Texto 4 - El Imperio Japones

5
 (0)  L UTOR Historia Universa l Siglo veintiuno J oh n W hi tne y Ha l Volumen 20 John Whitney Hall J. r/--Zyl3 historia , universal siglo, ))((1 México Argentina Espana : , ~o EL IMPERIO JAPONES  / _sÉNo DE LA CUBÍÉRTA ',lEio ·Silva  .t·' Nadá en Tokio en 1916. Bachelor of Arts, en 1939, en el Am· herst Co ll eg e; en 1950, en Ia Universidad de Harvard; en 1952, Assistan Professo 'j en 1955, Associate Professor,' en 1959, profesor titular de historia en Ia Universidad de Michigan. Fue también director deI Cente ' f or ] apa ne se S tu. ' dies de Ia Universidad de Michigan en Okayama (Japón), desde , 1957 a 1960. Además, fue Vi sitíng Prolessor y S eni or F el lo w ' dei Co un cil 01 the Humanities, en Princeton. En 1961 fue eI (. primer titular de Ia cátedra de historia A. Whitney GriswoId en Ia Universidad de Yale. Ep Yale ocup6 Ia presidenda deI Coun· , ,-dI on East Asialt Studies, y, desde 1966, es Master deI MOrSe ColIege. Desde 1958 es presidente de, Ia Association lor Asian ,Studies Committee on Modem lapan, una organizaCión de Ia ..; que forman parte Ios más importantes yamatólogos de 10s ES1 , . tados Unidos. Entre sus obras, recordamos: lapa ne se Hi st ory:,  , I A G ui de t o l ap an es e R es ear ch a nd R ef er enc e (1954) y Tanuma:': , ,Okitsugu, Forerunner of Modern lapan (1955); es coautor de , , Village lapan (1959) y de Twelve Doors to lapan (1956) . Su, obra Government and Local Powers in lapan, 500 to 1700,' (1966) es e1resultado de diez anos de trabajos de investigación  en Ia zona de Okayama. Ha teniçlo también a su cargo Ia pu. , ,,blicad6n de 10s trabajos inéditos deldifunto profesor de Yale; :, K. Asakawa, con el título Land ond Saciety in Medieval Japan~, ':,'.-t Juntamente con, eI profesor MaIÍus Jansen (Princeton) ha pu.-, i ::.,blicado, en 1968, Studies in the Institution l History o/ Barly.' jJ,S,:;,ModernJapan. Además de su aetividad docente y de inves· :, , : ~;r~tigãcián, John W. Hall ha desempenado 10s siguientes cargos: , .;;J(, ,~ ~ ; ; J)i iec torde Ia AssocialÍo n of. As ian St udies (1958-1961), mie <ChIO deI National Advisory Committee de Ia l)NESCO (1957~ ,' l~i:I96.3), mie nbro deI consejo de redacci6n de Ia Americatl His- ' ~~UtmC~ eview Assoc/at iotl of As it m  ~ r'f :.,~\:Studles 1967·1968) y nuembro deI Conuté orga nJ Zado r deI Con·  ~so internacional de Ios orientalistas, de 1967.

Transcript of Texto 4 - El Imperio Japones

5/14/2018 Texto 4 - El Imperio Japones - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/texto-4-el-imperio-japones 1/5

 

(0)EL AUTOR

Historia Universal

Siglo veintiunoJohn Whitney Ha! l

Volumen 20

John Whitney Hall

J.

r/--Zyl3

historia',

universal"

siglo,

))((1

México

ArgentinaEspana

: , "~ o

EL IMPERIO JAPONES

"

/

_sÉNo DE' LA CUBÍÉRTA

',lEio ·Silva".t·'

Nadá en Tokio en 1916. Bachelor of Arts, en 1939, en el Am·herst College; Philosophiae doctor, en 1950, en Ia Universidadde Harvard; en 1952, Assistan! Professo!'j en 1955, AssociateProfessor,' en 1959, profesor titular de historia en Ia Universidadde Michigan. Fue también director deI Cente!' for ]apanese S tu. 'dies de Ia Universidad de Michigan en Okayama (Japón), desde,1957 a 1960. Además, fue Visitíng Prolessor y Senior Fel low 'dei Council 01 the Humanities, en Princeton. En 1961 fue eI

