Terencio y Su Teatro

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TERENCIO Instituto Superior “Juan XXIII” Bahía Blanca (Argentina) 2009

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  • TTEERREENNCCIIOO

    Instituto Superior Juan XXIIIBaha Blanca (Argentina)

    2009

  • TTEERREENNCCIIOOYY SSUU TTEEAATTRROO

    Por Jos Juan Del Col

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    NOTA BENEEn atencin a los lectores que ignoren el latn, traducimos la palabras o frases de ese idioma que se

    citen en el presente trabajo. Por el mismo motivo, en relacin con la ortografa espaola, atildamos laspalabras latinas esdrjulas, pero no las graves o llanas terminadas en consonante, advirtiendo que enestas el acento prosdico cae en la penltima slaba; advertimos adems que no hay palabras latinasagudas.

  • VIDA DE TERENCIO1

    Publio Terencio Afro es el representante ms delicado de la comedia latina. Pertenece a la primeramitad del siglo II antes de Jesucristo; es, por ende, algo posterior al ms fecundo y exuberante come-digrafo latino, Plauto, nacido alrededor del ao 254 y muerto en 184.

    Fuentes bibliogrficasPoseemos una Vita Terenti (Vida de Terencio) escrita por Suetonio 2 en su obra De viris illstribus,

    seccin De poetis. Esta Vita nos ha sido transmitida a travs de los Comentarios de Donato 3. El mismoDonato agrega unos informes bajo el ttulo Donati epmetrum (aadidura de Donato); es lo que sellama Auctrium Donati (apndice de Donato). Tambin S. Jernimo proporciona unas noticias sobreTerencio en sus aadiduras al Chronicn (compendio de historia universal) de Eusebio. Se conservaadems toda una serie de Vtae Terenti en los manuscritos de sus piezas. Por ltimo, noticias biogrficasdel poeta se desprenden tambin de las didascalias y prlogos de las distintas comedias, y asimismode los Prlogos antepuestos por Donato a su Comentario del teatro terenciano.

    De los nombrados, el documento esencial es la Vita escrita por Suetonio. Este para redactarla tuvoen cuenta los prlogos de las comedias de Terencio y adems consult las obras de varios gramticosy escritores. Se advierte en l la preocupacin constante de cotejar testimonios y conjeturas, conformeal espritu crtico alejandrino. Pero eso mismo, como observa con razn Rubio, delata que ya por en-tonces se tenan pocas noticias seguras de la vida de Terencio4. De todos modos, la Vita Terenti com-puesta por Suetonio ha hecho surgir cantidad de dudas, objeciones, hiptesis y contrahiptesis.

    Qu datos biogrficos pueden considerarse incuestionablesSegn Rubio no son objeto de controversia los datos siguientes:Pblius Terntius Afer, natural de

    Cartago, vivi entre el final de la segunda guerra pnica (ao 201) y el comienzo de la tercera (ao149); muy joven vino a ser esclavo del senador romano C. Terntius Lucanus,militar ilustre y apasio-nado cultivador de espectculos gladiatorios. La inteligencia y buen parecido fsico del esclavo llama-ron la atencin del senador y le valieron un trato de favor en la esclavitud, una educacin liberal y unamanumisin temprana. Form parte en Roma del crculo literario que se agrupaba alrededor de Esci-pin Africano el menor y su ntimo amigo Lelio para discutir cuestiones literarias despus de las se-siones del Senado y de las asambleas del Foro. Este ambiente social influy favorablemente en laformacin del joven poeta. En el ao 166 public Terencio su primera comedia, La andria, a la quesiguieron otras cinco, anteriores todas al ao 160, fecha en que emprende un viaje al mundo griego du-rante el cual le sorprende la muerte (ao 159)5. Sin embargo, la controversia se ha desplegado auncontra los datos que acabamos de citar. Escribe Paratore: Se empieza por no poder establecer con cer-teza ni la fecha del nacimiento, ni la nacionalidad, ni la fecha y lugar de la muerte. Los nicos datosciertos de esta categora son los tria nmina y el lugar de nacimiento6. Pero tampoco los tria nmina(los tres nombres) se salvan de las garras de la crtica.

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    1. Ya que este trabajo va dirigido al gran pblico, no consideraremos ciertas cuestiones de tipo ms rigurosamente crticoque se han suscitado acerca de la vida, produccin y arte de Terencio (como sera, por ej., la cuestin cronolgica de lascomedias del poeta), y omitiremos varios detalles crticos relativos a lo que examinamos, si bien reflejando en todo mo-mento el espritu y las conclusiones de la crtica que nos pareci ms atendible.2. Cayo Suetonio Tranquilo, historiador, de la segunda mitad del siglo I despus de Cristo.3. Elio Donato, retrico y gramtico latino del siglo IV.4. RUBIO, vol. I, p. X.5. Ib.6. PARATORE (1957), p. 105.

  • Los tria nminaTria nmina son el praenomen, el nomen y el cognomen. Praenomen o prenombre (en nuestro casoPblius) es el equivalente de nuestro nombre de pila; el nomen (en nuestro caso, Terntius) es el ape-llido o nombre designativo de la gens (familia, estirpe); el cognomen (en nuestro caso, Afer es el apodoo sobrenombre. Los romanos usaban esta triple denominacin.

    Pblius. - Pues bien, si Terntius es el nombre del patrono, cmo explicar el praenomen Pblius,siendo as que para esa poca consta de C. (Cius o Gius) -no ya de P. (Pblius)- Terntius Lucanusque fue valiente general y apasionado de lud (espectculos) gladiatorios, y que por todos los mediosse procuraba jovencitos para que se adiestraran en la escuela del lanista (maestro de gladiadores)? Seintent resolver la dificultad proponiendo la hiptesis de que Cayo Terencio Lucano habra compradoal jovencito cartagins y que luego un hijo o pariente suyo, por nombre Publio, lo habra manumitido.Este desdoblamiento de patronos parece forzado; la biografa suetoniana no muestra dar pie a tal in-terpretacin: simplemente habla de un senador Terencio Lucano, haciendo caso omiso de su pronom-bre; y entonces qu impide pensar que aquel, cuyo pronombre sera Publio, haya hecho adquisicindel jovencito?

    Afer. - Otro problema es el relacionado con el cognomen Afer. Afer significa africano, habitantede frica. Aplicado a Terencio, designa su nacionalidad o denota simplemente su cutis moreno,como si correspondiera a nuestro adjetivo familiar negro? La segunda hiptesis est avalada porestas razones: a) la biografa suetoniana consigna a propsito del fsico de Terencio: fuisse dcitur...colore fusco ; frase que muy bien puede interpretarse de esta manera: es tradicin que fue de colormoreno7; b) era costumbre entre los romanos llevar un sobrenombre alusivo a alguna caractersticasomtica; as otros se cognominaron Albus (blanco), Rufus (rojizo, de cabellos rojos), Flavus (rubio),Scevola (zurdo: C. Mucio Escvola), etc.; c) muchos personajes romanos ostentaron el cognomen Afersin ser naturales de frica; d) Afer era un cognomen de la gens Domitiana (estirpe domiciana). Perola primera hiptesis, es decir, que Afer significa africano, como sostienen en general los autores, es laque responde claramente tanto a la biografa suetoniana, que trae: Carthgine natus, nacido en Car-tago 8, como al Auctrium Donatianum que, casi para disipar cualquier duda eventual, especifica:Afer ptria, africano de nacimiento. Tngase presente adems que a menudo los esclavos eran de-nominados por su patria de origen, y que por consiguiente el cognomen Afer sera para nuestro poetael antiguo nombre de esclavitud.

    Pero, aunque permanece firme que Cartago es el lugar de origen de Terencio, hay discrepanciasobre el alcance del trmino Afer. Lo hemos traducido por africano, y en esto no cabe controversia. Sinembargo, algn autor cree que Afer es un calificativo genrico que est por el calificativo especficoPoenus o Pnicus o Carthaginiensis, esto es, cartagins ; y por lo tanto Terencio sera de raza fenicia(semita). Otros, en cambio, siguiendo al crtico antiguo Fenestella 9, creen que Afer es apelativo sin-nimo de libio (gtulo o nmida); y por lo tanto Terencio sera de raza lbica, no fenicia, por ms quenacido en Cartago. De las dos opiniones, la segunda, que es la comnmente aceptada, goza de mayorprobabilidad, si es cierto, como anota Fenestella, que Terencio vivi entre la segunda y la terceraguerra pnica. En efecto, cmo poda en tiempos de paz ser esclavizado un ciudadano cartagins? Esms fcil pensar que se trate de un jovencito, nacido s en Cartago, pero oriundo tnicamente de algunatribu autctona de Libia. Advirtase, con todo, que, si bien nacido en Cartago, Terencio podra no serhijo de madre indgena, sino de madre europea, llevada ah esclava, por ej., por los ejrcitos de Anbal.Ser por esto que alguien dice que Terencio fue quizs de sangre ibrica. Pero, en fin, siendo incon-trovertible que naci en Cartago, Terencio no era un verna, es decir, un esclavo nacido en Roma, sinoque era un dvena, un extranjero.

    Fecha de nacimientoNaci en Cartago. Pero cundo? Suetonio no seala la fecha de nacimiento. Con todo nos propor-

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    7. Vita, Wessner, 6. - Fuscus tanto puede significar moreno como negro. P. Coromines (Coromines - Coromines, vol.I, p. 4) prefiere traducir por bru (moreno).8. Vito, Wessner, 1.9.Historiador y erudito de la edad de Augusto.

  • ciona datos orientadores. Escribe, en efecto, que Terencio emprendi un viaje al mundo griego despusde dar a luz sus comedias, a la edad de veinticinco aos no cumplidos (segn dos cdices; a la edadde treinta y cinco aos no cumplidos, segn los dems): Post ditas Comedias, nondum quintumatque vicsimum (tricsimum) egressus annum10 De Terencio poseemos seis comedias. La sexta fueLos hermanos (Adelphoe). En la didascalia de dicha pieza leemos: Se represent en los Juegos F-nebres organizados... en honor de Lucio Emilio Paulo. Y bien, est probado que esos Juegos Fnebrestuvieron lugar en el ao 160. En la didascalia de La suegra (Hcyra) conforme a los manuscritos deCallipius se lee: Por segunda vez (terum) se puso en escena en los Juegos Fnebres en honor deLucio Emilio Paulo. Luego en el mismo ao y en la misma circunstancia se efectu la segunda re-presentacin de La suegra y la primera de Los hermanos. Retrocediendo pues de veinticinco aos, sellega al 185 (569 de Roma); retrocediendo de treinta y cinco, se llega al 195 (559 de Roma). Con culde las dos fechas quedarse?

    A base de los cdices, se ha de propender al 185, ya que son los dos cdices ms autorizados losque traen nondum quintum atque vicsimum(vigsimum) egressus annum . Pero la primera comediade Terencio, La andria, se represent en el ao 166; as se desprende de la didascalia. Pues a la saznTerencio tendra dieciocho o diecinueve aos. La andria, segn hace notar La Magna, revela no soloun ingenio agudsimo, sino tambin mucha prctica del teatro, una gran madurez de pensamiento y unexquisito sentido artstico11. Cmo es entonces que los contemporneos no se hicieron lenguas deuna precocidad aparejada con la madurez ms sazonada? La Magna12 cree sorprender una admiracina contrariis en la insinuacin hecha por el poeta viejo y maligno (Luscio Lanuvino o de Lanuvio)13,de que nuestro autor se dedic de repente a la poesa por contar con el ingenio de sus amigos y no yacon el suyo propio14. No compartimos el parecer del citado crtico, porque si Terencio tena entonces18/19 aos, sus amigos Escipin Africano y C. Lelio -suponiendo que a ellos se aluda-, tenan lamisma edad, segn Cornelio Nepote, o eran ms jvenes todava, segn Fenestella. Desvanecindosela admiracin para Terencio, tendra que tomar cuerpo la admiracin por la precocidad de esos amigos;en cambio, no queda la menor constancia de ello. Tampoco gasta Luscio Lanuvino ninguna irona nipunta de irona por la corta edad de su rival o de sus nobles amigos.

