Teoría y práctica de la esgrima

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ICsta edición consta iJc i . oo i cjcnií^larcs

I ;o (le lujo, al precio de l'ta-.. ^¡i,

•S50 corriente--,, á Pías. 10.

TEORÍA Y l'RÁCTICA

LA ES( ;RIMA piiDRo (:ARI5()N]^:L

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Es |troi(ic<|;id d^A ¡nitor. Qiiodií iieciio (íl iU-ji'>sit'> .inf

m a r r a l;i lf\--

l l firmo, mím ^l\^néB de Icmlia

A/t respetable Marques: Tengo el honor

de dedicarle este modesto trabajo, fruto de mis

estiidios y observaciones, en príieba de respeto y

adjniraciófi al que durante tantos años lia sabido

conservar cu España el primer puesto como tira

dor y protector del noble ejercicio de la esgrivui.

Le ruego que lo acepte, y tendrá iiu

motivo más de reconocimiento hacia V. su respe

tuoso amigo y seguro servidor,

i¡. h. s. in.,

Pedro Carbonel.

Sr. D. Pedro Carbonel.

Me impones, fiuerido Pedro, un gran sacrificio por mis circunstancias, el estado de mi ánimo, mis años y mi carácter. Abusas de lo que te quiero, y del gran cariño y gratitud que tuve á tu padre, que fué mi maestro.

Su fama, su nombre, lo has conservado, y has llegado á ser lo que él quería: un excelente profesor de armas, y á la vez un cumplido caballero.

En el buen libro que das á la estampa, descartas todas las complicaciones (jue hacen difícil la ejecución de los golpes en las armas; reduces los atafjues, suprimes las ]3aradas in-litiles, y por medio de la simplificación consigues un verdadero progreso.

Tu método es sencillo; está basado en los buenos principios universales de este notable arte y en la experiencia que has conseguido viendo tirar á los mejores maestros do Europa y tirando con ellos.

El capítulo Del asalto y consejos para el asalto revelan tus conocimientos, y cjue por el trabajo y el estudio has llegado á conocer la verdad.

Defines la esgrima con gran acierto, diciendo que es el arte que enseña á defenderse, asegurando al mismo tiempo que no son necesarias condiciones especiales para sobresalir y llegar á conseguir la destreza.

Con trabajo y constancia, como aseguras, todos pueden aprender á defenderse de la procacidad y de los valientes

X CARBONEL

fingidos que pretenden atropellar á los humildes y desgraciados.

Tus discípulos todos te estiman y son tus amigos, lo que prueba que al talento y á la destreza de las armas unes la afabilidad de carácter, que te hacen merecer el aprecio de todos los que te conocen.

T e habrás convencido de que no debía ser yo el que diera á conocer tu obra concisa, inteligente y clara, donde encontrarán los fuertes tiradores gran número de avisos y consejos útiles, y las naturalezas más rebeldes la seguridad de vencer las dificultades y llegar, por medio de tu hábil enseñanza, á conseguir lo que les parecía inaccesible.

Todos los aficionados deben adquirir tu libro, el cual debe ocupar el mejor puesto de su biblioteca, como espera lo harán y desea tu afectísimo amigo,

E L MARQUÉS P E HEREDIA.

PRÓLOGO

Siendo el objeto de la esgrima el ataque y defensa simultáneos contra un adversario provisto de armas iguales ó parecidas, dicho se está que, donde quiera que se practique, debe estar fundado en principios fijos y reglas constantes, piedras angulares en que descansa el desarrollo de su estudio; pero esta unidad de base no puede excluir la variedad de procedimientos que, sin entrañar diferencias esenciales entre sí, discrepan en la cuestión de forma.

De aquí el nacimiento de diversidad de escuelas, valiéndose cada una .de ellas de medios y armas propias, pero persiguiendo todas el fin único de la esgrima: tocar y no ser tocado.

Las naciones que hoy marcan el progreso en este arte son Francia é Italia, y por ende, las escuelas francesa é italiana son las más importantes y las que llaman preferentemente nuestra atención.

Es indudable que las dos tienen cosas muy buenas y que cada una es superior á la otra en

XII CARBONEL

ciertos detalles; el justo medio está, pues, en escoger lo verdaderamente sencillo y útil de ambas y trabajar por un procedimiento intermedio que unifique la esgrima y simplifique su estudio; simplificación, por otra parte, necesaria tratándose de un arte que necesita imprescindiblemente de una práctica, tanto más difícil é ingrata, cuanto más complicada sea la teoría.

Esta consideración me ha inducido á publicar este libro, en el que he procurado armonizar las dos escuelas, recopilando, no sólo cuanto he creído bueno en las obras de los autores que de este arte han tratado, sino cuanto me han sugerido las observaciones de mi propio trabajo durante treinta años de práctica, de los cuales llevo veinte dedicado á la enseñanza.

Simplificar el estudio de la esgrima ha sido el objeto que me he propuesto al escribir este libro, haciendo un trabajo de vulgarización para facilitar con la teoría la práctica de este arte, que, si bien como sport es de los más convenientes, considerado como lucha reviste mayor importancia, por tratarse en él de algo más serio y de mayor entidad que un botonazo.

Si he logrado demostrar que este estudio, convenientemente dirigido, no es tan difícil como á primera vista parece, y he conseguido proporcionar alguna mayor facilidad, creeré satisfechas mis aspiraciones y quedaré más que recompensado por mis afanes.

P. CARBONEL,

LA ESGRIMA o

x í l ^ t ^ ^ V^ ^! disciplinar los músculos refle-a l n n l v í ' f " " ' ^ ' " ' ' " ' ' ' P^eP^^ándolos para el ataque y defensa con superioridad.

» hi asalto es una serie de combates con armas sin punta ni filo, en los que se observan fielmente las reglas científicas de la esgrima, con el objeto de patentizar en hechos la destreza y vigor de dos combatientes, la inmovilidad del tronco en la armonía de las aptitudes, la posesión de SI mismo, la presencia de espíritu, la perspicacia en el conocimiento rápido del flaco del adversario, la viveza en las paradas, la precisión

( I ) Gracias á la amabilidad del Dr. Escuder, tan distinguido médico como excelente tirador, puedo ofrecer á los lectores la reproducción del presente articulo, en el que trata de las ventajas de la esgrima desde el punto de vista higiénico; nadie como él lia sabido exponer con mayor claridad los beneficios que reporta la práctica del noble ejercicio de la esgrima.

XIV CARBONEL

al tirarse á fondo, la seguridad y aplomo en la guardia, la precaución en el retroceso, el arte de cubrirse y la sagacidad en la simulación de una estocada, poniendo en acción el organismo psico-motor y reflejando en la ejecución el golpe de vista certero, la resolución de la voluntad, la agilidad de la imaginación en la invención de planes y el conocimiento exacto de nuestras propias fuerzas.

»Hoy que tan poco se atiende á la gimnasia disciplinada, conviene insistir en la propaganda de un género de ejercicio que, además de proporcionar ventajas en la defensa, dota al organismo de vigor armónico de músculos y centros cerebrales que, al desarrollarse por el esfuerzo, como son á la vez psíquicos, desenvuelven acordes y paralelamente la doble función que desempeñan,

»La esgrima crea fuerza nerviosa, la ahorra, la deposita, la condensa latente en el cerebro para disponer de ella cuando se necesite.

»La rivalidad tácita que origina el asalto prolonga la resistencia á la fatiga; lo imprevisto del ataque varia incalculablemente la serie ideal de planes rápidos que descompone una postura del adversario, determinando cada aptitud, cada amago un nuevo giro á las ideas, que nos representan en lo interior, no ya al combatiente que tenemos enfrente, sino su intención, delatada en un movimiento imperceptible.

»La excitación de la lucha mueve todos los

ES(;RIMA.

resortes, pone en libertad la fuerza almacenada, borra la sensación del cansancio, activa la circulación de la vida, duplica las fuerzas, suaviza las articulaciones, distiende los ligamentos, quema el tejido adiposo, consume la grasa-y da tonicidad y energía á los músculos que á nuestra vista se contraen bajo la piel, aumentando la temperatura total del cuerpo de medio á un grado.

»Fuera de la natación, no hay ejercicio más armónico, siempre que se haga con ambas manos : los miembros adquieren gran agilidad y fuerza en las flexiones y extensiones, disparándose como un resorte al partir á fondo; la contracción en guardia gasta más energía muscular que el mismo movimiento; la atención despierta á cada oscilación del acero contrario, activa el espíritu de observación, la necesidad de parar y contestar in'stantáneamente acelera las decisiones de nuestra voluntad; al guardar la distancia hay que aplicar el juicio al ojo, reforzando la medida adecuada de su acomodación; el pecho agranda sus diámetros; el corazón palpita de prisa; las visceras, sacudidas, no dejan que se estanque la sangre venosa; el talle se yergue; la sangre absorbe más oxígeno; el pulmón expele más ácido carbónico; la función de la piel, el sudor, suspendido en invierno, entra en acción, depurando el organismo de elementos sobrantes, y todo el cuerpo parece que renace , caldeándose el ánimo con el estímulo de

XVI CARI;ONI:L

nuevas sensaciones, que ahuyentan tristezas y melancolías, dejando al sujeto fresco, sereno y dispuesto; sedados los nervios, aplacada la excitación mental y con un remanente mayor de fuerzas que reHuye al cerebro en la lucha diaria por la existencia.

»En el asalto la hoja del arma se vuelve sensible, adquiriendo por ella la mano el tacto exquisito y la delicadeza precisa de un sentido vijíi-lante que se alar^ía.

»E1 ojo se acostumbra al .tíolpe de vista repentino; el juicio discierne por reflexión momentánea la línea que ha de seguir, la velocidad y precisión de un ¡jjolpe de tiempo seguro y la cantidad proporcional de fuerzas que los complejos sistemas de músculos despliegan en determinado segundo.

»E1 que metódicamente ejercita la esgrima, come bien, duerme mejor, descansa de la fatiga intelectual; con el desarrollo físico equilibra su mente, preservándose de las múltiples afecciones que consigo trae la vida sedentaria. El tirador avezado nutre mejor su encéfalo por el acumulo de sangre que vivamente en él se agolpa y precipita, evitándose esas congestiones pasivas que estancan las ideas y aflojan la voluntad, determinando por inercia ciertos disloques mentales lindantes con la locura. Se proporciona durante breves momentos el ardor febril que consume los productos tóxicos que nuestro cuerpo produce, por el íntimo roce de la vida;

ESGRIMA ^ ^ "

deriva á sus músculos la fuerza creadora, fecundándose á si propio, en lugar de estragarse en la incontinencia, y desarrolla íntegramente su cerebro, convirtiendo en actos las ideas.

»Suponen algunos que el ejercicio de la esgrima vuelve al sujeto provocador y duelista. Nada más contrario. Conozco á gran número de excelentes tiradores que han envejecido sin merecer el honor de que nadie les desafíe.

»E1 que conoce las armas es más respetado, y como no ignora el peligro, es más respetuoso con los demás, pues lo primero que experimen-talmente adquiere es el dominio de sí mismo, la detención de todo impulso automático y reflexivo. La célula cerebral y la fibra muscular son extremos que se tocan por un hilo. No pueden desarrollarse la una sin la otra.

»Toda acción requiere un punto de partida ideal. Pero así como la idea determina la voluntad, ésta, cuando tiene conciencia de su fuerza, se ejercita en refrenarse á sí propia.

»La esgrima transforma los impulsos reflejos, instintivos, automáticos, en acciones conscientes, calculadas y enderezadas á un fin. El que deja inactivos sus músculos paraliza su alma, atrofia secciones circunscritas de su cerebro. La célula nerviosa actúa á la manera de una pila, se descarga en el músculo, y cada esfuerzo voluntario, productor de una contracción, origina un movimiento de desintegración é integración paralelos que desarrollan ambos órganos.

XVIII CARBON'EL

Dominándose, se aprende á disponer en un segundo de la excitación latente difundida en los músculos.

»Los adversarios pasan minutos enteros observándose, espiándose, inmóviles, al parecer, tensos los músculos: de repente uno de ellos parte á fondo colando la hoja por un resquicio imperceptible; ha aprovechado un descuido. Cada combinación es una operación intelectual muy complicada instantáneamente hecha. Esta coordinación previa exige un enorme gasto de fuerza nerviosa; la energía excitante de la contracción ha descendido al músculo, pero allí se detiene y agota hasta que viene la orden del cerebro y se dispara el golpe recto.

»Este poder de detenerse á sí propio, de estar en acecho y á la espera meditando, es uno de los ejercicios que más vigorizan la voluntad y, por consiguiente, el cerebro. No es, pues, la esgrima oficio de gañanes. No se tira con los músculos, sino con los nervios. Por eso la sobria inmovilidad de los maestros fatiga más que el aturdido agitarse de los novicios. Este aplomo es el mayor esfuerzo posible de la voluntad que á sí propia se vence, y por eso mismo constituye la esgrima una indicación terapéutica en ciertos casos de debilidad irritable que caracteriza á algunas neurosis.

»Forma, pues, parte de la educación cerebral y equivale, como gasto nervioso, al que costaría la solución de un problema difícil.

ESGRIMA XIX

»Existe entre la esgrima y la gimnasia una notable diferencia. La última requiere sólo músculos, fuerza corporal, poco ó ningún trabajo psíquico. El cerebro asiste pasivamente á la acción automática desarrollada por el impulso inicial. No asi la esgrima, en que la fuerza es el factor menos importante. El impulso en ella está retenido; el cuerpo es un muelle elástico que no se va del seguro; el cerebro contiene los músculos, los sujeta, los mantiene tensos y vibrantes mientras observa al contrario y sigue sus movimientos, trazando á cada cambio una nueva combinación ideal, aprovechando una hnea descubierta para descargar el golpe fulminante. El tirador improvisa, el gimnasta repite.

»Por eso se cansa más el primero. El gasto es mayor y el consumo de fuerzas más rápido, variado, complejo y momentáneo.

»La lucha es consciente, reflexiva y voluntaria. La acción refleja sólo viene como última fase del movimiento ideal.

»Hay que adaptarse á las condiciones del contrario, defenderse y atacar, combatiendo por la existencia.

»¿Y qué otra cosa es la vida social más que una esgrima en grande?»

» E L DOCTOR ESCUDER.»

PARTE PRIMERA

CAPÍTULO PRIMERO

VOCARULARIO TÉCNICO

Abrir la guardia.—Es tener el pie derecho más ala derecha de la línea en que debe estar cuando se tiene dicha posición. Es lo contrario de cruzar la guardia.

Abrir 6 romper la distancia.—Es, estando en la posición de guardia, separarse del adversario por medio de uno ó más pasos para ponerse fuera de su alcance.

Abrirse.—Se emplea este término cuando al caer en guardia ó partir á fondo se hace exageradamente.

Acostarse.—Es inclinar el cuerpo exagerada-

2 CARBON'EL

mente sobre la pierna derecha estando en la posición de fondo.

Adversario.—Se entiende por adversario todo aquel con quien tiramos un asalto.

Agregiicióa ó emppfio.- Es poner en contacto nuestro hierro con el del adversario; las agregaciones se hacen en las cuatro lineas, y toman el nombre de la linea en que tienen lugar. Deben tomarse con el tercio débil de nuestra arma en el débil de la del adversario.

Aplomo.—Es tener el cuerpo en la vertical, equilibrado en la guardia y en el fondo.

Aposentarse.— Es ganar la distancia al adversario, procurando distraerle para que no lo note por medio de fintas, cambios, etc., etc., para hacerle un ataque.

Apoyarse eu el hierro.—Es la presión exagerada hecha con nuestro hierro sobre el del adversario.

Armas de sala.—Son aquellas que nos sirven para aprender el noble ejercicio de la esgrima; son armas sin punta ni filo; pero que reúnen (ó deben reunir) las mismas condiciones de peso, longitud y resistencia que las de combate.

Arrestar.—Es tocar al adversario por un golpe sencillo en el mismo momento en que nos ataca por uno marchando.

Arrinconar.—Es obligar al adversario á que rompa, hasta colocarlo en condiciones que no pueda retroceder más por tener detrás de él un obstáculo cualquiera.

VOCABULARIO TÉCNICO 3

Á. pie ñrnie.—Es tirar un golpe cualquiera sin marchar, parar sin romper, contestar sin partir á fondo.

Asalto.—Es el combate con armas de sala; es el simulacro cortés del duelo.

Asalto convencional.—Lo es todo aquel en que de antemano se establece la condición de no poder ejecutar determinados golpes.

Asalto de ambición.—Es aquel en que se olvidan las buenas reglas y se procura tocar al adversario sin preocuparse de los medios empleados.

Asalto de estudio.—Lo es aquel en que el tirador procura combatir el juego del adversario, sujetándose á los buenos principios del arte.

Ataque.—Es la reunión de los inovimientos hechos con el arma, el cuerpo, los brazos y las piernas para tocar al adversario.

Ataque al hierro.—Es la acción de desviar con nuestra arma la punta del hierro adversario de la //jiea de ataque.

Ataque de preparación. — (Véase Falso ataque^

Ataque franco.—Se denomina de este modo al ataque hecho con decisión á tocar.

Ataque violento.—Es aquel que se hace empleando más energía y fuerza que la necesaria; generalmente esta clase de ataques van siempre acompañados de fuertes ataques al hierro.

Azorar.—Es procurar descomponer el juego del adversario por medio de fintas, marchas,

4 CARBONEL

ataques al hierro^ para aprovecharse de su desconcierto.

Azorarse.—-Es perder la serenidad.

B

Batir.—Es dar un golpe seco con nuestra arma en la del adversario con objeto de desviar la punta de su hierro de la linea de ataque.

Es un ataque al hierro. Batimiento.—La acción y efecto de batir. Bien á la mano.—Se dice del arma ligera y có

moda. Botón.—Punta del florete y espada de sala que

va revestida de cuerda embreada, piel ó caucho. Botonazo.~Es la acción de tocar al adversario

con el botón del florete ó de la espada. Buena mano.—La que engaña \-A% paradas del

adversario con soltura y habilidad, y ejecuta éstas con seguridad y velocidad.

Buscar el hierro. -Es seguir el hierro del adversario con el nuestro en todos sus movimientos, sean buenos ó malos.

VOCABULARIO TÉCNICO

Caer eu el hierro.—Es tirar en una linea donde el adversario está cubierto: sucede cuando, por no haber regulado nuestra velocidad con la suya, venimos á terminar nuestro golpe en una linca cubierta.

Cálculo.—Es saberse penetrar de las intenciones del adversario y aplicar los medios necesarios para sacar el mejor partido.

Cambiar ó cambio.—Es pasar de un empeño á otro.

Cantar.—Declarar los golpes recibidos. Careta.—Especie de máscara de tela metálica,

guarnecida de piel, que se usa en la sala de armas para protegerla cabeza.

Cavacióu.—Es tirar un golpe sacando la mano de la línea, de modo que el brazo y el arma queden formando un ángulo obtuso á la derecha ó izquierda: es un defecto de mucha importancia, porque al ejecutarlo queda el que lo emplea completamente descubierto.

Ceder. —Es no resistir la presión del arma del adversario en la nuestra.

Cerrar la distaücia.—Es aproximarse al adversario.

Chaqueta de esgrima.—Es una prenda de dril ó piel con mangas, forrada de lona toda la parte

CARBONEL

del pecho, cuello y costado derecho (ó izquierdo, según que ésta sea para uno ú otro), que se ponen los tiradores para resguardar el cuerpo-

Chaqueta dura.—Dícese que la tiene aquel tirador que confiesa con poca lealtad los golpes que recibe.

Choque de guardas ó cazoletas.—Es el encuentro de éstas en la guardia ó en el fondo; ocurre generalmente cuando los dos adversarios parten á un mismo t iempo, cubriéndose en la misma línea.

Claro.—Sitio descubierto por donde se puede tirar un golpe recto.

Clavarse.—Se dice del tirador que se arroja sobre la punta del arma de su adversario hasta recibir el golpe.

Codera.—Semiesfera de cuero, sirve para proteger el codo. Se usa en la esgrima del sable.

Colocar el golpe.—Estocar con precisión^ dirección^ oportunidad.

Combinación.—Es la reunión de determinados movimientos hechos con el arma ó con el cuerpo , con el fin de atacar al adversario ó incitar á que él lo haga.

Confesar el golpe.—Sinónimo de cantar. Columpiarse.—Se dice que se colum.pia el tira

dor que estando en guardia marcha ó rompe, imprimiendo al cuerpo un movimiento de delante atrás, ó viceversa.

Contra.—(Véase Parada de contra.) Contracción (Ataque de). — Ocurre al preten-


der engañar paradas de contras cuando nos paran con oposiciones, ó viceversa.

Contracción (Parada de). —Es parar un golpe en una línea y traerse el hierro del adversario á otra, ó á la misma en que habíamos encontrado el hierro.

Contrafilo.—La parte opuesta al filo del sable. Contrapasar.—(Véase Librar?) Contrarrespiiesta.—Es la contestación que se

hace inmediatamente después de haber parado una respuesta.

Corte.—Se llama así al golpe dado con el Jilo del sable en la dirección de derecha á izquierda.

Correcto.—El que tira sujetándose á las reglas del arte.

Cruzado.—Es un ataque al hierro que consiste en conducir con nuestra arma la del adversario de una línea alta á una baja, ó viceversa.

Cruzarse.—Es tener el pie derecho más á la izquierda de la línea en que debe estar en la posición de guardia ó en la de fondo.

Cuarta (Parada de).—Sirve en la espada para resguardarse de los golpes dirigidos á la línea alta de dentro. En el sable, para cubrirse el plano medio de dentro.

Cuerpo íl cuerpo.—Se dice que existe cuando los dos tiradores se han aproximado tanto, que para tocarse por estocada tienen que encoger el brazo.

Cubrirse.—Es colocar nuestra arma en la línea donde esté la del adversario, para impedir que

CARBONEL

pueda tocarnos por el golpe recto; también se dice guardar la oposición.

Dar el hierro.—Estando en guardia poner las hojas en contacto.

Débil.—Último tercio del florete, espada ó sable, el que corresponde del lado de la punta.

Defensiva.—Actitud del que para. Dentro,—-El espacio comprendido á la izquier

da de la hoja de cada tirador. Desarme.—Es hacer saltar de la mano el arma

del adversario, sea con um. parada, sea con un ataque al hierro.

Descomponer un movimiento ó un golpe.— Es ejecutarlo, marcando todos los movimientos de que aquél se compone.

Descompuesto.—Se dice del tirador que hace los movimientos desordenadamente, sin sujetarse á las reglas establecidas.

Desplegarse.—La acción de tirarse á fondo. Desunido.—Se dice cuando falta unión en los

movimientos combinados. Digiteo.— Es dirigir la punta del arma por la

acción única de los dedos y sin el concurso del brazo.

Distancia.—Es el espacio comprendido entre


dos tiradores. Se dice que están á distancia, cuando partiendo á fondo únicamente se pueden tocar uno á otro.

Dirección.—Se llama á saber dirigir con precisión la punta del arma para tocar un golpe en el sitio pensado.

Doblar.—Es la ejecución át finta de pase y un engaño de contra.

Doblar bajo.—Se dice cuando se ejecuta un doblete en línea alta y en vez de terminarlo en tercera ó cuarta se hace en segunda ó primera.

Doblar uno-dos.—Es la ejecución de un doblete y dos pases sin interrupción, para engañar una parada de contra y dos de oposición.

Doblar y desdoblar.—Es hacer seguido un doblete en una línea y otro en otra para engañar una parada de contra, una oposición y una contra.

Doblete.—Sinónimo de doblar. Dominar el hierro.—Es tener en contacto el

fuerte de nuestra arma en el débil de la del adversario. . .

Dureza.—Es no tener soltura en los movimientos; es la contracción violenta de los mus-culos.

I o CARBONEL

Elevación de nianq.—Consiste en levantarla á la altura de los ojos para evitar que el adversario pueda tocar en la misma línea en que le hacemos el ataque ó la respuesta.

Embrollar el juego ó el hierro.—Es dificultar el juego del adversario, valiéndose ÚQ paradas ÚQ contracción ó ataques al hierro.

Empellar el hierro.—(Véase Agregación.) Encoger el brazo.—Es traer el brazo, la mano

y el arma hacia atrás del cuerpo en el momento de ir á dar la estocada; esto se conoce también con el nombre de puñalada.

Engañar la parada ó el hierro.—Es evitar, al hacer un ataque ó una respuesta, que el adversario encuentre nuestro hierro para desviarlo.

Escuela.— Método especial de enseñar á practicar la esgrima.

Esconder el pecho.—Es perfilarse con exageración estando en guardia; inclinar el cuerpo sobre la pierna derecha ó acostarse estando á fondo.

Esgrima. — Es el arte que enseña á defenderse y ofender con arma blanca.

Esgrimidor.—El que sabe esgrimir. Esgrimir. — Es manejar la espada, el sable ú

VOCABULARIO TÉCNICO ' I

Otras armas blancas, sujetándose á las reglas del arte de la esgrima.

Espada. —Es el arma que se emplea en el terreno: su hoja es de forma triangular y termma en punta. Su largo es de 86 á 88 centímetros desde la taza ó guarda. En las salas también se usa cuando se quiere hacer juego de terreno, pero en este caso en vez de terminar en punta, termina en un botón de hierro, el cual se reviste de cuerda embreada ó piel, como en los floretes.

Espiga.—Es la parte de la hoja sin templar que pasa por el centro de la guarda, puño y pomo.

Estar á distancia.—Se dice cuando de la posición de guardia sin marchar se puede tocar al adversario partiendo á fondo.

Estar cubierto. — Es tener el arma con oposición para que el adversario no pueda tocar por el golpe recto.

Estar descubierto. — Es no tener oposición. Cuando el adversario puede tocar por golpe recto.

Estar en linca.—Es hallarse los dos tiradores en el mismo phmo y frente á frente.

Estocada.—El acto de herir de punta. Expulsión. — Es \m ataque violento al hierro-

Es una presión brusca, sólo que prolongada y deslizando nuestra arma por la del adversario.

12 CAREONEL

Falso ataque.—Ataque simulado, que presenta todos los caracteres de un ataque verdad menos el golpe. Se hace á pie firme, marchando y partiendo á fondo para provocar un golpe, u n a / a -rada ó una retirada. Debe decirse mejor una finta de ataque, ó ataque de preparación.

Filo.—Es la acción de tirar un golpe recto sin perder la agregación, deslizando nuestro hierro por el del adversario.

Finta.—Todo movimiento que se hace con el arma ó con el cuerpo con objeto de engañar al adversario.

Fiutar.—Es la ejecución de una ó varias fintas. Florete. — Es un arma cuya hoja tiene forma

cuadrangular y está remachada en su punta, que se utiliza para aprender el arte de la esgrima.

Fondo.—Es el lanzamiento del cuerpo que se ejecuta sin mover el pie izquierdo, con el fin de alcanzar al adversario con nuestra arma.

Frase. — El encadenamiento del ataque, parada, respuesta y una ó varias contrarrespuestas, terminen ó no por un golpe, es lo que se llama frase.

Fuera.—Espacio comprendido á la derecha de la hoja de cada tirador.

VOCABULARIO TÉCNICO ^^

Fuerte.—Es el tercio inferior del arma con el que deben tomarse las paradas. Es el tercio que corresponde del lado de la empuñadura.

Fumarse los golpes. —Término familiar que se aplica al que no confiesa con lealtad los golpes que recibe.

G

Ganar la distancia.—Se dice cuando, en vez de adelantar el pie derecho y luego el izquierdo para acercarse al adversario y poderle atacar, lo hacemos acercando el pie izquierdo al derecho para partir á fondo.

Ganar la mano. —Es, al fintar, hacer que la punta de nuestra arma se adelante á la guarnición de la del adversario.

Golpe.—Es la reunión de movimientos hechos con el arma para tocar.

Golpe de arresto.—(Véase Arrestar.) Golpe de tiempo.-Es un ataque con oposición

hecho al adversario, al mismo tiempo que nos dirige su ataque cerrándole la línea donde pretendía terminar el suyo.

Golpe compuesto.- Es el golpe que va precedido de una ó varias fintas. . ,

Golpe de vista. -Es la condición especial que nos sirve para apreciar inmediatamente la

1 4 CARBONEL

tanda, la aptitud ó intenciones del adversario, los defectos ó ventajas que pueda tener con respecto á nosotros.

Golpe doble.— Se denomina de este modo cuando los dos adversarios se tocan á un mismo tiempo.

Golpe juzgado.—Es aquel que está previsto antes de su ejecución.

Golpe pasado. — Se dice de aquel que no toca por falta de dirección y pasa rozando el cuerpo.

Golpe recto. — Es el golpe tirado sin cambiar de linea tendiendo el brazo y partiendo á fondo.

Golpe secreto.—No existen más que en las novelas.

Golpe sencillo. ^—El que no está precedido de finta. Son golpes sencillos el pase, el coiipe y el recio.

Guarda ó cazoleta.—Es una de las piezas que forman parte de la empuñadura del sable ó la espada. Sirve para resguardar la mano de los golpes dirigidos por el adversario.

Guardia.—Posición más á propósito para estar prontos á la defensa ó á la ofensa.

Guardia adelante. — Es aquella que se ejecuta adelantando el pie derecho para caer en guardia.

Guardia alta.—Cuando estando en la posición de guardia, el tirador coloca su mano y el arma en cualquiera de las paradas altas, toma el nombre de guardia alta.

Guardia atrás.— Se dice de este modo cuando


para colocarse en guardia se retrocede el pie izquierdo lo suficiente del derecho para quedar en dicha posición. -,• Ur,

Guardia b a j a . - L o contrario de guardia ada.

H

Hacer la mano. — E s ejercitarla en todos los movimientos que tiene que ejecutar, como paradas, respuestas, cambios, fintas, ataques al hierro, con objeto de adquirir soltura, dirección y velocidad.

Hacer piernas. —Es desarrollarlas por ejercicios de fondo y marchas.

Incorrecto.—Se dice del que tira sin sujetarse á las reglas del arte.

Inmovilidad (Partir de la).—Es partir á fondo sin que haya ningún movimiento de preparación, bien del cuerpo ó de la mano, que indique al adversario que se va á partir.

Irse el cuerpo.—Se dice cuando al ejecutar un ataque se adelanta el cuerpo antes de haber

iG CARBONEL

terminado las fintas ó sin haber desplegado completamente.

Juego. — Manera de tirar de un individuo. ZÍ*«^;/ juego es el que se hace sujetándose á las buenas reglas. Mal juego lo conX.rd,úo\ juego duro el que se hace empleando paradas y ataques violentos.

Juego abierto. — Lo es el del tirador que para ó ataca haciendo movimientos ó jintas muy abiertas.

Juego de espada ó terreno.—El arte de tocar de punta sin ser tocado en ninguna parte del cuerpo. Los golpes se cuentan válidos sean donde fueren.

Juego de florete.—Es el arte de tocar por golpes de punta y de defenderse de los golpes dirigidos por el adversario. Sólo se cuentan como buenos los que tocan en la parte comprendida de la cintura á la clavicula. En las demás partes del cuerpo no se cuentan, pero anulan la respuesta ó contrarrespnesía, que pudiera hacerse después de haber sido tocados en alguna de ellas.

Juego de sable.—Es el arte de tocar de punta, filo ó contrafilo, sin ser tocados en ninguna parte

VOCABULARIO TÉCNICO I 7

del cuerpo. En el sable son también válidos todos los golpes, sean donde fueren, como en la espada.

Largo (Atacar de). — Es partir á fondo sacando todo el partido posible de las piernas para alcanzar al adversario.

Lección.—-Es la que tiene por objeto enseñar al discípulo la ejecución y aplicación de las diferentes posiciones, paradas, respuestas y ataques que delaen hacerse. Es la que nos enseria á saber dirigir el arma con arte y habilidad.

Levantarse. — Se llama así á la acción de reponerse del fondo á la guardia.

Librar. — Es evitar que el adversario encuentre nuestro hierro en una línea en que pretendía encontrarlo.

En las lineas altas se libra pasando el hierro por debajo de el del adversario; en las líneas bajas pasándolo por encima.

Ligamiento. — Es un ataque al hierro. Es hacer presión en el empeño, apoyando con el tercio áe ftcerza de nuestra arma en el débil áe la del contrario y sin abandonar la agregación] sin tender el brazo y sin variar la mano de la posición que tenga al empezar el movimiento, se describe un círculo con la punta de nuestra espada, tra-

18 CARBONEL

yendo la del contrario á la misma linea en que estaba al comenzar el ataque al hierro.

Línea.—Es el espacio comprendido entre nn lado del arma y el límite del cuerpo.

Línea de dentro. — Una vez los hierros empeñados, se llama de este modo el espacio comprendido á la izquierda del arma de cada tirador, sea cual fuere la posición de la hoja, y que la punta de ésta esté alta ó baja.

Línea de fuera. — Una vez los hierros cruzados, el espacio comprendido á la derecha del arma de cada tirador, esté la punta alta ó baja y sea cual fuere la posición de la hoja.

Línea de dentro alta. — Espacio comprendido por encima de la mano en el empeño de la línea de dentro; la punta del arma más alta que la mano y á la altura de la vista.

Línea de dentx'O baja. — Espacio comprendido por debajo de la mano en el empeño de línea de dentro; la punta más baja que la mano, y ésta á la altura del codo.

Línea de fuera alta. — Espacio comprendido por encima de la mano, desde el empeño de línea de fuera; la punta á la altura de la vista, la tnano á la altura del codo.

Línea de fuera baja.— Espacio comprendido por debajo de la mano del empeño de la línea de fuera; la punta del arma más baja que la mano, y ésta á la altura del codo.

VOCABULARIO TÉCNICO 1 9

LL

Llamadas.—Se denominan así á los golpes dados en el suelo con el pie derecho (si se trata de uno que lo es, pues si es zurdo, lo hará con el izquierdo) estando en guardia; en muchos casos una llamada puede hacer el efecto de una. finta.

M

Madrugar.—Es atacar al adversario antes que esté preparado para defenderse. No está permitido.

Mano dura. — Se califica de este modo al tirador que emplea demasiada fuerza en las paradas ó en los empeños.

Mandil.—Es una colchoneta delgada, rellena de crin, que sirve para amortiguar los golpes de sable que puedan recibirse en la parte baja del vientre.

Se sujeta á la cintura por medio de una correa. Mano fina.—Se dice del tirador que no emplea

más fuerza que la necesaria en las paradas y empeños.

2 0 CARIIONEL

También se dice del que engaña el hierro con oportunidad y velocidad.

Marcha.—La acción de marchar. Marchar.—Es acercarse al adversario desde la

posición de guardia, adelantando primero el pie derecho y luego el izquierdo.

Medio.— Tercio de la hoja del florete, sable ó espada que se halla entre &\ fuerte y el débil.

Meseta 6 bigote.—Es la parte más reforzada de la hoja de sable, y que está en contacto con la cazoleta ó taza; tiene de 25 á 30 milímetros de largo.

Molinete.—Movimiento circular que se hace con el sable para dirigir un golpe, haciendo que la punta de éste describa un circulo completo de delante atrás ó viceversa.

Monterilla.—Es una de las piezas que forman parte de la empuñadura del sable.

Muralla.—Es una combinación de posiciones, ataques y paradas que se hacen algunas veces antes de empezar un asalto. Es un saludo al adversario y á los espectadores.

Octava (Parada de). —Es la última de las paradas de florete y espada; cubre la parte baja de afuera; las uñas en supinación.


Ofensiva.—Actitud del que ataca. Oportunidad.—Es saber aprovechar el mo

mento justo para ejecutar un golpe, una parada, una marcha ó una retirada.

Oposición.—Es colocar la mano un poco á la derecha ó á la izquierda de la línea en que se hace el ataque, para que el adversario no pueda tocar en la misma linea.

Estando en guardia, es cubrirse para que el adversario no pueda tirar el golpe recto.

Parada.—La acción de parar. Parada compuesta.—Reunión de dos ó más pa

radas. Parada de contra.—Es una parada circular por

la cual se desvía el hierro del adversario á la línea opuesta en que se presentó para tocar. Hay ocho paradas de contra, una para cada línea.

Parada de contracción.—Es parar un golpe en una línea y traerse el hierro del adversario á otra ó á la misma en que hablamos encontrado su hierro.

Parada de oposición.—Se ejecuta con el tercio fuerte de nuestra arma, apoyando en la del adversario hasta quedar cubiertos en la línea atacada.

CARF.OMEL

Parada de tacto.—Es aquella que se hace dando un golpe seco en el hierro del adversario, pero sin apoyarse en él; dicho golpe tiene que ser hecho únicamente por la impulsión de los dedos, ayudados de un ligero movimiento de la mano. Esta parada debe tomarse con el tercio medio; hecha así nos facilita la respuesta, por el motivo que la mano se desvía menos de la línea.

Parada sencilla.—Es la que sin cambiar de línea desvía un golpe del adversario.