(. primer tit ular de Ia cátedra de historia A. Whitney GriswoId enIa Universidad de Yale. Ep Yale ocup6 Ia presidenda deI Coun· ,,-dI on East Asial t Studies , y, desde 1966, es Master deI MOrSe"ColIege. Desde 1958 es presidente de, Ia Association lor Asian,Studies Commi ttee on Modem lapan, una organizaCión de Ia " ..;que forman parte Ios más importantes yamatólogos de 10s ES1 ,"'.tados Unidos . Entre sus obras , recordamos: lapanese History:, ',"

I A Guide to lapanese Research and Reference (1954) y Tanuma:':, ,Okitsugu, Forerunner of Modern lapan (1955); es coautor de',, Village lapan (1959) y de Twelve Doors to lapan (1956). 'Su ,

obra Government and Local Powers in lapan, 500 to 1700,'(1966) es e1resul tado de diez anos de trabajos de investigación

" en Ia zona de Okayama. Ha teniçlo también a su cargo Ia pu. ,, ,blicad6n de 10s trabajos inéditos deldifunto profesor de Yale;:, K. Asakawa, con el tít ulo Land ond Saciety in Medieval Japan~,

':,'.-t Juntamente con, eI profesor MaIÍus Jansen (Pr inceton) ha pu.' -,i '::. ,blicado, en 1968, Studies in the Institutional His tory o/ Barly.'jJ,S,:;,ModernJapan. Además de su aetividad docente y de inves·':, ,':~;r~t igãcián, John W. Hall ha desempenado 10s s iguientes cargos :", .;;J(,,~'~';;'J)iiectorde Ia AssocialÍon of. Asian Studies (1958-1961), miem·"<ChIO deI National Advisory Committee de' Ia l)NESCO (1957~" ,'!l~i:I96.3), mieinbro deI consejo de redacci6n de Ia Americat l His- '

~~UtmC~eview (1956-196~), presidente-d~ 1aAssoc/atiotl of Asitm '~r'f!:.,~\:Studles1967·1968) y nuembro deI Conuté organJZador deI Con·

'~so internacional de Ios orientalistas, de 1967.

5/14/2018 Texto 4 - El Imperio Japones - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/texto-4-el-imperio-japones 2/5

 

b

I~.) :1?. "

. I- )

, - .~'"

i l:\,ú~:

263

'.) ,

.'t IR

~.'~

~c.' .

ide Occiclente. La' Carta deI Juramento habIa situado, públ i.féamente, Ia occldentalizad6n aI lado de Ia creaci6n de un es"tado poderoso , como 10s dos objetivos primordiales deI nuevoJégimen. En efecto, Ias dos se hal laban estre<:hamente re1acio[nadosen Ias mentes de quienes redactaron eI juramento .

i', El proceso de occidental izad6n comellZÓen seguida. Una vez,que se abrieron Ias puertas deI Japón, apenas hubo dudas1~ca de Ia convenienda de hacer viajes' aI extranjero. En,1860 e1 bakufu hibfa enviado una misi6n de 80 funcionarias!~lItnuraia Ios Estados Unidos para rat if icar e1 tratado comer ·iêial. EI grupo fue acompafiado por e1 barco Kanín Maru, un

~.buquede guerra de cons trucci6n holandesa, que hizo eI viaje~de ida y vuel ta a San Francisco, con capitán y tripulaci6n ja:wneses. Uno de sus pasajeros era Fukuzawa Yukichi , que luego

tsérfa uno de Ios principaIes defensores de Ia modernÍZaci6ny.deIap6n. Una segunda embajada deI bakutu se trasIad6 a Int'gIaterra, a Holanda y a Franda, en 1862 y 1863. En 1864' ;'.Chõshühabia enviado, secretamente, a cinco de sus j6venessamurai a Inglaterra. En e1 grupo figuraban Itõ Hírobumi e)Inoue Kaoru. En. 1865 Satsuma envi6 aI extranjero a 19 hom

