7CJ

    -A ver, Alejandro.-A mI me dio risa -resume olmpicamente Alejandro.-Y por qu te dio risa?-Porque dedo qlle se metra el dedo en la nariz.-Vas bien, vas biel!. Sigue -le estimula la maestra. Finalmente ha

    recuperado la risa como clave en la relacin con los nios y con el

    cuento.-Tambin que le 11ablaron a Pulgar y Pulgar no contest -agrega

    Alejandro.-A ver, quin ms? T prate, m 'hijito, yhabla. -La maestra ha re-

    cuperado la esperanza. Est dispuesta a un borra y va de nuevo.

    Las ltimas respuestas le han estimulado.

    -(El nio murmura algo.)

    -No te oigo nada. N o s[ o que me ests hablando.-Alguien ms quiere explicar el cuento?-(Silencio.)

    _ Sabel! por qu no loentendieron bien? -recapacita y admite fi-nalmente la maestra-, porque no se saben los nombres de los dedos -di.ce, intentando al menos una explicacin posible-. Vaya volverlo aleer. Y te vaya volver a preguntar Areli, Anglica, Gabriela ...

    y asf es como reinicia la lectura, esta vez corrigiendo algunos

    errores suyos que ahora percibe como tales. Por ejemplo, pide que

    los nios muestren sus dedos a medida que los va mencionando.

    Asimismo, se ha dado cuenta de que tiene que mostrar los dibu-

    jos pues no se puede entender el texto sin ellos. As, en esta segun-

    da lectura, voltea el libro de cara a los nios al pasar cada pgina

    y permite que los nios se paren y hasta se acerquen a ver los di.

    bujos. Al llegar al final del cuento, la maestra no oculta un suspi-ro de alivio.

    -yahora s , colorln colorado...-i ...este CUetlto se ha acabado!!!! -completan los nios, dejando

    ver, tambin, la alegra del final de esta tortura. Pero el fin no ha

    llegado an ...-Para ma,iana van a hacerme la siguiente tarea: van a dibujar SIlSdos

    manos, una en cada hoja. En 11IIahoja [e dicen a s u mam que les diga elnombre de lo s dedos. En la otra mano anotan lo que hace cada dedo. En -

    tendieron?-Sll -responden, vaciland,o, unos pocos.

    - - - - _ ..._------------~

  • 7/24/2019 Torres R, M. Itinerarios por la educacin latinoamericana

    6/48

    14 2 ROSA MARIA TORRES

    - No s e 105 vuelvo a repetir. Y si maana no traen la tarea, ya saben

    lo que pasa -sentencia la maestra.

    En el tramo final ha tocado el timbre del recreo. Los nios se

    paran y salen volando al patio. Nos quedamos solas la maestra y

    yo, ella en su mesa, yo sentada en el ltimo pupitre. Antes de queyo tenga tiempo de decir algo, ella se adelanta, me mira de frentey me dice:

    -No me sali6 bien hoy. -Slo ella y yo sabemos cunto le cuest!!

    decir esto. -El otro dia les lei otro cuento y les gust6, les interes6.

    Ella ha abierto el dilogo. Antes me abri su aula, su intimidadde maestra. Ahora me ha abierto su corazn.

    13.

    Madres educadoras: una ceremonia degraduacin en un jardn de infantes

    Sbado tarde. Estamos aqu, en esta pequea localidad rural de

    San Juan de Morn, para asistir a la ceremonia de graduacin de

    los nios del jardn de infantes. Se trata de un jardn de infantes"no convencional", parte del Programa Madre-Maestra del Minis-

    terio de Educacin del Ecuador, un programa iniciado en 1988 con

    apoyo de UNICEF.Estn presentes los nios, las tres madres-maestras que les

    atienden, la maestra que coordina el programa y las apoya a ellas,

    los padres de familia, la presidenta del comit barrial, la reina y la

    ex reina del barrio, y nosotros, los invitados externos, del Ministe-

    rio de Educacin y de UNICEF. Dos perros callejeros nos acompa-

    an tambin en el acto, movindose silenciosamente de arriba a

    abajo por el saln o bien acomodndose debajo de los pupitres de

    los nios.

    El jardn de infantes no tiene local propio. Funciona en la casabarrial. Los nios y sus maestras pasan aqu de lunes a viernes, de

    8 a 12 de la maana. Los viernes al medioda, nios y madres re-

    cogen todo y se lo llevan a sus casas, y lo vuelven a traer el lunes,

    pues el fin de semana el local se utiliza para actos culturales,

    asambleas y fiestas de la comunidad.

    Todos han venido hoy con sus mejores atuendos. Las nias lu-

    cen vestidos de tul. golas, diademas y lazos en el pelo, medias con

    florcitas de colores, medallas y cadenas de oro. Los nios, camisas

    de manga larga, corbatas de lazo, zapatos de charol, pantalones

    de casimir. Algunas nias estn ataviadas en el estilo femenino

  • 7/24/2019 Torres R, M. Itinerarios por la educacin latinoamericana

    7/48

    LA CASA-AULA COMUNITARIA

    convencional, con vestidos vaporosos, trajes largos, bordados yencajes; otras estn al ltimo grito de la moda, con minifaldas

    apretadas, mallas de lana, copetes y peinados alborotados, botas.La mayora de los padres de familia presentes son madres, y la

    mayora de ellas son madres jvenes. Las hay mestizas y morenas.

    Las hay vestidas a la usanza criolla, con atuendos lpicos y tren-zas, y las hay modernas, con minifaldas, blue-jealls, tacos altos. S-lo hay tres hombres adultos. El resto son nios, sin duda herma-nos de los alumnos, que corretean adentro y afuera, o bien duer-men o lactan en brazos de sus mams.

    El saln es un galpn grande, hecho de material prefabricado,con techo alto y armazn de metal, piso de cemento pintado de ro-

    jo, y grandes ventanales a lo largo de ambos costados. Muchos vi-drios estn rotos. Hay buena iluminacin y ventilacin.

    No hay divisiones internas, pero el espacio est de hecho divi-dido en dos partes, con un pizarrn ubicado en cada extremo. Unlado del saln ha sido ocupado por el jardn de infantes, como

    puede percibirse por la ornamentacin; el otro lado est bastantedescuidado, con sobras de material de construccin arrumado enel suelo, con las paredes semidesnudas.

    A pesar de la gran pobreza, se ve ganas y esmero por manteneresto bonito, arreglado, agradable para trabajar con los nios. Pe-queas macetas de plantas, lminas y estampas coloridas, recor-

    tes de revistas, corazones, dibujos, un gato amarillo de cermica,collares de cuentas, guirnaldas de papel crep, mazorcas de mazseco, salpican el espacio adornando los vidrios, el bordillo de lasventanas, las paredes, el pizarrn.

    Las mesas de los nios son mnimas y rsticas; las sillas, igual.Algunos estn sentados en troncos de rbol, a falta de sillas. En la

    pared del costado est pegada una tira de madera larga y delga-da, la cual, clavos de por medio, sirve de perchero para colgar las

    bolsas de aseo de los nios, bolsas plsticas corrientes dentro delas cuales puede adivinarse una pequeI1a toalla, acaso ni siquieraun jabn.

    144 ROSA MARIA TORRES ITINERARIO II: INS TITUCIONES EDUC ATIVAS 145

    Las escasas repisas consisten en una tabla de madera sujeta conun clavo y una piola. Sobre las repisas, revistas que sin duda sir-ven para recortar. Al costado izquierdo del pizarrn, el botiqun.

    Al costado derecho un perchero de cartn encima del cual puedeleerseaseo. Debajo, a altura de nios, un pequeo espejo.

    LA SABATINA ESCOLAR

    Los nios han sido agrupados formando un semicrculo consus mesas y sillas individuales, de cara al pizarrn. Los adultos

    estn sentados atrs, en bancas de iglesia seguramente prestadaspara la ocasin. Para los invitados especiales, las autoridades y lasreinas locales, se ha reservado la primera banca.

    Beatriz, la coordinadora del programa y la maestra a cargo deestas madres-maestras, da la bienvenida y hace la presentacin

    del acto de clausura del ao escolar:

    -ste es UII trabajo de hormiguitas que hemos vellido lIacielldo d(a ad(a. No estamos ell una exhibicilI. Slo queremos ensearles lo que se hahecho con los nios. Pido un gran aplauso para mi s madres-maestras.

    Las aplaudidas son tres mujeres muy jvenes, madres de algu-nos nios del jardn y maestras de todos ellos. Madres que asu-men el papel de maestras sin haber estudiado para ello,y con ape-nas una primaria completa. Madres-maestras que trabajan todoslos dlas, con horario y obligaciones, sin que se les pague un cen-

    tavo. Por la pura voluntad, por la pura solidaridad, por el puroamor a los nios.

    Los nios tienen entre 4 y 6 aos. La mayora mestizos, tres deellos morenos. La mayoda de ellos inquietos, despiertos, activos,

    parlanchines.

    Empieza el acto la primera madre-maestra. Reparte a los nios

    un pedazo de lana roja y les da sucesivamente la instruccin deque se la coloquen arriba, abajo, al frente y atrs.

    A~ora, quin puede hacer un cfrculo? Los nios ponen la tirade lana en la mesa y tratan de hacer un cfrculo.

    Quin puede hacer un cuadrado? Los nios intentan el cua-

    "~2re

    O""'2 ~..

    !r

  • 7/24/2019 Torres R, M. Itinerarios por la educacin latinoamericana

    8/48

    146 ROSA MARIA lDRRESITINERARIO 11:INSTITUCIONES EDUCATIVAS 147

    drado. Y luego el tringulo. Y despus el gusanito. Ahora deben

    guardar al gusanito en el bolsillo.

    -Y o 110 tmgo bolsillo -dice uno.

    -Si quieres, yo te presto el mo.

    -Quill tiene UIIbolsillo grallde? -grita uno parado en su silla.

    Ahora a levantar la mano derecha, a agarrarse la oreja derecha,

    la rodilla derecha, el hombro derecho, el pie derecho. Ahora todo

    igual, pero del lado izquierdo. Ahora subir las dos manos, juntar-

    las, aplaudir.