Parada rolante.—Es aquella que consiste en levantar ó bajar la punta del arma al mismo tiempo de ejecutar la parada, trayendo aquélla hacia atrás deslizando la espada por la del adversario del tercio medio al débil y pasando por encima de éste para contestar.

Parar.—Es el movimiento que se hace con el arma para desviar un golpe tirado por el adversario.

También se para por distancia. Parar con autoridad. — Se dice del tirador

que acude con seguridad y precisión á las paradas.

Parar justo.—Es no embrollar el juego; es calcular bien el ataque del adversario y terminar la parada precisamente cuando éste va á terminar su golpe.

Parar por distancia.—Es evitar el golpe del adversario, retrocediendo un paso en el mismo momento que nos ataca.

Parar por pies. — Se dice en la sala de armas y

VOCAIIUI.ARIO TIÍCNICO

en tono familiar al que rompe exageradamente sobre cualquier finta ó ataque.

Pase.—Es un cambio de línea lateral seguido de un golpe recto. Es un golpe sencillo.

Partir.—La ejecución del fondo. Perder d is tancia .^Es separarse del adversario

por medio de uno ó varios pasos. Perilla.—Es una de las piezas que forman parte

de la empuñadura del sable. Peto do lección.—Especie de colchoneta fo

rrada de piel y rellena de crin que el Profesor se pone para cubrirse el pecho y costado derecho, con objeto de preservarse de los golpes que los discípulos le tiran en la lección.

Peto de pared.—Colchoneta de piel y rellena de crin de 50 á 60 centímetros de alta, por 30 ó 40 de ancho, que se cuelga de la pared y sirve para ejercitarse tirando golpes sobre él.

Pomo.—Es una pieza de hierro ú otro metal con un agujero de alto á bajo para dar paso cá la espiga; su largo suele ser de cuatro y medio á cinco centímetros, el diámetro en su base menor es de 16 ó 17 milímetros y su peso varia entre n o y 120 gramos.

Precipitación.—Es todo aquello que se hace con energía pero sin cálculo.

Presión.—Es un ataque al hierro. Consiste éste en apoyar nuestra hoja en la del adversario, y sin sacudida ni violencia alguna se procura desviarla á la derecha ó á la izquierda de la línea.

24 CARBONEL

Preparación.— Es la reunión de cambios, fintas^ marclias^ etc., etc., que se hacen para la ejecución de un golpe.

Primera (Parada de).—La que sirve para resguardarse de los golpes dirigidos á la parte baja de dentro.

Pronación.—Se dice cuando las uñas de la mano están mirando al suelo.

Puñalada.—(Véase Encogida de brazos^ Punta en línea.—Se dice cuando la punta del

arma está en la dirección del cuerpo del adversario.

Punta en línea defensiva.—Es cuando se tiene la punta del arma en la dirección del cuerpo del adversario y á la altura de nuestra vista.

Punta en línea ofensiva.—Varía de la anterior en que el arma se coloca horizontal.

Puflo del florete 6 espada.—Es una pieza generalmente de madera, de forma prismática cuadrangular, por cuyo eje pasa la espiga; va recubierto de piel de pescado cuerda ó hilo metálico.

Q

Quinta (Parada de).—En el florete y espada sirve para resguardarse de los golpes dirigidos á la linea baja de dentro.


En el sable, es la que se emplea para resguardar Q\ plano superior de fuera.

Redoblar.—Es repetir el ataque sin levantarse del fondo, cambiando de línea para tocar-

Replegarse.—(Véase Reponerse^ Reponerse.—Es la acción de levantarse de la

posición áe fondo á la á& guardia. Reposición de mano.—Es volver á colocar la

punta del hierro para tocar en la misma línea en que nos fué parado el ataque, pero sin reponerse del fondo.

Respuesta 6 responder.—Es el golpe que se tira al adversario inmediatamente después de haber parado un ataque.

Respuesta compuesta.—Es aquella que se hace cambiando de línea para tocar.

Respuesta cruzando.—Es aquella que se hace precedida del cruzado para tocar.

Respuesta de tacto.— Es la contestación más rápida; es la que sigue á la parada del mismo nombre, y se ejecuta tendiendo el brazo á tocar inmediatamente que se ha parado.

Esta respuesta se hace siempre por golpe recto. Respuesta ligando.—Es aquella que se hace

precedida del ligamiento para tocar.

2 6 CARRONEL

Respuesta sencilla.— Es aquella que se hace por golpe recto.

Respuesta á tiempo perdido.—Se llama así por no hacerse inmediatamente de haber parado, sino con la pérdida de tiempo necesario para regular nuestros movimientos con los del adversario para poderle tocar.

Respuesta volante.—Es la que sigue á \zparada de este nombre.

Retener el cuerpo.—Es no adelantarlo antes que el brazo haya partido; es no inclinarlo hacia adelante en \3.% fintas; es no adelantarlo al partir á fondo, antes que la pierna izquierda se haya tendido.

Retirar el cuerpo.—Es inclinar éste hacia atrás sin mover los pies , estando en guardia ó á fondo.

Revés.—Se denomina así á todo golpe dirigido á la línea de fuera con el filo del sable, siempre que la dirección sea de fuera á dentro.

Romper.—Dar uno ó varios pasos hacia atrás.

Sable.—Es el arma con la cual podemos herir de punta, filo y contrafilo; su hoja es plana y ligeramente curvada; los planos que la constituyen se denominan mesas, y las aristas agudas en que

VOCABULARIO TÉCNICO 2 /

concurren las mesas de nna y otra cara forman el filo ó corte; la anchura y el espesor de la hoja disminuyen desde la empuñadura á la punta, cuyo largo suele ser de 86 á go centímetros, el ancho de 14 a 15 milímetros, y el grueso de seis.

Salida de línea.—Se da este nombre al movimiento hecho desde la posición de guardia, que consiste en colocar el pie derecho unos 10 centímetros á la derecha ó á la izquierda (según del lado que se quiera hacer la salida), y con el izquierdo se describe un cuarto de círculo del lado que corresponda, con objeto de salirse de la dirección del golpe tirado por el adversario, bien para evitarlo, ó bien para poderle tocar con más facilidad.

Saltar.—Se dice cuando para marchar ó romper se levantan los dos pies del suelo á un mismo tiempo.

También se emplea este término cuando para partir á fondo se levanta demasiado el pie derecho. (Véanse capítulos Guardia y Fondo?)

Saludo.—Cortesía que se hace con el arma al adversario y á los espectadores antes de ponerse en guardia para tirar.

Segunda (Parada de).—La que sirve para librarse de los golpes dirigidos á la linea baja de fuera.

Sexta (Parada de).—Con la que podemos resguardarnos de los golpes dirigidos con el florete

2 8 CARBONEL

Ó espada á la línea alta de fuera. En el sable resguarda biplano superior de dentro.

Supinación.—Se dice cuando las uñas de la mano que tiene el arma están en dirección del techo.

Tacto 6 sentimiento de hierro.—Consiste en saber apreciar por el contacto de los hierros las intenciones defensivas ú ofensivas del adversario. Es una condición no fácil de adquirir.

Taza ó guarda de) florete ó espada.—Es un casquete esférico de hierro ú otro metal , cuyas dimensiones son, en general, de i i á 12 centímetros de diámetro, tres de altura y un milímetro de grueso. Tiene el centro un agujero rectangular, por donde pasa la espiga; la parte cóncava va revestida de una almohadilla de piel 6 tela rellena de crin ó algodón, que sirve para resguardar la punta del dedo pulgar en el caso de un encuentro de guardias.

Tender el pico.—Es partir á fondo con golpe recto ó presentar la punta del arma al adversario desde la posición de guardia sobre cualquier ataque ó movimiento suyo.

Tener autoridad.—Es parar, responder y atacar con seguridad.


Tener cabeza.—Es calcular bien las paradas del adversario para engañarlas ó el ataque de éste para pararle. Es prepararle ardides para hacerle caer en ellos; es disfrazar el golpe que pretende tirar. En una palabra, en esgrima es el todo.

Tener piernas.—Es estar siempre bien preparado para atacar, para marchar ó romper y reponerse del fondo con velocidad, sin hacer perder al cuerpo la corrección que debe tener.

Tener un golpe en la mano.—Es ejecutar éste con más facilidad que otros; es practicarlo con preferencia á los demás.

Tener nna parada en la mano.—Es ejecutar una parada con más facilidad que otras; es tener predilección por ella: puede decirse que es una parada instintiva.

Tensión. — Es la acción muscular que produce el efecto de un resorte.

Tercera (Parada de).—En el florete ó espada es la que sirve para resguardarse de los golpes dirigidos por el adversario á la línea alta de fuera. En el sable cubre el plano medio de fuera.

Tercio.—Una de las tres partes en que se considera dividida la hoja del llórete, sable ó espada.

Terreno.—Sitio escogido para efectuar un lance de honor.

Tirador.—Lo es el que esgrime cualquiera de las dos armas, espada ó sable.

Tirador fuerte.—Llámase de este modo al que es diestro en el manejo de un arma, tanto para la defensa como para el ataque.

3 0 CARDONEL

Tirar. —Es ejercitarse en el manejo de la espada, sable ó florete.

Tirar al aire. — Se dice cuando no se toca al adversario por hacer los ataques fuera de distancia ó por falta de dirección.

Tirar en el hierro.—Es tirar en una linea donde el adversario está cubierto.

Tirador difícil. — Se califica así al tirador que resulta difícil en poderle tocar. Ocurre muchas veces encontrar tiradores que sin I>QY fuertes son difíciles.

Tocado. — Voz que se emplea para confesar el golpe recibido.

Tocar. — Acción de tocar con nuestra arma el cuerpo de nuestro adversario, bien de punta, filo ó contrafilo.

Traspuesta. ^—Una de las maneras en que se puede romper. Consiste en colocar el pie derecho detrás del izquierdo y volver á colocar éste rápidamente detrás del derecho á la distancia conveniente para quedar de nuevo en guardia.

u

Uno.—Voz empleada para indicar una finta de pase.

Uno, dos.—Golpe que se compone de una finta de pase á una línea y pase á otra á tocar; sirve para engañar una parada sencilla.

VOCABULARIO TÉCNICO 3 I

Tina, dos, doblar.—Son dos fintas de pase y librar dos veces para engañar una parada sencilla y una doble contra.

Una, dos, engañar. — Golpe que consta de dos fintas de pase y librar. Engaña una parada sencilla y una contra.

Uno, dos, tres.—Este golpe se compone de dos fintas de pase y un pase á tocar. Sirve para engañar dos paradas sencillas.

Uno, dos, tres, cuatro.—Son tres fintas de pase y un pase á tocar para engañar tres paradas sencillas.

Uno, dos, tres, engañar. — Son tres fintas de pase y librar para engañar dos paradas sencillas y una contra.

Uno, dos; uno, dos. — Son dos fintas de pase á las que el adversario acude con dos oposiciones en el momento de encontrarse los hierros en la segunda (por no responder el adversario), se tira inmediatamente finta de pase y pase á tocar para engañar otra parada de oposición.

Yelocidad.—Es la rapidez empleada en la ejecución de un golpe.

Vuelta de espada. — Es pasar nuestra espada por encima de la del adversario (describiendo un

3 2 CARBONEL

círculo con la punta) y tocar en la misma linea en que se tenía el arma al empezar el movimiento. También puede decirse finta de coiipé y pase.

Verola. —Es una de las piezas de que se compone la empuñadura del sable: es la que sujeta la monterilla al puño por su parte inferior; es de hierro ú otro metal y tiene diez milímetros de altura.

C A P Í T U L O II

El florete.

£1 florete es i la esgrima, lo que el Álíjebraes á las Matemáticas.

Es un arma con la cual no pueden tirarse más que estocadas. Sirve para aprender, y sustituye en la sala de armas á la espada, que es la que se usa en el terreno.

Se compone de empuñadura y hoja: la primera de éstas consta de guarda, puño y pomo. • La guarda es un casquete esférico de hierro ú otro metal, cuyas dimensiones deben ser de i i á 12 centímetros de diámetro, tres de altura y un milímetro de grueso; en el centro tiene un agujero rectangular por donde pasa la espiga; la parte cóncava va forrada de una almohadilla de piel ó tela rellena de crin para resguardar la punta del dedo pulgar de la dureza del metal. Esta guarda se llama de íaza. Hasta ahora ha sido costumbre muy general usar, en vez de la

34 CARl:ONlíL

que dejo descrita (que es la de espada), la guarda de ocho ó luneta, que consiste en una chapa de hierro ú otro metal recortada en dicha forma, y cuyas dimensiones son de nueve centímetros de largo por cinco ó seis de ancho y cuatro ó cinco milímetros de espesor. Tiene también en el centro un agujero rectangular por donde pasa la espiga; en la parte interna se coloca un pedazo de cuero de la misma forma que aquélla y tiene por objeto resguardar los dedos.

Como no he encontrado ninguna ventaja en el empleo de esta clase de guardas, es por loque recomiendo la guarda de taza, que reúne mejores condiciones que aquélla, por resguardar mejor la mano, que es su objeto.

El puño ó mango es una pieza de' madera y de forma prismática cua-drangular, ligeramente curvada, y cuyas aristas van desapareciendo insensiblemente para tomar la forma cilindrica por el extremo que se une al pomo; su longitud es generalmente de 15 centímetros y el

grueso de centímetro y medio; va recubierto de bramante, piel ó cuerda metálica, para darle

FLORETE 3 5

más resistencia y más estabilidad á la mano; por su eje pasa la espiga.

El potno es una pieza cónica, truncada, de hierro ú otro metal, por cuyo eje pasa también la espiga: su largo suele ser de cuatro y medio ó cinco centímetros, el diámetro de su base menor de 16 á 17 milímetros, y el peso varía entre 110 y 125 gramos.

En la hoja hay que distinguir dos partes: la

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hoja propiamente dicha y la espiga. La primera es aquella parte de la hoja externa á la luneta cuya forma es cuandrangular, y varía entre 84 á 88 centímetros de la guarda ú la punta. Se considera dividida en tres partes ó tercios: el de fuerza ó fuerte, el medio, y el de flaqueza ó débil; el primero es el que debe emplearse para las paradas y el de flaqueza para las agregaciones.

La espiga es la parte de la hoja sin templar que va metida dentro del puño, sobresaliendo de éste lo suficiente para colocar el pomo y remachar la espiga, para que queden sujetos la hoja, guarda, puño y pomo.

La hoja no debe ser ni muy dura ni muy fie-

36

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, pues en el primer caso, un botonazo nutrido molestaría al adversario, y en el segundo, el cimbreo de la misma nos haría perder dirección.

El florete, para que vaya bien ala mano, ha de estar bien equilibrado, y lo está cuando tiene el centro de gravedad en la hoja á unos dos ó tres centímetros de la guarda. Cuanto más se separe de ésta, más incómodo y pesado resultará en la mano, lo que la hará perder velocidad en los movimientos.

Manera de empuñar el florete.

El pulgar extendido en la parte plana y superior del puño (dejando un espacio de un centímetro entre éste y la guarda), el índice, medio, anular y meñique unidos, y por de bajo, procurando que abarquen y sujeten bien el arma, ni tan fuerte que haya rigidez, ni tan flojo que se caiga de la mano al menor ataque al hierro.

Esta es la colocación de los de-la cual se sujeta el arma con más segu-

FLORETE 37

ridad, al mismo tiempo que nos facilita el di-giteo, muy difícil ó imposible de adquirir sin la posición explicada.

Conviene no olvidar esta advertencia, pues un vicio de colocación adquirido en los comienzos es muy difícil de corregir más adelante.

Primera posición {ó de atención).

Cogido el florete como dejo indicado, y con las uñas hacíala izquierda, se coloca el discípulo con los talones unidos, el derecho delante del izquierdo formando ángulo recto los pies, la iig. i.» punta del derecho en la dirección del adversario; las piernas unidas y exten-

3 8 CARBOiNEL

didas, pero sin rigidez; el cuerpo filado sin exageración; la cabeza alta y vuelta á la derecha mirando al adversario; el brazo derecho tendido y formando línea recta con el florete; la punta de éste en dirección del suelo, pero sin llegar á tocarle; el brazo izquierdo caído con naturalidad; la mano abierta, los dedos unidos, la palma mirando hacia fuera y separada del cuerpo.

vertical y per-

Saludo.

Debe hacerse siempre antes de dar principio á la lección ó al asalto.

De la primera posición. Para hacer el saludo, se dobla el brazo derecho, colocando la mano á la altura de la cara y con las uñas hacia adentro; se deja caer el antebrazo hasta que llegue á ponerse horizontal y formando una línea recta con el florete (hasta

FLORETE 39

aquí el saludo á nuestro adversario) (Fig. 3."); se vuelve á recoger el antebrazo, y con las uñas en ' supinación se hace á la ' izquierda la tensión que ' antes se hizo al frente, ' rotando ligeramente el ' cuerpo sobre las caderas en el mismo sentido y al mismo tiempo. (Fig. 4.»)

Después, con una pequeña encogida de brazo, el florete pasa de izquierda á derecha, describiendo un arco de circulo, el cuerpo gira en el mismo sentido y la mano cambia de supinación 2,pronación, quedando terminado el saludo á los concurrentes. (Fig. 5.") Después se pone el cuerpo, la cabe- fr-^ za y la mirada hacia el adversario, el antebrazo sigue el mismo movimiento, pasando la manó ^ ^ ^ otra vez á supinación y quedando ^ ^ ^ \\ la punta en linea. (Fig. 3.")

De esta posición se pasa á la de guardia, elevando el brazo izquierdo ligeramente flexionado, procurando que la sangría quede á la misma altura que el hombro y aquél formando un ángulo obtuso con el Fig.

40 CARBONEL

antebrazo; la muñeca doblada, la mano caída y á la altura de la cabeza; los dedos índice, \ medio, anular y meñique unidos; el pulgar separado. (Fig. 6.") Se ^ ñexiona por igual so- ' bre ambas piernas (Fig. 7-"); se adelanta el pie derecho unos dos pies próximamente (varía según la estatura del tirador), haciendo '•^ que el cuerpo quede vertical y perfilado.

Pasemos ahora á explicar detalladamente la importancia de esta posición. F i -

Guardia.

Es la posición que la experiencia nos indica como la mejor para estar dispuestos tanto para la defensa como para la ofensa. (Figura 8.")

Siendo ésta una de las dos principales posiciones de piernas en esgrima—la otra es el fondo— me detendré en su explicación, Kiíí

FLORETE 41

dándole toda la importancia que requiere, con el objeto de que se aprenda y estudie como es necesario.

Para tener una buena guardia, es indispensable que el cuerpo esté bien aplomado y perfilado sin exageración, la cabeza alta y mirando al adversario, la mano izquierda á la altura de la cabeza y separada de ésta unos 40 centímetros y el brazo arqueado.

La mano derecha á al altura de la tetilla y con el brazo en flexión, pero sin que el codo llegue á tocar el cuerpo; la punta de la espada á la altura de la vista; las piernas flexio-nadas y por igual, haciendo que la rodilla derecha quede en el mismo plano vertical que marca la dirección del pie derecho.

La rodilla izquierda algo caída á la derecha, haciendo que el cuerpo gravite por igual sobre ambas piernas.

No estoy conforme con el parecer de otros autores que dicen que la rodilla izquierda tiene que estar en la misma vertical que la punta del mismo pie; esto hace que el peso del cuerpo quede sobre la pierna izquierda, de donde resulta un gran defecto que quita libertad para

Fig

4 2 CARBONEL

romper y velocidad para partir, como explicaré más adelante.

Todos los movimientos indicados tienen que ser hechos con naturalidad y soltura.

Hay tantas guardias como paradas, y de ellas reciben sus nombres.

Se recomiendan especialmente las guardias altas y en el orden de cuarta^ sexta y tercera, por ser la mejor posición de la mano, porque en cualquiera de ellas se está en el centro de las líneas, y, por consiguiente, se puede acudir con más velocidad á cualquiera parada, pues con un ligero movimiento de los dedos y la mano puede uno cubrirse en la línea que quieran atacarnos sin apenas mover el brazo, lo que no sucedería, por ejemplo, estando en la guardia de segunda; para parar un ataque dirigido á las lineas altas, tendríamos que recorrer doble espacio que habiendo estado en cualquiera de las posiciones indicadas.

Hay quien recomienda inclinar en la guardia el cuerpo hacia delante; otros, por el contrario, lo aconsejan hacia atrás.

Los primeros defienden su teoría diciendo que de esta manera ponen más fuera del alcance del adversario toda la parte baja; pero yo les pregunto: ¿y la parte alta, dejará de ponerse más á su alcance?

Los segundos dicen que con esa posición de cuerpo se resguarda mejor la parte alta, pero vuelvo á preguntar : ¿podrá un tirador, co-

FLORETE 4 3

locado en estas condiciones, teniendo todo el peso del cuerpo sobre la pierna izquierda, retroceder ó marchar con la misma velocidad y libertad que puede hacerse teniendo el cuerpo aplomado? Rotundamente niego semejante aseveración; la posición en la guardia tiene que ser como dejo explicado, pues es de la única manera en que las piernas, el cuerpo y el brazo, quedan en mejores condiciones para ejecutar cualquier movimiento, sin tener que hacer otro de preparación.

Ejemplo: Estando en la verdadera posición el tirador, puede con un pequeño movimiento adelantar el pie derecho ó el izquierdo, sin que el cuerpo varíe, lo que no sucede teniendo éste inclinado hacia adelante; en primer lugar, si quiere marchar t iene, por precisión, que colocarlo vertical para libertar á la pierna derecha del peso de aquél, pues, de lo contrario, es más difícil, y en segundo lugar, pone más cerca de su adversario la cara y la parte alta.

A los que inclinan el cuerpo hacia atrás, les ocurre que con la pierna derecha tienen todos los movimientos libres; podrán marchar con facilidad, pero para retroceder, ¿qué les sucede? Que para mover el pie izquierdo tienen que hacer primero que el cuerpo venga á buscar el aplomo y luego ejecutar el movimiento. También les ocurre, para partir A fondo, que no pueden hacerlo, sino con el auxilio del mismo movimiento de preparación, lo que les hace

4 4 CAKBONEL

perder un tiempo precioso para la velocidad de un ataque; pues, como es natural, cuantos menos movimientos se hagan más rapidez habrá en su ejecución. Punto éste muy esencial en esgrima.

I i l a m a d a s .

Se ejecutan cargando ligeramente el peso del cuerpo sobre la pierna izquierda para dar libertad al pie derecho y que éste pueda pegar de plano en el suelo, volviendo inmediatamente á colocar el cuerpo á plomo, después de terminar aquéllas.

Las llamadas son útiles por la facilidad que dan para asegurar el aplomo en la guardia. En el asalto, con ciertos adversarios, una llamada con oportunidad y energía puede producir el mismo efecto que VÍW2L finta. Lo que recomiendo es c le no se abuse de su empleo, pues si el contrario se apercibe de que se hacen por costumbre, terminará por no hacer caso.

FLORETE 45

Pondo.

El fondo es el lanzamiento del cuerpo (sin mover el pie izquierdo) con el fin de tocar al adversario.

Estando en guardia para partir á fondo, se tiende el brazo derecho, sin sacudida (sin que el cuerpo le acompañe) (Fig. g. ) en la dirección del cuerpo del adversario, se hace partir con energía la pierna izquierda y se adelanta el pie derecho, al mismo tiempo que se deja caer el brazo izquierdo en la dirección de la pierna del mismo lado, la mano abierta, los dedos unidos y la palma hacia afuera.

La pierna derecha debe quedar formando ligeramente un ángulo agudo con su muslo, y la izquierda tendida, el pie izquierdo bien sentado en el suelo. (Fig. lO.)

Se procurará, estando á fondo, que el cuerpo no se incline exageradamente sobre la pierna derecha; aquél debe quedar casi vertical, pues de lo contrario, incurriríamos en el defecto de

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Fig. !!.'

4G CARBONEL

acostarse, bastante perjudicial por quitar facilidad para la reposición.

Para levantarse del fondo ó reponerse, se recoge el brazo derecho, y con el esfuerzo combinado de la pierna derecha, cintura y flexión de la pierna izquierda, se vuelve á la posición

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de guardia, al mismo tiempo que se levanta el brazo del mismo lado.

Como indiqué al hablar de la guardia, el fondo es la otra posición importante en esgrima, y por este motivo debe procurarse evitar todo defecto en la posición, por los malos resultados que nos acarrearía.

El discípulo ó el profesor deben fijar su aten-

FLORETE 47

ción en tres cosas que son de mucha importancia.

Primera. Que á la tensión de la pierna izquierda preceda siempre la del brazo derecho. Es una de las cosas que contribuj^en principalmente á la velocidad.

Segunda. La pierna izquierda debe partir al mismo tiempo de levantar el pie derecho.

Tercera. Se cuidará también al partir de no levantar exageradamente el pie derecho, pues esto contribuye á lo que se llama salto, que es un defecto, pues quita rapidez; aquél tiene que ir casi rozando el suelo y el talón, posarse imperceptiblemente antes que la punta.

También puede ejecutarse el fondo (y es conveniente en alguno casos, como explico en los consejos para el asalto) hacia atrás, tendiendo la pierna izquierda y colocando el pie de este lado 35 ó 40 centímetros más atrás del sitio que ocupaba (el pie derecho no se mueve).

A este fondo se le da el nombre de fondo atrás.

Descanso.

De la posición de guardia para pasar á primera posición se dobla el brazo derecho, quedando la mano á la altura de la cara, con las uñas hacia adentro, el arma en posición vertical, se saluda

48 CARBONEL

con ésta y se da por terminado el ejercicio que se está haciendo.

Marchas.

Se ejecutan éstas desde la posición de guardia, cuando estamos fuera de distancia y queremos acercarnos al adversario.

Pueden hacerse de tres maneras. I." Adelantando prudentemente el pie dere

cho en linea recta, haciendo que el izquierdo, á su vez, gane la misma distancia que aquél, sin perder la flexión de las piernas. Esta es la marcha propiamente dicha.

2." En vez de empezar como en el movimiento anterior adelantando el pie derecho, se hace adelantando el izquierdo primero y luego el derecho. Esta marcha se llama ganar la distancia.

3.* De la guardia se pasa á primera posición adelante, y se vuelve á caer en guardia adelante.

Aconsejo que las marchas se hagan sieinpre ganando poco á poco la distancia y con precaución, porque como su objeto es acortar aquélla para efectuar un ataque, puede ocurrir que el adversario espere este momento para verificar el suyo, con la seguridad de cogernos desprevenidos para la defensa; por lo tanto, conviene,

FLORETE 49

no sólo hacer las marchas con mucha prudencia, sino siempre con el cuerpo perfectamente aplomado para poder romper ó parar el ataque, sin pérdida de tiempo, en el caso de ser sorprendido.

En el asalto y sin causa especial que motive otra cosa, conviene emplear siempre la primera de las tres formas de marcha que dejo explicada.

Retroceder 6 romper.

Es el movimiento de retroceso que empleamos para ponernos fuera del alcance del adversario.

Puede romperse tantas veces consecutivas como fuera necesario.

Se hace de varias maneras: I.* Retrocediendo con decisión y en linea

recta el pie izquierdo, haciendo perder al derecho la misma distancia para quedar de nuevo en guardia.

2." Viniendo de la guardia á la primera posición, cayendo de nuevo en guardia atrás con el pie izquierdo.

3." Dando un salto enérgico hacia atrás con el empuje de las dos piernas, quedando de nuevo en guardia.

Esta forma de romper debe emplearse:

CARBONEL

i.° Cuando la distancia se haya cerrado demasiado y no tengamos seguridad en la parada que deberemos tomar.

2.° Para evitar el cuerpo á cuerpo, es de mucha utilidad en estos casos emplear esta manera de ponerse fuera del alcance del arma del enemigo.

2,-" Se aumenta la distancia estando en guardia colocando rápidamente el pie derecho detrás del izquierdo y poniendo éste con prontitud en el sitio que le corresponde para quedar de nuevo en guardia.

Este modo de romper se conoce con el novci-hve de ¿raspuesia, Y se emplea en los mismos casos que el anterior.

Es más común en el sable que en la espada.

Sal idas de l ínea.

Se da este nombre al movimiento hecho desde la posición de guardia, y que consiste en colocar el pie derecho unos lo centímetros á la derecha ó á la izquierda (según del lado que se quiera hacer la salida), y con el izquierdo se describe un cuarto de círculo del lado que corresponda, con objeto de salir de la dirección del golpe del adversario, bien para evitarlo de este modo, ó bien para tocar con más facilidad.

FLORETE 51

Líneas que presenta el tirador.

Linea es el espacio que se ve entre el arma y el límite del cuerpo.

Determina lo que se llaman lineas en esgrima, la posición respectiva de los hierros, estén ó no en rontnrí-'-» en contacto.

J rarada.^ ote

Baja

Pa.Tiida.^ de

trapazaremos por distinguir dos líneas principales, la de dentro y la de fuera, que quedan perfectamente definidas, según que la hoja del

5 2 CARBONEL

adversario quede á la derecha ó izquierda de la nuestra; éstas, á su vez, se d ividen cada una en dos y se denominan alta ó baja, según que la punta del arma quede más alta ó más baja que la mano.

En el primer caso, se llama línea alta de dentro., y le corresponden las paradas de cuarta y quinta. En el segundo, linea baja de dentro., y corresponde á las paradas de primera y séptima. En el tercero, línea alta de fuera., y tiene las paradas de tercera y sexta. Y en el último, se llama linea baja de fuera., y corresponde á las paradas de segunda y octava.

El conocimiento de las líneas sirve para poder determinar los golpes y las paradas.

Esta clasificación de líneas es partiendo del principio de que se esgrima con la mano derecha.

Véase para las variaciones consiguientes el capitulo que habla de los Zurdos.

Conocimiento de distancia.

Es el saber apreciar con exactitud, desde el sitio en que partiendo á fondo podremos tocar al adversario ó éste á nosotros.

Es una cualidad indispensable, pues sin ella en unos casos son inútiles los medios que se em-

FLORETE 53

plean para tocar, por hacerlo fuera de distancia, y en otros nos exponemos al peligro de ser tocados con más facilidad, por estar dentro de la distancia del adversario.

En la imposibilidad de poder dar una regla fija para el conocimiento de la distancia, pues sabido es que todos los hombres no reúnen las mismas condiciones físicas, indicaré el medio más á propósito para llegar con más facilidad á adquirir esta cualidad.

Primero, en el peto del maestro se principia por habituar la vista á saber calcular con exactitud desde dónde se podrá ^c2Cí\z?a partiendo á fondo.

Más tarde en los asaltos se procurará hacer también este estudio, al mismo tiempo que el de calcular desde dónde podrá alcanzarnos el adversario; esto es más difícil adquirir, pero con estudio y constancia se consigue.

Después de observar las condiciones del contrario, debe ponerse gran atención en sus primeros ataques á fondo, y se observará si están hechos fraJícamenie, es decir, si su fondo ha sido verdaderamente á tocar, ó no ha sido más que un falso ataque (en este caso tenemos que desconfiar y combatir fuera de distancia); si, por el contrario, se comprende que el fondo ha sido hecho con decisión á tocar, entonces ya podremos calcular con alguna seguridad desde dónde podrá alcanzarnos, procurando siempre no meterse dentro de su distancia, pues podríamos

54 CARBONEL

ser tocados con facilidad, como digo anterior mente.

Como se ve, es un trabajo que exige gran estudio y constancia, pero es el único medio de poderlo obtener.

Una vez adquirido el conocimiento de la distancia en la sala de armas, hay que desconfiar de ésta cuando se tire al aire libre, pues en el campo la distancia engaña por la mayor cantidad de luz y porque para apreciarla se compara con objetos de mayor magnitud, que en una sala y creyendo tener el adversario dentro de aquélla, ocurre que nos faltan 15 ó 20 centímetros para poder alcanzarle.

Por este motivo será muy conveniente que todo aficionado procure, siempre que le sea posible, tirar al aire libre para habituarse á saber apreciar las distancias en el caso de tener que tirar en estas condiciones.

CAPITULO III

Agregaciones ó empeños.

Agregación es el contacto de los hierros estando en cualquiera posición.

Pueden tomarse las agregaciones en las cuatro lineas^ y para su clasificación toman el nombre de Xz, parada en que tienen lugar.

Así, pues, cuando los hierros están unidos en línea haja y con la mano en la posición de la parada de segunda, se dice empeño de segunda, ó agregación de segunda; si aquéllas estuvieran en la posición de \a parada de ciiaría, se diría empeño de cuarta, y así sucesivamente.

Recomiendo principalmente las agregaciones de cuarta y sexta, y algunas veces la de segunda. Las primeras son las más convenientes, pues, como ya dije al hablar de la guardia, es donde la mano está en mejor posición para la defensa ó para el ataque, sin tener que abrir demasiado el juego.

Debe tenerse buen cuidado, al ejecutar cual-

56 CAUBOKEL

quier empeño, de no hacer presión sobre el hierro del adversario, pues esto podría facilitarle algún ataque.

Si el contrario hiciera presión en el empeño, se debe ceder y pasar inmediatamente á la línea opuesta; de ningún modo sostenerla, pues á más del peligro que dejo explicado, gastaríamos inútilmente la fuerza.

Las agregaciones deben hacerse con el tercio débil del arma en el débil de la del adversario.

Bigi teo .

Hemos llegado á una de las cualidades más esenciales en un buen tirador, y que únicamente se adquiere por la constante práctica de las ar-m.as, con gran estudio y la continua vigilancia del profesor.

Según Grisier, tener digiteo es dirigir la punta de la espada por la acción única de los dedos y sin el concurso de la muñeca.

Para obtenerlo es necesario saber que son los dedos pulgar, índice y medio los que deben dirigir la punta del florete; los otros dos sirven de apoyo á los tres primeros y dan mayor seguridad á la sujeción de la espada.

El maestro cuidará, desde las primeras lecciones, que sus discípulos comprendan la importan-

FLORETE 57

cía del digiteoí y procuren adquirirlo, pues descuidándolo en los comienzos y dejándoles que se acostumbren á ejecutar los movimientos (de la espada) con el brazo y la muñeca, le será difícil corregirlo más adelante.

Cambio de agregación.

Es pasar de la línea en que se está á otra, uniendo de nuevo los hierros.

Tratándose de las líneas altas, se cambia pasando el florete por debajo del hierro contrario por medio de un ligero movimiento de los dedos, pero sin tender el brazo.

Se tendrá gran cuidado de cubrirse en la línea en que se efectúa el cambio, pues de lo contrario sería peligroso, por dejar al adversario descubiertas las dos líneas y, por lo tanto, dos sitios por donde poder tocar.

Hay quien recomienda hacer los cambios en las líneas altas pasando la espada por encima de la del adversario; pero esto constituye un peligro, pues al cambiar de esta manera, por veloz que se haga el movimiento, hay un momento en que la espada pierde por completo la dirección del pecho del adversario, lo cual se procurará evitar siempre que se pueda.

58 CARBONEL

Además de este inconveniente hay que fijarse en lo fáciles que son de contrarrestar.

En las lineas bajas, los cambios que se hacen pasando por encima del hierro del adversario; también se engañan fácilmente.

Se engaña el cambio en las líneas altas, pasando nuestra espada por debajo de la del adversario en el mismo momento de perder el contacto del hierro.

Ejemplo: Los hierros agregados en cuarta^ en el momento que perdamos el contacto del hierro adversario, se hará pasar la punta del nuestro tendiendo el brazo al mismo tiempo que se partirá á fondo.

En las líneas bajas se engaña el cambio, partiendo á fondo por pase á las líneas altas en el momento que el adversario inicia el movimiento.

Doble cambio.

Es cambiar dos veces sin interrupción; se ejecuta el primer cambio como dejo indicado, y sin tender el brazo se pasa inmediatamente nuestra espada por debajo de la del adversario, agregándola de nuevo á la suya, teniendo buen cuidado de cubrirse siempre en la línea en que se termine.

FLORETE 59

El doble cambio puede efectuarse en las cuatro agregaciones.

Lo mismo el cambio que el doble tienen que hacerse con la mayor velocidad posible, y exclusivamente con el auxilio de los dedos; pues si se hicieran éstos acompañando el movimiento con el brazo, resultarían lentos y abiertos, por cuya razón serían fáciles de engañar.

En las marchas recomiendo los cambios y dobles cambios siempre que podamos ejecutarlo, por la seguridad que nos proporcionan de quedar cubiertos en la línea de la agregación.

Debe preferirse el doble cambio al caiitbio^ por ser aquél menos fácil de engañar que éste.

No debe hacerse dos veces seguidas un cain-bio ó un doble cambio cuya terminación sea en la misma línea; esto facilitaría al adversario el poderlos engañar.

Debe variarse siempre el punto de partida con objeto de dificultar con nuestro juego las preparaciones del contrario.

El discípulo debe ejercitarse mucho en la ejecución del cambio y el doble cambio, por la soltura que se adquiere en los dedos.