bres, entre ellos Terashima Muneori y Godai Tomoat su. EI:resultado de estas operaciones deI bakufu y de Ias han fue Ia..adopci6n deI armamento de estilo occidentaI y Ia creaci6n deastineros y de escuelas mi litares y de idiomas. EI más importante de 105 viajes oficiales aI extranjero emprendidos por e1i /gobierno 1~eij i, fue Ia Misión Iwakura, de 1872-1873, éuandol Iwakura, Okubo, Kido, Itõ y más de otros 40 jefes de Ia ad·':ministrad6n se trasladaron a Ios Es tados Unidos y a Europa,{ai parecer para tratar de Ia revi sión de Ios «injustos tratados»"de 1858. EI largo informe preparado por Ia mi~i6n subrayaba e1retraso deI Jap6n y Ia necesidad de aprender de Occidente,'pero seiíalaba también Ias aspectos pos it ivos deI Jap6n (comoIa llberaci6n deI fanatismo, religioso) y eI hecho de que Iasnaciones occidentales habfan aIcanzado su poderio s6Io enIosúl timos cincuenta o den anos . Los japoJ:)eses se lanzaron aIt tarea de lamodernizaci6n con Ia conflanza y Ia convicci6ndeaspirar a un objetivo bien definido.Después de Ia Misión Iwakura eI gobierno comenz6 siste·

máticamente a procurarse consejeros extranjeros, antidpándose• Ias necesarias reformas. Esta costumbre habfa empezado a ser.&optadapor eI ,bakufu y por algunos han antes de Ia Restauraci6n,y, f inalmente, bacia 1875, habia unos 500 6 600 exper toscxtranjeros uti lizados por el gobierno japonés . En total serfantal vez unos 3.000 Ios consejeros extranjeros, deI gobierno queIlIegaron aI Jap6n, 'hasta 1890. Los expertos' aIemanes se em-

" ; - 1 '

>;

Las,reformas mod~rnas y Ia hífluencUt;occidental

262

En 1877' e1 nuevo estado Meiji había superado sucrisiS',~, seguridad nacional . Había emprendido ya i tnpor tantes' cambI~, , sodales y econ6micos que habían situado al país en Ia ruta'de una rápida modernizaci6n bajo Ia influencia ocddental. Elproceso de occidental izaci6n iba abora a cobrarun ri tmo aceIe.'rado. Pero Ia interacci6n de latradici6n japonesa y de Ia' h:''f luencia de Occidente no era enteramente unilateral . Desde 'eI'principio se habfa estabIecido un proceso diaIéctico en la,8re4-}),danes, entre eI impacto ocddentaI y Ia reacci6n japonesa, que~jhabía de proseguirse durante Ios anos sucesivos .l~Dentro deI estricto marco polít ico ya hemos sefialado laéx·~

tremada ambivaIencia. de actitud con que Ia ~ayoría de: Ios,~grupos deI paí s consIderaban eI problema exterIor a partlr de L

1853. Algunos defendfan Ia terminaci6n temporal de Ia, pol í.;~t ica ais laclonista, s610 para aprender Ias técnicas adecuadas' .j~una moderna potencia nacional. Otros propugnaban púb1icamente'~\Ia expulsi6n de 10s extranjeros, sabiendo muy bien que esto ' ,'seria imposibIe. Eu 1868, naturalmente, Ios hombres de Satsuma ;.'1y de Chõshü estaban profundamente convencidos de Ia nece- '(jJ.sidad de aprender de Occidente (por 10 menos, en cuest iones;:;\militares) y de que si el Jap6n queria evitar eI destino de;~China, Ia comunicaci6n voluntaria y de carácter pacífico era:;;JpreferibIe a Ia sumisi6n invohmtaria en Ias condiciones dictadas fjpor Occidente. En Ios afios s iguientes, 10s dirigentes deI Japón '~estuvieron constantemente obl igados a aceptar nuevas concesiones, o bien porque eran convenientes, o bien porque todaresistencia habrIa sido inútil. Por ejempIo, para evitar una in· \"tervenci6n extranjera, se autoriz6 Ia reanudaci6n deI proselitismopor parte de Ios cristianos. Se adoptaron Ias sistemas IegaIesy jurídicos occidentaIes, en gran parte para inducir'a Ias po.tencias de Occidente a renunciar a sus privilegias de extra·territorialidad.Pero eI temor o eI sentimiento de debilidad no fueron las