    Ahora van a cantar "Yo tengo una mano derecha". El "canto"

    consiste en corear a grito pelado:

    Yo tengo una mano derecha

    y sabe coger la cuchara

    y sabe coger lapicitospara hacer los dibujitos

    mi mano derecha

    mi mano izquierda

    son dos manitos

    que yo tengo para trabajar

    manitos limpias

    que yo tengo.

    Son nios muy colaboradores. Se comportan con soltura, es-

    pontneamente. No se los percibe forzados, actuando para los vi-

    sitantes. Por el contrario, casi sorprende ver que no tienen para

    nada en cuenta al pblico. Siguen todo el tiempo hablando y mo-

    vindose a sus anchas, como si estuvieran solos.

    LOS NMEROS

    Ahora le toca el tumo a la segunda madre-maestra. Pide a los

    nios que, uno por uno, pasen a identificar, en un conjunto de tar-

    jetas, los nmeros que ella va nombrando. Luego de identificarlo,

    el nio o nia debe colocar la tarjeta en la pizarra, donde est di-

    bujada una escalera con una grada para cada nmero. La mayora

    de n;jios quiere pasar a la pizarra. El "Yo, sdiorita" se escucha

    constantemente. Luego, los nios dibujan dentro de cada grada el

    conjunto de objetos que corresponde al respectivo nmero.

    Empiezo a fijarme inevitablemente en Cosme, un nio inquie-

    to como ninguno, disfrazado de seor para la ceremonia, que no

    deja de hablar, moverse y molestar a los otros. Ahora mismo ha

    procedido a acostarse sobre su silla-pupitre, tendido de pies a ca-

    beza. Se da cuenta de que le estoy observando y se anticipa:

    -Me vaya caer. Pero 110me vaya caer dursimo, porque aquisito 110-ms est el suelo.

    Una nia morena chiquita, sin duda hermana menor de uno de

    ellos, empieza a llorar estrepitosamente. La mam tiene que to-

    marla en brazos y sacarla a llorar afuera.

    Ahora empiezan a cantar "Un elefante se balancea". Como los

    dems "cantos", a todo pulmn, sin meloda, l gritos.

    LEER Y ESCRIBIR

    Sin pausa entre una y otra, empieza la tercera madre-maestra.

    Todo est sincronizado. Una actividad sigue a otra, una maestra a

    otra. Los nios no paran de hacer, bombardeados de instruccio-

    nes. Ritmo de sabatina escolar. Ritmo de maestras nerviosas. Rit-

    mo de padres de familia que quieren ver resultados, los resultados

    de todo un ao escolar. Pero, qu pasa con el ritmo, los deseos ylas necesidades de los nios?

    "Quieren cantar?", les pregunta la maestra. Y todos, a rabiar,

    responden que s. Lo que "cantan" esta vez es "Paco Perico".

    -Vamos a suponer que por esa pucrta elltr6 1111 duellde 'eqlwiito y le

    pu so 'e Ka a l pis o. Us te de s es tn pe Ka do s, 110pueden moverse. Lo nicoque JlIedell mover es el CJIerpo.Vamos a movemos -instruye la madre-maestra.

    Los nios empiezan a mover la cabeza, los brazos, la cintura,

  • 7/24/2019 Torres R, M. Itinerarios por la educacin latinoamericana

    9/48

    148 ROSA MARIA TORRES ITINERARIO 11:INSTITUCIONES EDUCATIVAS 149

    los hombros, primero rpido, despus despacio, nuevamente r-pido, nuevamente despacio.

    -Ahora 'lOSvamos a va/ver enanitos -y los nios se agachan.

    -Ahora 'lOSvamos a volver gigantes -y los nios se levantan y seestiran.

    Acabada la calistenia, viene el momento de la "lectura". Lamaestra empieza a sacar unas tarjetas con dibujos y pide a los ni-os que digan lo que representan y que, acto seguido, hagan loque se dice en ellas.

    -Caminar! (Y empiezan todos los nios a caminar.)-iVolar! (Y hacen como si volaran.)-iPararse! (Y se paran.)-Saltar! (Y saltan.)

    -Correr! (Y corren.)

    Ahora viene otro tipo de tarjetas que ya no representan accio-nes (verbos) sino objetos, ilustrados con lminas recortadas de re-

    vistas.-Ni,ios!-Rlo!-rboles!

    -William, vell aquIy [eme/0 que dice en esta oracin. -La maestrale presenta, en este orden, las tarjetas de NIt'lOS, CORRER y Rlo.

    -Los nios corren a/rlo -contesta William.

    Ahora pasa Wilmer, a quien le ensea las tarjetas de PJARO,

    VOLAR Y RBOLES.

    -E/ pjaro vuela al rbol-hilvana Wilmer.

    Luego, con el mismo procedimiento, contina el descifrado encoro, construyendo otras oraciones a partir de otras tarjetas.

    Ahora viene una actividad de recortado y pegado. La maestrareparte a cada nio una hoja recortada de revista. Les pide que

    muevan las hojas para hacer ruido, que se las pongan encima de

    la cabeza, que se sienten sobre ellas, que las pongan debajo delasiento y, finalmente, que las corten en tiritas. Ahora que las hancortado, van a hacer una figura de una persona y van a pegar lafigura en una hoja blanca que empieza a repartir a todos.

    Los nios no paran de trabajar un segundo. No bien acaban derecortar, empiezan a pegar, algunos con saliva, sin esperar que pa-se la maestra con el tarro de pegamento.

    Cosme y laneth, ambos de 6 aos, apenas empiezan a pegarcuando la maestra empieza a preguntar quin acab. Me acerco aver lo que hacen ambos. Cosme me informa, sin que nadie le pre-gunte:

    -A mIme vall a palier en a escuela.-Cundo?-E/ otro dla.-Esto no es una escuela?-No, es un jardlll ..-Se lIal/la lardlll No ClJIlVellciollalSall los de Morn -

  • 7/24/2019 Torres R, M. Itinerarios por la educacin latinoamericana

    10/48

    150 ROSAMARIATORRES ITINERARIO11:INSTITUCIONESEDUCATIVAS 151

    Le pido entonces que me indique dnde dice Elizabeth. Me se-ala la primera palabra y luego, dudosa, la segunda. Le informoque en la primera dice slo JANETHy en la segunda CALDERN.

    -Y dnde est EUZABETH? -me pregunta desconcertada.

    Le digo que no est ah, que debera estar en el medio, que de-beran haber tres palabras y no dos.

    -Pero yo SI me llamo EUZABETH -confirma.-Pero ah no est -le insisto.-No s . Yo S I l o puse.

    Pienso cunto bien hara a estas maestras y madre-maestras sa-ber ms acerca de cmo aprenden los nios a leer y escribir. Noslo para ayudarles a aprender mejor, sino para comprender losrazonamientos y la lgica que estn detrs de una conversacincomo la que acabo de sostener con Janeth, y las mil y un situacio-

    nes similares que se presentan todos los das con nios que empie-zan a familiarizarse con la lectura y la escritura ...Ahora, para cerrar la sabatina, entra en accin Beatriz. Les pi-

    de a los nios que se acerquen, se tomen las manos y formen uncrculo.

    -Hoy he venido muy loquita. Todos /lOS vamos a equivocar. Todos /lOStocamos el pop -les dice Beatriz, y se toca la cabeza, mientras los ni-os, por su parte, se tocan lo que corresponde, riendo a carcajadas,entre nerviosos y divertidos. Tambin los padres de familia se ren.

    -Ahora nos vamos a tocar los ojos -y se toca las orejas, mientras

    los nios automticamente se llevan las manos a los ojos. Y vuel-ven a rerse de la situacin, del absurdo, de la instruccin equivo-cada, de su posibilidad de corregir a un adulto.

    -FzJense que yo mefui donde un panadero y le dije que por favor mehiciera unvestido.

    -iNooooooooo! -corean Y se mueren de risa los nios. Y le gritanuna y otra vez que hay que ir donde un sastre.

    -Le pedl hace unos dlas a un mec/lico que me hiciera 'lilaS zapatos.-Nooooo! -corrigen los nios. Y recomiendan al zapatero.-Yo te/lla U/la ve z U/la vaca que me daba U/lOS huevos bie/l grandes

    -sigue Beatriz- .Yo tenIa un borrego que volaba.

    ESCUELA NORMAL

    DE TORREON

    81BLlOTECA

    Esta ltima, sencilla y entretenida, es una actividad diferente.Los nios no siguen simplemente instrucciones. Ms bien, apren-den que las instrucciones pueden ser equivocadas, aprenden a

    pensar antes de actuar, a darse cuenta de que ellos saben muchascosas, a saber que los adultos pueden no siempre tener la razn.

    Y, con el "canto" de "Un conejito muy picarn", termina la sa-batina. Se anuncia que los nios deben salir afuera un momentopara arreglar el escenario y proceder a la ceremonia formal de gra-duacin.

    LA CEREMONIA DE GRADUACiN

    Llega la hora de la ceremonia de graduacin de los nios queterminan el jardn de infantes. La animadora, una de las madres-maestras, empieza dando lectura al programa.

    Primero: Entrada de los niosEntran los nios, haciendo un tren. Se acomodan en las mismas

    sillas, esta vez sin mesas delante y en semicrculo, dando la caraal pblico.

    Segundo: Himno Nacional del EcuadorUn, dos, tres. Los nios "cantan" el himno, ensordeciendo a to-

    dos y a s mismos. Los adultos parecen disfrutar el gritero, comose disfruta todo lo que hacen los nios, todo lo que hacen los pro-pios hijos. Pero no puedo dejar de pensar en este hacer de la con-

    fusin entre msica y ruido, entre cantar y gritar, una rutina. Unabuena educacin musical es algo que, sin duda, hace falta en todojardn de infantes y algo que debera ser parte de la formacin detoda educadora parvularia.

    Tercero: Palabras de bienvenida por parte de una madre-maestraLa ltima madre-maestra que trabaj con los nios da una cor-

    dial bienvenida a los asistentes, agradeciendo su presencia.

