Teol Espiritual Dirección espiritual

8/13/2019 Teol Espiritual Direccin espiritual

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1. Concepto de direccin espiritual

La direccin espiritual consiste en el arte de guiar acertada y progresivamente lasalmas al fin de la vida espiritual, es decir, a la perfeccin; tambin puede definirse

como la ayuda que se presta a un cristiano para que madure en su fe y vida espiritual.De ella dice San Juan de vila que tiene tanta dificultad para hacerse bien, que sellamada arte de artes.

En claves de Santa Teresa de Jess, la direccin espiritual es el camino de perfeccincon un itinerario qure debe recorrer el alma o la persona hasta llegar a la unin ntima,mstica o desponsorio con el Seor, que ayudado de un pastor del almas buscar yexperimentar distintos momentos de crecimiento vitales con el Cristo1.

Por tanto, la direccin espiritual es parte de la teologa pastoral, ya que toma su

doctrina directamente de las fuentes de la fe: Sagrada Escritura, Padres, Doctores,Santos y Magisterio. Adems, porque est ordenada intrnseca e inmediatamente a lasalvacin de los hombres2.

2. Polmica semntica entre lo que es un director o acompaante espiritual

a direccin espiritual llamada tabin en nuestrs das acpaaient espiritualpara subraar la supreaca de la accin de Dis en el ala el delicad respet quela interioridad del hombre y la grandeza de su destino eterno merecen, ha encontrado

nuevo planteamientos en relacin al trmino en el mbito socio-cultural.

Por ejemplo, muchos hablan de que se le llame, segn los esquemaspsicopedaggicos con los trminos de consejero, orientador y acompaante.

Tambin hoy es evidente que los caminos de Dios no resultan fciles de descubrir nide aceptar; aqu aparece la figura del acompaante espiritual para ayudar a leer con fela realidad personal desde la confianza, la relacin interpersonal de ayuda y lafidelidad a Dios ya la persona a la que se acompaa.

3. Descripcin del sujeto de la direccin espiritual y actitud frente al director

espiritual

a) Sujeto de la direccin espiritual

El sujeto de la direccin espiritual es toda alma que aspirando seriamente a laperfeccin cristiana, se ha puesto voluntariamente bajo el rgimen y gobierno de undirector espiritual3.

1Cfr. Fausto Ramn Meja Vallejo, Vida nueva para un siglo nuevo, Amigo del Hogar, Santo Domingo 2000, p.

48.2Cfr. Miguel ngel Fuentes,Manual de direccin espiritual, Ediciones Del Verbo Encarnado, Buenos Aires 2001,p. 16.3Cfr. AA.VV.,Diccionario de espiritualidad, Tomo I, Ediciones Herder, Barcelona 1987, p. 625.


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Se advierte que el fiel que vaya a eleccin a su director, debe vigilar con cautelayprudencia. De ah aquella fasa expresin: Una direccin sabia prudente apropiada puede hacer adelantar a un alma con seguridad y rapidez, mientras que unadireccin menos inteligente, equilibrada y adaptada a aquella alma, puede entorpecer

su camino o atrofiar uchas de sus energas

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b) Actitud frente al director espiritual

Mencionaremos varias cualidades o actitudes que debe poseer la personas que utlizanla direccin espiritual. Estas son5: Apertura de corazn: Los fieles cristianos debemos manifestar todo lo que

concierne a nuestra vida espiritual: nuestas tentaciones y flaquezas para quenos ayuden a vencerla o sanarlas. Para esto se requieren simplicidad ysobriedad. La simplicidad nos ayuda a evitar temores intiles, segundas

inteciones o propsitos ocultos. La sobriedad evita pueriles alargamientos,discursos que no afectan la vida interior, confidencias daosas,murmuraciones, crticas, etc.

Humi lde sumisin:El director no es un superior propiamente dicho, por tanto,no hay imposicin moral a la estricta obediencia.

Autonoma espritual :Implica autodecisin a lo influjos externos. El cristianoes un ser inteligente y libre, no autmata.

