¿Tergiversa El Nuevo Testamento a Jesús? Debate Erhman-Evans (31-03-2010)
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“¿TERGIVERSA EL NUEVO TESTAMENTO A JESÚS?” DEBATE EHRMAN-EVANS
Debate entre Bart D. Ehrman y Craig A. Evans en First Family Church, Overland Park, Kansas, 31 de marzo de 2010.
PRESENTADOR 1: Queremos presentarlos adecuadamente esta noche, y estamos encantados de
que estén aquí. El Dr. Bart Ehrman es profesor distinguido de la cátedra James A. Gray en la
North Carolina University at Chapel Hill. Llegó a la UNC en 1988, tras enseñar 4 años en la
Rutgers University. En la UNC ha sido Director de Estudios de Posgrado y jefe del
Departamento de Estudios Religiosos. Graduado en el Wheaton College, el Dr. Ehrman recibió
su Master of Divinity y su Doctorado en el Princeton Theological Seminary. Desde entonces ha
publicado extensamente acerca del Nuevo Testamento y el cristianismo primitivo, habiendo
escrito o editado 23 libros, numerosos artículos y docenas de reseñas de libros. Démosle al Dr.
Ehrman una calurosa bienvenida al estilo Kansas City.
A mi izquierda, el Dr. Craig A. Evans, experto en el Nuevo Testamento. Es Profesor Distinguido
del Nuevo Testamento en el Acadia Divinity College, de la Acadia University, en Wolfville,
Nova Scotia, Canadá. Es graduado del Claremont McKenna College, recibió su Master of
Divinity en el Western Baptist Seminary en Portland, es Master y Doctor en Estudios Bíblicos en
la Claremont Graduate University, en el sur de California. Es un conocido erudito evangélico que
ha dado charlas alrededor del mundo, ha sido elegido miembro de la prestigiosa SNTS, sociedad
dedicada al estudio del Nuevo Testamento; autor o editor de más de 60 libros y cientos de
artículos y reseñas, el profesor Evans ha dado clases en Cambridge, Oxford, Durham, Yale y
otras universidades. Demos la bienvenida a Kansas City al Dr. Evans. […]
Nuestro formato para esta noche son 7 preguntas, preguntas cruciales, con respuestas en un
máximo de 5 minutos cada una. Después de eso tendremos un comentario final. Salvo que se
trate de una emergencia traten de permanecer en sus asientos, estaremos filmando así que eso nos
ayudaría. Comencemos. Pregunta nº 1. Dr. Ehrman: ¿Son fidedignos los evangelios?
BART D. EHRMAN: Quiero agradecer al Pastor de la First Family Church por invitarme, a Craig
por debatir conmigo y a todos ustedes por venir a escuchar. Ya que este va a ser el tema durante
toda la jornada quisiera conocer el terreno, así que me gustaría saber cuántos de ustedes se
1
consideran cristianos-que-creen-en-la-Biblia.1 Muy bien. ¿Cuántos de ustedes piensan que los
Evangelios son completamente confiables? Bien. ¿Cuántos de ustedes vinieron a ver cómo me
hacen papilla? Gracias. Gracias por su honestidad. Lo voy a pasar mal con este público.
Cuando comencé con mis estudios para ser un investigador de la Biblia pensaba que la pregunta
acerca de la exactitud de los evangelios era una de las preguntas más importantes a la que se
enfrentan los cristianos. Yo también pensaba en aquella época que los Evangelios eran
completamente fidedignos. Pero cuando aprendí griego y empecé a leer estos evangelios en su
lengua original, cuando empecé a compararlos cuidadosamente unos con otros, enfrentándome a
los problemas, orando acerca de los problemas, haciendo lo más que podía acerca de esos
problemas llegué a una conclusión distinta. Y todo lo que pido esta noche es que ustedes se
aproximen a este debate con la mente abierta.
Estoy muy interesado en escuchar lo que Craig tiene que decir acerca de estos temas, incluyendo
este primero; Craig y yo nos conocemos desde hace más de 20 años, pero nunca hemos debatido
antes ni nunca hemos tenido una discusión acerca de este asunto. Me interesa saber si él piensa
que hay errores históricos en cualquiera de los evangelios, y, si no, me interesaría saber cómo
explica eso como historiador, que sabe muy bien que las fuentes históricas siempre tienen
errores. Pero si piensa que hay errores, quiero saber cómo decide qué es un error y cómo
podemos saber si en los evangelios hay pocos errores o si hay muchos errores. Y si hay muchos
errores, me pregunto cómo puede decir que los evangelios son fidedignos, pero obviamente
tenemos que esperar su respuesta. Déjenme darles mi opinión acerca de estas preguntas.
En mi opinión, ciertamente hay información histórica confiable en los evangelios, por supuesto;
pero también hay partes con información histórica poco fiable. Esto puede observarse por el
hecho de que en algunas ocasiones hay claras discrepancias entre los evangelios, como podrían
ver ustedes mismos si los leyeran cuidadosamente uno al lado del otro. Déjenme darles una
muestra entre los miles de ejemplos: el evangelio de Mateo dice que el padre de José (el padre de
Jesús) era Jacob, su abuelo era Matán y su bisabuelo era Eleazar.2 El evangelio de Lucas dice que
su padre era Elí, su abuelo Matat y su bisabuelo Leví;3 entonces, ¿cuál es? Las genealogías son
distintas. Uno de los principales temas del evangelio de Marcos es que los discípulos de Jesús no 1 “Bible-believing Christians” (N. del T.)2 Mt 1:15-16.3 Lc 3:23-24.
2
lo reconocen como Mesías hasta el capítulo 8. Pero en el evangelio de Juan lo llaman Mesías de
inmediato, la primera vez que lo ven, en el capítulo 1. ¿Cuál es correcto? ¿Cómo pueden ser las
dos?
Hay pequeñas discrepancias entre los evangelios, cientos de ellas. ¿La hija de Jairo estaba
enferma pero todavía viva cuando Jairo fue a pedirle a Jesús que la sanara, como en Marcos,4 o
había muerto antes de que Jairo fuera, de modo que tiene que pedirle a Jesús que la resucite de
entre los muertos, como en Mateo?5 Es difícil ver cómo puede ser de las dos formas. El evangelio
de Juan dice explícitamente que Jesús murió el día de preparación de la Pascua,6 la tarde antes de
que la cena de Pascua fuera comida. El evangelio de Marcos dice explícitamente que Jesús murió
la mañana después de que la cena de Pascua fuera comida.7 No me crean a mí, lean Juan 19 y
Marcos 15 ustedes mismos: se contradicen. O miren los reportes de la resurrección en los cuatro
evangelios alguna vez y pregúntense: ¿cuántas mujeres fueron a la tumba vacía? ¿Cuáles eran
sus nombres? ¿La piedra había sido removida antes de que llegaran allí o lo fue después? ¿Qué
vieron allí? ¿Un hombre? ¿Dos hombres? ¿O dos ángeles? ¿Qué se les dijo que hicieran: que les
dijeran a los discípulos que fueran a Galilea o que no? ¿Les dijeron a los discípulos o no? ¿Los
discípulos fueron a Galilea o no? Depende de qué evangelio lean. Se obtiene una historia
diferente en cada ocasión.
Lo cual no significa que estos son un montón de pequeños detalles que no afectan el cuadro más
grande. Ese cuadro está hecho de nada más que de detalles. Los cuadros más grandes son
tremendamente diferentes, como verán una vez que se permitan admitir que los detalles son
diferentes de principio a fin. Ahora, en mi opinión, los relatos de los evangelios no pueden ser
fidedignos porque difieren en cientos de formas, grandes y pequeñas, y contienen numerosos
errores históricos.
PRESENTADOR 2: Dr. Craig A. Evans, bienvenido. Le doy la palabra con la pregunta nº 1: ¿Son
fidedignos los evangelios?
CRAIG A. EVANS: Sí, creo que lo son. Pero qué son los evangelios y, por lo tanto, en qué sentido
son confiables no siempre se entiende, tanto por cristianos como por no cristianos. 4 Mc 5:23.5 Mt 9:18.6 Jn 19:31.7 Mc 14: 12, 14:16, 15:1 y 15:25.
3
En un debate reciente en profesor Bart Ehrman declaró que debemos reconocer que los
evangelios no son lo que desearíamos que fueran. Esto es muy cierto. Es cierto para una joven
cristiana y para los eruditos cristianos, pero de maneras diferentes. La joven cristiana quisiera
que los evangelios nos dijeran más acerca de Jesús, de su juventud y más detalles sobre su vida
personal; los eruditos quisieran saber esas cosas también, pero habitualmente se enfocan en
preguntas más académicas como en dónde estaba Jesús cuando dijo esto o hizo aquello, cuáles
fueron sus palabras exactas en arameo, o cuáles eran los temas políticos y sociales que Jesús y
sus discípulos encontraron en Jerusalén durante esa última semana. Esta es una de las razones de
porqué los expertos se entusiasman tanto al encontrar datos adicionales, tanto a través de la
arqueología o de nuevos descubrimientos de manuscritos. Es por esto que los escritos fuera del
Nuevo Testamento se toman tan en serio: escritos de los siglos segundo o tercero son
cuidadosamente estudiados, por la posibilidad de que puedan contener material primitivo de
confianza que nos diga más acerca de Jesús y de sus discípulos.
La pregunta vital es ésta: ¿los evangelios nos entregan lo que necesitamos saber? ¿Son
suficientemente buenos en contenido y precisión? Los evangelios pueden no decirnos todo lo que
nos gustaría saber, pueden no ser lo que algunos cristianos ingenuos (y también no cristianos)
creen que son o que deberían ser, pero sí nos dicen lo que es necesario. Lo que los evangelios
nos dicen acerca de Jesús, combinado con lo que sus primeros seguidores proclamaron a raíz de
Jesús tras la Pascua de Resurrección, es suficiente para la fe cristiana. La fe cristiana se centra en
una historia relativamente simple que escuchamos en el resumen de Pablo de la tradición del
evangelio que él recibió, una tradición que retrocede a los comienzos del movimiento cristiano.
Y Pablo escribe en 1 Corintios 15:
“Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: que Cristo murió por
nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer
día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce. Después
apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros
ya duermen. Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; y al último de
todos, como a un abortivo, me apareció a mí”.8
8 1 Co 15:3-8.
4
Escuchamos esa historia en el discurso de Pedro en Pentecostés, en Hechos 2, me refiero a los
versículos del 22 al 24, los cuales no leeré. Pero en el versículo 38 Pedro culmina diciendo:
“Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los
pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo”.
El mensaje es un mensaje simple; la historia no es complicada. ¿Son los evangelios consecuentes
con estos resúmenes simples de la historia de Jesús? De hecho sí lo son. ¿Fueron escritos estos
evangelios lo suficientemente temprano como para contener material auténtico y fidedigno? De
hecho sí lo fueron. Los evangelios sinópticos (Mateo, Marcos, Lucas), fueron escritos en algún
momento entre los años 60 y principios de la década del 80, quizá incluso antes, cuando muchos
testigos oculares todavía vivían, es más, las fuentes utilizadas por los evangelistas sinópticos son
mucho más antiguas que los evangelios mismos. Incluso Josefo, el historiador y apologista judío
del siglo primero, corrobora el esquema básico de la vida y el movimiento de Jesús al describirlo
como un maestro y hacedor de maravillas que reunió a muchos seguidores, fue acusado por los
líderes judíos y fue condenado a la cruz por el gobernador romano Pilato. Sin embargo la muerte
de Jesús no llevó al final de su movimiento, como indica Josefo. Dice y cito: “Y hasta el día de
hoy no ha desaparecido la tribu de los cristianos, que de él ha recibido el nombre”.9 Diré más
acerca de lo que significa describir a los evangelios como fidedignos en mis respuestas a las
preguntas que quedan por hacer.