    Cuarto: Palabras del presidente de los Padres de Familia-$e,iores, muy bue/las tardes. Me hago prese/lte aqur para dar agra-

  • 7/24/2019 Torres R, M. Itinerarios por la educacin latinoamericana

    11/48

    15 2 ROSA MARIA TORRES ITINERARIO 11:INSTITUCIONES EDUCATIVAS 153

    decimiellto a las se/joras profesoras yola coordilladora. Agradezco illfi-lI itamente. Yeso es todo. Les agradezco bastallte -dice un padre joven.

    Quinto: Palabras de la presidenta de San Jos de MornEmpieza nombrando a las autoridades y visitas presentes, y

    luego lee un discurso que habla sobre la importancia de la educa-cin, desde la antigedad hasta nuestros das. Pide apoyo del Mi-nisterio de Educacin y UNICEF para el jardn, para construir unlocal propio, sobre todo ahora que se han unido los 16 barrios yaumentar la demanda sobre el jardn. Pide a los padres concien-

    cia de unin, y termina felicitando a los nios, desendoles quesean buenos alumnos en la escuela.

    Sexto: Ronda por parte de los niosDivididos los "varoncitos aqu" y las "mujercitas ac", los ni-

    os gritan una ronda que habla del coqueteo entre una gata y un

    gato.

    Sptimo: Palabras de la reina de la comunidadImposible ofr lo que dice la muchacha, pues aparte de que ha

    subido el volumen de ruido que hacen los nios, Cosme ha pega-do a Armando y ste ha empezado a llorar desconsoladamente.

    Octavo: Palabras de la seora Rosa en representacin de lasmadres-maestras de San Jos del Condado

    Dos madres-maestras de otro jardfn de infantes y de otro sec-tor, San Jos del Condado, han sido invitadas por las madres-maestras de este sector a la ceremonia de graduacin. Imposible

    prestar atencin a lo que dice la seora Rosa, pues Armando siguellorando a brazo partido, sin que tengan ningn efecto los consue-los y mimos de la mam. Todos estamos pendientes del nio. Na-die parece estar dispuesto a poner fin a la situacin, sacando al ni-o afuera o, por ltimo, suspendiendo por un momento el acto.

    En esas condiciones, es poco lo que alcanzo a ofrle.

    -Los chofaes HOS p e" COIl Jli(ios y 110 HOS tral'Il. N eces i t l l t1W S qUe! IIOSapoyell para el trallsporle {... } I'or 110leller 10('01 se l/OS Ira ',ec/1Omuy du-ro el trabajo {... } Ha Irabido veces ql/e 1105 ha tocado lrabajar ell la ;lIlem-

    pe rie , ell el agua, eIl el fria {...} Muchos lIi,jos se hall retirado por estosproM em as , la mi tad {... } EII e l res to delpais sabemos que tambi ll haymadres-maestras y quisiramos que 1I0S lIevarall a collocer cmo es all,cmo trabajall ellas, osea ulla pasallUa,

    Ahora habla Fabiola, la otra madre-maestra invitada.

    -Nosotms hemos aprelldido jUlllo COIIlosIIi,jos. Alprillcipio ramostllidas, al igual que ellos {. . .} No tellemos dllde trabajar. EII lIuestrascasas SOl/lOS pobres y 110tellemos facilidades. Los dueos de casa se mo-lestall. Los padres de familia les retirall.

    Noveno: Entrega de diplomas a los niosSon 14 nios los que se gradan. Se aclara que la madre-maes-

    tra respectiva va a entregar a cada nio el diploma, mientras el pa-dre o la madre le pondrn la capa y la museta. Capa y museta sonde satn brillante, en colores rojo y azul. Entra de inmediato un fo-tgrafo en escena, hasta ese momento inadvertido o quizs recin

    llegado.NELLY LucIA SIMBAA

    -Nelly SimbO/jo que IIllllca se bO/ja-se le oye decir a Cosme, rpi-damente reprimido por su madre-maestra.

    Pasa la madre, le pone la capa y la museta. Se toman la foto: lasdos mujeres a los costados y la nia en el medio, sosteniendo el di-

    ploma de cara a la cmara. Las tres sonrientes.

    MAYRA EUZABETH CNDOR

    -Cmo se palie esto? -pregunta nerviosa la mam, que no atinacon el broche de la capa.

    MARCIA CRISTINA SIMBAA

    El fotgrafo pregunta a cada madre si quiere la foto, pero seapresta a tomarla antes de preguntar. Sabe que ninguna dir queno. Es parte del negocio. sta es una ceremonia muy importantey, por tanto, una foto muy importante, para cada una de ellas.

    Los aplausos no se dan en el momento de entrega del diplomasino despus de tomada la foto.

    JENNY Roclo RIVERA

    Ninguna mam felicita, abraza o besa al hijo o hija. Eso sf, les

  • 7/24/2019 Torres R, M. Itinerarios por la educacin latinoamericana

    12/48

    154 ROSA MARIA TORRES ITINERARIO ll: INSTITUCIONES EDUCATIVAS 155

    ;

    i

    I!,

    i:

    arreglan el pelo, les acicalan la ropa antes de la foto. Despus dela foto, agarran el diploma para tenerlo ellas a buen recaudo.

    MILTON FERNANDO CARRERA

    Primer pap que pasa adelante. Antes de acercarse al hijo, sa-luda y da la mano a cada una de las madres-maestras.

    WILMER JAVIER FLORES

    La mam entra en apuros para cerrarle la bragueta, pide al fo-tgrafo que espere para la foto.

    WILLlAM NARVEZ M~NDEZ

    El nio empieza a ponerse en pose y sonrer para la foto desdeel momento mismo en que le nombran, mientras la maestra le en-trega el diploma y la mam le pone la capa. Imagino la sonrisa

    congelada que quedar para siempre recordando esta ceremoniaen la foto.

    BYRON DARlo JUMBO JUMBO

    Pasan pap y mam. El pap, presidente de los Padres de Fa-milia, se coloca de inmediato junto al hijo para la foto. La mam,entre tanto, le acomoda la camisa y le limpia la nariz. Luego, vuel-ve a su asiento. Habiendo un solo lugar en la foto para padres defamilia, el pap asume que el lugar es naturalmente suyo.

    COSME ROMN ENRIQUEZ JATlVA

    -ste es 1/11diablo-me ratifica la madre-maestra a mi lado.Pasa la mam, una mujer joven, de apariencia moderna y juve-

    nil. Me dicen que es obrera en una fbrica. Despus de la foto, sequeda junto con el hijo, sentada en su silla, conversando con l.

    No vuelve a su asiento de madre de familia.

    DIEGO LIZANDRO MINDA

    Mientras estn en la foto de Diego, la mam de Mayra se acer-ca adelante a reclamar: en el diploma dice Mayra Elizabeth y esMayra Marisol. Beatriz le dice que no se preocupe, que ya lo vana arreglar.

    CRISTIAN CONCHA GONZLEZ

    -Cristial l COllcha, melcocha -dice en voz alta Cosme. y vuelve aser reprimido.

    WILLlAM CAZAR CADENAJANETIl CALDERN ORTIZ

    MARCELA TATlANA PALLO

    -UII aplauso para IIl/estros gradl/ados -pide finalmente Beatriz, lacoordinadora.

    Ahora, empieza la entrega de diplomas a los nios ms peque-os, los que se quedan todava en el jardn.

    Dcimo: Entrega de presentes a las madres-maestras porlos Padres de Familia

    Una madre de familia entrega a las tres madres-maestras y aBeatriz, la coordinadora, unos pequeos regalitos, con unas pala-bras de agradecimiento "por lo que se han esforzado para quenuestros nios se eduquen". Ya no es slo ruido lo que cunde enel saln sino franco desorden y desbandada.

    Undcimo: Recitacin de "Vacacin" por parte

    de los niosVaca vaca vaca

    vaca vacacin

    terminaron las tareas

    tengo lista la cometa

    la pelota y el avinmaana ya no vengo

    adis, adis, adis.

    Decimosegundo: BrindisUna copa de Champagne Gran DI /va l, canguil' y un pan con que-

    so se ofrecen a todos los adultos presentes. Luego viene la tertuliainformal.

    t. Vocablo ecuatoriano para palomitas de maz, pochocJo.

  • 7/24/2019 Torres R, M. Itinerarios por la educacin latinoamericana

    13/48

    Nios y padres empiezan a irse. El saln va vacindose poco a

    poco. Cada familia va recogiendo su caja de cartn con los traba-

    jos manuales hechos por el hijo o hija durante el ao, as como la

    respectiva mesa y silla, que van cargando a cuestas mientras tre-

    pan a paso lento por la cuesta de tierra que da al parque principaldel pueblo.

    156 ROSA MARIA TORRES

    )

    )

    14.

    Discriminacin positiva y resultados

    escolares

    Visita a una escuela del "Programa de las 900

    Escuelas" en Chile

    P a r a C e c i l i a

    Las polticas y programas de "discriminacin positiva" han pa-

    sado a ser parte constitutiva de los proyectos de "mejoramiento

    de la calidad de la educacin" y de las reformas educativas de la

    dcada del noventa en los pases latinoamericanos. Uno de los

    primeros y ms conocidos programas de este tipo es el Programa

    de las 900 Escuelas (P-900), en Chile. El texto que sigue intenta re-

    coger lo visto y escuchado y lo reflexionado personalmente du-

    rante la visita a una de las escuelas inscritas dentro de este progra-

    ma, ubicada en un barrio marginal de Santiago. Dicha visita, a su

    vez, fue parte de una visita ms amplia al P-900 realizada en agos-

    to de 1991, la cual incluy entrevistas y conversaciones con variosde sus directivos en ese momento.

    Aunque mi inters y mi contacto con el P-900 han continuado

    a lo largo de estos aos, he preferido aqu "congelar" la visita en

    el momento en que sta se dio y como yo la registr entonces. Y

    esto, dado que el propsito principal de este texto no es dar cuen-

    ta del P-900, sus avances o resultados -ntese que la visita tuvo

    lugar a apenas un ao de iniciado el programa- sino ms bien pe-

    netrar, aunque no sea ms que epidrmicamente, en la problem-

    tica, las escuelas, los sujetos de carne y hueso que estn detrs de

    las polticas y programas de discriminacin positiva, y de ste es-pecficamente.