Respeto:Ocupa el primer lugar. Se debe poner atencin a este aspecto, ya queel dierector es un padre (paternidad) en el orden de la gracia, adems porque

representa a Dios y se le debe tener una verdadera veneracin. Confiaza: Posee doble vertiente: filiar y sobrenatural. La primera en cuanto el

alma debe sentirse contenta, segura, cmoda. La segunda, porque busca lasantificacin.

Amor sobre natural:El amor tiene que ser sobrenatural en su origen y susmotivos, el cristiano puede amar directamente, teniendo en cuenta susaptitudes naturales, pero se debe limitar como un fin en s mismo.

4. Finalidad de la direccin espiritual

La direccin espiritual tiene como fin ltimo llevar las almas a la perfeccin. Tienetambin fines intermedios, segn las diversas etapas del alma. Podemos indicar cuatrofinalidades subordinadas, que sonsanar y fortalecer las flaquezas humanas, precaverante los peligros, discernir los espritus que mueven al alma y preparar al alma para

que responda con docilidad a las exigencias de la gracia6.

4 AA.VV.Diccionario de espiritualidad, Op. Cit., 625.5Ibd., 626-627.6Cfr. Ludwig Ott.Manual de teologa dogmtica, Editorial Herder, 5 ed., Bacerlona 1966, 364-365.


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5. Evolucin y fundamentos histricos de la direccin espiritual

A continuacin presentamos un breve recorrido sobre la evolucin y crecimiento de ladireccin espiritual en la vida de la Iglesia.

5.1.1. La antigedad clsica y la direccin espiritual

En la historia del pensamiento nos encontramos con hombres que dirigieron unaescuela no slo de reflexin y de profundizacin, sino tambin de vida, decostumbres, de ascesis, de perfeccin humana, de paz interior, de dominio de smismo, de disciplina fsica y moral7.

La antigedad clsica nos ha transmitido algunos nombres de estos maestros,buscados y deseados por innumerables discpulos, a los que dedicaban sus lecciones,y que han hecho llegar hasta nosotros algunas obras que enriquecen el patrimoniocultural de la humanidad. Podemos citar a Scrates, Plutarco, Epicteto, Sneca, MarcoAurelio.

Todos ellos fueron guas en la bsqueda de respuestas a los grandes interrogantes queacucian a los hombres de todas las pocas, que entrenaron a los discpulos conejercicios ascticos que facilitaban la visin interior de los problemas ltimos y que,segn la interpretacin de las escuelas medievales, precedieron y prepararon en ciertosentido el mensaje de perfeccin de Cristo.

De hecho, sus obras estn cargadas de verdades morales, de preceptos y reflexiones,que no son simple resultado de un pensamiento solitario, sino la respuesta a los

problemas de los dems hombres8.

Como maestros se los puede configurar con la imagen tradicional del directorespiritual y hoy, segn la nueva terminologa, con la del padre espiritual, ya queejercieron realmente una paternidad espiritual sobre los discpulos y una direccinmoral sobre ellos, recompensada con la veneracin por la rectitud de su vida y el

prestigio cultural y experiencial con que sirvieron de ejemplo y de modelo.

5.1.2. Fundamentos bblicos de la direccin espiritual

Mltiples son los ejemplos donde hace alusin a la importancia de dejarse conducirpor los sabios:Antiguo Testamento:

Tb 4,18: Busca el consejo de los prudentes y no desprecies ningn avisosaludable.

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Cfr. Kees Waaijman, Espiritualidad: formas, fundamentos y mtodos, Ediciones Sgueme, Salamanca 2011, p.357.8 Cfr. Martin Lenk. Buscando a Dios: piezas para una teologa filosfica, Editorial Amigo del Hogar, SantoDomingo 2013, pp. 34-37.


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Si 37,23: El varn sabio ensea a su pueblo, y los frutos de su inteligenciason dignos de fe.