PRESENTADOR 1: Pregunta nº 2. Dr. Ehrman: ¿Los Evangelios preservaron con exactitud las
enseñanzas de Jesucristo?
9 El pasaje completo es el siguiente:
“Apareció por aquel entonces Jesús, varón sabio, si es que debe llamársele varón. Pues realizaba obras asombrosas y era maestro de hombres que aceptaban con gusto la verdad, arrastrando tras de sí a muchos judíos, y también a mucha gente de estirpe griega. Era el Ungido [Cristo, el Mesías]. Y cuando Pilato lo condenó al suplicio de la cruz, tras ser acusado por los personajes más influyentes de nuestro pueblo, no dejaron de amarlo aquellos que ya antes lo amaban. En efecto, se les apareció vivo otra vez al tercer día, pues estas y muchísimas otras maravillas habían dicho de él los profetas de Dios. Y hasta el día de hoy no ha desaparecido la tribu de los cristianos, que de él ha recibido el nombre”. (Josefo, Antigüedades de los Judíos, XVIII, 63).
Nótese que Evans no usa como argumento las partes subrayadas, que podrían ser una gran prueba a favor de la postura que defiende. Esto porque con esas frases el relato de Josefo deja notoriamente el tono imparcial que viene siguiendo: se convierte en demasiado cristiano como para ser obra de un judío. La conclusión de la mayoría de los historiadores es que los lugares subrayados son parcial o totalmente obra de los copistas cristianos que transmitieron el texto hasta nosotros, tema que surgirá en el debate más adelante. Por esto, aunque como cristiano Evans está de acuerdo con las afirmaciones que se hacen, como historiador no puede aceptarlas como válidas (y no lo hace).
5
BART D. EHRMAN: Es una pregunta muy interesante. Tenía un poco de curiosidad en escuchar la
respuesta de Craig a la última pregunta, y mi propia pregunta ante esa última y ésta todavía es:
¿encuentra discrepancias en los evangelios o no? ¿Hay discrepancias?
Mi punto de vista acerca de los dichos de Jesús es que en el Nuevo Testamento hay cosas que
Jesús dijo, por supuesto. Pero hay otras cosas en los evangelios que él no dijo. Siempre asumí
que Craig opina lo mismo acerca de este asunto ya que uno de sus libros más conocidos se llama
Authenticating the sayings of Jesus.10 Es un libro que presupone que tenemos que usar los
criterios de la investigación histórica para establecer qué es lo que Jesús realmente dijo.
No pude releer el libro cuando estaba preparando este debate, lamento decirlo, pero sí me las
arreglé para conseguir la propaganda del libro en amazon.com. Y asumo que es precisa cuando
dice que el propósito del libro de Craig es, y cito: “clarificar los procedimientos necesarios para
distinguir entre la tradición que proviene de Jesús, de la tradición e interpretación que proviene
de quienes la transmitieron posteriormente y de los evangelistas”.11
Ahora bien, algo de eso es lenguaje de eruditos, pero no hay ambigüedad en lo que significa:
algunos de los dichos de Jesús en el Nuevo Testamento se remontan a Jesús, algunos fueron
inventados por aquellos que contaban historias acerca de Jesús y algunos fueron inventados por
los escritores de los evangelios. Y por lo tanto creo que Craig y yo estamos de acuerdo en este
punto y si no lo por supuesto lo debatiremos.
Aquello es, en su mayor parte, lo que yo mismo creo. Mi pregunta es: ¿entonces la Biblia es
inexacta en algunas de las cosas que dice que Jesús dijo? Si es así, si es inexacta en algunas
cosas, ¿cómo sabemos que no es inexacta en muchas cosas? Y si es inexacta en muchas cosas,
¿qué nos hace pensar que podemos confiar en ella?
Como historiador estoy absolutamente seguro de que los evangelios contienen dichos que Jesús
no dijo. Una forma de probarlo es apuntar a las discrepancias entre los dichos de un evangelio a
otro lo cual puedo hacer fácilmente y ustedes también pueden hacer por sí mismos. Podríamos de
hecho pasar dos o tres horas aquí sólo para leer la lista de las discrepancias, pero me gustaría 10 Literalmente “autenticando los dichos de Jesús”, o sea probando si son auténticos o no: Chilton, Bruce y Evans, Craig A. (eds.), Authenticating the Words of Jesus, Brill, Boston, 1998.11 “Its purpose is to clarify the procedures necessary to distinguish tradition that stems from Jesus from tradition and interpretation that stem from later tradents and evangelists...” [http://www.amazon.com/Authenticating-Words-Jesus-Bruce-Chilton /dp/0391041630/ref=sr_1_1?ie=UTF8&s=books&qid=1282319851&sr=1-1-spell].
6
usar un enfoque diferente para tratar un tipo de los dichos de Jesús en el par de minutos que me
quedan.
No hay duda de que en el Evangelio de Juan, el cuarto evangelio, Jesús sabe que él es Dios y
explícitamente se llama a sí mismo divino. Jesús dice: “Yo soy el camino, la verdad y la vida;
nadie viene al Padre, sino por mí”,12 pero también dice: “Yo y el Padre uno somos”,13 “antes de
que Abraham fuese, yo soy”.14 Estos son dichos que aparecen solamente en el Evangelio de Juan:
Jesús se llama a sí mismo Dios en el Evangelio de Juan, el más reciente de los evangelios, pero
lo que es sorprendente es que nunca se llama a sí mismo Dios en Mateo, Marcos o Lucas, los
evangelios más tempranos.
Yo no creo que Jesús realmente dijera esas cosas. Y hasta donde sé, tampoco lo hace ningún otro
estudioso bíblico. Conozco a cientos de eruditos bíblicos pero no conozco personalmente a
ningún experto en el Evangelio de Juan, exceptuando a evangélicos extremadamente
conservadores o fundamentalistas, que piense que Juan realmente registró con exactitud todas las
palabras de Jesús. Si Craig cree que sí lo hizo, si cree que Jesús sí anduvo por Galilea y Jerusalén
llamándose a sí mismo Dios, me gustaría que me explicara en un terreno histórico, no teológico
sino histórico, cómo se las arregló Jesús para escapar de ser lapidado por blasfemo. Y más
importante, cómo es que Mateo, Marcos y Lucas no lo registraron llamándose a sí mismo Dios.
¡Ese parece un punto bastante importante! ¿Se les olvidó mencionar esa parte?
¿Y por qué es que donde sea que se lea en el Evangelio de Juan, no importa qué parte lean,
pueden leer las palabras de Juan el Bautista, las palabras de Jesús o las palabras del narrador que
está escribiendo el evangelio, las tres suenan exactamente igual? ¿Cómo pueden tres hombres tan
diferentes sonar de la misma manera y hablar de la misma teología? No importa qué parte de
Juan lean, siempre suena igual. ¿Por qué? Porque en el Evangelio de Juan no estamos
escuchando a tres voces (Juan el Bautista, Jesús y el narrador), estamos escuchando una voz, la
voz del autor. El autor ha modificado las voces de Juan el Bautista y de Jesús para hacerles decir
lo que él quiere que digan. No es la voz de Jesús la que oímos, es la voz del evangelio de Juan, el
autor.
12 Jn 14:6.13 Jn 10:30.14 Jn 8:58.
7
¿Por qué importa esto? Porque la gente en nuestro mundo continúa preguntándose: ¿es Jesús
quien dijo que era? Si leen el Evangelio de Juan, ustedes no se enteran de quién dijo Jesús que
era él, sino de quien Juan decía que era.
PRESENTADOR 2: Dr. Evans, pregunta nº 2: ¿Los Evangelios preservaron con exactitud las
enseñanzas de Jesucristo? Tiene la palabra.
CRAIG A. EVANS: Yo creo que sí. Los expertos no están de acuerdo en muchas cosas y
habitualmente disputan acerca de este punto de aquí o de ése otro de allá, pero la mayoría ha
alcanzado un acuerdo acerca de lo que Jesús proclamaba y en que esa proclamación se encuentra
en los evangelios del Nuevo Testamento.
En su ampliamente aclamado e influyente libro Jesus and Judaism,15 E. P. Sanders resume lo que
llama la visión dominante en la investigación del Nuevo Testamento a fines del siglo XX y
concluye “que podemos saber bastante bien lo que Jesús salió a llevar a cabo, podemos saber
mucho de lo que dijo, y que esas dos cosas tienen sentido dentro del judaísmo del siglo
primero”,16 página 2.
Jesús proclamó la Buena Nueva del dominio de Dios o, como habitualmente lo escuchamos, del
Reino de Dios; él instó a la gente a arrepentirse y responder con fe y obediencia a Dios; les
enseñó a sus seguidores no sólo a amar a Dios con todo el corazón, sino también a amar al
prójimo como a uno mismo. Prácticamente todos los investigadores coinciden en que la
proclamación del Reino de Dios es una tradición sólida, que realmente deriva de Jesús. Los
expertos están confiados en que de hecho ése fue el mensaje de Jesús por su amplia y diversa
atestiguación en nuestras fuentes antiguas. Jesús proclama el Reino de Dios en los cuatro
evangelios del Nuevo Testamento y también continúa encontrando expresión en muchos de los
otros escritos del Nuevo Testamento. No sólo está proclamado el Reino de Dios sino que aparece
en plegarias y parábolas. El ejemplo clásico de lo anterior puede verse en el Padrenuestro, donde
la petición de Jesús dice: “Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga
tu reino. Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo”. En el caso de las parábolas tenemos
muchas en donde Jesús describe aspectos del reino de Dios: ¿qué es el reino de Dios? Es como 15 Sanders E. P., Jesus and Judaism, Fortress Press. Philadelphia, 1985 (Hay trad. cast.: Jesús y el judaísmo, Editorial Trotta. Madrid, 2004).16 “...that we can know pretty well what Jesus was out to accomplish, that we can know a lot about what he said, and that those two things make sense within the world of first century Judaism”. Sanders, op cit., p.2.
8
un hombre que esparce semilla en la tierra (en Marcos 4); o ¿con qué podemos comparar el reino
de Dios?, y así sucesivamente.
Gracias a las fuentes antiguas fuera del Nuevo Testamento los investigadores obtienen un mejor
entendimiento de lo que Jesús quería decir al hablar del reino de Dios y confían en que su
proclamación habría sido apreciada y comprendida por sus contemporáneos. La expresión “el
Reino de Dios” aparece en los comentarios en arameo del Antiguo Testamento que surgieron en
las sinagogas arameo-parlantes de la época de Jesús y después. Esta observación difícilmente
puede causar sorpresa si recordamos que Jesús y sus compañeros galileos hablaban arameo y
frecuentaban sinagogas. Hay muchas apariciones de la expresión “el Reino de Dios” o de “su
Reino” o “tu Reino” en los Manuscritos del Mar Muerto, un total de veinte en un grupo de
manuscritos que tratan de los sacrificios del Sabbath.