    Por otra parte, el prlogo de La andria empieza as: Cuando por vez primera el poeta resolvicomponer comedias, crey que le incumba tan solo la tarea de escribir piezas que resultaran del agradodel pblico. Pero advierte que la cosa tiene un sesgo muy distinto, pues se ve precisado a malgastarfatiga en redactar prlogos, no ya para exponer el argumento, sino para responder a las maledicenciasde un viejo poeta. Segn Terzaghi esto hace suponer que Terencio compuso otras piezas antes de Laandria15. Pero la antigedad es unnime, como lo pone de relieve Duckworth, en asignarle a Terenciotan solo seis comedias16. Otros simplemente opinan que Terencio no escribi dicho prlogo para la pri-mera representacin de la pieza; y alguno sostiene que La andria fue precedida por La suegra. Encualquiera de las tres hiptesis es forzoso situar el comienzo de la produccin teatral de Terencio antesdel ao 166. Se descarta entonces el 185 como fecha de nacimiento de Terencio. Esta se ha de retro-

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    10. Vita, Wessner, 5.11. LA MAGNA (1951), p. 5.12. Ib.13. Terencio ni una vez nombra a este poeta que encabeza la oposicin a su teatro, pero en el prlogo de El eunuco lodesigna como el traductor chirle, por ms que fiel, de El fantasma (Phasma) y de El tesoro (Thesaurs) de Menandro; loseruditos romanos, como esas traducciones por entonces sobrevivan, pudieron fcilmente identificar al viejo poeta malignocon Luscio Lanuvino o de Lanuvio. El hecho de que Terencio ni una vez nombre a su rival ha sido explicado diversamente:por desdn; por prevenir una ctio iniuriarum (esto es, una acusacin por injurias) (Marouzeau, vol. II, p.117); por no ha-cerle la propaganda ni inmortalizarlo. Gudeman (p. 49) descarta en Terencio el temor a una ctio iniuriarum, puesto quems bien poda armrsela l por el reproche de robo literario o plagio que le hiciera su enemigo a propsito de El eunuco;dicho crtico, slo opina que la omisin del nombre pudo provenir del mismo motivo que en otros tiempos indujo a Marcialy al gran fillogo Bentley a no nombrar a sus adversarios, inferiores a ellos, para no conferirles la inmortalidad.14. Prlogo de El Atormentador de s mismo.15. TERZAGHI, p. 51-52.16. DUCKWORTH, p.61.

  • traer: de diez aos, segn varios otros que aceptan as la leccin quintum et tricsimum de la casi to-talidad de los cdices. Terencio habra nacido, pues, en Cartago hacia el 195 190 a. de J.C.

    Cundo y cmo fue conducido a RomaFue conducido a Roma en tierna edad. Esto parece inferirse de su magistral dominio de la lengua

    latina, como observa Bignone17. Marouzeau se conforma con admitir que fue a Roma avant la ving-time anne, antes de los veinte aos 18. El mismo autor se inclina a creer que Terencio naci en 185.Terencio, por consiguiente, pudo haber ido a Roma entre los aos 166 y 165. Pero acabamos de verque el estreno de Terencio en la dramtica sera anterior al ao 166. Aun concediendo que se haya ve-rificado en ese ao, hay que tener en cuenta que, segn nos informa la biografa suetoniana, Terenciosirvi antes como esclavo en casa del senador Terencio Lucano 19. Por otra parte, el teatro de Terenciosupone en este una educacin esmerada y una verdadera compenetracin con los ideales grecolatinos.Y adems el idioma empleado ostenta una singular agilidad y pureza. Todo esto exige no unos meses,ni escasos aos, sino varios o muchos aos de estancia en Roma. Creemos, pues, ms acertado decirque Terencio lleg a Roma en tierna edad.

    Pero cmo lleg a Roma? Hasta algn autor contemporneo 20 afirma que fue ah en calidad deesclavo de guerra. Llama la atencin que se siga sosteniendo tal cosa cuando la misma biografa diceexpresamente: Quidam captum esse exstiman, quod feri nullo potuisse Fenestella docet, algunospiensan que fue hecho prisionero, pero Fenestella advierte que eso no pudo ocurrir de ningn modo21.Y el razonamiento de Fenestella es el siguiente para el caso de que Terencio fuera cartagins: Nopudo ser hecho prisionero (de guerra), porque naci y vivi entre el final de la segunda guerra pnicay el comienzo de la tercera22. Ahora bien, se sabe que la segunda guerra pnica finaliz con la pazde Zama en el ao 201, y la tercera comenz en 149. Pero no pudo Terencio ser hecho prisionero enCartago por nmidas o gtulos durante una de sus correras, y ser vendido luego a algn ciudadanoromano? El mismo Fenestella contesta que hasta despus de la destruccin de Cartago (ao 146), nohubo comercio entre romanos y libios23. Aqu, sin embargo, cabe objetar: No hubo comercio regular,es cierto, pero no pudo darse comercio espordico, por ej. entre romanos traficantes de carne humanay piratas libios?

    Aun admitiendo que Terencio no haya sido hecho prisionero, caben otras explicaciones para su es-clavitud e ida a Roma. As en Cartago abundaban esclavos libios; muy bien, entonces, pudo Terencionacer en esa ciudad de esclavos libios, y luego venir a manos del senador romano Terencio Lucano porcompraventa o por regalo. Otra explicacin que se propuso es la siguiente: Terencio habra sido com-prado y conducido a Roma en ocasin de una embajada, compuesta por P. Cornelio Escipin AfricanoMayor, Cornelio Ctego y Q. Minucio Rufo, y que fuera enviada a Cartago a fin de resolver unas di-ferencias surgidas respecto de Emporia entre el rey nmida Masinisa y los cartagineses.

    Esclavo o libre?Lo cierto es que Terencio, nacido en Cartago, fue esclavo en Roma del senador Terencio Lucano.

    As lo afirma, como acabamos de ver, la Vita Terenti de Suetonio. La aseveracin es confirmada porel Donati epmetrum que se refiere al libertino Terencio, natural de frica. Luego el desconocimientode las circunstancias que aclararan el traslado de Cartago a Roma, no es razn seria para negar deplano la esclavitud de Terencio, como lo hizo algn crtico moderno.

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    17. BIGNONE, p. 62.18. MAROUZEAU, vol. I, p. 9.19. Vita, Wessner, 1.20. SERAFINI, p. 42.21. Vita, Wessner, 1.22. Ib.23. 76.

  • Algn otro crtico moderno pone en tela de juicio la esclavitud de Terencio por el hecho de que j-venes nobles aceptaron su trato y amistad y por el casamiento de su hija con un caballero romano. Laprimera razn es muy dbil, pues hubo libertos que llegaron a ser favoritos de emperadores, comoNarciso, que lo fue de Nern; del clebre fabulista Fedro sabemos que fue manumitido por Augusto.La otra razn es fuerte: en realidad, estaba prohibido el matrimonio entre ingenuos (nacidos libres, depadres libres), aunque no fueran nobles, y libertinos; y en tiempos de Terencio por libertinos se entendatambin hijos de libertos; slo el nieto de un liberto tena la ingenitas, es decir, la ingenuidad en laacepcin de estado o condicin del que naca libre; durante el imperio, en cambio, ya eran ingenuoslos hijos de los libertos. La prohibicin de las nupcias entre ingenuos y libertos fue abolida tardamente,en el ao 736 de Roma, por la primera de las leyes matrimoniales de Augusto. A tenor de ley, por lotanto, la hija de Terencio no poda casarse con un caballero ni con un simple ciudadano romano librede nacimiento. Pero la excepcin confirma la regla: No se puede pensar en una excepcin tratndosede la hija de un liberto que fuera amigo ntimo de nobles que gozaban de gran prestigio e influencia?

    Todo considerado, nos parece que debe admitirse la esclavitud de Terencio.

    Terencio y el crculo de los EscipionesConducido, pues, a Roma, muy probablemente en tierna edad, Terencio supo granjearse en seguida

    la simpata y el aprecio de su amo: simpata por su porte agraciado y aprecio por su ingenio despierto;y eso le vali un trato de favor, es decir, una educacin liberal y una manumisin temprana (posible-mente al llegar a la mocedad)24. Se puede suponer que, una vez manumitido, haya seguido viviendoen casa de su patrono; y que ah, ya siendo esclavo, haya entrado en contacto con varios hijos de fa-milias aristrocrticas de Roma. Sea como fuere, lo cierto es, segn escribe Suetonio, que estrechamistad con muchos nobles, y especialmente con Escipin Africano y C. Lelio 25.

    Escipin Africano es el segundo Africano o Africano Menor, hijo de Paulo Emilio, pero que entren la familia Cornelia por adopcin de Publio, hijo del primer Africano. Este haba sido muy aficionadoa las letras griegas. Muy aficionado a las letras griegas era tambin Paulo Emilio, el glorioso vencedorde Perseo en la batalla de Pidna (168). En esa misma batalla sobresali en valor su hijo, entonces dediecisiete aos, y la gratificacin que recibi por ello fue la biblioteca del nombrado rey de Macedoniay el historiador Polibio, que sera uno de los principales introductores del helenismo en Roma. Escipinfue as discpulo de Polibio; lo fue tambin del filsofo estoico Panecio de Rodas, y posteriormentede los embajadores Carnades, Critolao y Digenes, llegados a Roma en 155. Tuvieron trato de con-fianza con l, entre otros, Lelio (Cayo Lelio Nepote Sabio) y L. Furio (Lucio Furio Filo): el primero,educado por su padre (un seor muy culto y aficionado a las costumbres y letras griegas) y por los fi-lsofos Digenes y Panecio, mereci el sobrenombre de Sabio (Sapiens) por estar singularmente ver-sado en la cultura filosfica griega; el segundo (cnsul en 136), hombre sabio, orador, fue un granhelenizante, como lo indica su apodo de Filo, Philus, es decir, amigo, amante (sobrent. de lo griego).

    Escipin, Lelio y Furio Filo formaban un tro cultural helenizante y, segn Porcio, eran los caudillosde la nobleza romana de entonces: tres per id tempus qui agitabant nbiles facllume, los tres que porentonces con toda facilidad guiaban a los nobles 26. Luego otros muchos nobles (como, por ej., el poetasatrico Lucilio y los polticos Tubern, Q. Escvola, L. Fanio, R. Rutilio, etc.) giraban en la rbita delcrculo escipinico; as llamado porque era presidido por Escipin. Tal crculo era tan filhelnico quecontaba entre los miembros de nmero a griegos de pura cepa, cuales Polibio y Panecio.

    Para los integrantes del crculo, Grecia era la patria de la cultura, del arte; la nacin de costumbresgentiles; la forjadora de un lenguaje pulido, pulcro; la inventora y propulsora de ideales elevados y ex-quisitamente humanos. Aspiracin del crculo escipinico era sentir, pensar, expresarse y portarse ala griega; era helenizar lo romano, es decir, alisarlo, agilizarlo, y a la vez humanizarlo, de suerte quela urbnitas romana se tornara cosmopolitismo o humanismo poltico y el homo Romanus, homo hu-

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    24. Ib.25. Vita, Wessner, 2.26. Ib.