    Quines son, en definitiva, esos nios y nias, esos profesores,

    supervisores y directores, esas escuelas que, en Chile y en tantos

    otros pases de Amrica Latina, producen resultados escolares tan

    <

  • 7/24/2019 Torres R, M. Itinerarios por la educacin latinoamericana

    14/48

    158 ROSA MARIA TORRES ITINERARIO 11:INSTITUCIONES EDUCATIVAS 159

    espectacularmente pobres que han logrado, finalmente, llamar la

    atencin y provocar polticas y programas especficos, compensa.

    torios, discriminadores al revs, "unidades de tratamiento inten.

    sivo", como caracterizan al 1'-900 los propios chilenos? Qu di-

    cen, cmo piensan, qu expectativas y prejuicios tienen, cmo seperciben a s mismos, a su situacin, a estos programas que acu-

    den en su ayuda? Qu clase de ambientes y tiempos, relaciones y

    tramas, dinmicas interpersonales e institucionales se conjugan,

    en cada situacin concreta, para producir estos resultados? Dn-

    de estn los hilos del ovillo de los que, en medio de todo eso y con

    ayuda de la propia intervencin compensadora, hay que tirar pa-

    ra empezar a desenredar y revertir dicha situacin?

    EL PROGRAMA DE LAS 900 ESCUELAS

    El Programa de las 900 Escuelas se inici en marzo de 1990 y

    fue el primer programa educativo con el que el gobierno chileno

    reinici su etapa democrtica. Fue financiado en sus inicios con

    fondos de los gobiernos de Suecia y Dinamarca.

    El programa, de atencin focalizada, se propuso inicialmente

    mejorar el rendimiento escolar en 969 escuelas de Chile (10% de

    las escuelas bsicasl)ubicadas en sectores urbanos y rurales muy

    pobres e identificadas como muy pobres tambin en trminos de

    sus rendimientos escolares. Para 1991 -momento de esta visita- el

    nmero de escuelas atendidas habla subido ya a 1.278, con un to-

    tal de 219.594 alumnos en los cuatro primeros grados.

    Para lograr sus objetivos especficos -mejorar los aprendizajes

    de los alumnos del primer ciclo bsico (primero a cuarto grado)

    de estas escuelas, particularmente en lectura, escritura y clculo,

    competencias comunicativas y autoestima- el 1'-900 se plante

    siete lneas de accin: mejoramiento de la infraestructura y el

    equipamiento, capacitacin y perfeccionamiento docente a travs

    de los Talleres de Profesores (TP),' provisin de textos escolares,

    1. La es cuel a bs i ca en Chile dura actualmente ocho aos.

    2. En Chile se utiliza el trmino I'ro fe s.o re s tambin para quienes ensean a ni-

    vel primario.

    provisin de bibliotecas de aula y de materiales educativos, re-

    fuerzo escolar para los nios a travs de Talleres de Aprendizaje

    (TA), apoyo tcnico a los profesores y administradores, y procesos

    de apoyo tales como comunicacin y evaluacin.

    Uno de los componentes ms innovadores del 1'-900son los Ta-lleres de Aprendizaje, destinados a aquellos nios que segn esti-

    man los profesores, necesitan ayuda o refuerzo personalizado (pa-

    ra 1991, cerca de 50.000 nios se encontraban asistiendo a estos ta-

    lleres). Los talleres buscan reforzar lo aprendido en clase, al mis-

    mo tiempo que promover la creatividad y la autoestima de los ni-

    os. Estn a cargo de jvenes de la comunidad, llamados monito-

    res, quienes son capacitados especialmente para la tarea (2.086 j-

    venes -hombres y mujeres- fueron capacitados en 1990, y 2.766 en

    1991), reciben una pequea remuneracin llamada bono o beca

    (17.500 pesos mensuales en ese momento, equivalentes a aproxi.

    madamente 50 dlares) y se comprometen a trabajar 20 horas a la

    semana: 8 horas de taller con los nios, y el resto dedicado a pla-

    nificar y a trabajar con la supervisora, los profesores y los apode-

    rados de los nios. Los Talleres de Aprendizaje operan con grupos

    pequeos (entre 15 y 20 nios), antes o despus del horario regu-

    lar de clases, dos veces por semana, y bajo la coordinacin de dos

    monitores trabajando en equipo, quienes cuentan con materiales

    especialmente diseados y reciben apoyo de los supervisores del

    Ministerio de Educacin.

    A travs de este paquete integrado de medidas, se esperaba

    que las escuelas mejoraran progresivamente sus resultados, y pu-

    dieran ser "dadas de alta" del programa, dejando de este modo

    paso a otras escuelas tambin necesitadas de atencin focalizada.

    Entre 1990 y 1996, el 1'-900 lleg a 2.099 escuelas. En 1990, al ini.

    cio del programa, el puntaje escolar promedio en matemticas y

    lenguaje de las escuelas incluidas en el 1'-900 era de 52,11 sobre

    100; para 1996 ese puntaje habla subido a 64,06, es decir, un incre-

    mento de casi 12 puntos, un puntaje por encima del incremento

    promedio (8,5 puntos) de las escuelas subvencionadas del pas, en

    . ese mismo perodo. Por otra parte, hay monitores que, inicindo-

    se con el 1'-900, han empezado a estudiar en la universidad y han

    optado por la carrera de Pedagoga.

  • 7/24/2019 Torres R, M. Itinerarios por la educacin latinoamericana

    15/48

    160 ROSA MARIA TORRES ITINERARIO 11:INSTITUCIONES EDUCATIVAS 161

    LA ESCUELA

    La escuela que visitamos est en un barrio urbano marginal deSantiago, llamado Santa julia. En el camino nos 1 0han descrito co-

    mo un barrio pobre, marginal, peligroso, de alto riesgo, y nos hancontado situaciones de drogadiccin, robo, asalto, crimen.En la entrada de la escuela hay un cartel que previene sobre el

    clera. Adentro nos recibe la directora, una mujer alta, blanca, en-fundada en gorro y bufanda de lana gruesa para aplacar el fro. Suoficina es un cuarto pequeo, modesto, con varios diplomas en la

    pared y el retrato del presidente Alwyn colgado detrs del escri-torio. Cecilia, de las oficinas centrales del P-900, y Eliana, la super-visora de esta escuela, quien nos acompaa, hacen las presenta-ciones de rigor. La directora pide a Eliana que nos gue en la visi-ta y se disculpa por tener que atender otros asuntos. La ausenciade ceremonia y pleitesa con que nos recibe es, de por s, un signoalentador.

    Camino al Taller de Aprendizaje cruzamos el patio y vemos, atravs de las puertas, algunas aulas por adentro. Aulas limpias yordenadas, con mesas y sillas evidentemente nuevas, estantes delibros, el piso de vinil, brillante, en distintos tonos de verde. El am-

    biente, siendo pobre y precario, es bonito, incluso alegre. El nicoproblema es que no hay calefaccin y hace mucho fro tanto afue-ra como adentro. Y que las ventanas son muy altas, muy peque'lasy tienen barrotes.

    Eliana me explica que mucho de lo que se ve como nuevo o me-jorado en materia de infraestructura y equipamiento es parte de 1 0

    que trae consigo el P-900 a las escuelas que se adhieren al progra-ma. En sta, concretamente, se ha comprado nuevo mobiliario y li-

    bros para las bibliotecas de aula, se han pintado las paredes, arre-glado los baos y reparado todos los vidrios que estaban rotos. Noes difcil imaginar lo que habr sido esta escuela un ao atrs ...

    LOS NIOS Y LAS NIAS

    Los Talleres de Aprendizaje (TA) que conducen los monitoresdel P-900 con los nios se inician precisamente hoy en todo el

    ,3CUEL", NORMiltDE TORREaN

    :l1L1'\ if,TFr'I\n" _\,1 ,.

    pas, y durarn cuatro meses y medio. Desde este ao, y teniendoen cuenta la experiencia del ao pasado, en el que se hicieron pa-tentes las resistencias y recelos frente a los jvenes monitores por

    parte de los profesores de planta de las escuelas adscritas al pro-grama, los monitores han pasado a ser seleccionados por las pro-

    pias autoridades y profesores de cada plantel.Los TA se hacen slo con los nios de tercero y cuarto grado;

    entre primero y segundo grado hay promocin automtica, sien-do la lectura y la escritura un objetivo del primer subciclo (prime-ro y segundo grados). Por otra parte, a los TA no van todos los ni-os de una clase, sino "slo los nios con problemas socioafecti-vos y de retraso escolar" -segn nos explica la supervisora- defi-nidos como tales por los respectivos profesores. As pues, a los TAllega una seleccin dentro de la seleccin: los nios con mayoresproblemas dentro de las escuelas seleccionadas por ser precisa-mente las identificadas como con mayores problemas.

    En cada escuela hay dos talleres: uno que funciona a la maa-na y otro a la tarde, dos veces a la semana, durante dos horas. Losnios que estudian a la maana van al taller de la tarde, y vice-versa.

    Los TA funcionan por lo general en un cuarto o aula que no seutiliza dentro de la escuela. En sta, el espacio reservado para elTA funcionaba antes como bodega -

  • 7/24/2019 Torres R, M. Itinerarios por la educacin latinoamericana

    16/48

    I162 ROSA MARIA TOI{RES ITINERARIO 11:INSTITUCIONES EDUCATIVAS 163

    ; i

    Cuando entramos al taller, lasmonitoTttS ya h;m iniciado el tra-

    bajo con los nios, quicnes estn ahora dibujando, cada cual lo su-yo, a partir de la consigna "Fjense en alguna ilustracin dcl li-bro". Mientras los nios dibujan y nos acercamos, lino por uno, l

    ver lo que hacen, vamos poco a poco cntablando dilogo conellos.

    Al escucharme hablar, lo primero que los nios quieren saberes de dnde soy. Les pregunto si han odo hablar del Ecuador.

