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TEXTURA URBANA COTIDIANA: IDENTIDAD Y LUGARIDAD Francisco Osorio Temario 0. Introducción. 1. Identidad Urbana. ¿Estructura física o social? 1.1 Aspecto físico-funcional 1.2 Aspecto físico – emocional. 1.3 Entorno natural. 1.4 Psicología socio-ambiental. 2. Lugares particulares. 3. La ciudad intangible. 3.1 La cotidianeidad. 3.2 Particularidades de los lugares cotidianos temáticos. 3.2.1 Dimensión temporal. Ritos urbanos subyacentes. 3.2.2.- Dimensión Conductual: Relación Sujeto-Sujeto, Sujeto-Objeto. 4. Contradicción entre práctica y discurso.

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TEXTURA URBANA COTIDIANA: IDENTIDAD Y LUGARIDAD Francisco Osorio

Temario 0. Introducción. 1. Identidad Urbana. ¿Estructura física o social?

1.1 Aspecto físico-funcional 1.2 Aspecto físico – emocional. 1.3 Entorno natural. 1.4 Psicología socio-ambiental.

2. Lugares particulares. 3. La ciudad intangible.

3.1 La cotidianeidad. 3.2 Particularidades de los lugares cotidianos temáticos.

3.2.1 Dimensión temporal. Ritos urbanos subyacentes. 3.2.2.- Dimensión Conductual: Relación Sujeto-Sujeto, Sujeto-Objeto.

4. Contradicción entre práctica y discurso.

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0. Introducción. El tema de investigación nace a partir de la búsqueda o inquietud que genera pensar la ciudad en su dimensión textual. En particular, frente a ciertos lugares de la ciudad cotidiana que poseen una gran carga de identidad, posicionándose en la memoria colectiva de los ciudadanos y que surgen espontáneamente a través del tiempo. Es así como estos lugares se contraponen a la ciudad formal o planificada que produce espacios muchas veces residuales y sin identidad. En este sentido, estos lugares se caracterizan en primer lugar por tener un uso temático, lo que podríamos llamar comercio temático particular, constituyéndose en microeconomías que satisfacen las demandas de artículos particulares dentro de la ciudad, como por ejemplo en la ciudad de Santiago podemos encontrar en la calle Bandera la venta de ropa usada, como también en San Diego, podemos encontrar una zona donde existe solo la venta de bicicletas o solo la venta de libros usados, etc. Es entonces cuando nos preguntamos ¿cómo es la identidad de estos lugares?, ¿Qué es lo que hace que éstos se encuentren en la memoria colectiva de los habitantes de la ciudad?, ¿Cómo se manifiesta?, y ¿cuáles son los factores o particularidades de esta identidad que hacen de estos lugares, zonas de la ciudad reconocibles, como puntos en el plano que se encuentran en nuestra memoria pero que no sabemos el por qué? Frente a una globalización masiva, expansiva y difusa en el mundo, las ciudades como Santiago se encuentran en un proceso de cambio substancial estructural, por cuanto se adapta a nuevas costumbres y ritos sociales característicos de ciudades globales. En este sentido la ciudad del mañana trae consigo una pérdida de la identidad social local, haciendo que esto se vea manifestado en la estructura de la ciudad, y por consiguiente en el espacio físico del lugar. La ciudad se homogeneiza volviéndose irreal según Leonardo Briones “una incontrolada y veloz expansión cibernética de medios masivos de comunicación, permea y atraviesa todos los territorios, haciendo estallar sus frágiles limites; desvaneciendo sus genuinas y sutiles diferencias creando inevitables escenarios intercontextuales. Estos nuevos escenarios, al no estar conscientemente articulados entre si, empobrecen el desarrollo y necesario fortalecimiento de la cultura local, homogeneizando los lugares e ilusamente haciéndonos dudar de su existencia real como experiencia vivencial sensitiva”1. La ciudad generada por la intervención planificada de grandes zonas que intentan ordenar la ciudad y hacerla más acogedora para el habitante no hacen más que producir espacios que son producto o residuo de estas grandes intervenciones, llevando con ello a que estos lugares pierdan toda identidad dentro de la ciudad, ya que no son miradas en sí mismos como lugares potenciales. Por esto, la nueva ciudad esta cargada de espacios sin identidad, donde los acontecimientos desaparecen y sólo se ven espacios de trayectoria o de comunicación entre dos puntos, donde se pierde toda comunicación entre sujetos, y que además están en constante vigilancia, esto es lo que Marc Augé describe como No-Lugares, definiéndola en contraposición a los lugares.