únicas razones de Ia rápida aceptacl6n de Ias costumbres occi·dentales por eI Jap6n. De todos 10s puebIos de Asia Ios japo.neses fueron Ias que mostraron Ia admirad6n más franca y sioreservas por Ia civilizaci6n occidentaI y por sus realizaciones,y Ia más decidida inclinaci6n a lograr un mejor conocimiento

. ;'

"~f-;;jJ

Ih"";.l;1'I o. ~ \.-\ :

'>,,::jC',' '6~;}>, 1.~f;kri""

~.~f';>:,.

5/14/2018 Texto 4 - El Imperio Japones - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/texto-4-el-imperio-japones 3/5

 

. ,;'/:

3

.-,;:

\ \'.;;J~i

:!

:q~';1n

:~I":,

,1 I,f i~::. r l " ><

;

,,.

' ':_~

",.,

I,.,L.:~1'; , . : ~( ,

. ;!

f 'era aquel1a Ia épOca de Ia expansiórt imperialista competitiva.i '.Pc ro una vez que 10s japoneses llegaron a afumarse frente af~8 potencias occidentales, se' introdujo otro elemento. El 'Ceci·~dente, orgulloso desu religi6n y de S11 progreso, atento a suxacervo cultural y. a su misi6n, ofreci6 eonsejo y ayuda oon·'

~ :apresurada soli~tud . En una época de abier to laisser.-jaire en~;losnegocios internacionales, e1 mundo también se abr ia a.Ia

](euriosidad japonésa.El Occidente est aba orgulloso de com'partir sus secretos. En este sentido presentaba 'al Jap6nuna.; fl lchada más unificada que Ia de· hoy, en que una gran fractura10. divide en dos camposopuestos. En ·1870 Occ idente quedadecir progreso, cristianismo y ciencia.Pero e l Occidente presentaba también aI J ap6n numerosas

normas eóntradictorias,' que planteâban distintos modeIos paraun verdadero desarrol lo. En cuanto a Ia organizaci6n polít ica,, había 10s ejemplos opuestosdeI l iberal ismo bri tánico o francés: y eI autoritarismo monárquico prusiano; Respeçto a Ios valoresesenciales Ias demandas espirituales de Ios misioneros contras-\ taban con 10s puntos de vista profano~ de científicos darwinistassoclaIes. De modo que 10s japoneses de 10s afios 1870 y de 10s1880 se encontraron no s610 con el trauma de Ia moderniza

ci6n a través de Ia imitaci6n de una cultura extranjera, sinotambién con Ia necesidad de decidi r qué rasgos de Ia vida ceci·dental eran más dignos de ser emulados.Como en todos Ios casos de adopci6n de una cultura, 10

que se ha llamado Ia «reacci6n japonesn» era un conjunto de.numerosas ãctitudes diferentes e incluso contradictorias, en cuan·to a comportamientos individuaIes. De una parte, estaban Ios

,. que defendían Ia total aceptaci6n de todo 10 extranjero,. Ios;. que literalmente habían llegado a detestar su propio pasado, y sus valores. «El Jap6n debe volver a nacer» -decfan-,eon «América como su nueva madre y Franda como su nuevo.padre» . Había sugerenci!, s, f ruto de Ias predominantes teoriasdei darwinismo social , eh el sentido de que Ios japoneses 'haríanbien introdudendo en sus venas sangre occidental supe rior,por . medio de matrimonios mixtos, y estas sugerencias lIegaron

incluso a contar cOneI momentáneo apoyo de hombres como. lnoue e Itõ. Se consider6 esencial para el «progreso» japonés. Ia modificadón e incluso 'el abandono de su propio idioma.Fanáticos convertidos a Ios modos devida occidentales dirigieronsus iconoclas tas ataques contra todo eI pasado deI Jap6n, contrasu gobierno , su arte, su l iteratura , su f ilosof ia , como productosde una cultura tenebrosa y bárbara. Las formas occidentaI~se convirtieron para muchos en una manía absorbente, demodo que . . hubo japoneses que adoptaron con entusiasmo eI