    -El ECllador jug fttbol eII la Copa Amrica, le sal/ Argentil/a -di-

    cc Abraham.-En el Per estd el clera -dicc Roberto.-Qu les explic la profesora sobre este taller?-Nos dijo que todos los martes y jueves tenemos que venir a este ta-

    l/er -dice Roberto.-Por qu?Jonathan: -Porque l/OSfalta aprender Ul/ poco.Elizabeth: -A mme cuesta 1/1I1e/", multiplicar.Abraham: -A m me cuesta Historia, CIIal/do hacell las pruebas.Daniel: -A mme da vergel/za cuando salgo adelal/te.Roberto: -A mme cuesta dividir y multiplicar. Esdifcil. No s por

    qu.Olivia: -A m porque me da mucha vergeuza. Cual /do me sacal/

    adelante me pongo I/erviosa. Me da vergel/za. La profesora l/OS dijo que

    aqu se l/OSva a quitar la versel/za.

    Jonathan: -Tambil/ dijo que ,bamos a aprel/der harto aqu. Que yoiba a aprender a leer. Yo tengo problemas para leer.

    Le pido a Jonathan que lea un poco del libro quc tienen todossobre la mesa y que es parte de la biblioteca. Le busco una pginaal azar, pero l insiste en lecr el primer prrafo de la primera p-gina. No hay manera de convencerle. Me explica:

    -Ac (primer prrafo) el/tiel/do, ac (segundo prrafo) l/O el/tiel/-do -Por la mancra de leer, tampoco entiende el primer prrafo.

    -Quin te dice que no sabes lecr?-La profesora Graciel.

    -y qu hacc tu profesora cllilndo no puedes leer?

    -Nos pega COI/la mal/O, noS castiga. Nos dice: "No hay recreo".

    Roberto y Elizabeth ya estuvieron en el TA el ao pasado. Sonlos nicos quc pueden contar, cn definitiva, dc qu sc trata. Les

    pregunto qu hacan en el TA.Robcrto: -Jugdbamos, hadamos /{teres. Nos pasabal/ Ul/ l ibrito dOI/-

    de hadamos trabajo. Salamos a pasenr.

    Elizabcth: -UI/a vez fuimos a la plaza.

    Escucho que llaman tas a las monitoras.-Les gusta llamarlas as?Jonathan: -S,: esmejor, sale I/Ids bOl/ita la voz.Olivia: -Tambin, por ms respeto.-y Cmoles llaman a las profcsoras?Olivia: -A las profesoras les l/amamos se,ioritas profesoras.

    Las monitoras no son profesoras?, pregunto. Es, aparente-mente, una pregunta difcil, para pensar. Todos los nios me mi-ran y hay silencio por un momento. Jonathan se anima a intentaruna explicacin:

    -Las profesoras son las que nos el/seal/ en la e/ase. Las monitoras s-

    lo el/se,ian aqu el/ los tal/eres.

    Al final los nios se acercan a conversarme espontneamente.Algunos me obsequian sus dibujos quc acaban de hacer. Todos mehablan de sus hobbies, de sus fortalezas y debilidades.

    Olivia: -Yo tambil/ vaya los Scouts.

    Abraham: -Yo soy buell arquero -me dice, y me regala un lindodibujo que acaba de hacer precisamente de un nio junto a unapelota.

    Elizabeth: -A mme hal/puesto Ul/ apodo. Me dicel/ Hueso y Esque-leto Humallo.

    Olivia: -A mI' m e dicen Bolivia.

    Jonathan: -Yo soy buello para la pelota.

    Nos hemos hecho amigos, as que les paso mi cuaderno y lespido que me escriban sus nombres. Las dos nias, a su vez, me pi.

    dcn que les escriba el mo en un papel. Me insisten en que agre-

  • 7/24/2019 Torres R, M. Itinerarios por la educacin latinoamericana

    17/48

    164 ROSA MARIA TORRES ITlNERARIO 11:INSTITUCIONES EDUCATIVAS 165

    : j

    "

    ;j

    ':

    , :,

    ;

    gue el telfono, a pesar de que les advierto que las llamadas aotros pases cuestan muy caro.

    Olivia: -Escrlbalo, por siacaso. Tal vez algn dla pueda llamarle.

    LOS NIOS Y SUS FAMILIAS

    Santa Julia, segn sabr despus, es un distrito hoy conocidopor su delincuencia y, antes, por sus protestas civiles durante ladictadura militar. Los nios van y vienen caminando a la escuelapero no saben decir cunto tiempo caminan. Luego conocer elbarrio y sus alrededores, y constatar que algunos tienen que ca-minar bastante. Sus casas son muy pobres.

    -Qu hace tu mam? -le pregunto a Olivia.

    -Mi mam trabaja puertas adentro.-Y tu pap?-Mi pap se s'1Jar de mi mam. Tomaba "'lIcho. Alrora vive con mi

    abllela, con la mam de l.-T le ves a tu pap?-No, porque < '1 vil'" en La Malina. l vive a/l y yo acd. M i ",am no

    tiene plata para que yo vaya a/l. A lo mejor estas vacaciones puedo ir.-Eres buena alumna?

    -Ms o menos. !.Jsrestas y las divisiones no las ,,' mllY bien.-Qu hace tu pap? -le pregunto a Jonathan.-Hace alfombras.

    Intento hacer conversacin con Daniel Gutirrez, un ni\o muytmido, el nico que hasta ahora no ha hablado.

    -Quin te la compr? -le pregunto, refirindome a una Tortu-ga Ninja que tiene en la mano.

    -Mi mam -dice bajito.Jonathan y Daniel Gutirrez, me explican las monitoras, viven

    en un Hogar de Menores. Los viernes, cada quince das, salen a sucasa.

    -Por qu vives en un Hogar de Menores? -le pregunto a Da-niel Gutirrez.

    t

    -Mi pap me pegaba.-Por qu?-Porque me pegaba.-Y qu hizo tu mam?-Se separ.-En qu trabaja tu mam?-En un departamento. Hace aseo.-Te gusta el Hogar donde vives?-Ah me cuidan. E s UIIintemado.-T tienes pap y mam? -le pregunto a Daniel, el Daniel a

    secas .

    -A mi pap lo mataron eIl un asalto.

    S que no debo seguir preguntando ms. Tengo la impresinde que pueden empezar a aparecer cosas verdaderamente terri-bles ...

    LAS MONITORAS

    Carmen tiene 19 aos. Termin quinto de Comercial el ao pa-sado. Aplic a este colegio para trabajar como monitora y es la pri-mera vez que trabaja con nios aunque -aclara- tiene experienciacon jvenes. Jacqueline, por su parte, estudi para Tcnico en Pr-vulos, fue profesora depre-kinder en esta escuela el ao pasado ysu hermana fue monitora de un Taller de Aprendizaje.

    Eliana, la supervisora, nos explica que entre los requisitos para

    ser monitor est no ser mayor de 25 aos y tener como mnimocuarto ao de bsico. Comenta que, en su experiencia con el 1'-900y con los TA especficamente, los jvenes comprometidos con co-munidades eclesiales de base, son muy buenos, entusiastas, cum-plidores.

    Le pido a Jacqueline que me explique exactamente qu es el Ta-ller de Aprendizaje.

    -Esto no es una sala de clases.E s otro sistema el que se usa. Se bus-ca que elllilio a"enda a liberarse, a 11 0 tener vergenza. Tambin se lesenselia a que se organicen, a que sepan que Iray momentos para estudiar

  • 7/24/2019 Torres R, M. Itinerarios por la educacin latinoamericana

    18/48

    1 66 R O SA MA R I A T O R R ESITINERARIO 11:INSTITUCIONES EDUCATIVAS 167

    y momentos para jugar. Es poco lo que se les t ielle sentados en el aula. lAmayor parte es jugar.

    -En otras palabras, ustedes no les ayudan a los nios con lasmaterias?

    -Nosotras no sonlOS profesoras propiamen te, pero les ayudamos a las

    ,,,o fes or as co n las m ate ria s cu an do 1I0S p iden . Una profesora , por ejem-

    plo , no s ha pe did o qu e le ay ud em os , en el tal le r, a re for za r la tectu ra y l aescritura con sus alumnos.

    La semana pasada fueron las Jornadas de Capacitacin de losmonitores en todo el pas. Eliana nos explica la capacitacin de losmonitores en estos trminos: se hace al inicio del ao escolar, enuna jornada de cuatro das, con internado, seguida de la "capaci-tacin en accin --esdecir, a lo largo del propio trabajo. Las jorna-das tienen varios momentos: uno de sensibilizacin, donde los j-venes expresan sus temores y expectativas; luego viene el estudiode los manuales; luego una parte sobre comunicacin, donde seaprende por ejemplo a definir conductas; y finalmente una feria,en la que todos los grupos ensean lo que saben y son capaces dehacer, se ensean unos a otros a cantar, tocar, bailar, etc.

    Los monitores que fueron capacitados y trabajaron el ao pasa-do, continan capacitndose y trabajando este ao? En definiti-va, cmo se est pensando asegurar la estabilidad y permanen-cia de los monitores?

    -Desafortunadamente, de los monitores que habfa el Oliopasado, 70 %

    se fue, consigui mIempleo mejor remunerado. Aprendieron que val fan,ganaron currfculo, adquirieron confianza en sf mismos . Una prdida pa-

    ra el Programa pero !II'efecto posit ivo para los jvenes -explica y se ex-plica a s misma Eliana.

    L A SA L ID A Y E L A L MU E RZ O

    Son las 12,suena el timbre. Ha llegado la hora de la salida y delalmuerzo. Todos los nios de los TA reciben alimentacin. Los dela maana y los de la tarde, que llegan antes, se juntan en el come-dor a la hora del almuerzo.

    -N o !lO!!o almorzar oqm: M i mOll/ dijo qUl' l /O -le informa Oliviaa la monitora. Y luego me confiesa, en voz baja:

    -No me gus ta lo comida.-Por qu no?

    -Es muy mala. 001/ lwtejas.-A mf tampoco me gus ta a lmorzar aqur: Dan legumbres. A mf no me

    gus tan tas l egumbres -refuerza Elizabeth.