  • manus. Bajo el influjo de semejante humanismo, exclamar Marco Aurelio: Como Antonino tengopor patria a Roma, como hombre al mundo27. Ya en tiempos de Terencio ese humanismo hallaba uneco profundo tanto en la lite como en la plebe de la Urbe; es que en realidad responda al genio ro-mano ms an que al genio griego, ya que los romanos no se contentaban con abstracciones, con te-oras, sino que tendan a encarnar en el plano concreto y prctico el espritu cosmopolita y humanitariode que estaban dotados. Por eso cuando por vez primera reson en el teatro de Roma el verso: Homosum: humani nihil a me alienum puto, soy hombre y nada de cuanto es humano me es extrao, todoel pblico, segn refiere S. Agustn, prorrumpi en aplausos28.

    El verso citado es el ms famoso de Terencio (El atormentador de s mismo, 77) y podra servirde epgrafe a todo el teatro terenciano como a toda la literatura latina; teatro y literatura impregnadosde humnitas29. Sin duda alguna, el mejor portavoz de los ideales del crculo escipinico fue Terencio,quien, a pesar de su origen, vio franqueadas las puertas de ese cenculo por su talento, por su culturay por esa fina sensibilidad artstica y humana que deban reflejarse en su lenguaje, en su continente,en sus modales.

    En el crculo escipinico Terencio se hallaba en su elemento y debe de haber sido notable el pro-vecho que report de la frecuentacin de esa escuela de cultura, buen gusto y refinamiento: all ha dehaber fraguado su ideario y su estilo; all ha de haber ido depurando su vocabulario; all lo han dehaber impulsado a secundar sus aficiones literarias que lo inclinaban hacia la poesa; all lo han dehaber inducido a abordar la comedia de tipo griego llamada comedia nueva, que entre el 350 y el 250haba brillado en las escenas de Atenas por obra de los poetas Filemn, Dfilo, Apolodoro y especial-mente Menandro30; all lo han de haber alentado y asesorado en su actuacin como poeta cmico.Puesto que Terencio estuvo ntimamente relacionado con Escipin Emiliano y Lelio menor, nada ex-trao que cundiese el rumor de que ellos lo ayudaban en la composicin de sus piezas. Suetonio 31 traeal respecto dos testimonios: el primero es de C. Memio, quien en un discurso afirm que Publio (Es-cipin) Africano haba llevado a la escena piezas suyas, pero ocultndose bajo el nombre de Terencio.El segundo es de C. Nepote, quien declara haber sabido de autor fidedigno que un da C. Lelio, en-contrndose en su casa de campo de Putoli (hoy Puzol, en Campania), se excus de llegar tarde acomer porque se haba sentido inspirado como pocas veces, y rogndosele que leyera lo que acababade componer, pronunci los versos 723 ss. de El atormentador de s mismo.Aun se pens que a Lelioo Escipin deba atribuirse la entera paternidad del teatro terenciano. Cicern en una carta a ticodice, a propsito de Terencio: cuius fabellae propter elegntiam sermonis putabantur a C. Laelioscribi, cuyas piezas teatrales se crea, dada la elegancia del lenguaje, que fueran escritas por C. Lelio32.Donato en su Epmetrum a la Vita Terenti reproduce el siguiente epigrama de un autor que la crticano es acorde en identificar: Las comedias que se dicen tuyas, oh Terencio, de quin son? No las hizoaquel que, colmado de honores, daba leyes a los pueblos? Este es Escipin, especifica Donato. Quin-tiliano en su De institutione oratria toma nota del rumor: licet Terenti scripta ad Scipionem Africa-num referantur, aunque se atribuyan a Escipin Africano las obras de Terencio33. Pues bien,Quintiliano relata un rumor, no asiente, o mejor dicho, disiente: licet, aunque, es conjuncin adver-sativa. Cicern tambin relata un rumor sin asentir; y lo desecha terminantemente en un pasaje del di-logo De amictia, hacindole decir a Lelio: In ndria familiaris meus dicit, dice mi amigo en Laandria 34. El epigrama citado, justamente por ser epigrama, puede ser insidioso, venenoso; no tenemos

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    27. BIGNONE, p. 61.28. PARATORE (1957), p. 162.29. Humnitas entendida como sensibilidad y comprensin humana.30. Acerca de Dfilo, ver nota 95; acerca de Apolodoro, ver nota 96; acerca de Menandro,ver p. 25-29.31. Vita, Wessner, 4.32. MAROUZEAU, vol. I, p. 36.33. Ib.34. Ib.

  • datos para valorar la autoridad moral de su autor. En cuanto a C. Nepote, podemos sospechar que suinforme lo haya sacado de fuente inficionada, por estar ligado al cenculo de los potae novi35. Y lomismo cabe decir de C. Memio; consta, en efecto, que l tambin estaba ligado a los potae novi, yaque era amigo de Catulo y Helvio Cina. Advirtase, por fin, que ni Escipin ni Lelio, como apunta Gri-mal, publicaron pieza alguna despus de la muerte de Terencio36.

    Pero el rumor de que nobles amigos lo ayudaran a Terencio en la redaccin de sus comedias erainsistente ya durante la vida de l, como se ve por el prlogo de El atormentador de s mismo y de Loshermanos. Del prlogo de El atormentador de s mismo son las palabras citadas ms arriba como in-sinuacin del malvolo Luscio Lanuvino: nuestro autor se dedic de repente a la poesa por contarcon el ingenio de sus amigos. El prologuista de Los hermanos observa: Y con respecto a lo que vaninsinuando esos malvolos, es decir, que unos personajes eminentes lo ayudan a componer colaborandocon l constantemente; esta que ellos estiman una imputacin gravsima, l la estima una alabanza ex-traordinaria, pues agrada a aquellos que agradan a todos ustedes y a la entera ciudad, y cuyos serviciosprestados sin altanera cada uno de ustedes disfrut, oportunamente, en la guerra y en los negocios p-blicos y privados de la paz. En el prlogo de El atormentador de s mismo el poeta, a travs del pro-loguista, se defiende de la acusacin de hipocresa literaria remitindose al veredicto del pblico,al cual recomienda a la vez no dar crdito al lenguaje de la injusticia. Es una defensa evasiva. Pero ladefensa se atena hasta esfumarse en el prlogo de Los hermanos. A qu se debe esta actitud de Te-rencio que rechaza en cambio con vigor otros ataques? Siguiendo a Suetonio 37, podemos decir que sedio cuenta de que los amigos a quienes se deca autores de las piezas de l, quedaban halagados porese rumor; pues, no era nada aconsejable una reaccin vivaz: era correr el riesgo de malquistarse conesos personajes eminentes que eran sus mecenas; opt, pues, por hacer de tripas corazn y declararsehalagado l mismo por ese rumor.

    Pero quizs ese rumor tena algn fundamento. Con Ashmore38 podemos suponer, en efecto, queTerencio leyera sus obras en el crculo escipinico antes de entregarlas para la representacin, y queentonces se le hicieran crticas, observaciones y sugerencias, que luego l aprovechara, revisando yretocando. Pero aun reduciendo la ayuda a esos trminos bien modestos, por cierto, hay que des-cartar a Escipin Emiliano y a Lelio el Sabio. La Vita suetoniana39 nos trae sobre el particular la argu-mentacin contundente de Santra, escritor latino del siglo I a. de J. C. Ese fillogo, fundndoseevidentemente en el pasaje de Los hermanos arriba transcrito, hace notar que entonces (esto es, en 160,ao de la representacin de dicha pieza) Escipin y Lelio eran adulescntuli. Adulescntuli, es decir,muchachos, jovencitos, segn la terminologa romana de las edades; nosotros diramos jvenes, puestoque ambos contaban unos veinticinco aos. As y todo, en los aos que constituyen la trayectoria po-tica de nuestro comedigrafo, es decir entre el 166 y el 160, estaban an lejos de ser los personajeseminentes que se haban hecho acreedores a la gratitud de toda la ciudadana; solo una docena de aosms tarde (y por lo tanto despus de la muerte de Terencio) alcanzaran ascendiente en Roma. Por esoSantra identifica a los presuntos adiutores o colaboradores de Terencio en C. Sulpicio Galo, gran cultorde las letras griegas, que fue cnsul en 16, o sea justamente en el ao que, a base de la biografa sue-toniana, sera el del estreno de nuestro poeta cmico; en Q. Fabio Laben, poeta, que fuera cnsul en183; y en M. Popilio Lenas, igualmente poeta y ex cnsul (haba sido cnsul en 173). Paratore aade

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    35. Es el cenculo que domina el horizonte potico del siglo I a. de J. C. y cuyos mayores representantes son Cayo ValerioCatulo y Helvio Cinna. Fue anunciado y preparado por el crculo literario de Q. Lutacio Catulo, que fuera colega de Marioen el consulado que vio la derrota de los cimbrios (102 a. de J.C.) y fuera a la vez hombre de gran cultura. La designacinde poetae novi (poetas nuevos) para los miembros de dicho cenculo proviene de su oposicin a los vteres (los poetas vie-jos). Los vteres eran partidarios e imitadores de los grandes picos y trgicos griegos; los novi, de los modelos griegosalejandrinos que se hacan eco de lo tenue, lo pequeo, lo cotidiano, lo burgus. Es, en literatura, lo plebeyo enfrentadocon lo aristocrtico. El crculo de los poetae novi, como ya el de Q. Lutacio Ctulo, est, pues, versus el crculo de los Es-cipiones. Es un enfrentamiento que llega al desdn, a la inquina rebasando lo literario para ensaarse aun en las personas.36. BEARE, p. 93.37. Vita, Wessner, 4.38. ASHMORE, introd., 29.39. Vita, Wessner, 4.

  • por su parte la reflexin de que no pudieron serlo Escipin Emiliano y Lelio menor, porque en tal casoLucilio, poeta del crculo escipinico cuando este hubo alcanzado su apogeo, no habra herido con susflechazos a un amigo ntimo de esos personajes que haban llegado a ser los rbitros del gusto y, enparte, de la poltica de Roma40. Como adems el Auctrium Donatianum recoge una noticia atribuidaa cierto Mecio, segn la cual hubo dos Terencios: Terencio Afro y Terencio Libn de Fregelas, elmismo Paratore sospecha que el poeta natural de Fregelas fuera el comedigrafo amigo de EscipinEmiliano en los aos de su gloria y que luego los crticos desafectos a la memoria de Terencio Afrolo habran confundido con l, y habran terminado por confundir con los adiutores de este a los quefueran adiutores de aquel41. Esta sospecha tiene vicios de alambicada. Con lo anteriormente expuestohay de sobra nos parece para concluir que ni Escipin Emiliano ni Lelio el Sabio fueron los au-tores de las comedias de Terencio y ni siquiera los supuestos adiutores de l.

    Con razn infiere Paratore que la humnitas que palpita en el teatro de Terencio no es un reflejo delos ideales que se afirmaron en el crculo escipinico dominado por la figura de Escipin Emiliano,sino que es un antecedente de esos ideales, una semilla que germina pujante en el surco trazado porEnio y continuado, en el teatro, por Pacuvio y Cecilio 42. Segn Paratore, Terencio dependera en suideario de la generacin escipinica anterior al Emiliano43; otros reconocen en nuestro autor una de-pendencia de la generacin del Emiliano y de la anterior a este, suponiendo que en el crculo escipi-nico frecuentado por Terencio se reunan jvenes (Escipin Emiliano, Lelio el Sabio, L. Furio Filo,Lucilio, etc.) y no jvenes (como el mismo patrono de Terencio y los seores indicados por Santra).

    Produccin de TerencioReflejando para la escena el ideario del crculo de los Escipiones, compuso Terencio sus comedias:

    en 166, la primera {La andria); en 160, la ltima (Los hermanos); y en el lapso intermedio, otras cua-tro, a saber: La suegra. El atormentador de s mismo, El eunuco y Formin.

