“Yo estoy con ustedesTODOS LOS DÍAS…” Mateo 28:20

La Fe VivaDevociones católicas diarias para

17-23 de mayo de 2020

17 de mayo • Sexto Domingo de Pascua

Él vendrá a nosotrosNo los dejaré huérfanos, sino que volveré a ustedes. Juan 14:18

HOY ES EL CUMPLEAÑOS de mi hermano. Aunque murió hace muchos años, lo extraño todos los días. Éramos cercanos. Especialmente, cada 25 de mayo, lo recuerdo y pienso en nuestra vida juntos, creciendo juntos, riéndonos y compartiendo un vínculo estrecho. A veces, me siento como un huérfano, solo y sin apoyo ni compañía.

En días como este, necesito profundamente que Dios escuche mis oraciones por mi hermano, por mi soledad sin él, por su ausencia en mi vida. Es en días como estos en los que debo confiar en Dios y creer que mi hermano estará en el siguiente mundo cuando yo llegue allí. Dios no me dejará huérfano. Él vendrá a mí. Lo creo.

Paul Pennick

Hechos 8:5-8, 14-17 • Salmo 66:1-7, 16, 20 1 Pedro 3:15-18 • Juan 14:15-21

Hechos 16:11-15 • Salmo 149:1-6, 9 Juan 15:26—16:4

Lunes, 18 de mayo • San Juan I

Hacer tiempo para la oraciónSalimos a las afueras de la ciudad, a orillas del río, donde era de suponer que los judíos se reunían para orar. Hechos 16:13

PABLO VIAJABA CONSTANTEMENTE para pre-dicar. Se mantenía fiel a la oración aunque estaba lejos de su casa. Posiblemente, no viajemos lejos de nuestro hogar, como Pablo, pero, cada día, habitualmente nos trasladamos hacia algún lugar, así sea al buzón o al patio. Ya sea que vayamos a ver al médico, salgamos al jardín o a la oficina, llevemos los niños a la escuela o nos movamos de alguna otra manera, cada uno tiene una oportunidad de detenerse y unirse a Dios.

Siempre podemos encontrar un lugar para rezar. En el caso de Pablo, fue a lo largo de un río. A menudo rezo en el aeropuerto o en el carro. (Llamo a mi carro “mi pequeña ermita sobre ruedas”). No hay ninguna excusa para pasar los días sin un “hola” para Dios por-que estoy camino hacia otro lugar. Todo lo que debo hacer es inclinar mi corazón hacia mi Amado Dios y establecer la conexión interna.

Sor Joyce Rupp, O.S.M.

Martes, 19 de mayo

¡La misericordia abunda!Señores, ¿qué debo hacer para salvarme? Hechos 16:30

PABLO Y SILAS ESTÁN encarcelados injustamente y al carcelero se le ordenó vigilarlos con cuidado. A pesar de que los prisioneros están metidos en una celda in-terna de donde parece imposible escapar, un terremoto abre las puertas de la prisión. El carcelero supone que los prisioneros han escapado y está a punto de matarse, presuntamente para evitar la tortura, cuando Pablo grita que todos los prisioneros se han quedado. La res-puesta inmediata del carcelero es la conversión.

Pablo tuvo misericordia del carcelero, y la misericor-dia es una herramienta poderosa para el bien. Cuando la misericordia se reconoce y se acepta, el beneficiario puede volverse hacia una vida radicalmente diferente. La misericordia deja claro que nuestra vida no es una suma de lo que nos falta, sino de lo que hemos recibido. Reconocer la misericordia inspira gratitud y un deseo de retribuir.

Tristemente, a menudo no reconocemos la miseri-cordia que recibimos –de Dios, de quienes nos aman e incluso de quienes encontramos casualmente cada día. La misericordia abunda.

Paige Byrne Shortal

Hechos 16:22-34 • Salmo 138:1-3, 7-8 Juan 16:5-11

Hechos 17:15, 22—18:1 • Salmo 148:1-2, 11-14 Juan 16:12-15

Miércoles, 20 de mayo • San Bernardino de Siena

Motivado para darlo todoComo dijeron algunos poetas suyos: “Somos también del linaje de Dios”… Hechos 17:28

ESTA VALIOSA DECLARACIÓN abarca el núcleo de mi relación con el Santísimo. La idea de estar abrazado, envuelto y entrelazado con el Altísimo inspira mi fe. Todo lo que soy, cada parte de lo que implica mi vida, tiene un vínculo con Dios. Me impresionó tanto la belleza de esta realidad que hace muchos años creé un cántico basado en Hechos 17:28. Este versículo me sos-tiene en tiempos de necesidad. A veces, lo canto en voz alta y, a veces, lo tarareo en voz baja. Otras veces, sim-plemente dejo que dé vueltas en silencio por mi mente y corazón. Cuando recuerdo lo estrechamente que estoy unida a Dios, puedo dejar mis dudas y preocupaciones.