1 Briones Seguel Leonardo , “El territorio Intersticial de lo Cotidiano”, Urbanismo en Línea, Universidad del Bio-Bio, año 4 Nº 4 julio 2001

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En este sentido nos encontramos en un momento en que existe una crisis identitaria de los lugares de la ciudad, lo que genera un desarraigo urbano y una desintegración social, al no producirse una diferenciación característica, con cierta identidad. Sin embargo, los lugares en estudio se presentan contradictoriamente no afectados por estos fenómenos encontrándose cargados de identidad social urbana por lo que se pretende estudiar cuáles son los factores que poseen estos lugares, es decir las características o particularidades que presentan para que en ellos se manifieste la identidad urbana de forma tal de poder entender cómo se puede lograr cualificar otros lugares sin identidad o por lo menos identificar esta estructura de identidad urbana. 1. IDENTIDAD URBANA. ¿ ESTRUCTURA FISICA O SOCIAL? 1.1 Aspecto físico - funcional Kevin Lynch en su libro La imagen de la Ciudad2, nos habla de la “imagen urbana” por medio de estructurantes urbanos, a través de una mirada físico-funcional de ésta, reconociendo conceptos clásicos de la ciudad como los nodos, hitos, bordes, cauces y distritos circunscritos, los cuales otorgan actividades jerarquizadas, centralidades, y ejes de importancia a la ciudad, llevándonos a una identidad particular dentro de ella, que podemos encontrar o crear en la ciudad. Esto son referentes que ayudan a recordar partes de la ciudad y que tienen una característica muy especial ya que son referentes permanentes dado por su carácter físico-construido dentro de la ciudad. Esta postura entonces nos devela una forma de entender la identidad urbana a partir del reconocimiento de aspectos físicos de la ciudad que nos ayuden a orientarnos en ella y a su vez al reconocimiento de ciertos aspectos morfológicos de las distintas construcciones que poseen estos lugares, para que éstos a su vez posean una cierta imagen urbana y así poder posicionarse en la memoria colectiva de los individuos de la ciudad. 1.2 Aspecto físico-emocional A diferencia de lo anteriormente mencionado podemos notar una mirada mucho más amplia al tema de la identidad en el articulo “En Torno a la Identidad Urbana”3, donde se explica en primera instancia, “en primer lugar son las personas que por medio de sus propias vivencias y experiencias y percepciones construyen identidades con los espacios urbanos que usan esporádica o permanentemente. Esos usos dejan huellas en la ciudad y son estas huellas de uso las que precisamente nos hablan de las identidades”. El autor parte el tema de la identidad urbana reconociendo que existen dos dimensiones de identidad urbana, una en la cual reconoce a kevin Lynch y su teoría de imagen urbana a partir de una mirada física-funcional de la ciudad, y otra que es la que le interesa a él, denotando el concepto de “lugar significativo” la cual constituye una demarcación relevante en un contexto y que se reconoce como estructura espacial singular, que determina una

2 Lynch Kevin, “La imagen de la Ciudad”, Gustavo Gili SA, 5ª edicion, Barcelona, 1998 3 Fox Hans, “En torno a la identidad urbana”,Urbanismo en Línea, Universidad del Bio-Bio, año 4 Nº 4 julio 2001

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“territorializacion emocional” por cuanto desencadena emociones y sentimientos mas personales en los usuarios. Hans Fox, a partir de lo anterior habla que existe una identidad positiva la cual determina que el espacio debe proveer resguardo, seguridad, comodidad y orientación, que otorgaran validación social y valorizaciones culturales, para la realización expedita y resguardada de las distintas actividades cotidianas del individuo. Estos aspectos según el autor son los que determinaran, la singularización espacial formando el territorio emocional, por lo que su postura es una mezcla de los aspectos físicos de la ciudad y la emocionalidad que estos espacios producen en el individuo para lograr una apropiación simbólica y una pertenencia social. 1.3 Entorno Natural Antonio Zelanda Espinoza “Identidad Urbana Pencopoliana”, introduce una nueva dimensión dentro de la identidad urbana, la cual está constituida por una mirada al entorno natural y vegetacional que muchas ciudades de Chile poseen y que determinan una forma particular de hacer ciudad y también de observarla. Enmarcándolo en una de las categorías estructurantes de la ciudad que definió Félix Amesti, como lo son los “elementos notables”. “justamente, dentro de estos elementos notables el marco natural constituye un factor de identidad fundamental, ya que el mismo da imaginabilidad a la ciudad y proyecta en el tiempo la fusión de paisaje y arquitectura. Así geografía y ciudad nos ponen en comunicación con el pasado del que provienen nuestras raíces”4. 1.4 Psicología Socio-Ambiental

Sergi Valera y Enric Pol, en “El Concepto de Identidad Social Urbana: una aproximación entre a psicología social y la psicología ambiental”, se ubican en una mirada desde el sujeto o más bien del grupo en su relación con su entorno construido o ambiente. Es por ello que parece interesante revisar esta dimensión que nace a partir del sujeto o del grupo para luego corroborar si las conclusiones desde la mirada espacial llegan a un mismo camino o concuerdan en ciertos criterios. Los autores nos hablan en primera instancia que existe una cierta omisión por parte de la psicología social por determinar que papel juega el entorno en la identidad de los individuos, adoptando posturas muy reduccioncitas del entorno a partir de una mirada meramente física y sin cualificación ni significado. También se ha mirado el entorno como un escenario donde ocurre la interacción social. Por esto el texto se enfoca en encontrar el papel del entorno urbano en la noción de identidad social urbana.