¿Hay investigadores competentes que digan que no sabemos lo que Jesús proclamó o que no
tenemos ninguna idea de lo que hizo o de cómo lo vieron sus contemporáneos? ¿Piensan los
estudiosos imparciales que los seguidores de Jesús eran tan ignorantes o deshonestos que fueron
incapaces o que no quisieron proclamar lo que Jesús enseñó? No muchos piensan así. Jesús fue
llamado rabí o maestro y sus principales seguidores fueron llamados discípulos, que en arameo,
hebreo y griego significa “aprendices”. ¿No deberíamos asumir que los “aprendices” aprendían
lo que el rabí enseñaba? Esto no quiere decir que las palabras de Jesús no pudieran ser editadas,
adaptadas, aplicadas, re-aplicadas e incluso re-contextualizadas. Las enseñanzas de Jesús eran
vivas y adaptables en consonancia con la pedagogía de su época. Los discípulos eran aprendices
capaces pero no eran grabadoras, ni tampoco Jesús esperaba que lo fuesen. Jesús esperaba que
fueran capaces de aprender la esencia de su mensaje, que lo creyeran, que lo practicaran y que lo
enseñaran a otros. ¡Y todo indica que sí lo hicieron! ¡Si no lo hubieran hecho es improbable que
la iglesia hubiera llegado a existir!
PRESENTADOR 1: Suena como un evangelista. Pregunta nº 3: ¿Los evangelios preservaron con
exactitud las actividades de Jesucristo?
BART D. EHRMAN: Quiero que presten cuidadosa atención a cómo Craig está formulando sus
respuestas, porque él es un erudito muy listo. Dice que los evangelios concuerdan entre sí en lo
9
esencial y que podemos saber muy bien lo que Jesús dijo. Cita a E. P. Sanders acerca de cómo
sabemos lo que Jesús dijo… E. P. Sanders está de acuerdo conmigo en que hay discrepancias
entre los evangelios y en que hay información poco fiable dispersa a lo largo de los evangelios.
Quiero saber si Craig está de acuerdo conmigo, porque dice que los escritores de los evangelios
adaptaron las palabras de Jesús: eso significa que cambiaron las palabras de Jesús. Si cambiaron
las palabras de Jesús entonces ¿cómo sabemos dónde las cambiaron y dónde realmente estamos
leyendo las palabras de Jesús?
Lo mismo se aplica a los hechos de Jesús. ¿Podemos confiar en lo que los evangelios dicen
acerca de lo que Jesús hizo? Si las historias acerca de Jesús fueron cambiadas en algunas
ocasiones, a medida que los cristianos contaban las historias una y otra vez, a medida que las
adaptaban, ¿cómo sabemos que no las cambiaron considerablemente antes de que los evangelios
fueran escritos? ¿O vamos a creer que los cuatro evangelios son ciento por ciento exactos con
respecto a las actividades de Jesús? Si no son ciento por ciento exactos, ¿cómo sabemos si son
correctos aunque sea en algo? Y si no sabemos qué tan precisos son, ¿por qué deberíamos
confiar en ellos como fuentes históricas?
Mi opinión es que hay absoluta certeza en que los evangelios no dan un relato preciso acerca de
las cosas que Jesús hizo porque, una vez más, hay muchas discrepancias entre los relatos como
ustedes mismos pueden ver simplemente leyéndolos y comparándolos unos con otros: tomen
cualquier historia en cualquiera de los evangelios y compárenlas en detalle, sólo háganlo ustedes
mismos. Compárenla en detalle con la misma historia en otro evangelio. Verán múltiples
diferencias.
Durante la tentación de Jesús, ¿cuál fue la segunda tentación: saltar desde el templo o que se
postrara y adorara a Satanás? Mateo17 dice que la primera, Lucas18 que la segunda. Si uno de los
autores se sintió con la libertad de cambiar los detalles de la historia, ¿cómo sabemos que no se
sintió con libertad para cambiar la esencia de la historia?
¿Jesús montaba un animal en la entrada triunfal a Jerusalén como en Marcos19 o montaba dos
animales como en Mateo?20 ¿Jesús tuvo una extensa conversación en su juicio con Pilato, como 17 Mt 4:5-6.18 Lc 4:5-7.19 Mc 11:7.20 Mt 21:7.
10
en Juan,21 o estuvo en silencio excepto por dos o tres palabras, como en Marcos?22 ¿Cómo
podrían ser las dos? Pero a veces las historias no son diferentes simplemente en detalles menores,
a veces difieren de maneras importantes. Déjenme darles un ejemplo en los minutos que me
quedan.
Camino a su muerte en el Evangelio de Marcos, Jesús está completamente callado. Lleva su cruz,
o más bien Simón de Cirene lleva su cruz, y Jesús no dice una sola palabra. Lo clavan en la cruz
y está en silencio. Cuando está colgando en la cruz los dos bandidos se burlan de él, los que
pasaban se burlaban de él, todo el mundo se burlaba de él y no dice nada, hasta que finalmente
clama: “Eloi, Eloi, ¿lama sabactani?”, “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”23 Y
muere. Ése es el fin de la historia en Marcos. No exactamente, porque luego es levantado de
entre los muertos. Pero, ¿cómo se sentía al final?
Comparen eso con el Evangelio de Lucas. En Lucas, Jesús no está en silencio camino a ser
crucificado. Va a ser crucificado y ve a unas mujeres llorando por él al lado del camino y se
vuelve hacia ellas y les dice: “Hijas de Jerusalén, no lloren por mí, lloren por ustedes y por sus
hijos, por el destino que vendrá sobre ustedes”.24 En el Evangelio de Lucas está más preocupado
por estas mujeres que por su propio destino. Cuando está siendo clavado a la cruz, en el
Evangelio de Lucas, no está en silencio. Dice: “Padre, perdónalos porque no saben lo que
hacen”.25 En el Evangelio de Lucas está colgando en la cruz y tiene una inteligente conversación
con uno de los bandidos: sólo uno de los bandidos se burla de él en Lucas, el otro le dice al
primero que se calle porque Jesús no ha hecho nada para merecer eso, vuelve su cabeza a Jesús y
le dice: “Señor, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino”, y Jesús le responde: “De cierto te
digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”.26 En el Evangelio de Lucas Jesús no se siente
abandonado en la forma en que se siente en Marcos: en el Evangelio de Lucas sabe que está del
lado de Dios, que Dios está detrás de todo el procedimiento; sabe lo que le va a pasar, por qué le
va a pasar, sabe lo que le va a pasar después de que pase todo: va a despertar en el Paraíso y el
bandido va a estar con él. En el Evangelio de Lucas. Y al final en vez de clamar: Dios mío, Dios
21 Jn 18:33-38; 19:9-11.22 Mc 15:1-5.23 Mc 15:34.24 Lc 23:28-29.25 Lc 23:34.26 Lc 23:39-43.
11
mío, ¿por qué me has desamparado?; no dice eso en Lucas. En el Evangelio de Lucas dice:
“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”,27 y muere.
Ésta es una descripción de Jesús yendo hacia su muerte muy diferente de la de Marcos. Por
supuesto lo que todo el mundo hace es tomar la versión de Marcos y la versión de Lucas y
juntarlas en un único gran relato, de forma que Jesús dice todo lo que dice en Marcos, todo lo
que dice en Lucas, después se tira encima lo que dice en Mateo y lo que dice en Juan y ya
completamos las Siete Palabras del Jesús agonizante, que no se encuentran en ninguno de los
evangelios. Ustedes son libres de hacer eso: unirlas poniéndolas todas juntas. Así que la
descripción de Marcos no es correcta, la de Lucas no es correcta: la que está bien es la que
combinaron; pero dense cuenta lo que hicieron: escribieron su propio evangelio en vez de confiar
en cualquiera de los evangelios del Nuevo Testamento. El problema es que los evangelios del
Nuevo Testamento no concuerdan, tanto en los dichos como en los hechos de Jesús.
PRESENTADOR 2: Nº 3, Dr. Evans, el término clave es la exactitud: ¿Los evangelios describen
con exactitud las actividades de Jesús?
CRAIG A. EVANS: Yo sí lo creo. En su libro Jesus y Judaism, si puedo referirme a E. P. Sanders
nuevamente —cuyos puntos de vista no comparto plenamente—, Sanders ha identificado ocho
hechos o actividades de Jesús acerca de los cuales podemos estar relativamente confiados. Los
primeros siete son los siguientes:
1. Jesús fue bautizado por Juan el Bautista.
2. Jesús fue un galileo que predicaba y sanaba.
3. Jesús llamó discípulos e indicó que debían ser doce.
4. Jesús confinó sus actividades a Israel.
5. Jesús se vio envuelto en una controversia acerca del Templo.
6. Jesús fue crucificado en las afueras de Jerusalén por las autoridades romanas.
7. Después de su muerte los seguidores de Jesús continuaron como un movimiento identificable.
27 Lc 23:46.
12
Estos siete hechos o actividades consideran casi todos los eventos significativos relatados por los
evangelios del Nuevo Testamento. Yo agregaría dos más, de mi propia lista: la institución de la
Cena del Señor, cuya antigüedad está atestiguada por Pablo en 1 Corintios 11; y también la
práctica de Jesús de relacionarse y comer con recolectores de impuestos y personas llamadas
pecadores. El por qué los seguidores de Jesús continuaron como un movimiento identificable se
responderá la tarde de mañana, cuando consideremos la resurrección.
La base de la probabilidad histórica de estos eventos se halla en varios criterios que los
historiadores normalmente invocan. Por ejemplo, no es probable que los seguidores de Jesús
inventaran la historia del bautismo: después de todo por qué iría Jesús, que no tenía pecado,
donde Juan cuyo bautismo al fin y al cabo era para perdón de los pecados. La relación de Jesús
con recolectores de impuestos y pecadores está ampliamente atestiguada en los evangelios y de
varias formas, tanto a través de historias como de dichos, y no es demasiado probable que sean el
producto de piadosas invenciones cristianas posteriores a la Pascua de Resurrección.
Sanders y muchos otros expertos no conservadores creen que Jesús fue conocido como un
sanador y que esa es la mejor explicación para su popularidad y su capacidad de arrastrar grandes
multitudes. Una historia es de particular interés: en una ocasión los discípulos le contaron a Jesús
que habían visto un exorcista que expulsaba demonios en nombre de Jesús y que se lo habían
prohibido porque no era uno de los seguidores de Jesús.28 A juzgar por las historias que leemos
en Hechos esto parece reflejar genuinamente la postura de la iglesia primitiva: uno piensa en
especial en los exorcistas profesionales hijos del sacerdote judío Esceva, quienes intentaron un
exorcismo en el nombre de Jesús, y a quienes Pablo predica en Hechos 19. La tentativa termina
en un desastre para los exorcistas,29 la lección es clara: los no cristianos no pueden y no deben
hacer uso del nombre de Jesús. Con todo, en la historia en Marcos 9, Jesús dice a sus discípulos
que no lo prohíban al exorcista que estaba haciendo uso del nombre de Jesús: este sorprendente e
inesperado encargo no deriva de los cristianos, sino de Jesús y de sus discípulos.