    Suetonio asegura que todas agradaron igualmente al pueblo44. Pero l mismo trae a colacin unverso de Volcacio Sedgito, del cual parece desprenderse que no ocurri tal cosa con La suegra 45. Porel segundo prlogo de esta pieza nos enteramos de que su representacin sufri dos chascos seguidos:la primera vez, el pblico dej plantados a los actores apenas cundi la noticia de un pugilato y de ex-hibiciones de un volatinero; la segunda vez, no bien corri la voz de un espectculo de gladiadores.Gracias a la porfa deAmbivio Turpin, director de teatro y a la vez primer actor, la pieza logr afir-marse en una tercera representacin. La suegra tiene su polo opuesto en El eunuco. Esta comedia, enefecto, se gan en seguida el favor, y un favor intenso, ya sea por parte del pblico asistente al estreno,ya sea por parte de los magistrados organizadores de la funcin. Segn la Vita Terenti de Suetonio, huboque repetirla en el mismo da: bis die acta est, se represent dos veces en el mismo da 46. Cosa in-audita; y adems inverosmil, dadas las circunstancias y modalidades del teatro romano47. Sea como

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    40. PARATORE (1961), p. 111.41. PARATORE (1957), p. 165.42. Ib. p. 164.- Acerca de Cecilio, ver nota 119 (p. 40).43. Ib.44. Vita, Wessner, 3.45. As segn el texto de Wessner que reza: Sumetur Hcyra sexta, xilis fbula, en sexto lugar ser puesta La suegra, co-media floja. Segn el texto de Ritschl (cf Ashmore, Vita, p. 2), que trae exclusast (fue rechazada) en vez de xilis, no cabrala menor duda de que La suegra no agrad al pueblo igual que las dems piezas, sino que, por el contrario, tuvo que ex-perimentar el desaire del rechazo; en esto el texto de Ritschl coincide con los informes suministrados por los prlogos dela comedia en cuestin.46. Vita, Wessner, 3.47. En Roma, en efecto, la representacin teatral tena lugar entre el prndium (= almuerzo, hacia el medioda) y la cena(= la comida, tres o cuatro horas despus del medioda) (Chambry, vol. I, p. XIV). Por otra parte, la comedia latina juntocon divrbia, o dilogos simplemente hablados, tena cntica, es decir, declamaciones rtmicas que hacan los actoressiendo apoyados por el acompaamiento musical de un flautista (Beare, p. 232). Las obras se representaban al aire libre(Rubio, vol. I, p. XX) y el pblico no sola brillar por un comportamiento recogido y silencioso; por eso, los actores tenanque hablar o declamar en voz alta (Beare, p. 230). Por estas razones resultaba inverosmil que una comedia como Eleunuco, que consta de 1094 versos, pudiese ser representada dos veces en el mismo da: se oponen, como acabamos dever, dificultades de orden temporal (Podan caber dos funciones en un espacio de tiempo relativamente breve?) y porparte de los actores y flautista (Podan ellos arrostrar bien el extraordinario esfuerzo fsico que les hubieran exigido dosrepresentaciones seguidas?).

  • fuere, el xito del Eunuco fue rotundo desde su primera representacin. Y el xito tuvo su correlativoadecuado en una remuneracin de 8000 sestercios; remuneracin sin antecedentes en la historia de lacomedia romana, y que explica por qu se la haya despus sealado junto al ttulo ad perptuam reimemriam, para perpetuar el recuerdo de la cosa: meruitque prtium quantum nulla ntea cuiusquamcomedia, id est octo mlia nummorum48 . Es de suponer que la suma de 8000 sestercios fue pagadapor la doble representacin en un mismo da o por la primera representacin si la segunda se realizposteriormente.

    De las otras comedias no consta expresamente que en vida del poeta se haya repetido su represen-tacin. Como ya vimos (p. 10), algunos autores opinan que el prlogo de La andria no habra sido es-crito para la primera representacin; opinan, por consiguiente, que la pieza fue representada por lomenos dos veces. Ashmore da como probable por lo menos una segunda representacin, en vida deTerencio naturalmente, tambin para El atormentador de s mismo y Formin. Dice basarse en losprlogos de las respectivas piezas49. Pero para El atormentador de s mismo y Formin, Rubio dacomo un hecho indudable que sus prlogos estn ligados a la primera representacin 50; y por lo tantoellos no autorizaran para pensar en otra u otras representaciones previas. Ashmore no trae ni razndocumental ni argumentacin para sostener la probabilidad de su asercin; Rubio, en cambio, afianzasu aserto sealando expresiones de dichos prlogos que ponen de relieve la novedad de la pieza. Ellasson: Voy a presentar hoy El atormentador de s mismo, comedia nueva; Les traigo una comedianueva que en griego se titula Epidicazmenos y Formin en latn.

    Nuestro comedigrafo dio, pues, a luz seis comedias que en vida de l tuvieron, como acabamosde ver, una o ms de una representacin.

    El orden de las mismas, segn la generalidad de los autores, sera: La andria en 166 a. de J.C.; Lasuegra (primer chasco) en 16; El atormentador de s mismo en 163; El eunuco y Formin en 161; Lasuegra (segundo chasco), Los hermanos y La suegra (representacin con xito) en 160.

    Seis comedias tienen sin duda por autor a Terencio. Pero ya vimos (p. 9-10) que recientemente Ter-zaghi supuso otras piezas antes de 166. El mismo autor supuso otras ms entre 165 y 16351, como paratender un puente entre dos fechas que se le antojan demasiado distanciadas; Paratore, infiriendo apari, se pregunta por qu entonces no habra que suponer nuevas piezas tambin en el lapso 163 y16152, que representan un idntico comps de espera. Repetimos con Duckworth que la antigedad esunnime en asignarle a Terencio slo seis comedias (ib.). El propio Terzaghi en la pg. 46 de su Storiadella Letteratura Latina expresa muy dubitativamente su hiptesis: No es improbable que (Terencio)haya escrito ms (piezas); reconoce que las seis piezas de Terencio que poseemos son su entera he-rencia literaria, juzgando luego evidente que debi repudiar o renegar de las otras, si es que escribiotras, no parecindole dignas de llevar su nombre.

    Viaje al mundo griego y muerteLa biografa suetoniana nos informa que Terencio emprendi un viaje al mundo griego despus de

    representadas sus comedias53. La ltima en ser representada fue La suegra. Por la cronologa de lasmagistraturas nombradas en las didascalias de esa pieza, se desprende que su representacin definitivaocurri en la primera quincena de setiembre de 160 durante los Ludi Romani. Terencio, pues, pudohaber partido de Roma a fines del mismo ao o en el ao subsiguiente. No es luego exacto sealarcomo fecha precisa en que Terencio dej Roma ni el 160 (como lo hacen, por ej., Rubio, Paratore yBeare54), ni el 159 (como lo hacen, por ej., Marouzeau y Hadas55).

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    48. Vita, Wessner, 3.49. ASHMORE, introd., p. 30.50. RUBIO, vol. I, p. XXVII.51. PARATORE (1957), p. 167.52. Ib.53. Vita, Wessner, 5.54. RUBIO, vol. I, p. X; PARATORE (1957) , p. 165; D. (1961), p. 107; BEARE, p. 92.55. MAROUZEAU, vol. I, p. 16; HADAS, p. 49.

  • Suetonio presume que Terencio se habra resuelto a tal viaje para sustraerse al pblico rumor, segnel cual quera hacer pasar por propias comedias ajenas, o bien para observar usos y costumbres de losgriegos, que l no representaba fielmente en sus escritos. As consta en el texto de Ritschl56. En eltexto de Wessner los dos mviles aparecen precedidos por otro mvil: nimi causa, por placer57. Elviaje habra sido principalmente un viaje de placer, de solaz: Terencio necesitaba descansar y a la vezdistraerse de las intrigas y murmuraciones de sus adversarios. Pero tambin pudo el viaje de Terencioser principalmente un viaje de estudio, un viaje para documentarse a fondo acerca del mundo griegoy reflejarlo luego con mayor exactitud, conforme al gusto reinante, en su futura produccin teatral.

    Los autores generalmente ponen el acento sobre el deseo o propsito del poeta de entrar en contactopersonal, inmediato, con la vida, costumbres e instituciones helnicas; algn autor hasta pareciera des-conocer los otros mviles: as, por ej., Bignone5S. Entre los mviles especficos supuestos por los au-tores en Terencio, figura el deseo de aprender la lengua griega y el de conseguir nuevos ejemplares decomedias. De esos dos mviles especficos asegura Beare, quizs con una punta de exageracin, queson los aducidos preferentemente por la mayora de los eruditos59. Entre los mviles el mismo autorenumera tambin la vergenza por su pobreza60. Pero si Terencio era pobre, cmo poda hacerfrente a los gastos de un viaje muy costoso? Sin embargo, no hay dificultad en admitir que, tratndosede un viaje muy costoso, los Escipiones ayudaran a su protegido a sufragar los gastos de viaje; es loque conjeturan como ms probable Dziatzko y Hauler.

    Si el viaje de Terencio al mundo griego fue -como parece ser lo ms verosmil- un viaje de estudio,entonces ha de considerarse el primero del gnero entre autores romanos. En pos de Terencio seguirnotros muchos en el mismo siglo II, pero sobre todo en el I a. de J. C.: baste recordar a Cicern, Virgilioy Horacio.

    Hemos dicho y repetido que Terencio viaj al mundo griego. Mundo griego es expresin vaga,pero el caso es que no sabemos a ciencia cierta cul fue su meta e ignoramos por completo su itine-rario. En la Vita suetoniana encontramos tres designaciones de lugar: dos indican la meta para la iday una, la procedencia para la vuelta. Volcacio Sedgito dice que Terencio se fue a Asia61; Porcio Licinodice que se fue Greciae in terram ltimam, al territorio extremo de Grecia62; y para la vuelta Cos-conio seala Grecia como punto de salida63. La expresin de Porcio Licino puede referirse a Asiamenor, que era, por as decirlo, la Grecia de ultramar. La Grecia nombrada por Cosconio es el pasde los griegos. Podra aplicarse a Asia menor, a las colonias griegas del Asia menor? La acepcinobvia es de Grecia propiamente dicha o pennsula helnica. Luego cabe suponer, como infiere Rubio,que nuestro poeta haya visitado sucesivamente el Asia menor y la Grecia propiamente dicha64.

    En el viaje de regreso termin sus das. Sabemos por Cosconio, citado por Suetonio, que perecien un naufragio al volver de Grecia y que con l perecieron las piezas que tradujera de Menandro65.Suetonio trae tambin el testimonio de otros, a quienes no nombra, segn los cuales habra fallecidoen tierra, en Estimfalias o bien en la Lucada66. Segn la misma fuente annima, nuestro poeta habrafallecido, en una u otra de las dos localidades, o por enfermedad o bien por la pena y el fastidio quesinti al enterarse de que su equipaje, despachado anteriormente por buque, se haba perdido en unnaufragio perdindose con l las nuevas comedias que compusiera67. Luego hay dos causas posiblespara explicar la muerte de Terencio: as conforme a la leccin de Wessner, pues de acuerdo a la de

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    56. ASHMORE, Vita, p. 3.57. Vita, Wessner, 5.58. BIGNONE, p. 63.59. BEARE, p. 93,60 Ib., p. 92.61. Vita, Wessner, 5.62. Ib., 2.63. Ib., 5.64. RUBIO, vol. I, p. XV.65. Ib.66. Ib.67.Ib.

  • Ritschl68 las dos causas se fusionan en una sola: la enfermedad, causada por dicho dolor y fastidio.Como la Lucada es una isla, algn autor opina que cerca de su costa pudo ocurrir el naufagio, del

    cual habla Cosconio, en que habra perecido el poeta; algn otro admite una doble posibilidad: en lasaguas cercanas a la Lucada pereci el poeta en un naufragio o bien muri en tierra, en la misma isla,por el dolor de haber perdido los manuscritos de sus nuevas comedias.