4 Zelada Espinoza Antonio, en “Mesa Redonda: Identidad Urbana Pencopolitana”, Urbanismo en Linea, Universidad del Bio-Bio

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De esta manera el concepto de Place- Identity5 logra reflexionar sobre la definición de identidad social expuesta por Tajfel, luego introduce el concepto de entorno urbano en la teoría de categorización de self de Turner. Es así como el entorno urbano es considerado “como algo más que el escenario físico donde se desarrolla la vida de los individuos, siendo un producto social fruto de la interacción simbólica que se da entre las personas que comparten un determinado entorno urbano. Es así como el entorno urbano supera la dimensión física para adoptar también una dimensión simbólica y social”6. Así los entornos urbanos son analizados como categorías sociales, pero siempre refiriéndose a la idea de llegar al concepto de identidad, como a la pertenencia a un lugar, barrio o ciudad por parte del individuo o grupo, refiriéndose a, si resido o no en tal barrio o ciudad apelando a una comunidad y no a los individuos en si. Por lo que se conforman las idea de las comunidades según el grado de afinidad entre sus individuos, y en cierto modo con el entorno, que ellos comparten. Si bien se refiere a lugares barrios y ciudad, el autor se enfoca más específicamente en el barrio, aludiendo aun más a la idea de pertenencia en cuanto a su residencia. Otro aspecto relevante del texto es la alusión que hace a los mecanismos de apropiación espacial, ya que “el individuo se apropia del espacio transformándolo física o simbólicamente y, al mismo tiempo, incorpora a su self determinadas cogniciones, afectos, sentimientos o actitudes relacionadas con el espacio que resultan parte fundamental de su propia definición como individuo, de su identidad del self (Proshansky, 1976)”7 Por último, determina características de la identidad social urbana, donde podemos destacar las dimensiones categoriales que el autor establece y creo que son un aporte a la idea de identidad. Estas son la dimensión territorial (para la identificación endogrupal y diferenciación con el exogrupo), dimensión psicosocial, dimensión temporal (proceso por el cual un grupo llega a identificarse con su entorno dependen de la evolución histórica del grupo y del propio entorno, generándose un sentimiento de continuidad temporal básico), dimensión conductual (conjunto de practicas sociales propias de una determinada categoría social urbana), dimensión ideológica (Castells8 1972 considera que los entornos urbanos son plasmaciones de las instancias ideológicas que rigen y determinan una sociedad).

5 Proshansky, 1976, 1978; Proshansky y otros, 1983 “es un conjunto de cogniciones referentes a lugares o espacios donde la persona desarrolla su vida cotidiana y en función de los cuales el individuo puede establecer vínculos emocionales y de pertenencia a determinados entornos. aquí también se introduce el concepto de pasado ambiental referido a espacios que el individuo ha ido integrando en sus relaciones espaciales” 6 Valera, Servi y Pol, Enric, “El concepto de identidad social urbana: una aproximación entre la psicología social y la psicología ambiental”, http://www.ub.es/escult/valera/cap1.htm, U. de Barcelona. 7 Ibid 8 Castell Manuel, “La Cuestion Urbana” ed. siglo XXI, España, 1974.