Los cambios y dobles cambios deben tomarse con el tercio de flaqueza de nuestra espada en el tercio medio ó en el débil de la del contrario, nunca en su tercio de fuerza, pues en este caso quedaría nuestro hierro dominado por el suyo.

Así como he dicho que el cambio en las líneas altas se engaña pasando con prontitud nuestra

6 o CARBOKEL

espada por debajo de la del adversario en el momento de sentir la ausencia de su Jiierro, en el doble hay que dejarse tomar el primer cambio y engañar el segundo.

Ejemplo: Estando los hierros en la agregación de cuarta, y comprendiendo que nos van á hacer un doble cambio, en el momento de sentir el primero, ó sea el contacto del hierro adversario en sexta, se pasa el florete por debajo de el del contrario y se toca en la línea alta de fuera.

Del empeño de sexta ó tercera, en el momento de sentir el cambio á cuarta, se pasa el florete por debajo de el del adversario y se toca en cualquiera de las dos líneas de dentro alta ó baja.

En las lineas bajas es poco común el doble cambio; se engaña lo mismo que el cambio en estas ¿incas, pasando nuestra espada por encima de la del adversario después de haberse efectuado el primer cambio y tirando pase en la línea alta.

Como digo anteriormente, el doble cambio es menos fácil de engañar que el cambio: hace falta tener mucho tacío y digiteo para poderlo conseguir.

Fingimientos.

Fiuta, fingimiento ó engaño es todo movimiento hecho con el arma ó el cuerpo para hacer creer al adversario que se le va á tirar un golpe. El objeto de la finta es, ó bien obligar á

FLORETE ^ ^

descubrir una linea cubierta para tirar en ella, ó bien hacer tomar una parada para engañarla.

Los fingimientos que pueden hacerse son innumerables, pero no debe abusarse de ellos por el peligro que encierran á los golpes de tiempo.

Deben hacerse siempre con energía y decisión para conseguir mejor su objeto; de este modo se obliga al adversario á que ejecute cualquiera de los movimientos que tuviera pensados, en la creencia de que nuestra y?»ía es un ataque.

Podrá romper ó parar ó tomar un golpe de tiempo. En el primer caso haremos el ataque marchando; en el segundo trataremos de engañar su parada, y en el tercero deberemos parar y responder inmediatamente.

Si al emplear la finta observamos que el adversario acude á la parada con poca velocidad, debemos abandonar las fintas y emplear los golpes sencillos con decisión.

Se emplean como fintas los ataques sencillos y los ataques al hierro, menos el cruzado de línea alta á línea baja, que debe ir siempre unida al golpe.

Se podrán hacer más ó menos fintas, según que el adversario acuda más ó menos á ellas.

Las fintas se harán siempre con el brazo tendido y con sólo el movimiento de los dedos cuando sean al cuerpo, y con el brazo en flexión y el mismo digiteo cuando sean por ataque al hierro.

C2 CARBONEL

Este es el modo más fácil para engañar las paradas.

Las fintas se hacen ii pie firme ó marchando, procurando siempre al ejecutarlas que el cuerpo no tome parte: únicamente la mano y el brazo, para que al fingir haya la mayor inmovilidad, á menos que el adversario sea un hombre de calma excesiva; entonces deben hacerse acentuando un poco el movimiento del cuerpo para hacerle creer mejor que se va á partir.

Esto le obligará á tomar la parada ó hacer el movimiento que tuviera pensado; si tampoco esto le hiciera acudir á nuestro fingimiento por desconfiar ó comprender nuestro objeto, se procurará tocar por medio de golpes sencillos con velocidad. Como se ve, el objeto de estas tretas no son más que medios para obligar al adversario á que nos descubra su juego. Los fingimientos deben hacerse siempre regulando nuestra velocidad con la del contrario, pues de nada nos serviria emplear mucha al fingir cuando él por sus condiciones especiales no acudiera con la prontitud necesaria á los amagos que le hacemos.

Al incurrir en esta falta de cálculo, sucede que se viene ii caer en el hierro, lo cual es peligroso, pues facilitamos al adversario una respuesta, la mayor parte de las veces con resultado. Este es el motivo por lo que recomiendo que se estudie bien el juego y las condiciones del contrario para que al hacer las fintas ú otros movimientos

FLORETE 63

nos acomodemos siempre á su velocidad, que es el único medio para que aquéllas puedan tener buen resultado.

Cuando se tire un golpe precedido de varias fintas se tendrá buen cuidado de no partir á fondo antes de haber terminado de ejecutarlas.

Grolpes sencillos.

Son los que se ejecutan sin fintas de ninguna clase. Son tres: el gope recto, el pase y el coupé.

Golpe recto.—Es el que se tira sin cambiar de linea, tendiendo el brazo y partiendo á fondo; puede tirarse en las cuatro lineas. En todos los golpes tiene que haber velocidad como es natural, pero en los sencillos, especialmente, es donde tiene que existir en absoluto, pues de lo contrario no se llegaría á tocar sino raras veces.

El golpe recto, para que tenga todo el buen resultado que es de desear, tiene que hacerse partiendo de la inmovilidad.

El brazo debe ser el primero en tenderse de manera que resulte que al sentar el pie derecho al partir á fondo la punta del arma debe haber tocado ya el cuerpo del adversario; es el único medio de obtener buen resultado.

Si al partir con la intención de tocar por el golpe recto hacemos que el cuerpo se adelante

6 4 CARBONEA

á la tensión del brazo, será lo bastante para prevenir al adversario nuestra idea y puede pararnos el golpe con facilidad.

Esta es la razón por la cual recomiendo la mayor inmovilidad, pues de este modo lleva la ventaja el que ataca, por ser él iniciador del golpe.

Puede tirarse el golpe recto, dando hierro ó sin darlo.

El primero es mejor por la seguridad que nos proporciona el contacto del arma enemiga, pues por él podemos hacer el ataque, tomando con seguridad la oposición y elevación de mano necesaria con objeto de evitar el golpe doble.

El segundo, ó sea tirar el golpe recto sin dar hierro^ es expuesto al golpe doble si el adversario partiera al mismo tiempo.

Cuando se ejecute en estas condiciones recomiendo que se haga procurando guardar la oposición en la línea en que se comprenda que el adversario podrá tocar, caso de partir al mismo tiempo.

También puede tirarse este golpe con muy buenos resultados cuando el adversario tenga la punta de su arma en la línea de ataque; entonces se procurará ampararse del débil de aquélla con el fuerte de la nuestra, y sin separar nuestro hierro del suyo se parte á fondo inmediatamente con elevación y oposición.

En estas condiciones no es posible el golpe doble.

FLORETE

El golpe recto se para con oposición ó contra. El pase es un cambio de linea lateral seguido

de un golpe recto. Se ejecuta pasando la punta de nuestra arma

por debajo de la del adversario por medio de un igero movimiento de los dedos y de la mano,

tenaiendo el brazo al mismo tiempo de pasar y partir á fondo.

Hay que fijarse bien en que la acción de pasar la punta y extender el brazo deben de resultar un solo movimiento, procurando que éste sea lo mas unido posible á la espada del adversario.

•bl pase que dejo indicado es para las líneas

-I ara las líneas bajas, de primera á segunda, ó viceversa, en vez de pasar la punta del hierro por debajo se pasa por encima, pero observando las mismas reglas en su ejecución que en los anteriores.

Si se tira de una línea alta á una baja, se deja caer la punta al sitio donde se quiera tocar.

SI, por el contrario, el pase se tira de línea baja a otra alta, entonces se pasa por encima del hierro contrario. Ejemplo: de primera á tercera y de segunda á cuarta.

El pase se para con oposición ó contra. El coupé es el pase tirado á las lineas de ter

cera ó cuarta por encima del arma del adversario.

Se ejecuta estando los hierros agregados en cuarta ó sexta, levantando la punta del florete

66 CARBON'liL

por medio de un movimiento de los dedos y la mano y doblando el brazo lo suficiente para poder pasar nuestra arma por encima de la punta de la del adversario, tendiendo el brazo al mismo tiempo de pasar, y volviendo la mano en pronación para tocar en la línea opuesta, de donde se inició el golpe.

Debe procurarse al efectuar la tensión del brazo, que no haya sacudida, pues esto nos haría perder la precisión para tocar.

El coupé no lo recomiendo por lo expuesto que es al golpe de tiempo; únicamente en contestación es cuando podrá emplearse con algún resultado, sobre todo con aquellos tiradores que después de haberles parado un ataque y temerosos de recibir la respuesta, se apoyan con su arma en la nuestra. Con éstos es con los que nos dará buen resultado el coupé, tirándole en el momento de sentir la presión, pues ayudados por ésta podremos tocar fácilmente pasando por encima del hierro á la linea opuesta en que nos hicieran aquélla.

El coupé se para con oposición ó contra.

Ataques a l hierro.

Se denominan de este modo al batimiento, presión, expulsión, cruzado y ligamiento. Tiene por objeto desviar de la línea la punta del hie-

FLORETE 67

rro enemigo para poder dirigir con más facilidad un golpe; como también tienden á dificultar ó entorpecer la parada que pudieran hacer.

El batimiento consiste en dar un golpe seco en el tercio medio ó débil de la espada del adversario con el débil de la nuestra, en la misma linea del empeño.

Si se hace el ataque al hierro en la línea opuesta de la agregación, entonces se llama batir cambiando.

Debe ponerse especial cuidado al ejecutar el batimiento, emplear únicamente la fuerza y energía de los dedos y la mano, de ningún modo con la ayuda del brazo, pues esto haría que el inovimiento fuera muy abierto y, por lo tanto, tacú de engañar; por esta misma razón debe procurarse separar lo menos posible nuestro hierro de el del adversario en el momento de batir.

Cuando el batimiento se haga cambiando ó sin cambiar de empeño, con objeto de tirar un go.pe recto, tendrá que ser aquél más enérgico que si se pretende tirar un pase ú otro golpe cualquiera.

La razón es muy clara; este ataque al hierro, seguido de un golpe recto, debe tocar aprovechando el preciso momento en que la espada del contrario se separa de la línea.

No así cuando se hace para tirar un pase ó un golpe compuesto, pues entonces éste no tiene más objeto que el áe finta para provocar la pa-

6 8 CARBONEL

rada del adversario y engañarla; desde cuyo momento tendremos que sujetarnos y regular nuestra velocidad con la que aquél ponga en sus paradas, pues de lo contrario caeríamos la mayor parte de las veces en el hierro.

El batimiento puede hacerse en las agregaciones de segunda, tercera, cuarta y séptima.

Este ataque al hierro en los empeños de línea alta se evita ó engaña por el pase á la línea opuesta en donde aquél haya querido tener su efecto.

Si los empeños son en las líneas bajas, se engañan pasando á la línea opuesta por encima de la espada del adversario.

La presión.—Es apoyarse con nuestro hierro en el del adversario. Tiene por objeto, bien descubrir un punto por donde poder atacar, ó bien inducir por este medio á que el adversario lo haga para parar y responder inmediatamente.

Se ejecuta apoyando el tercio medio ó débil de nuestra arma en la débil ó medio de la del contrario, sin que el brazo tome parte, únicamente con la fuerza de los dedos.

ha. presión debe de ser siempre moderada, y sujetando bien la mano para que el arma no se desvíe de la línea, caso de ser engañado, pues no siendo así, nos sería difícil acudir á la parada por la misma desviación que nuestro hierro sufriría al perder el punto de apoyo de el del contrario.

ha. presión puede hacerse en las agregaciones

FLORETE 6 9

de segunda, tercera, cuarta, sexta y séptima, y se contrarresta por el pase.

Expulsión.~Es el más violento de los ataques al hierro, es una presión brusca y prolongada, que se ejecuta deslizando nuestra espada por la del adversario.

Ejemplo: Estando las espadas agregadas, el tercio fuerte de nuestra arma en débil de la del adversario, con una fuerte presión de los dedos, ayudados de la mano, y una ligera tensión del brazo, se recorre con energía la espada del contrario del tercio á^ flaqueza al de fuerza , procurando siempre contener la mano y el brazo para que la punta de nuestra espada se separe lo menos posible de la linea

La expulsión no puede hacerse más que en segunda, tercera y cuarta; en sexta puede también efectuarse, pero no tiene autoridad.

üs te ataque al hierro puede hacerse siempre que el adversario tenga la punta de su arma en la linea de ataqiie, y mucho mejor si tiene el brazo tendido.

La expulsión se engaña también por el pase, cox\\o\<s.Presión, pero es bastante más difícil, por no decir imposible, si dicho ataque fué bien ejecutado.

Recomiendo, mejor que tratar de engañarlo, el romper inmediatamente la distancia con uno ó dos pasos y tomar al mismo tiempo una contra con velocidad.

Si la expulsión fué en cuarta, se toma contra

7 0 CARUONEL

de sexta ó contra de tercera; si en sexta, contra de cuarta; si en segunda, contra de séptima; si en séptima, contra de segunda.

Cruzado.—Es conducir la espada del adversario con la nuestra, de una línea alta á una baja, ó viceversa. Puede decirse que es una finta de ligamiento.

Este ataque al hierro de línea alta á línea baja debe ir siempre acompañado del golpe recto con oposición, tocando en la misma línea en que se termina.

Ejemplo: Los hierros agregados en sexta y el tercio débil del arma del adversario en nuestro fuerte-, se ejecuta el cruzado con la presión de los dedos y la ayuda del antebrazo, haciendo describir un medio círculo á la punta de nuestra espada sin perder la agregación hasta quedar en séptima, tendiendo el brazo al mismo tiempo de partir á fondo para tocar por el golpe recto con oposición en la línea baja de dentro.

Del empeño de cuarta, volviendo la mano uñas abajo y sin perder la agregación, se hace el cruzado para tocar en la línea baja de fuera.

De las agregaciones en línea baja, tales como segunda y séptima, se hace el cruzado subiendo el hierro contrario á las líneas de cuarta y tercera, respectivamente, pero sin que acompañe al ataque al hierro el golpe recto, como en los de línea alta á línea baja, pues serían expuestos al golpe doble. Hay que hacer el cruzado con el brazo en flexión, y una vez terminado y bien

FLORETE 71

cubierto en la línea en que se terminó, se tira el golpe recto, conservando la oposición adquirida.

Este ataque al hierro debe emplearse en los mismos casos que el ligamiento.

El cruzado de cuarta á segunda se contrarresta cediendo inmediatamente al ataque al hierro con la punta de nuestra arina, haciendo que quede por encima de la del adversario; colocando la mano en supinación, en seguida se pasa ésta y el arma por debajo de la del contrario, al mismo tiempo que se toca por golpe recto. Todos estos movimientos se hacen sin abandonar la agregación y lo más rápidos posibles.

El cruzado de sexta á séptima se contrarresta como en el anterior, cediendo de la punta de nuestra arma, y en el momento que la del adversario pretende pasar por debajo de la nuestra se vuelve la mano, con las uñas en supinación, siguiendo el movimiento hasta que la espada del contrario quede á la derecha de la nuestra; al mismo tiempo se debe tender el brazo para tocar, conservando la mano la misma posición y guardando bien la oposición.

El cruzado de segunda á cuarta, ó de séptima á tercera, se contrarresta cediendo á la línea de tercera ó á la de cuarta respectivamente, en el mismo momento que el adversario termine el ataque al hierro.

l igamiento.—Es hacer presión en el empeño, apoyando con el tercio fuerte de nuestra arma

7 2 CARBONEL

en el débil de la del contrario y sin abandonar la agregación^ sin tender el brazo y sin variar la mano de la posición que tenga al empezar el movimiento, se describe un círculo con la punta de nuestra espada, trayendo la del contrario á la misma línea en que estaba al dar principio á este ataque al hierro. Se tendrá buen cuidado al terminarlo de cubrirse en la línea en que quede el hierro enemigo.

Después del ligamiento debe tirarse el golpe recto, conservando la oposición.

Este ataque al hierro nos dará buen resultado con los adversarios que acostumbran á estar en guardia con el brazo extendido, y tienen colocada la punta de su espada en la línea de ataque; debe tenerse gran cuidado con esta clase de adversarios y emplear con ellos los ataques al hierro, con preferencia el cruzado y el ligamiento, siempre que queramos atacarles.

El ligamiento empleado en respuesta da muy buenos resultados con aquellos tiradores que atacan y dejan siempre la punta de su espada en línea, sin preocuparse de acudir á la respuesta que puedan hacerles, sino que procuran ó buscan tocar por medio de la reposición de mano. Con éstos es con los que recomiendo las respuestas ligando.

De los empeños en que con más autoridad pueden hacerse, son los de segunda á segunda, de tercera á tercera, de cuarta á cuarta, de sexta á sexta, de séptima á séptima y de octava á octava.

FLORETE 73

No hay que olvidar que para poder ejecutar este ataque al hierro, es de necesidad ampararnos del débil del arma del adversario con el fuerte de la nuestra. De lo contrario, no es posible.

El ligamiento, si está bien ejecutado, en realidad no puede engañarse; ocurre como en la expulsión, es de necesidad romper un paso ó dos, retirando en seguida la espada de la agregación, cambiando de línea y prepararse á parar cual-

/ quier golpe, que pudiera venir después del ata-/ que al hierro.

Golpes compuestos .

/ Al hacer un ataque por golpe / compuesto^ no debe olvidarse que

/ existen en esgrima ^ 'ÍI^CJ de tiempo.

Son todos aquellos que se tiran precedidos de uno ó más fingimientos.

Tienen por objeto engañar las paradas del adversario.

Por más que podrían hacerse numerosas combinaciones de golpes, precedidos de varios fingimientos, aconsejo se hagan con mucha economía En la práctica, todo golpe compuesto no debe ir precedido de más de tres fintas y el golpe (y esto cuando se tenga la casi seguridad de que el adversario acudirá á las paradas), por

74 CARBONEL

lo expuestos que son estos ataques á los golpes de tiempo.

Es de gran interés cuando se tengan que emplear, averiguar hábilmente las intenciones del adversario, si acudirá á nuestros fingimientos ó simplemente nos tomará el golpe de tiempo (esta averiguación se consigue por medio de ataques al hierro ó falsos ataques, con precaución); en el primer caso, se procurará engañar sus paradas con oportunidad; en el segundo, en el momento que al hacerle el fingimiento ó fingimientos nos tirase el golpe de tiempo, se le para y responde con velocidad.

CAPITULO IV.

Paradas.

Llámase parada al acto de separar con nuestra arma la del adversario, cuando éste nos tira un golpe.

Siendo las paradas las que nos aseguran la defensa, debemos considerarlas como la parte más principal en esgrima, y por esta razón estudiarlas y practicarlas todas con el mismo interés, con objeto de adiestrarse en su ejecución.

Se dividen en sencillas, contras y compuestas. Sencillas.—Las que desvían el hierro adver

sario en la misma linea del ataque. Contras.—Las que paran un golpe cambiando

de línea, y, por lo tanto, desvían el hierro en la linea opuesta en que nos hicieron el ataque.

Compuestas.—Reunión de dos ó más paradas. Las sencillas son ocho: cuatro para librarse

de los golpes dirigidos á las líneas altas, y cuatro para los de las líneas bajas. Las que corres-

76 CARBONEL

ponden á las primeras son: tercera, cuarta, quinta y sexta, y a las segundas, primera, segunda, séptima y octava.

Habrá á quien se le ocurra (y con razón) el por qué de ocho paradas no habiendo más que cuatro líneas.

La explicación es muy sencilla. En realidad no existen más que cuatro posiciones de hierro para librarse de los golpes, pero en estas posiciones varía la colocación de la mano, por la facultad que tenemos de poderla colocar en pronación ó supinación; de aquí que cada línea tenga dos paradas, según estén las uñas en una dirección ó en otra.

Parada de primera.-—Para hacerla se coloca la mano á la izquierda y á la altura del hombro, las uñas mirando á la derecha, el brazo doblado y la muñeca lo suficiente para que la punta del florete se aproxime á la posición vertical.

Se ha dado el nombre de primera á esta parada por ser la primera que se indica en el momento de sacar la espada de la vaina; sirve para parar los golpes dirigidos á la parte baja de dentro.

No recomiendo esta parada por ser poco práctica y peligrosa; digo peligrosa por ser muy fácil engañar, y una vez engañada es difícil tomar otra con velocidad por la posición en que tenemos colocada la mano; la parada más pronta sería la de segunda, y también resulta lenta.

En el único caso que puede emplearse con

FLORETE n ventaja es sobre la respuesta de oposición^ después de la parada de sexta ó contra de sexta.

Ejemplo: Habiendo tirado un golpe cualquie-

Farada de primera.

i

Vis ta do perfil \ '¡..ta du l'routo.

ra á esta línea, el adversario contesta recto do-rninando nuestro hierro; entonces se cede de la punta volviendo la mano y se repone uno ala guardia tomando esta parada; la contestación que debe hacerse es de izquierda á derecha para evitar la reposición de mano.

Paraía de segunda.—Se coloca la mano á la altura de la cintura y un poco á la derecha (lo su-

7 8 CARUONKI,

ficiente para cubrirse), la mano en supinación, la punta del florete en la dirección y á la altura de la rodilla, el brazo ligeramente flexionado.

Parada de segunda.

Vista de poriil. Vista do fronte.

Esta parada sirve para resguardarse de los golpes tirados á la línea baja de fuera y da muy buenos resultados con los juegos irregulares por tener mucha autoridad. Tiene además la ventaja de recoger el hierro adversario en un espacio mayor que cualquiera otra; además su empleo nos facilita buenas y seguras contestaciones.

Parada de tercera.—Para tomar esta parada se

FLORETE 79 coloca el brazo en la dirección del cuerpo y doblado, evitando que el codo toque á éste, el antebrazo horizontal, la mano en pronación y la punta del florete más alta que la mano.

Parada de tercera.

Vista do perlil Vi^ta de freatc.

Esta parada sirve para librarse de los golpes dirigidos á la linea alta de fuera y tiene la ventaja sobre la de sexta (que cubre la misma línea) que por la posición en que está la mano, domina más el hierro adversario y lo expulsa en caso necesario con más autoridad.

Parada de cuarta. —Como en la de tercera, el

8o CARBONEL

brazo debe estar en la dirección del cuerpo, y doblado, llevando la mano á la izquierda, en cuya dirección miran las uñas, el florete en di-

Parada de cuarta.

Vista de iierfil. A'ísta do frente.

rección del hombro derecho del adversario y á la altura de sus ojos.

El codo no debe tocar el cuerpo. Esta parada sirve para desviar los golpes dirigidos á la línea alta de dentro: es una de las más usuales.

Parada de quinta. — Como las anteriores, el brazo en la dirección del cuerpo y doblado, la mano á la altura de la cintura, las uñas en pro-

FLORETE

nación, el florete horizontal y hacia la izquierda. Sirve para cubrir la parte alta de dentro. Tiene el inconveniente de dejar la punta fuera de la

Parada de q.ainta.

Vista do jierfil. Vista do í rento .

línea, y por consiguiente, hacer difíciles la dirección y velocidad en la contestación por la posición especial de la mano. Es preferible la de cuarta que resguarda la misma línea y no tiene estos inconveijientes.

Es, sin embargo, una parada de mucha autoridad para con aquellos juegos que procuran hacer el cuerpo á cuerpo y estando en

82 CARBONEL

estas condiciones hacen la encogida de brazo. Parada de sexta.—Para tomar esta parada se

coloca el brazo en la dirección del cuc.po y do-

Farada de sexta.

A'ista de xieríil. V i s t a do frentü.

blado, evitando que el codo toque á éste, el antebrazo horizontal, la mano en supinación y Id. punta del ñorete mas alta que la mano.

Esta parada cubre la misma línea que la de tercera.

Parada de séptima. — El brazo doblado y hacia adelante, el antebrazo horizontal, la muñeca recta, la mano en supinación, la punta en línea

FLORETE 83

y á la altura de la rodilla. Hé aquí la parada de séptima.

Sirve para parar los golpes dirigidos á la línea

Parada de séptima.

Vista dü perfil. Vista tlü fronte.

baja de dentro y es preferible á la de primera pues, cubriendo el mismo sitio, la punta no se separa de la dirección del cuerpo del adversario.

Parada de octava.—La mano en supinación, lo demás como en la de segunda; cubre la misma linea que ésta.

Esta parada no la recomiendo por ser de poca

8 4 CARP.ONEL

autoridad. Es preferible la de segunda que como digo resguarda el mismo sitio sin tener aquél inconveniente.

Parada de octava.

Vista de per l i l . Vista do írentft.

Paradas de contras.

Forman la segunda serie de las tres en que he clasificado las paradas.

Son las que paran un golpe sencillo, cambiando de línea y, por lo tanto, desviando el hierro en la línea opuesta á aquélla.

FLORETE 85

Se ejecutan haciendo describir un círculo á la punta del florete con un ligero movimiento de dedos y muñeca, en la dirección de la mano del contrario, ó sea por debajo de su florete en las contras en línea alta y por encima en las de línea baja.

Ejemplo: Estando los hierros agregados en la línea de tercera nos atacan por (la mano en sexta) un pase á cuarta; se baja la punta del florete (haciéndola describir un círculo) por debajo del hierro adversario, con objeto de buscar su espada en la línea que se nos presenta, y una vez encontrado, sin abandonarla, se continúa el mo-movimiento iniciado hasta quedar cubiertos en cuarta. Esta es la parada de contra de cuarta; como se ve, el hierro adversario queda en la línea opuesta en que pretendía tocar.

Hay tantas contras como paradas sencillas, y son las más usuales las ÚQ segunda^ tercera^ cuarta, sexta y séptima.

Las de primera, quinta y octava, no las recomiendo: la de primera y octava, por la poca autoridad que tienen, y la de quinta, por la posición en que queda la punta del arma, completamente separada de la línea.

Las paradas de contra tienen la ventaja sobre las sencillas de recoger mejor el hierro adversario y ser menos fáciles de engañar.

Es esencial en estas paradas hacer el movimiento circular con la punta del florete en la dirección debida, pues de hacerlo en la contra-

8 6 CARBONEL

ria, darían sieinpre lugar ala contracción, el menor de cuyos inconvenientes sería embrollar el hierro.

Algunos autores hablan de las medias contras. No estoy conforme con ellos; la que llaman media contra, no es más que el cambio de una oposición alta á una baja ó viceversa.

El dar á este movimiento un nombre especial, es buscar complicaciones á un arte que bastantes tiene.

Las contras que para ejecutarlas se pasa el hierro por debajo del del contrario, son las de tercera, cuarta y sexta; en las demás nuestro hierro pasa por encima, describiendo un círculo con su punta lo mismo que en las anteriores.

Doble contra.

Ejecutar dos veces seguidas la parada de contra es la que se llama doble contra; sirve para parar el engaño de la contra. La doble contra bien tomada es difícil engañar, pero recomiendo no se abuse de ella, pues advertido el adversario de que se ejecuta por sistema, podría fácilmente llegar á burlar nuestros propósitos.

FLORETE 87

Diferentes modos de ejecutar las paradas.

-Las paradas pueden tomarse de cuatro maneras: de oposición^ de tado^ volantes y de contracción.

La de oposición es aquella por la cual desviamos el arma del adversario, agregando nuestro hierro al suyo y desviándole de la línea del cuerpo hasta quedar cubiertos en la línea atacada.

La parada de oposición puede tomarse en las ocho paradas.

La parada de tacto es aquella por la cual desviamos el hierro adversario de nuestro cuerpo, dando un golpe seco con nuestra arma en la del adversario, pero sin apoyar ésta en la suya. Esta parada, para estar bien ejecutada, tiene que estar hecha únicamente con el auxilio de los dedos y la mano, y tomada con el tercio medio del arma en el débil ó medio de la del contrario.

Cuanto más justa y precisa es la parada de tacto^ hay más seguridad en tocar con la respuesta.

La respuesta que debe hacerse después de una parada de tacto debe ser por golpe recto. Esta respuesta, si se logra tocar, puede decirse que es de lo más brillante que existe en esgrima.

8 8 CARBONEL

Las paradas de tacto no resguardan tanto como las de oposición; pero en cambio las respuestas son más veloces.

Esta manera de parar puede emplearse en las ocho paradas; pero en las que nos ofrece mejores resultados para poder responder con más seguridad es en las paradas de cuarta, ó contra de cuarta; tercera, ó contra de tercera; sexta, ó contra de sexta; séptima, ó contra de séptima, y segunda, ó contra de segunda; en las demás no queda el arma en buenas condiciones después de la parada para poder responder.

Parada volante.—Consiste en levantar ó bajar (según que la parada sea alta ó baja) la punta del arma al mismo tiempo de ejecutar la parada, trayendo aquélla hacia atrás y deslizándola por la del adversario del tercio medio al débil y pasando por encima para responder. Esta parada no puede tomarse más que en los golpes dirigidos á las lineas de primera^ tercera y cuarta y con las paradas de primera, sexta y cuarta, respectivamente.

Únicamente nos dará buen resultado este modo de parar con aquellos juegos que acostumbran apoyarse exageradamente sobre el hierro cuando atacan. De todos modos, recomiendo se emplee lo menos posible; pues si bien es verdad que es una parada de mucho efecto, en cambio no ofrece la garantía y seguridad que debe tener toda parada.

Parada de contracción.—Es aquella en la que

FLORETE 89

se desvía el hierro enemigo empleando más la fuerza que el arte.

Son las paradas por las cuales nos traemos el hierro contrario á una línea que no era necesario.

Ejemplo: Teniendo los hierros agregados en cuarta (cubierto el que para en dicha línea), le hacen un ataque por pase á tercera, y en vez de parar cuarta, ó contra de cuarta, que es lo que las buenas reglas aconsejan, sobre el ataque á la línea de tercera para séptima ó contra de sexta; aquí precisamente se verifica la contracción, pues habiendo encontrado el hierro en sexta, en vez de contestar inmediatamente, continuamos la parada y hacemos pasar el hierro del adversario por delante de nuestro cuerpo, que, como se comprende á primera vista, es inútil y peligroso.

Del empeño de sexta nos atacan por pase á cuarta, y en vez de parar cuarta, ó contra de sexta (que es lo indicado), paramos contra de cuarta ó segunda, en cuyos casos ocurre la contracción.

El empleo de esta clase de paradas tiene dos inconvenientes de mucha importancia:

Primero- El peligro que encierran al practicarlas, pues en vez de desviar el hierro del adversario de la dirección del cuerpo por el camino más corto, nos lo traemos y lo hacemos pasar precisamente con la parada por delante del cuerpo.

9 0 CARBONEL

Segundo- Después de una parada de contracción, la respuesta es insegura.

Por más que la parada de contracción se ejecuta en condiciones que parece ser hecha de un solo movimiento, hay que fijarse bien que no ocurra así. Una parada de contracción puede llamarse parada compuesta por constar de dos paradas.

La contracción de contra de sexta es igual á las paradas de sexta y contra de sexta.

La contracción de contra de cuarta es igual á cuarta y contra de cuarta.

Hay aficionados que, por sistema, emplean esta clase de paradas, poniendo por pretexto que por este medio paran con más facilidad y les engañan con más dificultad; es indudable que tienen su parte de razón, pero yo creo que, contando la Esgrima con otros medios de defensa más seguros y artísticos que aquéllos, deben emplearse antes de recurrir á ellos, que no hacen más que poner de manifiesto la poca destreza del que los emplea, dando á entender claramente con este procedimiento que no saben calcular., que procuran defenderse únicamente, sea como fuere.

Las contracciones no siempre son culpa del que para; son también del que ataca, por querer engañar paradas que no le toman; por ejemplo, pretender engañar paradas de contras cuando el adversario para con oposiciones, ó querer engañar paradas de oposición cuando éste está parando contras.

FLORETE 91

En todas las discusiones que se promueven en las salas de armas por esta causa, generalmente le echan la culpa de la contracción al que pdra, casi nunca al que ataca, y como digo anteriormente, también la tiene. No siendo un caso de esos en que se vea bien claro de quién fué la culpa de la contracción, puede decirse en todos los demás que la culpa es de los dos: del que para y del que ataca; del primero, porque debió calcular el ataque de su adversario y parar justo; y del que ataca, porque debió calcularla parada ó paradas que le iban á tomar para engañarlas: de manera que, al haber contracción, tanta culpa tiene uno como otro.

paradas compuestas.

Es la reunión de dos ó más paradas. Debe tenerse gran cuidado al formar éstas de no separar demasiado nuestra espada de la linea, pues esto haría que los movimientos fueran muy abiertos, y, por lo tanto, fáciles de engañar; se consigue esto procurando al ejecutarlas emplear únicamente la fuerza de los dedos, ayudados ligeramente por el antebrazo.

Recomiendo las paradas de contra de cuarta y séptima, contra de sexta y séptima, segunda y cuarta y séptima y cuarta.

No deben de tomarse seguidas más de dos pa-

Q2 CARBONEL

radas de oposición, pues serian fáciles de engañar.

Deben siempre unirse las paradas de oposición y de contra, y empezar con una de éstas y terminar con una de oposición, ó comenzar con una oposición y terminar con una contra; esta unión de oposición y contra, ó viceversa, es de muy buen resultado para la defensa, por ofrecer mayor dificultad al adversario para engañarlas.

C A P Í T U L O V

Respuestas.

Llámase así al golpe tirado inmediatamente después de haber parado un ataque del adversario.

La respuesta debe hacerse siempre que se para un ataque.

Es en esgrima el golpe que más segundad nos ofrece.

Se dividen las respuestas en sencillas y compuestas, á tiempo perdido y volantes.

Son SENCILLAS aquellas que se ejecutan por go\^^Q x&c\.o y úxí ataque al hierro. ^

Pueden hacerse de dos maneras: de oposición y de tacto.

La de oposición se hace sin perder el contacto del hierro adversario, procurando ampararse del débil de su arma con el fuerte de la nuestra, extendiendo el brazo con energía y velocidad para tocar en la misma linea en que se ha hecho la parada. Esta es la manera de dominar el hierro

94 CARBONEL

adversario, alejando el peligro de ser tocados. La respuesta de oposición no puede hacerse

más que después de las paradas de segunda, tercera, cuarta, sexta, séptima y octava, ó después de las de contra correspondientes á éstas.

Debe responderse con la de oposición siempre que el adversario haga presión en nuestro hierro ó se comprenda que pretende hacer la reposición de mano.

Esta respuesta puede hacerse á pie firme y partiendo á fondo si se comprende que, por haberla retardado ó por otra causa, no se puede llegar desde pie firme.

La respuesta de tacto es la más veloz que puede hacerse; es la que sigue á la parada de tacto. En el mismo momento de encontrar el hierro del adversario, sin apoyar el nuestro en el suyo, se tiende el brazo con toda la rapidez posible (la mano en supinación) y se toca por golpe recto.

Se responde de tacto después de las paradas de segunda, cuarta, sexta y séptima.

Las respuestas de tacto pueden hacerse después de las paradas sencillas ó las de contra.

Únicamente podrá hacerse con seguridad de éxito la respuesta de tacto cuando la parada haya sido justa y tomada sobre un ataque franco del adversario.

La respuesta de tacto se hace sin partir á fondo, pues de estar bien hecha debe tocar en el mismo momento que el adversario pone ó siente el pie derecho en el suelo al partir á fondo, pues

FLORETE 95

al no ocurrir de este modo es que la parada no ha sido justa.

En todas las respuestas habrá que tener gran cuidado de que el cuerpo no se adelante al movimiento del brazo, pues además de entorpecer la ejecución de la respuesta y de perder velocidad, declaramos por este medio nuestras intenciones al adversario.

llespuesta compuesta. — Es aquella que se hace cambiando de linea para tocar: pueden hacerse innumerables ; pero recomiendo únicamente las de -por pase, íino-dos, engañando la contra, doblando, cruzando, ligando y volantes.

Sirven para engañar la parada ó paradas que el adversario pueda tomar después de un ataque; las de cruzado y ligado sirven para contrarrestar la reposición de mano y el redoble.

Con esta clase de respuestas, cambiando de línea, podrían hacerse muchas combinaciones, como digo anteriormente; pero aconsejo no se hagan nunca de más de dos movimientos, una finta y el golpe.

El fingimiento que se haga para responder compuesto no debe hacerse con el brazo extendido, sino ligeramente flexionado; la extensión completa de éste no se verifica hasta el momento mismo de tocar.

Para la ejecución de esta clase de respuestas debe ponerse especial cuidado en calcular bien la velocidad que el adversario empleará en hacer su parada ó paradas para no ir demasiado

gS CARBONEL

deprisa ó demasiado despacio, sino que engañemos su hierro con oportunidad.

Deber es también fijarse, al emplear la respuesta compuesta, de hacerla en el momento en que el adversario se repone del fondo, pues, de lo contrario, se está expuesto á la reposición de mano.

Respuesta cruzando. — Debe emplearse con aquellos juegos que después de haber hecho el ataque se quedan en el fondo para hacer la reposición de mano ó el redoble, ó simplemente buscan por este medio inutilizar la respuesta. Si en cualquiera de estos dos casos contestáramos de tacto ó de oposición, sería fácil poder ser alcanzados por el arma del contrario, pero haciendo la respuesta cruzando es casi imposible.