    Los autores, a quienes Suetonio no nombra, sealan que eso tuvo lugar durante el consulado de Cn.Cornelio Dolabela y M. Fulvio Noblior69. Tal consulado es de 159. Luego ese sera el ao preciso dela muerte de Terencio. Por consiguiente, el viaje de l habra durado alrededor de un ao. Pero, segnRonconi, la crtica moderna ms circunspecta no toma en consideracin el dato del consulado por pro-ceder de fuente innominada; opina que por eso el propio Suetonio muestra no tomarlo en consideracin70. Se descartara pues el 159 como fecha precisa, as como habra que descartar los otros datos quederivan de la misma fuente.

    Que Terencio haya muerto en 160 o en 159 son -dice Jachmann- arbitrarias combinaciones y fan-tasas71. Semejante juicio es categrico por dems. Desde luego, es fcil desechar el ao 160 comofecha de la muerte de Terencio. Un viaje de dos o tres meses (si parti, como vimos, despus de losLudi Romani de 160) resulta algo inverosmil, mxime teniendo en cuenta que Terencio habra redac-tado nuevas comedias, conforme al citado testimonio de Cosconio. En dos o tres meses, y por aadi-dura de viaje, no hubiera alcanzado a escribir nuevas comedias un poeta como Terencio consideradoescrupuloso y lento en componer. Parece, pues, lgico que se descarte el ao 160 como ao de sumuerte. Pero el 159 goza de mayor probabilidad, si bien escasa, conforme a lo que acabamos de se-alar.

    Habr muerto Terencio en 158? Precisamente en ese ao lo hace morir 11 S. Jernimo, pero su tes-timonio no merece consideracin; refleja uno de sus acostumbrados trastrueques cronolgicos en lasaadiduras al Chronicn de Eusebio: el 158 de S. Jernimo est por el 159 de Suetonio segn la citadafuente annima.

    Por lo que llevamos dicho se ha sospechado -afirma Paratore- que para Terencio, al igual que paraNevio, Enio y Plauto, unos escritores antiguos habran acercado arbitrariamente la fecha de la muertea la de la ltima representacin.

    Adems es sorprendente -advierte el mismo Paratore- la afinidad de datos biogrficos que se cons-tata en Terencio y Virgilio acerca de la ltima fase de la vida de ambos. Efectivamente, tambin Vir-gilio, insatisfecho de su Eneida, decidir trasladarse a Grecia y Asia para dar la ltima mano al poema;as pues, el ao 19 emprender el viaje, pero en ese mismo ao regresar, enfermo, y expirar en Brin-dis. Se pregunta, pues, el nombrado autor: No podra depender tal afinidad de las analogas que liganla fortuna de uno y otro poeta? Los dos -anota- fueron estudiados por Sulpicio Apolinar72; los dos fue-ron objeto de un comentario por parte de Donato; los dos impresionaron vivamente la espiritualidadpaleocristiana, como si hubieran sido naturliter christiani, y por idntica razn gozaron de inalteradaveneracin a lo largo de la Edad Media. Luego, concluye Paratore, es posible que a partir del siglo IIse haya producido alguna armonizacin de datos biogrficos entre uno y otro. Paratore llega a opinarque la armonizacin de datos pudo efectuarse aun en lo referente al psiquismo de los dos poetas. Yaduce como prueba el hecho de que los bigrafos nos pintan a Terencio dotado de una sensibilidad mor-bosamente femenina, lo mismo que se hizo para Virgilio, mientras, en cambio, los prlogos de las co-medias de Terencio nos lo presentan agresivo y vivazmente polmico73.

    En conclusin: lo nico que con certeza podemos afirmar en cuanto a la muerte de nuestro come-digrafo, es que aconteci despus de representadas sus comedias. Pudo verificarse alrededor del ao158. Preferimos este ao como punto de referencia, si es que se admite que en el curso de su viaje porGrecia y Asia compuso nuevas comedias.

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    68. ASHMORE, Vita, p. 3.69. Vita, Wessner, 5.70. RONCONI, p. VII.71. Ib.72. C. Sulpicio Apolinar, gramtico y retrico del siglo II de nuestra Era. Naci en Cartago; fue maestro del escritor AuloGelio y del emperador Prtinax (Diccionario del Mundo Clsico, s.v. Sulpicios, 1).73. PAKATORE (1957), p. 135-166.

  • Fsico de TerencioComo ltima noticia biogrfica sobre Terencio, hacemos constar que la Vita suetoniana se hace

    eco de una voz comn, segn la cual nuestro poeta era de mediana estatura, de complexin grcil yde color moreno (o negro74). A travs de los manuscritos ilustrados del teatro terenciano (el Vaticanus,el Parisinus, el Basileanus y el Ambrosianus), han llegado hasta nosotros varios retratos del autor,pero, segn las opiniones ms optimistas, ellos se remontan cuando ms a fines del siglo II de nuestraera. En 1929 se hall en la finca de Suetonio un hermossimo busto llamado de Terencio, que seguarda ahora en el Museo Capitolino de Roma; es un busto antiguo, pero no tenemos garanta de quesea un autntico busto de Terencio.

    LA OBRA DE TERENCIO

    Menandro, el modelo predilecto de TerencioTerencio compuso seis comedias75 al estilo de la Comedia Nueva tica o comedia griega del siglo IV

    a. de J. C. Sigui en ello su propensin que, por otra parte, coincida con la tendencia de los tiempos, yaque desde la aparicin hasta el ocaso de la Comedia Palliata sus representantes la ajustaron exclusivamentea los modelos de dicha Comedia Nueva. El astro de la comedia nueva, en expresin de los bizantinos, osea que su principal representante, fue Menandro. Y ese fue el modelo predilecto de Terencio.

    Naci Menandro en Atenas, de padres ricos, hacia el ao 342 y muri en la misma ciudad hacia el292. Algunos lo consideran sobrino y discpulo del poeta cmico Alexis, pero el primer dato es casiciertamente falso y el segundo es probable que no deba tomarse en sentido literal. Algn autor antiguolo hace tambin discpulo del filsofo Teofrasto y amigo de Epicuro; en verdad, sus obras revelan deun modo notable al filsofo y al moralista. El epicuresmo se reconoce fcilmente en sus obras y ensu conducta; pero ms que de influjos debiera hablarse de afinidad espiritual con Epicuro.

    Vivi entregado a la dolce vita: vida de holganza, de regalo, entre caricias de cortesanas; vidade elegancia en el traje y en el porte; vida ajena a las turbulencias, revueltas y guerras que iban sacu-diendo a Grecia y Atenas; vida refractaria aun a las honrosas presiones con que Tolomeo Soter intentllevarlo a Alejandra de Egipto, hasta envindole para ello, segn cuenta la tradicin, embajadores ybuques. Tan solo le agradaba Atenas, o mejor dicho, su hermosa villa del Pireo; le fascinaban sus amo-res y el trato de personas de sociedad, de una sociedad refinada, culta; a la ambicin antepona la quie-tud. Y en esa quietud, tan holgada, fue escribiendo sus comedias; ms de cien.

    Espejo de la vida fue definida la comedia nueva. Realmente espejos de vida son las comediasde Menandro: espejos de la vida real, de la vida cotidiana, de la vida burguesa; espejos de las costum-bres y pasiones humanas; espejos de caracteres y sentimientos, de situaciones y cosas. Es esta la cua-lidad que los antiguos ms ponderaban a propsito de Menandro. En efecto, Aristfanes de Bizancioexclam: Oh, Menandro, y t, vida humana, quin ha copiado a quin? Din Crisstomo aseguraba:La imitacin que Menandro hace de las costumbres supera la habilidad de los cmicos antiguos. Y

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    74. Vita, Wessner, 6.75. En Roma se cultivaron dos gneros principales de comedias, a saber la comedia palliata, de trama e indumentariagriega, y la comedia togata, de trama e indumentaria romana. En su origen la comedia palliata se llamaba fbula palliatao simplemente comedia, ya que no se conceba comedia que no fuera palliata. - Palliata es adjetivo derivado de pllium.Este era el vestido exterior de los griegos, denominado por ellos himtion. Consista en un amplio y cmodo manto de tela,de forma rectangular o cuadrada. Lo llevaban indistintamente hombre y mujeres sujetndolo al pecho por una hebilla o bro-che; lo usaban tambin los romanos cuando se hallaban entre los griegos, y en Roma los oradores, como asimismo las cor-tesanas ya griegas ya romanas. - Togata viene de toga. La toga era la prenda principal exterior del traje nacional romano,semejante al pllium, del cual deriv. Consista en un manto de lana blanca, de forma semicircular o circular u oval. Enun principio era llevada por hombre y mujeres, pero luego pas a ser vestido exclusivamente masculino y propio del ciu-dadano romano. Vestido de paz, dejaba de usarse mientras se estaba en guerra. Tampoco se empleaba en el triclinio, y co-rrientemente prescindan de l los trabajadores; cuando ms tarde aument extraordinariamente su largura, hacindolamuydifcil de llevar, se reservaba para las solemnidades (Diccionario del Mundo Clsico, s.v. Vestido; Blnquez Fraile yCalonghi, s. v. pllium y toga).

  • Quintiliano recomendaba al futuro orador la lectura de Menandro, ya que tan acomodado es a todaclase de cosas, personas y afectos 76.

    Si las comedias de Menandro son fidelsimos espejos de la vida, es obvio que en ellas la accin sedesarrolle con naturalidad, con viveza. El plan de la obra es claro, coherente, distribuido en partes ar-mnicamente proporcionadas. De ordinario gira alrededor de un tema que se repite, con mayores o me-nores variaciones, en las distintas comedias. Es el tema de algunas tragedias de Eurpides, pero sin elatavo mitolgico y las complicaciones trgicas: un joven rico ama y seduce o ha seducido en unafiesta nocturna, a una doncella pobre, con la que entiende casarse; en muchas piezas, ella da a luz du-rante el curso de la accin; si la muchacha no ha sido reconocida como ciudadana, las formalidadeslegales del matrimonio no pueden tener lugar, pero el joven le ha dado ajuar de novia y la considerasu esposa; si es ciudadana, aguarda y confa por las promesas de matrimonio que le hizo su amante;pero en todo caso, los padres de ambos se oponen al casamiento: los de la joven considerando las re-laciones amorosas como explotacin de una pobre por parte de un rico, y los del joven considerndolascomo intentos de tpica cortesana, codiciosa, para esquilmar a su hijo; al fin todo se resuelve en unaboda feliz, precedida por el reconocimiento en caso de amiga que se supona no ser ciudadana. Reco-nocimiento y boda constituyen los elementos ms convencionales, ms manidos. Para las situacionesms tpicas de la comedia nueva, como la violacin de alguna doncella durante una fiesta, la exposicinde alguna criatura en sitio pblico y el reconocimiento, Menandro, segn lo declaran los crticos an-tiguos, depende de Eurpides y Aristfanes.

    As como el tema es de ordinario uniforme, de la misma manera su desarrollo es simple: la tramase compone, en efecto, de pocos acontecimientos hbilmente repartidos en la sucesin de las escenas.Los personajes tambin son pocos, poco variados, tpicos: el esclavo astuto y confidente de su jovendueo, el joven apasionado y licencioso, la hetera sagaz e interesada, el padre avaro, el cocinero fil-sofo, el parsito adulador, el soldado fanfarrn, el litigante testarudo, el mediador arisco...