    En el sistema establecido en Chile, el Programa de Alimenta-cin Escolar incluye nicamente a los nios con ndices ms altosde pobreza y vulnerabilidad. En otras palabras, no son todos losnios, sino los nios ms pobres de la escuela, quienes almuerzanen el comedor de la escuela. Eliana ratificar despus mis sospe-chas en el sentido de que hay padres de familia que optan por noaceptar estas formas de "discriminacin positiva" para sus hijos y

    para ellos mismos dentro de la propia escuela.

    -Cada profesor en su grado selecciona quines merecen el a lmuerzo-me explica Eliana-. Entre los criterios estn, por ejemplo, padres sintrabajo, padres que vivell de , , 'coger cartn, madres solteras.

    Los nios empacan sus cosas. Todos se despiden con beso delas monitoras y de nosotras. Salen, como buenos nios, corriendoy felices al patio. Con las mochilas puestas -mochilas radas, des-coloridas, muy usadas- los nios van directo a la pelota, una pe-lota pequea de caucho. Las nias se dirigen al comedor, salvo

    Olivia que se queda un momento mirando a los nios patear lapelota. Luego la vemos acercarse a la puerta, donde la espera sumam. Me acerco a la mam -una mujer joven, bonita- y le digocosas buenas de su hija. Ella sonre y agradece, complacida. Mien-tras las veo alejarse, caminando de la mano, me viene a la menteuna palabra fuerte: dignidad.

    El comedor es un cuarto mediano, con cuatro mesas largas ybancas a ambos costados, que en un santiamn se repleta de ni-os. Uno por uno van recogiendo su bandeja y su cuchara, y ubi-cndose en algn lugar. La bandeja de hoy contiene tallarn conporotos y una manzana. Los chicos comen muy rpido, casi desa-

    forados, concentrndose. en el acto de comer. El ruido de las cu-

  • 7/24/2019 Torres R, M. Itinerarios por la educacin latinoamericana

    19/48

    168 ROSA MARIA TCRRES ITINERARIO 11:INSTITUCIONES EDUCATIVAS 169

    charas chocndose contra los platos es el que predomina. Algunosprefieren llevarse la manzana, otros se la comen all mismo. Lue-go, uno por uno van pasando a devolver las bandejas con los pla-tos vacos. La operacin no dura ms de 10 minutos. Recuerdo

    aqu lo que alguna vez le acerca de que uno de los derechos quese les ha negado histricamente a los pobres es el derecho a de-gustar, a disfrutar de la comida ...

    Me acerco a hablar con las dos cocineras. Qu comidas se sir-ven? Cules son las preferidas por los nios?

    -Servimos tallarll cou porotos, lelltejas, arllejas, arroz a la jardillera,

    pa pa s co u ch ue /m ca , fid eo s co u hu ev o. D e po str e se da ll ua ra llj a, pe ra ,mallzaua, budll, flau, smola cou leche, avella Quaker. A los ui,ios les

    gustau los porotos. Nos les gusta la papa cou chue/mca , e l pescado , laleuteja. Hoy uo toc jugo, pero se les da. No se puede repetir el plato. Es-tu cOlltados.

    LAS PROFESORAS

    Estamos ahora en la sala de profesores, un cuarto desabrido,

    con la mesa y las sillas convencionales en el centro, y sin demasia-do espacio para nada ms. Hace un fro que cala los huesos. Al-

    guien nos ofrece un cojn para calentar el asiento. En la hora y me-dia de conversacin que sigue, todas estamos entumecidas, fro-tndonos las manos, con las narices rojas, como payasos.

    Hay cinco profesoras presentes, todas son mujeres: Liliana, Isa-bel, Luz, Julia y Blanca. Segn calculo, la mayorfa de ellas est porencima de los 40 y hasta 50 aos. Liliana destaca, de lejos, como la

    ms joven. Son profesoras de los primeros cuatro grados. Dos deellas estn empezando con el 1'-900este ao; tres empezaron elao pasado y tienen, por tanto, alguna experiencia y reflexionessobre el programa.

    El fro tiene la ventaja de instalar un tema inicial de conversa-cin, que ayuda a calentar motores para la conversacin de verdad.

    -Qu opinan los nios del Taller de Aprendizaje? Lo ven co-

    mo algo bueno o como un castigo?

    -Les gusta, los alumuos se eutusiasmau. Uuos dicen que vau a vetlir

    siu cuaderno y sill lpiz, que eu el taller vau a apreuder cosas bouitas.-Todos estu eutusiasmados de ir al taller. Todos quiereu ir. A m m e

    preg uu tau qu e po r qu ele g a UI IO Sy a otros uo. Quiereu saber por qu.

    Pero Ima uo les puede explicar.

    -Por qu no?-Porque uua elige para ir al taller a los que tielleu problemas sociales,

    de adaptaciu.-yentonces, cmo les explican a los nios cules van y cules

    no?

    -Les decimos que es para que apreudau ms, para que pierdau el mie-

    do a hablar a los que tieueu miedo, y esas cosas.-Pero ellos ven que las profesoras escogen para ir al taller a los

    alumnos que sacan las calificaciones ms bajas, o no?-Claro que se dau cuenta, pero uua tieue que suavizarles, para que

    ellos uo se sieutau mal.

    -Qu hacen los monitores en los Talleres de Aprendizaje?-Ellos sefija u m s que liada eu la parte afectiva, ell la timidez de los

    ui, ios. Sou uilios tmidos, muchos de ellos. Despus de los talleres uuo ve

    que t imeu ms desplaute frmte a los dems.-5011 lIitios que les falta caril,a, les falta estluulo, 11 0 tieueu coufiall-

    za en sI'mismos.

    -Estamos couscieutes de que los mouitores uo sou doceutes. Ellos ha-

    cell juegos, paseos, diumicas de grupo. El taller uo le va a soluciouar al

    lI io el problema de matemticas.-Por eso, UIIOde los requisitos es que los uilios uo tellgau problemas

    de aprelldizaje. Sou uillos leutos, I'ero 1I0ntlales. Si fuerau uios cou pro-b/emas de aprelldizaje, eutouces se uecesitara 11 0slo uu docente siuo uu

    especialista.-Ellos [los monitores 1 uo puedell hacer eso. No sou docentes para

    tratar cou uu problema de apreudizaje especfico. Sou, ms que uada, uu

    apoyo afectivo para los ah",mos.-EII el taller, 110 vau a apreuder cmo se suma o se resta, pero vau a

    mejorar su autoestima, su uivel emocioual -resume Eliana, como pa-

    ra cerrar el tema. Un tema, evidentemente, espinoso. Por eso,

    vuelvo a la carga.

  • 7/24/2019 Torres R, M. Itinerarios por la educacin latinoamericana

    20/48

    170 ROSA MARIA TORRES ITINERARIO ll: INSTITUCIONES EDUCATIVAS 171

    -Cmo es la relacin entre ustedes, los profesores, y los moni-tores?

    -El a/io pasado hubo poca interaccin entre el profesor y el nwnitor.Estamos este a,io Iratando de mejorar eslo -se adelanta Eliana.

    Dentro del 1'-900, los profesores tienen una instancia especficapara su propia formacin permanente, que son los Talleres de Per-

    feccionamiento, iniciados el ao pasado. Todos los martes, en una

    escuela cercana y tambin participante en el1'-900, se renen losprofesores de esta escuela y de la otra, junto con la supervisora, de

    4 a 6 de la tarde, dentro del horario de trabajo.

    -Es oficial, est institucionalizado -dice Eliana.-Ese d,a esms corlo para los alunmos -agrega una profesora.-Qu se hace en los Talleres de Perfeccionamiento?

    -Analizar contenidos y objetivos del primero al cuarlo grado.

    -En Matemticas Irabajamos Con problemas, cada uno cuenta y so-cializa.-En Lenguaje, por ejemplo, con el vocabulario ilustrado.-Los lalleres son enriquecedores. Nos han servido para renovarnos.-Es una especie de instancia de encuentro.-El perfeccionamiento no viene slo de la Universidad -remata Elia-

    na-o Hay malerial muy rico en los profesores. Es impor lanle junlar apro fes ora s de di sti ntas eS Cl lel as,p ara qu e inl er ca mb ien sns expe rie nc ias .

    -Lo que realizamos en clase lo llevamos al taller y lo que realizamosen el taller lo llevamos a la clase.

    -All, analizamos las siluaciones y los problemas del aula.

    -Se ve que hay diferentes maneras de resolver un mismo problema.-Yo recojo lo que ellas producen y remilo muchas cosas a nivel cen-Ira l-agrega Eliana.

    Llegamos, de algn modo, al tema de los salarios, las calificacio-

    nes, los aos de servicio. La mayora tiene ms de veinte aos de

    trabajo en la docencia. Liliana, la ms joven, empez hace dos aos.

    Una profesora con veinticinco aos de servicio gana 90.000 pesos(alrededor de 300 dlares) mensuales. Todas ellas son normalistas,

    menos Liliana que estudi en la Universidad y tiene ttulo de Pro-

    fesora de Enseanza General Bsica (cuatro a'los de estudio).

    ESCUEL A NORMAL

    DE TORREON

    qBLIr}TF.(;f

    -No alcanza para vivir. Slo para sobrevit,ir.-Los sueldos son muy bajos . Una sola persona no puede ma/llener

    una familia con eso.-Yo pedl que me dieran un primer a,io, para renovarme. Habla esta-

    do en quinto y sexto mucho liempo. Me gusla porque me sien lo mam,

    hay ms dulzura en la relacin con los nirios.

    -Qu han aprendido en los Talleres de Perfeccionamiento?

    -Hacer trabajar ms al ni/io.-Sacar de ellos las cosas, ms que de uno mismo.--Cambiar la organizacin de las sillas, las mesas, no como antes que

    los sentbamos en filas.-Ahora, si quieren, se sientan en el suelo. Por lltimo, que me ense-

    ,ie n Mate m tic a en el suelo , pe ro qu e me en seen.- Tr ab aj ar p or g ru po s. .-Se Irala de que aprendan a gusto. Lo importanle es eso.

