Territorios Juveniles. Identificaciones y Temporalidad Corporal - Juventud, Territorios de Identidad...

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PALABRAS INICIALESLA FINALIDAD DE ESTE ESCRITO es situar de una manera sencillala discusión teórica acerca de las violencias sociales,asociado a dos adscripciones identitarias juveniles: "loscholos"1 y las "maras pandilleriles",2 consideradas tambiéncomo sujetos transnacionales.

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COLECCIN: LA CIUDAD Juventud,territorios de identidad y tecnologas. Primera edicin,2009 Gabriel Medina D.R.Universidad Autnoma de la Ciudadde MxicoAvenida Divisindel Norte 906, Col. Narrarte Poniente, Benito Jurez,DF tel. 1107 0280 Publicaciones: EduardoMosches Cuidadode la edicin: ngeles GodnezDiseo grfico: Alejandra Galicia Fotografa de portada: Ruidol,de Jeannette Berenice HernndezEscantilla ISBN: 968-9259-29-9 Hechoe impresoen Mxico/ Printed in Mxico Correo electrnico: [email protected] !' PWMNIA( ION AMIM HUI), FRAGMENTACIN YARTICULACIN DESABERES (\abr\e\11 Iriniuicas debatidas en el libro: ( uiluias juveniles: sentidos en trnsito,18 genealogas situadas luin nacionalizacin de las sensibilidades22 juveniles latinoamericanas I o poltico: del objeto al sujeto juvenil27 ( ortografa y vacos36 I listona y organizacin del libro38 Referencias bibliogrficas52 I A (IEST1NDARK/GTICA DE LAMUERTE:LA MSCARA NI 1 ESIA MSCARA...LA MSCARA TAMBINES ELROSTRO Mauricio SeplvedaGaleas57 I a "Ciudad" y la emergencia Dark/Gtica58 1 a Ciudad y su disputa70 La subjetividad Dark/Gtica76 I a memoria: la muerte en la creacin de la81 presencia Referencias bibliogrficas94 LA GESTIN DARK/GTICA DE LA MUERTE (RPLICA) F o. Javier Hernndez Gonzlez 99 TERRITORIOS JUVENILES: IDENTIFICACIONES Y ^TEMPORALIDAD CORPORAL AlfredoNateras Domnguez 107Palabras iniciales107Las violencias y su temporalidad108Identificaciones corporales al lmite111Ser "cholillo" en Nezayork115Ser "marero": sujeto transnacional130Cuerpos y voces diferenciadas (el gnero) 136Palabrasfinales139Referencias bibliogrficas144VIOLENCIA JUVENIL: CARACTERSTICA DE LA MASCULINIDAD HEGEMN1CA (RPLICA)Hugo Lozano147FORMAS DE CONSTRUCCIN DE LA OPININ POLTICA JUVENIL. EL CASO DE LOS JVENES INVISIBLES DE LA CIUDAD DE MXICO MaricelaPortillo153Metodologa de trabajo156Hallazgos de la investigacin157A manera de conclusiones170Referencias bibliogrficas177JVENES DOBLEMENTE INVISIBILIZADOS (rplica) Ernesto J aloma181COMUNIDAD Y RESISTENCIA. PODER EN LO LOCAL URBANO Carlos MaoPerea Restrepo189Un Yo Colectivo193La puesta en escena193Territorio y vecindad196Unidad e identidad199Lo pblico localizado203Vnculo e instrumento206Colectivismo e identidad206Orden poltico y gobernabilidad211Lo Local y la resistencia216Resurgimiento de lo local217Poder y resistencia220Referencias bibliogrficas230CONSTRUYENDO COMUNIDAD SE CAMBIA EL MUNDO? (RPLICA) CristinaCuriel235GOLFOS, PIJOS, FIESTEROS. LOS ESTUDIOS SOBRE CULTURAS JUVENILES EN ESPAA (1960-2004) Caries Feixa y Laura Porzio245Introduccin245Golfos &Hippies (1960-1976)247Punks& Posmodernos (1977-1985)254 Pijos &Makineros (1986-1994)260Okupas & Skinheads (1995-1999)264 Fiesteros & Alternativos (2000-2003)272Conclusiones280Postscriptum. Despus del 11-M283Referencias bibliogrficas297GOLFOS, HIPPIES, SKINHEADS, FIESTEROS, ALTERNATIVOS Y ALGO MS: REFLEXIONES EN TORNO A LOS ESTUDIOS SOBRE CULTURAS JUVENILES (RPLICA) Emilia Torres307 Sobre la problematizacinde las y los jvenes:308 sujetos u objetos? Sobre el concepto de "culturas juveniles"311 Algunos apuntesfinales313 LosAUTORES317 TERRITORIOS JUVENILES: IDENTIFICACIONES Y SIGNIFICACIN CORPORAL Alfredo Nateras Domnguez PALABRAS INICIALES LA FINALIDAD DE ESTE ESCRITO es situar de una manera sen-cilla la discusin terica acerca de las violencias sociales, asociado a dos adscripciones identitarias juveniles: "los cholos"1 y las "maras pandilleriles",2 consideradastam-bin como sujetos transnacionales. El terreno para tal discusin lo ubico en el territorio de las corporalidades, es decir, en las significaciones del cuerpo que llevan a cabo dichos sujetos a nivel individual y colectivo, a travs de alterarse y decorarse los cuerpos, valos tatuajes. Para ello, describo determinadas prc-ticas sociales y expresiones culturales del ser, poruna parte, "cholillo de Nezayork"y por la otra, pertenecer a las "maras pandilleriles" centroamericanas. En el anlisis tomo algunos fragmentos de entrevistas realizas entre agrupamientos de "cholos" y "maras", a fin de mostrar la construccin de sentido que llevan a cabo estos jvenes con respecto a las temticas referidas. 107 ALFREDO NATERAS DOMNGUEZ LAS VIOLENCIAS Y suTEMPORALIDAD. Hablar de la violencia en singular esimpreciso, ya que da la idea de que la violencia tiene una sola forma, como si fuese indivisa, homognea y uniforme, cuando en rea-lidad tendramosque referirnos a ella en plural en tr-minosde lasviolencias, ya que son explicablesa partir de losprocesos histricosdiversosy culturales mltiplesque lasproducen y reproducen; en otraspalabras, todaslasviolenciasson sociales. Para Rossana Re guillo, lasviolenciasson multiformesy se gestan principalmente a partir de lascondicionessocialesy loscontextosculturalesque hay que develar y explicar "[...] la dificultad de pensar la violencia unvo-camente. Esnecesario entender la configuracin de cam-posdiferenciadosen losque sta se gesta".3 De igual ma-nera, Adriana Soto, plantea la necesidad de cuestionar la violencia como unicidad y sugiere pensar lasformasde la violencia como objeto de estudio, en tanto que "[...] no todaslasviolenciasson lasmismas y [... ] stasno siempre pueden ser comparables. [...] la complejidad y opacidad del fenmeno nosobliga a tratar de comprender lasparticularidadesdel mismo".4 Esclaro que una de las caractersticasdenuestrassociedades contemporneascorresponde a lasviolenciasque tejen lasrelacionesentre lossujetos, losgrupos, lascolectividades, lasinstitucionesy el Estado. De ahque lasviolenciassean una construccin sociocultural, situa-da en un tiempo y en un espacio definido, que regula y configura los vnculosintersubjetivosde una manera asimtrica; esdecir, lasviolenciassiempre remiten a re-osTERRITORIOS JUVENILES: IDENTIFICACIONES Y TEMPORALIDAD CORPORAL laciones de poder. Se caracterizan como actos de violen-cias a todas aquellas situaciones, sucesos ycircunstan-cias, en las cuales una de las partes es obligada o sometida a hacer algo en contra de su voluntad o daada fsica o psicolgicamente por el abuso del poder ejercido por "el otro u los otros". Un ejemplo es cuando los aparatos policacos arremeten, reprimen o "apaan" a los jvenes por la simple esttica corporal, es decir, si traen tatuajes o perforaciones. Ferrndiz yFeixa5 sealan que la violencia se ha seg-mentado (diramos adjetivado), se ha vuelto multifacti-co y, por lo tanto, no es una esencia. Adems tiene la cua-lidad de ser dinmica. Retoman de Philippe Bourgois6 cuatro dimensiones, a partir de las cuales laclasifican en: i) violencia poltica, la administrada por el Estado, las instituciones ylas respuestas ante ella; ii) la violencia estructural, por ejemplo, la asociada a la pobreza; iii) la violencia simblica, como la discriminacin; y, iv) la vio-lencia cotidiana, como la que se ejerce entre las personas (la interpersonal). Asimismo, estos autores plantean dos posibles enfoques al estudio antropolgico de las violen-cias: las culturas de la violencia (postura tradicional en Antropologa) yel anlisis de las violencias de la cultura (perspectiva micropoltica). Las aportaciones de Charles Tilly7 ayudan a entender la violencia a partir de los procesos sociales, en tanto que la ubica en la accin colectiva. Este autor trabaja tres di-mensiones: i) las nucleadas por las ideas (normas, valo-res, representaciones); ii) las centradas en las conductas (motivos, impulsos); yiii) las que tienen que vercon las relaciones sociales (interaccin). Tillysostieneuna 109 ALFREDO NATERAS DOMNGUEZ postura interesante de la violencia al concebirlacomo fenmeno procesual, dinmico y relacional, en el enten-dido de que tiene que ver con las interacciones entre los individuo, los grupos