    Gnero convencional, intriga simple, personajes tpicos parecen no armonizar con la inspiracinpotica. Pero Menandro logra esa armona. En efecto, supera lo convencional del gnero con un sentidode irona sutil; en lo simple de la intriga sabe hallar la ocasin de pintar al natural los sentimientos delos personajes, quienes, aunque sigan respondiendo a tipos, tienen personalidad propia, inconfundible,cargada de humanidad: as, por ej., el soldado fanfarrn deja de ser la mscara acostumbrada y setorna un hombre que tiene corazn, debilidades y delicadezas de sentimiento.

    A la poesa y patetismo se une la vis (fuerza) cmica. Esta se vale de la accin ms que del lenguaje;en otras palabras, lo cmico brota de las situaciones risibles ms que de las expresiones ingeniosas(chistes, equvocos, juegos de palabras...); y las expresiones ingeniosas, a su vez, jams llegan a lo des-vergonzado y lascivo, que es, en cambio, un defecto -el principal- que afea la comedia de Aristfanes.La vis cmica de Menandro es, pues, apacible, suave; Menandro -se dijo- no hace rer, sino sonrer.

    El lenguaje, lo mismo que la accin y los personajes, est en Menandro al servicio de la vida, de laverdad, de una nueva humanidad, es decir de una humanidad consciente de sus pasiones y extravos, y porende tolerante, capaz de perdonar y que reclama de los dems lo que uno puede exigirse a s mismo, esdecir, una virtud tratable. Como toda la antigedad encomia a una voz los caracteres de Menandro por sufina adaptacin a los papeles que se les atribuye, de la misma manera los autores modernos suelen elogiarel lenguaje de l por su maravillosa acomodacin a los personajes y a las situaciones. Diverso, en efecto,aparece el lenguaje segn la diversa condicin y sexo de los personajes; el esclavo, por ej., se expresa deun modo desaliado, familiar, repitindose a menudo, mientras el sujeto libre habla en forma sostenida,elevada, con cierto tinte literario. Cada personaje manifiesta con peculiaridad su propia manera de ver yjuzgar; y en todos se nota un fondo comn de gracejo, del caracterstico gracejo tico. Como en Eurpides,gustan los personajes de filosofar, pero en Menandro no importunan, no fatigan con sus consideracionesfilosficas, y aun estas, por ms que estn sacadas de la filosofa vulgar y corriente, se adaptan a la idio-sincrasia individual, adquiriendo as un acento de novedad y vida. La abundancia de sentencias, normal-mente reducidas a un solo verso como en Eurpides, y el haberse hecho una coleccin de las mismas,prueba que Menandro fue moralista y, a la vez, que supo penetrar y ahondar en personas y cosas, captandocon exactitud sus rasgos peculiares. Su lenguaje es, pues, como toda su comedia, clara expresin, espejo

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    76. Diccionario del Mundo Clsico, s. v. Menandro.

  • de vida. Por ello es lenguaje hablado o lenguaje de conversacin que comunica naturalidad, animaciny agilidad al dilogo. Como observa Mazon, contribuyen a dar la impresin de lenguaje hablado, la au-sencia de partculas de enlace y el aparente desorden de las palabras77; aparente, porque en realidad obedeceal empeo artstico de adherencias a la vida concreta, en la que no se acostumbra sopesar palabras, tornearfrases y gastar floripondios. En las piezas de Menandro los personajes conversan de veras entre s, comosi el pblico no existiera para ellos. Pero lenguaje hablado no es sinnimo de lenguaje chato, desledo,montono; y por cierto el de Menandro se caracteriza por lo contrario: por su riqueza, por su viveza, porsu variedad, siempre en armona con la vida, con las mltiples situaciones de la vida. Puntualiza bellamentePlutarco: el lenguaje de Menandro es unas veces tierno y apasionado; otras, fuerte, grave, enrgico; yairnico y burln; ya alegre, brillante, vivo y lleno de fantasa78. Y el lenguaje hablado explica tambin lasincorrecciones que se advierten en Menandro. No ya que el lenguaje de Menandro fuera, como dice AlonsoSchkel, el lenguaje tico de la poca, un poco corrompido79. Menandro se preocupaba por el lenguaje,pona sumo cuidado en l, siendo Menandro tan amante de la perfeccin como Sfocles; pero la purezade su lenguaje hay que buscarla en las intervenciones de los sujetos libres, no en las de los esclavos; eraobvio que estos no lucieran un tico constantemente impecable. Tambin en esto se pone de manifiestolo que constituye la nota dominante del arte menandreo: su adherencia a la realidad en una poesa que pintala vida; la vida de los caracteres, de los estados de nimo, de las situaciones.

    Poesa, patetismo, vis cmica, humnitas, acomodacin a la realidad, lenguaje hablado flexible ycambiante, dilogo animado: son, estos, ttulos ms que suficientes para imponerse; pero la masa po-pular no alcanz a justipreciar el arte de Menandro, como tampoco haba sabido valorar anteriormenteel arte nuevo de Eurpides. Segn testimonio de Apolodoro, Menandro venci slo ocho veces en loscertmenes de comedias 80. Pero, en cambio, fue el poeta cmico preferido de las personas cultas. Es-cribe Plutarco: Por qu otro autor se dignara venir al teatro un hombre bien instruido si no es porMenandro? En qu otra ocasin, tratndose de comedias, se ve lleno el teatro de hombres amantesde las letras? Para los filsofos y estudiosos, descanso de sus graves, serios y profundos estudios esMenandro, recreando su alma como un prado florido, sombreado, aireado81. Tal es Menandro, el prin-cipal representante de la comedia nueva y el gran modelo de nuestro Terencio.

    Elementos previos al texto de las comedias de TerencioTradicionalmente el texto de las comedias de Terencio aparece precedido por estos elementos:

    didascalia, perioca, lista de personajes y prlogo.

    Didascalia. - Originariamente la palabra didascalia designaba el ensayo de coros y dilogosdramticos con arreglo a las instrucciones del autor de la pieza; pas luego a significar el mismo dramao su representacin y, en fin, las listas de los certmenes dramticos tanto de tragedias como de co-medias. Estas listas eran, en Atenas, de carcter oficial, ya que se conservaban en los archivos del Es-tado. En ellas iban consignados los nombres de los competidores y de sus obras (en orden de mrito),del arconte epnimo82, del corega, de los protagonistas, etc. Aristteles public unas Didascalai va-lindose de esos documentos oficiales y de inscripciones grabadas en los alrededores del teatro deDionisos. Muchos gramticos griegos continuaron y completaron el estudio de Aristteles. Ya las edi-ciones alejandrinas de los dramas estn encabezadas por las didascalias.

    La registracin de dramas se estil tambin en Roma: se habla, en efecto, de 1800 comedias griegas

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    77. HUMBERT- BERGUIN, p. 199.78. Diccionario del Mundo Clsico, s. v. Menandro.79. ALONSO SCHKEL, p. 66.80. Los certmenes de comedias tenan lugar en las grandes fiestas dionisacas del mes de marzo y ms frecuentementeen las lenneas de mediados de enero. Cada poeta cmico acuda al concurso con una sola pieza (Diccionario del MundoClsico, s. v. comedia griega: orgenes y formacin).81. Diccionario del Mundo Clsico, s. v. Menandro.82. Era el magistrado supremo que daba su nombre al ao: de ah el calificativo de epnimo; ostentaba la primaca entrelos nueve arcontes de la ciudad-Estado; una de sus funciones era organizar las fiestas, particularmente las dionisacas ypanateneas (Diccionario del Mundo Clsico, s. v. arconte).

  • registradas ah en la gran inscripcin de didascalias. Y tambin para las piezas de Terencio se acos-tumbr encabezarlas con sus didascalias.

    La didascalia era pues algo as como nuestra documentacin para el registro de propiedad literariay como el encabezamiento y colofn de nuestros libretos.

    Las didascalias que aparecen al frente de las comedias de Terencio traen estos datos: 1) la indica-cin de los Ludi o Juegos en que se representaron83; 2) los nombres de los ediles curules84 organizadoresde tales Ludi; 3) el nombre del director de la compaa cmica; 4) el nombre del compositor de la m-sica; 5) el tipo o tipos de flautas empleadas en la ejecucin musical; 6) el nombre del autor griego dela pieza (En Formin, tambin el ttulo original de la obra); 7) el nmero de la pieza en la serie de lascomedias del autor latino; 8) los nombres de los cnsules en funcin al ser compuesta la obra.

    Para la primera pieza, La andria, no hallamos didascalia ni en el cdice Bembino ni en los dems.Pero en los Prolegmenos de Donato a dicha comedia, se renen todos los elementos de una didascalia.Por eso Tyrrell y tras l muchos editores como Marouzeau, Rubio, Ashmore, la restablecieron sobrela base de esos elementos y por comparacin con las otras didascalias.

    Es digno de nota que las didascalias de las comedias de Terencio son casi las nicas que quedandel teatro latino; solo se pueden citar, en efecto, otras dos: las dos, de comedias plautinas (Stichus yPsudolus); y una de ellas (la primera) muy mutilada.

    Se ignora quin fue el autor de las didascalias de las piezas de Terencio. Quizs lo haya sido M.Terencio Varrn, o bien algn gramtico del siglo anterior a nuestra era, o algn editor antiguo quepudo aprovechar el De Actis Scenicis de Varrn.

    Es muy de lamentar que las didascalias ofrezcan un contenido embrollado, difcil de entender: asvaran, segn los manuscritos, los nombres de los magistrados; a veces se topa con tres cnsules envez de dos (El eunuco), con cnsules de dos aos diferentes (El atormentador de s mismo), etc.; esque las didascalias han ido acumulando y entreverando datos de distintas representaciones.

    Peroca. - Peroca significa sumario, compendio. Se escribieron perocas para resumir los argu-mentos de las comedias de Plauto y Terencio, como asimismo de los libros de La Eneida. Las perocasdel teatro terenciano y de La Eneida, y quizs tambin las no acrsticas del teatro plautino, se debena C. Sulpicio Apolinar85. Las perocas de las piezas de Terencio constan, cada una, de doce versos se-narios ymbicos (las de La Eneida, de seis hexmetros). Estn compuestas sobre el modelo de lashypothseis (temas, argumentos) griegas, de las cuales nos ha conservado un ejemplo para el Hrosde Menandro un papiro de Aphroditpolis. Su estilo, como bien hace notar Marouzeau, es conciso, obs-curo, desgarbado y rayano en la incorreccin 86. Por eso, es tan solo en fuerza de la tradicin -adviertea su vez Rubio- si los pobres sumarios de C. Sulpicio Apolinar siguen teniendo en nuestras edicionesde Terencio el honor de preceder las piezas de este87.

    Lista de Personajes. - No la trae ningn cdice. Ciertos cdices, sin embargo, traen en su lugar lailustracin de un pequeo edificio con las mscaras de los personajes que intervienen y que estn in-dicados por sendos nombres yuxtapuestos. Tales nombres y adems los ttulos de las escenas permi-tieron formar la lista de personajes.

    En las ediciones crticas de las comedias de Terencio, para cada personaje se indica escuetamente, al ladodel nombre del personaje, su edad o condicin o profesin, como snex, anciano, libertus, liberto, obsttrix,partera, etc. Pero en las traducciones se acostumbra ampliar la informacin sealando las relaciones de pa-

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    83. Haba en Roma cinco solemnidades anuales con representaciones escnicas, pero parece que Terencio slo intervinoen dos de ellas, a saber en los Juegos Romanos y en los Juegos Megalenses; tambin particip en los Juegos Fnebresen honor de L. Emilio Paulo (cf p. 8).84. Los ediles eran, en Roma, magistrados de orden inferior. Ediles curules se llamaban los que disfrutaban del derecho ala silla curul. A estos, ya en tiempos de Terencio, les estaban confiadas la organizacin y superintendencia de los JuegosRomanos y de los Megalenses.85. Ver nota 72 (p. 13).86. MAROUZEAU, vol. I, p. 105.87. RUBIO, vol. I, p. XXIII.

