TEMPLO Y EXCONVENTO DE JESÚS MARÍA

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TEMPLO Y EXCONVENTO DE JESÚS MARÍA CIUDAD DE MÉXICO

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TEMPLO Y EXCONVENTO DE JESÚS MARÍA CIUDAD DE MÉXICO

Templo y exconvento de Jesús María de México. D. F.

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15,._ ___ ... 10

1 Atrio 2 Portadas gemelas neoclásicas 3 Nave de la iglesia 4 Abanico del coro 5 Cuadro de San Cayetano 6 Cuadro Ángel de la Guarda 7 Cuadro de Juan Cordero 8 Tribuna 9 Sacristía

10 Escalera 11 Portada de la portería 12 Acceso al comercio de la calle de

Corregidora núm. 44 13 Claustro princ ipal 14 Corregidora núm. 38 15 Corregidora núm. 32

Portada: detalle de la fachada

CÓMO LLEGAR

El templo se localiza en la calle de Jesús María, núm. 39. El claustro principal se puede visitar en el número 44 de la calle de Corregidora, Centro Histórico de la ciudad de México.

TEMPLO Y EXCONVENTO DE JESÚS MARÍA DE MÉXICO

El exconvento de Jesús María se fundó para dar amparo y protección a doncellas pobres descendientes de los conquistadores y prime­ros pobladores. El arzobispo Pedro Moya de Contreras autorizó la compra de unas casas situadas al poniente de la iglesia de la Santa Veracruz con el fin de adaptarlas a la vida monjil.

Hechos los arreglos y conseguidos los per­misos acostumbrados, se realizó la fundación con diez religiosas del convento de la Concep­ción, quienes en 1580 se trasladaron al sitio elegido. Como la casa era pequeña y estaba en un lugar húmedo,.y acjemás fuera de la traza de la ciudad, las monjas pidieron cambiar de domicilio; lo lograron en 1582, al mudarse a las casas que adquirieron en la calle de Jesús

María, donde permanecieron durante casi tres siglos.

HISTORIA DEL MONUMENTO

Pedro Tomás Denia, uno de los promotores del convento , aseguró, mediante un viaje a Espa­ña, la protección y el sostenimiento perpetuo de las religiosas. En el entonces convento de Jesús María vivía Micaela de los Angeles , hija ilegítima de Felipe 11 , quien al enterarse de ello, no sólo acogió al monasterio en su real patro­nato, sino que destinó 30 000 ducados para la ed~icación del templo.

El 9 de marzo de 1597 se colocó la primera piedra; sin embargo, se tuvo que suspender la construcción por falta de fondos y mano de obra.

A principios del siglo XVII , los donativos del rey hicieron posible la continuación de las obras. La iglesia era de una sola nave, con el presbiterio orientado hacia el norte y el coro al sur, dos puertas de entrada situadas al oriente y cubierta de madera. El templo se dedicó en julio de 1620 por orden del virrey de la Nueva España, Diego Fernández de Córdoba.

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Después de la dedicación, se construyó la torre y se inició el adorno de la iglesia. Tuvo nueve retablos ; el mayor fue costeado por el convento. Los fondos de la dotación real se agotaron y los otros ocho retablos se hicieron con fondos de particulares. El retablo mayor se restauró medio siglo después.

Las religiosas adquirieron propiedades ur-

Abanico del órgano

banas para asegurar su alimentación con el producto de estas rentas. También compraron predios y casas colindantes al convento para ampliarlo y construir celdas particulares. A lo largo de dos siglos se construyó sin seguir un proyecto integral , lo que dio lugar a un conjunto heterogéneo.

A finales del siglo XVII el claustro principal estaba en muy mal estado y tuvo que reparar­se. Las obras consistieron en dos dormitorios, refectorio, contaduría, sacristía y sala de labor.

Durante el siglo XVIII varios arquitectos con­tratados por las monjas participaron en el man­tenimiento conventual.

La imposición de la "vida común" (1769-1774) frenó la construcción de celdas privadas, ya que el rey prohibió la vida particular en los conventos de monjas y la convivencia de se­glares con las religiosas. A pesar de que Jesús María fue exceptuado respecto a tener niñas educandas -por estar estipulado su carácter docente desde la fundación-, la autorización de conservar a las pupilas llevaba implícita la orden de separarlas de la clausura.

A principios del siglo XIX se modificaron las portadas, la cúpula, el coro, los retablos, el altar mayor y la decoración interior.

Virgen del Jilguero

En 1856 la Ley Lerdo ordenó a las religiosas vender sus inmuebles. Los bienes del clero se nacionalizaron a partir del 12 de julio de 1859 y las monjas de Jesús María perdieron su casa el 13 de febrero de 1861 . Se reunieron con otras concepcionistas en el convento de Regina, donde permanecieron hasta su exclaustración definitiva, lo que sucedió el 3 de marzo de 1863.

El 31 de marzo de ese mismo año, se lotificó el convento, el cual pasó a manos de la Comi­sión de Beneficencia Pública. Los lotes se fue­ron vendiendo poco a poco a particulares. El número uno, que correspondía al claustro prin­cipal, se adaptó como sala de espectáculos, para lo que se techó el patio con lámina soste­nida por una estructura de acero. Después se convirtió en el cine Progreso Mundial , en esa época se demolieron los cinco arcos de uno de los cuatro lados del claustro para colocar la pantalla. Para 1974 se habían retirado las buta­cas e instalaciones cinematográficas. Actual ­mente es un comercio .