o las comunidades. Siguiendo a Tilly sostengo que las violencias estn liga-das con los particulares vnculos y relaciones que se esta-blecen con los otros, desde una relacin de poder; es decir, son vnculos sociales asimtricos y, sin lugar a dudas, uno de los principales actores, sujetos y objetos de las violen-cias son una parte de los jvenes, hombres y mujeres, de los principales centros urbanos de Amrica Latina. Las violencias son discursos de poder, a travs de los cuales hablan los actores, los colectivos, las ciudades y determinados grupos sociales que tienen que ver con las tensiones y el conflicto social. Lo que deseo resaltar con respecto al ejercicio de las violencias es el asunto de lo poltico; es decir, su aspecto de conflicto que se expresa en el espacio de lo pblico: en la calle, el barrio y las ciudades urbanas entre los indi-viduos o los grupos.8 El caso que me interesa remite a esta especie de gue-rra protagonizada por determinados agrupamientos ju-veniles, como por ejemplo, la "MS13", en tanto expresin de las violencias transnacionales9 y de la disputa en las significaciones del cuerpo, cuyas trayectorias estn mar-cadas por los procesos migratorios globalizados10 y for-zados, en los cuales estn implicados una gran cantidad de jvenes, hombres y mujeres, de Centroamrica. Esto lleva inevitablemente a tener que adjetivar las expresiones de las violencias al usar la palabra o el con-cepto, a partir de los distintos rostros y tesituras en las no TERRITORIOS JUVENILES: IDENTIFICACIONES Y TEMPORALIDAD CORPORAL que regularmente se nos muestra en varios mbitos.As, refiero a la violencia nter gneros, urbana, verbal, la del narcotrfico, la del crimen organizado y cualquier otra denominacin que se nos ocurra. Digamos que al con-cepto de violencia le pasa igual que al de la identidad y al de cultura; adems de su adjetivacin,11cada vez ms se parcializa y fragmenta, hacindola un tanto ambigua y difcil de acotar o definir. Sin embargo, y rescatando la aplicacin didctica de la adjetivacin de las violencias, me interesa tocarla deno-minada "violencia urbana", en tanto permite dilucidar o desmantelar ciertos mecanismos simblicos a partir de los cuales se ha armado un imaginario social, a travs de su representacin que ha edificado una opinin p-blica nada favorable para gran parte de los jvenes, espe-cialmente para los adscritos a las identificaciones juveni-les conocidas, como "los cholos" y "las maras". Este tipo de violencias se sitan en los espacios urba-nos de las ciudades, como lo pueden ser las esquinas, las calles, los barrios o todos aquellos sitios en donde se ac-tivan las socialidades entre los jvenes,12teniendo como uno de los referentes centrales sus cuerpos, alterados o decorados, a travs de los tatuajes. IDENTIFICACIONES CORPORALES AL LMITE Una constante a lo largo de distintos momentos y pocas histricas en nuestra sociedad mexicana, presente des-de la mitad del siglo XX a la fecha, es la representacin social que de los jvenes se han hecho, a travs de una 111ALFREDO NATERAS DOMNGUEZ serie de imgenes que estnedificadas conprejuicios y estigmas alimentados, las ms de las veces, por el miedo y el temor de unmundo adulto que no logra entender y comprender ciertas manifestacionessocioculturales ju-veniles, especialmente enlo que atae a las significacio-nes de sus cuerpos; es decir, a la alteraciny decoracin, a travs de los tatuajes. Veamos. Enla dcada de los aos cincuenta las imge-nes sociales que dominabanla representacinde lo juve-nil se trazabanenlas iconografas del "rebelde sincausa" de la poca. Para los aos sesenta, la percepcinde los jvenes era: todos sonestudiantes y adems "revoltosos". Entrados los aos setenta y, a partir de la brutal represindel Estado mexicano, los jvenes soncolocados ante la opininpblica como guerrilleros y subversivos. Enlos aos ochenta, ante la explosindemogrfica y la crisis es-tructural del estado benefactor, los "chavos banda" emer-genconsu expresinms radical y anrquica, a travs de la escena punk, alterando y decorando sus cuerpos contatuajes y perforaciones, por lo que se les tacha de delin-cuentes y criminales. Enla dcada de los aos noventa, se les representa como problemas sociales y violentos. Y para la presente dcada, los jvenes sonimaginados como ap-ticos, indiferentes, peligrosos, caticos y destructores.13 Eneste sentido, tales imaginarios y representaciones sociales se anclana partir de confundir delincuencia conviolencia asociada a los jvenes.14Adems, su conteni-do parte de una postura "naturalista" o "esencialista", endonde prevalece la imagen hegemnica que concibe el ser joveno pertenecer a determinada adscripcinidenti-taria juvenil como sinnimo de alguiendelincuente, pe-112 TERRITORIOS JUVENILES: IDENTIFICACIONES Y TEMPORALIDAD CORPORAL ligroso, violento, perturbado o sospechoso (mxime si se traen tatuajes en el cuerpo), concepcin construida especialmente por los medios masivos de comunicacin y las instancias socializadoras, como la escuela, la familia y la religin. Hay que decir que determinados jvenes, como los que se agrupan en la adscripcin identitariaconocida como los "cholillos" y la "mar", ciertamente estn inmer-sos en contextos de violencia social muy fuertes e invo-lucrados en los circuitos de prcticas ilegales. Sin em-bargo, esta violencia que viven y respiran en la calle y al interior de sus familias se hace visible a travs de un tipo de organizacin denominado como "la clika o la ganga", al estilo de las pandillas del Este de Los ngeles (Califor-nia) y muy a la usanza de la lgica de las mafias italianas, donde los ritos de iniciacin, los cdigos de honor y las estrategias de la masculinidad como la valenta, el arrojo y lo temerario son centrales. En s, "el cholo" se organiza en pandillas (gangas) que giran alrededor del barrio o la calle a la que pertenece, como es el caso de la Eighteen Street a la que pertenecen las pandillas con ms tradicin".15Y a diferencia de otras identificaciones juveniles urbanas, como la de los "crew" o flotilla de graffiteros,16 que no tienen una adscripcin territorial fija, ya que para ellos la ciudad toda es su terri-torio, para los "cholillos" todava la calle y el barrio otorgan el carnet de las identificaciones sociales de lugar. Asimismo, hay toda una configuracin de prcticas, acciones sociales, emblemas, accesorios culturales, estti-cas y estilos con valor simblico que facilita ser reconoci-do, y tambin ayuda a auto-reconocerse como "cholillo". 113 Aii REDO NATERAS DOMNGUEZ Entre la constelacin de manifestacionesidentitarias ydiferenciadoras, mencionolassiguientespara ilustrar su diversidad yriqueza simblica:la forma de vestir recupe-ra la ropa del obreroydel trabajode servicio(la bandana opaliacate, la malla ored en la cabeza, lospantaloneskakisybombachos, etctera);el usoyel consumode la msica Soul, losritmoslatinos, lasnorteas, el rap yel hip-hop; la gestualidad ylasseascorporalespara decir el nombre de la "ganga" (la clika); la alteracin ydecora-cin de loscuerpos, vatatuajes, para la reafirmacin del barrioylasidentificacioneslocalesy tnicas;el mural oel placazo, comomarca del territorioque incorpora ele-mentosdel graffiti; lasranflasoloque se conoce comoel "low riders" que esla decoracin de autosantiguosy, la vida loca que da cuenta, relata ynarra la violencia en la calle yla vida cotidiana. Comoestablece Ortiz17 "la violencia endmica yla drogadiccin son unproblema real del barrioque le ahorra trabajoa [...]la polica ya todosloshijosde su reputa madre que se sienten supe-riorespor la deficiencia de melanina". Actualmente ydebido, entre otrasconsideraciones, a losprocesostransnacionalesjuntocon susflujosmi-gratorios, nosencontramoscon un desplazamientode la identificacin juvenil "chola" de frontera hacia una de las reasurbano-perifricasde la Ciudad de Mxicomscomplejas yllamativas: Ciudad Netzahualcyotl, en el Estadode Mxico. Asimismo, este desplazamiento tambin se ve en los jvenes"mareros", principalmente, de Cen-troamrica hacia California, EstadosUnidos. A continuacin describoe interpreto, a grandesras-gos, algunosaspectoscentralesen la configuracin de la 114 TERRITORIOS JUVENILES: IDENTIFICACIONES Y