Esta respuesta se hace generalmente á pie firme. Puede hacerse también partiendo á fondo, según sea la distancia á que nos encontremos.

Después de las paradas de cuarta ó contra de cuarta (siempre que hayamos podido coger el débil del arma del contrario con el fuerte de la nuestra), se cruza el hierro á segunda y se responde recto; de la parada de sexta ó tercera se cruza el hierro á séptima, y se tira recto con oposición; de la parada de segunda ó de octava se cruza á cuarta y se responde recto; de la parada de séptima se cruza á sexta ó tercera y se contesta, recto también.

Respuesta ligando.—Como el nombre lo indi-

FLORETE 97

ca, es la que se hace ligando el hierro para tocar.

Esta clase de respuestas debe emplearse con los mismos juegos que se emplea la respuesta cruzando.

El ligamiento debe ejecutarse en el mismo momento que se encuentra el hierro del contrario al hacer la parada; con un movimiento enérgico de los dedos y la mano se hace el ataque al hierro, y una vez terminado se tiende el brazo y se toca recto con oposición.

Después de la parada de cuarta, ó contra de cuarta, se liga el hierro y se toca por golpe recto, sin perder la oposición á la línea alta de dentro; de la parada de tercera, ó contra de tercera, se liga y contesta á la linea alta de fuera; de la parada de sexta ó contra de sexta, se hace el ligamiento, y se responde á la línea alta de fuera; de la parada de séptima se liga y se responde á cualquiera de las dos líneas de dentro, alta ó baja; de la parada de segunda, se liga y se responde á la linea baja de fuera.

Respuesta á tiempo perdido.—Llámase así por no hacerse inmediatamente de haber parado, si no con la pérdida de tiempo suficiente para regular la velocidad que debemos emplear al responder, según sea la que el adversario emplee en ejecutar sus paradas ó movimientos.

Puede ser sencilla ó compuesta. Para ejecutarla hay que dejar que el adversa

rio se reponga del fondo, é inmediatamente se le

9 8 CARBONEL

hace la respuesta regulando, como dejo dicho, nuestra velocidad á sus movimientos.

Por más que estas respuestas pueden hacerse compuestas•, no las aconsejo por lo expuestas que son á la reposición de mano.

La respuesta á tiempo perdido es la indicada para aquellos juegos que atacan sin decisión ó después de haberles parado el ataque, tienen la mala costumbre de acostarse en el fondo y esconder el pecho para evitar que puedan tocarles con la respuesta de tacto ó de oposición; si se pretendiera responder de cualquiera de estas maneras, sería poco menos que imposible poderles tocar, á menos de hacerlo en la espalda; para éstos y con los que se reponen del fondo embrollando el hierro, es con los que dará buen resultado su empleo.

La ventaja de esta respuesta con los juegos indicados es evidente, pues gracias á esa pérdida de tiempo para contestar podemos regular la velocidad que deberemos emplear, al mismo tiempo que nos permite colocar nuevamente nuestro hierro en la línea, caso que en la parada se hubiera desviado.

No aconsejo el empleo de esta respuesta para otros juegos que los indicados, por el motivo que, si el adversario logra averiguar nuestras intenciones, le será fácil contrarrestarlas por medio de los redobles ó de la reposición de mano.

Respnesta volante.—Es la que se hace después de la parada de este nombre .

FLORETE 9 9

C outrarrespuestas.

CoNTRARRESPUESTA.— Es la contestación que se hace inmediatamente después de haber parado una respuesta.

La contrarrespuesta puede SQV sencilla ó compuesta, y debe aplicarse en éstas lo dicho al hablar de la respuesta.

Cuando se quiere preparar una contrarrespuesta, se consigue haciendo una finta de ataque á fondo con energía y decisión (reteniendo el cuerpo), para que el contrario pare y responda; se para ésta y se hace inmediatamente la contrarrespuesta.

Puede hacerse reponiéndose del fondo, y desde la guardia contrarresponder, ó sin levantarnos de aquél, retirando un poco el cuerpo hacia atrás al parar la respuesta y hacer en seguida la contrarrespuesta.

No obstante de lo anteriormente dicho, la contrarrespuesta se hace generalmente partiendo d fondo.

La respuesta que se hace después de parar una contrarrespuesta se llama segunda contrarrespuesta, y así sucesivamente.

Recomiendo mucho la práctica de las contra-rrespuestas, no sólo por su utilidad en el asalto, sino también por la velocidad, soltura y seguridad que se adquiere en la mano.

lOO CARBONEL

Al encadenamiento de la parada, respuesta y una ó varias contrarrespuestas se les da el nombre de/ra^e, que resulta más brillante cuanto más justas hayan sido las paradas, respitestas y contrarrespuestas empleadas.

Cuando se comprenda que en una frase (por haberse estrechado demasiado la distancia) puede ocurrir un cuerpo á cuerpo, debe evitarse siempre que sea posible, rompiendo con velocidad ó dando un salto atrás en caso necesario, pero procurando quedar siempre en condiciones de defensa, por si fuéramos de nuevo atacados.

C A P I T U L O VI

Falso ataque.

El falso ataque es el fingimiento de un golpe partiendo á fondo. Su objeto debe ser averiguar las intenciones del adversario si piensa parar y responder, ó nada más que parar, ó si pretende tomarnos un golpe de tiempo; en el primer caso el fondo debe hacerse con energía y decisión, con el objeto de disfrazar mejor nuestro ataque y hacer que nos conteste para parar la respuesta y hacerle la contrarrespuesta; en el segundo, una vez hecho el falso ataque, si se viera que el adversario no responde se procurará tocarle por la reposición de mano, si no guardara bien la línea atacada, ó por el redoble, si, por el contrario, guarda bien la oposición después de la parada. Y por último, si se comprende que los deseos del adversario son tomar el golpe de tiempo, se le hace el falso ataque reteniendo bien el cuerpo para que ejecute su golpe, en cuyo momento se para y se contesta con velocidad.

Los falsos ataques son muy convenientes, ade-

1 0 2 CARBONEL

más de los casos que dejo indicados, con los tiradores, cuyo juego nos es desconocido; pero deben hacerse con la precaución de llevar siempre una parada pensada para ejecutarla con toda rapidez, en el caso de ser sorprendido, con un ataque., un tiempo ó una respuesta.

Los falsos ataques deben hacerse siempre por golpes sencillos, todo lo más por golpe precedido de una finta.

Ausencia de Merro.

La ausencia de hierro es lo contrario de la agregación. Consiste en separar nuestra espada de la del adversario con objeto de hacerle perder el sentimiento ó tacto de hierro, ó evitar los ataques á éste.

La «í ^éwcí'a resulta muy conveniente con aquellos adversarios que acostumbran á apoyarse en la espada; con los que constantemente están cambiando y molestando durante la agregación. Con éstos es buena, pero recomiendo se haga con mucha precaución y prevenidos siempre en la parada que deberemos tomar, según el sitio que hayamos dejado descubierto. Es de utilidad, cuando tengamos que hacer la ausencia de hierro, colocarse fuera de distancia con objeto de que el ataque que puedan hacernos tenga que ser marchando.

FLORETE 103

La ausencia puede ser también un lazo que se tiende al adversario con objeto de hacerle atacar al sitio descubierto, bien para parar y responder, ó bien para tomarle un tiempo ó atres-iarle, si así pudiera convenirnos.

Ataque sobre la preparación.

Como el'nombre lo indica, es atacar al adversario mientras éste combina el suyo.

Por más que éstos pueden hacerse valiéndose de golpes compuestos, aconsejo, sin embargo, que se hagan únicamente por golpes sencillos, precedidos de ataques al hierro. Son los más convenientes por ser más seguros.

Resultan de utilidad los ataques sobre \2, preparación^ por lo que desconciertan al adversario , máxime si se trata de tiradores que preparan demasiado sus golpes.

Para el buen éxito de estos ataques es indispensable estar bien á plomo para partir de la inmovilidad; de otra manera, el menor movimiento de la mano ó el cuerpo delatará nuestra intención, que, conocida por el contrario, le será fácil contrarrestar, pues se reduce únicamente á parar y responder.

I 0 4 CARBONEL

Ataques marchando.

Son todos aquellos en que tenemos que ganar la distancia para poder tocar.

Se ejecutan de dos maneras: Primera. Uniendo la marcha y el ataque. Segunda. Marchando primero y ejecutando el

golpe inmediatamente después de aquélla. Los primeros se hacen por golpes compuestos,

procurando que éstos no sean de más de dos fingimientos, y el golpe por la misma razón (y en este moinento es más de tener en cuenta) de lo que ya dejo explicado al hablar de los golpes compuestos.

Al tener que emplear un ataque marchando de esta clase, es de gran utilidad asegurarse primero si el adversario acudirá á la parada, ó simplemente procurará arrestar. Se consigue explorar esto por medio de los falsos alagues^ marchando con energía y decisión, colocando la punta de la espada en la dirección del cuerpo del adversario ; esto le obligará á acudir á la parada ó bien á tirar un golpe de arresto. En el primer caso se le engaña aquélla, y en el segundo se le para y responde con velocidad.

En los ataques en que se gana primero la distancia y luego se ejecuta el golpe, son menos expuestos que los anteriores si se tiene la precau-

FLORETE 105

ción de apoderarse del hierro adversario por medio de un cambio ó doble cambio al marchar (por la seguridad que esto nos proporciona), llevando además calculada la parada, que deberemos tomar en,el caso de ser engañados en estas combinaciones ó sorprendidos en nuestra marcha por algún ataque.

Una vez ganada la distancia, se puede tirar el golpe que mejor convenga en aquel momento. Puede ser sencillo ó compuesto. No aconsejo que se empleen ataques marchando con aquellos adversarios que no dan hierro. Con esta clase de juegos debe atacarse con mucha precaución, valiéndose de \o^ falsos ataques y no procurar tocar sin antes haberse apoderado de su hierro, á menos de tener una gran seguridad en el movimiento que ejecutará al hacerle VISÍ fingimiento.

Reposición de mano.

La reposición de mano es á la respuesta lo que el golpe de tiempo es al ataque.

Consiste en volver á colocar la punta de la espada para tocar en la misma línea en que nos fué parado el ataque, sin reponerse del fondo.

La reposición se hace generalmente por golpe recto.

Ejemplo: Supongamos los hierros agregados en sexta. Se ataca por un pase á cuarta; el adver-

I06 CARBONEL sario toma la parada de cuarta ó contra de sexta y no contesta; se retira un poco el cuerpo hacia atrás por medio de un ligero movimiento de cintura, encogiendo ligeramente el brazo al mismo tiempo para hacerle creer que volvemos á la posición de guardia, y en el momento que abandona la oposición ó pretende responder por golpe compuesto se aprovecha éste para tocarle en el mismo instante que separa el hierro para responder.

Para tirar este golpe con buenos resultados hay que asegurarse bien de la parada que nos podrán tomar y de la respuesta que vendrá después de aquélla; pues de lo contrario, haciendo la reposición de mano sin estas precauciones, resultará muchas veces golpe doble., sobre todo si la respuesta es de tacto.

Sobre la respuesta de tacto, después de las paradas de cuarta 6 contra, sexta ó contra, segunda ó contra, la reposición no debe hacerse por el peligro que dejo indicado del golpe doble; no así después de la parada de séptima, seguida de golpe recto, pues en ésta se puede hacer la reposición, evitando al mismo tiempo de poder ser tocados por las condiciones en que están colocados los hierros.

Después de ejecutada la reposición hay que cubrirse inmediatamente en la línea que quede el hierro enemigo y levantarse del fondo con la mayor rapidez posible, para evitar que el hierro del contrario pueda alcanzarnos.

FLORETE 107

Este golpe puede tirarse lo mismo en las respuestas que en las contrarrespuestas, aplicándose las mismas reglas en ambos casos.

Como esfácil comprender, aunque la velocidad en la ejecución es indispensable para el buen éxito de cualquier golpe, X'&oportunidadtn este caso es realmente la que garantiza y asegura el resultado.

Debe emplearse la reposición en la seguridad de obtener buen éxito: i." Con los adversarios que contestan por golpe compuesto. 2.° Con los que abandonan la oposición después de la parada y no contestan; y 3.° Con los que marchan después de haber parado sin cubrirse en la linea en que nuestro hierro se encuentre.

Cuando se comprenda que el ataque del adversario tiende á prepararse una reposición, no se le debe responder de tacto ni por golpe compuesto; únicamente deben emplearse con éstos las respuestas de oposición^ crtizando ó ligando el hierro. Son las que nos resguardan de este golpe,

Redoble.

Es repetir el ataque sin levantarse del fondo, cambiando de linea para tocar cuando el adversario para y no contesta á nuestro ataque.

Para ejecutarlo, estando en la posición á& fondo, se retira un poco el cuerpo hacia atrás (recuérdese lo dicho al hablar de la reposición de mano)

I 0 8 CARBONEL

y se dobla el brazo lo estrictamente necesario para poder pasar con facilidad la punta de la espada, bien por encima ó por debajo de la del adversario.

Se redobla por medio del/ase y el coupé. Puede hacerse también por otros golpes complicados, pero resultan poco prácticos, á más que peligrosos, como todo golpe compuesto.

Debe emplearse con todos aquellos tiradores que paran y no contestan, como dejo dicho, ó lo hacen por medio de la respuesta á tiempo perdido-

Cuando el adversario termine sus paradas con la de segunda, debe redoblarse por el pase á la línea alta; si las termina con la de sexta ó tercera, se redobla por pase á la línea de dentro, alta ó baja; si las termina con la de séptima, se redobla por €[ pase encima á la línea alta ó baja áe fuera; si las termina con la de cuarta, se redobla á la línea alta de fuera.

También nos dará buen resultado con aquellos adversarios que, al terminar su parada en tercera, sexta ó cuarta, \\7i.ctxipresión en el hierro; con éstos se debe ceder inmediatamente á dicha presión y redoblar por pase ó por coupé.

0-olpe de tiempo.

Es el ataque con oposición que se hace al adversario en el mismo momento que él nos dirige

FLORETE I 0 9

el suyo, cerrándole la línea donde pretendía terminar su golpe. Es ganar un tiempo á su ataque.

Confunden algunos el golpe de tiempo con tender el pico; nada más erróneo. El golpe de tiempo debe ser tomado sobre un golpe/azgado, única manera de que nos ofrezca sus ventajas. Todo lo que tiene de útil y seguro hecho en estas condiciones, tiene, por el contrarío, de peligroso cuando, arrastrados por la codicia de tocar, lo empleamos sin cuidarnos de estudiar el ataque del contrario. _ El primer requisito para tomar un golpe de

tiempo es asegurarse previamente de que el adversario atacará por golpe compuesto.

De otra manera, es decir, si se tira el golpe de tiempo sobre un ataque sencillo, nos resultará la mayor parte de las veces golpe doble, con la desventaja de que si el contrario comprende nuestra intención y hace su ataque con ¿a elevación y oposición necesarias, conseguirá tocar con todas las probabilidades de no ser tocado.

Esto demuestra que el golpe de tiempo no debe tomarse nunca sobre otro sencillo.

Por más que los golpes de tiempo pueden tomarse sobre todos los golpes compuestos y dirigidos á las cuatro líneas, recomiendo únicamente SU empleo sobre el ataque por uno-dos á cuarta ó sexta, sobre el engaño de contra de cuarta ó sexta, por ser los que nos ofrecen más seguridad.

Ejemplo: Hallándose los hierros agregados en cuarta, y comprendiendo que el adversario nos

l i o CARBONEL

va á tirar uno-dos, en el momento de ejecutar su finta de pase á la línea alta de fuera se debe partir con golpe recto á segunda, con lo cual, al mismo tiempo de tocar ganándole un tiempo á su ataque, habremos cerrado la línea donde pretendía tocar.

Del empeño de sexta ó tercera en el momento que el adversario inicia su finta de pase á cuarta, se parte con golpe recto á tercera con oposición.

Él tiempo sobre el engaño de la contra de cuarta se ejecuta del modo siguiente: en el momento que el contrario hace la finta de pase á la línea alta de fuera, se pasa rápidamente la punta del hierro por debajo del suyo, y se tiende el brazo á cuarta con oposición y elevación.

Sobre el engaño de la contra de sexta ó tercera se procede de modo distinto. En el momento que el adversario hace la finta á la línea de cuarta se deja caer la punta del hierrO' se tiende el brazo y se toca en la línea baja de fuera, las uñas en supinación.

Por más que el golpe de tiempo puede tomarse iipiefirme, aconsejo, sin embargo, se ejecute haciendo un medio fondo; éste no sólo le da más autoridad, sino que permite tomar con más seguridad la oposición.

No obstante las ventajas que este golpe nos ofrece, el tirador debe mostrarse muy parco en su empleo (sobre todo los tiradores noveles),pues si se acostumbran á emplearlo con demasiada frecuencia vendrá seguramente un descuido grande

FLORETE 1 1 1

en las paradas; punto esencialísirao de la esgrima que jamás debe abandonarse por ser el que nos ofrece verdaderas garantías de defensa, dejando á la casualidad muy poco margen.

Debe tenerse mucha precaución con aquellos tiradores aficionados á emplear los golpes de tiempo. Para contrarrestarles el juego es preciso no emplear los golpes precedidos de fintas y limitarse únicamente á los sencillos, cuidando siempre al ejecutarlos de tomar bien la oposición.

Para contrarrestar el golpe de tiempo hay que valerse de los falsos ataques á medio fondo y con decisión, pero reteniendo bien el cuerpo para provocar la ejecución del tiempo., en cuyo momento se toma la parada que corresponda al sitio atacado y se responde inmediatamente.

Golpe de arresto.

El arresto es un golpe sencillo, tomado sobre un ataque, marchando, del adversario.

Para ejecutarlo debe aprovecharse el instante preciso en que el adversario levanta el pie para hacer el ataque marchando.

No debe confundirse el golpe de arresto con el ataque sobre la marcha del adversario. Hay que fijarse en la diferencia que existe entre uno y otro. Para que sea golpe de arresto es de necesidad que la marcha del adversario vaya acom-

11 2 CARBONEL

panada de un ataque á tocar; de lo contrario, si se le ataca en su marcha sin que éste haya hecho más que pretender ganar la distancia, entonces toma el nombre de ataque sobre la preparación.

El golpe de arresto da buenos resultados con aquellos tiradores que atacan violentamente ó, descompuestos, hacen las fintas muy abiertas ó encogen el brazo; en primer lugar, porque nos permite tocar con más facilidad, y en segundo, porque se les sujeta el juego y se les obliga por este medio á refrenar la violencia de sus ataques.

Para la ejecución del golpe de arresto se tendrá la precaución de observar si el adversario se cuida de cubrirse al marchar; si no lo hace se emplea el arresto por golpe recto, y si, por el contrario, se cubre en la línea del empeño, el arresto se toma por e\ pase. Si hiciera el ataque precipitadamente (procurando el cuerpo á cuerpo), ó con el brazo encogido, se debe tomar el arresto por golpe recio, haciendo una salida de línea á la la derecha.

Cuando se comprenda que el adversario pretende tomarnos un golpe de arresto, se debe hacer la marcha y la finta con energía, procurando descubrirse con objeto de hacerle ejecutar su golpe, llevando siempre calculada la parada, que deberemos tomar en la línea que dejamos descubierta al marchar, y una vez parado el arresto responder inmediatamente.

FLORETE 113

Como se ve, esto no es más que una finta de ataque marchando, encaminada á engañar al adversario, incitándole á ejecutar su golpe para parar y contestar.

PARTE SEGUNDA

CAPITULO PRIMERO

El sable.

El sable es el arma con la cual podemos herir de punta ^ filo y contrafilo.

Consta de tres partes, que son: la cazoleta ó guarda, empuñadura y hoja.

Guarda ó Cazülaéa

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Merols Guarda ó Cazülaéa

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Merols A/ítf '

La cazoleta es de chapa de hierro ú otro metal, cuyo objeto es resguardar la mano; en la parte inferior tiene un agujero de forma rectangular, y en la superior otro, cuya forma es re

I l 6 CARBOXEL

donda; ambos sirven para dar paso á la espiga. La empuñadura se compone de cuatro partes,

que son: piiño^ monterilla, veróla y perilla; elpu/lo suele ser generalmente de madera y de 14 centímetros de largo, de forma cilindrica y recubierto de piel de pescado: \-A.rnonterilla es del mismo metal que la cazoleta, es la pieza que se sobrepone al puño; la parte superior es de forma cóncava-convexa y tiene un agujero redondo para que pase la espiga; la parte inferior es plana, su superficie rayada, con objeto de que el dedo pulgar se sujete mejor; su largo es de 15 centímetros: la vero la es la pieza que sujeta la monterilla al puño por su parte inferior; es del mismo metal que la cazoleta; su altura es de 10 milímetros. La perilla es la tuerca que se rosca al extremo de la espiga, y sirve para sujetar todas las piezas de que el sable se compone.

La hoja es de acero ligeramente curvada, y su forma plana, con un canal ó baceo á cada lado (que sirve para disminuir su peso); los planos que la constituyen se denominan mesas^ y las aristas agudas en que concurren las mesas de una y otra cara forman el filo y el contrafilo; la an

chura y el espesor de la hoja disminuyen desde

SABLE 117

dividida

íi

la empuñadura á la punta. Se considera en tres partes iguales, que se llaman tercios: fiier¿e, medio Y débil; el primero es el más próximo á la cazoleta, el débil el de la punta, y el medio el del centro.

El fuerte y medio nos sirven para tomar las paradas; pero hay que procurar tomar éstas con el primero, por ser el de más resistencia de la mano. El débil es con el que se debe dirigir los golpes; en esta parte de la hoja es donde se halla el contrafilo, que sirve también para poder herir: coino el nombre lo indica, es la parte opuesta al filo, y comprende todo el tercio. Wífilo principia en la punta y termina en el tercio fuerte.

La meseta ó bigote es la parte más gruesa de la hoja que se encuentra en contacto con la cazoleta, y tiene de 25 á 30 milímetros de largo.

La espiga es la parte de hoja sin templar, y de forma cuadrangular, que pasa por la cazoleta, por el centro del pu/lo y el extremo de la monterilla en toda su longitud, sobresaliendo de ésta dos centímetros próximamente; la parte saliente está roscada para atornillar la perilla.

El largo del sable así montado es de un metro

I l 8 CARBÓNEL

y cinco centímetros, y su peso de 500 á 550 gramos.

El sable, para estar bien equilibrado, debe tener su centro de gravedad á tres ó cuatro centímetros de su taza.

Manera de empuñar el sable.

Este debe sujetarse bien en la mano, extendiendo el pulgar en la parte superior del puño; este dedo, que podemos considerar como el timón del sable por ser con el que le damos di

rección, hay que procurar que no toque la guarda, antes, por el contrario, separado unos dos centímetros; los otros cuatro dedos, unidos y abarcando bien el puño.

En el sable debe existir, lo mismo que en el florete, el digiteo, por cuya razón recomiendo

SABLE 119

se estudie bien al principio, pues será de la única manera que se podrá saber herir con el arma al mismo tiempo de darla dirección y velocidad en los movimientos que tenga que ejecutar.

Primera posición 6 de atención.

Empuñado el sable como dejo indicado, se coloca al discípulo con los talones unidos, el derecho delante del izquierdo, formando ángulo recto los 'pies; la punta del derecho en dirección del adversario; las p ie rnas unidas y extendidas, pero sin rigidez; el cuerpo vertical y perfilado sin exa- .' ^ geración; la cabeza alta y vuelta á la derecha, mirando al adversario; el brazo derecho extendido y formando línea recta con el sable; la punta de éste en dirección del suelo, pero sin llegar á tocarle; las uñas en pronación; el brazo izquierdo doblado; la mano cerrada y apoyada en el costado izquierdo. (Fig, i.")

f ig . 1.'

1 2 0 CARBONEL

Saludo.

Este debe hacerse siempre antes de dar principio á la lección ó al asalto.

De la primera posición para hacer el saludo se dobla el brazo derecho, colocando la mano á la altura de la cara y con las uñas hacia adentro; el arma en posición vertical (fig. 2.^); se deja caer el antebrazo hasta que llegue ''''='• á ponerse h o r i z o n t a l y formando línea recta con el sable (hasta aquí el saludo á nuestro adversario) (fig. 3-''); se vuelve á recoger el antebrazo, y con las uñas en supinación, se hace á la izquierda la tensión que antes se hizo al frente, rotando sobre las caderas ligeramente el cuerpo en el mismo sentido y al mismo tiempo; después, con una imperceptible encogida de antebrazo, el sable pasa de izquierda á derecha, describiendo un arco ''" • •' de círculo; el cuerpo gira en el mismo sentido,

SABLE 121

y la mano cambia de supinación á pronación, quedando terminado el saludo á los concurrentes. (Véanse figuras 4." y 5-% florete.')

Después se pone el cuerpo, la cabeza y la mirada hacia el adversario; el antebrazo sigue el mismo movimiento, quedando la mano en pronación, con la punta en la dirección de aquél. De esta posición se pasa á la de guardia, flexionando (figura 4.") por igual sobre ambas piernas y adelantando el pie derecho unos dos pies próximamente (varía según la estatura del tirador), procurando que el cuerpo quede vertical y perfilado.

G-uardia.

Es la posición que la experiencia nos indica como la mejor para estar dispuestos, tanto para la defensa, como para la ofensa. (Fig. 5. )

Para tener una buena guardia es necesario que el cuerpo

Fiíj. 4.*

F ig . B.'

1 2 2 CARBONEL

esté bien aplomado y perfilado sin exageración; la cabeza alta y mirando al adversario; la mano izquierda colocada en el costado del mismo lado; la mano derecha colocada á la altura de la tetilla y con el brazo en flexión, pero sin que el codo llegue á tocar al cuerpo; la punta del sable á la altura de los ojos; las piernas bien flexionadas y por igual, haciendo que la rodilla derecha esté en la misma dirección que el pie.

La rodilla izquierda algo caída á la derecha, procurando siempre que el cuerpo gravite por igual sobre ambas piernas.

(Véase en la primera parte la importancia de esta posición.)

Todos los movimientos indicados tienen que hacerse con naturalidad y soltura.

Hay tantas guardias como paradas, y de ellas reciben sus nombres.

Se recomienda especialmente las guardias de tercera y segunda., por ser las más convenientes, á causa de la posición de la mano, que es la mejor para la defensa ú ofensa.

Llamadas.

Se ejecutan cargando ligeramente el peso del cuerpo sobre la pierna izquierda para dar libertad al pie derecho y que pueda pegar de plano en el suelo, volviendo inmediatamente á colocar el cuerpo bien á plomo en seguida de terminarse aquélla.

SABLE 123

Las llamadas son útiles porque facilitan asegurar el aplomo. En el asalto con ciertos adversarios, una llamada con oportunidad y energía puede hacer el efecto de una finta. Lo que recomiendo es que no se abuse de su empleo, pues si el contrario observa que se hacen por costumbre, acabará por no hacer caso.

Fondo.

El fondo es el lanzamiento del cuerpo (sin mover el pie izquierdo), con el fin de tocar al adversario. (Fig. ó. ")

Fig. 6."

1 2 4 CARBONEL

Estando en guardia para partir á fondo., se tiende el brazo derecho, sin sacudida, en la dirección del cuerpo del adversario; se tiende con energía la pierna izquierda y se adelanta el pie derecho al mismo tiempo que se tiende el brazo izquierdo en la dirección de la pierna del mismo lado; la mano abierta, los dedos unidos y la palma hacia afuera.

La pierna derecha debe quedar formando ligeramente un ángulo agudo, con su muslo y la izquierda bien extendida.

Se procurará, estando á fondo, que el cuerpo no se incline sobre la pierna derecha lo mismo en la guardia que en el fondo; el cuerpo debe quedar casi vertical; algunos tienen la malacostumbre de acostarse, defecto muy perjudicial, porque quita facilidad para la reposición en el caso de que haya sido parado y contestado nuestro golpe.

Para levantarse del fondo, ó reponerse, se recoge el brazo derecho, y con el esfuerzo combinado de la pierna derecha y cintura se levanta uno, flexionando la pierna izquierda y doblando el brazo del mismo lado para apoyar de nuevo la mano en el costado izquierdo y quedar en guardia.

Debe corregirse todo defecto en la posición, por los malos resultados que nos acarrearía. El discípulo debe fijar su atención en tres cosas, que son de mucha importancia:

Primera. Que á la tensión de la pierna iz-

SABLE 1 2 5

quierda preceda siempre la del brazo. Es una de las cosas que contribuyen principalmente á la velocidad.

Segunda. La pierna izquierda debe partir al mismo tiempo de levantar el pie derecho.

Tercera. Se cuidará también al partir de no levantar exageradamente el pie, pues esto contribuye á lo que se llama salto, que es un defecto, porque quita rapidez; el pie tiene que ir casi rozando el suelo y el talón posarse imperceptiblemente antes que la punta.

También puede ejecutarse el fondo (y es conveniente en algunos casos, como explico en Los consejos para el asalto) hacia atrás, tendiendo la pierna izquierda y colocando el pie de este lado 35 ó 40 centímetros más atrás del sitio que ocupaba; el pie derecho no se mueve.

A este fondo se le da el nombre de fondo atrás.

Descanso.

De la posición de guardia se pasa á primera posición atrás; se dobla el brazo derecho, quedando la mano á la altura de la cara, con las uñas hacia adentro, el arma en posición vertical; se saluda con ella y se da por terminado el ejercicio que se está haciendo.

126 CARBONEL

Marchas.

Se ejecutan éstas desde la posición de guardia, cuando estamos fuera de distancia y queremos acércanos al adversario.

Pueden hacerse de tres maneras: Primera. Adelantando el pie derecho unos

cinco centímetros del izquierdo y haciendo que éste á su vez gane la misma distancia sin perder la flexión de la guardia. Esta es la marcha propiamente llamada.

Segunda. En vez de empezar como el movimiento anterior, adelantando el pie derecho, se hace adelantando el pie izquierdo primero y luego el derecho. Esta marcha se llama más propiamente ganar la distancia.

Tercera. De la guardia se pasa á la primera posición adelante, y se vuelve á caer en guardia adelante.

Aconsejo que las marchas se hagan siempre á pasos muy cortosy con precaución, porque como su objeto es acortar la distancia para efectuar un ataque, puede ocurrir que el adversario espere este momento para verificar el suyo con la seguridad de cogernos desprevenidos para la defensa; por tanto, conviene no sólo hacer las marchas con mucha prudencia, sino que siempre con el cuerpo perfectamente aplomado para po-

SABLE 127

der romper ó parar el ataque sin pérdida de tiempo, caso de ser sorprendido en ese momento.

En el asalto, y sin causa especial que lo motive, conviene emplear siempre la primera de las tres formas de marchas que se deja explicado.

Retroceder 6 romper.

Es el movimiento de retroceso que empleamos para ponernos fuera del alcance del adversario.

Puede romperse tantas veces consecutivas como fuera necesario.

Se hace de varias maneras: Primera. Retrocediendo en línea recta el pie

izquierdo unos lo ó 15 centhnetros del derecho, haciendo perder á éste la misma distancia para quedar de nuevo en guardia.

Segunda. Viniendo de la guardia á la primera posición atrás sin quitar el sable de la línea, cayendo de nuevo en guardia con el pie izquierdo.

Tercera. Se hace dando un salto enérgico hacia atrás con el empuje de las dos piernas y cayendo en guardia, sea la posición inicial la misma ó la de fondo.

Esta forma de romper se emplea y es muy útil cuando, habiéndose cerrado demasiado la distancia por un ataque del adversario ó nuestro y no teniendo seguridad en la parada que deberemos tomar, nos ponemos por este medio fuera del alcance del arma enemiga.

I 2 S CARBONEL

Cuarta. Se aumenta la distancia en el adversario estando en guardia por medio de un salto, que consiste en llevar rápidamente el pie derecho detrás del izquierdo y colocando éste en su sitio (correspondiente á la guardia) al mismo tiempo que aquél se sienta en el suelo.

Este modo de romper se conoce con el nombre de traspuesta, y se emplea en los mismos casos que el anterior.

Salidas de línea.

Se da este nombre al movim.iento hecho desde la posición de guardia, que consiste en colocar el pie derecho unos lo centímetros á la derecha ó á la izquierda (según del lado que se quiera hacer la salida), y con el izquierdo se describe un arco de círculo, del lado que corresponda, con objeto de salirse de la dirección del golpe tirado por el adversario, bien para evitarle de este modo, ó bien para tocarle con más facilidad.

La salida de línea que únicamente aconsejo es á la derecha, por ser la que sólo puede darnos buen resultado con aquellos tiradores que atacan con precipitación.

La salida por el lado izquierdo es peligrosa y menos fácil de ejecutar.

SABLE 129

Líneas y planos qae presenta el tirador.

Línea es el espacio que se ve entre el arma y el límite del cuerpo.

Determina lo que se llama linea en esgrima la

-Jj- Phno. f^rJ 3 ujier¿or .-^

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^ I^/ano \^-}L\ medio ^

qj Para.da.de 2- K : ^ N \ A P^r^da. ds í- ^

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posición respectiva de los hierros, estén ó no en contacto.

En la esgrima del sable existen dos líneas y tres planos.

Las primeras se denominan de dentro y de

http://Para.da.de

I 3 o CARRONEL

fuera, según que el arma del adversario quede á la derecha ó izquierda de la nuestra; los golpes dirigidos á la de dentro toman el nombre de cortes, y los dirigidos á la de fuera el de reveses.

Los planos se conocen con los nombres de superior, que comprende la cabeza y^ los hombros; el medio, de los hombros á la cintura (incluyendo en este plano las extremidades superiores), y el inferior, que comprende desde la cintura á las rodillas.

Cada uno de éstos se divide en dos: de dentro y de fuera, según que el golpe vaya dirigido á una ú otra línea.

Unas y otras nos sirven para indicar la parada que deberemos emplear.

Molinetes.

Son movimientos circulares que se ejecutan con el sable, acompañados de la rotación de la muñeca, con objeto de impulsar más fuerza al golpe.

Hay autores que recomiendan que los molinetes se ejecuten por medio de un movimiento circular del antebrazo; otros, por el contrarío, aconsejan que se hagan con el auxilio y rotación de la muñeca; soy del parecer de estos últimos; ejecutando el molinete con el movimiento del antebrazo, dejan éste descubierto para los golpes de

SABLE I 3 I

tiempo^ lo que no ocurre á los anteriores, que dan la misma energía al golpe y descubren menos el brazo y antebrazo.

Los molinetes son de poca utilidad práctica; en cambio como ejercicio son inmejorables, por la soltura y seguridad que se adquiere en la mano, tan necesaria para manejar el sable con destreza.

Se ejecutan en cuatro direcciones: diagonal de derecha á izquierda., y de arriba abajo; diagonal de izquierda á derecha., y de arriba abajo; vertical descendente y vertical ascendente.

El primero se ejecuta partiendo de la posición de tercera, extendiendo el brazo sin cambiar la posición de la mano, haciendo rotar la muñeca y al mismo tiempo de doblar ligeramente el brazo, se trae la punta del sable hacia atrás, hacia el lado izquierdo, describiendo un circulo con éste para tocar en la línea de dentro.

El segundo se ejecuta con la mano en la misma posición que el anterior; se tiende el brazo, y como en aquél, se trae el sable hacia atrás (en dirección del hombro derecho), describiendo un círculo con la punta, y se toca en la linea de fuera.

Se ejecuta el tercero extendiendo el brazo y volviendo las uñas á la derecha, y con una ligera flexión del brazo y la rotación de la muñeca se dirige el sable hacia atrás, en dirección del hom-

133 CAKBONEL

bro izquierdo y hacia el suelo, describiendo un circulo con la punta para venir á tocar en el plano superior.

El último, ó sea el vertical ascendente, se ejecuta como los anteriores, sólo que de abajo arriba, y trayendo el sable hacia el hombro izquierdo para tocar en el antebrazo por debajo.

Cortes.

Se denominan así todos los golpes dirigidos con el filo del sable á la línea de dentro, y con uñas arriba, sea cual fuere el plano.

Reveses.

Lo son todos los golpes dirigidos con el filo del sable á la línea de fuera, con uñas abajo, y en cualquier//c?«o.

Contrafilos.

Son los golpes que se tiran, procurando tocar con esta parte del sable, y con uñas abajo; únicamente soy partidario de su empleo cuando son dirigidos á la mano ó al antebrazo.

SABLE 133

El contrqfilo se tira siempre á la línea de dentro.

Modo de herir con el filo ó coutrafilo.

Al mismo tiempo de tocar con la hoja se retira ésta con velocidad hacia atrás, imprimiéndola una dirección oblicua en sentido del fiio ó cmtr afilo.

De la distancia.

Se entiende por distancia lo más ó menos separado que se encuentre un tirador de otro.

Se dice estar á distancia cuando desde la guardia, sin marchar y partiendo á fondo, únicamente se puede tocar con el arma al adversario.