    -Hacer Educacin f(sica con canto, con mlsica.-Ellos crean dilogos, sitnaciones, hacemos foros.-Una se enlera de muchas cosas, haciendo que los nirios 'suelten la

    pepa ', como se dic e. Un a se en ter a, po r ej em plo , de qu e los pa p s son dro-gadiclos, oalco1J6licos,oesquizofrnicos.

    -Muchos de losni,ios tienen mams .. .- .. .prostitutas, diga noms -completa otra.- Y o les pedl que se organizaran en grupos y formaran dilogos. En

    esos dilogos ellos representaron cosas de su medio que les rodea: peleasde matrimonio, peleas con cuchillos, asaltos. Eso me impact. Y o pens.que ellos /lOdlan crearme otras cosas, cosas ms de nios. jPens que me

    iban a actuar algn cuento!-Que ellos participen ms que el profesor.-Que nos pierdan el miedo.-Que /'ierdan el miedo a hablar. Les cuesta mucho hablar.-Por qu? -pregunto.

    -En la casa no les escuchan.-Yen la escuela s?-En los Consejos de Curso todos opinan. Ah( se presentan problemas

    varios.-Los alumnos, les dicen a ustedes tambin tlas?-S,; tambin.

  • 7/24/2019 Torres R, M. Itinerarios por la educacin latinoamericana

    21/48

    EL PATIO Y LAS FILAS

    Al uno, los nios deben levantar los brazos. Al dos, los brazosadelante, tomando distancia. Al tres, brazos detrs de la espalda.

    Al cuatro, brazos a los costados.

    -La recomendacilI de s iempre: Tratel l de mall tel ler la escuela l impia . . .

    -Pase tercer a,io .

    -Pase cuarto a,io , media v/ lelta .

    -Ava ll ce oc tavo ao .

    -Ahora t ercer a ,i o .

    -Pase segul ldo.

    -No corrall .

    Son las 2 de la tarde. Cuando salimos de la conversacin con

    las profesoras, en el patio se estn formando las filas de los alum-nos que llegan al turno vespertino. Los diferentes grupos estn

    alineados, en dos filas -una de nios y otra de nias- y en orden

    de estatura. Una profesora de tono chilln dirige las operaciones

    desde el micrfono:

    -Los cursos tomell dis tal lcia, por favor.

    -Mall tel lgal l s i lencio.-Bueeel las taardes, lIiiiii/ios.

    -Bueeel las taaardes, serioriiiita.-Vamos a empezar los ejercicios: U IIO,dos, tres . . .

    173~~:3 w W

    z ""f-"e< . ; -

    - - ' ':. 1- -: : > w . . . JuaC OC / l -

    W CO

    ITINERARIO 11:INSTITUCIONES EDUCATIVAS

    -Avallce kinder.

    -Al'Qnce primer ario.-Oye, vel l ac. Al l es el curso.

    -Aval lce qui l lto .

    -Se hal l sol tado. Las profesoras l Iecesi tall eOll tar rpido a los ,I i , ios ,

    quierell ver filas ell la clase. Pero ellas se dieroll cuellta de que era impor-tallte cam biar esa distrib/lcilI. Sill embargo, los rectores y los i l lspecto-

    re s 110 les permit al l mover las s il las. Ahora el las lo hacel l l ibremellte, sill

    miedo.

    Me explica su mtodo de trabajo con los profesores.

    Eliana percibe cambios en las profesoras en este ltimo ao.

    -No voy a supervisarles a la clase. Me busco la mallero, me las arre-

    glo. Los profesores SOIl celosos de lo que hacel l el l sus aulas. Cualldo ill-

    LA SUPERVISORA

    Eliana es una mujer de mediana edad, amable, tranquila, con

    mucha facilidad de palabra. Era profesora de Ciencias Naturales.

    Cuando se cre el Sistema Nacional de Supervisin concurs Yga-

    n. Era y contina siendo supervisora de esta escuela, pero su rol

    _y su nimo- ha cambiado notablemente a partir del P-900. TIenea su cargo la supervisin de cuatro escuelas inscritas dentro del

    programa, adems de las otras escuelas que atiende.

    -Cualldo l Ieel Programa de las 900 Escuelas , pel ls que era /111pro-rama ms pero l /ara m ha res/lltado 11Ilamaravi lla . Yo me haba absor-

    bido UII80 % de cuest iol les admil lis trat ivas. Lo tcl lico haba q/ledado el l

    se/llIdo 1'10110.Haba perdido el col l tacto COIIlos profesores , slo tel l larelacilI COII los directores . Al l tes l Ieaba y los profesores escol ldal l los

    l ibros, me tel l al l recelo. Ahora se me ve como 1 1 1 1 aporte tCllico, me t ie-

    l Iell cOll fial lza. El programa me permit i volver a real izar UII trabajo tc-lIico, a volver a teller cO I/tacto COII105profesores, ell /1110relacil/ de COII-

    fiallza . Me l lablal l de otras cosas, i l le/usive de cosas rel ll iales .

    ROSA MARIA TORRES

    -A veces se equivocall y 1105dicen m am, i l lcl / lso ab/ lel i ta .

    -Les dan beso, comO a las monitoras?

    -A lo s ms gra lldec i to s l es va dOl ido pena damos beso.-Hay mue/ lOs lIios el l s i tuacilI irregular. Hay m/le/lOs lIi,ios de Ho"

    gares. EII mi clase, de trei l l ta y ocho lIitios, seis 5011de Hogares.

    -EII la ma, de cuarell ta y ci IlCO,hay ciIlCO.Es di f cil el trabajo aq/l.5011 lIios aballdollados.

    -No se dejall tocar fcilmellte, 110 aceptall el caritio. C/lalldo les elltre-

    ga /1110 mucho cario, se subleval l . Estl l acost/ lmbrados al lt igo. Si 110se les pega, creen q/ le aquI se viel le 5010 a jugar. Poco a poco val l i l lte-

    grl ldose. Como esos perri tos que se va domestical ldo.

    172

  • 7/24/2019 Torres R, M. Itinerarios por la educacin latinoamericana

    22/48

    EPjlOGO: UN INTENTO (ENTRE VARIOS POSIBLES)

    DE DESCIFRADO

    tcrcambiamos, hay algunos que se subestimall y piel lsan que 110 tiellennada que aportar. Y o les he levall tado la autoestima en su oficio. E / G/lO

    pa sa do es taba n mu y ce /o sa s de lo s mon ito re s. Po r qu 110 l lamar a profe-sores que no t ienell trabajo, es lo que nll lchas dicCll, ell lugar de a jve-lIes que 110 han pisado IlIl1lca una escuela ni saben del oficio. H a costado

    un poco. Ellas t ienen tafi jacin de que el monitor no puede ense' lar. Hayrectores que no aceptan en su escuela a [os jvenes y que slo aceptangente especializada, docentes. Por qu no pueden [os nl los aprender delos jvenes, [es digo y oa los profesores y a los rectores, si [os ni'los apren-den de todos lados, de todo lo que vell yoyen.

    Al salir de la escuela y, ms an, ahora, siete ailos despus de es-

    la visita, al intentar transvasar a la computadora lodo lo registradoy guardado en el cuaderno que me acompa ese da -dilogos, ob-

    servaciones, impresiones, nombres y direcciones, ofrecimientos, di-

    bujos y texlos infantiles, colores, olores, texturas- resurge la convic-

    cin de que en cada uno de los detalles y en el conjunto de lo visto

    y escuchado en esas pocas horas en la escuela (yen todo lo no vis-

    to y no escuchado) radican las claves tanto del problema como de

    la solucin. Que la cuestin esl en saber descifrarlo, en cada caso.

    Lo que la convencin escolar y social cataloga como "bajo rendi-

    miento escolar" resulta sin duda de una mezcla compleja de ingre-

    dientes que pueden parecer ms o menos comunes y reconocibles,

    pero que configuran de hecho una condicin especfica, nica, tan-to para cada escuela como para cada alumno de manera individual.

    Difcil discernir qu pone el entorno y qu la escuela, qu es "esco-

    lar" y qu "extraescolar" en esta relacin que, precisamente, se sus-

    lenta en la complicidad entre el "afuera" y el "adentro", pero lo que

    es seguro es que la problemtica no se entiende -ni mucho menos

    resuelve- nicamente desde un lado. De algn modo, todo termina

    conectndose y realimentndose: la pobreza, el hambre, la muerte,

    la discriminacin, el desmembramiento de la familia, el abandono,

    la violencia en el barrio, la violencia intrafamiliar, el maltrato infan-

    til. el maltrato y la discriminacin de la mujer, el alcoholismo, la

    prostitucin, el clera, la falta de afecto y la dificultad para expre-

    sarlo, la timidez, la inse;uridad, el fro, el olor a ;uardado y a mo- .. "" a :

    ho, los vidrios rotos, los barrotes en las ventanas, la falta de libros y ~ o -

    materiales didcticos, el miedo de los nios a los profesores y el de:ll eLlos profesores a los supervisores, la mala pedago;a, la evaluacin

    como tensin y como castigo, los mlodos obsoletos para enselar aleer, a restar, a dividir, a multiplicar, a comprender y disfrutar de la

    historia, el temor a hablar y la vergenza de "pasar adelante" jun-

    to con la obsesin escolar por exigir precisamente ambas cosas a to-

    dos, el castigo en el hogar y en la escuela, ellti;o del padre, el ;ol-

    pe en la mano y la negacin del recreo de la profesora, la comida co-

    mo relleno ms que como placer, las lentejas, las legumbres, la pa-

    pa con chuchuca, el pescado, los magros salarios de los profesores,

    lo poco acogedor de eso que suele llamarse "sala de profesores", la

    voz chillona en el micrfono, las filas en el patio, la separacin en-

    tre niios y njjirls, el orden de estatura, la supervisora burocratizarla

    y cargada de tareas administrativas, los profesores temerosos y car-gados de prejuicios, el desprecio por los jvenes, la capacitacin

    que sirve de resorte para buscar algo mejor remunerado, el estigma

    de la propia "discriminacin positiva" ...Al mismo tiempo, contradictoriamente, en estos tnismos nios

    y sus familias, en esta misma escuela y en este 01i501o equipo es.