Todos los expertos responsables coinciden en que Jesús murió en una cruz romana y la mayoría
está de acuerdo en que la tradición del letrero en que se leía “El Rey de los Judíos” es genuina,
porque ese título difícilmente refleja la comprensión cristiana de Jesús, ni tampoco el epíteto
28 Mc 9:38-41; cf. Lc 9:49-50.29 He 19:13-16.
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“Rey de los Judíos” refleja un uso judío de las palabras. No, el apelativo es romano. La
significancia del letrero ubicado junto a la cruz de Jesús es que entrega evidencia de que Jesús
fue aclamado por sus seguidores como el Rey Ungido de Israel: el Mesías. La ejecución de Jesús
junto con el letrero apoya varios elementos del relato de los evangelios, como la identidad
mesiánica de Jesús y su entrada en Jerusalén en una forma en que recuerda la aclamación real de
Salomón, hijo de David.
Este es el tipo de tareas a las que se dedican los investigadores del Nuevo Testamento para
determinar la autenticidad histórica del material. Ciertamente los resultados varían y los expertos
a menudo discrepan, pero la mayoría sí están de acuerdo con E. P. Sanders en que un núcleo
esencial y suficiente de los grandes eventos y actividades está presentes en los evangelios de
modo que podemos conocer los principales contornos de su vida pública.
PRESENTADOR 1: Pregunta nº 4: ¿Los evangelios contienen tradiciones de testigos oculares?
BART D. EHRMAN: Cuando era un cristiano evangélico que creía en la Biblia, cuando asistía al
Moody Bible Institute, antes de que comenzara en serio mis estudios acerca Nuevo Testamento,
antes de que comenzara a leer en griego y antes de que viera lo que los investigadores serios
tenían que decir sobre el tema, estaba absolutamente convencido de que los evangelios no
solamente contenían tradiciones de testigos oculares sino que habían sido escritos por dos
testigos oculares: Mateo y Juan; y por dos personas que eran compañeros cercanos de testigos
oculares: Marcos y Lucas. El trabajo de investigación intenso tiene la capacidad de hacer
cambiar de opinión acerca de las cosas, pero no quiero que piensen que esta es una razón para no
usar su propio cerebro. Incluso si eres el evangélico creyente en la Biblia más ferviente del
planeta seguramente crees que Dios te dio un cerebro. Usa tu cerebro, Craig y yo estaremos de
acuerdo en esto. Dios te dio un cerebro para que pienses: razona, es por eso que Dios te hizo un
ser humano en vez de una babosa. No temas usar tu inteligencia para encontrar la verdad: la
verdad puede no ser lo que te enseñaron, pero si es la verdad deberías creerla, no huir de ella.
A medida que estudiaba más y más usando mi inteligencia, pero como evangélico también
orando acerca de esos temas, me convencí de que los evangelios no fueron escritos por testigos
oculares, ni por personas que conocían a testigos oculares. El primer punto a considerar es el más
bien obvio de que los evangelios no pretenden ser escritos por testigos: son todos anónimos. Los
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títulos en sus evangelios, “Evangelio según Mateo”, etc., fueron añadidos por editores
posteriores, no puestos allí por los autores originales.
En segundo lugar, ninguno de los evangelios afirma ser escrito por la persona cuyo nombre lleva:
no afirman ser escritos por testigos oculares y no afirman ser escritos por personas llamadas
Mateo, Marcos, Lucas y Juan, ésas son tradiciones posteriores que fueron añadidas a los
evangelios. Estas tradiciones no comenzaron a aparecer sino después de un periodo de cerca de
cien años. Algunos piensan que un líder de la iglesia primitiva llamado Papías se refiere a los
testigos de Marcos y de Mateo, pero de hecho hay razones muy sólidas para pensar que Papías,
que vivía alrededor de los años 120 a 140, no se refiere a nuestro Marcos ni a nuestro Mateo. La
primera vez que alguien se refiere a Mateo, Marcos, Lucas y Juan por su nombre es Ireneo en el
año 180, cien años después de que estos libros fueran escritos.
Mi entendimiento acerca de los evangelios que han llegado a nosotros es que eran anónimos, que
no sabemos sus nombres y que no están construidos en base a testimonios de testigos oculares.
Pero el punto importante al que quiero llegar es que incluso si los evangelios hubieran sido
escritos por testigos oculares o si tuvieran reportes de testigos oculares eso no garantizaría que
fueran exactos. Piensen en nuestro actual sistema legal. ¿Los testigos oculares son siempre
exactos en lo que relatan? Si es así, ¿por qué tenemos juicios en que se llama a declarar a más de
un testigo? Si los testigos oculares fueran siempre cien por ciento exactos en lo que informan no
necesitaríamos tribunales de justicia. Si quisiéramos saber qué pasó simplemente le
preguntaríamos a alguien.
Los testigos oculares no siempre dan toda la información correctamente. Pero incluso si lo
hicieran no importaría, porque los evangelios del Nuevo Testamento no pretenden haber sido
escritos por testigos oculares, y de hecho no lo fueron. Los escritores de los evangelios vivieron
40, 50 ó 60 años después de que Jesús murió. Escribieron los evangelios en griego y la lengua de
Jesús era el arameo. Estos escritores de los evangelios vivían en un país distinto, décadas más
tarde: ¿de dónde sacaron la información? No eran los seguidores de Jesús: no pretenden ser los
seguidores de Jesús, los discípulos. Fueron escritos por personas que vinieron después, décadas
más tarde, y en una lengua diferente. ¿De dónde sacaron la información? Ellos oyeron historias
de Jesús que habían estado en circulación año tras año tras año, década tras década, hasta llegar a
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la época en que los escritores de los evangelios, que vivían en un país diferente y que hablaban
otro idioma, escucharon las historias.
¿Qué les pasa a todas las historias cuando se transmiten oralmente? Cambian. Los escritores de
los evangelios tienen discrepancias entre ellos porque las historias que fueron contadas y vueltas
a contar cambiaron a lo largo del tiempo, y a veces los mismos escritores de los evangelios
cambiaron las historias. Es por eso que hay discrepancias. Es por eso que los expertos pueden
decirles “en general” de qué se trataba Jesús; pueden hacer una lista de las “ocho cosas que Jesús
hizo”, pero no pueden ponerse de acuerdo para darles los detalles. ¿Por qué los expertos no
pueden ponerse de acuerdo? Porque hay tantas discrepancias que los evangelios no son
confiables.
PRESENTADOR 2: Nº 4, Dr. Evans: ¿Los evangelios contienen tradiciones de testigos oculares?
CRAIG A. EVANS: Sí, las tienen. En un libro reciente titulado Jesus and the eyewitnesses30
Richard Bauckham, quien fue por mucho tiempo profesor de Nuevo Testamento en la University
of St. Andrews en Escocia, ha concluido que hay en los evangelios del Nuevo Testamento un
núcleo sustancial de tradiciones de testigos oculares.
Bauckham nos ha recordado la queja hecha algún tiempo atrás por Vincent Taylor en contra de
los críticos de la forma31 más radicales, quienes asumen que la mayoría del material en los
evangelios, tanto los dichos como los hechos de Jesús, fueron inventados por la iglesia como si
no hubiera habido testigos oculares presentes que controlaran esas fabricaciones. Taylor hace el
comentario adecuado al decir, cito: “si los críticos de la forma tienen razón los discípulos deben
haber sido trasladados o llevados al cielo inmediatamente después de la Resurrección”.32
30 “Jesús y los testigos oculares”. Bauckham, Richard, Jesus and the eyewitnesses: the Gospels as eyewitness testimony, William B. Eerdmans Pub. Co. Grand Rapids, 2006.31 La crítica de las formas es un método de investigación histórica que se utiliza para analizar textos del pasado, principalmente la Biblia. La palabra “crítica”, en este caso, y en las siguientes ocasiones en que aparece en el debate, se refiere a aplicar “criterios” o pautas para determinar la validez de las afirmaciones y conclusiones que se hacen respecto al texto. La manera en que la crítica de la forma realiza lo anterior es clasificando unidades de escritura del texto de acuerdo a patrones literarios (por ejemplo, parábolas, historias, anécdotas, himnos u oraciones) separándolas de los elementos introducidos por el redactor y de los necesarios para que la narración escrita funcione (como introducciones, referencias a otros textos, etc.), tratando de identificar cuales provienen de una etapa de transmisión oral anterior al texto escrito, cuál era su forma original y cómo cambiaron a lo largo del tiempo.32 “if the form critics are right the disciples must have been translated or carried up to heaven immediately after the Resurrection”. Bauckham, op. cit., pp. 7.
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Bauckham nos recuerda correctamente que, cito: “los evangelios fueron escritos dentro de la
memoria viva de los eventos que refieren”33. Él argumenta que mucho del material en los
evangelios del Nuevo Testamento puede rastrearse hasta individuos con y sin nombre que
escucharon y asimilaron a Jesús, incluyendo personas que conocieron a Jesús y que fueron
sanadas por él.
Bauckham tiene toda la razón: los críticos de la forma de la variedad más escéptica asumen que
la iglesia primitiva creó dichos libremente y que fueron atribuidos a Jesús a medida que surgían
necesidades y preguntas, ¿pero dónde está la evidencia de esto? Había varios temas
controversiales en la iglesia del siglo primero como los dones espirituales, el lugar de los
gentiles, la Ley de Moisés, el papel de las mujeres, el ordenamiento de la iglesia y los requisitos
para los cargos dentro de la iglesia, ¿pero dónde en los evangelios habla Jesús acerca de ésos
temas? Si la suposición de los críticos de la forma radicales fuera válida uno esperaría que la
iglesia hubiera inventado dichos que trataran de estos asuntos y los pusiera en boca de Jesús.
Pero la iglesia no lo hizo.
Por otra parte el propio Pablo distingue cuidadosamente entre las “palabras del Señor” y sus
propias palabras, pueden consultar esto en 1 Corintios 7. Si el carismático Pablo, que dice que
tiene el Espíritu (1 Corintios 7:40), que ha visto al Señor (1 Corintios 9:1) y que ha recibido
revelación de Él (2 Corintios 12) no confunde su propio entendimiento con los dichos de Jesús,
¿por qué deberíamos asumir que otras lumbreras menores en la iglesia primitiva sí lo hicieron?
La negativa de los evangelistas a aumentar las enseñanzas de Jesús con dichos que respondieran
problemas y preguntas que la iglesia primitiva encontraba da fe del cuidado y respeto con que
eran consideradas las enseñanzas de Jesús.
Como ya he reconocido los evangelistas editaron las enseñanzas de Jesús y a veces las re-
contextualizaron buscando aplicaciones nuevas y quizás más claras y actualizadas, pero no hay
evidencia de invenciones al por mayor. Cerca de fines del siglo primero un joven cristiano
llamado Papías, si puedo volver a él, conoció a cristianos que habían conocido personalmente a
testigos oculares, o por lo menos eso es lo que dice. Aunque la mayor parte de su obra, escrita
cuando era un anciano, como dijo el profesor Ehrman en 120-130 o algo así, está ahora perdida,
varias citas importantes se han preservado. Aunque muchas preguntas permanecen, una lectura
33 “The Gospels were written within the living memory of the events they recount”, Ibídem.
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imparcial de Papías sugiere que había una tradición viva de testigos oculares que, y esto es
debatible, podría de una forma u otra estar vinculada a por los menos dos de los evangelios.
Por favor, comprendan que los escritos del Nuevo Testamento fueron compuestos en el siglo
primero e hicieron uso de materiales, tanto escritos como orales, que datan de la época de la
primera generación de los seguidores de Jesús. Uno no tiene que ser un cristiano conservador o
alguien que sostenga la inspiración o la inerrancia [de los evangelios] para concluir plausible y
razonablemente que los evangelios contienen tradiciones precisas y auténticas de testigos
oculares.