2. Lugares particulares

Tomando en cuenta que la investigación nace a partir de lugares específicos que se dan en la ciudad, las distintas dimensiones expuestas anteriormente referidas al tema de la identidad urbana, se muestran como un camino general para llegar a definir la identidad particular de estos lugares, tomando en cuenta ciertos aspectos que concuerdan con ellos y al mismo tiempo producir una crítica, lo que hará ver aun más la particularidad de estos lugares. De esta manera, la discusión bibliográfica tiene por objetivo establecer los aspectos teóricos relevantes para este estudio, que serán definidos con mayor profundidad en el siguiente acápite. Primero hay que señalar que la postura de Kevin Lynch es demasiado reduccionista al momento de hablar de identidad urbana, al igual que en la psicología social que apela Sergi Valera y Enric Pol cuando hacen referencia a que en la Psicología se ha omitido el entorno como forma de ver la identidad y sólo se ve de forma física, es por eso que se sigue en cierta medida con la postura de Hans Fox, ya que recoge la postura de Lynch pero además introduce un nuevo factor que permite pensar en una dimensión físico-emocional de la ciudad al hablar de una “territorializacion emocional”, que se genera a partir de lugares significativos para los individuos. Es gracias a este concepto, que podemos decir que los lugares cotidianos en estudio son lugares significativos, pero que no tienen que ver mucho con la dimensión espacial a la que apela Lynch. Ya que si bien se encuentran en lugares particulares como vías principales o en centralidades de la ciudad, esto no es lo que determina que estos lugares posean una identidad dentro de esta. Por lo que se puede tomar en consideración estos factores, pero no como una referencia que lleve a un buen cause dentro de la investigación ya que estos espacios están dotados de una comunidad particular la cual le otorga una especialidad espacial, pero que no necesariamente esta especialidad es producto de elementos físicos o construidos. En este sentido también se puede decir que la dimensión expuesta por Antonio Zelada Espinosa, tampoco podría ser considerada como un factor de análisis para la identidad de estos lugares cotidianos temáticos, ya que en la ciudad de Santiago casi no existe el factor del entorno natural, para que determinen la configuración de estos lugares. Solo se podría hacer alusión a la cordillera de los andes como el gran telón de fondo natural de la ciudad de Santiago, pero solo como una relación visual y que no afecta al lugar en sí. Si bien esta dimensión no puede ser aplicada al caso de los lugares de Santiago, quizás si puede ser aplicada a otras ciudades en que el entorno natural sea el factor de configuración de la ciudad, como es el caso de Valparaíso por ejemplo, donde los cerros determinan la forma de apropiación por parte del sujeto de la comunidad, por ello, ésta es una dimensión sumamente importante pero dependiendo de la ciudad donde se aplique. Continuando con la postura de Hans Fox existe un aspecto importante el cual destaca como proposición para hacer proyectos de diseño urbano en la ciudad. El habla de una identidad positiva teniendo en cuenta como principal factor a espacios que posibiliten la seguridad y el resguardo, aludiendo a necesidades básicas del sujeto para poder habitar, pero al pensar en los lugares en estudio, nos encontramos con una rotunda contradicción con lo señalado por este autor. Estos lugares se encuentran en franco deterioro físico y no poseen ningún resguardo en cuanto a la seguridad de sus habitantes, pero esto no se presenta como una limitante para que estos lugares sean quizás unos de los más visitados y ocupados dentro de

su temporalidad funcional comercial. Estos lugares poseen una fuerte identidad y no son lugares de resguardo y seguridad. Entonces, a partir de ésto, se podría hablar que existe una identidad positiva como lo definió Hans Fox, como también podría existir una identidad negativa aludiendo a los lugares en investigación, por contraposición a las condiciones ambientales (resguardo, seguridad, comodidad, orientación), que ocurren en éstos. En el texto de Sergi Valera y Enric Pol se expone la identidad a partir de una mirada de psicología social de los individuos, pero lo interesante es que introduce la psicología ambiental, haciendo de esa investigación un parámetro pertinente al estudio de los lugares cotidianos temático, ya que se puede ver desde el punto de vista del individuo y de la comunidad, como ellos, se sienten parte de un lugar o tienen un grado de pertenencia a ciertos lugares dentro de la ciudad debido a distintos factores que el texto explica, categorizándolos e introduciendo factores o dimensiones tan importantes y poco mencionadas en otros autores, como son la dimensión temporal, en la cual la identidad se manifiesta a partir del reconocimiento de ciertos lugares por el grado de historia que estos tengan para ellos, como también la dimensión conductual apelando a las apropiaciones de los sujetos y como ellos transforman el espacio, pero también visto desde la perspectiva de cómo esta apropiación genera efectos en la propia persona o comunidad, otorgándole sentimientos o afectos por el lugar apropiado. Es así como podemos relacionar este tema con la informalidad que se produce en los lugares cotidianos temáticos, dado que este fenómeno temporal que se da por un uso comercial de la calle es una apropiación que determina una conducta en los individuos y generan una nueva especialidad en estos lugares mientras transcurre el proceso de apropiación. Si bien existen todas estas miradas al tema de identidad urbana, creemos que la identidad pasa por muchos otros factores en el caso de los lugares en estudio y también mucho más específicos, los cuales se presentan ante nuestros ojos pero que no los vemos ya que pasan a ser cotidianos y por ello muchas veces invisibilizados. Cuando algo resulta ser cotidiano se escapa al asombro del observador o del visitante por lo que pasa desapercibido.