265~]'

pleaban para organizar nuevas universidades y escuelas de indicina, y, poco después., hombres como Hermann 'Roes.1er(1831894) y Albert Mosse (1846-1925) colaboraron en Ia tedci6n de una constituci6n, y Ludwig Reiss (1861.1928) estáb:una escue1a de estudios his tóricos en Ia Universidadde Tõky,. .10s consejeros americanos contribuyeron a crear centros ag!ÍiIas yun servicio nacional de 'Coueos. HoraceCapron lIeg6 a s

un importante cÇlnsejeropara eI desarrolIo de Hokkaidõ. DavI.Murray, de Rutgers, invitado al ]ap6n en. 1873, coIaboró en ' .l~, ,,creación de un nuevo sistema de escueIas elementales. Erasmt.is~P. Smith, como, consejero deI Ministerio de Negocios Extranje-;~tos, enseií6 a Ios japoneses una nueva técnica diplomática. Los'~i3consejeros británicos se'dedicaban aI desarrollo de 10s ferrocarli.·~Ies, deI tel égra fo y de Ias obras públi cas. La marina estaba casi ':;1totalmente basada en eI sistema inglés. EI ejército, ' en cambio, 'contaba con ins tructores mil itares franceses. EI jur is ta f rancésGustave Boissonade actuÓ'como consejero en Ia adaptaci6n deIos códigos Iegales franceses a Ias necesidades japonesas. Seemple6 a pintores y escultores italianos para que revelasen Iassecretos deI arte occidentaI. EI eeIoso interés, característico deI]ap6n, por su propia identidad, se pone de manifiesto ~n eIhecho de que ninguno de todos esos consejeros fue colocadonunca en eI vértice de Ios 6rganos administ ra tivos japoneses.' ii

Sua servicios, además, se dieron por terminados tan prontocomo Ias japoneses se consideraron capacitados pará desenvoI .verse solos.

EI Occidente era conocido por Ios japoneses también pormedia de otros procedimientos. Los puer tos f rancos , especial.mente 1;okohama y Kõbe, se convir tieron en cabezas de puentede Ia influencia occidentaI, en Ios que se desarrollaron comu.nidades extranjeras que daban origen a Ia creac i6n de sus pro-''p ias inst ituciones cul turales. Además de Ias numerosas fu'mascomerciales y aImacenes, Ias comunidades occidentaIes constru.{anresidencias, iglesias, escueIas y hospitales . Los puertos se can.virtieron también en Ios centros desde 10s cuaIes Ios educa.dores y 10s misioneros partían hacia 10s pueblos y ciudades

deI Jap6n. Las incursiones de.Ia civilización occidentaI a travésdeI pa ís se rea lizaron con gran rapidez y con enorme amplitud. ','Y mient ra s tanto, centenares de' japoneses viajaban, particu. !:

Iarmente, más allá de Ios mares, para observar e instruirse. .~Es conveniente rei lexionar, por un momento, acerca deI ca· I!

dcter del mundo occidental que de tal modo. fascin6 a Ios ~japoneses. En derto modo presentaba aI Jap6n un frente lnás ~hostil que eI deI mundo óccidentaI deI siglo xx. No se acer. ,li

caba con ninguna dase de ofertas de ayuda exterior, porque '264

'1,

5/14/2018 Texto 4 - El Imperio Japones - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/texto-4-el-imperio-japones 4/5

LI

267

<

vian de base. Su Exhortaci6n aI Estudio (Gakumon no susume),

publicada en 1892,' contenfa Ia s famosas paIahras inici ales;«EI Cielo no ha creado a ningún hombre superior ni inferiora otto.» Su Esbozo de Ia Civilizaci6n (Bunmeiron no gairyaku),

.' q ue aparec i6 en 1895, tta taba de interpreta r el significado de 1acivil izaci6n woderna para los japoneses. El autor incitaba a Ia sjaponeses a emanciparse deI pasado, porque, una vez adquiridaIa libertad, «no hay nada en el mundo que pueda oponerse aIa audada y a Ia intel igenda de! hombre».