PRESENTADOR 1: Pregunta nº 5. ¿Los arqueólogos e historiadores usan los evangelios como
fuentes?
BART D. EHRMAN: Es muy fácil responder la pregunta de si los arqueólogos usan a los
evangelios como fuentes: la respuesta es un rotundo no. Los arqueólogos excavan para encontrar
restos materiales de la antigüedad y sus excavaciones no se basan en el estudio de textos
literarios como los evangelios del Nuevo Testamento, como cualquier buen arqueólogo les diría.
Pero los historiadores por supuesto sí usan los evangelios como fuentes, principalmente como
fuentes para saber acerca de la vida del Jesús histórico. Tienen que hacerlo porque no existen
otras fuentes que sean confiables; lo cual nos deja frente al problema, ya que las únicas fuentes
que existen son los evangelios y ellos tampoco son confiables.
No hay duda de que el Jesús histórico es la persona más importante en la historia de la
civilización occidental, no hay ninguna duda de eso, en mi opinión. Pero lo desafortunado en
cuanto a Jesús es que tenemos muy escasa documentación acerca de su vida. La mayoría de las
personas no se da cuenta de esto pero Jesús no es mencionado jamás en ninguna fuente no
cristiana, griega o romana, hasta ochenta años después de su muerte. No hay en esas fuentes
ningún registro de que Jesús haya vivido: en todo el primer siglo cristiano Jesús no es
mencionado ni por un solo historiador, experto en religión, político, filósofo o poeta, ni griego ni
romano. Su nombre no aparece en ninguna inscripción y no se encuentra en ningún trozo de
correspondencia privada. Cero referencias. La primera vez que Jesús es mencionado en una
fuente romana o griega es por el gobernador romano de una provincia en Asia Menor llamado
Plinio, en el año 112, ochenta años después de la muerte de Jesús, e incluso allí Plinio ni siquiera
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lo llama Jesús, simplemente se refiere a su nombre Cristo de pasada. Esa es la única referencia
en ochenta años desde la muerte de Jesús. Jesús es mencionado dos veces muy, muy brevemente
por el historiador judío Josefo en el año 93, más de sesenta años después de su muerte, pero no
es mencionado en lo absoluto por ninguna otra fuente judía del siglo primero. Si se quiere saber
acerca de Jesús hay que acudir a las fuentes cristianas, ¡no hay elección!
La fuente cristiana más temprana es el apóstol Pablo pero, para sorpresa de muchos lectores de la
Biblia, Pablo apenas dice algo acerca de las palabras y hechos de Jesús mientras estaba vivo:
dice mucho acerca de la muerte y resurrección de Jesús, pero casi nada de sus palabras y hechos
mientras estaba con vida, lo que significa que si se quiere saber acerca de las palabras y hechos
de Jesús las fuentes más tempranas son los evangelios, pero estos están llenos, absolutamente
llenos de discrepancias, imprecisiones históricas, errores, contradicciones, historias que han sido
cambiadas, re-cambiadas y vueltas a cambiar en el proceso de narrar y re-narrar; antes de que los
escritores de los evangelios, que vivieron cuarenta, cincuenta o sesenta años después de la vida
de Jesús, pudieran escribirlas.
Craig dijo que los testigos oculares todavía estaban vivos, así que podían revisar la exactitud de
las historias que se contaban: nunca he comprendido ese argumento pese a que lo he escuchado
por cuarenta años. El cristianismo comenzó como un pequeño grupo de seguidores de Jesús en
Jerusalén, justo después de su muerte. Treinta años después había comunidades cristianas
establecidas a lo largo de muchas de las zonas urbanas del Imperio Romano. Había iglesias
cristianas en Palestina, en Siria, en Asia Menor que hoy conocemos como Turquía, en Grecia, en
Roma, posiblemente en el norte de África, casi con certeza en Alejandría de Egipto. Cientos de
personas se convertían, miles de personas se convertían: ¿cómo eran convertidos? Por gente que
contaba historias acerca de Jesús.
¿Quién contaba las historias? Si yo te convierto a ti y tu conviertes a tu esposa y tu esposa
convierte a tu vecina y tu vecina convierte a su esposo y el esposo convierte a su socio
comercial, el que va a otra ciudad y convierte a su socio, ¿quién está contando las historias:
acaso son los testigos oculares? ¿Están los doce apóstoles de Jesús hablando con cada uno de
quienes están contando las historias diciéndoles: “asegúrate de que la entendiste bien”? Los
testigos oculares probablemente están en Jerusalén. ¿Dónde están los testigos oculares en Éfeso?
¿Dónde están los testigos oculares en Tarso? ¿Dónde están los testigos oculares en Alejandría?
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No están allí. Las historias fueron cambiadas y vueltas a cambiar a lo largo de los años, de modo
que los historiadores tienen que usar estos evangelios muy cuidadosa y críticamente, porque no
contienen informes de testigos oculares y no podemos asumir que lo que dicen sea
históricamente correcto.
PRESENTADOR 2: Dr. Evans, la inspiración para esta pregunta vino de Gary Habermas y su
reciente libro, en donde dice que podemos reconstruir de sesenta a sesenta y cinco eventos de la
vida de Cristo, sin agrietar el Nuevo Testamento, a partir de veinte fuentes extra bíblicas.
Pregunta nº 5: ¿Los arqueólogos e historiadores usan los evangelios como fuentes?
CRAIG A. EVANS: Esta es una pregunta muy interesante. En años recientes le he dado alguna
consideración, principalmente por la controversia que rodea al hacer uso de los evangelios y las
fuentes relacionadas con los evangelios que están fuera del Nuevo Testamento. Entre éstos se
encuentra el Evangelio de Tomás, una colección siria de dichos de Jesús del siglo segundo, que
algunos expertos piensan puede datarse en su totalidad o en parte en el siglo primero. Otro es el
Evangelio de Pedro, un relato de la crucifixión y muerte de Jesús del siglo segundo que contiene
algunos elementos fantásticos e incluso estrafalarios y que, una vez más, algunos expertos
piensan que puede datarse en parte en el siglo primero.
Un libro editado por el profesor del Princeton Seminary Dr. James Charlesworth, titulado Jesus
and Archaeology34 fue publicado en 2006. Es un libro de gran tamaño, con treinta y un
contribuyentes y consta de alrededor de 750 páginas. Varios de los contribuyentes son
arqueólogos, algunos son judíos. En el índice de inscripciones y de literatura antigua cuento más
de mil referencias a Mateo, Marcos, Lucas, Juan y Hechos. Hay sólo doce referencias al
Evangelio de Tomás, todas ellas por un solo autor, todas en alusión a un retrato literario de Jesús,
nada que tenga que ver con arqueología o historia; hay sólo una referencia al Evangelio de Pedro
y tres referencias al Evangelio de los Hebreos.
Las pocas referencias a estos evangelios extra-canónicos contrastan agudamente con las muchas
alusiones a los escritos del Nuevo Testamento. Veintiocho de los treinta y un autores que hablan
de Jesús, arqueología e historia en el periodo antes de 70 d.C. dicen no ver la utilidad de explorar
los evangelios extra-canónicos incluyendo el discutido Evangelio de Tomás. Quizá estos
34 “Jesús y la Arqueología”: Charlesworth, James (ed.), Jesus and Archaeology, William B. Eerdmans Pub. Co. Grand Rapids, 2006.
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expertos están equivocados y deben volver a estudiar estos evangelios, especialmente Tomás,
pero no lo creo así. ¿Por qué se justifica omitir a Tomás y los otros? Se justifica porque Tomás y
los otros no entregan información acerca de las realidades de Israel antes del año 70, el mundo en
el cual vivieron Jesús y sus discípulos.
Estos historiadores y arqueólogos hacen uso de cualquier material que pueda ayudar a sus
investigaciones: usan a Josefo, los Manuscritos del Mar Muerto y los escritos del Nuevo
Testamento. No usan los evangelios de Pedro, de Tomás y otros evangelios extra-canónicos
como los evangelios gnósticos. Me parece que este es un punto muy decidor. Los arqueólogos e
historiadores ignoran a Tomás y los otros porque no ayudan, no entregan información precisa
acerca de cómo fueron realmente las cosas en el Israel del siglo primero, la tierra de Jesús y de
sus seguidores: nunca he conocido a un arqueólogo que diga que supo dónde excavar o que
tuviera que preguntarse dónde ubicarse a causa del Evangelio de Tomás.
¿Por qué los arqueólogos e historiadores dependen tanto de Mateo, Marcos, Lucas, Juan y
Hechos? Lo hacen por varias razones, la primera la tocó el profesor Ehrman: estos escritos son
más tempranos. Datan del siglo primero, los evangelios sinópticos fueron escritos cuando los
testigos oculares todavía vivían y, como ha argumentado Richard Bauckham, las fuentes de los
evangelios fueron modeladas por el testimonio de los testigos oculares. Y de eso es de lo que
estamos hablando: los evangelios del Nuevo Testamento no son lo que se rumoreaba entre
algunos cristianos que Jesús tenía que haber dicho, digamos en el norte de África a fines del siglo
primero.
¿Cómo sabemos que los evangelios del Nuevo Testamento datan del siglo primero? Bueno, las
historias de los evangelios se mencionan en los escritos de Pablo, en los años 50 y 60, las
enseñanzas de los evangelios son citadas o aludidas en 1 Clemente en los 90’s y también en las
cartas de Ignacio, escritas alrededor del 120. Las tradiciones acerca de la autoría de estos escritos
están relacionadas con los fragmentos de Papías, quien escribe, como ya he mencionado,
alrededor de 130-140.
En segundo lugar hay corroboración histórica entre los evangelios del Nuevo Testamento y otras
fuentes tempranas: varios eventos y personajes mencionados en los evangelios y en Hechos son
también mencionados en otros relatos históricos como los escritos de Josefo. Además algunas de
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las enseñanzas atribuidas a Jesús han mostrado ser consistentes con ideas judías en circulación en
el periodo anterior al surgimiento de la iglesia, como vemos en algunos de los Manuscritos del
Mar Muerto. Esto es exactamente lo que deberíamos esperar si los evangelios registraron las
enseñanzas de Jesús y no las ideas de la iglesia posteriores a la Pascua de Resurrección.
En tercer lugar los evangelios y Hechos muestran verosimilitud arqueológica y cultural, es decir,
son parecidos a la forma en que las cosas realmente fueron. Los evangelios del Nuevo
Testamento y Hechos hablan acerca de personas reales como Poncio Pilato, Herodes Antipas,
Anás, Caifás, Herodes Agripa I, Herodes Agripa II, y gobernadores romanos como Félix y Festo;
y de eventos reales como la dolorosa muerte de Agripa I. Hablan de lugares reales: ciudades,
caminos, lagos, montes, ríos, que se reconocen a través de la arqueología o simplemente
visitando Israel, Turquía y Grecia. Hablan de costumbres reales como la Pascua, asuntos de
pureza, la observancia del Sabbath; de instituciones reales como la sinagoga y el Templo; de
ocupaciones reales como sacerdotes, recolectores de impuestos, centuriones romanos, y de
creencias reales como las de los fariseos y saduceos.