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3. La ciudad intangible Luego de una investigación bibliografíca acerca del tema de la identidad urbana y en la cual se ha visto que existen variados enfoques, se llega a determinar en primera instancia, que para esta investigación es pertinente analizar tres dimensiones, como lo son la dimensión temporal, la dimensión conductual y la dimensión histórica, incorporándole características propias de los lugares en estudio. Por esto la investigación se guiará hacia un enfoque de psicología socio-ambiental, para luego desencadenar en un enfoque físico-emocional, que determine como las conductas sociales intangibles o inmateriales se pueden ver u observar en lugares de la ciudad expresadas en forma física ya sea permanente o temporalmente. Se plantea como forma metodológica, determinar la identidad de estos lugares a partir de entender el concepto de cotidianidad y luego revisar aquellos fenómenos urbanos que escapan de la mirada y que están presentes cada día buscando en los bordes de la ciudad formal, es decir encontrar las particularidades de estos lugares y develarlos para poder ser analizados, con el motivo de verificar si son estos fenómenos los que determinan una cierta identidad a estos lugares a parte de las ya mencionadas con los autores previamente aludidos. Estas particularidades que determinaran cómo es la identidad de estos lugares, en ocasiones no cuentan con un marco discursivo muy extenso y muchas veces no existen referentes teóricos, por lo que se proponen distintos conceptos para cada caso, otorgándole un significado propio de acuerdo a lo que se cree pertinente para los propósitos de la presente investigación. 3.1 La cotidianeidad Para entender estos lugares hay que partir entendiendo que significa cotidianidad, o por lo menos enmarcarla dentro de un contexto discursivo, pero es ahí cuando nos encontramos con un primer problema, ya que en toda la historia se ha dejado de lado o no se ha mirado el tema de la cotidianidad, “La cotidianidad, sus ritos, mitos, sueños, sentimientos, la mayoría de las veces ha sido olvidada en los análisis de las ciencias sociales, los teóricos de las corrientes positivistas, funcionalistas, estructuralistas y marxistas se han ocupado mas de lo macro. Lo micro ha sido olvidado, inclusive desvalorizando los conocimientos locales que han sido considerados no “validos” por ser no “científicos”. Esta ha sido una de las grandes trabas teóricas, que ha mantenido el paradigma del conocimiento “científico” racional, precisamente porque se ha olvidado de la vida, de la experiencia cotidiana, no se ha puesto la mirada en la cotidianidad”.9

Si bien no se ha investigado mucho sobre la cotidianidad, se han podido establecer ciertas definiciones genéricas. Por ejemplo “lo que ocurre diariamente, lo usual, lo que es tremendamente vago, en cuanto a la existencia es particular y personal a cada individuo”10, en la cual se intenta explicar que la cotidianidad es particular y única para cada persona. Acotando mucho más precisamente esta idea se ha dicho que “pese a que vivimos la cotidianidad como un todo coherente, distintas personas experimentan la realidad de manera diversa, de acuerdo a su cultura, nivel socioeconómico, edad, genero y etnia. La cotidianidad se ordena, sin embargo, a través de roles prescritos y predeterminados, los que

9 Lema Otavalo Lucila, “Los rituales de la cotidianidad”, revista Yachaikuna, 2001 10 Baros Mauricio, “La seducción de lo cotidiano”, revista ARQ Nº 48, (p. 9)

nos anteceden y a los cuales accedemos cuando formamos parte activa de la sociedad”.11 Entonces podemos sacar como una primera conclusión que la cotidianidad no es tan distinta para todos sino que se podría hablar de una colectividad, la cual desarrolla un rol en común en la ciudad, comparten una misma cotidianidad, según roles comunes y preexistentes.

Collage calle Bandera (Ropa Usada)

De esta manera podemos decir que, si bien existe una colectividad que vivencia hechos cotidianos comunes, es la acción del hombre la que transforma y modifica la realidad, adaptándola y formando con ello su propia cotidianidad. Por ello, podemos concordar con lo que se ha dicho por los autores interaccionistas simbólicos “la vida cotidiana emerge del conjunto de interacciones subjetivas sujeto-sujeto, sujeto-objeto, donde la subjetividad adquiere un significado propio y se transforma en una realidad independiente a través de la acción”12. Esta definición de cotidianidad es la que más se acerca al pensar en los lugares en estudio, ya que, involucra una mirada del sujeto como actor en la ciudad y no como un mero espectador. El sujeto interactúa con otros y con los objetos, transformando el espacio para su propio beneficio, al otorgarle una característica particular, con la cual se siente identificado. En este sentido como una forma de entender aun mejor estos lugares particulares, tenemos que entender al sujeto como a un Domador del Espacio, el cual Amaestra y Domestica su propio espacio. Esto por que el sujeto pasa de ser un actor pasivo a constituirse en un ente transformador de su propio espacio para su beneficio personal, que en este caso es el cambio de función del espacio o de algunos elementos, determinándole una identidad.