Después de conocer la distancia, ó lo que es igual, desde donde podremos tocar, debemos fijarnos también en la de nuestro adversario; es decir, desde donde podrá hacerlo él, con objeto de no acercarnos demasiado y estar dentro de su distancia, pues sería peligroso.

Al caer en guardia delante de un adversario debe ponerse especial cuidado en no permitirle acercarse á la distancia en que la agregación (caso de tener lugar) se efectúe en el tercio medio; esto sería expuesto á recibir un golpe;

134 CARBONEL

en este caso se debe romper inmediatamente y separarse lo suficiente, para que sólo sean las puntas de los sables las que estén en contacto, teniendo el brazo algo flexionado.

El saber apreciar con exactitud la distancia nos proporciona grandes facilidades para la defensa y nos economiza energías para el ataque.

Es uno de los puntos más importantes en esgrima.

(Véase en la primera parte Conocimiento de distancia?)

CAPITULO 11

Agregaciones ó empeños.

Agregación es el contacto de los hierros estando en guardia.

Pueden hacerse en segunda., tercera y cuarta, y deben ejecutarse con el tercio débil de nuestra arma en el débil de la del adversario.

Recomiendo las agregaciones de tercera y segunda por ser las más convenientes.

Debe tenerse buen cuidado al tomar cualquier empeño de no hacer presión sobre el hierro del adversario; esto podría facilitarle alguna preparación ó algún ataque.

Si el contrario hiciera la presión en el empeño de tercera, se debe ceder inmediatamente, pasando por encima de su hierro, y tirando corte al plano superior de dentro, ó pasando por debajo, y tocar por estocada en el plano medio ó inferior de dentro.

Si el adversario ejecutase la presión en la agregación de cuarta, se cede, como en la anterior, y se tira revés al antebrazo. Y, por último.

136 CARBONEL

si la hiciera en el empeño de segunda, se cede á ésta y se tira estocada al plano medio ó superior.

No debe sostenerse nunca la presión, pues á más del peligro que dejo indicado, gastaríamos inútilmente la fuerza.

Cambio de agregación.

Es pasar de la línea en que se está á otra, uniendo de nuevo los hierros. En la esgrima del sable los cambios deben efectuarse únicamente en las líneas altas de cuarta y tercera^ y se ejecutan pasando el sable, sin tender el brazo, por debajo del hierro contrario, por medio de un movimiento de la mano y el antebrazo.

Pueden hacerse también en las lineas bajas, pero no los recomiendo. Se tendrá gran cuidado de cubrirse en la línea en que se hace el cambio; de lo contrario sería peligroso.

Hay quien recomienda hacer los cambios en las líneas altas, pasando el sable por encima de el del adversario; pero esto constituye un peligro en la ejecución, pues, por veloz que se haga el movimiento, hay un momento en que el sable pierde por completo la dirección del cuerpo del adversario, lo cual debemos siempre evitar. Además de esto, haciendo el cambio por encima del arma del contrario nos exponemos á recibir un golpe en el antebrazo.

SABLE 137

El cambio de tercera á cuarta se engaña pasando por debajo del arma del adversario en el mismo momento de perder el tacto del hierro, y se tira revés al antebrazo, volviendo á la guardia con la parada de tercera.

El cambio de cuarta á tercera se engaña en las mismas condiciones que el anterior, sólo que se toca por cpntrafilo al antebrazo ó á la muñeca, volviendo á la guardia con la parada de tercera. I

Del etíipeño de segunda se engaña el cambio pasandc/por encima del sable y tirando revés al anteb|ázo, ó partiendo á fondo con estocada al planfí medio ó superior; la mano en pronación.

Fiuffimieutos.

Finta ^ fingimiento ó engaño es todo movimiento hecho con el arma ó el cuerpo para hacer creer al adversario que se le va á tirar un golpe. El objeto de la. finta es : ó bien obligar á descubrir una línea cubierta para tirar en ella, ó bien hacer tomar una parada para engañarla.

Los fingimientos que pueden hacerse son innumerables, pero no debe abusarse de ellos por el peligro que encierran á los golpes de tiempo.

Los fingimientos deben hacerse siempre con energía y decisión para conseguir mejor su objeto; de este modo se obliga al adversario á que

I 3 S CARBONEL

ejecute cualesquiera de los movimientos que tuviera pensados en la creencia de que nuestra finta es un ataque.

Se emplean como fintas los golpes sencillos y los ataques al hierro.

Se podrán hacer más ó menos fintas, según que el adversario acuda más ó menos á ellas.

Las fintas se hacen siempre con el brazo medio extendido, y con sólo el movimiento de la mano y el antebrazo, cuando sean al cuerpo, y con el brazo en flexión cuando sean por ataques al hierro.

Las fintas se hacen á pie firme ó marchando, procurando siempre al ejecutarlas que el cuerpo tome la menor parte posible, únicamente la mano y el brazo, para que 2\ fingir haya la mayor inmovilidad, á menos que el adversario sea un hombre de una calma excesiva; entonces se deben hacer acentuando un poco más el movimiento del cuerpo, para hacerle creer mejor que se va á partir. Esto le obligará á tomar la parada ó hacer el movimiento que tuviera pensado. Si tampoco esto le hiciera acudir á nuestro fingimiento por desconfianza ó comprender nuestro objeto, se procurará tocar por medio de golpes sencillos con velocidad, precedidos de ataques al hierro.

Como vemos, todas estas tretas no son más que medios para obligar al adversario á que nos descubra su juego. Los fingimientos deben hacerse siempre regulando nuestra velocidad con

SABLE 139

la del adversario, pues de nada nos serviría emplear mucha nosotros al fingir, cuando ál,por sus condiciones especiales, no acudiera con la prontitud necesaria á los amagos que le hacemos.

Al incurrir en esta falta de cálculo sucede que se viene á caer en el hierro^ lo cual es peligroso, pues facilitamos al adversario una respuesta, la mayor parte de las veces con éxito.

Este es el motivo por lo que recomiendo que se estudie bien el juego y las condiciones del contrario, para que al hacer los fingimientos ú otros movimientos nos acomodemos siempre á su velocidad, que es el único medio para que aquéllos puedan tener buen resultado.

Cuando se tire un golpe precedido de varias fintas, se tendrá buen cuidado de no partir á fondo antes de haber terminado de ejecutarlas.

Los fingimientos en el sable deben hacerse con mucha precaución, por lo expuestos que son á los golpes de tiempo al antebrazo.

Grolpes sencillos.

Se denominan de este modo á los cortes^ reveses, contrafilos y estocadas que se tiran sin estar precedidos áe fintas.

Son golpes de velocidad. Pueden tirarse en los seis planos, bien pasando

el arma (para tocar) por encima ó por debajo de

1 4 0 CARBONEL

la del adversario, ó tirando recto en la misma línea del empeño.

Al tirar la estocada debe procurarse dirigir la cazoleta del sable al sitio donde se encuentre el del adversario.

La estocada puede tirarse por golpe recto, por pase y por coupé, como en la espada.

Ataques al hierro.

Se denominan de este modo el batimiento, presión, expulsión, cruzado y ligamiento.

Tienen por objeto desviar la punta del arma enemiga de la línea de ataque, para dirigir con más facilidad un golpe; también sirven para azorar al adversario y dificultarle con el ataque al hierro la parada que pudiera tomar, sobre todo si éste hubiera sido enérgico.

Los ataques al hierro se hacen siempre con tXfilo.

El batimiento consiste en dar un golpe seco en el tercio débil del hierro contrario con el débil ó medio del nuestro.

Recomiendo, siempre que se hagan ataques al hierro con objeto de tirar al cuerpo, no emplear más que ataques sencillos.

Al ejecutar el batimiento debe ponerse gran cuidado de no hacerlo sino únicamente con el auxilio de la mano y la muñeca; de ningún modo

SABLE 141

con la ayuda del brazo, pues esto haría el ataque muy lento ó más fácil de engañar.

Batir el hierro en tercera para tirar al brazo por fuera ó revés á quinta, lo encuentro muy conveniente.

Inmediatamente después de haber tirado la estocada ó revés á segunda, y comprendiendo que el adversario no hará la respuesta después de haber parado, el batimiento, cambiando de línea, pasando por encima de su sable, nos dará buen resultado si le tiramos la estocada á la línea de dentro y al plano medio.

Presión. — Es apoyar con nuestro hierro en el del adversario, con objeto de descubrir un punto por donde poder tocar, ó.bien inducir á que el adversario ataque.

Se ejecuta apoyando con tercio medio ó débil de nuestra hoja en el débil de la del contrario, sin tender el brazo, únicamente con la fuerza de los dedos y la mano.

La presión en tercera para tirar estocada al plano medio ó superior de fuera lo encuentro de utilidad.

La presión en cuarta para inducir al adversario á que dirija un ataque al plano medio ó superior de fuera es muy buena (cuando se tenga seguridad en la mano para parar), pues se prepara una respuesta á la línea de fuera, la mayor parte de las veces con resultado.

Expulsión.— Es el más violento de los ataques al hierro; es una presión fuerte, prolongada y

1 4 2 CARBONEL

deslizando por él. Debe emplearse únicamente en las agregaciones de tercera y cuarta-, siempre que podamos coger el débil del hierro contrario con nuestro fuerte; después de la expulsión en la agregación de tercera, se puede tirar al cuerpo ó al brazo en la línea át, fuera.

Después de la expulsión de cuarta se tira revés al plano superior.

En resptiesta puede hacerse la expulsión después de las paradas de quinta y sexta, siempre que el adversario se quede apoyando sobre nuestro hierro.

El cruzado.—Este ataque al hierro consiste en conducir el hierro enemigo de una línea alta á una baja, ó viceversa, siempre que podamos ampararnos del débil á& su arma con t\ fuerte de la nuestra.

Del empeño de tercera se hace el cruzado volviendo la mano en supinación, y con un movimiento enérgico de los dedos y del brazo se conduce el hierro del contrario con el filo del nuestro, hasta quedar cubiertos en la línea baja de fuera, desde donde se podrá tirar estocada sin variar la posición de la mano.

De la agregación de cuarta se hace el cruzado volviendo la mano uñas abajo, y con un movimiento enérgico de los dedos y el brazo se acompaña el hierro del contrario á la linea baja de dentro, desde donde se podrá tirar la estocada en dicha línea.

Del empeño de segunda se hace el cruzado á

SABLE 143

cuarta, volviendo la mano en supinación y trayendo el hierro del contrario á dicha línea, desde cuya agregación, volviendo de nuevo la mano en pronación, se tira el revés al plano superior sin cambiar de linea.

El cruzado en respuesta es muy conveniente después de las paradas de quinta y sexta, sobre todo con aquellos adversarios que tienen siempre la punta del hierro en línea, ó que, después del ataque, se apoyan sobre nuestro hierro. Después de la parada de quinta se cruza el hierro á primera, sólo que con las uñas hacia arriba, y se responde por estocada en la línea de dentro, sin cambiar la posición de la mano.

Después de la parada de sexta se hace el cruzado á segunda, y se toca por estocada en la misma línea, ó por revés al brazo ó antebrazo.

Ligamiento.—Es un ataque al hierro de mucha autoridad y que nos dará buen resultado con aquellos adversarios que colocan la punta de su arma en la linea ofensiva, ó se quedan á fondo cuando atacan haciendo presión sobre nuestro hierro. Con éstos, siempre que podamos ampararnos de su arma con la nuestra en la línea de tercera, en condiciones que su tercio débil ü'poye en nuestro tercio fuerte con un movimiento enérgico de la mano y el antebrazo, se hará pasar la punta de nuestra arma por encima de la suya, y sin perder la agregación y continuando el movimiento iniciado, se pasa la punta del sable por debajo de aquél y se suben la mano y el

144 CARBONEL

brazo hasta quedar en parada de quinta, desde donde podremos tirar estocada ó revés al plano medio ó inferior.

De la agregación de cuarta el ligamiento se hace también estando Q\ fuerte de nuestra arma apoyado en el débil de la del adversario y sin abandonar la agregación, sin tender el brazo y sin cambiar la posición de la mano, se describe un círculo con la punta de nuestro sable, trayendo el del contrario á la misma línea en que estaba, desde cuyo sitio, volviendo la mano uñas abajo y tendiendo el brazo, se tira revés á la cara sin cambiar la línea.

Para evitar este ataque al hierro, lo primero que hay que hacer es procurar que el adversario no pueda ampararse del débil de nuestra arma con el fuerte de la suya; pues si lo consigue y hace el lig-ainiento, no nos queda más recurso que romper con velocidad, para evitar de este modo el golpe que pueda tirarnos después de ejecutado aquél.

Golpes compuestos.

Son todos aquellos que se tiran precedidos de uno ó varios fingimientos.

Tienen por objeto engañar la parada ó paradas del adversario. Pueden hacerse á pie firme y marchando.

SABLE 145

Por más que podrían hacerse numerosas combinaciones de esta clase de ataques, aconsejo, sin embargo, no se empleen más de dos fingimientos, por lo expuestos que son al golpe de tiempo al antebrazo por dentro ó por fuera.

Es de gran interés, cuando se empleen dichos ataques compuestos, procurar averiguar las intenciones del adversario, si acudirá á la parada ó simplemente al hacerle el fingimiento, nos tomará el golpe de tiempo al antebrazo; se averiguará esto por medio de falso ataque con mucha precaución.

Una vez asegurados que acudirán á la parada, se procurará engañarla con energía y oportunidad; pero si se comprende que tomarán el golpe de tiempo, entonces debe hacerse el falso ataque para provocar aquél, en cuyo momento se para y responde con velocidad.

10

C A P Í T U L O 111

Paradas.

Parada es todo movimiento hecho con el sable ó con el cuerpo, con objeto de evitar un golpe: el primero se llamn parar con e/arma, el segundo parar por distancia.

Es conveniente, siempre que las condiciones del ataque del adversario nos lo permitan, evitar sus golpes con el arma, no por distancia, pues por razón natural el movimiento que tengamos que hacer para desviar su arma con la nuestra tiene que ser más veloz que el que hagamos para ponernos fuera de su alcance. Lo que aconsejo es que se ayude la parada con un paso atrás, á menos de tener una grande seguridad en parar el golpe que puedan tirarnos.

Las paradas se dividen en sencillas, de contra y compuestas. Las primeras se denominan de este inodo, porque desvían el arma contraria por el camino más corto.

Son siempre por oposición y de tacto y tomadas con tljilo del arma, procurando siempre verificarlo con el tercio fuerte.

C A P I T U L O 111

Paradas .

Parada es todo movimiento hecho con el sable ó con el cuerpo, con objeto de evitar un golpe: el primero se llama, parar con el arma, el segundo parar por distancia.

Es conveniente, siempre que las condiciones del ataque del adversario nos lo permitan, evitar sus golpes con el arma, no por distancia, pues por razón natural el movimiento que tengamos que hacer para desviar su arma con la nuestra tiene que ser más veloz que el que hagamos para ponernos fuera de su alcance. Lo que aconsejo es que se ayude la parada con un paso atrás, á menos de tener una grande seguridad en parar el golpe que puedan tirarnos.

Las paradas se dividen en sencillas, de contra y compuestas. Las primeras se denominan de este modo, porque desvian el arma contraria por el camino más corto.

Son siempre "^ox oposición yde tacto y tomadas con &lfilo del arma, procurando siempre verificarlo con el tercio fuerte.

1 4 8 CARBONEL

Se pondrá gran cuidado al ejecutarlas de no separar demasiado la parada de la linea atacada, sino únicamente lo necesario para cubrirse en

Parada de primera.

Vista dy perül . Vista de frente

ella. Debe procurarse también al hacerlas no doblar nunca la muñeca; esto nos haría perder la resistencia de que ésta dispone.

Las paradas sencillas son seis; tres para resguardarse de los golpes dirigidos á la línea de dentro, y tres parala de fuera.

Parada de primera.—Se coloca el arma á la izquierda; la punta en dirección del suelo; la mano

SABLE 149

á la altura de la tetilla y separada de ésta unos 40 centímetros; el brazo ligeramente extendido; la muñeca recta; las uñas al frente; el filo á la iz-

Parada de segunda.

Vista dtí perfil. V ú t a de frente.

quierda. Esta parada cubre el plano inferior de deníro.

Parada de segunda.—La mano y el arma á la derecha, á la altura de la cintura y separada de ésta unos 40 centímetros; la punta en dirección de la rodilla del contrario; las uñas en pronación; el filo á la derecha; el brazo ligeramente fiexionado y en la misma dirección de la hoja del

1 so CARBONEL

sable; la muñeca recta. Esta parada cubre el plano inferior de fuera.

Parada de tercera.—La mano y el arma á la

Parada de tercera.

Vista de perfil. Vista Je frente.

derecha, á la altura de la tetilla y separada de ésta unos 40 centímetros; la punta á Ja altura de la cabeza; el filo á la derecha y el brazo ligeramente extendido; la mano en pronación. Esta parada cubre el plano medio de fuera. Bajando la mano 20 ó 25 centímetros de la posición indicada, puede sustituir á la parada de segunda en varios casos y su nombre es de tercera baja.

SABLE l í l

Parada de cuarta.—La mano y el arma á la izquierda y á la altura de la tetilla, separada de ésta linos 40 centímetros; la punta á la altura de

Parada de cuarta.

Vista do perfil. Vista (lo tVente.

la cabeza; el filo á la izquierda; la mano en supinación. Esta parada cubre el plano medio de dentro. Variando ligeramente su ejecución, bajando la mano 20 ó 25 centímetros de la posición explicada, sustituye á la parada de primera para resguardarse de. los golpes dirigidos á la parte alta del plano inferior de dentro. Ejecutada de este modo podremos denominarla cuarta baja.

1 5 2 CARBONEL

Parada de quinta.—La mano y el arma á la altura de la cara y un poco á la derecha; las uflas al frente; el brazo en flexión; la punta más alta

Parada de C[aiiita.

Vista d« pírfi l . Vista (le frt'nto.

que la mano; la muñeca recta; el filo hacia arriba. Esta parada sirve para resguardarse de los golpes dirigidos al plano superior de/í^^ra.

Todos los autores para ejecutar esta parada, colocan la mano más alta que la cabeza y la punta del arma más baja que aquélla; tomada en estas condiciones no se dispone de la resistencia necesaria para contener el golpe del adversario,

SABLE 153

así como también la respuesta no puede ser tan veloz como hecha después de la parada tal y como dejo explicado.

Tarada de sexta.—La mano y el arma á la al-

Parada de sexta.

Vista do porfil. Vista de fronte.

tura de la cara y un poco á la izquierda; la punta más alta que ésta; el filo hacia arriba; la muñeca recta; las uñas hacia dentro. Esta parada sirve para resguardarse de los golpes dirigidos al plano superior de dentro,

A esta parada le ocurre como á la de cuarta, que es también una de las más usuales; después

154 CARBÓN r.L

de ejecutada, pueden hacerse contestaciones muy seguras.

Es una parada de mucha autoridad.

Parada de contra.

Es una parada circular, por la cual desviamos el hierro del contrario á una linea opuesta á la que se presentó, quedando cubiertos al terminar la parada.

Las principales son las de tercera, cuarta, segunda y quinta.

De la agregación de tercera se toma la contra pasando la punta del sable por debajo de el del adversario, sobre los golpes dirigidos al plano medio de dentro.

De la agregación de cuarta, pasando el arma lo mismo que en la anterior, se ejecuta la contra sobre los golpes dirigidos al plano medio de fuera.

De la agregación de segunda puede tomarse también la contra sobre las estocadas dirigidas al plano medio ó inferior de dentro.

El empleo de la contra, para que tenga la autoridad necesaria, exige una grande seguridad en la mano y muñeca; de lo contrario, no las recomiendo.

SABLE '55

Parada compuesta.

Es aquella que consta de dos ó más paradas. Debe ponerse especial cuidado, al formar és

tas, de no separar demasiado el arma y el brazo de la línea del cuerpo, pues esto haría el juego muy abierto, y, por lo tanto, fácil de engañar.

C A P Í T U L O IV

Respuesta.

Se denomina así al golpe tirado inmediatamente después de haber parado un ataque del adversario.

La respuesta debe hacerse siempre que se para un ataque.

Es en la esgrima el golpe que más seguridad nos ofrece.

Las respuestas son sencillas y compuestas. sencillas cuando no están precedidas de fintas, y compuestas cuando ocurre lo contrario.

I Pueden hacerse á pie firme ó partiendo á •p fondo si se comprende que por haberlo retrasado

no se alcanzará á tocar. La respuesta sencilla en el sable debe ser

siempre de tacto y sin partir, pues si la parada fué justa, la respuesta debe tocar en el mismo momento que el adversario sienta el pie derecho en el suelo al ejecutar su fondo.

Después de la parada de primera se puede

158 CARBONEL

responder por estocada á corte á los planos inferior medio ó superior de dentro.

Después de la de segunda se puede responder al plano medio ó superior de fuera por revés ó estocada.

Después de la de tercera se puede responder á los planos medio ó superior por estocada ó revés-

Después de la de cuarta se responde al plano superior de fuera por revés, pasando el arma por encima de la del adversario, ó sin pasarla, volviendo únicamente la mano en pronación y tendiendo el brazo para tocar: si la respuesta se hace por estocada, la posición de la mano no varía.

Después de la de quinta se puede responder por estocada al plano medio ó superior, ó por revés al medio ó inferior de fuera, ó también por corte á los planos inferior ó medio de fuera.

Después de la parada de sexta se responde por revés á los planos inferior ó medio de fuera.

Respuesta compuesta.—Es aquella que se hace por golpe, precedido de finta ó de ataque al hierro.

Sirven para engañar la parada ó paradas que el adversario pueda tomar después de su ataque.

Las de cruzado y ligamiento son para contrarrestar la reposición de mano y la presión del hierro enemigo sobre el nuestro, cuando aquél termina su ataque.

Son generalmente partiendo á fondo.

SABLE 159

Respuestas compuestas podrían hacerse muchas; pero aconsejo que no se hagan de más de dos movimientos, una finta y el golpe; pues de lo contrario son expuestas á la reposición de mano y al golpe de tiempo al antebrazo por fuera ó por dentro.

El fingimiento que se haga para responder, compuesto, debe hacerse con el brazo ligeramente fiexionado; la extensión completa no se verifica hasta el movimiento de tocar.

Hay que fijarse, al responder por golpe compuesto, de hacerlo en el momento en que el adversario se repone del fondo; es como nos dará mejor resultado.

Kespuesta cruzando. — Debe emplearse con aquellos juegos que después de haber hecho el ataque, en vez de reponerse inmediatamente, se quedan en el fondo con objeto de hacer la reposición de mano^ ó simplemente apoyan su arma en la nuestra con objeto de inutilizar la respuesta.

Si en cualquiera de estos dos casos contestáramos por golpe sencillo, seria fácil poder ser alcanzados por el arma contraria; pero haciendo la respuesta cruzando es casi imposible.

Se hace é. pie firme y partiendo afondo. Después de la parada de primera se cruza el

hierro á tercera y se contesta por estocada al plano medio de fuera.

De la parada de segunda se cruza á cuarta y se contesta por estocada recta ó por revés

l 6 0 CARBONEL

al plano superior; pero sin pasar el arma por encima de la del adversario, sino volviendo la mano en pronación y tendiendo el brazo para tocar.

De la parada de tercera se cruza á primera (quedando las uñas en supinación) y se contesta recto por estocada al plano medio de dentro.

ü e la cuarta se cruza ú segunda y se contesta recto por estocada en la misma linea, ó también por estocada ó revés al plano medio 6 superior.

De la de quinta se cruza A primera^ quedando las uñas en supinación, y se responde recto por estocada á la linea de dentro., sin que la posición de la mano varíe.

De la de sexta se cruza á segunda y se contesta recto por estocada ó revés al plano medio ó superior.

Respuesta ligando. (Véase Ligamiento.)—Esta respuesta se para con la parada ó paradas que correspondan á la linea en que aquélla vaya dirigida, replegándose á la guardia con velocidad ó parando sin reponerse, y haciéndolo después de haber parado.

Sobre toda respuesta compuesta que nos hagan, aconsejo que se empleen con frecuencia la reposición de mano y los tiempos al antebrazo, por dentro, ó fuera; replegándose con velocidad.

SABLE i G l

Contrarrespuesta .

Es la contestación que se hace inmediatamente después de haber parado una respuesta.

La contrarrespuesta puede ser sencilla ó com-puesta^ y debe aplicarse en éstas lo dicho al hablar de la respuesta.

Cuando se quiere preparar una contrarrespuesta, se consigue haciendo un falso ataque á medio fondo con energía y decisión (reteniendo el cuerpo), para que el contrario pare y responda; se para ésta y se hace inmediatamente la con-trarrespiiesta. Puede hacerse reponiéndose del fondo y desde la guardia contrarrcspondcr, ó sin levantarnos de aquél, retirando un poco el cuerpo hacia atrás, parar la respuesta y hacer en seguida la contrarrespuesta.

No obstante de lo anteriormente dicho, la contrarrespuesta se hace generalmente/íír/z"í«-do á fondo.

La respuesta que se hace después de parar una contrarrespuesta se llama segunda contrarrespuesta-, y así sucesivamente.

Recomiendo mucho la práctica de las contra-rrespuestas, no sólo por su utilidad en el asalto, sino también por la velocidad, soltura y seguridad que se adquieren.

11

CAPITULO V

Tirar á golpe pasado.

Se dice tirar á golpe pasado cuando, en vez de parar con el arma un corte ó revés del adversario por comprender que va dirigido con demasiada fuerza, se retira el cuerpo lo suficiente para que el golpe pase por delante del cuerpo sin tocar en el sitio á que iba dirigido, cuyo momento se aprovecha para tocar en la linea que el adversario dejará descubierta por la misma violencia empleada, que no le permitirá sujetar el brazo y el arma en línea.

Por más que podríamos tirar al cuerpo sobre un golpe pasado en estas condiciones, aconsejo, sin embargo, se emplee únicamente para tocar en el antebrazo y brazo; es el modo de evitar un golpe doble, que podría ocurrir por retardarnos un poco en tocar ú otra causa cualquiera.

Siempre que se tire ii. golpe pasado es de necesidad romper inmediatamente después de ejecutado para quedar fuera de distancia.

1 6 4 CARIiO.N'EL

Del falso ataque.

El falso ataque es el fingimiento de un golpe partiendo á fondo; su objeto debe ser averiguar las intenciones del adversario, si piensa.parar y responder ó nada más que parar, ó si pretende tomarnos un golpe de tiempo; en el primer caso, el fondo debe ser hecho con energía y decisión, con el objeto de disfrazar mejor nuestro ataque y hacer que nos contesten para parar la respuesta y hacer la contrarrespuesta inmediatamente; en el segundo, una vez hecho eX falso ataque, si se viera que el adversario no responde, se redobla á la linea opuesta por golpe al antebrazo, reponiéndose con velocidad.

Y, por último, si se comprende que los deseos del adversario son tomar el golpe de tietnpo, se le hace el falso ataque, reteniendo bien el cuerpo para que ejecute su golpe, en cuyo momento se para y se contesta inmediatamente.

Los falsos ataques son muy convenientes, además de los casos que dejo indicados, con los tiradores, cuyo juego nos es desconocido; pero deben hacerse con la precaución de llevar siempre una parada pensada para ejecutarla con toda rapidez en el caso de ser sorprendidos con un alague, tm tiempo ó una respuesta.

SABLE i6s

Los falsos ataques deben hacerse siempre por golpes sencillos, todo lo más, precedidos de un fingimiento.

Ataques sobre la preparación.

Como el nombre lo indica, es atacar al adversario mientras éste combina su ataque.

Por más que éstos pueden hacerse valiéndose de golpes compuestos, aconsejo, sin embargo, se hagan únicamente por golpe sencillo, dirigido con preferencia á la mano, antebrazo ó brazo.

Resultan de utilidad los ataques sobre la preparación, por lo que desconciertan al adversario, máxime si se trata de tiradores que preparan demasiado sus golpes.

Para el buen éxito de estos ataques es indispensable estar bien aplomo para partir de la inmovilidad; á^ otra manera, el menor movimiento de la mano ó el cuerpo delatara nuestra intención, que, conocida por el contrario, le seria fácil contrarrestar, pues se reduce únicamente á parar y responder.

Ataques marchando.

Son todos aquellos en que tenemos que ganar la distancia para poder tocar.

Se ejecutan de dos maneras:

166 CARBONEL

Primera. Uniendo la marcha y el ataque. Segunda. Marchando primero y ejecutando el

golpe inmediatamente después de aquélla. Los primeros se hacen por golpes compuestos,

procurando que éstos no sean de más de dos fingi-inientos y el golpe, por la misma razón (y en este momento es más de tener en cuenta) que ya dejo explicado al hablar de los golpes compuestos.

Al tener que emplear un ataque marchando de esta naturaleza, es de gran utilidad asegurarse primero si el adversario acudirá á la parada, ó simplemente procurará arrestar ó tomar un tiempo al brazo; se consigue explorar esto por medio de los falsos ataques^ marchando con energía y decisión.

En los ataques en que se gana primero la distancia y luego se ejecuta el golpe, son menos expuestos que los anteriores, si se tiene precaución de apoderarse del hierro adversario por medio de un cambio al marchar (por la seguridad que esto nos proporciona), llevando siempre calculada la parada que deberemos tomar, en el caso de ser engañados en estas combinaciones ó sorprendidos en nuestra marcha por algún ataque. Una vez ganada la distancia, se puede tirar el golpe que mejor convenga en aquel momento. Puede ser sencillo ó compuesto.

No aconsejo se empleen ataques marchando con aquellos adversarios que no dan hierro. Con esta clase de juegos debe atacarse con mucha precaución, por medio de los falsos ataques., y

SABLE 167

no intentar tocarles sin antes haberse apoderado de su hierro. A menos de tener una gran seguridad del movimiento que ejecutará al hacerle un fingimiento.

Reposición de mano.

Consiste en volver á colocar la punta del sable para tocar con un golpe de punta en la misma línea en que nos fué parado el ataque, sin reponerse del fondo.

Ejemplo-. Supongamos los hierros agregados en tercera; se ataca por corte á cuarta; el adversario toma la parada y no contesta', se retira un poco el cuerpo hacia atrás por medio de un ligero movimiento de cintura, encogiendo ligeramente el brazo al mismo tiempo para hacerle creer que volvemos á la posición de guardia, y en el momento que abandona la oposición ó pretende responder por golpe compuesto, se aprovecha éste para tocarle en el mismo instante que separa su hierro del nuestro.

Para tirar este golpe con buenos resultados, hay que asegurarse bien de la parada que nos podrán tomar, y de la respuesta que vendrá después de aquélla; pues de lo contrario, haciendo la reposición de mano sin estas prevenciones, resultará la mayor parte de las veces golpe doble.

Después de ejecutada la reposición, hay que

IC8 CARBONEL

cubrirse inmediatamente en la línea en que se encuentre el hierro enemigo, y levantarse del fondo con la mayor rapidez posible para evitar que aquél pueda alcanzarnos.

Como es fácil comprender, aunque la velocidad en la ejecución es indispensable para el buen éxito de cualquier golpe, la oportunidad en este caso es realmente la que garantiza y asegura el resultado.

Debe emplearse la reposición en la seguridad de obtener buen resultado:

Primero. Con los adversarios que contestan por golpe compuesto.

Segundo. Con los que abandonan la oposición después de la parada, y no contestan; y

Tercero. Con los que marchan después de haber parado sin cubrirse en la línea en que les dirigimos el ataque.

Cuando se comprende que el ataque del adversario tiende á prepararse una reposición, no se le debe responder de tacto, ni por golpe compuesto; únicamente deben emplearse con éstos las respuestas cruzando ó ligando el hierro; son las que nos resguardan de este golpe.

Redoble.

El redoble en ataque es repetir éste sin levantarse del fondo, cambiando de línea para tocar cuando el adversario para y no contesta.

SABLE • 1 6 9

Se hace también en contestación cuando el adversario para la respuesta y no hace la contra-rrespuesta.

Recomiendo que los redobles se hagan con preferencia por estocada. (Véase Redoble en la primera parte.)

Golpe de t iempo.

Es el golpe que se dirige al adversario en el mismo momento en que nos ataca.

Para la mejor ejecución del golpe de tiempo, debe aprovecharse el momento en que el adversario pasa su arma de una línea á otra para fintar bien por debajo ó por encima de la nuestra.

El tiempo debe tomarse siempre por golpe sencillo^ y podrá verificarse con e\fi!o^ X'á. punta ó el contrafilo del arma.

Esta clase de golpes recomiendo que no se tiren más que al brazo y antebrazo, por dentro ó por fuera, retrocediendo con prontitud con un paso ó dos para evitar el ser tocados.

El golpe de tiempo al cuerpo, á mi juicio, debe tomarse únicamente por estocada, y partiendo á medio fondo; es de la única manera que podrá evitarse el golpe doble-

Piensan algunos que el golpe de que tratainos consiste sencillamente en tirar un golpe sobre cualquier ataque del contrario, bien por golpes al brazo ó antebrazo, bien por golpes de punta.

1 7 0 CARBONEL

Nada más falso. El golpe de tiempo debe ser tomado sobre

golpe juzgado, única manera de que nos ofrezca sus ventajas.

Se contrarresta el golpe de tiempo por medio de los falsos ataques, con precaución, que incitan al adversario á que lo ejecute, en cuyo momento se para y se responde inmediatamente.

Golpe de arresto.

Es el golpe de punta tirado al adversario en el momento de dirigirnos un ataque marchando.

Debe ejecutarse éste con energía y decisión, aprovechando el momento oportuno para que no resulte doble.

La salida de ¡í/iea á la derecha al ejecutar un arresto, la encuentro muy conveniente.

El arresto se contrarresta como el golpe de tiempo, por medio de un falso ataque marchando, para que el adversario ejecute el arresto, en cuyo momento se para y se responde inmediatamente.

PARTE TERCERA

CAPITULO PRIMERO

Advertencias y prel iminares de la enseñanza.

Siendo el objeto de ésta que el discípulo aprenda á manejar la espada ó el sable, tanto para la defensa como para la ofensa, deberá em-

^ pezar el profesor por observar y estudiar previamente las condiciones del alumno, su temperamento, carácter, estatura, etc., etc., con objeto de ceñir siempre las lecciones (que deberán ser individuales) á las condiciones de cada uno.

Pues, como es natural, no deben emplearse los mismos medios de enseñanza con un hombre de elevada estatura, que con otro que sea bajo;

1/2 CARBONEL

con uno de temperamento nervioso, que con otro que sea linfático.

Al primero de ellos deberá hacérsele practicar con preferencia (sin descuidar por esto las paradas) los ataques á pie firme y sobre las marchas del adversario, haciéndole comprender las ventajas de hacer estos ataques partiendo de la inmovilidad.

Al de poca estatura se le hará que dirija todos sus medios en adiestrarse en la parada y respuesta, haciéndole comprender al mismo tiempo la conveniencia y necesidad que tiene de ampararse del hierro enemigo siempre que tenga que marchar.

Al de temperamento nervioso deberá dársele la lección despacio y poco complicada, explicándole el por qué la precipitación y el arrebato son perjudiciales en la mayoría de los casos.

Con el de temperamento linfático debe proce-derse de distinto modo; las lecciones deben ser dadas exigiendo constantemente el maestro en la ejecución de todos los movimientos la mayor energía y vigor posibles.

Las primeras lecciones deben ser dadas descomponiendo todos los movimientos y e;<pli-cando la conveniencia y utilidad de todo cuanto al discípulo se le mande hacer; es el mejor medio para obtener en lo sucesivo buenos resultados.

El procedimiento en la enseñanza de la esgrima debe ser, como en todos los ramos del

LA LECCIÓN 173

saber, de lo sencillo á lo compuesto; por cuya razón el profesor no hará pasar al discípulo á que dé lecciones complicadas sin que antes esté bien impuesto en las que deba saber, para poder dar aquéllas.

Procurará por todos los medios que el alumno no se aficione á tal golpe ó cuál parada; debe, por el contrario, trabajar constantemente para hacerle comprender la necesidad de que conozca y ejecute todas las paradas y todos los ataques con la misma facilidad.

Conforme vaya consiguiendo que el discípulo comprenda y ejecute correctamente las lecciones que le vaya haciendo practicar, es de grande utilidad hacerle que ponga en ellas la mayor energía posible, con objeto de desarrollar la velocidad; haciéndole ver al mismo tiempo que ésta tiene que ir siempre regulada por la oportunidad.

Al dar la lección de esta manera, que podremos llamar lección de velocidad^ tendrá que cuidarse siempre de no cansar exageradamente al alumno.

A los dos ó tres meses de lección ya puede el discípulo empezar á tirar asaltos; pero siempre en presencia del profesor, con objeto de que pueda observar las inclinaciones y defectos en que pudiera incurrir, para desarrollarlas ó corregirlos en la lección.