Para Fukuzawa Ias luminosas cua lidades deI progreso y deIindividualismo se ponfan de manifiesto en e! campo de Ia política y en el de Ia instrucCÍ6n. Pero Ia inquisitiva mente japonesa trat6. de ptofulldizat más aún en Ia investigaci6n deIsecreto deI éxiro occidental . Para convert ir se en totalmente. civilizados, ,no tendrfan Ias japon,eses que vivir como Ias europeose incluso creer 10 mismo que el los? Para muchos el verdaderoproblema habia llegado a ser el del cristianismo. NakamuraMasanao, uno de Ios Meirokusha, había asegurado, en 1872,que el arte y Ia técnica occidentales eran una concha vacía , sinalma. Niijima Já (1843-1890), a su regreso después de variasafios de educaci6n cristiana en 10s Estados Unidos, fund6 Ia

Dõshisha , en 1875, como un colegio para Ia inculcaci6n de Iosprincipios cristianos en e! ]ap6n, eon el levantamiento de Iaprohibici6n de Ia actividad misionera cristiana en "1873, losmisioneros comenzaron a captar Ia imaginaci6n de Ios japoneses.Durante algún tiempo tuvieron un enorme éxito entre Ios ex"samurai , muchos de Ios cuales transf irieron sus profundas Iealtades persona les, de sus daimyõ, aI nuevo Dios del Occidente

\I ~Iustrado. H~ci~ 1880 se h~bfan con~ert ido quizá unos 30.000~. Japoneses, t rlphcándose eI numero hacla 1890.

EI cri sti anismo susdt6 Ia cuestión defini tiva de Ia identidady de Ia nacionalidad pa ra Ios japoneses. ,E ra necesario hace rsecristiano para ser moderno y. progres ivo? (Y para ser crist ianostenfan Ios japoneses que abandonar a sus kami y a su empera·dor? Bajo Ia superfi cie de Ia exuberanCÍa inicial , continuaba Ia

lucha por los valores fundamentales. Tampoco Ios occidentalesresidentes en eI ]ap6n estaban de acuerdo en sus opinianes.10s hombtes de negocios y Ios profesore s c ientífi cos se apresuraban a traza r una línea divisa ri a entre c iencia y religi6n. Lasideas de Herhert Spencer socavaron el mensaje de Ios misianeros. · La corr iente contrar ia ai crist ianismo' se hahfa consol i·dado, de nuevo, en 1890, cuando Uchimura Kanzõ, profesorde Ia Primera Escuela Superior de Tõkyõ, se neg6, a causa desus creenCÍas crist ianas, a inclinarse ante eI retrato deI emperador. La tempestild de protestas que desembocó en su destitu-

est ilo occidental en 10s trajes y en 10s sombreros, que se de.jaion e recer Ios cabeIlos, que Iudan rdojes y paraguas y aprendieron a comer carne. EI país, en su conjunto, acept6 rápidamente Ia cul tura material occidenta I, a veces con imprudenteentusiasmo. Líneas férreas y telegráficas cruzaron Ios campos,se adoptaron nuevos estilos de arquitectura para Ios edificios ~deI sobiemo y para Ias fábricas, y Ias ideas políticas' y socialesaIemanas, francesas y anglo-âmericanas fuerc;>nintroduddas enIa educaci6n y debatidas cn grUpos numerosos.