Este versículo también me impulsa a alejarme de lo que me atrae al egoísmo. Porque es en Dios que “vivi-mos, nos movemos y existimos”, me siento motivada a dar todo de mí a Aquel en cuyo amor existo.

Sor Joyce Rupp, O.S.M.

Jueves, 21 de mayo • La Ascensión del Señor

AvanzarLos [discípulos] que estaban presentes le preguntaron [a Jesús]: “Señor, ¿es ahora cuando vas a restablecer el Reino de Israel?”. Les respondió: “No les corresponde a ustedes conocer los tiempos y las etapas que solamente el Padre tenía autoridad para decidir”. Hechos 1:6-7

¿LA RESPUESTA DE JESÚS te parece frustrante, o te satisface no conocer los planes de Dios de una vez? Yo vacilo entre esos dos polos; a veces, deseo saber más de lo que Dios tenía pensado para el mundo (y mi vida) y, a veces, me conforta dejarle los detalles a alguien cuya sabiduría está mucho más allá de mi visión limitada.

Posiblemente, Jesús pudo haber dado otro mensaje en su respuesta: No es necesario que sepas esa respuesta. Tras ser reunidos por Cristo resucitado y que la Sagra-da Escritura se abriera para ellos tras recibir el manda-miento de predicar el Evangelio al mundo, los discípu-los tenían todo lo necesario para avanzar.

Y nosotros también. No hay nada de malo en querer saber más sobre los designios de Dios siempre que esto no interfiera con el amor hacia Dios y al prójimo y la predicación de la Buena Nueva de Jesucristo.

Mark Neilsen

Hechos 1:1-11 • Salmo 47:2-3, 6-9 Efesios 1:17-23 • Mateo 28:16-20

Hechos 18:9-18 • Salmo 47:2-7 • Juan 16:20-23

Viernes, 22 de mayo • Santa Rita de Casia

Sin milagros en la casaNo tengan miedo. Yo estoy contigo y nadie podrá hacerte daño. Hechos 18:9-10

UN PSIQUIATRA AMIGO, a quien sus muchos pa-cientes amaban y admiraban por su compasión y senti-do común, me dijo que, cuando su hija era adolescente, suspiraba y deseaba tener a “alguien a quien hablarle”. Y me confesó que su hijo a menudo se escabullía hasta la tienda local a hablar con el encargado del turno nocturno. Aquellas personas a quienes más amamos a menudo están más allá de nuestro alcance.

San Pablo se convirtió en un buen judío, un reco-nocido experto en la ley y fiel a su práctica. Aun así, cuando le habla a la comunidad judía sobre Jesús, el cumplimiento de la ley y los profetas con quienes se ha encontrado de una manera más personal y convincente, es rechazado e incluso amenazado. En última instancia, Pablo es llevado a compartir el Evangelio con la comu-nidad de los gentiles.

Cuando sintamos el dolor del rechazo por parte de quienes amamos, recordemos a Pablo y hagamos de nuestra vida un testimonio del Evangelio para nuestros seres queridos y todos los que encontremos en nuestro camino.

Paige Byrne Shortal

Sábado, 23 de mayo

Fortalecer a otrosPermaneció allí por algún tiempo, y luego se fue a recorrer una ciudad tras otra … fortaleciendo a los discípulos. Hechos 19:23

HACEN DIECISIETE AÑOS, la Madre Asunción y otra de sus hermanas salieron de la comunidad madre y se fueron a una remota aldea en la selva amazónica a cientos de kilómetros del pueblo más cercano. Por mu-chos años enseñaron a niños y jóvenes, acompañando a las familias en todas sus vicisitudes y alegrías, y, a su vez, aprendiendo su lengua, cultura y entorno. Como Pablo, “fortaleciendo a los discípulos” … “Hasta que por mi edad y motivos de salud tuve que dejar a mi gen-te y volver a la ciudad,” nos dice la Madre Asunción.

El amor a Jesús y a los que él ama ilumina nuestros pasos y abre nuestra mente y manos a acompañar a quienes Su amor pone en nuestro camino, un amor que todo lo puede al incluir y fortalecer a toda la humani-dad, aun en los lugares más alejados.

Nada se pierde. Todo se transforma en Cristo, porque el Padre mismo los ama (Juan 16:27).

Olga Pavisich-Ryan

Hechos 18:23-28 • Salmo 47:2-3, 8-10 Juan 16:23-28

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