Si al intentar corregir en ésta algún defecto adquirido en el asalto viera que no le daban re-

174 CARBOKEL

sultado los medios empleados, debe suspender aquéllos quince ó veinte días, y trabajar con constancia durante este tiempo hasta lograr que desaparezcan los errores. Si al volver de nuevo á la práctica de los asaltos el alumno persiste en sus incorrecciones, es de necesidad suspenderlos de nuevo y continuar trabajando en la lección hasta obtener que desaparezcan completamente ó en su mayor parte.

Siguiendo este método, y con constancia, conseguirá el profesor grandes adelantos en sus discípulos.

Las condiciones principales que debe reunir un profesor, son: paciencia, amabilidad y energía, con las cuales podrá transmitir fácilmente á sus alumnos el conocimiento de la esgrima, al mismo tiempo que desarrollar las facultades de aquéllos.

Hechas estas advertencias, pasemos ahora á explicar las diferentes lecciones de florete y sable, tal y como deben hacerse practicar.

En la primera lección, bien sea de una ú otra arma, el profesor empezará por explicará su discípulo la manera de empuñar ésta, partes en que se divide y la utilidad y el empleo de cada una.

Hecho esto, le hará colocarse en primera posición, saludar, é inmediatamente caer en guardia (I) , desde cuya posición le hará marchar y

( I ) El profesor, con objeto de facilitar la enseñanza, debe ejecutar todos los moviinientos que vaya explicando.

LA LECCIÓM 175

romper indistintamente, cuidando de corregir y explicar cualquier defecto que observe en la ejecución de los diferentes movimientos.

Una vez que el alumno se haya dado cuenta de la posición de guardia y de la manera de marchar y romper, se le explicará la manera de partir á fondo y el modo de replegarse á la guardia, haciéndole ejecutar repetidas veces estos movimientos y corrigiendo siempre los defectos que se vayan notando.

Después que el discipulo practique con relativa facilidad los movimientos anteriormente indicados, se pasa á explicarle lo que son líneas y planos, con el fin de facilitarle la lección con el arma; comprendido por el alumno lo que unas y otros significan, se procede á darle las siguientes lecciones, bien de florete ó sable, conservando el orden en que están descritas, cuidando de no hacerle practicar una lección sin que antes esté impuesto en la anterior; esto es lo que se refiere á los comienzos. Más adelante, cuando ya el discípulo las haya ejecutado todas, deberá el profesor combinar nuevas lecciones, tomando de unas y otras lo que más pueda convenirle al alumno, con objeto de dar más variedad á la enseñanza.

Las siguientes lecciones deberán darse siempre teniendo puesta el alumno la careta y el profesor la careta y el peto: es el único modo de evitar accidentes y de dar confianza al que toma la lección.

176 CARBONEL

Cuando ésta sea de sable, recomiendo al profesor la careta de sable, para poderse dejar tocar de los golpes dirigidos al plano superior.

CAI'ITULO II

LECCIÓN PRIMERA DE FLORETE

Ejercicios de fingimiento y golpe sencillo á pie firme.

El profesor manda: Primera posición. Saludar. En guardia.

(El discípulo en la guardia debe estar siempre cubierto, en la línea en que se encuentre el hierro del maestro. Al reponerse del fondo es de necesidad también hacerlo cubriéndose en la línea en que queden los hierros.)

El profesor debe ponerse á la distancia necesaria, para que el discípulo pueda tocarle partiendo á fondo sin necesidad de marchar.

Agregación de cuarta. — Finta de golpe recto á cuarta. A fondo. En guardia.—Finta de pase á tercera. Afondo. En guardia.—Finta de coupé á tercera. A fondo. En guardia.

Cambio de agregación á sexta.—Finta de golpe 12

178 CARBONEL

recto á tercera. A fondo. En guardia.—Finta ds pase á cuarta. A fondo. En guardia. — Finta de coupé á cuarta. A fondo. En guardia.

Agregación de segunda.— Finta de golpe recto á segunda. A fondo. En guardia.—Finta de pase á primera ó tercera. A fondo. En guardia.

Cambio de agregación á séptima. — Finta de golpe recto á primera. A fondo. En guardia.— Finta de pase á segunda ó cuarta, A fondo. En guardia.

Primera posición. Saludar. Descanso.

Ejercicios de fingimiento 7 golpe sencillo xuarcliando.

El profesor manda: Primera posición. Saludar. En guardia.

Agregación de cuarta. — Finta de golpe recto, marchando, á cuarta. A fondo. En guardia.— Finta de pase, marchando, á tercera. A fondo. En guardia.

Cambio de agregación á sexta.—Finta de golpe recto, marchando, á tercera. A fondo. En guardia.—Finta de pase, marchando, á cuarta. A fondo. En guardia.

Agregación de segunda.—Finta de golpe recto, marchando, á segunda. A fondo. En guardia.— Finta de pase, marchando, á primera ó tercera. A fondo. En guardia.

LECCIÓN DE FLORETE ' 7 9

Cambio de agregación & séptima. — Finta de golpe recto, marchando, á primera. Afondo. En guardia.—Finta de pase, marchando, á segunda o cuarta. A fondo. En guardia.


Ataques por golpes seuci l los .

Primera posición: Saludar. En guardia-Agregación de cuarta. —Golpe recto á cuarta.

A fondo. En guardia. — Filo á cuarta. A fondo. En guardia.—Pase a tercera. A fondo. En guardia.—Coupé á tercera. A fondo. En guardia.

CamMo de agregación á sexta. —Golpe recto á tercera. A fondo. En guardia. —Filo á cuarta. A fondo. En guardia.— Pase á cuarta. A fondo. En guardia.— Coupé á cuarta. A fondo. En guardia.

Agregación de segunda. Golpe recto á segunda. A fondo. En guardia. —Filo á segunda. A fondo. En guardia.—Pase á primera ó tercera. A fondo. En guardia.

Cambio de agregación á séptima.—Golpe recto á primera. A fondo. En guardia. —Filo á primera. A fondo. En guardia.—Pase á segunda ó cuarta. A fondo. En guardia.


1 8 o CARDON'EL

LECCIOX SEGUNDA

Ejercic ios de digiteo.

Tienen éstos por objeto hacer que el discípulo sepa dirigir su espada con la fuerza y energía de los dedos únicamente.

Primera posición. Saludar. En guardia. Agregación de cuarta. — Batir el hierro en

cuarta, sin que el antebrazo ó la mano tomen parte en el movimiento. Este ataque al hierro debe repetirse varias veces en cada agregación, y para aseguraise el profesor de que está bien ejecutado debe librarlo de vez en cuando y ver si la espada del discípulo se separa de la línea al no encontrar el hierro del n:aestro como esperaba.

Después que el alumno sepa contener su espada en este ataque al hierro, se le hará librar los cambios sencillos en las cuatro agregaciones, y más adelante, cuando sepa ejecutar los ejercicios que dejo indicados, se le debe hacer engañar los dobles cambios en las agregaciones de cuarta y sexta. Estos ejercicios recomiendo que se practiquen mucho por ser de grandísima importancia, pues gracias á ellos es como se consigue fácilmente adquirir el digiteo.

LECCIÓN DE FLORETE l 8 l

LECCKJN TERCERA

Paradas senc i l las de oposición á pie firme.

Primera posición. Saludar. En guardia. Agregación de cuarta. — Parar un pase á ter

cera con la oposición de sexta . - -Parar un pase á tercera con la oposición de te rcera .^Parar un pase á segunda con la oposición de segunda.

Cambio de agregación á sexta.— Parar un pase á cuarta con la oposición de cuarta.— Parar un pase á primera con la oposición de primera.— Parar un pase á primera con la oposición de séptima.

Agregación de segunda. — Parar un pase á tercera con la oposición de sexta.—Parar un pase á cuarta con la oposición de cuarta. — Parar un pase á cuarta con la oposición de quinta.

Cambio de agregación á séptima. — Parar un pase á segunda con la oposición de segunda ó de octava.—Parar un pase á tercera con la oposición de sexta ó tercera.


1 8 2 CARDONEL

LECCIÓN CUARTA

Paradas de contra.

Primera posición. Saludar. En guardia. Agregación de cuarta.—Parar un pase á tercera

con la contra de cuarta. — Parar un doblete á tercera con la doble contra de cuarta.

Cambio de agregación á sexta.—Parar un paí^e á cuarta con la contra de sexta.—Parar un doblete á cuarta con la doble contra de sexta.

Agregación de segunda.—Parar un pase á primera ó cuarta con la contra de segunda.- Parar un doblete á primera ó cuarta con la doble contra de segunda.

Cambio de agregación á séptima. — Parar un pase á segunda ó tercera con la contra de séptima.—Parar un doblete á segunda ó tercera con la doble contra de séptima.

Primera posición. Saludar. Descanso. Esta lección debe hacerse repetir varias veces

en la forma que dejo indicada, y cuando el discípulo sepa ejecutar las paradas sin la menor in-cert idumbre, se le harán ejecutar de otros dos modos: primero, retrocediendo un paso después de haber parado, y segundo, retrocediendo al mismo tiempo de tomar la parada.

LECCIÓN DE FLORETE ^ ^

LECCIÓN QUINTA

Ataques á pie firme y marchaudo por golpes de dos movimientos.

Prímpra Dosición. Saludar. En guardia. rgre¿ci6» «« c«arta.-F,nta de.gclpe recto a

c.a?.a^nganar 'a Parada de o^„s,c.n por pase á sexta. A fondo, bn guaraia. i recto á cuarta, - ° ; " í „ ' % . P " " t d S - ? " « a de

de pase á tercera, engañar la parada de contra de cuarta Itbrando á tercera A ^^fo-^r^f^ dia. (Este golpe se llama dob/ar/ucra^ t m a de pase á tercera, engañar la parada de contra de cuarta hbrando á pnmera A fondo En guar día. (Este golpe se llama dob/ar ^'^-Z^-)-V^f^'! de espada á cuarta, ó tinta de coupe y pase, /v do. En guardia. , i g

Cambio do agregación á sexta.—Finta de g ^ ^ recto á cuarta, engañar la parada de °^^^'^_ por pase á segunda ó tercera. A fondo, l^n g d i a . -F in t a de filo á tercera, engañar la paraaa

184 CARBONEL

de oposición por pase á cuarta ó primera. A fondo. En guardia.— Finta de pase á cuarta, engañar la parada de oposición por pase á tercera. A fondo. En guardia. TEste ataque se llama iiiio-dos fuera.) — Finta de pase á cuarta, engañar la parada de contra de sexta ó tercera librando á cuarta. A fondo. En guardia. (Este ataque se llama doblar dentro.) —Finta de pase á cuarta, engañar la parada de contra de sexta ó tercera librando á primera. A fondo. En guardia. (Este ataque se llama doblar bajo.)—Vuelta de espada á tercera, ó finta de coupé y pase. A fondo. En guardia.

Agregación de segunda.—Finta de golpe recto á segunda, engañar la oposición por pase á cuarta. A fondo. En guardia. — Finta de pase á cuarta, engañar la oposición de cuarta por pase á tercera ó segunda. A fondo. En guardia. -Finta de pase á primera, engañar la parada de contra librando á tercera. A fondo. En guardia.

Cambio de agregación á séptima. — Finta de golpe recto á primera, engañar la oposición por pase á tercera. A fondo. En guardia.— Finta de pase á segunda, engañar la oposición por pase á cuarta. A fondo. En guardia. — Finta de pase á segunda, engañar la parada de contra de séptima librando á cuarta. A fondo. En guardia.

Primera posición. Saludar. Descanso. Terminada esta lección á pie firme, debe el

profesor hacerla practicar poniéndose fuera de distancia para que el discípulo tenga que mar-

LECCIÓN DE FLORETE 18.5

char para ejecutar el golpe; para lo cual hará que á la marcha le preceda un cambio ó un doble cambio. Más adelante, cuando el alumno tenga la suficiente prática en éstas, se lo hará ejecutar marchando y ganando la distancia^ cuidando de que la marcha y el fingimiento sean al mismo tiempo y reteniendo el cuerpo.

Para tirar marchando ó frailando la distancia un golpe compuesto de dos ó más movimientos hay que ejecutar imprescindiblemente la marcha al mismo tiempo de hacer el primero de aquéllos, é inmediatamente tirar el golpe, que ya queda, en este caso, reducido á un movimiento.

Lo mismo ocurre si el golpe es de tres ó cuatro; el primero debe siempre acompañar á la marcha, y una vez ganada la distancia en una ú otra forma, se ejecutan los restantes.

LECCIÓN SEXTA

Ejercicios de paradas senc i l las y de contra, con re spues ta senci l la .

Primera posición. Saludar. En guardia. Agregación de cuarta.—Parar el pase á tercera

con oposición, responder por golpe recto. A fondo. En guardia.—Parar el pase á tercera, con contra de cuarta, responder recto. A fondo. En guardia.— Parar el pase á segunda con oposi-

186 CARBONEL

ción de segunda, responder recto á segunda. A fondo. En guardia.

Cambio de agregación á sexta.—Parar el pase á cuarta con oposición, responder recto á cuarta. A fondo. En guardia.— Parar el pase á cuarta con contra de sextaó de tercera, responder recto. A fondo. En guardia.—Parar el pase á primera con oposición de primera, responder recto. A fondo. En guardia.—Parar el pase á primera, con oposición de séptima, responder recto á primera ó cuarta. A fondo. En guardia.

Agregación do segunda.—Parar el pase á tercera con oposición de sexta, responder por golpe recto. A fondo. En guardia.— Parar el pase á cuarta con oposición de cuarta, responder recto. A fondo. En guardia.—Parar el pase á primera con oposición de séptima, responder por golpe recto. A fondo. En guardia.—Parar el pase á primera con la contra de segunda, responder recto. A fondo- En guardia.—Parar el doblete á primera con la doble contra de segunda, responder recto. A fondo. En guardia.

Cambio de agregación á séptima.—Parar el pase á tercera con oposición de sexta ó tercera, responder recto. A fondo. En guardia.—Parar el pase á segunda con oposición de octava ó segunda, responder recto. A fondo. En guardia.— Parar el pase á segunda con la contra de séptima, responder recto. A fondo. En guardia.— Parar el doblete á segunda con doble contra de séptima. A fondo. En guardia.

LECCIÓN DE FLORETE 1 8 /

Primera posición. Saludar. Descanso. Esta lección debe hacerse practicar con fre

cuencia á pie firme, con objeto de no cansar al alumno y que pueda resistir más tiempo estos ejercicios.

También debe combinarse con la lección quinta, de manera que el discípulo pueda ejecutar, al reponerse á la guardia, todas las paradas que dejo indicadas.

Después que el alumno sepa ejecutar las respuestas sencillas, se le mandarán hacer compuestas; pero éstas no deben ir nunca precedidas de más de un fingimiento, bien al cuerpo, ó bien atacando al hierro.

LECCIÓN SÉPTIMA

Ataques por golpes precedidos de un ataque al hierro.

Primera posición. Saludar. En guardia. El profesor pondrá la punta de su arma en lí

nea y con el brazo ligeramente tendido. Agregación dp cuarta. — Batir golpe recto á

cuarta- A fondo. En guardia.—Batir golpe recto á primera. A fondo. En guardia.—Batir pase á tercera. A fondo. En guardia. — Batir pase á segunda. A fondo. En guardia.—Batir uno-dos á

CARBONEL

cuarta. A fondo. En guardia.— Batir finta de golpe recto, librar, engañando la contra de sexta. A fondo. En guardia.—Batir finta de pase y engañar la contra de cuarta (ó sea doblar fuera). A fondo. En guardia.—Batir finta de golpe recto á primera, engañarla parada de séptima con pase á tercera ó segunda. A fondo. En guardia.— Cruzar el hierro á segunda. A fondo. En guardia.—Expulsión, golpe recto. A fondo. En guardia.—Ligar y golpe recto. A fondo. En guardia.

Cambio de agregación á sexta. — Batir golpe recto. A fondo. En guardia.—Batir pase á segunda. A fondo. En guardia.—Batir pase á cuarta. A fondo. En guardia.—Batir pase á primera. A fondo. En guardia.—Batir finta de pase á cuarta y pase á tercera (ó uno-dos á tercera). A fondo. En guardia.—Batir finta de pase á cuarta y pase á segunda (ó uno-dos á segunda). A fondo. En guardia.—Batir finta de golpe recto, librar, engañando, la contra de cuarta. A fondo. En guardia.—Batir finta de pase á cuarta y engañar la contra de sexta (ó doblar dentro). A fondo. En guardia.—Batir finta de pase á segunda, engañar la oposición de segunda ú octava, por pase á tercera, cuarta ó primera. A fondo. En guardia.—Cruzar el hierro á primera. A fondo. En guardia. — Expulsión (la mano en pronación), golpe recto. A fondo. En guardia.—Ligar y golpe recto. A fondo. En guardia.

Agregación de spgiinda.—Batir golpe recto. A fondo. En guardia.—Batir pase á tercera ó cuar-

LECCIÓN DE FLORETE I § 9

ta. A fondo. En guardia.—Batir finta de pase á tercera y pase á cuarta engañando la oposición de tercera. A fondo. En guardia.—Batir finta de pase á primera, engañar la contra de segunda (ó sea doblar dentro). A fondo. En guardia.

Cambio de agregación á séptima.—Batir golpe recto. A fondo. En guardia.—Batir pase á tercera. A fondo. En guardia.—Batir pase á segunda. A fondo. En guardia.—Batir finta de pase á tercera y pase á cuarta engañando la oposición de tercera ó sexta. A fondo. En guardia.—Batir finta de pase á segunda y engañar la contra de séptima (ó sea doblar fuera). A fondo. En guardia.—Cruzar el hierro á tercera y golpe recto. A fondo. En guardia.—Ligar y golpe recto. A fondo. En guardia.

Primera posición. Saludar. Descanso. Una vez que el alumno sepa practicar esta lec

ción como dejo indicado, se mandará hacer batiendo el hierro en la linea opuesta de la agregación, y más adelante se le hará ejecutar marchando. (Véase la nota de la lección quinta.)

Debe observarse con atención esta clase de ataque y procurar que el discípulo retenga el cuerpo, esto es, que no lo adelante al movimiento de la marcha, pues de no hacerlo así acarrearía un defecto de mucha importancia.

igO CARBONEL

LECCIÓN OCTAVA

Paradas para los golpes de dos movimientos y respuesta sencilla.

Primera posición. Saludar. En guardia-Agregación de cuarta.— Parar el uno-dos á

cuarta, con sexta y cuarta, contestar recto. A fondo. En guardia.—Parar el uno-dos á primera con sexta y séptima, contestar recto. A fondo. En guardia.—Parar el uno dos á segunda, con sexta y segunda, contestar recto. A fondo. En guardia.— Parar el uno-dos á cuarta con sexta y contra de sexta, contestar recto. A fondo. En guardia.—Parar el doblete á tercera con la contra de cuarta y oposición de sexta ó con la doble contra de cuarta, contestar recto. A fondo. En guardia.—Parar el doblete bajo con la contra de cuarta y oposición de séptima, contestar recto. A fondo. En guardia.— Parar la finta de pase y coupé á cuarta con sexta y contra de sexta, contestar recto. A fondo. En guardia.

Cambio de agregación á sexta.—Parar el uno dos á tercera con cuarta y sexta, contestar recto. A fondo. En guardia.— Parar el uno-dos á primera con cuarta y séptima, contestar recto. A fondo. En guardia.—Parar el uno-dos á tercera

LECCIÓN DE FLORETE " 9 1

con cuarta y contra de cuarta, contestar recto. A fondo. En guardia.-Parar el doblete á cuarta con contra de sexta y oposición de cuarta o con doble contra de sexta, contestar recto. A íonoc En guardia.-Parar el doblete bajo con la contra de sexta y oposición de séptima, contestar recto. A fondo. En guardia.-Parar la finta de pase y coupé á tercera con cuarta y contra de cuarta, contestar recto. A fondo. En guardia.

Agregación de segunda—Parar el uno-dos de cuarta á tercera con cuarta y sexta, contestar recto. A fondo. En guardia.-Parar el uno-dos de cuarta á primera con cuarta y séptima o cuarta y segunda, contestar recto. Afondo. En guardia.-Parar el uno-dos de tercera á segunda con sexta y segunda, contestar recto- A fondo, ^n guardia.-Parar el doblete á tercera con contra de segunda y tercera, contestar recto. A íondo. En guardia.-Parar el doblete á primera con contra de segunda A fondo. En guardia.

Cambio de agregación á séptima. — Parar ei uno-dos de tercera á cuarta con sexta y cuarta ó sexta y contra de sexta, contestar recto. A fondo. En guardia.-Parar el uno-dos de tercera á segunda con sexta y segunda, contestar recto. A fondo. En guardia.-Parar el doblete á cuarta con la contra de séptima y oposición de cuarta, contestar recto. A fondo. En guardia.-Parar el doblete á segunda con la contra de séptima y oposición de segunda ó doble contra de séptima. A fondo en guardia.

1 9 2 CARIIONEL

Esta lección se hará también ejecutar á pie firme y después haciendo romper un paso en el mismo momento de hacer la primer parada.

LECCIÓN NOVENA

Ejercicios de l ibrar los a taques al hierro.

Primera posición. Saludar. En guardia. Agregación de cuarta.—A una presión, pase ó

coupé á tercera. A fondo. En guardia.—A una presión, pase á segunda. A fondo. En guardia.— A un batimiento en cuarta, librar por pase á tercera. A fondo. En guardia.—Aun batimiento en cuarta librar por pase á segunda. A fondo. En guardia.—A un cruzado á segunda, ceder, tomar la oposición de cuarta y golpe recto. A fondo. En guardia.

Cambio de agregación á sexta —A una presión pase ó coupé á cuarta. A fondo. En guardia.— A una presión, pase á primera. A fondo. En guardia.—A un batimiento en sexta, librar por pase á cuarta. A fondo. En guardia.—A un batimiento en sexta, librar por pase á primera. A fondo. En guardia.—A un cruzado á primera, ceder, tomar la oposición de tercera (sin variar la posición de la mano) y golpe recto. A fondo. En guardia.

LECCK'»; DE FLORETE 193

Agregación de segunda.—A una presión, pase á tercera. A fondo. En .líuardia.—A una presión, pase á primera. A fondo. En guardia.—A un batimiento, librar por pase á tercera. A fondo. En guardia.— A un batimiento, librar por pase á primera. A fondo. En guardia.—A un cruzado á cuarta, ceder por pase á tercera. A fondo. En guardia.

Cambio do agregación á séptima.—A una presión, pase á tercera. A fondo. En guardia. — A una presión, pase á segunda. A fondo. En guardia.— A un batimiento en séptima, librar por pase á tercera. A fondo. En guardia.—A un batimiento en séptima, librar por pase á segunda. A fondo. En guardia.—A un cruzado á tercera, ceder por pase á cuarta. A fondo. En guardia.


LKCCIOX DKCIMA

A t a q u e s á p i e firme y m a r c h a n d o por golpes de tres movimientos.

Primera posición. Saludar. En guardia. Agregación do cuarta.— Finta de golpe recto,

engañar la contra y pase, ó sea engañarla contra de sexta y la oposición de cuarta. A fondo. En g u a r d i a . - Batir finta de golpe recto y pase á

13

194 CARBONEL

tercera, ó engañar la parada de cuarta. A fondo. En guardia.—Batir uno-dos á cuarta, ó engañar la parada de sexta. A fondo. En guardia.—Batir, librar y pase á tercera, ó engañar la parada de contra de sexta y la oposición de cuarta. A fondo. En guardia.—Doblar y pase á cuarta, ó engañar la contra de cuarta y la oposición de sexta. A fondo. En guardia.—Uno-dos-tres, ó engañar las oposiciones de sexta y cuarta. A fondo. En guardia.— Doblar y engañar la contra, ó engañarla doble contra. A fondo. En guardia. — Uno-dos, engañar la contra, ó engañar la oposición de sexta y la contra de sexta. A fondo. En guardia.

Cambio de agregación á sexta.—Finta de golpe recto, engañar la contra y pase, ó engañar la contra de sexta y la oposición de cuarta. A fondo. En guardia.—Batir finta de golpe recto y pase á cuarta, ó engañar la parada de sexta. A fondo. En guardia.—Batir uno-dos, ó engañar la parada de cuarta. A fondo. En guardia.— Batir y engañar la contra y pase á cuarta, ó engañar la parada de contra de cuarta y la oposición de sexta. A fondo. En guardia.—Doblar y pase, ó engañar la contra de sexta y la oposición de cuarta. A fondo. En guardia.—Uno-dos-tres á cuarta, ó engañar las oposiciones de cuarta y sexta. A fondo. En guardia.— Doblar y engañar la contra ó engañar la doble contra. A fondo- En guardia.

Agregacióa de segunda.— Uno-dos-tres á tercera, ó engañar la parada de sexta y segunda. A fondo. En guardia.— Pase á cuarta y uno-dos

LECCIÓN DE FLORETE IQS

á cuarta, ó engañar las paradas de cuarta y sexta. A fondo. En guardia.— Doblar á primera y pase á tercera, ó engañar la contra de segunda y la oposición de séptima. A fondo. En guardia.

Cambio de agregación á séptima. — Uno-dos-tres á segunda, ó engañar las paradas de segunda y séptima. A fondo. En guardia.—Pase á tercera y uno-dos á tercera, ó engañar las paradas de sexta y cuarta. A fondo. En guardia.—Doblar á segunda y pase á cuarta, ó engañar las paradas de contra de séptima y oposición de segunda. A fondo. En guardia.

(Véase la nota de la lección quinta, y apliqúese á esta lección lo dicho en aquélla para ejecutarla marchando.)

Termino las lecciones de ataque con la de tres movimientos, pues, como digo al hablar de los golpes compuestos, en la práctica no deben emplearse éstos de más de dos fingimientos y el golpe. Ahora bien ; el profesor, con objeto de «Jar facilidad y soltura al discípulo, podrá, de vez en cuando, hacer practicar otros golpes de cuatro movimientos, pero únicamente como ejercicio.

i g G CARliOXEL

LECCIOX UXDKCIMA

Paradas para los golpes de t res movimientos 7 re spues ta senci l la .

Primera posición. Saludar. En guardia. Agregación do cuarta.—Parar la finta de golpe

recto, el engaño de la contra de sexta y el pase á cuarta, con contra de sexta, cuarta y contra de cuarta; responder recto (r). En guardia.—Parar el batimiento y la finta de golpe recto y pase á tercera, con cuarta y contra de cuarta ó con cuarta y sexta; responder recto. En guardia.— Parar el batimiento y el uno-dos á cuarta, con sexta y cuarta ó con sexta y contra de sexta; responder recto. En guardia.—Parar el doblete á tercera y el pase á cuarta, con contra de cuarta, sexta y cuarta; responder recto. En guardia.— Parar el mismo golpe con contra de cuarta, sexta y contra de sexta; responder recto. En guardia.—Parar el uno-dos-tres á tercera con sexta cuarta y sexta ó con sexta, cuarta y contra de

( I ) Todas las respuestas de esta lección podrán ser partiendo á fondo ó i pie firme, según lo crea conveniente el profesor.

LECCIÓN DE FLORETE ' ^ 7

cuarta; responder recto. En guardia.—Parar el doblete y el engaüo de la contra, con doble contra de cuarta y oposición de sexta; responder recto. En guardia.—Parar el uno-dos y el engaño de la contra, con las oposiciones de sexta y cuarta, contra de cuarta y oposición de sexta; responder recto. En guardia.

Agreganón de sexta.—Parar la finta de golpe recto, el engaño de la contra de cuarta y el pase á sexta, con contra de cuarta, sexta y contra de sexta; responder recto. En guardia.—Parar el batimiento y la finta de golpe recto y pase a cuarta, con cuarta y sexta ó con cuarta y contra de cuarta; responder recto. En guardia .^Parar el batimiento y el uno-dos, con cuarta y sexta o con cuarta y contra de cuarta; responder recto. En guard ia . -Para r el batimiento y el engaño de la contra y pase á cuarta, con contra de cuarta, oposición de sexta y de cuarta ó contra de cuarta, sexta y contra de sexta; responder recto. En guardia.—Parar el doblete y pase á tercera, con contra de sexta, cuarta y sexta ó con contra de sexta, cuarta y contra de cuarta; responder recto. En guardia.—Parar el uno-dos-tres á cuarta, con las oposiciones de cuarta, sexta y cuarta ó con cuarta, sexta y contra de sexta; responder recto. En guard ia . -Para r el doblete y el engaño de la contra, con doble contra de sexta y oposición de cuarta; responder recto. En guardia.

Agregación de segunda.—Parar el uno-dos-tres á tercera, con se.xta segunda y sexta; responder

198 CARBONEL

recto. En guardia.—Parar el pase á cuarta y el uno-dos á cuarta, con cuarta, sexta y cuarta ó con cuarta, sexta y contra de sexta; responder recto. En guardia.—Parar el doblete á primera y pase á tercera, con doble contra de segunda y sexta; responder recto. En guardia.

Agreg-ación de .séptima.—Parar el uno-dos-tres á segunda, con segunda, séptima y segunda ó con segunda, séptima y contra de séptima; responder recto. En guardia.^—Parar el pase á tercera y el uno-dos á tercera, con sexta, cuarta y sexta ó con sexta, cuartay contra de cuarta; responder recto. En guardia.— Parar el doblete á segunda y el pase á cuarta, con doble contra de segunda y cuarta; responder recto. En guardia.


Ejercic ios de contrarrespuesta .

Primera posición. Suludar. En guardia. El profesor manda: Agregación de cuarta.— Finta de golpe recto á

cuarta, parar cuarta ó contra de sexta y contrarresponder recto. A fondo. En guardia.—Finta de golpe recto a cuarta, parar cuarta ó contra de sexta; contrarresponder por pase. A fondo. En guardia.—Finta de golpe recto á cuarta, parar cuarta ó contra de sexta; contrarresponder

LECCIÓN DE FLORETE ' 9 9

por uno-dos á cuarta ó tercera respectivamente. A fondo. En guardia.—Finta de golpe recto á cuarta, parar cuarta ó contra de sexta; contrarresponder por doblete. A fondo. En guardia. —Finta de golpe recto á cuarta, parar cuarta ó contra de sexta; contrarresponder cruzando el hierro. A fondo. En guardia.— Finta de golpe recto á cuarta, parar cuarta ó contra de sexta; contrarresponder ligando el hierro y tirar recto. A fondo. En guardia.—Finta de pase á tercera, parar sexta ó contra de cuarta; contrarresponder por golpe recto á cuarta. A fondo. En guardia. —Finta de pase á tercera, parar sexta ó contra de cuarta; contrarresponder por pase. A fondo. En guardia.—Finta de pase á tercera, parar tercera ó contra de cuarta; contrarresponder por uno-dos. A fondo. En guardia.— Finta de pase á tercera, parar sexta ó contra de cuarta; contrarresponder por doblete. A fondo. En guardia.— Finta de pase á tercera, parar tercera ó contra de cuarta; contrarresponder cruzando el hierro. A fondo. En guardia.—Finta de pase á tercera, parar sexta ó contra de cuarta; contrarresponder ligando el hierro y tirar recto. A fondo. En guardia.

Cambio de agregación á sexta.—Finta de golpe recto á tercera, parar sexta ó contra de cuarta; contrarresponder recto. A fondo. En guardia. —Finta de golpe recto á tercera, parar sexta ó contra de cuarta; contrarresponder por pase. A fondo. En guardia.—Finta de golpe recto á ter-

2 0 0 CARIiON'EL

cera, parar sexta ó contra de cuarta; contrarresponder por uno-dos. A fondo. En guardia.— Finta de golpe recto, parar sexta ó contra de cuarta; contrarresponder por doblete. A fondo-En guardia.—Finta de golpe recto, parar sexta ó contra de cuarta; contrarresponder cruzando el hierro. A fondo. En guardia.—Finta de golpe recto, parar sexta ó contra de cuarta; contrarresponder ligando el hierro y tirar recto. A fondo. En guardia.—Finta de pase á cuarta, parar cuarta ó contra de sexta; contrarresponder recto. A fondo. En guardia.—Finta de pase á cuarta, parar cuarta ó contra de sexta; contrarresponder por pase. A fondo- En guardia.—Finta de pase á cuarta, parar cuarta ó contra de sexta; contrarresponder por uno-dos. A fondo. En guardia.-— Finta de pase á cuarta, parar cuarta ó contra de sexta; contrarresponder por doblete. A fondo. En guardia.—Finta de pase á cuarta, parar cuarta ó contra de sexta; contrarresponder cruzando el hierro. A fondo. En guardia.—Finta de pase á cuarta, parar cuarta ó contra de sexta; contrarresponder ligando el hierro y tirar recto. A fondo. En guardia.

Agregación de segunda.—Finta de pase á tercera, parar segunda, contrarresponder á tercera. A fondo. En guardia.—Finta de pase á cuarta, parar séptima, contrarresponder á cuarta. A fondo. En guardia.—Finta de pase á primera, parar séptima, contrarresponder cruzando el hierro á tercera y tirar recto. A fondo. En guar-

LECCIÓN DE FLORETE 2 0 1

dia.—Finta de pase á cuarta, parar séptima, con-trarresponder ligando el hierro y tirar recto- A fondo. En guardia.

Cambio de agregación á séptima.—Finta de pase ¿tercera, parar segunda, contrarresponder recto. A fondo. En guardia.—Finta de pase á tercera, parar segunda, contrarresponder recto. A fondo. En guardia.—Finta de pase á tercera, parar segunda, contrarresponder á tercera. A fondo. En guardia.—Finta de pase á segunda, parar sexta, contrarresponder á segunda. A fondo. En guardia.—Finta de pase á tercera, parar segunda, contrarresponder cruzando el hierro y tocar recto. A fondo. En guardia.— Finta de pase á tercera, parar segunda, contrarresponder ligando el hierro y tocar recto. A fondo. En guardia.

Primera posición. Saludar. Descanso. Estos ejercicios de contrarrespuesta deben

también ejecutarse haciendo que el alumno parta á fondo al hacer el fingimiento, y desde aquél, ó después de reponerse del fondo, hará la contrarrespuesta.

Los ejercicios practicados de este modo pueden denominarse á^ falso ataque.

Ejercicios de reposic ión de mano.

Primera posición. Saludar.—En guardia. Agregación de cuarta.—Golpe recto á fondo.

El profesor para cuarta y abandona la oposición;

2 0 2 CARBOXEL

á su ausencia de hierro, reposición de mano. En guardia.—Golpe recto á fondo. Para cuarta y contesta por pase; en el momento de ir á pasar, reposición de mano en tercera. En guardia.— Golpe recto á fondo. Para cuarta y no contesta; redoblar por pase á tercera. En guardia.—Golpe recto á fondo. Para quinta y no contesta; redoblar por coupé á tercera. En guardia.

Cambio de agregación á sexta.—Golpe recto á fondo. Para sexta y abandona la oposición; á su ausencia de hierro, reposición de mano. En guardia.—Golpe recto á fondo. Para sexta y contesta por pase; en el momento de ir á pasar reposición de mano en cuarta con oposición. En guardia.—Golpe recto á fondo. Para sexta y no contesta; redoblar por pase á cuarta. En guardia.—Golpe recto á fondo. Para sexta y no contesta; redoblar por pase á cuarta. En guardia.— Golpe recto á fondo. Para sexta y no contesta; redoblar por coupé á cuarta. En guardia.

Agregación do segunda. —Un pase á tercera á fondo. Para cuarta y abandona la oposición; á su ausencia de hierro,reposición de mano. En guardia.—Uno-dos de tercera a segunda á fondo. I^ára segunda y no contesta; redoblar por pase á tercera ó primera. En guardia.

Cambio de agregación á séptima.—Un pase á segunda á fondo. Para segunda y abandona la oposición; reposición de mano. En guardia.—Un pase á tercera. Para sexta y contesta por pase á cuarta; reposición de mano en segunda. E n

LECCIÓN DE FLORETE 2 0 5

guardia.—Un pase á segunda. Para segunda y no contesta; redoblar por pase á tercera ó primera. En guardia.


LECCIÓN DUODÉCIMA.

De golpes de tiempo y de arresto.

Primera posición. Saludar. En guardia. Agregación de cuarta.—Sobre un uno-dos á

cuarta; tomar el golpe de tiempo en segunda, con oposición y á medio fondo, en el mismo momento de hacer el fingimiento a tercera. En guardia.^—Sobre un doblete á tercera, pasar con rapidez la punta del arma por debajo de la del maestro en el mismo momento de hacer el fingimiento á tercera y tomar el golpe de tiempo en cuarta con oposición y elevación partiendo á medio fondo, ó viniendo á primera posición adelante.

Cambio de agregación á sexta.—Sobre un uno-dos á tercera; tomar el golpe de tiempo en tercera con oposición (la mano en supinación) en el mismo momento de hacer el fingimiento á cuarta, partiendo á medio fondo ó viniendo á primera posición adelante. En guardia.—Sobre

2 0 4 CARBOXEL

un doblete á cuarta; pasar con rapidez la punta del arma por debajo de la del maestro en el mismo momento de hacer el fingimiento á cuarta, y tomar el golpe de tiempo en segunda con oposición y partiendo á medio fondo. En guardia. Sobre una finta á segunda para tirar á tercera; tomar el golpe de tiempo en tercera, la mano en supinación, partiendo á medio fondo, ó viniendo á primera posición adelante. En guardia.