Collage calle San Diego (Bicicletas)

Sin embargo lo que interesa en esta investigación es el lugar donde se manifiesta esta cotidianidad, y no todos los lugares, sino, unos muy específicos donde el accionar de la cultura popular se manifiesta y se desenvuelve creando espacios que se encuentran en la memoria colectiva no por su espacio físico construido, si no más bien por los hechos o acontecimientos accionados por los propios sujetos que vivencian y ocupan estos lugares. En este sentido se puede notar una conexión discursiva con lo que Edward Soja, siguiendo a Henri Lefebvre, llamará “el tercer espacio”, “una categoría que no designa ni el espacio material que experimentamos, ni una representación del espacio. El tercer espacio es en cambio un espacio de representación, un espacio abierto a la posibilidad de nuevos significados, activado a través de la acción y la imaginación social”13. Son lugares donde la calle se ha convertido en galería comercial, donde el pasear se ha convertido en vitriniar, donde la gente se relaciona, se comunica, interactúa y se manifiesta.

11 Rosenbluth Ana, “Reflexiones sobre la cotidianidad y la ciudad”, revista ARQ Nº48, (p. 6 -7) 12 Berger y Luckman, en “Reflexiones sobre la cotidianidad y la ciudad”, revista ARQ Nº 48, (p. 6-7)

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13 Crawford Margaret, “Desdibujando las Fronteras : Espacio Publico y Vida Privada” revista Cuadens Nº 240, (p.14-22)

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Estos lugares en sí tienen bastantes particularidades que hacen de estos lugares únicos dentro de la ciudad y que muchas veces sean mirados como lugares sin control o sin un orden formal, pero quizás, si tienen un orden y una lógica de actuar en sí mismos y como parte de la ciudad, por ello se intentara develar cuáles son estas particularidades que hacen característicos a estos lugares a través de un contexto discursivo que abarque distintas miradas de estas particularidades. 3.2. Particularidades de los Lugares Cotidianos Temáticos

Para entender estas particularidades hay que entender ciertos fenómenos sociales que ocurren en estos lugares y que no se dan en otros lugares de la ciudad. Esto hace que estos lugares sean únicos e incomparables con la ciudad formal, que es totalmente planificada produciendo espacios donde el habitante debe acomodarse a ello y no es el espacio el que se acomoda al habitante como es el caso de los lugares en estudio. 3.2.1. Dimensión Temporal: Ritos Urbanos Subyacentes En primera instancia estos lugares se forman de manera espontánea al posicionarse en zonas de la ciudad sin una previa planificación, otorgándole una característica especificidad de comercio, que al cabo de un tiempo se consolida y se establece como un lugar con cierta independencia con respecto a su contexto. Esta forma de surgir dentro de la ciudad hace que la ciudad aparentemente no tenga un control, pero es en ese momento cuando aparece el sujeto como ente transformador de la ciudad, ya que es capaz de generar una nueva zona dentro de ésta sin que se lo haya propuesto, y sólo por la suma de individualidades se generan estos lugares. Esta forma individual de transformación y que luego se observa como colectiva podría denominarse culturas espontáneas. Por ello, este factor es muy importante en el reconocimiento de los lugares cotidianos temáticos, ya que es el punto de partida, el cual da pie, a que luego ocurran otros fenómenos o situaciones que también formen parte y le den una identidad a estos lugares. Otro fenómeno que le da una característica especial a estos lugares es la informalidad, la cual surge en respuesta contradictoria a la ciudad formal. Esto se puede ver de mejor forma si tomamos ciertos discursos de la ciudad que se dieron y que apelan a este tema. “En un extremo estaría el discurso del New Urbanism centrado en el control de la forma y la imposición de principios que determinan la vida urbana, a través de lo que algunos teóricos llaman un código urbano: un instrumento de regulación que plantea la forma única de la ciudad determinando desde la silueta de las ventanas al tamaño de sus barrios. Mientras tanto, en el otro extremo habría discursos como el de las Edges Cities de Joel Garreau, que hablan de la ciudad que aparece espontáneamente y cuya forma a diferencia de la ciudad tradicional derivaría del azar: en vez de calles hay carreteras y en vez de veredas hay estacionamientos. Lo curioso que ambos modelos de ciudad, por opuestos que parezcan, emergen indistintamente por todos lados”14. Como forma de entender la informalidad o definirla se puede tomar en cuenta la informalidad como un discurso crítico, frente al acontecer formal lo que da paso a una nueva forma de