TEMPORALIDAD CORPORAL identidad "cholilla" de NezaYork y la de la "MarSalva-trucha MS13" de Centroamrica,a la luz del anclaje con el territorio o el barrio, la violencia entre clikas, el tatuaje como marca identitaria y el cuerpo en tanto territorio de la decisin de s.Para esto, darvoz a algunos jvenes "cholos" entrevistados en los tianguis callejeros, a travs de la resignificacin de varios testimonios.18 SER "CHOLILLO" EN NEZAYORK Por lo que hace a los "cholos o cholines" de Ciudad Netza-hualcyotl,son un agrupamiento o adscripcin grupal ju-venil definida y dura, entre otras cuestiones, por tener una adscripcin territorial anclada todava al barrio, a la calle, aunque estn circunscritos a los flujos migratorios trans-nacionales del norte y ahora del sur del pas,real como simblicamente,de tal manera que trazan sus trayectorias hacia lo que bien podramos llamar "culturas de frontera o fronterizas", o los sujetos y pandillas transnacionales. Estas culturas de frontera o fronterizas alimentan a determinadas identificaciones juveniles, muy visibles en centros urbanos como Guadalajara (Jalisco), Monterrey (Nuevo Len) y el Estado de Mxico,tan slo por citar estos lugares. Y quizs sea en el Estado de Mxico (Ciu-dad Netzahualcyotl,La Paz, Los Reyes y Ecatepec) don-de actualmente la escena sociocultural de los "cholillos", adquiere caractersticas muy particulares con respecto, por ejemplo, a la frontera norte del pas,como Tijuana (Baja California), o respecto al sur, como Tuxtla Gutirrez (Chiapas). 115 ALFREDO NATERAS DOMNGUEZ A diferencia de otro tipo de agrupamientosidenti-tarios juveniles urbanos (pinsese en los "darketos"),19 el asunto del territorio para los "cholillos" sigue siendo un aspecto de vida y muerte entre las diferentes "gangas o clikas", en tanto su defensa se lleva a cabo a balazos, parecida a la manera de actuar de las pandillas del Este de los ngeles (California) o de Chicago (Ilinois) en los Estados Unidos de Norteamrica. Al hablar de "ganga o clika" me refiero a un tipo y forma de agrupamiento al que se pertenece, entrelazado indisolublemente al aspecto del barrio, colonia o incluso minora tnica, ya que delinea no slo el tipo de agrega-cin, sino el nombre de la banda a la que se pertenece con todo y una fuerte carga afectiva entre sus integrantes. Este tipo de agrupamiento juvenil define sus aspec-tos identitarios en funcin, entre otros elementos, del es-pacio o territorio apropiado y usado: la esquina, la calle, el barrio mismo y otros lugares de encuentro, o mejor dicho de reencuentro. As,el barrio es el escenario don-de ocurre en gran parte la socialidad de estos pberes, adolescentes y jvenes "cholos". La calle, entendida como el barrio, sigue siendo una especie de hogar, donde se lleva a cabo la convivencia y el uso del tiempo libre o del ocio, entre todos ellos y ellas. Uno de los elementos en el uso y apropiacin simblica del barrio, los espacios y sus territorios, es la expresin callejera del muralismo cholo, el cual resalta iconografas e imgenes mexicanistas que le dan un colorido muy es-pecial al barrio. Este aspecto es simblicamente tan im-portante en algunos jvenes que el nombre del barrio o la placa con la que se identifican se lleva tatuada en el 116 TERRITORIOS JUVENILES: IDENTIFICACIONES Y TEMPORALIDAD CORPORAL cuerpo, regularmente en el vientre, el pecho y la espalda, aunque raramente en el cuello que adems es de las par-tes msdolorosas de tatuar por las terminales nerviosas y los torrentes sanguneos que ahtransitan. Junto con la placa o el nombre del barrio, aparecen tambin tatuajes en sus corporalidades, con similares o las mismas im-genes o iconografas que aparecen en los muros y bardas de su barrio: TE ESTS TATUANDO, SI ME PLATICAS POR QU DECI-DISTE TATUARTE? Por mi barrio, mi placa, todos estn tatuados DE QU BARRIO ERES, DE QU PLACA? Los SOS, placa, pues es la misma: SOS Y QU SIGNIFICA SOS? Mira, SOS: callejn del lado oscuro, pero esos SOS estn escritas en ingls, placa que no mes; nada mssque significa eso Y QU SIGNIFICA PARA TI TU BARRIO, QU ES PARA TI EL BARRIO? Ora s que mi segunda casa, todos mis com-ps,s, mi casa, todos mis comps; mis carnales nadams AHORACUANDO VES, O USTEDES VEN, A OTROS CHAVOS DE OTROS BARRIOS QUE TAMBIN ESTN TATUA-DOS, QU PASA? Simplemente no tatuados, sino que aunque sea de otro barrio, hay que preguntarles quba-rrio? y ya depende de lo que contesten: si es tre-gua o hay tregua con ellos, pues psenle, si no, pues ya mamaron, nada ms(Alejandro).20 117 ALFREDO NATERAS DOMNGUEZ Este trozo de entrevista es muy contundente en el sen-tido del lugar real y simblico que ocupa el barrio para este tipo de agregamiento juvenil, definido en funcin de la dificultad en reconocer al otro, de otro barrio di-ferente y, por consiguiente, de otra placa. En la medida de que se reconozca la diferencia, en este caso anclada con respecto al territorio, el otro o lo otro, deviene como amenazante a m y a mi barrio, por lo que es un contra-rio y enemigo real. Desde esta lgica, a los enemigos y contrarios, al no soportrseles, se les trata deeliminar fsicamente (destruir la corporalidad como identidad) o lo que es lo mismo, hay que desaparecerlos de este mundo terrenal. Aqu aparece con un tipo de violencia que se me hace difcil de comprender, que se da curiosamenteal interior de la misma adscripcin grupal identitaria, en este caso, de los "cholillos"; escenificada y dramatizada en las calles y entre barrios, o en todos aquellos lugares o territorios donde se encuentran determinadas"gan-gas o clikas", como sucedien un evento cultural al que asist. Sucede que fui invitado por Pablo Hernndez ("El Expodrido"), exlder de la legendaria banda llamada "los mierdas punks", a un evento msico/cultural de "choli-llos" efectuado el 15 de julio de 2000, en la Alameda de Oriente, ubicada atrs del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de Mxico. Tal evento se denomin:"Paz en las Ca-lles II. La Historia Contina", cuyafinalidadprecisamen-te era contribuir a destensar el asunto de rivalidad entre las "clikas y gangas" de los distintos barrios de Ciudad Netzahualcyotl. Ese da por la maana, converspor telfono con el fotgrafo Federico Gama, para ir juntos 118 TERRITORIOS JUVENILES: IDENTIFICACIONES Y TEMPORALIDAD CORPORAL al evento. Llegamos al lugar ms o menos a medioda,y al entrar a uno de los estacionamientos nos sorprendila llegada de varias patrullas de la polica judicial del Es-tado de Mxico, ascomo dos ambulancias. Nosbaja-mos rpidamente de los autos en que viajbamos y nos percatamos que dos bandas rivales se haban balaceado, dando por resultado un "chaval" como de doce aos de edadherido en la pierna derecha. El eventofinalmentese suspendi,quedando en los que estbamos ahun estado de nimo colectivo de cier-ta incredulidady hasta tristeza por lo ocurrido, ya que este tipo de violencia social es muy lamentable y adems llamativo por su destructividady en muchos sentidos su auto/destructividad. Paradjicamente,uno de los enemi-gos ms temibles de los cholos, ms allde la polica o de la situacin econmica precaria, seran ellos mismos. Esta violencia define a este tipo deagrupamientos, cuyafilosofa se puede describir a travs de la siguiente expresin o frase: "la vida loca". Es decir, de lo que se trata para una gran parte de ellos y ellas, es vivir la vida a todo lo que da, asumiendo los riesgos con respecto a las drogas, los problemas con la ley, las armas y otros asuntos casi siempre vividos en los umbrales de lo ilegal (Identi-ficacionesal lmite). Situacin que nos lleva a pensar que el Estado y sus instituciones de seguridad podran estar implicados y fomentando las situaciones de violencia so-cial entre estos agrupamientos juveniles como una buena estrategia de control. Las formas en que se estara fomen-tando dicha violencia, seran la venta clandestina de ar-mas y de droga a los jvenes "cholos", afinde que sean ellos mismos quienes se aniquilen y destruyan. 