Agregación de segunda.—Sobre una finta á tercera para tocar en segunda; tomar el golpe de tiempo en segunda con oposición y á medio fondo. En guardia.

Cambio de agregación á séptima.—Sobre una finta á tercera para tocar en segunda; tomar el golpe de tiempo en segunda con oposición y á medio fondo. En guardia.

Grolpes de arres to .

Agregación de cuarta.—Sobre una encogida de brazo marchando, ó finta de golpe recto marchando; tomar el golpe de arresto con salida de línea á la derecha. En guardia. Sobre una marcha y batimiento cambiando; tomar el golpe de arresto, librando á cuarta y con fondo atrás. En guardia.

Agregación de sexta.—Sobre una encogida de

LECCKJN DE FLORETE 205

brazo marchando, ó finta de pase á cuarta marchando, tomar el golpe de arresto con salida de linea á la derecha. En guardia. Sobre una marcha y batimiento cambiando; tomar el golpe de arresto, librando á tercera con fondo atrás. En guardia.

Agregación de segunda.—Sobre una marcha y finta de golpe recto á cuarta; tomar el golpe de arresto con salida de línea á la derecha. En guardia.

Agregación de séptima.—Sobre una marcha y finta de pase á tercera; tomar el golpe de arresto en tercera (la mano en sexta) con fondo atrás. En guardia. Sobre una marcha y batimiento cambiando; tomar el golpe de arresto librando á cuarta y con salida de línea. En guardia.

CAPITULO III

LECCIÜX PRIMERA DE SABLE

Ejercicios de ataque por golpe sencillo.

El profesor manda. Primera posición. Saludar. En guardia (i).

Agregación de tercera (2). — Corte al plano superior de dentro. A fondo. En guardia,— Corte al plano medio de dentro. A fondo. En guardia.—Corte al plano inferior de dentro. A fondo. En guardia.— Estocada por pase al plano medio de dentro. A fondo. En guardia.—Estocada por coupé al plano medio ó superior de dentro. A fondo. En guardia.

Cambio de agregación á cuarta.—Revés al plano

( I ) El profesor se colocará á la distancia necesaria para que el discípulo pueda tocarle partiendo á fondo sin tener que marchar.

(2) Todos los golpes deben partir de la agregación que se indique al principio de cada párrafo.

2 0 S CARÜONKL

superior de fuera. A fondo. En guardia.—Revés al plano medio de fuera. A fondo. En guardia.— Kevés al plano inferior de fuera. A fondo. En guardia. Estocada por pase al plano superior ó medio de fuera á fondo. En guardia. Estocada por coupé al plano medio ó superior de fuera. A fondo. En guardia.

Agregación de segunda.—Revés al plano superior ó medio. A fondo. En guardia.— Corte al plano superior ó medio. A fondo. En guardia.— Estocada por pase al plano superior ó medio. A fondo. En guardia.

Primera posición. Saludar. Descanso. Será muy conveniente hacer romper ó mar

char al akunno después de la ejecución de cada golpe.

Esto le ayudará á adquirir el aplomo. Es común en los principiantes el defecto de

apoyarse con el sable al tirar los golpes. Este es el momento de hacerles comprender prácticamente el modo de herir con el arma.

LECCIOX SEGUNDA

Paradas .

El profesor debe ejecutar y explicar las seis paradas é inmediamente mandar:

Primera posición. Saludar. En guardia.

LECCIÓN DE SABLE 2 0 9

Agregación de tercera (i). — Parar el corte al plano inferior de dentro. El discípulo ejecuta la parada de primera. — Parar el corte al plano medio. El discípulo ejecuta la parada de cuarta. — Parar el corte al plano superior. El discípulo para sexta.—Parar la estocada por pase ó coupé al plano medio. El discípulo para cuarta ó contra de tercera.

Agregación de cuarta.—Parar el revés al plano inferior. El discípulo ejecuta la parada de segunda y vuelve á la agregación de cuarta. ^ Parar el revés al plano medio. El discípulo para tercera. — Parar el revés al plano superior. El discípulo para quinta. — Parar la estocada por pase ó coupé al plano medio. El discípulo para tercera.

Primera posición. Saludar. Descanso. Después que el discípulo sepa ejecutar las pa

radas á pie firme, se le harán hacer rompiendo; esto es, rompiendo un paso inmediatamente después de haber parado. Estos ejercicios se repetirán varias veces con objeto de que el discípulo se asegure y habitúe bien á ellos.

Se le hará comprender (y éste es el momento oportuno) la necesidad de tomar las paradas con el tercio fuerte, y sin separar demasiado el arma y el brazo de la línea atacada.

( I ) Después de terminar cada parada, debe el alumno colocar inmediatamente su arma en la misma agregación que tenía antes de ejecutar aquélla.

2 I O CARBON'EL

LECCIÓN TERCERA

Reunión del a taque y de una parada senci l la .

Primera posición. Saludar. En guardia. Agregación de tercera (i). — Corte á cuarta.

A fondo. Reponerse parando tercera ó contra de tercera. — Corte á cuarta. A fondo. Reponerse parando segunda.—Corte á cuarta. A fondo. Reponerse parando quinta ó contra de quinta.—Corte á sexta. A fondo. Reponerse parando sexta.—Corte á sexta. A fondo. Reponerse parando segunda. — Corte á sexta. A fondo. Reponerse parando quinta ó contra de quinta.

Cambio de agregación á cuarta.—Revés á quinta. A fondo. Reponerse parando primera. — Revés á quinta. A fondo. Reponerse parando contra de tercera.—Revés á quinta. A fondo. Reponerse parando sexta.—Revés á tercera. A fondo. Reponerse parando quinta. — Revés á tercera. A fondo. Reponerse parando cuarta. — Revés á tercera. A fondo. Reponerse parando primera.

( I ) El profesor debe parar el golpe de su discípulo y responder al plano que quiera que guarde al reponerse.

LECCIÓN DE SABLE 2 1 t

—Revés á tercera. A fondo. Reponerse parando segunda ó contra de segunda.

Agregacióa de segunda. — Revés á tercera. A fondo. Reponerse parando tercera ó contra de tercera. — Revés á tercera. A fondo. Reponerse parando cuarta ó contra de cuarta. — Revés á tercera. A fondo. Reponerse parando quinta ó contra de quinta. — Revés á tercera. A fondo. Reponerse parando sexta.—Corte á sexta. A fondo.— Reponerse parando contra de tercera ó quinta.—Corte á sexta. A fondo. Reponerse parando segunda.— Estocada por pase á cuarta. A fondo. Reponerse parando contra de quinta. — Estocada por pase á cuarta. A fondo. Reponerse parando cuarta ó contra de cuarta.—Estocada por pase á cuarta. A fondo. Reponerse parando primera. — Estocada por pase á cuarta. A fondo. Reponerse parando segunda.

Primera posición. Saludar. Descanso. No obstante lo dicho al tratar de la agrega

ción de iercera, el profesor se dejará tocar por el ataque cuando lo crea conveniente para asegurarse si éste fué hecho con decisión.

2 1 2 CARBONEL

LECCIÓN CUARTA

Ataques por go lpes precedidos de un fingimiento.

Primera posición. Saludar. En guardia. Agregación de tercera.—Finta de corte á cuar

ta, revés á tercera. A fondo. En guardia.— Finta de corte á sexta, revés á tercera. A fondo. En guardia.—Finta de corte á cuarta, revés á quinta. A fondo. En guardia. — Finta de estocada á segunda, revés á quinta. A fondo. En guardia.— Finta de estocada á segunda, corte á sexta. A fondo. En guardia.—Finta de corte á cuarta ó sexta, revés al antebrazo. A fondo. En guardia.

Agregación de cuarta.—Finta de revés á tercera, corte á cuarta ó sexta. A fondo. En guardia. —Finta de revés á quinta, corte á cuarta ó sexta. A fondo. En guardia. — Finta de revés al antebrazo, contrafilo á la muñeca (pasando el arma por debajo de la del maestro).

Agregación do segunda.—Finta de revés á quinta, revés ó estocada á segunda. A fondo. En guardia. — Finta de estocada al plano medio ó superior, corte á sexta. A fondo. En guardia.— Finta de corte á sexta, revés á quinta. A fondo. En guardia.


Primera posición. Saludar. Descanso. Esta lección, una vez que el discípulo sepa

ejecutarla á pie firme, debe el profesor hacerla dar marchando, procurando siempre que el fingimiento y la marcha sean hechos á un tiempo y con decisión.

LECCIOX QUINTA

Ataques precedidos de un «ataque al hierro».

Primera posición. Saludar. En guardia. Agregación de tercera.—El maestro manda'

Batir y revés al antebrazo. A fondo. En guardia. — Batir revés á tercera. A fondo. En guardia.— Batir revés á quinta. A fondo. En guardia.—Batir estocada en tercera. A fondo. En guardia.— Batir corte á sexta. A fondo. En guardia. — Batir corte á cuarta. A fondo. En guardia.— Batir cambiando. Revés á quinta (en la misma linea). A fondo. En guardia.

Agregación de cuarta. — Batir y revés á quinta. A fondo. En guardia. — Batir y estocada á cuarta por golpe recto. A fondo. En guardia. — Batir revés al antebrazo. A fondo. En guardia. —Batir y estocada por golpe recto á primera

214 CARBONEL

(mano en supinación). Á fondo. En guardia.— Batir cambiando. Revés á quinta. A fondo. En guardia.

Agregación de segunda. — Batir estocada por pase al plano medio. A fondo. En guardia.— Batir revés á tercera ó quinta. A fondo. En guardia.—Batir cambiando. Estocada al plano inferior ó medio de dentro (la mano en supinación). A fondo. En guardia.

Primera posición. Saludar. Descanso. Esta lección se dará también haciendo prece

der \?L presión en vez del batimiento. Una vez practicados los anteriores ejercicios

y que el profesor vea que el discípulo los ejecuta con la seguridad necesaria, pasará á darle la lección de respuestas. En éstas hay que procurar, por ser de mucha importancia, retener el cuerpo. Este es un defecto muy común y muy perjudicial, por cuya razón se tendrá especial cuidado en corregirlo.

Es fácil conseguirlo en el transcurso de la lección, engañando al alumno de vez en cuando haciéndole creer que se le tira el golpe (para que pare y responda), cuando éste no es más que un fingimiento. Si el defecto existe, se verá cómo parte á fondo sin haber encontrado el hierro.

Esto le demostrará lo peligroso del defecto y la necesidad de corregirlo.

LECCIÓN DE' SABLE 2 1 5

LECCIÓN SEXTA

R e s p u e s t a senci l la .

Primera posición. Saludar. En guardia. Agregación de tercera (i).—Parar cuarta, res

ponder á quinta (sin cambiar de línea). A fondo. En guardia.—Parar cuarta, responder á tercera ó segunda. A fondo. En guardia.— Parar cuarta, responder á quinta, pasando por encima del arma. A fondo. En guardia.— Parar cuarta, responder á sexta. A fondo. En guardia.— Parar sexta, responder á quinta (sin cambiar de línea). A fondo. En guardia.—Parar quinta, responder á sexta: A fondo. En guardia.— Parar quinta, responder á segunda. A fondo. En guardia.— Parar primera, responder á quinta. A fondo. En guardia.—Parar primera, responder corte á sexta. A fondo. En guardia. — Parar primera, responder por estocada á la línea de dentro y á cualquier plano.

Agregación de cuarta.—Parar tercera, responder á quinta. A fondo. En guardia.—Parar terce-

( i ) El maestro debe dirigir los golpes á los planos que quiera (¡ue el discípulo resguarde.

2 l 6 CARBONEL

ra , responder á sexta. A fondo. En guardia.— Parar tercera, responder por estocada á tercera. A fondo. En guardia.— Parar tercera, responder al antebrazo á pie firme.—Parar segunda, responder al antebrazo á pie firme.—Parar segunda, responder por estocada al plano medio. A fondo. En guardia.

Primera posición. Saludar. Descanso. Esta lección debe hacerse practicar también

á pie firine^ con objeto de evitar el cansancio de las piernas y que únicamente sean la mano y el brazo los que trabajen.

LECCIÓN SÉPTIMA

P a r a d a s de golpe precedido de un fingimiento y respues ta senci l la .

Primera posición. Saludar. En guardia. Agregación de tercera. — El maestro manda:

Parar finta de corte á cuarta y revés á tercera, responder á quinta (sin cambiar de línea). A fondo. En guardia.—Parar finta de corte á sexta y revés á tercera, responder por estocada á tercera. A fondo. En guardia.—Parar finta de corte á cuarta, revés á quinta, responder por estocada

LECCIÓN DE SABLE ~^7

al plano medio ó por revés á segunda. A fondo. En guardia.—Parar la finta de estocada á segunda, corte á sexta. Responder por revés á segunda ó al antebrazo. A fondo. En guardia.—Parar finta de estocada á segunda, revés á quinta. Responder por estocada al plano medio ó por corte á sexta. A fondo. En gua rd ia . -Pa ra r la finta de corte á cuarta ó sexta y el revés al antebrazo. Responder por revés al antebrazo ó por corte a sexta. A fondo. En guardia.

Agregación de cuarta.—Parar la finta de revés á tercera ó el corte á cuarta. Responder revés a quinta, sin cambiar de línea. A fondo. En guardia.—Parar la finta de revés á quinta, corte a sexta. Responder por revés á quinta ó segunda A fondo. En g u a r d i a - P a r a r la finta de revés al antebrazo y el contrafilo á la muñeca. Responder revés á quinta, sin cambiar de línea. A ion-do. En guardia. ,

Agregación de segunda. — Parar la finta de corte á sexta y el revés á quinta. Responder por estocada al plano medio ó por corte a sexta. A fondo. En guardia. - Parar la finta de estocada á tercera ó revés á segunda. Responder por estocada al plano medio ó por revés á quinta. Afondo . En guardia.—Parar la finta de revés á quinta y el revés al antebrazo. Responder por estocada á tercera, revés á quinta ó corte a


: i 8 CARHONEL

LFXCIOX OCTAVA

R e s p u e s t a compuesta.

Primera posición. Saludar. En guardia. Agregación de tercera. — El maestro manda:

Parar cuarta, responder por finta de corte á cuarta, revés á tercera. A fondo. En guardia. — Parar cuarta , responder por finta de corte á sexta, revés á quinta. A fondo. En guardia.— Parar cuarta, responder por finta de corte á cuarta ó sexta, revés al antebrazo. A fondo. En guardia.—Parar segunda, contestar por finta de revés á quinta, estocada ó revés á segunda. A fondo. En guardia. — Parar segunda, responder por finta de estocada en tercera, corte á cuarta ó sexta. A fondo. En guardia.—Parar cuarta, cruzar el hierro á segunda, tocar por estocada en la misma línea. A fondo. En guardia.—Parar cuarta, li%ar el hierro, tocar por estocada en la misma línea ó por revés á quinta (sin pasar el arma por encima, volviendo la mano en pronación). A fondo. En guardia. — Parar primera, cruzar el hierro á tercera, tocar por estocada en la misma línea. A fondo. En guardia.— Parar sexta, responder por finta de revés ó estocada á

LECCIÓN DE SABLE 21 f?

segunda, revés á quinta ó corte á sexta. A fondo. En guardia.— Parar sexta, responder por finta de revés á quinta, estocada ó revés á segunda. A fondo. En guardia.-^ Parar sexta, cruzar el hierro á segunda, contestar estocada por golpe recto ó por el pase al plano medio ó superior. A fondo. En guardia.—Parar sexta, cruzar el hierro á segunda, contestar por revés á tercera ó quinta. A fondo. En guardia.

Agregación de cuarta.—Parar tercera, responder por finta de corte á sexta, estocada á segunda. A fondo. En guardia.—Parar tercera, responder por finta de corte á sexta ó revés á quinta, A fondo. E n guardia.—Parar tercera, responder por finta de estocada en la misma línea, corte á sexta. A fondo. En guardia.— Parar tercera, cruzar el hierro á primera (la mano en supinación), tocar recto por estocada. A fondo. En guardia.— Parar tercera, ligar el hierro (terminando en la parada de quinta), estocada ó revés á segunda. A fondo. En guardia.

Agregación de segunda.—Parar tercera, responder por finta de estocada á tercera ó corte á sexta. Afondo. En guardia.—Parar tercera, responder por finta de estocada á segunda, corte á sexta ó revés á quinta. A fondo. En guardia.—Parar quinta, responder por finta de corte á sexta, estocada á segunda. A fondo. En guardia.—Parar quinta, responder por finta de estocada á segunda, revés á quinta ó corte á sexta. A fondo. En guardia.— Parar quinta, responder por finta de

2 2 0 CARBONEL

corte á cuarta ó sexta, revés al antebrazo. A fondo. En guardia. — Parar quinta, cruzar el hierro á primera (la mano en supinación), tocar por estocada en el plano inferior ó medio. A fondo. En guardia.—I'arar quinta, ligar el hierro, responder por estocada ó revés á segunda. A fondo. En guardia.—Parar cuarta, cruzar el hierro á segunda, contestar por estocada ó por revés al antebrazo. A fondo. En guardia.—Parar cuarta, ligar el hierro, responder revés á quinta (sin cambiar de linea). A fondo. En guardia.

Primera posición. Saludar. Descanso. Esta lección debe hacerse practicar también á

pie firme, con objeto de evitar el cansancio de las piernas, por cuya razón podrá ser de más duración.

LECCIOX NOVENA

Ataques por golpes precedidos de dos ñug imientos .

El maestro manda: Primera posición. Saludar. En guardia.

Agregación de tercera.—Fingir estocada á segunda y revés á quinta, corte á sexta. A fondo.


En guardia.—Fingir corte á sexta y revés á quinta, estocada á segunda. A fondo. En guardia.— Fingir corte á sexta y revés á quinta, corte á sexta ó revés á segunda. A fondo. En guardia.— Fingir estocada á segunda y revés á quinta, revés al antebrazo. A fondo. En guardia.— Fingir corte á cuarta y revés á tercera, corte al antebrazo. A fondo. En guardia.

Agregación de cnarta.—Fingir revés á quinta y corte á sexta, revés á quinta ó estocada á segunda. A fondo. En guardia.— Fingir revés al antebrazo y corte á sexta, revés á quinta. A fondo. En guardia.

Agregación do segunda.—Fingir revés á tercera y corte á sexta, revés ó estocada á segunda. A fondo. En guardia.—Fingir corte á sexta y revés á quinta, corte á sexta. A fondo. En guardia.— Fingir estocada al plano medio y corte á sexta, revés á quinta ó estocada en segunda. A fondo. En guardia.

Primera posición. Saludar. Descanso. Esta lección, después que el discípulo sepa

ejecutarla á pie firme, se le mandará hacer marchando, recordando siempre que el primer fingimiento y la marcha tienen que ir unidos.

2 2 2 CARIÍONEL

LECCIÓN DÉCIMA

Golpe, parada y contrarrespues ta compuesta .


Agregación de tercera.—p^inta de corte á cuarta, revés á tercera. A fondo. Reponerse parando la finta de corte á sexta, revés á tercera-Responder por finta de corte á cuarta ó sexta, revés á quinta. A fondo. En guardia.—Finta de corte á sexta, revés á tercera. A fondo. Reponerse parando la finta de corte á cuarta, revés á quinta. Responder por finta de corte á sexta, revés á quinta. A fondo. En guardia.— Finta de corte á cuarta, revés á quinta. A fondo. Reponerse parando la finta de corte á sexta, revés a tercera. Responder por finta de estocada y corte á sexta. A fondo. En guardia.— Finta de estocada á segunda, revés á quinta. A fondo. Reponerse parando la finta de corte á sexta, revés á quinta. Responder por finta de estocada á segunda y corte á sexta. A fondo. En guardia.— Finta de corte á cuarta, revés al antebrazo. A fondo. Reponerse parando la finta de corte á


sexta, revés á quinta, responder por finta de corte á cuarta , revés á quinta. A fondo. En guardia.

Agregación de cuarta.—Finta de revés á tercera, corte á sexta. A fondo. Reponerse parando la finta de revés á quinta, corte á sexta. Responder por finta de revés ó estocada á segunda, revés á quinta. A fondo. En guardia.—Finta de revés á quinta, corte á sexta. A fondo. Reponerse parando la finta de revés á quinta, estocada á segunda. Responder por finta de estocada á tercera, estocada á segunda. A fondo. En guardia.

Agregación de segunda. — Finta de revés á quinta, revés ó estocada á segunda. A fondo. Reponerse parando la finta de revés á quinta, corte á sexta. Responder por finta de revés ó estocada á segunda, corte á sexta. Afondo. En guardia.— Finta de estocada al plano medio corte á sexta. A fondo. Reponerse parando la finta de revés á segunda, revés á quinta. Responder por finta de corte á sexta, revés á quinta. A fondo. En guardia.— Finta de revés á tercera ó quinta, corte á cuarta. Reponerse parando la finta de corte á cuarta, revés al antebrazo. Responder por finta de corte á sexta, revés á quinta. A fondo. En guardia.

Primera posición. Saludar. Descanso. Esta lección, después de practicada á pie fir-

rae, debe también ejecutarse marchando para atacar; después que se sepa hacer del modo in-

2 2 4 CARBONEL

dicado, debe hacerse rompiendo un paso después de la reposición para parar. Esto le dará al discípulo mucha firmeza en el ataque, en la parada y en la respuesta.

Ejercicios de reposic ión de mano y redobles.

Primera posición. Saludar. En guardia. ^\gregac¡óu de tercera.— El profesor manda:

Corte á cuarta. A fondo. Para cuarta y abandona la oposición ó marcha sin cubrirse; reposición de mano por estocada á cuarta. En guardia. —Corte á cuarta á fondo. Contesta por uno-dos á su finta; reposición de mano por estocada en tercera. En guardia.—Corte á cuarta á fondo. Para cuarta y no contesta; redoblar por revés al antebrazo, reponiéndose del fondo. En guardia.

Agregación do cuarta.—Revés á tercera á fondo. Para tercera y abandona la oposición ó marcha sin cubrirse; reposición de mano por estocada en tercera. En guardia.—Revés á tercera á fondo. Para tercera y contesta por uno-dos sobre su finta, reposición de mano por estocada en cuarta (la mano en supinación). En guardia. Corte á tercera á fondo. Para tercera y no contesta; redoblar por corte á sexta ó estocada en cuarta. En guardia.

LECCIÓN DE S A U L E 2 2 5

Agregación de segunda. — Estocada al plano medio á fondo. Para cuarta y abandona la oposición ó marcha sin cubrirse; reposición de mano por estocada. En guardia.

Corte á sexta. A fondo. Para sexta y no contesta; redoblar por revés al antebrazo, reponiéndose del fondo. En guardia.

Primera posición. Saludar. Descanso. Me he valido (para explicar ios ejercicios an

teriores) de los golpes sencillos, con objeto de hacer más comprensibles los diferentes movimientos; pero una vez que el discípulo los sepa ejecutar, como dejo indicado, se procurará hacérselos practicar por golpe compuesto, siempre que éste termine en la línea que corresponda al golpe sencillo.

LFXCION UNDÉCIMA

De tiempos.


Agregación de tercena.—Sobre su finta de corte á cuarta ó sexta, corte al antebrazo y un paso atrás.—Sobre su finta de estocada al plano medio ó inferior, revés al antebrazo y un paso

2 2 6 CAKIiOMX

atrás.— Sobre su finta de corte á cuarta ó sexta, para tirar á tercera ó quinta, se indica la parada de cuarta y se tira estocada á tercera á medio fondo.—Sobre su finta de estocada al plano medio ó inferior para tirar el corte á sexta ó revés á quinta, tirar estocada al plano medio (á medio fondo).

Agregación de cuarta. — Sobre su finta de revés á tercera ó quinta, revés al antebrazo y un paso atrás.— Sobre su finta de estocada ó revés á segunda, corte al antebrazo y un paso atrás.

Agregación de segunda. — Sobre su finta de corte á sexta ó cuarta, revés al antebrazo y un paso atrás.—Sobre su finta de estocada al plano medio ó superior, corte al antebrazo y un paso atrás. — Sobre su finta de revés á tercera, ó quinta, revés al antebrazo y un paso atrás.

LECCIÓN DUODÉCIMA

Arrestos .


Agregación de tercera.— Sobre su marcha y finta de corte á sexta ó revés á quinta, estocada al plano medio con salida de linca á la dere-

LECCIÓN DP: SAHLlí 2 2 /

cha. A medio fondo. En guardia.— Sobre su marcha y finta de corte á cuarta, estocada al plano medio con salida de línea á la derecha A medio fondo. En guardia.—Sobre su marcha y finta de estocada á cuarta, estocada al plano medio con salida de linea á la derecha. A medio fondo. En guardia.

Agregación de cuarta. — Sobre su marcha y finta de revés á quinta ó tercera, estocada á tercera. A fondo. En guardia.— Sobre su marcha y finta de estocada á segunda, estocada al plano medio. A fondo. En guardia.

Agregación de segunda.— Sobre su marcha y finta de corte á se.xta ó cuarta, ó revés á quinta, estocada al plano medio con salida de línea á la derecha. A medio fondo. En guardia.— Sobre su marcha y finta de estocada al plano medio, estocada al mismo plano con salida de línea. A medio fondo. En guardia.

Primera posición. Saludar. Descanso. Estas lecciones de tiempos y arrestos tendrá

el profesor muy buen cuidado de no hacerlas practicar hasta que el discípulo esté bien impuesto en las áQ paradas y respuestas, pues de lo contrario vendría un descuido grande en éstas; defecto que el maestro debe prever y evitar, y únicamente lo consigue no enseñando estas lecciones hasta que el discípulo se encuentre en condiciones de poderlas practicar, sin que por su enseñanza se descuiden las paradas, que son el punto principal de la esgrima.

PARTE CUARTA

CAPITULO PRIMERO

Condiciones principales en un tirador.

El golpe de vista, el cálculo, la velocidad, la oportunidad y el sentimiento del ¡lierro son en esgrima las facultades principales.

Sabido es que unas dependen de las condiciones naturales de cada individuo; las otras, en cambio, se adquieren con el estudio y constancia, bajo la dirección de un buen maestro.

Unidas unas y otras, colocan al que las posee en el mayor grado de perfección.

E\ golpe de vista sirve, en primer lugar, para saber apreciar inmediatamente la distancia, dónde y cómo deberemos colocarnos; y en segundo, las intenciones del adversario, los defec-

2 3 0 CARBONEI,

tos ó ventajas que éste pueda tener con respecto á nosotros. El cálculo, como el nombre lo indica, es prejuzgar lo que el contrario podrá hacer, si piensa tomar la defensiva ó la ofensiva; en el primer caso, ver (después de medir bien la distancia) la parada ó paradas que ejecuta á la finta ó fintas que le hagamos, para procurar engañarlas, pero desconfiando siempre, no sea que esta actitud tenga por objeto el engañarnos en nuestro ataque para tomarnos un tiempo ó arrestarnos ; por lo cual se tendrá buen cuidado, al

fintar, de asegurarse todo lo posible si las intenciones del adversario son parar y responder, ó por el contrario, engañarnos á su vez, destruyendo nuestras preparaciones para aprovecharse del desconcierto que pudiera ocurrimos.

Si se comprende que los deseos del contrario son de atacar, se pondrá el tirador inmediatamente fuera de distancia, para obligar á que lo haga marchando; se procurará entonces averiguar el golpe que piensa ejecutar para parar y responder, ó ver el modo de arrestarle; si sus fintas fueran muy abiertas, atacara con el brazo encogido ó con la mano baja.

Como vemos, el cálculo es lo principal; podrá definirse diciendo:

Cálculo es prejuzgar las intenciones del adversario para contrarrestarlas.

La velocidad sirve para poner en práctica, con la mayor prontitud, las órdenes de nuestro pensamiento.

CONDIClOísES TRINCIPALES EN UN TIRADOR 2 3 1

No debe confundirse la velocidad con la precipitación.

La primera es cualidad, la segunda defecto. Con la velocidad llevamos á la práctica con rapidez el movimiento pensado, al paso que la precipitación excluye el cálculo y, por consiguiente, todas las probabilidades de éxito.

La oportunidad nos sirve para saber aprovechar el momento preciso (ayudados por la velocidad) en que debemos poner en práctica cualquier movimiento, bien de ataque ó de defensa; esto es, no ir demasiado pronto ó demasiado tarde, sino aprovechar el momento oportuno, pues de esto depende el buen resultado de lo pensado. De lo contrario, por habernos adelantado en hacer el ataque caemos en el hierro; y por haber ido despacio nos ocurre lo mismo, á más de ser inútil por la falta de prontitud.

Lo mismo sucede en las paradas. Por tomar éstas demasiado pronto, ocurre que el golpe llega después de haber hecho la parada, por no haber regulado la velocidad de ésta con el ataque.

La oportunidad es el regulador de la velocidad.

El sentimiento ó tacto del hierro nos sirve para saber en la línea en que nos encontramos, y también para poder apreciar el momento exacto en que el adversario nos inicie un ataque, por cuya razón podremos estar más prevenidos.

Es de mucha utilidad é importancia saberle//-

CARBONEL

tir el hierro^ pues él nos hará acudir á la parada con bastante inás velocidad que si lo hiciéramos sólo con la vista. Para conseguir el sentimiento del hierro debe empezarse por sujetar el florete con los dedos pulgar, índice y medio, no tan fuerte que haya rigidez, ni tan flojo que se caiga de la mano á la menor presión. Ahora bien: una vez puestos en contacto los hierros, se procurará no hacer presión sobre el del adversario, procurando que este contacto sea lo más ligero posible, con objeto de poder apreciar cualquier movimiento de la espada contraria, por pequeño que éste sea. Es la manera de llegar pronto, con un poco de constancia, á poseer esta buena cualidad.

Como he dicho anteriormente, un buen profesor será el único que podrá hacer comprender y desarrollar en sus discípulos estas cualidades, pues de no darles importancia puede asegurarse que es imposible transmitir estos conocimientos, si el que ios enseña no ha hecho el detenido estudio que éstos merecen.

Ejercicios que deben practicarse antes de empezar á tirar asaltos.

Como la diferencia que existe entre la lección y el asalto es grande, pues en éste el discípulo tiene que obrar por iniciativa propia, no como

EJERCICIOS PARA EMPEZAR Á TIRAR ASALTOS 2 3 3

en aquélla, que el profesor le anuncia los golpes que ha de ejecutar, es por lo que recomiendo como de mucha utilidad el siguiente ejercicio.

Con él, el discípulo principiará á acostumbrarse al conocimiento de la dista7icia y á saber que tiene que observar y sujetarse al juego de su contrario, única manera de poderlo contrarrestar.

Colocados los adversarios en guardia, uno frente á otro, y con los hierros agregados en linea alta, uno de los dos (el que se convenga) toma la distancia partiendo á fondo, ó, lo que es lo mismo, desde donde podrá tocar sin marchar; ya en estas condiciones procurará tocar á su adversario, bien por golpes sencillos ó bien engañando las paradas que éste ejecute, el que, á su vez, pondrá los medios para parar sin romper (ó rompiendo muy poco) los golpes que le dirija el primero, contestando inmediatamente cada vez que pueda pararle alguno.

En este ejercicio, el que está á la defensiva no puede emplear golpes de tiempo. El que ataca podrá redoblar siempre que su contrario no responda después de haber parado; será una buena lección para hacer comprender los inconvenientes de no contestar.

Cuando el que ataca llegue á cansarse se cambia el turno y pasa á la defensiva, y el que antes estaba en ésta toma su distancia y procura tocar á su contrario, como antes lo hizo éste, sujetándose á las mismas condiciones.

2 3 4 CAKBONEL

En este ejercicio hay que poner especial cuidado en que todos los movimientos sean hechos con la mayor corrección, para lo cual será conveniente que estas prácticas de asalto se hagan en presencia del profesor ó del que haga sus veces, para hacer notar y corregir en el acto cualquier falta de ejecución ó de cálculo.

R e g l a s que deben observarse durante todo asal to .

Primera. Antes de caer en guardia, y colocados los adversarios en primera posición, deben hacerse el saludo con el arma. Este (aparte de la cortesía) da á entender con la caballerosidad que piensan conducirse en el asalto que se va á hacer.

Segunda. Confesar inmediatamente cuándo se recibe un golpe, el cual se declara diciendo tocado. En el florete se anuncian únicamente de este modo los golpes que se reciben en la parte comprendida entre la cintura y la clavícula; los demás se anuncian diciendo la parte en que se recibe el golpe; por ejemplo, en el brazo, en la careta, en el hombro, en el cuello.

Los golpes que tocan de la cintura para abajo, se confiesan con la palabra bajo. Todos éstos que tocan en el brazo, cara, hombro ó bajo no se

REGLAS QUE DEHEN OBSERVARSE EN UN ASALTO 235

cuentan como golpes, pero impiden al que los recibe el poder contestar.

En el juego de sable y espada, los golpes se cuentan sean donde fueren y se anuncian con la voz de tocado.

Tercera. No debe apoyarse exageradamente el arma en el cuerpo del adversario después de haberle tocado.

Cuarta. En el caso que el adversario no confiese el golpe recibido, no debe nunca preguntársele si el golpe le ha tocado; es de muy mal gusto reclamar los golpes. Está tan mal visto como el no confesarlos lealmente.

Quinta. No se podrá contestar en el caso que la parada haya desarmado al adversario: únicamente es válida cuando la respuesta es de tacto.

Sexta. No se atacará nunca á un adversario que se encuentre sin el arma en la mano.

Séptima. Deben acostumbrarse los tiradores á reconocer con frecuencia durante el asalto los botones de sus armas para ver si están en buen estado. Este hábito les evitará seguramente algún accidente.

Octava. Durante el asalto no deben entablarse discusiones sobre las peripecias de éste: la apreciación de ellas se deja á los espectadores ó se discute después de haber terminado.

Novena. En el caso de ocurrir un golpe doble se procurará ver de quién es la falta, y aquel por cuya causa haya tenido lugar deberá reconocer

23G CARDONEL

su error y hacérselo comprender así á su adversario.

Décima. Terminado el asalto, y una vez quitadas las caretas, los adversarios se darán la mano en prueba de que cualquier disgusto ó pique durante el combate queda sin valor ni importancia alguna al darse éste por terminado.

CAPÍTULO II

Asalto.

El asalto es el simulacro cortés del duelo. En él deben aplicarse con la mayor precisión

las reglas y principios aprendidos en las lecciones.

Será muy conveniente que el discípulo no comience á tirar éstos sin antes estar bien impuestos en las paradas, respuestas y golpes sencillos, y sm que su guardia y fondo sean correctos; es de necesidad que no pierda el aplomo al romper ó marchar.

Estos son los conocimientos que debe reunir, sin los cuales no hará más que adquirir defectos, que más tarde le serán difícil corregir, á más de mipedirle obtener mayores adelantos.

Cuando el alumno reúna estas condiciones puede empezar á tirar asaltos, pero debe hacerlo siempre con el profesor (ó con el que haga sus

2 3 8 CARBONHL

veces); éste ó aquél son los indicados para dirigir convenientemente el juego del principiante por buen camino. Dejará que le toquen de vez en cuando por aquellos golpes que estén bien ejecutados, nunca por los que envuelvan algún defecto.

Hay muchos que se desalientan cuando advierten que el profesor se deja tocar; aquí del tacto y discreción de éste para disimular su juego; y si no obstante estas precauciones, el discípulo comprende que los golpes felices no dependen de la pericia propia sino de la benevolencia ajena, conviene disuadirle de esta idea alabando su juego y atribuyendo su buen resultado á distracción ó lentitud al tomar la parada del golpe recibido.

De esta manera si no se logra convencerle en absoluto, por lo menos se procura dejarle en la duda, con objeto de que no se desanime y continúe poniendo interés en los asaltos sucesivos.

Hay que evitar que los principiantes tiren con aficionados que tengan el juego duro ó violento, pues no sólo se les predispone á la imitación, sino que también se les descompone y endurece la mano. Lo mejor es hacerles practicar con buenos juegos, aun cuando resulten superiores á sus conocimientos.

Deber es también del profesor fijarse en todos los asaltos que tiren sus alumnos, á fin de corregir en el acto cualquiera falta que observase.

Es costumbre en la mayoría de los tiradores

ASALTO 239

aficionarse á un golpe ó parada, empleando uno ú otra en lá mayoría de los casos.

Preciso es cortar este defecto desde su comienzo, pues una vez acostumbrados á usar siempre la parada ó el golpe favorito abandonan y descuidan todos los demás, y se empobrece su juego, limitándose exclusivamente á dicho golpe, primero por afición é impuesto más tarde por el hábito.

El día que estos tiradores lleguen á medir sus fuerzas con otro que no le deja tirar su golpe ó tomar la parada predilecta, quedan completamente desorientados sin saber qué hacer é imposibilitados de poder combatir á su adversario.

