Todos, tras el rastro de los hipopótamos de Nápoles
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METRO16 DOMINGO, 6 DE ABRIL DE 2014 [email protected]
Presencia en colombia en libertad de cautiverio
Ro M
agda
lena
PuertoBerro
Maceo
Caracol
PuertoNare
Puerto BoyacPuertoTriunfo
Cimitarra
Bolvar
ParqueTemticoHaciendaNpoles
rea de probable desplazamiento de los hipoptamos
Foto: Rbinson Senz. Fuentes: Cornare y Hacienda Npoles. Grfico: Diego Hoyos Beltrn. (N3)
FAUNA
LOS HIPOPTAMOS, ANIMALES DE GRAN POTENCIA Y FUERZA
Presenciaen frica
1,5 mts.
3,3 mts. hasta 5,2 mts. Escala
Mordida: Su hocico es enorme y puede abrirse a unngulo de 150.
Hipoptamo comnNombre cientfico:Hippopotamusamphibius
Peso1.500 hasta4.500 kilos.
150.000hipoptamos aproximadamente
habitan en toda el frica subsahariana.
2.900muertes causan al ao
los hipoptamos en el continente africano.
Un hipoptamopuede alcanzarhasta 50 km./h.
Un humano promediollega hasta los 30 km./h.
Hbitat: Viven en ros y lagos y en las riberas de aguas poco profundas.
Alimentacin: Se alimenta de hierbaen las riberas. Consumen 70 kg de vegetacin al da.
Promedio de vida: 40 aos en su hbitat naturaly 50 aos en cautiverio.
Presencia delhipoptamoen el presente
Presencia delhipoptamoen el pasado
150
A N T I O Q U I A
S A N T A N D E R
B O Y A C
ECOLOGA CRNICA
Todos, tras el rastro de los hipoptamos de Npoles
Una manada que sali del Parque Hacienda va errante y amenazante por tierras del Magdalena Medio.
Asegura Carlos Elas Su-rez, campesino de San Roque, pero hace quince aos habitante de Puerto Triunfo, que vio cuando en una finca de esta localidad atrapa-ron a un hipoptamo y se lo llevaron en un camin.
-Lo cogieron entre cinco, lo amarraron con una soga en el cuello y lo subieron, se lo lleva-ron y desde eso no se volvi a ver por aqu. Me compra una pia?-, dice el viejo en tono muy serio a la orilla de la auto-pista Medelln-Bogot.
Insiste en que la escena lo puso feliz, porque ese animal es muy peligroso, se come el ganao y paonde va, va, lo per-sigue a uno pacomselo.
La finca donde afirma que observ la escena es la Santa Brbara y el hecho habra ocu-rrido hace un ao. A Diego V-lez, dueo del predio, la versin no le causa indignacin sino risa. Y deja las tareas finqueras para hablar del asunto.
-Don Diego, es cierto que ac capturaron un hipopta-mo hace un ao?-, le pregun-to. Y responde:
-Ja, ja, lo cogimos? Ave Mara por Dios!, quin dijo eso?-.
-Un seor en la carretera, afirma que la historia es muy conocida en la regin-.
-Ja, ja, vea hombre, no me haga rer, con el peso de un ani-mal de esos no lo coge nadie, entre cinco? ja, ja, eso no lo coge ni un Ejrcito-.
Y entonces recuerdo: en ju-lio de 2009, unos soldados del Ejrcito posaron con una foto junto a Pepe, un hipoptamo que cazaron en Puerto Berro. Pepe haba huido de la Hacien-da Npoles, donde estn los hi-poptamos de Antioquia, y fue a dar a la localidad del Magdale-na Medio, donde lo acusaron de destruir fincas y matar reses.
La foto de los soldados po-sando junto a Pepe muerto a ti-ros le dio la vuelta al mundo y muy malos comentarios mere-ci el pas de parte de organiza-ciones ambientales.
Segn la historia de Pepe, cargada de mitos, l estara acompaado de Pepa y Pepi-to, su hembra y su cra, de los que nunca se volvi a saber. Pero la historia de los hipop-tamos, que fueron trados del frica por Pablo Escobar para su zoolgico de la Hacienda
Npoles, en el 82, no par. Se presume que hay una mana-da que ambula por el Magda-lena Medio, escapada de N-poles y que estara poniendo en riesgo a personas y otras especies silvestres de la zona. Por eso la alerta y por eso la intencin de rastrear dnde puedan estar estos animales, que aunque son mansos, pue-den ser los ms agresivos del mundo si se les invade el te-
rritorio o si tienen que defen-derse de alguna amenaza.
En frica, su tierra de ori-gen, matan al ao, en prome-dio, a 2.900 personas. A lo me-jor don Diego nunca fue cons-ciente del peligro que represen-taba el hipoptamo que, dicen, atraparon en su finca.
-Por ac s pas uno mucho tiempo, lo vi muchas veces en la noche, pero no me tocaba el ganado, slo daaba las cercas
y segua para la finca de un ale-mn donde hay una charca.
A pesar de verlo manso, l tom precauciones. Cuando descubri que el ejemplar se-gua exactamente la misma ruta, dise una estrategia que le ensearon en Npoles para que no daara las cercas.
-Le constru un balancn, el mete la cabeza por ah, el ba-lancn se levanta y l sigue el camino y al regreso hace lo mismo. Santo remedio, incluso ni lo volv a ver-, afirma.
El balancn es una puerta de paso que se levanta cuando pasa el animal y vuelve a bajar. Como los hipoptamos tienen gran memoria, siguen siempre el mismo trayecto y cruzan por el mismo espacio.
Diego, muy paisa, prctico y amante de los animales, nunca tuvo intencin de que al ani-mal lo mataran. Y afirma que mientras no se metan con ellos, ellos no hacen nada, slo van buscando lagos y charcas.
Las alarmas encendidas Pero una cosa es un solo ani-mal y otra muy distinta una manada atravesando territo-rios sin rumbo. Y por eso el Ciffa (Comit Interinstitucio-nal de Flora y Fauna Silvestre de Antioquia) lanz una aler-ta para que las comunidades estn atentas a observarlos y a tomar medidas preventivas que les eviten ser vctimas de algn ataque.
David Echeverri, del grupo de Bosques, Biodiversidad y Ecosistemas de Cornare, tie-ne a cargo la tarea de detec-tar en qu sitios pueden es-tar, que pueden ser diez o 40, no se sabe bien, para tomar las medidas preventivas y evitar incidentes con huma-nos o el ganado.
l y el grupo interdisciplina-rio que trabaja en la estrategia de contener esta amenaza ad-vierten que a pesar de que los hipoptamos son mansos, por su condicin de salvajes sus reacciones son impredecibles.
-Ellos no comen humanos, pero los accidentes ocurren, puede pasar un pescador y si hay uno con la cra o que estn en poca de recelo o apareo, pueden atacar, no queremos correr ese riesgo.
Ante la posibilidad de un ataque de este animal desco-munal, Virgen Santa, se le
EXCLUSIVO DEL IMPRESO SECUENCIA GRFICA
Para mantener vivos a los hipoptamos se requieren 70 hectreas y una inversin casi de $5.000 millones.
DAVID ECHEVERRI Bilogo de Cornare
Por GUSTAVO OSPINA ZAPATA Fotos RBINSON SENZ Enviados Puerto Triunfo Este, un ejemplar de
Npoles fuera del lago.