ENNIO MORRICONE, LA MELODÍA DE UN GRUÑÓN

Por Jesús Ruiz Mantilla

A modo introductorio, como ilustra el título, el autor confiesa su temor de enfrentarse con un mito de la música, gruñón de carácter, de amplísima, vigente y reconocida obra,1 y el desafío de lograr, en tan solo una hora, una buena entrevista.

Entre anécdotas de sus películas, referencias a su tarea actual, reflexiones sobre el presente de la música italiana, y el impacto de la tv y el cine americano en el cine italiano, desgrana algunas opiniones que considero valiosas para repensar las distintas tareas en la creación audiovisual:

- Es consciente que algunos motivos de la aceptación de su obra son: su claridad temática, su simplicidad armónica y su modo de orquestar, aun cuando reconoce el exceso de un no sé qué en dicha aceptación.

- La música debe acompañar las necesidades de la historia, porque pertenece a la película más que al compositor, aun cuando éste tenga una caligrafía propia.

- En algunas películas la música juega un papel de personaje presente, en otras asume diversas funciones. Según su opinión, la música es absurda si no se escucha, y el volumen es importante para esta transmisión del sonido.

- El trabajo creativo lo aborda desde diversos caminos: el guión, el tema, lo que cuenta el director, el primer montaje. Si bien prefiere trabajar con antelación, en algunas oportunidades lo convocan hacia el final.

- Como metodología para escribir la música, piensa en los pequeños detalles de la historia: los personajes, el vestuario, el montaje, las localizaciones… Para el diálogo con el director prepara tres versiones distintas de orquestación como propuesta.

Sergio Alejandro SerreseMaCA 2015

1 Refiere en este sentido, el Oscar honorífico que le han dado por su trayectoria, y la edición del disco “We all love Ennio Morricone” a modo de homenaje de músicos de los más variados géneros.