Si 21,13.17: La ciencia del sabio crecer como una inundacin, y su consejoser fuente de vida. La boca del sensato es buscada en la asamblea, sus

palabras se meditan de corazn. 1Sam 3,1-18 Samuel aprendiendo de Hel.Nuevo Testamento

Paradigma de acompaamiento personalizado:

Jess encontrndose con la Samaritana (Jn 4,7-15); Jess y Nicodemo (Jn7,50); Jess y los discpulos de Emas (Lc 24,13-25).

Felipe y el eunuco de Candaces encuentra la fe (Hch 8,26-40); Cornelio sedeja asesorar de Pedro (Hch 10,1-43); as mismo, San Pablo se deja instruir deAnanas (Hch 9,10-19), etc.

Los escritos paulinos refieren constantemente cmo el Espritu Santo quehabita en cada creyente (l Cor 3,16) gua su caminar (Rom 8,14); el seguidorde Jess tiene que examinarse desde el interior y comprobar en qu medidaaparecen en su vida losfrutos del Espritu(Gl 5,22)9

5.1.3. La Tradicin y los Padres de la Iglesia sobre la direccin espiritual

La direccin espiritual tiene sus orgenes en el monacato de la Iglesia primitiva:

Primero entre los anacoretas, que en su soledad necesitaban de consejos Segundo en los monsterios, donde los seniores, dotados carismticamente se

dedicaban a la direccin espiritual y a la vez se desempeaban comosuperiores, lo cual origin conflictos10.

En la tradicin de la Iglesia, la prctica de que quienes aspiran a la perfeccin tenganun gua espiritual se remonta a los primeros siglos cuando los grandes directores dealmas fueron los monjes del desierto: los santos Pacomio, Dositeo, Sabas, Doroteo,

Juan Clmaco, Juan Damasceno.

La doctrina de la direccin espiritual nace con ellos y se continaininterrumpidamente a lo largo de toda la historia de la Iglesia hasta nuestros das.Entre los monjes del desierto la direccin espiritual lleg a ser considerada no ya un

privilegio sino propiamente como un estricto deber del hombre que se retira a lasoledad; y la privacin del consejo espiritual de los ancianos o la falta de absolutasinceridad con ellos era vista como ocasin segura de ilusiones, exageraciones yerrores funestos.

9Cfr. Jos Rivera y Jos Mara Iraburu. Sntesis de espiritualidad catlica, Ed. Fundacin Gratis DatePamplona 2003, 6 edicinp. 21.10Cfr. AA.VV. Sacramentum Mundi, Tomo III, Editorial Herder, Bacerlona 1976, p. 356.


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Ya San Antni Abad deca: He vist a njes que despus de uchs as detrabajos, cayeron y llegaron hasta la locura por haber contado con sus propias obras yno haber aceptado el mandamiento de Dios que dice: Interroga a tu padre y te loensear (Dt 32,7). Paladi en la Histria lausaca escribe: s que estn falts

de direccin, caen como las hojas que epuja el vient sin rub fij.

5.1.4. La Edad moderna: Siglo XVII

Este perodo, lo podemos dividir en tres grandes bloques:

1. En la tarda Edad Media un ejemplo singular de direccin espiritual lo ofrecenlas Cartas de Santa Catalina de Siena; San Vicente Ferrer habla de laimportancia de la direccin en su opsculo De la vida espiritual.

2. Ms tarde, en pleno siglo de oro espiritual espaol, Santa Teresa desarroll ladoctrina y los criterios prcticos de la direccin espiritual en algunas de susobras (por ejemplo, en Moradas, Vida, Camino de Perfeccin); lo mismo hizoSan Juan de la Cruz (de modo particular en Subida al Monte Carmelo, Llamade Amor viva, Cntico Espiritual). Particularmente digna de destacar es laobra de San Juan de Avila, admirablemente resumida por l en su obra Audi,filia.

3. En el siglo XVII la prctica de la direccin espiritual estaba muy extendida yteorizada por autores como Alonso Rodrguez, lvarez de Paz, Ludovico da

Ponte, San Francisco de Sales, Feneln, Bossuet, Olier, etc11.