119 ALFREDO NATERAS DOMNGUEZ Otros elementos que definen en gran medida a esta adscripcin grupal identitaria juvenil tienen que ver con la autoafirmacin de lo mexicano; es decir, con las iden-tidades duras, en contraposicin, a lo "gabacho" o "gringo". Esta contraposicin no estexenta de contradicciones, en tanto que de inicio se ubica en el terrenocultural reivindicando lo prehispnico. Sin embargo, despus se diluye, en lo que hace al estilo de vida o, si se desea, al ideal del mejoramiento socioeconmico, teniendo como imagen la forma de vida norteamericana. Con respecto a la reivindicacin de lo mexicano, se desarrolla una especie de orgullo en relacin a la raza y la etnia, de tal manera que la alteracin corporal a tra-vs del tatuaje cobra un lugar muy importante para dar cuenta del aspecto cultural o mejor an, de las races y orgenes de la cultura mexicana. Asque las imgenes e iconografas ms llamativas en las corporalidades de los cholos, tanto de jvenes hombres como de mujeresj-venes, refieren a lo mexicano, vinculado y mezclado con lo prehispnico. De ahque se encuentren imgenes ta-tuadas, tales como escudos nacionales, mujeres charras (las charritas), nombres de la madre, de ellos, del barrio o la placa, regularmente en una tipografa con letra g-tica. Los dibujos de lo mexicano se plasman a travs de los volcanes: el Popocatpetl e Iztlaccihutl, la Virgen de Guadalupe, Guerreros Aztecas y todo tipo de iconogra-fas aludiendo a los orgenes ancestrales. Al mismo tiempo, a travs de estas imgenes tatuadas en la piel, se resalta el orgullo de lo mexicano y, ms que nada, de ser mexicano. Se trata de incorporar cierto es-tilo de vida de lo "gabacho o gringo" (the american way 120 TERRITORIOS JUVENILES: IDENTIFICACIONES Y TEMPORALIDAD CORPORAL of Ufe), portando ropa cara y de marca, zapatos o tenis ostentosos, procurar tener un auto e inclusive una buena casa con todos sus artefactos electrodomsticos para que la "jefa" o la madre, sea congraciada o retribuida. El lugar de la madre para los jvenes "cholos", hom-bres y mujeres, es central en la configuracin de su ads-cripcin grupal en tanto que a la madre siempre se le lleva en ausencia o presencia, tambin muy adentro de los afectos: en el lugar de lo sagrado. Por esto, noes fortuito que una de las grandes ofensas o agresiones que se le pueden hacer al otro, sea ofender a la madre con la clsica expresin "Ve y chinga a tu madre!". Y a diferen-cia de otro tipo de agregaciones juveniles urbanas, como la de los "skin head",21 la presencia de la mujer joven es muy visible entre los "cholillos", aunque a ciencia cierta no he logrado an ubicar y comprender el lugar real y simblico que ocupan en este tipo de agrupamiento ur-bano juvenil. El siguiente extracto de entrevista, realizada a un jo-ven "cholo" es muy elocuente con respecto a determina-das caractersticas socioculturales mencionadas, asociadas a las violencias sociales, a la adscripcin grupal definida como los "cholillos" y a la significacin del cuerpo, va tatuajes como una especie de relato o historia de vida. Y he de decir que fue una de las entrevistas ms difciles que realic, ya que conforme transcurra me di cuenta que el contenido del relato era delicado, aunque muy inte-resante; adems, en algunos momentos el entrevistado (Mario) se irritconmigo por el tipo de preguntas que le estaba haciendo y el curso que estaba tomando la entre-vista, tanto que ciertas preguntas no las quiso contestar: 121 ALFREDO NATERAS DOMNGUEZ AHORA, EL SIGUIENTE TATUAJE, EL CUARTO: QU FUE LO QUE TE TATUASTE? IGUAL, AS COMO ME LO ESTS RELATANDO, LAS MOTIVACIONES Un Cholo. Cuando llegudeChicago Ilinois, ya llegucon onda chola; mehiceganga ally es otro pedo ese! es el mismo pedo de aqudelas bandas, en lo queya son cholos AHORA, IGUAL Y SI ME DIJERAS EN QUAO FUE? CUNTOS AOS TENAS CUANDO LO DE TU CHOLO? Despus delos 19 aos me meta una ganga: me tatuel conejo que corresponda a la banda "Tutsy", en Chicago Ilinois brother! AHORA, ESTA CUESTIN DE LA IMAGEN DEL CHOLO: QUES SER CHOLO? Ser cholo es "mexican delincuencia", como por ejemplo, Mxico, Mexicoamericano, yo soy mexicano y yo como me cascon esa chicana ya voy a ser residente, tengo queser americano por fuerza, por ley, si quiero entrar y salir del pas eso es lo que nico quetengo quehacer AHORA QUMS LOS CARACTERIZA COMO CHOLOS? Porquesomos aztecas, sangreazteca, somos familia mexicana y somos mexicanos; algunos ya somos residentes ally hablamos los dos idiomas por qu? porquesomos latinos; los latinos no hay necesidad dequesean mexicanos, centroa-mericanos, seguimos siendo latinos; sabes por qu? porquedominamos el idioma espaol AC, EN CIUDAD NEZA, TAMBIN HAY UNA ESPECIE DE CHOLOS QUE LE LLAMAN LOS CHOLINES, NO? CUL ES LA DIFERENCIA ENTRE LOS CHOLOS DE ALL, CON LOS CHOLINES DE AC, DE NEZA? Te dirque tambin los de allson bien man-chados y los de aqu tambin qute dir! aqu 122 TERRITORIOS JUVENILES: IDENTIFICACIONES Y TEMPORALIDAD CORPORAL tambinlabanda estpesada: la"ErmitaZarago-za" esotro pedo; despuslabandadelos"OjosRojos"; "LosTresdelaBanda", "SuperbandadelosCanes"; estoy hablando debandapesada. LOS CHOLINES DE AQU QUCARACTERISTICAS ES-PECIALES TIENEN POR ESTAR EN NEZA, O ESTAR EN EL BARRIO, A DIFERENCIA DE LO QUE TVES ALL? Te dirqueeslaondaqueuno traede all, queuno llegamsmaleado y empiezaamover alaban-da, empiezasacomprar juguetes: armas, dinero, empiezasatraer orasi quecarrosy dostreson-das: joyas, alhajas, viejas, cuetesy supinchemadre, puesyate imaginarspor quesesaondaentien-des! y puesve, atodoslesgustael desmadre, esunadelasformasdedemostrar lo queeres. AHORA, s ME DESCRIBIERAS QUIMAGEN ES LA QUE TE ESTS TATUANDO? POR QUESA IMAGEN? QU RE-PRESENTA PARA TI? El desmadre, labanda, deplomo s mueres; el queahierro mataahierro muereentiendes! y estedibujo significaalgo quehice ally aqu tambin; tengo lasmatracaspero ahoritatam-bindespusdeesta, aver qupedo no? ANTES DE ESTE TATUAJE, QUFUE LO QUE TE HABAS TATUADO HACE TRES AOS ATRS, ANTES DE STE? El nombredemi mamy el nombredeLosngeles[...] melo hicepor dosrazones; porqueradicabaenLos ngelesCaliforniay era tambinde"LosLatinKings" y mi mamsellama Maradelos ngelesy entoncesme tatula"M" quesignifica Maray Mxico; ngelesporqueesdealldeLos ngeleso seaque Maradelos nge-les[...] Mxico y ngeles, eso eslo quesignificaparam (Mario).22 123 ALFREDO NATERAS DOMNGUEZ Como mencionpreviamente, las iconografas e imgenes rayadas enel cuerpo tatuado, tiendena expresar la di-versidad y a la variedad delo quehedenominado la ads-cripcingrupal o las identificaciones grupales juveniles "cholas". Ellas cobransu propio sentidoprecisamentepor estar ancladas a expresiones y manifestaciones socio-culturales ms amplias quelo quepuederepresentar la imagenmisma del tatuaje. Esto quieredecir que atrs dealgunas imgenes, subyacenlas historias y vivencias dela vida cotidiana deviolencia delos sujetos quelas portany queimprimieronpara siempreensus cuerpos. Estas vivencias suelenser muy reveladoras, encuanto sonuna ruta para entender los momentos y las trayectorias devida deciertos sujetos, las cuales dejaronuna fuertehue-lla o marca quelos lleva plasmarlas para siempreenlas pieles y las corporalidades urbanas. As,estas pieles y cuerpos tatuados puedenportar di-versas historias dela trama dela vida social violenta y las vivencias dela ciudad ensituaciones deriesgo extremo o desituaciones lmite. Sinembargo, hay quemanifestar quelas figuras tatuadas ens mismas no necesariamenteremitendemanera directa y mecnica, a la adscripcingrupal quea primera vista y "mirada" uno deducesino quenecesariamentetienenqueexplorarseensus articu-laciones y anclajes designificado y significacinsocio-cultural. El proceso devida seconstruyeconelementos dela cotidianidad, lo quelleva al tejido deuna trama singu-lar y privada, aunqueconstruida social y colectivamente. As,el proceso devida estplagado desucesos, vivencias y experiencias, algunas tanimportantes quevanmarcan-124 TERRITORIOS JUVENILES: IDENTIFICACIONES Y TEMPORALIDAD CORPORAL do los derroteros en la existencia de determinadossu-jetos jvenes,al grado de que se alteran ydecoran los cuerpos: se les plasma, graba ypinta, a travs de tatuarse ciertas imgenes.Lafinalidades que en la corporalidad yla piel vayan quedando las marcas de aquellos momen-tos probablemente de transicin en la vida social de los sujetos jvenes que los coloca ante el recuerdo de ha-ber