  • rentesco, de amor o amistad, de servidumbre, o alguna otra circunstancia aclaratoria como la procedencia;as, por ej.: Simn, anciano (padre de Pnfilo); Carino, joven (amante de Filomena); Cratino, amigo (de De-mifn); Birria, esclavo (de Carino); Critn, anciano (de Andros, o vecino de Andros).

    Prlogo. - El prlogo del teatro latino es de origen griego, como lo indica el mismo vocablo pr-logo. En la tragedia griega era, segn la definicin de Aristteles, la parte que preceda al prodo 88.Primitivamente, en realidad, o faltaba el prlogo o se identificaba con el prodo: el coro, al aparecerdesde el principio, expona por boca del corifeo el argumento de la tragedia. Como parte independiente,el prlogo adopt diversas formas: la de monlogo y la de dilogo en una o diversas escenas. En lastragedias de Eurpides consta de un monlogo inicial en que un dios o personaje importante exponeel argumento. De la tragedia pas a la comedia. La comedia antigua aadi al prlogo impersonal delcoro la parbasis personal de los miembros del coro. Era la parbasis una especie de intermedio, co-locado ordinariamente despus del primer episodio que segua al prodo; en ella los miembros delcoro, despojndose de sus caretas y consiguientemente de su papel de actores pasaban a lo largo delproscenio y exponan las ideas del autor acerca de su produccin, mritos y pleitos literarios. En algunacomedia nueva se puede hallar un prlogo de contenido mixto, es decir, un prlogo que ostenta unaexposicin del argumento y a la vez una breve apologa de la obra y de su autor; pero normalmente lacomedia nueva lleva un prlogo-exposicin a la manera de Eurpides.

    Pues bien, el prlogo-exposicin es el que priva entre los prlogos imitados por Plauto; los pr-logos de Terencio, en cambio, ni una vez son expositivos, sino siempre y exclusivamente apologticos:prlogos-apologa, que recuerdan los prlogos mixtos y las parbasis, pero que constituyen en rea-lidad una afirmacin artstica de nuestro comedigrafo. Con todo, as como primitivamente el prlogose identificaba con el prodo, de la misma manera en las comedias de Terencio la exposicin, aunqueen parte, se fusiona con el comienzo de la obra: unos personajes especiales -protticos- o los personajesordinarios dan a conocer antecedentes y circunstancias, no ya el argumento ntegro, de la accin queva a desarrollarse ante los espectadores. Pero es prlogo literario en el sentido moderno del trmino,y como tal es del todo independiente de la obra.

    Prlogo-apologa es el prlogo de Terencio; apologa de su obra, pero de ordinario ms que paraencarecerla, para defenderla de la denigracin, acusaciones y ataques de sus rivales literarios. Y a feque la defiende con ardor, con pasin, con dejos de resentimiento, con acentos de acrimonia; todo locual contrasta no solo con la caracterstica romana del Prologuista amante de la paz y que en son depaz trae un ramo de olivo, sino tambin con el estilo acostumbrado de la pieza, un estilo que se deslizasosegada y suavemente. Si a lo dicho se aade que los prlogos aparecen alambicados y atiborradosde figuras retricas, mientras que el dilogo escnico respira naturalidad y mesura, entonces se agravala sospecha de que no sea Terencio el autor de tales prlogos. Por consiguiente, como dice Marou-zeau89, o no es Terencio el autor de esos prlogos o, si lo es, en ellos dio rienda suelta a fantasas y ex-travagancias, que en el texto de las comedias habra tenido que sofrenar en atencin a los modelosgriegos. En esta segunda hiptesis, el verdadero, el autntico Terencio, ya como hombre, ya como li-terato, se hallara perfilado en los prlogos de sus piezas.

    Beare da por supuesto que los prlogos se deben a Terencio y pone de relieve que estando destinados adisipar sospechas y conseguir la atencin, por eso mismo resultaron prlogos de nuevo cuo: quizs era laprimera vez, escribe dicho autor, que un dramaturgo latino tena conciencia de asentar un principio artstico90.Los prlogos seran, pues, un mrito, una prueba de la originalidad artstica de Terencio. Con Beare coincideperfectamente Paratore, que declara: Los prlogos mismos, dada su configuracin, carcter y contenido, sonindiscutiblemente harina del costal de Terencio, que se nos revela muy distinto de un mero traductor (si biencapaz de retoques expresivos), ya que ha sabido crear una novedad tcnica, estructural e ideolgica tan cla-

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    88. Prodo era el canto con que el coro acompaaba su entrada y primeras evoluciones en la orquestra. Y orquestra era ellugar contiguo al proscenio o escenario donde actuaba y danzaba (orjomai) el coro en el teatro griego (Diccionario delMundo Clsico, s. v. prodo y orquestra).89. MAROUZEAU, vol I, p. 50.90. BEARE, p. 95. Gudeman (p. 49) propone como muy verosmil la conjetura de que Luscio Lanuvino, ya con anterioridada Terencio, se habra servido de prlogos para polemizar con l; confiesa, empero, que no puede demostrar tal conjetura.Y en verdad, la documentacin existente le reserva a Terencio no solo la primaca, sino aun la prioridad del prlogo-apo-loga en la escena latina.

  • morosa91. Paratore seala adems que a causa de la sustitucin del prlogo informativo por el polmico, elpblico quedaba en ayunas y por lo tanto en suspenso acerca del desarrollo de la comedia: tal circunstanciaunida al procedimiento minucioso, pero hbilmente progresivo, con que Terencio avanza hacia el desenlacefinal, mova al pblico a sopesar con atencin y apreciar debidamente los valores ms profundos del drama92.Como vimos ms arriba (p. 13), el mismo autor, tambin hace hincapi en los prlogos para atribuir a Terencioun temperamento susceptible y propenso a la polmica. No abriga pues la menor duda de que los prlogossean genuinamente terencianos. Tampoco lo dudan otros autores, como, por ej., P. Coromines y Rubio93. Elsegundo para explicar la enorme distancia de estilo que media entre prlogos y piezas, ve en aquellos un opusoratrium,mientras que en estas ve el especfico opus poticum de Terencio; y supone que en el opus ora-trium Terencio, cediendo al gusto de la poca en oratoria, adopt el afectado estilo asitico, mientras queen el opus poticum luci el estilo que responda a su propio gusto y que se recomienda por la ttica elegntiay la naturalidad de lenguaje 94. La explicacin nos parece atendible. Por nuestra parte proponemos la conjeturade que la notabilsima diferencia de estilo entre prlogos y piezas obedezca a notabilsima diferencia deaptitud y aficin que se habra dado en Terencio con respecto a los dos gneros literarios, resultando, en elprimero, un polemista amanerado y, en el segundo, un poeta lmpido y fluido.

    Caractersticas de las comedias de TerencioPasemos ahora a estudiar en detalle las caractersticas de las comedias y del arte de Terencio. Para

    proceder ordenadamente, examinaremos por separado la accin, los personajes y el estilo.

    Accin. 1. Comedias palliatae . - Dijimos (p. 14) que Terencio compuso seis comedias pallitae alestilo de la Comedia Nueva tica. Siendo al estilo de tal comedia, se trata de piezas que reflejan lavida comn, la vida burguesa. Palliatae burguesas son pues las comedias de Terencio.

    2. Comedias que imitan a las de Menandro. - Tambin dijimos (ib.) que Menandro fue el modelopredilecto de Terencio. Precisemos ahora. Cuatro de las seis piezas de Terencio derivan de Menandro:La andria, El atormentador de s mismo, El eunuco y Los hermanos. En esta ltima hay insertado unepisodio perteneciente a una comedia de Dfilo 95. Formin y La suegra provienen de sendos originalesde Apolodoro de Caristo96, pero, segn el juicio de la antigedad, La suegra, salvo algn feliz retoqueintroducido por Apolodoro, provendra de Menandro. Y entonces una sola comedia de Terencio traeconsigo una clara paternidad apolodorea; paternidad que admitimos por el testimonio del propio Te-rencio, pero que no podemos valuar careciendo de documentacin suficiente. Adase que es a basede Terencio, en especial a travs de La suegra, que se juzga la produccin de Apolodoro como notablepor finura y habilidad dramtica. Asimismo, no nos consta que entre los fragmentos de la produccinde Dfilo haya vestigios del episodio que Terencio entresac para Los hermanos. Conque no solo Me-nandro es el modelo predilecto y casi nico de Terencio, sino que nicamente a l podemos dirigirnospara ver en concreto las relaciones que median entre la comedia nueva y Terencio.

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    91. PARATORE (1957), p. 173.92 Ib.93.COROMINES-COROMINES, vol. I, p. XVII; RUBIO, vol. I, p. XXVII.94. RUBIO, vol. I, p. XLVIII.95. Poeta de la Comedia Nueva, n. en Snope (capital de Paflagonia, a orillas del Ponto Euxino) hacia el ao 360 a. de J. C.y m. en Esmirna (puerto del mar Egeo, en el centro del golfo de su nombre). Compuso cien piezas, de las que solo han lle-gado hasta nosotros unos sesenta ttulos y fragmentos. A travs de los ttulos y fragmentos se rezuma la predileccin deDfilo por la parodia mitolgica y cierto carcter satrico y poltico que ataca aun a personas vivientes; y ello revela el no-table influjo de la Comedia Media o de transicin. Parece que la comedia de Dfilo tena un fin moral y, en la faz artstica,un acentuado realismo y una bsqueda de fciles efectos cmicos, careciendo, en cambio, de esmero en la representacinpsicolgica (Cataudella, p. 271. Sobre la representacin psicolgica por parte de Dfilo, el Diccionario del Mundo Clsicoopina, al revs del citado autor, que Dfilo se acerca a Menandro sobre todo en la exquisita descripcin de los caracteres).Plauto tradujo o imit piezas de Dfilo en la Csina, en el Rudens (La Soga), y en los Commorientes; Terencio tan solotraslad a Los hermanos una escena de dicho comedigrafo.96. Apolodoro de Caristo (ciudad portuaria de Grecia, al sur de la Isla de Eubea), poeta cmico, representante de la ComediaNueva tica, que se desarroll entre 330 y 250 a. de J. C. aproximadamente (Diccionario del Mundo Clsico, s. v. Caristoy Apolodoro; Humbert, p. 196).

  • Como Terencio imita a Menandro, su teatro hace gala de una sutil psicologa y de urbanidad, de-coro, finura. Es que retrata la vida burguesa del foco de la civilizacin helnica, Atenas; y por aadi-dura la retrata filtrada y depurada a travs de la simpata y la admiracin. Recurdese, en efecto, queTerencio es filhelnico, es el corifeo de la corriente filhelnica que irradiaba del crculo selecto y es-piritualmente elegante de los Escipiones (cf p. 7-10).

    3. Comedias mixtae, propendiendo hacia el tipo de las statriae.Desde el punto de vista especficode la accin, los crticos antiguos clasificaban las comedias en tres categoras: motriae, statriae ymixtae. Motriae si la accin era movida, rica de intriga; statriae, si la accin era reposada, escasade intriga, consistente sobre todo en dilogos y susceptible por eso mismo de un estudio ms fino delos caracteres; mixtae, si la accin no era ni movida ni reposada, sino algo intermedio. Casi todas lascomedias de Plauto pertenecen al gnero de las motriae. Las de Terencio, en cambio, a excepcinde dos, pertenecen al de las mixtae, propendiendo hacia el de las statriae. Las dos que hacen ex-cepcin son: Formin, pieza de la cual observa Donato que es prope tota motria, casi toda mot-ria, y El atormentador de s mismo, pieza de la cual se advierte en el prlogo: in hac est puraortio, en esta pieza hay puro dilogo. Acerca de La andria apunta Donato: haec maiori ex partemotria est, esta en su mayor parte es motria; otros, por el contrario, la consideran excesivamentestatria a la par que La suegra. El eunuco es ms bien del tipo de las motriae.