En cuarto lugar los evangelios y Hechos muestran verosimilitud lingüística: aunque están
escritos en griego los evangelios reflejan influencias del arameo y del hebreo en muchos lugares,
como deberíamos esperar si en realidad preservaron las palabras de Jesús y sus discípulos, que
hablaban en arameo. Figuras del lenguaje, gramática y vocabulario: lo que deberíamos esperar si
los evangelios y Hechos realmente preservaron las palabras de judíos de principios del siglo
primero.
Todavía más, los evangelios y Hechos exponen genuina topografía, geografía y clima. Lo que
describen es cierto para los lugares en donde dicen que los eventos ocurrieron.
En resumen, es esta verosimilitud en asuntos de lenguaje, topografía, cultura e historia, a menudo
corroborada por otras fuentes, lo que da a historiadores y arqueólogos la certidumbre en los
evangelios del Nuevo Testamento y Hechos son fuentes en las que debería confiarse al
investigar. Y, por supuesto, cuando los arqueólogos lograr descubrir la aldea que buscan
agradecen a los evangelios y a Hechos, y esto sólo aumenta su confianza (y la nuestra) en que los
evangelios y Hechos son fuentes fidedignas.
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PRESENTADOR 1: Pregunta 6. ¿Los evangelios fueron preservados fielmente a través de los
siglos?
BART D. EHRMAN: Esta es una tremenda pregunta, en la cual he estado interesado por un tiempo
muy largo. Mi primer interés por esta pregunta en particular, acerca de la correcta preservación
de los evangelios, comenzó cuando era estudiante en el Moody Bible Institute. En el Moody
Bible Institute yo creía, como lo hacían mis profesores, que la Biblia no tenía ningún error en los
autógrafos, en otras palabras que los originales del Nuevo Testamento no tenían errores en ellos,
si bien las copias subsiguientes del Nuevo Testamento podían tener errores.
El problema es que no tenemos los originales del Nuevo Testamento. Lo que tenemos son miles
de copias del Nuevo Testamento que fueron hechas, en la mayoría de los casos, siglos más tarde.
No tenemos los originales, tenemos copias hechas siglos más tarde. Estas copias que fueron
hechas siglos después contienen numerosos errores, miles de errores, decenas de miles de
errores, cientos de miles de errores. Esto era un problema para mí en el Moody Bible Institute, y
decidí que quería aprender más acerca de los manuscritos griegos del Nuevo Testamento. Fui al
Princeton Theological Seminary y estudié con el mayor experto en la materia: Bruce Metzger.
Dediqué años de mi vida a ese estudio; este ha sido el núcleo de mis investigaciones durante los
últimos treinta años. En algún punto llegué a darme cuenta que mi creencia en que los autógrafos
no tenían errores no tenía sentido. Si Dios inspiró la Biblia sin errores, ¿por qué no la preservó
sin errores? No pude pensar en una buena respuesta entonces y todavía no se me ocurre una
buena respuesta, aunque creo que he escuchado todas las respuestas que se han propuesto. Ya no
pude creer que Dios había inspirado los originales porque estaba seguro de que no había
preservado los originales.
Déjenme decirles ahora mi opinión acerca de esta situación, de si podemos saber si los
evangelios se han preservado fielmente a través del tiempo, y voy a tratar de ilustrarlo
explicándoles cómo funciona. Tomen el Evangelio de Marcos. Cuando Marcos fue escrito,
digamos que fue escrito en el año 65 o en el año 70, en la ciudad de Roma, por ejemplo, no sé
dónde fue creado; quienquiera que escribió Marcos lo puso en circulación y alguien copió el
Evangelio de Marcos. Alguien copió esa copia y luego alguien copió la copia de la copia de la
copia, y después alguien copió la copia de la copia de la copia de la copia. Y no tenemos ninguna
de esas copias. Todos los que copiaron el texto cometieron errores. La primera copia que
23
tenemos de Marcos probablemente data de alrededor del año 220, o sea, 150 años después de que
Marcos fue escrito por primera vez. Nuestra primera copia completa de Marcos es del año 350,
280 años después de Marcos. Tenemos muchas copias de periodos más tardíos, tenemos muchas
copias de mil años después de Marcos; pero cuando se comparan estas copias son todas
diferentes unas de otras. Y lo que llama la atención es que entre más temprano es el manuscrito
en que se busca más diferencias se encuentran. Las primeras copias son las que más errores
tienen.
¿Qué pasaría si encontráramos copias que fueran incluso anteriores? La única evidencia que
tenemos es la que ha sobrevivido que sugiere que en el primer periodo de copiado fue donde más
errores se cometieron. ¿Cuántos se cometieron el primer mes? ¿O el primer año? ¿O la primera
década? ¿Cuántos errores se cometieron en la copia de la copia de la copia que sirvió para copiar
las copias que tenemos ahora? No tenemos ninguna forma de saberlo. Si Craig piensa que sí
tenemos forma de saber cuánto fue cambiado un evangelio durante los primeros cien años
quisiera saber cuál es la respuesta, porque he trabajado en este problema por treinta años y no
conozco ninguna, ni nunca he visto una buena explicación.
No se puede alegar que tenemos muchas copias de Marcos y por lo tanto sabemos lo que estaba
originalmente en Marcos; todas esas copias son de muchos siglos después de que Marcos fuera
escrito. ¿Cómo sabemos que esas copias provienen de una copia correcta en lugar de una copia
con errores si todas nuestras primeras copias tienen una gran cantidad de errores? A veces oirán
decir a apologistas cristianos que el Nuevo Testamento es el libro mejor atestiguado de la
Antigüedad y que por lo tanto pueden confiar en el. Es cierto que es el libro mejor atestiguado de
la Antigüedad, ¡pero esos testimonios son de mil años más tarde! No tiene sentido decir que se
puede confiar en él porque está bien atestiguado: si estuviera bien atestiguado se podría decir lo
que el Nuevo Testamento decía originalmente; pero si se debe confiar en el o no es otro asunto.
Pero la realidad es que tenemos muchos manuscritos tardíos de Marcos y de cada uno de los
libros del Nuevo Testamento, no tenemos los primeros y los más tempranos que tenemos están
llenos de errores.
PRESENTADOR 2: Pregunta nº 6. ¿Los evangelios fueron preservados fielmente a través de los
siglos? Dr. Evans.
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CRAIG A. EVANS: Si ustedes asistieran a las conferencias de los viernes y los sábados en el
Midwestern Baptist Seminary, conocerían a varios otros renombrados críticos textuales35 que
conocen este tema mejor que yo, y sospecho, lo conocen tan bien como el profesor Ehrman, y
oirían de ellos una respuesta muy diferente de la que acaban de escuchar. Pero aquí está la que he
escrito.
Creo que los evangelios han sido correctamente preservados a lo largo de los siglos, aunque
supongo que algunos escépticos podrían decir algo de este estilo: “no tenemos los originales de
Mateo o de las cartas de Pablo o de cualquier libro del Nuevo Testamento. Lo que tenemos son
copias de estos libros, la mayoría de las copias de cientos de años después de los originales y
todas tienen diferencias en ellas. Los escribas cambiaron los evangelios para reflejar su propias
opiniones”, etc. Ejemplos de esto podrían incluir, supongo, Lucas 22:43-44 que nos dice que un
ángel asistió a Jesús mientras oraba en Getsemaní y que su sudor era como gotas de sangre que
caían de su frente. Nuestros manuscritos más antiguos no tienen estos versículos, todavía más,
nada parecido a estos versículos aparece en los otros evangelios. Los críticos textuales y
comentadores sospechan que estos versos representan un desarrollo posterior hecho por un
escriba, un embellecimiento dramático de la escena o incluso una actualización del estatus
divino de Jesús. En su edición del Nuevo Testamento en griego, Bruce Metzger y sus colegas
correctamente ubicaron estos versículos entre corchetes, indicando que dudaban mucho que
estuvieran en el original. Concuerdo con su decisión. Si todos estamos de acuerdo y sacamos
estos versos del Evangelio de Lucas, ¿hemos perdido algún elemento significativo de la historia
de la Pasión? ¿O del estatus divino de Jesús, que se enseña tan claramente en otros lugares? No.
El final del Evangelio de Marcos parece haberse perdido. Me refiero a los últimos 12 versículos,
lo que en la versión King James36 se presenta como Marcos 16:9-20. Los comentadores de
Marcos están divididos entre si Marcos tenía o no una narrativa de la Resurrección: algunos
piensan que Marcos terminaba en el verso 8, otros piensan que continuaba. Yo me inclino a
pensar que Marcos continuaba porque en todos los casos en el Evangelio de Marcos las
predicciones de Jesús se cumplen, y el predijo que sería resucitado y aparecería a sus discípulos.
Robert Gundry, quien es un comentador de Mateo y Marcos, piensa que parte del final perdido 35 La crítica textual busca establecer el texto original de un escrito eliminando los errores, omisiones o añadidos que se hayan producido durante la transmisión manuscrita.36 La versión más común entre los cristianos evangélicos en inglés, equivalente a la Reina-Valera por antigüedad y tradición.
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de Marcos se encuentra en Mateo 28. En cualquier caso, sea lo que sea que decidamos, los otros
tres evangelios narran apariciones de la Resurrección y también Pablo, cuya confesión de fe nos
recuerda que Jesús fue enterrado y que fue resucitado al tercer día; y 1 Corintios 15:4 es muy
antiguo, tanto que antecede a los evangelios. La pérdida del final de Marcos es quizá frustrante,
pero difícilmente puede arrojar dudas sobre la historia de la Resurrección, sin la cual la iglesia
nunca hubiera llegado a existir.
Otro famoso problema textual es el de la mujer atrapada cometiendo adulterio y que es llevada
ante Jesús, quizás para ser juzgada. Tradicionalmente el pasaje se encuentra en Juan 7:53-8:11,
pero nuestros manuscritos más antiguos, que se remontan al final del siglo segundo, no tienen
este pasaje. Pasan desde Juan 7:52 a 8:12 sin interrupción; el pasaje aparece en otros lugares de
Juan en algunos manuscritos tardíos e incluso aparece en Lucas en uno o dos manuscritos
posteriores. La mayoría de los expertos están de acuerdo en que la historia no es original de Juan;
debaten si es auténtica, algunos están a favor, otros en contra: yo mismo no estoy seguro. Si
decidimos que no es original de Juan y que tampoco es auténtica, ¿qué hemos perdido?
Ciertamente perdemos una hermosa historia pero ninguna teología ni ninguna información
importante acerca de Jesús, porque sabemos por muchos otros pasajes que Jesús se acercaba a los
pecadores y les ofrecía el perdón.
Podemos mencionar varios otros pasajes en donde hay variaciones menores pero, nuevamente,
ninguna afecta la fe cristiana en alguna forma significativa. Los expertos competentes conocen la
realidad de la copia a mano de manuscritos: aunque ningún manuscrito de cualquier longitud está
libre de errores, de un tipo o de otro, la mayoría de estos errores no son tan importantes, como
faltas de ortografía o irregularidades gramaticales, o palabras o frases que por accidente o en
forma intencional se omitieron o añadieron.
