Teorías humanistas

En este trabajo se abordaran tres teorías humanistas desarrolladas por Abraham Maslow, Carl Rogers y Fritz Perls.

Lo interesante sobre este enfoque teórico es que pone énfasis en la experiencia subjetiva privada y en el crecimiento personal, también destaca las cualidades personales del ser humano como su responsabilidad, libertad, capacidad de crecimiento, entre otros valores y procesos que guían hacia un modo de vida más pleno.

A diferencia de otros enfoques, las teorías humanistas asumen un punto de vista positivo y señalan que el hombre por naturaleza es bueno. Otra característica importante es que nosotros debemos involucrarnos en el proceso, pues la psicología humanista no tiene como fin predecir o controlar la conducta de los seres humanos sino comprender al sujeto.

Abraham Maslow desarrolla su definición de personalidad basándose en lo que el define como autoactualizacion un proceso constante en el que el individuo hace uso pleno de sus habilidades, capacidades, talentos, virtudes y toda potencialidad que posee el ser humano.

Rogers tiene una concepción similar sobre lo que define como autorrealización, considera que “el organismo tienen una tendencia básica y pujante, la de realizar, mantener y elevar la experiencia” (Rogers, 1951).

Desde cualquier perspectiva que analicemos este concepto nos daremos cuenta que esta es una tendencia centrada en la persona que la motiva y hace realidad el yo tal y como lo percibimos en nuestra consciencia.

Los conceptos filosóficos de Rogers conservan el optimismo que los han caracterizado desde un principio y que considero enriquecen no solo el enfoque humanista pues también se podría hablar de una integración adecuada de teorías que se complementen entre si.

Aunque Carls reconoce la capacidad humana para generar grandes males prefiere tener un concepto de humanidad optimista, no es que este teórico vea todo positivo pero considera más alentador y estimulante trabajar con individuos con comportamientos destructivos pues descubre las tendencias positivas que existen en ellos.

Este punto nos obliga entonces a mirar más que los defectos o debilidades las capacidades, habilidades o virtudes que poseemos para poder avanzar hacia la plenitud o realización.

Un punto que me atrae de su teoría es cuando se refiere a la congruencia e incongruencia que se rigen del equilibrio o no entre lo que ocurre, percibo y digo, me gusta mas este concepto porque no habla de personas enfermas, inadaptadas o anormales sino que los contempla de acuerdo a la capacidad que tienen para percibir la realidad.

Cuando emplea la palabra cliente o persona en lugar de paciente la terapia se hace más igualitaria la relación y rara vez podemos observar esta concepción en otros enfoques. Esta terapia centrada en la persona como su nombre lo dice da la oportunidad de que el sujeto sea quien tome las decisiones que cree conveniente, de lo contrario al ser el profesional quien disponga solo se estará truncando el crecimiento de la persona, siendo lo contrario a lo que las teorías humanistas promueven.

El beneficio que creo básico de esta terapia es cuando el cliente consigue ser una persona congruente, pero esto depende en gran parte de nosotros como terapeutas pues también tenemos que reunir ciertas cualidades personales, ya que cuando una terapia es satisfactoria los clientes logran convertirse en las personas del mañana que funcionaran plenamente.

Abordando ahora a Maslow tocare un punto importante que pienso es una de las aportaciones mas solidas, clara y conocida, me refiero a la jerarquía de las necesidades relacionada con la motivación, pues explica como ciertas necesidades impulsan al ser humano en un momento determinado.

Las necesidades aparecen desde las necesidades fisiológicas, de seguridad, amor y pertenencia, respeto y por ultimo autorrealización, aparecen sucesivamente. A mi parecer utiliza un sentido común para construir su pirámide pues es más común que una persona que no ha satisfecho sus necesidades básicas difícilmente logre ubicarse en un nivel superior ya que habrá una motivación principal que estaría ligada a una satisfacción de corto plazo.