Después de la Reforma, la iglesia estuvo ce­rrada mucho tiempo, entre otras cosas fue uti­lizada para archivo de la Secretaría de la Defen­sa y en 1960 se entregó en custodia a la curia.

RECORRIDO

La entrada a la iglesia es por la calle de Jesús María; el espacio que antecede a la fachada formaba el antiguo atrio o compás, hasta hace poco limitado por una reja que fue indebida­mente retirada durante las obras de restaura­ción del Centro Histórico (1978-1982) . Hay que

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recordar que la iglesia actual corresponde a la del siglo XIX y que Velázquez construyó las portadas gemelas neoclásicas. Cada una consta de un par de columnas estriadas (se dice de las que tienen el cuerpo principal ador­nado con estrías) que franquean el vano (hue­co) de la puerta y que a la vez sostienen un friso {cenefa adornada) y frontón semicircular_ (ele­mento que corona la puerta) ; en los extremos destacan hacheros, y al centro un relieve con el escudo nacional en su versión del águila frontal con ambas alas desplegadas. De la parte alta del escudo bajan guirnaldas de flores y sobre él rematan una esfera, pináculo (ador­no con forma piramidal) y bola.

La presencia de dos entradas laterales a la nave es común en casi todas las iglesias mon­jiles, por ser el coro bajo zona de clausura restringida al uso de las religiosas.

La única nave de la iglesia consta de siete tramos separados por medias muestras de co­lumnas estriadas adosadas a los muros ; dos de estos tramos corresponden al coro bajo. En la parte superior de los mtJros y en la bóveda aún se observan restos de la decoración inte­rior en estuco dorado del siglo XIX. Del techo cuelgan nueve candiles de calamina. La pintura

Tribuna

mural de la bóveda y la cúpula, de tema maria­no, son obra de Daniel del Valle y fueron reto­cadas por Montenegro. Los vitrales datan de principios de este siglo.

El abanico del coro , único en su género, permitía que las religiosas participaran del cul ­to sin ser vistas ; está adornado por un pequeño óleo de la Virgen de Guadalupe; éste y otra pintura de la nave con el mismo tema, son de

autores anónimos del sigl_o XVIII. Entre las esculturas destacan la Virgen del jilguero (ac­tualmente en el altar mayor) , un Ecce Hamo -colocado a la izquierda o derecha del tramo que sigue al presbiterio- y un conjunto escul­tórico de la Santísima Trinidad -junto al muro que separa las dos entradas-. Rafael Jimeno y Planes, director de pintura de la Academia de San Carlos, es el autor de los dos cuadros grandes del presbiterio que representan a San Cayetano y al Ángel de la Guarda. Además ejecutó la pintura con la escena del Niño perdi­do y hallado en el templo , que más tarde fue sustituida por la que hoy vemos, de Juan Cor­dero.

Sobre la portada que da acceso a la sacris­tía del lado del evangelio, se conserva la tribu­na, desde donde escuchaban misa las religio­sas ancianas o enfermas. La sacristía era y sigue siendo para el uso de los capellanes encargados de! culto . La escalera, situada a los pies de la iglesia, conduce al coro alto, donde se puede apreciar un órgano antiguo, y más arriba la torre y la cúJ)'Ula peraltada.

Sobre la misma calle de Jesús María, al sur del templo, se aprecia la portada de la portería,

la ciudad de México. Sobre un nicho que cobija al niño Jesús, se lee la fecha de 1692, y en el friso inferior una leyenda en latín que dice: Aducentur regí Virgines - Aducentur in tem­plum regís , aludiendo a que por ese lugar eran conducidas las vírgenes a la casa de su rey . El resto de la fachada oriente, parcialmente deco­rada con ajaracas, es todo lo que podemos reconocer en el exterior como parte del con­vento .

una de las más antiguas que se conservan en Friso y frontón con cúpula

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Sobre la calle de Corregidora está la entrada a un comercio que ocupa el claustro principal.

El resto del conjunto está invadido por ca­sas habitación, loncherías, comercios, edificios de oficinas federales, estacionamientos y fábri­cas de ropa. El cambio de uso hizo aún más complicada la distribución, que de suyo hacía de Jesús María un espacio complejo, similar al de los conventos andaluces y que se reprodu­jeron en América en muchos monasterios fe­meninos.

AUTORA: historiadora Nuria Salazar de Garza.

INFORMACIÓN GENERAL DÍAS DE VISITA: de lunes a domingo. HORARIO: templo: de 9:00 a 13:00; claustro : de 10 a 19 horas.

La información de esta miniguía se basa en los trabajos de María Concepción Amerlinck , Jose­fina Muriel , Nuria Salazar y Carlos de Sigüenza y Góngora.

FOTOGRAFÍA: Fabio Foresti. D.R. INAH 1992

Conr,.ejo Nacional p.a,ala e,.,,.,,,., y 1a, M•~

Consejo Nacional para la Cultura y las Artes Instituto Nacional de Antropología e Historia

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