Tenemos más de 5400 manuscritos que son anteriores a la imprenta de Gutemberg, unas cuatro
docenas de ellos son del siglo segundo y tercero. El papiro P52, un pequeño fragmento de Juan
18, puede datar de una fecha tan temprana como el año 120. Si es así significa que tenemos un
fragmento de un texto que fue copiado cuando con toda probabilidad el original del Evangelio de
Juan, el autógrafo, que probablemente data de mediados de los años 90, todavía existía y quizá
todavía estaba en circulación. Por cierto el profesor Ehrman se refiere a muchas copias que
introducían nuevos errores, pero también muchas copias corregían errores que los escribas
26
anteriores habían cometido. Tengo más que decir acerca de este asunto, pero lo dejaré para el
final.
PRESENTADOR 1: Pregunta nº 7, nuestra pregunta final. ¿Los errores de los escribas y las
variantes textuales afectan significativamente alguna enseñanza de Jesús, o alguna enseñanza
cristiana de importancia?
BART D. EHRMAN: Déjenme comenzar diciendo que cuando Craig dice que la siguiente postura
es la postura de los escépticos: que no tenemos los originales, que sólo tenemos copias, que las
miles de copias tienen miles y decenas de miles de errores; cuando llama a esto la opinión de los
escépticos, es cierto que es la opinión de los escépticos y es también la opinión de los no
escépticos: es la postura de todo experto que trabaja en este campo, incluyendo a Craig. Todos
estamos de acuerdo en que no tenemos los originales, que tenemos miles de copias y que las
miles de copias tienen decenas sino cientos de miles de diferencias entre ellas. ¿Importan estas
diferencias o son todas insignificantes?
¿Dijo Jesús: el que esté libre de pecado que arroje la primera piedra?37 Es un maravilloso y
conocido dicho de Jesús, pero se basa en una variante de un escriba que es un error. No estaba
originalmente en los evangelios del Nuevo Testamento, como Craig nos acaba de decir. ¿Dijo
Jesús: tampoco yo te condeno, vete y no peques más?38 Y bien, ¿es importante si Jesús lo dijo o
no? Resulta que está sólo en una variante textual que no estaba en el Nuevo Testamento
original.39
¿Dijo Jesús: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere
bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”?40 Se encuentra sólo en una
variante textual.41
37 Juan 8:7.38 Juan 8:11.39 Esta conclusión se basa entre otros puntos en: a) la historia no se encuentra en los más antiguos y mejores manuscritos disponibles: no está en el papiro P66 (una copia casi completa del Evangelio de Juan de cerca del año 200), el papiro P77 (de principios del siglo tercero) ni en los códices Sinaiticus ni Vaticanus (copias casi completas del Nuevo Testamento que datan del siglo cuarto); b) el estilo de escritura (la forma particular del autor de usar el lenguaje escrito) de la historia de la adúltera es muy diferente de lo que se encuentra en el resto de Juan; c) incluye muchas palabras que no se encuentran en ninguna otra parte de Juan; d) no es mencionada ni comentada por ningún escritor cristiano hasta una fecha tardía; e) la continuidad del texto mejora pasando directamente desde Jn 7:52 a 8:12.40 Mc 16:15-16.41 Respecto al pasaje en cuestión (Mc 16:9-20, como mencionó Evans) algunas de las consideraciones que se hacen para no considerarlo original de Marcos son que no se encuentra en los mejores manuscritos conservados (por
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“Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán
nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño;
sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.”42 ¿Importa si Jesús lo dijo? Ciertamente le
importa a un grupo de cristianos en las montañas Apalaches que practican el tomar serpientes
con las manos como parte del culto.
¿Jesús dio el Padrenuestro completo o sólo la mitad, como en Lucas?43 ¿Es importante o no?
Depende de cuál manuscrito lean. ¿Y otras variantes textuales son importantes? ¿Es importante
si la doctrina de la Trinidad se enseña explícitamente en el Nuevo Testamento? El único verso
que está cerca de enseñarla directamente es 1 Juan capítulo 5, versículos 5-8: “Porque tres son
los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno”.
¿Es importante si estaba en el Nuevo Testamento?
¿Es importante si el Evangelio de Juan llama a Jesús el único Dios, o no? Se basa en una variante
textual.44 ¿Es importante si el Evangelio de Lucas enseña la doctrina de la expiación o no?45 La
opinión de que Jesús murió por el bien de otros depende de una variante textual.46 ¿Es importante
si Jesús estaba en una agonía tal antes de su arresto que sudó sangre?47 Se encuentra en una sola
variante textual del Evangelio de Lucas.
ejemplo en el Codex Sinaiticus que termina directamente en Mc 16:8); que el estilo de escritura es diferente al resto de Marcos; que el cambio desde Mc 16:8 a Mc 16:9 presenta algunas dificultades, por ejemplo que María Magdalena es presentada nuevamente pese a que ya había sido mencionada en 16:1 (parece como si dos historias originalmente separadas hubieran sido unidas en una segunda instancia de escritura); la presencia en algunos manuscritos de un final alternativo llamado “final corto” de Marcos, lo que indicaría que el final que leemos en 16:9-20 es sólo uno de por lo menos dos de los finales que se propusieron ante la dificultad de terminar el evangelio en 16:8.42 Mc 16:17-18.43 Lc 11:2-4, cf. Mt 6:9-13.44 Ehrman se refiere a Jn 1:18, pasaje en que los manuscritos se dividen entre “Hijo” y “Dios”; la versión Reina-Valera (1960 y 1995) traduce “el unigénito Hijo”, lo que concuerda con otros pasajes en los que se usa esta frase (Jn 3:16 y 3:18); mientras que la Nueva Versión Internacional traduce “el Hijo unigénito, que es Dios” lo cual parece una postura comprometida entre ambas variantes (aunque se indica como nota al pie tanto que la que se sigue es “Dios unigénito” como la existencia de la alternativa “Hijo unigénito”).45 Lc 22:19.46 Los argumentos de Ehrman respecto a este punto se basan en la presencia de manuscritos que no contienen Lc 22:19b, la dificultad de que ese pasaje haya sido dejado fuera por accidente en esos manuscritos y, principalmente, que la expiación no es la interpretación de Lucas para la muerte de Jesús: en Lucas (y Hechos) Jesús muere, siendo inocente, para que las personas reconozcan su culpa ante Dios y se arrepientan (por ejemplo Hechos 3:13-15; 14:27-33; 14:38-39); vid. Ehrman, Bart, D., Misquoting Jesus: the Story Behind Who Changed the Bible and Why, HarperSanFrancisco. New York, 2005, pp. 166-167.47 Lc 22:43-44.
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¿Es importante que palabras, líneas, párrafos y páginas enteras hayan sido dejados fuera por
algunos escribas? ¿Es importante que haya numerosos lugares del Nuevo Testamento en donde
los expertos no pueden decidir qué es lo que decía el texto original? ¿Importa que haya lugares
donde nunca sabremos lo que decía el autor original? ¿Importa eso o no? Muchos eruditos
evangélicos afirman que no importa pero yo no les creo, porque estos expertos dedican su vida a
estudiar los manuscritos en griego. ¿Por qué harían eso si no es importante? Prestigiosos
seminarios evangélicos gastan cientos de miles de dólares en proyectos para estudiar estos
manuscritos, ¿por qué hacen eso si no es importante? Sí es importante.
¿Es la Biblia una guía digna de confianza y fidedigna? Si es así, ¿qué pasa si no podemos saber
lo que decía originalmente? Para algunas personas estos hechos no importan, si eres uno de ellos
perfecto. Pero si eres alguien a quien sí le importa te insto a empezar a leer y pensar acerca de los
evangelios del Nuevo Testamento como los expertos con sentido crítico los han descrito.
PRESENTADOR 2: Dr. Evans, pregunta final: ¿Los errores de los escribas y las variantes textuales
impactan significativamente alguna enseñanza de Jesús, o alguna enseñanza cristiana de
importancia?
CRAIG A. EVANS: Existen diferentes niveles de importancia. Por supuesto que nosotros los
eruditos nos preocupamos de los detalles, algunos dirían por banalidades de interpretación, etc.
Nos encanta encontrar nuevos manuscritos, de hecho festejamos el descubrimiento de una nueva
variante porque nos da la oportunidad de escribir otro artículo erudito en una revista famosa
Pero mi punto es que hay diferentes niveles de importancia: sí, todo es importante. Nada me
gustaría más que encontrar otro manuscrito y estaría muy decepcionado si fuera más de lo
mismo, sin ninguna variante nueva: ¡denme un par de variantes frescas, eso sería emocionante!
Pero el punto de la pregunta es: ¿los errores de los escribas y las variantes textuales tienen
impacto en alguna enseñanza de Jesús o en alguna enseñanza cristiana de importancia? No, no la
tienen.
Es el gran número de manuscritos, la gran antigüedad de muchos de ellos y la concordancia en
las palabras lo que lleva a la mayoría de los críticos, entre ellos a Bruce Metzger, a concluir que
29
las ediciones críticas del texto griego en uso hoy en día, y aquí escucharán distintos números, 98
por ciento, 99 por ciento y algunos porcentajes menores, coinciden con los originales. Tengo que
hacer notar que la traducción del Nuevo Testamento de la versión King James de 1611 se basa en
el texto griego editado por Erasmo en su primera edición de 1516, él editó dos o tres más con
posterioridad. La mayoría de sus manuscritos en griego, y de los cuales sólo tenía unos pocos,
datan de los siglos doce y trece: no son muy antiguos, por lo menos para los estándares de hoy.
Para los estándares de hoy son más bien recientes, ya que en los últimos 500 años, desde la
primera edición de Erasmo, hemos recuperado miles de textos incluyendo copias completas del
Nuevo Testamento en griego que datan del siglo cuarto, algo así como ocho siglos más antiguos
que aquellos con los que Erasmo tuvo que trabajar. También tenemos porciones sustanciales del
Nuevo Testamento que se remontan a fines del siglo segundo. Lo que hemos encontrado en un
texto notablemente estable. Ninguna enseñanza cristiana de importancia se ha visto afectada por
el descubrimiento de estos textos mucho más antiguos, textos que nos remontan a un siglo más o
menos de los escritos originales.
Sólo para comentar brevemente la observación acerca de 1 Juan 5, es cierto: algunos escribas
alteraron 1 Juan 5, versículos 7 y 8 para hacerlos reflejar la enseñanza de la Trinidad, eso es
innegable, incluso el mismo Erasmo lo sospechó.48 Y, por supuesto, ya que hemos encontrado
manuscritos más antiguos ese texto alterado desaparece y lo que ustedes ven en sus Biblias, a
menos que sea una edición antigua de la versión King James, lo refleja.49 Pero de hecho la
doctrina de la Trinidad es anterior a la variante: fue la doctrina de la Trinidad la que creó la
variante, no a la inversa. La variante de 1 Juan 5 no creó a la Trinidad; la Trinidad se forjó en su
mayoría a partir de deducciones acerca de diversos pasajes que se ocupan de la divinidad de
Jesús y la naturaleza de Dios, etc.
Recuerden que los grandes concilios en la historia de la iglesia tuvieron lugar en los siglos
cuarto, quinto y sexto; los vigorosos debates teológicos que ocurrieron en esos concilios podrían
haber otorgado el motivo para ajustar el texto aquí o allá, para encontrar apoyo para la posición
propia. Por lo tanto, el encontrar manuscritos que precedan a estos grandes concilios donde se
forjaron temas cruciales relacionados con la cristología y la Trinidad sería importante. Así 48 Metzger B. y Ehrman B., The Text of the New Testament: its transmission, corruption, and restoration, Oxford University Press. New York, 2005, pp. 146-148.49 Lo mismo ocurre con la Nueva Versión Internacional y la Traducción en lenguaje actual (TLA) que sí muestran el cambio y la Reina-Valera (1960 y 1995) que no lo hace.