realizado cambios o transformacionessignificativas con respecto a todas aquellas situaciones de su \fida ylos eventos que de alguna u otra manera fueron en extremo difciles,complejos, decisivos ycoyunturales. De ahque haya corporalidades con una gran can-tidad de relatos, memoria e historias que yacen impl-citas ylatentes en los tatuajes que se porten ytraigan. Y aunque no sean tantos los tatuajes impresos en la piel, es factible ir reconstruyendo en las corporalidades cho-las, los a va tares de la vida yla existencia de tales sujetos jvenes como si fuesen una suerte de historias de vida visuales o estudios de caso ambulantes. Esto es factible con los tatuajes, ya que representan ydan cuenta de va-rios pasajes que llevan a situar las trayectorias de vida de estos sujetos. As,el tatuajeen determinados casos vienesiendo una marca yun tipo de huella real de la vivencia social de violencia con un valor simblico;en otros casos, muyelaborado, creativo, inusual y, adems,plagado de met-foras, referencias personales, lugares habitados, presencia de los otros yotras, espacios transitados, tiempos idos, amores perdidos, temores fundados, miedos culturales, dualidades eternas ysucesos presentes, por dems bellos yemotivos. Y quizs podramos decir que el tatuaje es 125 ALFREDO NATERAS DOMNGUEZ una doble marca; la que hace a la iconografa seleccio-nada en tanto irreversible, como la que refiere al valor simblico construido a travs de su sentido o significado de igual manera irreversible. Por esto, estamos ante un acto sociocultural muy particular con cargas emotivas y afectivas; duras, fuertes y de unariquezade contenidos y significados abiertos, plsticos yflexibles. Digamosque las vivencias cotidianas y personales ms significativas que se experimentan y van pintndose en las corporalidades juvenilesurbanas, tambin van diciendo de la persona; es decir, el sujeto comunica y refiere algo con respecto a lo otro o los otros a travs de la iconografa marcada en el cuerpo. De esta manera, a travs de ello muestra tambin una forma de imaginarse, representarse e interpretarse a s mismo: su circunstancia personal, su contexto cultural y el mundo social violento del cual forma parte y que en varios aspectos estimpli-cado e incide en ellos. La funcin simblica de determinados tatuajes se cen-tra, entonces, en mostrar la sensacin de lo que uno cree ser, de lo que uno estcomprendiendo de su propia vida, lo que le ha pasado y pasa a uno. Aquencuentro lo que bien podra catalogar como la parte reflexiva y de racio-nalidad de los sujetos sociales, en este caso, de los jvenes "cholos", hombres y mujeres; el explicarse e interpretarse a s mismos y construir sus propios sentidos y significados con respecto a los avatares de su vida cotidiana. Hay unmecanismode interpretacin delmundo, en la medida de seguir experimentndose parabuscar o buscarse permanentemente con respecto a lo que uno fue o desea ser. Esa intencionalidad de manifestar y ex-126 TERRITORIOS JUVENILES: IDENTIFICACIONES Y TEMPORALIDAD CORPORAL presar visualmente lo que uno piensa o desea ser, tiene su correspondenciacon la imagenconstruidaporlos otros con respecto a uno: los otros tambin influyen en la propia descripcin o explicacin de lo que es uno. Al imprimirseparatodala vida unadeterminada imagen que representa a su vez un suceso especfico, un estado de nimo, un acontecimiento violento, una pos-tura o posicin poltica o una situacin coyuntural, se estn incorporando y elaborando simblicamente los componentes emotivos y afectivos de esas vivencias.As, ese suceso vive para siempre en el cuerpo tatuado en tan-to forma parte de su historia y trnsito por la vida como una especie de pintura rupestre o pergaminoguardado en la galera personal interna. Dentro de los acontecimientos del proceso de vida ms visibles en las pieles y las corporalidades juveniles urbanas que encontramos marcados y grabados o que por su fuerza simblica llaman la atencin sobre los de-ms, estn los relacionados con aspectosexistenciales vinculados con las dualidades de la vida y la muerte y los vnculos afectivos con "el otro" del tipo "carnal" o integrante de la misma "clika o ganga". Estas vivencias cotidianas que tejen la trama subje-tiva de los sujetos sociales jvenes, es unpensamiento binario que tiene que ver con los dilemas de la vida mar-cadas en una parte significativa de las corporalidades ju-veniles urbanas "cholas", por lo que se le tata a travs de determinadas imgenes en la piel. Esta situacin del pensamiento binario, aparece demasiado arraigada y se hace muy visible, ya que tiene que ver con la contraposi-cin o lucha permanente entre dos elementos o aspectos 127 ALFREDO NATERAS DOMNGUEZ distintos entre s, jugados en los avatares de la existencia humana. Importa decir que sin uno de los elementos en pugna no se puede explicar el otro, estn ntimamente relacionados: uno esten el otro yste en aqul. Los ejes msrepresentativos a partir de los cuales se arma el pensamiento binario o dual son los ubicados en los si-guientes pares: la vida/la muerte; el bien/el mal/; la luz/la oscuridad/; la felicidad/la tristeza; el placer/el displacer. Todos estos pares estn ligados yrelacionados unos con los otros. Para la representacin grfica del tatuaje, considerando estos binomios o dualidades, se recurre a una gran variedad de imgenes o grabados. Dentro de es-tos binomios o dualidades, sobresale en el discurso oral de ciertos jvenes "cholillos", la oposicin de la vida yla muerte. Sorprende la presencia tan fuerte con respecto al asunto de la finitud de la existencia yla temporalidad del cuerpo, sobre todo tomando en cuenta que las historias de vida de estos jvenes tambin son historias de muerte, en tanto vivencias que se dan en los mbitos de la familia, la escuela o con la "ganga o clika". Probablemente, esto ten-ga que ver con la crudeza social de las experiencias o por todas aquellas circunstancias desfavorables que se tienen en el trnsito de la existencia, tanto que se terminan ta-tuando en el cuerpo una marca relacionada con la muerte. Adems, tambin cuenta el hecho de haber tenido alguna experiencia previa cercana a la muerte o con respecto a la actividad que se lleve a cabo, donde la muerte acecha constantemente. De esta forma, la muerte es la compaera inevitable en la trayectoria de la vida social de los jvenes "cholos". As,para los jvenes urbanos de adscripciones identitarias, como los "cholines", la vida es para vivirse, 128 TERRITORIOS JUVENILES: IDENTIFICACIONES Y TEMPORALIDAD CORPORAL disfrutarse o arriesgar, o como lo refieren ellos, es vivirse "la vida loca", en la que al mismo tiempo algo puede salir mal y aparecer la muerte. La dualidad expresada en la vida y la muerte se ex-panden o extienden al binomio configurado por el bien y el mal, que nos remite a un asunto moral. Por lo que el bien y el mal se van a entender a partir de lo legal y lo ile-gal, respectivamente. As,la actitud y el comportamiento que se tenga con respecto a lo legal y lo ilegal, entendidos stos como el acatamiento o no de determinadas reglas y normas que regulan la vida social entre los sujetos, van delineando las figuras que se vayan a imprimir en la piel. As,lo legal e ilegal, se juega principalmente en los vncu-los y en las relaciones con los otros u otras; de ah que tenga que ver con un aspecto del comportamiento de los sujetos, en este caso, de los "cholillos". Alude tambin a la manera en que un sujeto se "mira" con respecto a su proceder en determinadas situaciones o personas y, en tanto se logra "mirar", hay una especie de autorreflexin tan fuerte que lleva a ciertos sujetos jvenes a marcarse esos sucesos en el cuerpo: Esa imagen empezpor el desmadre, la banda, t sabes, me tatuuna rata con una matraca sa-liendo de un banco con el botn en la mano y la matraca en la mano [...] ese era un recuerdo, te-na unos dieciocho abriles, el tercero fue el corre-caminos corretendolo [...] ese fue un asalto que tambin accon una morra tambin traa estos tatuados y como ahora s que el coyote corretea, o sea que el coyote es la polica y el correcami-nos es la rata [...] por eso los dos traamos eso, 129 TERRITORIOS JUVENILES: IDENTIFICACIONES