    colar ampliado estn las claves para romper con la complicidad

    escuela-familia-medio en la reproduccin de la pobreza y de los

    "bajos rendimientros escolares". Aqu, mezclados con todo lo de-

    ms, estn tambin la frescura y la espontaneidad de los nios, el

    seguir siendo nios a pesar de todo, la conversacin que hace ol-

    vidar el miedo a hablar, la amistad y la cooperacin, la pulcritud

    de los uniformes, la habilidad para el dibujo de algunos, la veta

    deportista de otros, la pelota y el ftbol como recursos salvadores,

    el sueo de ser arquero, la expectativa de poder un da hacer una

    llamada internacional, el juego, los tteres, los paseos, el canto, la

    msica, la educacin fsica, el trabajo en grupo, el dilogo y el fo-

    ro, la recientemente descubierta posibilidad de sentarse en el sue-

    lo, de mover las sillas de lugar, de escuchar a los alumnos y ceder-

    les la palabra, los besos en la mejilla, el aroma a porotos y los po-

    rotos que gustan a todos, la escuela limpia, los baos arreglados,

    los vidrios sin roturas, las mesas y sillas de colores, el verde bri-

    " ' L C. 0U

    ' f -

    e

    175IIINERARIO 11:INSTITUCIONES ElJliCATIVASROSA MARtA TORRES174

  • 7/24/2019 Torres R, M. Itinerarios por la educacin latinoamericana

    23/48

    176 ROSA MARIA TORI{ES

    liante del piso de vinil, la llegada de las bibliotecas y los libros, la

    perseverancia y la dignidad de los pobres, la juventud de los mo-

    nitores, el estilo sin pleitesas de la directora, el reencuentro de la

    supervisora con los profesores, con su rol tcnico y con su entu-

    siasmo, el resurgimiento de la dulzura y la confianza, el reconoci-

    miento del valor de la afectividad y de la autoestima, la instaura-cin de un espacio para que los nios simplemente sean nios y

    se sientan bien dentro de la escuela, las profesoras saliendo de la

    escuela a compartir con otros profesores, la aceptacin de la posi-

    bilidad de aprender siendo adulto y de ensear siendo joven, los

    descubrimientos fundamentales -propiciados por el propio efecto

    simultneo y colectivo de todo esto- respecto de sus propias capa-

    cidades y posibilidades y de las de sus alumnos, la "discrimina-

    cin positiva", en fin, empezando a actuar como posibilidad y ya

    no como estigma ...

    I T IN E R A RI O I II

    Educadores

  • 7/24/2019 Torres R, M. Itinerarios por la educacin latinoamericana

    24/48

    I

    1 .

    "Dos temores me detienen: el director

    y los padres de familia"

    P a r a N e m o r i o

    "Dos tcmorcs mc deticnen: cl dircctor y los padres dc familia.La administracin cs rigida, no colabora cuando qucrcmos inno-

    var. y 105 paps son muchas vcccs implacablcs con la labor querealizamos."

    Asisc expresa Nemorio, macstro mcxicano, platicando cn una

    reunin informal en la quc estn prescntes docentes, directores ysupervisores de la zona, en una pequea biblioteca en Tequisquia-

    pan, Quertaro.

    Nemorio est insatisfecho con lo que sabe y hace como cduca-dar, busca saber ms y busca quin 10 ayude, asiste cada jueves aestas rcuniones de reflexin y cstudio ("Esto no es por puntos ni

    crditos, sino por el puro gusto de aprendcr y avanzar"), estconstantcmcntc cxplorando nucvas vias y medios de enseanza,

    sufrc viendo la situacin dc sus alumnos y sabiendo que 10que l

    Ics ofrecc cn la escuela no cs 10quc neccsitan ("Si hasta yo meaburro!", comcnta Nemorio, poseedor de un gran scntido del hu-

    mor y de una envidiable capacidad para reirse de si mismo). Ne-maria dice sentirse "estresado" ("Estas reuniones le ayudan a unoa desestresarse, a sacudirse. El acercarnos unos a otros le llena a

    uno de energa") pcro adems frustrado porque todo lo que inten-ta tropieza con obstculos y resulta un grano de arena en el mardc desperfectos que es la escuela.

    Ncmorio quiere innovar, pero no le dejan. Est consciente deque sus alumnos se aburren en clase y, de tanto darle vueltas al

    asunto y conversar con ellos, ha llegado a comprender que el pro-

  • 7/24/2019 Torres R, M. Itinerarios por la educacin latinoamericana

    25/48

    180 ROSA MARtA TORRES ITINERARIO 1lI:EDUCADORES 181

    blema no se resuelve nicamente con mayor pertinencia de los

    contenidos, mtodos de enseanza ms dinmicos, bibliotecas de

    aula y textos a color y una pizca de tecnologa en el aula de clase.

    Nemorio sabe ya que la respuesta es "trastornar" la educacin,

    cambiar las mentalidades, revisar el sentido mismo de la ensean-

    za y del aparato escolar. Sabe que no slo han cambiado el mun-

    do, los conocimientos y la tecnologa, sino que han cambiado los

    alumnos mismos, hijos de la televisin y la cultura audiovisual,

    nios y jvenes con otras necesidades y posibilidades que los de

    nuestra generacin adulta, que demandan otras sensibilidades,

    otros tiempos, otros ritmos, otros modos de hacer educacin, otras

    maneras de entender la enseanza.Nemorio ha renunciado virtualmente a la posibilidad de esa

    otra escuela que su propia angustia le permite, borrosamente, en-

    trever. Atenazado entre la burocracia escolar y los padres de fami-

    lia, Nemorio ha aprendido que incluso pequeos cambios en la

    rutina escolar constituyen verdaderas cruzadas. Sacar a los alum-

    nos fuera de la escuela -caminatas y excursiones por los alrededo-

    res o a la ciudad, para aprender o simplemente para disfrutar- es

    todo menos una gestin sencilla: salir de la escuela es admitir que

    los alumnos pueden aprender fuera de ella, y esto violenta princi-

    pios fundamentales no slo del sistema escolar sino de la familia

    y de la sociedad. Debe esperarse que el director rechace el pedido

    y, ante mucha insistencia, autorice amedrentando y, con ello, de-

    sestimulando cualquier intento futuro ("Si usted decide sacar a

    los alumnos, cualquier cosa que les suceda, la responsabilidad es

    suya"). Habr padres, por su lado, que negarn el permiso a sus

    hijos e incluso reaccionarn alarmados e indignados, viendo en lasalida no nicamente riesgo personal para el hijo o hija sino ab-

    surdo desde el punto de vista escolar y pretexto para el descanso

    del maestro ("Para qu tienen que salir, si la escuela est precisa-

    mente para aprender?").Con su insatisfaccin, su angustia y su frustracin, Nemorio no

    est solo en el mundo. Abundan en todos los pases y en todos los

    niveles los Nemorios empeados en cambiar sus prcticas e inclu-

    so en cambiar su escuela, a menudo a solas y a escondidas, con~

    tracorriente, en medio de la apata, la incomprensin y hasta el re-

    chazo de sus superiores, colegas y padres de familia. Solitarios,

    ;: :" L .Ur..: ...;... NOr

  • 7/24/2019 Torres R, M. Itinerarios por la educacin latinoamericana

    26/48

    182 ROSA MARtA TORRES

    Nemorio tiene claro que, para que los profesores puedan ser

    profesionales y para que la escuela cambie, se necesitan medidasintegrales tanto dentro como fuera del aparato escolar. Esto que

    Nemorio -y casi cualquier maestro- sabe, es lo que polfticos y re-

    formadores se niegan sistemticamente a saber y niegan de hecho

    al momento de disear los planes de reforma educativa: que elmaestro no es el nico ni el principal responsable; que no bastacon capacitacin docente; que es preciso trabajar con el equipo es-colar y no con los maestros sueltos, integrando al director antesque ubicndolo en un circuito aparte; que pedagogfa y adminis-tracin deben ir de la mano; que es indispensable trabajar no slo

    puertas adentro de la escuela sino con los padres de familia y lacomunidad, si lo que se quiere es no slo introducir innovaciones

    sino transformar la educacin.

    2.

    "Trabajo dos turnos y hago crochet"

    La directora y las profesoras de esta escuela pblica en Brasilia

    me han invitado a conversar con ellas. Las once mujeres, de diver-sas edades, tienen historiales distintos en la docencia. La mayorfa

    tiene ms de cinco a,ios de trabajo y da clase en ms de un tumo.Todas son casadas y tienen hijos. Cinco de ellas son cabeza de ho-gar y mantienen a su familia. Todas ellas dicen que el sueldo es

    poco, que no les alcanza. Una de ellas, madre sola con cuatro hi-

    jos, trabaja dos turnos durante el dfa, en un primero y en un ter-cer grado, y hace crochet por la noche; a menudo saca ms de la

    venta de los tejidos de crochet que de su trabajo como maestra.Otras venden cosmticos, ropas, baratijas. Todas dicen continuaren esto -la docencia- por compromiso y porque les gusta ensear.

    "Trabajo dos turnos" significa: Tengo dos grupos de alumnos,uno en la maana y uno en la tarde, en distintas escuelas y en dis-

    tintos niveles; debo movilizarme de una escuela a otra en pocotiempo, con el almuerzo atascado en el camino, y cubrir todos loscostos de movilizacin de mi bolsillo. Trabajo cerca de diez horasdiarias -ms el tiempo "invisible", que nadie quiere ver ni consi-

    derar tal. de preparacin de clases, revisin de cuadernos, correc-cin de pruebas y preparacin de materiales para dos niveles dis-tintos, y la mnima capacitacin y actualizacin que hay que pro-

    veerse cada tanto- para ganar un salario que es igualo menor alde una empleada domstica. Mi vida transcurre a diario entre cer-

    ca de 80 nhios y nias que no son mis hijos sino hijos de otros, aquienes debo cuidar y llego muchas veces a querer como