5.1.5. Los documentos del Magisterio

A continuacin expondremos lo que piensa el Magisterio de la Iglesia sobre ladireccin espiritual. Slo nos limitaremos a sealar las ideas claves.

Catecismo de la Iglesia Catlica: El Espritu Sant da a cierts fieles dnesde sabidura, de fe y de discernimiento dirigidos a este bien comn que es la

oracin (direccin espiritual). Aquellos y aquellas que han sido dotados detales dones son verdaderos servidores de la tradicin viva de la oracin. Poreso, el alma que quiere avanzar en la perfeccin, segn el consejo de san Juande la Cruz debe mirar en cuyas manos se pone, porque cual fuere el maestrotal ser el discpulo, y cual el padre, tal el hijo. Y aade que el directoradems ha de ser sabio y discreto, ha de ser experimentado12.

11Miguel ngel Fuentes, Op. Cit., p. 1812Cfr. Catecismo de la Iglesia Catlica, no. 2690


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La Presbiterorum Ordinis: Una herramienta clave para despertar vocacionesal sacerdci dice que para lograr este fin, es de la mayor utilidad la diligentey prudente direccin espiritual13.

La Exhortacin Pastores Dabo Vobis: Se refiere a la direccin espiritual enests trins: es necesari redescubrir la gran tradicin delacompaamiento espiritual individual, que ha dado siempre tantos y tan

preciosos frutos en la Iglesia. En determinados casos y bajo precisascondiciones, este acompaamiento podr verse ayudado, pero nuncasustituido, con formas de anlisis o de ayuda psicolgica14.

La Exhortacin Apostlica Postsinodal Ecclesia in America: El Papa JuanPabl II anifestaba: Para adurar espiritualente el cristiano debe recurriral consejo de los ministros sagrados o de otras personas expertas en estecampo mediante la direccin espiritual, prctica tradicionalmente presente en

la Iglesia. Los Padres sinodales han credo necesario recomendar a lossacerdotes este ministerio de tanta importancia15.

6. Qu debe tomar en cuenta la direccin espiritual?

Esta vida cristiana se caracteriza, por los siguientes cuatro rasgos:

La prctica (dentro de los lmites de la fragilidad humana) de un estilo de vidapersonal evanglico (en el trabajo o estudio, en el uso del dinero, en lasrelaciones familiares y humanas en general, en la fidelidad a la oracin

personal, en el modo de hacer frente a situaciones particulares como eldesempleo, la delincuencia, etc.).

La dimensin social, que ha de desarrollarse a la par que la vida cristiana personal.Porque sta es una vida en Cristo, hombre para los dems. Estas dos facetas de lavida cristiana crecen a partir de un progreso en la interiorizacin del evangelio, demodo que ste sea cada vez menos algo recibido y aprendido y algo ms asumido yexperimentado.

Finalmente, la referencia comunitaria (participacin en una parroquia, comunidad,

movimiento apostlico, etc.) es importante para que la vida personal se expreseeclesialmente y sea contextuado, interpretada e interpelada comunitariamente. En estaetapa formativa, el acompaamiento puede diferir sensiblemente del de otrosmomentos16.

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Cfr.Presbiterorum Ordinis, no. 11.14Cfr. Juan Pablo II. PastoresDabo Vobis, no. 40.15Cfr. Juan Pablo II.Exhortacin Apostlica postsinodal Ecclesia in America, n. 29.16Cfr. Josep M. Rambla Jesuita Coordinador de formacin Barcelona 2012., p. 12.


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7. Actitud del Director Espiritual ante el sujeto

El director espiritual tiene por delante una misin comprometida que exigepreparacin adecuada, cualidades y tareas bien definidas. Esta formacin puede ser

gnerica y especfica.

La primera se refiere a a la formacin que recibe en el seminario hasta su ordenacin.La segunda se obtiene mediante estudios especializados, tales como diplomados,talleres, maestras, conferencias, etc.