En realidad, desde comienzos de 10s anos 1870, se manteníaun acalorado debate acerca de Ias cuestiones fundamenta les deIa occldentalizad6n. Numerosos grupos de discU'si6n constituidos

. en Tõkyõ debatían Ias últimas ideas Ilegadas deI extranjero ysu aplicaci6n aI pa i!!.. De todos estos grupos, el Meirokusha ,fundado cri 1873 por Moti Arinori, era eI más importante,pues muchos de sus miembros llegaron a alcanzar gran: influenciaen eI mundo deI pensamiento y de Ia cultura. Entre eilos figuraban Fukuzawa Yukichi , fundador de Ia Universidad de Keiõ,Katõ Hiroyuki, que Iuego fue presidente de Ia Universidad deTõkyõ, Nishimura Shigeki , preceptor deI emperador, Nishi Amane, Iuego presidente deI Colegio Normal de Tõkyõ, y Nakamura

Masanao, fundador de Ia Escuela Normal Femenina de Ia mismaciudad. Aunque Ia organizaci6n tuvo una vida corta public6una. revista que divuIg6 Ias ideas occidentale s y discuti6 tam.bién Ias diferencias esenciales entre Ios valore s de Ias cultura sjaponesa y occidental. .

EI espiritu de Ios comienzos de Ia modernizaci6n Meiji serevela con Ia máxima claridad en e1 lema que inspir6 a tantosinte1ectuales deI grupo Meirokusha. «Civilizaci6n e ilustraci6n»(bunmei-kaika) se convirtió en Ia consigna de quienes veianaI ]ap6n surgir de Ia barbarie. EI Occidente ofrecía a estaspersonas Ia esperanza de progreso, gracias a su ejemplo deciv il izaci6n i lustrada, a su ciencia y a sus valores sociales deigualdad y de individua lismo. Entre Ios defensores de Ia con.signa de «CÍvilizaci6n e ilustraci6n», sobresalía Fukuzawa Yuki.

chi, cuyas Condiciones de! Mundo Occidental (Seiyõ-djõ).publicadas en 1866, se hicieron inmensamente populares comouna descripci6n deI maravil loso nuevo mundo de par lamentos,fer rocarr iles, barcos de vapor , bancos, museos y universidadesqueél había descubierto en sus viaje s por Occ idente. Durante10$ anoS 1870 Fukuzawa surgi6 como unautént ico dirigenteintelectual , interpretando· Ias ideas occidentales para uso de losjaponeses y aleccÍonando al país' acerca de Ia necesidad de re .formas. Su principa l aversi6n se dirigia cont ra Ios va lores. sociales «feudales» y contra 105 dogmas confucianos ' que Ies ' ser.266

 

5/14/2018 Texto 4 - El Imperio Japones - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/texto-4-el-imperio-japones 5/5

dón no hizo más que sacar a Ia superfi cie Ia hostil idad general a'Ia aceptación, por par te deI país, de una «religión extranjera» .El niovimientopendular, no sóIo se apartó deI cristiani smo,

sino también deI ideal l iberal y de una occidentalizaci6n excesivamente entusiasta. Porque como no podia menos de suce·der, d inicial entusiasmo por Ia vida occidental prov0c6 contracorrientes de reacción etnocéntr ica. La reacci6n tradiciona· 'l ista, pr6xima siempre a Ia superficie, emergió ' durante ]os afios

1880, apremiando a 105 japoneses a conservar su sentimientode identidad cultural frente' a Ia influencia extranjera. Denuevo se hizi:>oír Ia afirmaci6n de que Ia civilizaci6n'occidentaI

I" era' útil a causa de ,su técnica, pero que Ios valores espiritua les'",::y éticos japoneses eran superiores a , los de Occidente y, debfan '!:;i' ser preservados; Ia esencia deI ]ap6Ii, su «constituci6n polítiCa

t~~i}aclonal,.. (kokutai), no debía perderse nunca. La reacci6n si·f; ;:$ui6 dos direcciones, una que encontraba justi fi caci6n eneIV(mismo pensamiento occidental, y otra que abogaba' por un rei,~~tomo a Ias tradiciones' espirituales deI Shinto y deI contu.F;danismo. ' ,t:f!~}.No todos 10s inteIectuaIes, ni siquiera 10s más convencidos~~' ;ºe1grupo Meirokusha; se habfan sent ido c6modos con eI evan·