Y TEMPORALIDAD CORPORAL manera de agregamiento es a travs de las "clikas", por lo que tenemos distintos tipos de "Maras": las hay del barrio o callejeras, las estudiantiles y las delincuenciales o industriales.25 Encuanto a sus prcticas sociales y expresiones culturales, tambin usan el cuerpo para comunicarse e identificarse como clica o ganga, traen tatuajes, pareci-dos a los "Cholos", las "Maras" escuchan msica, ms del tipo heavy metal, grafitean y plaquean en las paredes de las ciudades en su apropiacin simblica, emplean una forma particular de hablar y construyen mecanismos de ritualizacin al ingresar al grupo: al igual que los cholos, los aspirantes tienen que soportar varios minutos de gol-pes por parte de los mareros,. En s, tanto el agrupamiento de "Cholos" como "Ma-ras", son agregamientos importantes para la construccin identitaria de los jvenes urbanos marginales. Sus prcti-cas sociales y expresiones culturales definidas y muy visi-bles en el espacio urbano, funcionan como grupos de per-tenencia y referencia cohesionados y con lazos afectivos muy fuertes entre ellos y ellas; esta identificacin es tan fuerte que la negacin del barrio, de la placa y del grupo, se considera una traicin, por lo que se paga con la vida. Ambos agrupamientos, en cierto sentido, son organiza-ciones juveniles constituidas como grupos de resistencia y de reivindicacin cultural, racial y tnica ante los otros grupos sociales, distintos a ellos en su vivencia y expe-riencia de ser extranjeros y migrantes, regularmente in-deseables en el pas de llegada. Por lo que agruparse y reconocersecomo jvenes latinos,centroamericanos, mexicanos o salvadoreos une y ayuda, mxime cuando 131 ALFREDO NATERAS DOMNGUEZ lo que msconsume espiritualmente esverse y sentirse alejado de la patria, de la tierra de origen, la familia y losamigos. Identidadesjuvenilesurbanasde la nostalgia y la tristeza que transitan en losdistintosespaciosde lasciudadescon el ansia de ser aceptadosy caber en algn sitio, aunque sea simblicamente hablando. Consideramosimportante resaltar la dimensin sim-blica en la disputa del poder (lo poltico)y losmecanis-mos, losaccesoriosy losartefactosculturales, a partir de loscualesse muestran y entran en la guerra de sentido y significacin en este tipo de agrupamientosversuslos"otros", va las estticascorporales, en este caso de la "MarSalvatrucha". GeorgesBalandier26 habla de la "teatrocracia", como una manera de regular la vida cotidiana de lossereshuma-nosen colectividad; atribuye un elemento teatral a cada una de lasexpresionesde la vida social, particularmente en aquellasen lasque el poder cobra un lugar relevante. Retomo esta idea y la amplo en trminosde que en el ejercicio del poder se da al mismo tiempo una produccin de imgenesy un despliegue de smbolosordenadosen un sistemaritualizado.Por consiguiente, y agregando lo que propone Cohn27en relacin con lo simblico, el ri-tual y el poder, destaco que en el ejercicio del poder esviable "mirar" lo simblico como mecanismo importante; esdecir, los smbolosseran el vehculo a partir del cual se manifiestan lasrelaciones asimtricasde poder. Al ligar lo mencionado por Balandier y Cohn, su-giero pensar que el ejercicio de la violencia en losespa-ciosurbanosentre laspandillasjuveniles, de la "MarSalvatrucha, MSB" y el "Barrio 18", estvinculado con 132 TERRITORIOS JUVENILES: IDENTIFICACIONES Y TEMPORALIDAD CORPORAL la disputa por el poder; es decir, el control del territorio, obtener prestigio social y lograr el respeto de los otros (no slo de las pandillas rivales, sino de la comunidad en la que viven), incluyendo la administracin del miedo y el pnico social que generan con sus acciones. Tal situacin se estructura y construye a travs de una serie deritualizacionescomo los de paso o iniciacin; deca que para entrar a la pandilla se tiran unos dados y el nmero que caiga son los minutos que el nuevo inte-grante tiene que soportar en golpes que le propinan sus compaeros. Esta representacin se hace ante los dems y en el espacio pblico de la calle que regularmente con-trola la pandilla, cuyo valor simblico estriba en demos-trar la valenta del nuevo miembro en el entendidode que, ascomo aguante la golpiza, as serde fuerte y va-liente para defender a la pandilla en aquellas situaciones que se requieran o ameriten. La esttica corporal es central, ya que ah se nuclean as-pectos identificatorios con la pandilla que da cuenta de los procesos de cohesin. Quizs, el elemento msfuerte en cuanto a su carga simblica sea la alteracin y decoracin del cuerpo a travs de tatuajes. Regularmente, lo que se inscriben en la piel es el nombre de la "clika" o la "ganga", lo cual reafirma una especie de identidad grupal que ayu-da a ser reconocido por los otros y difundir temor. Tam-bin aparecen iconografas de las "jainas" (las mujeres), la virgen de Guadalupe y alusiones a determinados sucesos que regularmente estn instalados en la ilegalidad. Una parte de estos tatuajes son impresos en el espacio y el territorio de la cara y el rostro (diferencia sustancial con los "cholos" que no lo hacen). A travs de esta medi-133 ALFREDO NATERAS DOMNGUEZ da extrema y radical se expresa una forma de interpelar (violentar) la mirada del "otro" u "otros" que"miran". Marca tambin diferencia y ayuda a legitimarse al inte-rior del agrupamiento o la pandilla, en tanto se demuestra arrojo y se instala en el lugar de lo temerario. As,el cuerpo o las corporalidades son representadas y puestas en escena en el espacio pblico de la calle con-figuradoo construido a partir de los tatuajes, las gestuali-dades que aluden a las seas con las manos (regularmente "tirando barrio", el nombre de la pandilla a la que se per-tenece), la manera de caminar, la mirada sostenida, el tipo de ropa que se usa, la forma de hablar y, en sntesis, la escenificacin que se lleva a cabo con la finalidad de ganar respeto ante los otros, tanto similares como diferentes. Aqu el asunto del respeto es central, ya que tiene que ver con el orgullo de ser de la pandilla, de ser "marero", o pertenecer a una etnia o raza; es decir, al vestirse "bien montado" se muestra una especie de poder simblico. Se trata de mostrar el poder de la presencia construida y representada, a travs de una serie de signos, smbolos y artefactos culturales que sin dudatambin dan cuenta de que se trata de agrupamientos juveniles ur-banos situados en los procesos de la exclusin y la desi-gualdadsocial.Probablemente,esta representacin y puesta en escena de la corporalidad de los pandilleros de la "MarSalvatrucha, MSI3", de una manera extrema e irrumpiendo la "mirada" de los otros simblicamente, dcuenta de la necesidad de incluirse en una sociedad que tiende a excluirlos. Una especie de recordatorio radical de que se esthablando y mostrando, no solamente las diferencias culturales, sino tambin las tensiones y las con-134 TERRITORIOS JUVENILES: IDENTIFICACIONES Y TEMPORALIDAD CORPORAL tradicciones irresueltas, ancladas a las inequidades y las desigualdades sociales en las que estn inmersos muchos de ellos y ellas. En extenso, podemos decir que las bandas, las pandi-llas y la violencia asociada a los jvenes marcan parte de la vida cotidiana de las ciudades, las colonias y los ba-rrios de las comunidades mspobres y desfavorecidas de Amrica Latina. Adems, se construyen lgicas diferentes y muy particulares con respecto a los tiempos sociales, los espacios de la realidad y la particular administracin del territorio, del miedo social y del poder. En este sentido, ser pandillero (hombre o mujer) es una forma de vida, a partir de la cual la violencia se va administrando, por lo que a decir de Carlos Mario Pe-rea28 los pandilleros hablan de la marginacin y evidencian la crisis cultural y urbana en la que viven una gran parte de jvenes en Amrica Latina, teniendo como su eje pri-vilegiado sus cuerpos. Estas situaciones de violencias, donde una parte de los jvenes son sujetos de ella (la ejercen), tiene un impacto en los estados de nimo y en las afectividades colectivas, ya que generan bastante tensin social que favorece a las posturas msconservadoras y reaccionarias de la dere-cha de los pases que le dan accin y protagonismo a las iniciativas de "mano dura", "de tolerancia cero", como a la reduccin de la edad penal, a la pena de muerte, a la implementacin de los toques de queda, a los grupos de autodefensa ciudadana o a la polica comunitaria(Co-lombia, Brasil) que violan los mselementales derechos humanos de los jvenes, los que en su re-accin tambin se convierten en victimarios. 