En relacin a sus cualidades humanas podemos sealar rpidamente las siguientes:

Humildad. Esta tiene dos dimensiones: primera es que tiene que ser humildede servicio, es decir, no tiene que ser un dspota, sino un siervo. La segunda serefiere a que tiene que poseer humildad de espritu que tiene que reflejarse

hacia s mismo, hacia los dems y hacia Dios. Caridad. La caridad prucura el bien espiritual y permanece alejada de todo

sentimentalismo dulzn, de los coloquios excesivamente libres y prolongadossin motivos.

Intensa vida espiritual. Nadie da l que n tiene Ciencia. Para guiar la persona humana se necesita discresin, no actuar por

purs caprichs. San Juan de la Cruz deca: Des de ser sabi discret haenester sea expirientad.

Prudencia. La prudencia tiene dos significados: comn y teolgico. Elprimero indica el equilibrio, moderacin y discrecin. El segundo consiste enla virtud mediante el consejo, el juicio y el mando dirige las acciones delindividuo al logro del ltimo fin.

8. Desafos y propuestas pastorales para la direccin espiritual en la actualidad

En nuestros das, se nos quieren presentar, algunos pseudos valores que pretendendesvirtualizar la dignidad y la convivencia humana. Por eso, presentamos algunosdesafos que tiene por delante el quehacer de la direccin espiritual, los pastores yorientadores de almas.

A) Desafos

Pragmatismo:El entonces Cardenal Ratzinger nos advierte que el gris pragmatismo de la vidacotidiana de la Iglesia en el cual aparentemente todo procede con normalidad, pero enrealidad la fe se va desgastando y degenerando en mezquindad17.

17Cfr. RATZINGER, J. Situacin actual de la fe y la teologa. Conferencia pronunciada en el Encuentro dePresidentes de Comisiones Episcopales de Amrica Latina para la doctrina de la fe, celebrado en Guadalajara,Mxico, 1996. Publicado en Osservatre Ran el 1 de nviebre de 1996.


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No se comienza a ser cristiano por una decisin tica o una gran idea, sino por elencuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a lavida y, con ello, una orientacin decisiva. Globalizacin:

En su expresin extrema la globalizacin empuja al hombre al fatalismo, es decir, aque todo lo que sucede es inevitable y nada puede hacerse para impedirlo 18 .Paradgicamete este sistema busca homogeneizar las clases sociales, pretenderderibar las fronteras del mercado mediante artimaas que slo favorecen unos pocos.

El disceniemiento que corresponde hacer el presbtero, frente a este sistema es sobrelas bondades que encierra este nuevo orden de economa y potencialiazarlo a sumsximo nivel. Es hacer consciente al fiel sobre su papel de transformar dichasestructuras sin la necesidad de contaminarse.

Relativismo:

De manera proftica exclamaba Ratzinger al decir que el relativismo se ha convertidoen la nueva expresin de la intolerancia. quien no es relativista parecera que esalguien intolerante. Pensar que se puede comprender la verdad esencial es visto yacomo algo intolerante.19

Pero en realidad esta exclusin de la verdad es un tipo de intolerancia muy grave yreduce las cosas esenciales de la vida humana al subjetivismo. De este modo, en lascosas esenciales ya no tendremos una visin comn. Cada uno podra y debera

decidir como puede. Perdemos as los fundamentos ticos de nuestra vida comnCambio de poca

Tecnologa y los medios de comunicacin:Un factor determinante de estos cambios es la ciencia y la tecnologa, con sucapacidad de manipular genticamente la vida misma de los seres vivos, y, con sucapacidad de crear una red de comunicaciones de alcance mundial, tanto pblicacomo privada, para interactuar en tiempo real, es decir, con simultaneidad. Comosuele decirse, la historia se ha acelerado y los cambios mismos se vuelven

vertiginosos, puesto que se comunican con gran velocidad a todos los rincones delplaneta.20 Todo esto se ha constituido una aldea global.