14 Browne Patricio, “¿formal o informal?”, revista ARQ nº 49, (p. 48-51)

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entender la ciudad. Esto es lo que describe Saskia Sassen, cuando piensa “ que la nueva economía mundial esta concentrando aun mas lugares de producción y que por lo tanto seria necesaria una cierta masa critica para administrar los recursos propios de cada región. La particularidad de este nuevo modo de crecimiento es que en forma paralela a la ciudad formal crecería una ciudad informal, que rechaza todo tipo de organización estructural y que, por lo tanto, es de más difícil comprensión”. Entendiendo la informalidad como una “Nueva Narrativa” para reconstruir la ciudad, partiendo de la base que en la ciudad informal existe un potencial no explotado para regular la forma de la ciudad. Esta es la definición que a mi parecer es la que mejor representa el sentido de la informalidad, ya que habla del hecho urbano que se ve expresado en la ciudad, pero se enfatiza en el trasfondo por el cual se da este fenómeno urbano. Entonces la informalidad se manifiesta en la ciudad, pero muchas veces es rechazada por la ciudad formal, e ignorada, por lo que se desenvuelve en lugares donde el control no existe. Es en estos lugares donde se propaga y se manifiesta en contra de la ciudad formal, donde la critica, la cuestiona o, sencillamente, se opone. En el caso de la investigación nos concentraremos principalmente con las Economias Informales, las cuales se manifiestan comúnmente en los lugares en estudio, como por ejemplo lo que pasa en patronato o en el persa Bio-Bio, donde se ve este choque de estructuras a la luz del día. Este tipo de informalidad actúa como parásito de las estructuras formales, siguiendo la lógica de éstos en cuanto a su rubro. Entendiendo estos dos primeros fenómenos urbanos como particularidades de los lugares cotidianos temáticos. Se pueden entender estos, espontaneidad e informalidad, como Ritos Urbanos Subyacentes, los cuales tiene que ver mas con una temporalidad que con un espacio físico, se estructuran bajo itinerarios diarios, siguiendo ciertos ritmos dependiendo de la ocupación. Estos ritos urbanos aparecen tan fácil como desaparecen en la ciudad; activando y desactivando estos lugares, por lo que estos están en constante modificación y reinvención. Estos lugares poseen la capacidad de mutar ya sea para activarse o para su desaparición total. 3.2.2.- Dimensión Conductual: Relación Sujeto-Sujeto, Sujeto-Objeto. En este ámbito la relación sujeto-sujeto esta determinada por una forma característica de relación con los demás sujetos, donde los límites personales se desdibujan y se puede entender una colectividad unida bajo un mismo patrón de conductas sociales. Por ello, las conductas sociales de relación entre sujetos poseen implícita una subjetividad que luego se ve reflejada tanto en el espacio emocional de los individuos como también en el espacio físico en el cual se desenvuelven, en este caso son lugares que permiten la intervención del sujeto. Esto mismo sucede con la relación sujeto-objeto ya que es el objeto el elemento que transforma el espacio producto de la imaginabilidad del sujeto. Estas relaciones subjetivas se transforman en realidad tangible, es decir física y palpable por medio de una acción concreta ideada por el sujeto, en la cual la conducta social pasa a ser un motor de partida de una intervención espacial en los lugares de la cotidianidad. Por

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ejemplo en el persa Bio-Bio la conducta transforma el espacio convirtiendo simples veredas en superficies de exposición de productos, lo que determina que el sujeto hace una Deformación Topológica de los espacios físicos, cambiándole el significado a los elementos (muros, veredas, calles, etc).

3.2.3.- Dimensión Histórica: Marcas Populares En esta dimensión podemos entender como la historia de un lugar también puede producir identidad dentro de la ciudad, no por su tipo de edificación o construcción que corresponde a un momento histórico de la ciudad si no mas bien entendiendo la dimensión histórica como los acontecimientos o hechos de distintas conductas sociales urbanas que acontecen desde un tiempo anterior y que subsiste por motivos de la misma memoria colectiva de los habitantes de la ciudad. Se identifican con estos lugares por su persistencia en el tiempo pasando de generación en generación, aunque el espacio en si se transforma cada día, persiste las mismas conductas y ritos urbanos independientemente del espacio que lo cobija. Entendiendo esto es que se puede decir que existe un Patrimonio Urbano Popular, entendiéndolo como los ritos o conductas sociales características de un lugar y que son permanentes en el tiempo sin importar la especialidad que esta tenga a través del tiempo en el cual va transformándose. También en esta dimensión cabe destacar que la mayoría de estos lugares cotidianos se encuentran en el centro histórico de la ciudad por lo que ello le confiere una característica histórica a estos lugares además por su contexto inmediato al que pertenecen dentro de la ciudad. Gracias a estas dimensiones podemos entender ciertas formas de ocupación del espacio que no se dan en otros lugares, pudiéndose llamar lugares significativos que se conforman gracias a su forma de vivenciar, recorrer, interactuar, convivir e intercambiar. Se producen procesos sociales (no-físicos), que luego se manifiestan físicamente en los lugares cotidianos de la ciudad, donde la temporalidad, la conducta y la historia son factores claves y determinantes, donde se conforma una estructura particular que sostiene estos lugares, que permiten que la habitabilidad particular de estos no se venga abajo, es a lo que yo llamo Textura15 Urbana Cotidiana, la cual esta compuesta por las particularidades anteriormente definidas y que determinan un territorio vivenciado de forma particular y por lo tanto, se posiciona en la memoria colectiva por la identidad que alcanza, en cuanto a la significación que este tenga para un determinado sujeto o una comunidad. De acuerdo a lo anterior se podría clasificar estas texturas según los grados de particularidades que los diferentes lugares poseen, como una forma de diferenciar al momento de reconocer estos lugares en pares estructurales con distintos grados de identidad. Es decir los que poseen mas particularidades descritas anteriormente son las que poseen mayor identidad urbana y por lo tanto se encuentran en un grado mayor en la memoria colectiva de los individuos de la ciudad.