    La predileccin por la comedia statria no depende de un factor numrico (pues, si con Donato admi-timos que La andria en su mayor parte es motria, habra tres statriae versus tres motriae), sino de serstatriae las piezas que mejor reflejan las tendencias y temperamento artstico de Terencio. Y esto nos llevaa sealar otra prerrogativa del teatro terenciano, es decir, la de constar de comedias sentimentales.

    4. Comedias sentimentales. - En esto Terencio se diferencia ya de Plauto ya de Menandro. Plauto,en efecto, despliega en sus comedias una vis cmica jocosa, de una jocosidad bufa y crasa; Menandrosabe fijarse en la humnitas, pero sin hacerla prevalecer sobre el donaire de los tipos tradicionales. Te-rencio suele concentrarse en la humnitas, en los problemas humanos; de ah el carcter serio y aunmelanclico que aparece difuso en todo su teatro, desde La suegra donde, como asegura Pichn, nose encuentra el menor chiste, y es de tono lloroso97, hasta El eunuco y Formin, que son las dos co-medias aparentemente ms festivas. En realidad, observa Paratore, lo que podra distinguirlas de lasotras cuatro es que en ellas campea alguno que otro personaje que, por ser de pronunciada malicia (For-min y, en El eunuco, Gnatn) o patente bobera (Trasn, en El eunuco), resulta ms cmico, msapto para hacer que el rostro de Terencio se ilumine momentneamente con una amplia sonrisa 98.Pero en dichas piezas hay episodios y dilogos sumamente emotivos, y en Formin la trama amorosaes de un gentil patetismo. Debido a su carcter serio y melanclico, las piezas de Terencio ms quecomedias son dramas, dramas de almas, o ms bien dramas de corazones, ya que el amor, como pa-samos a considerar, es el mvil de la accin en cada pieza.

    5. Tema comn: una aventura amorosa. - Como ordinariamente en Menandro (p. 26-27), el tema es unaaventura amorosa, de un amor que tiene curso irregular de pasin y termina remansndose en una boda satis-factora. Esta, precedida por un reconocimiento (salvo en Los hermanos), es el desenlace obligado de la pieza.

    6. Tcnica estructural. - Es caracterstica de la tcnica de Terencio la introduccin en la pieza dealgn personaje prottico, es decir, de algn personaje que slo figura en la prtasis de la obra a finde introducir al pblico en la marcha de la accin, haciendo las veces del viejo prlogo expositivo.Ya en Plauto se han querido ver ejemplos de tal recurso en cuatro de sus comedias desprovistas de pr-logo, infiriendo de ello que el artificio exista en la Comedia Nueva; se reconoce, con todo, que en Te-rencio el uso del mismo es mucho ms extenso.

    Tpico rasgo estructural en el teatro de Terencio, como hace notar Paratore 100, es la geminacin oduplicacin de pasiones y situaciones: as en La andria la pasin ardiente de Pnfilo por Glicera y de

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    97. PICHN, p. 78.98. PARATORE (1957), p. 183.99. Ver, por ej., en Formin la historia de la doncella que qued hurfana (en la escena II del I acto), la escena III del Iacto, la escena I del II acto.100. PARATORE (1957), p. 184.

  • Carino por Filomena, y las trabas que impiden el casamiento de uno y otro con el objeto de su amor.Pero lo que Beare considera el principio fundamental de la tcnica dramtica de Terencio es el contrastede caracteres 101. Este se verifica en parejas de miembros pertenecientes al mismo tipo (por ej., es-clavo/esclavo; as en La Andria, Davo es esclavo ladino y dinmico, mientras Birria es esclavo obtusoe indolente) o a tipos diversos (por ej., cortesana/doncella; as en El atormentador de s mismo contrastael carcter de la cortesana Baquis, desvergonzada y codiciosa, con el de la doncella Antfila, amorosa,ingenua y desinteresada). El contraste de caracteres puede darse por duplicado e incluso por triplicado;en otras palabras, un mismo personaje, amn de formar contraste con otro del mismo tipo, puede for-marlo con uno y aun con dos de distintos tipos (As en Formin, Cremes, como padre flojo y ablico,forma contraste con Demifn, padre autoritario y volitivo; y l mismo, como marido tmido y dbil,forma contraste con Nausstrata, esposa sargentona). El contraste de caracteres, al igual que la gemi-nacin de pasiones y situaciones, es reflejo del teatro de costumbres de Menandro, pero en Terencioeso se verifica -parece- con ms regularidad, con ms intensidad, con ms afinacin. La ventaja sobreel modelo, que como veremos a continuacin, se da tambin en la intriga, se debe al empleo de la asllamada contaminacin 102; una contaminacin real, a veces, y ficticia, las ms de las veces; la segundale brinda a Terencio la oportunidad de aprovechar y expresar su propia inventiva potica.

    7. Intriga. -La intriga de las comedias terencianas suele ser floja, pero alguna que otra vez tiene ms en-redo que en el original: en La andria y en El eunuco por la aadidura de personajes; y en Los hermanos porla insercin de una escena; as lo especifica Beare al escribir: Aparte la aadidura de personajes en laAndria y el Eunuco y la insercin de una entera escena en Los hermanos, los cambios hechos parecen habersido leves103. Los personajes aadidos son: en La andria, Sosia y la pareja Carino/Birria; en El eunuco, elsoldado y el parsito; la escena insertada en Los hermanos es el rapto de Baquis. Para los personajes aadidosen La andria tenemos el testimonio de Donato; para los personajes aadidos en El eunuco y para la escenainsertada en Los hermanos, disponemos del testimonio del mismo Terencio en los prlogos de dichas piezas.A propsito del soldado y parsito de El eunuco,Beare criba el testimonio del prlogo, infiriendo que ellosdeban figurar ya en El eunuco de Menandro y que nuestro poeta se limit a trasladar unos toques caracte-rsticos de los homnimos personajes del Klax 104. Cmo se compagina esto con la afirmacin que aca-bamos de citar, en la que Beare alude a la aadidura de personajes, y no de simples toques, y que dicho crticohace despus, y casi inmediatamente despus, de su disquisicin sobre el testimonio de Terencio? No cre-emos que pueda compaginarse; solo pensamos que se explica la cosa por un lapsus de contradiccin. Con-venimos, sin embargo, con Beare en que los cambios introducidos por Terencio parece que fueron leves,pero solo refirindonos a cambios de estructura o trama, ya que no parece que puedan considerarse levesni pocas, otras especies de cambios, es decir, imitaciones, alteraciones y acomodaciones de los originales.Para cualesquiera cambios nos resulta plausible la opinin de Beare, de que Terencio habra mirado con elloa provocar en el pblico efectos de sorpresa, siendo quizs el primero de los dramaturgos en proponerse talobjetivo. Efectivamente, la mitologa de las antiguas tragedias era conocida de antemano; en la comedia an-tigua no parece que el poeta aspirara a producir sorpresa; en la comedia prxima a Terencio, sobresale, s,Plauto por lo original y ocurrente en sus adaptaciones, pero llega hasta cansar por la molestia que se tomade explicar previamente cada viraje que le hace dar a la accin del modelo. La sorpresa como recurso dra-mtico parece pues una invencin original de Terencio105. Nuestro poeta demuestra aprovechar ese recursocon tanta habilidad, con tanta naturalidad, que Humbert dice sin rebozo: La fuerza cmica de Terencio estgeneralmente en estos efectos de sorpresa que la vida sugiere por s misma 106.

    Aun prescindiendo de los efectos de sorpresa, sealan varios autores que la complicacin de la trama porcontaminacin representa un enriquecimiento que refuerza la accin y posibilita a la vez una ms aguda ca-racterizacin psicolgica de los personajes. Marouzeau, por ejemplo, afirma: Es preciso reconocer que, en

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    101. BEARE, p. 107.102. La palabra contaminacin est aqu tomada en la acepcin tcnica corriente de combinacin o mezcla de originales griegos.103. BEARE, p. 108.104. Ib., p. l04-105.105. Ib., p. 108-109.106. HUMBERT, p. 59.

  • conjunto, Terencio por este medio (de la contaminacin) enriqueci una materia a veces indigente, reforzsu intriga, acreci el valor dramtico de su obra107; y Pichn: Las contaminaciones que se le han reprochadole sirven no solamente para reforzar la accin, sino tambin para variar la observacin moral108. Pichnllega a sostener que las ms flojas y las ms fras entre las comedias de Terencio son justamente las dos paralas cuales no se efectu la contaminacin, es decir, El atormentador de s mismo yFormin109.Esto, empero,tan solo prueba que en concepto del eximio autor la contaminacin es causa de adelanto artstico. Ms biencabra decir, en efecto, que esas dos comedias no necesitan absolutamente se les aplicara la contaminacin,poseyendo por s solas suficiente intriga, como aseguran varios autores. As, a propsito de El atormentadorde s mismo,Koehler puntualiza tanto una intriga llevada con la mayor habilidad como una caracterizacinperfecta de los personajes110; Beare escribe: Las complicaciones de la trama son difciles de seguir en la es-cena, o aun en el estudio, aadiendo que por ende hemos de aplaudir al pblico que en tiempos de Terenciopudo apreciar la comedia111; La Magna, para quien la pieza no es ciertamente una de las menos bellas112,piensa que ella tiene intriga, si bien no muy complicada, al igual que las dems comedias de Terencio, peroque tiene un esmeradsimo estudio de los caracteres de los personajes113. En cuanto a Formin,Rubio afirmaa su favor: Hay en ella una intriga mucho ms complicada que en cualquiera de las otras cinco; la abundanciade peripecias y contratiempos enredan la situacin de tal manera que el espectador se halla en tensin cre-ciente114; pero despus seala a su desfavor: Como consecuencia de la mayor atencin prestada a la intriga,quedan algo sacrificados los caracteres, careciendo de relieve todos ellos salvo el del protagonista Formin115;inferencia, esta, que no comparten todos los eruditos, entre los cuales se encuentran quienes sostienen exac-tamente lo contrario: as Hadas pondera la pieza como una comedia de costumbres en su apogeo, cuyas ca-racterizaciones son todas perspicaces y dotadas de una verdad eterna116; La Magna, que considera Formincomo una de las comedias de Terencio ms interesantes y mejor logradas117, dice a su vez: Los caracteresde los personajes estn retratados con una maestra insuperable118. De todos modos, no parece justo calificarde flojas y fras las dos piezas en cuestin por simple carencia de contaminacin.

    Pero mucho menos justo es explicar la contaminacin de las dems piezas por cortedad de inspi-racin, como presume la Enciclopedia Espasa Calpe (s. v. Terencio). La cortedad de inspiracin noinduce a reforzar, sino a guardar inalterada la accin del original. Cecilio119, con todo, rehua la con-taminacin y he ah que Varrn, comparndolo con Terencio y Plauto, declara: In argumentis Cae-clius poscit palmam, en la accin Cecilio reclama la palma120, esto es, en la accin le correspondela palma a Cecilio. De suerte que no es la cortedad de inspiracin lo que causa la contaminacin, nies la contaminacin lo que determina superioridad artstica en la accin. Por la contaminacin Terencio

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    107. MAROUZEAU, vol. I, p. 43.108. PICHON, p. 76.109. Ib., nota.110. RUBIO, vol II, p. 25.111. BEARE., p. 103.112. LA MAGNA (1950), p. 8.113. Ib., p.7114. RUBIO, vol. II, p. 116.115. Ib., p. 117.116. HADAS, p. 48.117. LA MAGNA