Ahora bien, cul es o cules son las estrategias que un acompaante o directorespiritual debe realizar trazar para poder encarnar los valores del Reino en esteambiente tan multiforme y variado. Necesariamente se debe encarnar, conocer ellengueje de este mundo, sin dejarse influenciar de los estereotipos que la

18Cfr. Rodrigo Borga.Enciclopedia de la poltica, Editorial Fondo de Cultura Econmica, 2 ed., Mxico 1998, p.282.19 Cfr. Fe verdad y tolerancia, Entrevista al Cardenal Ratzinger, concedida a Antonio Socci, publicada

ntegramente en Il Giornaleel 26 de noviembre. Reproducimos aqu el texto difundido por el diario milans yluego publicado por ZENIT. Ampliar informacin en:http://www.zenit.org/es/articles/ratzinger-el-relativismo-el-problema-mas-grande-de-nuestra-epoca (Fecha de bsqueda: Viernes, 1 de noviembre 2013,Hora: 9:25)20Cfr. DA no. 34.
http://www.zenit.org/es/articles/ratzinger-el-relativismo-el-problema-mas-grande-de-nuestra-epocahttp://www.zenit.org/es/articles/ratzinger-el-relativismo-el-problema-mas-grande-de-nuestra-epocahttp://www.zenit.org/es/articles/ratzinger-el-relativismo-el-problema-mas-grande-de-nuestra-epocahttp://www.zenit.org/es/articles/ratzinger-el-relativismo-el-problema-mas-grande-de-nuestra-epoca


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globalizacin quiere vender.

El documento de Aparecida nos orienta de la siguiente forma:

Es necesario que los cristianos experimenten que no siguen a un personaje de lahistoria pasada, sino a Cristo vivo, presente en el hoy y el ahora de sus vidas. l es elViviente que camina a nuestro lado, descubrindonos el sentido de losacontecimientos, del dolor y de la muerte, de la alegra y de la fiesta, entrando ennuestras casas y permaneciendo en ellas, alimentndonos con el Pan que da la vida21.

Se trata de confirmar, renovar y revitalizar la novedad del Evangelio arraigada ennuestra historia, desde un encuentro personal y comunitario con Jesucristo, quesuscite discpulos y misioneros. Ello no depende tanto de grandes programas yestructuras, sino de hombres y mujeres nuevos que encarnen dicha tradicin y

novedad, como discpulos de Jesucristo y misioneros de su Reino.

B) Propuestas pastorales

Auspiciar pequeos grupos o comunidades donde se propicie el dalogofraternos y sinceros22. En dicho grupos, se invita al dilogo de meditacin, eldalogo en ejercicios comunes, la revisin de vida y el sensitivity training.

Se requiere un nueva reflexin sobre el papel de la direccin espiritual enestos tiempos y que se determine cul es su esencia.

Valoracin antropolgica y espiritual de la direccin espiritual. Es decir, debeexistir un equilibrio entre estas dos dimensiones. Ambas se complementa entres. Se ha visto que la direccin espiritual ha recibido una acentuacinunilateral23.

En otras palabras, explicando la anterior, la direccin espiritual no slo estrelacionada a lo religioso, como si fuera un mbito aislado, sino con loshombres concretos, encarnados en la historia, con sus problemas, sus miedos,etc.

Tambin es urgente que la direccin espiritual busque la gua hacia el propioconocimiento de la persona.

Las preparacin para aceptarse as mismo. Ayuda para desprenderse el su propio ego. La bsqueda comn de la voluntad de Dios. Hallar la voluntad de Dios para

m, descubrindola en la lnea de la propia vida y en cada situacin concreta24.

21Cfr. DA no. 4.22

Cfr. Saturnino Gamarra. Teologa Espiritual,Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1994, P. 80 Y P. 300.23AA.VV. Sacramentum Mundi, Op. Cit.,p. 358.24Cfr. Ignacio de Loyola.Ejercicios Espirituales, Editorial Sal Terrae, Santander 2010, no. 22. (Nota: este texto hasido cuidado y revisado por Santiago Arzubialde, SJ).

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