15 textura: entendida como la estructura de una materia como lo expresado por Gilles Deleuze “por regla general la manera de plegarse de una materia constituye su textura. Esta se define no tanto por sus partes heterogéneas y realmente distintas, como por la manera en que estas devienen inseparables en virtud de pliegues particulares”.

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4. Contradicción entre práctica y discurso.

Una vez entendida las particularidades o fenómenos que determinan la imagen de estos lugares y que le otorgan la identidad urbana característica hay que poder determinar como se puede caer en un proyecto que contemple esta textura para un fin arquitectónico o urbanístico, y que no destruya esta forma particular de expresión popular. Es ahí cuando nos enfrentamos a un problema de ribetes mayores. En primera instancia, hay que decir que si bien estos fenómenos existen en determinados lugares, estos se encuentran bajo un marco físico construido el cual determina alturas, materialidades, distancias, etc, también muy específico y particular. Son lugares deteriorados dentro de la ciudad y que sufren cierto abandono desde el punto de vista del urbanismo y la arquitectura. Entonces ¿cómo intervenir estos lugares? Es el problema que surge ya que si pensamos en una intervención planificada, ya estamos contradiciendo la genealogía del lugar que surge espontáneamente. El deterioro de estos lugares quizás sea el detonante para que la cultura popular y la espontaneidad se radiquen en estos espacios y no en otros, donde se podría decir esta todo planificado y perfectamente nuevo. O si lo pensamos desde el punto de vista de quien habita estos lugares, quizás son ellos los que se sienten más identificados con estos tipos de lugares deteriorados, más que lugares donde no puedan interactuar con toda libertad y se sientan en otro contexto al que no pertenecen. En otro caso, se puede decir que no se quiere intervenir estos lugares, si no más bien introducir estos fenómenos en una nueva urbanización. Pero surge la misma interrogante ya que al parecer estos fenómenos no pueden ser guiados por la mano de un arquitecto o un urbanista si no más bien son procesos sociales y que se manifiestan en ciertos ritos urbanos temporales. Al intentar introducir estos fenómenos en otro lugar quizás se pueda generar ciertas condiciones físicas para que ello ocurra pero no se garantiza que estos sean realmente ocupados una vez implementados. Este caso para generar un proyecto urbano es aun más critico ya que se contradice totalmente a todo el discurso social y de la comunidad como ente transformador del espacio ya que al crear un nuevo lugar ya no se estaría dejando al propio sujeto a que cree su propio espacio a partir de la imaginabilidad. Es sin duda este tema el problema real de la investigación ya que es el punto exacto cuando la teoría de estos lugares entra en conflicto con la práctica al llevar a cabo un proyecto. Entonces se plantea el problema, que en este caso no se intentara responder dado por ser un tema posterior o que puede devenir de esta primera entrada: ¿Cómo intervenir un lugar que posee esta textura o como introducir estos fenómenos en un nuevo lugar para cargar de identidad urbana cotidiana un determinado espacio? Lo primordial es poder entender que no se puede partir pensando desde el punto de vista de un arquitecto o urbanista para poder poder responder estas preguntas, si no mas bien hay que ponerse en el caso de la gente que día a día habita estos lugares, formando parte de su cotidianidad. Quizás esta sea la clave para poder responder a la interrogante planteada y así poder llevar a cabo la practica arquitectónica y urbanística de una forma real y contundente y que no destruya la llamada Textura Urbana Cotidiana.

Francisco Osorio Textura Urbana cotidiana como Estructura de la Identidad en la Lugaridad

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