'I'J8eliO,,liberal, Y se habían suscitado muChas reconsideradones''; a cerca d.e si Ia libert ad condudrí a a Ia depravación o el indivi·'.J; dualIsmo a Ia anarquía. Pata éstas personas resultabaÍl especiàI. ' ,

~{~-Jl1enteatractivas Ias ideas .deI darwinismo social ' y Ias ' de Iat,., ot ientaci6n alemana deI estado. La teoria pol ítica ale tJlana sé,"W-r"ço~virt ióen e1 fundamento 16gico pr imordial de lanueva cons- '~/titucl6n de 1889. .li'" , ,1os más inf luyentes 'defensores, de Ia resurrecci6n de Ios va·

~ylores japoneses se encontraban en eI seno del gobierno, espe:.'~'Çialmente' en eI Minis terio de Ia Casa Imper ial. 105 tradiciona~?li sta s cent raban su atenci6n en eI campo de Ia instrucci6n ,yenWe1 esfuerzo por influir en 10s princ ipios bási cos sobre 10s quef i; .'debeapoyarse Ia educaci6n. En ningún otro campo de ré{ormas:;' babían ac tuado Ios j aponeses con más rapidez ni con rnl ís de·'clsi6.n que en el desarrollo de un nuevo sistema educa tivo, por

; . que 10s ' jefês Meiji comprobaron Ia impor tancia de Ia educación

como factor primordial de Ia modernizaci6n . Sin embargo, ya, desde el principio, ]a cuesti6n de 10s valores fundamentales'. , se había , conve rt ido en un problema . eDebía basa rse Ia educacl6n en Ia búsqueda de conocimiento «por el mundo entero» odebeda esforzarse por inculcar Ios' valores de Ia lealt ad y deIa entrega al estado? En 1868 eI espíritu de Ia restauraci6n'situ6 en primer plano a un grupo de estudiosos deI Shinto que, reelamaban Ia eliminad6n de Ia educaci6n basada en eI confu-

268

;1. ~ianis~~, en n~mbr~ de Ios valores. imperiales japoneses. SulnflUenClafue vlctorlosamente combatIda por 105 defensores deIa preparación científica occidental. La Ordenanza sobre IaEducaci6n, de 1872, exigia un sistema de educac ión elementa l' totalmente occidentálizado, pero Ias, posibilidades de, una coali·d6n de intereses que unificase un fuerte apoyo de base shintoIsta aI emperador ~on Ios principias confucianos de mora1pcrsonal y públi ca permanedan latentes en eI impul so deI Japón

tendente a Ia reconstrucci6n nacional . La solución def in it iva deestas ideas opuestas, se alcanzó con Ia promulgaci6n deI Edicto"'Imperial sobre Educaci6n, en 1890, t111 documento que fundíat ) elementos de Iát eoria shintoísta de I est ado, con principios éti ·~;'.,cós confucianos y con ,acti tudes modernas respecto a Ia educai~::d6n de 105 súbditos para. el servido dei estado.t:' AsI pues, Ia búsqueda japonesa de Ia identieÍac l nacional hai{,liIarecorrido diversas fases. Desde una entusi:jsta y total defen·~},S~ de Ia occidentalización hasta Ia asimilaci6n y Ia modificaci6n,?tPllta retornar a ciertos ,aspectos de Ia tradici6n japonesa. La~amalgama de pensamiento resultante caracterizá el «conservadu' :~:tismoilustrado» deI intelectual del último período Meiji. TodaJ"Víainteresaqopor 10s elementos de progreso occidentales, aqueI~:inteIectua1 había comenzado a transformar una parte de su

,~' sentitÍliento 'de vergiienza a causa deI retrasd de su país, enh:'un nuevo 'orgullo nacionalista que se nutría tanto de Ia evi-

.~~.encia dei éxi to ' japonés en Ia modernización, como de Ia adheiÚ s ión, profundamente sentida, a 105valores tradicionales . 10s va

~[lores' saciales d.e! confucian,isma y Ias ideas, .p,olfticas deI Shi.n~o~terat,l , pues, utIlizados en apoyo deI sentlmlento de prestlgloInaclonaI deI,]ap6n.'~'.'~:.'

i)'"·/1

269

!3