30
sabríamos si el texto del Nuevo Testamento griego fue alterado por intereses teológicos. Bien,
hemos encontrado varios manuscritos que son anteriores a estos concilios. ¿Qué hemos
encontrado? El mismo texto. Ciertamente hay muchas variantes menores pero, sin embargo, es el
mismo texto. No encontramos una visión diferente de Dios en los textos anteriores a los
concilios, o un Jesús distinto, ni un entendimiento diferente de la salvación y la expiación. Lo
que encontramos es el mismo texto.
PRESENTADOR 1: Una última observación, comenzamos con usted Dr. Ehrman.
BART D. EHRMAN: Está bien, muchas gracias. Quiero agradecer a Craig por este animado
debate; fue un debate muy interesante para mí, espero que para ustedes también. Quiero
agradecer también al Pastor de la First Family Church por acogerlo y quiero agradecer a todos
ustedes por estar atentos y ser respetuosos con alguien que se siente como si lo hubieran arrojado
al foso de los leones… sin ofender.
En nuestra última pregunta llegamos al punto de si los evangelios son confiables o no. Mi
opinión es que los evangelios tienen errores, discrepancias, contradicciones, errores factuales,
alteraciones textuales, adiciones, omisiones y corrupciones en ellos. Esta no es únicamente la
opinión de un profesor particularmente liberal que enseña en Chapel Hill. Sé que parezco muy
liberal: cuando hablamos del formato de este debate pedí que me dieran el estrado de la
izquierda. El punto de vista que defiendo no es sólo el punto de vista de un profesor liberal: es
virtualmente la posición de consenso entre los eruditos críticos a lo largo de Estados Unidos y
Europa. Si no me creen déjenme darles algunos datos llamativos que no creo que Craig niegue.
Esta postura de que los evangelios del Nuevo Testamento contienen discrepancias y errores es
compartida por expertos en el Nuevo Testamento que enseñan en todas las principales
universidades de este país. Es compartida por todos los expertos en el Nuevo Testamento que
enseñan las universidades de la Ivy League:50 Harvard, Princeton, Yale, Brown, Columbia,
Cornell, la University of Pennsylvania: conozco a esas personas. Es la postura de los profesores
del Nuevo Testamento en todas las principales universidades públicas de este país. Donde yo
vivo, en el Este, la University of Florida, Florida State, University of Georgia, todas las 14
universidades de mi Estado, Carolina del Norte: la University of Virginia, University of
50 La Ivy League es una asociación que reúne a las ocho universidades privadas más prestigiosas de Estados Unidos, que son sinónimo de excelencia académica, un riguroso sistema de admisión y también de elitismo social.
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Maryland, la Rutgers University. Es la postura de todos los expertos en el Nuevo Testamento que
enseñan en las principales universidades en el Medio Oeste, donde ustedes viven: la University
of Texas, University of Oklahoma, University of Kansas, University of Nebraska, University of
Iowa, etc. Es la postura de profesores del Nuevo Testamento en todas las principales Divinity
Schools vinculadas con una universidad importante en este país: Harvard, Yale, Duke,
Vanderbilt, Emory, University of Chicago; así como los seminarios de primera línea que no están
vinculados con una universidad: el Princeton Theological Seminary, Claremont, The Graduate
Theological Union, y la lista sigue y sigue y sigue. Estas no son mis opiniones particulares.
Estos puntos de vista son enseñados prácticamente en cada institución de educación superior en
el mundo entero que no sea fundamentalista o cristiana evangélica. Muchas de las personas que
enseñan estos puntos de vista son ellos mismos cristianos, pero no tienen la presuposición
evangélica de que la Biblia no tiene errores. Los únicos que dicen lo contrario o son
fundamentalistas o son cristianos evangélicos conservadores. ¿Cómo puede ser esto? ¿Todos los
demás, excepto los evangélicos, no son tan inteligentes? ¿Acaso son ciegos? ¿Están inspirados
por demonios? ¿Todos los demás? ¿Cómo es que los únicos que opinan distinto, los únicos que
creen que la Biblia es completamente fidedigna son personas que tienen un punto de vista
teológico en particular que afirma que la Biblia no tiene errores en ella? Esa es una postura
teológica, no histórica. Y por supuesto las personas son bienvenidas a tenerla, pero aquellos que
la tienen deberían admitir que cuando dicen que la Biblia es fidedigna no lo dicen en un terreno
histórico ni por razones históricas, lo dicen porque su postura teológica los obliga a decirlo. Si no
tuvieran ese punto de vista teológico estarían de acuerdo con todos los demás, cristianos y no
cristianos, en que la Biblia no entrega un relato fidedigno del Jesús histórico y de la historia de la
iglesia cristiana primitiva.
Permítanme decirles porqué me parece que esto es importante. Muchos buenos cristianos-que-
creen-en-la-Biblia creen que la Biblia provee una guía para la fe y la ética: qué deberías creer y
cómo deberías vivir. Preguntas sobre temas como el aborto, el control de armas, los derechos de
los homosexuales: creen que la Biblia entrega la guía. El problema es que la Biblia no es un
único libro. La Biblia son muchos libros escritos por muchos autores diferentes, que tenían
muchos puntos de vista diferentes que están en desacuerdo unos con otros. Esto significa que no
deberíamos ser dogmáticos acerca de lo que creemos e insistir en que lo que creemos es lo que la
32
Biblia enseña. La Biblia enseña muchas cosas diferentes, la Biblia acoge muchos puntos de vista
y nosotros también deberíamos hacerlo.
Hubo un tiempo en que pensaba que los evangelios eran completamente confiables, ahora ya no
lo pienso así. No es que haya decidido subirme al carro de los eruditos y haya abandonado mi
antigua fe de evangélico. Examiné largamente las evidencias, las estudié por años, luché con
ellas, oré acerca de esto, hablé de esto con mis amigos y mis seres queridos y, finalmente, logré
ver la verdad: la Biblia no entrega un relato fidedigno de las cosas que Jesús dijo e hizo. Se que
la mayoría de ustedes no cambiarán de opinión pero espero que se den cuenta que la gente como
yo se acerca a esta pregunta honesta y abiertamente. No tratando de destruir la fe de otros, sino
simplemente buscando la verdad. Espero que ustedes también sean honestos y francos, y no
teman ir adonde la verdad parezca conducir. Muchas gracias.
PRESENTADOR 2: Dr. Evans, usted tiene las palabras finales.
CRAIG A. EVANS: Apoyo las últimas dos o tres frases que el profesor Ehrman acaba de decir.
No estoy en desacuerdo con el fenómeno que ha sido presentado, con los datos mismos, pero sí
con muchas de las inferencias y conclusiones. Sospecho que la mayoría de los críticos textuales
que se reúnen los viernes y los sábados en el campus del Midwestern Baptist Seminary tampoco
estarían de acuerdo.
Ahora bien, es cierto que la Biblia contiene opiniones diferentes, sí refleja cambios a lo largo del
tiempo especialmente cuando pasamos del Antiguo al Nuevo Testamento, pero de hecho es la
diversidad de posturas dentro de la Biblia la que la ha hecho tan efectiva y adaptable a través de
los años y con culturas, lugares y pueblos distintos.
Lo que muchos de nosotros hemos descubierto en seminarios y estudios de doctorado es que
algunas de las cosas que nos enseñaron en la iglesia eran demasiado simplistas, desactualizadas o
simplemente equivocadas, exceptuando a esta iglesia por supuesto (risas). Desde luego algunas
cosas que se enseñaban en los seminarios y en nuestros estudios doctorales, incluso por los
grandes expertos críticos, también estaban equivocadas o pronto se descubrió que estaban
equivocadas. Es interesante cómo los Manuscritos del Mar Muerto, con los cuales he estado
33
involucrado por más de 30 años, han avergonzado algunas conclusiones críticas de algunos
investigadores no evangélicos a lo largo de los años.
Lo que he aprendido es que los errores, las tergiversaciones, las malas aplicaciones, son todos
partes del camino de estudio y crecimiento en conocimientos y en fe, es por eso que apoyo lo que
el profesor Ehrman dijo al final. Sí, por favor, estudiemos, tengamos la mente abierta,
busquemos la verdad, estemos informados y seamos cuidadosos al sacar conclusiones. También
he aprendido que no tenemos todas las respuestas y nunca las tendremos, y eso es algo que
realmente nos frustra a nosotros los modernos. Por supuesto a los humanos no nos gusta eso,
queremos saberlo todo, no nos interesan las ambigüedades, las zonas grises, y eso es algo que es
especialmente cierto para los cristianos conservadores: queremos blanco y negro, queremos sí o
no.
He encontrado que gran parte del problema al confrontar los evangelios con la fe cristiana, que
por supuesto se centra en la principal figura en los evangelios Jesús de Nazaret, es el librarse del
fundamentalismo y de las categorías rígidas y simplistas. Las Escrituras deben servir a la iglesia
de una manera utilitaria, nutriendo, instruyendo, corrigiendo e inspirando a los fieles, pero a
menudo en su celo por defender a las Escrituras los cristianos la ponen en un pedestal y le
cuelgan toda clase de afirmaciones dudosas que intentan apoyar el alto concepto que tienen de
ellas. Cuando estas afirmaciones son expuestas en el contexto de un estudio serio, expuestas
como las dudosas afirmaciones que son, la fe puede tambalearse, incluso perderse. Es por esta
razón que recuerdo a mis estudiantes lo que Pedro proclamó en la primera iglesia, cuando
experimentó la resurrección de Jesús y descubrió que después de todo Dios había logrado su
propósito. El día de Pentecostés, Pedro proclamó en Hechos 2:22-25:
“Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre
vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio
de él, como vosotros mismos sabéis; a éste, entregado por el determinado consejo y
anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos,
crucificándole; al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era
imposible que fuese retenido por ella”.
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Lo que Pedro dijo no fue: “Hombres de Israel, escuchen estas palabras: Dios nos ha dado cuatro
evangelios de los cuales no tenemos ninguna pregunta acerca del texto, ninguna variante hecha
por escribas y ningún problema armonizando todos los dichos e historias. Por lo tanto, ahora
podemos abrazar la fe”. Los primeros cristianos respondieron con fe al mensaje de la
Resurrección porque hallaron que transformaba vidas: pasaron 15 años antes de que el primer
libro del Nuevo Testamento fuera escrito, muchos años más antes de que los evangelios fueran
escritos y durante esos años sin tener un Nuevo Testamento escrito la iglesia creció incluso
enfrentando seria oposición y persecuciones.
Cuando le preguntaron a Bruce Metzger qué impacto había tenido el estudio de los manuscritos
del Nuevo Testamento en su fe personal, él respondió: “ha incrementado la base de mi fe, al ver
la firmeza con la que estos materiales han llegado hasta nosotros, por la multiplicidad de copias,
algunas de las cuales son muy antiguas”. Cuando le preguntaron si el estudio crítico de la Biblia
había debilitado su fe, Metzger respondió: “al contrario, la ha construido. He hecho preguntas
toda mi vida. He buscado en los textos que he estudiado a fondo y hoy puedo decir con confianza
que mi fe en Jesús ha sido bien situada”. No puedo decirlo mejor. Gracias.
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