135 ALFREDO NATERAS DOMNGUEZ Este lugar de los jvenes como victimarios de las vio-lencias, aunado a la participacinirresponsable enla mayora de los casosde los medios masivos de comu-nicacin, ha favorecido la construccinderepresenta-ciones estigmatizadas que los seala como los causan-tes yresponsables de la violencia. As,se ha creado una opininpblica dominante encontra de ellos yellas, lo que crea ms tensinyconflicto social, ya que no aporta absolutamente nada para la solucinde los problemas asociados a las violencias. Por ello, comparto lo afirmado por Elena Azaola: "[...] los jvenes no sonlos nicos, ymuchas veces ni siquiera los principales responsables de la violencia ennuestros pases".29No me queda ninguna duda de que los jvenes sonlos chivos expiatoriosdelos problemassociales yla muestra del fracaso de la mayora de los Estados Lati-noamericanos ysus instituciones en trminos de garan-tizar mejores condiciones de vida para su poblacin, es-pecialmente para los estratos histrica yculturalmente ms desfavorecidos: los indgenas, los ylas jvenes, las mujeres, los ancianos, los pandilleros ytodos aquellos que pertenezcana los grupos endesigualdad ydesventa-ja social, yque se encuentranensituaciones lmite. CUERPOS Y VOCES DIFERENCIADAS (EL GNERO) Si consideramos que el gnero tiene que ver, entre otros aspectos, conla manera especfica enque social ycultural-mente se ensea yaprende a ser hombre como mujer encualquier sociedad, entonces bien podramos asegurar que 136 TERRITORIOS JUVENILES: IDENTIFICACIONES Y TEMPORALIDAD CORPORAI este tipo de enseanza y aprendizaje es distinto para cada uno. No es lo mismo lo que uno incorpora como hombre que lo que se interioriza siendo mujer, ni tampoco lo que la sociedad y sus instituciones, como por ejemplo la fami-lia, la escuela o la iglesia, "ensean" y esperan de cada uno de los gneros, es decir, de lo masculino y lo femenino. De tal suerte, que la diferencia entre gneros se convierte, en la mayora de los casos, en desigualdad social. A partir de esta situacin, los vnculos nter subjeti-vos con el otro gnero, adems de la distincin corpo-ral, invariablemente estarn atravesados por diferencias construidas socioculturalmente. En la mayora de los ca-sos devienen en ventajas para los hombres (jvenes)y perjudiciales u opresivas para las mujeres (jvenes);en otras palabras, los vnculos entre gneros implican rela-ciones de poder y dominacin. Con respecto a lo que denomino lo femenino, tam-bin desde las construcciones socioculturales, es impor-tante recordar el pasaje de la dcada de los ochentas y la significativa presencia que tuvieron las mujeres jvenes en la escena chola y punk. A travs de sus tatuajes empe-zaron a experimentar sus cuerpos y a vivirse a partir de su gnero. Algunos significados construidos eran preci-samente a partir de esa diferencia sexual entre los gne-ros. De ahque para una parte de esas mujeres y de las nuevas adscripciones grupales juveniles contemporneas ("cholillas" o "darketas", por ejemplo), la conciencia de la realidad de sus cuerpos es muy fuerte y llamativa y pasa por otro tipo de violencia. Situacin que no se ob-serva, en una gran parte de los hombres jvenes del lado de sus adscripciones identitarias. 137 ALFREDO NATERAS DOMNGUEZ Sostengo como hiptesis que esta conciencia particu-lar de la corporalidad tiene que ver con su situacin de ser mujeres; es decir, probablemente se genera ms con-ciencia de una forma de violencia: la posesin y el riesgo de reproducir sin desearlo. De ahla edificacin de una percepcin y autopercepcin del cuerpo ms cercana y presentista en una gran parte de las jvenes mujeres que no pasa por el aniquilamiento del cuerpo de la "otra". As,la prctica cultural del tatuaje cobra un sentido de reivindicacin y autoafirmacin en el uso y apropiacin de sus cuerpos como gnero femenino, en tanto se apro-pian de lo que se les ha quitado. Las primeras adscripciones identitarias juveniles urba-nas que utilizaron el cuerpo tatuado y perforado en los espacios semipblicos y pblicos, para interpelar y pro-testar abiertamente contra la sociedad excluyente,fue-ron los "cholos", los jvenes banda y los "punks". Ellos y ellas eran jvenes de las principales ciudades del pas y de bajos recursos econmicos que, al alterar y decorar sus corporalidades, se apropiaban real y simblicamente de sus cuerpos. Esto fue posibilitando la construccin de una geografa corporal armada, a travs de ciertas condicio-nes sociales de represin, de relajamiento, de distensin, invisibilidad y visibilidad que influan en los espacios y territorios del cuerpo, elegidos para ser tatuados y/o per-forados con la siguiente trayectoria: para los tatuajes, la ruta va de lo invisible a lo visible, es decir, de lo privado hacia lo pblico; y para las perforaciones, de lo visible a lo invisible o de lo pblico a lo privado. 138 TERRITORIOS JUVENILES: IDENTIFICACIONES Y TEMPORALIDAD CORPORAL PALABRAS FINALES El cuerpo juvenil urbano es un territorio y espacio me-diado por la cultura y sus instituciones, en el cual en algunos casos y dependiendo de la adscripcin identi-taria a la que se pertenezcase hace visible el acto de las violencias (simblicas)representadas a partir del ta-tuaje con una multiplicidad de sentidos y significados construidos social e individualmente. Por lo que sin la idea del cuerpo simplementeno se entenderan los rostros de las violencias (sociales), ya que es el lugar o el territorio para dar cabida a las iconografas, las subjeti-vidades, las diferencias asimtricas de gnero, los usos corporales, las decisiones de s, la experiencia del dolor social y las condiciones socioculturales de la existencia de las violencias. El cuerpo, entre otras circunstancias, estmuyin-fluidoy determinado por la clase social, ya que perte-necer a un estrato socioeconmico bajo, habitar zonas populares, ser hombre o mujer joven y, adems, ser parte de alguna adscripcin identitaria urbana, como la de los "Cholos" y/o la "MarSalvatrucha, MSI3", coloca a estas corporalidades juveniles en situaciones de mayor vulne-rabilidad y a una exposicin de riesgo extremo. Por lo que aquellas situaciones y vivencias de violencia social que no son posibles de elaborar o entender en el nivel de la psi-quis, justamente por ser crudas y duras, se les imprime o tata en el cuerpo fsico. El dolor fsico como emocional cobra una gran trascen-dencia, particularmente para el tatuaje, ya que el aspecto fsico o biolgico del sufrimiento corporal es rebasado y 139 ALFREDO NATERAS DOMNGUEZ superado cargndolo de una serie de motivaciones per-sonales, representaciones sociales y de valores simbli-cos muy fuertes. De esta manera, el dolor se convierte ensufrimiento social, ya que funciona como una especie de trueque o intercambio afinde hacerse acreedor no slo de aquellas imgenes e iconografas elegidas, sino de uncomponente psicolgico de elaboracinsimblica que permita sortear a nivel de la psiquis las situaciones, los eventos y los acontecimientos difciles de comprender enla vida cotidiana violenta, por lo que se requiere plas-marlos para siempre enel cuerpo. NOTAS 1 Los cholos sonunagrupamiento juvenil, cuyos antecedentes se ubicanenlos procesos migratorios de los mexicanos/estadouniden-ses de la dcada de los cuarenta: los pachucos tipo Zoot Suit, quienes armaronlas primeras revueltas encontra de la discriminacinracial de que eranobjeto. De ahque los cholos seanconsiderados como una cultura juvenil de frontera (ahora transnacional) y la ms lon-geva conla que se cuenta. Conrespecto a las investigaciones desde la sociologa de la juventud, JosManuel Valenzuela (A la brava se! Cholos, punks, chavos banda. Mxico: El Colegio de la Frontera Norte, 1988) ha publicado unlibro clsico que aborda el asunto de los ''cholos" enla frontera norte del pas. 2 La Mar, enEl Salvador significa grupo de amigos, por lo que hay distintos tipos de Maras: estudiantiles, deportivas, del barrio, callejeras y delincuenciales. Enel caso de las Maras tipo pandillas (La MarSalvatrucha),y dada la migracinforzada de nios y j-venes hacia Estados Unidos por la guerra enEl Salvador, se origina enLos ngeles, California, durante la dcada de los ochenta, como una forma de reivindicacintnica ante la discriminacinracial y para defenderse de otros grupos y pandillas. Lo de la Mares reto-140 TERRITORIOS JUVENILES: IDENTIFICACIONES Y TEMPORALIDAD CORPORAL mado como metfora delas hormigas gigantes del frica y Brasil, conocidas como marabunta quevan destruyendo todo a su paso. Salvatrucha aludea Salva, deEl Salvadory, trucha, ponerselisto o "avispado". Secuenta quela guerra entrela marSalvatrucha13 (MS-13) y la marBarrio 18 (B-18 o MS-XV3) surgiporla disputa del territorio y el amordeuna mujer. 