Sin embargo esta jerarquía puede ser de gran utilidad para los terapeutas al ayudar a una persona a dirigirse de un nivel inferior a un nivel superior, pues pueden ubicarla en ciertos escalones que le permitirán brindarle sentimientos dependiendo el nivel que se quiera alcanzar.

Al igual que Rogers, Maslow reconoce que las personas pueden hacer mucho mal. Esto lo atribuye a la frustración de las necesidades básicas, no a la naturaleza de las personas.

No obstante considera que la mayoría de las personas “están condenadas a desear lo que no tienen”, es decir que las personas estarán en constante

búsqueda de satisfacer lo que creen necesario y aunque todos posean el sentimiento de autorrealización no todos lograran ser personas autorrealizadas.

Pero encuentro interesante la diferencia entre la conducta de las personas motivada por las necesidades fisiológicas y de seguridad que esta determinada por fuerzas externas, mientras que la conducta de las personas autorrealizadas esta determinada en parte por la libertad de elección, lo cual confirmaría lo antes mencionado acerca de que todos tenemos posibilidades de autorrealización, solo que esta en nuestras manos lograrlo.

Ahora hablaremos de Frederick Salomon Perls quien aborda la psicología Gestalt, caracterizada principalmente no por analizar sino por integrar. Perls coincide con Rogers, consideran que la terapia es un proceso de llegar a ser. La meta es establecer o restablecer contacto, es decir el sujeto debe percibirse como parte integrante de un todo y también entrar en relación consigo mismo y con el mundo.

La aportación más significativa y diferente a otras teorías, en mi opinión, es cuando habla de los estratos del self, él lo explica poniendo el ejemplo de una cebolla que posee muchas capas cubriendo el núcleo o corazón de la cebolla. Señala que existen 5 estratos externos que impiden la aparición del self autentico.

Esta representación del self de Perls me hace relacionar el procedimiento que se tendría que llevar en la jerarquía de necesidades de Maslow para pasar de un nivel inferior a un nivel superior, pues de acuerdo con Perls cuando nos damos cuenta de un estrato y tratamos de ser genuinos podemos toparnos con el siguiente estrato y así sucesivamente hasta encontrarnos con el verdadero self.

El estrato mas externo es el que se muestra a los demás, el papel o roles que desempeñamos, le sigue el estrato fóbico donde se encuentra toda la desesperación, tristeza o desesperación, en el estrato de atolladero se percibe un estado de muerte, el estrato implosivo posee las energías necesarias para vivir y el estrato explosivo es cuando se externalizan las energías que se encuentran en el estrato implosivo, los cuatro tipos de explosión son gozo, aflicción, sensaciones parecidas al orgasmo y coraje.

Me gusta este planteamiento porque lo considero realista, pues de acuerdo con este modelo dinámico nadie puede permanecer eternamente en el núcleo interno, pues la persona viviría en el goce constante, y considero que esto seria aburrido. Perls propone vivir en el aquí y ahora un punto que no habían abordado como tal los otros dos teóricos. Él opina que la persona debe concientizarse de si misma y asimilar las experiencias directamente para confrontar en lugar de evadir.

Este último aspecto podría ser utilizado para avanzar hacia la autorrealización en la pirámide de las necesidades propuesta por Maslow, pues seria una forma de avanzar de un nivel a otro de forma no superficial.

Como lo mencione anteriormente para mí la mejor forma de aprovechar las teorías humanistas seria integrándolas a las otras teorías y enfoques, pues los psicólogos humanistas acentúan los valores como guías de conducta y toman al individuo como un sistema motivacional unificado.

Referencias

Cervone, D., Pervin, l., Priego, R. (2009). Personalidad: teoría e investigación (2da. Edición). México: El manual moderno.

Feist, J., Feist, G. (2007). Teorías de la personalidad (6ta. Edición). España: McGraw-Hill.

Frager, R., Fadiman, J. (2010). Teorías de la personalidad (6ta. Edición). México: Alfaomega.

Quitmann, H. (1989). Psicología Humanista. Barcelona: Herder.

Salama, H. (1997) Gestalt. De persona a persona (2da. Edición). México: Centro Gestalt de México