Hay que comprender que, practicando todos los golpes ó paradas con igual empeño sin ningún género de preferencia, es la única manera de llevar ciertas ventajas y de contar con recursos en caso necesario.

El maestro procurará también, cuando presencie los asaltos, interrumpirlos en el momento que juzgue conveniente para preguntar al discípulo la clase de golpe ó parada que acaba de ejecutar y la conveniencia ó justificación de su empleo en aquel instante.

Por su respuesta averiguará si éste estudia el juego de su adversario, combina sus ataques y ejecuta lo que piensa, ó tira sencillamente á lo que salga, sin plan ni cálculo alguno, procurando alcanzar á su adversario de cualquier modo y to-

2 4 0 CARnONEL

mando las paradas sin orden ni concierto y á impulso del instinto.

Esta será ocasión propicia para llamar su atención sobre la necesidad y conveniencia de que el cuerpo y la mano vayan siempre dirigidos por la razón y de subordinar al cálculo el más ligero movimiento.

Puede compararse el asalto á una partida de ajedrez entre dos buenos jugadores, donde no se cambia de sitio una pieza sin un fin premeditado y donde cada movimiento constituye un eslabón que encadenará con las jugadas sucesivas, ü e igual manera en los asaltos, todas las fintas, ausencias, marchas, etc., etc., no deben significar movimientos aislados sin valor ni trascendencia alguna; deben considerarse, por el contrario, como preliminares y preparatorios de un plan que nos llevará á la consecuencia del resultado definitivo, ó sea al mate de la partida.

Aunque se reconozca que el asalto nos ofrece más atractivo y más distracción que la lección, recomiendo muy principalmente que no se deje de practicar nunca; diez minutos de lección todos los días, no solo conservan lo adquirido, sino que favorecen el adelanto, al mismo tiempo que nos facilitarán el poder corregir cualquier defecto adquirido.

CONSEJOS PARA EL ASALTO 2 4 1

Consejos para el asalto.

No debe tirarse nunca un asalto sin

tener puesta la careta-guante y cha

queta de esgrima.

En el juego de la esgrima toda precaución es poca.

El adversario desconocido que, tras rápido saludo, cae en guardia presentándonos el hierro, representa en aquel instante para nosotros un problema de peligrosa y difícil solución.

No se trata ya del profesor que anuncia los golpes; ni del compañero de sala con cuyo juego estamos tan familiarizados como con el nuestro: trátase de un adversario enigmático, cuyas fuerzas y facultades ignoramos en absoluto; de un tirador que tendrá, como tenemos todos, su modo de ser, su escuela especial, su táctica propia, que podrá ser tímido ó audaz, arrebatado ó prudente, hábil ó inexperto. Por el pronto no vemos otra cosa que la punta del hierro enemigo que nos amenaza.

Falta averiguar si esa arma se encuentra en torpes manos, incapaces de regirla, que dejarán descubierto el pecho al menor engaño, ó en las de un fuerte tirador, que nos tocará con la velocidad del rayo apenas iniciemos un movimiento.

16

2 4 2 CARBONEL

Y en la sala, donde las heridas no pasan del amor propio, un golpe prematuro, debido á precipitación, descuido ó exceso de confianza por nuestra parte, puede tener su desquite y correctivo en los ataques posteriores; pero allá en el campo del honor, en un duelo formal, no hay enmienda ni compensación posible, puesto que ese primer golpe será, probablemente, también el último y decisivo.

Despréndese de aquí que, sea cual fuere la destreza de un tirador y la confianza que lleve en sus propias fuerzas, jamás debe empezar un asalto con adversario desconocido sin explorarle antes hábihnente y hacer reconocimientos previos que le indiquen las facultades del enemigo, que tiempo le queda, si éste resulta más débil, de alcanzar sin gran esfuerzo la victoria.

Aconsejo desde luego cuatro precauciones, que podremos llamar preliminares; primera, caer en guardia fuera de distancia para evitar los ataques de sorpresa; segunda, no dar el hierro á fin de evitar los ataques á él; tercera, observar la posición del contrario para deducir de ella sus grados de destreza; y cuarta, fijarse bien en sus condiciones físicas determinando su relación con las nuestras.

Todas ellas resultan tan claras y convenientes, que más bien que yo las aconseja é impone el propio instinto. Mi práctica me obliga, sin embargo, á insistir en las dos últimas, olvidadas por los tiradores con demasiada frecuencia.

CONSEJOS PARA EL ASALTO 243

La postura del contrario puede considerarse como una revelación para nosotros. Ella despeja en parte la incógnita que se nos ofrece, inspirándonos prudencia ó confianza.

Si vemos caer al enemigo en una guardia correcta y con su espada en linea, claro que debemos proceder con cautela, porque, á juzgar por los indicios, tenemos delante á un adversario que sabe lo que hace.

Si observamos, por el contrario, una guardia defectuosa, podremos caminar ya con otra confianza, aun cuando sin descuidarse nunca.

La superioridad ó inferioridad física del adversario respecto á nosotros, ejercerá también gran influencia sobre el juego que hemos de emplear. No podemos colocarnos á igual distancia ni usar de la misma táctica con un hombre que nos domine por su estatura que con otro de igual ó inferior á la nuestra.

Una vez tomadas estas precauciones, podemos comenzar el ataque, indagando primero si el adversario desea tomar la ofensiva; basta para averiguarlo con hacer un falso ataque con energía y decisión, llevando siempre pensada una parada por si el otro pretendiera engañar estas preparaciones.

Si el adversario no da el hierro, aconsejo guardar la defensiva antes de explorarle hábilmente, para lo cual se puede hacer una finta rápida al sitio que tenga descubierto, procurando también llevar prevenida la parada que hemos de emplear

2 4 4 CARIIONEL

si nos atacan en el momento preciso de ejecutar nuestra finta.

Si el enemigo acude á nuestro fingimiento, nos facilitará dos datos de grandísima importancia: primero, los grados de perfección con que toma las paradas; y segundo, la velocidad con que las ejecuta. Esta última observación nos servirá para regular con la suya la rapidez de nuestros fingimientos, punto de tal interés que, á no ser tenido en cuenta, puede conducirnos al peligro de caer en su hierro. Supongamos, por ejemplo, que se trata de un adversario que acude con poca velocidad á las fintas; claro que si en vez de hacerlas más lentas para darle tiempo de acudir á ellas ejecutamos el uno-dos con toda rapidez, pasando de una linea á la otra sin fijarnos en el hierro enemigo, éste no se habrá dado siquiera cuenta de nuestro movimiento y permanecerá con la mano en la misma posición en que le dejamos al emprenderlo, viniendo nuestro golpe á caer en una línea cubierta. No podrá ocurrir esto de ningún modo si calculamos nuestra velocidad al fintar, graduándola con la del contrario para darle tiempo bastante de acudir á la finta, pasando entonces con toda rapidez y tirándonos á fondo en la línea que ha dejado descubierta nuestro engaño.

Decía también que la forma de acudir el contrario á la parada puede servirnos de estudio y enseñanza.

Si resulta bien ejecutada, hay que procurar


engañarla con oportunidad; en el caso contrario, buscaremos la mejor manera de explotar á nuestro favor y sacar partido del defecto ó falta de corrección. Observaremos si no cubre bien el sitio atacado, si queda la mano demasiado alta ó demasiado baja; en el primer caso deben dirigirse los golpes al punto mal guardado; en el segundo á las líneas bajas-¡ y en el tercero á las alias-

Llamo nuevamente la atención sobre la necesidad de llevar siempre prevenida una parada para utilizarla en el momento de replegarse á la guardia en el caso de que haya sido parado nuestro ataque y nos hagan la contestación.

Esto mismo debe hacerse extensivo á las marchas, las cuales deben ejecutarse á pasos cortos y vivos, y conviene recordar, por tener ahora inmediata aplicación, lo dicho anteriormente al tratar de aquéllas: que siempre que se avanza nos aproximamos al peligro, pues muy bien puede el adversario aguardar esa oportunidad para atacarnos. No basta con adoptar la precaución indicada más arriba, de llevar calculada la parada; hay que tener en cuenta que ésta será difícil de ejecutar una vez cerrada la distancia. Se elude en parte tal peligro haciendo las marchas bien aplomo para poder romper {en caso de necesidad), parar y responder si nos vemos detenidos por un ataque.

Hay que desconfiar de aquellos tiradores que rompen sobre cualquier finta, ataque ó marcha;

246 CAEBONEL

forzoso es aproximarse á ellos con mucha precaución, porque esas continuas retiradas pueden significar muy bien un lazo para incitarnos á avanzar y atacarnos inmediatamente sobre la marcha.

Conviene acudir las menos veces posibles á las fintas y falsos ataques del adversario; si insiste y repite aquéllas ó éstos, se emplean con él los golpes de tiempo, secundando sólo en determinados casos sus movimientos, porque así pudiera convenir á nuestras preparaciones, por tener seguridad en poder tocar con una respuesta ó con un golpe de tiempo.

Cuando se tira con un adversario que comprendemos pretende tomarnos un tiempo ó arrestarnos, ó como otros tiradores que limitan su juego al tiempo y al arresto sobre cualquier ataque nuestro, sin preocuparse de acudir á las paradas, hay que emplear falsos ataques que le obliguen á ejecutar uno ú otro golpe, ya previstos, parándolos entonces y respondiendo con velocidad.

Existen algunos tiradores que se colocan en guardia generalmente con el brazo tendido y la punta de la espada en linea. Conviene emplear con ellos los ataques al hierro, seguidos de golpes sencillos, ejecutados con la mayor velocidad posible, á fin de impedirles librar si lo pretenden. Lo más conveniente será, siempre que sea posible, hacer el ataque ligando ó cruzando el hierro; esto nos ofrece la ventaja de domi-

CONSEJOS PARA EL, ASALTO 247

nar SU arma, lo cual nos da mayor seguridad. Juzgo las paradas de contra superiores á las

sencillas ó de oposición, por ser más difíciles de engañar, ofreciendo también su empleo la ventaja de que la mano se separa menos de la línea que empleando aquéllas. Para obtener mejor resultado aconsejo un juego mixto en que se combinen unas con las otras, empezando, por ejemplo, con una contra y concluyendo con una sencilla, ó empleando primero una de éstas para terminar con una contra.

Recomiendo mucho al comenzar un asalto no olvidarse de caer en guardia atrás y siempre con la punta de la espada en linea. Esto nos evitará el poder ser sorprendidos por algún ataque inesperado.

Cuando se tenga que tirar en el terreno deben emplearse únicamente los golpes sencillos (con precaución), dirigidos siempre á las partes mas avanzadas del cuerpo del enemigo, tal como la mano, antebrazo, brazo, cara y rodillas.

Al cuerpo soy partidario que no debe buscarse á tocar, nada más que en respuestas.

Se debe romper con frecuencia para conservar la distancia, ó con objeto de hacer que el adversario tenga que atacar marchando, para aprovecharse de esto y atacarle en su marcha.

En todos los ataques que ejecutemos se procurará que el adversario no observe la menor incertidumbre en ellos; la decisión es tan necesaria como el cálculo.

2 4 8 CARBONEL

Atacar con preferencia por golpes sencillos, y mejor, si se puede, precedidos de un ataque al hierro.

Deben aprovecharse para atacar las marchas, preparaciones y ausencias de espada del adversario.

Si éste no contesta inmediatamente después de haber parado nuestro ataque, emplear con él las reposiciones de mano y los redobles.

No hacerlo por costumbre, sino por cálculo. Cuando se observe que un adversario tiene la

mano dura, debe procurarse no darle el hierro; de lo contrario, cansaríamos la nuestra inútilmente.

Se procurará no repetir por sistema, ni fintas, ni paradas, ni golpes: esto facilitaría al adversario el arrestarnos, pararnos con más seguridad ó engañar nuestras paradas con facilidad.

Se deben variar unas y otros con objeto de que aquél comprenda lo menos posible nuestras preparaciones.

Todo tirador de buena estatura no debe exponerse empleando ataques marchando; debe procurar, con adversario de menor talla que él, aprovecharse de la ventaja que le dan sus condiciones y atacar únicamente sobre las marchas y preparaciones de su contrario.

El hombre de poca estatura deberá tener mucha precaución al ejecutar los ataques marchando, los cuales hará amparándose, siempre que pueda, del hierro del adversario, y llevará


prevenida la parada que crea más conveniente al ejecutar la marcha, en caso de que le atacaran en este momento. Todo tirador de estas condiciones tiene por necesidad que estar muy práctico en las paradas y respuestas.

Hay que evitar siempre el cuerpo á cuerpo; pero, una vez hecho obligados por las circunstancias, se debe cerrar completamente la distancia hasta que los cuerpos se toquen, con objeto de evitar el golpe.

Si nos diera tiempo de preverlo, dando un salto atrás se evita fácilmente.

No atacar por golpes compuestos nada más que cuando tengamos la seguridad de que el adversario acudirá á los fingimientos.

Responder siempre después de haber parado, sin olvidar que la respuesta sencilla es la más veloz y más segura-

Debe atacarse con preferencia á las líneas de tercera y segunda (hasta que se vea que se encuentran bien defendidas), por ser generalmente las más descuidadas por la mayoría de los aficionados.

En todo asalto debe tenerse grandísimo interés en no recibir el primer golpe; pues siendo el asalto el simulacro del duelo, debe procurarse hacer en aquél lo que se haría en éste, y sabido es que en el terreno el golpe primero es el decisivo, y ésta es la razón por la que creo que la galantería no debe llegar al extremo contrario, como aconsejan algunos, pues tiempo queda en

250 CARBONEL

el asalto de ser galantes dejándose tocar otros golpes.

Cuando se calcule ó piense un golpe, hay que procurar ejecutarlo sin vacilaciones; de esto depende su buen resultado.

Debe tenerse buen cuidado en no dejarnos desviar la punta de la línea por ataques al hierro. Debemos librarlos con rapidez, con objeto de estar siempre en buenas condiciones de defensa.

Hay que desconfiar del claro que nos presente el adversario con objeto de que tiremos en él. Se le debe atacar engañándole la parada que comprendamos pueda tenernos preparada.

El hombre fuerte y enérgico debe hacer sus ataques con decisión. El débil, por el contrario, debe confiar todo á su cálculo y astucia.

Cuando un adversario ejecute su ataque precipitándose sobre nosotros, en ese mismo momento debe procurarse tomarle un golpe de arresto con fondo atrás ó haciendo una salida de línea á la derecha, ó también parando y haciendo la misma salida de línea para responder.

Si el adversario ejecuta sus ataques haciendo encogidas de brazo, se le debe tomar el golpe de arresto haciéndole una salida de línea á la derecha en el momento que se le vea iniciar el movimiento de retirar el brazo.

El golpe á la pierna debe tirarse con mucha precaución por lo que expone al golpe á la cara.

No debe tirarse aquél más que después de haber atacado al hierro ó de haber hecho una finta


á la línea alta, porque si el adversario acude á ella nos facilita el golpe.

^ Es bueno generalmente ayudar la parada rompiendo un paso en el momento de ejecutarla, sobre todo cuando se trata de adversarios desconocidos.

No deben rehuirse los asaltos con tiradores que emplean juegos descompuestos, tales como los que encogen el brazo, atacan bruscamente, ó también con los que no confiesan lealmente los golpes que reciben.

He observado muchas veces en la sala de armas la tendencia á rehuir los asaltos con aficionados á emplear esta clase de juegos. Creo que están en un error los que así proceden. Deben aceptarse todos por malos que fueren, y estudiar la manera de combatirlos. Es una nueva lección, cuya provechosa enseñanza sólo puede obtenerse de este modo.

Para alcanzar algún dominio en el ejercicio de la esgrima no son bastantes las lecciones del profesor: hayque completarlas irremisiblemente con las prácticas del asalto; además estos asaltos con tiradores cuyo juego nos es desagradable, redunda en beneficio nuestro, porque aprendemos con ellos á saber dominarnos, conservando siempre el cálculo, tan indispensable en todos los casos.

Ahora bien: si se comprende que un asalto de tal naturaleza puede degenerar en choque personal, bueno es que se rehuya ó interrumpa á

2 5 2 CARBONEL

tiempo, fundándose en cualquier pretexto antes de dar pie á un disgusto; el cansancio, por ejemplo, puede servir de excusa para dar el asalto por terminado.

No estoy de acuerdo con aquellos autores que sostienen la teoría de que procede devolver al tirador arrinconado todo el terreno perdido.

Opino , por el contrario, que debe conservarse la distancia ganada paso á paso, como justa compensación á los peligros arrostrados para conquistarla.

Sí aconsejo que no se abuse de esta ventaja hostigando al adversario hasta colocarle, como vulgarmente suele decirse, entre la espada y la pared; pues es seguro que viéndose en situación desesperada , sin terreno para romper, y persuadido de que han de tocarle, procurará defenderse por todos los medios, apelando en último extremo al golpe doble. Considero mucho más práctico y prudente romper un paso ó dos para inspirarle alguna confianza é incitarle á que nos ataque; entonces podemos parar y responder, ó bien combinar un nuevo ataque.

Vuelvo á insistir en que jamás se ataque a un adversario arrinconado, á menos de llevar gran confianza y seguridad en el golpe que se le prepara.

Para que los asaltos puedan ejecutarse en buenas condiciones de resistencia y energía se procurará que no tengan gran duración.

DE LOS ZURDOS 2 53

Un asalto de quince minutos ya se considera largo.

De los zurdos y manera de contrarrestar su juego.

Esta clase de tiradores dificultan sobremanera tljuego de los derechos: en primer lugar, por la falta de costumbre que hay de tirar con éstos, por ser muy reducido su número; y en segundo, por resultar para el derecho las líneas cambiadas, esto es, la línea que á éste resulta de dentro cuando tira con otro derecho, con el zurdo le resulta de fuera ó viceversa.

En dos adversarios zurdos las líneas no resultan cambiadas.

Cuando un derecho tire con un zurdo procurará no dejarse tomar el empeño en la linea alta áQ fuera, que es alta de dentro en éste, porque en esta agregación el zurdo tiene ventaja por la posición en que está la mano del derecho con relación á la suya; de lo que resulta que éste no puede tener la resistencia necesaria en el arma, caso de recibir un ataque en el hierro, por ser éstas las líneas en que el zurdo tiene más autoridad, y por esta razón puede imprimir más energía á sus paradas y ataques al hierro.

Este es el motivo por el cual el derecho tendrá

254 CARnONEL

buen cuidado de huir de esta agregación, como digo anteriormente, y si por cualquier causa no le fuera fácil hacerlo, debe estar con gran precaución para librar siempre que quieran atacarle el hierro.

También procurará el derecho atacar lo menos posible á las líneas de dentro alta ó baja del zurdo, pues, como dejo dicho, es donde éste tiene más autoridad, además que le será difícil formar la parada de la respuesta de aquel, caso de no haber tocado por las condiciones en que quedan los hierros.

Esta es la causa por qué recomiendo no deben dirigirse á estos tiradores los ataques á sus líneas de dentro, sino procurar por medio de fintas ó falsos ataques hacerles cubrir en ellas para poderles tocar en las de fuera, que es donde ellos tienen su desventaja, por la misma razón que le ocurre al derecho por la posición en que está la mano.

Si viéramos que habían comprendido nuestra intención de no querer agregar el hierro en su linea de dentro y no quisieran por esta razón permitirnos tomar el empeño de fuera, aconsejo entonces no dar hierro y procurar dirigir los ataques á sus líneas alta y baja de fuera, empleando con preferencia los golpes sencillos.

Si el zurdo nos permitiera tomar el empeño en su línea alta defuera, recomiendo los ataques al hierro, batir,presión, expulsión, siempre que queramos dirigirle algún ataque; aquéllos le di-

DE LOS ZURDOS ^55

ficultarán muchísimo el poder tomar la Varada f golpe de tiempo ó el de arresto, caso que quiera

' T a l paradas que el derecho debe tomar preferentemente (en la espada) son las de cuar a y contra de cuarta para las lineas alias, Y septima y contra de séptima para las bajas, hacendó las contestaciones de las líneas a/ía y baja de

•^"En la esgrima del sable y con esta dase de tiradores, recomiendo que se «^«P^^^" ^ ° " / ' ' , cuencia los golpes de tiempo al antebrazo por

^"s'on muy necesarios los asaltos de espada y sable con los tiradores que lo hacen con la mano izquierda, por ser la única manera de adiestrarse convenientemente.

CAPÍTULO III.

Mural la 6 saludo de florete.

Ésta es una combinación de movimientos previamente ensayados, que tienen por objeto saludar al público y al adversario antes de empezar á tirar un asalto. Es también un ejercicio que tiende á desarrollar la seguridad y corrección de las diferentes posiciones, pues para que este sa-bido resulte artístico es de necesidad que todos los movimientos estén hechos con la mayor perfección é igualdad.

Combinaciones de éstas con el nombre &&Muralla hay varias, pero encuentro en todas un gran defecto, como es el de emplear movimientos diferentes de los que en asalto se usan.

Creo que el saludo debe combinarse siempre con los movimientos de que el arte de la esgrima dispone ; de ningún modo crear otros que, si bien á la vista parecen artísticos, en cambio no tienen nada de prácticos, á la par que poco varoniles.

2 5 8 CAR7Í0NEL

Cada Profesor puede crear la Muralla que más le plazca; pero me permito aconsejar que lo haga sujetándose alas posiciones y movimientos enseñados en sus lecciones.

La que yo ejecuto y hajío practicar á mis discípulos es como sigue:

Colocados á distancia conveniente uno de otro, dejarán las caretas en el suelo á un metro de distancia próximamente y á la izquierda; en seguida colocarán el cuerpo en primera posición con el brazo extendido al frente y el arma en línea ; se adelantarán lo necesario y á pasos cortos hasta que las puntas de los floretes toquen en las guardas respectivas ; después de tomada esta distancia saludarán los dos á un tiempo, primero á la izquierda ó derecha, según que la presidencia esté á uno ú otro lado; después á la derecha y luego al frente; terminado esto caerán en guardia adelante con los hierros agregados en tercera; se pasa de esta posición á primera atrás y guardia atrás, desde cuya posición darán una llamada á un mismo tiempo, los hierros agregados en cuarta.

Colocados ya en guardia, uno de los adversarios invitará al otro á que principie el ataque, el cual tirará los siguientes golpes, que su adversario evitará con las paradas que se indican:

I." Batimiento y golpe recto: se para con contra de tercera.

2.° Pase á cuarta: se para con oposición de cuarta.

MURALLA 259

3.° Uno-dos de tercera á segunda: se para con sexta y segunda.

4.° Doblete á primera: se para con contra de segunda y oposición de séptima.

5.° Uno-dos de segunda á tercera: se para con segunda y sexta.

Y, por último, doble cambio y pase á cuarta: se para con contra de sexta.

Kl que antes estuvo á la defensiva tomará ia ofensiva y ejecutará por su orden los mismos golpes que antes le hizo su adversario, el cual hará las mismas paradas que antes le hicieron á él, terminadas las cuales harán dos llamadas y pasarán á primera posición adelante los hierros agregados en tercera, y harán los mismos saludos que hicieron al principio, con lo cual queda terminada la Muralla de florete.

Mural la ó saludo de sable.

Se ponen los tiradores á distancia conveniente uno de otro, y colocan las caretas en el suelo á un metro de distancia y á la izquierda; hecho ésto se pondrán en primera posición, pero con el brazo extendido al frente y el arma en línea, se adelantarán lo necesario y á pasos cortos hasta que las puntas de los sables toquen en las guardas respectivas; después de tomada esta distan-

2 6 o CARBONEL

cía saludarán los dos á un tiempo, primero á la izquierda, ó derecha, según que la presidencia esté á uno ú otro lado; luego á la derecha, y después al írente; terminado esto caerán en guardia adelante con los hierros unidos en tercera; pasarán de esta posición de guardia á primera adelante sin abandonar la agregación; en seguida harán los dos la traspuesta, quedando en guardia para dar una llamada y volver inmediatamente á primera atrás con el sable en segunda posición, desde la cual ejecutarán un molinete por la izquierda y otro por la derecha para caer en guardia adelante, procurando que coincida ésta con la terminación del segundo molinete, los hierros agregados en tercera.

Desde esta posición, uno de los tiradores invitará á su adversario á que principie el ataque, el cual tirará los siguientes golpes, que su adversario evitará con las paradas que se indican:

I." Corte á cuarta: se para con cuarta. 2." Uno-dos de cuarta á tercera: se para con

cuarta y tercera. 3." Uno-dos-tres de quinta-segunda á prime

ra: se para con quinta, segunda y primera. 4." Finta de estocada al plano medio y corte

á quinta: se para con cuarta y quinta. 5." Batimiento y corte á sexta: se para con

sexta. El que antes estuvo á la defensiva tomará la

ofensiva, y ejecutará por su orden los mismos golpes que antes le hizo su adversario, el cual

MURALLA 2 6 1

hará las mismas paradas que antes le hicieron; terminadas las cuales, y desde la posición de guardia en que habrán quedado los dos tiradores, pasarán á un tiempo á primera adelante, sin perder la agregación, y ejecutarán la iras-piicsta, y quedarán en guardia para dar dos llamadas y pasar á primera adelante para saludar de nuevo como lo hicieron al principiar, y dar por terminado el saludo ó muralla.

Conviene recordar lo dicho anteriormente, y .es que, para que la muralla resulte artística, es de necesidad absoluta de que todos los movimientos que se ejecuten lo sean con la mayor igualdad y corrección, de lo contrario, es preferible no hacerla. Todo lo que tiene de elegante y artística cuando está bien ejecutada, tiene de ridicula cuando no sucede así.

Prendas y armas convenientes para t i rar al florete ó á la espada.

Ohaqueta. — Es de lo más necesario en esgrima; no comprendo el descuido que tienen algunos aficionados de tirar en mangas de camisa, ni el de los l'rofesores que lo permiten, sabiendo con la facilidad que puede ocurrir un accidente tirando en estas condiciones, en el caso que la hoja de florete, sable ó espada se

2C2 CARBONliL

rompa; por cuya razón creo que aquél, ó los espectadores, si éste no estuviera, son los responsables de cualquier desgracia que pudiera ocurrir, por haber permitido en su presencia un asalto en estas condiciones.

La chaqueta más conveniente es la de dril fuerte, con un forro de lona en toda la parte del pecho, cuello y costado derecho (si la prenda es para un derecho, y lo. contrario si es para un zur-doj. La forma que debe tener la indica el presente dibujo.

Pantalón.— Este debe ser ancho y cómodo, con objeto de que no entorpezca los movimientos.

Zapatillas.—Las más con-. venientes son las de gamu

za, con suela de búfalo y sin tacón; pero á falta de éstas puede utilizarse cualquier calzado que re

sulte cómodo y tenga poco tacón. Careta. — Para que reúna las

condiciones necesarias debe cubrir perfectamente la cara, las orejas y la parte alta de la cabeza; sus mallas deben ser lo suficientemente estrechas para que la hoja de un florete, al romperse, no pueda penetrar por ellas; es

MURALLA 263

muy conveniente ponerla un pedazo de lona ó cuero en la parte baja, con objeto de resguardar el cuello.

Guante. — El más conveniente es el de piel obscura y fina, relleno de crin por el dorso, para amortiguar los golpes que en dicho sitio puedan recibirse.

Floretes. — Debe procurarse escoger éstos que estén bien en mano, razón que nos facilitará el poder ejecutar los movimientos con más soltura y menos cansancio.

Es muy conveniente tirar siempre con floretes de la misma longitud y peso; el variar éstos, como muchos tienen por costumbre, hace que se pierda en gran parte la dirección en el golpe , como también el apreciarla distancia con exactitud.

Prendas y armas convenientes para t irar a l sable.

Chaqueta.—Debe ser como la que recomiendo para tirar al florete: de dril fuerte con forro de lona en toda la parte del pecho y costado derecho; en los hombros será conveniente poner una almohadilla en cada uno para resguardarlos.

2G4 CARllONEL

Será de utilidad para los asaltos ponerse uiaii-dil-i que consiste en una pequeña colchoneta rellena de crin, cuyo objeto es amortiguar los golpes que puedan recibirse en el bajo vientre; se sujeta á la cintura por medio de una correa.

Careta.— La careta del sable debe cubrir perfectamente toda la cabeza; sus mallas deben ser

lo suficiente estrechas y fuertes, para que la punta del arma no pueda pasar por ellas, ni romperlas; por dentro debe estar guarnecida de almohadillas para amortiguar los golpes que puedan recibirse. Debe tener, también como la careta para florete, una almohadilla ó un pedazo de lona ó cuero que resguarde el cuello.

El pantalón y las zapatillas deben reunir las mismas condiciones que dejo indicadas para tirar al florete.

(ínante.—Sirve para resguardar la mano y la muñeca; debe ser de piel fina por dentro y más gruesa por fuera y bien mullido, con objeto que no lastimen los golpes; al guante va unida la ma-

MURALLA 265

nopla, que debe ser de suela gruesa, que sirve para resguardar el antebrazo.

Codera.— Debe ponerse siempre que se vaya á tirar asalto; debe ser de cuero fuerte y resguardar bien el codo.

Sables.—Deben escogerse que sean ligeros y estén bien equilibrados.

Hay muchos tiradores que creen de utilidad acostumbrarse á tirar con sables pesados, y alegan en su favor (en la creencia sin duda de que los sables de duelo son así) que si un día tienen que ir al terreno, no podrán manejar un sable de combate si no están acostumbrados á su peso. Están en un error los que esto creen; en primer lugar, los sables de combate, hoy día, son tan ligeros como los que en la sala de armas se usan; y en segundo, con el sable pesado no hacemos más que cansar más pronto la mano y el brazo, y, por lo tanto, resistir menos tiempo que podríamos hacerlo con uno ligero; además, el uso de éstos endurece los músculos y les quita la elasticidad, tan útil y necesaria.

Los músculos no se desarrollan trabajando con grandes pesos; se obtiene mejor resultado con pesos pequeños, haciendo mayor número de movimientos.

Estas son las razones por las cuales no soy partidario del uso del sable pesado, ni en el asalto ni en la lección.

266 CARBONEL

Deberes y derechos del Pres idente de un asal to .

Este cargo debe darse siempre á persona que reúna condiciones de competencia é imparcialidad.

Hará cumplir con exactitud las reglas y condiciones que deben existir en todo asalto, y si éstas son especiales se le deben dar escritas.

Deberá también recordar á los tiradores, durante el asalto, cualquier condición ó regla establecida y olvidada por alguno de ellos.

Tiene el deber de declarar el golpe recibido por cualquiera de los adversarios, cuando alguno de éstos lo reclame ó él lo crea oportuno.

Podrá dar un asalto por terminado siempre que lo crea conveniente á las buenas reglas del arte ó de la caballerosidad.

Los tiradores no tendrán derecho alguno á discutir ninguna de las providencias que pudiera tomar durante el asalto.

Debe suspender todo asalto en que los tiradores, ó alguno de ellos, se encuentre fatigado, y darles un momento de descanso para que puedan continuar en mejores condiciones.

El fallo, sea cual fuere, del Presidente de un asalto, es inapelable.

ÍNDICE

Páginas,

Dedicatoria vii Carta del Rxcmo. Sr. Marqués de Heredia ix Prólogo XI La esgrima por el Doctor Escuder xiii

FABTE PRIMERA.

Vocabulario técnico El dórete Manera de empuñar el florete Primera posición.. Saludo. (juardia Llamadas Fondo Descanso Marchas Retroceder ó romper Salidas de linea •••• Lineas que presenta el tirador Conocimiento de distancia. Agregaciones ó empeños.. Dijiteo ; Cambio de agregación

33 36 37 38 40

44 45 47 48 49 50 51 52 55 56 57

2 6 S < ARIIONKL

Doble cambio 58 Fin'j;imientos 60 (jolpc sencillo'. 6;

Kccto 63 l'ase 65 Cou|)é 65

. lliii/nei al liicno 66 lí.itimiento 67 Presión 68 Expulsión 69 Cruzado 70 Ligamiento 7i

Golpes comi)uestos 73 Paradas 75

— de i. 76 — de 2.' 77 — de 3.' 78 — de 4." 79 — de;.' Xo — de 6.» S2 — de 7.» X2 — de 8.'' .S3 — de contras 84

Difercnles modos de ejecutar las parada^ M/ J)e oposición 87 De tacto 87 De volante 88 De contracci'in 88

I'aradas com])uestas 91 Respuestas 93

— sencillas 93 — de oposición 93

de tacto 94 — compuesta 95 — cruzando 96 — ligando 96 — á tiempo penlido 97

Ccmtrarrespuestas 99 Falso ata(|ue 101 Ausencia de hierro 102 Ataques sobre la preparación 103 Ataques marchandíi 104 Reposición de mano 105

ÍNDICE 269

Páginas

Redoble Golpe de t iempo. Golpe de arresto.

107 108 I I I

F A B . T E S E G U N D A .

Kl sable Manera de empuñar el sable Primera p o s i c i ó n . . . . Saludo (juardia Llamadas Fondo Descanso Marchas Retroceder ó romper Salidas de linea Lineas y planos que pre Molinetes (fortes Reveses Contrafilos Modo de herir con el filo 6 De la distancia. Agregaciones ó empeños Cambio de agregación. Fingimientos . . . Golpes sencillos. A/ar/ues al hierro

Bat imien to . . . I'resión F^xpulsión... . Cruzado Ligamientos. .

Golpes compuestos Paradas

— de I.".. — de 2 A . — de 3-"- •

1 tirad

ntrafilo

lis 118 iiy 120 121 122

123 125 126 127 128 129 i.-ío

132 132 132 133 133 135 136

137 139 140 140 141 141 142

143 144 147 148

149 150

2 70 CARISONEI. Páginas.

PaVíKfas de 4." 151 — de 5.' 152 — de 6." J53 — de contra 154 — compuesta 155

A'csp!ícs/í¡ 157 — sencilla 157 — compuesta 158 — cruzando 159 — ligando 160

Contrarrespuesta 161 Tirar á golpe pasado 163 Del falso ataque 164 Ataques sobre la preparación 165 Ataques marchando 165 Reposición de mano 167 Redoble ]68 Golpe de tiempo 169

— de arresto 170

F A K T i : T E B C E B A .

Advertencias y preliminares de la enseñanza.

Ziección de florete.

Ejercicios de fingimiento y golge sencillo á pie firme 177 — de fingimiento y golpe sencillo marchando . . . . 178

Ataques por golpes sencillos 179 Ejercicios de dijiteo 180 Paradas sencillas de oposición á pie firme. , i8 i

— de contra 182 Ataques á pie firme y marchando por golpes de dos movi

mientos i 8 j Ejercicios de paradas sencillas y de contra con respuesta

sencilla 185

271 ÍNDICE

páginas.

Ataques por golpes precedidos de ^'^.^'•''^''^j\^'fj'°¿;;¿ '^^ Paradas ¿ara los golpes de dos movimientos y J^^^P^^^]^^ j ^ o

sencilla • • T . 192 Ejercicios de librar los ataques al hierro . . • • • • • • • • • • • : ; . Ataques á pie firme y marchando por golpes de tres^mou^ ^ ^

pa«d::s"añ:i;;voip;s'd;u4;'mc;;ímieñ.^;'i^ ^^, sencilla 198

Ejercicios de contrarrespuesta 201 — de reposición de mano . " . . . . 203

(lolpe de tiempo 204 — de arresto

I i e c c i ó n d e s a b l e .

.,, 207 Ejercicios de ataque por golpe sencillo • 208 Paradas ; ',]' 210 Reunión del ataque y de una parada ^';"^'. ;\-" j " ' 212 Ataques por golpes precedidos de un l ingunie.uo. . ^ ^^^ ^^^ Ataques precedidos de un ataque al hie i io . . • • • • • 215

Respuesta sencilla • ' / ' •••!; ' 'nVn'v respuesta Paridas de golpe precedido de un fingimiento^) le i- l ^^g

sencilla [] 218 Respuesta compuesta ," • • ; - • • ' ' *;ñ,",tñs ^-° Ataques por golpes precedidos de dos fingimientos. . ^ ^ ^ ^^^ (iolpe , parada v contrarrespuesta compuesta ^ _ _ 22^ Ejercicios de résposición de mano y r edob le s . • • • • • " 225

— de tiempos 326 — de arrestos " ' '

PARTE CTJAB.TA.

330 Condiciones principales en un t irador. . . . . • • • • • • - ^ j i ^ r Ejercicios que deben practicarse antes de empc^ 232

asaltos ••• " . . . . 234 Reglas que deben observarse durante un asaiio

CARliONICL I'.

Asalto 238 Consejos para el asalto 241 De los zurdos y manera de contrarrestar su juego 253 Muralla ó saludo de florete 257 Prendas y armas convenientes para tirar al llórete ó á la

espada 261 Prendas y armas convenientes pura tirar al sable 263 Deberes y derechos del Presidente de un asalto 2 )6

Teoría y práctica de la esgrima

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