3 Rossana Reguillo, "Violencias expandidas. Jvenes y discurso social", en Revista deEstudios sobreJuventud, JOVENes,Nm.8, enero-junio, Mxico, pp. 10-23, 1999, p. 13. 4 Adriana Soto, "La sospechosa relacin entrejuventud y violencia", en Revista El Cotidiano, nm.111, enero-febrero, Mxico, 2002, p. 29. 5 Fernando Fernndezy Carlos Feixa, "Una mirada antropol-gica sobrelas violencias", en Revista Alteridades. Mxico: UAM-I, ao 14, nm.27, enero-junio, 2004. 6 PhilippeBourgois, "Thecontinum ofviolencein warand peace: post-cold warlessons from El Salvador", en Ethnography, vol. 2, nm.1, pp.5-34, 2001. 7 Charles Tilly, Thepolitics of collective vioence, Cambridge: Cam-bridgeUniversity Press, 2003. 8 M. Swartz, V Tumery A. Tuden, "Antropologa poltica: una intro-duccin", en Revista Altedades. Mxico UAM-I, ao 4, nm.8, 2004. 9 Lo trasnacional aludea la conexin entreuna o msnaciones (los Estados-Nacin);en otras palabras, hay una referencia explcita o particulara una nacin, cuyas dimensiones msimportantes estn ubicadas y son trazadas en el proyecto delo cultural y lo poltico. Michael Kearney, "Thelocal and theglobal: TheAntropology ofGlo-balization and Transnationalism", en AnnualReview of Antropology, Vol. 24, 1995. 10 La globalizacin tienequevercon los procesos sociales, econ-micos, polticos, culturales y demogrficos quesedan entrelas nacio-nes del mundo; es decir, su caracterstica estriba en queseintensifican y profundizan los vnculos y las interdependencias, porlo quelos sucesos locales son influidos poracontecimientos quesedan en otros espacios, tiempos y latitudes muy lejanas (Michael Kearney op. cit.). Para una discusin msamplia, el lectorinteresado puedeconsultar: Ulric Beck, Qu es la globalizacin?Barcelona, Paids, 1997; Zygmunt Barman, La globalizacin:consecuencias humanas. Buenos Aires-Mxi-141 ALFREDO NATERAS DOMNGUEZ C O :FCE, 1998; Nstor GarcaCanclini, La globalizacinimaginada. Mxico:Paids, 1999. 11 Esteban Krotz (comp.), La cultura adjetivada: el conceptode cul-tura enla antropologa mexicana a travsde susadjetivaciones. Mxico:UAM-I, 1993. 12 Tambin se deben considerarlosespacioscerrados, comolascrceles, lugaresde socialidadjuvenil en losque se desarrollan vio-lencias. 13 RossanaReguillo, Emergencia de culturasjuveniles.Estrategiasdel desencanto. BuenosAires:Norma, 2000; AdrianaSoto. "Lasospe-chosa relacin entre juventudy violencia", en RevistaEl Cotidiano, Nm.111, enero-febrero, Mxico, 2002. 14 LucianaRamos, Enrique Prez y MarthaRomero, "Lacrimi-nalizacin de laviolenciajuvenil. El casodel consumode drogas", en Revistade Estudiossobre Juventud, JOVENes,Nm.8, enero-junio, Mxico, pp. 108-121, 1999. 15 Rubn Ortiz, "Gang Art:pachucos, cholos, taggers, raperos, gangas, low riders", en RevistaLa Pusmoderna, Mxico, p. 10. 16 Losprocesosidentitariosdel hip-hop y los grajjiteros estn fuer-temente ligados, yaque probablemente esel movimientojuvenilmspolitizadoy organizadoen lademandade losderechosuniversalesy en laprotestacontrala globalizacin neoliberal:losunoscantandoy losotrosrayandoel inmobiliariourbano, respectivamente, interpe-landoas al podery alapropiedadprivada. 17 Rubn Ortiz, op. t., p. 14. 18 Se utilizan variostrozosde entrevistasindividualesaprofun-didaddesarrolladasen el marcode una investigacin en proceso. En especial, se seleccionaron aquellasdonde aparecenreferenciasaloscholos. 19 Los jvenesde laescena oscura (darketos, gticos, vampiros, fetichistas), tienen sus orgenesodescienden de lospunks, aunque su protestasocial y polticaesintimista, haciaadentroy refugiadosen lasartes(la msica, la poesa, laliteratura, el performance); lescuestamu-cholos vnculoscon lasotrasagrupacionesidentitarias, en tantoque padecen unaespecie de narcisismoagrupadoy de vanidad pblica. 20 Entrevistaindividual realizadaen el Tianguisdel Parque del Pueblo, Ciudad Netzahualcyotl. 142 TERRITORIOS JUVENILES: IDENTIFICACIONES Y TEMPORALIDAD CORPORAL 21 Los skin head adquieren dos vas: el ala neofascista y la de los rojos. Los neofascistas, por lo regular, provienen de las clase medias ilustradas y reivindican el nacionalismo mexicano mezclado con la idea de la pureza de la raza, en este caso, de la raza csmica. Por otra parte, los denominados rojos defienden polticamente el anarquismo y el orgullo de ser obreros, socialistas y comunistas. 22 Entrevista individual realizada en el Tianguis de la crcel, Ciudad Netzahualcyotl. 23 Entrevista citada, No. 1, nota 20. 24 En este sentido y recurriendo a la hiptesis terica de JosMa-nuel Valenzuela, en el entendido de que "Los Cholos" le dan el rostro o configuran de sentido a la "MarSalvatrucha", cobra relevancia deducir que "La MS" incorpora los rasgos identitarios de los "Cholos Mexicanos": la significacin del cuerpo a travs del tatuaje; la forma de organizacin tipo "clika" o "ganga."; escenificacin de la batalla urbana por la disputa del territorio; ritos de iniciacin; cdigos y reglas de honor; reivindica-cin de la raza y la nacionalidad; administracin del poder y del mie-do, es decir, "La Mar" Salvadorea, al llegar a los ngeles California, se percata que la forma de sobrevivir en un pas ajeno, es agruparse como lo vienen haciendo, al menos desde 1940, los jvenes mexica-nos "cholos". Cjr, JosManuel Valenzuela, "De los pachuchos a los cholos. Movimientos juveniles en la frontera Mxico-Estados Unidos", en Feixa, Molina y Alsinet (Coord.), Movimientos Juveniles en Amrica Latina. Pachucos, malandros, punketas. Espaa: Ariel, 2002. 25 Lorena Cuerno, "El lado obscuro de la Calle. El caso extremo de la Mar", en Revista de Estudios sobre juventud, JOVENes,ao 4, nm.10, enero-marzo, Mxico. D.E, pp. 62-77, 2000. 26 Georges Balandier, El poder en escenas. De la representacin del poder al poder de la representacin. Barcelona: Paids, 1994. 27 Abner Cohn, "Antropologa poltica: el anlisis del simbolismo en las relaciones de poder", en J.R. Llobera (Comp.), Antropologa poltica. Barcelona: Anagrama, pp. 55-82, 1979. 28 Carlos Mario Perea, "Pandillas y conflicto urbano en Colom-bia", en Revista Desacatos Juventud. Exclusin y Violencia. Mxico: CIESAS, pp. 15-35, 2004. 29 Elena Azaola, "Presentacin", en Revista Desacatos, Juventud: Exclusin y Violencia. Mxico: CIESAS, pp. 7-11, 2004, p. 9. 143 ALFREDO NATERAS DOMNGUEZ REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS AZAOLA, Elena, "Presentacin", en Revista Desacatos,Juventud: Exclusin)' Violencia, Mxico:CIESAS, pp. 7-11, 2004. BALANDIER, Georges, El poder en escenas. De la representacin del po-der al poder de la representacin. Barcelona: Paids, 1994. BOURGOIS, Philippe, "The continuum of violence in warandpeace: post-coldwarlessonsfrom El Salvador", en Eth-nography,vol. 2, Nm,1, pp.5-34, 2001. COHN, Abner, "Antropologa poltica:el anlisisdel sim-bolismoen lasrelacionesde poder", en J.R. Llobera (Comp.), Antropologa poltica. Barcelona:Anagrama, pp. 55-82, 1979. CUERNO, Lorena, "El ladoobscurode la Calle. El casoextre-mode la Mar", en Revista de Estudiossobre juventud, JOVENes,ao4, Nm.10, enero-marzo, Mxico. D.F., pp. 62-77, 2000. FERRANDIZ, Femandoy CariesFELXA, "Una mirada antropolgica so-bre lasviolencias", en Revista Alteridades,Mxico:UAM-I, ao14, Nm.27, enero-junio, 2004. 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